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527 INTRODUCCIÓN El presente informe reporta las excavaciones iniciales realizadas en Huaca Las Estrellas, también conocida como Huaca Chica, ubicada cerca del complejo arqueológico de las Huacas del Sol y de la Luna, en la campiña de Moche. Al inicio de la intervención, se consideraba que este monumento debía incluir una ocupación mochica, posiblemente afiliada políticamente a la ciudad de las Huacas de Moche dada su cercanía; sin embargo, tras la intervención y el análisis de los datos obtenidos en campo, se obtuvieron otros resultados, los cuales presentamos a continuación. El objetivo principal de esta primera temporada de excavación fue evaluar la extensión de las estructuras afectadas por los agentes de deterioro, es decir, establecer los límites arquitectónicos de los cuatro lados del monumento; esto incluía la elaboración de un plano arquitectónico y una reconstrucción isométrica del mismo. Además, se debía proponer la poligonal de la huaca para la delimitación de su área intangible. UBICACIÓN Y ACCESO Esta huaca se localiza en la campiña de Moche, distrito de Moche, provincia de Trujillo, en la Región La Libertad, a 78°59’53” longitud oeste y 8°8’41” latitud sur, coordenadas tomadas del Google Earth y verificadas con la carta geográfica nacional 17f. De acuerdo al sistema de coordenadas UTM, se ubica en los puntos 720825E y 9099555N, tomando como referencia el hito ubicado en la parte superior y central de la fachada oeste del edificio. Se encuentra a poco menos de un kilómetro hacia el sur de la antigua ciudad moche de las Huacas del Sol y de la Luna (Fig. 1). Dentro de la campiña, se ubica entre dos ramales de la acequia La General, que toma sus aguas del río Moche: Jushape, al este, cuyas aguas corren al costado del camino carrozable que rodea la huaca, y Pisum (también escrito Pissum y Pisún), al oeste, cuyas aguas discurren a 90 metros de la huaca. La huaca se encuentra rodeada por campos de cultivo y algunas viviendas, aunque separada de ellas por el camino carrozable arriba mencionado, que tiene entre 5 y 7 metros de ancho. Desde Trujillo, se llega a ella tomando la vía embloquetada de ingreso a la campiña de Moche, a la altura de la curva del Sun, hasta llegar a una pequeña plazuela ubicada a la altura de un templo cristiano, antes de la posta médica y la cancha de fulbito, en donde se voltea a la derecha y luego a la izquierda. ANTECEDENTES DE ESTUDIO No se han realizado intervenciones arqueológicas previas a la nuestra en la Huaca Las Estrellas, sólo algunas prospecciones. Tal es el caso de la realizada por Edward Moseley y su equipo (1971-1975) en el marco del Proyecto Catastro Moche Chan Chan, la de Heidy Fogel (1993), Markus Reindel (1990, 1999), Brian Billman (1996) y Benjamín Rodríguez (1998). No hemos podido tener acceso a la información que recopiló sobre este sitio Moseley y su equipo. Sí lo hizo Heidy Fogel (1993: 166), quien afirma que Moseley describió el sitio como “una plataforma de adobes compleja, aislada, ordenada y rectangular”. Por su parte, Fogel (1993: 166) la tipifica como un montículo con “obvia arquitectura pública” de la cultura Gallinazo. Además la describe como una serie compleja de plataformas, patios y habitaciones, en donde se observa hasta “cuatro fases constructivas independientes”. Markus Reindel resalta la presencia en Huaca Las Estrellas de adobes semiesféricos superpuestos a adobes paralelepípedos, de lados marcados con cañas HUACA LAS ESTRELLAS: UN CENTRO CEREMONIAL Y ADMINISTRATIVO GALLINAZO EN LA CAMPIÑA DE MOCHE Henry Luis Gayoso Rullier y María Isabel Angulo Valderrama
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Gayoso y Angulo - Excavaciones en Huaca Las Estrellas

Nov 29, 2015

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Page 1: Gayoso y Angulo - Excavaciones en Huaca Las Estrellas

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INTRODUCCIÓN

El presente informe reporta las excavaciones iniciales realizadas en Huaca Las Estrellas, también conocida como Huaca Chica, ubicada cerca del complejo arqueológico de las Huacas del Sol y de la Luna, en la campiña de Moche.

Al inicio de la intervención, se consideraba que este monumento debía incluir una ocupación mochica, posiblemente afiliada políticamente a la ciudad de las Huacas de Moche dada su cercanía; sin embargo, tras la intervención y el análisis de los datos obtenidos en campo, se obtuvieron otros resultados, los cuales presentamos a continuación. El objetivo principal de esta primera temporada de excavación fue evaluar la extensión de las estructuras afectadas por los agentes de deterioro, es decir, establecer los límites arquitectónicos de los cuatro lados del monumento; esto incluía la elaboración de un plano arquitectónico y una reconstrucción isométrica del mismo. Además, se debía proponer la poligonal de la huaca para la delimitación de su área intangible.

UBICACIÓN Y ACCESO

Esta huaca se localiza en la campiña de Moche, distrito de Moche, provincia de Trujillo, en la Región La Libertad, a 78°59’53” longitud oeste y 8°8’41” latitud sur, coordenadas tomadas del Google Earth y verificadas con la carta geográfica nacional 17f. De acuerdo al sistema de coordenadas UTM, se ubica en los puntos 720825E y 9099555N, tomando como referencia el hito ubicado en la parte superior y central de la fachada oeste del edificio. Se encuentra a poco menos de un kilómetro hacia el sur de la antigua ciudad moche de las Huacas del Sol y de la Luna (Fig. 1).

Dentro de la campiña, se ubica entre dos ramales de la acequia La General, que toma sus aguas del río Moche: Jushape, al este, cuyas aguas corren al costado del camino carrozable que rodea la huaca, y Pisum (también escrito Pissum y Pisún), al oeste, cuyas aguas discurren a 90 metros de la huaca. La huaca se encuentra rodeada por campos de cultivo y algunas viviendas, aunque separada de ellas por el camino carrozable arriba mencionado, que tiene entre 5 y 7 metros de ancho. Desde Trujillo, se llega a ella tomando la vía embloquetada de ingreso a la campiña de Moche, a la altura de la curva del Sun, hasta llegar a una pequeña plazuela ubicada a la altura de un templo cristiano, antes de la posta médica y la cancha de fulbito, en donde se voltea a la derecha y luego a la izquierda.

ANTECEDENTES DE ESTUDIO

No se han realizado intervenciones arqueológicas previas a la nuestra en la Huaca Las Estrellas, sólo algunas prospecciones. Tal es el caso de la realizada por Edward Moseley y su equipo (1971-1975) en el marco del Proyecto Catastro Moche Chan Chan, la de Heidy Fogel (1993), Markus Reindel (1990, 1999), Brian Billman (1996) y Benjamín Rodríguez (1998).

No hemos podido tener acceso a la información que recopiló sobre este sitio Moseley y su equipo. Sí lo hizo Heidy Fogel (1993: 166), quien afirma que Moseley describió el sitio como “una plataforma de adobes compleja, aislada, ordenada y rectangular”. Por su parte, Fogel (1993: 166) la tipifica como un montículo con “obvia arquitectura pública” de la cultura Gallinazo. Además la describe como una serie compleja de plataformas, patios y habitaciones, en donde se observa hasta “cuatro fases constructivas independientes”. Markus Reindel resalta la presencia en Huaca Las Estrellas de adobes semiesféricos superpuestos a adobes paralelepípedos, de lados marcados con cañas

HUACA LAS ESTRELLAS: UN CENTRO CEREMONIAL Y ADMINISTRATIVO GALLINAZO

EN LA CAMPIÑA DE MOCHE

Henry Luis Gayoso Rullier y María Isabel Angulo Valderrama

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Fig. 1. Mapa de localización de Huaca Las Estrellas.

y también lisos, “para inferir que es un monumento de las fases transicionales de Moche” (citado en Rodríguez 1998: 62 y 64).

Brian Billman reporta dentro de su tesis doctoral a “Huaca Estrella” (MV-515) como una estructura ceremonial de filiación gallinazo y moche. Según Billman (1996: 246) “basado en la presencia de adobes con marcas de caña, que son diagnósticos de la fase Gallinazo, aproximadamente un tercio del montículo fue construido en la fase Gallinazo, el restante en la fase Moche”.

Benjamín Rodríguez (1998) elaboró un proyecto de investigación de la Huaca Las Estrellas con el fin de estudiar la arquitectura y determinar su función y filiación cultural. Rodríguez manejaba la hipótesis, basada en las inferencias de Reindel, de que la presencia de “muros enlucidos rellenos de morteros suelto (RMS), adobes de distinta manufactura: semiesféricos, con gaveras de caña y tablillas lisas, elementos usados por los moches evidenciaría que la arquitectura de huaca Las Estrellas sería de filiación cultural Moche Transicional” (Rodríguez 1998: 67). Este investigador es el primero en elaborar un

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levantamiento topográfico y un plano del monumento (Figs. 2 y 3).

DESCRIPCIÓN GENERAL DEL SITIO

Huaca Las Estrellas es una estructura monumental compuesta por adobes y barro. No se ha observado ni registrado el uso de piedra ni madera como parte de la arquitectura, aunque no por eso se debe descartar su

uso. Sí se han encontrado restos de caña y las improntas de soguilla para amarrar las estructuras que conforman sus techos, revestidos de barro.

Heidy Fogel (1993: 166) toma la información que Moseley recogió en 1971 y señala que la huaca mide 4200 metros cuadrados. Billman (1996: 246) la describe como un montículo de adobes de 43 metros de largo por 41 m de ancho y 9,5 m de altura. Rodríguez (1998: 64), la presenta como una estructura compuesta por “muros enlucidos a manera de recintos que están rellenos de tierra

Fig. 2. Plano topográfico perimétrico de Huaca Las Estrellas elaborado por Rodriguez (1998).

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Fig. 3.Plano de planta de Huaca Las Estrellas elaborado por Rodriguez (1998).

suelta, así como también bloques de adobes tramados (RAT) de manufactura distinta, semiesféricos, otros con improntas de caña, en su mayoría, y finalmente con moldes de tablillas lisas”. Rodríguez registra las siguientes dimensiones: 56,30 m de este a oeste, 54,15 m de norte a sur y una altura conservada de 8 m. Estas medidas son bastante disímiles de las registradas por Billman, al menos dos años antes, en especial las de largo y ancho. Uno de los dos investigadores cometió un error en el registro de las medidas, porque lo lógico sería que la estructura mantenga su tamaño o lo pierda con el paso del tiempo, debido a agentes de deterioro diversos, más no que lo gane, como lo sugiere la comparación de las medidas señaladas.

Actualmente, de su estructura original, se conserva 46 metros de largo en el sentido norte-sur, 36 metros en el sentido este-oeste, y una altura máxima de 9 metros, aproximadamente.

Las fachadas sur y norte parecen ser las mejor conservadas. La fachada sur se conserva mejor en su mitad oeste, donde se observa un muro ancho y alto con un vano de acceso clausurado. En este sector se puede observar un aterrazamiento de la arquitectura, lo cual se deberá definir con una futura excavación arqueológica. La fachada norte, en su última fase constructiva, presenta claramente doble aterrazamiento, aunque los muros que delimitaban los ambientes por encima de la terraza

inferior, al norte del montículo 1, han sido destruidos. Sin embargo, se puede afirmar que el edificio conserva gran parte de su volumen original en este sector. No pasa lo mismo con el sector este, donde claramente se aprecia la mutilación del edificio, estando expuesta una parte de los bloques arquitectónicos que lo conforman. La fachada oeste presenta una gruesa capa de escombro y, sin una intervención arqueológica, es difícil determinar si ha sido destruida o no (Fig. 4). En la parte superior se observan algunos montículos y ambientes que flanquean un patio a dos niveles.

Al inicio de la intervención arqueológica, el edificio presentaba evidencias de deterioro como consecuencia de agentes humanos y naturales; entre los primeros están el saqueo que se practica desde la época de la colonia. La zona donde se evidencia una mayor depredación debido al huaqueo colonial y republicano es la parte superior del edificio, aunque sus fachadas norte, este y oeste también han sido fuertemente deterioradas. Aún es costumbre de niños y adultos, e incluso perros, trepar el monumento, el cual sirve hasta como letrina pública y relleno sanitario, pues la zona noreste, en la parte alta del monumento, presenta una densa capa de basura moderna, compuesta principalmente por fragmentos de vidrio de vasos y botellas. Finalmente, la expansión urbana y la construcción del camino carrozable han cortado algunas partes del monumento, sobre todo en el lado este.

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Por el lado de los agentes naturales, las diferentes precipitaciones pluviales que se han sucedido a lo largo de los siglos, aun cuando las lluvias no son comunes en la zona, han contribuido en la formación de una costra de barro en algunas áreas, principalmente en las cabeceras de los muros, y cortes profundos en sus paramentos. Según el informante de Rodríguez, Paulino Rojas, la depresión que se observa en la parte superior norte del edificio se debería al Evento El Niño de 1925, “que destruyó gran parte de su estructura y numerosas evidencias culturales, aunque también pudo ser producto de la intensiva huaquería” (Rodríguez 1998: 42).

NOMBRES Y FIESTA

Para esta huaca, en la actualidad, usan indistintamente dos nombres: Las Estrellas y Huaca Chica. El nombre de Las Estrellas podría ser un complemento nominal creado a partir de los nombres de las dos huacas principales de la zona, la del Sol y la de la Luna. No se conoce en qué momento fue asignado este nombre, pero es casi seguro que es moderno, de la época republicana. En todo caso, no se ha registrado en ninguno de los estudios sobre explotación de huacas, ninguna compañía operando en una huaca con ese

nombre. El nombre de Huaca Chica, se infiere, fue asignado a partir de su tamaño, en comparación con las dos huacas mayores de la campiña, en especial con la Huaca del Sol, también llamada desde época colonial, Huaca Grande.

El nombre original de la huaca, en idioma quingnam, es desconocido. Sin embargo, es posible rastrearlo haciendo uso de las fuentes coloniales, la etnografía y de las toponimias del lugar. En su “Huacas y huaqueros en Trujillo durante el Virreinato”, Jorge Zevallos Quiñones reporta una compañía integrada por diez socios, que trabaja la huaca Xayta (o Haira) y la huaca de Pisan, el año de 1559. Estas, Xayta y Pisan, corresponden a una lista de huacas fuera de Trujillo que Zevallos presenta como “inubicadas” (Zevallos 1994: 60). En su tesis doctoral, Rocío Delibes (2010: 140) señala una huaca Pisam y otra de nombre Xayra, “de difícil localización” que estaban en posesión de don Francisco Escobar y otros asociados; que son las mismas huacas reportadas por Zevallos. Al respecto de la huaca Pisam, Delibes (2010) señala que podría tratarse de alguna huaca ubicada dentro de los linderos de Pisón, junto a la acequia Mochica. Zevallos (1993: 59), por su parte, resalta la existencia de un cerro Pisum, entre los cerros Blanco y Chipitur

Fig. 4.Fachadas de Huacas Las Estrellas..

a

b

c

d

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Fig. 5.Peana que sostenía la cruz, sobre el montículo 1 de Huaca Las Estrellas. Al fondo, se observa el cerro Chico o Portacheulo, antiguamente conocido como cerro Pisún, entre los cerros Blanco y Chipitur.

cerro Blanco

cerro Chico o Pisún

cerro Chipitur

(Fig. 5), y un ramal de una acequia de Moche con ese mismo nombre.

Nosotros creemos que nuestra huaca Las Estrellas podría ser aquella huaca Pisum o Pisam explotada en 1559, pues justamente se ubica en el límite de los sectores Jushape y Pisum. Además, el pequeño cerro de nombre Pisum que Zevallos ubica entre los cerros Blanco y Ochipitur podría ser el cerro ahora conocido como cerro Portachuelo o cerro Chico, asociado a la misma fiesta que se celebraba hasta hace unas décadas en la Huaca Las Estrellas: la fiesta de las cruces1.

Parece que la fiesta de la cruz de Huaca Las Estrellas, organizada tradicionalmente por la familia Azabache, de clara ascendencia prehispánica, fue la única que mantuvo su condición de organización familiar, probablemente porque era una fiesta chica en comparación con las otras fiestas de las cruces del distrito de Moche. Se sabe de su celebración hasta hace “por lo menos 30 años”, en que mueren los esposos doña Rosa Hermelinda Sánchez y don Manuel Encarnación

1 De acuerdo al Mincetur, esta fiesta se realiza desde 1780 en las áreas urbano y rural del distrito de Moche, siendo su día principal el 3 de mayo. El Mincetur identifica las fiestas de la Cruz Mayor, la Cruz del Mar, la Cruz de Huartaco, cruz La Rosita y la Cruz del Portachuelo. Hasta la década de los 40 del siglo pasado, estas fiestas eran organizadas por las familias que iniciaron el culto, continuadas de generación en generación por sus descendientes. A partir de los 40, las fiestas pasaron a ser organizadas por hermandades y comités; no fue el caso de la fiesta de la cruz de nuestra Huaca de las Estrellas. Las cruces a las que se rendía culto eran colocadas por lo general en lugares sagrados prehispánicos, tales como nuestra Huaca Las Estrellas y el cerro Chico, en donde también hay evidencias de ocupación prehispánica, principalmente de la cultura Salinar.

