26VOCERRANTE (7)
Apertura (Sobre White Man Sleeps II, por Kronos
Quartet):(Andante tranquilo)Las palabras vagan, yerran, buscan. Van
y vienen por ah hasta que encuentran un refugio. En las manos, en
los ojos, en cualquier cosa que las rescate del olvido.(Ral) Este
es el sptimo programa de VOCERRANTE.Bienodos y bienodas.
RalA pesar de coincidir de a pares, uno a uno, en cada vuelta de
la Tierra, la noche es ms antigua que el da.Ms antigua, porque al
principio fue la noche.Ms antigua, porque la noche es un ro que no
tiene naciente.Ms antigua, porque en la noche slo te internas.Ms
antigua, porque tiene ms silencios.Ms antigua, porque tiene ms
meandros.Ms antigua, porque en ella la extensin del da se pliega y
se repliega,Ocupando en un doblez todas sus horas.Ms antigua, por
lo que sus vientos son vientos recuperados,Su roco es de lluvia
pasada,Sus gritos de miedos anteriores,Sus caminos de huidas
mortales,De deserciones descubiertas.De ruegos atvicos.
Y lo nico nuevo son las sombras. Las sombras como piel de la
noche. Nudos de la luz y el pensamiento.Todas las sombras estn
desnudas. Palpar una sombra en la noche es desnudar a la noche.
Porque una sombra en la noche muestra los lmites de su contorno. La
noche tiene forma en esas sombras. Siluetas donde se recorta su
cuerpo descansado sobre toda la ciudad.Ya que la noche es un
fluido, su cuerpo es nico e indivisible. Todo lo que vemos y
palpamos, atravesamos y perseguimos son sus contornos, subiendo y
bajando, entrando y saliendo, doblando y siguiendo. Pura piel, solo
piel, interior y exterior de la piel. Continuidad de la
piel.DanielEn efecto, hemos realizado ciertos experimentos con la
noche, que nos permiten elucidar su caracterstica fluida, con
corrientes similares a las que se verifican en el seno martimo,
pero tan suaves, lentas y ligeras, que a veces lo confundimos con
un permanente roco.Observando un punto de referencia determinado,
una hoja mustia, una mirada evocativa, una voz o cualquier otro
sonido, durante el lapso de una noche, es posible detectar un
movimiento claro que se independiza del movimiento habitual de
rotacin del planeta.Dichos movimientos resultan equivalentes a los
que resultaran previsibles para un cuerpo flotando en un lquido,
slo que sucediendo ms despacio, ralentado en una proporcin de uno a
nueve mil.As, por ejemplo, no es posible mantener un beso en el
mismo sitio. La pareja de la experiencia, a la que se le pidi
conservar el beso en un mismo lugar a lo largo de toda una noche,
experimentaron movimientos ondulatorios y circulares que
correspondan exactamente con los observados respecto de una gota de
roco a la que se mantuvo a una altura estable merced a artefactos
de control de la gravedad.As tambin, los viejos marineros pueden
dar testimonio de la necesidad de dar unos grados ms de estribor o
babor a la direccin del timn, para corregir cierto arrastre de la
nave en la direccin contraria, correcciones que no se anotan, ya
que se estiman dentro del factor atribuible a la imprecisin
esperable en sus instrumentos, pero que estudiadas y examinadas
estadsticamente, devienen regulares y coincidentes con las
corrientes proyectadas de acuerdo a la teora que denominamos de la
noche fluida.La noche fluida se viene investigando desde centurias.
Pero slo ahora contamos con los instrumentos de precisin adecuados
para las conjeturas correspondientes.Suelte usted una palabra en el
aire de la noche y ver que no acude en lnea recta a su
destinatario, sino que se detiene en una pequea vuelta antes de
alcanzarlo, fenmeno que a veces comn y errneamente atribuimos al
cansancio o distraccin del otro.Ocurre lo mismo con la refraccin de
la luz, y con la mecnica de los cuerpos sutiles en el espacio. La
noche fluida, pues, posee gran cantidad de evidencia coherente y
acumulativa, no pudindose establecer an su fuente ni su
desembocadura, razn por la cual se trata de una nocin que slo
resulta accesible, de momento, en los crculos de los
especialistas.
