Biblioteca COMARCA / Documentos para el estudio de mérida durante la campaña admirable 1813

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DOCUMENTOS PARA EL ESTUDIO DE MÉRIDADURANTE LA CAMPAÑA ADMIRABLE (1813)

SELECCIÓN Y ESTUDIO PRELIMINARHANCER GONZÁLEZ SIERRALTA

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Documentos para el Estudio de Méridadurante la Campaña Admirable

Mérida, República Bolivariana de VenezuelaDiciembre de 2013

Biblioteca de Autores y Temas Merideños

Selección y estudio preliminarHancer González Sierralta

(1813)


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Documentos para el estudio de Mérida durante la Campaña Admirable 1813© Hancer González Sierralta© FUNDECEM

Gobierno Socialista de MéridaGobernador Alexis Ramírez

Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida - FUNDECEMPresidente Pausides Reyes

Unidad de Literatura y Diseño FUNDECEMEver Delgado / Angela Márquez / Juan Jorge Inglessis

Editor Gonzalo Fragui

Portada:Paisaje con el antiplano de Mérida. En: Ferdinand Bellermann: Bellermann y el paisaje venezolano 1842 / 1845. Caracas, Editoral Arte, 1977, p. 81.

HECHO EL DEPÓSITO DE LEYDepósito Legal: LF49120139003174ISBN: 978-980-7614-01-6

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Presentación

El año 2013 será recordado tristemente por la des-aparición física del Comandante Supremo de la Revo-lución Bolivariana, Hugo Rafael Chávez Frías, quien en vida fuera un gran difusor y promotor del pensamien-to de Simón Bolívar. Estos dos importantes personajes fueron, y siguen siendo, exponentes fundamentales de la unión de los pueblos latinoamericanos y caribeños, cuestión que tiene su génesis en el apoyo que dan las autoridades neogranadinas a la campaña libertadora de 1813 liderada por el Libertador.

Nos tocó conmemorar, aún afligidos por la pérdi-da del Gigante Chávez, los doscientos años de lo que la historiografía venezolana ha denominado La Cam-paña Admirable, hecho bélico y político que permitió la reconquista del occidente del territorio venezolano por parte de Simón Bolívar y sus ejércitos, entre los meses de mayo y agosto de aquel año, donde derrotaron un número superior de militares realistas, en batallas tan importantes como las de Niquitao, Los Horcones y Ta-guanes, y recorriendo un extenso territorio en muy poco tiempo.

De allí la importancia de la publicación de este libro titulado Documentos para el estudio de Mérida durante la Campaña Admirable (1813), del joven historiador Hancer


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González Sierralta, donde recopila una serie de manus-critos sobre Mérida en 1813, no sólo de los meses de la Campaña sino mostrando un antes y un después del paso de Bolívar por nuestra ciudad. En su estudio pre-liminar el autor analizó la incorporación de la provincia al proceso emancipador, los conflictos entre dos bandos de religiosos por mantener y mudar las instituciones de piedad y educación de la ciudad serrana, el paso de Simón Bolívar y su relación con el cabildo merideño y, por último, la recolección de recursos económicos para el apoyo al ejército libertador por parte de la municipali-dad y la normalización de la vida en la urbe.

El trabajo de recopilación comprende 80 documen-tos, publicados algunos en diversas obras editadas en los siglo XIX y XX, y otros completamente inéditos, per-tenecientes a los repositorios documentales, Archivo General de la Nación (AGN) y del Archivo General del Estado Mérida (AGEM). Los tipos de documentos pre-sentados son variados: testamentos, poderes, causas ju-diciales, solicitudes, informes, instrucciones, comunica-ciones, oficios, correspondencias, discursos, proclamas, reales órdenes, actas, y ventas.

La Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida (FUNDECEM) se enorgullece de presentar a la colectividad merideña, investigadores de la historia y público en general, esta obra que forma parte de la Biblioteca de Autores y Temas Merideños, y que nos permitirá analizar, más apegados a los documentos, los sucesos ocurridos en Mérida en el año de 1813, doscientos años después.

Los editores

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Al Comandante SupremoHugo Rafael Chávez Fríasdifusor del pensamiento

del Libertador Simón Bolívar

In memoriam


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MÉRIDA DESTRUIDA POR EL TERREMOTO

OS DIO SINEMBARGO EN 1813 QUINIENTOS VOLUNTARIOS

DIEZ Y SEIS CAÑONES OCHOCIENTAS CABALLERIAS TREINTA MIL PESOS EN ORO

PARA LIBERTAR A VENEZUELA

MÉRIDA PÓRTICO OCCIDENTAL

DE LA INDEPENDENCIA DE VENEZUELA GLORIASE DE HABEROS DADO

POR PRIMERA VEZ EL 23 DE MAYO DE 1813

EL BRILLANTE TITULO DE LIBERTADOR CONQUE HOY OS CONOCE

EL MUNDO ENTERO

Textos que se ubican en los laterales izquierdo y derecho, respectivamente, del monumento ecuestre al Libertador ubicado en la Plaza Bolívar de la ciudad de Mérida. (Venezuela).


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Estudio preliminar

Otra visión de la Independencia merideña

En un artículo de reciente publicación, los historia-dores Robinzon Meza y Francisco Soto determinaron que, hasta ahora, son tres los aspectos fundamentales en los que se ha basado la historiografía regional para explicar la incorporación de Mérida, a partir del 16 de septiembre de 1810, al proceso emancipador venezolano: la consolida-ción de un espíritu patriótico, el autonomismo provincial y la expansión de las ideas de la Junta de Caracas, son los planteamientos enunciados. Estudiaron esos autores cómo fueron concebidos, pues, tales aspectos son una especie de obligatoria recurrencia al abordar el tema. Soto y Meza plantean una nueva visión sobre la independencia de Mé-rida, que compartimos.1

1 Robinzon Meza y Francisco Soto: “Entre la fidelidad de Maracaibo y la revolu-ción de Caracas: Incorporación de Mérida al proceso emancipador (1810-1812)” en: Boletín de la Academia Nacional de la Historia, Nº 370, tomo XCIII, (Caracas, abril-junio, 2010), pp. 77-82. Entre algunos de los textos que plantean los aspec-tos señaladas se encuentran: José Ignacio Lares: “Historia del Estado Guzmán desde 1530 hasta el 20 de noviembre de 1876” en: Apuntes Estadísticos del Estado Guzmán. Caracas, Imprenta de la Opinión Nacional, 1877; Antonio Ramón Silva: Documentos para la historia de la Diócesis de Mérida. Mérida, Imprenta Diocesana, 1910, T. III; Antonio Ramón Silva: Patriotismo del clero de la Diócesis de Mérida. Mérida, Imprenta Diocesana, 1911; Gabriel Picón Febres hijo: Datos para la historia de la Diócesis de Mérida. Caracas, s.n., 1916; Vicente Dávila: Próceres Merideños. Ca-racas, Biblioteca de Temas y Autores Tachirense, 1970; José Humberto Quintero:


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Al conformarse en Caracas la Junta Suprema Conser-vadora de los Derechos de Fernando VII, fueron destituidas las principales autoridades españolas en el territorio vene-zolano, quedando encargada del gobierno de esa provin-cia, teniendo entre sus propósitos principales convocar a las demás para unirse en el desconocimiento del Consejo de Regencia. El teniente justicia mayor, Antonio Ignacio Rodríguez Picón,2 y Santiago Hernández Milanés, obispo de la Diócesis, principales autoridades merideñas, fueron informadas sobre los sucesos de Caracas. En un primer momento ambos se mantuvieron opuestos a desconocer la Regencia, y solicitaron apoyos militares al gobernador

Ciudad de Cóndores. Mérida, Concejo Municipal del Distrito Libertador, 1936; José Rafael Febres Cordero: El Aporte de Mérida a la Independencia nacional. Mérida, Imprenta del Estado, 1955; Caracciolo Parra Pérez: Historia de la Primera República de Venezuela. Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1992; Magaly Burguera: Historia del Estado Mérida. Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República, 1983; Carlos Chalbaud Zerpa: Historia de Mérida. Mérida, Universidad de Los Andes-Ediciones del Bicentenario del Natalicio del Libertador, 1985; Héctor Silva Olivares: Rebelión, Autonomía y Federalismo en Mérida. Siglo XIX. Caracas, Academia Nacional de la Historia, 2010. (Col. Fuentes para la Historia Republicana de Venezuela, 96); Edda Samudio: La experiencia juntista en Mérida. 1808-1810. Mérida, Universidad de Los Andes-Consejo de Publicaciones, 2010. (Col. Bicentenario de la Universidad de Los Andes). 2 Varios son los trabajos que se han realizado sobre este personaje que participó en el proceso independentista de Mérida, entre ellos destacamos: Vicente Dávila: “Coronel Rodríguez Picón” en: Gabriel Picón Febres: El Apellido Picón en Venezuela. Caracas, Impreso por Primitivo Quero Martínez. 1922. pp. 23-43; Jesús Rondón Nucete: “La Inmortalidad de Antonio Ignacio Rodríguez Picón” en: Academia de Mérida, Nº 20 (Mérida, enero-diciembre, 2007), pp. 155-175; y María Sobeira Nieto y Alí López: “Monárquico y de repente republicano: el caso del merideño Antonio Ignacio Rodríguez Picón” en: La primera república de Venezuela: reflexiones en su bicentenario (1811-2011) Memorias de las XI Jornadas de Historia y Religión. Caracas, Fundación Konrad Adenauer, Universidad Católica Andrés Bello, 2012. pp. 183-211. La actuación pública de Rodríguez Picón antes del 16 de septiembre de 1810 puede analizarse a través de los documentos publicados por Edda Samudio y David Robinson: A son de caja de guerra y voz de pregonero. Los bandos de buen gobierno de Mérida 1770-1810. Caracas, Academia Nacional de la Historia, 2009, (Col. Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela, 268)

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Fernando Miyares para la defensa militar de la parte andina de la provincia.3

Informó el teniente justicia mayor al gobernador sobre la presencia de tropas enemigas en Carora, lo que hacía la situación muy compleja y peligrosa para los merideños. El Ayuntamiento de la localidad había acordado iniciar el alistamiento de seiscientos hombres de tropa, pero con las dificultades de no contar con los implementos militares re-queridos.4 Rodríguez Picón también comunicó a la primera autoridad provincial que todo estaba tranquilo en Mérida y había respaldo de la población. Nuevamente le pedía apoyo militar, respondiendo Miyares que había previsto el envío de veinticinco hombres con suficientes municiones, y un tren volante de artillería de cuatro piezas con los juegos de armas de su servicio a cargo de un cabo veterano, aunque existían dificultades para la llegada por la escasez de los mismos en Maracaibo.5

Esto demuestra las dificultades por las que pasaban los mandos militares de la provincia para defender los dominios más allá de la capital. Así la Junta de Caracas, presionando, buscó hostilizar a la provincia por las ciuda-des y pueblos andinos, requiriendo su reconocimiento. Ese fue el objetivo de Luis María Rivas Dávila, comisionado por Caracas para conseguir que las autoridades erigiesen Juntas. El 16 de septiembre de 1810 se forma la Junta Su-

3 Robinzon Meza y Francisco Soto: “Entre la fidelidad de Maracaibo y la revolución de Caracas…”pp. 82-83. 4 Lo integraban Antonio Ignacio Rodríguez Picón, Eugenio Briceño, Juan Antonio Paredes, Fermín Ruiz y Vicente Campo Elías. Véase: Tulio Febres Cordero: Actas de Independencia de Mérida, Trujillo y Táchira en 1810. 2 ed. Mérida, El Lápiz, Grupo Editorial y de Investigación, Biblioteca Febres Cordero, 2007. p. 31. 5 Robinzon Meza y Francisco Soto: “Entre la fidelidad de Maracaibo y la revolución de Caracas…”pp. 83-84.


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perior Gubernativa, y en su acta la amenaza de guerra es la referencia más importante.6

La posible agresión armada por parte de Caracas representó para los merideños un acto de intimidación, es decir, que factores exógenos, fueron relevantes para motivar la conformación de la Junta Superior Gubernati-va.7 Este planteamiento no había sido considerado por la historiografía, lo que podría explicar el cambio de postura de fieles a la Monarquía y a las autoridades marabinas al establecimiento de una Junta que asumiría el poder político de una nueva provincia, la de Mérida, con lo cual también sin duda demostraba autonomismo frente a Maracaibo, que había desplazado a Mérida como capital provincial desde finales del siglo XVII.8

La erección de las provincias andinas de Mérida y Trujillo no puede dejar de observarse en el contexto de la convocatoria por la Junta de Caracas al Congreso de Vene-zuela. En éste la estructura administrativa de esa unidad territorial era de primer orden, tanto por la participación como por la representación política. Es decir que una vez instaladas las Juntas andinas era imprescindible su organi-zación en provincias, para poder elegir los diputados que

6 Ibíd., p. 84. (…) Se les leyeron públicamente los oficios dirigidos a este Ilustre Ayun-tamiento, y Ciudad, por las Juntas Supremas de SantaFé y Caracas y por la superior de Barinas, en que se les amenaza con un próximo rompimiento de Guerra, si no se adhieren a la causa común que defienden las enunciadas Capitales, y Provincias (…) Tulio Febres Cordero: Actas de Independencia de Mérida, Trujillo y Táchira en 1810… p. 33. 7 Para conocer algunas actuaciones de la Junta consúltese el trabajo de Edda Samudio: “La Junta Superior Gubernativa defensora de los derechos de Fernan-do VII en Mérida y la adhesión de otras ciudades andinas” en: La Rebelión de las Provincias. El libro del Bicentenario de la provincia de Mérida. Mérida, Alcaldía de Libertador, Comisión Bicentenaria, 2010. pp. 25-51. 8 Robinzon Meza y Francisco Soto: “Entre la fidelidad de Maracaibo y la revolu-ción de Caracas…” p. 86.

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las representarían, de esa forma el Congreso se legitimaba y las nuevas jurisdicciones ganaban reconocimiento.9

Mérida se consolidó como independiente y parte in-tegrante de la confederación de Venezuela en muy poco tiempo, ya que para el 31 de julio de 1811 se promulgaba la Constitución Provisional, consagrando definitivamente a la provincia en un ente autónomo y de predominio jurídico y territorial sobre gran parte de la región andina. Esta Carta Magna regional establecía en su capítulo séptimo De los Cabildos y jueces inferiores cinco artículos informativos so-bre las funciones de la institución municipal como policía, administración de bienes propios, construcción de puentes, apertura de caminos, establecimiento de escuelas, fomento de la agricultura, extinción de vagos y ociosos,10 aseo de la población y de los abastos públicos, entre otros.11

Un día antes de la promulgación de la Constitución se redactaron instrucciones para la conformación de los Cabildos enteros y medios de la provincia. En las ciudades de Mérida, La Grita y San Cristóbal, se instalarían Ayun-tamientos enteros integrados por dos alcaldes ordinarios, un procurador general, un padre de menores, quienes durarían un año en sus funciones, y un mayordomo de propios, para quien no especificaba el tiempo de actuación. Los cinco regidores se mantendrían por tres años en sus labores, todos iniciarían y culminarían en enero, y sus

9 Ibíd., p. 88. 10 Sobre esta temática recomendamos ampliamente el trabajo de Marcos Araque: Sin oficio ni beneficio, sin renta ni hacienda conocida, vagos y malentretenidos en Mérida 1809-1858. Mérida, Facultad de Humanidades y Educación, Escuela de Historia, 2010. (Trabajo de Grado para optar al título de Licenciado en Historia, Inédito) 11 “Constitución de la Provincia de Mérida” en: Las Constituciones Provinciales. Estudio Preliminar Ángel Francisco Brice. Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1959. (Col. Sesquicentenario de la Independencia), pp. 279-280.


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nombramientos se harían por el Cabildo asociado de los apoderados de las parroquias, nombrando uno cada una, a través del voto. También habría un escribano público, con dos años de duración en su desempeño. Se estipulaba que los alcaldes, regidores, procurador y escribano debían ser mayores de 25 años, de buena conducta, con instrucción y que tengan amor a su suelo, sin parentesco consanguíneo entre sí. No se exigían estudios universitarios, pero el es-cribano debía ser examinado y aprobado por el Tribunal de Apelaciones.12

Los Ayuntamientos medios se organizarían con igual tiempo de duración, de método de elecciones y circunstan-cias que sus pares enteros, con la sola diferencia de estar integrados por un alcalde y tres regidores, procurador general, que cumpliría también las funciones del padre de menores, escribano y un mayordomo de propios. Que-daba extinguido el cargo del teniente como funcionario, encargándose de sus funciones y atribuciones al alcalde, titulándose entonces alcaldes justicias mayores. La ausen-cia de éstos sería suplida por el regidor más antiguo, los alcaldes a su vez podrían ser reelegidos por otro trienio y los escribanos por otro bienio. No se elegirían alcaldes de la hermandad por considerarlos superfluos, en cambio se nombrarían pedáneos en todas las parroquias. Este reglamento fue aprobado por el Colegio Electoral de la provincia,13 aunque tendría una permanencia efímera, puesto que una vez retomada la ciudad por los realistas no se aplicaría.

12 José Félix Blanco y Ramón Azpúrua: Documentos para la Historia de la vida pú-blica del Libertador. Caracas, Comité ejecutivo del Bicentenario de Simón Bolívar, Ediciones de la Presidencia de la República, 1978. T. III, pp. 331-332.13 Ibíd., p. 332.

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Así, para enero de 1812, el Cabildo entero de la ciudad de Mérida quedó integrado por los alcaldes Vicente Campo Elías y Fermín Ruiz Valero, y los regidores Josef Fernández, Ignacio Rivas, padre de Luis María Rivas Dávila, y José Lorenzo Maldonado.14 Desconocemos quienes ejercieron el resto de las funciones.

A pesar de la estabilidad política creada por los patrio-tas merideños, desde bien temprano empezó a concebirse como momentánea por no poder sostenerse militarmente ya que las carencias defensivas y económicas eran eviden-tes. Al romperse las relaciones con Maracaibo, la ciudad serrana aspiró el apoyo de Caracas y Barinas para contener las reacciones que esperaban de las autoridades marabinas, puesto que eran conscientes de lo que podían hacer por sí solos, más cuando el terremoto del 26 de marzo de 181215

devastó la ciudad y afectó negativamente el parque y con-tingente militar.16

Lo precario de la situación se demostró cuando se procuró sostener al pueblo de Bailadores, para evitar su separación de la causa republicana, no pudiendo hacerles frente a las fuerzas militares enviadas a esa población desde

14 Causas de Infidencia, documentos inéditos relativos a la Revolución de la Independencia. Caracas, Archivo General de la Nación-Imprenta Nacional, 1952 T. II. pp.40-41. 15 Información sobre el terremoto puede consultarse en: Rogelio Altez: “Cronome-trización extemporánea: Los sismos del 26 de marzo de 1812 en Caracas y Mérida” en: Revista Geográfica Venezolana. Vol 39 (1 y 2) (Mérida, 1998), pp. 297-326; Jaime Laffaille y Carlos Ferrer: “El Terremoto del Jueves Santo en Mérida: año 1812” en: Revista Geográfica Venezolana. Vol 44 (1) (Mérida-2003), pp. 107-123; Jaime Laffaille y Carlos Ferrer: “El Terremoto de Mérida de 1812: Escudriñando entre las páginas de una novela inconclusa en busca de información acerca de una historia real” en: Revista Geográfica Venezolana. Número especial, (Mérida, 2005), pp. 217-232; Rogelio Altez: El desastre de 1812 en Venezuela: Sismos, vulnerabilidades y una patria no tan boba. Caracas, Fundación Polar, 2006. 16 Robinzon Meza y Francisco Soto: “Entre la fidelidad de Maracaibo y la revo-lución de Caracas…”pp. 92-93.


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Maracaibo. El realista Ramón Correa avanzó firmemente con el objetivo de tomar Mérida y no pudo ser contenido por el gobernador político y militar, Juan Antonio Paredes, quien tuvo que dimitir y convencer a la población merideña, en mayo de 1812, de jurar de nuevo la soberanía del Rey, las Cortes y el Concejo de Regencia, reconociendo además a las autoridades de Maracaibo.17

En este contexto de dominación realista de la provincia de Mérida, desde mediados de 1812 hasta abril de 1813, pasará por el territorio la campaña liberadora dirigida por Simón Bolívar, que tuvo como punto focal la ciudad serrana. Cabe destacar que con la caída del gobierno repu-blicano merideño la mayoría de los miembros de la Junta y primeras autoridades fueron detenidos y se les siguió causa de infidencia,18 al igual que algunos del alto clero,19 quienes fueron reducidos a prisión en las bóvedas de los Castillos de Puerto Cabello y La Guaira. Ello determinó la desintegración del Cabildo Eclesiástico y la consolidación de un fuerte grupo realista.20

17 Ibíd., p. 93. 18 Juicios realizados a hombres y mujeres que desobedecieron el poder español por medio de actos, palabras, escritos e intentos de instaurar gobiernos republicanos durante el proceso independentista venezolano. En esta selección documental se presentan algunos escritos sobre las causas seguidas a Antonio Ignacio Rodríguez Picón, Juan Antonio Paredes, Luis María Rivas Dávila, José Lorenzo Aranguren, Antolín del Pino y Mariano del Pino. Otros infidentes merideños fueron: José María Salas, Juan Agustín Gutiérrez, Blas Hernández Pascua, Pedro Jugo del Pulgar, José Ignacio Márquez, y Martina Picón, entre otros. Los resúmenes de las causas pueden consultarse en: Memorias de la Insurgencia. 2 ed. Caracas, Centro Nacional de Historia-Archivo General de la Nación, 2011. 19 Supuestamente a Buenaventura Arias se le siguió causa de infidencia, cuestión que no hemos podido corroborar. 20 Luis Alberto Ramírez Méndez: “María Salas: Patriota por convicción, realista por ignorancia” en: País de Papel, N° 1, (Mérida, 2012) pp.132-133.

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Más que un conflicto entre religiosos

Los terremotos del 26 de marzo de 1812, en Caracas y Mérida, fueron vistos por la población, seguramente influenciados por el clero, como un castigo de Dios, por haber apoyado la república y no defender la Monarquía.21 Aunque la iglesia católica no apoyó monolíticamente a los republicanos, el clero se dividió y las lealtades se inclinaron por uno u otro bando de acuerdo a la posición personal. Esto se observó entre los religiosos de Mérida.

Los daños causados por el movimiento telúrico meri-deño fueron numerosos, muchas de las edificaciones emble-máticas de la ciudad fueron afectadas, casi se podría decir que la ciudad quedó destruida. Esto motivó una discusión amplia entre los habitantes y muy particularmente entre dos bandos de religiosos, los primeros meses de 1813, en torno a la reedificación de la urbe o su mudanza al pueblo de San Juan, sitio que no contaba con los requerimientos necesarios ya que no tenía afluentes de agua cercanos.

Los religiosos realistas Francisco Javier de Irastorza y Mateo Mas y Rubí argumentaban la necesidad de construir

21 Simón Bolívar en su célebre Manifiesto de Cartagena, señalaba sobre el terre-moto que este trastornó, ciertamente, tanto lo físico como lo moral; y puede llamarse propiamente la causa inmediata de la ruina de Venezuela (…) la influencia eclesiástica tuvo, después del terremoto, una parte muy considerable en la sublevación de los lugares y ciudades subalternas; y la introducción de los enemigos en el país; abusando sacrílegamente de la santidad de su ministerio a favor de los promotores de la guerra civil. Sin embargo, debemos confesar ingenuamente que estos traidores sacerdotes se animaban a cometer los execrables crímenes de que justamente se les acusa porque la impunidad de los delitos era absoluta (…) de lo referido se deduce que entre las causas que han producido la caída de Venezuela (…) el terremoto acompañado del fanatismo que logró sacar de este fenómeno los más importantes resultados (…). Véase: “Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño escrita por Simón Bolívar en Cartagena de Indias el 15 de diciembre de 1812” en: Simón Bolívar: Escritos fundamentales. 6ª reimpresión. Caracas, Monte Ávila Editores Latinoamericana, 1997. pp. 54-55.


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un nuevo centro poblado, puesto que las pérdidas materiales eran insalvables, la ciudad está destruida y se compone de solo cuatro pobres. Esto, como es conocido ampliamente, fue una excusa para trasladar la Catedral, el Colegio Seminario y el Convento de las Monjas22 a Maracaibo. También tenían inte-rés en que las instituciones se ubicaran en la ciudad-puerto, siendo apoyados por el Cabildo marabino que se empeñó, desde la fundación de la silla episcopal, quedara la Dióce-sis en Maracaibo y no en Mérida, producto de los recursos económicos manejados por estos establecimientos, y porque también eran importantes política y administrativamente para consolidar la capitalidad provincial. El gran conflicto, antes y después de 1810, que enfrentaron las élites de estas dos ciudades, fue por la sede del Obispado, creado en 1777, más en momentos que una defendía la fidelidad al Rey y la otra, presionada o no, se había declarado independiente.23

Reparar los inmuebles dañados y reconstruir la lo-calidad fueron los objetivos planteados por un grupo de presbíteros de la jurisdicción. Justificaban sus ideas porque

22 Para un conocimiento profundo sobre el devenir histórico de este convento puede analizarse la obra de Luís Alberto Ramírez Méndez: De la piedad a la riqueza. Convento de Santa Clara de Mérida 1651-1874. Mérida, Archivo Arquidiócesano de Mérida, 2005 T. I. (Fuentes para la Historia Eclesiástica de Venezuela, 4) y específi-camente sobre el cisma de las Clarisas en la independencia véase del mismo autor: “La ruptura de la proximidad en una sociedad polarizada: El caso del convento de Santa Clara en Mérida-Venezuela 1810-1827” en: Antíteses, V.4, Nº 8, (Paraná-Brasil, julio-diciembre de 2011), pp. 873-906. Para el estudio de la Diócesis véase: Gabriel Picón Febres-hijo: Datos para la Historia de la Diócesis de Mérida…Y sobre el Seminario consúltese: Jesús Rondón Nucete: Cuando el Seminario se convirtió en Universidad. Mérida, Universidad de Los Andes, Publicaciones del Vicerrectorado Académico, 2007; Alí López: Un siglo de Historia de la Universidad de Los Andes. Mérida, Universidad de Los Andes, 2011. 23 Véase el artículo de Rogelio Altez: “La coyuntura como excusa: poderes regio-nales tras el obispado de Mérida en 1812” en: 1810: Dios, patria y libertad. Memorias de las X Jornadas de Historia y Religión. Caracas, Fundación Konrad Adenauer, Universidad Católica Andrés Bello, 2012. pp. 93-114.

