I
INCIDENCIA DE LAS REDES SOCIALES SOBRE LA IDENTIDAD EN
ADOLESCENTES Y JÓVENES: UNA METASÍNTESIS CON ENFOQUE DE
DESARROLLO HUMANO
MANUEL ALEJANDRO POSADA MONSALVE
CÓDIGO: 20172176020
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Facultad de Ciencias y Educación
Especialización en Desarrollo Humano con énfasis en procesos afectivos y creatividad
Bogotá, D.C., Julio de 2018
II
INCIDENCIA DE LAS REDES SOCIALES SOBRE LA IDENTIDAD EN
ADOLESCENTES Y JÓVENES: UNA METASÍNTESIS CON ENFOQUE DE
DESARROLLO HUMANO
MANUEL ALEJANDRO POSADA MONSALVE
CÓDIGO: 20172176020
Trabajo de grado para optar al Título de Especialista en Desarrollo Humano con énfasis en
Procesos Afectivos y Creatividad.
YURY FERRER FRANCO
Asesor
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Facultad de Ciencias y Educación
Especialización en Desarrollo Humano con énfasis en procesos afectivos y creatividad
Bogotá, D.C., Julio de 2018
III
Nota de Aceptación
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Jurado
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Jurado
Bogotá D. C.
IV
Dedicatoria
Este trabajo está dedicado a mi maravillosa novia Angélica Vera, quien me impulsó a
continuar mi formación y me brindó su cariño, ingenio y paciencia a lo largo del último año.
V
Agradecimientos
Agradezco en primer lugar a mi madre, padre, hermana y hermano. Por último, y no menos
relevantes, agradezco a mis compañeros y docentes por los momentos de fraternidad y calidez.
VI
Exoneración de responsabilidad institucional
La universidad no se hace responsable de las ideas, ni del contenido del presente trabajo
debido a que estas hacen parte única y exclusivamente de la autora.
“Cap. XV, art 117, acuerdo No. 29 de 1998 del Consejo Superior de la Universidad Distrital
Francisco José de Caldas.
VII
Resumen
La presente investigación tiene como objetivo central analizar la mediación de las redes sociales
virtuales sobre la construcción de la identidad de adolescentes y jóvenes entre los 15 y 24 años a
través de una metasíntesis, la cual incorpore reflexiones en torno al desarrollo humano. La
metodología utilizada fue el enfoque cualitativo de diseño bibliográfico, específicamente
metasíntesis, desde la cual se recopiló, analizó y reflexionó sobre los hallazgos de ocho trabajos
investigativos seleccionados. La investigación permitió reflexionar acerca de que la construcción
identitaria en las etapas de desarrollo de la adolescencia y juventud, es impactada por la
participación activa en las redes sociales, pues al momento de publicar información, con un
carácter eximo, la mirada de los otros en actos de retroalimentación se transforma en
reconocimiento y aprobación de la percepción que se tiene de sí mismo. Se propone un ejercicio
de campo de permita ampliar y generar una reflexión más amplia y abarcadora del fenómeno de
las redes sociales y construcción de la identidad.
Palabras clave: Identidad, redes sociales, desarrollo humano, adolescentes
Abstract
The main objective of this research is to analyze the mediation of virtual social networks on the
construction of the identity of adolescents and young people between 15 and 24 years old
through a meta-synthesis, which incorporates reflections on human development. The
methodology used was the qualitative approach of bibliographic design, specifically
metasynthesis, from which was collected, analyzed and reflected on the findings of eight selected
research works. The investigation made it possible to reflect on the fact that the construction of
identity in the stages of development of adolescence and youth is impacted by active
participation in social networks, since at the moment of publishing information, with an eximo
character, the gaze of others in acts of feedback is transformed into recognition and approval of
the perception you have of yourself. A field exercise is proposed to broaden and generate a
broader and more comprehensive reflection of the phenomenon of social networks and identity
construction.
Key Words: Identity, social networks, human development, adolescents.
VIII
RESUMEN ANALÍTICO ESPECIALIZADO
1) NOMENCLATURA INTERNA:
FECHA DE ELABORACIÓN AUTOR DEL RAE:
Manuel Alejandro Posada Monsalve DÍA MES AÑO
06 07 2018
2) TIPO DE DOCUMENTO:
LIBRO INFORME FINAL DE INVESTIGACIÓN
PROFESIONAL
ARTÍCULO DE REVISTA ESPECIALIZADA
(indexada)
TRABAJO DE GRADO (MONOGRAFÍA) X
ARTÍCULO DE REVISTA DE MISCELÁNEA
(indexada)
TESIS DE MAESTRÍA
ARTÍCULO DE REVISTA ESPECIALIZADA (no-
indexada)
TESIS DE DOCTORADO
ARTÍCULO DE REVISTA DE MISCELÁNEA (no-
indexada)
RELATORÍA
DOCUMENTO GRIS PONENCIA
PAPER ESTADO DEL ARTE
DOCUMENTO OFICIAL OTRO (especifique):
PERIÓDICO
3) TIPO DE SOPORTE:
TEXTO IMPRESO
PUBLICACIÓN VIRTUAL (DIGITAL) X
FOTOCOPIA
MANUSCRITO
OTRO (especifique):
4) TIPO DE EDICIÓN:
EDITORIAL COMERCIAL DATOS ESPECÍFICOS DEL REFERENTE:
EDITORIAL UNIVERSITARIA Posada Monsalve, Manuel Alejandro (2018), Incidencia de las redes
sociales sobre la identidad en adolescentes y jóvenes: una metasíntesis
con enfoque de desarrollo humano, Bogotá, D.C., Universidad Distrital
Francisco José de Caldas, Facultad de Ciencias y Educación,
Especialización en Desarrollo Humano con énfasis en Procesos
Afectivos y Creatividad, Trabajo de grado (monografía).
EDICIÓN INSTITUCIONAL
(especifique)
PUBLICACIÓN INDEPENDIENTE
(especifique)
OTRO (especifique):
Trabajo de grado en edición digital.
X TIPO DE CIRCULACIÓN
GENERAL (ABIERTA)
RESTRINGIDA X
IX
5) ACCESO AL DOCUMENTO:
ESPECIFIQUE LA UBICACIÓN FÍSICA O VIRTUAL (ENLACE WEB) DE LA FUENTE O EL REPOSITORIO:
Repositorio Universidad Distrital Francisco José de Caldas, RIUD.
6.
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Identidad, redes sociales, desarrollo humano, adolescentes.
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Esta monografía de orden cualitativo-bibliográfico aborda la posible mediación de las redes
sociales virtuales como Facebook y Twitter sobre la construcción de la identidad en
adolescentes y jóvenes. Para ello, se definen conceptos relevantes sobre dicho fenómeno, se
rastrean y seleccionan investigaciones previas que lo aborden, y se analizan sus hallazgos
para que emerjan categorías.
El objeto de estudio se considera un tópico necesario para el paradigma del desarrollo
humano, pues como un fenómeno contemporáneo, las redes sociales han procurado abrir
puertas hacia el desarrollo de la plenitud; de aquí que son muchos son los debates en torno a
si las redes sociales han potenciado o debilitado la calidad de vida, y si ellas han impactado
de manera positiva o negativa la construcción identitaria.
Los temas identidad, redes sociales virtuales y desarrollo humano cobran importancia a la luz
de la pauta cibercultural en que nos encontramos sumergidos actualmente y porque éstos se
alojan en el debate sobre la relación sujeto-sociedad. Esta relación temática es un nuevo
‘problema humano’ del cual se busca una comprensión critica, integradora y holística, que
contribuya en ultimas a mejorar la autonomía y apropiación de valores humanos.
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8.
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Barbosa, W. (2017). Construcción de subjetivación en los jóvenes a partir del contacto con
los anuncios y las imágenes publicitarias transmitidas a través de la red social
Facebook. Bogotá: Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Garcia, M. (2013). Construcción de identidad y subjetividad en los jóvenes a través de las
redes sociales virtuales. Cali: Universidad de San Buenaventura .
Gortaire, J., & Huerta, J. (2014). El yo, su identidad, intimidad y espectáculo: Facebook y
Twitter desde una perspectiva contemporanea. Quito: Pontificia Universidad Católica
del Ecuador.
Guzman, C., Leon, C., & Velez, D. (2015). Construcción de identidad de los y las jóvenes en
las redes virtuales. Bogotá: Universidad Piloto.
Leon, K., & Quiroga, S. (2009). El espacio virtual como escenario en la construcción de
identidad: caso de Facebook. Bogotá: Universidad Piloto de Colombia.
Muñoz, R. (2013). La construcción de la identidad de los adolescentes a través de la
presentación del sí mismo en Facebook. Concepción: Universidad de Concepción.
Renau, V., Carbonell, X., & Oberst, U. (2012). Redes sociales on-line, género y construcción
del self. Revista de Psicologia, Ciències de l’Educació i de l’Esport, 97-107.
Renau, V., Oberst, U., & Carbonell, X. (2013 Renau, Vanessa; Oberst, Ursula; Carbonell,
Xavier). Construcción de la identidad a través de las redes sociales online: una mirada
desde el construccionismo social. Revista de Estudios Sociales , 159-170.
Ruiz, M., & De Juanas, A. (2013). Redes sociales, identidad y adolescencia: nuevos retos
educativos para la familia. Estudios sobre Eduación, 95-113.
Vargas, A. (2016). Redes sociales, literacidad e identidad: el caso de Facebook. Colombian
Applied Linguistcs Journal, 11-23.
9.
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El documento se encuentra compuesto inicialmente por el marco introductorio, del cual hacen
parte la pregunta de investigación, objetivos y estado del arte del fenómeno de interés de la
construcción de la identidad y las redes sociales. Seguido a esta primera parte, es abordado,
en el marco teórico, teorías y conceptos fundamentales de la investigación como son el de
identidad, comunicación, desarrollo humano, entre otros. Desde el marco contextual, se ubica
el contexto de la investigación desde la definición de las redes sociales virtuales y uso en
Colombia. En cuanto a los aspectos metodológicos, estos se consignan en el marco dispuesto
para ello, en el cual se aclara cómo fue el proceso para comprender el objeto de estudio. Por
último, se presenta un análisis y discusión acerca de los hallazgos.
XI
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Para este trabajo de investigación formativa, la metodología utilizada fue el enfoque
cualitativo de diseño bibliográfico de tipo exploratorio-descriptivo, específicamente
metasíntesis, desde la cual se recopiló, analizó y reflexionó sobre el fenómeno de interés de
la construcción de la identidad en adolescentes y jóvenes y las redes sociales virtuales. Se
recopilaron en total 37 documentos de diferentes fuentes, de los cuales se seleccionaron 8
para ser objeto de análisis. Los hallazgos fueron sometidos a un proceso de codificación, que
permitieron emergieran tres categorías de análisis.
11
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La identidad con soporte de las redes sociales se configura de forma activa y apoyada en un
lenguaje audiovisual; los procesos comunicativos que emergen de participar en ella marcados
en un devenir de constante búsqueda de la mirada de los otros para la confirmación de la mera
existencia, hacen que la identidad se haga visible de un modo continuo, agregado,
fragmentado, almacenable y no controlado, donde la introspección pierde peso a favor de la
extroversión y la conexión permanente. Se asume la construcción de la identidad como una
realización compleja, un logro situado en los procesos ciberculturales contemporáneos. La
identidad, en las etapas de desarrollo de la adolescencia y juventud, se constituye en una
relación dialéctica sujeto-sociedad, y cuenta con rasgos de flexibilidad y multiplicidad; es
una construcción social producto de las relaciones entre los seres humanos, en donde el
contexto virtual desempeña un rol fundamental.
De la interacción social producto del uso de una red social, las personas desarrollan
capacidades que permiten llegar a funcionamientos complejos. En el acto libre, de un
adolescente o joven de participar en ellas, por ejemplo, buscan valorarse y llegar a un estado
valioso de bienestar consigo mismo legitimando imágenes y percepciones que están
asociados o no a sí mismos. De igual forma, de ellas es posible emerjan zonas de desarrollo
próximo grupales o sociales, que sostienen procesos de aprendizaje individual y colectivo.
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Como este trabajo monográfico fue un ejercicio documental de recopilación y análisis de
investigaciones anteriores sobre el fenómeno de interés, los hallazgos y conclusiones se
consideran de carácter limitado, por lo cual se sugiere un ejercicio de campo que involucre el
uso de técnicas participativas con adolescentes y jóvenes, donde además se contemple un
abordaje diferenciado para las redes sociales más populares, que permitan entrañar aún más
la mediación de estos espacios virtuales sobre la construcción identitaria.
XII
Tabla de contenido
Introducción. ...................................................................................................................... 1
Pregunta de Investigación. ................................................................................................. 7
Justificación. ....................................................................................................................... 7
Objetivos. ......................................................................................................................... 10
Objetivo General .......................................................................................................... 10
Objetivos Específicos ................................................................................................... 10
Estado del Arte ................................................................................................................. 11
Marco Teórico. ................................................................................................................. 14
Identidad como construcción socio-narrativa. .............................................................. 14
Comunicación. .............................................................................................................. 21
Redes Sociales y Cibercultura. ..................................................................................... 23
Adolescentes y jóvenes en tiempos posmodernos. ....................................................... 27
Enfoque del Desarrollo humano. .................................................................................. 29
Marco Contextual. ............................................................................................................ 32
¿Qué son las redes sociales? ......................................................................................... 32
Uso de las redes sociales en Colombia. ........................................................................ 33
Marco Metodológico. ....................................................................................................... 35
Enfoque de la Investigación ......................................................................................... 35
Diseño de la Investigación ............................................................................................ 36
Discusión. ......................................................................................................................... 46
Conclusión. ....................................................................................................................... 52
Referencias. ...................................................................................................................... 54
1
Introducción.
