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Graciela de Garay Do ctora en Histo ria por la Universidad Iberoamericana. Profesora-investigadora del Institu to Mora, área de H istoria Oral. Especialista en la metodología de la historia oral y en el esrudio de la historia social de la arquitectura. Pu blicaciones recientes: coordinación de Para pensar el tiempo pr esente. Aj¡roximaciones teóri co-met odológicas JI expe riencias empíricas, Instituto Mora, México, 2007; Modemidad habitada: M/lltifamiliar Mig/lel A lemán, 1949-1999, Instituto Mora, México 2004; R/I- mor es JI retratos de/ln l/lgar de la mod ernidad. Historia oral del M/lltifamiliar Mig/lel A lemán, 1949 -1999, Instituto Mora, México, 2002 . Autora de Mario Pani. Vida JIobra, México, Facultad de Arquitectura- UNAM, 2004; ¡ VIa rio Pani (investigación y entrevistas), México, Instituto Mora/CONAC UL TA, 2000. R esumen La entrevista a Eugenia Meyer trata de la fun- dación de Secn enci a en 1985 , pertinencia de la revista, nombre, objetivos, temática, conteni- dos, prob lemas iniciales, así como el int erés de sus editores de difund ir docu mentos y nuevas fuentes para la historia. La especialista critica el Sistema N acional de Investigadores y la norma- tividad que rige el padrón de revistas CO NACYT. Criterios de evaluación a su juicio equivocados, porq ue afectan las prácticas historiográficas al cuestiona r la autoridad de los artíc ulos que no se publican en inglés, idioma considerado con mayor a uto ridad para rransmirir el conoci- miento histórico. Palab ras clav e: Di fusión de la historia, periodicidad y difusión de las revistas, artículos de colaboración, nueva historia, historia oral, historia regional, biografía, lengua castellana, sistema de evaluación de revistas de CONACYT, Sistema N acional de Investigadores. Fecha de recepción: mayode 2010 Fecha de aceptación: junio de 2010
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Sep 05, 2019

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Graciela de Garay

Doctora en Historia por la Universidad Iberoamericana. Profesora-invest igadora del Inst itu toMora , área de H istoria Oral. Especialista en la metodo logía de la historia oral y en el esrudio dela historia social de la arquitectura. Pu blicaciones recientes: coordinación de Para pensar el tiempopresente. Aj¡roximaciones teórico-metodológicas JIexperiencias empíricas, Instituto Mora, México, 2007 ;Modemidad habitada: M/lltifamiliar Mig/lel A lemán, 1949-1999, Instituto Mora, México 2004; R/I­mores JIretratos de/ln l/lgar de la modernidad. Historia oral del M/lltifamiliar Mig/lel Alemán, 1949-1999,Instituto Mora, México, 2002 . Autora de Mario Pani. Vida JIobra, México, Facultad de Arquitectura­UNAM, 2004; ¡VIarioPani (investigación y entrevistas), México, Instituto Mora/CONACULTA, 2000.

Resumen

La entrevista a Eugenia Meyer trata de la fun­dación de Secnencia en 1985 , pertinencia de larevista, nombre, objetivos, temática, conte ni­dos, prob lemas iniciales, así como el interés desus editores de difund ir docu mentos y nuevasfuentes para la historia. La especialista critica elSistema Nacional de Investigadores y la norma-

tividad que rige el padrón de revistas CONACYT.Criterios de evaluación a su juicio equivocados,porq ue afectan las prácticas historiográficas alcuestiona r la autoridad de los artíc ulos que nose publican en inglés, idioma considerado conmayor autoridad para rransm irir el conoci ­miento histórico.

Palabras clav e:Di fusión de la historia, periodicidad y difusión de las revistas, artículos de colaboración,

nueva histo ria, historia oral, historia regional, biografía, lengua castellana,sistema de evaluación de revistas de CONACYT, Sistema N acional de Investigadores.

Fecha de recepción:mayode 2010

Fecha de aceptación:junio de 2010

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New Source for New History: Eugenia Meyerrecalls the beginnings of Secuencia journal

Graciela de Garay

Ph . D . in H ist ory from the Universid ad Iberoamericana. Professor-researcher ar rhe Inst ituroMora, in rhe area of O ral H isrory, Specialist in the me thodology of oral history and th e srudy ofthe socia l h isto ry of archi recture. Recenr p ublications: coordination of Para pensar el tiem¡JO pre­sente. Aproximaciones teórico-metodológicas)' experiencias empíricas, In stituto M ora, M éxico, 2007 ;Modernidad babltad«: ivIlt!tijamiliar MigllelAlemcín, 1949-1 999, Instituto Mora, México 2004; RII­mores )' retratos deIIn lllgar dela modernidad. Historia oral del i'iIlIltijamiliar iHigllefAlemcín, 1949- 1999,Inst iruro Mora, México, 2002. Au thor of ll'fmio Pani. Vi¿1)' obra, México, Facultad de Arguirecrura­UNAM, 2004; iHario Pani (research and inrerviews), M exico, In sriruto Mora/CONACULTA, 2000.

Abstraer

The inrerview wirh Eugenia Meyer involves rhefounding of Secuencia in 1985, the importa nceof the journal, irs nam e, objec rives, topics, con­tenrs, in itial problems and th e edi rors' int erestin di sseminaring documenrs and new sourcesfor history, The special ist cri ticizes rhe N at ionalSysrem of Researchers and the ru les governing

th e list of CONACYT journals. In her view, rheevaluarion criteria are misraken since they affeerh istoriog raphic prac rices by guesr ion ing th eauthori ty of art icles that are nor p ub lished inEnglish , the lang uage regard ed as bein g th emost authorirat ive one for rransm itr ing hisror­ical kn owledge.

Key words:Di sseminat ion of history, periodicity and dissem ination of journa ls, collaboration ar tic les,

new hist ory, oral h isrory, regional h isrory, biography, Spanish language,sysrem of evaluaring CONACYT journals, N at ional Sysrem of Researchers.

Final subm ission:May 20 10

Accep tance:Jun e 2010

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Nueva fuente para la nueva historia.Eugenia Meyer recuerda los inicios de la

revista Secuencia"

Graciela de Garay

I N T RO DUCCIÓN

La entrevista que ahora se p resentarefiere los orígenes de Secuencia,órgano cuatrimes tra l de l Instituto

Mora pub licado por pri mera vez en marzode 1985 . En su calidad de directora de lainstitución desde septiembre de 1983, y,a su vez, responsable de la iniciativa edi ­torial, Eugenia Meyer advirtió, al intro­ducir la revista, la necesidad de crear cons­tantem ente nuevos espacios donde seconjugaran diferentes formas de pensar lasciencias sociales. Asimismo, señaló comoobjetivo principal de la pub licación "di­fundir múltiples ideo logías y expos icio-

* Versión ed itada y ext ractada de la en t revistahecha a Eugen ia Meyer por G raciela de Garay paracelebrar los 25 años de Secnencin. Revista Americalla deCienciasSocia/es publicada pOt e! Insriruto de In vesti­gac iones Dr. J osé María Luis Mora. El primer núm erode la revisra apa reció en marzo de 1985.