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los pobladores de Mérida habían retornado a sus hogares, se encuentran ya entre su recinto mas de quatro mil y seiscientas almas, tres templos quedaron intactos, las calles estaban limpias, y en funcionamiento sus acequias.24 Asimismo se-ñalaban que la meseta en la que se estableció la ciudad no había sufrido daños lamentables, por lo tanto era el lugar más apropiado por: la estabilidad del terreno, las aguas saludables de sus ríos, lo agradable de su temperatura, la igualdad de sus estaciones y sobre todo, por la facilidad que ofrecía para concluir una obra ya iniciada, en lugar de comenzar una nueva.

Pidieron los religiosos al Cabildo merideño, el 25 de enero de 1813, notificarle al gobernador de la provincia la facilidad de reconstruir la ciudad en el mismo sitio y a su vez promover tal idea ante otras instituciones. De igual forma, creyeron pertinente construir una cárcel y la casa consistorial, y priorizar la atención de la enseñanza pública con el estudio de la Gramática, la Filosofía y la Teología.25

El presbítero patriota José Luis Ovalle,26 cura de El Morro, fue nombrado de forma unánime, por los otros clé-rigos de la jurisdicción, quienes apoyaban el mantener en

24 Para ubicarnos en contexto presentamos algunos datos poblacionales de Mérida. En 1770 la población era de 2.800 habitantes y siete años más tarde se calculaba en 3.369 pobladores, mientras que para 1803 se le atribuían un total de 7.016 ha-bitantes. Véase: Edda Samudio: “La élite capitular de Mérida”, en: Vida cotidiana en Venezuela durante el siglo XVIII. Maracaibo, Gobernación del Estado Zulia y Universidad del Zulia. 1999. pp. 147-170. Emanuele Amodio (compilador.) Hasta ahora se desconocen las cifras exactas de los fallecidos en el terremoto.25 Antonio Ramón Silva: Documentos para la Historia de la Diócesis de Mérida. T. III…p. 152.26 Se le señaló de insurgente de primera clase y se le siguió causa en 1815. Fue acusado de participar en la Campaña de Mucuchachí de 1813. El expediente completo se encuentra en el Archivo General de la Nación. Sección Causas de Infidencia. Tomo XXVI. Expediente 12. Folios 196-232. En adelante AGN. Un resumen de la causa puede consultarse en Memorias de la Insurgencia… p. 405.


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Mérida las instituciones de piedad, instrucción y beneficencia, para realizar las diligencias pertinentes ante el Tribunal de la Audiencia, en el que ya se había elevado un recurso. Re-quería se le otorgara una licencia por un tiempo prudencial, de sus labores religiosas se encargaría el cura de Acequias. El permiso fue otorgado, el 3 de febrero, por Francisco Javier de Irastorza, quien había instalado el Cabildo Eclesiástico en Lagunillas, poblado cercano a Mérida.27 Los religiosos José Luis Ovalle y José Rafael Victorio Jaymes, ese mismo día, en representación de otros sacerdotes exigían información sobre la decisión del Cabildo Eclesiástico de la excomunión que mandó firmar en las puertas de las Iglesias de esta Jurisdicción contra los que impidiesen, perturvasen, ó aconsejasen se impida la dha. traslación.28

Posteriormente, los curas defensores de mantener las instituciones en Mérida se dirigieron hasta Lagunillas a entrevistarse con el Cabildo Eclesiástico y le presentaron una real provisión de la Audiencia que suspendía el tras-lado.29 Irastorza y Mas y Rubí obedecieron tal normativa, a pesar de su descontento; asimismo mandaron a recoger el escrito publicado en el que se excomulgaba a aquellos que no defendieran la mudanza a Maracaibo.

Pero, a pesar de lo que podía pensarse como una vic-toria de los curas merideños, -entre los que destacamos a Salvador León, Fernando Villareal, y Antonio Escalante-, estos seguían atentos, pues conocían que continuarían las

27 Antonio Ramón Silva: Documentos para la Historia de…Tomo III, pp. 303-304. 28 Ibíd., p. 305.29 Los trabajos de representación de los curas merideños, en esta importante institución, los había realizado el procurador Antonio Viso, quien sustentó se-riamente sus argumentos, tal como se puede observar en el extenso documento presentado en la Audiencia. Véase: Gabriel Picón Febres hijo: Datos para la historia de la Diócesis de Mérida… 2 ed. pp. 114-120.

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diferencias ante la Audiencia o la Corte30 por tanto requirie-ron del Ayuntamiento el 22 de febrero de 1813, una copia del expediente original donde se mandaba a suspender la reedificación de la urbe, y del acta del 8 de febrero del mismo año contentivas de las observaciones favorables sobre el estado de la ciudad. Nuevamente precisaron del apoyo político del Cabildo al realizar algunos pronuncia-mientos escritos en defensa de tal idea y que convocaran a los Cabildos de las ciudades de Barinas, Trujillo, Ejido, Bailadores, La Grita, San Cristóbal, y San Antonio de Cúcu-ta, a los cuales también les correspondía apoyarla, puesto que la posibilidad de la mudanza de la urbe y el posible traslado de algunas instituciones a Maracaibo, conllevó a las consultas de las diversas municipalidades integrantes de la Diócesis.31

Los ministros de la iglesia fueron realistas o indepen-dentistas, unidos por una semejante fe religiosa y enfren-tada por un terrenal fervor denominado república. Hubo quienes armados de fusiles o lanzas y sobrepasando sus funciones clericales arriesgaron sus vidas en el campo de batalla, y otros entregaron los recursos económicos de la iglesia a quienes apoyaban. Ejemplo de ello lo corroboramos

30 El 25 de marzo de 1813 José Domingo Rus, representante de la provincia de Maracaibo a la Corte en Cádiz, pedía que la residencia habitual del prelado Dio-cesano, el Cabildo Eclesiástico, el Colegio Seminario y el Convento de Monjas se trasladasen a Maracaibo puesto que Mérida había quedado destruida por el terremoto. Véase: Maracaybo representado en todos sus ramos por su hijo diputado á cortes don José Domingo Rus Ortega de Azarraullia. Madrid. En la imprenta de Vega y Compañía. MDCCCXIV. p. 47. Rus obtuvo una respuesta el 2 de agosto de ese año, en Real Orden de la Regencia, se le dio autorización para trasladar el Colegio Seminario a Maracaibo y modificarle el nombre a Colegio Real de San Fernando, no se nombró el resto de las instituciones. Véase: Eloi Chalbaud Cardona: Historia de la Universidad de Los Andes.. 2 ed. Mérida, Universidad de Los Andes, 1987, T. II, p. 158. 31 Antonio Ramón Silva: Documentos para la Historia de… T. III. pp. 299-303.


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cuando, Francisco Javier de Irastorza y Mateo Mas y Rubí, el 17 de febrero de 1813 le otorgaron dos mil trescientos pesos de las cajas de los diezmos y de la fábrica de la Cate-dral al coronel Ramón Correa, jefe de las tropas realistas. También en calidad de empréstito, los tubos del órgano, que eran de plomo y pesaban seis y media arrobas, según lo manifestó la señora Isabel Briceño, esposa de Jayme Fornés, depositarios de los implementos.32 El manejo de suficientes recursos económicos era necesario para la manutención de las tropas en guerra, y éstos había que buscarlos de donde hubiera, así fueran los de la iglesia.

Económicamente las cosas no estaban bien, como lo esperaba Correa, quien el 26 de marzo de 1813 le participaba por un oficio a Irastorza la necesidad en que se encontraban sus tropas, por la falta de medios monetarios para subsis-tir, y en parte por los excesivos gastos. Nuevamente pedía al clero, sostenedor de la causa de la Religión y el Soberano, algún donativo, según las posibilidades.33 El mismo día el clérigo dispuso que se realizaran rogativas públicas para que el señor concediese la paz y triunfaran las armas del Rey contra los enemigos.34 A pesar de las plegarias y los apoyos económicos, la victoria de los patriotas parecía in-minente, en poco tiempo llegaría Simón Bolívar a la ciudad de Mérida con la ayuda del ejército neogranadino.

Largo memorial fue el realizado por el clérigo realista Irastorza, el 13 de mayo. El documento enumeraba las di-ficultades que habían surgido por el intento de traslado de las instituciones de piedad y educación, producto de una primera orden dada por el gobernador Pedro Ruiz de Po-

32 Ibíd., pp. 288-289. Tal como lo señala la tradición, los tubos no fueron enviados.33 Ibíd., T. II, p. 372. 34 Ibíd., T. II, p. 373.

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rras, quien ejerció la primera autoridad de la provincia entre 1810 y 1812, aceptando tal mudanza, que luego revocaría, hasta tanto la Regencia no se pronunciara. Posteriormente esta orden sería auspiciada y ratificada por Fernando Mi-yares, substituto de Ruiz de Porras en la gobernación de la provincia. Como ya vimos, los merideños obtuvieron de la Audiencia una real provisión que posponía el cambio hasta tanto se tomaran los informes pertinentes. No le quedó más opción a Irastorza que retirarse definitivamente de la ciudad serrana pues (…) en tales circunstancias, y viendo la grande adhesión de tales vecinos á los enemigos, el disgusto con que nos miraban, por haber propendido á la translacion,(…) con nuestra oposicion al errado sistema de los enemigos de la Nacion, (…) tomamos la deliberación de retirarnos, (…), pues no solo se nos negó todo auxilio para su extracion, sino que aun hubo atrevidos en Mérida, que en la mitad del dia nos hiciesen fuego para impedir nuestra huida, (…) Había llegado a Maracaibo el 29 de abril de 1813.35

La doctrina religiosa realista, defendida por Francisco Javier de Irastorza y Mateo Mas y Rubi, planteaba en su cosmovisión que la revolución de independencia era de-finitivamente pecaminosa y que a sus representantes sólo podían verlos como hombres alzados contra Dios y el Rey, movidos por el demonio. La república era vista como una quimera, una ficción, una mentira, que alucinó a unos po-cos, y que eliminó la felicidad, todo esto dentro de la idea general de la unidad de Dios y el monarca.36

35 Maracaybo representado en todos sus ramos por su hijo diputado á cortes don José Domingo Rus… pp. 149-150. El 6 de mayo la Audiencia ordenó la restitución del Cabildo Eclesiástico a la ciudad de Mérida. Véase: Gabriel Picón Febres hijo: Datos para la Historia de la Diócesis de Mérida… 2 ed. p. 120.36 Tomás Straka: La voz de los vencidos. Ideas del partido realista de Caracas, 1810-1821. 2ª ed. Caracas, Bid&co. Editor, Universidad Católica Andrés Bello, 2007. p. 193.


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Cabe destacar que no se trató de una simple desave-nencia entre curas sino que la independencia replanteó las disputas estructurales en el ámbito político-administrativo, ya que Mérida se había erigido como una provincia au-tónoma y Maracaibo aspiraba consolidar su capitalidad provincial, de allí la importancia de que las instituciones señaladas se ubicaran en uno u otro territorio.

Esclarecidos y virtuosos ciudadanos

Simón Bolívar había iniciado sus campañas militares del Magdalena y Cucutá tomando la ciudad colombiana de Ocaña el 8 de enero de 1813. Pasando luego a Salazar de las Palmas el 22 de febrero, y el 28 del mismo mes derrotó a Ramón Correa en Cúcuta. Como sabemos, fue apoyado por las armas neogranadinas y por el Poder Ejecutivo que-dando Bolívar atado a sus disposiciones. El 30 de marzo lo autorizaron a ingresar al territorio venezolano, aunque esto no le satisfizo plenamente porque se le había fijado como límite de sus operaciones La Grita, extendiéndosele luego a Mérida y Trujillo.37 Comprendía Simón Bolívar la

37 Héctor Bencomo Barrios: “Campaña Admirable de 1813” en: La Campaña Admirable, Celebración del Sesquicentenario en Mérida. Caracas, Biblioteca de Au-tores y Temas Merideños, 1965, pp. 105-124. Esta publicación se organizó con la intención de recopilar diversos trabajos sobre tan importante hecho histórico y su repercusión en Mérida. Los otros artículos son: José Nucete Sardi: “La Cam-paña Admirable y sus proyecciones militares, políticas, económicas y sociales”, pp. 15-34; Guillermo Morón: “El nombre de Campaña Admirable”, pp. 35-44; Manuel Pérez Vila: “La formación militar de Bolívar a través de sus lecturas”, pp. 45-60; Neptalí Noguera Mora: “Figuras y hechos singulares de la Campaña Admirable”, pp. 61-90; Pedro Nicolás Tablante Garrido: “La Campaña Admirable, celebración del centenario por la Universidad de Los Andes”, pp. 91-104; Cristóbal L. Mendoza: “La entrada de Bolívar a Mérida”, pp. 125-134; José Ramón Medina: “Bolívar y la Poesía”, pp. 135-184; Pedro Pablo Barnola: “Nobleza pide lealtad”,

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importancia geo-estratégica de controlar el territorio que cubría el importante circuito económico de Maracaibo, San Cristóbal, La Grita, Mérida, Mucuchíes, Trujillo y Barinas, eje fronterizo de principal trascendencia en los planes mi-litares del ejército republicano, por cuanto constituía una especie de bisagra entre las fuerzas patriotas de la Nueva Granada y los insurgentes venezolanos.38

El Cabildo de Mérida le envió un oficio a Bolívar el 18 de abril, a través del regidor y brigadier Gabriel Valera, quien fungió como emisario, informándole la salida, la noche anterior, del comandante militar realista del desta-camento. Asimismo, en un tono dubitativo, señalaban que ya tenían conocimiento de su pronto arribo a la localidad por lo que lo felicitaban, le ofrecían tomarla pacíficamente y le suplicaban que por el mismo hecho de venir en nuestro favor, no consiente que sus tropas agraven las ruinas, miserias y extorsiones que ha padecido esta desgraciada ciudad. De igual forma le proporcionarían los alojamientos y comida requeridos para el ejército, a pesar de las consecuencias del terremoto.39

Francisco de Paula Santander, desde Bailadores, el 24 de abril de 1813, también le informaba a Bolívar que la ciudad de Mérida había sido abandonada por los militares realistas, quienes se dirigieron a Trujillo. Santander embar-

pp. 185-193; Ramón Díaz Sánchez: “El Estado Bolivariano”, pp. 194-208; José Gregorio Pérez Rojas: “La ciudad y el héroe”, pp. 217-232; Ernesto Jérez Valero: “El Mural: mensaje del futuro”, pp. 245-254; y Ramón J. Velásquez: “Desde el principio de la Historia”, pp. 255-273. 38 Ebert Cardoza Sáez: “Milicias y pugnas socio-étnicas en el proceso juntista de 1810. Las milicias merideñas en la Guerra de Independencia” en: La rebelión de las provincias… p. 168.39 Guillermo Hernández de Alba (compilador). Archivo Nariño 1812-1815. Bogotá, Fundación para la Conmemoración del Bicentenario del Natalicio y el Sesquicen-tenario de la muerte del General Francisco de Paula Santander, 1990, T. V p. 150.


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gó las haciendas de Clemente Molina40 y José Chacón, se-guramente realistas furibundos, cuyos productos, ganados y mulas, se utilizarían para la alimentación y movilización de la tropa. Asimismo, ordenó moler 24 fanegas de trigo de la hacienda del español Vilardell, y limpiar el camino del Mocotíes. A pesar de lo tomado, les faltaba dinero, arroz y principalmente sal.41 Por esos mismos días los alcaldes ordinarios, Ignacio de Rivas y Nicolás de Parra, le habían quitado al administrador de la Real Renta del Tabaco, Francisco Dávila, unas cargas de Chimó, Tabaco y Urao que serían enviadas a Trujillo para las tropas de Correa.42 Estos son algunos ejemplos de la realidad de la guerra, embargos de bienes, fincas, semovientes y productos, requeridos para mantener un contingente importante de soldados y obtener recursos económicos.

Con la información exacta de la salida de los realistas de Mérida, Bolívar redacta desde Cúcuta, el 28 de abril, un conjunto de instrucciones dadas a Cristóbal Mendoza para

40 El Licenciado en Educación y director del Instituto Municipal de Cultura del Municipio Rivas Dávila, Néstor Abad Sánchez, dice que este personaje fue uno de los que recibieron en su paso por Bailadores el 19 de mayo al Libertador Simón Bolívar, aunque no señala de donde extrajo la información. Véase: “Mariño: alfa y omega de la Independencia en la Provincia de Mérida (19 de mayo de 1812-23 de enero de 1823)” en: Desde Bailadores, Año II, N° 2, (Bailadores, marzo de 2012), pp. 3-4. 41 Memorias del General O’Leary. Documentos. Caracas, Imprenta de la “Gaceta Oficial”, 1881, T. XIII. pp. 195-196. El 29 de abril Santander le escribe una carta desde Bailadores al Coronel Manuel Castillo donde le dice: Ya usted estará informado de mi debate con Bolívar. Le hablé con sobrada claridad y entereza, y sé que me he ganado un partido con él por esta resolución. Tres veces le he pedido dinero, arroz y sal. Nada ha venido después de que dos días ha comido la tropa sin sal (…) si en este pueblo no embargo una carga y unas reses, nos hubiéramos muerto de hambre (…). Véase: Andrés Mon-taña (compilador). Santander y los ejércitos patriotas 1811-1819. Bogotá, Fundación para la Conmemoración del Bicentenario del Natalicio y el Sesquicentenario de la Muerte del General Francisco de Paula Santander. 1989. p. 39. 42 Véase: Boletín del Archivo Histórico de la Provincia de Mérida. Nº 13 y 14 (Mérida, enero-mayo, 1945), p. 25.

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ejercer la primera magistratura del territorio. Le encargaba dirigirse inmediatamente a la ciudad donde debía cumpli-mentar á la Municipalidad por su lealtad y esfuerzos patrióticos. A su vez, la institución municipal le entregaría la autoridad suprema para regir los pueblos de la provincia merideña en nombre de la República de Venezuela, mientras el Congreso de la Nueva Granada, definiese la naturaleza del gobierno a establecer. Su principal objetivo era restituir el orden de las cosas, adoptando el título de gobernador, con el encargo especial de promover y fomentar la insurrección, atrayendo personas adeptas a la causa, y recolectando armas y dinero, que serían empleados en la defensa.43

Retomado el poder por los patriotas, en abril de 1813, las normativas legales implementadas por éstos se apli-carían nuevamente, por eso era tan valioso nombrar un gobernador pues sería el encargado de manejar los escasos recursos económicos. La Constitución Provincial de Mérida le atribuía al poder ejecutivo diversas funciones de hacien-da, como la General Intendencia de los ramos Militar, Político, y de Hacienda, y traspasaba a la figura del gobernador militar la coordinación de la Intendencia, para ahorrar en sueldos, asimismo le daba la posibilidad de nombrar subdelegados adjuntos a él.44

El mismo 28 de abril, Bolívar enviaba al Ayuntamiento de Mérida un oficio informándoles lo decidido sobre la nueva autoridad. Se congratulaba por el escrito que le había remitido la institución, comunicado desde La Grita, por el

43 José Félix Blanco y Ramón Azpúrua: Documentos para la Historia de la vida pública del Libertador. T. IV…. pp. 577-578. Dos días más tarde Simón Bolívar notificaría al gobierno neogranadino las instrucciones dadas a Cristóbal Mendoza. Ibíd., p. 577. 44 Pedro Vicente Sosa Llanos: Guerra, hacienda y control fiscal en la Emancipación de Venezuela (1810-1830). Caracas, Archivo Histórico de la Contraloría General de la República, 1995. p. 171.


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regidor Valera. Bolívar les reiteraba la inmunidad y buen tratamiento de los que gozarían los vecinos y habitantes americanos de ese territorio.45 Era evidente que Bolívar re-quería del apoyo de todos los pobladores en una guerra que desde sus inicios adquirió un carácter social, pero el pueblo no se sentía representado en el discurso de los próceres que la dirigían, blancos con poder que asumían los ideales de la Revolución Francesa, pero mantenían la esclavitud y su desprecio a los indígenas y mulatos.

La élite política que manejó la Municipalidad merideña en 1813 estaba integrada por los alcaldes Ignacio de Rivas46 y Nicolás Parra47, los regidores Gabriel Valera, Antonio Rangel48, Antonio José Zerpa, Pablo Ignacio Arias,49 José Cornelio de la Cueva,50 Luis Cerrada,51 Vicente Uzcátegui,

45 Escritos del Libertador. Caracas, Sociedad Bolivariana de Venezuela, 1968. T. IV. p. 223.46 Alcalde ordinario en 1809, antiguo teniente justicia mayor, sin mayor figuración entre los años 1810 y 1811. Regidor del Ayuntamiento en 1812. Véase: Héctor García Chuecos: “La Revolución de Independencia en Mérida 1810-1823” en: Boletín de la Academia Nacional de la Historia, XLI: 163 (Caracas, julio-septiembre, 1958), p. 259. 47 Natural de Santafé de Bogotá, hijo de Doña Margarita Heredia. Estuvo entre los comuneros de Mérida, y fue nombrado Alférez de la Tercera Compañía que comandaba el Capitán del Número Antonio de la Cruz Monsalve. Se casó con María Rafaela Ortega. Padre de 13 hijos. Véase: Roberto Picón Parra: Fundadores, primeros moradores y familias coloniales de Mérida (1558-1810). Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1993, T. IV, (Col. Fuentes para la Historia Colonial de Venezuela, 225), p. 427.48 Nacido en Mérida el 13 de junio de 1789. Inició sus estudios de Latinidad en 1800 en el Seminario de San Buenaventura de Mérida, el 1º de junio de 1805 se matriculó para cursar Filosofía, graduándose de Bachiller el 24 de octubre de 1808 y Licenciado el 8 de septiembre de 1809, ese mismo año obtiene el grado de Maestro en Filosofía. Uno de los próceres más destacados de los merideños por sus actuaciones posteriores. En: Ibíd., pp. 558-560.49 Casado con Doña Nicolasa Quintero, hija legítima de Don Juan Nepomuceno Quintero y Doña Gertrudis de Lara. Este enlace se efectuó el 30 de octubre de 1809. En Ibíd., p. 44.50 Blanco de segunda clase, cuyo ruidoso caso con el Ayuntamiento por el uso del paraguas lo hicieron reconocido al final del siglo XVIII. Tenía 68 años en 1813.

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y Pedro Contreras52 y los procuradores53 Agustín Chipía54 y José Gerónimo López. Estos fueron los abnegados ciu-dadanos a los que se refirió Bolívar. Este Ayuntamiento se había instalado el primero de enero de 1813, de acuerdo con la Constitución promulgada en Cádiz, el año anterior, por lo que se le denominó Cabildo Constitucional.55 Héctor García Chuecos lo denomina Ayuntamiento realista aunque sus actuaciones antes, durante y después de la llegada de Bolívar podrían rebatir tal aseveración.

En una comunicación que envía el 13 de mayo Vicente Campo Elías56 a Cristóbal Mendoza, quien todavía no había llegado a Mérida,57 le informaba sobre los movimientos de

Véase los trabajos de Vicente Dávila: Investigaciones Históricas. Caracas, Tipografía Americana, 1927. T. II, pp. 64-68; y Héctor García Chuecos: Historia Colonial de Venezuela. Caracas, Archivo General de la Nación, 1986. T. II, pp. 201-226. En esta selección se incluye su testamento. 51 En esta selección se puede consultar parte del expediente que Rafael Dávila, esclavo de Cerrada, solicita seguirle a éste, ante el alcalde ordinario de segunda elección, para libertar a su mujer. 52 Casado con Matea Moreno, hijo legítimo de Nicolás de Contreras y María Fran-cisca Gómez. Véase: Roberto Picón Parra: Fundadores, primeros moradores y familias coloniales de Mérida... Tomo IV. p. 139. El doce de abril de 1813 el regidor Pedro Contreras tuvo un altercado con Francisco Torres siendo gravemente herido de puñalada en la paleta derecha. Véase: Archivo General del Estado Mérida. Materia Criminal. Heridas. Tomo IV. Folios 97-99v. En adelante AGEM. La transcripción completa se encuentra en esta selección.53 Para el mes de octubre aparece Fermín Ruiz como procurador del Cabildo. 54 Obtuvo el Título de Doctor en Teología y Derecho Civil en la Universidad de Mérida. En el período posterior a la guerra figuró en el Rectorado y en la Cátedra, en los Congresos y en las Cortes de Justicia. Véase: Héctor García Chuecos: “La Revolución de Independencia en Mérida 1810-1823”… p. 260.55 Según Robinzon Meza se desconocen muchas de las condiciones en que se juró la Constitución de Cádiz en las provincias donde las tropas españolas recuperaron posiciones. Es el caso de Mérida, y los efectos directos sobre la administración. Consúltese: Las políticas del trienio liberal español y la Independencia de Venezuela 1820-1823. Caracas, Academia Nacional de la Historia, 2010. (Col. El Libro Breve) p.12. 56 Personaje que se le abrió juicio de infidente Post Morten en 1814. El original de la causa se ubica en el AGN. Sección Causas de Infidencia. Tomo XXIV. Expe-diente 1. Folios. 1-23. El resumen de está en Memorias de la Insurgencia… p. 102.


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los militares realistas en Betijoque, Escuque, y Carache, y el número de tropa con que contaban. Asimismo, señalaba que en esos momentos era importante sacudir la tiránica opresión de los enemigos y que el método de gobierno adoptado para la gobernación sería el más conveniente a la seguridad común.58 Deja ver que existían varias visiones sobre el sistema de gobierno a implementar. El 18 de mayo el doctor Mendoza se posesionó del cargo de gobernador, ese mismo día llegó a la ciudad la vanguardia del ejército comandada por Atanasio Girardot.59

Simón Bolívar prosiguió sus movimientos militares y el 14 de mayo salió de Cúcuta, para estar el 17 en La Grita. El 23 hizo su entrada en Mérida, donde unificó su ejército, 860 hombres entre vanguardia y retaguardia, aproximadamen-te.60 Un día más tarde le comunicó al gobierno granadino lo sucedido y le envió la proclama publicada en Bailado-res,61 dirigida a todas aquellas personas que no estaban de acuerdo con su proyecto y que habían apoyado las armas realistas, invitándolos a desistir de sus errores incurridos. Este pueblo había sido un reducto de los realistas en 1812 y lo seguía siendo, tal como lo demuestran comentarios de las autoridades merideñas a finales de 1813, no en vano Santander había embargado varios bienes y Bolívar realizó su proclama en aquel tono.

