I. DATOS INFORMATIVOS:
1. Dirigido a : Dr. Elva Lujan Castillo, jefe del Centro de
Salud Nueva Sullana
2. Fecha de ejecución : Lunes 10 de octubre del 2011
3. Lugar : Centro de Salud Nueva Sullana
4. Dirección : Avenida El Niño en Nueva Sullana
5. Practicantes : Interna Katty Michelli Fernández Núñez
Interna Norma Elizabeth Juárez Reto
6. Ps. Asesor : Ps. Julia Parra Villalonga
II. Fundamentación:
Debido a que son los padres los principales protagonistas en la educación de sus
hijos, los que presentan una gran influencia para generar cambios conductuales
en sus hijos, y las personas que más van a influir en el desarrollo personal y
social de sus hijos, consideramos de especial importancia esta charla de
entrenamiento en padres.
Esta charla de Padres y Madres consiste en un programa de entrenamiento en
técnicas de modificación de la conducta infantil, utilizando estrategias por
medio de las cuales se entrena a los padres a modificar la conducta de sus hijos.
Se persigue, fundamentalmente, modificar la interacción padres hijos con el
doble fin de fomentar la conducta socialmente exitosa y adaptada. El principal
objetivo consiste en informar y dotar a los padres de estrategias específicas para
afrontar las dificultades más comunes que surgen en la no siempre fácil tarea de
educar a sus hijos a través de la adquisición de conocimientos y técnicas que
aquí se presentan.
III. Objetivo General:
Informar y dotar a los padres de estrategias y habilidades específicas para
facilitar la tarea de educar a sus hijos y afrontar exitosamente las dificultades
que surgen en el proceso educativo.
IV. Descripción de las sesiones:
Objetivo
Específico Actividad Procedimiento Materiales Tiempo Responsable
Despertar el
interés de los
alumnos sobre
el tema a
desarrollar y de
esta forma
incrementar las
expectativas
hacia el taller.
Motivación
1. Bienvenida
El responsable del
taller se encargará
de dar la
bienvenida al grupo
de participantes.
5´
Int. Kattya
Michelli
Fernández
Núñez
Informar y dotar
a los padres de
estrategias
específicas para
afrontar las
dificultades más
comunes que
surgen siempre
en la tarea de
educar.
Construcción del
conocimiento
1. Presentación
del Tema:
Técnicas
básicas de la
disciplina
(anexo 01)
- Papelote
- Partici-
pantes
12´
Int. Kattya
Michelli
Fernández
Núñez
2. Presentación
del Tema:
Problemas
cotidianos
(anexo 02)
- Papelote
- Partici-
pantes
12´
Int. Kattya
Michelli
Fernández
Núñez
3. Presentación
del Tema:
Como afrontar
los problemas
matutinos
(anexo 03)
- Papelote
- Partici-
pantes
12´
Int. Norma
Elizabeth
Juárez Reto
4. Presentación
del Tema:
Rabietas
(anexo 04)
- Papelote
- Partici-
pantes
10´
Int. Norma
Elizabeth
Juárez Reto
Retroalimentar
a los padres
sobre los temas
tratados.
Transferencia
5. Dinámica de
Retroalimen-
tación
“Lluvia de ideas”
- Partici-
pantes 5´
Int. Norma
Elizabeth
Juárez Reto
Conocer la
opinión de los
padres acerca
del tema tratado
para considerar
aquellos
aspectos que se
deben mejorar
Evaluación
6. Autoevalua-
ción
(anexo 05)
- Hojas de
auto
Evaluaci
ón
- Lapicero
s
5´
Int. Norma
Elizabeth
Juárez Reto
V. MARCO TEORICO:
Anexo 01:
TÉCNICAS BÁSICAS DE LA DISCIPLINA
"Para la mayoría de los padres disciplina equivale al castigo y eso no es cierto."
Pero, la palabra disciplina significa realmente formar o enseñar, y combina tanto
técnicas positivas como negativas. Cuando se disciplina a los niños, se les enseña a
comportarse. Se les dan instrucciones antes de pedirles que intenten poner algo en
práctica. Usted se convierte en modelo de comportamiento para ellos. Les señala
una y otra vez aquello que están haciendo correctamente. Y cuando es necesario, les
indica lo que no hacen bien. La disciplina eficaz es señalar: «Eso está bien», cuando
el niño le lanza una mirada en busca de aliento mientras titubea. Cuando el pequeño
va a tocar un enchufe, es decir que no. Es ignorar cuando un niño intenta repetidas
veces interrumpir una conversación telefónica, pero también prestarle atención en
seguida, después de que haya esperado su turno pacientemente. Y es enseñar a un
niño más mayor que, aunque sea difícil, hay que saber renunciar a una disputa. Y a
veces se trata de permitir que se produzcan consecuencias negativas naturales de su
conducta cuando ésta no es la que los padres quieren. Los «síes» son muchas veces
más importantes que los «noes» porque con el sí el niño sabrá cuándo se está
comportando tal como los padres desean.
El ser padre o madre no se completa en un día y la disciplina no es un esfuerzo
intermitente. En ambos casos se trata de esfuerzos constantes y consecuentes siendo,
al mismo tiempo, eficaces y afectuosos con el niño.
Hay mucho que enseñar a un niño -valores, creencias y técnicas- y se requiere
tiempo. Además, el niño no estará siempre dispuesto a aprender la lección. Por ello
se sugiere que:
1. Los padres aprendan a relajarse, de ese modo podrán afrontar acontecimientos
imprevistos y esfuerzos baldíos con más calma y más eficacia.
2. Hay que examinar metas y necesidades del niño para saber lo que se puede
esperar.
3. Se debe hacer lo posible por ser constante y consecuente, diciendo lo que se
piensa y pensando lo que se dice, y mantenerse firme en ello. Y finalmente,
4. Se debe mantener una actitud positiva ante el oficio de padre, reteniendo en la
mente una imagen de cómo se quiere que el niño actúe y acordando indicarle los
comportamientos que se consideran inaceptables.
Habrá ocasiones para señalar aquello que no guste, pero una actitud positiva
reforzará la desaprobación del padre cuando ésta sea necesaria.
Las técnicas básicas para educar que se exponen detalladamente en este capítulo, y
que se usan repetidamente en las soluciones que se dan a lo largo de los siguientes
apartados son la base de Portarse bien. Se deben comprender a fondo antes de
empezar a aplicarlas para llegar a ser un padre más seguro y eficiente y para que el
niño tenga la buena conducta que el padre admira.
CÓMO ELOGIAR
"Consideramos que este apartado es uno de los más interesantes de las técnicas que
tenemos que emplear con los niños"
Es fácil para los padres centrar su atención en lo que los niños hacen mal y no darse
cuenta de lo que hacen bien.
Los padres están tan ocupados educando y cuidando de sus hijos que es fácil pensar
que la buena conducta está garantizada. Cuando todo va mal les es fácil sacar a
relucir otras diez fechorías. Caen en el error de criticar y todos acaban sintiéndose
mal.
La crítica constante combinada con pocos elogios da otros resultados. El niño
requiere la atención del padre y la conseguirá como sea. Si el modo de enfocarlo es
negativo, entonces el niño usará medios negativos para llegar a sus padres. Si éstos
se concentran en los hechos positivos, se conseguirá una mejor conducta como
respuesta, porque de este modo el niño obtendrá más atención.
Si no se está acostumbrado a elogiar al niño, puede resultar difícil al principio y en
un día que ya es agitado, puede parecer otra cosa más que recordar. Pero cuanto más
se aplique, más natural y fácil será. En seguida se comprobará que los elogios son
una influencia tan poderosa que sólo con unos pocos se puede lograr una nueva
conducta y con un poco menos se mantendrá el cambio.