El presente proceso de investigación formativa se centra en la posible mediación de las redes
sociales sobre el desarrollo humano adolescente en una importante dimensión, que es su
identidad. Desde su aparición, ellas han tenido un gran impacto en los procesos comunicativos y
de interacción social, lo que ha desembocado en la aparición de transformaciones gravitantes
alrededor de la construcción del sí mismo en los sujetos quienes las usan, particularmente en
adolescentes y jóvenes.
Hoy resulta complejo determinar la marca que las tecnologías de la información están dejando
sobre la sociedad actual. La globalización, el auge de las redes virtuales y la información juegan
un rol fundamental en el desarrollo de patrones y modelos para el sujeto en la construcción de
identidad e influyen en la producción de sus expresiones, opiniones, formas de vestir y otros
aspectos que dan cuenta de su identidad dentro de la sociedad (Barbosa, 2017). De esta manera
se puede decir que las redes sociales se convierten en referentes de materiales simbólicos que
utiliza el individuo en el proceso de formación del yo; el individuo, como usuario, lo utiliza para
dar una idea coherente de quien es él o ella a los otros usuarios en la red (García, 2010).
Lo anterior conduce a preguntarse ¿median las redes sociales en la construcción de la
identidad en adolescentes y jóvenes? Esta pregunta guía la siguiente indagación y se propone
como punto de partida que cualesquiera sean las formas actuales de formación de la identidad,
ellas requieren de un auxilio de las tecnologías de la información y comunicación.
Diferentes estudios realizados durante los últimos años han abordado la forma en la que las
redes sociales han influido y modificado el proceso de subjetivación y configuración de la
identidad en los jóvenes (Aguilar & Said, 2010; Dieguez, 2008; Catri, s.f., León & Quiroga,
2009).
2
La investigación nace con el fin de analizar un fenómeno del desarrollo humano que
experimentan adolescentes y jóvenes con respecto al uso de las redes sociales. Se plantea la
posibilidad de que exista un vínculo entre las redes sociales y una construcción de identidad en
los adolescentes y jóvenes, en el cual las redes sirven como un vehículo de retroalimentación
tanto de sí mismo como de las relaciones interpersonales (Corrales & Velásquez, 2014).
Este trabajo tiene como objetivo central analizar la mediación de las redes sociales sobre la
construcción de la identidad de adolescentes y jóvenes entre los 15 y 24 años a través de una
metasíntesis, la cual incorpore reflexiones en torno al desarrollo humano. Para este proceso,
inicialmente, se indaga y recopila investigaciones cualitativas que aborden el fenómeno de
estudio, en los cuales se identifiquen conceptos relevantes y se analicen relaciones entre ellos y
con el desarrollo humano. Lo anterior para dar paso a una reflexión teórica la cual describa e
interprete la posibilidad de la mediación de las redes sociales sobre la construcción de la
identidad en adolescentes y jóvenes.
La identidad es un concepto complejo de abordar por la variedad de posturas teóricas que la
definen. En la presente investigación se le define como una realidad existente, caracterizada por
ser una construcción con infinitas posibilidades de constitución, formación y configuración
(Escobar & Román, 2011). Por identidad se entiende, al mismo tiempo, “un sentimiento
consciente de singularidad personal, un reconocimiento de permanencia temporal de la
personalidad, y también un nexo de unión de un individuo con otras personas con las que
comparte una serie de características” (p. 6). La identidad es definirse a uno mismo en el
transcurso de la vida, hacerse a uno mismo mediante el medio familiar y socio-cultural; es dar
una apreciación de uno mismo en todo aspecto de la vida, saber cómo se va a reaccionar frente a
3
determinados estímulos y tener voz propia en las decisiones importantes que se tomen en el
transcurso del habitar en el mundo (Gortaire & Huerta, 2014).
Se considera la identidad tiene un carácter intersubjetivo y relacional; significa el resultado de
un proceso en el sentido de que surge y se desarrolla en la interacción cotidiana con los otros
(Turpo, 2010). Se considera el juicio de los otros es crucial, tanto como la relación consigo
mismo, que supone una relación con los otros. El otro me confirma en mi modo de ser, desde la
semejanza y también desde la diferencia. En este proceso de interdependencia social, nos
estamos recreando permanentemente desde nuestra subjetividad y junto a los otros (Seidman,
2015).
En nuestra contemporaneidad ciberconectada hay muchos otros que nos otorgan
reconocimiento, son ellos los amigos y seguidores de las cuentas en las redes sociales; “estos son
muchos más que los que encerraba el núcleo familiar o social de las generaciones pasadas”
(Gortaire & Huerta, 2014, p. 28). A estos otros se les atribuye poder de opinión y juicio, lo cual
mantiene al yo en construcción.
Castro, Guevara & Jaramillo (2016) sostienen las redes sociales se han convertido en la ruta
más fácil para comunicarse y darse a conocer al mundo; por medio de estas se logran establecer
vínculos de todo tipo ya sean personales o profesionales. Estos autores argumentan los usuarios
sienten que a través de estos dispositivos pueden trasmitir información de una manera más
espontánea y sincera, incluso que en un dialogo directo y personal con el receptor de la
información. Este escenario de nuevas tecnologías de la información y la comunicación dentro
de las cuales están inmersas las redes sociales “ofrecen a los usuarios acceso a la comunicación
en tiempo real, inmediata, lo que facilita y hace que el uso de estas sea llamativo para toda clase
de personas” (p. 3).
4
La multiplicación y densificación cotidiana de las tecnologías comunicativas e
informacionales han aparecido con gran potencia para viabilizar nuevas sensibilidades, lenguajes
y escrituras que transforman los procesos identitarios, pues los adolescentes y jóvenes, con sus
empatías cognitivas y expresivas con las tecnologías, suelen aprender a través del internet y las
redes sociales las herramientas y la retórica de sus selves (Mesa & Páez, 2016; Barbero, 2002).
Esta investigación soportada en el paradigma del desarrollo humano desde un marco
contextual, lo entiende en estrecha imbricación con el contexto social. El desarrollo humano se
comprende en términos de una interacción entre múltiples niveles contextuales y procesos
individuales y grupales (Silva & M, 2017). Se toman para desarrollar la reflexión aquí propuesta
los enfoques de Amartya Sen, el cual se denomina Teoría de las Capacidad Humanas y la Teoría
Bioecológica de Bronfenbrenner.
Sen es un autor reconocido no solo por analizar problemas sociales que afectan al bienestar
humano, como la desigualdad, la pobreza, la calidad de vida, la ausencia de desarrollo humano y
la injusticia social, sino también por avanzar en la creación de una nueva mirada de estos
problemas destacando a las personas –y sus capacidades, como la preocupación principal del
desarrollo (Schuldt, 1995). Urquijo (2014) argumenta la pretensión de la Teoría de las
capacidades de Sen es evaluar el bienestar y la libertad de la persona que realmente tiene para
hacer esto o aquello, es decir, las cosas que le resulta valioso ser o hacer.
El postulado básico del modelo ecológico que propone Bronfenbrenner es que el desarrollo
humano supone la progresiva acomodación mutua entre un ser humano activo, que está en
proceso de desarrollo, por un lado, y por el otro las propiedades cambiantes de los entornos
inmediatos en los que esa persona en desarrollo vive (García F. , 2001). En este marco contextual
5
del desarrollo humano, los procesos identitarios o del sí mismo se entienden en estrecha
imbricación con los contextos en los que se desarrollan.
Este trabajo investigativo se dirige hacia una línea temática significativa del desarrollo
humano –la identidad, para realizar un acercamiento y contribuir en la reformulación de los
diversos problemas sociales trascendentales que giran alrededor de adolescentes y jóvenes
actualmente. Los nexos constitutivos entre identidad, relaciones sociales y de poder, pautas de
vida cotidiana, interacción social y contexto sociocultural, abren un campo necesario de mayor
exploración de temas sociales complejos que requieren ser abordados desde una ética social
liberadora, desmitificadora y comprometida con las necesidades de la vida y su desarrollo, ante
las cuales las elaboraciones y el ejercicio de las prácticas psicológicas y pedagógicas no pueden
resultar ajenas (D’Angelo, 2002).
El problema de la identidad y el desarrollo humano no se agota en la comprensión conceptual
y de funcionamiento, se proyecta hacia el campo de las ciencias educativas, con intenciones
formativas y emancipatorias (D’Angelo, 2002). Por ello se busca abrir un debate amplio sobre la
posible incidencia de las redes sociales en la construcción de la identidad, por tanto, sobre el
desarrollo humano.
Por otra parte, como el objetivo de esta investigación es analizar la incidencia de las redes
sociales en la construcción de la identidad de adolescentes y jóvenes, el diseño que se utilizará es
de orden bibliográfico de tipo exploratorio-descriptivo situado específicamente en la
metasíntesis.
Se entiende metasíntesis como una forma de integración de hallazgos de investigaciones
cualitativas con el fin de lograr nuevas interpretaciones, que explica un fenómeno con un nivel
mayor de evidencia científica. Puede definirse como las teorías, narrativas globales,
6
generalizaciones o traducciones interpretativas producidas para integrar o comparar los hallazgos
obtenidos a partir de estudios cualitativos; es una forma de revisión sistemática o integración de
hallazgos de estudios cualitativos (Carreño & Chaparro, 2015). Carrillo, Gomes & Vargas (2007)
afirman que el propósito de una metasíntesis es aumentar la interpretación de los resultados de
estudios cualitativos generando impacto en la asistencia, la investigación y dando respuesta a los
problemas de la práctica. Ésta constituye una metodología novedosa de gran utilidad que brinda
elementos para construir, describir o explicar teorías en relación a los fenómenos de interés para
las disciplinas.
El documento se encuentra estructurado de la siguiente manera: en la primera parte se platea
la pregunta de investigación, los objetivos a alcanzar a través de este trabajo, justificación e
importancia dentro de la perspectiva del desarrollo humano. En el apartado del estado del arte se
abordan los estudios cualitativos elaborados previamente, con relación al fenómeno de estudio,
que servirán como punto de partida y fundamentación para el análisis y discusión de este trabajo
de investigación. En el marco contextual se define el contexto sobre el cual se desarrolla el
presente trabajo apuntando a la definición y uso de las redes sociales en Latinoamérica y
Colombia, describiendo su utilizando en adolescentes y jóvenes. A continuación, en el marco
teórico se describen los términos de identidad, comunicación, redes sociales y desarrollo humano
para servir de sustento teórico a este trabajo. En el marco metodológico se describe el tipo y
diseño de investigación enmarcados en lo exploratorio-descriptivo bibliográfico situado en la
metasíntesis. De manera consecutiva se presentan los resultados del análisis e interpretación de la
información. En el apartado de discusión y conclusiones se discuten los resultados y se formulan
las conclusiones y recomendaciones, resultando en los aportes de este trabajo de investigación al
campo del desarrollo humano.
7
1. Pregunta de Investigación.
El punto focal sobre el cual gira esta investigación se orienta bajo la pregunta:
¿Median las redes sociales en la construcción de la identidad de adolescentes y jóvenes entre los
15 y 24 años?
2. Justificación.
Esta investigación pretende por medio de una metodología cualitativa y ejercicio bibliográfico
metasintético, analizar la mediación de las redes sociales virtuales en la construcción de la
identidad de adolescentes y jóvenes entre los 15 y 24 años. De esta forma se busca reclamar en
buena medida una emergente aproximación teórica, al relacionar este fenómeno con el
paradigma del desarrollo humano, entendiendo las redes sociales como propiciadoras de éste, a
razón de que promueve el diálogo intergrupal y social, potencia el pensamiento y las relaciones
de construcción conjunta de los saberes y decisiones compartidas y consensuadas (D'Angelo,
2008).
Actualmente la organización social-cultural se ha flexibilizado, dando lugar a nuevas formas
de movimientos, procesos y prácticas alternativas (D'Angelo, 2008), que emergen de los
contextos virtuales, particularmente de las redes sociales, en donde los adolescentes y jóvenes
buscan formas de configurarse a sí mismos y comprender a los demás. Lo anterior evidencia la
necesidad de reorientar y reenfocar las prácticas y diseños escolares y sociales (D'Angelo, 2004),
desde una re-conceptualización esencial del concepto de aprendizaje hacia uno ligado al
desarrollo humano (Molerio, Otero, & Nieves, 2007), para favorecer la comprensión de los
procesos de homogeneidad y heterogeneidad, y las direcciones necesarias de las
transformaciones posibles.
8
El proceso de construcción de la identidad de adolescentes y jóvenes mediatizada por las
redes sociales brinda grandes oportunidades para el paradigma del Desarrollo Humano, con
vistas al logro de espacios de convivencia social y autorrealizadora de las personas y grupos
sociales, que tome en cuenta “la diversidad y las posibilidades reales de cada momento-contexto
para el afrontamiento constructivo de los conflictos y tensiones y se proyecte en concertaciones
sociales más humanizadas y desarrolladoras” (D'Angelo, 2008, pág. 10).