RalLa nocturnidad, la nocin de nocturnidad es directamente
accesible a cualquiera de nuestros sentidos. Hay un sabor de la
noche, un olor de la noche, un color de la noche, una textura de la
noche, un sonido de la noche. Todos particularmente
reconocibles.Puede darse la noche espontnea?O la noche es resultado
de una larga construccin?Una enorme cavidad. Una cavidad enorme. Un
horno sin paredes que pudiera habitarse.Un horno sin paredes que
horneara panes. Panes de harina de sal de la tierra.Panes amasados
por la humedad del roco y la tibieza de la Luna. Panes como peces.
Peces que se mueven y deshilachan a travs de la bruma.Primer Tema:
Nieblas del Riachuelo, de Cobin y Cadcamo, por Daniel Binelli en
bandonen y Eduardo Isaac en guitarra (03:40).Acabamos de escuchar,
Nieblas del Riachuelo, de Cobin y Cadcamo, por Daniel Binelli en
bandonen y Eduardo Isaac en guitarra.
RalCuando ces el abrigado susurro, las bocas secas del cuerpo
fueron replegadas. Otros ruidos, ajenos, violentos y cercanos
acudan a la casa. Un seco ardor se instal sobre su piel. spera y
dura, como un manto de sal sobre los huesos.l se levant. Ella no
estaba.Lleg hasta el bao, y se tir como estaba bajo el chorro de la
ducha.Un alivio inexpresable. Y un ansia desmayndose en su estmago,
como una erupcin de flores artificiales.Despus, se visti y sali a
la calle.Mir hacia ambos lados, sin percibir ninguna huella. Trampa
de las ciudades. Ninguna estela por donde seguir un paso. Ninguna
incisin en la tierra. Slo la imagen de los gestos.Sinti un fuerte
nudo en la garganta, que no le permita enhebrar palabras ni
sonidos. Cmo llamarla. Sin su cuerpo y sin su nombre.Volvi a la
casa. Se mantuvo un rato sentado sobre la cama, tragando una saliva
seca por la faringe. Oli la humedad silvestre de sus cuerpos
suspenderse desde la superficie de las sbanas.Se estir hasta el
cajn de la mesita de luz. Adentro haba una tijera. La tom entre los
dedos, y tomando un extremo de la sbana, comenz a hacer jirones con
ella. Primero lenta y prolijamente, y enseguida, arrancndola de su
trama, desgarrndola.Haba perdido las palabras. Pero no el murmullo
de los rganos. As que leves quejidos, aullidos, estras de las
cuerdas, se unan a los rugidos de la rotura, como un nico dolor
asimilado.Fue arrojando los pedazos hacia el suelo, donde se
apoltronaban en un abandono despojado.Terminada la operacin, meti
la mano dentro de esas tiras acumuladas, y extrajo tres o cuatro
largas y sinuosas, que at a las rejas de la ventana abierta. Quera
que los jirones esparcieran el aroma. Como toda seal de vida, como
todo suelo y pertenencia.El aroma es ms propio, santo, ntimo y
elemental que el nombre. Barco quieto, cuya vela pende de un mstil
afirmado en tierra firme.No volvi a acostarse en la cama que
desacomod con Ella. Durmi en el piso, en el bao y contra las
paredes.Dos semanas pas observando las alternativas de la tela,
hasta que la vio desgajarse, endurecerse y partirse
abandonadamente. Tomo un jirn de esos jirones y ponindoselo al
cuello, dejndolos caer sobre la espalda, como hilos de una capa
destruida, ech a andar, dejando abiertos el portal y su alma.
