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La Gestión del Conocimiento y la Gestión Tecnológica,
factores de la inteligencia competitiva Roberto Morales Estrella1
Víctor Antonio Acevedo Valerio2
Abstract
Las características que distinguen esta etapa de la humanidad en los últimos
30 años se centran el uso cada vez mas intensivo y cada vez mas generalizado
del conocimiento y de las tecnologías de información y comunicación, que han
dado origen a fenómenos tecnoeconomicos de alto impacto en todas las
sociedades del orbe, unos como usuarios y otros como generadores de
tecnología y de productos y servicios con alto contenido de conocimiento; la
constante es la polarización del bienestar, dado que mientras unos países
gozan de un bienestar sobrado, tres cuartes de la población mundial se debate
entre el pobreza y la miseria.
La diferencia la marca la forma y la intensidad que se genera y aplica el
conocimiento para la solución de los problemas fundamentalmente
económicos; las economías emergentes están buscando mecanismos y
procesos que les permita alcanzar mejores de niveles de competitividad, la
complejidad obliga a una nueva dinámica socio productiva; nuestra economía
es la numero 13 pero nuestra competitividad ha venido en descenso al grado
de estamos ocupando la posición 58 lo que nos obliga a gnerar alternativas de
solución.
Es en ester contexto que al revisar los diversos instrumentos para impulsar la
comopetivad de nuestras empresas se sugiere ampliar la cultura de construir
1 Profesor Investigador y Presidente de la Academia de Economía y Desarrollo Tecnológico Industrial en
la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. [email protected] 2 Profesor Investigador en el Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales de la Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, miembro del SNI. [email protected]
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modelos de gestión tanto del conocimiento como de la tecnología que sumados
a la Inteligencia Económica Competitiva (IEC) pueden impactar en un
incremento de la competitividad principalmente de las pymes.
En el presente trabajo se explica las bondades de la gestión del conocimiento
y el uso productivo de las tecnologías de información y comunicación, que
aplicado como un factor que se suma a los otros factores de producción
coadyuvan a la formación de capacidades innovadoras, y sientan las bases
para una adecuada gestión tecnológica, que a la luz de la creación (Esta por
promulgarse) de las normas oficiales mexicanas de Sistemas de Gestión de
Tecnología, serán los pilares de la construcción y aplicación de herramientas
como la inteligencia económica competitiva que de aplicarse de manera genral
como una cultura empresarial se puede lograr un cambio tecnoproductivo que
impactara en las estructuras empresariales y territoriales para que sen mas
competitivos.
La Sociedad del conocimiento. Y sus Asimetrías Hablar del conocimiento en la actualidad es referirse a uno de los aspectos
característicos de la época actual, sobretodo en materia económica dado que
se ha convertido en el recurso principal y fuente dominante de la ventaja
competitiva, tanto de las empresas como de los territorios incluyendo la función
publica y la gobernabilidad. No obstante que el hombre integra en su evolución
el conocimiento, porque sin él no existiría evolución en lo social, pudiera
haberse registrado una evolución biológica, como en las otras especies con las
que compartimos el planeta, pero la sociedad como marco interactivo y de
expresión de la inteligencia colectiva, no hubiera evolucionado, la civilidad
debiera ser expresión del conocimiento, el cual para una verdadera evolución,
debiera estar unido a los valores y la ética.
La fragmentación entre estos dos grandes elementos (Conocimiento y Valores)
ha demostrado, a lo largo de la historia, que en ocasiones las llamadas
sociedades mas civilizadas son las mas violentas e inequitativas, donde
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prevalece el dominio por el o los grupos mas fuertes, física, intelectual y sobre
todo económicamente, sabemos que las sociedades en su intelecto colectivo
se ven matizadas por su cultura y por su historia.
Desde la perspectiva económica dos elementos contribuyen a configurar la
llamada Sociedad del Conocimiento (Leonel Corona 2005), con ellos nos
referimos a las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) que hace
referencia a un nuevo paradigma que ha impactado profundamente la vida
actual desde finales del siglo pasado, al contarse con los medios para crear,
captar y divulgar información a una velocidad vertiginosa, expresándose en una
cada vez mas intensa actividad digital y traduciéndose en nuevas formas de
organización social y productiva. Claro el impacto no ha sido uniforme en todas
las sociedades del orbe, si no que han sido los países industrializados los que
mayoritariamente han registrado este proceso de digitalización social, desde
dos perspectivas, una es la de productores y comercializadores y la otra como
usuarios; la diferencia con los países de las llamadas economías emergentes,
es que éstas son únicamente usuarias de las llamadas TICs. Condición que les
hace transferir recursos hacia los países poseedores de las Tecnologías.
El segundo elemento lo constituyen los cambios en el ciclo Ciencia-Producción,
desde la inserción del fenómeno de la producción flexible y de la segmentación
de mercados, que dio origen a teorías como la de orientación al cliente, los
ciclos de vida útil de los productos, son cada vez mas cortos, siendo la
diferenciación el esquema que acelera los cambios y la necesidad de una cada
vez mayor de cantidad y diversidad de conocimientos, fenómeno que se
manifiesta en los diseños innovadores, que obliga cambios en los procesos y
en las estrategias de gestión de las unidades productivas, estas estrategias de
gestión encuentran su respuesta en las necesidades de certificación y
acreditacion, ya sea en el desarrollo de modelos de calidad, de tecnología e
innovación, y de Responsabilidad Social Corporativa, ámbitos de la empresa
que se orientan a la reducción de costos, eliminando desperdicios, e
impulsando la diferenciación, todo ello obliga a un uso cada vez mas intenso de
conocimiento y vinculación entre organizaciones.