Tomando como referente la postura de D’Angelo (2004) el interés pedagógico de esta
perspectiva puede ser importante, en tanto provee de una comprensión holística, dinámica y
contradictoria de las articulaciones complejas del individuo y su contexto social mediato e
inmediato en los ámbitos político, de género, étnico y generacional (Muñoz G. , 2007),
perspectiva en que las acciones educativas tienen que tomar otras direcciones.
El presente trabajo de investigación se enmarca dentro de la sub-línea de investigación de
Procesos pedagógicos, cultura y sociedad, donde el paradigma del desarrollo humano se proyecta
con intenciones formativas y emancipatorias, y de comprensión de los sujetos como seres
holísticos, dinámicos y complejos. Pretende servir como punto de referencia para padres de
familia, docentes y la sociedad en general, en pro de generar un debate amplio sobre la
incidencia de las redes sociales sobre la construcción identitaria, a partir de que frente a las
culturas letradas, ligadas a la lengua y al territorio, las virtuales ligadas a las redes sociales
producen comunidades hermenéuticas que responden a nuevos modos de percibir y narrar la
identidad (Muñoz G. , 2007)
La realidad cotidiana cibercultural en que están inmersos los adolescentes y jóvenes es el
punto de partida para proceder a un examen profundo sobre temas vinculados a la formación de
la identidad, que dice D’Angelo (2004) abarcan aspectos como el aprendizaje, bienestar, la
9
actividad social, las relaciones interpersonales y el sentido de vida. De aquí se desprende, como
sostiene este autor, que el desarrollo de un nuevo tipo de persona social autónoma, responsable y
comprometida con su entorno social y cultural, con la conformación de una identidad con
matices transformadoras, abierta al desarrollo de la plenitud de la esencia humana y a la posible
creación de un orden social reflexivo, creativo y solidario, requiere de formas emergentes
reconocidas de interacción que acepten las condiciones materiales y espirituales de existencia.
Los adolescentes y jóvenes participan espontánea y/o intencionalmente de las redes sociales
como parte de sus experiencias donde desarrollan habilidades cognitivas, socioemocionales y
comunicativas permitiendo que ocurran procesos complejos de reconocimiento y comprensión
del sí mismo y del otro desde una perspectiva de continuo ascenso del bienestar.
10
3. Objetivos.
3.1. Objetivo General
Analizar la mediación de las redes sociales sobre la construcción de la identidad de adolescentes
y jóvenes entre los 15 y 24 años a través de una metasíntesis de investigaciones cualitativas, la
cual incorpore reflexiones en torno al desarrollo humano.
3.2. Objetivos Específicos
Realizar una investigación documental, en la que se indague, recupere y recopile
investigaciones de orden cualitativo, donde se aborde el fenómeno de la construcción
identitaria en adolescentes y jóvenes y las redes sociales.
Identificar conceptos relevantes sobre el fenómeno de interés, analizando relaciones entre ellos
y con el desarrollo humano.
Elaborar una reflexión teórica la cual describa e interprete la posibilidad de la mediación de
las redes sociales sobre la construcción de la identidad en adolescentes y jóvenes.
11
4. Estado del Arte
Con el fin de brindar una perspectiva sobre el fenómeno de interés, el estado del arte de esta
investigación exploratoria-descriptiva busca realizar un acercamiento a trabajos investigativos con
afinidad temática. En este sentido se han rastreado diversos proyectos elaborados en países
hispanoamericanos en los últimos cinco años, en los cuales se ha vinculado el uso de redes sociales,
principalmente Facebook, sobre procesos de formación, construcción y configuración de la
identidad en adolescentes y jóvenes desde una metodología cualitativa.
En primer lugar, Vanessa Renau, Úrsula Oberst y Xavier Carbonell (2013) en el trabajo
Construcción de la identidad a través de las redes sociales online: una mirada desde el
construccionismo social, buscaron explicar cómo y de qué manera las redes sociales intervienen
en la formación de la identidad de los usuarios tomando como referencia el construccionismo
social de Kenneth Gergen. El trabajo concluye que las redes sociales representan un contexto más,
en el cual los adolescente y jóvenes pueden proyectar y experimentar con diferentes selves,
pasando de una manipulación estratégica a un self relacional; las variaciones descritas en los
diferentes estudios en la identidad de los usuarios y en su presentación social se ven como un
proceso natural, ya que presentar diferentes selves no implica una amenaza para el proceso de
construcción identitario.
En segundo lugar, Capetillo y Alvarado (2016) en el artículo La formación de la identidad a
través de las redes sociales: Análisis mediante la etnografía virtual, al plantearse el objetivo de
conocer de qué manera los estudiantes construyen su identidad a través de Facebook, conciben que
la identidad se construye a partir de la interacción social, pues sin el otro es imposible entender y
construir una identidad; los otros le dan significado y dotan al sujeto de los elementos que le
12
permiten inscribirse en el seno de una sociedad, dotada de un sinfín de características que la hacen
única y la diferencian de los demás grupos sociales.
García (2013) en su investigación Construcción de identidad y subjetividad en los jóvenes a
través de las redes sociales, se propone como objetivo comprender algunas formas como se
construye identidad y subjetividad a partir de la red social virtual del Facebook. El texto encuentra
que Facebook como red social funciona como un dispositivo de subjetividad social donde es
posible escribirse y reescribirse a sí mismo mediante la publicación de material audio-visual, que
traen consigo infinidad de sentidos subjetivos. La autora se cuestiona sobre cómo esta red social
llegar a ser una “experiencia de transformación” en tanto permite que los usuarios puedan, a partir
de la interacción constante e inmediata, acceder a información de sí mismo, que es creada y
modificarlas las veces que quieran; es una forma estética en la que un sujeto organiza sus
particularidades para mostrárselas a un público, pero además un público elegido por él mismo, un
“otro”, al que elige para dar testimonio mediante su perfil de un alguien.
Por otro lado, Barbosa (2017) en su investigación Construcción de subjetivación en los jóvenes
a partir del contacto con los anuncios y las imágenes publicitarias transmitidas a través de la red
social Facebook, se hace un examen sobre las formas en las que la publicidad dentro de la red
social Facebook agencia la construcción de la identidad en el joven, configurando su forma de
vestir, de hablar, de relacionarse con los demás, y a su vez desarrolla y fomenta modelos que
afectan a este sujeto en su proceso de construcción de identidad. Se observó que un elemento como
un “me gusta” está cargado de un simbolismo y de un poder de configuración identitario que refleja
no solamente un gusto o preferencia ante determinado producto, sino que se convierte en un
referente de aceptación y estatus dentro de un grupo social. Se encontró, también, la identidad se
configura a partir de la necesidad de sentirse y verse bien, de tener aprobación y reconocimiento
13
de pares, y de diferenciarse de otros grupos sociales, en la cual, los anuncios publicitarios
transmiten mensajes sobre nuevas formas de estatus relacionados con unos ciertos ideales.
Por último, Vargas (2016) en su trabajo Redes sociales, literacidad e identidad (es): el caso de
Facebook, buscaron analizar el papel que juegan las prácticas letradas en una red social como
Facebook y cómo éstas inciden en la construcción de las identidades individuales y colectivas de
los sujetos informantes. Entre sus hallazgos destacan que en las redes sociales las personas cuentan
a través de una variedad de artefactos y textos multimodales sus historias de vida; en otras palabras,
construyen identidades fluidas, fragmentarias, diversas que dan cuentan de quiénes son y qué
desearían ser, es decir, cómo desean presentarse ante los demás, cómo desean ser vistos y valorados
como sujetos y como se resisten a ser considerados como piezas intercambiables de un
rompecabezas cultural hegemónico.
14
5. Marco Teórico.
Un estudio sobre la construcción de la identidad y su relación con las redes sociales implica
articular las nociones de identidad, comunicación y redes sociales. Se hace necesario entonces
reseñar qué se entiende por cada concepto, articulando también la de desarrollo humano, eje
temático central del proceso investigativo.
5.1. Identidad como construcción socio-narrativa.
Cuando se habla de identidad se cuestiona sobre una pregunta cuya respuesta no es clara,
¿quién soy yo? Intentar darle soluciones ocupa un espacio de tiempo en intentar encontrar algún
camino que posibilite dar cuenta de sí mismo (Gortaire & Huerta, 2014).
Para Castells (2005) la identidad es la forma que tenemos de entendernos nosotros mismos y a
la sociedad; es “el proceso mediante el cual un actor social se reconoce así mismo y construye el
significado en virtud sobre todo de un atributo o conjunto de atributos culturales determinados”
(p. 48).
La identidad es una realidad existente, caracterizada más como una construcción con infinitas
posibilidades de constitución, formación y configuración, que como una realidad objetiva y pre-
configurada (Escobar & Román, 2011). Por identidad se entiende, al mismo tiempo, “un
sentimiento consciente de singularidad personal, un reconocimiento de permanencia temporal de
la personalidad, y también un nexo de unión de un individuo con otras personas con las que
comparte una serie de características” (p. 6). La identidad es definirse a uno mismo en el
transcurso de la vida, hacerse a uno mismo mediante el medio familiar y socio-cultural; es dar
una apreciación de uno mismo en todo aspecto de la vida, saber cómo se va a reaccionar frente a
determinados estímulos y tener voz propia en las decisiones importantes que se tomen en el
transcurso del habitar en el mundo (Gortaire & Huerta, 2014).
15
Hablar de identidad implica hablar de movilidad, desplazamiento, redes y flujos (Hidalgo,
2012). Según Toshi (2014) la identidad se asume como un fluido, un conjunto de flujos, que
aparecen como una puesta en movimiento que el individuo “pone en juego”, moviliza, interactúa,
y co-construye. Esta autora plantea la metáfora de elaboración de una obra de arte:
El tratar de hacer una obra de arte, de modo de modelar la propia existencia es lo que se
denomina identidad. El proceso de construcción constante de la identidad implica un
intento por detener el flujo, por solidificar lo fluido por dar forma a lo informe. El
individuo que hace una introspección encuentra que toda solidez de la propia experiencia
biográfica parece frágil, vulnerable, incoherente y desgarrada por fuerzas cortantes, que
dejan al desnudo su fluidez y amenazada con ser desplazada en cualquier intento de
cobrar alguna forma (p. 23).
La cualidad de la identidad es la disponer la actuación de una manera particular, determinada
por factores internos y subjetivos, donde el medio social y cultural juega un rol fundamental en
su construcción (Turpo, 2010), donde la síntesis de elementos identitarios provienen de un estado
constitutivo de diversidad y hasta de posible contradicción (D'Angelo, 2008). Hidalgo (2012)
sostiene que para poder entender la identidad se debe tener en cuenta las relaciones de poder que
se sostienen y reproducen en las concepciones que se manejan de lo personal y lo subjetivo.
Existen agentes externos que pueden influir en el comportamiento, como la educación y la
tecnología; asimilados como dispositivos de trasformación cultural, campos de mediación
“donde se generan nuevas prácticas, formas de interacción y, por tanto, nuevas formas de
construcción de identidad” (p. 20).
Si bien la construcción de la identidad se inscribe como una tarea que individualmente ha de
realizarse (Toshi, 2014), ésta se sitúa en un entorno multicultural y globalizado que va
sustituyendo costumbres por estilos de vida, generando procesos de exclusión e inclusión y
convirtiendo la cultura en un espacio estratégico que recompone los nuevos sentidos que
adquiere el lazo social como lugar de producción de diversas manifestaciones en busca de
16
reconocimiento y sentido (Hidalgo, 2012). Frente a esto, D’Angelo (2008) afirma el individuo
construye su identidad a partir de un contexto macro cultural-social y del entorno cotidiano más
cercano en el que se expresa; “la construcción de la propia identidad, como categoría de la
subjetividad, requiere de su interpretación contextual en las relaciones objetivo-subjetivas, pero
también en el marco de otras dimensiones de las relaciones constitutivas la praxis social” (p.
10).
La identidad nos confiere la apropiación de un espacio intangible, la cual se desenvuelve y
pertenece a la sociedad; aquella que el sujeto se adjudica y que la construye constantemente, se
ve envuelta en una mediación por parte de los otros que se posicionan como demandantes y
como audiencia de lo que el yo construye, en el caso de las redes sociales en el perfil y mediante
la interacción en internet (Gortaire & Huerta, 2014).
Se considera la identidad tiene un carácter intersubjetivo y relacional; significa el resultado de
un proceso en el sentido de que surge y se desarrolla en la interacción cotidiana con los otros
(Turpo, 2010). Se considera el juicio de los otros es crucial, tanto como la relación consigo
mismo, que supone una relación con los otros. El otro me confirma en mi modo de ser, desde la
semejanza y también desde la diferencia. En este proceso de interdependencia social, nos
estamos recreando permanentemente desde nuestra subjetividad y junto a los otros (Seidman,
2015).
La identidad es en gran medida una formación que el sujeto elige ante el mundo a modo de
presentación, quién deseo ser y cómo me doy a conocer ante quienes me perciben en una
sociedad, donde todo puede ser visto y retratado en imágenes. En otras palabras, ella “se
escenifica para el otro, ya no sólo se construye en la interioridad del sujeto, sino que es la imagen
que cada sujeto adopta como buena o mala, real o ficticia, la que marca en la exterioridad de lo
17
percibido la identidad del yo, al tiempo que se cuestiona si aquello servirá para llegar a ser y
estar en la contemporaneidad” (Gortaire & Huerta, 2014, p. 27).