Azabache2. Probablemente, esta sea la fiesta de la Cruz de la Rosita que señala el Mincetur. La cruz permanecía todo el año en la Huaca hasta el 3 de mayo, en que era bajada luego de una “misa”3, acto en el que participaban los organizadores (los esposos Azabache), los padrinos, que se renovaban cada año, y los devotos. La cruz era bajada hasta la residencia de los Azabache, al pie de la huaca, era repintada y revestida con un nuevo manto, se elegían los padrinos para el siguiente año, y en la noche se celebraba una fiesta. Al día siguiente, los organizadores, los padrinos y los devotos volvían a subir la cruz a la huaca, y tras una nueva “misa” se colocaba en una peana de cemento hasta el siguiente año. Benjamín Rodríguez (1998: 42) recogió de un informante de nombre Paulino Rojas, que la fiesta se celebraba el 1 de mayo, y que antiguamente la cruz “era llevada en procesión hasta el cerro Blanco”.

La fiesta de la Cruz del Portachuelo, se dice, tuvo un poder de convocatoria similar al de la fiesta de San Isidro Labrador, saliendo la cruz desde el cerro hasta Huabalito y de allí recorriendo la campiña de Moche hasta volver a su lugar en el cerro Portachuelo, recorrido que duraba un mes. La fiesta de la cruz del Portachuelo estuvo a cargo de los Asmad, que vivían en el sector Pisum, cerca de Huaca Las Estrellas; esta familia, según nuestros informantes, es muy antigua, pero sus descendientes fueron lotizando y vendiendo

2 Nuestros informantes fueron los señores Rubén Esaú Azabache Castillo, de 37 años, nieto de la señora Rosa Hermelinda Sánchez y don Valentín Azabache Asmat, de 69 años, sobrino de la misma.3 La “misa” no era dirigida por un cura, en realidad, era un ritual de rezos dirigido por un rezador, un tipo de especialista que hasta la actualidad existe en Moche y su campiña.

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progresivamente la casa en donde originalmente se celebraba la fiesta.

El hecho de que el cerro donde se halla una cruz que genera una fiesta similar a la que se celebraba en la Huaca Las Estrellas, pueda ser el cerro Pisum, y que la familia que celebraba su fiesta vivía en el sector Pisum, cerca de la huaca, refuerzan la idea de que nuestra Huaca Las Estrellas sea la Huaca Pisán o Pisum que Zevallos y Delibes señalan como inubicables, en las afueras de Trujillo.

IMAGINARIO

Las pocas familias que viven cerca a la huaca conservan algunas creencias fantásticas asociadas a ella. Por ejemplo, el señor Oscar Saavedra cuenta que su madre, ya fallecida, había visto en varias noches de luna llena, un conejo blanco que se hacía más grande conforme trepaba la huaca, por el lado este de la misma. El personal auxiliar que trabajó con nosotros también ha escuchado en su casa, a sus familiares más viejos, hablar sobre el conejo blanco de la Huaca Las Estrellas. El señor Saavedra agrega a su relato que él mismo y un primo suyo, han visto cuando salen de madrugada a correr, un perro negro acostado cerca de la fachada sur del edificio, ante la presencia del cual sentían escalofríos y al que tenían que ahuyentar con piedras. La descripción de este perro concuerda con la historia fantástica que se cuenta sobre el carbunco, el perro negro brillante que se dice se observa cerca de la Huaca del Sol y se cree es el guardián de los tesoros ocultos bajo sus adobes.

LAS EXCAVACIONES

Las excavaciones se iniciaron el día 1 de marzo de 2012 con el apoyo de los auxiliares Luis Huamanchumo Asmat, Víctor Alexander Reyes García y Víctor Julio Mendoza Holguín. Como primer paso se establecieron cuadrantes y se colocaron puntos de referencia con la ayuda de una estación total manejada por Juan Carlos Beltrán. A partir de un punto central ubicado en la parte superior de la huaca, se establecieron cuatro cuadrantes de 30 metros cada uno, definidos como A1, A2, B1 y B2. El cuadrante A1 se ubica en la parte sureste, el B1 en la suroeste, el A2 en la noreste y el B2 en la noroeste.

A continuación procedemos a describir todos los contextos excavados, compuestos por 12 cateos, 4 unidades de excavación y 2 trincheras, cuya ubicación se aprecia en la Fig. 6.

Excavación en cateos

De los 12 cateos realizados, los cateos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 11 se hicieron dentro de los límites o al costado del camino carrozable que rodea la huaca. Los cateos 10 y 12 se hicieron dentro de la estructura del edificio. A continuación describimos cada uno de ellos. En la descripción tomaremos como parte de la referencia de ubicación a los muros definidos, codificados y descritos en el capítulo de Arquitectura, según se aprecia en la Fig. 6.

Cateo 1 (CAT1)

Localizado al sur del edificio, al pie del extremo oeste del murete (M6), frente al muro M9a.

Ocupa las coordenadas B1: 10-12s/6-7e. Tuvo 2 m de largo por 1,6 m de ancho y 0,5 m de profundidad; su eje mayor estuvo orientado al norte. Se ubicó en esta zona con la finalidad de definir la base de M9a, que forma parte de la fachada del edificio, así como la del murete mencionado. Se pudo observar que la base de M9a se encuentra alrededor de 0,15 m por encima del nivel del piso moderno, en este caso, al nivel del camino carrozable, sobre una gruesa capa de ceniza, que estaba cubierta por escombro superficial. Mientras, la base de M6 está 0,10 m por debajo de la superficie, sobre tierra semicompacta. Se registraron 3 capas diferentes.

La capa A, de 0,20 m de espesor promedio, estuvo compuesta por ceniza y tierra, de la cual se recogió una muestra para análisis y se recolectaron restos malacológicos, principalmente caracoles y algunos tiestos de cerámica. La capa B, de 0,28 m de espesor promedio, compuesta por tierra semicompacta de color beige claro. La capa C, compuesta por ceniza que se excavó sólo 0,03 m de su espesor.

Cateo 2 (CAT2)

Localizado al sur del edificio, al pie del extremo este del murete codificado como M6. Ocupa las coordenadas A1: 10s/25-27e. Tuvo 1,6 m de largo por 0,8 m de ancho y 0,4 m de profundidad; su eje mayor estuvo orientado al oeste. Se ubicó en esta zona con la finalidad de definir la base y la probable proyección hacia el este del murete mencionado. Tras la intervención, se comprobó que el murete conserva su extensión original y que, al igual que en su extremo oeste, su base se encuentra 0,10 m por debajo del nivel

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Fig. 6.Plano de Huaca Las Estrellas con la ubicación de las unidades de excavación, cateos y trincheras realizados.7

20825E

720850E

9099575N

9099550N

del piso moderno, en este caso, al nivel del camino carrozable. Se registraron dos capas diferentes.

La capa A, de 0,35 m de espesor, estuvo compuesta por tierra semicompacta de color beige. La capa B, de 0,05 m de espesor, de color gris, estuvo compuesta de ceniza. En esta última capa, se registraron algunos especímenes malacológicos y fragmentos de cerámica diagnóstica.

Cateo 3 (CAT3)

Localizado al sur del edificio, al pie del muro límite que corre en sentido norte-sur (M10) y que hace esquina con el muro de la fachada sur (M9a). Ocupa las coordenadas B1: 10-11s/14-16e. Tuvo 2 m de largo por 0,95 m de ancho y 0,8 m de profundidad; su

eje mayor estuvo orientado al oeste. Se ubicó en esta zona con la finalidad de definir la base y la extensión total hacia el sur de M10. A diferencia del muro con el que hace esquina, este sí presenta su base 0,7 m por debajo del nivel del camino carrozable, asentado sobre arena; además se prolonga por lo menos 0,8 m hacia el sur. No se pudo ampliar el cateo más hacia el sur para determinar la extensión del muro debido a que el sistema de desagüe cruza por la mitad del camino carrozable. Sólo se registró una capa de tierra compacta de color beige sin material cultural asociado (Fig. 7).

Cateo 4 (CAT4)

Localizado al sur del edificio, en la parte oeste de la fachada. Ocupa las coordenadas B1: 11-12s/16-20e.

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Tuvo 4 m de largo por 0,6 m de ancho y 0,85 m de profundidad; su eje mayor estuvo orientado al oeste. Se ubicó en esta zona con la finalidad de definir el muro que corre en sentido este-oeste (M11), tanto en su base como en su proyección hacia el oeste. Se registró que el muro se proyecta al menos 3 metros hacia el oeste, y se asienta a 0,8 m de profundidad con relación al nivel actual, sobre arena. El muro no presenta un revoque o enlucido elaborado y no parece estar formado por adobes. Más bien parece ser una tapia elaborada con cascotes de adobe, tierra y arena. El relleno extraído del cateo conforma una capa de tierra semicompacta de color beige, sin material cultural asociado.

Cateo 5 (CAT5)

Localizado aproximadamente a 3 m de la fachada sur del edificio y a 1,60 m de la parte oeste de la fachada. Ocupa las coordenadas B1: 7-8s/12-13e. Tuvo 0,8 m de largo por 0,5 m de ancho y 0,6 m de profundidad. Su eje mayor estuvo orientado al norte. Se ubicó en esta zona con la intención de determinar si M10 se prolonga más hacia el sur de lo identificado en el cateo 3; sin embargo no aparecieron evidencias de dicho muro. El relleno estuvo compuesto por tierra compacta de color beige, sin material cultural asociado.

Cateo 6 (CAT6)

Se ubicó en el lado sur del edificio, en la parte este de la fachada, al pie de los muros 1 y 2 (M1 y M2). Ocupa las coordenadas A1: 11-12s/22-24e. Tuvo 2,5 m de largo, 1,5 m de ancho y 0,80 m de profundidad; su eje mayor estuvo orientado al norte. Se hizo con la intención de definir si los muros mencionados

continuaban hacia el sur por debajo de la superficie moderna y a cuánto de profundidad estaba su base.

Los muros se observan asentados sobre una capa de arena y ceniza, 0,7 m por debajo de la superficie actual, pero no se proyectan más hacia el sur. El M1 tiene 0,6 m de ancho, mientras que el M2 tiene 0,8 m. Ambos muros están adosados el uno al otro, patrón que se repite en diferentes sectores del monumento, es decir, un muro ancho adosado a un muro delgado. En esta zona, la estratigrafía presenta tres capas bien diferenciadas.

La capa A está compuesta por tierra compacta de color beige oscuro y tiene 0,3 m de espesor. La capa B, de 0,4 m de espesor, está compuesta por tierra y ceniza, pero se circunscribe hacia la mitad oeste del cateo. La capa C está compuesta por arena fina de color gris amarillento y tiene 0,1 m de espesor hasta donde se excavó. Se rescataron algunos fragmentos de cerámica diagnóstica.

Cateo 7 (CAT7)

Se ubicó al sureste del edificio, al pie de M12. Ocupa las coordenadas A1: 22-23s/9-11e. Tuvo 3 m de largo, 1,7 m de ancho y 1,35 m de profundidad; su eje mayor estuvo orientado al este. Se hizo con la intención de definir el muro mencionado, tanto en su base como en su extensión.

Se evidenció que el muro se proyecta al menos 2,30 m hacia el este, y su base se ubica a 1,26 m de profundidad, según lo observado en su paramento sur, asentado sobre arena. El paramento norte tiene un revoque o enlucido bien elaborado con una coloración rojiza y negra, evidenciando una quema próxima al muro en ese lado; en algunas zonas el enlucido se pierde dejando ver los adobes, algunos de ellos quemados. De ese lado se observó restos de salitre y carrizos cerca de la base del muro. El paramento sur tiene un enlucido no tan bien conservado como el del paramento norte y no muestra las huellas de quema (Fig. 8). La estratigrafía está compuesta por 3 capas:

La capa A, superficial, compuesta de tierra compacta con un espesor promedio de 0,05 m de espesor. La capa B, compuesta de arena fina de color beige, tiene 1 m de espesor en el lado norte del cateo y 1,3 en el lado sur. En ella se registró material cultural, compuesto por fragmentos de cerámica así como algunos restos malacológicos y un hueso. La capa C sólo se presenta en la parte norte del cateo y está compuesta por ceniza

Fig. 7. Excavación de cateos 3 y 4.

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y arena, con 0,20 m de espesor, debajo de la cual se halló vestigios de un apisonado.

Cateo 8 (CAT8)

Localizado al pie de la esquina noroeste del edificio. Ocupa las coordenadas B2: 25-26s/9-11e. Tuvo 1,6 m de largo por 1,2 m de ancho y 1 m de profundidad. Su eje mayor estuvo orientado al oeste. Se ubicó en esta zona con la intención de definir la base de la fachada, la cual se registró 0,90 m por debajo del nivel actual, asentándose sobre una capa de arena. Se registraron 5 capas.

La capa A, superficial, tuvo un espesor de 0,38m, estuvo compuesta por cascotes de adobe y tierra suelta color marrón claro. Luego se registró la capa B, de 0,48 m de espesor, compuesta de arena gruesa compacta de color marrón. Aquí se registraron algunos fragmentos de cerámica. La capa C, de apenas 0,01 m de espesor, estuvo compuesta por tierra y restos orgánicos así como un borde de cántaro. Los restos orgánicos, que parecen ser pedazos delgados de madera, fueron recogidos para análisis; estos se encontraron bajo un adobe suelto, de forma ortogonal, de 0,38 m de largo, 0, 24 m de ancho y 0,14 m de altura. La capa D es arena fina suelta, de color marrón grisáceo claro, de entre 0,01 y 0,04 m de espesor. La capa E, la más profunda, tiene 0,1 m de espesor y está compuesta por arena de color gris amarillento; es la capa donde se asienta el monumento (Fig. 9).

Cateo 9 (CAT9)

Localizado en la parte central de la fachada oeste del edificio, adyacente al extremo sur de la unidad de excavación 2. Ocupa las coordenadas B2: 0-2s/20-22e. Tuvo 1,8 m de largo por 1,7 m de ancho y 0,90 m de profundidad. Su eje mayor estuvo orientado al oeste. Se ubicó en esta zona con la intención de definir la existencia de estructuras por debajo de la superficie actual y fuera de los límites del escombro observado. Se registraron 4 capas.

El relleno de la capa superficial, capa A, estuvo compuesto por tierra compacta de color marrón claro, de 0,80 m de espesor. Luego se registró la capa B, compuesta por una bolsa de tierra suelta de color marrón, de aproximadamente 0,70 m por 0,90 m de dimensión. La capa C, es un apisonado (apisonado 1) de 0,02 m de espesor, roto y deteriorado que se intersecta con la capa D, compuesta por otro apisonado

(apisonado 2). Ambos apisonados configuraban una superficie cóncava e irregular con evidencias de humedad.

Cateo 10 (CAT10)

Localizado en la parte central del lado oeste del monumento y adyacente al límite sur de la unidad de excavación 2. Ocupa las coordenadas B1: 26-29s/14-16e. Tuvo 4 m de largo por 2,8 m de ancho y 1 m de profundidad. Su eje mayor estuvo orientado al norte. Se ubicó en esta zona con la intención de definir el paramento sur del muro 28 (M28); sin embargo, no se logró encontrarlo observándose sólo alineaciones irregulares de diversos tipos de adobes, dando la apariencia de conformar el desmoronamiento del muro. El relleno extraído del cateo conforma una capa de tierra semicompacta de color beige, así como cascotes de adobe y adobes plano convexos. El material cultural asociado recuperado consta de fragmentos de cerámica diagnóstica, piezas líticas, especímenes

Fig. 8. Excavación del cateo 7.

Fig. 9. Excavación del cateo 7.

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malacológicos, principalmente caracoles y restos óseos, destaca el hallazgo del pelaje completo de un roedor (cavia porcelus) y su cráneo (Fig. 10).

Cateo 11 (CAT11)

Localizado en el lado noreste del monumento. Abarca las coordenadas A2: 11-16s/13-14e. Tuvo 6 m de largo por 1,3 m de ancho y 1,4 m de profundidad. Su eje mayor estuvo orientado al norte. Se ubicó en esta zona con la intención de definir la extensión y base del muro 30 (M30); observándose que éste se extiende por 4,10 m de sur a norte y se asienta sobre una capa de arena suelta amarilla a 1,20 de profundidad, considerando la altura conservada de su extremo sur, donde se localizó la base de tal muro. Se registraron 3 capas.

La capa A, de 1 m de espesor, es el escombro conformado por tierra semicompacta de color beige, arena gruesa suelta beige claro, cascotes de adobe y adobes ortogonales. El material cultural asociado recuperado

consta de fragmentos de cerámica diagnóstica, piezas líticas, especímenes malacológicos y restos óseos. La capa B, de 0,25 m de espesor, se compone de ceniza, de la cual se extrajo una muestra para análisis. Como material cultural asociado se encontraron especímenes malacológicos, principalmente caracoles. La capa C, se compone de la arena sobre la cual se asienta el muro y no presentó material cultural (Fig. 11).

Cateo 12 (CAT12)

Localizado en el suroeste de la cima del monumento, desde la esquina conformada por los muros 24 y 25 (M24 y M25) hacia el este. Abarca las coordenadas A2: 0-2s/4 -7e. Tuvo 2,60 m de largo por 1,25 m de ancho y 1 m de profundidad. Su eje mayor estuvo orientado al este. Se ubicó en esta zona con la intención de establecer si debajo del escombro existen estructuras, encontrándose a 0,30 m de profundidad, lo que podría ser un muro adosado a M25, que se extiende de sur a norte por 1,90 m, donde se observa roto. Su ancho promedio es de 0,80 m.

El relleno extraído del cateo consta de arena gruesa suelta de color beige claro. El material cultural que se recogió fueron restos malacológicos, pedazos de barro laminado con impronta de caña, probablemente parte de revestimiento de techo, y otros con pintura blanca y negra.

Con la finalidad de encontrar el piso asociado a los muros, se realizó un subcateo de 1,10 m de largo por 0,66 m de ancho y 0,70 m de profundidad, ubicado en el extremo oeste del cateo inicial, con su eje mayor al norte. Aquí encontramos, a 0,70 m por debajo de la cima de M24, lo que podría ser una banqueta adosada a este muro, con 0,30 m de ancho y revoque o enlucido bien conservado. No se halló material cultural asociado ni tampoco piso, al menos hasta la profundidad excavada (Fig. 12).