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Por lo tanto como lo expresara Leonel Corona3 “la sociedad de conocimiento se
define a partir de una doble capacidad que surge de las posibilidades
tecnológicas de las TICs y de la nueva forma de la organización social de la
ciencia y la tecnología, para la solución de los antiguos y nuevos problemas,
surgidos a partir de la nueva dinámica, tecnológica y económica”.
Sin embargo este esquema no se da en una buena parte de las economías; por
ejemplo en México, la economía en términos generales se considera
importadora y usuaria de tecnología, antes que productora, está todavía en la
mesa de debates la demanda de algunos sectores de elevar a política de
estado la Ciencia y Tecnología, donde los procesos de desarrollo tecnológico e
innovación no son una constante de nuestro quehacer empresarial, la gestión
de conocimiento y la gestión tecnológica son conceptos extraños cuando no
incomprendidos para una gran mayoría de empresarios, tan es así que no hay
una alineación nacional respecto a I+D+I, los científicos, tecnólogos,
empresarios, academia y sociedad en sí, cada uno de ellos le dan una
connotación diferente.
Por lo tanto por sociedad del conocimiento debemos de entender el contexto
social donde el conocimiento es ya un factor productivo a la par del capital, el
trabajo y el territorio, donde éste ultimo también se configura en espacios
cognitivos en la medida que sus agentes económicos, públicos y sociales se
relacionan y configuran con el propósito de crear, potencializar y aplicar el
conocimiento para generar productos y servicios con alto valor agregado. Ese
es el problema fundamental de la economía mexicana, no obstante ocupar el
lugar numero 13, en materia de competitividad hemos descendido al lugar
numero 58.
Una de las explicaciones es, que contamos con un sistema de ciencia y
tecnología que se distingue por su falta de articulación, dado que las
interacciones entre agentes de sector productivo, administraciones publicas,
universidades y centros de investigación y desarrollo es casi inexistente, en las
3 Ob. Cit.
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ultimas fechas, algunas cámaras empresariales y asociaciones se están
preocupando por acercar a las empresas con las áreas de conocimiento, como
es CANACINTRA y ADIAT (Asociación Mexicana de Directivos de la
Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico) que han tenido
acercamiento con CONACYT y con el Foro Consultivo Científico y Tecnológico
además de realizar eventos de difusión y convergencia de organismos
internacionales y nacionales en materia de investigación y desarrollo con el
sector productivo.
Por ejemplo ADIAT acaba de celebrar el XIX congreso nacional y CANCINTRA
está por iniciar una Cruzada Nacional por un México Tecnológicamente
Competitivo. No podemos dejar de mencionar a la Fundación México-Estados
Unidos para la Ciencia (FUMEC) quien ha realizado una importante labor en la
promoción y difusión de la ciencia y la tecnología, entre otros organismos.
No obstante nuestro país se caracteriza, por una limitada capacidad de
producción, llámesele oferta, de conocimiento científico y tecnológico,
expresado en publicaciones y patentes o bien en competencias adquiridas en
la formación de capital humano; ésta incipiente oferta se materializa en la masa
critica de egresados con competencias científico técnicas y en los niveles e
formación y capacitación para incorporarse competitivamente en los diversos
mercados laborales, de igual forma se manifiesta en el numero de
investigadores tanto en el sector privado como publico, lo que evidencia la
ausencia o distanciamiento de las empresas y por ende de sus procesos
productivos y de gestión en general con la Investigación y Desarrollo, actividad
que las grandes empresas la consideran estratégica en el desarrollo de sus
fuerzas competitivas.
Como es el caso de Procter & Gamble (Tania Lara 2006) que cuenta con 7 500
científicos en nomina, mas de los que tiene la Universidad de Harvard, e
invierte mas de 2000 millones de dólares en investigación y 4000 mil millones
de dólares en Mercadotecnia; en México se ha empezado a despertar la
inquietud por la I&D en el sector privado, tan es así que en Querétaro existen
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mas de 30 CI&D privados, pero claro generalmente corresponden a grandes
empresas, en tanto que las pymes no han encontrado las estrategias
adecuadas para insertarse en esta dinámica.
Es por ello que se registra en nuestra economía una escasa demanda por parte
de este tipo de empresas, tanto de tecnología como de conocimiento y
recursos humanos altamente cualificados. Sumado a lo anterior está lo
referente a los recursos financieros destinados a este sector, en el 2000 se
destinaba el 0.37% del PIB correspondiendo a la parte empresarial el 30%; fue
para el sexenio 2001-2006 que se lanzó un programa de actuaciones y
reformas en materia de ciencia y tecnología, estableciéndose como objetivo
lograr en el 2006 destinar del gasto en Investigación y Desarrollo el equivalente
al 1% del PIB, como bien es sabido por todos, únicamente se ha alcanzado el
0.4% con una participación empresarial del 35%. La pregunta que nos
haríamos es ¿que va a pasar cuando ya no tengamos petróleo, ya que se ha
anunciado que la disponibilidad de este recurso es para 9.3 años, por lo que el
magro avance presupuestal que se registra en el sector, se perderá?
