Trabajo final
Karool Viviana Correa Duarte
Noveno
Gimnasio Piagetano
Crisis del 29
Índice de desempleo
Tasas de interés
TLC
Crisis del 29
El 24 de octubre de 1929 al mediodía, el crecimiento financiero de los años veinte
yacía hecho pedazos en el suelo de la Bolsa de Nueva York. Miles de
norteamericanos, desde viudas pobres hasta magnates, habían perdido sus
salvavidas. Al final del día se habían suicidado once financistas.
Mirando hacia atrás, los signos que desembocarían en el «jueves negro» estaban
escritos en las paredes. Los precios de las acciones habían subido más del doble
desde 1925 y en setiembre el índice Dow Jones (una estimación del valor de las
acciones principales) había alcanzado la marca récord de 381 en un mercado
frenético.
Los indicios de una recesión económica mundial y las advertencias de los expertos
de que las acciones estaban sobrevaluadas habían provocado que algunos
inversores importantes empezaran a retirarse del mercado, pero el 19 de octubre el
impulso de vender alcanzó proporciones alarmantes y los precios empezaron a
caer.
El jueves 24 de octubre de 1929, se produjo el crash de la bolsa de Wall Street. Más de 13.000.000 de títulos que cotizaban en baja no encontraron compradores y ocasionaron la ruina de miles de inversores, muchos de los cuales, habían comprado las acciones con créditos que ya no podrían pagar Esto llevó a que la gente entrara en pánico, y quienes poseían dinero en cuentas bancarias corrieron a retirarlo. Los bancos no eran capaces de hacer frente a tal magnitud de reintegros, y además, como en los Estados Unidos se había tratado de hacer frente al descenso de la demanda con una expansión del crédito a los ciudadanos comunes, se vieron desbordados por deudas incobrables. Ante esto, se negaron a dar nuevos créditos y a refinanciar las deudas existentes, pero sin embargo, aproximadamente 600 bancos americanos quebraron. A partir de ese momento se inició un período de contracción económica mundial, conocido como la “GRAN DEPRESION” . En los Estados Unidos, el descenso del consumo hizo que los stocks acumulados crecieran, las inversiones se paralizaran y muchas empresas tuviesen que cerrar sus puertas. La caída de la actividad industrial supuso una desocupación generalizada, de tal manera que se calcula que hacia 1932, existían en los Estados Unidos cerca de 13.000.000 de desocupados. La depresión trajo también penuria en el campo, pues muchos agricultores se arruinaron como consecuencia de la caída de los precios y de los mercados agrícolas. Como solución desesperada para poder pagar sus deudas, gran cantidad de trabajadores agrícolas vendieron sus tierras a precios irrisorios y se fueron a trabajar al oeste. La pobreza no alcanzó solo a campesinos y obreros, sino que se extendió a empleados, profesionales y capitalistas arruinados.
Extensión de la crisis
Las conexiones existentes en la economía internacional, pero sobre todo la dependencia que de los Estados Unidos tenía la economía europea, hicieron que la Gran Depresión, se extendiera por todo el mundo. La caída de los precios en América afectó a las industrias de otras partes del mundo que tenían precios superiores a los estadounidenses y que al no poder competir, vieron drásticamente reducidas sus exportaciones. Al mismo tiempo, la disminución de la demanda norteamericana, (y por ende, de sus importaciones), frenó las exportaciones de muchos países, con lo que disminuyó el comercio mundial. Los Estados Unidos también trataron de repatriar capitales que habían invertido en diferentes países. Esto tuvo una especial repercusión en Alemania, que tenía cuantiosos créditos tomados a Norteamérica, pues ese país había sido prácticamente obligado a endeudarse para hacer frente a las reparaciones de guerra estipuladas en el Tratado de Versalles, las que debían ser pagadas en efectivo. La crisis afectó también a Austria, Gran Bretaña, Francia, América Latina, el Sudeste Asiático, Australia, y muchos más, ya que salvo en la Unión Soviética, sus consecuencias repercutieron de una u otra manera en todo el planeta. El 11 de diciembre de 1930, en la ciudad de Nueva York, el poderoso Banco de Estados Unidos se derrumbó, y destruyó los depósitos de medio millón de cuentahabientes. Sólo en 1931 se desplomaron unos 2,300 bancos. Innumerables fabricantes con exceso de existencias cerraron sus fábricas para reducir pérdidas. Entre 1930 y 1933 un promedio de 64,000 trabajadores por semana pasaron a engrosar la multitud de desempleados. En 1933, unos 13 millones de estadounidenses estaban sin empleo, y quienes lo conservaron vieron reducidos sus salarios. La producción industrial descendió hasta los niveles de 1916
El New Deal:
La crisis había llevado a replantear el rol del Estado en la economía de una nación.