Las miradas destien en la noche, borroneadas por el flujo de las
sombras. Tanto as que pods ahogarte en una mirada, si no respirs a
tiempo.
La noche es prdiga en hallazgos, ya que en ella todo se
distingue, todo se destaca, todo es causa de reparo y atencin. Como
si la gravedad tuviera suspensos los objetos y pudieras alcanzarlo
todo slo con alzar o estirar tu mano.
Hay especmenes que slo habitan en la noche. Incluso especmenes
del reino mineral. Existen ciertas piedras que slo pueden ser
halladas a determinadas horas de la noche. Durante el da, vuelven a
ocultarse, o la intratable luz del Sol las invisibiliza.
DanielPor ese fluido es que el silencio de la noche es ms
espeso. Pero as tambin, ms maleable.Como un manto alrededor de las
cosas, va desplegando y decantando el fluido de la noche. Por eso
es que slo durante la noche es posible transportar voces, rocos,
almas y silencios. Ya que el fluido aporta densidad a los cuerpos
sutiles.Y entonces es posible realizar criaturas con las manos,
modelando el aire, el viento o las cortinas.RalUn guijarro arrojado
a un estanque, suena a ochenta mil kilmetros ms all de su cada en
el agua.El sonido de un prpado viaja por la noche como un pequeo
estrpito.Las caricias entonas diferentes melodas.La piel, la
continuidad de la piel, la piel en la piel de la piel, frotada por
la piel en la noche, suena, alto y claro.Todo es una cuerda
sensible y estirada.
DanielContinuidad de las noches.Hay una serie de viajeros de la
noche, denominados los noctmbulos, que la persiguen a travs de su
trnsito por los diferentes husos horarios del planeta. As, estos
noctmbulos le huyen permanentemente al da, introducindose cada vez
que amenaza con aparecerse, de nuevo en la noche.Estos viajeros
llevan registro de sus movimientos desde antiguo. Y han notado que
cada vez que cruzan del da a la noche, deben aadir un plus de
fuerza o velocidad a su movimiento, para internarse nuevamente en
ella. Ese plus de fuerza o velocidad da cuenta de una resistencia,
resistencia slo explicable a travs de la idea ya mencionada de la
noche fluida. Ese fenmeno deviene constatado por la mayor facilidad
con la que se puede efectuar el movimiento contrario, de la noche
al da, para lo cual el movimiento siempre parece excedido, debiendo
retenerse un poco de su mpetu, para no caer o aparecer corriendo
del otro lado. RalEl grito que lanzamos al comienzo de la noche, a
medida que la noche avanza, se distiende, adelgaza y finalmente, se
difunde en su interior. Como una pincelada espesa al interior de un
bosque.La huella que seguimos al interior de la noche, se va
hundiendo cada vez ms en ese barro azul que la condensa, hasta
disiparse y confundirse con l.El avance de la noche, hacia el
interior de la noche, es cada vez ms hondo y fcil. Como una cueva
que avanzara a travs nuestro, y no al revs. Confundiendo dentro y
fuera, rosa y laurel, llanto y risa.Entonces, llegados al nervio, a
travs del nervio, atravesando el nervio de la noche, toda
ramificacin es posible. Y pueden tocarse todos los destinos.
DanielEl fuego en la noche, el fuego en la noche avanza ms lento
y sinuoso que por el da. Casi parece un reptar o una danza.
Mientras que en el da el fuego sencillamente sube, slo bisbiseado
por el viento, en la noche el fuego ondula en suaves arabescos, y
hasta consigue formar crculos horizontales.La Luna con agua La Luna
con agua es la evidencia ms popular de la noche fluida. As como la
atraccin de las mareas, que no es sino la multiplicacin
proporcional de la masa acutica con la correspondiente a los jugos
de la noche.
RalSegundo Tema: Sour cest rivage, Gauthier de Coincy, siglo
XIII, por Anne Azema (04:03)Acabamos de escuchar Sour cest rivage,
Gauthier de Coincy, siglo XIII, por Anne Azema
RalA poco de crearse la noche,Antes, mucho antes que el da y que
el Universo,La materia de mis ojosYa te buscaba.