El planteamiento es impulsar el participación empresarial y construir una
política de estado en materia de ciencia y tecnología que supere la arquitectura
institucional actual, que revierta el esquema de exportar productos
manufacturados con bajo valor agregado, basados en la disponibilidad de
mano de obra barata y poco cualificada, tratando de aprovechar una ventaja de
aproximación geográfica con el mercado Estadounidense, ventaja que ya no lo
es dada la creciente competencia de las nuevas economías mas competitivas
como las de Brasil, Rusia, India y China, que por algo les llaman los gigantes
del futuro, ya que el peso de su economía pasara del 15% al 53% en el año
2025. Solo algunas empresas mexicanas que le apostaron a una estrategia de
innovación en sus procesos productivos están logrando sobrevivir.
Los hechos evidencian que la única opción que tiene México para hacer frente
a los efectos de la creciente globalización, es reorientando gradualmente sus
procesos y oferta de productos y servicios, hacia un mayor valor agregado
basado en la innovación; lo que implica que las empresas mexicanas
consideren al conocimiento y la innovación elementos fundamentales en sus
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estrategias de operación. Es de trascendental importancia el diseño y
aplicación de estrategias que articulen amplios procesos de aprendizaje, donde
se incluya el aprovechamiento de los recursos acumulados en las
universidades y en los centros públicos de investigación y desarrollo; la palanca
dinamizadora del modelo, es fomentar la vinculación entre ciencia y sistemas
productivos, fortaleciendo los mecanismos que permitan la cooperación. Así
como establecer vínculos entre las instituciones que acumulan las capacidades
de I+D+I y los demandantes potenciales del conocimiento, para su utilización
en los procesos de innovación. La baja demanda de ciencia y tecnología en las
empresas, explica su baja competitividad en los mercados internacionales,
dado que carecen de tecnología y conocimiento generado por ellas mismas.
Existe en el aparato productivo nacional una falta de cultura de innovación en
los procesos y en la gestión general de las organizaciones productivas, por lo
que la ciencia, la tecnología y al generación de nuevos conocimientos, no son
considerados como mecanismos clave en sus estrategias competitivas. Amén a
lo anterior prevalece concentrada la producción de conocimiento científico y
tecnológico en universidades y centros públicos de investigación; donde sus
investigadores obedecen mas al criterio de generar publicaciones, de corte
nacional e internacional, que solucionar problemas de los diversos sectores
económicos; se ha privilegiado a la ciencia básica en detrimento de la ciencia
aplicada, cuando tan necesaria es una como la otra.
Para salir de esta problemática, es menester diseñar y aplicar múltiples
estrategias para impulsar los niveles de vinculación y colaboración entre los
diversos actores, debiéndose intensificar la construcción de redes que permitan
acelerar la transferencia de conocimiento, ciencia y tecnología, con un carácter
sistémico para intensificar la interacción entre oferta y demanda.
La adopción de las reformas necesarias implica cambiar el patrón tecnológico
heredado ya que éste, ha prevalecido desde los inicios de la industrialización
en México, donde el elemento tecnológico fue considerado como un factor
exógeno y las necesidades de las industrias en este rubro, fueron satisfechas
mediante la importación, como ya es de todos sabido, situación que siempre
ha colocado en desventaja a las empresas mexicanas, ya que la tecnología
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adquirida se encarece cada vez mas y no ha generado el aprendizaje
tecnológico que nuestra realidad empresarial requiere. El propósito es cambiar
este comportamiento para que empresas e instituciones educativas, gobierno
(en sus tres niveles) y centros de investigación y desarrollo compartan riesgos
de la inversión para el desarrollo e innovación.
Si bien es cierto que los apoyos fiscales que se han venido aplicando, son
parte de una política de fomento a la I&D, también es cierto que registran
imperfecciones, que deben de subsanarse a la brevedad, ya que hasta ahora
han sido las multinacionales las que han sido mas favorecidas con estas
medidas, en el 2005 representaron el 25% del total de empresas solicitantes
pero acumularon el 60% de los estímulos otorgados ( Sanz Menendez 2007).
Lo anterior se explica por su mayor intensidad en I&D y en mayor tamaño de
sus proyectos, pero también por la laxitud con que se aplica la determinación
de lo que se consideran o no proyectos de Investigación y Desarrollo; esto a
propiciado que se apoyen proyectos con innovaciones marginales o bien
implantación a nivel de empresa de innovaciones desarrolladas en otros
lugares y que poco beneficio traen a nuestras empresas. Este esquema de
estímulos fiscales no ha impactado en la promoción de procesos de innovación
en las empresas pymes, sobretodo porque para que puedan ser objeto de
beneficio se requiere que registren ganancias, para poder tributar en el
impuesto y además la mayoría de las pymes no cuentan con la capacidad en
métodos y modelos para desarrollar procesos de innovación; es aquí donde se
manifiesta la necesidad de desarrollar aptitudes empresariales en materia de
Gestión del Conocimiento Organizacional y de Gestión Tecnológica, para estar
en posición de hacer prospectiva bajo el esquema de inteligencia competitiva,
lo que supera la visión cortoplacista, para ubicar a las actividades económicas
en una dimensión de inteligencia económica mas previsora.