Euge nia Meyer es histori adora, profesora de his­toriografía e historia conte mporá nea en e! posgrad o dehistoria de la Universidad N acional Aut ónoma Mé­xico, espec ializada en e! campo de la historia socia l yde las mentalid ad es. Pi on era en la hi storia ora l enMéxico y Amé rica Lati na. Su preocupación funda­mental es trabajar nu evas fuentes para la nueva histo­ria . Es int egrante del Consejo Asesor de la revisra

nes de quienes, ocupados en el quehacercientífico social, buscan conocer y com­prender pasado y presente para contribuiral cambio". I Los espacios y periodos deinterés por abordar, apuntó la autora, esta­rían relacionados con las áreas de investi­gación del Instituto (M éxico, AméricaLatina, el Caribe y los Estados U nidos deAmérica en los siglos XIX y xx). Las co­m unicaciones se transm it irían a partir dedistintos géneros: ensayos, artículos, entre ­vistas, reseñas y testimonios, y a todo estose agregaría, algo esencial, la recuperaciónde textos considerados como clásicos porsu contenido, pero poco conocidos ya DIerapor falta de difusión o por haber sido

Historia, AlllrojllJ/ogía )' Fuentes Ora/es de la Universidadde Barcel on a; del Consejo Editori a l d e Es tu d iosJ aliscienses y asesora de! proyecto de Hi sto ria O ralen la Oficina Reg ional de Cul rura para América Larinay el Caribe, UNESCO . Recib ió e! premi o U niversidadN acional en el área de D ocen cia en Humanidad es(1 998 ) y ob tuvo e! recon ocimiento de la Cát ed raTinker de la Univer sidad de Chicago, la med allaal m érito hi st órico Capitán Alon so de León y fuedi stinguida como profesora emér ita de la U niversi­dad N aciona l Aut ónoma de México (2009 ). Directorade! Instituto de Investi gaciones Oc. J osé María LuisMora de 1983 a 1989.

1 "P resentac ión" , 1985.

Secuencia [179] núm. 78 , septiembre-diciembre 2010

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publicados en un idioma inaccesible a loslectores de nuestra Am érica."

Si bien es cierto que desde los años se­senta ya existían revistas especializadas dehistoria como Historia Mexicana (1951)de El Colegio de México, Memorias de laAcademia Mexicana de la Historia (1942), yotras doblemente especializadas, como lasllama el historiador Álvaro Mature.t quecorrespo ndían a las patrocinadas por elInstituto de Investigaciones Históricas dela UNAM como las dedicadas a los Estudiosde Cultura Maya (196 1), la de Estudios deCultura Náhuatl (19 59), la de los Estudiosde Historia Noiobispana (1966), y la corres­pondiente a los Estudios de Historia Mo­derna y Contemporánea de México (196 5),también es claro que en la década de losochenta la multipl icación de las revistasde historia se volvió una práct ica cotidia­na. Cada cent ro público de investigaciónen ciencias sociales, fundado en consonan­cia con las políticas descentral izadoras delEstado mexicano , procuraría contar consu propia revista para distinguir su iden­tidad académica.

En efecto, en la década de los setenta,la coincidencia de dos grandes circunstan­cias propició en México importantes cam­bios en las reglas de la escritura de la his­toria. Por un lado, se pueden mencionar

2 lbid..' "En un principio la noción de revisra especia­

lizada se refiere a una sola discip lina, com o la histo­ria , o la filosofía, ere. Muestra ejemplar de ello hasido Historia Mexicana. El caso de Estndios deCnltttr«Ndbautl es inreresanre porque llama la arención acercade la necesidad de ofrecer un órgano de expres ión nosólo de una discipl ina como la historia, sino de unaespecialidad denrro de ella, como es la cultu ra náhuarl,es decir, ni siq uiera la to talidnd del México preco­lombino." Matute, "Estudios", 200 1, p. 78 0 .

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las influencias de las nuevas corrientes his­toriográficas procedentes del extranjero y,por otro, conviene recordar la instrumen­tación de políticas públicas abocadas a ladescentralización del país.

En ese contexto, los historiadores me­xicanos intentaron superar las visionesnacionalistas y cent ralistas que predomina­ban en su disciplina al leer las revistasacadémicas internacionales, probar loaprendido en los programas de posgradocursados en Francia, Inglaterra y EstadosU nidos y asumir las perspec tivas regio­nales imprescindibles para cuestionar lahisto ria oficial así como los enfoques queconfundían a la ciudad de México con larepública mexicana. Se trataba entoncesde tomar en cuenta la diversidad geográ­fica, las particularidades locales y sus inte­rrelaciones para comprender a escalamicrola variedad de los procesos nacionales.

La realidad es que ent re 1940 y 1960la ciudad de México registró una densifi ­cación importante que modificó su fiso­nom ía. A principios de los sesenta inicióuna progresiva invasión de suburbios. Para1970 era ya evidente el problema de laconnurbación que se hab ía dado en elValle de México. A lo largo de este pro­ceso, el uso del suelo urbano, debido a lazonificación, no quedó delimitado por cri­terios de uso o beneficio colectivo sino,por el contrario, por mecanismos de altarentabilidad."

En noviembre de 197 5 el go bie rn omexicano inició un proceso para resolver

.j En 1940, la población de la ciudad de Méxicoera de 1 500000 habitantes, para 1980 había aumen­rado a 14 400000, agregándose a esto la connurbacióncon el Esrado de México, en la qu e sólo la Ciu dadNezahualcoytl tenía 1 400000 habitant es. Véase TocaFernández, Arqllitectllrct , 1989, pp. 145-146 .

GRACIELA DE GARAY

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Eugenia Meyer, fotografía de G raciela de Garay.

los problemas urbanos, reformar la Cons­titución y establecer los fundamentos lega­les para ordenar los asentamie ntos hum a­nos. A partir de estos propósitos, en 1976México participó en la Conferencia deVancouversobre Asentamientos Humanosconvocada por la Organización de lasNaciones Unidas. E1 21 de mayo de 1976se aprobó la Ley General de Asentamien­tos Humanos que asignaba la responsabi­lidad de la planeación de los centros depoblación a los gobiernos de los estados,señalando sólo una responsabilidad par-

. cial a los municipios; pero con la reformamunicipal del 3 de febrero de 1983, final-

mente este compromiso se transfirió a losayuntamientos. El Lde julio de 1977 , laLey Orgánica de la Administración PÚ­blica Federal otorgó a la Secretaría deAsentamientos Humanos y Obras Públi­cas las facultades para conducir la políticageneral de asentamientos humanos delpaís, planear la distribución de la pob la­ción, así como la ordenación del territorionacional. El presidente José López Portillo(1976-1982) nombró al arquitecto PedroRamírez Vázquez secretario de la nuevadependencia para instrum entar planes yacciones que contribuyeran a mod ificar lapráctica centralizadora e impulsaran accio-

E UGENIA MEYER RECUERDA LOS INICIOS DE LA REVISTA SECUENCIA 181

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nes descentralizadoras a escala nacional.Para 1981 ya se contaba con 2377 pla­nes de desarrollo urbano y rnunicipal .?

