Catechesi Tradendae Introducción I. Tenemos un sólo Maestro: Jesucr isto II. Una experiencia tan antigua co mo la Iglesia III. La catequesis en la actividad pastoral y misionera de la Iglesi a IV. Toda la Buena Nueva brota de l a fuente V. Todos tienen necesidad de la ca tequesis VI. Métodos y medios de la cateque sis VII. Cómo dar la catequesis
Capítulo VII de la Exhortación apostólica de Juan Pablo II, Catechesi Tradendae
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
Catechesi TradendaeIntroducciónI. Tenemos un sólo Maestro: JesucristoII. Una experiencia tan antigua como la IglesiaIII. La catequesis en la actividad pastoral y misionera de la IglesiaIV. Toda la Buena Nueva brota de la fuenteV. Todos tienen necesidad de la catequesisVI. Métodos y medios de la catequesisVII. Cómo dar la catequesisVIII. La alegría de la fe en un mundo difícilIX. La tarea nos concierne a todosConclusión
1.Diversidad de métodosLa edad y el desarrollo intelectual de los cristianos, su grado de madurez eclesial y espiritual y muchas otras circunstancias personales postulan que la catequesis adopte métodos muy diversos para alcanzar su finalidad específica: la educación en la fe.
el desarrollo intelectual de los cristianos, su grado de madurez eclesial y espiritual y muchas otras circunstancias personales postulan que la catequesis adopte métodos muy diversos para alcanzar su finalidad específica: la educación en la fe.
La variedad en los métodos es un signo de vida y una riqueza.
Al servicio de la Revelación y de la conversiónRiesgo y tentación de mezclar
indebidamente la enseñanza catequética con perspectivas ideológicas, abierta o larvadamente, sobre todo de índole político-social, o con opciones políticas personales.
Al servicio de la Revelación y de la conversiónCuando estas perspectivas
predominan sobre el mensaje central que se ha de transmitir, hasta oscurecerlo y relegarlo a un plano secundario, incluso hasta utilizarlo para sus fines, entonces la catequesis queda desvirtuada en sus raíces.
Al servicio de la Revelación y de la conversiónLa pauta que ha de procurar seguir
es la Revelación. Esta Revelación es la de un Dios creador y redentor, cuyo Hijo, habiendo venido entre los hombres hecho carne, no sólo entra en la historia personal de cada hombre, sino también en la historia humana, convirtiéndose en su centro.
Encarnación del mensaje en las culturasla catequesis procurará conocer estas
culturas y sus componentes esenciales; aprenderá sus expresiones más significativas, respetará sus valores y riquezas propias. Sólo así se podrá proponer a tales culturas el conocimiento del misterio oculto
Encarnación del mensaje en las culturas+ el Mensaje evangélico no se puede
pura y simplemente aislarlo de la cultura en la que está inserto desde el principio (el mundo bíblico y, más concretamente, el medio cultural en el que vivió Jesús de Nazaret);
+ni tampoco, podrá ser aislado de las culturas en las que ya se ha expresado a lo largo de los siglos
Aportación de las devociones popularesEn la mayor parte de esas oraciones o de
esas prácticas, hay elementos que bien utilizados, podrían servir muy bien para avanzar en el conocimiento del misterio de Cristo o de su mensaje: +el amor y la misericordia de Dios, +la Encarnación de Cristo, +su cruz redentora y su resurrección, +la acción del Espíritu en cada cristiano y en la Iglesia, +el misterio del más allá, +la práctica de las virtudes evangélicas, +la presencia del cristiano en el mundo, etc.
+las palabras de Jesús, +de pasajes bíblicos importantes, +de los diez mandamientos, +de fórmulas de profesión de fe,+de textos litúrgicos, +de algunas oraciones esenciales, +de nociones-clave de la doctrina...,
+las palabras de Jesús, +de pasajes bíblicos importantes, +de los diez mandamientos, +de fórmulas de profesión de fe,+de textos litúrgicos, +de algunas oraciones esenciales, +de nociones-clave de la doctrina...,
lejos de ser contraria a la dignidad de los jóvenes cristianos, o de constituir un obstáculo para el diálogo personal con el Señor, es una verdadera necesidad