La Gestión del conocimiento
Como elemento básico de competitividad
El contar con la utilización de Tecnologías de Información y Comunicación y
tener una economía abierta no es garantía de que estemos inmersos en la
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economía del conocimiento, la economía mexicana está abierta pero no
globalizada dado que el 89% de comercio lo realiza con el TLC y es usuario de
tecnologías de información, pero su aplicación en el país, para crear
conocimiento y agregar valor, deja mucho que desear.
Como ya se menciono, el conocimiento es el centro del paradigma social actual
por que es un factor productivo, se crea difunde y trasmite gracias a la intensa
conectividad y procesos de vinculación; hoy el valor se genera mediante el
conocimiento (Ruggles 2000) por lo que las empresas, si es que quieren seguir
en el mercado y o bien ser mas competitivas, tienen que cambiar sus formas de
operar, para ello es menester aprovechar la infraestructura de información que
ha venido a transformar la forma de hacer empresa.
Del mero procesamiento de datos ya hemos pasado a la conexión, lo que ha
cambiado la manera de generar valor, porque da lugar a una rápida
concatenación de ideas para agregar valor, en este esquema hay tres factores
que se retroalimentan entre sí, la rapidez, la conectividad y la intangibilidad; la
rapidez es al forma en que el tiempo se refleja en la empresa, la conectividad
es la forma en que se facilita el acceso en el espacio y la intangibilidad entra en
reciprocidad con la masa; donde la computadora es el instrumento de
comunicación y de redes. Cuando las actividades basadas en el conocimiento
se apoyan en las TICs, los participantes interactúan en esfuerzos coordinados
de coproducción creando e intercambiando nuevos conocimientos, por lo que el
propio desarrollo y aplicación de las Tecnologías de información y
comunicación, han ido creando las condiciones para desarrollar modelos de
gestión del conocimiento.
Esta actividad ha venido desarrollándose en las empresas, fundamentalmente
en las grandes las cuales han logrado incrementar sus ingresos notablemente,
verbigracia la Aseguradora Progressive Insurance, al aplicar un modelo de
gestión de conocimiento, sus ventas pasaron de 1.3 a 9.5 millones de dólares,
en Walmart se aplico el modelo de cross dockin y sus ventas pasaron de 44 a
44 mil millones de dólares (M. Hammer 2004). Existen tantos modelos de
Gestión del conocimiento como empresas lo hayan aplicado, de entre los
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cuales podemos mencionar a los de Arthur Andersen (1999)4 que reconoce la
necesidad de acelerar el flujo de la información que tiene valor, desde los
individuos a la organización y de vuelta a los individuos, de modo que ellos
puedan usarla para crear valor para los clientes, la estructura del modelo se
basa en dos sistemas que se complementan, uno de ellos lo constituye los
foros virtuales donde se tratan los temas de mayor interés de un determinado
servicio o industria, el otro es el aprendizaje compartido a través de discusiones
virtuales o reales en base a proyectos (Workshops), el papel de los individuos
que participan es el de compartir y hacer explicito el conocimiento para la
organización.
En tanto que el modelo de Gestión de KPMG Consulting parte de la pregunta
¿Qué factores condicionan el aprendizaje de una organización y que resultados
produce dicho aprendizaje? La respuesta la da el modelo a través de la
interacción de todos sus elementos, que se presentan como un sistema
complejo, en el que las influencias se producen en todos los sentidos, dentro
de los cuales considera la responsabilidad personal sobre el futuro, la habilidad
de cuestionar los supuestos, la visión sistémica, la capacidad de trabajar en
equipo, los procesos de elaboración de visiones compartidas, la capacidad de
aprender de la experiencia, el desarrollo de la creatividad, la generación de una
memoria organizacional, desarrollo de mecanismos de aprendizaje de los
errores, mecanismos de captación de conocimiento exterior y desarrollo de
mecanismos de transmisión y difusión de conocimiento.
Otro de los modelos que se han vendo aplicando es el KMAT ( Knowledge
Management Assesssment Tool) el cual es un instrumento de evaluación y
diagnostico construido sobre la base del modelo de Administración de
conocimiento organizacional desarrollado conjuntamente por A. Andersen y
APQC. El modelo contempla cuatro facilitadores: liderazgo, cultura, tecnología
y medición; para que se lleve a cabo el proceso de formación de conocimiento
organizacional, dicho proceso se centra en organizar, aplicar, compartir, crear,
identificar, capturar y adaptar.
4 Gestiondelconocmiento.com
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En estos esquemas no pueden faltar dos modelos de gestión del conocimiento
uno de ellos es el que mas se ha difundido y es el de la Teoría de Creación del
Conocimiento organizacional de Ikujiro Nonaka e Hirotaka Takeuchi (1999),
parte de una dimensión epistemológica (Conocimiento tácito y conocimiento
explicito) y de una dimensión antológica, ya que el conocimiento va avanzando
del individuo (Tácito) al grupo, a la organización y a la interorganización, donde
ya el conocimiento pasó a ser explicito. El proceso fundamental es
precisamente la conversión del conocimiento tácito en conocimiento explicito,
cuyo proceso se inicia con la socialización (Tácito/Tácito), para continuar con la
exteriorización (Tácito/Explicito), combinación (Explicito/Explicito) e
interiorización (Explicito/Tácito). En esta ultima fase es cuando ya se ha
transformado el conocimiento tácito en explicito.El otro elemento del modelo
son las condiciones posibilitadoras que se integran con la intención, la
autonomía, el caos creativo, la redundancia y la variedad de requisitos; el
siguiente elemento son las cinco fases de creación del conocimiento
organizacional: compartir el conocimiento tácito, crear conceptos, justificar los
conceptos, construir un arquetipo y distribuir el conocimiento. El soporte
estructural lo constituye el esquema de administración llamado Centro- Arriba-
Abajo. Finalmente el modelo del Factor Knova que es el de la creación de valor
a través del conocimiento (R. Tissen 2000); tiene en el centro de su modelo a
las personas y la motivación; coloca como pilares al mercado y a la estrategia;
a la estructura y procesos; y al conocimiento y sistemas; con procesos
interactivos logra construir seis capacidades: para anticiparse, para responder,
para producir, para crear, para aprender y para perdurar.