57 El 3 de mayo Francisco de Paula Santader le escribe una comunicación al coronel Manuel del Castillo, desde La Grita, informándole que Bolívar le había solicitado le entregara una compañía al ciudadano Cristóbal Mendoza para que llegase hasta Mérida. Le preguntaba qué debía hacer. Véase: Andrés Montaña (compilador). Santander y los ejércitos patriotas 1811-1819…pp. 44-45. 58 Memorias del General O’Leary. Documentos. T. XIII pp. 225-226. 59 Héctor García Chuecos: “La Revolución de Independencia en Mérida 1810-1823”, p. 261. 60 Héctor Bencomo Barrios: “Campaña Admirable de 1813” en: La Campaña Admirable,...p. 114.61 Hasta ahora no se ha ubicado este documento.

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También informaba Simón Bolívar sobre los movimien-tos a realizar por los distintos flancos. Creía conveniente el envío de un destacamento de 200 hombres a Barinas para protegerla y además sacar algunos caudales para la subsis-tencia del ejército, puesto que para él era imposible que entre Mérida y Trujillo pudieran alimentarlos ni siquiera dos meses, (…) porque se hallan tan aniquiladas que á pesar del sublime patriotismo que anima á los habitantes de este Es-tado, y de los inauditos esfuerzos que hacen por socorrernos con dinero, apénas lograremos algunos miles de pesos, sin esperanza de obtener mas auxilios para lo futuro.62 Era consciente de las dificultades económicas de una ciudad devastada por el terremoto y afectada por las vicisitudes de la guerra, aun-que la cantidad de pesos otorgada posteriormente, de ser cierta, no fue nada desdeñable.

La liberación de Mérida del poder realista coincidió con la llegada de importantes personajes que habían tenido alguna participación política en los hechos de 1810 hasta 1812. Antonio Ignacio Rodríguez Picón, Francisco Ponce, Vicente Campo Elías, José Jugo, Juan Antonio Paredes y Francisco Antonio Uzcáteguí, entre otros, quienes apoyarán a Bolívar y serán las autoridades principales de la urbe y militares de renombre en la campaña libertadora llamada posteriormente Admirable.63

Numerosas comunicaciones envió Bolívar desde Mé-rida, donde estableció su Cuartel General, teniendo como contenido noticias principales del enfrentamiento bélico. Comunicaba sobre movimientos de las tropas enemigas, en-

62 José Félix Blanco y Ramón Azpúrua: Documentos para la Historia… T. IV. pp. 594-595.63 Héctor García Chuecos: “La Revolución de Independencia en Mérida 1810-1823” pp. 261-262.


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viaba armas, hombres, dinero y víveres para la vanguardia del ejército instalado en Trujillo. Órdenes, comunicaciones, correspondencias, oficios, y proclamas redactó durante su estadía, del 23 de mayo al 9 de junio. Todo parece indicar que se retiró un día después de Mérida. Fueron sus destina-tarios Hermógenes Maza, José Félix Ribas, Félix Acevedo, José María Ricaurte, Atanasio Girardot, Manuel Gogorza, Diego Osuna, Lino Ramírez, Miguel Monagas, Luciano D’Elhuyar, José Castillo, y por supuesto las autoridades de la Nueva Granada.64

En su discurso presentado ante la Municipalidad, Bo-lívar no perdió la oportunidad de enfilar sus armas contra los crueles enemigos, los españoles de Europa, a quienes les juraba la guerra eterna y un odio implacable. Se congratulaba que la institución estuviera conformada por tan esclareci-dos y virtuosos ciudadanos, representantes populares de la ciudad, quienes por esfuerzo propio habían expulsado a los enemigos opresores. Ciertamente el ejército realista había abandonado la localidad. Les entregaba en sus manos el título de su comisión que tenía como objetivo proteger a los americanos y exterminar al español, acabar con el gobierno intruso y reponer el legítimo, en fin, liberar a la República de Venezuela.65

No menos reflexiva fue la contestación del alcalde Ignacio de Rivas, quien analizó la problemática vivida en Mérida por el terremoto de 1812, utilizando dos palabras: miseria y consternación. Según Rivas esto fue aprovechado por los tiranos que persiguieron a los sacerdotes, magistrados, y labradores encarcelados en Maracaibo, Puerto Cabello

64 Estos documentos se pueden consultar en esta selección. 65 José Félix Blanco y Ramón Azpúrua: Documentos para la Historia… T. IV. pp. 618-619.

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y Puerto Rico. Culmina agradeciendo la mano libertadora y el apoyo de la Nación Granadina, de su Congreso, y su ejército.66 Era evidente que los merideños por sí solos no hubieran podido derrotar a los ejércitos realistas, tal como lo deja ver Rivas.

El 8 de junio de 1813, a días de retirarse de Mérida y continuar con su campaña militar, Bolívar emitió su pro-clama a los valerosos merideños. Como ya lo han señalado diversos investigadores, antesala del famoso decreto de Guerra a Muerte, que dictará días después en Trujillo. Producto de algunos sucesos particulares del enfrenta-miento bélico, su posición se radicalizó aún más contra los españoles a quienes llamó monstruos y verdugos; expresando que su bondad se había agotado y su odio sería implacable. Se congratulaba por la libertad lograda, por el regreso a la República Federal y el imperio de la ley. 67 Con este plantea-miento Bolívar buscaba polarizar el enfrentamiento bélico contra los españoles y canarios, principales componentes del ejército realista y lograr la incorporación de los nacidos en estas tierras sin distinción de color o clase social, es decir intentaba convertir la pugna social de calidades en uno de nacionalidades.68

Pero no todos los españoles eran realistas ni los ameri-canos patriotas, un ejemplo de ello fue el peninsular Fran-cisco Ponte, sargento mayor de la plaza de Mérida, quien le otorgó, el 9 de junio, un poder al regidor Luis Cerrada para representarlo en el tiempo que durara su ausencia en el viaje que va á hacer con el Exercito hasta la Capital de Caracas,

66 Ibíd., p. 619.67 Ibíd., pp. 620-621.68 Ebert Cardoza Sáez: “Milicias y pugnas socio-étnicas en el proceso juntista de 1810…” p. 157.


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encargándolo de administrar sus bienes, cobrar deudas, estando al tanto de todos los problemas judiciales que pudiese tener, con la posibilidad de traspasar el poder a una tercera persona de confianza. El que lea eso fuera del contexto de la campaña militar de 1813, pensaría que Ponce se refería a una visita de paseo y no a una guerra sangrienta declarada a muerte, entre los dos bandos, aunque estaba latente cualquier imprevisto.69

Recursos económicos y normalización de la vida

La guerra incidió en las diversas actividades que se llevaron a cabo en Venezuela desde finales de 1810 hasta 1830 y, como hemos observado, Mérida no fue la excepción. Por y para la conflagración se obtendrían los recursos de un territorio empobrecido, y la fiscalización de estos era de mayor importancia. A la vez se hacía más difícil su ejercicio, pues los militares intentaron reducir al mínimo cualquier obstáculo de formalismos tradicionales. La guerra mol-dearía las actividades económicas, tanto entre los patriotas como entre los realistas, esforzándose ambos partidos en lograr los fondos requeridos, utilizando recursos de fuerza, tales como empréstitos forzosos, impuestos diversos y los secuestros de los bienes de infidentes.70

Un caso particular que demuestra lo antes señalado fue el de Don Eugenio Briceño, vecino de Ejido, quien fue acusado de godo y opositor al gobierno independiente. El

69 AGEM. Protocolos Notariales. Tomo XCV. Folios 220v-221v.70 Pedro Vicente Sosa Llanos: Guerra, hacienda y control fiscal en la Emancipación de Venezuela. p. 37.

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6 de junio de 1813, Esteban Arias, Ministro del Superior Tribunal de Justicia, lo imputaba por ayudar a su sobrino, Agustín Rojas, quien era realista confeso, en la entrada de las tropas marabinas en 1812, en la detención de varios funcionarios patriotas y en el embargo de los bienes de Blas Ignacio Dávila.71 Briceño no había aceptado el cargo de capitán de milicias de la villa durante el gobierno pa-triota, cuestión que lo hacía sospechoso. También se opuso a entregar un caballo, que al parecer era de su sobrino, y fue requerido por Juan José Uzcátegui para la caballería del ejército libertador. Esto motivó su detención y el embargo de todos sus bienes. Se le ordenaba, un día más tarde, al alcalde ordinario de Ejido a proceder en el caso.72

Culminada la estancia de Simón Bolívar en Mérida, el Cabildo se encargaría de recolectar fondos para el sustento de la tropa en campaña. Esta institución realizó un reparti-miento entre los pobladores, asignándole a cada uno cuotas que deberían entregar al ejército de la unión como préstamo forzoso. De allí la escritura de donación, fechada el 22 de junio, que dejó María Simona Corredor, -una de las heroínas resaltadas por Tulio Febres Cordero-,73 de una casa entre-gada a la Patria para completar los quinientos pesos que le correspondía aportar, pues solo contaba con cincuenta en

71 Este personaje fue vocal de la Junta Gobernativa de Mérida en 1810. 72 AGEM. Asuntos Diversos. Tomo LIX. Folios 199-201.73 Los hechos que se suscitaron en Mérida en 1813 fueron mitificados por este escritor de finales del siglo XIX y principios del XX, quien se encargó de redactar un conjunto de tradiciones y leyendas. Entre ellas se cuentan: El perro nevado, La casa de la Patria, Un trabucazo a tiempo, y Los tubos del órgano, entre otros textos que han influenciado a cierta historiografía regional que quizás no ha alcanzado a analizar críticamente los hechos. Véase: Tulio Febres Cordero: Mitos y Tradiciones. Caracas, Monte Ávila Editores, 1994. En este mismo orden se enmarca el libro de Gabriel Picón Febres hijo: Anécdotas y Apuntes. Caracas, Impreso por Primitivo Quero Martínez, 1922.


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efectivo. Valorada en cuatrocientos cincuenta, la morada era de tapia, contaba a su vez con una acequia interna para el servicio del agua, y se ubicaba cercana al Convento de San Francisco, colindante con las casas del alcalde Ignacio Rivas y del regidor Pedro Contreras. La otorgaba para go-zarla, arrendarla, venderla o cambiarla.74 Por esta donación se le ha considerado una heroína, sin estudiar el porqué de los hechos, y analizar que fue la institución municipal la encargada de asignarle tan alta suma de dinero, que ella misma declara no tener. Casi podría decirse que se le obligó. Esto nos permite preguntarnos ¿A cuántos merideños les tocó aportar recursos para la guerra a través de ese proce-dimiento? ¿Eran tan altas las cuotas como la asignada a la viuda de Asencio Pico? Cuestiones que aún no pueden ser resueltas por escases de documentación.

El 17 de julio de 1813 le informaba el gobernador de Mérida a Simón Bolívar la remisión de dos mil pesos para los gastos del ejército.75 Esto permite concluir que el trabajo de recolección del Ayuntamiento dio algunos resultados. Pero lo recaudado, al parecer, no era suficiente puesto que en un oficio del Libertador dirigido a los gobernadores de Barinas, Trujillo y Mérida, administraba la provincia Juan Antonio Paredes,76 firmado en Guanare el 19 de julio, les daba un conjunto de instrucciones estipulando que las

74 Belis Araque y Rosaura Cadenas (compiladoras). Heroínas Merideñas de la Guerra de Independencia. Mérida, El Lápiz, Grupo Editorial y de Investigación, Biblioteca Nacional-Biblioteca Febres Cordero, Fumdecem, 2010. pp. 30-32. El original reposa en el AGEM. Protocolos Notariales. Tomo XCV. Folios 223-224. 75 Escritos del Libertador. T. IV. p. 366.76 Este importante partícipe de la independencia tenía entre sus posesiones algunos esclavos, esto lo podemos corroborar con la carta de libertad que les entregó el 19 de agosto de 1813 a María Concepción por los buenos servicios prestados a Josefa Fernández, su esposa. AGEM. Protocolos Notariales. Tomo XCV. Folios 258-259. La transcripción puede consultarse en esta selección.

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rentas de los estados liberados no se invertirían en gastos ordinarios de ellos, sino en los indispensables objetivos de la guerra, economizando todo otro egreso que no se dirigie-se a este fin. Se reduciría el número de empleados civiles, dejando a los absolutamente necesarios sin goce de sueldo hasta terminar la campaña bélica.77 Tal parece que estas instrucciones fueron seguidas en Mérida y junto a otras aplicadas, permitieron que el 21 de septiembre de 1813 el Secretario de Hacienda, Antonio Muñoz Tébar,78 pudiera referirse a los treinta mil pesos79 y ochocientas caballerías aportados por los merideños frente al escaso apoyo otor-gado por los habitantes de Caracas.80

77 Escritos del Libertador. T. IV. p. 371. El apoyo no se limitó a lo económico, la participación de los merideños en la guerra fue de alguna importancia, el 31 de mayo Bolívar le participaba al Poder Ejecutivo de la Nueva Granada, que 500 reclutas se había alistado al ejército, uno de ellos fue el adolescente Gabriel Picón, quien participó activamente en la acción de Barquisimeto, donde fue lisiado. Son bastante conocidas las cartas que le envió Bolívar a Antonio Ignacio Rodríguez Picón, padre del joven héroe, y su respuesta. Véase: Memorias del General O‘Leary. Documentos. T. XIII pp. 238-239; Escritos del Libertador. T. IV. p. 377; y Gabriel Picón Febres. El Apellido Picón en Venezuela…. p. 70. Nos parece un número muy elevado de reclutas, ya que vanguardia y retaguardia, del ejército libertador contaban con 860 hombres al llegar a Mérida. 78 Obtenido el triunfo en la Campaña Admirable se instauró la llamada Segunda República y le correspondió a este personaje, desde el mes de agosto, dirigir la cartera de Hacienda, una de las tres secretarías creadas por Bolívar, para la ad-ministración del Estado, las otras dos fueron: Guerra y Marina y Gracia, Justicia y Política. Muñoz Tébar debía obtener finanzas para mantener las tropas y los gastos de la administración, en un momento que la producción era escasa, los fondos estaban exhaustos. Sus informes sobre la economía son esclarecedores. Véase: Pedro Vicente Sosa Llanos: Guerra, hacienda y control fiscal en la Emancipa-ción… pp. 48-49. 79 En el lateral izquierdo de la estatua ecuestre del Libertador ubicada en la Plaza Bolívar de Mérida se habla de pesos en oro. 80 Escritos del Libertador. T. V. pp. 144-145. El 21 de agosto se proyectó una contri-bución especial de 282.500 pesos, distribuida proporcionalmente entre todos los partidos capitulares de la Nación, basándose en los datos de la renta decimal, al partido de Caracas le asignaron 70.000 pesos ante la resistencia al apoyo Simón Bolívar autorizó la exacción por los medios que fueran necesarios, sin exceptuar


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Los treinta mil pesos entregados por los merideños para apoyar al Libertador Simón Bolívar son un punto de honor en la historiografía regional y local. Enmarcado en las transacciones económicas de la época la suma era elevada, los documentos señalan lo escaso del dinero circulante que había en la ciudad, por las circunstancias de la guerra que habían reducido sus arcas. A pesar del documento antes citado, nos quedan algunas dudas ¿Fueron entregados los recursos en posesiones como la denominada Casa de la Patria? ¿Sería una arenga a los habitantes de Caracas que no habían apoyado económicamente lo suficiente la cau-sa independentista? Futuras investigaciones basadas en fuentes primarias podrán dilucidar nuestras interrogantes.

Otras preocupaciones más domésticas ocupaban tam-bién a los habitantes de la localidad, claro sin dejar de lado el tema de la guerra, y una de ellas era terminar de reconstruir los edificios de mayor importancia, discusión pospuesta por la llegada del ejército de Bolívar y los apoyos económicos otorgados. El religioso Francisco Antonio Uzcátegui en una asamblea pública, el 2 de octubre de 1813, proponía los medios para llevarlo a cabo, a pesar de las evidentes difi-cultades por las que atravesaban, con los enemigos mero-deando, sin dinero que circule, pero con brazos para trabajar y con comida para los obreros. Demostraba la inestabilidad militar, política, y económica de la ciudad. Pensaba que las reparaciones las podían coordinar cuatro comisiones, compuestas de cinco sujetos, con el apoyo del pueblo en general, y proponía que todo el vecindario de Mérida, La Punta y la Otra Banda se encargaran de la reconstrucción

los de la más absoluta severidad. Véase: Miguel Martínez: Aspectos Económicos de la Época de Bolívar. II La República (1811-1830). Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1988. (Col. Estudios, Monografías y Ensayos, 106), p. 34.

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del Colegio Seminario. Los más pudientes, -por medio de comisionados en cada localidad-, acopiarían los bastimen-tos necesarios. Para el arreglo de la Iglesia apoyarían los pueblos de Mucuchíes y Tabay, mientras los habitantes de Ejido ayudarían en la reparación de los edificios de la Universidad y el Palacio, y a su vez, la Casa Consistorial y Cárcel la compondrían los vecinos de la villa de Timotes.

Todo se haría financiándose en los fondos de propios, las multas que se pudiesen asignar a los malhechores y trayendo á esta obra á todos los pueblos insurgentes, y opuestos á nuestra justa causa. Señalaba Uzcátegui que los habitantes de Barinas, Trujillo, Maracaibo y Pamplona, pertenecientes al Obispado, debían contribuir con donativos. Era consciente de la necesidad de los recursos económicos requeridos por el ejército, pero se molestaba porque los préstamos debían hacerse por oficio escrito, dirigido a los jueces generales de diezmos y no a los subalternos. Una fuerte crítica al manejo de los recursos y su direccionalidad a la guerra principal-mente. Era necesaria la reconstrucción de estos edificios puesto que la Mitra y el Colegio recibían anualmente entre cuarenta y cincuenta mil pesos.81

Lo propuesto por el religioso fue discutido en un Ca-bildo abierto celebrado en Mérida el 3 de octubre de 1813, contando con la participación del teniente coronel Antonio Ignacio Rodríguez Picón,82 quien fungía como Gobernador Político y Militar Accidental, y algunos vecinos de Ejido y

81 Antonio Ramón Silva: Patriotismo del clero de la Diócesis de Mérida…pp. 208-212.82 En 1812 se le había apresado por infidente. El original de la causa se encuentra en el AGN. Sección Causas de Infidencia. Tomo XL. Expediente 2. Folios. 10-180. Un resumen en: Memorias de la Insurgencia, p. 448. Regresa a Mérida el seis de mayo después de un año de ausencia, en el que pasé los mayores trabajos en prisiones, grillos, cadenas, bóvedas, y pontones en Puerto Cabello, hambres, desnudeces, insultos, y en una palabra, todo género de incomodidades y desdichas, sin otro delito que haber


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La Punta. Abrió la sesión el eclesiástico con la lectura de su manifiesto, siendo aceptado por los asistentes; continuó con la palabra la primera autoridad quien señaló que todo debía realizarse sin perjuicio de la defensa de la ciudad, ni de la gente necesitada para el destacamento militar que se hallaba en Lagunillas, impidiendo la entrada de las tropas marabinas y de los insurgentes bayladoreños. Así la recons-trucción de los edificios estaría de más si nuevamente la ciudad volviese a ser dominada por los realistas.

Fueron elegidos para reparar la capilla que serviría de Catedral el doctor Buenaventura Arias, el presbítero Juan José Dugarte, José Arias, Juan José Rangel y Justo Arias; para el Colegio Francisco Antonio Uzcátegui, el presbítero José Luis Ovalle, Cayetano Sánchez, Ignacio Antonio Pereira, y Atanasio Alvarado; para las Casas de la Universidad y la Episcopal el regidor Luis Cerrada, Fernando de la Cruz, Eduardo Ovalle, Juan José Valero, y Vicente Pino;83 para las Consistoriales y la cárcel pública los alcaldes ordinarios Ig-nacio de Rivas y Nicolás Parra, el procurador Fermín Ruiz, Manuel Agustín Izarra y Francisco Riveros.84 Sin duda, lo

abrazado la causa del patriotismo, jurando la independencia de España. El 25 de Mayo de 1813 He presentado y entregado mis hijos Francisco, Jaime y Gabriel al General Bo-lívar, aclamado Libertador por este pueblo. Parece hombre extraordinario, y hace pensar mucho con respecto al porvenir. Su elocuencia corre como un río. Véase: Gabriel Picón Febres. El Apellido Picón en Venezuela… pp. 58-59. La prisión pudo haberle hecho cambiar su mentalidad sobre la esclavitud y por eso lo tenemos el 20 de junio de 1813 otorgándole la carta de libertad a su esclavo Eugenio, de treinta y ocho años, por los buenos servicios prestados mientras él no se encontraba en la ciudad, le colocaba una condición, que lo ayudase como Mayordomo en la Hacienda que tenía en La Punta. AGEM. Protocolos Notariales. Tomo XCV. Folios 222-222v. La transcripción completa se puede consultar en esta selección. 83 Supuestamente fue este personaje el que le regaló el perro Nevado a Simón Bolívar en su paso por Mucuchíes. Véase: Tulio Febres Cordero: Mitos y Tradi-ciones… pp. 51-71. 84 Antonio Ramón Silva: Patriotismo del clero de la Diócesis de Mérida… pp. 212-214.

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más representativo de la ciudad y su jurisdicción, la élite civil y religiosa, partidarios de la política republicana.

Otro de los pasos dados para normalizar la vida clerical en la ciudad se realizó el 8 de octubre de 1813 por el mis-mo Uzcátegui y por Buenaventura Arias, quienes siendo los únicos religiosos integrantes del Cabildo Eclesiástico, -puesto que Irastorza y Mas y Rubí habían emigrado a Maracaibo, y Luis Mendoza se encontraba en Cúcuta-, resolvieron constituirlo con voz y voto. Nombraron como secretario y colector del Seminario a José Luis Ovalle, y mayordomo interino al regidor Gabriel Valera, e informaron al Poder Ejecutivo que el señor Agustín Chipía, deposita-rio del gobierno anterior de la hacienda Las Tapias, debía entregársela al colector Ovalle, puesto que ésta pertenecía al Colegio.85

Reiniciar las labores del Seminario fue una de las de-cisiones tomadas por el nuevo Cabildo Eclesiástico, debido a que ya Buenaventura Arias había retomado su clase de Gramática, faltando informar a los seminaristas, a través de los vicarios foráneos, del inicio de las actividades, y de igual forma avisar a los catedráticos del paso dado. Otras de las medidas fueron: dividir la hacienda Las Tapias en lotes que se darían á censo redimible. Esta propiedad se en-contraba en mal estado e improductiva; trasladar a una casa, que se había alquilado por tres pesos mensuales, todos los objetos de la Catedral, así como los que se encontraban en Lagunillas y en especial la biblioteca del señor Torrijos;86

85 Antonio Ramón Silva: Documentos para la Historia de la Diócesis de Mérida. T. III. pp. 269-270.86 Recomendamos consultar el interesante trabajo del profesor Homero Calderón: “La Biblioteca Torrijos, minuta de un tesoro bibliográfico” en: Boletín del Archivo Histórico de la ULA, 11, (Mérida, enero-junio, 2008) pp. 13-27.


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por último determinaron arrendar el terreno de Milla y que se hiciese un inventario del Archivo Eclesiástico.87

Entre noviembre y diciembre de 1813 se reunió, en par de oportunidades, la institución eclesiástica y tomaron nue-vas decisiones. Le recordaron al pueblo merideño el voto realizado en referencia al culto del Santísimo Sacramento; se dispuso que una vez que estuviera lista la capilla del Seminario se celebrasen en ella todas las funciones de la Catedral, tal como se realizaba en la iglesia Santo Domingo antes del terremoto, y trasladando los restos del obispo Santiago Hernández Milanés, fallecido en el movimiento telúrico de 1812. Mientras tanto, los oficios divinos se ejecu-tarían en la iglesia del convento de las monjas Clarisas y como faltaban dos prebendados, de los cuatro necesarios para celebrarlas, eligieron canónigos suplentes al doctor Mariano de Talavera88 y a Enrique Manzaneda y Salas,89 dos importantes personajes de la época.90

La situación militar, al finalizar el año 1813, nueva-mente era preocupante para los merideños. José Bidal Molina, reo del ejército realista destacado en Mucuchachí, y natural de Bailadores, declaraba sobre los movimientos de las tropas enemigas, dando informaciones poco alenta-doras para los patriotas, lo que presagiaba un año difícil.91

87 Antonio Ramón Silva: Documentos para la Historia de la Diócesis de Mérida. T. III. pp. 270-272.88 El 20 de agosto de 1813 Mariano de Talavera le vende un solar que tenía dentro de la ciudad a Francisco Antonio Uzcátegui en ciento cuarenta pesos que los canceló en efectivo. AGEM. Protocolos Notariales. Tomo XCV. Folios 261v-263. 89 A este personaje, junto al reverendo Fray Juan Agustín Ortiz, el doctor Antonio María Briceño, y el bachiller José Lorenzo Aranguren, todos vecinos de Mérida, se les acusó de infidentes en 1812. Véase: Causas de Infidencia, documentos inédi-tos…. pp. 138-187.90 Antonio Ramón Silva: Documentos para la Historia de la Diócesis de Mérida. T. III. pp. 272-274.

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Precarias fueron las circunstancias militares y políticas de Mérida en 1814. Juan Antonio Paredes, jefe civil y militar de la provincia, luchó constantemente contra los godos de Bailadores, La Grita, y Chiguará, comandados por Barto-lome Lizón, quienes nuevamente retomarían militarmente toda Mérida con la derrota del ejército de Rafael Urdaneta en Mucuchíes. El 18 de septiembre de 1814 Sebastián de la Calzada ocupó la ciudad, lo que produciría una nueva emigración de los patriotas más connotados,92 iniciando otro período de dominación española extendido, casi sin interrupción, por seis años, hasta 1820.93

Los hechos suscitados en Mérida durante la primera etapa del proceso independentista venezolano, específica-mente en los cuatro años iniciales (1810-1814), llamados de primera y segunda república por la historiografía, son de principal orden para la comprensión del proceso emancipador en general. La creación de la Junta de Méri-da fue producto del escaso apoyo militar aportado desde Maracaibo, para defender la parte andina de la provincia y por la amenaza de guerra enviada desde Caracas. En poco tiempo pasaron los merideños de realistas furibundos a patriotas abnegados, creando una unidad administrativa independiente, con unas autoridades, una Constitución provincial y apoyando enteramente la proclamación de la independencia. Pero la precaria situación militar permitió rápidamente la retoma del poder por los ejércitos realistas

91 AGEM. Materia Criminal. Conspiración, Infidencia y Asonada. Tomo V. Folios 23-23v.92 En 1815 les fueron confiscados algunos bienes a los patriotas Juan Antonio Paredes, Ignacio Rivas, Lorenzo Quintero, Pedro González y Fermín Ruiz Valero. Véase: Boletín del Archivo Histórico de la Provincia de Mérida…pp. 24-25. 93 Héctor García Chuecos: “La Revolución de Independencia en Mérida 1810-1823” p. 263.