Pero la situación no cambiaría de gol­pe . Congestionamiento urbano y disper­sión rural se habían gestado a lo largo delos siglos y, a partir de 1940, estos proble­mas se agudizaron con el extraordinariocrecimiento de l país . En consecuencia,había que modificar la tendencia centra­lizadora y promover acciones descentrali­zadoras . De ahí la idea de reubicar el gastopúblico para activar las economías localesy elevar los nive les de vida de reg iones yciudades para fomentar el crecimiento ur­bano. Gasto corriente e inversión públicase distribuirían en el país cortando ladependencia del centro ." El sismo de 1985hizo evidente esta necesidad cuando seconfrontaron las consecuencias de haberpermitido que el crecimiento anárquicode los intereses económicos prevalecieraen el desarrollo urbano de la ciudad deMéxi co. Como ejemplo de estos esfuerzosdesce ntralizadores resu lta pe rtinente re­cord a r la fundación, en 1979, de ElColeg io de Michoacán, una instiruciónsemejante a El Colegio de México , sóloque establecida en el valle de Zamora, enel estado de Michoacán. Se trataba enton­ces de emprender invest igaciones en his­toria y ciencias sociales pero or ientadasa acercarse al estudio de las realidadesregionales del país y, en particular, de eselugar. En febrero de 1980 los inves tiga­dores del centro fundaron la revista Rela­ciones. Estudios de Historia y Sociedad, conel fin "de dar a conocer los avances deinvestigación de la casa y propiciar el diá-

5 Trueb lood, Rnmtrez, 1995, pp . 70-75.6 lbid., p. S3.

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lago entre las disciplinas de dentro y fuerade ella"."

En cuanto a los cam bios en las reglasde la escritura de la historia, vale la penatraer a colación que desde los años cua­renta Edmundo O 'Gorrnan propugnabael relat ivismo historicista" contra lo que élllam aba "tradición historiog ráfica cien­t ífica" o bien "historiog rafía naturalista "?defendida por especialistas como SilvioZavala. No obstante los deseos de reno­vación, se puede decir que, en la década delos sesenta, de acuerdo con los especialis­tas, las corrientes naturalistas se reforzaroncon el franco entusiasmo de los inves tiga­dores por las tendencias historiográficasextranjeras como la Escuela de los Annalesfrancesa, interesada en la histo ria social ,

7 Mazin, "Relaciones", 200 1, p . S26.8 El relativismo historicista sostiene que puede

haber varias interpretaciones de un hecho o docu­mento, que la verdad histórica es relativa, rechaza losesencialismos y los anacronismos que proyectan inter­pretaciones presentes sobre el pasado, sugiere la com­prensión de lo pretérito a part ir de sus propias cir­cunstancias históricas y recomienda al histo riadorreflexionar sobre los prob lemas cognoscitivos y filo­sóficos de su objeto de conocimiento y de su práctica.Castro Guti érrez, "Portada", 2001, p. s 04. Véansetambién Matute, "Nocas", 1991, y Pensamiento, 1999.

9 Ia tradición erudita a la manera de Leopold vonRanke, se remonta a mediados del siglo XIX y tratade la búsqu eda de la verdad objeti va de los hechosbasada en document os, así como en la revisión siste­mática y comparada de los testim onios. La posturaneutral del invest igador que requi ere esta corrientehistoriográfica sugiere el encadenamiento narrativo delos hechos para constru ir argumentos legales de tipoprocesal de gra n calidad retórica y conten idos mora­les implícitos capaces de cont ribuir a di lucidar la ver­dad. H aber, "Anyrhing", 1999, pp. 310-311. Citadopor Castro Guti érrez, "Porrada", 2001, p. S03. Véasetambién O 'Gorrn an, Crisis, México, 1947, p. 106.

GRACIELA DE G ARAY

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económica y demográfica, apoyada en lacuantificación, el enfoque comparativo yla definición de una causalidad. En esteperiodo también se registró una inclina­ción por el marxismo que alentaba el estu­dio de la infraestructura económica comodeterminante de la vida social, así co­mo un a inclinación por mirar la historia"desde abajo" .

Pero no fue sino hasta la década de lossetenta cuando se produjo una gran revo­lución historiográfica que reconocía lasvisiones del pasado como meras construc­ciones. Precisamente porque se admitíaque el pasado es un tiempo inalcanzable ysólo se hace comprensible en el presentemediante la organización de narrativas ilu­minadas por ideologías que les otorgansignificados. Se pensaba que recordar eraposible a través de un tipo de relato ade­cuado para su representación, aunque estasmodalidades de discursos implicaban unaconcepción de lo social y de la naturaleza.

Las nuevas perspectivas historiográfi­cas consiguieron su legitimidad cuandolas historias sociales y culturales cambia­ron sus objetos de estudio, fuentes y méto­dos. El momento había llegado para dejaratrás a las elites y ocuparse de los margi­nados , las anomalías sociales, lo popular,las mujeres y, en cuanto a la jerarquía delos hechos, fue necesario disminuir la im­portancia de los grandes acontecimientospara reevaluar la cotidianidad, el detalle, laexcepción y lo concreto . Las historias basa­das en la experiencia vivida por el yo yescritas en primera persona pasaron a ocu­par el primer plano del relato histórico.

Efectivamente, este reordenamientodel pasado y sus personajes coincidió conlas renovaciones temáticas y metodológi­cas adoptadas en la sociología de la cul­rura y los estudios culturales. Los nuevos

temas de la cultura incluyeron la vida do­méstica, la organización de la casa obreray popular, la administración del presu­puesto familiar en condiciones de pobreza,las vacaciones y las diversiones obreras. Laidea era incorporar estos temas no sólo alestudio del presente sino también delpasado, tomando en cuenta la dimensiónsubjetiva de la experiencia. De esta mane­ra, se revaloraba la primera persona comopunto de vista para entender desde su pro­pia lógica interna el pasado y la culturadel presente. Estas innovaciones teórico­metodológicas fueron contemporáneas conlo que en los años setenta y ochenta sedenominó giro lingiiístico, y su sombra, elgiro subjetivo. 10 La innovación te óricomero­dológica sugiere el retorno de la subje­tividad a los estudios de historia y de lacultura. Esta es la gran época de la histo ­ria oral y del testimonio que devuelve laconfianza al yo, a esa persona que narra suvida, pública o privada, en primera per­sona para conservar el recuerdo o reparar suidentidad o ciudadanía lastim adas pordolorosas experiencias vividas , como vio­lencias totalitarias o terrores dictatoriales.11

Tal parece que en las décadas de losochenta y noventa del siglo pasado se fra­guó una especie de eclecticismo que com­binaba erudición , relativismo historicista ,persp ectivas económicas y sociales delmarxismo y de los Annales con una ciertadesconfianza haci a los determinismos ylas certezas. Se trataba de un a aproxima­ción culturalista, mejor conocida en Esta­dos Unidos como nueva historia adtural,con énfasis en el relat ivismo cognoscit i­vo, el análisis de los testimonios escritos y

10 Sarlo, Tiempo, 2006, p. 22.11 ¡bid

EUGENIA MEYER RECUERDA LOS INICIOS DE LA REVISTA SECUENCIA 183

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orales como objetos culturales, una preo­cupación por las estructuras mentalescomo manifes taciones perdurables en eltiempo y el análisisde los sistemas simbó­licos como expresiones culturales queguardan una relación indirecta con lascondiciones materiales de la sociedad.12

Frente a este escenario de transforma­ciones, la necesidad de pub licar más yvariadas revistas no se hizo esperar. En esecontexto surgió Secuencia. Revista Americanade Ciencias Sociales del Instituto de Investi­gaciones Dr. José María Luis Mora, bajo ladirección de una protagonista de la van­guardia mexicana de la nueua historia cul­ttlral. En efecto, se trataba de una historia­dora empeñada en probar otras estrategiaspara investigar el pasado y construir lasfuentes que los vacíosdocumentales impe­dían conocer. Eugenia Meyer se ent usias­maría entonces por seguir el camino nadaconvencional de explorar la historia con­temporánea y, en particular, el Méxicobronco de 1910 o el posrevolucionario dela década de los veinte . Estos asuntos, porsu proximidad temporal , se creían reserva­dos a sociólogos, politólogos o economis­tas, quienes no parecían tener problemacon el tiempo y, por su temática, se ima­ginaba que requerían de un enfoque mas­culino para garantizar una interpretaciónmás racional y objetiva.