A veces los padres temen que los niños se acostumbren a depender de los elogios.
Es posible que los elogios indiscriminados provoquen problemas con un niño
inseguro o que siempre haya sido el centro de atención. Pero se sabe por experiencia
que son más los niños que no reciben bastantes elogios que los que reciben
demasiados, y se sabe que los elogios pueden hacer milagros. Si se usan estas
directrices al aplicarlos, se comprobará muy pronto que el elogio es una técnica de
disciplina notoriamente eficaz.
COMO IGNORAR
Un modo eficaz de eliminar comportamientos específicos que irritan es
simplemente ignorarlos. Puede que, al aplicar esta técnica, le parezca que no está
haciendo nada en absoluto para cambiar las cosas, pero comprobará cómo al ignorar
sistemáticamente ciertos comportamientos, y actuando como si no existieran, se
consiguen resultados asombrosos. Cuando quieren, los niños hacen cualquier cosa
para conseguir la atención total e inmediata de sus padres. Saben exactamente lo
que más les puede alterar o irritar especialmente en los momentos más delicados, en
el recibidor de la casa justamente cuando llegan los invitados, por ejemplo, o
cuando se está hablando por teléfono 0 en la caja del supermercado. Si se puede
ignorar el comportamiento irritante cada vez que se produzca, el niño dejará de
actuar de ese modo.
La ignorancia sistemática es el arte de ignorar los comportamientos que desagradan
y prestar atención positiva a los que agradan. Nunca se debe hacer una cosa sin la
otra.
Sin embargo, antes de intentar esta estrategia, valore usted el comportamiento y
decida si se puede ignorar sin problemas. Es evidente que no se pueden ignorar
conductas peligrosas como correr por la calzada o subirse al frigorífico y tampoco
se pueden ignorar acciones intolerables como pegar y morder.
Otro punto a considerar: la ignorancia sistemática es una técnica que utilizan sólo
algunos padres eficazmente. En otros, sólo se consigue aumentar la tensión porque
su capacidad para ignorar es demasiado baja. Si éste es su caso, puede intentar
alguna otra de las soluciones que se ofrecen para tratar el problema.
USO DE EA TECNICA DEL DISCO RAYADO
No intente razonar con un niño que rechaza el «no» como respuesta. Este niño ha
aprendido que su perseverancia da resultados y que si él persiste los demás ceden al
final. El repetir varias veces «Pero, ¿por qué no puedo?» puede convertirse en algo
muy molesto, especialmente si ya se le ha contestado varias veces. No hay que
enfadarse , esto conduce la mayoría de las veces a un sentimiento de culpa en lugar
de al éxito. Tampoco hay que ceder. Si el ignorar no encaja con el carácter de
algunos padres o si no es factible en ciertos momentos, hay que intentar la técnica
del disco rayado. Esto significa que hay que responder con una versión adulta de la
misma conducta.
Es el caso de Evelin, que está dando la lata porque quiere picar algo antes de la
cena. En primer lugar no puede estar demasiado hambriento, y tampoco se le quiere
dar nada para no estropear su apetito para la cena. Se le explica la decisión que se ha
tomado de forma razonable una vez. Después, como respuesta a sus súplicas
adicionales, se le repite lo mismo, de forma corta como, por ejemplo, «No comerás
nada antes de la cena».
No importa lo creativos que se vuelvan los argumentos de Brian, repita sólo «No
comerás nada antes de la cena». Esta técnica es más efectiva cuando se simula
prestar poca atención a las quejas. Los padres deben continuar lo qué estaban
haciendo, cantando la respuesta cada vez que el niño ruegue de nuevo.
Se obtienen resultados interesantes. El niño puede reaccionar primero enfadándose.
Puede hacer una rabieta, gritar o quejarse. Pero sus peticiones Irán disminuyendo
porque se cansará de pedir y obtener siempre la misma respuesta. Si su
comportamiento es tan malo, que se hace necesario tomar medidas, aplicar la
técnica del tiempo fuera de juego o en el rincón No hay que perder la calma.
COMO RECOMPENSAR
Las recompensas de conductas deseables actúan como refuerzos que hacen que el
niño se sienta bien por lo que ha hecho y quiera hacer lo mismo más a menudo.
Proporcionan motivación.
La primera vez que el niño dijo papá o mamá, usted reforzó la conducta con
sonrisas y caricias. El niño comprobó lo agradable que esto era. La primera vez que
se encaramó a la mesa de la cocina y alcanzó la caja de galletas, su recompensa
fueron las galletas. En ambos casos, su conducta inicial fue recompensada por los
resultados. No siempre es fácil la elección de una recompensa apropiada para las
conductas correctas del niño. Es un tema de una labor detectivesca, sentido común y
un poco de imaginación para detectar qué le puede gustar al niño. Se sugiere
preguntar a los niños más mayores qué les gusta para así tener la información
necesaria, y también para poder seguir manteniendo el control de la selección.
CÓMO CASTIGAR
Todos los padres tienen firmes opiniones sobre el castigo y todos, lo admitan o no,
usan el castigo como una forma para enseñar al niño la conducta adecuada. Si se
manda al niño a su habitación, se le restringe el tiempo para ver televisión, se le
retira un juguete que adora o se exclama con firmeza ¡No! cuando un niño que anda
a gatas intenta encaramarse al fogón, se están empleando los principios del castigo
para modificar conductas.
Sería maravilloso poder educar a los niños utilizando sólo técnicas positivas, pero
no es posible. Para enseñarles patrones de conductas deseables, hay que hacer uso
de las consecuencias positivas y negativas. El castigo no debe considerarse
necesariamente como bueno o malo. Los autores no están en contra de su
aplicación. Están a favor del uso eficaz del castigo, con una buena técnica. Pero el
castigo solo no produce los efectos deseados. Ello se debe a que es totalmente
negativo. Enseña al niño lo que no debe hacer en lugar de lo que se debe hacer.
Cuando se utiliza aislado, sin el equilibrio de refuerzos positivos para conductas
adecuadas, no enseña al niño cómo reemplazar la mala conducta por otra más
aceptable.
Martita de tres años, se sube a una silla para coger un vaso. Su madre la baja de la
silla y la riñe por haber subido. Heather se echa a llorar y dice «Ya no lo volveré a
hacer, mamá». Esto es correcto de momento, pero ¿ha aprendido que hay tazas más
abajo o que la próxima vez debe pedir ayuda? Aprendió lo que no debe hacer, pero
no lo que debe hacer en el futuro. Además los efectos del castigo ocasional son
buenos pero cuando se usa un castigo muy a menudo, pierde eficacia.
Este es el clásico efecto de la adaptación y es una de las razones por las que no
recomendamos el pegar como una forma de castigo. Dado que el castigo es, a veces,
una técnica necesaria, la cuestión que se plantea es cuándo y cómo usarlo. Se
sugiere seguir los siguientes puntos básicos:
COMO USAR LA TÉCNICA DE MANDAR A UN NIÑO AL RINCON
La mayoría de las técnicas para hacer de padre no son nuevas. La del rincón lleva
mucho tiempo utilizándose. Se utiliza también con otros nombres, como la de poner
de cara a la pared o la de fuera de juego. En términos prácticos, significa apartar al
niño de una actividad o situación para que no pueda tomar parte en esa actividad o
recibir elogios y atención. Como técnica de castigo, puede ser muy eficaz si se
utiliza correctamente. Se deben incorporar los siguientes pasos en el plan:
CÓMO USAR LA SOBRECORRECCION
La sobrecorrección, tal como fue utilizada por el doctor Nathan Azrin, psicólogo, es
un potente conjunto de técnicas preparado para acabar con los comportamientos
indeseables persistentes. Utiliza consecuencias naturales para romper con los malos
hábitos y para enseñar comportamientos apropiados al mismo tiempo. Es una
alternativa extremadamente eficaz en lugar de gritar, regañar, pegar o cualquier otro
castigo que se utilice para tratar de hacer que los comportamientos desagradables o
difíciles se conviertan en aceptables. Funciona bien para comportamientos irritantes
comunes y hábitos nerviosos graves e incluso en comportamientos agresivos y
posiblemente dañinos.