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enviados por las autoridades marabinas en 1812. Con la inminente cercanía del ejército de Simón Bolívar en 1813 los monárquicos abandonaron la localidad permitiendo a los merideños integrarse a la campaña libertadora. Pero nuevamente los patriotas perderían el control de la ciudad en 1814. Sin duda Mérida, sus pobladores y autoridades, tanto civiles, militares y religiosos, no pudieron mantener el orden de cosas por sí solos, y dependieron de las tropas venidas desde otras latitudes, ya fuera Maracaibo o la Nue-va Granada, hecho éste que constata que en el proceso de la independencia nacional, la cooperación entre regiones resultaba indispensable.

La institución municipal merideña tuvo una impor-tancia principal en esos cuatro años de transformaciones políticas radicales, adaptándose a las nuevas normativas legales, como fue el caso de la Constitución Provincial de Mérida y lo enumerado en el informe que creaba los Ca-bildos enteros y medios, para luego modificar su estructura interna y funcionar por lo planteado en la Constitución Política de la Monarquía y conformar un Cabildo Cons-titucional. Le tocó a la municipalidad en 1813, año difícil económica y políticamente para los merideños, dar apoyo a los religiosos cuando solicitaron que se quedaran las instituciones de piedad e instrucción en la localidad y no permitir la mudanza de la ciudad de la meseta donde siem-pre había estado, realizando algunos pronunciamientos por escrito; dieron la bienvenida al ejército patriota dirigido por Simón Bolívar, recolectando fondos a través de empréstitos forzosos y participaron en la restauración de los edificios emblemáticos, principal tema de interés para los meride-ños en ese año, en que a la élite dirigencial le correspondió enfrentar vicisitudes físicas, políticas y económicas en los

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meses de la Campaña Admirable, y conducir una institución en momentos tan complejos como los de la guerra por la independencia.

Hancer González Sierralta

Biblioteca NacionalBiblioteca Febres Cordero (Mérida)

Centro Nacional de Historia


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Criterio de ésta edición

Esta recopilación documental comprende ochenta es-critos (80), algunos publicados en diversas obras: Maracaybo representado en todos sus ramos por su hijo diputado á cortes don José Domingo Rus Ortega de Azarraullia; Memorias del General O’Leary; Antonio Ramón Silva: Documentos para la Historia de la Diócesis de Mérida; y Patriotismo del clero de la Diócesis de Mérid; Gabriel Picón Febres: El Apellido Picón en Venezuela; Causas de Infidencia, documentos inéditos relativos a la Revo-lución de la Independencia; Escritos del Libertador; José Félix Blanco y Ramón Azpúrua: Documentos para la Historia de la vida pública del Libertador; Eloi Chalbaud Cardona: Historia de la Universidad de Los Andes; Andrés Montaña: Santander y los ejércitos patriotas 1811-1819; Guillermo Hernández de Alba: Archivo Nariño 1812-1815; y Belis Araque y Rosaura Cadenas: Heroínas Merideñas de la Guerra de Independencia. Y otros completamente inéditos, pertenecientes a los fondos de dos repositorios documentales, el Archivo General de la Nación (AGN), de la ciudad capital, donde transcribi-mos manuscritos de la sección Causas de Infidencia y del Archivo General del Estado Mérida (AGEM), donde se levantaron algunos manuscritos de las secciones Protocolos Notariales, Asuntos Diversos, Real Hacienda, Esclavos y Manumisos, Causas por hurto, Conventos varios y Semi-narios de Mérida y Conspiración, Infidencia y Asonada.


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Las tipologías encontradas son muy variadas: poderes, testamentos, causas judiciales, informes, solicitudes, co-municaciones, instrucciones, oficios, correspondencias, discursos, proclamas, reales órdenes, actas, y ventas, entre otros, que sirven para acercarnos a la realidad merideña de 1813. El orden en que se presentan es estrictamente crono-lógico, de enero a diciembre, correspondiendo al trimestre abril, mayo y junio el mayor número, puesto que en esos meses fue muy productiva la actuación política y militar, desde el Cuartel General de Mérida, del Libertador Simón Bolívar. A cada uno de los documentos se le señala en una nota a pie de página la referencia respectiva. Pretende ser la obra un humilde aporte al conocimiento de la Historia de Mérida, a doscientos años de lo que los historiadores han denominado La Campaña Admirable.

Hancer González Sierralta

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Documentos para el estudio de Mérida

durante la Campaña Admirable (1813)


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EneroFebrero Marzo


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Documento Nº 1Causa de Infidencia contra Antonio Ignacio Rodríguez Picón. (Extracto)94

M. I. S.

Antonio Viso a nombre y con poder de Don Antonio Ygnacio Picon ante V. A. conforme a derecho paresco y digo: que este se halla preso en uno de los Pontones de Puerto Cabello y su causa en estado de promover su de-fensa pues se le ha tomado ya confesion pero no puede hacerlo desde aquel lugar por carecer de proporciones, al paso que se halla enfermo y sin esperanza de conseguir su salud; por que habiendo nacido y estado toda su vida en un pais frio como Merida le es enteramente contrario el de dicho Puerto por su ayre calido y saliroso y acaso podra recobrar su salud en esta ciudad, donde al mismo tiempo atenderá á su defensa: en esta virtud se suplicó a V. A. se sirva mandar que el referido Don Antonio Ygnacio Picón sea remitido a la carsel de esta ciu /fol. 152 dad librandose al efecto orden al Comisionado de su Real Audiencia; por ser así justicia y juro lo necesario

Firmado y rubricado: José María Román, Antonio Viso.

Valencia 4 de enero de 1813.

94 Archivo General de la Nación. Sección Causas de Infidencia. Tomo IX. Expe-diente 2. Folios 152-152v.


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Documento Nº 2Los Personeros de Mérida informan al Ayuntamiento sobre la necesidad de reconstruir la ciudad y conservar en ella la Catedral. 25 de enero.95

Señores del Ayuntamiento.

Los Personeros de este Público, en virtud de lo decre-tado por Vms. con fha. de 19 último sobre que representen lo que estimen combeniente acerca del informe que se pide en el decreto de 17 de Diciembre anterior sobre la reedifi-cación de Mérida, y el lugar mas apropósito para hacerla, dicen: que á los informes de los dos únicos Canónigos de que actualmente se compone el Cabildo Eclesiástico de esta Ciudad, á saber: del S. Dean Licdo. D. Francisco Xavier de Yrastorza, y D. D. Mateo Jose Mas y Rubi, quienes han tenido grande interes en contemporizar con el referido Sor. Exgobernador por razones que vms. no ignoraran, y que no combiene apuntar por ahora, aumentándose esta consideracion respecto del segundo, que ansia pr. irse á Maracaybo, su patria: á la deliberacion del mismo Gobier-no que con su Cabildo han anhelado siempre por la Mitra de Mérida y consiguientemte por los establecimientos de piedad y de beneficencia que ha habido en ella, y á la gran consternacion en que quedaron estos habitantes despues de la ruina acaecida en el último Jueves Santo, y novedades ocurridas con motivo de la expedicion venida de Mara-caybo á la pacificacion de estas partes de la Provincia, se debe únicamente el poco adelantamiento en que se halla el

95 Antonio Ramón Silva: Documentos para la Historia de la Diócesis de Mérida. Mérida Imprenta Diocesana, 1910, T. III. pp. 291-298.

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estado de esta poblacion porque el Gobierno empeñado en trasladarse á Maracaybo nra Catedral Episcopal, y demas establecimientos de esta Ciudad, con pretexto de ésta una providencia interina y al parecer nesera como dice su Asesor con que se favorecería á estos habitantes, y la condesendcia de los dos referidos individuos el Cabildo Eclesiástico que se sometieron ciegamente á obedecer unas providencias que debieron haber extrañado á toda costa por ser tan pernicio-sas como lo representaron los Curas de la Jurisdiccion, y venir de un origen en que no hay facultades para ello, por ser estas pribatibamente propias de las dos Cabezas de la Iglesia, y del Estado; la dispersion de las gentes á que dió motivo el acaecido el 26 de Marzo último, han podido im-pedir la rápida repoblacion de esta Ciudad: sin embargo de lo qual se encuentran ya entre su recinto mas de quatro mil y seiscientas almas; no faltan tres templos bastantemente decentes y proporcionados para la celebracion de las sagra-das funciones; hay bastante número de casas de habitacion cómoda; se han aceado las mas de las calles, y corren por ellas las asequias con toda libertad, y se hubiera hecho á un mucho mas si el interes contrario, la desgracia, y otras mil circunstancias no lo hubiesen embarazado. Pero sea lo que fuere de las causas que han retardado los progresos de Mérida, y su restablecimiento, lo cierto es que ella debe ser reedificada en el mismo Sitio en que estaba, ó por mejor decir; debe seguirse su reedificacion que ya se halla bien adelantada: el prolijo reconocimiento que se ha hecho de la mesa donde está fundada, convence que esta quedó despues del temblor, en la misma disposicion en que se hallaba an-tes de aquella época; y siendo esto asi, es visto que ningun otro Sitio, ó lugar es mas apropósito para la reedificacion por la feracidad de la tierra, por la saludable condicion de


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sus frias y dulces aguas, por la sanidad de su temperatura, por la igualdad de sus estaciones; y sobre todo por la gran diferencia que hay entre concluir una obra comenzada en medio de los mayores y mas prontos recursos, y comenzarla de nuevo en donde hay la mayor falta de todas las propor-ciones: El pueblo de San Juan pudiera creerse á propósito para la nueva fundacion, y tal vez llegó á pensarse en ello por algunos de estos habitantes inmediatamente despues del temblor quando consternados hasta lo sumo, estaban dispuestos á abrazar qualquier partido que los alexase de un lugar qe. entonces les era ominoso, por lo que habian sufrido, y anunciaban tantas profesias qe. se levantaron del pueblo de la tierra pero entonces mismo se previeron varios y muy graves inconvenientes para la fundacion en aquel Sitio, siendo entre otros los principales, la gran esca-ses de aguas que alli se padece, no habiendo mas que una azequia qe. riega toda aquella basta extension, y con la que puede abasteserse un público quedando á larga distancia el rio Chama. y Quebrada Sucia, de que por esta razon no se puede hacer uso; y la mucha distancia en que se halla de otros lugares poblados á los que pudiera ocurrirse para proveerme fácilmente de lo necesario.

La providencia, pues, de que se suspenda la reedifica-cion de Mérida, inter m se hace su reconocimiento por los ingenieros que se anuncian en el citado dictamen y viene la resolucion de las Cortes mediante los informes que se piden. es muy perjudicial y ajena de toda justicia. Parece que con ella ha querido el Gobierno provincial (que solo á impulso de la oposicion de los párrocos de esta jurisdiccion ha mandado suspender las providencias sobre traslacion de Catedral, Colegio y Monjas á Maracaibo) entorpecer las cosas y tener las gentes de Mérida dispersas y en inacion,

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de acuerdo con el Gobierno Eclesiástico, que no ha querido conceder licencia para fabricar templos, alegando que Mé-rida está destruido y qe. se compone de solo quatro pobres esperando que las Soberanas Cortes confirmen sus deseos en vista de los informes que se han pedido, los quales no pueden dexar de sernos contraios pr. mil capítulos; porque ¿que será bueno informen los apasionados constituyentes del Cabildo Ecco. quienes antes de tener mandamiento para informar lo han hecho ya, en perjuicio de estos habitantes, y demas del interior de la provincia hasta Pamplona? cuyo interes y pasion por Maracaybo es tanto, aunque tan injusto y mal fundado qto. puede verse en el embarasoso y estudia-do decreto con que se negaron á juntísima solicitud de los Curas que se opusieron á la traslacion. ¿Qual será el informe del Cabildo de Maracaybo empeñado desde la ereccion de esta Silla episcopal, en que se estableciere alli, y no aqui, teniendo ahora á su fabor los dos votos del Cabildo Ecco. y el quasi general desprecio y odio con que en Maracaybo son mirados estos pueblos infelices en los cuales prendio la chispa de la revolucion? Los Mtros de la Hacienda pública y la diputacion consular de Maracaybo tambien se opon-dran á la reedificacion de Merida, entendidos de que por este medio se logrará facilmente la traslacion de Catedral, Colegio, y Monjas á aquella Ciudad; lo que verificado haria ingresar mucho mas que ahora, á aquellas Caxas y florecer el comercio, reciviendo no poco interes los Ministros de la Hacienda, y diputados del consulado, al paso que se llevarian de placer en ver hermoseada su Ciudad con la traslacion de tan pomposos trenes. El mismo Administra-dor de Mérida que aun está en calidad de interino, tal vez se adheriría al partido á que ha visto inclinado al Gefe de la Provincia, y que es regular sigan sus principales Minis-


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tros, con la esperanza de la propiedad del ministerio, ó de qualquiera otra recompensa.

Los ingenieros que se anuncian nunca vendran, ó si vienen no seran tan desapasionados como es de desearse: muchas razones podrian proponerse para garantir estas sospechas; pero demos que fuesen tan débiles que debie-sen desbanecerse; y concedamos que vengan al fin estos ingenieros, y qe. sean tan ajenos de pasion é interes como es necesario. Ignoramos el tiempo que gasten en venir; y mientras tanto, será preciso que tantos millares de almas que abriga Mérida y que aprovechandose de la presente estacion de verano, trabajan sin sesar en reedificar sus ca-sas para tener una acogida en la de invierno, tendrán que retirarse otra vez á los lugares circunvecinos para tener mejor abrigo baxo cubiertas mas cómodas; abandonando para esto sus huertas y sementeras, costeando lo qe. no tienen, y padeciendo indecibles miserias y trabajos: Uds. mismos tendran que ir á buscar donde celebrar sus sesiones, ó mejor dexemos, que acabaran sus funciones deserperoso el pueblo, y acabarian pr. último de arruinarse las casas cin la lluviosa estación; pues es costante que la mayor parte de la ruina de estas, la ha causado al abandono que de ellos se hizo luego que pasó el temblor, retirandose sus dueños á otros lugares, y dejando las abandonadas á la inclemencia del tiempo.

Pero supongamos que los ingenieros vengan sin pér-dida de tiempo, ¿qué adelantamos con esto? Ellos despues de causar unos gastos para cuyo desembolso no hay fondos suficientes y á que no es regular se apliquen los muy cor-tos de esta Ciudad que los rehusa; convendrán al cabo en hacer una descripción de la mesa de Mérida que la dexe en el mismo estado en que aparece por el reconocimiento

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del fol. 4. y su reverso, por que es constante que si la causa ó causas de los terremotos, estuviesen en la misma mesa en que está la Ciudad, ó tanta la inmediacion que se supo-ne en Mérida, se experimentarían mas fuertes y mayores en número los temblores que en las demás partes de la provincia: pero lo contrario testifica la experiencia, pues tenemos reciente exemplar en el temblor que el dia 4 del mes pasado se sintió en Bayladores, y aquí nó, sinembargo de que solo media la distancia de dos dias. Por otra parte si la repeticion de temblores fuese por si sola una prueba infalible de ser inabitable el terreno en donde se experi-mentan, lo seria muchisimos años ha Lima en donde son mas freqüentes los temblores que por acá las lluvias: Ca-racas debia haberse trasladado á otra parte mucho tiempo ha; puesto que han sido mas fuertes y fecuentes que aquí dhos temblores desde el 26 de Marzo: con todo, en nada se piensa menos que no reedificar á Caracas ¿por qué pues se piensa solo en trasladar á Mérida con tanto ahinco cuya mesa ne tan firme y consistente que en parte alguna fue abierta, desmoronada, ni desvolcanada con el del Jueves Sto? ¿a Mérida, en donde despues de aquella época se han sentido pocos y muy débiles temblores, y ninguno de dos meses á esta parte? Barquisimeto, en donde lo mismo que en Caracas, fueron mas terribles, y espantosas, que en Mé-rida las ruinas que ocasionó el de que hablamos, se halla al presente casi enteramente reedificado y restituido á su antiguo ser; ¿pues porqué solo respecto de Mérida se dan providencias para la traslacion de sus establecimientos, y ya que esto no se puede lograr tan facilmente como se creia, se mandan suspender sus obras y que no se siga en su reedi-ficacion? Seguramente el Sor. Anca abusó de los ningunos conocimientos qe. el Señor Porras tiene confesados para


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esos negocios qe. no sean militares, cuya circunstancia, y la de haberse entregado por desgracia de estos pueblos, á la direccion de un Asesor á toda prueba no muy docto, y más amigo de sus caprichos y pasiones que de la humanidad, ha sido el origen de providencias tan fatales.

Pero, no es ya Señores [y con quanta satisfaccion lo decimos] no es ya, sino el Señor Capitan General Don Fernando Miyares, el que está á la cabeza del gobierno provincial. Esto solo basta para que Uds. se persuadan que quedarán revocadas las anteriores providencias: que no se tratará ya de mandar esos ingenieros ni de pedir esos informes, qe. aunqe. jamas podrian, es verdad, impedir la reedificacion de Mérida; pero si qe. la retardarian con notables perjuicios de los particulares, y por consiguiente del publico, y de la nacion toda. El guardando y haciendo guardar la Constitucion (de que es religoso observador) hará feliz el pueblo de Maracaybo, haciendo que disfrute de quantos establecimientos sea capaz, sin perjuicio de los otros de Mérida: de este Mérida que merece tanto mas que los otros pueblos la compasion y decidida proteccion del Gefe de la provincia, quanto que ha sido el mas desgraciado por todas las razones que ya hemos insinuado.

En consequencia de todo lo qual, creen los procurado-res que Uds. deben informar al Gefe de la Prov° acerca del ningun inconveniente que hay para que siga la reedifica-cion de esta Ciudad, en el mismo sitio por haber quedado ileso despues del temblor, cuyo Gefe esta bastantemente impuesto del estado de esta poblacion por los padrones que aun existen en aquella Capital, á donde fueron en el mes pasado, para que se sirva pasar con sus competente apoyo, á la Soberania de las Cortes, á efecto solamente de que es-tas en su vista, y de los escritos de oposicion de los Curas

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que ya habran ido, ó irán, depongan qualquier concepto menos favorable á Mérida que puedan haber formado en virtud de los informes que habrán recivido del Exgobor. de esta provincia, y del Cabildo Ecco. de esta Ciudad, y qe. se dignen no hacer novedad sobre su reedificacion en el sitio mismo en que estaba y está.

No embargante esto, parece que vmds. al mismo tiem-po deben, en uso de las facultades que les da la Constitu-cion, dedicarse muy deveras á promover la reedificacion y restablecimiento, de la Ciudad en todas sus partes, teniendo presente que la constitucion de una Cárcel, y de una Casa consistorial, que no hay, son de primera y muy urgente necesidad, y no olvidandose de que la enseñanza publica, que siempre ha merecido las primeras atenciones del ze-loso magistrado, es ahora mas que nunca, necesarísima, y es cabalmente quando está mas abandonada: que dentro de la misma Ciudad hay sujeto que puedan destinarse al servicio de las Cátedras de Gramática, Filosofia, y Teologia, de aquellos mismos que las servian en el Colegio antes de su ruina: que estos puedan dar las clases en una casa particular, que al efecto se destine, interim se verifica la fábrica mate-rial del Colegio; y últimamente que inporta sobre manera que el Señor Gobernador del Obispado venga á residir á la Capital por los graves inconvenientes y perjuicios que se sobrevienen á estos habitantes, precisándoles á que vayan hasta Lagunillas siempre que les ofrecen negocios con el tribunal Ecco. que son muy frecuentes, y qe. á este fin se le pase el correspondiente oficio político combidandole y ofreciendole el auxilio y protección que necesita para la habitacion: Mérida Enero 25 de 1813.

L. A. C. J. G. L.


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Documento Nº 3El Pbro. Luis Ovalle pide licencia para ir á practicar las diligencias del caso.- Febrero.96

Señor Provisor Vicario General

1. El Pro. D. Luis Ovalle, Clérigo domiciliado de este Obpdo., y Cura benef° del pueblo del Morro, antes V.S. Como mas sea de drho. paresco, y digo: que habiendoseme nombrado, pr. unanime consentimiento de todos los Curas que hemos promovido instancia, sobre impedir el trasporte de lo perteneciente á la Catedral, Colegio y Monjas de esta Capital pª qe. siga en persona á adelantar las diligencias concernientes al asunto en el tribunal de S. A. adonde se ha elevado el recurso, me hallo en la necesidad de suplicar á V. S. rendidamente se sirva de prestarme la licencia que se requiere pr. el tpo. de la vacante que anualmente concede el Tridentino, pª poder pasar á verificar dhas. diligenias y entretanto dar permiso al V. Cura de Asequias inmediato, pª qe. asista el beneficio de mi cargo como lo ha hecho otras ocasiones de menos necesidad en ausencia mía, con licencia del Prelado, de quien tenemos licencia in scriptis para cele-brar dos misas en el dia de obligacion, cada y qdo. á uno, ú otro se ofresca, con motivo de ausentarse. Por lo qual A. V. pido y suplico se sirva de despacharme la referida licencia en que recibiré una conocida merced con Justª qe. imploro y juro lo necesa° &ª.

José Luis Ovalle.


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2) Lagunillas y Febrero 3 de 1813. Por presentado: como lo pide, concédesele la licena. pr. dos meses, y quedará en-cargado del Curato interim su ausencia el Cura del Pueblo de Asequias, el que dirá dos misas en los dias festivos en uno y otro Pueblo, y hagasele saber.

Licdo Irastorza.

Lo proveyó S. S. el S. D. Lizencdo. D. Franco. Xavier de Irastorza, Vic°. Capr. y Gobr.

Sede Vacte. de de este Obispo. de qe. certifico.

Andrés Mª Romana. Sec° de Camª.


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Documento Nº 4 Varios Curas piden certificación de un decreto de exco-munión publicado por el Provisor.-Febrero.97

1. S. Provisor Vico. Gral. S. I. V.

Los suscritos Curas por sí y á nombre del demas Clero para efectos que nos convengan en la causa que re-presentamos sobre la traslacion de esta Sta. Iglesia Catedral á Maracaybo suplicamos se sirva mandarnos dar testimo-nio de la excomunion que mandó firmar en las puertas de las Iglesias de esta Jurisdiccion contra los que impidiesen, perturvasen, ó aconsejasen se impida la dha. traslacion.

A. V. Sª pedimos y suplicamos se sirva proveer y mandar como solicitamos qe. es de Justicia qe. imploramos no proceder de malicia &.

José Luis Ovalles.

José Rafael Victorio Jaymes.

2. Lagunillas y febr° 3 de 1813. Como lo pide. Lo prove-yó S. Sª D. Lizdo. D. Franco Xavier de Irastorza, Vico. Capr. y Gobr. Sede Vacante de este Obispado: de que certifico.

Andres Ma. Romana. Sec°. de Camª.

97 Antonio Ramón Silva: Documentos para la Historia de la Diócesis de Mérida. Mérida Imprenta Diocesana, 1910, T. III. p. 305.

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Documento Nº 5Causa de Infidencia contra Luis María Rivas Dávila. (Extracto)98

En la ciudad de Mérida a ocho de febrero de mil ochocientos trece: Ante mí el Escribano, y testigos que se nominarán parecio, Don Ignacio de Rivas, actual Alcalde ordinario de primera Elección, a quien doy fe conosco, y dijo: Que habiendo tenido noticia cierta de que su hijo Don Luis María, se halla a un preso, en los Pontones o Castillo de Puerto Cabello, por la ingerencia que tubo en el gobierno insurgente de esta Provincia, sin poder hacer deligencia al-guna a su favor, ni tener quien a su nombre la haga, promo-viendo la conclusion de la causa, y el alivio de su persona; ha deliberado en uso de las acciones que en el caso le faculta el derecho, personas a su nombre, y prestando vos, y cau /fol. 237 cion de rato, nombar un apoderado de confianza que pase a promover, y representar lo conveniente ante la superioridad de la Real Audiencia Territorial que recide en la Ciudad de Valencia; y poniendolo en ejecucion por el presente publico instrumento otorga; que da; y concede todo su poder, cumplido y bastante cuanto por derecho se requiere, y nesesario sea, a Don Eduardo Oballe de este vecindario, para que representando, la propia persona, derechos, y acciones de el enunciado su hijo Don Luis Maria Rivas, pase a presentarse en la referida Real Audien-cia, agenciando y promoviendo, quanto sea necesario, y conducente a la substansiacion, y fenecimiento de la causa

98 Archivo General de la Nación. Sección Causas de Infidencia. Tomo XX. Expe-diente 7. Folios 237-238v.


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de su pricion, de que pedirá vista para mejor instruirse, presentando en su favor las pruebas que sean conducentes a su indegnizacion, acuio fin haga pedimentos, protestas, y juramentos, pida terminos, y prorrogaciones /fol. 237v como tambien que solicite, se le alivie, escarcele bajo la seguridad de fianzas, como se ha hecho con otros reos de igual naturaleza, y últimamente haga cuanto el dicho su hijo aria si estubiese en libertad, o el otorgante por el si precente fuese pues para todo lo dicho, lo incidente y dependiente, le da, y otorga este poder sin limitacion alguna, con libre, franca y general administración, y facultad de sostituirlo en persona de su confianza que a todos reeleva de gastos, y costas y á haver por firme, y valedero quanto en su vir-tud se obrare, obliga sus bienes muebles y rayces, habidos y por haver con sometimiento espreso a todos los Jueces, y Justicias de su Magestad, para que a ello le compelen y apremien, por todo rigor legal, y remedio ejecutibo, a cuio fin renuncia su propio fuero, domicilio, y vecindad, y la ley si conbenir de juridictione omnium judicum ul /fol 238 tima Pragmatica de las sumisiones, las demas leyes, y fueros de su favor, y la general del derecho enforma: En cuio testimonio asi lo dixo otorga, y firma, siendo testigos Antonio Ygnacio Aponte José Benedicto Otalora, vecinos por ante mi de que doy fe=Ignacio de Rivas=Ante mí: Rafael de Almarza Escribano Real y Público (…)

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Documento Nº 6 Causa de Infidencia contra José Lorenzo Aranguren. (Extracto)99

En la ciudad de Mérida á ocho de febrero de mil ochocientos trece: Ante mi el Escribano, y testigos que se nominaran parecio el Presbitero José de los Santos Arangúren Domiciliario de este Obispado á quien doy fe conosco y dijo: Que habiendo tenido noticia cierta de que su hermano Don José Lorenzo se halla aun preso en los Pontones ó Castillo de Puerto Cavello por la ingerencia que tubo en el Gobierno insurgente de esta Provincia, sin poder hacer diligencia alguna asu fabor, ni tener quien a su nombre la haga promoviendo la conclusion de la causa, y el alivio de su persona; ha deliverado en uso de las acciones que en el caso le faculta el derecho personar a su nombre y prestando voz y caucion de rato nombrar un apoderado de confianza que pase á promo-ver, y reprecentar lo conveniente ante la superioridad de la Real Audiencia Territorial que recide en la Ciudad de Valencia; y poniendolo en ejecucion por /fol. 186 el presente publico Ynstrumento otorga que dá y concede todo su poder cumplido y bastante cuanto por derecho se requiere, y necesario sea á Don Eduardo Ovalle de este vecindario para que representando la propia perso-na, derechos, y acciones del enunciado su hermano Don José Lorenzo Arangúren pase a precentarse en la referida Real Audiencia, agenciando, y promoviendo cuanto sea

99 Archivo General del Estado Mérida. Protocolos Notariales. Tomo XCV. Folios 186-187.


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necesario, y conducente á la sustanciacion, y fenecimiento de la causa de su Pricion, de que pedira vista para mejor instruirse precentando en su favor las pruevas que sean conducentes a su indegnisacion, entre ellas un testimonio que le ha entregado de la Ynformacion que a su nombre hizo ante el Señor Comandante Politico, y Militar de esta Ciudad Capitan Don Francisco de Ugarte en tiempo que se hallava en la Parroquia del Exido de esta Jurisdiccion, cuyos originales remitio Señor Gobernador que fué de Maracaybo Brigadier Don Pedro Ruiz de Porras, quando el citado su hermano recidia álli, la cual acredita su con-ducta y modo de proceder en el citado tiempo; a cuyo fin precente escritos, haga pedimentos, protestas, y juramen-tos, pida terminos, y prorrogativas, como tambien que solicite se le alivie y escarsele bajo la seguridad de fianzas como se ha hecho con otros Reos de igual naturaleza, y ultimamente haga cuanto el dicho su /fol 186v hermano hacer podria si estubiese en libertad, o el otorgante por él si precente fuere, pues para todo lo dicho, lo incidente, y dependiente, le dá, y otorga este poder sin limitacion alguna con libre, franca, y General Administracion, y facultad de subsituirlo en personas de su confianza, re-levando unos, y nombrando otros, y á haver por firme, y valedero cuanto en su virtud se obrase, obliga sus bienes y Rentas precentes, y futuras con sometimiento expreso a todos los Jueces en su fuero de qualquier parte que sean para que á ello le compelan y apremien por todo rigor legal y remedio executivo, a cuyo fin renuncia su domicilio, y vecindad, y la Ley sicomvenerit de jurisditione omnium judicum la ultima Pragmatica de las sumiciones las demas leyes y fueros de mi favor, y la General del Derecho enfor-ma: En cuyo testimonio asilo dixo otorga y firma siendo

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testigos Don Francisco Veraciento, y Antonio Ygnacio Aponte vecinos por ante mi de que doy fe

José de los Santos Arangúren

Ante mi Rafael Almarza Escribano Real y Publico /fol 187


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Documento N° 7Causa de Infidencia contra Juan Antonio Paredes. (Extracto)100

(...)