En marzo de 1933 asumió como presidente de los Estados Unidos, Franklin
Roosevelt, quien se fijó como principal objetivo reconstruir la economía de su país.
Para esto desarrolló un plan conocido como “New Deal”, que consistía en la
regulación de la economía favoreciendo las inversiones, el crédito y el consumo, lo
que permitiría reducir el desempleo. El gasto público debía orientarse a la seguridad
social y a la educación.
El modelo estaba inspirado en las ideas del economista John Keynes que expuso
sus principios en el libro “La teoría general del empleo, el interés y el dinero”. Keynes
sostenía los principios del liberalismo clásico, pero proponía la intervención del
Estado en aquellos casos en que se viera perjudicado. Creía que una redistribución
de los ingresos y el aumento de la tasa de empleo, reactivaría la economía. Nació
así la teoría keynesiana.
Las medidas adoptadas por Roosevelt fueron: ayudar a los bancos, subvencionar a
los agricultores, aumento de los salarios y reducción de las horas de trabajo,
creación de nuevos puestos de trabajo en la administración pública y en obras
públicas, lo que daría un fuerte impulso a la construcción y a sus industrias
derivadas. También se establecieron planes de asistencia sanitaria y se organizó
un nuevo sistema de jubilaciones y pensiones”
Los resultados del New Deal fueron desiguales, lográndose estabilización en lugar
de crecimiento. No se logró el pleno empleo y la permanencia de un número alto de
desocupados, hicieron de la década del 30. Un período de tensiones y
enfrentamientos sociales.
LOS GOBIERNOS enmarcados en el New Deal (Nuevo Trato) del presidente
Franklin Delano Roosevelt, desde 1933 hasta 1940, no lograron elevar el empleo ni
la producción industrial norteamericana a los niveles que tenían en 1929. Sin
embargo, gracias a la inversión pública y a la reestructuración casi total de la
economía, pero sobre todo al liderazgo económico de Washington, el país quedó
preparado para asumir el predominante papel internacional que le correspondió
desempeñar en la Segunda Guerra Mundial y que trajo consigo la recuperación
económica además de una gran victoria.
La necesidad de aumentar la producción debido a la guerra finalmente solucionó el
problema de la cesantía. El esfuerzo económico que se requería para satisfacer las
demandas de las fuerzas armadas y los aliados era gigantesco. La forma en que
reaccionó la industria norteamericana abrió un espectro tan grande de posibilidades
económicas que, al realizarse, crearía para los Estados Unidos una era de
prosperidad y poder, sin precedentes.
Primer discurso de inauguración de F.D. Roosevelt el 4 de
marzo de 1933
[…] Nuestra tarea prioritaria es hacer que la gente vuelva a
trabajar. Esto se puede conseguir mediante un reclutamiento
directo por parte del gobierno. […] Nosotros podemos facilitar
la realización de este objetivo aumentando el precio de los
productos agrícolas, y con éstos la capacidad adquisitiva de
los agricultores.
Podemos facilitarlo insistiendo para que el gobierno federal,
el de los Estados y los gobiernos locales se pongan a trabajar
inmediatamente para reducir de una forma draconiana sus
costes de funcionamiento. Podemos facilitarlo unificando las
ayudas a las víctimas de la crisis. […] Podemos facilitarlo planificando y
supervisando a nivel nacional todas las formas de transporte, de comunicaciones y
de servicios que tienen claramente un carácter de interés público […].