Cuando se utiliza la sobrecorrección, se obliga al niño a «deshacer>> el perjuicio
que ha causado y después se le hace practicar (practicar y practicar) la manera
correcta de realizar la tarea o lo que se le pida. El niño repite el «antídoto» hasta el
punto que no quiere repetir más el comportamiento indeseable. Mientras tanto el
padre debe ignorar la resistencia, los llantos, las rabietas y seguir firme hasta el
final. Puede que esto no resulte fácil, pero es esencial.
Consideremos el siguiente ejemplo: El niño dibuja en la pared por enésima vez. Se
le debe decir que la pared está sucia a causa de los garabatos y que «alguien» tiene
que limpiarla para que quede bien otra vez. Déle al niño los materiales de limpieza
adecuados y supervise el proceso de limpieza. Después explíquele que la zona
limpiada ha quedado más clara que el resto de la pared, de modo que hay que
limpiar esa parte también (dentro de lo razonable, por supuesto).
Si el niño se niega, el padre debe decirle tranquila pero firmemente que comprende
cómo se siente pero que es evidente que no ha sabido limpiarla lo bastante bien y
que le enseñará con agrado cómo hacerlo. Tome la mano del niño y guíele
manualmente, incluso aunque se resista o se queja. Cuando la zona está limpia, se
debe preguntar al niño que muestre cuál es el lugar para dibujar. Si vuelve a escribir
en la pared, repita todo el proceso una vez más: «Oh no! La pared está sucia otra
vez. Necesitas más práctica en limpiar paredes Cuando termines puedes enseñarme
dónde se puede dibujar otra vez».
En la mayoría de los casos, ésta es suficiente motivación para que hasta los niños
más rebeldes dejen de escribir en las paredes. Esta técnica es eficaz tanto con niños
pequeños como con más mayores.
A veces la sobrecorrección hace maravillas con conductas que se acercan a la
obsesión. A Cathy, una activa niña de cuatro años, le fascinaban los interruptores v
enchufes eléctricos, jugar con conmutadores, desenchufar aparatos eléctricos, y
poner en marcha trituradores y ventiladores. Sus padres se habían encontrado todas
las luces encendidas a altas horas de la noche y el frigorífico descongelándose
tranquilamente al mediodía. La castigaron y se lo impidieron pero nada funcionó
por mucho tiempo.
TÉCNICAS BÁSICAS DE LA DISCIPLINA
Es cierto que los padres deben empezar en una etapa temprana a construir una base
para comunicarse con el niño, pero no se pueden esperar resultados hasta más tarde.
Pasar de más consecuencias con menos palabras, a más comunicación con menos
consecuencias es apropiado a medida que el niño entra en la adolescencia. En ese
momento, los padres tendrán cada vez menos control sobre las consecuencias en la
vida de su hijo.
Los padres que tratan siempre de razonar con un niño muy pequeño, comprueban
que el niño se hace más y más difícil al ir creciendo. Luego, cuando empieza a
actuar como un adolescente, intentan ponerse duros con las consecuencias fuertes.
Pero el adolescente que sólo está acostumbrado a las palabras a menudo se rebela
contra las nuevas restricciones más que el adolescente normal.
En general, lo mejor es usar más dirección con un niño pequeño y más
comunicación con un niño más mayor. Por ejemplo, decirle a un niño de dos años
que la estufa quema puede llegar a hacerle comprender con el tiempo que no debe
tocarla, pero retira la mano y decirle firmemente: ¡dio!, le hace comprender de
forma inmediata lo que se le quiere dar a entender. Por otra parte, un niño de trece
años al que se encuentra bebiendo cerveza puede necesitar un castigo, pero no
servirá de mucho si no tiene información sobre el alcohol y las drogas.
CÓMO ENSEÑAR AL NIÑO A RELAJARSE (O CÓMO NO ALTERARSE)
Los adultos tienen la tendencia a recordar la infancia como una época de
despreocupación, sin responsabilidades, urgencias, o problemas. Sin embargo, los
niños de hoy sufren presiones tremendas procedentes de muchas fuentes. Se les
presiona para que aprendan cosas como leer y sumar, incluso antes de entrar en la
escuela primaria. Saben que se espera de ellos que terminen la enseñanza media y
que cursen estudios universitarios. Muchas veces tienen que soportar las tensiones
que se crean a causa del divorcio, de los padres separados, de padres que trabajan,
de la persona que cuida de ellos durante el día, o de las horas que pasan solos en
casa. Los peligros de una guerra nuclear, los raptos, asesinatos y robos, son cosas
que les quedan grabadas por influencia de los padres o de los medios de
comunicación.
Las tensiones en el mundo de un niño pueden manifestarse por medio de síntomas
físicos como el insomnio, dolores de cabeza, enuresis, o molestias de estómago. O
bien tienen manifestaciones emocionales -enfado, represión, miedo que pueden
interpretarse como un problema educativo. No es posible que los padres lleguen a
aliviar todas las frustraciones del niño, pero sí lo es aprender técnicas de control de
estros que ayudarán tanto a los padres como a su hijo a afrontar las tensiones.
En las prácticas que se realizan con padres e hijos, se enseñan formas de relajación.
Sabemos por experiencia personal y profesional que la educación para disminuir el
estros cambia la vida de padres y niños. Es necesaria bastante práctica para aprender
estas técnicas, así que hará falta tiempo y perseverancia. Merecerá la pena.
Anexo 02:
Problemas cotidianos
5.1 EL NIÑO QUE NO AYUDA EN LAS TAREAS COTIDIANAS
Los padres consideran generalmente que las «tareas» son pequeños cometidos de
rutina relacionados con el hogar. Pero los niños las consideran, a menudo, como
obligaciones difíciles y desagradables que se les imponen cuando ellos preferirían
hacer otras cosas. Aunque las tareas tengan en realidad poca importancia pueden
causar estragos en las familias, especialmen~c cuando provocan una cantidad de
advertencias y disputas para lograr que se noven a cabo.
Se considera que cada miembro de la familia debe participar de la responsabilidad
de esos cometidos indispensables para que la vida sea más llevadera, especialmente
en las familias en las que trabajan ambos padres o en las que sólo existe el padre o
la madre. Si esta es una regla implícita csde el principio, el niño, probablemente,
crecerá con la idea de que ayutiar forma parte de su rutina diaria normal. Por
supuesto que no sugerimos que al niño se le deba agobiar con tareas en la casa, pero
unas pocas y simples responsabilidades ayudarán a sobrellevar el trabajo doméstico
y enseñarán al niño a cooperar.
Una de las principales quejas de los padres es que sus hijos son «irres ponsables».
No hacen las tareas que se supone que deben hacer o no las hacen bien hechas, con
ganas, sin advertencias o discusiones.
Se ofenden o se muestran resentidos o, simplemente, se «olvidan de acordarse».