Excavación en unidades

De las cuatro unidades de excavación realizadas, tres se hicieron en las fachadas norte, sur y oeste del edificio y una en la parte superior del mismo.

Unidad de excavación 1 (UE1)

Se ubicó en el lado sur del edificio, a partir de un ambiente limitado por muros expuestos, M17 al norte, M6 al sur, M8b al oeste y M7 al este. Tuvo 9 metros

Fig. 10. Excavación del cateo 10.

Fig. 11. Excavación del cateo 11.

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de largo en el sentido norte sur, por 2,20 metros de ancho y un promedio de 1 metro de profundidad. Abarca las coordenadas B1: 10-19 s/3-5e. Se encuentra en pendiente debido a que incluye un sector donde claramente se aprecia la superposición de al menos dos edificios diferentes. Se registraron 14 capas diferentes, que constituyen el perfil 1, que se describe posteriormente. Se hizo con la finalidad de observar con mayor detalle la arquitectura expuesta.

Tras retirar la capa superficial, compuesta por arena compacta y gravilla, se encontró una capa de arena fina suelta beige claro, esta capa en el extremo sur de la unidad se combinaba con tierra suelta marrón claro. Como material cultural asociado se encontraron restos malacológicos principalmente Donax obesolus y fragmentos óseos. Entre las coordenadas B1: 12-13s/3e se halló un entierro (E1).

Para no debilitar las estructuras asociadas liberando todo el material de relleno de la unidad, se niveló la parte norte y se procedió excavando la pendiente desde el centro de la unidad hacia el sur. En esta zona el relleno se componía por arena gruesa, seguido por una capa de tierra suelta marrón mezclada con cascotes de adobe y arena gruesa suelta. Se recolectaron restos malacológicos, óseos y fragmentos de cerámica diagnóstica (Fig. 13).

Unidad de excavación 2 (UE2)

Se encuentra en el lado oeste del edificio. Tuvo 6.80 metros de largo en el sentido este oeste, por 3 metros de ancho y un promedio de 1 metro de profundidad. Abarca las coordenadas B1: 0-2 s/14-20e. Se encuentra en pendiente debido a que incluye un sector de escombro que viene desde la cima del monumento hasta el límite con el camino carrozable. Se registraron 10 capas diferentes, que constituyen el perfil 2, que se describe posteriormente. Se hizo con la finalidad de conocer las características arquitectónicas de la fachada oeste del monumento.

Luego de retirar la capa superficial, compuesta por arena compacta y gravilla, se encontró una capa de tierra compacta, tierra suelta y cascotes de adobe; entre este relleno había algunos pedazos de carrizo. El material cultural asociado se limitó a algunos fragmentos de cerámica. En el límite este de la unidad, conforme se profundizaba en la excavación, se definió el muro del cual se observaba en superficie la cabecera (M27). Éste está compuesto por hileras irregulares de adobes plano convexos. Se asociaba 1,94 m por

debajo de la superficie a un piso que se extendía hacia el oeste por 2.80 m hasta encontrarse con un muro (M29) paralelo al muro anteriormente mencionado; de éste se observaban dos hileras de adobes ortogonales dispuestos de soga. El piso en algunas partes estaba roto, y tenía lentes de ceniza, evidenciando quema. En

Fig. 12. Excavación del cateo 12.

Fig. 13. Excavación de la unidad de excavación 1.

Fig. 14. Excavación de la unidad de excavación 2.

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el lado sureste de la unidad se encontró el paramento de un muro (M28) bastante conservado y conformado por adobes ortogonales dispuestos en algunas hileras de soga y otras de cabeza, aunque el piso adyacente a este muro estaba roto, su base se encuentra a la misma altura estando probablemente asociados; además, el extremo oeste del M28 en algún momento formó esquina con el M29, pues después de éste no se prolonga. Hacia el oeste del M29 no se hallaron más evidencias arquitectónicas, solo escombro compuesto por tierra suelta marrón claro, cascotes de adobes y algunos adobes enteros plano convexos. El material cultural asociado consta de fragmentos de cerámica y escasos restos malacológicos y óseos (Fig. 14).

Unidad de excavación 3 (UE3)

Se encuentra en el lado noreste del edificio. Tiene 7 metros de largo en el sentido norte sur, por 3 metros de ancho y un promedio de 1 metro de profundidad. Abarca las coordenadas A2: 20- 27s/16-19e. Se

encuentra en pendiente debido a que incluye un sector de escombro que viene desde la cima del monumento hasta el límite con el camino carrozable. Se hizo con la finalidad de identificar la esquina este de la fachada norte del monumento.

El material retirado consistió en escombro compuesto por tierra compacta color marrón claro y cascotes de adobe. Al profundizar la excavación se encontró un muro (M31) que se adosa al montículo 2 y está contenido hacia el norte por el muro 32 (M32); el mismo que se asienta 0.60 m por debajo de la superficie actual sobre una capa de arena gruesa suelta marrón claro. Hacia el noroeste de M31 se halla un piso roto que si bien llega a adosarse al montículo 2 no lo hace al muro M32, dando la impresión de haber estado por encima de este (Fig. 15).

Como material cultural asociado se recolectaron algunos fragmentos de cerámica, entre ellos, ralladores, además de restos óseos y malacológicos.

Unidad de excavación 4 (UE4)

Se encuentra en la esquina sureste de la cima del edificio. Tiene 12 metros de largo en el sentido oeste este, por 5 metros de ancho y 1,5 m de profundidad en promedio. Abarca las coordenadas A1: 25- 29s/19-28e. Sus límites fueron, por el norte el M22, por el este el montículo 3, por el sur el M14 y por el oeste el muro límite este del montículo 4 (M23). La finalidad fue registrar la arquitectura por debajo del escombro, especialmente buscando la base de los muros límite que configuraban esta unidad de excavación (Fig. 16).

Por las características del relleno y la arquitectura descubierta, se puede dividir la unidad en dos áreas, este y oeste, separada en la parte central por un conglomerado de adobes sueltos, grandes y del tipo plano convexo. El relleno en la parte oeste, encerrada entre los muros M21, M22 y M15 se conforma por arena fina color marrón claro, asociado a algunos fragmentos de cerámica, restos malacológicos y óseos; mientras que en la parte este de la unidad, el relleno se compone por tierra suelta de color marrón claro mezclada con arena gruesa suelta también marrón claro, el material cultural en esta parte es muy escaso y consiste en restos malacológicos, fragmentos de cerámica y piezas líticas.

En el extremo oeste de la unidad al retirar el relleno se encontró el M21, adosado al muro límite este del montículo 4, conformado por escalonamientos hacia

Fig. 15. Excavación de la unidad de excavación 3.

Fig. 16. Excavación de la unidad de excavación 4.

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el sur y el norte (Fig. 32). En la parte central de este muro, a 2,18 m por debajo de la cabecera del muro del montículo 4, se halló un piso. En el área formada por la esquina entre el M14 y el M21, se encontraron varios fragmentos de adornos arquitectónicos elaborados con barro, los cuales se describen en el capítulo de la arquitectura (Fig. 24). También se encontraron en esta misma zona pedazos de barro laminado con impronta de caña, probablemente parte de revestimiento de techo. Destaca en los escalonamientos más bajos el hallazgo de abundante material malacológico, principalmente caracoles quemados, corontas de maíz (Zea mays) y lentes de tierra marrón oscuro, evidenciando material orgánico.

Excavación en trincheras

Las dos trincheras se hicieron en la parte superior del edificio, en el patio, con la finalidad de definir la forma de los montículos que rodean dicho patio.

Trinchera 1 (Tr1)

Se encuentra al norte del patio. Abarca las coordenadas A2: 11- 13s/0-6e y B2: 10S11s/16-29e. La finalidad fue registrar los límites y configuración arquitectónica en el lado sur de los montículos 1 y 2. Tuvo un ancho de 0,25 m y una profundidad promedio de 0,40 m (Fig. 17).

Se logró identificar los muros M37 y M38, orientados en sentido norte-sur, adosados uno al otro. Material de relleno separa a M38 de M39, un muro que se alinea a un paso a desnivel y un piso que se prolonga hacia el sur, entre 15 y 20 cm por debajo del escombro que cubre el patio, al menos en este sector. Dicho paso a desnivel, que divide el patio en dos sectores, muestra claramente los adobes paralelepípedos de los que está compuesto, dispuestos varios de estos de costilla, como es común en los elementos arquitectónicos expuestos de la cima del edificio (Fig. 18). Con esta trinchera también logramos definir la esquina sureste del montículo 1, paralela al extremo este del muro 35 (M35). Como material cultural asociado, se encontraron restos malacológicos, vegetales, un fragmento de mortero de piedra y fragmentos de cerámica, destacando una pieza escultórica representando una cabeza de felino, de filiación chimú.

Respecto al montículo 2, solo se pudo constatar que está destruido, se ha desmontado gran parte de su volumen, y que tal vez conformó una sola estructura

con el montículo 1. El relleno extraído, adyacente al montículo 1 se constituía por tierra semicompacta color beige claro, mientras que en la parte adyacente al montículo 2, esta misma tierra se hallaba mezclada con abundante basura.

Fig. 17. Excavación de la trinchera 1.

Fig. 18. Paso a desnivel del patio, registrado en la trinchera 1, y ubicado a la altura de M39.

PASO

M39

Fig. 19. Excavación de la trinchera 2.

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mismo modo, se determinó el ancho total de M22, cuya base estaba bajo la superficie actual. El muro estaba deteriorado, roto en uno de sus tramos, y se proyectaba hacia el este adosándose al montículo 3, mostrando una parte de su paramento norte con enlucido bien conservado. Hacia el norte de este muro, los límites del montículo 3 no estaban claros. El relleno extraído de la trinchera se conformaba por tierra semicompacta de color amarillo y arena gruesa suelta del mismo color. El material cultural asociado fue escaso, constituido únicamente por algunos fragmentos de cerámica no diagnóstica (Fig. 19).

Los perfiles estratigráficos

Durante las excavaciones se registraron 2 perfiles los únicos que mostraban capas claramente definidas. El perfil 1 (Fig. 20) al norte de la unidad de excavación 1 y el perfil 2 (Fig. 21) al oeste de la unidad de excavación 2). La descripción de las capas estratigráficas se hará de arriba hacia abajo, es decir, desde los eventos más tardíos a los más tempranos.

Fig. 20. Dibujo del perfil 1.

Trinchera 2 (Tr2)

Se encuentra al sur del patio, paralela al montículo 3 y los muros M21, M22 y M23. Abarca las coordenadas A2:3s/17-29e. La finalidad fue registrar los límites y configuración arquitectónica del montículo 3 hacia el oeste, el ancho total de M22 y la proyección de M23 hacia el norte. Esta trinchera tuvo un ancho de 0,25 m y una profundidad promedio de 0,40 m.

Se registró que el extremo norte de M23 está 0,60 m más delante de M21, que corre paralelo a él. Del

Fig. 21. Dibujo del perfil 2.

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Perfil 1

Ubicado en el cuadro B1, en las cuadrículas 19s/3-5e; abarca un área de 2,20 m2. Específicamente, se encuentra en el límite norte de la unidad de excavación 1 (UE1).

Capa A . Capa superf ic ia l de sedimento semicompacto, de 0,04 m de espesor y compuesta por arena de color beige claro. No presenta material cultural y está por encima de las bases de M17.

Capa B. Capa de tierra semicompacta marrón claro, de un espesor que varía entre 0,18 y 0,40 m, asociada a los adobes de la base de M17.

Capa C. Capa de arena gruesa suelta blanca de un espesor de entre 0,06 y 0,22 m, sobre la cual se asientan los adobes de la base de M17.

Capa D. Capa de arena gruesa suelta beige y algunos cascotes de adobe, de 0,28 a 0,42 m de espesor, asociada a restos malacológicos y algunos fragmentos de cerámica.

Capa E. Capa de arena fina suelta blanca, con un espesor que varía entre 0,08 y 0,12 m, asociada a restos malacológicos.

Capa F. Se conforma por una ancha capa de arena gruesa suelta beige y algunos cascotes de adobe. Su espesor mayor se encuentra en el lado oeste con 2,12 m y el menor en el lado este con 1,5 m; en esta parte se halla por encima de M5. En esta capa se encontró el entierro humano, además de restos malacológicos, óseos, algunas piezas líticas y fragmentos de cerámica.

Capa G. Capa compuesta de tierra suelta beige y abundantes cascotes de adobe con sedimentos discontinuos, compuestos de arena fina semicompacta beige. Su espesor promedio es de 0,40 m y ocupa el espacio entre los muros M8 y M5. Se asoció a algunos restos malacológicos.

Capa H. Corresponde a un grueso sedimento compuesto por arena compacta de color beige; sobre este se asienta M5.

Capa I. Ancha capa conformada por tierra suelta beige, cascotes de adobe y arena gruesa suelta. Tiene 1,43 m de espesor y rellena parte del espacio entre M6 y M9. Se asocia con restos malacológicos y fragmentos de cerámica.

Capa J. Capa de ceniza con un espesor entre 0,04 y 0,12 m. A la altura de esta capa, los muros 6 y 9 (M6 y M9) empiezan a mostrar coloración negra y rojiza como clara evidencia de quema.

Capa K. Gruesa capa de tierra semicompacta beige grisáceo de un espesor entre 0,58 m y 0,76 m, asociada a restos malacológicos y fragmentos de cerámica.

Capa L. Conforma un sedimento de 0,12 m de espesor promedio, compuesto por una delgada lámina de arena fina semicompacta beige seguida de arena gruesa semicompacta también beige, mezclada con algunos cascotes de adobe y material malacológico.

Capa M. Corresponde a otro sedimento compuesto por varias láminas delgadas de arena fina semicompacta que varían en color incluyendo beige claro, marrón claro y beige grisáceo, con un espesor total de 0,18 m.

Capa N. Gruesa capa de ceniza, tierra suelta fina, carbón y cascotes de adobe quemado con un espesor entre 0,56 m y 0,42 m, asociada a fragmentos de cerámica y abundantes restos malacológicos, principalmente caracoles. Esta capa corresponde a la capa A del cateo 1.

Perfil 2

Ubicado en el cuadro B2, en las cuadrículas 0-2s/14e; abarca un área de 3 m2 específicamente se encuentra en el límite este de la unidad de excavación 2 (UE2).

Capa A. Conformada por parte del paramento oeste del muro 27 (M27) muestra hileras de adobes del tipo plano convexo y cascotes de adobe unidos con mortero de barro. Tiene un espesor máximo de 1,16 m.

Capa B. Conformada por la parte más baja y ancha de M27. Se compone por hileras de adobes del tipo plano convexo, algunos con huellas de rubefacción y tierra compacta beige. Su espesor máximo es de 0,78 m.

Capa C. Bolsa de tierra suelta marrón oscuro, de aproximadamente 0,5 m por 0,2 m de dimensión, que se encuentra inmersa dentro de la capa D, en el lado sur del perfil.

Capa D. Corresponde a una capa de sedimento conformada por varias láminas delgadas de arena gruesa semicompacta beige oscuro que se adosan a M27. Su espesor varía entre 0,1 y 0,56 m. Se asocia con

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pedazos de carrizo, fragmentos de cerámica doméstica y algunos restos malacológicos.

Capa E. Capa de extensión y espesor irregular compuesta de tierra suelta beige, con un ancho entre 0,02 y 0,20 m.

Capa F. Capa de ceniza y tierra suelta con un espesor promedio de 0,04 m, llegando hasta 0,1 m en el lado norte. Se asocia a fragmentos de cerámica.

Capa G. Se trata de un piso arquitectónico que va en pendiente desde una altura de 53,51 msnm adosado a M27, hasta 53,32 msnm adosado a M29. Tiene un espesor de 0,05 m y está compuesto de tierra y arcilla de consistencia compacta. Está roto en varios segmentos, principalmente en las partes adyacentes a los muros que lo rodean (M27, M28 y M29). En su esquina noroeste presenta un lente de ceniza y se puede observar coloración grisácea dispersa en toda su superficie, adheridos presenta restos orgánicos (vegetales), restos malacológicos, óseos y fragmentos de cerámica.

Capa H. Corresponde al muro 29 (M29). Se conforma por dos hileras de adobes ortogonales con impronta de gavera de caña, de 0,35 m de largo por 0,25 m de ancho y 0,12 m de altura, unidos con mortero de barro que forma una capa de tierra compacta beige. Tiene una altura máxima conservada de 0,22 m.

Capa I. Capa que conforma la mayor parte del perfil y está compuesta por escombro que combina algunos adobes del tipo plano convexo, cascotes de adobe y tierra suelta beige. Tiene un espesor promedio

de 2,73 m, y se asocia con restos malacológicos y fragmentos de cerámica

Capa J. Capa compuesta por tierra compacta color amarillento, con un espesor de 0,22 m hasta la superficie actual, donde se inició el cateo 9. Esta capa se prolonga y corresponde a la capa A del cateo en mención.

LA ARQUITECTURA

La Huaca Las Estrellas fue construida con barro, el cual sirvió para la elaboración de los adobes, el mortero con el que se formaron tanto los bloques de relleno arquitectónico como los muros que fueron delimitando diferentes ambientes al interior del edificio, y los gruesos revoques o enlucidos que le dieron el acabado final. Probablemente, algunos ambientes fueron techados con cañas amarradas con soguillas y revestidas con una torta de barro.