Finalmente, en nuestro camino hacia la plena ocupación, necesitaremos llevar a
cabo tres medidas destinadas a prevenir un retorno a los malos tiempos pasados:
tendrá que haber una estricta vigilancia de todas las actividades bancarias,
financieras y de inversiones; habrá que limitar las actividades de los que especulan
con el dinero de los demás; habrá que asegurarse de que nuestra divisa sea a un
tiempo adecuada y saneada. […]
Nuestras relaciones comerciales internacionales, aunque tienen mucha
importancia, son, hoy, secundarias respecto a la necesidad de establecer una
política nacional saneada […].
DEPRESIÓN MUNDIAL
La oleada de la depresión económica norteamericana sacudió a todo el mundo.
Japón perdió el lucrativo mercado estadounidense para sus exportaciones de seda
(que habían supuesto vitales ingresos para los agricultores y trabajadores de su
industria textil). Debido a la retirada de los préstamos norteamericanos, muchos
gobiernos de Iberoamérica tuvieron que abandonar numerosos proyectos. En
Europa, la quiebra delCreditanstalt, el mayor de los bancos austríacos, en mayo de
1931, repercutió en muchos otros, que se vieron obligados a cerrar, incapaces de
satisfacer sus obligaciones. Los esfuerzos internacionales por ayudar al
Creditanstalt sólo lograron agotar las necesarias reservas de otros bancos.
En Alemania estaban sin trabajo la mitad de los hombres en edades comprendidas
entre 16 y 30 años. En Australia, el desempleo ascendió de menos del 10 por ciento
en 1929 a más del 30 por ciento en 1932. En el mundo, el número de los
desocupados se elevaba a 30 millones. En las ciudades, el aguijón del hambre
impulsaba a infinidad de hombres y mujeres a buscar alimento en los cubos de
basura. Mientras tanto, miles de hectáreas de grano se pudrían en los campos
porque su recolección y transporte no resultaban económicos. En Brasil se
quemaron, por la misma causa, miles de toneladas de café.
En septiembre de 1931, Gran Bretaña abolió la convertibilidad de la libra en oro; es
decir, el patrón oro había sucumbido. Al protegerse las naciones con fuertes
barreras arancelarias, cuotas de importación, devaluaciones de moneda y
numerosos medios para amparar sus industrias, el comercio internacional se
derrumbó. Las dificultades económicas acentuaron la insolidaridad de las naciones,
cuando sólo la cooperación hubiera podido subsanar los males. Paradójicamente,
el auténtico estímulo para la recuperación económica provino del rearme alemán,
cuyas larvadas raíces se hundían siniestramente en la sima de la Depresión. En
términos de vidas y padecimientos, fue un estímulo cuyos abrumadores costes
superarían cuanto la experiencia o la imaginación humanas pudieran concebir.
Las manifestaciones —como esta marcha de hombres sin trabajo organizada en
Londres en 1930 (centro) — ponían de relieve ante la opinión pública la angustiosa
situación. Inglaterra tenía en diciembre de 7930 dos millones y medio de parados.
Índice de desempleo en Colombia 2015
En junio la tasa de desempleo se ubicó en 8,2 %, siendo la más baja de los últimos
15 años con la tasa de ocupación más alta para ese mes en el mismo periodo, según
lo anunciado por el director del Departamento Administrativo Nacional de
Estadística- DANE, Mauricio Perfecta del Corral. La tasa de desempleo para junio
de 2014 fue de 9,2 %.
Sobre estos resultados destacó: “581 mil nuevos empleos se crearon en el mes de
junio, frente al mismo mes de 2014, con la tasa de ocupación más alta para ese mes
desde hace 15 años con 59,1 %”.