Otros padres quieren saber cómo inculcar el sentido de la responsabilidad a sus
hijos. Una clave a recordar es que la palabra responsabilidad significa capacidad de
responder. En muchos casos, si un niño es capaz de hacer algo es razonable pedirle
que lo intente. He aquí lo que se sugiere.
5.2 NO QUIERE PRACTICAR
Se supone que la práctica lleva a la perfección, pero en cambio, produce a menudo
una frustración total. «Elisabeth insistió en tomar lecciones de guitarra, por
consiguiente le compramos una y buscamos un buen profesor» -dice una madre-.
«Ahora dice que la odia y conseguir que practique es una lucha diaria. ¿Debemos
insistir o rendirnos?»
Esta es una compleja situación puesto que hay muchas preguntas que necesitan
respuesta antes de decidir cuáles son las soluciones apropiadas a aplicar. ¿Cuándo
debe un niño empezar las lecciones y cómo deben los padres escoger el profesor o la
clase apropiada? ¿Cómo se puede estar seguro de que el niño está listo para esta
actividad? ¿Se trata de un niño desanimado o bien es rebelde o está ya sobrecargado
de actividades? ¿Cómo puede animarse al niño para que lo pase bien con esta
experiencia y se responsabilice del esfuerzo que requiere?
El objetivo a corto plazo en este caso, es conseguir que el niño practique. El
objetivo a largo plazo, no obstante, es ayudarle a descubrir y aprender nuevas
actividades agradables que le servirán en un futuro. Para conseguir ambos objetivos,
se puede probar alguna de estas soluciones.
5.4 EL NIÑO ADICTO A LOS VIDEOJUEGOS
Seamos realistas, los videojuegos son divertidos. A los niños les encanta esta
interacción con la pantalla, los gráficos, los efectos sonoros, la puntuación
automática, la habilidad que adquieren y la emoción de ganar o mejorar sus
puntuaciones. Los videojuegos también son educativos. Ayudan a agudizar la
coordinación ojos-manos, mejoran la capacidad de procesar la información a través
de diversos canales sensoriales simultáneamente y disminuyen el tiempo de
reacción. Además, son una forma de iniciarse agradablemente al manejo de un
ordenador.
En el otro lado de la balanza, están los niños que pasan a veces más tiempo jugando
con los videojuegos de lo que sus padres querrían, a menudo en detrimento de otras
actividades importantes como los deberes escolares. Si los padres consideran que el
niño está demasiado obsesionado con los juegos y con mejorar sus habilidades,
deben tratarlo mediante normas. Se debe valorar, no obstante, que, empachos casos
la fascinación por estos juegos es muy intensa al principio y después decrece.
5.6 OLVIDA O PIERDE COSAS CONSTANTEMENTE
Es humano olvidarse del almuerzo o perder el paraguas, pero algunos individuos lo
convierten en un hábito. Los niños son especialmente sensibles al síndrome de
olvidar y perder, un incidente natural pero que también es desesperante, consume
tiempo y es caro. «Mamá», dice la vocecita por teléfono, «he olvidado mis
zapatillas de deporte, ¿podrías traérmelas al colegio?» «¿Dónde está mi libro de
matemáticas? Osé que lo he traído a casa!».
En general los padres recuerdan todo lo relacionado con el niño antes de los siete
años. Después asumen que el niño puede aceptar una responsabilidad cada vez
mayor. No obstante, los niños más mayores se permiten el lujo de ser despistados
puesto que pueden contar con papá y mamá para que les echen un cable. Algunos
chicos mayores despistados consiguen recordar las cosas hasta que se distraen por
cualquier motivo. El distraerse con facilidad puede ser un síntoma de un trastorno
de la atención, pero habitualmente se trata sólo de despiste.
Recordar y planificar de antemano son facultades que deben cultivarse. Se ha de
intentar ayudar al niño a recordar con algunas de estas tácticas:
5.7 EL NIÑO INQUIETO
Aprender a estar sentado tranquilamente es uno de los logros más duros de
conseguir para un niño pequeño. Para el niño, incluso unos pocos minutos en los
que se ve obligado a esperar, pueden parecerle eternos. Es necesario que el niño
comprenda lo que los padres quieren decir con «estar quieto» y es crucial que los
padres sean realistas respecto a lo que pueden esperar de su hijo. Sin embargo,
incluso un niño muy pequeño puede aprender a estar quieto, durante períodos largos
de tiempo, ya sea en la mesa en la iglesia o durante un acto social.
Las soluciones que se describen más adelante serán de utilidad para que el niño
aprenda a sentarse tranquilamente sintiéndose a gusto. Se ha utilizado un método de
juegos, siendo las primeras soluciones más apropiadas para niños más pequeños,
mientras que las últimas van dirigidas a niños mayores. Los padres seleccionarán las
que se correspondan a la edad, a las aptitudes y personalidad de su hijo.
5.8 EL NIÑO QUE NO OBEDECE
Si el niño no quiere seguir las órdenes que se le dan, se crea una situación
exasperante, frustrante y enloquecedora. Al finalizar el día, los padres se encuentran
exhaustos de repetir, discutir, consentir o regañar. La primera cosa que debe
recordarse es que ha de darse un número de órdenes racional, puesto que el niño no
ha de convertirse en el botones. La segunda cosa que se ha de recordar es que hay
que ser amable y razonable en el tono y en lo que se solicita.
A menudo los niños caen en la costumbre de ignorar las órdenes porque saben
perfectamente bien que éstas se repetirán varias veces antes de que tengan que
responder. Han aprendido el tiempo exacto que tardan sus padres en enfadarse lo
suficiente como para obligarlos a obedecer. También saben cuándo los padres
probablemente desistirán y harán por sí mismos la tarea que les había sido ordenada.
Ocasionalmente, no obstante, la falta de respuesta es pura rebeldía y a veces se
produce porque se pide demasiado, demasiado rápido y no se expresa con la
suficiente claridad.
Si su hijo comprende las órdenes pero obedece raramente, intente estas soluciones
que se han demostrado eficaces.
5 9 ¿POR QUÉ, POR QUÉ, POR QUÉ?
Los niños comienzan a preguntar enseguida. Sus primeras peticiones van dirigidas a
los padres en forma de preguntas, puesto que los adultos controlan su entorno.
También controlan la cantidad de información. Las conversaciones con el niño
deben comenzar pronto, antes, incluso, de que el niño pueda entender realmente,
desde el momento en que se coge al niño en brazos (¡incluso antes de que nazca!) y
se convierten en un proceso continuo de interacción con él.
Las preguntas son naturales y normales y resultan una importante herramienta del
desarrollo del niño. Deben contestarse al nivel adecuado de su comprensión, con
una sensibilidad especial para el significado auténtico que hay detrás de ellas.
Proporcionan a los padres los medios para educar e informar a la vez. Además el
modo cómo se contestan estas preguntas influirá. más tarde, en las que el niño
pueda hacer.
Una de las cosas más importantes que los padres pueden hacer para estimular el
lenguaje y la curiosidad es contestar todas las preguntas de su hijo. Los niños entre
dos y tres años hacen preguntas sobre todas las cosas, pero si los padres siempre
están abiertos a charlar con ellos, sus preguntas se harán más maduras a medida que
crezcan.
No obstante, algunos niños plantean en un corto espacio de tiempo, más preguntas
de las que los padres pueden tolerar y además cada pregunta no puede tener una
respuesta en el momento preciso en que es formulada. Una vez la máquina de
preguntar se ha puesto en marcha en los más pequeños, es casi imposible detenerla,
especialmente si el niño no está-en realidadpidiendo información, sino que utiliza
las preguntas para atraer la atención o para evitar una situación, o para irritar a sus
padres hasta sacarles de quicio.
