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MEMORIAFundación La Salle de Ciencias NaturalesTomo LIX, número 151, enero/junio 1999

EVALUACIÓN PUNTUAL DE NIVELES DE AGREGADOS DEALQUITRÁN EN LAS COSTAS DEL GOLFO DE PARIA, VENEZUELA

Joaquín Buitrago y José Antonio MonenteEstación de Investigaciones Marinas de Margarita

Fundación La Salle de Ciencias NaturalesApartado 144 Porlamar. Venezuela

Correo electrónico: [email protected]

Palabras clave: Contaminación. Petróleo. Golfo de Paria. Venezuela.

RESUMEN

En el Golfo de Paria, entre el extremo nororiental de Venezuela y Trinidad,se ha desarrollado intensa actividad petrolera por más de un siglo. En sus aguasy costas existen actividades de producción, almacenamiento y transporte, asícomo menes naturales. Tanto la costa norte del Golfo, como en general las costasde Trinidad, han sido reportadas como de alta concentración de agregados dealquitrán en playas, encontrándose durante los años 80, niveles de más de 100gramos por metro de frente de playa, valores que las califican como no aptas parael turismo. En 1995 se estudió en más detalle la distribución espacial de losagregados de alquitrán, tanto en playas arenosas como aquellos adheridos alitorales rocosos o raíces de manglares. Se encontró una fuerte tendencia amayores concentraciones hacia el este del golfo. Todas las playas orientadas haciabarlovento (este) y aquellas más al este, presentaron niveles superiores a los 100g/m, mientras que de Soro hacia el oeste y en la costa occidental y sur del Golfo,no se reportó alquitrán. En las superficies duras de la costa sur de la Península deParia se encontraron niveles de hasta 42% de cobertura de alquitrán en rocas y74% en manglares. No se encontraron indicios de acumulación de agregados dealquitrán, por lo que se considera que en el ambiente del Golfo, sometido a altosniveles crónicos de hidrocarburos, la degradación del alquitrán es rápida y losvalores encontrados indican una fuente constante de hidrocarburos. La distribuciónde los mayores niveles, teniendo en cuenta los patrones de circulación del golfo,parece indicar que el origen del alquitrán debe ser cerca a Bocas del Dragón. Delos tres posibles orígenes de los hidrocarburos que llegan a la costa norte delGolfo, menes naturales, instalaciones petroleras y barcos, tanto las instalacionescomo los menes conocidos están principalmente hacia el sur, indicando comoposible origen el vertido de lastre no segregado u otras aguas aceitosas de los

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tanqueros que entran por Bocas del Dragón, muchos de ellos para remontar el ríoSan Juan y cargar petróleo en el terminal de Caripito. De ser cierto, estos vertidosincumplen la normativa existente (MARPOL) y las políticas ambientales de laindustria petrolera nacional, por lo que son clandestinos. El futuro desarrollo dela industria en el oriente de Venezuela, con modernos terminales y sistemas desupervisión adecuados, tiene la oportunidad de excluir al Golfo de Paria de la listade costas más contaminadas por residuos de alquitrán del Caribe.

STRANDED TAR BALL LEVELS ON THE COAST OF THE GULF OFPARIA, VENEZUELA

Key words: Oil. Pollution. Gulf of Paria. Venezuela.

ABSTRACT

The Gulf of Paria, between Trinidad and the coast of northeastern Venezuela,has had heavy oil industry activity for more than a century. Offshore and onshoreoil production, storage and transport, as well as natural seepage, are common inthe gulf. The northern coast of the Gulf of Paria and Trinidad itself have beenreported as heavily polluted since the 1980’s, with tar ball levels higher than 100g per meter of beach being recorded. Such levels are considered to render thebeach unsuitable for tourism.

In 1995, we conducted a detailed study of the spatial distribution of tar ballson sandy beaches and of tar cover on rocky coasts and on mangrove roots alongthe mainland coast of the Gulf. The highest levels of pollution were found in theeastern part of the Gulf. All the windward beaches and those towards the east hadmore than 100 g/m of tar balls. From Soro westwards and along the southern coastof the Gulf, no tar was found. The rocky coasts of the south shore of the PariaPeninsula presented maximum tar cover levels of 42%. On the mangrove roots,the highest level found was 74%. No evidence of tar accumulation was found, sowe conclude that in the Gulf of Paria oil degrades rapidly with the high levelsindicating a constant source of hydrocarbons. The spatial distribution of thehigher levels, taking into account the dominant currents in the Gulf, suggest asource near Dragon’s Mouth. The reported natural seepage sites and most of theoil production and storage installations are towards the south of the Gulf, so webelieve that the most likely source of the oil is tankers which dump non-segre-gated ballast, bilge water, fuel oil sludge slop or oil waste during tank cleaning.These discharges are a violation of treaties and are against national policies. Thefuture development of the oil industry in eastern Venezuela, with new terminals,modern inspection systems and law enforcement capabilities, provides the op-portunity to remove the Gulf of Paria from the list of the most tar-polluted areasof the Caribbean.