RaulSemillas que crecen en la epistemologa.Cuando el mundo poda
contarse en una noche estrellada.Cuando todo lo que poda conocerse
caba en una charla.Cuando cada suceso, razn o sentido tena forma de
relato.Entonces la ciencia nos acompaaba.
DanielEl mineral tiene una memoriaMs antigua que la mirada.Pero
los huesos nos perturban,Porque han mirado.
RalUn mapa en el agua Slo seala los vientos.Un mapa en el
vientoSlo seala las voces.Un mapa en las vocesSlo seala el
silencio.Un mapa en el silencioSeala la noche.
RalCuando an la ciencia no separabaLo vivo de lo vivo,haba una
botnica de las piernasY una zoologa de los ptalos.Luego se
desgarraron los cuerposQue continan levantndose sobre las huellas.Y
se inmoviliz a las floresQue a pesar de todo siguen temblando,
DanielUn cuadrado no existe en la naturalezaNingn bicho tiene
ruedas.Un centmetro no mide otra cosa que centmetros.Slo hay
excepciones.Dos ms uno es tres,Tres ms uno es cuatro.Todo nmero
descansa en otros.Cada uno de ellos slo da cuenta de su
inestabilidad.
RalManipulacin de la ortodoxia:Saber el nombre de las cosasSin
que las cosas sepan su nombre.
DanielTodos los mortales mientenYo soy mortalEntonces vivo para
siempre.
RalEl 18 de marzo de 1902, en la Sociedad Musical Vienesa,
Arnold Schoenberg estrenaba su sexteto de cuerdas La noche
transfigurada, sobre un poema de Richard Dehmel del mismo ttulo,
del que leemos sus versos 19 al 36: DanielElla camina con paso
torpe.Ella levanta la vista; la Luna fluye sobre ellos.Sus ojos
oscuros se ahogan en la luz.La voz de un hombre habla.Que el alma
de ese nio que t has recibido,No sea una carga.El tenue brillo de
la Luna envuelve al universo. Juntos atraviesan aguas heladas pero
hay una llama en cada uno que se aleja de s y que abriga al
otro.Esa calidez transfigura al extrao,Ella dar vida a ese nioY el
hombre en nio tambin ha tornado.
l posa su mano en las caderas de ellaMientras en el aire se
mezclan sus alientos.Dos personas caminan a travs de la alta noche
brillante.
RalEl estreno de la obra de cmara fue llamativamente curioso.
Particularmente en virtud del uso de un acorde de novena invertido,
no previsto en la clasificacin de acordes y que, por ende, no
exista, de acuerdo a las normas de armona vigentes. Era
inexistente, por inconcebible. Y era inconcebible por
inclasificable. A continuacin, entonces, un fragmento de esa msica
imposible.
Tercer Tema: de La noche transfigurada de Arnold Schoenberg, el
fragmento Seher breit und langsam (compases 229 al 369), por el
cuarteto Lasalle. (09:47)Acabamos de escuchar de La noche
transfigurada de Arnold Schoenberg, el fragmento denominado con la
indicacin Seher breit und langsam (compases 229 al 369), por el
cuarteto Lasalle, con Donald McInnes en segunda viola y Jonathan
Pegis en segundo violoncello.
Separador: ESTAMOS EN VOCERRANTE
RalEl da est colonizado por el delirio. La noche, en cambio, est
habitada por el sueo. El sueo, que bien puede deslizarse en las
distancias infinitas, estiradas, recurrentes, en la prolongacin de
las huellas, en la disipacin de las marcas, en la anulacin de toda
verticalidad.Cmo esconder una sombra en la sombra?. Cmo dar asilo a
la noche en la noche?. Slo a travs de la ayuda de otras sombras, el
cobijo de otras noches. Capa sobre capa de sombras, siembra sobre
siembra de noches.El corazn de la noche est en el fuego que agrupa.