En la ciudad de Mérida a doce de febrero de mil ocho-cientos trece: Ante mi el Escribano y testigos que se nomina-rán pareció doña Josefa Fernández Peña mujer legítima de don Juan Antonio Paredes, ausente, a quien doy fe conozco y digo: que por cuanto el citado su marido fue remitido por el señor Gobernador de Maracaibo a la Isla de Puerto Rico desde el mes de junio del año anterior por la ingerencia que tuvo en la insurrección de esta Provincia, desde cuya fecha hasta el presente, no ha podido adquirir una noticia cierta del Estado de su causa, por haberse hecho dicha remisión contra lo mandado por la soberanía de las Cortes en Real Decreto de veinte y cinco de agosto de ochocientos once, publicado en esta ciudad en que se ordenó que tales reos debían remitirse por los jueces que previniesen en sus causas, a las respectivas Audiencias para su determinación. En cuya virtud deseando remover la inacción en que acaso se halle la del dicho su marido por falta de persona que la agencie, y usando de la facultad que en tal caso le concede el derecho, prestando por él voz, y caución de rato, por el presente publico instrumento otorga: que dá todo su po-der cumplido y bastante cuanto por derecho se requiere, y necesario sea, a don José Matute, de este vecindario para

100 Causas de Infidencia, documentos inéditos relativos a la Revolución de la Independencia. Caracas, Archivo General de la Nación-Imprenta Nacional, 1952. T. II. pp. 5-6.

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que representando la propia persona, derechos y acciones del citado su marido don Juan Antonio Paredes, pase a presentarse ante la Real Audiencia de estas Provincias que reside en la ciudad de Valencia, en donde a esta fecha debe ya estar, y a cuyo favor representará cuanto sea conducente a la sustanciación y conclusión de su causa de que pedirá vista para mejor instruirse, presentando en su favor las pruebas que sean conducentes, o reproduciendo las que ya estén agregadas; y que en caso de que aun se halle en la re-ferida Isla de Puerto Rico, promueva el Expediente que sea consecuente, a fin que su Alteza se digne librar sus letras, a aquel señor Capitán General, o a quien corresponda, para que lo remitan inmediatamente; pues para todo lo dicho su anexo, concerniente y dependiente, como también para que pida se le dé libertad bajo la correspondiente fianza, como se ha hecho con otros reos de igual naturaleza, le da y otorga este Poder sin limitación alguna, con libre, franca y general administración y facultad de sustituirlo en persona de su confianza, relevando unos y nombrando otros; y a haber por firme y valedero cuanto en su virtud se obrare, obliga sus bienes, muebles y raices presentes y futuros, con sometimiento expreso a todos los jueces de su Magestad, de cualquier parte que sean para que a ello le compelan, y apremien por todo rigor legal, y remedio ejecutivo a cuyo fin renuncia su propio fuero, domicilio y vecindad y la Ley si comvenerit de jurisdictione omnium judicum la ultima Pragmatica de las sumisiones, las demás Leyes y fueros de su favor y la general del derecho en forma: En cuyo testimonio así lo dijo, otorga y no firma por no saber, hácelo a su ruego uno de los testigos que lo fueron Antonio Ignacio Aponte, y José de los Santos Troconis, vecinos de que doy fe.


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A ruego del otorgante. Antonio Ignacio Aponte. Ante mi: Rafael de Almarza, Escribano Real y público.

Corresponde con el Poder matriz de su contenido que queda otorgado en el registro corriente de mi cargo a que fui presente y para entregar a la parte interesada la signo y firma en el mismo día de su otorgamiento. Sin derechos por pobre.

Corregido Rafael Almarza Escribano Real y público

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Documento N° 8 Causa de Infidencia contra Antolín del Pino. (Extracto)101

El fiscal de S M en vista de esta causa formada contra Don Antolin del Pino por el Gobernador de Maracaybo, quien la remitió en estado de sentencia como privativa del conocimiento de V. E. dice: que Pino antes de la revolucion era teniente visitador de la Renta del Tabaco y despues de ella fue nombrado factor de la laguna mineral del Urao, cuyo empleo desempeñó, y en el año 12 elegido alcalde partidario del mismo Pueblo de Lagunillas donde recidia por el Cabildo de Exido: que en este estado habiendo pre-sentado al Comandante Don Antonio Pino quatro mulas que le mandó aprontar el Gobernador intruso Don Juan Antonio Paredes para la expediccion contra Bayladores, le obligó el referido Pino a seguirle en la expedicion y estuvo de Comandante en el paramo de Nariño segun resulta de los papeles reconocidos que están por cabeza del proceso. Esta es toda la ingerencia que ha tenido el reo en la revolucion de Mérida sin que cons /fol. 429 te que haya sido adicto á aquel criminal partido ni que causado perjuicio a tercero, que se haya mezclado en algunos atentados que se cometie-ron en la referida expedicion contra Bayladores, antes por el contrario, de la prueba que há hecho el reo consulta que su conducta ha sido irreprehemible antes y despues de la revolucion que siempre miró con odio las novedades que se habian introducido, que admitió el empleo de factor del mineral de Uráo en tiempo qué la Junta llamada conserva-

101 Archivo General de la Nación. Sección Causas de Infidencia. Tomo 14. Expe-diente 7. Folios 429-429v.


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dora de los derechos de Fernando Septimo , que el empleo de Alcalde lo admitió porque le aconsejaron que por este medio se libraría que lo ocupasen en otras cosas, que fue obligado y apremiado á la expedicion de Bayladores, que quando estuvo de Comandante del paramo de Nariño exi-taba a los Yndios á la desercion y en suma que se retiró a pretexto de falta dejando ropa, sinque nadie hasta ahora se haya quexado de sus procedimientos como esta prueba en concepto del Fiscal le releva de todo cargo, principalmente siendo los que resultaban meramente de haber prestado cierto servicios que entanto pueden reputarse crimínales en las circunstancias en que se hallaban estas Provincias, en quanto lo sea la conducta de los que los desempeña-ron; pide que se absulva de toda culpa y cargo ál referido Don Antolin Pino mandandole entregar todos sus bienes si subsistieren aun embargados con el simple pago de las costas procesales por el justo motivo que hubo de preceder al examen de su conducta, por ser así conforme á justicia Valencia 13 de febrero de 1813.

Costa

Valencia 15 de febrero de 1813

Dese cuenta por el relator

Señor Decano Regente Heredia

Rafael Marquez /fol. 429 v.

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Documento Nº 9Actuaciones de los señores canónigos Yrastorza y Mas y Rubi.102

(...)

2-En la sesion de 17 de Febrero de 1813 los Sres Yras-torza y Mas y Rubí aprobaron la entrega hecha por el Dean al Coronel Correa [que estaba en La Grita despues de la derrota de Cúcuta] de dos mil pesos de la caja de Diezmos y trecientos de la fábrica de Catedral, todo en calidad de empréstito.-Tambien aprobaron el envío hecho por el Señor Dean al mismo Coronel Correa de los tubos del órgano, que eran de plomo y pesaban seis y media arrobas, segun lo manifestó la Señora Doña Isabel Briceño, esposa de Don Jayme Fornes depositario de dichos tubos por orden del Señor Dean.

Nota.- Es tradicion que no fueron enviados los tubos, sino que se sustituyeron en su lugar unos tantos brazos de caña brava ó amarga frescos y bien enfardelados. Ello es cierto que en el acta de 4 de enero de 1814, los Señores Racioneros Uzcátegui y Arias dispusieron que se trajeran de Exido á Mérida todos los materiales del órgano para hacerlo componer. El Canónigo Uzcátegui debia estar muy bien impuesto de que los tubos no fueron á manos de Correa.

3-De la sesion del 31 de enero de 1813 consta que la Real Audiencia del Distrito le estaba siguiendo causa al



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Racionero Dr. Buenaventura Arias por complicación en la infidencia de Mérida. En Maracaybo.

Nota.- El Señor Dean Yrastorza en informe oficial que dió acerca del Seminario en 30 de octubre de 1815 (el que irá íntegro en su lugar) dice al Illmo. Señor Laso de la Vega lo siguiente: “En el Jueves Santo, día 15 de abril se 1813, huyendo de las tropas de Bolivar, que en retirada [sic] venian siguiendo á la Division del S. Coronel D. Ramon Correa, derrotado en San José de Cúcuta, en el mes de Febrero, me ví en la precision de profugarme en compañia del Señor Canónigo Decano D. D. Mateo Mas y Rubí para esta, á donde llegamos el 29 del mismo mes.

1- En 13 de Julio de 1813 los Señores Irastorza y Mas y Rubí acordaron establecer en Maracaybo las clases de lati-nidad y filosofía, y quedó nombrado el Señor Mas y Rubí Director de Estudios. (…)

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Documento Nº 10Representación de los Curas para que se suspenda la orden de traslación. -Febrero 22.103

M. I. C. J. y R.

Los Curas que abajo suscriben por sí y á nombre de los demás de la Jurisdiccion, de quienes somos Apoderados, y prestando voz y caucion por los del Obispado, ecepto los de Maracaybo, y Coro que llevan intento contrario, y son interesados en la traslacion de la Catedral, Colegio, y Mon-jas de esta Cuidad, á aquella con pretesto de providencias interinas, que siempre nos serian perjudicialisimas. como lo tiene representado nuestro Procurador Dn Antonio Viso en la superioridad de su Alteza: Ante V. con respeto, y sin perjuicio decimos: Que habiendo ido algunos de nosotros á Lagunillas á presentar personalmente al Venerable Cabildo Eclesiástico una de las dos Reales Provisiones expedidas por la citada Superioridad para que suspendiesen la marcha á que ya estaban con el pié en el estribo, con la mitad de las Monjas por que de motu proprio habian determinado dejar en esta Ciudad la otra mitad que estaba remitida; han obe-decido y suspendido y á pesar de mi sentimiento demasiado manifiesto en sus rostros (tal era su ansia) devolvieron el auxilio Militar, y demás que se les habia facilitado por el Señor Comandante, quien también los habia suspendido á virtud del requerimiento que de nuestro pedimento se le hizo con la otra Provision que vino dirigida al Señor Go-



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bernador y Capitan General para la misma suspension, y demás que expresa, y por ahora parece que no hay más que hacer en cuanto á esto, pues hasta las censuras que fulminó é hizo publicar y fijar el Señor Dean, en cuanto Provisor, contra las personas que aconsejasen, ó influyeren contra su partido se han mandado a recoger.

Pero aun nos falta mucho que trabajar, pues tenemos evidente necesidad de segun la instancia hta. la misma Soberanía Nacional segun tenemos protestado y de nuevo protestamos, á cuyo fin pasará uno de nosotros á Valencia, y si fuere necesario tambien á las Cortes, pues tambien es evidente lo que trabajarán tanto los dos Canónigos apasio-nados é interesadísimos á porfía, en la traslacion, por los fines particulares que expuso nuestro Procurador, cuanto las demas personas y cuerpos que aprovechandose de la casualidad que les ha brindado el Terremoto del veinte y seis de Marzo del año anterior, y cerrando los ojos á la Jus-ticia, quieren despojarnos de lo mas preciso que acosta de un infatigable teson, y de la incansable constancia de tantos años de pretensión, logró Mérida de la Piedad del Rey, y de cuanto aun despues de conseguido, tuvo que disputar, y defender para que no se mudase á Maracaybo: esto es, la Mitra, con todas las precosidades y establecimientos de beneficiencia que le son adyacentes.

Tendremos que desenterrar y volver á traer á juicio, todos las consideraciones y razones que entonces se alega-ron y se mandaron sellar por el Rey, imponiendo perpetuo silencio á Maracaybo y Coro en su tenaz solicitud, una por todas la continua peste de calenturas que se padese anual-mente, y que tantas vidas ha quitado, en todos los puertos de la Laguna que indefectiblemente habian de pasar para ir á aquella Ciudad todos los habitantes de la Provincia con

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sus pretensiones y pleitos, y la juventud á los estudios, y la otra no menos importante de ser esta Ciudad la central del Obispado, y aquella una colateral de las mas confinantes; dejando en silencio por ahora las incomparables ventajas del clima, y demas proporciones para los estudios, y estu-diantes por que estas son tan notorias y tan sabidas de todo viviente, que es ocioso repetirlas y que Maracaybo mismo no niega, ni puede negar á pesar de pesares.

Para esto, y como uno de los mas principales documen-tos de nuestro favor, necesitamos que Vmdes. se sirvan, lo primero: mandarnos dar un Testimonio del que quedó en este Cabildo del Expediente original que se remitió al Señor Capitan General, instruido para contrarrestar la órden del Señor Porras su antecesor, en cuanto mandó se suspendiese la reedificacion de Mérida; y de la Acta que dictó con fecha de ocho del corriente mes, que añadió otras observaciones favorables, con motivo de la que comunicó el expresado Señor Capitan General mandando se ejecutase la traslación llamada interina en vista de la nueva importuna y apasio-nada instancia de los Señores Canónigos, que no quieren confesar el estado de utilidad y de reedificacion en que ya está la Ciudad y lo nada que hay que temer á los insurgentes del Reino. Lo segundo, que este Cuerpo como no menos interesado que nosotros en la defensa de la Patria y sus derechos, debe entrar á la parte, dirigiendo por la suya sus representaciones y reclamos á la superioridad, á cuyo fin le convidamos; y lo tercero que debe igualmente convocar al intento á los demas Cabildos á quienes también toca dicha defensa, como son los de las Ciudades de Barinas, y Trujillo, Parroquias del Egido, y Bailadores, Ciudad de la Grita, Villa de San Cristóbal, y San Antonio de Cúcuta, á quienes se convide por oficios Políticos para que así mismo


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dirijan sus instancias todas por mano del mismo Procurador Dn. Antonio Viso, que las esforzará y presentará en con-traresto de cuanto puedan decirle y pretender los Cuerpos contrarios é interesados en la traslacion interina: Interina para Mérida en un tiempo en que con mas motivos que nunca, necesita la presencia y proteccion de la Mitra, su Catedral y Colegio; y propietaria para aquellas personas y Ciudades que si quieren ó necesitan tener otro tanto á la mano, pueden pedirlo sin perjuicio de Mérida á la misma Soberanía que lo concedió á esta, y de que nosotros no nos llamariamos agraviados para que de este modo se acaba-sen las rivalidades, y los riesgos á que los Maracaiberos y Corianos se exponen en venir aquí. Pongan las Cortes Obispos en Maracaibo, Coro, y Barinas Vª que Mérida no se opone y aunque no tengan tantas Rentas, no faltarán las precisas para la decencia de su Dignidad y ojalá que así se determinase, pues esto nos interesaría mucho para el mayor culto y defensa de la Religión: En cuya virtud.

Á Vmdes. suplicamos se sirvan acceder á nuestra soli-citud por ser de justicia que imploramos y juramos. Otro si: también suplicamos se sirvan Vmdes. mandarmos devolver este Escrito original para los efectos que nos convengan. ut supra- Mtro. Salvador Leon. -Fr. Fernando Villarreal. Mérida Febrero 22 de 1813.

Como lo piden, extendiendose en convite á los vica-rios de las Ciudades, Parroquias y Villas que se expresan para que con sus respectivos cleros dirijan y esfuerzen la solicitud mencionada.=de Ugarte.-Ribas.-Rangel.-Valera.-Zerpa.-Arias.-De la Cueba.-Cerrada.-L. Chipía.-Ante mí: Rafael Almarza. Esno. Secret°.

Incontinenti impuse de lo preveido á los venerables curas presentantes, doy fe. Almarza, Esno.

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Nota: Que habiéndose hecho la convocatoria preveni-da; devolví este Espediente á las partes, doy fe.-Almarza, esno.


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Documento Nº 11Traslación de Catedral, Colegio, Universidad y demás establecimientos de Mérida a Maracaibo. 25 de marzo.104

Serenísimo Señor. Con mucha justicia he pedido ántes á V. A. la residencia habitual del Prelado Diocesano, Cabildo Eclesiástico, y Colegio Seminario con sus Estudios generales que estaban ántes en Mérida, Ciudad subalterna de Mara-caybo, substraida por inclinación del Gobierno legítimo, y hoy destruida por el terremoto del día 26 de Marzo de 1812, y disposicion impenetrable de la Divina Providencia. Y con mucha mas he pedido tambien, que todo aquello se trasladase al momento á la Capital Maracaybo, para que reunidos allí los Canónigos y subalternos de aquella Catedral, con los Maestros y todas sus pertenecías por la destruccion total de Mérida, se logre por este medio, que no se paralizen un instante los grandiosos frutos de unos establecimientos de tanta importancia espiritual como utilidad pública. Y como entiendo que aquel Gobierno y Cabildo Eclesiástico, han solicitado lo mismo de V. A. que parece ha accedido á ello, por si ocurre alguna invectiva contraria sin recomendacion y caracter, lo recuerdo á V.E. para que en uso de sus facultades conocidas, se digne librar ó repetir las órdenes correspondientes, para que se execute la expresada traslación, con el Monasterio de Monjas, que creo están á cargo de su buen director el Doctor Don Mateo Mas y Rubí, que las ha conducido. Y espero que V. A. así lo determine en justicia. Cádiz 25 de Marzo de 1813. =Se-renísimo Señor= José Domingo Rus.

104 Maracaybo representado en todos sus ramos por su hijo diputado á cortes don José Domingo Rus Ortega de Azarraullia. Madrid. En la imprenta de Vega y Compañía. MDCCCXIV. p. 47.

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Documento Nº 12Pide contribución al Clero para las tropas de Correa, marzo 26.105

El coronel Don Ramón Correa, Comandante en Jefe de la Expedición de la Nacion y de nuestro Soberano me participa de oficio la necesidad en que se hallan sus tropas, por falta de medios para su subsistencia, por motivo de los excesivos gastos que ha tenido al efecto desde que vino hasta el presente; para que por nuestra parte y la del Clero que considero interesado en sostener la causa de la Religion y del Soberano, contribuyamos con algun donativo, segun la posibilidad de cada uno, y se consiga por ese medio la tranquilidad de que ha tanto tiempo se carece en perjuicio del Estado y sus individuos en particular. No pudiendonos desentender de una insinuación y súplica tan justa, como que depende de esto el testimonio de los sentimientos que abrigamos en nuestro corazon hacia la Religión y El Sobe-rano, lo hacemos á ustedes presente, esperando que por su parte contribuya con lo que puedan, assi como Nos ya lo hemos executado; que en esto nos darán el mayor gusto, y contraheran el mérito mas recomendable.

Prevengo á Vs. que lo dirijan á nuestras manos para que lo podamos á las del Señor Coronel á la mayor brevedad.

Dios guarde á Vmds. ms. as. Lagunillas, Marzo 26 de 1813.

Lcdo. Franco. Xavier de Yrastorza.

105 Antonio Ramón Silva: Documentos para la Historia de la Diócesis de Mérida. Mérida Imprenta Diocesana, 1909, T. II. p.372.


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Documento Nº 13Se ordena rogativas por la paz y por el triunfo de las armas del Rey. Marzo 26.106

Para que el Señor nos conceda la paz y triunfo contra los enemigos que ha tanto tiempo la tienen turbada y con-sigan las armas de la Nacion y de Nuestro Soberano feliz éxito á favor de la religión del Estado, y de sus individuos, he dispuesto que se tenga Rogativas públicas en los dias festivos festivos cantadas con procesion, y diariamente re-zadas despues de Misa. Lo que participo á Usted para que assí se practique en la Vicaría de su cargo, circulandolo á los respectivos Curas que lo harán presente al pueblo, al tiempo del ofertorio inter missarum solemnia dejando razon en el respectfvo libro.

Dios gue. á U. ms. as. Lagunillas. Marzo 26 de 1813. Lcdo. Franco. Xavier de Irastorza.

106 Antonio Ramón Silva: Documentos para la Historia de la Diócesis de Mérida. Mérida Imprenta Diocesana, 1909, T. II. p. 373.

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Abril Mayo Junio


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Documento N° 14Carta y Real provisión para que sea suspendida la tras-lación. (Extracto)107

Don Fernando Séptimo, por la gracia de Dios y la Cons-titucion de la Monarquia Española, Rey de las Españas, y en su ausencia y cautividad, la Regencia del Reyno nombrada por las Cortes generales y extraordinarias, Á vos el Dean y Cavildo sede vacante de la ciudad de Mérida, á quien se di-rije esta nuestra Carta y Real Probision de ruego y encargo, para que le deis su devido cumplimiento; sabed: Que con fecha veinte y dos de Enero último ocurrió á la Audiencia territorial que por nuestro mandado residía en la ciudad de Santiago de Leon de Caracas, y probicionalmente despacha en la Nueva Valencia del Rey, el Procurador Antonio Viso con poder bastante de cinco Curas de esa jurisdiccion, acom-pañando varios documentos, y solicitando entre otras cosas que se repusiese á su estado de integridad el negocio de la traslacion de esa catedral, Seminario y Monjas á Maracaybo, sin que se diese probidencia en la materia, hasta que no la hubiese de los Supremos Tribunales de la Nación, y oido al Nuestro Fiscal, se os libró Probision en veinte y nueve del mismo para que se suspendiese toda innobacion hasta que la expresada Audiencia con el debido conocimiento acorda-se lo que correspondiese en Justicia y para que expusieseis lo que estimaseis combeniente en razon de lo representado por los expresados curas, y otra de Nuestro Gobernador de Maracaybo para que remitiese el expediente formado en

107 Eloi Chalbaud Cardona: Historia de la Universidad de Los Andes. 2° ed. Mérida, Universidad de Los Andes, 1987, T. II, pp. 75-76.


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el asunto. Pendiente la remision de este, manifestasteis en carta del diez de Marzo último el peligro que amenazaba la expedicion de Santa Fé, y en virtud de las razones que expusisteis, se os libró probision con fecha de dos de Abril, comprensiva del Auto siguiente.- Valencia dos de Abril de mil ochocientos trece. Declarase que la providencia de sus-pender la traslacion de la Catedral, Seminario y Monjas de Mérida á Maracaybo no habla en su caso de fuga por emi-nente riesgo de imbasion de los enemigos en que podrían salbar sus personas y bienes de la manera posible; pero con la calidad de no tomar esta resolucion, hasta el oportuno aviso del Comandante Militar de la ciudad, á quien toca conocer el momento del riesgo para que se le pasara el oportuno oficio; y entendiendose qualquiera medida sin perjuicio de tercero ni del asunto de traslacion pendiente, y líbrese la competente Real Probision.- (...)