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INTRODUCCIÓN

El Golfo de Paria, al extremo noreste de Suramérica, es un cuerpo de aguasemicerrado, enmarcado por la Península de Paria al norte, la Isla de Trinidad aleste y las costas del Delta del Orinoco y río San Juan al oeste y sur.

El litoral continental está claramente dividido fisiográficamente entre lacosta norte, que es alta y formada por la sucesión de bahías arenosas y promontoriosrocosos y que, gradualmente, va descendiendo hacia el oeste para, a partir deIrapa, convertirse en la planicie litoral pantanosa de Manglares del ParqueNacional Tuerépano. Esta planicie cenagosa se prolonga hacia el sur, pasando ladesembocadura del Río San Juan, hasta el Delta del Orinoco (Pannier, 1979).

En el Golfo de Paria se ha mantenido intensa actividad petrolera durante másde un siglo. En la costa trinitaria ha habido intensa explotación de crudo durantedécadas; en el área de Pedernales, al extremo sur, la primera tentativa de obtenerpetróleo comercial se realizó en 1890 (Barnola, 1960) y desde 1929 los tanquerosatraviesan el golfo y remontan los 104 kilómetros del río San Juan hasta el terminalde Caripito, para cargar el petróleo de los llanos orientales de Venezuela. En lazona sur del Golfo hay varias localidades donde existen menes naturales dehidrocarburos de varios tipos (Barnola, op. cit.; Scott, 1985). Todo esto hace delGolfo de Paria una región muy susceptible a la contaminación con petróleo.

Se estima que entran al mar unas 3,2 millones de toneladas de petróleo al año(Harvey, 1987); se calcula que más de 50% del total proviene de actividades entierra firme y que la producción costa afuera sólo aporta un 2%. Aunque todavíahay cierta incertidumbre sobre la cuota de otras actividades humanas y el aportede fuentes naturales, se considera el transporte marítimo el mayor contribuyente.

En los últimos 20 años han ocurrido cerca de 200 grandes derrames depetróleo en los trópicos, de éstos, más de 100 ocurrieron en aguas costeras orestringidas. En el Caribe hubo en ese tiempo cerca de 30 derrames de más de 1000barriles (Keller y Jackson, 1994). Sin embargo, tal vez el aspecto más impactantesobre las comunidades costeras sean los pequeños derrames de embarcaciones,puertos y terminales de embarque. En efecto, a pesar que en (o cerca de) lasinstalaciones portuarias ocurren en promedio 22 derrames anuales mayores de238 barriles (10.000 galones), el 90% de aquellos que ocurren en dichas áreas, sonde menos de 24 barriles (1000 galones) y la mayoría provienen de descargasoperacionales de agua de sentina y lastre (Schmidt, 1998). Otras estimacionesindican que los derrames accidentales, a pesar de su espectacularidad y difusión,sólo representan 20% del petróleo que entra al mar (Lankester, 1998), lo que dejacerca de un 30% a las descargas intencionales en el mar. Según estimados(GESAMP, 1993), de los siete millones de barriles de petróleo que entran al granCaribe cada año, el 50% es vertido de tanqueros en abierta violación de lostratados internacionales. Por otro lado, recientemente se ha encontrado, porprimera vez, una relación directa entre menes naturales en aguas profundas delGolfo de México y la formación de agregados de alquitrán (Kennicutt et al., 1988).