Pero también es cierto que, para com­prender ese periodo , Meyer debería retro­ceder al siglo XIX como se lo recomendóJesús Reyes H eroles, otro histo riador es­tudioso de los orígenes del liberalismomexicano. A partir de esas coordenadasde salida, Meyer, junto con el consejo edi­torial de la revista, buscaría promover en

12 Castro, "Porrada ", 2001, pp. 809-8 10.

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Secuencia el rescate de documentos olvida­dos o desconocidos de la historia, así comoconstruir fuentes cuando estas no se en­contraran. La idea era probar originalespropuestas metodológicas de investiga­ción derivadas de la fotografía, el cine, laliteratura, la historia oral para pensar his­tóricamente. Después de todo, el pro­blema se hallaba, como decía EdmundoO'Gorman, en producir RIentespara, conapoyo en la imaginación , comprender einterpretar el pasado, una experienciavitalque en los "tiempos nub lados" actualesestimula como nunca a editores, colabora­dores y lectores de la revista Secuencia.

Mi PRIMERA EXPERIENCIA EN

PUBLICACION ES

Bueno, tú sabes que yo soy Puma total.Estudié la licenciatura, la maestría y eldoctorado en H istoria en la Facultad deFilosofíay Letras de la UNAM y soy la pr i­mera generación que hizo licenciatura,porq ue antes eran maestros en Historia,no era maestría , eran maestros. Entoncesmi generación, que entró en '58, es la ge­neración que empezó el programa delicenciatura. Me recibí muy rápido . Merecibí a los 22 años con una resis ' :' queera un estudio sobre Edith O 'Shaugh­nessy, la esposa de un diplomático enM éxico."? Mi director de tesis fue JuanOrtega y Medina y luego tomé todas lasmaterias de lo que correspondía en aque­lla época a la maestría, pero entonces el

13 Walersrein Derechín, "Tierra" , 1962.14 N elson O 'Shaughnessy encargado de negocios

de la misión diplomárica de Esrados U nidos en Mé­xico de 191 3 a 1914 a la salida del embajador HenryLane W ilson .

GRACIELA DE GARAY

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director del Instituto de InvestigacionesHistóricas, que si mal no recuerdo era elmaestro José María Luján, me dijo quequerían hacer una nueva promoción dondese brincaban la tesis de maestría porqueeste requisito les parecía un poco absurdo,pues no era el master sino era la maestríapor enseñanza, sobre todo cuando yo yatenía muchos años dando clases, eso eraen 1960, y ya había tomado didácticade la historia y todo ese tipo de cosas.Entonces yo me brinqué al doctorado. Poreso es que yo no hice tesis para maestría.De cualquier manera . . . bueno, termino ytambién me recibo muy pronto del docto­rado,' ? a los 28 años recién cumpliditos, locual era bastante extraño en esa época.

Yo soy la última generación, tú sabes,formada realmente por Edmundo O'Gor­manoMi mentor básicamente fue JuanOrtega y Medina, pero yo reconozco queabrevé y aprendí un montón de cosas y,sobre todo, a pensar históricamente de unamanera diferente, gracias a EdmundoO'Gorman.

Estando en la Facultad de Filosofía yLetras, yo creo que ya estaba en el docto­rado y daba clases en Prepa Nacional, enla prepa 5 de Coapa, cuando el maestroOrtega me nombró su adjunta. Ahí su­cedió algo muy interesante. Ortega meconvirtió en la secretaria del Anuario deHistoria. Esa fue mi primera experienciacon publicaciones. Fue muy interesanteporque ser la secretaria de una revista esmuy complicado, sobre todo esto era unanuario, y hacer que los historiadores, losmaestros o los alumnos escribieranera bas­tante complejo. Ortega era un hombreextraordinario, como tú sabes, generoso,

15 Walerstein Derechín, "Raíz", 1968.

era un gran maestro y me orientó sobremuchas cosas que tendría yo que sabersobre la cuestión editorial.

Bueno, luego ¿qué sucedió? Cuandoestaba haciendo la tesis de doctorado sobrela intervención norteamericana en la revo­lución mexicana logré entrar al 1NAH,

donde había una dirección de estudios his­tóricos,se llamaba entonces Departamentode Investigaciones Históricas, era un anexoal Castillo de Chapultepec, con el maestroWilgberto Jiménez Moreno y ahí estuve,bueno, pues bastantes años, en un mo­mento dado, tú lo conoces bien, AliciaOlivera de Bonfil y yo empezamos a plan­tear la posibilidad de comenzar a trabajarcon la historia oral, que todo mundo semoría de risa, decían que si el área de estu­dio era un café con leche, que si era uncentro de sexo o bien era algo de odonto­logía, y como éramos puras mujeres, toda­vía mayor risa. Bueno, mira, al cabo delos años yo creo que la historia a nosotrosnos hizo justicia y nos dio la razón. Nohay estudiante que estudie historia con­temporánea de cualquier lado que no tra­baje historia oral. Los antropólogos esta­ban muy inquietos porque sentían que erasu campo de trabajo y que nosotros loinvadíamos, pero tú sabes bien que noso­tros hacemos cosas totalmente distintas.y entonces, estando ya en la División deEstudios Históricos, yo me fui con AliciaOlivera a crear el primer programa deHistoria Oral. Aunque claro, ya se traba­jaba historia oral desde 1959 con JiménezMoreno. Así estuvimos en el Museo deAntropología, hasta que nos separamoscomo corresponde porque claro, como yodigo, no hay institución ni organismo queaguante dos cabezas si no es un monstruo.Alicia se quedó con lo de Emiliano Zapatay yo me quedé con lo de Francisco Villa y

EUGENIA MEYER RECUERDA LOS INICIOS DE LA REVISTA SECUENCIA 185

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con lo de los maestros. l" y así empecé unaserie de proyectos que tenían que ver,bu eno, con los refugiados españoles, conlos médicos . Hicimos los Centros Regio ­nales en el noroeste, occidente y sureste yluego se creó el Departamento de EstudiosContemporáneos en la época de Gast ónGarcía Cant ú, y luego de esto vino la ins­trucción de Jesús Rey es Heroles 17 parainformarme que me iba a dirigir el Ins­tituto Mora.

MI PRIMERA REACCIÓN: "PERO UCENCIADO,

YO NO SÉ NADA DEL SIGLO XIX "

El Mora tenía un año y medio o dos decreado .18 Estaba sustentando en lo quehabía sido Bibliotecas Mexicanas, que eralas bibliotecas de Ignacio Conde y RamónAleorta, etcétera, que las instalaron en lacasita de don Valentín Gómez Farías, yesto lo hizo Fernando Solana.19

Nombraron director en ese momentoal m aestro Ignacio de la Torre Villar.D espués de Bibliotecas decidieron crear

1(, Sobre los orígenes de la historia oral en Méxicovéanse Meyer y Oliv era, "H istoria", 197 1, YOl ivera,"Treinta", 1996, pp. 73-89.