Los diversos modelos de gestión de conocimiento y las diversas
organizaciones que existen como la Fundación Iberoamericana del
conocimiento y la Comunidad Iberoamericana de Sistemas de Conocimiento,
nos brindan la oportunidad de hacer del conocimiento el factor económico que
genera valor agregado en todos los procesos organizacionales productivos, es
la herramienta que facilita la conversión de las empresas a unidades
innovadoras al acercarlas a los procesos del desarrollo tecnológico.
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La Gestión Tecnológica
En las empresas. Los numerosos diagnósticos que respecto al desarrollo tecnológico en México
se han realizado, generalmente convergen entre otras cosas en considerar el
incremento de la productividad con base al desarrollo tecnológico en las
empresas establecidas en el país, y sobretodo las pymes, está, definitivamente
fuera de toda consideración estratégica, por ello las diversas propuestas para
hacer de la ciencia y la tecnología, los medios idóneos, para hacer del aparato
productivo mas competitivo, demandan esquemas de gestión tecnológica.
En diversos foros se generado propuestas que pueden impactar positivamente
al desarrollo tecnológico, habrá que considerarlas instrumentos, donde la
gestión tecnológica se hace necesaria, tal es el caso en la propuesta de:
promover la colaboración y transferencia de tecnología del sistema publico de
investigación y desarrollo con las empresas, la de orientar las ayudas publicas
empresariales a apalancar la inversión privada en investigación y desarrollo e
innovación; la de promover acuerdos y consorcios de colaboración públicos-
privados, así como fomentar la descentralización regional de las capacidades
del sistema publico de ciencia y tecnología; todas ellas requieren de
instrumentos para implementarlas, dentro de los cuales los esquemas de
gestión tecnológica empresarial se erigen como los mas viables, para que las
empresas modernicen sus operaciones entorno al desarrollo tecnológico.
Es bien sabido que el aprendizaje y la innovación tecnológica no se dan
espontáneamente, pero la industrialización es un proceso que distingue a un
país considerado desarrollado, de una nación rezagada o bien socialmente
pobre; la base de la industrialización ha sido y será el desarrollo tecnológico,
esto ha sido demostrado a lo largo del siglo XX, donde se ha visto que las
economías mas desarrolladas y dominantes son las que cuentan con una
ciencia y tecnología que les ha permitido desarrollar su tecnología, por lo que
su productos que salen al mercado tienen un alto valor agregado.
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Obviamente en estas economías desarrolladas la Gestión es una actividad
natural en sus empresas, pero la pregunta que nos haríamos es ¿Qué lugar le
dan las pymes mexicanas a la gestión tecnológica? Seguramente el grueso de
las empresas ven a la gestión tecnológica como una acción circunstancial,
cuando tienen la necesidad de adquirir una maquinaria o equipo, pero el
desarrollo tecnológico implica, como ya es conocido en los ámbitos
especializados, la toma de decisiones de índole diversa ya sea económicas,
financieras, administrativas, técnicas y científicas, sin dejar de considerar las
sociopolíticas; por lo que la gestión tecnológica ha seguido un proceso histórico
enriquecido por incontables experiencias, y recientemente ha desembocado en
la formación de tecnólogos primordialmente a nivel de postgrados.
Pero la gestión tecnológica que hace falta realizar en las empresas mexicanas
no es igual a la que han venido realizando las grandes empresas de los países
ya industrializados; sobre todo en las pymes, que requieren de un tratamiento
diferente para dotarlas, mediante la gestión tecnológica, de una mayor
competitividad. Esta apreciación de generar esquemas de gestión tecnológica
ya ha encontrado una respuesta, aunque hace falta incluirla en el debate de
elevar a política de estado la ciencia y la tecnología; me refiero a la generación
de la norma oficial mexicana para la acreditación de la gestión tecnológica, la
Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo
Tecnológico ADIAT, ha sido una de las organizaciones que ha impulsado
fuertemente la creación de esta norma, al momento se encuentra integrado el
Comité Técnico de Normalización Nacional en Gestión de la Tecnología, donde
participan diversos Centros de Investigación y universidades, habiéndose
generado el proyecto de la Norma Mexicana de requisitos de un proyecto
tecnológico; el de terminología en Gestión de la tecnología que ya fue
publicado por el Instituto Mexicano de Normalización y Certificación, en el
Diario oficial de la federación el pasado 13 de Abril del 2006; para este año se
tiene programado terminar el de Sistemas de Gestión de Tecnología y el de
Auditoria en Sistemas de Gestión de la Tecnología.