Las siguientes alternativas son sugerencias de cómo contestar las preguntas de los
niños de una manera práctica y de cómo los padres pueden afrontar los «porqués»
cuando los niños los utilizan con fines negativos.
5.10 EL NIÑO QUE NO ORDENA SUS COSAS
Muchos padres se quejan a menudo de que sus hijos parecen huracanes. Resulta
asombroso que niños tan pequeños puedan alterar el orden de una habitación. A los
niños les encanta desordenar y, de hecho, muy pocos son capaces de darse cuenta de
que hay desorden; cuantas más cosas hay esparcidas para jugar, más divertido lo
encuentran.
Pronto, no obstante, parece como si en el hogar los juguetes o las ropas se
reprodujeran solos y los padres están constantemente regañando al niño para que
limpie y ordene. Los padres terminan por hacer más cosas de las que deberían. Y lo
más grave, el niño aprende que alguien más limpiará por él.
Cada miembro de la familia debe responsabilizarse de arreglar su propio desorden.
Se ha de enseñar al niño a que comprenda la importancia de cuidar de sus
posesiones y de poner todas sus cosas en su sitio. Se le recompensará cada vez que
sea capaz de encontrar sus cosas cuando las necesite y el niño estará orgulloso de su
pulcritud.
Muchas veces, no obstante, uno tiene que precisar que «el sistema consiste en que
cada uno de nosotros se ocupe de sus cosas en casa». Lo ideal seria que esta norma
formara parte natural de la vida del niño desde la más temprana edad. Si esto no
sucede así, se puede rectificar con algunas de las siguientes alternativas.
5.11 EL NIÑO CON MALOS MODALES
«Joey, por favor, siéntate bien. No pongas los pies en la mesa.» «Denise, utiliza el
tenedor y no las manos.» «Jonathan, por favor, no hables cuando alguien más está
hablando.» ¿Le resultan familiares estas palabras? Los modales tienen una finalidad.
Hacen las relaciones humanas más agradables, poniendo de manifiesto lo mejor de
la gente con la que se está hablando y proporcionan una manera correcta de
comportarse en determinadas situaciones. Lo fundamental es que la buena
educación demuestra consideración hacia los demás.
Se puede ayudar al niño a desarrollar buenos modales mediante el ejemplo,
indicándole por qué los buenos modales son importantes y mostrándole lo que debe
hacer exactamente. Por otra parte, se ha de ser realista en cuanto a lo que se espera
de su comportamiento, que siempre estará de acuerdo con la edad, estadio de
desarrollo, aunque tampoco se ha de infravalorar su capacidad. Por supuesto es
importante que utilice correctamente el cuchillo y el tenedor pero el objetivo a largo
plazo es ayudar al niño a comunicarse positivamente con los demás de forma
agradable y correcta.
5.12 EL NINO QUE PINTA EN LAS PAREDES Y EN LOS MUELLES
Cada vez que Marvin, de dos años de edad, estaba lejos de la vista de sus padres, se
le podía encontrar redecorando las paredes de la casa con uno de sus creativos y
originales dibujos. Su madre le había dicho que no lo hiciera miles de veces pero
Marvin persistía. La madre acudió a los autores de esta obra en busca de consejo,
para saber cómo actuar frente a este comportamiento, entre otros. Se le indicó lo
siguiente. Obviamente, a los niños como Marvin se les debe indicar dónde está o no
está permitido escribir y los niños han de entender el significado exacto de las
palabras de los padres.
Anexo 03:
COMO AFRONTAR LOS PROBLEMAS MATUTINOS
6.1 LOS MADRUGADORES
Si el niño se levanta notoriamente demasiado temprano, ¿qué se puede hacer?
Si el niño tiene tendencia a no dejar dormir lo suficiente a sus padres, o preocupa a
éstos por su deambular por el hogar sin vigilancia, se le puede enseñar a volver a la
cama a dormir, o a jugar tranquilamente en la cama hasta que sea la hora fijada para
levantarse. Pero antes se debe determinar si el niño duerme lo suficiente.
De hecho. muchos niños necesitan dormir menos que otros. Una buena noche de
sueño puede ser de doce horas para algunos niños y de ocho para otros. En
ocasiones, el tener menos necesidad de sueño es un indicador de hiperactividad pero
normalmente es un mero reflejo de normas individuales.
Si el niño no duerme lo suficiente como para estar durante todo el día en buena
forma, se le debe enseñar cómo dormir más o cómo volver a tomar el sueño cuando
se despierta demasiado pronto. Si puede pasar con menos sueño que la mayoría de
niños de su edad sin que ello le ocasione problemas, el objetivo será enseñarle a
jugar en la cama o en cualquier otro lugar seguro, hasta que sea la hora fijada para
levantarse.
Para identificar las normas de sueño del niño, hay que hacerse las siguientes
preguntas:
1. ¿Ha dormido siempre menos horas que los niños de su edad?
2. ¿Cuántas horas duerme cada noche? Lleve un registro durante una semana y
luego saque la media de los resultados. ¿Cuál es su media?
3. ¿Existe una norma fija o las horas de sueño varían día a día?
4. ¿Está el niño de buen humor por las mañanas? ¿Aguanta hasta la hora de la siesta
o la hora de acostarse?
Si el niño duerme aproximadamente de una forma igual cada noche y está de buen
humor por las mañanas, significa que duerme lo suficiente para sus necesidades
individuales y los padres deben enseñarle a jugar tranquilamente en la cama, o antes
de irse a la cama, o antes de levantarse por la mañana.
Si, por otra parte, parece necesitar más sueño. pueden utilizarse las tácticas que se
indican a continuación para cambiar sus hábitos de sueño a fin de que duerma más
tiempo.
6.2 MAL HUMOR MATUTINO
Algunas personas se levantan con buena disposición y de buen humor por las
mañanas, pero no son todas. Las hay que se levantan de mal talante y ponen a todos
los demás de mal humor.
Todos -incluso los niños- tenemos derecho a estar de mal humor de vez en cuando.
Incluso algunas etapa del desarrollo pueden ser interpretadas como etapas con mal
humor. Por ejemplo, cuando a la edad de dos años los niños empiezan a establecer
su creciente independencia diciendo «¡No!».
Esto puede ser tomado por los padres como una negativa y como una actitud de mal
talante, pero no lo es en realidad. A medida que el niño se acerca a la pubertad,
tiende a estar de mal humor y a ser susceptible y esto es también un comportamiento
normal.
Si el niño está habitualmente de buen humor, pero se transforma inesperadamente
en un gruñón matutino puede ser indicativo de que algo le está
afectando Quizás duerme poco o está enfermo o tenso. Estos problemas no Silben
pasarse por alto y en otras partes del libro se profundiza sobre ello y se ofrecen
soluciones.
Esta sección está pensada como un abanico de soluciones para el trato Le los
gruñones matutinos, los niños que se levantan con el pie izquierdo. También se
pueden probar con los gruñones ocasionales.
6.3. ACTIVAR A LOS QIJE TARDAN EN VESTIRSE
El vestir a los niños por la mañana es una rutina diaria que puede sacar de quicio a
algunos padres. Un ejemplo: La mamá de Bradley, que tiene dos años, entra en su
habitación por la mañana para vestirle. Después de haber luchado contra varias
tácticas de retraso, pierde la paciencia cuando el niño insiste en ponerse en manga
corta en pleno invierno. Esto anima a Bradley a jugar al escondite con sus zapatos.
La madre furiosa exclama «Bradley, o te vistes o lo vas a pasar mal». Bradley
berrea y patalea, su madre le amenaza con pegarle un azote. Esto se ha convertido
en la batalla habitual de cada día. Sólo logra que se vista utilizando tácticas
negativas.