En los procesos identitarios está presente el otro, como aquél que define la posibilidad de ser,
de autorreconocimiento, es el otro quien me reconoce y me da identidad (Seidman, 2015). En la
medida en que el individuo se concibe a sí mismo, requiere de los otros para conformar su
identidad, por lo que ella sólo cobra existencia y se verifica a través de la interacción, es decir, en
el ámbito relacional, en el inter-reconocimiento donde las distintas identidades personales vienen
delineadas por una determinada estructura social (Turpo, 2010). En suma, como plantea
Seidmann (2015), las posiciones subjetivas son producto de la construcción de conocimientos
sobre el mundo y sí mismos, pero en su relación con otros:
La noción del sí mismo está indisolublemente ligada al reconocimiento del otro, en tanto atribución de
significados compartidos en el espacio social compartido; el otro me reconoce y me constituye como
persona, brindándome su mirada que me personifica y me permite ver el mundo tal como lo ven los
demás. Incorporo así los significados más importantes de mi mundo social, cuya presencia me
permitirá orientarme y desenvolverme en el mundo (p. 348).
Según Jodelet (2006, citado por Seidmann, 2015) la consideración de la problemática de la
identidad se constituye a partir de la reflexión sobre el otro o los otros, como representantes de la
diversidad entre las personas y de la alteridad, como un gradiente que va de la cercanía a la
diferencia y a la exclusión; “el yo se forma siempre en relación a un otro, una persona diferente
que me constituye desde el inicio, la alteridad involucra ya un espacio de discriminación
atribuida a algún personaje social” (p. 353).
Gortaire & Huerta (2014) sostienen los sujetos tienen la necesidad de apropiarse de eso que el
otro reconoce. En nuestra contemporaneidad ciberconectada hay muchos otros que nos otorgan
reconocimiento, son ellos los amigos y seguidores de las cuentas en las redes sociales; “estos son
muchos más que los que encerraba el núcleo familiar o social de las generaciones pasadas” (p.
18
28). A estos otros se les atribuye poder de opinión y juicio a lo que el yo mantiene en
construcción producto de la exhibición de cuestiones personales en Facebook y Twitter.
En este contexto, la identidad se constituye a partir de la otredad –el reconocimiento de otro
diferente de mí– y a partir de la alteridad –como producto y proceso de construcción y de
exclusión social. Taub (2008, citado por Seidmann, 2015) señala que la construcción de la
identidad impone al hombre la tarea de imaginar otro, edificar las construcciones simbólicas, los
valores y las formas que hacen a uno mismo y a las relaciones de alteridad.
Autores como Seidmann (2015) y Gortaire & Huerta (2014) subrayan que la cuestión
identitaria no es sólo una cuestión de semejanza o diferencia, sino sobre todo de
interdependencia e interacción, que nos transforma en el campo social: todo ser humano se hace
con los otros, en un grupo, el cual facultará al sujeto para desenvolverse y le permitirá asumir
parcialmente su identidad, a partir de las percepciones configuradas sobre sí mismo en
complemento con las del grupo de referencia y sus prácticas; el resultado de esta
complementación establece parámetros de comparación entre la exigencia social de los demás y
la construcción de medidas de valoración propias para permitir al sujeto identificarse y
desidentificarse.
Por otra parte, la construcción identitaria emerge de un contexto y de un dominio discursivo.
Para Gergen (en Lopez, s.f.) el empleo del lenguaje es fundamental para la constitución del sí
mismo – del self-, al posibilitar la incorporación de roles de los demás, que viabiliza que la
persona se pueda observar a sí misma desde la perspectiva de otro, y tomarse a sí misma como
sujeto y objeto de la experiencia (Seidman, 2015).
López (s.f.) sostiene que para Gergen el sujeto identifica un sentido de sí mismo mediante las
formas conversacionales; contamos historias sobre nosotros mismos, para los otros y para
19
nosotros mismos, vivimos nuestras relaciones con otros en forma narrativa en el contexto de
continuas conversaciones (Seidman, 2015). La historia narrada es un ingrediente esencial en la
formación de la identidad ya que las narrativas sirven como instrumento cultural que permiten
crear y recrear la idea de quiénes somos, qué queremos y quiénes son los otros (Esteban, Nadal,
& Vila, 2008).
Es a través de la narración como podemos penetrar en el tejido de la acción y la
intencionalidad humana, como podemos comprender aquello que nos es desconocido y cómo
podemos enseñar, conservar u olvidar recuerdos y de este modo alterar el pasado y proyectar el
porvenir (Esteban, Nadal & Vila, 2008). La narrativa, como sostienen López & Plazas (2013) es
la actividad inherente al ser humano desde la cual se generan las historias, experiencias y relatos
identitarios que permiten la emergencia de sujetos.
El acto narrativo, da sentido a la configuración y construcción de una trama que da forma a la
experiencia de narrar y ser narrados por otros. La recursividad entre el lenguaje, la narración y la
identidad, surgen como potencial de transformación, pluralidad y actualización en lo
multifacético del sí mismo y del lenguaje como constructor de realidades (López & Plazas,
2013).
Así pues, entiende la identidad como una negociación intersubjetiva narrativa inestable
dependiente del contexto. Se le reconoce como una posibilidad emergente, cambiante y en
progreso, que remite a un yo inacabado en un sujeto enunciado en el relato en nociones de
flexibilidad y panoramas experienciales, generadores de novedad e incertidumbre (López &
Plazas, 2013).
La identidad se configura producto de la significación entre las narrativas sobre el yo y las
afirmaciones de otros. Desde esta perspectiva significacional, nos ubicamos contextualmente
20
“como seres lingüísticos y relacionales que emergen y se reconfiguran en las historias “propias”
construidas y mediadas en la interacción y el lenguaje” (López & Plazas, 2013, p. 133). Estos
autores citados entienden la identidad bajo una óptica relacional y narrativa en la dimensión
compleja del self, ligada a nociones de cambio, movimiento y flexibilidad en la actualización y
diversificación de la experiencia en escenarios conversacionales.
Entender la identidad como fenómeno narrativo conlleva asumir que ella toma forma en
interacciones concretas, locales y específicas; se encuentra distribuida entre los agentes activos y
los recursos textuales que éstos utilizan; es un fenómeno público y social; a través de la
socialización los miembros de una determinada comunidad se van apropiando de los recursos y
artefactos culturales que configuraran su identidad; y es ante todo un acto retórico de
comunicación y diálogo realizado en un contexto, con unos valores de interlocución definidos
por los protagonistas del diálogo, en que uno intenta persuadir al otro sobre algo o alguien
(Esteban, Nadal & Vila, 2008).
Para López & Plazas (2013) el lenguaje y la comprensión que de él se ha hecho como
fundador del sujeto ha situado al ser humano en una dimensión comunicativa, que implica la
comprensión de los fenómenos lingüísticos y cómo los discursos se articulan o corporizan
generando realidades.
Un evento comunicativo, retomando a Esteban, Nadal & Vila (2008) es considerado cultural
en su forma y contenido. De modo que la comunicación “no es un acto convencional que traduce
una intención individual, sino que es una actividad compleja que implica una constitución mutua
entre hablantes que comparten o disputan intenciones y modos de ver la realidad” (p. 136).
21
5.2. Comunicación.
Puede afirmarse la emergencia del sí mismo se ha transformado desde los procesos de
comunicación e interacción social, enmarcados en el crecimiento de la autopista de la
información gracias a la tecnología y la rápida aceptación de las redes sociales, y sostenidos en la
revolución en las oportunidades que presenta la comunicación liquida. Este concepto atribuido
por Musso (2016) a partir de la definición de modernidad líquida de Bauman, describe una
comunicación flexible que se desparrama rápidamente, que se filtra y penetra pero que también
se evapora a gran velocidad. El autor citado señala que el estado líquido de la comunicación que
conforman las redes sociales han creado un escenario fértil para poner en práctica acciones de
socialización alternas a la familia y la escuela. Las nuevas tecnologías de información y
comunicación influyen de manera crucial en los estilos de vida, las visiones de mundo y la
imagen de sí mismos que se forman los jóvenes; ellas condicionan no solo las maneras de
vivenciar y verbalizar su vida cotidiana, sino las formas de concebirse a sí mismos y sus
proyectos de vida (Mesa & Páez, 2016).
Hoy las computadoras interconectadas mediante redes digitales de alcance global se han
convertido en medios de comunicación, germinando en el llamado ciberespacio nuevas prácticas
de socialización. Paula Sibilia (2008) afirma que el uso de las redes sociales, en crecimiento
desarrollo, ha pasado a ser un ritual que brota en todos los rincones del mundo y no cesan de
ganar nuevos adeptos día tras día; ellas han transformado las pantallas de los equipos de cómputo
y teléfonos celulares en ventanas siempre abiertas y conectadas, donde jóvenes de todo el mundo
las frecuentan.
Es enorme la variedad de estilos y asuntos tratados en las redes sociales hoy en día, aunque
los adolescentes y jóvenes siguen el modelo confesional del diario íntimo o éxtimo, término
22
acuñado por Sibilia (2008), el cual es un juego de palabras que busca dar cuenta de las paradojas
de la exposición de la propia intimidad en las vitrinas globales de la red.
Sibilia (2008) se cuestiona sobre ¿cómo influyen estas mutaciones en las comunicaciones en
la creación de "modos de ser"? y ¿cómo alimentan la construcción de sí? En otras palabras, ¿de
qué manera estas transformaciones contextuales afectan los procesos mediante los cuales se llega
a ser lo que se es? Argumenta que no hay duda de que esas fuerzas históricas imprimen su
influencia en la conformación de cuerpos y subjetividades: “todos esos vectores socioculturales,
económicos y políticos ejercen una presión sobre los sujetos de los diversos tiempos y espacios,
estimulando la configuración de ciertas formas de ser e inhibiendo otras modalidades” (p. 19).
La multiplicación y densificación cotidiana de las tecnologías comunicativas e
informacionales han aparecido con gran potencia para viabilizar nuevas sensibilidades, lenguajes
y escrituras que transforman los procesos identitarios, pues los adolescentes y jóvenes, con sus
empatías cognitivas y expresivas con las tecnologías, suelen aprender a través del internet y las
redes sociales las herramientas y la retórica de sus selves (Mesa & Páez, 2016; Barbero, 2002).
El desarrollo de las sociedades modernas y los medios de comunicación, crearon nuevas
formas de acción e interacción y nuevos tipos de relaciones sociales, basadas en materiales
simbólicos. Estas formas de interacción han enriquecido en gran medida la autoformación del yo,
gracias a las posibilidades que tiene el individuo para acceder a la información general o
detallada sobre sus intereses y reflexionar críticamente sobre la manera en que él o ella está
construyendo su identidad y lo que quiere para sí mismo (García, 2010).
Sibilia (2008) sostiene la subjetividad se encuentra encarnada en un cuerpo que a su vez esta
embebida en una cultura intersubjetiva, ya que nuestra
experiencia está modulada por la
interacción con los otros y con el mundo. La cultura es fundamental sobre lo que se es. Así,
23
cuando ocurren cambios en esas posibilidades de interacción y en esas presiones culturales,
como en las practicas comunicativas, el campo identitario se altera en un juego por demás
complejo y múltiple.
En medio de los vertiginosos procesos de globalización de los mercados, en el seno de una
sociedad altamente mediatizada, fascinada por la incitación a la visibilidad y por el imperio de las
celebridades, se percibe un desplazamiento de aquella subjetividad "interiorizada" hacia nuevas
formas de autoconstrucción. En un esfuerzo por comprender estos fenómenos, algunos ensayistas
aluden a la sociabilidad líquida o a la cultura somática de nuestro tiempo, donde aparece un tipo
de yo más epidérmico y dúctil, que se exhibe en la superficie de la piel y de las pantallas (p. 28).
Los jóvenes articulan hoy sensibilidades en las comunidades virtuales y cibernéticas que
responden a nuevas maneras de sentir y expresar la identidad. Barbero (2002) sostiene estamos
ante identidades más precarias y flexibles, de temporalidades menos largas y dotadas de una
flexibilidad que les permite amalgamar ingredientes provenientes de mundos culturales distantes
y heterogéneos, y por lo tanto atravesadas por dis-continuidades en las que conviven gestos
atávicos con reflejos modernos, secretas complicidades con rupturas radicales.
Las identidades, en este presente cibercultural y producto del auge de las redes sociales como
dispositivos que movilizan a los sujetos contemporáneos a responder a las demandas que surgen
de ellas, se han dirigido y orientado hacia la mirada ajena o externa, no más introspectivas o
intimas, sino alterdirigidas hacia afuera en nuevas formas de ser y estar en el mundo. Aquí se
destaca que la comunicación no soporta totalmente el proceso de formación del yo, pero sí actúa
como una pieza social importante en cuanto a las prácticas y discursos.