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Estas acciones son de gran trascendencia para impulsar la gestión tecnológica
en las empresas mexicanas, sin embargo falta crear espacios educativos
necesarios para formar a los gestores, dado que actualmente los expertos en
materia de gestión tecnológica, son muy pocos, y la formación existente esta
orientada a nivel de posgrado (UAM, IPN-SIECAS, UNAM), solo una institución
privada tiene a nivel de postgrado la especialidad en Administración de
tecnología y únicamente una institución tiene a nivel de licenciatura un área de
énfasis (Economía y Desarrollo Tecnológico Industrial) cuyo perfil de egreso se
orienta a la Gestión Tecnológica; el sistema de Institutos tecnológicos tienen
un programa de formación de Innovadores orientado a la formación de gestores
tecnológicos y el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Hidalgo tiene
un programa de Células empresariales para la gestión tecnológica.
CANACINTRA esta instrumentando un Diplomado de Jóvenes Innovadores;
todos ellos son esfuerzos que denotan una preocupación por el desarrollo
tecnológico en el aparato productivo nacional, habrá que evaluar la efectividad
de estos programas y la posibilidad de integrarlos en un sistema nacional, con
una perspectiva regional, para darle el carácter sistémico y endógeno que cada
espacio territorial demanda.
Ciencia es la predicción de los acontecimientos bajo ciertas condiciones (de
validación) y el procedimiento consiste en la construcción y uso de modelos.
Para el entendimiento de un modelo es necesario partir de una proposición
conceptual que tiene como función primordial la comprensión de un conjunto de
fenómenos (en nuestro caso: Gerenciales, sociales, económicos, tecnológicos,
políticos, culturales y ambientales) y hacerlos predecibles (Niels Borh 1913,
citado por La barca 1980). Parte integral de los modelos son los instrumentos
metodológicos, que hacen posible aplicar un diseño conceptual.
Es por ello que los modelos se orientan al ordenamiento de conceptos que
identifiquen a los hechos y fenómenos que se registran. El punto de partida
para la construcción de un modelo es la observación de los fenómenos la
detección de la incongruencia o falta de una explicación coherente con la
información disponible (teorías o marco conceptual vigente).
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En razón a lo anterior, una de las mejores formas de impulsar el desarrollo
tecnológico en las pymes mexicanas, que las transforme en unidades
productivas innovadoras, es el diseño, aplicación y evaluación de un modelo de
gestión tecnológica. Uno de los promotores de estas acciones el Premio
Nacional de Tecnología que cuenta con un modelo de Gestión practico
contempla 6 funciones: vigilar, planear, alinear, habilitar y proteger; teniendo en
el centro del modelo: la implantación, los resultados de la organización, (como
utilidades, participación en el mercado y posición competitiva), derivan del valor
agregado de los productos y servicios que comercializa; considera el modelo
que la tecnología es un ingrediente para la competitividad. El esquema de
gestión contempla apoyar el desarrollo de practicas y procesos tecnológicos,
facilitar la introducción de tecnologías nuevas o mejoradas, favorecer la
creación, aprovechando las oportunidades técnicas; y las fases del modelo son
el diagnostico tecnológico, planeación tecnológica y cartera de proyectos.
Diversas organizaciones españolas en coordinación con la Sociedad Estatal
para el Desarrollo del Diseño y la Innovación (1999) elaboraron un Manual de
Innovación para pymes, donde el modelo de gestión se basaba
fundamentalmente en cinco variables, en el centro está el aprender, y en su
entrono el focalizar, capacitarse, implantar y vigilar; las innovaciones las divide
en tres rubros, la de producto que se sub-divide en tres, pre-estudio
(Generación de Ideas, selección de ideas, concepto del producto, test del
concepto, estrategia de marketing y análisis económico); Diseño (desarrollo del
producto y prueba del producto) e implantación (plan de marketing, test de
marketing, lanzamiento y comercialización). Innovación de proceso que
contempla la flexibilización de los sistemas productivos, la calidad el
cumplimiento de las exigencias ambientales y mejora de las condiciones de
trabajo; finalmente está la innovación en la gestión donde la participación en
redes de empresas y la internacionalización son factores determinantes, el
esquema incluye la construcción de ventajas en costes y ventajas en
diferenciación.
La Dirección Adjunta de Tecnología de CONACYT formó conjuntamente con
ADIAT (2005) un grupo de trabajo para desarrollar un modelo de introducción a
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la gestión de tecnológica, dicho modelo tiene como objetivo principal impulsar
el desarrollo de las empresas mexicanas independientemente de su giro y/o
tamaño, de hecho es una guía que ayuda a las organizaciones productivas a
enfocar, dirigir y utilizar al máximo los recursos tecnológicos con que cuenta y
los que requiere para construir su competitividad, permanencia y liderazgo en
el mercado. La perspectiva del modelo integra tres variables: conocimiento de
mercados y clientes; el patrimonio y capacidad tecnológica y la competitividad
de productos, procesos o servicios; para que mediante la planeación
estratégica y tecnológica se logren los resultados; el modelo se sustenta en
cuatro principios básicos como la identificación, selección, asimilación,
desarrollo y despliegue de tecnologías que constituyen elementos de
competitividad; la gestión de los conocimientos que generen el desempeño
distintivo de algún o algunos de las atributos de los productos y/o servicios que
ofrece la organización, aceptando la heterogeneidad de las empresas en
relación con sus recursos y capacidades; la ventaja competitiva se sostiene por
medio de barreras a la imitación, capacidades organizacionales difíciles de
replicar y acceso restringido a la competencia; finalmente la renovación de las
capacidades distintivas permite mantener la posición competitiva de la
organización a lo largo del tiempo.
