Con un paso vacilantepor la selva iba aturdidoun gigantesco elefante;
la memoria había perdido.
Estaba muy afligido,pues por más que caminaba
se le quedó en el olvidoque era lo que buscaba.
Sin saber donde acudir
de esta manera pensó:
¡mejor sería morir!
y en le hierba se tumbó.
Tan deprimido lo vioun poderoso león
que en la selva convocóuna urgente reunión.
La alarma fue general,pues por su vida temieron,
más la causa de su malenseguida descubrieron.
A este problema daremosuna pronta solución.La memoria buscaremoshasta el último rincón.
Después de mucho buscaruna jirafa la vio
en un extraño lugar,y a su dueño la entregó.
El elefante al tenerlaa todos les confesó
que cómo temió perderlaescondida la dejó.
Si no se quiere perder,la memoria se ha de usar.
Es obligado deberel ponerla a trabajar.