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Los conocimientos sobre el destino de los hidrocarburos en el ambientemarino han avanzado mucho recientemente (Harvey, 1987). También se hanestudiado los efectos sobre los principales ecosistemas costeros tropicales y suevolución posterior a un derrame (Cubit et al., 1987), pero estos estudios se basanmayoritariamente en derrames catastróficos, que afectan fuertemente un ambientepor un período de tiempo, permitiendo después la recuperación. Poco se sabe so-bre los efectos crónicos a largo plazo de la exposición de comunidades costeras afrecuentes derrames a pequeña escala. En el Caribe los estudios en este aspecto seconcentran en evaluaciones de presencia de residuos como medidas de vigilanciay control. Estas mediciones fueron sistematizadas y reguladas con el inicio en1979 del programa CARIPOL de la Comisión Oceanográfica Internacional, cuyosresultados se resumen en varios trabajos (Atwood et al., 1987b; Burton, 1987; Garay-Tinoco, 1987; Mata et al., 1987; Romero et al., 1987 y Vázquez Cortés et al., 1987). EnVenezuela, los resultados de las primeras evaluaciones presentada por Bermúdez(1989), documentaron tres zonas de playas con concentraciones promedio dealquitrán superiores a los 100 gramos por metro de frente de playa, nivel a partirdel cual se considera no utilizable para propósitos turísticos. Las tres zonasfueron: la Península de Paraguaná, las playas cercanas a Puerto la Cruz y la costanorte del Golfo de Paria. El presente trabajo, una década después, estudia conmayor detalle la distribución espacial de alquitrán en la línea de costa del Golfode Paria, incluyendo además de las playas arenosas, otros tipos de litoral comocostas rocosas y manglares.

MATERIAL Y MÉTODOS

Los muestreos se realizaron en mayo de 1995 en la costa de la Península deParia; las estaciones de Isla Antica y Punta Tolete se visitaron en Agosto de 1995.Para las playas se siguió la metodología empleada por CARIPOL, descrita enUNESCO (1976) y Atwood et al. (1987b).

a- Playas: Se colectó todo el alquitrán presente en una franja de un metro deancho desde la orilla del agua hasta el fondo de la playa. Para las playas de mayortamaño se tomaron dos franjas al azar en la zona central.

En laboratorio se pesaron los agregados de alquitrán o en caso de estarmezclados con mucha arena o grava se estimó su peso midiendo el volumendesplazado y considerando la densidad 0.85 (UNESCO, 1976). Los resultados sereportan como gramos promedio de alquitrán por metro de frente de playa.

b- Costas rocosas: Para estimar la distribución de agregados de alquitrán encostas rocosas de la costa norte del Golfo de Paria se eligieron al azar tres rocas decada localidad que fueron medidas y mediante una cuadrícula se estimó elporcentaje de cobertura de alquitrán.

c- Manglares: El comportamiento del alquitrán flotante al llegar a costasocupadas por manglares, es similar al de las costas rocosas, y sólo en ciertascondiciones puede adherirse a las raíces. Para medir la abundancia relativa de

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raíces cubiertas de alquitrán se eligieron tres localidades donde hubiese manglaresen contacto directo con el mar. Se eligieron al azar árboles de Rhizophora mangle,y Avicennia germinans, en el caso de Isla Antica a las cuales se les contó el numerode raíces con o sin alquitrán y el porcentaje de cobertura de cada raíz y del tronco.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La tabla 1 muestra las concentraciones medias encontradas para los diversostipos de costas. Como se puede observar en las localidades al sur y oeste del golfo,no hay agregados de alquitrán fijos a la superficie dominante (manglares), perotodas las playas al este de Soro presentan valores de agregados de alquitránsuperiores a 30 g por metro de frente de playa. La experiencia indica que, conniveles superiores a 10 g, los usuarios de las playas quedan impregnados depetróleo y con valores por encima de 100 g se consideran no utilizables paraturismo (Atwood et al., 1987b). Los valores en general son bastante altos para losniveles reportados en el Caribe (Burton, 1987; Garay-Tinoco, 1987; Mata et al.,1987; Romero et al.,1987; Vázquez Cortés et al.,1987; Wade et al., 1987), perocoinciden con los encontrados puntualmente en la misma zona por Bermúdez(1989), lo que indica que la región, junto con Trinidad (Georges y Oostdam, 1983),es de las más contaminadas por petróleo del Caribe.

Como se puede observar en la Figura 1, para las playas arenosas del norte, esclara la tendencia de mayores niveles hacia el este. A pesar de tratarse de una costaorientada principalmente este - oeste, está claro que se mantiene la tendencia,común en el Caribe, de mayores valores hacia barlovento. Sin embargo, si elarrastre por el viento fuese el único factor en la distribución del alquitrán, noexplicaría la ausencia de éste en los manglares de la costa oeste del golfo,sugiriendo un carácter localizado del origen de los hidrocarburos hacia el noreste.

La circulación de masas de agua del Golfo de Paria está controlada por dosfuerzas principales: las mareas y la Corriente de Guayana. La acción de losvientos, la topografía del fondo y la cercanía de sistemas estuarinos importantes(río San Juan y Delta del Orinoco), tienen importancia menor pero afectanpuntualmente a los procesos anteriores e introducen pequeños cambios dentrodel sistema general. El predominio de una u otra fuerza varía según las diferenteszonas del Golfo. En la región central del mismo, la Corriente de Guayana daorigen al movimiento principal que consiste básicamente en el desplazamientohacia el norte de un importante volumen de agua que llega al Caribe después dehaber formado un giro anticiclónico en la zona más ancha del Golfo (Van Andely Postman, 1954). Por su parte, en las zonas costeras son las mareas el fenómenoque predomina (Monente, 1992).