Otra escena: el desayuno está en la mesa, los huevos se están enfriando y el niño de
diez años sigue todavía en su habitación, tratando de decidir qué ropa se va a poner.
Con los niños pequeños a lo más que se puede aspirar es a lograr que el proceso de
vestirse sea lo más simple y agradable posible. Entre las soluciones se incluyen
algunas sugerencias para lograr que el proceso de vestirse sea divertido para el niño
y también algunos pasos para enseñar al niño a que aprenda a vestirse
independientemente. Entre dos y cuatro años los pequeños pueden aprender a
dominar las técnicas de vestirse. A los dos años pueden sacarse un vestido o un
abrigo. Aproximadamente a los tres, pueden ponérselos. A los tres y medio, sabrán
abrochar botones. A los cinco, la mayoría de niños pueden vestirse solos, excepto
para hacerse los nudos de los zapatos.
Si se logra que los primeros intentos de vestirse sean placenteros, se obtendrá menor
resistencia y mayor cooperación posterior. Una vez aprendidas las técnicas, se
puede intentar que el proceso se haga más rápido. Unas expectativas realistas junto
con una motivación positiva y una planificación lograrán que todo se agilice.
También se ofrecen soluciones para los niños que se visten de forma inadecuada o
para los que tardan demasiado en vestirse.
Antes de intentar cualquiera de estos métodos, hay que asegurarse de que se le está
dando al niño un tiempo adecuado para vestirse. A veces. todos estos problemas
pueden solucionarse simplemente con que el niño se levante un poco antes.
6.4 LOS QUE RECHAZAN EL DESAYUNO
¿Prefiere el niño no desayunar? ¿Es necesario insistir cada mañana para que el niño
tome su desayuno antes de ir a la escuela o de ir a jugar? Examine los propios
hábitos del desayuno, ya que el ejemplo es el mejor maestro. Si los padres se sientan
cada mañana a la mesa ante un apetitoso desayuno. el niño hará sin duda lo mismo.
Se debe intentar desayunar juntos. en familia, sin prisa y que la ocasión sea
agradable. Dé por sentado que a todo el mundo le encanta el desayuno y demuestre
que lo que se dice es cierto. Si a pesar de haber dado un buen ejemplo el niño no
desayuna, no haga de ello motivo de discusión. Intente algunas soluciones:
6.5 EL FRACASO DE LEVANTARSE
Un niño limpio es una joya, pero hay que tratar de ser razonable en cuanto a lo
«pulcro» que se quiere que sea el niño y en qué ocasiones. Ensuciarse es
completamente aceptable de vez en cuando y el hecho de lavarse no debe verse
como un castigo. Por otra parte, cada niño debe desarrollar un sentimiento de
orgullo de su propio cuerpo y aprender a cuidarlo. El dar un buen ejemplo ayudará
al niño a tomar buenos hábitos de limpieza, y al mismo tiempo crecerá con la idea
de que lavarse es divertido.
Los niños pequeños intentan lavarse solos, pero la mayoría no llega a lavarse
adecuadamente las manos sin supervisión hasta los cuatro años. Lavarse la cara
correctamente sin ayuda suelen hacerlo a los cuatro años y medio, mientras que la
pericia necesaria para bañarse solos la suelen alcanzar a los seis años. La limpieza
no tiene para los niños la misma importancia que para los padres, pero si se les
educa para ello en la más tierna infancia, llega a formar parte de la rutina diaria.
Nuestras soluciones empiezan con sugerencias para enseñar a los niños pequeños a
lavarse, a que el aseo se incorpore a la rutina diaria, para que sea fácil de aprender.
No hay que apresurarse. Hay que enseñar al niño que las rutinas del aseo pueden ser
divertidas. Si se piensa que el niño ha olvidado lavarse la cara, no le pregunte
directamente si lo ha hecho, pídale solamente que se lave porque la tiene sucia. Deje
bien claro lo que se espera y anímele sin criticar.
6.6 LOS REBELDES AL CEPILLO DE DIENTES
El lavado de dientes no ha de ser objeto de discusión, ya que todos los niños deben
aprender a lavarse los dientes al menos dos veces al día, preferiblemente después de
cada comida, y además hacerlo bien. Pasarse la seda dental es también
indispensable. Pero para algunos padres conseguir que los niños se cepillen los
dientes automáticamente cada mañana como parte del aseo cotidiano, se convierte
en una batalla diaria.
La mayoría de los padres entienden la importancia que tiene el cuidado de los
dientes. De todas formas y dado que los dientes del bebé no son permanentes,
algunas veces no lo toman en serio. La primera dentición crea la base para la
dentición definitiva. Las caries en la dentición primaria no son sólo dolorosas, sino
que también son potencialmente peligrosas, porque pueden conducir a una infección
o a una pérdida prematura de los dientes que afectarán el establecimiento de la
dentición definitiva.
6.7 RECOGER LA ROPA
Cuando los niños todavía gatean, a la mayoría les encanta recoger sus cosas. Ayudar
a papá o a mamá no es un aburrimiento, sino que es divertido y hace que el niño se
sienta importante. Les gusta poner la ropa sucia en el cesto y los desperdicios en la
papelera. Pero a menudo los niños no adquieren el hábito de recoger su ropa si
alguien lo hace por ellos. Cuando es un poco mayor, los padres de pronto cambian
los papeles y le dicen «esto debes hacerlo tú».
En principio lo mejor es que cada cual en casa sea responsable de sí mismo desde el
principio, pero con una planificación adecuada y con una guía firme y si los padres
le alientan, hasta el niño más descuidado puede llegar a reformarse.
Anexo 4:
Rabietas Descripción del problema. Las rabietas son más fáciles de reconocer que de
definir. Típicamente incluyen llorar, gritar, patalear u otras muestras de ira o
frustración. Conductas menos dramáticas comprenden las quejas persistentes, los
chillidos y la irritación.
Epidemiología. El 50-80 % de los niños de 2-3 años tienen rabietas al menos una
vez a la semana y el 20 % al menos diariamente.
El 60 % de los niños de 2 años con rabietas frecuentes continuarán teniéndolas a los
3 años. De éstos, el 60 % continuarán haciéndolo a los 4 años.
La prevalencia de «rabietas» explosivas permanece aproximadamente en el 5 % a lo
largo de toda la infancia.
Las rabietas importantes se acompañan a menudo de otros trastornos de la conducta
significativos, como trastornos del sueño o hiperactividad.
Las rabietas no se relacionan con el sexo o la clase social.
No existe una predisposición genética o familiar.
B. Etiología/factores contribuyentes.
1 Del desarrollo. Las rabietas aparecen cuando las emociones negativas de ira o
frustración exceden de la capacidad del niño para controlarlas. En los niños
pequeños, el conflicto entre el impulso por la autonomía y la dependencia
continua crea frustración y estros emocional. Qué vestir, qué meterse en la boca,
adónde ir y cuándo marcharse son muchas de las decisiones que los niños
pequeños querrían tomar independientemente pero que no pueden hacer. El
lenguaje, un medio crucial para la expresión emocional y la autorregulación, es
habitualmente demasiado inmaduro para servir de ayuda. En los niños mayores,
las rabietas pueden ser una conducta aprendida, reforzada por la adaptación de
los padres o, paradójicamente, por la intensa atención negativa que despiertan.
2Temperamentales. El temperamento desempeña un papel importante Los
niños nerviosos tienden a expresar sus sentimientos dramáticamente, los niños
obstinados son propensos a demostraciones más largas; es probable que los
niños con pautas de sueño o de apetito irregulares encuentren sus necesidades
frustradas más a menudo.