Para el trimestre abril- junio de 2015 la tasa de desempleo se ubicó en 8,9 %, siendo
la más baja de los últimos 15 años para ese periodo. Para el mismo trimestre en
2014 la tasa fue de 9,0 %. En este periodo los ocupados se incrementaron en 598
mil más en el país respecto al mismo periodo del año anterior. (Este incremento es
el promedio mensual del trimestre)
En la medición de los últimos 12 meses (móviles) se destaca que el desempleo lleva
22 periodos consecutivos con tasas de un dígito, al ubicarse en 8,9 %, presentando
la tasa de ocupación más alta y la tasa de desempleo más baja de los últimos 15
años para ese periodo. Para el mismo tiempo en 2014, la tasa fue de 9,3 %.
La tasa de desempleo en las 13 áreas metropolitanas se ubicó en 9,7 % en el mes
de junio y en 9,9 % para el trimestre abril- junio de 2015. “Es importante destacar
que para el trimestre es la más baja de los últimos 15 años y así mismo, se presenta
la tasa de ocupación más alta en el mismo periodo”, afirmó Perfetti del Corral. La
misma fue para los periodos de 2014, 10,7 % y 10,0 % respectivamente.
En 12 de las 23 ciudades se redujo la tasa de desempleo y en ocho de ellas fue de
un solo dígito. Las tres ciudades con menor desempleo durante el último trimestre
móvil fueron: Montería con 7,8 %, Barranquilla con 8,2 % y Sincelejo con 8,3 %.
Las ciudades que tuvieron más alto desempleo durante el trimestre móvil
fueron Armenia con 15,2 %, Cúcuta con 14,0 % y Quibdó con 13,6 %.
El director del DANE resaltó: “La tasa de desempleo en los centros poblados y el
rural disperso también se ubicó en 5,0 % para el trimestre abril- junio”. En 2014 la
misma cifra fue de 5,1 %.
Actividades Inmobiliarias, empresariales y de alquiler con una contribución de 0,8
puntos porcentuales; Comercios, restaurantes y hoteles con 0,7; y Construcción con
0,4 fueron las ramas de la economía que más jalonaron el empleo en el total
nacional, durante el trimestre móvil abril- junio de 2015.
En el total nacional, el empleo asalariado (formal) con 1,4 puntos porcentuales
aportó casi el doble que él cuenta propia con 0,8 puntos porcentuales, durante el
trimestre abril- junio de 2015.
Tasa de interés para el 2016
Es dinero para atender los gastos que demanda esa época especial del año. Lo
preocupante es que las condiciones de esos préstamos podrían seguir cambiando
en el 2016, por cuenta del alza paulatina que presentan las tasas de interés.
Y en ese sentido el Banco de la República dio el viernes pasado otro campanazo
de alerta, al reajustar del 4,75% al 5,25% su tasa de referencia. Ya lo había hecho
el 25 de septiembre último cuando pasó esa tasa del 4,50% al 4,75%. Todo por
cuenta del menor ritmo que arrastra la economía y las presiones de una inflación
que ya está rozando el 5%, muy por encima de su meta oficial.
En los próximos 12 o 18 meses comenzará a sentirse la verdadera transmisión de
esos ajustes del Emisor, el que según un técnico de la entidad, podría ser de 0,40
puntos porcentuales en todos los préstamos que otorgan los bancos.
De allí, que muchos colombianos estén frente al dilema de endeudarse o no el año
entrante.
De hecho, ya el impacto ha comenzado a sentirse. Es el caso de Rogelio Pérez, un
empleado caleño, quien en agosto del 2014 contrató un préstamo de libre inversión
(sin tarjeta de crédito) a una tasa de 14,49% efectivo anual y pagaba cuotas de
$400.000 mensuales.
“Me encontré con la sorpresa que hoy ese interés es de 15,36% por lo que no
volveré endeudarme, al menos por ahora”, anota.
Otro factor a tener en cuenta por parte de las familias son las compras con tarjeta
de crédito, cuya tasa promedio en el mercado es hoy del 28% efectivo anual, dos
puntos porcentuales más que el año pasado, ya que los bancos comerciales se
anticiparon con anticipación al prever la subida de tasas que haría el Banco de la
República.
Ante esta disyuntiva, muchos bancos agitan la competencia durante la temporada
decembrina al anunciar como 'gancho' que las compras navideñas pueden
comenzar a pagarse a partir del mes de febrero del año entrante. Lo que muchos
usuarios ignoran es que serán con nueva tasa.