Los adobes

Se registró hasta 8 tipos de adobes en diferentes partes del edificio. Estos adobes se pueden organizar en dos grupos atendiendo a su forma: adobes plano-convexos y adobes ortogonales o paralelepípedos

Adobes plano-convexos

Este tipo de adobes se caracteriza por presentar una base plana irregular y cuerpo convexo. Predomina claramente en la construcción del edificio, tanto en los muros como en los bloques de relleno arquitectónico que formaron las plataformas. Se encuentra tanto en las estructuras que parecen ser las más tempranas como en las más tardías. Fueron fabricados a mano, directamente sobre el suelo, de allí la irregularidad de la superficie basal. En todos los casos se notan las huellas de los dedos de los adoberos.

Teniendo en cuenta que han sido hechos completamente a mano, los adobes plano-convexos presentan una gran diversidad de dimensiones y forma del cuerpo, de allí la variabilidad de su nombre en la literatura arqueológica. En la Fig. 22, el adobe (a) tiene 36 cm de largo y 20 cm de ancho en su base, la cual es más o menos rectangular. Tiene 30 cm de altura máxima; sus lados son más o menos planos, es decir, es similar a los adobes llamados “pan de molde”. El adobe (b) tiene 30 cm de largo y 19 cm de ancho en su

Fig. 22. Variantes de adobes plano convexos presentes en Huaca Las Estrellas.

a b

c d

0 30 cm

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base de planta ovalada. Tiene 19 cm de altura, dándole una forma semicircular; también se les conoce como “adobes bola”. El adobe (c) tiene 30 cm de largo por 22 cm de ancho en su base, de planta ovalada. Tiene 26 cm de altura máxima, adoptando una forma odontiforme. El adobe (d) tiene 28 cm de largo y 19 cm de ancho en su base, la cual es plana irregular aunque de planta ovalada. Alcanza una altura máxima de 30 cm lo que le da al adobe apariencia odontiforme alargada.

Una nueva temporada de intervención, que incluya excavación estratigráfica al interior del edificio podría determinar si la variabilidad, en la forma y el tamaño de los adobes plano-convexos, tuvo que ver también con diferentes fases o periodos de ocupación del sitio, lo que lo convertiría en un indicador de cronología relativa.

Adobes paralelepípedos

Un adobe paralelepípedo es aquel que tiene seis lados o caras, donde las caras opuestas son iguales y paralelas. Dentro de este grupo de adobes hemos registrado 4 variantes de adobes rectangulares y 3 variantes de adobes cúbicos, todos con marcas que indican el uso de moldes de cañas (Fig. 23). No se ha registrado los adobes lisos que observan Markus Reindel (citado en Rodríguez 1998) y Rodríguez (1998). Es probable que los supuestos adobes lisos sean adobes que conservan el enlucido que tapa las marcas de la gavera de caña.

Tipo 1. Adobe rectangular de 0,54 m de largo por 0,30 metros de ancho y 0,15 metros de altura. Estos adobes fueron registrados colocados de costilla en el muro 16 (M16) de la cima del edificio y en un contrafuerte del muro 7 (M7b).

Tipo 2. Adobe rectangular de 0,40 m de largo por 0,28 m de ancho y 0,10 m de altura. Los ejemplares de este tipo de adobes se encontraron en M29 de la unidad de excavación 2.

Tipo 3. Adobe rectangular de 0,28 m de largo por 0,24 m de ancho y 0,14 m de altura. Este adobe se registró suelto en el cateo 8, en el extremo oeste de la fachada norte, asentado sobre una delgada capa de material orgánico.

Tipo 4. Adobe rectangular de 0,35 m de largo por 0,18 m de ancho y 0,12 m de altura. Los ejemplares de este tipo se registraron en el relleno del cateo 11, probablemente asociados a M30.

Tipo 5. Adobe semicúbico de 0,22 m de largo por 0,22 m de ancho y 0,14 m de altura. Varios de estos adobes presentaban enlucido, pues fueron utilizados en extremos de muros a modo de contención de los adobes plano convexos, dando la impresión de constituir acabados de la edificación. Los ejemplares de este tipo predominan en la cima. Cerca del extremo oeste de M16, en el montículo 4, se hallan dispuestos en dos hileras en sentido norte sur, a diferente altura cada hilera, posiblemente a modo de peldaños de una escalera.

Tipo 6. Adobe cúbico de 0,22 m de lado. Uno de estos adobes se encontró en la unidad de excavación 1, en el lado sur del edificio, y presentaba coloración negra y rojiza como evidencia de quema.

Tipo 7. Adobe semicúbico de 0,30 m de largo por 0,30 m de ancho y 0,15 m de altura. Este adobe se registró in situ en el extremo oeste del muro 28 (M28); probablemente en el mismo muro se hallen más adobes de este tipo.

Adobes decorativos

Se trata de bloques de barro cocido al sol, hallados en la unidad de excavación 4, aledaños a la esquina conformada por los muros 14 y 21, junto a fragmentos de barro con improntas de soguilla y caña (parte de revestimiento de techo), fragmentos que también fueron hallados en el cateo 12.

El conservador César Córdoba logró reintegrar tres de estos elementos, los cuales podemos describir como bloques de barro cocido, de forma rectangular, claramente elaborados con moldes de caña, de 19,63 cm de largo, 16,37 cm de ancho y 11,56 cm de espesor promedio. Los moldes fueron hechos de tal forma que una de las caras de los adobes presenta como parte de

Fig. 23. Algunos de los tipos de adobes paralelepípedos presentes en Huaca Las Estrellas.

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su decoración, dos espacios internos vacíos con forma de triángulo rectángulo y una “L”. Dos de los adobes decorativos fueron pintados parcialmente en la cara decorada, uno de rojo y otro de blanco y negro. Si bien no hemos encontrado referencias bibliográficas sobre estos elementos arquitectónicos en otros sitios del valle de Moche, el arqueólogo José Carcelén, en una visita a nuestra excavación, nos refirió que en Castillo de Tomabal, una estructura monumental gallinazo en el valle de Virú, se encontraron bloques similares pero de mayor dimensión, formando parte de algunos muros, aparentemente a modo de adobes decorativos (Fig. 24).

Los muros

Los muros que conforman la estructura de Huaca Las Estrellas fueron hechos principalmente con adobes plano convexos, pero también con adobes paralelepípedos rectangulares y cúbicos. Los muros fueron revocados o enlucidos con una gruesa capa de barro, la cual se conserva en muchos casos. El grosor del revoque se explica por el hecho de que la forma plano convexa de los adobes no otorgaba un paramento regular al muro. Los adobes fueron aparejados en hiladas horizontales, de soga o de cabeza, o en donde se alternan ambas formas de colocar los adobes. Igual disposición tuvieron los bloques constructivos que daban volumen a las plataformas o montículos.

Algunos muros fueron hechos por secciones, a fin de darle mayor estabilidad estructural frente a los movimientos telúricos. Puesto que no se ha hecho excavación en área, no se han definido y codificado ambientes por lo cual nos limitaremos a describir los muros que conforman las diferentes zonas del edificio. En la Fig. 25 se señalan los muros identificados con una letra M a la que se le agregó un número arábigo. La descripción está basada exclusivamente en lo observado en sus superficies expuestas.

Muro 1 (M1)

Aparentemente compuesto por dos hileras de adobes plano convexos. Su altura conservada al nivel del camino carrozable es de 0,7 m, su largo es de 1,1m y su ancho de 0,60 m. Presenta enlucido en su paramento oeste y se adosa a un muro más ancho (M2). La parte que no está cubierta por escombro se observa en pendiente (Fig. 26).

Muro 2 (M2)

Su altura conservada al nivel del camino carrozable es de 0, 60 m. Su largo, incluyendo la proyección de la parte rota, es de 5,2 m, y su ancho de 1 m. Presenta un enlucido grueso en su paramento oeste, y se adosa a M1. La parte que no está cubierta por escombro se observa en pendiente (Fig. 26).

Muro 3 (M3)

Es el resultado de tres muros adosados uno a continuación de otro, de este a oeste. Su largo, incluyendo las proyecciones, sería de 8,3 m. Hacia el sur, la cabecera de este muro se encuentra en pendiente (Fig. 27).

Muro 3a (M3a): Tiene un metro de ancho, y se adosa por su paramento oeste, el cual está enlucido, al que hemos denominado muro 3b.

Muro 3b (M3b): Tiene un ancho de 0,20 m, se halla entre los muros 3a y 3c.

Muro 3c (M3c): Tiene un ancho de 0,60 m. en su extremo sur y 0,50 m en su extremo norte. Se adosa al muro 3b, y presenta un enlucido grueso en su lado oeste. En la cabecera se observan algunos adobes plano convexos que lo conformarían.

Cuando fue adosado M3c, cubrieron con un revoque o enlucido el extremo sur de los tres muros, dando la apariencia de un único muro grueso.

Muro 4 (M4)

Su largo es de 4,60 m y su ancho de 0,80 m. Aparentemente, está compuesto por adobes plano convexos dispuestos en un tramado irregular. Presenta enlucido en sus paramentos oeste y este, juntándose por este último lado al paramento oeste

Fig. 24. Restos de adobes decorativos registrados durante la exca-vación de la UE4, al pie del montículo 4.

0 5 cm

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Fig. 25.Plano de Huaca Las Estrellas con la ubicación de los muros codificados y descritos en este informe.

Fig. 26. Muros 1 y 2. Fig. 27. Muros 3, 4, 5, 6, 7, 8b, 17 y 40.

M2 M1

M17

M8BM7

M5

M40

M4

M3

M6

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de M3. Gran parte de su cabecera se encuentra en pendiente (Fig. 27).

Muro 5 (M5)

Su paramento sur no conserva el revoque o enlucido, y permite ver una trama de adobes plano convexos dispuestos de soga en hileras regulares; estos adobes, al igual que los de todos los muros de la huaca, no presentan un tamaño estándar. Su altura máxima conservada es de 1.20 m. Su largo es de 3,7 m y su ancho de 0,5 m. Presenta enlucido bien conservado en su paramento norte (Fig. 27).

Muro 6 (M6)

Aparentemente compuesto por adobes plano convexos dispuestos en un tramado irregular, aunque la mayoría están colocados de cabeza. Su altura máxima conservada es de 1, 20 m. Su largo es de 9,1 m. Su paramento sur está bastante erosionado, colindando con el camino carrozable, por lo tanto su ancho varía desde 0,7 m en su extremo oeste hasta 0,2 m en su extremo este. Su paramento norte presenta enlucido y huellas de quema (Fig. 27).

Muro 7 (M7)

Adosado perpendicularmente a M17, su largo es de 3,7 m y su ancho de 0,6 m. Está hecho de adobes plano convexos, aunque la disposición de los mismos no se puede observar debido a la capa de barro que cubre su cabecera. Se asienta sobre una capa de arena (capa E del perfil 1) y muestra un enlucido bien

conservado en su paramento oeste, con un espesor de entre 3 y 4 cm. Para el acabado de este enlucido, se utilizó algún implemento que ha dejado una impronta a modo de pequeñas acanaladuras semicirculares. En su paramento oeste se adosa a un muro que hemos denominado 7b. Gran parte de su cabecera se encuentra en pendiente (Fig. 27).

Muro 7b (M7b)

Se conforma por adobes paralelepípedos del tipo más grande (tipo 1) dispuestos de costilla, entre este y el muro 7 hay un relleno de cascotes de adobe y barro (Fig. 27).

Muro 8a (M8a)

Se encuentra debajo del muro 8b (M8b). Su paramento externo está cubierto de un enlucido grueso. Gran parte de su estructura se encuentra cubierta por escombro. Hace esquina con M9a, por lo que podría tener sus mismas características constructivas (Fig. 27).

Muro 8b (M8b)

Se ubica encima de M8a. Aparentemente, está compuesto por dos hileras de adobes plano convexos dispuestos de cabeza; su largo es de 5,6 m y su ancho promedio de 0,8 m, estando roto a 0,8 m de distancia de M17. Presenta enlucido grueso regularmente conservado en su paramento este, de un espesor de alrededor de 5 cm y con las características del enlucido de M7. Gran parte de su cabecera se encuentra en pendiente (Fig. 28). Presenta hasta tres secciones que podrían ser resultado de remodelaciones (ampliaciones).

Muro 9a (M9a)

Su altura máxima conservada es de 2,45 m. su largo es de 10,5 m y su ancho en la mitad este es de 0,9 m, mientras que en su mitad oeste de 0,5 m, rompiéndose antes de adosarse a M10. Está elaborado con adobes plano convexos. Presenta enlucido bien conservado en su paramento sur, con huellas de dedos. El sello del vano de acceso ubicado en la parte central de este muro ha sido elaborado también con adobes plano convexos dispuestos de manera irregular. Su enlucido tiene un espesor máximo de 0,08 m, está bien

Fig. 28. Muros 8a, 8b, 9a y 9b.

M9b

M9a

M8b

M8a

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conservado a pesar que muestra grafitis modernos hechos con spray negro (Figs. 28 y 29).

Muro 9b (M9b)

Este muro corre paralelo a M9a, a 0,80 m de distancia. Conserva aproximadamente 4,5 m de largo y unos 0,60 m de altura máxima conservada. Pudo servir como muro de contención a la plataforma que se construyó como parte del diseño arquitectónico del último edificio (Figs. 28 y 29).

Muro 10 (M10)

Aparentemente compuesto por adobes plano convexos dispuestos de cabeza. Su altura conservada al nivel del camino carrozable es de 1,10 m. Su largo es de 7,1 m y su ancho de 0,6 m. Presenta enlucido en ambos paramentos y se adosa por su lado oeste a dos muros (10a y 10b) hechos también de adobes plano convexos, ambos con enlucido en su lado oeste; estos muros podrían ser un proyecto de ensanchamiento del muro mayor (Fig. 30), tal como sucedió con M3.

Muro 11 (M11)

Su largo es de 2,90 m; no se pudo establecer su ancho dado que se conforma por un relleno de adobes plano convexos tramados irregularmente, tal relleno está enlucido en el lado sur formando un paramento. Hace esquina con M10 (Fig. 30).

Muro 12 (M12)

Su largo es de 4,3 m y su ancho de 0,60 m. Presenta enlucido en ambos paramentos y aparentemente está compuesto por adobes plano convexos dispuestos de cabeza. Forma una esquina con M13 en el lado oeste. Está cortado por el camino carrozable, pues debajo de la superficie de este, en el cateo 7, encontramos su proyección hacia el este, con su base 1,26 m por debajo del nivel del piso carrozable (Fig. 31).

Muro 13 (M13)

Su largo es de 3,9 m y su ancho de 0,6 m; presenta enlucido en ambos paramentos y aparentemente está compuesto por adobes plano convexos dispuestos de

Fig. 29. Muros 9a, 9b, 17 y 18.

Fig. 30. Muros 10 y 11.

Fig. 31. Muros 12 y 13.

M18M17

M9b

M9a

M11M10

M12M13

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cabeza. Forma una esquina con M12 en el lado oeste (Fig. 31).

Muro 14 (M14)

Compuesto por adobes plano convexos dispuestos de cabeza, está bastante destruido en su lado sur, a tal punto que no se conserva su ancho total, pero por la proyección del muro hacia el este, podría ser de 0,60 m y su largo de 10,4 m. Forma esquina hacia el oeste con M21 y se adosa por su lado norte a M15 (Figs. 32, 33 y 34).

Muro 15 (M15)

Muro grueso en forma de “L” compuesto por adobes plano convexos en un tramado irregular, se halló por debajo del escombro durante la excavación de la unidad 4. Su ancho máximo es de 3,2 m en el extremo este y el mínimo de 1,8 m en el extremo oeste (Fig. 33 y 43).

Muro 16 (M16)

Sólo se observa la cabecera, pero se pudo establecer que está conformado por adobes paralelepípedos del tipo más grande (tipo 1) dispuestos de costilla. Conserva un largo de 3,25 m y su ancho es de 0,50 m en su extremo oeste y 0,3 m en su extremo este (Fig. 34).

Muro 17 (M17)

Muro ancho compuesto por adobes plano convexos, dispuestos en un tramado irregular, aunque la mayoría están colocados de cabeza. La parte que se conserva del muro se conforma por 3 secciones, la del extremo este y la central de 2,40 m de largo y la del extremo oeste con un largo conservado de 1,70 m, conformando un largo total de 6,50 m; su ancho es de 1,80 m. Se asienta sobre una capa de arena fina (Capa A, perfil 1). Sus dos paramentos muestran enlucido, aunque deteriorado (Figs. 29 y 35). El muro está roto en su extremo oeste, y pensamos que, en algún momento, hacía esquina con M18, aún cuando la base de este último estaba en un nivel más bajo.

Muro 18 (M18)

Muro ancho, compuesto por adobes plano convexos, tramados de manera irregular. Su altura

Fig. 32. Muros 14, 21 y 23.

Fig. 33. Muros 14 y 15.

Fig. 34. Muros 14 y 16.

M21

M23

M14

M15

M14

M14 M16

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máxima conservada es de 1,98 m; se conservan 3,6 m de su largo y su ancho es de 1,80 m; proyectándose hacia el sur formaría una esquina con M17. Presenta enlucido bastante deteriorado en ambos paramentos, el lado este está pintado con grafiti moderno de color negro (Figs. 29 y 35).

Muro 19 (M19)

Su largo es de 3,8 m y su ancho de 0,6m. Se halla bastante destruido, aunque se observan algunos adobes plano convexos que lo conforman, se adosaría en su extremo este a M18 y en el oeste a M10.

Muro 20 (M20)

Sólo se conserva su paramento oeste, del cual se puede inferir que su ancho es de 1,5 m. Está bastante erosionado y cubierto por una gruesa costra de barro que no deja ver el tipo de adobe que lo compone. Aparentemente se proyectaría hasta adosarse perpendicularmente con M18.