Adjunto a este modelo de gestión tecnológica-CONACYT se desarrollo el
modelo de Prácticas de Valor de la Planeación Tecnológica, el cual abre un
espacio a la organización donde de manera deliberada y sistemática se
identifican y capitalizan los bloques de desempeño de equipos naturales de
trabajo en la organización; estos bloques de desempeño cruzan varios
procesos y unidades de negocio que aportan un valor distinguible a uno o más
de los ordenes de capital de una determinada organización.
Debiéndose entender por orden de capital una categoría de dimensión de valor
diferenciada, integrada a un sistema de capitales o cuentas de conocimiento, el
cual representa una unidad básica de vital importancia para las prácticas de
valor.
El modelo se integra con cuatro componentes, un ciclo de nueve elementos y
las prácticas de valor. Los componentes son: alineación de valor, codificación,
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Benchmarking nacional e internacional y adecuación a la pyme; los nueve
elementos son identificación y mapeo de categorización, alineación de valor,
benchmarking externo, análisis estratégico (benchmarking interno), desarrollo y
optimización, transferencia y aculturización (asimilación), homologación y
estandarización, comercialización y franquiciamiento y selección, y desarrollo
de sistemas digitales. Las prácticas pueden variar según el tipo de la empresa
pero generalmente son: planeación de tecnología, fuentes de financiamiento
para el desarrollo tecnológico, desarrollo de nuevos productos, posicionamiento
competitivo, y aprovechamiento de patentes para el desarrollo tecnológico.
Las formas y estilos de desarrollar modelos de gestión tecnológica son de una
gran diversidad, su construcción obedece a la situación real a la que se
enfrentan cada una de las empresas; las experiencias documentadas son ya
numerosas pero poco difundidas, sobre todo en las pymes, si bien es cierto que
existen sectores muy bien informados, la generalidad de las empresas,
adolecen de un gran desconocimiento. Por ello las acciones de difusión de
metodologías y experiencias deber ser tara de todos, cámaras, gobierno en sus
tres niveles, instituciones educativas y organizaciones sociales; ahora con las
normas mexicanas de gestión tecnológica se abren mas posibilidades de
impulsar el desarrollo de esquemas para generar el conocimiento y realizar la
gestión tecnológica necesaria para la competitividad.
La integración de la Gestión Del Conocimiento y Tecnológica En la inteligencia Competitiva La actuación de las unidades productoras en el contexto socioeconómico
actual, se lleva a cabo en un entorno que se ha venido configurando con la
participación de diversos elementos activos, si partimos de una perspectiva
sistémica vemos que la empresa se relaciona con otras empresas, con
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instituciones, grupos de individuos, sectores económicos, proveedores,
clientes, tecnologías, competidores; en sí con fuerzas económicas, políticas y
sociales, mediante una intensa interacción entre ellos, para lo cual, por
imperfectos que sean, existen mecanismos, reglas y estructura, donde se
registra una dinámica de cambio que representa incertidumbre y riesgo. Ante
estas condiciones resulta inoperante, si no es que inútil, una de planeación
basada en probabilidades.
Ante sucesos únicos que tienen probabilidad las empresas tienen que tomar
decisiones que comprometen para el futuro recursos actuales; la gestión del
conocimiento y la gestión tecnológica son instrumentos que ayudan a entender
la trascendencia de los cambios dado que al aplicarlos permiten visualizar
necesidades de adoptar las estrategias de manufactura para insertar las
cantidades suficientes de información, conocimiento y desarrollo tecnológico en
los productos y/o servicios y cuenten con las propiedades que los cambios en
el mercado demandan. Es por ello que es de trascendental importancia el
conocimiento de la dinámica del entorno, dado que un entendimiento deficiente
incrementa el riesgo al propiciarse mala orientación en las prioridades, así
como una deficiente ejecución estratégica, o bien una adquisición de la
tecnología incorrecta, además de una búsqueda ineficaz de nuevas
oportunidades.
Dado que el entorno precisa un entendimiento integral, es menester tener una
visión de 360°, es decir una perspectiva local y global, considerando un
horizonte hacia el futuro con líneas de acción claras, una capacidad flexible
para cambios y un permanente monitoreo del desarrollo de las estrategias.
Esta visión de 360° significa que desde el enfoque sistémico, se aprecie cómo
crecerá la economía a nivel regional, nacional e internacional; detectar a tiempo
los cambios en la distribución y crecimiento de la población, cuales de los
nuevos segmentos de mercado son más rentables y que crecimiento registran,
que nuevos competidores están surgiendo y cuales son sus fortalezas, que
nuevos esquemas de regulación están surgiendo y cual puede ser su impacto,
cuales serán los efectos de la convergencia tecnológica y que nuevos retos
impone, hacia donde se orienta la dinámica política y gubernamental.