Libranzas y cartera
Como una forma de lograr tasas más favorables, la libranza es una de las
modalidades preferidas por los empleados porque los descuentos se hacen
directamente de la nómina.
Sin embargo, ese tipo de préstamos también se han venido encareciendo. Hoy, el
promedio de la tasa de interés en tal modalidad de financiación es de 1,00%
mensual, cuando en el 2014 estaba en 0,89%.
“Pago una cuota mensual de $1.200.000 por un crédito de libranza de $50.000.000
a 48 meses, cuya tasa es del 0,89%”, dice por su parte Eliécer Cortés, ingeniero de
una multinacional en Cali.
Sin embargo, advierte: “Si mis condiciones en materia de ingresos llegan a
desmejorarse por cuenta de las alzas en la canasta familiar y colegios, no tendré
otra opción que negociar la venta de cartera a otro banco para lograr un alivio”.
En el pasado, Eliécer había hecho lo mismo con otro préstamo. En aquel entonces
de una tasa del 2% mes vencido que le cobraba su banco, pasó a una del 1% con
lo cual logró un respiro a sus finanzas. Su buen historial de pagos le ayudó para que
le aprobaran esa facilidad.
Se desinfla el crédito
Ante el panorama que ha comenzado a presentarse, las familias han comenzado a
reducir gradualmente su dependencia del crédito.
Así lo ha reconocido el propio Banco de la República, tras revelar que en el tercer
trimestre en el caso de los bancos en la modalidad de vivienda se registró un
decrecimiento en la demanda de 7,1%. En las cooperativas financieras las
solicitudes de empresas pequeñas bajaron 20%, mientras en los microcréditos se
presentó una reducción del 40%.
Respecto a las compañías de financiamiento, la afectación llegó en la línea
comercial, de empresas pequeñas y en la de medianas al reducirse la demanda de
préstamos en 7,7% durante ese periodo.
Otro síntoma de lo que está ocurriendo, es el incremento que está presentando la
tasa de captación de los Certificados de Depósito a Término, DTF, que se colocó
en la última semana en 5,08% efectivo anual, tras permanecer durante largo tiempo
por debajo de esa cifra. Este punto es positivo para los ahorradores.
Pero ante la nueva coyuntura en los costos del crédito, algunos expertos sugieren
aprovechar las tasas actuales para tomar préstamos algo más baratos. Obviamente,
sin que ello signifique acercarse a los bancos en una especie de avalancha para
endeudarse.
Julio César Alonso, director del Centro de Investigaciones en Economía y Finanzas
de la Universidad Ices, Cienfi, recalca que “las tasas de interés bajas desaparecerán
pronto”.
Por todo ello, el economista recomienda que “este es un momento relativamente
bueno para aquellas personas que sí necesitan endeudarse, ya que en el 2016 las
tasas se moverán al alza”.
El propio presidente del Banco Colpatria, Santiago Perdomo, admite que “hay
menos demanda de créditos en este momento. Hay una moderación importante en
general en todas las modalidades, lo cual radica en las expectativas de los
consumidores y el alza de tasas”.
Como están las cosas, el 2016 será un año complicado para muchos hogares. Por
eso, haga cuentas para saber si es hora de endeudarse, o no. Algunos analistas
consideran que hacerlo para comprar vivienda es la mejor decisión.
Lo que debemos
Los colombianos se endeudaron más este año, tanto que le deben hoy a la banca
$196 billones en todo tipo de créditos.
Según la Supe financiera entre enero y julio de 2015 los préstamos desembolsados
fueron superiores en $8 billones frente a igual periodo del año pasado.
Solo en julio pasado esos desembolsos sumaron $31,8 billones.
Bancos serán más exigentes
Como la coyuntura económica que viene no es muy clara, la banca ya comenzó a
redoblar sus exigencias a la hora de estudiar créditos a personas y empresas.