Hasta alcanzar el fuego azul que calienta sin quemar, que ilumina
sin arder, que se abraza a las cosas sin consumirlas.
DanielLas flores nocturnas, aquellas que slo se abren de noche,
suelen ser, por razones de polinizacin, mucho ms fragantes que las
del da. El da es la necesidad. La noche la cultura. El da la
ferocidad. La noche la ternura.
Sobre Psalom for strings, por Kronos QuartetRalLas flores
nocturnas. Secretas en lo secreto. Abrindose en el recato de la
verdad. Despertando en el silencio. Acudiendo en la oscuridad.
Siendo el borde de sus trazos. El extremo de sus horizontes. El
desequilibrio de lo real. Decir sus nombres como un conjuro, sus
nombres secretos, latinos, oscuros, como mantras celosos de su
generosidad. Palabras de un idioma tambin nocturno, de sonoro
vnculo con lo sagrado.Epiphylum oxypetalum,Andansonia
digitata,Mirabilis jalapa,Durio zibethinus,Nimphaea lotus,Nimphaea
magnifica,Bulbophylum nocturnum,Cestrum nocturnum,Mulcuna
holtonii,Nicotiana alata,Ipomoea alba,Selenicereus
grandiflorus,Selenicereus pteranthusPeniucereus greggiiOenothera
biennisEchinopsis mirabilisPeniucereus serpentinusSilene
nutans,Prdigas en los cactus, cactceas, lotos y nenfares, en
plantas exigidas por la escasez o la abundancia, a veces hasta
producen sonidos, sonidos caractersticas de cada flor, para llamar
a sus nocturnos polinizadores.As tambin, en la noche, suelen
soltarse esas palabras que en el ecosistema diurno no encuentran
lugar, destino o significado. Palabras que se dicen al odo, con los
ojos cerrados o ante el fuego aglutinante.Gestos y palabras que slo
se conocen en la intimidad. Gestos y palabras que slo pueden ser en
la noche recuperados.En la noche, Ya que por la noche trasuntan
todas las criaturas inasibles.
Durante la enumeracin de los nombres, se escuch Psalom para
Cuarteto de Cuerdas, de Arvo Prt, por el Kronos Quartet.
DanielCon el nombre de bichito fosforado, se conoce en algunos
territorios selvticos del norte a un pequeo grillo que canta por
las noches hasta arder en el calor de su propia cancin, generada
por la frotacin de sus patitas.
RalCon el nombre de arena rigurosa, se conoce en las playas de
Trevisonda, un fenmeno climtico que arrastra capa tras capa los
granos de arena, dejando ver antiguas formaciones, castillos,
montaas, corazones y leyendas. Y de vez en cuando algunas huellas
que quedaran enclavadas de vista al mar.
DanielCon el nombre de flor de la vergenza, existen en Rimamba
una suerte de hongo que se tie de rojo durante la noche, y para
quien se acerque lo suficiente, menciona los pecados de cada
uno.Los hongos crecen de a miles y pronuncian el listado de menor a
mayor, de izquierda a derecha, y por orden alfabtico. Pero nunca es
posible escuchar los pecados de otro.
RalCon el nombre de calenda nivia, se conoce en el desierto de
Saragi, a las reliquias del agua de Santa Nicena, que slo en forma
de gotas espontneas se presentan al sediento peregrino al que
encontrara la noche. Quienes las probaron, afirman no haber en el
mundo otro sabor tan dulce, tibio y reparador.
DanielCon el nombre de verbo alado, se conoce entre ciertos
beodos del sur de la ciudad, a un ave proftica que slo se aparece
en las ventanas que no se cierran, y que en lugar de cantar,
pronuncia una palabra sola, que es exactamente la que se busca para
abrir un poema, pero que inmediatamente escuchada, se olvida para
siempre, pero que deja en ellos la sensacin de absoluta certeza.