17 J esús Reyes He roles. Realizó sus estudios dederecho en la UNAM y el posgrado en las universida­des argent inas de Buenos Aires y Río de la Plata, asícomo en el Colegio Libre de Estudios Superiores deBuenos Aires. Además fue un historiador, estudiosode la filosofía, el hum anismo y el liberalismo. Se dis­tinguió como legislador y administrador púb lico, y sucarrera de estadista alcanzó su culmi nación al ocuparla posición de secre ta rio de Educ ación Públi ca de1982 a 1985.

IH Fecha del decreto de creación del Institu to Mo­ra: 24 de septiem bre de 198 1.

19 Fernando Solana Morales, secretario de Edu­cación Públi ca (1976-1982).

186

el Instituto Mora y, de una manera di­gamos muy esp ontánea, abrieron unasmaestrías, una en Sociología Política y otraen Historia de México, además daban unascuantas conferencias. Las maestrías esta­ban en otro lugar. Tenían algo que meparecía impresionante . .. un taller de res­tauración, en otra parte, que era un áreaaparentemente sustantiva del Instituto,entonces cuando viene el cambio de go­bierno , Reyes Heroles me informa que mevoy a ir allá. Mi prim er comentario fue:"Pero, licenciado , yo del siglo XIX no sénada." Y su respuesta me parece que hasido una de las lecciones más importantesde mi vida . "Si usted no entiende el sigloXIX , jamás entenderá la revolución el quetanto le preocupa." Me parece brillante,drástico y exacto. Claro, porque la revo­luc ión es finalmente la cola delliberalis­mo. y bueno, me voy allá.

En esa época ya estaba yo muy involu­crada en cosas de historia oral y, com orecordarás, muy metida en mi pasión porCuba. Y la verdad es qu e fue una oportu ­nidad extraordinaria porque Reyes H erolesten ía mucho interés en construir real­mente el Instituto. Porque, claro, aunquetenía un año y m edio de creado, no sehabía hecho absolutamente nada. Es decir,había estas dos maestrías, la coordinadoraera Patricia Galeana de Valadés. H ab íauna biblioteca, en donde ahora es la cafe­tería, que era de las bibliotecas ante riores.Aquello estaba en un desorden absoluto.Y; bueno, cuando llego al Mora, entro conlas instrucciones de Reyes Heroles de crearun centro de investigación .

Decidimos entonces que teníamos queconformar un cuerpo de investigadores.No había un solo investigador en el Mora .y para hacer esto , teníamos que definirtambién cuáles eran las líneas de trabajo.

GRACI ELA DE GARAY

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Fue así como se creó esa preocupación porla llamada historia regional que, en reali­dad, no es historia regional, es historia es­tatal. Abrimos un proyecto que para estoera fundamental, de historia de los EstadosU nidos , y el tercer proyecto clave que seestableció como uno de los grandes rubrosfue el de historia de América Latina. Esteproyecto, en realidad, se instaura por unaserie de situaciones. Sucede que varios demis alumnos me presionaron e insistieronque querían entrar a trabajar, pero si estu­diaban Esrudios Latinoamericanos a dóndese les iba a colocar. Y así fue como se cons­tituyó esta área . Y esto nos llevó a estapropuesta original de hacer las historiasregionales y también las historias de Amé­rica Latina. Y la verdad es que el proyectode Estados Unidos surge porque yo le pro­pongo al gobierno cubano hacer una his­toria de los Estados Unidos para AméricaLatina que fuese una historia escrita en es­pañol y, además, tuviese la posibilidad delrescate de todos los documentos funda­mentales de la historia norteamericana,como estábamos haciendo con la colecciónTextos de su Historia de los diferentes es­tados, etcétera. El proyecto, en principio,fue recibido con entusiasmo por Casa delas Américas. La propuesta consistía en queyo iba a conseguir que gente como JohnCoatstworth, John Womack, FriedrichKatz, etcétera, en fin, historiadores de Es­tados U nidos, fueran a Cuba sin costoalguno; solamente pedían que se les dieracasa y comida, además iban a crear eimpartir una serie de cursos para que ahíse empezara a trabajar la historia de Cuba.Bueno, ahora sí por razones que no vie­nen al caso mencionar, que tienen que vermás con rivalidades y competencias, elproyecto no se realizó. Entonces decidítomar el proyecto, que me parecía estu-

pendo, y es así como surgió la Historia delos Estados Unidos.

SOBRE LA IDEA DE HACER LA REVISTA

DEL MORA

Nos encontramos también con otro temaque era esencial, y era el caso de la difusiónde la historia. ¿Cómo vas a difundir la his­toria y de diferentes maneras? ¿En quéinstancias? Y ahí surgieron los programasde difusión. Creamos una enorme cantidadde programas, de conferencias, de mesasredondas, etcétera, por ahí están todos loscarteles. Quisimos cambiar un poco laidea de la historia y por eso Rafael LópezCastro, que sería después el diseñador delSol Azteca del Partido de la RevoluciónDemocrática (PRD), nos hizo todos esoscarteles maravillosos, no sé si los has visto,Juárez riéndose, Zapata con lentes, en fin,un poco irreverentes pero muy atractivos,y así empezó a arrancar un programa, yodiría , un buen programa de difusión. Muypoco después nace la propuesta de haceruna revista. Yo creo que la idea surge entrealguno de los investigadores y va a sermuy apoyada por Eva Salgado, que estabaen Difusión.

Pero, ¿qué tipo de revista? Entoncespensamos, bueno, ¿qué hay? Porque estotambién es importante. Yo creo que losanuarios son un fracaso total, sobre todoen la Universidad. Luego los dejan dehacer. Además creo que los libros colec­tivos tienen muchos problemas y supongoque los investigadores necesitan un es­pacio para publicar. No había SistemaNacional de Investigadores, aclaro.f" Esto

20 El Sistema Nacional de Investigadores fuecreado por acuerdo presidencial el 26 de julio de 1984.

EUGENIA MEYER RECUERDA LOS INICIOS DE LA REVISTA SECUENCIA 187

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MIGUEL ANAYA MORAJOSE LUIS ESTEVESJOSE LUIS CECEl'lA

LA DEUDA PÚBLICAEN

AMÉRICA LATINA

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lo crea Reyes H eroles un poco después.Entonces nos pusimos a pensar qué podía­mos hacer.

Yo necesitaba conseguir recursos parafinanciar los proyectos, sobre todo las im­presiones. Para el caso de México yo ibacon los gobernadores de los estados y con­seguía dinero. Además, había libros queteníamos que produci r porque nos lospedía la propia Secretaría de Educació nPública. Así hicimos uno sobre VicenteGuerrero, otro sobre Mora, bueno, en fin,diferentes cosas, pero claro, para la histo­ria de Estados Unidos yo debía conseguirfinanciamiento, y fue sorprendente por­que lo obtuve de la Cámara de Diputados,a través de María de los Angeles Moreno.Ellos auspiciaron el proyecto. Y por otrolado estaba el de América Latina. Este pro­yecto lo hicimos nosotros y, en algunasocasiones, conseguimos apoyo de otras ins­ta ncias . Ento nces la idea de hacer un arevista era un tema muy importante, peroteníamos que pensar muy bien qué tipode revista.

Bueno, creamos un comité edirorialv"en este momento no recuerdo ni quiénesestaban . Sí, yo aparecía como directora dela revista porq ue esa era la costumbre, ypart icipa ba en las discusiones, etcétera,pero cuando estoy en el Mora poco tiempotengo para dedicarme a la investigación.Me me tí a muchas cosas , a supervisarmuchos proyectos, como me pasó en elPrograma de H istoria Oral del Institutode Antropología, pero obviamente yotenía que ver con la parte editorial.