Mediciones recientes, aparecidas en documentos de difusión limitada(Monente 1996, 1998), complementan la información general y muestran, además,situaciones especiales en diferentes lugares del Golfo. El ingreso de aguas atlánticas

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Tabla 1Concentraciones medias de agregados de alquitrán por metro de playa arenosa, porcentajede costa rocosa cubierta de petróleo y porcentaje de raíces de mangle cubiertas de alquitránen localidades de la costa del Golfo de Paria. Las localidades están ordenadas de sur a nortey de oeste a este.

LOCALIDAD Agregados de alquitrán Porcentaje de Porcentaje de por metro de frente cobertura de alquitrán raíces de mangle

de playa en costas rocosas cubiertas de alquitrán(g/m) x± s (n) (%) x± s (n) (%) x± s (n)

PUNTA TOLETE 0 (39)ISLA ANTICA 0 (46)YAGUARAPARO 0 (32)IRAPA 0,1 ± 0,5 (8) 1± 0,25 (2) 0 (14)PUNTA CASTOR 0,01 ± 0,04 (10)SORO 0,01 ± 0,1 (4)PUNTA DE PIEDRAS 30,5 ± 9,5 (49) 3,8 ± 0,45 (3)PUNTA SALINETA 645 ± 601 (23)PUNTA GUARAGUARA 108 ± 4 (48)EL RINCON 133,5 ± 2,5 (9) 7 ± 0,57 (3)CAMPO SANTO 44,5 ± 14,5 (22) 22 ± 13,7 (3)CUMAQUITA 56,5 ± 8,5 (20) 74,5 ± 21,3 (157)ENSENADA PATAO 260,5 ± 103,5 (20) 42,5 ± 32,5 (2) 50 ± 26,9 (71)

por el sur es permanente, a juzgar por las mediciones realizadas por Incostas(1996), pues no se observan evidencias de que haya pérdida de agua por Boca deSerpientes. La dirección predominante de la corriente superficial en la estación Afue NNE – SSO en forma casi permanente (figura 2, 90% del período de mediciones).El resto del tiempo la dirección observada fue 7% NE – ENE; 3% E – SSE y 0% haciael sur.

De acuerdo al informe de Incostas (op. cit.), el movimiento de las masas deagua en la costa norte del Golfo de Paria depende del ciclo de mareas. Estas sondel tipo mixto con predominio hacia la marea semidiurna. Su régimen estádominado por la onda de marea proveniente del mar Caribe que ingresa por Bocade Dragón y viaja hacia el oeste en la costa de Venezuela y de norte a sur en la deTrinidad. Como consecuencia, las corrientes cambian de dirección cada seishoras, aproximadamente, con el cambio de marea (Fig. 3). Esta es la situacióngeneral que predomina durante gran parte del ciclo de marea. Sin embargo, se hanobservado períodos largos de duración variable, algunos de hasta cuarenta horas,durante los cuales la corriente fluye en la misma dirección aunque cambie lamarea. Lo limitado de las observaciones realizadas hasta ahora no permitegeneralizar más este fenómeno. En esta región al sur de la Península de Paria, lacolumna de agua presenta un pequeño movimiento de deriva que varía deacuerdo con el movimiento de la marea; durante la fase de llenado las aguas

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superficiales se dirigen hacia el oeste mientras que las de la columna se desplazanligeramente hacia el noroeste (costa). Durante la fase de vaciado el proceso seinvierte y las aguas superficiales se dirigen hacia el este y las de la columna lohacen hacia el interior del Golfo. Este patrón de circulación en el norte del Golfode Paria reforzaría la teoría de que el alquitrán que llega a la costa sur de laPenínsula de Paria se origina cerca a Bocas del Dragón.

Figura 3Variaciones en la dirección de las corrientes superficiales en la localidad B (norte del Golfode Paria) durante 48 horas (mediciones hechas por INCOSTAS).