Todo para prevenir una morosidad de sus clientes. “Se trata de riesgos a los que
las entidades financieras deben anticiparse para mantener una cartera sana”, anota
el economista Julio César Alonso.
Por tal razón, los bancos pondrán más lupa en la capacidad económica de las
personas.
Una reciente encuesta del Emisor encontró que el 26% de los clientes opina que el
proceso del crédito es muy largo, el 19% que las tasas de interés son muy altas y
otro 19% que las condiciones de aprobación son muy difíciles.
Alfredo Barragán, especialista en banca recalca que “ahora los establecimientos de
crédito han afinado las políticas y son un poco más conservadoras y tienen una
revisión más cuidadosa”. Todo para evitar que la gente ‘se cuelgue’.
El TLC en países tercermundistas
El TLC ha sido un verdadero éxito para los Estados Unidos, hasta el momento en
cambio para México, con menos posibilidades económicas, ha sido todo lo contrario,
la firma del Tratado, pues hay que analizar algunos problemas que tiene
actualmente México, en primer lugar la emigración hacia los Estados Unidos, se ha
duplicado hasta un 100 por ciento, por la escasez del trabajo, para la gente que
tiene escasos recursos económicos; la devaluación y cambio de moneda al mes de
asumir la Presidencia el señor presidente Ernesto Zedillo, el índice de delincuencia
en los últimos años, ha proliferado también en un 100 por ciento y otros problemas
en el orden político, económico y social que en otro momento analizaremos.
Con este panorama México se ve obligado a incrementar las fronteras del TLC con
otros países de menos recursos económicos, esto lo hace para remediar en parte
el no tan logrado éxito con los Estados Unidos y Canadá, como por ejemplo los
países centroamericanos. Algunos especialistas han expuesto sus opiniones acerca
del Tratado de Libre Comercio en Nicaragua, unos han expresado que este Tratado
traería beneficios a nuestro país, otros opinan lo contrario. En nuestro análisis hay
que partir del concepto de Globalización Económica, que es la creación de un
mercado mundial en el que circulan libremente los capitales financieros, comerciales
y productivos. Se trata de la eliminación de todas las trabas que los diferentes
países ponen a la entrada de capital financiero, comercial y productivo provenientes
del extranjero.
El objetivo de la globalización es la libre movilidad del capital. Al hallar el capital,
tenemos que hablar de capitalismo y la globalización es el inicio de una nueva etapa
en la historia del capitalismo es la culminación del proceso histórico de expansión
del capitalismo y el efecto de sus propias leyes económicas: La centralización y la
concentración del capital a escala mundial. En este contexto de globalización los
tratados comerciales son beneficiosos para los países desarrollados, pues
pretenden abrir sus mercados para sus supe ofertas. Para Nicaragua, la firma del
TLC con México, de ninguna manera es una política acertada, pues Nicaragua es
un país con una economía dependiente de la política que nos imponen los países
altamente desarrollados. En determinado momento se dijo "que en la coyuntura
económica actual para Nicaragua lo más importante de este tratado comercial son
las inversiones por encima del caso que puedan tener nuestros productos para el
mercado mexicano" ni lo uno ni lo otro, del planteamiento expuesto anteriormente,
pues para que haya inversión, debe existir estabilidad social, política y económica y
para que nuestros productos agropecuarios puedan exportarse, se tendría que
apoyar primero a los productores, con préstamos y la asesoría técnica agropecuaria,
cabe preguntarse ¿qué vamos a exportar a México? ¿Qué inversión vendrá a
nuestro país? ¿Qué beneficios tendrá para Nicaragua la firma del TLC? La
respuesta a esta última interrogante es: ningún beneficio, si no por el contrario traerá
más desempleo y hambre a la ya escuálida economía de los nicaragüenses.
Web grafía: http://historiaybiografias.com/crisis29/
http://www.elespectador.com/noticias/economia/tasa-de-desempleo-fue-82-junio-
de-2015-articulo-576278
http://www.elpais.com.co/elpais/economia/noticias/va-endeudar-pienselo-2016-
habra-tasas-bajas-interes
http://www.oocities.org/efrajovel/tlc.htm