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Documento Nº 15Causa contra Francisco Torres por herir a Pedro Contre-ras. (Extracto)108

1813 Sobre heridas graves que Francisco Torres hizo a Don Pedro Contreras

En la Parroquia del Exido a dose de Abril de mil ocho-cientos trece Yo Don Juan de Dios Rojo Alcalde Ordinario 2º de esta dicha Parroquia dijo: Que oy a las dose del dia haviendome dado parte Juan Evangelista Angulo de este vecindario que Don Pedro Contreras Regidor de la Ciu-dad de Merida en un encontron que tubo con Francisco Torres en el Citio que llaman mas aya de la rancheria lo habia herido gravemente y ocurriendo con prontitud a la caza de Antonio Angulo donde se hallava dicho herido lo encontre con bastante sangre mandando en el auto á Manuel Barrios, y á Juan Tomas Subiaga Sugetos Practicos y Curiosos en el Arte de Medicina para que procedan en el reconocimiento de las heridas que tenga lo que berifi-caran bajo de juramento, y solicitando el reo en la misma hora dieron noticia haverlo ya encontrado por un camino distinto que hiba marchando para la Ciudad de Merida por lo que en la hora marché a solicitarlo en compañia de Toribio Angel, y Pedro Sanchez, y haviendolo en Contrado en la Caza de Miguel Angulo por haverme mandado razon el referido Don Pedro se hallava ay tambien herido lo que lo deje en dicha Caza haciendole Cargo al dicho Miguel

108 Archivo General del Estado Mérida. Materia Criminal. Heridas. Tomo IV. Folios 97-99v.


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/fol. 97 Angulo para que lo tubiera, y lo Curase para proceder al competente sumario tomandosele igualmente declaracion al herido sobre la historia de que provino y con que instrumento lo hexecuto el dicho Don Pedro Con-treras practicandose en todo las progresibas diligencias que sean consequentos asi lo dije mande y firme en este papel comun por faltar del sello quanto sin perjuicio del real haber por ante los testigos de Autuacion por falta de escribano de que certifico

Jose Toribio AngelJuan de Dios Rojo

Jose Maria Angulos

En la misma hora comparecio Manuel Barrios, y Juan Tomas Subiaga Peritos nombrados para este conocimiento a quien en precencia con los testigos de mi Actuación le re-cebi Juramento que hiso conforme a derecho y en su virtud procedieron a derecho reconocimiento y le encontró una herida mortal en la paleta del lado derecho que supuesto á tener cinco dedos de hondo, y quantro de /fol 97v ancho y que esta peligrosa, y otra sobre la mano izquierda sobre la llave la que se le dieron quatro puntadas dejandole su-ficiente lugar para que purgué, y que aunque en la misma mano tiene otras cortadillas son de poco momento y les parese no son las dichas cortadas de la mano ser peligrosas, y consideran sean echas como con puñal u otro fierro seme-jante corton que al parecer se harian en la brega por estar las heridas sesgadas, y no estar por derecho en cuyo auto le hicieron una curacion ofreciendose seguirían curandolo,

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y dar parte al tribunal si se agravara, y firman conmigo, y los testigos de que certifico

Juan de Dios RojoManuel Barrios

Juan Tomas Subiaga

En el mismo auto pase a la caza de de Antonio Angulo en donde se haya el herido Francisco Torres a quien por ante testigos prosedi á tomarle su confesion según se previene en el auto cabeza de proseso, y dijo: Que el /fol. 98 dia de oy como a las once del dia yba el declarante para San Juan que venia de Merida, y en el citio del Sanjon blanco alcanso aver que venia uno de tras de el pero que no lo conocio, y como distancia de seis baras bolvio amirar atras y reparo que Don Pedro Conteras Regidor de la Ciudad de Merida yba ay inmediato esto fue mas aya de la rancheria y temeroso el declarante no fuera apegarle por de tras por saber decierto la enemistad que le acompañaba a Don Pe-dro contra el que declara y se tiro al suelo el declarante, y le dijo al referido Don Pedro que si á alcanzarlo para reñir que se tiraba al suelo por que el que declara no reñir con el acaballo luego Don Pedro se desmontó y le respondio alto es que si queria chocar que que vien podia chocar a todo eso ya con el puñal desenbaynado luego el declarante no teniendo otra arma que un mandador en la mano le entro al dicho Don Pedro sin tener palabras malas ni buenas aquitarle el puñal, y en la brega que tenian lo alcanso, y le dio una puñalada al declarante en cima de la paleta del lado derecho donde considera es ancha, y honda y se habria


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gravemente enfermo de esta herida, y aunque tiene otras /fol 98v heridas en la mano izquierda tambien echas en la brega no le afligen tanto como la de la paleta que tambien le quito el puñal, y puso en tierra, y en la misma brega se corto Don Pedro la mano y luego estando en tierra Don Pedro, y el que declara encima con el puñal en la mano le dijo Don Pedro al que declara que no lo matara, y respondio el que declara que no pensava en eso que no le hacia nada pero Don Pedro temeroso lo tenia fuertemente agarrado, y le juro el declarante no le haria nada y para hacer ver el declarante a Don Pedro le botó el puñal, y entoces se apartaron luego partio de carrera Don Pedro dejando en aquel citio donde sucedio el paso, y dejo ay el caballo en cillado, paragua y sombrero, y el que declara le dijo que no corriera que no dejara sus trastos que ya por lo que habia pasado, ya estaba todo acabado, y luego se vino para el moral el declarante, ya desmayandose, y estando ya en la caza de Antonio Angulo pidio el padre para confesarse, y Don Pedro se marcho para San Juan que lo que ha declarado es la verdad en que se afirma y ratifica, y leyda que le fue su declaracion dijo estar bien escrita que es de edad de cinquenta años poco mas o menos no firma por estar el pulso tremul de la misma /fol 99 enfermedad hagalo yo con los testigos de actuacion de que certifico

Juan de Dios RojoJose Toribio AngelJose Maria Angulos

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Documento Nº 16 Oficio del Cabildo de Mérida al general Bolívar.109

Sabiendo este cabildo que vuestra señoría se acerca a esta ciudad con sus tropas, y estando ya nosotros en li-bertad por habernos desamparado en la noche anterior el comandante militar que estaba aquí con su destacamento, remitimos cerca de usía al brigadier don Gabriel Valera, para que, como nuestro diputado, le felicite a nuestro nom-bre y de los compañeros que están unos ausentes y otros enfermos, por su favorable arribo, y que poniendo a su disposición la ciudad y vecindario, pase a tomar posesión quieta y pacífica; suplicándole que por el mismo hecho de venir en nuestro favor, no consiente que sus tropas agra-ven las ruinas, miserias y extorsiones que ha padecido esta desgraciada ciudad, que son tan notorias. Sin embargo de la ruina causada por el terremoto, y de que apenas ahora empieza a haber habitaciones, que damos proporcionando los alojamientos posibles para el ejército y los víveres que puedan conseguirse.

Dios guarde a vuestra señoría muchos años.

Mérida, 18 de abril de 1813.

S. Ignacio Rivas, Gabriel Valera, Luis Cerrada, Vicente Uzcátegui, José Gerónimo López.

109 Guillermo Hernández de Alba (compilador). Archivo Nariño 1812-1815. Bogotá, Fundación para la Conmemoración del Bicentenario del Natalicio y el Sesquicen-tenario de la Muerte del General Francisco de Paula Santander, 1990, T. V p. 150.


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Documento N° 17 Causa de Infidencia contra Mariano del Pino. (Extracto)110

Valencia 21 de abril de 1813.

Autos: Sebreseasé en la continuacion de esta causa, declarandose a Don Mariano del Pino comprendido en el decreto de quince de octubre de ochocientos diez y en consecuencia pongasele en plena libertad con /fol 129 restitución de los bienes que se le havian embargados con calidad de prestar el juramento de la constitucion politica de la Monarquia ante el gobernador de Maracaybo a quien le dirija la competente real Provision=

SS. Decano Regente Heredia

110 Archivo General de la Nación. Sección Causas de Infidencia. Tomo XII. Expe-diente 2. Folios 129-129v.

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Documento Nº 18Comunicación de Bolívar al Presidente de la Unión, refe-rida a una carta que le envió Francisco de Paula Santander desde Bailadores, fechada el 24 de abril.111

Excmo. señor Presidente de la Unión.

Excmo. señor:

He recibido el oficio que en copia adjunta dirijo á V.E., acompañado de uno que me hace el mayor Santander, que dice así:

“Señor General: “Un mozo que ántes de ayer 22 salió de nueva Mérida,

ha dado muy circunstanciada noticia del estado del enemi-go, que ha retirándose precipitadamente de aquella ciudad hácia Trujillo, despues de que por el puerto de Escalante se le fugaron muchos soldados que, llenos de miseria y ocupados del terror más espantoso, han tratado de ir á refugiarse á Maracaibo. El que ha traido esta noticia es un mozo de bien, que fué enviado por el C. Pulido á averiguar la situación de Correa.

“En esta parroquia se han aprehendido algunos tras-tos de los emigrados, que no valen cosa. Entre ellos cinco piezas de bayeta y alguna loza fina, que he vendido para enterar su producto en la Proveeduría. He hecho embargar las haciendas de Don Clemente Molina y Dón José Chacón,

111 Memorias del General O’Leary. Documentos. Caracas, Imprenta de la “Gaceta Oficial”, 1881. T. XIII pp. 195-196.


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y que administradas, sus productos sean para proveer la tropa. Mañana mando al hato del primero á sacar ganados y recoger mulas. Tambien he mandado moler 24 fanegas de trigo del español Vilardell, y algunas cañas de Molina. Ultimamente, he comisionado un sujeto para que abra el camino de Mocoties.

“Hiciera tambien cortar los platanales de la costa, si fuese obra de uno ó dos dias. Falta dinero, arroz y prin-cipalmente sal. Estos renglones son muy necesarios, y su escasez inpone al soldado y compromete al Jefe á que no les pueda ni áun responder. Us. lo conoce bien y lo sabe.

“No ha ocurrido más novedad. Dios guarde á US. muchos años.

“Bailadores, Abril 24 de 1813, 3°-Francisco de Paula Santander.

“Señor General C. Brigadier Simón Bolívar” -Lo tras-lado á V. E. para su inteligencia y satisfacción.-Dios guarde á V.E muchos años. Cuartel General de Cucúta, Abril 28 de 1813, 3°

Simón Bolívar.

P.D.- Acompaño las declaraciones originales que han dado algunos desertores y vecinos de Venezuela que se me han presentado.

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Documento Nº 19Noticias favorables a la libertad del Reino. Estado del enemigo.112

(…) En declaración jurada que dio el ciudadano Vi-cente Barrios, natural de Mérida, en San José de Cúcuta a 26 de abril, dijo: que salió de Carora el 30 de marzo; que en el pueblo de Estanques encontró al coronel Correa que, según supo, iba para Mérida; que dicho coronel llevaba 300 hombres, la mayor parte inútiles, un cañon y tres cajones de pertrechos. (…) José Tomas Pérez dijo también bajo ju-ramento: que cuando Correa pasó por Bailadores llevaría 400 hombres; pero que según ha sabido después, casi todos se le han desertado.

112 Guillermo Hernández de Alba (compilador). Archivo Nariño 1812-1815. Bogotá, Fundación para la Conmemoración del Bicentenario del Natalicio y el Sesquicen-tenario de la Muerte del General Francisco de Paula Santander, 1990, T. V pp. 149-150.


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Documento Nº 20Instrucciones dadas por el Brigadier Bolívar al ciudadano Cristóbal Mendoza para ejercer la gobernación de Mérida. 28 de abril. 113

El ciudadano Cristóbal Mendoza, miembro que fué del Poder Ejecutivo federal de Venezuela, está encargado de pasar inmediatamente á la ciudad de Mérida á cumplimen-tar á la Municipalidad por su lealtad y esfuerzos patrióticos por el anterior sistema de gobierno independiente.

De manos del mismo Cuerpo municipal recibirá la autoridad suprema para regir y gobernar los pueblos de aquella provincia en nombre de la República de Venezuela, interin determina el Congreso de la Nueva Granada lo que tenga á bien acordar sobre la naturaleza y forma de gobierno bajo la cual deban administrar los paises reconquistados.

El principal objeto de esta comision se dirije á resta-blecer el antiguo órden de cosas en la ciudad de Mérida y sus dependencias para cuyo fin adoptará el titulo de Gobernador de la provincia, al cual le corresponderán las atribuciones de que estaba revestido el Poder Ejecutivo del Estado.

Por esta declaración queda determinada la extension de sus facultades y deberes, teniendo por autoridad sobera-na la del Supremo Consejo de la Nueva Granada, entre tanto se restablece el Gobierno de la República de Venezuela.

Será un encargo especial del Gobernador de la provin-cia el promover y fomentar la insurrección de los paises

113 José Félix Blanco y Ramón Azpúrua: Documentos para la Historia de la vida pública del Libertador. Caracas, Comité ejecutivo del Bicentenario de Simón Bolívar, Ediciones de la Presidencia de la República, 1978. T. IV pp. 577-578.

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subyugados por el Gobierno español; y para este efecto empleará los medios mas eficaces, entre los cuales tendrá el primer lugar, la recoleccion de gente, armas y dinero que serán empleados en la defensa y propagacion de la libertad.

Hallándose la República en una completa disolucion, el Gobierno de la provincia está plenamente autorizado para obrar conforme á las circunstancias, sin ceñirse á la letra de las leyes y constituciones, teniendo por único principio y regla de conducta, que la salud del pueblo es la ley suprema.

El Gobernador de la provincia se entenderá con el Ge-neral en Jefe del Ejército directamente en todo lo relativo á la guerra y sus elementos, teniendo en esta parte las órdenes de este como emanadas de la autoridad soberana, á ménos que el Soberano Congreso determine otra cosa.

Cuartel general en Cúcuta, Abril 28 de 1813, 3° de la Independencia.

Simon Bolívar.


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Documento Nº 21Oficio dirigido desde Cúcuta el 28 de abril a la Munici-palidad de Mérida, anunciándole la misión de Cristóbal de Mendoza y el envío de tropas.114

Muy Ilustre Municipalidad de la Ciudad de Mérida:

Con suma satisfacción y aprecio he recibido el oficio de VV.SS. Comunicado desde La Grita por el Diputado de esa Municipalidad ciudadano Gabriel Valera, en que con-gratulándose por la ventaja con que se acercan las armas de mi mando, se sirven poner a mi disposición esa ciudad y su vecindario, para que pase a tomar posesión de ella, previniendo al efecto los alojamientos y víveres posibles para la tropa. Y dando a VV.SS. las más expresivas gracias por tan honrosa y grata demostración, envío al ciudadano Cristóbal de Mendoza, miembro que fue del Supremo Po-der Ejecutivo Federal de Venezuela, para que a nombre de los Estados Unidos de él, tome la posesión que esa ciudad ofrece, y administre su gobierno entre tanto que se organi-ce, según lo determine el Supremo Congreso de la Nueva Granada, conveniente a su Constitución, llevando para la guarnición el número de tropa que por ahora conceptúe suficiente.

No duden VV.SS. con la inmunidad y todo buen tra-tamiento de los vecinos y habitantes americanos de ese territorio, pues para ello doy las órdenes necesarias.

Dios guarde a VV. SS. muchos años. Cuartel General de Cúcuta, abril 28 de 1813, 3°. Simón Bolívar.

114 Escritos del Libertador. Caracas, Sociedad Bolivariana de Venezuela, 1968. T. IV. p. 223.

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Documento Nº 22 Santander, descontento.115

Bailadores, 29 de abril de 1813

Coronel Manuel del Castillo

Mi coronel y distinguido amigo:

Anoche recibí la de usted con la copia de la deter-minación del congreso en orden a nuestras marchas para Venezuela. Mucho nos hemos consolado y será lo que nos ha podido preservar de volvernos locos. Pintar nuestra desesperación en estos paises, no es para una carta, pero cualquiera puede figurársela cuando se imagine unos pueblos miserables, enemigos, una época de invierno y unas tropas enfermas, sin dinero, sin víveres y hasta sin sal. Venga todo en hora buena en beneficio de nuestra común felicidad.

¿Con que ha notado usted acrimonia en mí? Tal vez tomé la pluma en uno de los momentos de mayor deses-peración, y tal vez acabando de ver y oír a Bolívar. No crea usted que he tenido ànimo de ofenderle, ni que yo haya pensado que nos hubiese dejado abandonados a nuestra suerte. ¿Santander incomodar a Castillo? No, mi amigo; aunque mil causas las más justas se hubieran reunidos para inspirarme un sentimiento, de usted jamás hablaría en un

115 Andrés Montaña (compilación). Santander y los ejércitos patriotas 1811-1819. Bogotá, Fundación para la Conmemoración del Bicentenario del Natalicio y el Sesquicentenario de la Muerte del General Francisco de Paula Santander. 1989. pp. 38-40.


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tono acre ni duro, a un jefe que respeto con afecto, que amo demasiado y a quien le debo… Dejemos esto, mi coronel, y córrase un velo sobre mi carta anterior.

La abertura de la que me escribe don Frutos ha sido muy bien hecha. Haga usted siempre lo mismo con cuantas se me dirijan, sean de quien se fuere, y esto no había sido necesario repetirlo si usted no me hiciese agravio averi-guandome mi parecer en este asunto.

He observado mucho a Yepes y Uscátegui. El primero me descubrió cierta trama que el segundo tenía ya fra-guada con Bolívar, de reducir a que viniesen a Bailadores los dos capitanes, que al mismo tiempo vendría Briceño con su caballería, y entre los dos avanzarían hasta donde quisiesen. Yo tomé el partido de prohibir a Uscátegui su marcha; tomé las compañías de Yepes y D’Elhúyar y vine a ocupar esta parroquia en donde quedará mandando D’Elhúyar, pues yo mañana voy a La Grita. De Yepes no hay que desconfiar en manera alguna: es hombre de bien y tiene honor.

El mando del batallón no se me quitará aunque venga el demonio mismo. Con licencia de Bolívar para irme a Cu-cutá, no lo he hecho por evitar un comprometimiento con nuestra ausencia. “Si no van nuestros oficiales, nosotros no vamos tampoco” dicen los soldados generalmente.

Ya usted estará informado de mi debate con Bolívar. Le hablé con sobrada claridad y entereza, y sé que me he ganado un partido con él por esta resolución. Tres veces le he pedido dinero, arroz y sal. Nada ha venido después de que dos días ha comido la tropa sin sal: vea usted el papelito de Lamprea a mí. Si en este pueblo no embargo una carga y unas reses, nos hubiéramos muerto de hambre. En estos terminos se lo he escrito ayer a don Frutos dándole una

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noticia muy circunstanciada de nuestros debates y recelos. Algún día verá usted la copia que tengo de esta carta. Hoy he escrito a Bolívar con la última claridad. Le he dicho que sin dinero y sin víveres no hay soldados, y que en estas circunstancias yo ni puedo ni debo responder de alguna deserción; que así como los honores y las glorias son comu-nes al ejército desde el general hasta el último soldado, así deben ser las incomodidades y trabajos; que al descontento que ya animaba a la oficialidad desde atrás, se ha reunido el justísimo disgusto que le ha causado el verse abandonada hasta el extremo de comer sin sal por dos días y otras mil cosas de este jaez. Todo esto se lo he dicho a consecuencia de acompañarle un oficio del comandante de Mérida en que m dice que tienen 11 fusiles y cuatro pedreros que dejó el enemigo a tiempo de retirarse para Trujillo. Vea usted mi contestación en esa copia.

No me alcanza tiempo para decirle otras mil cosas. Aquí he hecho yo las de usted en Honda. He embargado haciendas, he impuesto multas, he recogido donativos y he aprehendido algunos intereses aunque despreciables. De todo he hecho al oficial comisionado hacer su cuenta para pasarla a Bolívar y enseñarle mudamente que no hacemos la guerra para utilizarnos individualmente sino para uti-lizar al Estado.

D’Elhúyar, Lamprea, Yepes y todos los demás, sin excepción, saludan a usted. Yo lo hago con las más afec-tuosas expresiones a Girardot, Andrade, Ramírez, etcétera y Concha.

Sobre mi madre agradezco sus buenos oficios sobre mi corazón; no desmaye usted en consolarla. Un día de estos más desocupados me voy a descansar. Tengo la cabeza intratable. Comando, mayorías, proveedurías,


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guardias, embargos, quejas, tales son las barbas que tengo encima.

Crea usted siempre que soy su reconocido amigo y compañero que más lo estima.

Francisco de Paula Santander.

Digame cómo se puede conciliar la necesidad de pasar nosotros al territorio granadino con la de guarnecer los puntos reconquistados. Bien que en llegando el auxilio de Santafé, él será el que debe hacer este servicio. Trate usted de que se nos provea de dinero, tanto para completar los prests de este mes, como para el suplemento del que va a entrar pasado mañana. Igualmente arroz y sal; de ningún género de éstos hay un grano, y todos vienen a ocurrir a mí como si yo tuviera almacenes de vívers. Vale. Rúbrica.

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Documento Nº 23El general Bolívar pone en consideración del Gobierno de la Unión las instrucciones con que mandó al ciuda-dano Cristóbal Mendoza a encargarse de la Goberna-ción de la Provincia de Mérida.116

Oficio de Bolívar al Poder Ejecutivo.

Excmo. Señor.

Tengo el honor de dirigir á V. E. las instrucciones que he dado al ciudadano Cristóbal Mendoza, que ha marchado ya á tomar posesion del gobierno de la provincia de Mérida, bajo la protección del Congreso de Nueva Granada, y á nombre de la República de Venezuela, con las facultades y restricciones que correspondían al antiguo Poder Ejecutivo provincial de aquel Estado.

No sé si el término medio que he adoptado y las atri-buciones de que he revestido al Gobierno de Mérida tienen la fortuna de obtener aprobación de V. E. como lo deseo sinceramente, pero en el caso contrario, que sin duda me será muy sensible, nos queda siempre el recurso de tomar la forma, que V. E. quiera darle á nuestro gobierno provisorio, sin que por mi parte haya la menor repugnancia, en some-terme ciegamente á las sabias determinaciones de V. E. y del Soberano Congreso de Nueva Granada, al cual debemos nuestra renaciente libertad y deberemos en lo sucesivo los bienes que quiera concedernos la fortuna.

116 José Félix Blanco y Ramón Azpúrua: Documentos para la Historia de la vida pú-blica del Libertador. Caracas, Comité ejecutivo del Bicentenario de Simón Bolívar, Ediciones de la Presidencia de la República, 1978. T. IV p. 577.


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Esta forma de gobierno, me parece, si no me engaña el amor propio, muy adecuada para conciliar la natura-leza del anterior Gobierno Federal de Venezuela, con el sometimiento que es debido y conveniente al de la Nueva Granada y á sus gefes militares, para de este modo lograr que los pueblos consigan la esperanza de ver restablecido su deseado Gobierno Federal, y al cual tienen una firme ad-hesión, sin las trabás y embarazos que podrían producirnos unas autoridades independientes, que no reconociesen un centro, y se opusiesen quizá algunas veces, ó retardasen por lo ménos las operaciones militares, á cuyos gefes no estuviesen subordinados.

V.E. rectificará con su madurez y tino, las faltas que se noten en las mencionadas instrucciones, que pueden admitir algunas restricciones ó amplificaciones, como V. E. tenga á bien.

Tengo el honor de presentar á V. E. mis humildes respetos.

Dios guarde á V. E. muchos años. Cuartel General de Cúcuta, Abril treinta de mil ocho-

cientos trece, tercero. Simón Bolívar.

Excmo. Señor Presidente de la Unión.

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Documento Nº 24Consulta sobre entrega de Compañía.117

La Grita, 3 de mayo de 1813

(Urgente)

Señor coronel ciudadano Manuel del Castillo

Acabo de recibir una orden del señor brigadier ciuda-dano Simón Bolívar para que dé una compañía al ciudadano Cristóbal Mendoza para que siga hasta Mérida.

No viniendo ella por conducto de usted y estando el ejército en el estado más peligroso, como usted lo sabe, la he reclamado en atención a que de su no inmediato cumpli-miento no resulta perjuicio alguno; lo aviso a usted para que me diga si debo entregar la compañía que se pide por orden del general, o si estamos todavía en el caso de no avanzar más adelante sin el cumplimiento de las condiciones que el supremo congreso ha puesto.

Dios guarde a usted muchos años.

(Nota: no tiene firma, pero es de letra de Santander (Francisco de Paula) y suya por el contexto)

117 Andrés Montaña (compilación). Santander y los ejércitos patriotas 1811-1819. Bogotá, Fundación para la Conmemoración del Bicentenario del Natalicio y el Sesquicentenario de la Muerte del General Francisco de Paula Santander. 1989. pp. 44-45.


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Documento Nº 25Apuntamientos diarios (Históricos) de Don Antonio Igna-cio Rodríguez Picón, con notas de Gonzalo Picón Febres.118

(…) Hoy 6 de mayo de 1813 llegué a mi Patria (Mérida) después de un año de ausencia, en el que pasé los mayores trabajos en prisiones, grillos, cadenas, bóvedas, y pontones en Puerto Cabello, hambres, desnudeces, insultos, y en una palabra, todo género de incomodidades y desdichas, sin otro delito que haber abrazado la causa del patriotismo, jurando la independencia de España.

25 de mayo de 1813. –He presentado y entregado mis hijos Francisco, Jaime y Gabriel al General Bolívar, acla-mado Libertador por este pueblo. Parece hombre extraor-dinario, y hace pensar mucho con respecto al porvenir. Su elocuencia corre como un río.

118 Gabriel Picón Febres. El Apellido Picón en Venezuela. Impreso por Primitivo Quero Martínez. 1922. pp. 58-59.

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Documento Nº 26Solicitud del Cabildo Eclesiástico de Maracaibo sobre que se radique en aquella capital la permanencia de Catedral. 13 de mayo.119

Señor= Con motivo de la ruina de la Ciudad de Mé-rida, cabeza de este Obispado, por el terremoto del 26 de Marzo de 1812, y de su pacificacion por las tropas del Rey, dio el Gobernador Don Pedro Ruiz de Porras, órden para la traslación á esta Ciudad de las alhajas de la Catedral, Cabildo Eclesiástico, Seminario y Monjas. El Cabildo Ecle-siástico por entonces estaba reducido al Dean y Canónigo que representamos por la vacante de una Canongia de oficio, y otra de merced, y por la fuga y complicacion en los asuntos de la insurgencia del resto de Prebendados. Conocimos que la provisional traslacion decretada, era muy necesaria en tales circunstancias, porque ni había Iglesia donde poder celebrar los Oficios divinos, ni Ministro, ni clases, ni cursantes, ni casa para estudios, y aun las Monjas se hallaban reducidas á unas chozas en un pueblo ó lugar distante 7 ú 8 leguas de la Ciudad, á donde se habían re-tirado de resultas de la ruina del terremoto. Sin pérdida de tiempo, dimos parte á la Suprema Regencia; lo mismo se hizo también por su parte, el Dean Provisor Capitular, expresando los fundamentos que nos habían movido á llevar á efecto aquella providencia, y solicitando la supe-rior aprobación. La debilidad del tal Gobernador Porras, luego que supo su separación del gobierno de esta Ciudad,

119 Maracaybo representado en todos sus ramos por su hijo diputado á cortes don José Domingo Rus Ortega de Azarraullia. Madrid. En la imprenta de Vega y Compañía. MDCCCXIV. pp. 149-150.