RalCon el nombre de jaranalea, se conoce en Valut, provincia de
Avicena, un revuelo de plumas que no caen, y que slo suben y suben
en crculos concntricos hacia una constelacin inespecfica.
DanielCon el nombre de formacin de la piedra cala, se conoce en
la ciudad vieja de San Pedro, una formacin ltica que por las noches
queda expuesta sobre la superficie de los adoquines de una de sus
calles de los barrios bajos, slo los das de Luna llena, en la que
puede reconocerse la imagen de una flor blancuzca, con pistilo
sobresaliente, y los ptalos abiertos. La disposicin tan particular
de los adoquines y sus tonalidades, que permiten esa estupenda
realizacin, se deshace a primera hora del da, antes de que surja el
primer transente, o que lo atraviese el primer automotor.
Ral Con el nombre de Perecito Montes, se conoce en algunas
localidades de Crdoba, a la aparicin de un ser bajito y de traje
escarlata, sonrisa ignorante y gorro de pescador, que circula por
las sierras, que slo puede verse a altas horas de la noche, y slo
por quienes se encuentren perdidos, a los que sirve de gua
desapareciendo en cuanto ellos retoman el camino. Y casi siempre,
silvndoles durante todo el trayecto, el que por lo general, resulta
casi siempre ser el modo ms largo de hacerlos regresar.
DanielFinalmente, en esta corta lista de criaturas evanescentes con
la noche, mencionemos al algondino, una hierba blanca que se
aparece en los bosques de Dubresia, y que seala en la noche, el
lugar en que al da siguiente, alguien con seguridad dejar caer un
beso.
RalNotas, cantos, melodas, coros y cristales que slo pueden ser
hechos sonar, o notados, o hallados, o transmitidos, por la
noche.Existe tambin entre los jorutos, de Yoruba, Tucumn, una serie
de instrumentos que slo pueden ser interpretados en la noche.
Instrumentos que durante el da no sera posible atenderlos,
entenderlos o ejecutarlos, de tan sutiles, de tan acomodados al
silencio, de tan celosos de sus sonidos. En algn cuento de los
saraguo, se dice de un seor que qued extraviado en el bosque, al
que un rbol, en medio de una intenssima noche, le habl. Extraado,
el hombre peg un grito de sorpresa. No se altere le previno el
rbol. Todos hablamos. Lo nico que ha cambiado es que usted ha
querido escuchar.
DanielHay culturas que atribuyeron personalidad a la noche,
antropomorfizndola. Y as, la noche sera la reina de la polisemia,
de la diversidad, de la divergencia. Y tambin de la serenidad, de
la profundidad y de la msica.Lo cierto es que nadie est perdido en
la noche. La noche acompaa con su tranquila desmesura. Todas las
imgenes del desierto son imgenes de da.En la noche bien se puede
estar solo, pero no perdido. Entregado, pero no rendido.
Arriesgado, pero no cado.Su desequilibrio se entiende con nuestra
condicin de desplazantes.
RalSi el silencio no existe, ya que todo vibra, entonces la
noche vibra de un modo ms amplio y lejano. La noche, como un animal
que siempre estuviera lejos. O cuya sombra se estirara ms y ms sin
lograr arrancarse de s ni de su cuerpo.El da slo se agita. Pero est
latiendo la noche.El da slo avanza sobre ti. Pero a la noche, nos
internamos en ella.El da es luz, sustantivo, materia, pero la noche
verbo.Pero la noche es slo verbo. Puro verbo. Verbo desnudo e
inmenso.
Todo lo secreto est ahora abierto.
Nocturnemos.
Cierre(Sobre Linverno Segundo Movimiento Antonio Vivaldi, por Il
Giardino Armonico):(Lento - Grave)Siguen vagando las palabras,
criaturas del aire, harinas de tiempo, hurgando por las cuerdas, y
los labios y la boca, para vibrar de nuevo.