5.3. Redes Sociales y Cibercultura.
El dinamismo de la sociedad en aspectos como tecnología y comunicación movilizan
continúas transformaciones, algunas superficiales otras profundas, en la forma en cómo se
piensa, actúa, siente, comunica, representa, identifica, etc. Bajo esta premisa se entiende la
aparición y auge de las nuevas tecnologías de la comunicación, representadas primordialmente
24
por las redes sociales virtuales, destacando Facebook y Twitter como las más populares, las
cuales se han configurado como entornos virtuales de interacción (Renau, Carbonell, & Oberst,
2012). Ellas, según Gortaire & Huerta (2014) espacios particulares y subjetivamente
privilegiados en los que los sujetos pueden interactuar, analizar, criticar y, sobre todo, hacer
presencia significante. Para estos autores allí convergen las miradas, los deseos de ser y poseer a
los otros, los deseos de saber cómo es el otro, hacia dónde nos invita a estar, la tolerancia e
intolerancia en cuanto a lo que se exhibe y se percibe; sostienen “estos mundos de Facebook y
Twitter están siendo estudiados, analizados y trabajados por los teóricos de la postmodernidad,
debido a que son constructores de identidades” (p. 3).
Las redes sociales, como dispositivos indispensables en la cotidianidad, parecen haber
atrapado a adolescentes y jóvenes, absorbiendo gran parte de su tiempo y espacio, suministrando
el contexto necesario para la construcción de sus identidades, asumiendo que es posible hacerlo a
partir de la influencia virtual que se tejen con los otros (Hidalgo, 2012).
Las redes sociales virtuales de un momento a otro han pasado a formar parte de nuestro
mundo de manera rápida (Molina & Toledo, 2014). Su actual posicionamiento, en un presente
cibercultural, ha hecho un llamado a hacer transformaciones gravitantes en el proceso de
construir la identidad. En este sentido Barbosa (2017) afirma que “la emergencia de las redes
sociales ha tenido un gran impacto no solo en la forma en que las personas se comunican sino
también ha tenido una gran influencia en la forma del proceso de construcción de identidad” (p.
17). Muñoz (2007) argumenta que las redes sociales son polos alrededor de los cuales se
articulan identidades y/o subjetividades, lógicas y comportamientos; las cuales asumen funciones
de integración a órdenes sociales, proponen mundos valorativos y estilos, modelos de
pensamiento y diversas formas de vida.
25
En la primera parte del siglo XXI nos hemos visto inundados por un sin fin de mejoras
tecnológicas que han contribuido a acercarnos a los sujetos en un espacio que trasciende lo físico
presencial, y al mismo tiempo construir identidades e imágenes que necesitan ser relatadas,
teatralizadas, integradas, reconstruidas y provistas de significado (Gortaire & Huerta, 2014).
Hidalgo (2012) aclara que el auge de Facebook y Twitter está cambiando la manera cómo
interactúan los adolescentes y jóvenes, la forma en que se acercan a la información, así como los
mecanismos que utilizan en la construcción de la identidad, donde están presentes factores como
la integración espacial, temporal y social. Este autor sostiene que la familia, la escuela, la moda y
el contexto sociocultural son modelos que se intentan seguir para configurar la identidad, donde
en efecto la interacción con el medio y el funcionamiento individual propio del sujeto, forman
una tensión dinámica que guía aquella configuración hacia una dirección determinada.
Antes, durante y después de la vida somos inscritos en la cultura mediante la palabra, los
significantes que nos anteceden nos son dados por nuestros padres y familiares y posteriormente
por la educación escolar, el conocimiento del mundo y los lazos sociales y sentimentales que se
tejen a lo largo de la vida. Estos significantes logran construir ciertas pautas de vida y
sociabilidad, para que el sujeto se pueda desenvolver en los aspectos socio-culturales externos
(Gortaire & Huerta, 2014, pág. 23).
Las redes sociales pueden ser consideradas elementos emergentes, que incrementan la
diversidad social, las identidades múltiples, la multiplicidad de actores sociales, sobre las cuales
se tejen esquemas de interacción virtual, que operan bajo la reflexión de las conciencias
vinculadas y otros fenómenos inconscientes (D'Angelo, 2008).
Mediante el uso de las redes sociales Facebook y Twitter se da paso a la edificación de
identidades. El ser humano tiene contacto con la red virtual a tal punto que en ella se expresa
todo lo que el sujeto hace suyo y permite que sea visto por los demás, se “ha abierto la puerta
para que el sujeto construya su yo más allá de lo dispuesto por la cultura en el sentido de la
26
educación, la familia y la sociedad y esté en capacidad de anudar nuevas identidades” (Gortaire
& Huerta, 2014, pág. 24).
En la cotidianidad tendemos a pensarnos a nosotros mismos como seres estables, que nuestros
límites son los que marca nuestro cuerpo y nuestra subjetividad posee un fuerte sentimiento de
coherencia y estabilidad a lo largo del tiempo y del espacio; nos sentimos seres autónomos,
independientes y dueños de nuestros actos e incluso de nuestras vivencias (Gil, 2002). Este
discurso se vuelve relativo en la medida en que las formas actuales de construcción de nuestra
identidad, mediatizadas por la tecnológica y comunicación, son dinámicas y cambiantes; su
formación se lleva a cabo desde la posibilidad que tiene el sujeto de crearse a sí mismo, en un
proceso que comienza a partir de ciertas condiciones, experiencias e interacciones con los otros,
determinadas por el contexto social, cultural y tecnológico (Hidalgo, 2012; Barboza, 2017). En
este sentido, la construcción de la identidad ocurre a través de la mediación socio-cultural, es
decir, de componentes simbólicos y de interacción real entre las personas, transcurriendo en
espacios complejos de retroacciones, conflictos y no linealidad y expresión de diversidad
(D'Angelo, 2008).
De lo anterior se desprende que las redes sociales se han convertido en unos dispositivos
ineludibles que, de manera directa o indirecta, influyen y median en el proceso de construcción
identitaria pues se disponen a favorecer un conocimiento de sí mismo y una interacción con otras
identidades. Estas posibilitan el hecho de pensar la identidad, no ya como una esencia o
estructura psíquica contenida en los límites de nuestro cuerpo, sino como construida mediante
estrategias contextuales mediatizadas por las interacciones con los otros (Gil, 2002).
Renau, Carbonell y Oberst (2012) entienden que las redes sociales contribuyen a la formación
de la identidad y al desarrollo personal y social, porque ofrecen múltiples posibilidades de
27
mostrarse, intercambiar información sobre uno mismo y de interactuar con los demás, en tanto
que son un medio social en que el individuo es partícipe, exponiendo información relevante a
partir de fotografías, comentarios, estados, etc., de las cuales se recibe un feed-back.
En las redes sociales, la identidad se determina desde la puesta en escena de la información
perteneciente a la vida y sus expresiones, las cuales necesitan ser mostradas y teatralizadas
(Gortaire & Huerta, 2014); “el yo contemporáneo es, en gran medida, una entidad colectiva
teatral sostenida en la pérdida de la singularidad y particularidad, por ende, de la individualidad,
para dar lugar a un yo eminentemente colectivo, y público” (p. 1). Para los autores citados, en
Facebook y Twitter se edifican identidades en las que, los adolescentes y jóvenes plasman algo
de sí mismos y son reconocidos gracias a la mirada de los otros y de sus comentarios; la
identidad termina nutriéndose con la espectacularización de las imágenes, las propias y las de los
otros.
5.4. Adolescentes y jóvenes en tiempos posmodernos.
El proceso de identificación en la etapa vital de la adolescencia se trata de una búsqueda
dubitativa e incluso inconsciente, donde el sujeto narra un relato que sea coherente para él
mismo: quiere saberse único y protagonista de una historia que comparte en relaciones de
intimidad (Dans, 2015). Como es sabido, la etapa de la adolescencia es un periodo evolutivo
extremadamente complicado para la configuración de la dado que se experimentan procesos
madurativos en los que los jóvenes buscan percibirse a sí mismos y a su propia actividad dando
sentido a su mundo social con el fin de determinar su propia individualidad (Ruiz & De Juanas,
2013).
Durante el tránsito de la adolescencia a la edad juvenil se dan las condiciones de maduración
interna y sociales para la conformación de formaciones psicológicas de alto nivel de integración
28
de procesos y de gran complejidad funcional, donde se cristaliza la formación del pensamiento
conceptual, se diversifica y amplía la actividad y la experiencia social, se acerca la perspectiva
de una inserción en el mundo adulto y se avanza hacia mayores niveles de autoconciencia
(D'Angelo, 1999). Se ha de considerar que la adolescencia es el momento vital clave para la
configuración de la identidad personal.
La adolescencia se presenta como una etapa compleja en la que el sujeto debe construir y
definir su yo e iniciar su proceso como adulto dentro de la pluralidad de mundos en los que está
creciendo, y en los que busca poder participar con otros en sociedad. Ruiz & De Juanas (2013)
entienden que por ello no son indiferentes las amistades, los grupos en los que se inserta, los
intereses, su capacidad de relación con los adultos y con sus pares, etc. El adolescente se sabe un
“yo” y un “nosotros”, que comienza a explotar fuera del círculo familiar, en las relaciones de
amistad (Vázquez & Fernandez, 2016).
Un adolecente tiene conciencia de su pertenencia a un grupo y es quizá este el rasgo más
sobresaliente que ofrece la integración en una red social virtual como Facebook y Twitter. La red
social se presentará, así como una oportunidad de reafirmación de su “yo” y su “nosotros”. La
identidad individual está al servicio de un molde social. Esa identidad que el adolescente busca a
toda costa como algo irrepetible y, al mismo tiempo, establece dentro de un proceso de
identificación en el “nosotros”, le llevará al reconocimiento por los demás, lo que precisamente
reafirma su yo (Vázquez & Fernandez, 2016).
Los adolescentes de hoy, también llamados nativos digitales (Vázquez & Fernandez, 2016),
“son jóvenes que nacieron con dispositivos tecnológicos al alcance de su mano, los cuales
constituyeron su modo de vincularse; ellos crecieron con nuevas concepciones de tiempo y
29
espacio, no necesitan adaptarse a la inmediatez ni al devenir caótico, porque éste es su mundo”
(p. 44).
Los adolescentes sienten la necesidad de participar en las redes sociales; pertenecer a ellas ha
dejado de ser una opción de ocio para convertirse en un requerimiento que permite estar en
contacto con los iguales, en cada instante, más allá del espacio físico (Ruiz & De Juanas, 2013).
Por tanto, la utilización de estos medios sociales está afectando a la configuración de la identidad
durante la adolescencia.
5.5. Enfoque del Desarrollo humano.
A partir de aquí se dará cuenta del complejo, polisémico y emergente concepto de desarrollo
humano, vinculando apartes de las propuestas de Amartya Sen y la Teoría Bioecologia de
Urie Bronfenbrenner.
Para Mesa & Páez (2016), el término desarrollo humano aparece en múltiples campos y
escenarios bajo nociones políticas, económicas, comunicativas, psicológicas, filosóficas y
pedagógicas. Se entiende como un proceso de expansión de las libertades de las personas para
llevar una vida prolongada, saludable y creativa; conseguir las metas que se consideran valiosas
y participar activamente en darle forma al desarrollo de manera equitativa y sostenible en un
planeta compartido. Este paradigma se hace necesario en la actualidad, ya que “crea
oportunidades para la expansión de las capacidades humanas y la mejora de la calidad de vida”
(p. 102).
Martínez (2009) afirma que llevar a un ser humano a su pleno desarrollo y madurez, en su
realidad integral, constituye la empresa más difícil y ambiciosa que pueda proponerse una
persona, una institución e, incluso, una sociedad completa. Sin embargo, argumenta caminar en
30
esa dirección, abriendo horizontes e iluminando caminos, es la meta que se propone, en general,
toda verdadera educación y desarrollo pleno del ser humano.
Amartya Sen es un autor pionero en abordar con una perspectiva humana el desarrollo. Su
interés gira alrededor de lo que las personas son capaces de hacer o ser realmente. Este es un giro
significativo para pensar la sociedad, pues no se preocupa por las necesidades básicas, los bienes
primarios o los recursos con que cuenta un individuo, sino por sus capacidades que le permiten
llegar a hacer o ser (Urquijo, 2014). Sen concibe al ser humano de forma dinámica y con un
potencial propio, donde el bienestar se valora desde el punto de vista de la habilidad para hacer
actos o alcanzar estados valiosos que exprese libertad (Sen, 1995).
Al realizar una lectura de la propuesta de Sen, Mesa & Páez (2016) establecen groso modo
que el desarrollo humano se centra directamente en el progreso y valoración de la vida y el
bienestar humanos; este “se vincula con el fortalecimiento de capacidades que le permiten a una
persona ser y hacer (…), tiene que ver con la libertad de poder vivir como nos gustaría hacerlo
conforme el uso de oportunidades habilitadoras (…), y (…) está asociado a la posibilidad de que
todos los individuos sean sujetos y beneficiarios del desarrollo” (p. 101).
Desde una mirada evolutivo contextual, se entiende el desarrollo humano en estrecha
imbricación con el contexto social, a diferentes niveles del sistema (Silva & M, 2017). Desde
este enfoque sustentado en la postura de Bronfenbrenner, para los autores citados, se comprende
el desarrollo humano en términos de una interacción entre múltiples niveles contextuales (e. g.
macro económico político, cultural, socio-espacial) y procesos individuales y grupales, tales
como procesos de desarrollo individual (e. g. transiciones de rol, identitarios, cognitivos), y
grupales (e. g. dinámicas familiares, participación, etc.).