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dió orden para que se suspendiese la traslación ordenada hasta la resolución de la Suprema Regencia, ó de V. M. , la que causó el mayor trastorno, según las providencias tomadas, y lo peor fué abrir camino á los habitantes de la desidente Mérida, para promover recursos, y valerse de los medios mas iniquos, para impedir la translación. Luego que el Capitan general Fernando Miyares tomó posesión del gobierno de esta Provincia, á nuestra solicitud volvió á ratificar la órden de la provisional translacion: mas como para entonces había conseguido con obreccion y subreccion los de Mérida, provision de la Audiencia del distrito para que se detuviese la translación hasta tomar los informes convenientes, sin embargo de que por ser providencia gu-bernativa, no debía impedirse la execusion, lo llevaron á efecto los de Mérida, logrando así la oportunidad de negar todo auxilio para el transporte, como se habían propuesto. Nuestras tropas que defendían el punto de Cucuta, fue-ron dispersadas de él por los enemigos, y se replegaron á los de la Grita como á tres jornadas de Mérida; y á poco despues tambien acometieron á aquel punto, y obligaron á las mismas tropas del Coronel Correa á desampararlo, y seguir su retirada, quedando á disposicion de los enemigos toda la jurisdiccion de Mérida, donde nos hallábamos. En tales circunstancias, y viendo la grande adhesión de tales vecinos á los enemigos, el disgusto con que nos miraban, por haber propendido á la translacion, que aseguraba todas las alhajas de Catedral, Seminario y Monjas, con nuestra oposicion al errado sistema de los enemigos de la Nacion, y que en tales circunstancias quedaban nuestras vidas en el mas eminente peligro, tomamos la deliberación de reti-rarnos, dexando aun nuestros propios intereses, pues no solo se nos negó todo auxilio para su extracion, sino que

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aun hubo atrevidos en Mérida, que en la mitad del dia nos hiciesen fuego para impedir nuestra huida, que lograron turbarla, llenándonos de la mayor consternacion. No nos olvidamos de dar las providencias oportunas, para que se asistiese al Monasterio de Monjas, como convenia á su estado y honor, y que fuesen socorridos en lo espiritual los Pueblos ocupados, tirando á precaver algún cisma fatal, y otros males que eran consiguientes á la incomunicacion, con perjuicio de la Religion y de las almas. El 29 de abril anterior llegamos á esta Ciudad, donde hemos determina-do aguardar las órdenes de S. M., sin que en el entretanto nos quede otro arbitrio que aplicar las misas diarias, pero sin otro uso de nuestro instituto por el estado á que nos ha reducido nuestra fuga de Mérida, dispersión de Ministros, para sus solemnidades, y la pérdida ú ocupación de alhajas y ornamentos. Y si V. M. se digna radicar aquí, como lugar de más seguridad y proporciones, la permanencia de la Ca-tedral, Seminario y Monjas, poder tomar las providencias oportunas, principalmente si se consigue la desocupacion de enemigos del resto de la Provincia. Dios guarde á V. M. muchos años. Maracaybo 13 de Mayo de 1813=Señor= Licenciado Francisco Xavier de Irastorza.


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Documento Nº 27Comunicación de Vicente Campo Elías para Cristóbal Mendoza. Mérida. 13 de mayo.120

Ciudadano Cristóbal Mendoza.

Mi más querido y estimado señor:

Con la mayor complacencia he recibido su favorecida, á que contesto diciendo: que sin embargo de que los espías que tengo en la raya no me han dado parte ninguno de los movimientos del enemigo, sé por algunos pasajeros fidedignos, que aquellos se hallan en Betijoque, Escuque é Isnatu, en número como de 300, que son los que fueron derrotados; los caracheros que se han presentado son 150, muy mal armados, y áun he entendido que á éstos los han mandado de Tinaco.

Trujillo niega sus auxilios, y los más de los hombres andan prófugos, esperando una coyuntura de sacudir el yugo que tanto los ha oprimido. Por la parte de Barínas hay 70 hombres en la Cochinilla con avanzada de 10 en la Zapa; me han asegurado que éstos están con el destino de cortar el puente á la primera noticia que tengan de la aproximación de nuestras tropas.

Quedo impuesto de la consulta que me dice ha hecho al General; pero permítame U. el que le diga con confianza que aquí no aspiramos más que á sacudir la tirana opresion de nuestros mortales enemigos, pues el método de gobierno


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será el que convenga á la seguridad comun. En el dia se halla toda Venezuela en fermentacion, y seria muy oportuno con la mayor brevedad lograr esta buena ocasion, pues segun lo aterrado que están los regentistas, con la fama de lo aguerridas de las tropas reinosas, me parece que se puede ir á Carácas á poquísima costa.

Los Caparúes, principalmente el Juan Antonio, han sido perjudicialísimos: á Molina siempre se le ha perseguido por inadicto á nuestra causa. Por hallarme con poquísima fuerza, no me ha sido posible el cubrir el punto de Chigua-na, y porque en este pueblo se nota bastante venalidad; no sé si lo atribuya á desafecto á la causa, ó á que Correa, al pasar por aquí, amedrentó tanto á algunos señores con las amenazas de su vuelta, que no se han determinado á decidirse, por cuya causa me ha sido preciso mantener aquí la poca fuerza que hay, por en algun modo evitar la correspondencia que pudiera haber con los enemigos.

Antes de ahora se habia dado disposicion para ase-gurar á Bustos, Fernández y Montilla, de Timotes; pero el comisionado aunque es de toda confianza, no supo cumplir con el encargo, y porque considero que aquellos nos perju-dican mucho, he determinado el mandar un piquete de 25 hombres de caballería á dar un paseo militar, y de paso ver si pueden echar mano á los dichos y á Tomas Valero, que me han asegurado está en las Agujas intrigando cuanto puede.

Acompaño á U. en el gusto que habrá tenido con la vista de mi señora su madre, hermanas y niñas, y deseando á U. completa salud, queda á su disposicion su afectísimo y seguro servido,

Q.S.M.B.

Vicente Campo de Elías.


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Documento Nº 28El Brigadier Bolívar da cuenta al Gobierno Granadino de su entrada a Mérida, provincia venezolana, y le envía la proclama que expidió en Bailadores. 24 de mayo.121

Oficio de Bolívar al Gobierno granadino.

Excmo Señor.

Ayer he tenido la satisfaccion de entrar á esta ciudad capital de la provincia de Mérida, donde se hallaban ya la vanguardia, centro y retaguardia del Ejército.

De tránsito en Bailadores creí conveniente publicar la proclama, que en copia tengo el honor de incluir á V. E., para ver si de este modo se consigue el que los que emigra-ron con Correa, y los que se escondieron en los montes se restituyan á sus casas á vista de la bondadosa generosidad con que les ofrezco serán tratados con tal que desistan del error en que incurrieron.

La escasez de caballerías ha detenido en la Grita la re-serva, que deberá llegar mañana ó pasado mañana, pues en el camino he hallado las mulas que este Gobernador dirijia hácia allí para que se moviese.

La misma detencion ha padecido el parque de artillería que dejé en San José: pero creo que pronto se pondrá en marcha, y lo espero dentro de mui pocos dias con el coronel Ríbas, á quien dejé allí para que activase la salida.

121 José Félix Blanco y Ramón Azpúrua: Documentos para la Historia de la vida pú-blica del Libertador. Caracas, Comité ejecutivo del Bicentenario de Simón Bolívar, Ediciones de la Presidencia de la República, 1978. T. IV pp. 594-595.

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Mañana saldrá la descubierta y el dia despues la van-guardia hácia Betijoque, á donde se ha atrincherado Correa con 200 hombres, creo que con ánimo de embarcarse por la Laguna, si es otra vez derrotado.

Luego que hayamos tomado ó expulsado enteramen-te al enemigo, pasaré mi Cuartel general á la ciudad de Trujillo, con el objeto de atacar el pueblo de Carache, en donde segun dicen, hai 200 o 300 hombres de sus cercanías, armados por los españoles.

Por la parte de Barinas tenemos un destacamento avan-zado de 80 hombres en el lugar de las Piedras, á la entrada de los Callejones, posicion mui ventajosa, que de esta ciudad mandaron á ocupar ántes de nuestra llegada para impedir cualquiera incursion que el enemigo quisiese hacer: el cual se halla á 4 dias de distancia de nuestra avanzada en número de 100 hombres, aunque no todos con fusil.

Yo creo que las tropas españolas que ocupan la pro-vincia de Barinas, bien pronto serán desalojadas, ya por el efecto de los movimientos de las fuerzas de Casanare y de las de Briceño, y ya por los nuestros, que ellos pueden temer sean dirijidos á cortarles la retirada por Guanare ó Boconó. De todos modos es mui conveniente que enviemos un destacamento de 200 hombres hácia la capital de Barínas á protejerla para que no sea aniquilada por los enemigos, ó por las tropas de Briceño y á sacar algunos caudales de aquella provincia para la subsistencia del Ejército que bien los necesita, pues es imposible, que entre Mérida y Trujillo puedan alimentarlo ni dos meses siquiera, porque se hallan tan aniquiladas que á pesar del sublime patriotismo que anima á los habitantes de este Estado, y de los inauditos esfuerzos que hacen por socorrernos con dinero, apénas lo-graremos algunos miles de pesos, sin esperanza de obtener mas auxilios para lo futuro.


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El Ejército está mui bien animado y animoso de mar-char rápidamente hácia Carácas, tanto porque desea ir á libertar á sus hermanos, como porque ve que es mas fácil de lo que se pensaba destruir á los opresores de Venezuela. Por todas las noticias que nos vienen de Valencia, Puerto Cabello y ciudades del interior, estamos informados del estado de debilidad en que se halla el enemigo, de la fuerza que ha tomado el espíritu público entre los patriotas por consecuencia de las operaciones de Cumaná y de nuestro Ejército: todos unánimemente nos pintan esta campaña mui fácil, y todos nos dicen que este es el momento de obrar rápidamente para aprovechar tan bella oportunidad, la cual se perderá quizá para siempre si dejamos reforzar á los enemigos con tropas españolas que les deben venir por momentos, por lo ménos cuando espera la España que será mui pronto.

Por la declaracion del ciudadano Francisco Ponce, que hace 12 dias llegó á Valencia en compañía de los ciudada-nos Ignacio y Francisco Picon y el ciudadano José Jugo, se impondrá V. E. de la verdadera situacion de aquel pais. Debemos dar crédito á este sugeto porque es un ciudadano rico de aquí, honrado y mui buen patriota, y además es español. La relación que hace Ponce está confirmada por sus compañeros de viaje, y principalmente por Jugo que es hijo de Carácas y un excelente militar que ha servido junto conmigo en las campañas de Venezuela y conozco ser hombre fidedigno.

Todo lo que yo deseo por ahora es que V.E. se digne facultarme para obrar segun las circunstancias, porque de otro modo es imposible que obtengamos ventaja alguna, hallándome delante de un enemigo que se conduce segun le conviene, sin consultar mas que su interes y salud. Yo

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encarezco esta súplica, porque conceptúo de absoluta nece-sidad la órden que solicito de V. E. sin la cual lo perderémos todo quizá.

Dios guarde á V. E. muchos años. Cuartel general de Mérida, Mayo 24 de 1813. Simón Bolívar.

Al Exmo. Señor Presidente de la Union.

(Igual á este se pasó uno al Gobierno de Cartagena)


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Documento Nº 29Orden que le envía Simón Bolívar al capitán Hermóge-nes Maza. Mérida 25 de mayo.122

Ciudadano Capitan Hermógenes Maza.

Incluyo á U. el itinerario que debe U. seguir en su marcha hácia Trujillo, la cual debe dirijirse á perseguir al enemigo, si se hallase en Betijoque todavía, y no fuese de fuerzas superiores á la de U; y en caso de haber abando-nado Correa aquel punto, marchará U. hacia la ciudad de Trujillo, con el objeto de cortar la retirada á los bandidos de Carache, que se han internado hasta Niquitao, los cuales serán atacados de frente por el Capitan D’Eluyar por la vía de Durí. En todo obrará U. segun sea más conveniente y conforme á las circunstancias.

Dios guarde etc.

Cuartel General de Mérida, Mayo 25 de 1813.-3°.

Simón Bolívar.

122 Memorias del General O’Leary. Documentos. Caracas, Imprenta de la “Gaceta Oficial”, 1881. T. XIII p. 242.

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Documento Nº 30Orden de Bolívar al coronel José Felix Ribas, fechada en Mérida, el 25 de mayo, con instrucciones para la campaña.123

Ciudadano Coronel José Félix Ribas.

Inmediatamente que reciba V. S. esta orden tratará de ponerse en marcha con todos los soldados que hayan que-dado dispersos o retardados en ese Cuartel y los inmedia-tos, y con las municiones de fusilería que no hayan venido todavía, o se hallen detenidas por el tránsito.

Espero que V.S. tomará las medidas más convenientes para arreglar las marchas con tal orden, que ni las tropas, ni los bagajes queden dispersos, y sin una seguridad capaz de inspirarnos la confianza de que vengan prontamente y sin peligro.

En cuanto al parque de artillería, dará V.S. las disposi-ciones para que parta sin dilación alguna, luego que lleguen las caballerías; pero los fusiles sobrantes y principalmente los de Cundinamarca vendrán por delante para que no se descompongan o extravíen, y en cuanto a las bestias que se encuentren en el camino, se servirá remitirlas a San José para que vuelvan a traer los pertrechos que allí quedaren.

Dios guarde a V. E. muchos años. Cuartel General de Mérida, mayo 25 de 1813. 3°. Simón Bolívar.

123 Escritos del Libertador. Caracas, Sociedad Bolivariana de Venezuela, 1968. T. IV. pp. 278-279.


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Documento Nº 31Comunicación de Bolívar al Presidente de la Unión, fe-chada el 26 de mayo, con informes sobre la campaña de Venezuela.124

Al Excmo. señor Presidente de la Unión.

Excmo. señor:

Tengo el honor de incluir a V.E. La adjunta declaración que el Presbítero ciudadano Luis Oballe, cura del pueblo del Morro en esta Provincia, ha dado sobre el estado de Venezuela, que como V.E. verá es el más favorable que puede presentar la fortuna. Monteverde prófugo; Cumaná en manos de mil franceses; los pueblos en insurrección; y las fuerzas españolas en el último grado de debilidad. ¡Oh, Excmo. señor, quién no vuela a socorrer a nuestros her-manos, que luchan por la libertad! ¿Y cuál no será nuestro dolor, si llegamos tarde, después de tantos sacrificios, o si sucumben ellos por falta de nuestros oportunos auxilios?

Yo espero con la más inmortal impaciencia la orden para manchar rápidamente sobre Caracas a cumplir mi profecía de fijar los estandartes de la Nueva Granada en los muros de Puerto Cabello y La Guaira; todo el ejército aspira por tener esta gloria, y no hay un solo cobarde en él, que se atreva a no desearlo.

Antes de ahora he ofrecido a V.E reconquistar a Vene-zuela con las solas tropas de mi mando. Repito la misma

124 Escritos del Libertador. Caracas, Sociedad Bolivariana de Venezuela, 1968. T. IV. pp. 279-280.

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oferta, pero con el sentimiento que es tanto más fácil esta empresa cuanto menos gloriosa. Nuestra descubierta ha marchado hoy; mañana marchará la avanzada, y sucesiva-mente el grueso del ejército hacia Betijoque y Carache, que es donde únicamente existen algunas reliquias de nuestros enemigos, que estarán extremamente acobardados con las noticias de la ausencia de Monteverde, que prueba una de dos cosas, o la desesperación de triunfar de nosotros, o in-minentes peligros por la parte de Cumaná, lo que siempre es un desaliento para las tropas partidarias de los opresores.

Dentro de dos meses podremos ver enteramente liber-tada la República de Venezuela, siempre que como lo espero del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión, se me autorice para obrar con arreglo a las circunstancias, pues de otro modo no aprovecharemos la bella oportunidad que se nos ofrece y perderemos el tiempo, como hemos perdido estos tres meses pasados, arruinado el errario, destruyendo el entusiasmo de las tropas y exponiendo la suerte del ejército sin ventaja alguna, y desperdiciando las que el enemigo nos ha presentado. Yo me tomo la libertad de exponer a V. E estas observaciones, para que se digne mirarlas con indulgencia, y tomarlas en consideración.

Dios guarde a V. E. muchos años.

Cuartel General de Mérida, mayo 26 de 1813. Simón Bolívar.


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Documento Nº 32Orden que le envía Simón Bolívar al subteniente Félix Acevedo. Mérida 27 de mayo.125

Ciudadano Subteniente Félix Acevedo.

Considerando que en la division que habia encargado á U. pueden suscitarse algunas desavenencias desagrada-bles, que tal vez trastonarán el servicio, retardándolo sino embarazándolo, por ir sujetos á las órdenes de U. oficiales de mayor graduacion que la suya, atendiendo á que yendo encargado del mando el Capitan Manuel Gogorza se corta este inconveniente, al paso que este podrá obrar con más expedicion, por ser práctico de los caminos: he resuelto entregar á este el mando de las compañías 1° del 5° y 3° del 4° que debia U. mandar, sin que U. tenga la menor queja ó sentimiento por esta remocion, pues estoy persuadido que U. cumpliria exactamente con su obligacion.

Se servirá U. entregar al ciudadano Capitan Gogorza el oficio é instrucciones que yo le pasé, acompañándole el itinerario.

Dios etc. Cuartel General de Mérida, Mayo 27 de 1813.

Simón Bolívar.


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Documento Nº 33Correspondencia de Simón Bolívar al Presidente del Poder Ejecutivo de la Unión. Mérida 30 de mayo.126

Excmo. Señor:

Tengo el dolor de incluir á V. E. copia del parte que el Comandante de armas de San Cristóbal, me ha dado sobre el suceso de las armas del Comandante Antonio Nicolas Briceño, y la lista de los individuos que han podido escapar del poder del enemigo.

V. E verá que la inobediencia de este intruso militar, lo ha conducido á su ruina y quizas á la muerte, arrastrando tras de sí á todos los imprudentes y desgraciados que tuvie-ron la mala suerte de seguirlo á una expedición desespera-da, sin armas de fuego, sin municiones, sin cartuchos, y áun sin valor; pues la accion se ha decidido vergonzosamente por la muerte de un solo caballo.

El enemigo podría tomar aliento con este inesperado suceso; pero como debe haber tomado declaracion á los prisioneros, que habrán dicho que aquel pequeño desta-camento no pertenecía á nuestro ejército, y marchaba sin órden, ni pertrechos, como una partida de bandidos, que tienen sólo por objeto el pillaje, se habrá desengañado de que las tropas de la Union marchan y combaten con más órden, y combaten con más valor.

Tanto porque este acontecimiento debe haber animado á las tropas de Barínas, como porque nos es importante no



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dejar por la espalda un enemigo que parece fuerte, soy de sentir que es indispensable tomar la ciudad de Barínas, y buscar al enemigo donde esté, para atacarlo, destruirlo ó dispersarlo, pero de modo que no se pueda reunir con las tropas de Carácas, por San Carlos ó Calabozo. Para obtener estas ventajas, me parece bien tomar á Guanare que dista diez y ocho leguas de la capital de Barínas, con el objeto de intentar por allí nuestros ataques.

Por la parte de San Cristóbal, es improbable que vengan los que están en Guasdualito, porque se encuentran con las tropas de Cúcuta que vendrían inmediatamente en socorro de San Cristóbal, y abandonan la mejor parte de su provincia á la expedición de Casanare, que les marcharía siempre por la retaguardia; y á más de perder nucha gente en el tránsito, por ser enteramente enfermizo, su retirada seria penosísima por la naturaleza de los terrenos por donde habia de transi-tar, y por la gran distancia de su Cuartel general.

En cuanto al camino que llaman de los Callejones, que seria la otra vía por donde podrían venir los enemigos á esta provincia, es tan fragoso y defendible, que yo no me atrevo á pasar por él, á pesar de ser más directo, y por consecuencia más corto.

Repito, que segun lo que tengo entendido, lo que más nos conviene por ahora es dejar asegurado el camino de los Callejones con un destacamento, y marchar de Trujillo á Guanare, despues de haber tomado á Carache, que es el único punto que tiene enemigos en Trujillo.

Dios guarde á V. E. muchos años.-Cuartel General de Mérida, Mayo 30 de 1813.-3.

Excmo. señor.

Simon Bolívar.

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Documento Nº 34Correspondencia de Simón Bolívar al Presidente del Con-greso. Mérida 30 de mayo.127

Excmo. señor. Presidente del Congreso, Encargado del S. P. E. de la Union.

Excmo. señor;He recibido los oficios que V. E., por medio del señor

Secretario, se ha servido dirigirme con fechas de 7 y 10 del corriente, comunicándome en el primero la comision que el Soberano Congreso ha tenido á bien nombrar para la direccion de las operaciones de este ejército, y los arreglos políticos que es necesario hacer en los pueblos que se vayan liberando en Venezuela; y en el segundo, la aprobación que V. E. se ha dignado dar á la medida que tomé con la Provin-cia de Mérida, nombrando al ciudadano Doctor Cristóbal Mendoza para que se encargase del Gobierno provincial, que está desempeñando con el acierto y luces que eran de esperar de su patriotismo y talento.

Deseo ardientemente ver llegar á este Cuartel General la comision que debe dirigir las operaciones del ejército, para que éstas se activen y logremos por este medio todas las ventajas que la fortuna nos presenta en las actuales circunstancias; las cuales nos son tan favorables, que casi sería imposible mejorarlas.

Dios guarde á V. E. muchos años. Cuartel General de Mérida, 30 de Mayo de 1813.-3°

Excmo. Señor. Simón Bolívar.

127 Memorias del General O’Leary. Documentos. Caracas, Imprenta de la “Gaceta Oficial”, 1881. T. XIII. p. 237.


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Documento Nº 35Orden de Bolívar, dirigida al Capitán José María Ricaur-te, fechada en Mérida, el 30 de mayo, con instrucciones relativas a la Campaña.128

Al Capitán José María Ricaurte.

Habiendo partido la descubierta al mando del Capitán Hermógenes Maza, y la avanzada al mando del Capitán Francisco Yepes, partirá V. inmediatamente con el cuerpo de vanguardia por el itinerario que acompaño. Por el camino de las Piedras ha marchado el Capitán Manuel Gogorza hacia el lugar de Niquitao, con objeto de purgar aquel pue-blo de unos bandidos que lo infestan, y marchar después hacia Trujillo a incorporarse con la vanguardia. En el lugar de Mendoza debe el Capitán Maza haber tenido noticia del estado del enemigo, que se halla en Betijoque. Siempre que las fuerzas contrarias sean inferiores a las nuestras, las atacará V. y procurará, por lo menos, desalojar a Correa de Betijoque, y obligarlo a que se embarque por la Laguna, en caso que no se puedan obtener mayores ventajas. Libre Betijoque de enemigos, y todo el tránsito hasta la ciudad de Trujillo, en donde debe ir la vanguardia a tomar cuarte-les, se procurará investigar cuál es la fuerza que tienen los rebeldes de Carache, para enviar inmediatamente contra ellos doble número de las nuestras, a fin de envolverlos, si es posible, hacerlos prisioneros y quitarles las armas. Esta operación se hará de modo que no pueda ser impedida por


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otras tropas enemigas que vengan por parte de Guanare, Carora o Tocuyo; en una palabra, se hará, siempre que no se tema con probabilidad un suceso desgraciado, por la separación de nuestras fuerzas de vanguardia.

En todo arreglará V. su conducta a las circunstancias, estando en su arbitrio el obrar como más conveniente sea al servicio de la Patria.

Cuartel General de Mérida, mayo 30 de 1813. 3°.

Simón Bolívar.


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Documento Nº 36Correspondencia de Simón Bolívar al Presidente del Poder Ejecutivo de la Unión. Mérida 31 de mayo.129

Excmo. Señor Presidente, Encargado del S.P.E. de la Union.

Excmo. Señor:

He recibido los oficios de V.E. De 13 y 14 del corriente, con las copias y proclamas que los acompañaban. Cum-pliendo las disposiciones de V. E. que en ellos se me comu-nican, he mandado publicar en la órden del dia la proclama, y la admision que el Soberano Congreso hizo á la dimision del Coronel Castillo, declarando vacante el empleo que éste obtenia en el ejército y 5°. batallon de línea.

Quedo enterado de la invitacion que se hace al Go-bierno de Pamplona, para que suministre al ejército fondos para su mantención.

Yo creo que si nuestros movimientos son rápidos, po-demos conseguir de estos países con qué sostener nuestro ejército hasta llegar á Carácas, despues de haber pacifica-do las provincias de Mérida, Trujillo, Barínas y la misma de Carácas; pero si son lentos, el enemigo podrá quizás preponderar sobre nosotros, á causa de la falta de medios para subvenir á nuestras necesidades, pues agotados todos los recursos posibles, no habrá despues modo alguno para adelantar nuestras marchas.

En cuanto á la severidad que debo usar con los deserto-res, será tal cual debe ser, para contener este gran mal en el


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ejército, simplificando la forma del proceso, hasta el punto de sólo probar la desercion, y castigar al delincuente con la pena capital. Si no adoptamos esta medida, tomaremos soldados aquí que dejaremos en Trujillo, en Trujillo toma-rémos otros que se quedarán en otra parte, y así jamás ten-dremos ejército. Este Estado nos ha dado 500 reclutas, que van muy voluntarios á servir á la Patria; pero internándose en Carácas, ya irán forzados y empezarán á desertarse. Es verdad que en todas partes encontraremos mil voluntarios que se agreguen á nosotros; mas esto no basta para lograr el completo de un ejército disciplinado y aguerrido.

Todos los dias llegan á este Cuartel General oficiales y personas fidedignas que nos aseguran el mal estado del enemigo, y los deseos que tienen los pueblos de vernos llegar á libertarlos.

Doy á V. E. las gracias por el inmerecido honor que el Soberano Congreso me hace en su proclama á los soldados del ejército de mi mando, que han marchado llenos del más sublime entusiasmo por la gloria de las armas de la Union, y por la libertad de sus hermanos de Venezuela.

La oficialidad del ejército ha sido la primera que ha mostrado su ardiente celo por el servicio de la Patria, an-siando encontrar al enemigo para destruirlo, y hacerle ver que las huestes de la Nueva Granada son invencibles.

Dios guarde á V. E. muchos años. Cuartel General de Mérida, Mayo 31 de 1813.-3°.

Excmo. señor.

Simon Bolívar.


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Documento Nº 37Oficio de Bolívar dirigido al comandante del 4° batallón, teniente coronel Atanasio Girardot, fechado en Mérida el 31 de mayo, con instrucciones para la Campaña.130

Ciudadano Comandante del 4° Batallón. Teniente Coronel Atanasio Girardot.

Estando V. nombrado Comandante en Jefe de la van-guardia, compuesta de todas las compañías de fusileros del 3°, 4° y 5° Batallón de línea que han marchado ya hacia la ciudad de Trujillo por los itinerarios, y con las instrucciones que tengo el honor de acompañar a V., le prevengo que inme-diatamente que reciba V. esta orden, parta a incorporarse al expresado cuerpo de vanguardia a ejecutar las disposiciones que se expresan en los oficios dirigidos a los Comandantes de los trozos que han salido de este Cuartel General.