Muro 21 (M21)

Se adosa directamente al límite este del montículo 4, el cual está conformado por un paramento enlucido y probablemente varios proyectos arquitectónicos, pues aproximadamente en su parte central se observa un muro con un ancho máximo de 0,72 m. Por otra parte, forma esquina en su extremo sur con M14. El muro 21 se encontró tras la remoción del escombro de la unidad 4, su forma es particular, pues presenta dos escalonamientos; uno en su extremo sur y otro en su extremo norte, separados por un espacio de 0,70 m en donde se observa el piso sobre el cual probablemente se asientan los escalonamientos. El extremo sur posee 3 niveles; el más alto tiene 1,5 m de largo, extendiéndose hacia el norte, distancia en la que baja 0,30 m para formar el segundo escalón, que se extiende por 0,80 m y baja 0,14 m para formar el tercer escalón, éste último tiene un largo de 0,70 m y baja 0,70 m más hasta el nivel del piso. En el segundo escalón se observan algunos de los adobes paralelepípedos que lo conforman. El escalonamiento del extremo norte, también presenta 3 niveles, el más pequeño se eleva 0,68 m desde el piso y se extiende hacia el norte por 1,08 m, luego se eleva 0,36 m y forma el segundo escalón, que tiene un largo de 0,96 m y luego se eleva hasta el nivel del paramento límite del montículo 4, extendiéndose hacia el norte junto al muro 23, casi hasta el mismo largo de éste. En

el segundo nivel de este escalonamiento se observan claramente varios de los adobes paralelepípedos que lo componen (Fig. 32).

Muro 22 (M22)

Muro muy grueso compuesto por adobes plano convexos dispuestos de cabeza en hileras regulares, según lo observado en la parte expuesta del muro. Parece que estuvo expuesto a remodelaciones a fin de darle mayor ancho y altura, quedando con un ancho total de 4 m; de su largo se conservan 6,40 m. Por lo registrado y observado en la excavación de la trinchera 2, en algún momento pudo haber conformado un solo bloque con el montículo 3, pues su paramento norte tiene la particularidad de haberse encontrado por debajo del escombro, roto al nivel del extremo este del largo conservado y expuesto en superficie para luego continuar elevando su altura e insertándose en al montículo 3, donde presenta un enlucido bien

Fig. 35. Muros 7, 18 y 34.

Fig. 36. Muros, paramento norte.

M17 M18

M24

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conservado. No se pudo definir dónde se asienta dado que no se excavó hasta su base (Fig. 36 y 43).

Muro 23 (M23)

Elaborado con adobes plano convexos y adobes paralelepípedos colocados en su extremo norte, se adosa por el este al muro 21 y por el sur al muro 24. Se observan dos muros conformándolo, ambos enlucidos en sus dos caras. Su largo es de 4,70 m y su ancho de 1,40 m (Fig. 32 y 43). Sirve de muro de contención este a una plataforma que provisionalmente denominamos montículo 4.

Muro 24 (M24)

Sólo se observa su paramento norte, con enlucido bien conservado bajo el escombro. En la cabecera se hallan expuestos algunos adobes rectangulares. Su

largo es de 8,5 m. Sirve de muro de contención norte a una plataforma que provisionalmente denominamos montículo 4 (Fig. 35).

Muro 25 (M25)

Su largo conservado es de 7,60 m, distancia en la cual se rompe en su extremo norte; su ancho es de 1,6 m, establecido según lo observado en superficie pues hacia su lado oeste no se excavó. Su lado este presenta enlucido regularmente conservado (Fig. 37).

Muro 26 (M26)

Paralelo a M25, separado por 2,6 m de distancia, dando forma a lo que parece ser un corredor. Tiene un largo de 16,5 m en su cabecera y un ancho de 0,50 m. Su enlucido está muy bien conservado bajo superficie en su paramento este (Fig. 37).

Muro 27 (M27)

Aparentemente, se adosa a M26. Se definieron sus características durante la excavación de la unidad 2. En su paramento oeste se observa hileras de adobes plano convexos dispuestos de cabeza, unidos con mortero de barro; además, 1,2 m debajo del nivel del escombro, se ensancha 0,50 m, por lo que probablemente el ancho original del muro fue de 2,2 m, pudiendo estar conformado por más de un proyecto arquitectónico. El largo observable, desde su extremo sur hasta el límite norte de la unidad de excavación 2, es de 5,9 m (Fig. 38).

Muro 28 (M28)

Se adosa perpendicularmente a M27; su cabecera se halló 0,40 m debajo del escombro y su paramento norte se mostró en el límite sur de la unidad 2, estando compuesto por adobes rectangulares de alrededor de 0,22 m de lado y 0,10 m de alto, unidos con mortero de barro; su paramento sur no se definió pues en este lado sólo se encontraron adobes sueltos rectangulares, como si estuvieran desmoronados del muro y adobes plano convexos dispersos más hacia el sur. El largo del muro es de 3 m coincidiendo aproximadamente con la proyección hacia el sur de M29. Su asociación con el piso hallado en la unidad no es clara dado que el piso se encuentra roto en la parte adyacente al muro. En el extremo oeste de este muro se encontró in situ

Fig. 37. Muros 65 y 26.

Fig. 38. Muros 27, 28 y 29.

M25

M26

M28M29

M27

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el adobe paralelepípedo del tipo 7, hallado en toda la huaca (Fig. 38).

Muro 29 (M29)

Se encuentra paralelo a M27, a 2,80 m de distancia de este. Se conservan solo dos hileras de adobes rectangulares de 0,35 m de largo; 0,25 m de ancho y 0,10 m de altura, dispuestos de soga y unidos con mortero de barro. El ancho máximo del muro es de 0,80 m; sin embargo, se va angostando por desgaste hasta llegar a 0,40 m; su largo, desde el límite norte de la unidad de excavación 2 hasta donde se rompe en su extremo sur, es de 2,50 m. Su asociación con el piso hallado en la unidad no es clara dado que el piso se encuentra roto en la parte adyacente al muro. Hacia el oeste del muro no se encontraron más vestigios arquitectónicos (Fig. 38).

Muro 30 (M30)

Ubicado al noroeste de la huaca, tiene una extensión conservada de 4,10 m desde su extremo sur, donde está roto, hasta su extremo norte donde dobla hacia el oeste formando esquina. Su ancho probable es de 0,30 m que se pudo establecer según los vestigios hallados en su extremo sur durante la excavación de la trinchera 1. En su extremo sur se pudo apreciar que se asienta sobre una capa de arena gruesa suelta, bajo la cual hay una capa de ceniza. Aquí su altura conservada es de 1,20 m, mientras que su altura máxima conservada es de 1,70 m. Presenta enlucido bien conservado y con huellas de quema en su paramento este. Las características de su paramento oeste no se pudieron definir dado que se halla conformando un solo volumen con el montículo 2 (Fig. 39).

Muro 31 (M31)

Se encontró en la excavación de la unidad 3, adosado perpendicularmente a la prolongación hacia el este de M33. Tiene un largo de 1,90 m y un ancho de 0,60 m. Presenta enlucido bien conservado en ambos paramentos. Está asociado a un piso que se extiende adyacente a su paramento oeste; de este piso sólo se conserva 1,30 de extensión, pues está roto en su proyección hacia el norte (Fig. 40).

Muro 32 (M32)

Se encontró por debajo del escombro, y está interrumpido por el extremo norte de M31. La parte

hacia el este del mencionado muro presenta un ancho promedio de 0,90 m y está enlucido en su paramento norte; la parte hacia el oeste está mal conservada, sólo se observa el paramento norte. Este muro pudo haber estado asociado al piso encontrado en la unidad de excavación 3, incluso debajo de tal (Fig. 40).

Muro 33 (M33)

Tiene un largo de 6,70 m; su ancho no está claramente definido dado que se une con el montículo 2 y no se excavó en esta parte. No se registró su altura porque sólo se observa la parte superior de una hilera de adobes (Fig. 40).

Muro 34 (M34)

Se adosa perpendicularmente al muro 33. Su largo expuesto en cabecera es de 1,30 m y su ancho de 0,29

Fig. 39. Muro 30, paramento este.

Fig. 40. Muros 31, 32 y 33.

M33

M31

M32

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m, pues está compuesto por adobes semicúbicos de ese largo y 0,26 m de ancho.

Muro 35 (M35)

Se ubica trasversalmente entre los muros 33 y 36. Tiene un largo de 3,65 m en su cabecera y un ancho de 0,55 m. En su extremo suroeste dobla hacia el oeste, conformando el paramento sur del muro 36; mientras que en su extremo sureste se encuentra con el que hemos denominado M41. Está compuesto por adobes plano convexos y presenta enlucido en ambos de sus paramentos, aunque el del lado este está muy deteriorado.

Muro 36 (M36)

Se extiende de este a oeste, desde el muro 35, por 9,55 m. Tiene un ancho de 0,55 m y aparentemente correspondería al límite norte del montículo 1. Este

muro, podría proyectarse hasta el límite sur del montículo 1.

Muro 37 (M37)

Se inserta dentro del relleno arquitectónico del montículo 1. Tiene 1,1 m de ancho y está adosado al oeste con M38. Presenta su paramento este con enlucido bien conservado bajo el escombro. Aquí podría estar repitiéndose el patrón observado en los muros 1 y 2 (M1, M2) del cateo 6, es decir un muro ancho adosado a uno delgado (Fig. 41).

Muro 38 (M38)

Adosado a M37, tiene 0,40 m de ancho y 4,10 m de largo observable en superficie. Su paramento oeste también está enlucido (Fig. 41).

Muro 39 (M39)

Separado de M38 por un relleno de 0,6 m de espesor. Tiene 0,30 m de ancho. Se alinea y adosa por su lado oeste a un paso a desnivel, hallado por debajo de la superficie, que se prolonga hacia el sur. Dicho paso a desnivel, muestra claramente los adobes ortogonales de los que está compuesto, dispuestos varios de estos de costilla, como es común en los elementos arquitectónicos expuestos de la cima del edificio. Muestra su lado este con enlucido bien conservado y probablemente se prolonga hacia el sur, aunque no sabemos cuánto dado que no se excavo el área entre los montículos del norte (1 y 2) y el montículo 4 del lado sur de la cima de la huaca (Figs. 18 y 41).

Muro 40 (M40)

Es un muro que une los muros 4 y 7. Tiene 0,22 m de ancho y está conformado por adobes cúbicos de 0,22 de lado. Tiene una altura máxima conservada de 1,10 m. Adyacentes a su paramento sur se encuentran expuestos en superficie, restos de dos pisos superpuestos a 57,55 msnm (piso 1) y 57, 52 msnm (piso 2), respectivamente (Fig. 27 y 42).

Muro 41 (M41)

Presenta 0,85 m de largo y 0,45 m de ancho, podría prolongarse hacia el sur y conformar uno solo con el

Fig. 41. Muros 37, 38 y 39.

Fig. 42. Muros 4 y 40 y restos de dos pisos superpuestos.

M39

M38

PISO 1

M40

PISO 2

M37

M4

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muro 37, sin embargo no podemos afirmarlo dado que no excavamos esa zona. Posee expansiones hacia el oeste y este conformado un paramento norte con un largo visible de 3,40 m. Podría ser el extremo norte de M38, pero esto sólo se corroborará con futuras excavaciones.

Las fachadas

Huaca Las Estrellas sólo conserva parte de tres de sus cuatro fachadas (Fig. 4): norte, sur y oeste. Aparentemente, el edificio ha conservado su estructura original en el lado norte. Si bien el grado de conservación es regular, se observa que la fachada norte estuvo compuesta por dos escalones. Es visible ahora 90 cm por encima de su base, la cual está asentada sobre una capa de arena gruesa suelta. La unidad de excavación 3 (UE3) nos permitió registrar al muro que forma parte de una fachada previa (M32), que estaba cubierta en este sector por una capa gruesa de escombro. Parece que la fachada precedente tuvo más de 23 m de extensión, y a esta se le agregó un relleno de bloques arquitectónicos de 2,6 m de espesor para agrandar el edificio, habilitar nuevos ambientes en su superficie y dar forma a la última fachada. La nueva fachada no habría tapado toda la extensión de la fachada precedente, sino 19 m de ella a partir de la esquina noroeste, dando a la esquina noreste una forma de planta escalonada.

La fachada sur parece ser la principal, donde se ubicaba el acceso al edificio en sus diferentes fases de ocupación. El edificio que parece ser el más antiguo conserva un muro visible (M9a) en donde se puede observar un vano de acceso sellado probablemente cuando se entierra el edificio y se construye sobre él uno nuevo. Para esto, el ambiente al que se accedía por el vano de acceso señalado fue sepultado con escombro creando una nueva plataforma y habilitando nuevos muros (M9b y M8b) paralelos a los precedentes (M9a y M8a). Más al este, se observan al menos tres ambientes altos que podrían ser parte de las últimas fases de ocupación.

La mayor parte de la fachada este, sino toda, parece haberse perdido. Ya se ha destacado que el grado de destrucción de este sector es tal que se hallan expuestos y desmoronándose varios de los bloques arquitectónicos que lo conforman, generando una gruesa capa de escombro. Así mismo, la construcción del camino carrozable la ha mutilado significativamente, al menos en esta zona. Sustentamos esto con lo registrado en el cateo 7,

donde encontramos que M12, uno de los dos únicos muros visibles en esta fachada (el otro es M13, tiene su base a 1,26 metros y se prolonga por 2,15 metros debajo del camino carrozable. Como podemos ver, en esta fachada, la base del muro está bastante por debajo de la base de los muros de las fachadas norte y sur, indicando probablemente un proyecto arquitectónico más temprano.

La fachada oeste muestra básicamente una gruesa capa de escombro en pendiente, con pocos muros expuestos. En la unidad de excavación 2, registramos parcialmente lo que sería un ambiente aterrazado, delimitado por un muro con cabecera en pendiente (M28), que presenta en su interior un piso roto y lentes de ceniza, sobre todo en las zonas adyacentes a los muros que circundan el ambiente. Este ambiente daría a la fachada oeste características arquitectónicas similares a la fachada sur, donde también encontramos ambientes aterrazados y delimitados por muros con cabecera en pendiente (por ejemplo M4, M6 y M7). Sin embargo, por debajo de M29, el muro límite oeste de este ambiente, y hasta a la altura del camino carrozable, no se registró elemento arquitectónico alguno, sólo escombro. Nuevamente, 70 cm por debajo del camino carrozable se registró una superficie conformada aparentemente por dos apisonados superpuestos. Se necesita, por lo tanto, una intervención más exhaustiva para determinar las características de esta parte del edificio. Sin embargo, parece ser que el cuerpo principal del edificio, donde se encuentra el patio, se construyó sobre una especie de loma, la cual fue finalmente cortada con la habilitación del camino carrozable.

Ambientes identificados

Tal como se ha mencionado, los objetivos de esta intervención arqueológica no consideraron las excavaciones de los ambientes al interior del edificio. Sin embargo, la prospección y la excavación de las trincheras y la unidad de excavación 4 nos han permitido identificar de manera preliminar los siguientes ambientes:

Vestíbulo

Este espacio se ubica en el lado sureste de la parte superior del edificio y ha sido parcialmente excavado debido a la intervención codificada como unidad de excavación 4 (UE4). Está delimitado por los muros M14 y M15, al sur, M22 al norte, parte

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del relleno de bloques constructivos que conforman el montículo 3, al este; y M21, que forma parte del montículo 4, al oeste. Aparentemente, tiene forma ortogonal irregular, debido a la planta escalonada del M15 (Fig. 43).

En su lado norte, presenta dos posibles vanos de acceso que lo comunican con el patio a dos niveles. El sector este está deteriorado, por lo cual no es factible determinar desde dónde se accedía a este ambiente. También es probable que el acceso se halla hecho desde el patio, y que este ambiente no sea un vestíbulo sino que haya cumplido otra función, acaso la de espacio para deposición de regalos u ofrendas.

Montículos 1 y 2

El montículo 1 es una estructura irregular de adobes plano convexos, con algunos paralelepípedos, de 2,30 m de altura, con relación a la superficie actual del patio (Fig. 44). Conformando parte de su relleno arquitectónico, se registraron los muros M37, M38 y M39, ya descritos. La evidencia del enlucido en el paramento este estaría indicando el orden en que fueron levantados: M39, M38 y M37. Además, indican que no fueron hechos para rellenar ambientes, sino que, antes de configurar el montículo 1, delimitaron espacios. Pero, con los datos que contamos, no es difícil explicar la cercanía de estos muros: la separación entre M39 y M38 es de 0,60 m, rellenada con escombro; y no existe separación entre M38 y M37.

El montículo 2 está 1,63 m por encima del nivel actual del patio. Se ubica al este del montículo 1 y se encuentra unido a este por un conjunto de adobes, en el lado norte (Figs. 44 y 45). Entre ambos montículos hay en espacio de separación que en su parte más larga, al sur, alcanza los 4,5 m, y está parcialmente cubierta por escombro en pendiente. Probablemente, lo que denominamos montículos 1 y 2 hayan sido originalmente, en el último proyecto arquitectónico, un solo bloque, compuesto por adobes plano-convexos y rectangulares. La separación entre ambos, que puede ser resultado de las actividades de los huaqueros, nos hizo dividirlas en dos montículos de manera provisional. Quizás se trate, en conjunto, de un espacio elevado a manera de plataforma, en donde se colocaban personajes de elite que participaban en las fiestas y rituales que se celebraban en el patio. No hemos registrado ningún elemento claro que nos permite inferir la zona por donde se circulaba desde y hacia el patio.

Fig. 43. Zona denominada provisionalmente como vestíbulo, al sur del patio.

Fig. 44. Vista general de los montículos 1 y 2, así como el patio, desde el montículo 3.

Fig. 45. Vista del montículo 2 y parte del montículo 3 y del patio.

Vestíbulo

M15M22

patio

acceso a patio

acceso a patio

M23

montículo 1montículo 2

patio

montículo 3

montículo 2

Page 30: Gayoso y Angulo - Excavaciones en Huaca Las Estrellas

556

Montículo 3

Forma parte de un conjunto de bloques constructivos de adobes plano convexos que ha sido destruido en su lado oeste. Este montículo sirvió de límite este del patio (Fig. 45).