21 El comit éeditorial estaba integrado por Maríade la Soledad Alonso, Mar ía del Carmen Coll adoHerrera, Ana L "lU J aiven, Eugenia Meyer, Silvia Nú­ñez García, FranciscoJavier Rodríguez Piña, XimenaSepúlveda O taíza.

Luego tuvimos muchas discusiones so­bre qué nombre poner a la revista. Porqueesto también era otro tema, porque yaexistía la revista Historia Mexicana de ElColegio de México, Estudios de HistoriaModerna y Contemporáneade Méxicopubli­cada por la UNAM . Empezaba a haber al­gunas revistas en los estados, lo que tam ­bién era importante. Pero según recuerdono había ninguna revista con las caracte­rísticas de lo que nosot ros queríamos, ylas pocas que se publicaban eran muy es­porádicas. Y poco a poco se nos fue ocu­rriendo. . . no me acuerdo a quién se leocurrió lo de Secuencia por la idea de lacontinuidad que queríamos darle a larevista. En fin, que tuviera una periodi­cidad que le permitiera a gente del Moray de otras áreas también comenzar a escri­bir cosas breves sobre los tem as que elInstituto estudiaba. Y desde los primerosnúmeros tratamos secciones relacionadascon las áreas de investigación del Moraque en ese entonces eran México, AméricaLatina, el Caribe y Estados Unidos deAmérica en los siglos XIX y L X. Pero loprincipal era publicar artículos para quetuvieran la posibilidad, de veras, de difun­dirse. Si tú te recuerdas la revista tenía unformato diferente, era largo,22 de un colortotalmente distinto, un poco parecido aldel Mora ¿no? Esta cosa medio terracota,ladrillo, etcétera, que le daba una ciertaidentidad.

Ahora, tambi én en la revista, desde elprincipio, se estableció algo de lo que note he hablado, que era incluir una secciónde historia oral. ¿Por qué? Bueno, porque

22 Sus dimensiones orig inales eran de 14. 5 X 25cm, pero estas se cambiaron a 16.5 X 23 cm en laadministración siguiente , la del docror H ira de Gor­tari Rabiela.

EU GENIA MEYER RECUERDA LOS INICIOS DE LA REVISTA SECUENCIA 189

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yo venía con toda esta carga emocionaldel Instituto de Antropología, y ademásyo no quería que se dejara de hacer his­toria oral. Y entonces, a la hora de cons­truir el edificio, creamos la bóveda dondese pudieran guardar todos los materiales,y tomamos la decisión de que era muyimportant e fomentar la historia oral, darcursos de historia oral y, sobre todo, a losestudiantes del Mora, prepararlos para queellos mismos pudieran hacer trab aj ode ent revista. Por eso creo que en el pri­mer número de Secuencia reprodujimo sun texto de la vid a cotid iana en la ha­cienda de Canutillo que había sido publi­cado en un cuaderno del IN AH pero quenad ie leyó . Entonces lo correg im os,ampliamos un poco y lo integramos a larevista.

Y, bu eno, lo que le pasa a todas lasrevistas. Tuvo un nacimi ento muy duro,muy dolo roso. No doloroso, pero difícil.Era di fícil darle la secuencia que debíatener, una cierta periodicidad ... El otrogran problema que siempre tuvimos fueel de la distribución. Es un problema quesubsiste en México a rodas los nive les.Ah ora lo esta mos viendo con la propiarevista del Mora Bicentenario ¿no? Enton­ces también esto era una preocupación .Nos encontramos que podíamos hacerintercambio. Estábamos muy ate ntos aque en la revista pudiera haber art ículosde colaborac ión de ge nte que no vivie­ra en la ciudad de México. Claro, porqueestábamos haciendo las historias regi o­nales. Pero además se trataba de ampliarla óptica, porque nosotros teníamosque trabaj ar histo ria de Am érica Lat ina,historia d e Estados U nidos y querí a­mos también que investigadores de otrosespaci os y disciplinas pudieran accedera esto .

190

SECUENCIA: NUEVA FUENTE PARA LA

NUEVA HISTORIA

Esto tiene que ver con la época. Mira, hayque rom ar en cuenta algo muy impor­tante, el secretario de Educación Públicaera un historiador. Reyes H eroles era unhistoriador y él tenía una fascinación porel siglo XIX y, obviamente por la época dela reform a y el liberalismo. Eso es muyinteresante comentar porque cada vez queyo quería una junta con él o algo que meera importante para el Mora, yo le man­daba una nota y le decía "licenciado, acabode estar, por ejemplo, en Ausr in, Texas yencont ré un documento sobre José MaríaGuti érrez de Est rada -tema que él estabatrabajando- y se lo qui ero proporcionar".El Mora era su "jug ue ti to ", claro . Esemismo día me localizaba y al día siguientelo podía ver. Y así surg ió una idea muysugerente por parte de Reyes H eroles, queera la recuperación de las obras compl etasdeJosé María Luis Mora, a quien él admi­raba profund amente. Yo creo que el alte­rego de Reyes H eroles fue Mora, y en esoestuvi mos hasta que el señor se muere en1985 ,23 pero el libro ya estaba lisro sinque él hubiera logrado escribir la int ro­ducción . Fue ento nces cuando hablé conEdmundo ü 'Gorman y le dije: "Maestro,¿qué hago ?, ¿lo escribiría usted?" Y medij o. "No. Eso me tomaría muchísimotiempo y yo no me especializo en eso. N ohay ot ra gente más que Reyes H eroles.Yo lo que te sugiero es que hagas un pró­logo pequeño. Tú expliques la situación ylo publiques." Entonces eso fue lo quehice con las obras completas de Mora,24

~, Jesús Reyes Heroles (n. 192 1-m. 1985).~·l Mora, Obras, 1986.

G RACIELA DE GARAY

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mffh-uInstituto

Mora

_SE_ca_, E_"C~lftREVISTA AMERICANA DE CIENCIAS SOCIAL ES

MEXICO, MAYO/AGOSTO 1988

&Instituto

Mora

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porque efect ivamente lo que se tenía quehacer era publicarlas.

Esta cuest ión de hacerte de documen­tos y de fuentes yo creo que también tienemucho que ver, Graciela, con lo que ahorapuedo entender, con la perspectiva deltiempo, con mi gran preocupación poresta idea de impulsar tilla nueva hisroria.i "de producir nuevas fuentes para una nuevahistoria, local izar todas las fuentes quepodamos . Ya desde la época de O'Gorrnannos decía: "cuando no encuentren las fuen­tes inv éntelas"; bueno, no, no, no hay queinventarlas pero sí buscar cómo crearlas;por eso me meto al cine, a la fotografía, ala historia oral y a hacer museos como elde la Revolución Mexicana. Por eso larevista Secuencia incluye temas de la nuevahistoria como género, cotidianidad, his­tori a de las mentalidades. Pero tambiénera importante publicar artículos o docu­mentos que habían aparecido en otroslados pero que poca gente conocía por lafalta de difus ión. Por ejemplo, el discursosobre Hidalgo'" que O 'Gorrnan presentapara ing resar a la Academia de la Historiaes un texto maravilloso. A propósito, ¿túsabes que acabo de sacar un libro sobreO 'Gormanr" Yo creo que O 'Gorman loque hizo, déjate de lado que si el histori­cisma combatió al famoso cintificisrno,etcétera. O 'Gorrnan era un provocador. Suingreso a la Academia tiene varios rasgosimportantes. Rompió también ciertas cir-

25 La nueva historia intenta cumplir la propuesrade una historia "global" que aborda nuevos remas yse nurre de fuentes hasra entonces poco urilizadas.También se caracreriza por el diálogo con otras disci­plinas y por un espíritu más crítico sobre los métodosdel estud io de la histor ia.