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En lo que respecta al alquitrán impregnando las costas rocosas y raíces demanglar, la cobertura también es claramente mayor en las zonas más al este delGolfo. Los efectos del petróleo sobre comunidades tropicales de litoral rocoso, enespecial moluscos y algas, han sido estudiadas a fondo en el caso del derrame deBahía Las Minas, Panamá (Garrity et al., 1993). Sin embargo, tratándose de nivelescrónicos de impregnación por alquitrán y no de un derrame masivo, creemos queel principal efecto en las costas de Paria debe ser la disminución del substratodisponible. Las comunidades de las costas rocosas y raíces de manglar del Golfode Paria son de baja diversidad, pero presentan un claro gradiente de mayorabundancia y variedad hacia el este, donde la cercanía de Bocas del Dragóngarantizan condiciones de salinidad más estables. La ocupación de hasta el 50%del substrato disponible por alquitrán representa, sin duda, un fuerte impactosobre dichas comunidades.

Hay problemas inherentes al método en playas, que resultan de la naturalezadinámica de la mayoría de ellas. Romero et al. (1987) demostró que el alquitránencontrado en la porción intermareal de una playa representa aquel depositadodurante el último ciclo de marea y no una cantidad acumulativa. Así, la cantidadencontrada en un momento dado será indicativa de la cantidad y frecuencia de lallegada de alquitrán a la costa. Esta cantidad suele ser altamente variable, tantode un día a otro como en diferentes puntos de la playa. De hecho, en el mismoestudio Romero et al. (op cit.) encontró que en muchas muestras repetidas de lamisma playa, la desviación estándar es igual o mayor que la media, de tal maneraque será difícil encontrar diferencias significativas entre playas o épocas, a menosque éstas sean de al menos un orden de magnitud, dada la poca potencia de laestimación.

En las costas rocosas y en general en los litorales de substrato duro, comopodrían ser las raíces de los mangles, el destino de los agregados de alquitránflotantes dependerá, además de ciertas condiciones ambientales como temperaturay desecación, de la consistencia del alquitrán, de cuan viscoso esté y por lo tanto,de lo reciente de su vertido al océano. Si el petróleo es reciente en el océano ymantiene gran parte de su viscosidad, puede adherirse a las rocas, dondepermanecerá y se acumulará hasta que sea degradado, de lo contrario, el alquitránserá arrastrado hacia otra costa donde quede depositado.

Hoy en día se reconoce que el petróleo en el mar es sometido a una combinaciónde fuerzas físicas, químicas y biológicas que varían en importancia en relación conel ambiente. En altas latitudes en invierno, la turbulencia y la degradaciónmicrobiana dominan la disolución y dispersión del petróleo en el mar, mientrasque en verano o en aguas tropicales, la destrucción fotoquímica y microbiana sonlas más importantes (GESAMP, 1993). En el Golfo de Paria todo parece indicar queel período de permanencia de los agregados de alquitrán es corto, en ningúnambiente se encontraron indicios de acumulación, pues las perforaciones realizadasen las playas buscando señales de sucesivas capas de alquitrán depositadas,

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fueron infructuosas. En base a esto se considera que se trata de un vertidocontinuo de hidrocarburos a lo largo del tiempo, que por las condicionesambientales es degradado en poco tiempo; formando concentraciones altaspuntuales, pero sin permitir acumulación.

Existen tres posibles fuentes del alquitrán flotante del Golfo de Paria: menesnaturales, vertidos de agua de lastre y pequeños derrames crónicos en instalacionespetroleras venezolanas o trinitarias. Ninguna de las tres puede ser descartada,pero dado que, tanto las principales instalaciones petroleras venezolanas ytrinitarias, como los menes naturales conocidos están hacia el sur y dado que lasevidencias indican un origen cercano a Boca del Dragón, los vertidos de lastre nosegregado u otras aguas aceitosas de los múltiples tanqueros que entran al golfoparecen ser la fuente más probable. Según versiones de pobladores locales, lostanqueros vienen cargados de lastre por el Caribe y al entrar a Bocas del Dragón,antes de remontar el Río San Juan, vierten el lastre al ya no serles útil y necesitarun menor calado. De ser ese el origen, estos vertidos incumplen la normativaexistente (MARPOL) y las políticas ambientales de la industria petrolera nacional,por lo que son clandestinos y sólo efectivas labores de vigilancia y control puedenevitarlos. El futuro desarrollo de la industria petrolera en el oriente de Venezuela,con modernos terminales y sistemas de supervisión adecuados, tiene laoportunidad de excluir al Golfo de Paria de la lista de costas más contaminadasdel Caribe por residuos de alquitrán.

AGRADECIMIENTOS

Los muestreos utilizados en este trabajo fueron realizados como partedel Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto “Terminal de Aguas Profundas”para LAGOVEN. Juan C. Capelo y José Jesús Narvaez participaron en el trabajode campo y laboratorio.

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Recibido: 19.10.2000Aceptado: 05.03.2001

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