31
Según Roja & Arias (2013) el modelo Ecológico del Desarrollo Humano de Bronfenbrenner
se caracteriza por ubicar el desarrollo ecológico del ser humano bajo su relación directa e
indirecta con el ambiente que les rodea, incluso teniendo en cuenta el tiempo socio-cultural al
que éstos pertenezcan. La estructura bajo la cual Bronfrenbrenner planteó su modelo, según estas
autoras, se basó en los conceptos de sistemas, conducta y ambientes, los cuales todos son
interdependientes y hacen que su modelo tenga sentido y solidez
Se asume la construcción de la identidad como una realización compleja, un logro, que es
valorado desde el desarrollo humano como un proceso contextual necesario del ciclo vital y del
bienestar individual y colectivo, donde se pone en juego el ejercicio de la libertad de
adolescentes y jóvenes. De aquí la importancia de evidenciar si las redes sociales como
Facebook y Twitter suponen transformaciones significativas gravitantes en los estados y
actividades de ser del ser humano.
32
6. Marco Contextual.
La globalización y el constante avance de las nuevas tecnologías de la comunicación han
modificado la forma en la que los niños, las niñas y los adolescentes estudian, se relacionan y
entretienen. Internet y las redes sociales virtuales, tales como Facebook y Twitter, entre otras,
han comenzado a ocupar un lugar cada vez más preponderante en el proceso de socialización y
se han convertido cada vez más en un elemento esencial para su vida (De la Torre & Fourcade,
2012), resultando indiscutible que sus consecuencias comportan un cambio que las trascienden.
Según García, Del Hoyo & Fernández (2014) las redes sociales no deben entenderse como
simples herramientas tecnológicas para el intercambio de mensajes o historias sino como
auténticos medios para la comunicación, la interacción y la participación global.
6.1. ¿Qué son las redes sociales?
Las redes sociales hacen alusión a plataformas virtuales que permiten la interacción entre
grupos de gente. Los jóvenes son, por excelencia, los usuarios de estas plataformas (Torres &
Iglesias, s.f.). Muchas de ellas por la accesibilidad y facilidad del uso público y colectivo pueden
convertirse en una carta de presentación ante los demás porque el usuario decide qué mostrar y
de qué forma hacerlo. Como afirman Almansa, Fonseca & Castillo (2013) las redes sociales
permiten una nueva forma de comunicarse, de relacionarse y de crear comunidades.
Rodríguez & Fernández (2014), retomando a Luengo (2004), sostienen las redes sociales son
comunidades virtuales que funcionan como una plataforma de comunicaciones y formas de
interacción social, definidas como un intercambio dinámico entre personas, grupos e
instituciones. Ellas suponen una superación de las barreras espaciotemporales, por lo que se hace
necesario reconocer los cambios que se dan en el desarrollo social y cognoscitivo.
33
A groso modo, una definición global de un sitio de red social consiste en un servicio basado
en Internet que permite a los individuos construir un perfil público o semi-público dentro de un
sistema delimitado, articular una lista de otros usuarios con los que comparten una conexión, y
ver y recorrer su lista de las conexiones y de las hechas por otros dentro del sistema (Boyd &
Ellison, 2008).
6.2. Uso de las redes sociales en Colombia.
Según la revista Dinero el auge en el desarrollo de las nuevas tecnologías, sumado a la
democratización en su acceso, tiene a las redes sociales como uno de los protagonistas de los
últimos años.
Durante los últimos 10 años, el uso de la Internet como herramienta de trabajo y
comunicación ha crecido rápidamente, alcanzando cada vez más espacios en la sociedad. Sin
embargo, desde hace cuatro años, particularmente, las llamadas comunidades virtuales han
tomado cada vez más fuerza, perfeccionado su operatividad y ofreciendo servicios y aplicaciones
que atraen cada vez más adeptos, lo que se evidencia a través de los miles de personas que día a
día se afilian en todo el mundo (Aguilar & Said, 2010).
Se calcula que para agosto de 2017 el número de usuarios activos en redes sociales en el
mundo alcanzó los 3.000 millones, cuando se esperaba que en 2018 la cifra apenas se acercara a
los 2.500 millones. Facebook, Twitter, Instagram, canales de YouTube y la generación de
contenidos y de interacción con las comunidades se han convertido en medios complementarios
a los tradicionales.
En el caso particular colombiano, el consumo de dichos portales ha tomado una gran fuerza, a
pesar de que el acceso a Internet es más limitado que en países mayormente industrializados, al
punto de que Colombia está entre los 10 países con más usuarios de Facebook.
34
Colombia no ha estado ajena a esta dinámica. Los resultados de la Primera Gran Encuesta
TIC/2017, reseñada por la revista Dinero1, deja en evidencia la tendencia: entre los encuestados,
88% utiliza Facebook, 87% WhatsApp, 48% YouTube, 34% Instagram y 20% Twitter. Para el
90% estas herramientas son de uso diario.
Según la primera gran encuesta TIC realizada por el Ministerio de Tecnologías de la
Información y las Comunicaciones (MinTIC)2, 64% de los colombianos ya usa internet. La
actividad que más toma fuerza en los usuarios que utilizan internet es el uso de redes sociales. De
acuerdo con el estudio de consumidores digitales 2017, realizado por el Centro de Investigación
de las Telecomunicaciones (Cintel) la actividad que más realizan los usuarios colombianos en la
web es usar redes sociales, con una participación de 88%.
Según Almansa, Fonseca & Castillo (2013) en Colombia, la mayoría de los jóvenes de 12 a
15 años utiliza Facebook para relacionarse con sus amigos y amigas. Es un medio más de
socialización, tan importante o más que otros. En ambos países los jóvenes tienen necesidad de
«estar» en la Red y de mostrarse en ella de la forma más original posible.
En suma y con adherencia a la postura de Aguilar & Said (2010) el desarrollo de nuevas
herramientas de comunicación, a partir de la plataforma tecnológica ofrecida por la Internet, ha
permitido desarrollar redes sociales virtuales, en las cuales los adolescente y jóvenes ven
inmersos sus identidades, donde pueden adquirir nuevos matices y manifestaciones. Los espacios
virtuales de socialización, o redes sociales, ofrecen nuevas instancias de comunicación,
generación de nuevos códigos comunicativos y sistemas de significación, ofreciendo, además, la
posibilidad al individuo, en tanto que sujeto, de convertirse en emisor y mensaje de sí mismo.
1 Tomado de https://www.dinero.com/edicion-impresa/caratula/articulo/ranking-de-los-reyes-de-las-redes-
sociales/250385. 2Obtenido de http://www.elcolombiano.com/tecnologia/tiempo-de-uso-de-redes-sociales-en-colombia-
HC7411548.
35
7. Marco Metodológico.
7.1. Enfoque de la Investigación
La temática a explorar partirá de un abordaje cualitativo, el cual busca comprender el
comportamiento humano y explicar las razones detrás de ese comportamiento, teniendo como
objetivo la descripción de las cualidades de un fenómeno que abarque una parte de la realidad
(Barbosa, 2017).
La investigación cualitativa es un campo interdisciplinar en la que está sometida a la
perspectiva naturalista y a la comprensión interpretativa de la experiencia humana. La
particularidad de este enfoque es que no suele probar teorías o hipótesis, es principalmente un
método para generarlas. Trata de conocer los hechos, procesos, estructuras y personas en su
totalidad y no a través de la medición de alguno de sus elementos (Normas APA, 2018).
Se concibe el enfoque cualitativo como un conjunto de prácticas interpretativas que hacen al
mundo visible, lo transforman y convierten en una serie de representaciones en forma de
observaciones, anotaciones, grabaciones y documentos (Hernandez, Fernandez, & Baptista,
2010).
Lo interesante del enfoque cualitativo radica en la posibilidad de plantear un problema,
evitando un proceso claramente definido y estructurado, beneficiando la relación sujeto-objeto.
Además, es interpretativo al intentar encontrar sentido a los fenómenos en términos de los
significados que las personas les otorguen (Bernal, Martinez, & Parra, 2015).
La característica fundamental de la investigación cualitativa es ver los acontecimientos,
acciones, normas, valores, etc., desde la perspectiva de la gente que está siendo estudiada. Para
esto es necesario, no solo desarrollar cierto grado empatía con las personas y fenómenos a
estudiar, sino además la capacidad de penetrar los contextos de significado con los cuales ellos
36
operan. Esta necesidad de ver a través de los ojos del otro requiere tomar en cuenta la existencia
de una multiplicidad de puntos de vista, de visiones de la realidad.
El objetivo del enfoque cualitativo en la investigación es utilizar la recolección de
información, a través de miradas y posturas teóricas, conceptos, definiciones y aportes sobre las
categorías establecidas en el estudio sobre calidad educativa para establecer tendencias,
vivencias, situaciones y conclusiones que permitan ahondar en el proceso de interpretación desde
diferentes realidades, como son las bases de datos científicas (Bernal, Martinez, & Parra, 2015).
Teniendo en cuenta las características de esta investigación y el objetivo principal planteado,
el enfoque cualitativo será el método de investigación a utilizar para el desarrollo del mismo.
7.2. Diseño de la Investigación
Como el objetivo de esta investigación es analizar la incidencia de las redes sociales en la
construcción de la identidad de adolescentes y jóvenes, el diseño que se utilizará es de orden
bibliográfico de tipo exploratorio-descriptivo situado específicamente en la metasíntesis.
Se entiende la investigación bibliográfica como un procedimiento científico, un proceso
sistemático de indagación, recolección, organización, análisis e interpretación de información o
datos alrededor a un determinado tema (Morales, 2008). Su método de investigación se centra
exclusivamente en la recopilación de datos existentes en forma documental, ya sea de libros,
textos o cualquier otro tipo de documentos; su único propósito es obtener antecedentes para
profundizar en las teorías y aportaciones, ya emitidas sobre el tema que es objeto de estudio, y
complementarlas, refutarlas o derivar, en su caso, conocimientos nuevos y críticos.
Dentro del diseño bibliográfico se sitúa la metasíntesis, entendida como una metodología de
investigación novedosa, que permite la integración e interpretación analítica de los hallazgos de
investigación cualitativa (Carrillo, Gomes & Vargas, 2007). A groso modo se le define como
37
una forma de integración de hallazgos de investigaciones cualitativas con el fin de lograr nuevas
interpretaciones, que explica un fenómeno con un nivel mayor de evidencia científica.
La metasíntesis cualitativa puede definirse como las teorías, narrativas globales,
generalizaciones o traducciones interpretativas producidas para integrar o comparar los hallazgos
obtenidos a partir de estudios cualitativos; es una forma de revisión sistemática o integración de
hallazgos de estudios cualitativos (Carreño & Chaparro, 2015). Según Gálvez (citado en Carrillo,
Gomes & Vargas, 2007) la metasíntesis es un completo estudio el cual involucra una revisión e
interpretación rigurosa de los hallazgos de un número de investigaciones cualitativas, usando sus
métodos, en donde se evidencian los motivos y variables que tienen mayor influencia en la
investigación; integra datos, informes y genera conocimiento para contar con referencia empírica
que soporten los comportamientos que es sujeto de estudio (Wasbrum, Vasquez, Mañay, Bonilla,
& Valencia, 2017).
Carrillo, Gomes & Vargas (2007) afirman que el propósito de una metasíntesis es aumentar la
interpretación de los resultados de estudios cualitativos generando impacto en la asistencia, la
investigación y dando respuesta a los problemas de la práctica. Ésta constituye una metodología
novedosa de gran utilidad que brinda elementos para construir, describir o explicar teorías en
relación a los fenómenos de interés para las disciplinas.
La metasíntesis tiene el potencial de mejorar los resultados socioeducativos, realizar
investigaciones y formular políticas con énfasis de desarrollo humano a partir de la revisión e
interpretación de hallazgos de investigaciones cualitativas.
Carreño & Chaparro (2015) sostienen que aplicar una propuesta metasintáctica al estudio de
un fenómeno es un desafío, pues concretar cada una de las acciones y buscar que respondan a la
concepción filosófica, epistemológica y metodológica con que se concibió el abordaje
38
seleccionado, requiere una continua reflexión, comparación y discusión que encause la síntesis
de datos empíricos hacia la construcción de estructuras conceptuales con mayor nivel de
evidencia científica.
Finfgeld (referenciado en Carrillo, Gomes & Vargas, 2007) plantea tres tipos de metasíntesis,
las que buscan construir, explicar y describir.
a) Construcción de la teoría. Se utiliza para mejorar el nivel de la teoría, más allá de lo que
cual es posible con una sola investigación. En esta se pueden diferenciar dos tipos de
metasíntesis: la primera, Teoría formal fundamentada, en la que los hallazgos de
investigaciones individuales son analizados a través de métodos estándar de teoría
fundamentada y después se sintetizan en estudios para desarrollar un modelo más
comprehensivo del fenómeno. Por último, el Meta- estudio se compone de tres tipos de
análisis: metadatos (análisis e interpretación de los resultados de investigaciones
cualitativas diversas), metamétodo (estudio del rigor y validez epistemológica de los
métodos usados para conducir los estudios cualitativos) y metateoría (un análisis de las
perspectivas filosóficas, cognoscitivas y teóricas).
b) Explicación de la teoría. Usando este tipo de metasíntesis los conceptos abstractos salen a
la vista, dando como resultado la reconceptualización del fenómeno original. El propósito
en la explicación de teoría es desarrollar teoría de mediano rango de un grupo de estudios
de un sólo concepto relacionado, los supuestos esenciales del problema conducen a
hallazgos de conceptos que pueden ser reconstruidos. Los límites del estudio son
predefinidos y la metodología es deductiva. Los datos se analizan por reconstrucción y
comparación constante.