Montículo 4

El enorme pozo de huaquero que domina este espacio permite inferir que originalmente fue un ambiente delimitado por los muros M17, M18, M21 y M24, que luego fue rellenado hasta crear una plataforma elevada, en donde pudieron sentarse los personajes que presidían las fiestas y ceremonias realizadas en el patio. En su lado este y norte está delimitado por muros de corte escalonado (M21 y una sección de un posible muro no codificado registrado en el cateo 12), lo que le confieren un carácter especial a este espacio (Fig. 46). Algunos centímetros hacia el oeste de M16 se hallan expuestos unos cuantos adobes cúbicos dispuestos en hilera de sur a norte, en dos diferentes niveles, que podrían estar conformando escalinatas (Fig. 47).

Patio

Este espacio abierto tiene un ancho máximo de 14 m y unos 20 m de largo, de este a oeste. Tiene dos niveles, el alto, al oeste, y el bajo, al este, delimitados a partir de un paso a desnivel que se ubica en la parte central (Figs. 44, 45 y 46).

Otros ambientes

Al oeste de la UE1 se identificó un ambiente que claramente ha sido enterrado con material de escombro, para superponer los ambientes de al menos un nuevo edificio. Está delimitado por los muros M8, M9, M10, M17 y M19.

Al este de la UE1 existe un ambiente flanqueado por los muros M3, M4, M5, M7 y M40. En él se conservan restos de pisos que hacen media caña con M4 y M40 (Fig. 42).

ANÁLISIS DEL MATERIAL DE CERÁMICA

No se registró ninguna pieza completa, estando la muestra compuesta por 220 fragmentos de cerámica

diagnósticos, los cuales fueron divididos en tres grupos: partes de vasijas, partes de utensilios y objetos diversos. El grupo de partes de vasijas está compuesto por bordes (de cántaros, tinajas, ollas, cuencos, platos y diversos), golletes diversos, agarraderas (asa lateral, asa puente y tipo anillo), cuerpos decorados, bases (plana, trípode y anular), aplicaciones y otras partes diversas de vasijas. El grupo de utensilios está compuesto por fragmentos de ralladores. El tercer grupo incluye un fragmento de un objeto no identificado.

Fig. 46. Vista del montículo 4, los muros 22, 23 y 25 y gran parte del patio.

Fig. 47. Detalle de posibles pasos o escalones hechos con adobes cúbicos, para subir al montículo 4.

M25M23M22

patio

montículo 4

Page 31: Gayoso y Angulo - Excavaciones en Huaca Las Estrellas

557

En la mayoría de los casos no fue posible establecer su filiación cultural, en especial la de los fragmentos de partes de vasijas del tipo doméstico, cuya forma parece mantenerse, al menos desde tiempos de la cultura Salinar hasta la Chimú.

Las formas

En el cuadro 1 se detalla el número de fragmentos de cerámica, según forma, registrados en cada uno de los contextos arqueológicamente definidos en el monumento. Presentamos los elementos de cada grupo.

Partes de vasijas

Constituyen la mayor parte de la muestra (212 elementos que representan el 96,36%) de cerámica registrada en el sitio. Dentro de este grupo los bordes de vasijas son los más numerosos (118 elementos equivalentes al 53,64% de la muestra), seguidos por los cuerpos decorados. Dentro del grupo de bordes de vasijas, los bordes de cántaros son los que presentan más elementos, seguidos por los bordes de ollas y de tinajas. Veamos cada uno de los elementos de este subgrupo.

Bordes de botellas diversas

Se han registrado tres fragmentos de bordes (apenas el 1,36% de la muestra), todos en la unidad

de excavación 2, estilísticamente asociados a la cultura Chimú. Los tres fragmentos corresponden a vasijas cocidas en atmósfera reductora. Dos fragmentos están alisados y uno de ellos ha sido pulido. Los diámetros del borde varían entre 4 y 7 cm y el grosor de la pasta entre 5 y 9 mm.

Bordes de cántaros

Como ya se ha mencionado, los bordes de cántaros son los más numerosos dentro del grupo de bordes de vasijas (55 elementos equivalentes al 24,88% de la muestra). Presentan una superficie mayormente alisada. Dentro de este grupo destacan los bordes de cántaros de cuello expandido (27 elementos equivalentes al 12,22% de la muestra), seguidos por los de cuello recto (10,86%), evertido (0,9%), convexo y carenado (0,45% cada uno).

Los cántaros de cuello expandido tienen bordes con diámetros que oscilan entre los 5 y 36 cm. Este rango tan amplio en cuanto al diámetro se debe a que en este grupo se incluyen tanto los pequeños cántaros o jarras como los cántaros más grandes, a los cuales indistintamente también se les llama cantarones y jarrones. No nos atrevemos a hacer la división entre jarras y cántaros porque, no teniendo las piezas completas, el límite del diámetro que separe ambos tipos en una tipología puede ser una referencia muy subjetiva. El grosor de la pasta, de entre 4 y 13 mm, también es de rango amplio. Predomina el tipo de cocción mixta, es decir, con una parte de la pasta oxidada y otra reducida (Fig. 48). Uno de los cántaros

Cuadro 1. Número de fragmentos de cerámica, según forma, registrados en cada uno de los contextos arqueológicamente definidos en Huaca las Estrellas.

# % # % # % # % # % # % # % # % # % # % # % # % # % # % # %Botella 3 100 3 1.3575

1 4.2 1 4.2 2 8.3 1 4.2 5 21 5 21 6 25 3 13 24 10.861 50 1 50 2 0.9055 19 1 3.7 2 7.4 2 7.4 1 3.7 1 3.7 3 11 2 7.4 7 26 3 11 27 12.217

1 100 1 0.45251 100 1 0.4525

1 5.9 1 5.9 2 12 1 5.9 2 2 12 3 18 2 12 2 12 1 5.9 17 7.69231 50 1 50 2 0.905

1 13 1 13 2 25 1 13 2 25 1 13 8 3.61991 7.1 1 7.1 2 14 1 7.1 1 7.1 1 7.1 7 50 14 6.33481 14 2 29 2 29 2 29 7 3.16741 25 1 25 1 25 1 25 4 1.811 11 1 11 2 22 1 11 0 1 11 1 11 2 22 9 4.0724

1 100 1 0.45251 100 1 0.4525

1 20 3 60 1 20 5 2.26245 7.1 1 1.4 2 2.9 2 2.9 1 1.4 9 13 32 46 2 2.9 10 14 6 8.6 70 31.6741 33 1 33 1 33 3 1.35751 25 1 25 1 25 1 25 4 1.812 29 1 14 1 14 1 14 1 14 1 14 7 3.1674

1 100 1 0.45251 100 1 0.4525

Utensilios 3 4 50 1 13 8 3.6199

Objetos diversos

1 100 1 0.4525

23 5 4 7 8 1 4 8 8 23 58 20 32 20 221 99.548

UE3 UE4 Tr1CAT8 CAT9 CAT10 CAT11 UE1 UE2SUP CAT1 CAT2

Bordes diversos

De cuencosDe platos

De cuello expandido

De tinajas

De cuello divergente

CATEOSCAT5 CAT7

De cuello carenadoDe cuello convexo

tipo anilloCuerpos decorados

BasesPlanaTrípodeAnular

Agarraderasasa lateral cintadaasa puente

TOTALES

TOTAL FRAGMENTOS

UNIDADES DE EXCAVACIÓN

De cántaros

FRAGMENTOS DE FORMAS

VASIJAS

Bordes

diversaDe cuello rectoDe cuello evertido

De borde simpleDe borde reforzado

De ollasSin cuello

ralladores

Aplicaciones

Objeto diverso no identificado

Vasijas partes diversas

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558

de este tipo conservaba parte del cuerpo, decorado con motivos estampados e impresos, y el asa cintada; fue afiliado a la cultura Chimú. Algunos de los fragmentos registrados presentaban al interior como al exterior restos de un engobe de color blanco crema (Fig. 49).

Los bordes de cántaros de cuello recto presentan diámetros que oscilan entre los 13 y 39 cm, y un espesor de pasta de entre 7 y 15 mm. La cocción es preferentemente mixta y no presentan decoración, salvo un caso que tiene pintura negra en el lado externo (Fig. 50).

Los cántaros de cuello evertido se diferencian de los expandidos en que en los primeros la divergencia toma una forma arqueada mientras que en los segundos la orientación es más o menos recta; sin embargo, su diferenciación es a veces muy subjetiva. Sólo se registró dos fragmentos de este tipo. Uno parecía de estilo Salinar, con una paste de 7 mm de espesor,

Fig. 48.Ejemplos de bordes de cántaro de cuello expandido.

35 cm5 cm

32 cm

23 cm

14 cm

8 cm

12 cm

12 cm

19 cm

33 cm

32 cm

22 cm

14 cm

Fig. 49.Fragmentos de cántaros con pintura blanco-crema.

Fig. 50. Ejemplos de bordes de cántaro de cuello recto.

16 cm

5 cm

23 cm

27 cm

27 cm

25 cm

13 cm

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559

alisado, con un borde de 12 cm de diámetro, cocido en atmósfera oxidante; el otro es similar a algunas piezas de la cultura Chimú, con una pasta de 7 mm de espesor y 9 cm de diámetro en el borde. La cocción es reductora gris (Fig. 51).

El único fragmento de cántaro de cuello convexo registrado, conservó una pequeña parte de su cuerpo gracias a una agarradera tipo anillo que la une al cuello. Es una pequeña jarra de posible filiación chimú, con una pasta de 4 mm de espesor y 4 cm de diámetro en el borde.

El fragmento de cántaro de cuello carenado tiene 11 cm de diámetro y 8 mm de espesor de pasta. Su pasta ha sido pulida y cocida en atmósfera reductora. Está asociado a la cultura Chimú (Fig. 52).

Bordes de tinajas

Las tinajas en conjunto constituyen el 8,59% de la muestra de fragmentos de cerámica. Dentro de ellas, registramos dos variantes. Las tinajas de borde simple, que son las más numerosas (7,69% de la muestra), presentan pastas de superficie poco elaborada, entre restregada y alisada; sólo en dos casos presentó rastros de pintura blanco-crema. El diámetro de los bordes oscila entre los 20 y 45 cm, y el espesor de la pasta entre los 11 y 30 mm. Se registraron dos fragmentos de tinajas de borde reforzado (0,91% de la muestra), de 40 y 48 cm de diámetro de borde y 12 y 23 mm de espesor de la pasta sin considerar el grosor del refuerzo. La cocción en ambos casos fue mixta (Fig. 53).

Bordes de ollas

Las ollas son el segundo grupo más numeroso de los bordes, y en general representan el 9,95% de la muestra. Dentro de este grupo se encuentran los bordes de ollas de cuello divergente (14 elementos equivalentes al 6,33% de la muestra) y las ollas sin cuello (8 elementos equivalentes al 3,61% de la muestra).

Los bordes de olla de cuello divergente presentan un diámetro que varía entre 13 y 33 cm, con una pasta que tiene entre 6 y 10 mm de espesor. La superficie está preferentemente alisada, y en 4 casos presentaron rastros de pintura blanco-crema al interior y/o al exterior de los fragmentos. No hay una preferencia marcada por el tipo de cocción (Fig. 54, dibujos a, b, c y d).

Los bordes de olla sin cuello presentan un diámetro que varía entre 15 y 33 cm, y un espesor de pasta que

Fig. 51. Ejemplos de bordes de cántaro de cuello evertido.

12 cm

5 cm

7 cm29 cm

Fig. 52. Borde de cántaro de cuello carenado.

5 cm

11 cm

Fig. 53. Ejemplos de bordes de tinajas.

45 cm

5 cm

30 cm

44 cm

40 cm

40 cm

40 cm

Fig. 54. Ejemplos de bordes de ollas de cuello divergente (a, b, c, d) y platos (e, f, g).

21 cm

5 cm

28 cm

30 cm

19 cm

31 cm

20 cm

13 cm

a

d

f

b

e

c

g

Page 34: Gayoso y Angulo - Excavaciones en Huaca Las Estrellas

560

Fig. 55. Ejemplos de bordes de ollas sin cuello.

17 cm

5 cm

33 cm

16 cm

Fig. 56. Ejemplos de bordes de ollas sin cuello con refuerzo.

5 cm

20 cm

Fig. 57. Ejemplos de bordes de cuencos.

32 cm

5 cm

33 cm

28 cm

24 cm

15 cm

25 cm

Fig. 58. Ejemplos de agarradera tipo anillo.

38 cm

5 cm

20 cm

48 cm

varía entre 7 y 10 mm. Predomina la cocción mixta (Fig. 55). De los 8 elementos existentes, 6 presentan el borde reforzado (Fig. 56). Esta variante es muy común en la Costa Norte, en sitios asociados a las culturas Salinar (p.e. Bourget 1997) y Virú o Gallinazo (p.e. Fogel 1993), pero desaparece durante la presencia moche; al menos no se ha registrado este tipo de ollas en el sitio de las Huacas de Moche en contextos de ese periodo

Bordes de cuencos

Los bordes de cuencos representan el 3,16% de la muestra. De los 7 elementos registrados, 2 presentan un borde sencillo, mientras que los 5 restantes presentan un reborde que le da al labio un aspecto plano. Los de borde sencillo tienen 19 y 28 cm de diámetro y 7 mm de espesor, ambos con cocción mixta y la superficie de la pasta alisada. Los de reborde y labio plano tienen un diámetro de entre 18 y 28 cm y su pasta tiene entre 8 y 10 mm de espesor; la superficie es generalmente alisada y no presentan preferencia de cocción (Fig. 57). Este tipo de cuenco ha sido registrado por Heidi Fogel en su estudio de la ocupación gallinazo en la costa norte del Perú (Fogel 1993: 617, Fig. 11).

Bordes de platos

Representan el 1,81% de la muestra. Su diámetro varía entre 17 y 30 cm y su espesor entre 7 y 11 mm. Uno de los fragmentos está pulido, y por sus características parece ser chimú. Otro presenta una capa de pintura a manera de engobe, al interior y al exterior, de color blanco crema; este es el único cocido en atmósfera oxidante, el resto se han cocido en atmósfera reductora (Fig. 54, dibujos e, f y g).

Bordes diversos

Está compuesto por 9 fragmentos que representan el 4,07% de la muestra. Se trata de bordes cuyo tamaño, orientación y/o forma no nos permite ubicarlos con certeza dentro de ninguna categoría conocida. Su espesor y su diámetro son variables, aunque hay una marcada predominancia de fragmentos cocidos en atmósfera oxidante. Dos de ellos presentan pintura crema.

Agarraderas

Este grupo lo conforman 7 elementos de los cuales 5 son agarraderas tipo anillo (2,26% de la muestra), 1

Page 35: Gayoso y Angulo - Excavaciones en Huaca Las Estrellas

561

Fig. 59. Agarradera cintada (a) y tipo anillo (b).

Fig. 60. Fragmentos decorados con incisiones, excisiones, acana-laduras, alto relieves y técnicas mixtas.

es un asa lateral cintada y la otra un fragmento de asa puente.

Las agarraderas tipo anillo se ubican a la altura del cuello apoyando un extremo en el gollete y el otro en el cuerpo de la vasija (Fig. 58 y 59b). Una de las agarraderas tipo anillo tenía forma escalonada (Fig. 66c), presentó cocción reductora y podría estar asociada a la cultura Chimú; es similar a la agarradera del cántaro de la Fig. 66b. Otra tenía bandas paralelas de color negro en su superficie y podría estar asociada a la cultura Gallinazo. El fragmento de asa puente también tenía pintadas bandas de color negro. El asa lateral cintada tenía color negro y cocción reductora (Fig. 59a).

Cuerpos decorados

Es el grupo de la muestra con mayor número de elementos: 70 fragmentos que equivalen al 31,67%. Los hay de diversos tipos de decoración. Cuerpos con líneas paralelas acanaladas, con apliqués modelados (motivos escalonados, círculo con punto concéntrico hundido, rostro de un búho), estampada/impresa (líneas, piel de ganso, piel de chirimoya y otros no identificados), excisa (cuñas, flores de 4 pétalos, óvalos), incisa (líneas y puntos), y de técnica mixta (pintura blanco-crema y acanalado, inciso y exciso) (Fig. 60), escultóricos (una nariz, una oreja, una cabeza de serpiente felina, entre otros) (Fig. 66a), pintura a manera de engobe de colores blanco-crema, rojo o negro (Fig. 61)o para crear motivos al positivo o al negativo (líneas, bandas, motivos geométricos, olas) (Fig. 62). Gracias a los estilos de decoración arqueológicamente definidos se ha podido identificar fragmentos de los estilos Gallinazo Negativo (Fig. 62), Castillo Decorado (Modelado e Inciso) (Figs. 63 y 64) y Chimú (Figs. 65 y 66).

a

b

5 cm

5 cm

Cerámica incisa, excisa e impresa

Fig. 61. Fragmentos de cerámica decorados con pintura.

RojoBlanco-cremaPasta

5 cm

Page 36: Gayoso y Angulo - Excavaciones en Huaca Las Estrellas

562

Fig. 62. Fragmentos de cerámica decorados con pintura negra al negativo, estilísticamente asociadas a Gallinazo Negativo del valle de Virú.

Fig. 63. Fragmentos de cerámica Castillo Modelado.

Negro fugitivoPasta

5 cm

5 cm

Cerámica castillo negativo

Fig. 64. Fragmentos de cerámica Castillo Inciso.

Cerámica castillo inciso

5 cm

Fig. 65. Fragmentos de cerámica impresa de la cultura Chimú.