3 Ambientales. Las rabietas pueden asociarse con un cierto número de factores
ambientales, incluyendo el hacinamiento y el acceso limitado al exterior. Los
riesgos familiares del aumento de rabietas incluyen el estrés familiar, la
violencia doméstica, la depresión de los padres, el consumo de drogas, los
castigos corporales frecuentes y la incapacidad de marcar límites firmes.
4 Orgánicos. Las infecciones respiratorias altas recurrentes, las alergias
respiratorias, los trastornos del sueño, las pérdidas de audición, los retrasos del
lenguaje y el trastorno del déficit de atención con hiperactividad (TDAH) se
asocian todos ellos con un aumento de las rabietas. Las rabietas también pueden
estar incrementadas en el autismo, en las lesiones cerebrales traumáticas y en el
retraso mental grave.
II. Reconocer el problema.
A. Signos y síntomas. Las características clínicas que diferencian las rabietas
normales de las problemáticas se muestran en la tabla que acontinuación
veremos
B. Historia: preguntas clínicas clave.
1. ¿Qué pasó exactamente la última vez que su hijo tuvo una rabieta? ¿Qué lo
provocó? ¿Qué hico su hijo? ¿Cómo respondió usted? ¿Fue un episodio típico? Un
relato paso a paso de un episodio reciente concreto puede proporcionar información
crítica sobre lo que el padre o la madre quiere expresar por «rabieta» y sobre sus
antecedentes y factores reforzantes. Asegurarse de preguntar sobre las
consecuencias posteriores (como castigos al día siguiente o de premios especiales
que puedan ofrecerse porque los padres se sienten mal por haberse enfadado tanto).
2. ¿Cuántas veces las rabietas terminan con que el niño consiga lo que quería?
Cuando los padres capitulan después de una rabieta particularmente prolongada, de
forma inadvertida están enseñando al niño a volver a repetirlo durante períodos cada
vez más largos. En el lenguaje de los conductistas, las conductas mantenidas con un
refuerzo intermitente son especialmente resistentes a su extinción.
3.¿Las rabietas aparecen también en la escuela además de en la casa? Los niños
habitualmente son capaces de «contenerse» cuando están delente de sus
compañeros. Las rabietas en la escuela pueden sugerir que el niño está
experimentando un nivel más elevado de estros en la escuela debido a dificultades
para aprender o para comportarse socialmente. Cuando un niño se comporta bien en
la escuela, pero no en la casa, la atención debe dirigirse a las pautas de las relaciones
familiares.
Características clínicas de las rabietas inexplicables
1. Un alto grado de preocupación, irritación o tristeza por parte de los padres
2. Las rabietas constituyen un problema si los padres así lo creen
3. El padre 0 la madre no cuenta nada positivo respecto al niño
4. El niño tiene más de 4-años o menos de 1 año
5. Las rabietas se presentan tres veces al día o más y duran más de 15 mio
6. Las rabietas ocurren regularmente en la escuela
7. Las rabietas se asocian a destrucción intencionada de objetos valiosos,
ataques a otros niños,autoagresividad.
8. Existen otros múltiples trastornos de la conducta (p. ej., del sueño, del
aprendizaje o de la interacción con los compañeros
4. ¿Están interés las rabietas en el comportamiento normal de la fa milla? Las
rabietas requieren una inmediata atención si están motivando que los padres eviten
ir a la compra, contratar «canguros» o invitar amigos a su casa.
5. ¿Tiene el niño otros problemas de conducta, como hiperactividad, enu resis o
conductas agresivas dirigidas contra sus amiguitos o herma nos? Una pauta de
problemas múltiples de conducta sugiere la necesidad de una evaluación psicológica
más completa.
6. ¿Cómo se sienten cuando el niño coge una rabieta? Si los padres informan de un
enfado extremo, vergüenza 0 culpa, estos sentimientos deben ser atendidos para que
la intervención tenga éxito.
7. ¿Cuándo se va el niño a la cáma? ¿Tiene rabietas a la hora acostarse? ¿Ronca,
respira irregularmente, duerme intranquilo o se despierta a menudo? Los trastornos
del sueño sugieren cansancio como posible factor contribuyente. El horario irregular
de acostarse y las rabietas a la hora de dormir pueden indicar una falta de estructura
o un fallo por parte de los padres en señalar unos límites concretos.
8. Cuando el niño está contento, ¿cómo lo demuestra? ¿Expresa todas sus
emociones intensamente? ¿Se obstiina en desasí ar a los demás hasta que lo supera
o, al contrario, se distrae con facilidad? Estos problemas exploran los factores
temperamentales contribuyentes. En ausencia de otras características preocupantes,
un niño nervioso y obstinado en ocasiones tiene rabietas intensas y largas que
pueden ser normales.
9. ¿Muestra el niño las rabietas más con el padre o con la madre? Las relaciones
familiares pueden desempeñar un papel en el mantenimiento de las rabietas. Si
ocurren más con uno de los progenitores (habitualmente la madre), puede ser porque
sea más ambivalente al fijar los límites. Es posible también que el otro progenitor
esté socavando sutilmente la autoridad de su pareja.
. Observaciones de la conducta, exploración física y pruebas. El proporcionar unos
cuantos juguetes adecuados para la edad permite observar las habilidades de juego
del niño (una indicación del nivel cognitivo y de la atención), así como su
disposición a cumplir con la instrucción de recogerlos. No hay hallazgos físicos
específicos, pero los signos de alergia («ojeras alérgicas», el pliegue alérgico), las
otitis crónicas y la hipertrofia adenoidea (respiración bucal) pueden ser de ayuda.
Un registro por escrito de las rabietas anotando la hora, duración, causas
precipitantes y consecuencias puede ayudar a controlar la extensión del problema y
cualquier mejoría que se produzca.
III. Tratamiento.
A. Objetivos primordiales.
1. Identificar los factores contribuyentes y, cuando sea posible, solucionarlos.
2. Aliviar la angustia de los padres ayudándoles a comprender la conducta de su hijo
y corrigiendo las expectativas poco reales y los temores.
3. Ampliar el centro de atención, incluyendo el bienestar emocional a largo plazo
del niño identificado y la calidad de las relaciones familiares
Estrategias de tratamiento iniciales
1. Poner la casa «a prueba de niños», con objeto de reducir el número de ocasiones
en que los padres se ven obligados a decir que «no».
2. Permitir que los niños pequeños realicen pequeñas elecciones frecuentes, todas
dentro del terreno de lo aceptable (p. ej., «¿Quieres tomarte la leche en el vaso azul
o en el rojo?»).
3. Limitar las frustraciones atendiendo al temperamento del niño y sus ritmos. Los
niños activos pueden necesitar correr cada día; los niños que tardan en «calentarse»
precisan más tiempo para acostumbrarse a un nuevo ambiente; los niños que tienen
hambre cada día a las 5 de la tarde necesitan tomar una merienda antes de cenar.