39
c) Descripción de teoría. Implica la síntesis de resultados y hallazgos cualitativos en un
análisis más extensivo del fenómeno. En contraste con la teoría explicativa, la cual se
centra en el análisis de un solo concepto, la metasíntesis descriptiva mira más
ampliamente los fenómenos, en el que los resultados no se alteran, pues no se
deconstruyen para ser analizados.
La temática de la incidencia de las redes sociales sobre la construcción de la identidad en
adolescentes y jóvenes tomará como punto de partida la metasíntesis de descripción de la teoría,
a propósito de descubrir el entendimiento de un fenómeno, donde el potencial de la investigación
abra caminos hacia la práctica, la formulación de políticas y la identificación de vacíos en el
conocimiento.
Dado el alcance exploratorio-descriptivo de la presente investigación seguirá la siguiente ruta
metodológica:
Delimitación del estudio: A partir de la revisión de literatura superficial se identificó la
producción de conocimiento y las formas en que se ha abordado el fenómeno de interés, la
pregunta de investigación sobre la mediación de las redes sociales virtuales sobre la construcción
de la identidad en adolescentes y jóvenes es validada.
Muestreo: Estando sujeto a la pregunta de investigación, se tuvo en cuenta criterios para la
búsqueda de literatura considerando el fenómeno de interés, año de publicación, el sitio donde
fue publicado y el diseño exclusivamente cualitativo. Así pues, en esta metasíntesis se tuvo como
criterio de inclusión artículos en bases de datos acerca de la construcción de la identidad mediada
por redes sociales y el uso de internet entre los años 2007 y 2017, y trabajos de grado en
repositorios de universidades de habla hispana independientemente de la localización geográfica
de realización. Se contempló los descriptores de identidad, redes sociales, cibercultura,
40
Facebook, subjetividad, construcción identitaria. Se rastrearon en total 35 documentos ajustados
a la temática de investigación bajo los criterios de inclusión, principalmente el del diseño
cualitativo, sin importar el diseño de campo o bibliográfico.
Selección de la muestra: De los trabajos investigativos preseleccionados se aplicaron otros
criterios para la selección de la muestra de documentos que constituyera la muestra de insumos
para el análisis de la información. Entre los criterios seleccionados se incluyen que las
investigaciones tuvieran las concepciones del termino identidad semejantes o próximas a la de
este trabajo metasintético, tuvieron como población adolescentes y jóvenes, y el diseño fuera de
campo.
Análisis de datos: La lectura crítica de los estudios seleccionados se hizo necesario para
identificar, sintetizar y comparar los hallazgos, a propósito que resulten en una aproximación
crítica e integrativa del fenómeno de interés en asociación con el desarrollo humano. Durante
este proceso, se realizaron comparaciones continuas con el fin de clarificar los atributos que
definen el fenómeno de la incidencia de las redes sociales sobre el proceso identitaria en
adolescentes y jóvenes. El método propuesto por Sandelowski y Barroso (2007, en Carreño &
Chaparro, 2015; Arias & López, 2016) sostiene el proceso de integración o comparación de los
hallazgos en la que se da especial importancia a las interpretaciones realizadas por el
investigador, al igual que a las producciones científicas que reporten hallazgos en el fenómeno
de interés.
Este proceso de análisis inició con la extracción y simplificación manual de hallazgos en una
matriz, estableciendo comparaciones constantes entre ellas por medio de la asignación de
códigos para permitir la agrupación en categorías a partir de similitudes. Una vez enlazados los
hallazgos con la codificación, surgieron 8 subcategorías, integradas en categorías más amplias de
41
acuerdo con las relaciones entre ellas hasta obtener tres categorías. La codificación y posterior
categorización involucró un proceso constante de diseño y ajuste de la información.
Resultados: De los ocho documentos seleccionados (Tabla 1), cinco corresponden a trabajos
de grado y los restantes a artículos de investigación, cuyos años de publicaciones varias de 2009
a 2017.
Tabla 1.
Características de las investigaciones primarias según fecha de publicación, ciudad, tipo, autores y
ubicación.
TITULO AÑO CIUDAD TIPO AUTORES UBICACIÓN
El espacio virtual como
escenario en la construcción de
identidad.
2009 Bogotá Trabajo
de grado
León, Karen;
Quiroga, Sonia Revista Contextos
Facebook y perfil público,
construcción social de la
identidad y subjetividad.
2011 Buenos
Aires Artículo Ogando, Mónica
Catálogo de
investigaciones
Universidad de
Palermo
Construcción de identidad y
subjetividad en los jóvenes a
través de las redes sociales
virtuales.
2013 Cali Trabajo
de grado García, Melissa
Repositorio
Universidad de
San Buenaventura
Cali
La construcción de la identidad
de los adolescentes a través de
la presentación del sí mismo en
Facebook.
2013 Concepción Trabajo
de grado Muñoz, Rebeca
Repositorio
Universidad de
Concepción
El yo, su identidad, intimidad y
espectáculo, Facebook y twitter
desde una perspectiva
contemporánea.
2014 Quito Trabajo
de grado
Gortaire, Juan;
Huerta, Juan
Repositorio
Pontificia
Universidad
Católica del
Ecuador
Construcción de identidad de los
y las jóvenes en las redes
virtuales.
2015 Bogotá Artículo
Guzmán, Cielo;
León, Cindy;
Vélez, Derlys
Revista Contextos
Redes sociales, literacidad e
identidad (es): el caso de
2016 Bogotá Artículo Vargas Franco,
Alfonso
Colombian
Applied
Linguistics
Journal
Construcción de subjetivación
en los jóvenes a partir del
contacto con los anuncios y las
imágenes publicitarias
transmitidas a través de la red
social Facebook.
2017 Bogotá Trabajo
de grado Barbosa, Wilson
Repositorio
Universidad
Distrital Francisco
José Caldas
42
A partir de la integración interpretativa de los hallazgos de los ocho estudios incluidos,
emergieron tres categorías que representan el resultado más significativo de este proceso
metasintético y facilitan la comprensión del fenómeno de las redes sociales y la construcción de
la identidad.
Categoría 1. Las redes sociales como dispositivos que sostienen la búsqueda de
reconocimiento y aprobación, el cual impacta sobre el autoconcepto y bienestar: Contiene
descripciones acerca de cómo las redes sociales promueven la recepción de feedbacks, en
tonalidad positiva o negativa a través de la cual los adolescentes y jóvenes pueden legitimar
imágenes que están asociadas o no a su propia persona.
La identidad del adolescente y joven se configura en un mundo en el que necesita sentirse y
verse bien, necesita la aprobación y el reconocimiento de otros significativos, pero además
necesita diferenciarse de ellos. Para que un sujeto esté presente en la virtualidad es necesario que
el otro lo reconozca y lo signifique, sino, de otro modo se convertiría, en esencia, en un ser
inerte, carente de símbolos y significancias. La naturaleza del ser humano es hallarse siempre en
contacto con los otros y por tanto reconocerse en ellos para poder crear una imagen símil, su yo.
Necesita interactuar con los otros, anclarse a símbolos que le permitan ubicarse a sí mismo y dar
una respuesta a su existencia. En las redes sociales, la identificación de un adolecente con su lista
de amigos y/o seguidores, lo afecta disponiendo el proceso de construcción del yo y la identidad.
Los adolescentes y jóvenes como sujetos inmersos dentro de interacciones sociales virtuales
buscan la aceptación y reconocimiento de los otros a través de elementos aprobatorios como los
“me gusta”, comentarios de publicaciones y conversaciones en los chats. Estos comportamientos
son valorados de manera positiva por los adolescentes, puesto que se sienten acogidos y
apoyados en su construcción identitaria. Cualquier publicación que sea popular entre los amigos
43
refuerza la confianza y aceptación dentro de un grupo, mientras que la ausencia de estos genera
el sentimiento de rechazo y el miedo ante la exclusión y la diferencia.
Los adolescentes y jóvenes encuentran en las redes sociales la posibilidad de enfocar sus
publicaciones a favor de sí mismos, expresando cómo se sienten o cómo perciben algo a través
de autodescripciones como las opiniones propias que los llevan a creer que así son y, de
autorreflexiones como la exposición de sus pensamientos y reacciones por sus actos. Así pues, al
hacer uso de un reconocimiento social para aprobar la propia imagen y la percepción de sí
mismo, se genera aceptación de los otros lo que promueve un reconocimiento de lo que se es
ante los demás y, por tanto, un reconocimiento de sí mismo.
El reconocimiento social en el espacio virtual se da en mayor medida por parte de los amigos
que de la familia, ya que con ellos se comparte más tiempo y permite los procesos de
comparación y organización de las propias características.
Categoría 2. Los actos comunicativos en las redes sociales conllevan un show exhibicionista:
Participar de una red social virtual envuelve recursos lingüísticos y estrategias discursivas que
otorgan existencia y de las cuales surgen descripciones o expresiones que conllevan a que cada
adolescente y joven se exponga y exhiba ante los demás asuntos de índole personal.
Las redes sociales constituirían en sí mismas el escenario donde tiene lugar la representación
del adolescente y joven. Éstas fomentan la sociedad de consumo o del espectáculo; en ellas el
cuerpo se exhibe, la subjetividad renuncia a la intimidad y tiende a exponerse.
Los modos de comunicación en las redes sociales se centran en el surgimiento de
descripciones o expresiones que conllevan a que cada sujeto joven se exponga, y divulguen lo
íntimo, relacionado con lo especial, confidencial y único de la persona, y privado, cuyo carácter
es de reserva particular. La concepción de intimidad se ha visto alterada con las redes sociales;
44
cuerpos, rostros o narraciones se han transformado en lo cotidiano, son expuestos, escenificados
y relatados para los otros, ajenos o no, y para uno mismo.
Categoría 3. Redes sociales como puentes de reflexión del sí mismo: Esta categoría da cuenta
de que la identidad se encuentra ante escenarios tecnológicos y virtuales que impactan sobre
ella. En las redes sociales adolescentes y jóvenes llegan a identificarse con gran variedad de
estímulos de los otros para continuar construyendo su identidad. Algo común de los seres
humanos es hallarse en contacto con los otros para anclarse a símbolos y significados que
permita una orientación de sí mismo y dar respuestas a la propia existencia. En las redes sociales,
como dispositivos virtuales y narrativos, la interacción del adolescente y joven con sus amigos y
seguidores, lo dispone para la construcción de su identidad.
Las redes sociales se pueden entender como espacios sociales cargados de configuraciones
subjetivas y producciones de sentido, que permiten una construcción constante de identidad. A
través de publicaciones compartidas, el sujeto adolescente habla acerca de lo que hay en el “aquí
y el ahora” de su realidad; la posibilidad de que se pueda postear cada movimiento que se da y
perpetuarlo a través de una imagen o comentario, permite que se anclen con fuerza elementos
identificatorios que se refuerzan ante la mirada del otro.
La experiencia en una red social permite un proceso de reafirmación en tanto formaliza
elementos de la realidad al exponerse frente a un público, conocido como no. El acceder
frecuentemente a una interacción virtual, permite hacer un proceso de conciencia dinámico y
constante que amplía las rutas de construcción de sentidos del “sí mismo”. La actualización de la
información de sí mismo en el perfil virtual trae consigo una intencionalidad, aquello que se
quiere o no mostrar; este proceso requiere de una reflexión constante acerca de proyectos de
45
vida, de creencias y representaciones de la vida que implican ir elaborando una forma particular
de “ser y estar”.
Así. las redes sociales son puentes de comunicación con la reflexión del sí mismo
posibilitando momentos para resignificar y construir lenguajes propios o “identidades”. De esta
manera, ellas permiten se entretejan historias, formalizan aspectos de la vida diaria e inmediata y
logran resignificar aspectos relacionados con rupturas en tanto hay la posibilidad de una red
vincular, una red que ayuda a soportar y que sirven como espectadores de lo que se quiere decir,
de lo que se quiere mostrar.
46
8. Discusión.
El tema de este trabajo ha sido la mediación de las redes sociales sobre la construcción
identitaria de adolescentes y jóvenes, siendo ellos los más familiarizados con las tecnologías y
susceptibles a la influencia del contexto. Se considera un tópico necesario para el paradigma del
desarrollo humano, pues como un fenómeno contemporáneo, las redes sociales han procurado
abrir puertas hacia el desarrollo de la plenitud; de aquí que son muchos son los debates en torno a
si las redes sociales han potenciado o debilitado la calidad de vida, y si ellas han impactado de
manera positiva o negativa la construcción identitaria.
Los temas identidad, redes sociales virtuales y desarrollo humano cobran importancia a la luz
de la pauta cibercultural en que nos encontramos sumergidos actualmente y porque éstos se
alojan en el debate sobre la relación sujeto-sociedad. Esta relación temática es un nuevo
‘problema humano’ del cual se busca una comprensión critica, integradora y holística, que
contribuya en ultimas a mejorar la autonomía y apropiación de valores humanos.