5 cm

Page 37: Gayoso y Angulo - Excavaciones en Huaca Las Estrellas

563

Fig. 66. Fragmentos de cerámica chimú.

5 cm

Fig. 67. Fragmentos de ralladores de cerámica.

a

b

cd

5 cm62 cm

33 cm

Ralladores

Bases

Los fragmentos o partes de bases registradas son del tipo anular (3.16% de la muestra), trípode (1,81%) y plana (1,36%). Los fragmentos de bases anular y plana presentaron pastas con cocción oxidante (rojo y anaranjado) y mixta; en cambio, los fragmentos de

base trípode presentaron reductora gris salvo un caso de cocción mixta.

Aplicaciones

Se trata de una aplicación de forma casi circular, plana, que asemeja una oreja de cara gollete, aunque también podría tratarse de una agarradera de olla.

Partes diversas de vasijas

Utensilios: ralladores

Se registraron 8 fragmentos que representan el 3,61% de la muestra. Algunos de ellos conservan sus bordes. El tratamiento externo de la pasta fue alisado en algunos casos y restregado en otros. La cocción es predominantemente mixta. El espesor de la pasta varía entre 11 y 19 mm (Fig. 67).

Objetos diversos

Objetos diversos no identificados

Incluye un fragmento de lo que podría ser parte de un gollete o un asa tubular, o un fragmento de trompeta. Su pasta tiene 6 mm de espesor y su superficie está muy erosionada; la cocción es mixta. Tiene rastros de engobe de color blanco-crema.

Las preferencias de cocción

En el cuadro 2 se detalla las preferencias de cocción. Se observa una marcada predominancia de la cocción mixta (38,9%), que resulta en una pasta con una parte negra o gris y otra roja o anaranjada. Este resultado en la cocción es producto de un error en el proceso de quemado, sea por un mal cálculo en el tiempo de retiro de las piezas del horno, o por alcanzar una temperatura en el horno mayor a la deseada. La cocción oxidante ha adquirido tonos que se acercan al rojo (20,45%), anaranjado (15,9%) y blanco (0,45%), resultado del contenido químico de la arcilla; en conjunto constituyen el 36,65% de la muestra. La cocción reductora, representa el 24,43% de la muestra.

Es muy complicado hacer un análisis más profundo de las preferencias de cocción en una muestra en donde tenemos una gran cantidad de fragmentos de

Page 38: Gayoso y Angulo - Excavaciones en Huaca Las Estrellas

564

filiación cultural no identificada mezcladas con piezas de diferentes estilos.

La decoración y los estilos

De los 220 fragmentos componentes de la muestra, 89 presentan alguna forma de decoración (cuadro 3). De los 89 fragmentos, 49 fueron decorados con pintura (30 de color crema, 15 de color negro y 4 de color rojo), 11 de forma estampada impresa y 8 de forma escultórica. El resto de fragmentos fueron decorados con acanaladuras, apliquées, incisiones o excisiones. Dos de los fragmentos presentan decoración mixta, uno con pintura y acanaladuras, y el otro con triángulos excisos y líneas incisas. Las características de la decoración nos han permitido identificar 5 fragmentos de estilo Castillo Decorado, 12 de estilo Gallinazo Negativo y 29 de estilo Chimú. El resto de fragmentos decorados sin identificar podrían ser estilos asociados tanto a la cultura Gallinazo como a la Chimú.

ANÁLISIS BIOARQUEOLÓGICO

Los restos faunísticos están representados por restos de invertebrados y vertebrados. Los restos más abundantes son los de invertebrados. Dentro del grupo de los vertebrados, se cuentan con restos óseos de camélidos, roedores y peces. De este grupo, los restos más abundantes son los de camélidos, sin embargo se encuentran fragmentados, las demás especies se encuentran mínimamente representadas.

Invertebrados

Moluscos y artrópodos

Para los moluscos y artrópodos la cuantificación se realizó por NMI, el cual difiere según las clases involucradas. Esta cuantificación se hizo asociando la cantidad de especies en cada contexto. Siguiendo este proceso, se hicieron los cálculos porcentuales para observar las características de este sitio. También se incluyeron datos biogeográficos y ecológicos.

El análisis de los moluscos encontrados en los contextos de Huaca las Estrellas, ha permitido la identificación de 16 especies de los cuales, a la clase gastrópoda pertenecen 10 especies, 3 de la familia fissurellidae, 1 de la trochidae, 1 de la turbinidae, 3 de la thaididae y 2 de la bulimulidae; a la clase bivalvia pertenecen 4 especies, 2 de la familia mytilidae, 1

Cuadro 2. Preferencias de cocción de cerámica según contexto excavado en Huaca Las Estrellas.

# % # % # % # % # % #Botella 4 100 4

5 20.83 6 25 13 54.17 241 50 1 50 25 18.52 4 14.81 6 22.22 12 44.44 27

De cuello convexo 1 100.00 11 100 1

3 17.65 2 11.76 12 70.59 172 100 2

2 2.5 1 1.25 1 1.25 4 5 85 38.46 3 23.08 5 38.46 13

1 14.29 2 28.57 4 57.14 71 25 3 75 4

5 55.56 2 22.22 1 11.11 1 11.11 91 100 1

1 100 13 60 2 40 5

24 34.29 8 11.43 1 1.43 18 25.71 19 27.14 702 6.67 1 3.33 3

3 75 1 25 42 28.57 2 28.57 3 42.86 7

1 100 11 100 1

Utensilios 1 100 7 700 81 100 1

46 20.81 34 15.38 1 0.45 54 24.43 86 38.91 221

TOTAL

De ollas Sin cuello

De tinajas

Vasijas partes diversas

De borde reforzado

De cuello divergente

REDUCTORA GRIS

MIXTAOXIDANTE

BLANCA

TOTAL FRAGMENTOS

Cuerpos decorados

BasesPlanaTrípodeAnular

Aplicaciones

VASIJAS

De cuello carenado

De cuencosDe platosBordes diversos

De cuello rectoDe cuello evertidoDe cuello expandido

De borde simple

ralladoresObjeto diverso no identificado

FORMASOXIDANTE ANARANJ.

OXIDANTE ROJA

asa lateral cintadaasa puentetipo anillo

Bordes

diversa

De cántaros

Agarraderas

#348

1166

pintura blanco-crema 30pintura negra 15pintura rojo ocre 4

289total

Técnicas decorativas

pintura

mixta

AcanaladaApliquée modeladoescultóricaestampada/impresaexcisaincisa

Cuadro 3. Forma de decoración de cerámica según contexto exca-vado en Huaca Las Estrellas.

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565

de la spondyladae y 1 de la donacidae. También se identificaron dos especies de artrópodos pertenecientes a la familia xanthidae (cuadro 4).

A continuación se presenta en orden sistemático la taxonomía asignada a la identificación de los restos malacológicos de los contextos estudiados:

PHYLLUM MOLLUSCACLASE GASTROPODAFAMILIA FISSURELLIDAEFissurella sp. “lapa”Fissurella limbata “lapa”Fissurella maxima “lapa”FAMILIA TROCHIDAETegula atra “caracol negro”FAMILIA TURBINIDAEPrisogaster niger “caracolito negro”FAMILIA THAIDIDAEThais haemastoma “caracol”Thais chocolata “caracol”Thais dellesertiana “caracol”

SUBCLASE PULMONATAFAMILIA BULIMULIDAEScutalus proteus “caracol terrestre”Scutalus sp. “caracol terrestre”

CLASE BIVALVIAFAMILIA MYTILIDAESemimytilus algosus “chorito playero”Choromytilus chorusk “choro zapato”FAMILIA SPONDYLIDAESpondylus princeps “mullu”FAMILIA DONACIDAEDonax obesulus “maruchas” o “palabritas”

PHYLLUM ARTHROPODACLASE CRUSTACEAFAMILIA XANTHIDAEPlatyxantus orbignyi “cangrejo”Diverso

Cuantitativamente la muestra de moluscos de todos los contextos excavados en Huaca las Estrellas representa un total de 1267 individuos que están repartidos entre 16 especies (cuadro 4). Predominan los Semimytilus algosus, presentes en el cateo 2 y en las unidades de excavación 2 y 4, seguidos por Donax obesolus, hallados en casi todos los contextos excavados; el porcentaje de estas especies corresponde a un 37,17% y 33,23% del total de la muestra, respectivamente. También hay una presencia significativa de Scutalus proteus localizados en el los cateos 1 y 11 y en todas las unidades de excavación, componiendo el 24,31% del total de la muestra. Las demás especies tienen una representación baja en los diferentes contextos excavados; así, existe un 1,74% de Thais chocolata, 0,79% de Scutalus sp, 0,63% de Prisogaster niger, 0.55% de Fissurella limbata, 0.47% de Thais haemastoma, 0,40 % de Tegula atra, 0,16% de Platyxantus orbignyi y Fissurella máxima y finalmente un 0,08% tanto de Fisurrella sp, Thais dellesertiana, Choromytilus chorus, Spondylus princeps y una especie diversa de Xanthidae.

Distribución geográfica, biotopos ecológicos, distribución contextual y abundancia taxonómica según NMI

Con respecto a la distribución geográfica de los moluscos marinos (cuadro 5), notamos que la mayoría de especies identificadas, son de aguas frías, a excepción del Spondylus princeps que se ubica entre las provincias malacológicas californiana y panámica y es de aguas

Cuadro 4. Distribución según NMI y contextos de los moluscos de Huaca las Estrellas.

PHYLLUM CLASE FAMILIA ESPECIE # % # % # % # % # % # % # % # % # % # % # % # % # %Scutalus proteus 49 15.9 2 0.65 4 1.3 1 0.32 1 0.32 102 33.1 22 7.14 12 3.90 11 3.57 100 32.5 4 1.3 308 24.309Scutalus sp. 1 11.1 6 66.7 2 11.11 1 11.1 10 0.789Fissurella sp. 1 100 1 0.079Fissurella maxima 2 100 2 0.158Fissurella limbata 1 11.1 22.22 1 11.1 5 55.6 7 0.552Thais chocolata 1 4.55 3 13.6 3 13.6 2 9.09 9 40.9 4 18.2 22 1.736Thais haemastoma 2 28.6 1 28.6 1 14.3 1 14.3 1 14.3 6 0.474Thais dellesertiana 1 100 1 0.079

TROCHIDAE Tegula atra 4 80 1 20 5 0.395TURBINIDAE Prisogaster niger 2 25.0 5 62.5 1 12.5 8 0.631DONACIDAE Donax obesolus 10 23.8 6 1.43 1 0.24 11 2.61 352 83.6 1 0.24 2 0.48 37 8.79 1 0.24 421 33.228

Semimytilus algosus 1 0.21 1 0.21 469 99.6 471 37.174Choromytilus chorus 2 100 2 0.158

SPONDYLIDAE Spondylus Princeps 1 100 1 0.079Platyxantus orbignyi 1 25.0 1 75.0 2 0.158Diversa 2 100.0 2 0.158

60 9 5 2 4 126 2 381 18 34 622 6 1267 100.00TOTAL

BULIMULIDAE

THAIDIDAE

MYTILIDAE

FISSURELLIDAE

MOLLUSCA

GASTROPODA

PELECYPODA

XANTHIDAEARTHROPODA CRUSTACEA

UNIDADES DE EXCAVACIÓN TOTAL UE1 UE2 UE3 UE4 Tr1CAT7

TAXA CATEOSCAT8 CAT10 CAT11 CAT12CAT1 CAT2

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566

tropicales. Cinco especies se distribuyen dentro del rango de la provincia malacológica peruana, otras tres en las provincias malacológicas peruana y magallánica y las especies de la familia Thaididae corresponden a las provincias malacológicas californiana, panámica y peruana.

Por otra parte, los moluscos predominantemente son de biotopo pedregoso rocoso, a excepción del Donax obesolus que es de biotopo arenoso y los Scutalus proteus y Scutalus sp. que pertenecen a biotopo de lomas. Respecto a distribución vertical, se hallan 5 especies exclusivas del mesolitoral, 3 especies exclusivas de supralitoral, otras 3 que se hallan tanto en mesolitural como supralitoral y las especies de la familia Xanthidae que son de supralitoral y también de mesolitoral (cuadros 6 y 7).

Lo evidente en la muestra de moluscos es que hay una colecta relacionada hacia los recursos abundantes de la época, tal como el Semimytilus algosus, bivalvo que aparece en grandes cantidades con eventos El Niño, cuya alta presencia (37,17%) junto a la colecta de gasterópodos terrestres como es el caso de Scutalus (24,31%), avalaría una posible época de abundantes lluvias, lo cual se necesita confirmar con muestras de otros contextos del sitio.

El Spondylus princeps, distribuido en cantidad mínima en el sitio, encontrado en un cateo del extremo oeste del frontis norte (cateo 8) pudo haber sido obtenido mediante comercio con gente que vivía al norte, en playas tropicales donde habitan estos moluscos.

Vertebrados

Restos óseos de animales

El análisis de los restos óseos de animales se realizó contabilizando los fragmentos o partes de cuerpo encontradas (cuadro 8). En el caso de los camélidos, debido a la escasa presencia de dientes y falanges, no se hizo la diferenciación de especies ni de grupos etarios.

Cuadro 5. Distribución Geográfica de los Moluscos identificados en Huaca las Estrellas. Según: Álamo y Valdivieso (1987) y Keen (1958, 1971).

40°N 20°N 10°N 10°S 20°SFissurella limbata Fissurella maxima Fissurella sp.Tegula atra Prisogaster niger Thais haemastomaThais chocolata Thais delessertianaSemimytilus algosus Choromytilus chorusSpondylus princeps Donax obesulusPlatyxantus orbignyi

Moluscos marinos de aguas tropicales

Provincia Magallánica40°S30°N 50°S0°N

TAXAProvincia

Californianaprovincia Panámica Proviencia Peruana

Moluscos marinos de aguas frías

30°S

SUPRALITORAL MESOLITORAL INFRALITORALFissurella limbata Fissurella maxima Fissurella sp.Tegula atra Prisogaster niger Thais haemastomaThais chocolata Thais DellesertianaSemimytilus algosus Choromytilus chorusSpondylus PrincepsPlatyxantus orbignyiXanthidae diverso

BIOTOPO PEDREGOSO-ROCOSOTAXA

Cuadro 6. Ecología y distribución vertical de los moluscos de biotopo pedregoso rocoso de Huaca las Estrellas.

SUPRALITORAL MESOLITORAL INFRALITORALDonax obesolus

BIOTOPO ARENOSOTAXA

Cuadro 7. Ecología y distribución vertical de los moluscos de biotopo pedregoso arenoso de Huaca las Estrellas.

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567

Se han analizado un total de 59 restos óseos, de los cuales un 71,19% corresponden a mamíferos, 22,03% a peces, y 8,8% a restos de aves. Se observa entonces que la proteína basada en carne de camélido es lo más común en este sitio, seguida por la de peces.

Se han identificado un total de 12 especies y 10 familias, de los cuales 4 especies son mamíferos, 7 especies son peces y 1 especie es ave; no se halló ninguna especie de reptil. Hay un predominio de los restos de mamíferos representados por restos óseos de Lama sp., destacando un fragmento con huellas de corte y uno parcialmente trabajado. Luego siguen los peces, de los cuales se han hallado vértebras de Sciaena starski, Sciaena deliciosa, Mustelus sp, Paralonchorus peruanus, Merluccius gayi, Anisotremus scapularis y Myliobatis sp.. Los restos de aves son muy escasos, básicamente fragmentos que no permitieron identificar la especie a la cual pertenecen, a excepción de un metatarso y un sacro de Phalacrocorax bougainvillii. También se identificó dentro de los mamíferos la familia cervidae, en un fragmento de asta de Odocoileus virginianos (3,39%), además de algunos restos óseos y piel de Cavia porcellus (3,39%) y también un 3,39% de restos óseos de la familia Muridae.

A continuación se presenta su sistemática, taxonomía y cuantificación según contextos.

CLASE : MAMMALIAFAMILIA MURIDAE Muridae “ratones de campo”

FAMILIA CAVIIDAECavia porcellus “cuy”FAMILIA : CERVIDAEOdocoileus virginianus “venado cola blanca”FAMILIA : CAMELIDAELama sp. “camélido doméstico”

SUPERCLASE PISCES

CLASE CHONDRICHTHYESFAMILIA TRIAKIDAEMustelus sp. “tollo”FAMILIA MYLIOBATIDAEMyliobatis sp. “raya águila”

CLASE OSTEICHTHYESFAMILIA MERLUCCIDAEMerluccius gayi “merluza”FAMILIA SCIAENIDAEParalonchurus peruanus “suco”Sciaena deliciosa “lorna”Sciena Straski

FAMILIA POMADASYIDAEAnisotremus scapularis “chita”

CLASE AVES

FAMILIA PHALACROCORACIDAEPhalacrocorax bougainvillii “guanay”Otros

Cuadro 8. Distribución según restos óseos y contextos de los camélidos de Huaca las Estrellas.