4. La negativa debe ser irrevocable. Muchos padres dicen «no» cuando realmente
quieren decir «me parece que no». Cuando el niño protesta suficientemente, el padre
0 la madre cede, recompensando con ello la rabieta. Los niños rápidamente
distinguen entre los «NOes» duros («No se juega con los cuchillos») y los «NOes»
blandos («no hay galletas antes de cenar») y rara vez sufren rabietas a causa de los
primeros. Los padres necesitan aprender a elegir sus enfrentamientos
cuidadosamente y planearlos para ganar. Ignorar es una manera efectiva de impedir
las rabietas o, al menos, de evitar reforzarlas. En algunos casos, sin embargo, dejar a
un niño en medio de una rabieta puede hacer que éste se sienta más descontrolado y
que suba de tono. Además, cuando los padres empiezan a ignorar las rabietas, éstas
pueden intensificarse durante un período de días 0 semanas antes de empezar a
ceder. Las instrucciones específicas a los padres sobre cómo reaccionar pueden ser
útiles, por ejemplo: «Sepárese a dos pasos. Continúe haciendo lo que estuviese
haciendo. No hable o hable sólo con un tono de voz neutral. Si su hijo está cerca de
un objeto duro, mueva al niño o al objeto. No deje que el niño se haga daño o cause
daño a nadie».
6. Asegurarse de que las rabietas no amenazan la autoestima como declaraciones
humillantes después de la rabieta. Los padres deben hablar de «perder el control» en
lugar de «portarse mal» y evitar hablar mucho de la rabieta después.
C. Criterios para consultar con un especialista.
Si estas estrategias no conducen a una rápida mejoría, puede estar indicada una
evaluación más amplia. El tratamiento estará regido por la valoración de la
etiología. En algunos casos, las intervenciones efectivas pueden incluir sugerir a los
padres encontrar grupos de juego u otros apoyos sociales. La consulta con el
especialista puede ser necesaria para el tratamiento de la depresión materna o
paterna, el la violencia doméstica u otros problemas familiares. En general
recomendamos la consulta al psocólogo siempre que los dos padres estén de
acuerdo y consideren bueno otra opinión.
Anexo 05:
ENCUESTA DE SATISFACCIÓN EN ACTIVIDADES PSICOLOGICAS
Nombres y Apellidos: …………………………………………………………………………………………………
Domicilio:…………………………………………………………………………………………………………………..
Fecha:………………………………………………………..
Indique su grado de satisfacción respecto a: (Marque con una x)
1. El tema ha sido muy importante para mi
2. Los materiales utilizados han sido muy bien elaborados.
3. El ponente sabía mucho del tema.
4. El ponente fue muy claro en sus explicaciones.
5. La ponencia fue muy ilustrativa.
Muchas gracias por su colaboración!
MUY
DE
ACUERDO
DE
ACUERDO
EN
DESA-
CUERDO
INDIFE-
RENTE
VI. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
I:\1 Técnicas básicas de la disciplina.mht
I:\2 Problemas cotidianos.mht
I:\3 Como afrontar los problemas.mht
I:\4 rabietas.mht
mhtml:file://I:\5 Psicólogo Infantil Atención Psicológica a la
infancia#niroba.mht
Norma Elizabeth Juárez Reto Kattya Michelli Fernández Núñez
Practicante Practicante
Carrera de psicología Carrera de psicología
Julia Parra Vallalongo
Asesor de prácticas pre profesionales
Universidad César Vallejo
PRESENTACION:
La Charla para Padres consiste en un programa de entrenamiento en técnicas de
modificación de la conducta infantil, utilizando para ello estrategias por medio de las cuales
se entrena a los padres a modificar la interacción padre(s)-hijo(s) con el fin de fomentar la
conducta socialmente adaptada y exitosa.
El entrenamiento en padres se basa en el criterio general de que gran parte de las conductas
infantojuveniles se desarrollan y favorecen inadvertidamente en el hogar, a través de
interacciones desadaptativas entre padre/madre-hijo.
Debido a que la conducta se aprende desde los primeros momentos de la vida del niño,
consideramos que este tipo de programas permite dotar a los padres de estrategias
específicas para evitar problemas que puedan influir negativamente en el desarrollo
personal del niño evitando o atenuando de este modo los posibles fracasos que puedan
producirse a lo largo de su vida y permitiendo una adecuada integración del niño en su
entorno social, una mayor capacidad para lograr la satisfacción personal y, en suma, una
mayor comunicación en el ámbito familiar
A lo largo de esta charla se aplicaron de forma estructurada distintas fases en las que se
fueron introduciendo a los padres en el manejo de diferentes técnicas de intervención
cognitivo-conductual.
AGRADECIMIENTO:
Agradecemos a nuestras supervisoras y asesora por brindarnos los conocimientos
necesarios para realizar este taller, así mismo agradecemos a nuestras jefas inmediatas por
brindarnos el material necesario para la ocasión, así como la oportunidad de ofrecer estos
conocimientos a la población beneficiaria
I. DATOS INFORMATIVOS:
1. Dirigido a : Dr. Elva Lujan Castillo, jefe del Centro de
Salud Nueva Sullana
2. Fecha de ejecución : Lunes 10 de octubre del 2011
3. Lugar : Centro de Salud Nueva Sullana
4. Dirección : Avenida El Niño en Nueva Sullana
5. Practicantes : Interna Katty Michelli Fernández Núñez
Interna Norma Elizabeth Juárez Reto
6. Ps. Asesor : Ps. Julia Parra Villalonga
II. EVALUACION DE OBJETIVOS:
2.1. Objetivos Generales:
Informar y dotar a los padres de estrategias y habilidades específicas para
facilitar la tarea de educar a sus hijos y afrontar exitosamente las dificultades
que surgen en el proceso educativo.
2.2.Objetivos Específicos:
o Despertar el interés de los alumnos sobre el tema a desarrollar y de esta forma
incrementar las expectativas hacia el taller.
o Informar y dotar a los padres de estrategias específicas para afrontar las
dificultades más comunes que surgen siempre en la tarea de educar.
o Retroalimentar a los padres sobre los temas tratados.
o Conocer la opinión de los padres acerca del tema tratado para considerar
aquellos aspectos que se deben mejorar.
III. TEMAS DESARROLLADOS
Temas Dirigido a Fecha N° de participantes
Pautas de crianza
Padres de
Familia
10 de
octubre
24
IV. LOGROS:
o Se logro informar y dotar a los padres de estrategias y habilidades específicas
para facilitar la tarea de educar a sus hijos y afrontar exitosamente las
dificultades que surgen en el proceso educativo.
o Se logro despertar el interés de los alumnos sobre el tema a desarrollar y de esta
forma incrementar las expectativas hacia el taller.
o Se logro Informar y dotar a los padres de estrategias específicas para afrontar las
dificultades más comunes que surgen siempre en la tarea de educar.
o Se logro retroalimentar a los padres sobre los temas tratados.
o Se logro conocer la opinión de los padres acerca del tema tratado para
considerar aquellos aspectos que se deben mejorar.
V. DIFICULTADES:
o Todos los padres no pudieron concluir la charla debido a que los llamaban para
su consulta.
o El ruido producido por los participantes y por los otros servicios.
o El ruido producido por los niños.
o Tiempo cortó para todo lo expuesto.
VI. SUGERENCIAS:
- Contar con equipo multimedia.
- Alargar el tiempo de duración.
VII. REFERENCIA CONSULTADA:
I:\1 Técnicas básicas de la disciplina.mht
I:\2 Problemas cotidianos.mht
I:\3 Como afrontar los problemas.mht
I:\4 rabietas.mht
mhtml:file://I:\5 Psicólogo Infantil Atención Psicológica a la
infancia#niroba.mht
ANEXOS:
1. Materiales entregados:
(SE ADJUNTAN LOS DIPTICOS, TRÍPTICOS U OTROS MATERIALES
ENTREGADOS A LOS ASISTENTES)
2. Imágenes fotográficas del desarrollo de las sesiones:
3. Registro de asistencia de la población beneficiada:
4. Resultados de la Encuesta de satisfacción:
5. Constancia: ( Como facilitador de la actividad emitida por el centro de prácticas)