Como el uso de una red social solo requiere el acceso a internet y la tenencia de un dispositivo
conectado, ya sea móvil o de computo, ellas generan oportunidades habilitadoras del desarrollo,
que han traspasado barreras modernas de lo que significa relacionarse y exhibirse. De acuerdo
con Sibilia (2005), el acceso a Internet potencia y multiplica el abanico de posibilidades de los
usuarios, derrocando las fronteras geográficas, la distancia y el tiempo, aquellos que se
desvanecen frente a la red, aquella que se impone dándole un nuevo sentido a la construcción del
sí mismo, que se posiciona frente a temas como la privacidad, la presencialidad , la
individualidad y lo colectivo, quienes vienen a ser parte de una nueva forma de abordar y de ser
en el mundo: “de ahí que el procesamiento digital adquiere una gran importancia puesto que se
diluyen en el tiempo esas estructuras sociales que eran inamovibles como la familia y lo
47
relacional, empieza a darse una confrontación entre lo íntimo y lo compartido y un sin número de
conocimientos al alcance de todos” (p. 90).
Las redes sociales, sin lugar a duda, ha impactado sobre los procesos humanos. Son un medio
social en el que, al participar, es posible configure y contribuya a la construcción de la identidad.
En ellas, un adolescente puede exponer información a partir de múltiples medios (comentarios,
fotografías, etc.) que a la vez muestran y cultivan la percepción de sí mismo, tomando como
referencia los modelos que se presentan (sus contactos, entre otros) y van modulando su
interacción a partir del tipo de feed-back recibido (Renau, Oberst & Carbonell, 2012).
La participación frecuente en Facebook o Twitter moviliza una dinámica influenciadora sobre
el sí mismo, que puede ser positiva en tanto valida o invita a ajustar elementos propios
configurados, y permite la adaptación a los contextos porque se siente la necesidad de estar en
sintonía. En este sentido, Renau, Oberst & Carbonell (2013) afirman que “las redes sociales
estimulan el número de relaciones y por la frecuencia en que se reciben feedbacks en sus
perfiles, así como su tonalidad (positiva o negativa). De esta manera, un feedback positivo
contribuye a un autoconcepto positivo y al bienestar social y un feedback negativo lo disminuye”
(p. 162).
En este sentido, las redes sociales ponen en marcha una serie de mecanismos que generen
variaciones en el autoconcepto (Renau, Oberst & Carbonell, 2012). Uno de ellos, es la
autoobservación, ya que el individuo puede convertirse en un objeto para sí mismo y verse
desarrollando diferentes roles o papeles que le pueden dar una idea de quién es.
La autoobservación es un factor clave implicado en la formación del autoconcepto y en el desarrollo
de la identidad: las personas podemos convertirnos en un objeto para nosotros mismos y podemos
vernos desarrollando diferentes roles o papeles que puede darnos una idea sobre quiénes somos.
Interpretar roles nos puede convencer de que somos lo que representamos (Renau, Oberst &
Carbonell, 2012, p. 98).
48
La comparación social también es uno de estos mecanismos, ya que cuando nos encontramos
ante una situación ambigua buscamos en el entorno cercano la información que necesitamos
(Renau, Oberst & Carbonell, 2012; 2013).
La comparación social también es un punto clave para esta configuración, ya que frente a una
situación ambigua se busca en el entorno próximo la información que se necesita, por ejemplo, en el
comportamiento de los demás. En las RSO la comparación social es inevitable e incluso representa,
uno de los objetivos por los que los usuarios mantienen un perfil en estas redes, ya que le ayuda a la
configuración de su personalidad (p. 98).
Por otra parte, para los adolescentes y jóvenes las redes sociales se han convertido en una
especie de diario abierto, donde hay una sobreexposición de uno mismo. Participar en la red es
estar visible y esta es la que garantiza la inclusión en un mundo en el que prima lo comunicable.
Los adolescentes no sienten la necesidad de separar la vida online de la offline, sus relaciones,
sus amistades, sus aficiones, etc., convergen en la red, y ambos entornos funcionan y tienen
sentido uno con el otro (Ruiz & De Juanas, 2013). Korstanje (2008) analizando a Bauman afirma
el carácter confesional de las redes sociales ha afectado los límites que separaban lo privado de
lo público, por haber convertido en virtudes y obligaciones públicas el hecho de exponer
abiertamente lo privado, y por haber eliminado de la comunicación pública todo lo que se niegue
a ser reducido a una confidencia privada, y a aquellos que se rehúsan a confesarse.
Esto sucede porque, según Corredor, Pinzón & Guerrero (2011), las redes sociales están
oscureciendo las fronteras entre lo público y lo privado y haciendo que partes de las narrativas
interiores, confinadas tiempo atrás en los diarios personales, se conviertan en elementos
importantes del espacio público; “en vez de escribirle a un otro imaginario, los adolescentes
contemporáneos hacen públicos sus pensamientos frente a una comunidad de referencia que
valida la viabilidad comunitaria de dichos contenidos. Este tipo de diario abierto elabora la
narrativa interior imaginada para presentarla a una audiencia real” (p. 48).
49
“Esta experiencia del diario abierto aumenta las redes de encuentro y facilita la construcción de
sentido de comunidad en una etapa crítica del desarrollo. Esto es así porque las redes sociales son
un punto de intersección entre la representación personal y la comunidad, que les permiten a
ambas partes contribuir conjuntamente a la representación del individuo en el espacio virtual”
(Corredor, Pinzón & Guerrero, 2011, p. 48).
En las redes sociales, como dispositivos virtuales y narrativos, la interacción del adolescente y
joven con sus amigos y seguidores, lo dispone para la construcción de su identidad. En la
virtualidad, “se multiplican los patrones de comparación de los que disponía el self y es el
momento en que la persona entiende que su self está compuesto por múltiples y variados
fragmentos que no son originales de ella misma, sino que han sido tomados de las personas con
las que se relaciona” (Renau, Oberst & Carbonell, 2013, p. 165).
Para García (2012) las redes sociales se pueden entender como espacios sociales cargados de
configuraciones subjetivas y producciones de sentido, que permiten una construcción constante
de identidad. A través de publicaciones compartidas, el sujeto adolescente habla acerca de lo que
hay en el “aquí y el ahora” de su realidad; la posibilidad de que se pueda postear cada
movimiento que se da y perpetuarlo a través de una imagen o comentario, permite que se anclen
con fuerza elementos identificatorios que se refuerzan ante la mirada del otro.
Esta misma autora señala, la experiencia en una red social permite un proceso de reafirmación
en tanto formaliza elementos de la realidad al exponerse frente a un público, conocido como no.
El acceder frecuentemente a una interacción virtual, permite hacer un proceso de conciencia
dinámico y constante que amplía las rutas de construcción de sentidos del “sí mismo”.
La participación constante de la información de sí mismo en el perfil trae consigo una
intencionalidad, aquello que se quiere o no mostrar, este proceso requiere de una reflexión
constante acerca de proyectos de vida, de creencias y representaciones de la vida que implican ir
elaborando una forma particular de “ser y estar” por lo que las redes son un puente de
comunicación con la reflexión del sí mismo posibilitando momentos para resignificar, y
construyendo lenguajes propios “identidades” (p. 44).
50
En este sentido, se asume en espacios virtuales ocurren estrategias de manipulación
estratégica (Renau, Oberst & Carbonell, 2013); proceso consciente de presentación (fotografías,
descripción de intereses personales, hobbies, etc.) ante los demás con el fin de causar una
determinada impresión, controlando qué contenidos pueden ver sus diferentes contactos y
confeccionar el perfil según el público.
Los usuarios de RSO construyen una identidad online mediante una elección estratégica de qué
mostrar y cómo mostrarlo y cambian la representación que proyectan de sí mismos en función de la
aceptación del entorno social, lo que conlleva ser un factor nuclear para este modelado, esto se hace
evidente cuando existe una retroalimentación a través de la cual los jóvenes pueden legitimar nuevas
imágenes que están asociadas o no a su propia persona (p. 165).
Así, las redes sociales son puentes de comunicación con la reflexión del sí mismo
posibilitando momentos para resignificar y construir lenguajes propios o “identidades”. De esta
manera, ellas permiten se entretejan historias, formalizan aspectos de la vida diaria e inmediata y
logran resignificar aspectos relacionados con rupturas en tanto hay la posibilidad de una red
vincular, una red que ayuda a soportar y que sirven como espectadores de lo que se quiere decir,
de lo que se quiere mostrar (García, 2012). Las redes sociales online integran varias fuentes de
información personal, como pueden ser los pensamientos privados, las imágenes faciales, el
comportamiento social, etc. tanto propios como ajenos y, en este sentido, la persona capta y
genera diferentes expositores según el grupo de iguales (Renau, Oberst & Carbonell, 2013). Así,
para las autoras citadas los jóvenes y adolescentes reconocen que por la mediación de las redes
sociales virtuales su identidad es producto de la interacción social, por lo que construye su self
en cada momento y situación concretas y ante una “audiencia” determinada.
Las redes sociales son mediadores culturales, es decir, productos simbólicos de la realidad
sociocultural, los cuales interactúan con los sujetos posibilitando el desarrollo. Como éstas
albergan el contexto de las relaciones cercanas y mediatas, la acción de intermediarios es lo que
termina configurando los procesos identitarios. Se entiende entonces las redes sociales como
51
entornos simbólicos de socialización, que llega a ocupar y, en ocasiones a sustituir, otros
espacios de convivencia, consolidándose, poco a poco, como medio clave de la configuración de
la identidad de los más jóvenes; se convierten pues en referentes simbólicos que utilizan los
sujetos en el proceso de formación del sí mismo (Ruiz & De Juanas, 2013), fomentando un
diálogo intra e intersubjetivo, que potencia el pensamiento y las relaciones significativas.
Como en las redes sociales prima lo visual y volátil, se trata de un territorio simbólico en el
además de interacciones son rápidas, lo gráfico es la forma de plasmar lo que conocemos y lo
que sentimos. Para Ruiz & De Juanas (2013) esto conlleva procesos de discriminación y
selección de la información basados en criterios de rapidez, utilidad, eficacia y productividad, y
lectoescritores hipertextuales con el cual se priman varios lenguajes a la vez.
“Estamos ante un conocimiento inductivo. Predomina lo inmediato, todo es en tiempo real. En
este sentido, no se valora la reflexión, sino la capacidad de expresar en un mínimo espacio y de
forma inmediata, sentimientos e ideas. Se aprecia la capacidad de interacción social, de generar
prontas respuestas a un mensaje, de promover adhesiones, comentarios, entradas a nuestro
espacio virtual” (p. 106).
52
9. Conclusión.
Desde su aparición, las redes sociales virtuales se han posicionado como escenarios de
participación por parte de adolescentes y jóvenes. Las frecuentes publicaciones de otros,
movilizan a las formaciones internas de los usuarios a entablar un diálogo interno acerca de la
definición que se tiene de sí mismo.
Esta investigación permitió identificar que el tema de las redes sociales virtuales y su
influencia sobre la construcción identitaria, es un fenómeno que ha sido estudiado y abordado,
entendiendo que el contexto en los cuales se socializa e interactúa influye sobre este dinámico y
activo proceso.
La identidad con soporte de las redes sociales se configura de forma activa y apoyada en un
lenguaje audiovisual; los procesos comunicativos que emergen de participar en ella marcados en
un devenir de constante búsqueda de la mirada de los otros para la confirmación de la mera
existencia, hacen que la identidad se haga visible de un modo continuo, agregado, fragmentado,
almacenable y no controlado, donde la introspección pierde peso a favor de la extroversión y la
conexión permanente (Caro, 2012; Ruiz & De Juanas, 2013).
Se asume la construcción de la identidad como una realización compleja, un logro situado en
los procesos ciberculturales contemporáneos. La identidad, en las etapas de desarrollo de la
adolescencia y juventud, se constituye en una relación dialéctica sujeto-sociedad, y cuenta con
rasgos de flexibilidad y multiplicidad; es una construcción constante producto de las relaciones
entre los seres humanos, en donde el contexto virtual desempeña un rol fundamental.
De la interacción social producto del uso de una red social, las personas desarrollan
capacidades que permiten llegar a funcionamientos complejos. En el acto libre, de un
adolescente o joven de participar en ellas, por ejemplo, buscan valorarse y llegar a un estado
53
valioso de bienestar consigo mismo legitimando imágenes y percepciones que están asociados o
no a sí mismos. De igual forma, de ellas es posible emerjan zonas de desarrollo próximo grupales
o sociales, que sostienen procesos de aprendizaje individual y colectivo.
Como especialista en Desarrollo Humano, asumo la participación en las redes sociales
virtuales como una pauta cotidiana, que brinda oportunidades para generar reflexiones y
practicas transformadoras sobre otras formas de ser y estar. Desde ellas, a partir de una es posible
entablar un diálogo constante intra e intersubjetivo, donde las relaciones y las pautas de
interacción flexibles resulten en encuentros vitales que posibiliten la construcción de
conocimiento, generar experiencias significativas, el desarrollo de capacidades, descubrir
talentos, y sobre todo aceptarnos y aceptar al otro.
Por último, dado que este trabajo investigativo se situó como un ejercicio documental de
recopilación y análisis de investigaciones anteriores sobre el fenómeno de interés, los hallazgos y
conclusiones se consideran de carácter limitado, por lo cual se sugiere un ejercicio de campo que
involucre el uso de técnicas participativas con adolescentes y jóvenes, donde además se
contemple un abordaje diferenciado para las redes sociales más populares. Incluso, otra vía de
reflexión de este fenómeno puede estar encaminada hacia la niñez e infancia, pues es preciso
aclarar desde las etapas iniciales del desarrollo ya existe un contacto con escenarios virtuales.
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