# % # % # % # % # % # % # % # % # % # %1 100 1 1.69

1 100 1 1.692 100 2 3.39

1 0.14 6 85.71 7 11.861 100 1 1.69

1 100 1 1.692 100 2 3.39

1 100 1 1.691 50 1 50 2 3.39

2 100 2 3.39CERVIDAE Cabeza Cráneo 2 100 2 3.39

Cabeza Mandíbula 2 66.67 1 33.33 3 5.084 36.36 5 45.45 2 18.18 11 18.64

Toráx Costillas 1 16.67 4 66.67 1 16.67 6 10.17Escápula 1 50 1 50 2 3.39Brazo 1 50 1 50 2 3.39Pierna 1 33.33 2 66.67 3 5.08Pata 1 33.33 1 33.33 1 33.33 3 5.08

1 100 1 1.691 33.33 2 50 3 5.08

1 100 1 1.69HOMO

SAPIENSCabeza Dientes 1 100 1 1.69

1 100 1 1.691 2 10 8 17 3 14 2 2 59 100

CLASE

MAMMALIA

POMADASYIDAESCIAENIDAETRIAKIDAE

Pelvis

CAMELIDAE

Columna Vertebral

Extremidades anteriores

No identificado

Extremidades posteriores

TOTAL CATEOS UNIDADES DE EXCAVACIÓN TRINCHERAS

CAT7 CAT11 UE1 UE2 UE3 UE4

Industria ósea

Tr1

TOTAL

CAT10SUPERFICIE

FAMILIA

AVES

No identificadoPHALACROCORACIDAE

MURIDAECAVIIDAE

No identificado

INDUSTRIA ÓSEA

PECES

MERLUCCIDAEMYLIOBATIDAE

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Restos humanos

Entierro 1

Se ubicó durante la excavación de la unidad de excavación 1 (UE1), en las coordenadas B1: 16s – 3e. En el perfil 1, se ubica en la capa F, una ancha capa de arena gruesa suelta beige y algunos cascotes de adobe. El entierro pertenece a un infante, el cual estaba en posición fetal, con la cabeza orientada al este, en un espacio que parece ser parte de una fosa que originalmente tuvo forma rectangular. Varios de sus huesos, principalmente del cráneo y costillas, se encontraban fragmentados. La zona frontal o anterior del cráneo estaba destruida, probablemente por la presión del escombro que lo cubría (cuadro 9). A la altura del cráneo, aparentemente sostenida al momento del entierro por la mano derecha del infante, se halló una lámina circular de cobre con detritus de color marrón a su alrededor, indicando la existencia de un tejido que lo envolvía (Figs. 68 y 69). Esta fue la única asociación directa del entierro, pero el hecho de que la matriz de la fosa esté incompleta, el relleno suelto que tapaba al entierro, y la ausencia de ajuar funerario podrían indicar que la tumba fue huaqueada.

Restos botánicos

Dado que es muy difícil que los restos vegetales se conserven, sobre todo en contextos no domésticos, hemos registrado muy pocos restos vegetales en el sitio. Se han identificado 6 especies de plantas a partir de semillas, restos de frutos y fragmentos de carbón. Cinco plantas son cultivadas (Arachis hypogaea, Phaseolus lunatus, Psidium guajava, Lagenaria siceraria, y Zea mays), una planta es silvestre (Cyperus sp.), representada por un fragmento de soguilla que aparentemente fue parte de los amarres de los techos, pues los fragmentos de revestimiento de techo hallados en la unidad de excavación 4, presentan improntas de estas soguillas.

Reuniendo todos los restos botánicos identificados en los diversos contextos y haciendo frecuencia relativas, tenemos que predominan con un 61,5% los restos de Zea mays seguido por los restos de fragmentos vainas de Arachis hypogaea con 20,5% (aunque pueden estar sobre representados por la fragmentación de las vainas de los frutos). También tenemos restos quemados de Phaseolus lunatus (7,69%), fragmentos de endocarpio de Lagenaria siceraria (5,13%), y un fruto de soguilla fabricada con tallos de Cyperus sp. “junco” también un fruto quemado de Psidium guajaba con 2,56% cada uno (cuadro 10). Entonces encontramos

Fig. 68. Fotografía del entierro 1.

# %Cráneo 84 27.63Mandíbula 3 0.99Dientes 23 7.57

22 7.24Costillas 90 29.61Esternón 0 0.00Hombros 5 1.64Brazo 4 1.32Antebrazo 2 0.66Mano 42 13.82Pierna 4 1.32Pie 15 4.93

6 1.974 1.32

304 100TOTAL

ENTIERRO 1

SECCIÓN CORPORALUE1

Cabeza

No identificado

Columna Vertebral

Toráx

Extremidades superiores

Extremidades inferiores Pelvis

Cuadro 9. Partes de restos óseos registrados en el entierro 1.

Fig. 69. Dibujo del entierro 1.

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569

evidencias de una agricultura basada en “maní”, “maíz”, “frijoles” y también de árboles frutales como “guayabas”.

A continuación se presenta su sistemática, taxonomía y cuantificación según contextos.

DIVISION XVII: ANGIOSPERMAECLASE I: DICOTYLEDONEAEFAMILIA: LEGUMINOSAEPhaseolus lunatus “pallar”Arachis hypogaea “maní”FAMILIA: CUCURBITACEAELagenaria siceraria “calabaza, mate”FAMILIA: MYRTACEAEPsidium guajava “guayaba”

CLASE II: MONOCOTILEDONEASFAMILIA: POACEAEZea mays “maíz”

FAMILIA: CYPERACEAECyperus sp. “junco”

ANÁLISIS DEL MATERIAL LÍTICO Y OTROS

Lítico

Se recogió un total de 19 piezas líticas, procedentes de la superficie, de los cateos 10 y 11, de las unidades de excavación 1, 2 y 3 y de la trinchera 1. De estas piezas, 8 son residuos de debitage correspondiendo a lascas, de la categoría de instrumentos tallados, solo hemos hallado utensilios ordinarios, entre los que se cuentan 1 cuchillo y 2 lascas retocadas como utensilios a posteriori y una escotadura retocada; finalmente, de la categoría de guijarros y cantos rodados se encontró 3 percutores, 3 guijarros y como utensilio terminado

Cuadro 10. Distribución de restos botánicos, según contexto, de Huaca las Estrellas.

TRINCHERA

# % # % # % # % # % # % # %Arachis hypogaea 8 100 8 20.5Zea mays. 1 4.17 1 4.17 18 75 4 16.67 24 61.5Psiduim guajaba 1 1 2.56Phaseolus lunatus. 3 3 7.69Lagenaria sp. 1 50 1 50 2 5.13Cyperus sp. 1 1 2.56

TOTAL 1 1 2 1 30 4 39 100

TOTAL CAT11 UE4VEGETALES Tr1

CATEOSCAT 1TAXA

De consumo

Utilitarios

UE2UNIDADES

UE3

# % # % # %Tierra y ceniza 1 1 2Madera 1 1

3

Orgánicas

Total

MUESTRAS CAT1 CAT8 CAT11 TOTAL

# % # % # % # % # % # % # % # %DEBITAGE 3 37.5 1 12.5 1 12.5 1 12.5 2 25 8 42.1

Cuchillo 1 100 1 5.26Lasca utilizadao retocada

2 100 2 10.5

Escotaduras Retocada 1 100 1 5.263 100 3 15.8

2 66.67 1 33.3 3 15.8Elementos Utensilios Mortero 1 100 1 5.26

6 31.58 6 31.6 1 5.26 1 5.26 1 5.26 2 10.5 2 10.53 19 100

SUPERFICIE CATEOSPIEZAS LÍTICAS

Lascas o láminas

TRINCHERAUNIDADES DE EXCAVACIÓN TOTAL

CAT10 CAT11 UE1 UE2 UE4 Tr1

INSTRUMENTOS TALLADOS

Utensilios Ordinarios

A posteriori

TOTAL

Guijarro no percutorPercutoresGUIJARROS Y

CANTOS RODADOS

Cuadro 11. Distribución de piezas líticas, según contexto, de Huaca las Estrellas.

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570

sobre guijarro hallamos 1 fragmento de mortero del periodo formativo (cuadro 11).

Metales y textiles

Sólo se encontró un adorno de metal, correspondiente a una lámina circular, asociada al entierro 1. Respecto a los textiles, además del que envolvía la lámina en el entierro de la UE1, se encontró un retazo de textil entre el relleno superficial del ambiente formado por los muros 27, 28 y 29 de la UE2.

DISCUSIÓN Y COMENTARIOS

Esta primera intervención en Huaca las Estrellas nos ha proporcionado datos interesantes y novedosos. En función del objetivo inicial de la intervención, podemos afirmar que esta estructura arquitectónica ha perdido tamaño a lo largo del tiempo, debido a los agentes de deterioro. La evidencia más clara de su destrucción se observa en el lado este, donde claramente el edificio ha sido mutilado, dejando expuestos los bloques de relleno arquitectónico. No sucede así con el lado norte, en donde se puede inferir una aparente conservación de su configuración original, cuya base estaría unos 90 cm por debajo del nivel de la superficie actual. Aquí, la huaca tiene una fachada verticalmente plana. No nos ha quedado clara aún la configuración del edificio en el lado oeste, el cual además está cubierto por una gruesa capa de escombro.

El lado sur, debido a su conservación más o menos regular, permite observar con mayor claridad parte de sus elementos arquitectónicos. Las evidencias indicarían que esta pudo ser la fachada principal, y que frente a ella, más al sur, pudieron existir pequeños ambientes que articulaban el ingreso. Lamentablemente, en frente se halla el camino carrozable y un campo de cultivo, por lo que es muy probable que las evidencias de su proyección más hacia el sur se hayan perdido.

Observando la arquitectura en superficie del edificio y teniendo en cuenta los datos que recogimos de nuestros cateos y unidades de excavación, sabemos que Huaca Las estrellas no se hizo a partir de un único proyecto arquitectónico. La estructura monumental que observamos en la actualidad, o lo que queda de ella, es el resultado de al menos dos edificios superpuestos y varias remodelaciones, configurados a partir de ambientes rellenados sobre los que se

asientan nuevas edificaciones. El enterramiento y superposición de edificios es una técnica constructiva con trasfondo ideológico de carácter panandino.

Respecto a la afiliación cultural de Huaca las Estrellas, su técnica constructiva y la cerámica registrada in situ, nos han permitido asociarla a la época gallinazo, con una posterior ocupación de la época Chimú, sin evidencias de ocupación intermedia Moche, a pesar de su cercanía a las Huacas del Sol y de la Luna. Sin embargo, no descartamos la posibilidad de una más temprana ocupación de la cultura Salinar. La posible ocupación salinar de Huaca Las Estrellas se basa en algunos fragmentos de cerámica. Sin embargo, estos fragmentos corresponden a estilos domésticos que, si bien se originaron en la época Salinar (Puerto Morín en el caso del valle de Virú), aún se registran en ocupaciones asociadas a las fases de la cultura Gallinazo.

Creemos que el proyecto de construcción de Huaca Las Estrellas se inició durante la fase de ocupación Gallinazo. Las evidencias más claras son la cerámica y los adobes. Tal como lo señala Centurión (1989) para el valle de Virú, en sus inicios, la cultura Gallinazo se encuentra entremezclada con formas y elementos Salinar. Heidi Fogel (1993: 107) complementa esta afirmación para el valle de Moche, cuando afirma que “durante la parte más temprana del contacto, el material gallinazo aparece por un breve periodo de tiempo, mezclado con el remanente local de la tradición Salinar. En algún punto durante la fase Gallinazo Medio, el corte cultural se completa y los híbridos Gallinazo-Salinar desaparecen del inventario de cerámica del valle de Moche”4. Esto explicaría entonces la presencia de elementos de cerámica tradicionalmente asociados a esta cultura en un edificio gallinazo como Huaca Las Estrellas.

Los fragmentos de estilo Gallinazo Negativo recogidos durante nuestra intervención en el sitio demuestran la presencia de elites gallinazos haciendo uso del edificio. En una publicación anterior (Uceda et al. 2006, 2009) hemos argumentado que los estilos decorados con pintura negra en negativo (Gallinazo Negativo y Carmelo Negativo) son los únicos elementos de cerámica que se debe considerar como diagnósticos para determinar la presencia de grupos humanos asociados a la cultura Gallinazo en

4 En el original: “During the earliest part of this contact, Gallinazo materials appear, for a brief time, to be mixed with the local remnant Salinar tradition. At some point during the Middle Gallinazo phase the break became complete and Gallinazo-Salinar hybrid vessels disappeared from the Moche Valley ceramic inventory”. La traducción es nuestra.

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571

un territorio determinado. No estamos teniendo en cuenta los fragmentos de los estilos definidos como Castillo Decorado y Castillo Inciso, registrados en el sitio, para reforzar nuestra hipótesis del origen gallinazo de Huaca Las Estrellas. Siguiendo la línea de ideas propuesta por Uceda y coatores (2006, 2009), consideramos que sería apresurado asociar los estilos Castillo a la cultura Gallinazo, pues constituyen una tradición cerámica doméstica de la Costa Norte que se aprecia desde el Horizonte Temprano, hasta el Intermedio Tardío.

Tomando los adobes como elemento diagnóstico para filiar un sitio gallinazo, acudimos a la división de tres fases que hizo Bennet (1950) a partir de sus investigaciones en el Grupo Gallinazo. Este investigador describe que los sitios del valle de Virú asociados a la fase Gallinazo II, presentan muros hechos con adobes bola (ball adobes) “modelados a mano unidos con mortero de arcilla, y cubiertos en su lado externo con un enlucido grueso. Algunos de los adobes tienen formas definidas, tales como odontiformes, hemisféricos, subcónicos e incluso con forma de cuña” (Bennet 1950: 67). Es claro que Bennet usa el término “adobe bola” para referirse a los adobes de tipo plano-convexo en sus diferentes variantes morfológicas. En la fase Gallinazo III se utilizaron adobes rectangulares hechos con gaveras de caña. Si bien la división de tres fases de Bennett es considerada de poca utilidad ya que sus excavaciones se realizaron en niveles arbitrarios sin tener en cuenta la estratigrafía natural (Billman 1996: 237), nos queda claro que la arquitectura gallinazo no solamente debe ser tipificada por la presencia de adobes con marcas de gavera de cañas, como normalmente se ha hecho, sino también por la presencia de adobes plano-convexos de diferente forma, como los que hemos registrado en Huaca Las Estrellas. La presencia de adobes bola en la arquitectura gallinazo es confirmada por Heidi Fogel (1993: 124) quien afirma que en el Grupo Gallinazo, en el valle de Virú, las estructuras en su base están hechas con adobes bola y las de encima con adobes marcados con gaveras de caña. Añade que esta secuencia constructiva corresponde, en la seriación de adobes propuesta por Bennet, al Gallinazo Medio y Tardío.

Parece que las construcciones más tempranas de Huaca Las Estrellas fueron elaboradas exclusivamente con adobes de tipo plano-convexo, pero nuestros datos no son del todo precisos toda vez que no hemos excavado en profundidad el monumento. Lo que sí es claro, es que para las construcciones más tardías, este tipo de adobe se sigue utilizando de manera masiva, pero se van agregando otros tipos de adobes, de forma rectangular o cúbica, hechos con gaveras de

caña. Incluso, encontramos adobes plano-convexos, rectangulares y cúbicos formando parte de un mismo rasgo arquitectónico. La coexistencia de adobes plano-convexos modelados y adobes rectangulares y cúbicos moldeados con gaveras de caña en un mismo muro, más que a un uso temporal, podría responder a una necesidad funcional. En ese sentido, los adobes plano convexos conformarían la mayor parte del volumen arquitectónico, mientras que los rectangulares y cúbicos habrían sido utilizados para límites de muros, acabados, pasos, o rasgos arquitectónicos específicos.

El registro en Huaca Las Estrellas de adobes decorativos similares a los registrados en Tomabal, un emblemático sitio gallinazo en el valle de Virú, no necesariamente es un indicador de presencia de la cultura Gallinazo. Sin embargo, su presencia es sugerente.

La posterior ocupación chimú en Huaca Las Estrellas se sustenta en la presencia de cerámica impresa típica de esta cultura. A la luz de nuestra intervención en el sitio, no nos es posible señalar de qué manera los chimúes ocuparon la Huaca. Posteriores excavaciones nos permitirían saber si parte de las estructuras de Huaca Las Estrellas fueron construidas por los chimúes, lo cual no parece ser a priori el caso, o si simplemente reutilizaron el edificio, sin realizar mayores cambios arquitectónicos como sucedió, por ejemplo, en algunos sectores de Huaca de la Luna (Tufinio 2007, 2008).

Como se indicó en los antecedentes, tanto Fogel (1993: 166) como Billman (1996: 245-246) mencionan la afiliación de Huaca Las Estrellas a la cultura Gallinazo, e indican que junto a una estructura monumental de adobes en cerro Pesqueda, son los dos únicos casos de pequeños centros ceremoniales en el valle de Moche asociados a esta cultura. Los autores no solamente le asignan una filiación cultural sino también una función.

La presencia de cerámica doméstica que incluye un set de ollas, botellas, cántaros, tinajas, cuencos, platos y ralladores, así como restos de moluscos y camélidos, nos indicarían actividades de preparación y consumo de alimentos y bebidas en el sitio. Refuerza esta idea la presencia, en la parte superior del edificio, de una estructura en forma de “U”, compuesta por adobes con evidencia de rubefacción, y que parece un fogón, al oeste del muro 26 (M26). Si a esto, le agregamos la presencia de cerámica fina, de elite, dentro de un contexto monumental, con un amplio patio central flanqueado por montículos elevados, inferimos que

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Huaca Las Estrellas habría sido un centro ceremonial y administrativo, donde además de servir como escenario para le celebración de ceremonias religiosas, habría servido para la celebración de fiestas y banquetes que la elite celebraba en el marco de sus relaciones sociales recíprocas.

AGRADECIMIENTOS

Quisiéramos agradecer de manera especial a la familia Saavedra, encabezada por los esposos Oscar y Matilde, por brindarnos parte de su casa como espacio para el almacenamiento de las herramientas durante la excavación. También, a la profesora Teresa Rosales Tam por el análisis de los restos botánicos.

BIBLIOGRAFÍA

ALAMO, V. y VALDIVIEZO V.1987 “Lista sistemática de moluscos marinos del

Perú”. Boletín del Instituto del Mar. Volumen Extraordinario. Callao. Perú.

BENNET, Wendell1939 Archaeology of the Nort Coast of Peru.

Anthropological Papers of the American Museum of Natural History, vol XXXVII, parte 1. Nueva York.

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