26 O 'Gorrnan, "Hidalgo", 1986.27 Imprevisibles, 2009.

192

cunstancias dentro de la Academia, queera muchísimo más conservadora de loque es ahora . Y eso de quitar las botas aHidalgo y bajarlo del caballo, esto meparece muy importante.

Bueno, la entrevista a N ettie Lee Ben­son28 publicada en Secuencia, estoy deacuerdo contigo, también es m uy impor­tante. En primer lugar sucede poco antesde que ella se muera. Mi relación conNettie Lee Benson fue espléndida . Era unaviejita como de los Beverl y Ricos. Erauna mujer de una honestidad total; unaespecie de dictadora de la Colección Lati­noamericana de la Biblioteca de Austin,que después lleva su nombre.

En un principio yo no entendía porqué ella no me contestaba cuando le escri­bía , y dije: "Esta vieja que no te contestauna sola carta ¡qué barbaridad!" H asta quela conocí comprendí por qué no lo hacía.Si te pones a responder toda la correspon­dencia que te manda la gente, no puedeshacer nada. Su posición era que si tú quie­res ver algo, ven a ver. Cuando yo fui aAustin me interesaba mucho hacer unlibro sobre el huertismo, por eso empecécon la historia oral. Ella me abrió esa bi­blioteca. Fue generosa a morir conmigo. Yfinalmente decidí que quería hacerle unaentrev ista porque yo quería tener una ideaclara del problema sobre algo que hacenlos norteamericanos y nosot ros concebi ­mos como despojo patrimonial. Si rú teacuerdas, en la entrevista yo le preguntoprecisamente esto y ella dice:

Bueno, cuando yo fui a México yo no erala directora de la Colección pero empecé abuscar los lib ros para la biblioteca. Comono conseguía los libros y me era muy difícil

2H Meyer, "Reminiscencias", 1985 .

G RACIELA DE G ARAY

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SECOEItCifi I

Revi st a de histor ia ciencias soc ial es

Gilravaglia. Grosso,Silva Híquer

Descubrimientosestedurudenses

de Cristóbal Colón

Colima a ñoaresdel sigloXVIIl

l o población poblanaen la Colonia

Esclavitud oindependencia

l a elite criollaeePuerto Rico en el Xll(

Perry Anderson:Pe squiso ncctuma

Enlrovisla aEnrique Tundeter

nueva époeamnyo·n¡¡oslo de 1994

29~

In st itUID

~

comp rarlos, me empeza ron a ofrecer bibli o­tecas completas. Entonces, de qu e se per ­dieran a que nosotros las rescatáramos y lastuviéramos en un acervo, era preferible traer­las a Estados Un idos.

Así fue como ella se hizo de varias co­lecciones. Una de estas , si mal no recuer­do , fue la de Genaro García, dire ctor delMuseo N acional de Arqueología, Historiay Etnología.

Esa biblioteca se la trataron de vendera José Vasconcelos, pero él dijo que de nin­guna manera la iba a comprar porque poreso hacía libros clásicos. Esa biblioteca de

libros y documentos se forma de lo que elseñor como director del Museo se llevabaa su casa y un día se le olvidaba y se que­daba ahí. Yo no estoy diciendo que serobaba los libros, pero se quedaban ahí , ycuando el señor se muere , la familia quie revenderlos, pero el gobierno mexicano nose los quiere comprar y, finalmente, se loscompra Estados Unidos. En ese tiempo,no había ese concepto de patrimonio his­tórico. Ese es el arranque de buena parte dela Colección Latinoameri cana.

Ahora, me parece que es muy impor­tante, en el caso de Nettie Lee Benson,señalar su propia preocupación, sí, de que -

E UGENIA MEYER RECUERDA LOS INICIOS DE LA REVISTA SECUENCIA 193

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darse con eso, pero de darle un justo fin.Además , esa biblioteca si empre haestado abierta para nosotros. Sí, ya séque no todo el mundo puede ir, perouno siempre pued e conseguir cómohacerlo.

PROBLEMAS ACTUALES Y RETOS FUTUROS

PARA SECUENCIA

Primero que nada, creo que en efecto nose puede privilegiar esto de hacer un textoen español, hacer un abstract en inglés yponer las palabras clave que te exigen lasrevistas de C ONACYf. Son una serie, vamosa decirlo, de aristas muy serias. Primero,no podemos copiar el sistema de produc­tividad de los Estados Unidos. Segundo,me parece que hay pocos materiales enhabla española, en castellano, por eso estan importante, por ejemplo, la revistaHistoria, Antropología y Fuentes Orales, por­que es la ún ica revist a científica en elmundo que está en español, aunque tengaun abstracten inglés, donde participa mu­cha gente de muchas partes. Luego, creoque uno de los problemas es esta situa­ción donde los investigadores se ven en lanecesidad de andar, vamos a decir, perge­ñando textos , y, sobre todo, casi , casi,rogando como si fueran "tortibonos" deque C ONACYf te dé puntos, o que te cam­bie de categoría. Naturalmente C ONACYT

es parcial porque la gente que te evalúasiempre es parcial, y hay situaciones queson incomprensibles; yo conozco genteque no puede pasar de un nivel al otro ytambién conozco gente que aterri za en elnivel III del SNI sin problemas. Ellos dicenque lo más importante es la formación derecursos. Yoconozcogente que no ha dadouna clase en su vida, o muy pocas, y entra

194

al Sistema, a un nivel 1Il. Y hay otras per­sonas a las que les van bajando el nivel,etcétera. Todo depende de esta situaciónde los conceptos. U no de los problemasmás serioses que nosotros no estamos ubi­cados como ciencia, bueno sí, ciencias so­ciales y ciencias de la conducta; no somoshumanidades, pero por qué nos estánpidiendo una serie de condicione s quecorresponden a las ciencias duras si es quede veras no somos ciencias sociales. Otroproblema es que nos encontramos tam­bién con algunos conflictos como ¿cuálesson las característicasque se requieren paraque C ONACYT considere la revista en quetú vas a publicar como una revista cientí­fica?, porque si no es una revista científi ­ca, todo lo que tú publiques obviamentecarece de valor al efecto de los puntos,estos que los investigadores necesitan. Yocreo que es un error , porque me parecefundamental la proliferación de revis­tas locales, estatales. América Latina es­tá haciendo muchos esfuerzos por tenerciertas revistas, a lo mejor no todas sonde calidad, pero tampoco todas las revis­tas nort eamer icanas son de calidad. Esoes importantísimo. Entonces obl igan alinvestigador a una serie de condi cionespara que sea reconocidosu trabajo que meparece injusto.

Ahora, de acuerdo con los sistemasde eva luación de Estad os U nidos, elC ONACYT decía, al principio, ¿cuántas ve­ces ha sido citado el autor? Bueno, yoentiendo que si tú eres un científico duro ,pues sí te citan porque quién sabe qué enla molécula no sé qué, pues sí, ya es unadistinción. Pero en ciencias sociales tepueden citar para recordarte a tu abuelasi qu ieres, o para criticarte ¿no?, porqueestas cosas son diferentes, y no me pareceque deben ser evaluadas al mismo nivel.