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Lo anterior implica que se analicen los hechos consumados planteándose las
preguntas siguientes (Peter Drucker 1996): ¿Qué significan los hechos?, ¿Qué
oportunidades crean?, ¿Qué amenazas representan?, ¿Qué cambios exigen
en la forma que se organiza y maneja el negocio?, ¿Qué situaciones posibilitan
cambios que probablemente sean ventajosos? Estos cuestionamientos
facilitan, aunque no es suficiente, la comprensión y simplificación de lo que
acontece en el entorno para capturar e integrar la información clave, para la
realización de un análisis critico del entorno y dimensionar las fuerzas del
cambio como las tecnológicas, de mercado, y económicas, las cuales se
manifiestan en dos variables: Tendencias (patrones de comportamiento con
resultados esperados) o bien incertidumbres (cuyo resultado se ignora en
alguna medida). Estas variables impactan en las áreas de finanzas, tecnología,
investigación y desarrollo, ventas, Recursos Humanos y estrategia, con base a
lo cual se establecen las reglas de interacción para detectar los riesgos y las
oportunidades, lo cual no es tarea sencilla, si queremos identificar estas
condiciones antes que la competencia. La anticipación tiene en primer termino
que dimensionar la falta de información y el modo en que se obtiene (Fuentes)
y se procesa, con base a ello definir las tendencias y las incertidumbres; el
segundo paso consiste en crear la mejor base de supuestos sobre el futuro con
base a tres cuestionamientos básicos: ¿Qué nuevos tipos de beneficios se
deben de ofrecer a los clientes en el corto mediano y largo plazo?, ¿Qué
nuevas habilidades, capacidades y tecnologías se requieren para ofrecer los
beneficios mencionados? Y ¿Cómo se va a reconfigurar la relación con el
mercado, fundamentalmente con los clientes, en el corto, mediano y largo
plazo?
Para que la anticipación de las oportunidades se constituya en una ventaja
competitiva se requiere un proceso articulado entre tres elementos
fundamentales:
a) Identificación reoportunidades cuya capacidad se logra a través de la
Gestión del Conocimiento;
b) Contar con el soporte tecnológico estratégico adecuado, que se logra
con la Gestión Tecnológica y
c) La Inteligencia Económica Competitiva
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Entendiéndose por Inteligencia Económica competitiva (Julio Alcanzar 2006) el
proceso de colecta, análisis y uso sistemático y sistémico de información
respecto a hechos externos, que configuran las tendencias estructurales y las
incertidumbres, y que tienen un alto impacto en la planeación y operación y
tomas de decisiones de las organizaciones. Es la aptitud de convertir la
información en conocimiento para hacer de la anticipación a los cambio una
ventaja competitiva.
A partir de lo que ha sucedido ya, se va a crear el futuro, hacer una análisis de
fuerzas para definir las competencias centrales, precisando ¿para que es
buena la organización?, ¿que hace bien?, ¿que fortalezas le dan una ventaja
competitiva y a que deberán de aplicarse?; es tener un panorama claro donde
existe la necesidad de mejorar o actualizar las fuerzas existentes y donde hay
necesidad de adquirir nuevas fortalezas, lo que se debe y los que se puede.
Esta congruencia de fortalezas y cambios ocurridos permitirán a la
organización convertir lo inesperado en una ventaja y la incertidumbre en una
oportunidad, la condicionante es que la organización cuente con los recursos
de conocimiento suficientes y de capital intelectual para responder adecuada y
oportunamente. Es tener claro como encontrar información que otros pasan por
alto, haciendo interrelaciones que otros no ven, por lo que habrá de actuar de
manera organizada para focalizar lo trascendente, dar confiabilidad y
oportunidad en la toma de decisiones, en la utilización de los recursos
disponibles o a gestionar.
El proceso de Inteligencia Económica consiste en la realización de un examen
critico e informado del entorno, simplificando la complejidad, a través de la
construcción de escenarios como una nueva realidad posible, en la que se han
identificado con claridad las variables (tendencias e incertidumbres) y su
interacción. Su aplicación será cuando existen numerosos cambios, o bien
cuando hay una gran incertidumbre o se registran muchas sorpresas, incluso
cuando existen discrepancias al interior de la organización. Para que un
escenario sea de utilidad deberá ser relevante para la organización,
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consistente, con características propias (es decir original), y que refleje la
interactividad de las fuerzas a equilibrar desde una perspectiva sistémica. Los
procesos de gestión de conocimiento y de gestión tecnológica son facilitadores
de la inteligencia Económica Competitiva, al desarrollar prácticas donde el
Conocimiento, la investigación, el Desarrollo y la Innovación (C+I+D+I) son
factores productivos de una organización innovadora, con capacidad de
flexibilizar sus estructuras y procesos para responder a los cambios, tanto del
mercado como de las condiciones estructurales de su entorno, del cual deberá
entender, para localizar su ubicación en los procesos de vinculación y
articulación estratégica y no quedar al margen de los procesos de desarrollo
regional, si no por el contrario contribuir a la construcción de espacios
territoriales competitivos, con ello consolidaría su competitividad dándole el
carácter de sustentable.
Ya está generalmente aceptado que los esfuerzos innovadores sostenidos,
(capacidad empresarial y sectorial para generar e incorporar conocimientos)
dan respuestas creativas a los problemas actuales (Mendez 2005); dichos
esfuerzos resultan ser hoy, un factor clave para mejorar la competitividad de las
empresas y favorecer el desarrollo endógeno de los territorios, en beneficio de
su propias comunidades y del país en general.
Referencias:
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