GRACIELA DE G ARAY

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Creo que desgraciadamente influyen cues­riones políticas. Se hizo el Sisrema Na­cional de Investigadores para buscar unaforma de compensar salarialmente a losinvesrigadores . Esto fue idea de ReyesHeroles. Losé muy bien porque cuando seinstauró él no me permitió parricipar. Yono pude entrar al Sistema sino hasra quellegué creo que al final del Mora, pero yono recibía remuneración alguna. Luegome fui a Publicaciones y ahí me pasémuchísimos años en el nivel II porque de­cían que yo no estaba haciendo docencia,aunque yo seguía dando clases, seguía diri­giendo tesis. El único año que yo no diclases en la Universidad, yo tengo casi 45años de dar clases, fue el año que hice laFeria de Frankfurt, porque fui ocho vecesen un año a Frankfurt, pues a qué horasdaba clases ¿no? Yo nunca falté a mis cla­ses. y a mí me parece que se ha desvir­tuado el sentido del Sistema Nacional deInvestigadores y se ha convertido en uncoto de poder. Hay una relación, yo creo,muy viciosa con la Academia Mexicanade Ciencias, y entonces los investigadoresestán siempre preocupadísimos ¿quiénesvan a ser tus evaluadores? El tiempo quese pierde en llenar los formularios paratener el nivel A, B, C es muy complicado,yeso repercute en esa situación con las re­vistas. Ahora , que sean arrículos más a laligera y que luego lo convierras en libro,bueno, me parece un error. Es decir, lasrevistas científicas tienen que ser sí unavance, vamos a decir, una visión previade algo que después vas a desarrollar yconstruir, eso me parece muy bien. Ade­más las revistas tienen una difusión queno pueden tener los libros. Por eso noso­tros tenemos tantos libros, antes se publi­caban dos mil, tres mil ejemplares, ahorase publican 500 y me parece más que sufi-

ciente. Porque si no tendríamos las bode­gas llenas de libros.

Las revistas tienen un papel fundamen­tal de impulsión de la investigación. Enmuchas revistas tú encuentras informaciónde cosas que te interesan que no sabescuándo se van a publicar en un libro. Por­que además los libros tienen que tardarmás tiempo. Por ejemplo, yo tengo nueveo diez años trabajando esta historia de losniños en la revolución. En México no sehabía hecho investigaciónsobre historia delos niños. Hay unos libros sobre imagencomo los de Alberro del Castillo Tronco­S0 29 o el de Tania Carreña King30 de losniños villistas, que no son niños villistaslos que aparecen ahí, pero yo me preguntosi yo no hubiera hecho arrículos a lo largode este proceso, o publicar un libro de di­fusión como Niños de ayel; niños de hol\¿cómo la gente puede tener acceso a estainformación? Entonces son etapas. Ahora,el trabajo del investigador no puede cons­treñirsenada más a la publicaciónde libros.

Por otra parre , hay otro tema que esfundamental y falta tratar en las revistas,que es la biografía. México no tiene unacultura biográfica. Ahora están haciendomuchas, pero por lo del bicentenario, queya nos tiene locos a todos ¿no?, pero noha habido una cultura de la biografía. Sitú te pones a ver, por ejemplo, las grandesbiografías de los revolucionarios, estánescritas por John Womack, por FriedrichKatz, por Linda B. Hall, en fin, por mu­cha gente ¿no? Eso es un problema tam­bién cultural. Ahora, habiendo un cambiopolítico tan serio como se ha dado con lasalida del PRl del poder, ya regresará, tarn-

29 Castillo, Conceptos, 2006 .30 Alcubierre y Carreña K ing , Ni ños, 1997.3 1 Meyer, Niños, 2008 .

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SECUENCie IRevista de historia y ciencias soc iales

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60Public<lcióo cuatrimestral de llnstrtulo

de Investigaciones Dr.José María LuisMorascptierTlbre-ólclcmbre 2004

SECUENCie IRevista de historia y ciencias sociales

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bién la historia se ve de manera distinta,y esto lo estamos viendo con el problemade las conmemoraciones. A mí me pareceque es caótico lo que está sucediendodesde el punto de vista oficial, y creo queestá sucediendo esto porque la realidades que el partido en el poder no tiene nadaque festejar, y entonces, como no tienenada que festejar, no sabe cómo hacerlo.Bueno, si tú te pones a pensar en la cele­bración del centenario en la época de Por­firio Díaz, él tenía una idea muy clara delo que quería, los edificios que se cons­truyeron y las actividades que hubo, etcé­tera . Y ahora qué nos está pasando.

Ahora bien, yo creo que sería muy difí­cil que una revistahicierasolamente biogra­fía. Yo creo que habría que insistir en quelas revistas especializadasque ya están ubi­cadas tuvieran una sección para biografías,para empezar a fomentar una cultura de labiografía. Esto es fundamental, y lo pri­mero que se me ocurre es que ya basta deseguir haciendo tilla historia de bronce. Poreso me gusta mucho esta cosade Charlasdecafé como el que presentó GuadalupeVilla.32 Eso me parece una posibilidad. Yocreoque uno de losgrandes temas es ¿cómohaces para lograr una verdadera obra dedifusión de la historia? Y yo creo que estaes una responsabilidad que corresponde alos historiadores , no a los gobiernos .

Es por eso que el Mora estaba metidoen las actividades de carácter de difusión.Bueno, así un día se tenía que hacer unabiografía de Valentín Gómez Farías,otro lade Guerrero. Está bien, esas son las necesi­dades del Estado. Pero por eso también secreó el Instituto Mora, no se creó para darotro nicho a intelectuales que no hicieranel trabajo ¿no? Por eso a mí me gusta mu-

32 Villa, Charlas, 2009 .

cho que hayan establecido una licenciaturacon énfasis en la difusión de la historia.

Bueno, yo no estoy de acuerdo con quehayan hecho otra licenciatura, pero ya quela hicieron y que hayan puesto énfasis enla difusión, me parece muy buena idea.Pero también me parece que hay algunosproyectos privilegiados que obviamenteno le interesan al país.

y además se deben satisfacer deman­das de la sociedad con respecto al conoci­miento de la historia. No estoy hablandode la historia oficial y no estoy pensandoque el Mora le sirva al príncipe. Este esotro asunto. El Instituto tiene que mante­ner su autonomía.

Con respecto a Secuencia, debo decirque no la he seguido últimamente. Meparece que ahora están muy ocupados conla revista Bicentenario, que considero unesfuerzo muy loable, pero yo creo que larevista Secuencia tendrá que continuar, perodeberá renovar su estructura. Y aunqueno la he seguido en los últimos tiempos,te puedo decir, por ejemplo, por la impre­sión que tengo, que a mí no me gustó quele cambiaran la portada, porque ya habíauna identificación con la revista. Segundo ,me parece que si se deciden por númerosmonográficos tienen que ser muy cuidado­sos;si se deciden por mantener los espaciostemáticos como teníamos antes, artículosde contenido, de difusión, rescate de fuen­tes, historia oral, entonces deberán abo­carse a esto. Yo creo que necesita un pocode mayor precisión.

Secuencia debe mantener su identidad.Claro, se tiene que renovar porque el con­cepto de las revistas va cambiando tam­bién ¿no? Ahora claro, Secuencia no es unarevista de divulgación masiva. Es de divul­gación académica y, como tal, debe man­tener su calidad.

EUGENIA MEYER RECUERDA LOS INICIOS DE LA REVISTA SECUENCIA 197

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G RACIELA DE GARAY