Siendo imposible prever todos los casos que pueden presentarse, y estando yo y todo el mundo satisfecho per-fectamente del valor y talento militar que a V. distingue, le autorizo plenamente, para que obre con libertad, arreglando su conducta al imperio de las circunstancias; y tomando todas las medidas convenientes para gobernar los pueblos que nuestras armas liberten; y hacer colección de víveres, dinero, hombres y caballería, para el servicio del ejército.

Dios guarde a V.E. muchos años. Cuartel General de Mérida, mayo 31 de 1813. 3°. Simón Bolívar.


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Documento Nº 38Bolívar en el seno de la Municipalidad de Mérida de Ma-racaibo libertada por las armas republicanas en el año de 1813.131

Discurso que el general en jefe del ejército del Norte, hizo á la muy ilustre municipalidad de la ciudad de Mérida.

Permitidme, señores, expresaros los sentimientos de júbilo que experimenta mi corazon al verme rodeado de tan esclarecidos y virtuosos ciudadanos, los que formais la re-presentacion popular de esta patriótica ciudad, que por sus propios esfuerzos ha tenido la dicha de arrojar de su seno á los tiranos que la oprimian, en el glorioso dia 18 del mes pasado, y de recobrar los sagrados derechos de la soberanía que había perdido con la inícua invasion que hicieron á este Estado los bandidos de la España que la infestaban y tienen todavía sujeta una parte de la confederacion de Venezuela.

El augusto congreso de la Nueva Granada, tocado de compasion al contemplar el doloroso espectáculo que presenta el buen pueblo de Carácas, aun gimiendo en cade-nas y conmovido de indignacion por el grito de la justicia, que está clamando vindicta contra los usurpadores de los derechos de la América, ha enviado su Ejército libertador á restablecer en su antigua soberanía á las provincias que componen la República de Venezuela. La gloria del congre-so y del ejército que os ha redimido consiste en la magnani-midad de sus designios que no son otros que los de destruir

131 José Félix Blanco y Ramón Azpúrua: Documentos para la Historia de la vida pú-blica del Libertador. Caracas, Comité ejecutivo del Bicentenario de Simón Bolívar, Ediciones de la Presidencia de la República, 1978. T. IV, pp. 618-619.


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á vuestros verdugos y poneros en aptitud de gobernaros por vuestras constituciones y por vuestros magistrados.

Nuestras armas redentoras no han venido á daros le-yes, ni ménos á perseguir al noble americano; han venido á protegeros contra vuestros natos y crueles enemigos los españoles de Europa, á quienes juramos una guerra eterna y un odio implacable, porque ellos han violado los derechos de gentes y de las naciones, infringiendo las capitulaciones y los tratados mas solemnes, persiguiendo impíamente al inocente y al débil, reduciendo los pueblos enteros á la indigencia y desolación, degradando el santo carácter del sacerdocio y cargando de prisiones á los ministros del altar, á los magistrados, á los defensores de la patria y á toda clase de ciudadanos por el solo delito de ser americanos.

Aceptad, ilustres merideños, las congratulaciones que, á nombre del congreso de la Nueva Granada, tengo el honor de haceros, reponiéndoos en el uso de vuestra autoridad, que sin duda será ejercida con la dignidad que corresponde á un gobierno independiente, y yo me lisongeo que bien pronto vereis en medio de vosotros á vuestros magistrados del Poder Ejecutivo provincial, que han sido ya invitados por mi, para que vengan á llenar las funciones de su ministerio, en cumplimiento de las generosas órdenes del congreso que ha tomado á su cargo el restablecimiento de la Constitución venezolana, que regía los Estados ántes de la irrupción de los bandidos que ya hemos expulsado de toda la provincia de Mérida y arrojaremos mas allá de los mares, si el Dios de los ejércitos protege la causa de la justicia.

Tengo la honra de poner en vuestras manos el título de mi comision, que como vereis no tiene otro objeto que amparar al americano y exterminar al español; destruir el

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gobierno intruso y reponer el legítimo; y en fin, dar libertad á la República de Venezuela.

(Nota: Según investigaciones del historiador Héctor García Chuecos el discurso es de fecha 31 de mayo. En la Gaceta Ministerial de Cundinamarca, número 125, página 576, del jueves 29 de julio de 1813, aparece este discurso con fecha 4 de junio de 1813 )


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Documento Nº 39Contestación del presidente de la Municipalidad de Mé-rida, ciudadano Ignacio Rivas a Simón Bolívar.132

Señor general:

La grandeza del bien presente no puede ser estimada, ni exactamente conocida sino por quien ha sufrido los ma-les de que no vemos librado. ¿Y quién podrá dibujarlos? La ciudad destruida por un sacudimiento de la naturaleza nunca visto: sus ruinas amasadas con la sangre de sus hijos: huérfanos llamando á sus padres: viudas llorando á sus esposos que no habían de ver ya mas: ricos empobrecidos: pobres sin quien les diese socorros; en una palabra, miseria y consternacion era lo que se veia por todas partes cuando cayó sobre nosotros la irrupción de que habeis hablado; pero ¡oh benignidad! ¡oh humanidad española! Nuestros antiguos tiranos aprovechan aquel momento desastroso para redoblar las cadenas: los hijos de la patria ó huyen esparcidos ó se abandonan á la suerte sin ser por eso mas bien tratados. Los sacerdotes del Señor, los magistrados venerables, hasta el simple labrador, abrumados de grillos, cubiertos de insultos mas pesados que la muerte, se ven tendidos en campo raso y trasportados vilipendiosamente á los pontones y mazmorras de Maracaibo, Puerto-Rico y Puerto Cabello; y al buen pueblo de Mérida ¿qué se le deja para su consuelo? Un soldado inmoral que reconcentra y abusa de todas las autoridades; y un provisor europeo que

132 José Félix Blanco y Ramón Azpúrua: Documentos para la Historia de la vida pú-blica del Libertador. Caracas, Comité ejecutivo del Bicentenario de Simón Bolívar, Ediciones de la Presidencia de la República, 1978. T. IV p. 619.

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habiendo sido el instrumento de la perfidia para hacernos rendir las armas, tuvo despues bastante sabiduría para hacer sentir los golpes del despotismo aun á las esposas de Jesucristo que servian dentro del claustro. ¡Oh, americanos, ilustres hermanos nuestros! vosotros los que habeis sufrido la peregrinación las prisiones, la muerte, vosotros no podeis avaluar el dolor de nuestro pueblo.

¿Cuál, pues, será la medida de nuestro reconocimiento á la mano libertadora que aleja de nosotros tanta ignominia ? ¡Bendita sea para siempre la nación granadina! ¡Gloria al sabio congreso que la representa y dirije ! ¡Gloria al ejército libertador! Y gloria ... á Venezuela que os dió el ser, á vos, ciudadano General ! Que vuestra mano incansable siga victoriosa destrozando cadenas: que vuestra presencia sea el terror de los tiranos y que toda la tierra de Colombia diga un dia: “Bolívar vengó nuestros agravios”

(Tomado de la Gaceta Ministerial de Cundinamarca, nú-mero. 125, correspondiente al jueves 29 de julio de 1813)


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Documento Nº 40Orden de Bolívar dirigida al comandante Atanasio Girar-dot, fechada en Mérida el 6 de junio, con instrucciones sobre la Campaña en curso.133

Señor Comandante de la Vanguardia,

ciudadano Atanasio Girardot.

Acabo de recibir un parte de las Piedras, avisándome que el enemigo se acercaba por aquella parte, y que estaba en el Degredo. Este puede ser un movimiento para llamar-nos la atención, y puede también ser una invasión hacia esta ciudad o la de Trujillo. Es pues, de la mayor importancia que V. bata al enemigo en ese punto, para ponerse en aptitud de ocurrir a éstos, y para ello conviene que inmediatamente vengan espías de V. hacia las Piedras a informarse de su posición, y lo mismo por el lado de Trujillo. Si se dirige hacia acá, retrocede V. toda su fuerza a atacarle por la espalda, y nosotros nos defendemos aquí entretanto. Si a Trujillo, V. se dirige allá al encuentro y lo ataca por la espalda.

Es preciso que las disposiciones que V. tome, así para asegurarse de la dirección del enemigo, como en los casos posteriores, sean vigorosos y enérgicas, de modo que es-carmentemos al enemigo por todas partes, ayudando el valor con la actividad.

Procure V. economizar las municiones, evitando todo lo posible que los soldados hagan fuego sin que pueda aprovecharse, para que no llegue el caso de que nos falten.


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Dios guarde a V. muchos años.

Cuartel General de Mérida, a las dos de la mañana del 6 de junio de 1813.-3°.

Simón Bolívar.


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Documento Nº 41Orden de Bolívar a Manuel Gogorza, fechada en Mérida el 6 de junio, con instrucciones sobre la Campaña.134

Señor Comandante de Niquitao,

ciudadano Manuel Gogorza.

Teniendo noticia de que el enemigo se acerca por el lado de las Piedras, y que ha ocupado el Degredo en la Camacha, debe V. estar con la mayor vigilancia para no ser en ningún caso sorprendido, si las fuerzas enemigas son en mucho número por el camino de Calderas.

Hasta ahora no sabemos cuánta sea la fuerza del enemi-go ni adonde pueda dirigirse. V. debe inmediatamente po-nerse en comunicación con el destacamento de las Piedras, para dar el auxilio que pueda necesitarse allí, o retirarse aquí, unido a él si conviniese. Si fuese V. atacado por fuerza superior puede V. retirarse a donde considere más fácil, bien sea uniéndose a los mismos de las Piedras, o a los de Mendoza por Jajó o por Trujillo, si estuviese libre el paso.

En todo caso obre V. activamente y del modo que pre-sente más seguridad a la división de su mando.

Dios guarde a V. muchos años. Cuartel General de Mérida, a las dos de la mañana del

6 de junio de 1813.-3°.

Simón Bolívar


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Documento Nº 42Orden de Bolívar al comandante Atanasio Girardot, fe-chada en Mérida el 6 de junio, con instrucciones comple-mentarias a las que le dio en la misma fecha.135

Ciudadano Comandante de la Vanguardia, Atanasio Girardot. Acabo de tener parte de las Piedras, avisándome que el

enemigo no había pasado del Degredo, sino que después de haber quemado una ramada de vigía nuestra en aquel sitio, se retiró. Queda, pues, destruido el recelo de una invasión, y el haberse retirado esa miserable fuerza, nos descubre también que en Barinas están débiles como hemos creído siempre, y de que me hacía ya dudar la avenida hacia las Piedras, que si hubiera sido positiva, era señal de que el pequeño suceso de San Camilo los había reanimado.

No debiendo, pues, temer ya nada por esta parte, mediante las nuevas disposiciones que he dado, puede V. perseguir a Correa sin recelo, hasta destruirlo, y luego volver hacia Trujillo, según las órdenes anteriores.

A los caracheros es preciso escarmentarlos y perse-guirlos.

Hoy por la mañana remití a V. 500 piedras de chispa, por si fueren necesarias. Su conductor fue José Antonio Marquina.

Espero que V. me dé frecuentes partes de sus movi-mientos y progresos.

Dios guarde a V. muchos años. Cuartel General de Mérida, 6 de junio de 1813. -3°. Simón Bolívar.



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Documento Nº 43Orden de Bolívar dirigida al capitán Hermógenes Maza, fechada en Mérida el 6 de junio, con instrucciones para la Campaña.136

Ciudadano Comandante de la Descubierta,

Capitán Hermógenes Maza.

He recibido el oficio que con Diego Osuna me dirigió V. Yo espero del valor y talento militar que a V. distinguen, que a esta fecha haya V. batido y hecho prisionero, si ha sido posible, al Comandante Correa, que de ningún modo habrá podido resistir a la intrepidez de V. y de sus valientes compañeros.

Dios guarde a V. muchos años. Cuartel General de Mérida, junio 6 de 1813. 3°.

Simón Bolívar.


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Documento Nº 44 Orden de Bolívar, fechada en Mérida el 6 de junio, relativa a Diego Osuna. 137

Diego Osuna lleva mil piedras de chispa para el Sub-teniente Monagas: que se vuelva donde quiera que esté a ésta de Mérida 6 de junio de 1813.

Simón Bolívar.



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Documento Nº 45Orden al teniente coronel Lino Ramírez, fechada en Méri-da el 6 de junio, relativa a las deserciones en el Ejército.138

Ciudadano Teniente Coronel Lino Ramírez.

El abandono en que ha quedado el 5° Batallón de que es V. individuo, por la falta de sus oficiales principales, ha producido en él el más grave mal que puede tenerse en un ejército que se halla al frente del enemigo. La compañía que según los informes de su Sargento Mayor, había de más esperanzas por lo selecto de sus miembros, se ha desertado casi toda, llevándose las armas y los pertrechos que tenía, cometiendo además el exceso de atropellar las guardias, y despreciar a los oficiales que pretendieron contenerla. La compañía de Granaderos, digo, cuyo Capitán es V., ha cometido todos estos crímenes. Yo no dudo que este mal se propague en el resto del cuerpo, como ha sucedido ya, pues también la mayor parte de los Granaderos del 4°, a que había agregado algunos soldados del 5°, han incurrido en el mismo delito; el único medio suave que me ha parecido se puede adoptar para corregirlos, es el que V. inmediatamente que reciba esta mi orden, dedique todos sus esfuerzos, a fin de aprehender los desertores y las armas; y que dejando el mando, que actualmente ejerce en ese Cuartel, al oficial de más graduación que haya en él, parta hacia este Cuartel General a tomar el mando de su compañía, o del Batallón que recaerá en V. accidentalmente si el Mayor no viniere,


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trayendo consigo los soldados que pueda conseguir de él y las armas; o solo si las medidas que tomare le saliesen infructuosas.


Cuartel General de Mérida, junio 6 de 1813. 3°.

Simón Bolívar.


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Documento Nº 46Causa contra Eugenio Briceño por oponerse al gobierno independiente.139

En la Ciudad de Mérida a seis de junio de mil ocho-cientos trece: El Ciudadano Maestro Esteban Arias Minis-tro del Superior Tribunal de Justicia y Comandante por el mismo para averiguar por medio de sumarios los sujetos que hayan sido opuestos a nuestra libertad y al gobierno independiente para castigarles cual corresponda su perju-dicial obtinacion dijo: que siendo uno de ellos Don Eugenio Briceño vecino del Exido que ha demas de haver sido siem-pre tenido y reputado por Godo contribuyo quanto pudo alas Expediciones de su Sobrino Don Agustin Roxas para las priciones de los que fueron funcionarios del Gobierno de esta Provincia y embargo de sus bienes; que salió al en-cuentro de las tropas de Maracaybo que fue á traer dicho Roxas, y que compro varios bienes muebles y raices de los mismos funcionarios debia demandar y mando: se proceda a instruir dicho sumario con los testigos que puedan dar razon de los hechos referidos, y por este su auto asilo dijo y mando y firma por ante mi de que doy fe

Esteban Arias Ante mi Rafael de Almarza Escribano de Cabildo y Gobierno

En /fol 199. siete del mismo comparecio Nicolas Sambrano del Exido a quien su señoría por ante mi recivio juramento según derecho vajo el qual ofrecio decir verdad

139 Archivo General del Estado Mérida. Asuntos Diversos. Tomo LIX. Folios 199-201.

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en lo que supiere y le fuere preguntado y siendolo conforme al auto antecedente que le fue leydo dijo: que efectivamente Don Eugenio Briceño ha sido siempre tenido y reputado en el Exido por Godo y opuesto al gobierno libre, lo que ha acreditado vastante con su modo imparcial y escusado que en todos tiempos ha manifestado y tambien con no haber querido aceptar ni siquiera vestir el uniforme de Capitan que le fue conferido por la Junta de esta Ciudad para las Milicias del Exido: que salio a recivir , en el Pueblo de La-gunillas á su sobrino Don Agustín Roxas, quando vino de Maracaybo con las tropas que fue a traher, y que es notorio, compro varios bienes muebles y rayces de los Patriotas y tambien que ha reuzado quanto ha podido para devolver-los, y que lo dicho, es la verdad para su juramento dicho en que se ratifica y siendole leyda dijo estar bien escrita que es deedad de cincuenta y cinco años y firma de que doy fe Nicolas Sambrano

Arias

Ante mi Rafael de Almarza Escribano del Cabildo y Gobierno

En / fol 199v el mismo dia comparecio Juan Uzcategui del Exido a quien su señoría recivio juramento según de-recho bajo el cual prometio decir verdad en lo que supiere y se le preguntare, y siendolo por el auto dijo: Que a Don Eugenio Briceño ha hoydo decir que el ni es Godo ni Patriota por que su enfermedad no le permite, lo uno ni lo otro, que siempre ha sido mui escusado para todo sin quere tomar parte en cosa alguna; y que compró tierras, cabras y ovejas del Ciudadano Blas Ygnacio Davila funcionario que fue de nuestro gobierno independiente, y ultimamente save que


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tenía oculto un caballo de su sobrino Don Agustin Roxas y que despues de haverlo negado, se lo descubrio Don Juan José Uzcategui quien lo solicitava para la cavalleria del Exercito livertador; que no save otra cosa, y que lo declarado es la verdad para su juramento dicho en que se afirma y ratifica, que es deedad de treinta y nueve años y firma con su señoria de que doy fe

Arias

Juan Uzcategui Ante mi Rafael de Almarza Escribano del Cabildo y Gobierno

Yn /fol. 200 contienti compareció Manuel Sanchez vecino del Exido á quien su señoría le recibio juramento que hizo según derecho bajo el cual prometio decir verdad en lo que supiere y le fuere preguntado, y siendolo como la antecedente enterado dijo: que Don Eugenio Briceño no manifiesta, ser Godo, ni Patriota por que por ninguna cauza toma empeño, escuzandose siempre a exercer los empleos que ce le confieren como lo hizo con la Capitania de Milicias de aquella Villa, que renuncio conpretexto de enfermedades: que remató unas tierras y unas cabras del Patriota Funcionario Ciudadano Blas Ygnacio Davila: que no sabe otra cosa y que lo declarado es la verdad para su juramento dicho en que se afirma y ratifica y ciendole leyda dijo estar bien escrita que es deedad de treinta y cinco años y firma con su señoria por ante mi de que doy fe.

Arias

Manuel Sanchez Ante mi Rafael de Almarza Escribano del Cabildo y Gobierno

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Mérida /fol 200v Junio 7 de 1813

Procedase ala Pricion de Don Eugenio Briceño y al embargo de sus bienes, acuio fin se comunicaran las or-denes convenientes al Alcalde Ordinario del Exido y se despachará una Guardia, resiviendosele su confesion: Proveyolo el Ciudadano Ministro Comisionado o por ante mi de que doy fe

Arias

Ante mi Rafael de Almarza Escribano del Cabildo y Gobierno

En el mismo dia se mandó la Guardia y pasó la or-den al Alcalde doy fe

Almarza Escribano

/fol 201.


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Documento Nº 47Pasaporte de Bolívar librado en favor del sub-teniente Miguel Monagas, fechado en Mérida el 7 de junio.140

Pasa el ciudadano Subteniente Miguel Monagas condu-ciendo cuatro mil cartuchos para la vanguardia; espero que las Justicias del tránsito le presten los auxilios que necesite.

Cuartel General de Mérida, junio 7 de 1813.-3°

Simón Bolívar.

Del General en Jefe.


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Documento Nº 48El Brigadier Bolívar comunica a los poderes locales de algunas ciudades venezolanas las órdenes que tiene del Gobierno Granadino, para restablecer las provincias en los pueblos que vaya libertando.141

Oficio de Bolívar al Gobierno.

Excmo. Señor.

Con el objeto de hacer ver á este pueblo por medio de sus representantes los magnánimos designios que el Soberano Congreso y P. E. de la Nueva Granada, se han propuesto en la redención de Venezuela, hice convocar el Cabildo de esta ciudad, á quien presenté la órden en que V. E. Me previene restablezca en las provincias que las armas de la Union vayan sucesivamente rescatando del poder de los usurpadores, los Poderes Ejecutivos que al tiempo de la invasion se hallaban constituidos. Esta Ilustre Munici-palidad, despues de haber oido con la mayor aceptación mi discurso y la instruccion, me contestó lo que en la acta celebrada por ella aparece, la misma que orijinal tengo el honor de incluir á V. E.

Con esta fecha dirijo al Excmo. Señor Gobernador de Pamplona el oficio que en copia acompañó á V. E. en que le hago ver los malos efectos que ha producido en el ejército la conducta del coronel Castillo, como tambien la órden de que hablé á V. E. en mi oficio de 18 del pasado. Si el Go-bierno de Pamplona léjos de sostener y apoyar la desercion

141 José Félix Blanco y Ramón Azpúrua: Documentos para la Historia de la vida pú-blica del Libertador. Caracas, Comité ejecutivo del Bicentenario de Simón Bolívar, Ediciones de la Presidencia de la República, 1978. T. IV pp. 619-620.


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me envía los soldados que se le hayan presentado, yo no dudo que este mal se contendrá, pues estoi satisfecho de que la confianza que tienen de ser tolerados por él, es una de las primeras causas que han contribuido á aumentar hasta el grado en que está; pero de todos modos yo tomaré las medidas que ántes tengo indicadas á V. E., únicas que pueden detener su progreso.

Acabo de recibir parte del comandante de la vanguar-dia teniente Girardot, en que me dice, que en la tarde del 3 tuvieron el capitan D’Eluyar y capitan Maza una escara-muza con 50 maracaiberos, que estos huyeron precipitada-mente y fueron perseguidos por los nuestros hasta el pueblo de Escuque: y que él seguia inmediatamente á reunirse con aquellos capitanes. Yo creo que ayer habrá dado la accion, que no dudo nos será ventajosa. El comandante Correa es-taba en Ponemesa con 200 hombres; pero esperaba refuerzo de los de Carache de igual número de soldados.

El comandante de la vanguardia tiene órden de mar-char después hácia Trujillo y Carache con el objeto de destruir las partidas de bandidos que infestan aquella pro-vincia, y yo marcharé dentro de dos ó tres dias á poner el Cuartel general en la capital de Trujillo para mejor observar los movimientos de los enemigos hácia Guanare, Tocuyo y Carora. La retaguardia no ha marchado aun, porque es-pero las municiones á fin de que marchen bien escoltadas, y no sean sorprendidas por partidas que pueden venir de Maracaibo ó Barínas.

Dios guarde á V. E. muchos años. Cuartel General de Mérida, junio 7 de 1813. Simón Bolívar Excmo. Señor Presidente de la Union.

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Documento Nº 49Orden que le envía Simón Bolívar al teniente coronel Atanasio Girardot. Mérida 7 junio.142

Ciudadano Teniente Coronel y Comandante de la vanguardia, Atanasio Girardot.

Ayer he mandado á U, con el ciudadano José Antonio Marquina, 500 piedras de chispa, y hoy sale el Subteniente Monágas con 4.000 cartuchos, y sucesivamente iré remitien-do las que vengan, que será bien pronto, pues se ha hecho acelerar la marcha del parque.

Por un espía que acaba de venir de Barínas, se sabe que han pasado por las armas en aquella capital 25 hombres de Briceño y doce patriotas del pais; lo participo á U. para que use de la represalia.

Dios guarde á U. muchos años. Cuartel General de Mérida, 7 de Junio de 1813.-3°.

Simón Bolívar.

142 Memorias del General O’Leary. Documentos. Caracas, Imprenta de la “Gaceta Oficial”, 1881. T. XIII p. 262.


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Documento Nº 50Proclama de Bolívar a los valerosos merideños en su cuartel general de Mérida. 8 de junio.143

Simón Bolívar, brigadier de la Union y general en jefe del ejército del Norte, libertador de Venezuela, etc.

A los valerosos merideños.

Despues de los desastres que las vicisitudes físicas y políticas que ha padecido la ilustre Venezuela, la hicieron descender al sepulcro, habeis visto renacer la luz de la libertad, que las invictas armas de la Nueva Granada os han traido. Un ejército de hermanos os ha vuelto al regazo de la patria que los tiranos habian destruido, y vuestros libertadores han resucitado. Ya sois otra vez ciudadanos de la república federal, ya sois otra vez hombres, y ya volveis á ser libres al abrigo de vuestras leyes y magistrados que el Congreso granadino os ha restituido para que defendais hasta la muerte los derechos que ántes perdisteis, y os usur-paron los monstruos de la España que nos hacen una guerra impía porque les disputamos la libertad, la vida y los bienes que la clemencia del cielo nos ha dado. Sí, americanos, los odiosos y crueles españoles han introducido la desolacion y la muerte en medio de los inocentes y pacíficos pueblos del hemisferio colombiano, porque la guerra y la muerte que justamente merecen ellos, les ha hecho abandonar su pais nativo que no han sabido conservar, y han perdido

143 José Félix Blanco y Ramón Azpúrua: Documentos para la Historia de la vida pú-blica del Libertador. Caracas, Comité ejecutivo del Bicentenario de Simón Bolívar, Ediciones de la Presidencia de la República, 1978. T. IV, pp. 620-621.

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con ignominia. Trásnfugas y errantes como los enemigos del Dios salvador, se ven arrojados de todas partes y perse-guidos por todos los hombres. La Europa los espulsa, y la América los rechaza; porque sus vicios en ámbos mundos los han cargado de la execracion de la especie humana. Todas las partes del globo estan teñidas en sangre inocente que han hecho derramar los feroces españoles, como todas ellas estan manchadas con los crímenes que han cometido, no por amor á la gloria sino en busca del metal infame que es su Dios soberano. Los verdugos que se titulan nuestros enemigos, han violado el sagrado derecho de gentes y de las naciones, en Quito, la Paz, Méjico, Carácas y reciente-mente en Popayan. Ellos sacrificaron en sus mazmorras á nuestros virtuosos hermanos en las cuidades de Quito y la Paz, degollaron á millares de nuestros prisioneros en Mé-jico: sepultaron vivos en las bóvedas y pontones de Puerto Cabello y de la Guaira á nuestros padres, hijos, y amigos de Venezuela: han inmolado al presidente y comandante de Popayan con todos sus compañeros de infortunios; y últimamente ¡oh Dios! casi á presencia de nosotros han hecho una espantosa carnicería en Barínas, de nuestros pri-sioneros de guerra y de nuestros pacíficos compatriotas de aquella capital ! ... Mas estas víctimas serán vengadas, estos verdugos serán esterminados. Nuestra bondad se agotó ya, y puesto que nuestros opresores nos fuerzan á una guerra mortal, ellos desaparecerán de América, y nuestra tierra será purgada de los mónstruos que la infestan. Nuestro odio será implacable, y la guerra será á muerte.

Cuartel general de Mérida, junio 8 de 1813-3°

Simón Bolívar.


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Documento Nº 51Orden que le envía Simón Bolívar al comandante Lu-ciano D’Elhuyar. Mérida 8 junio.144

Ciudadano Comandante de la descubierta, Capitan Luciano D’Elhuyar.

He recibido el oficio de U. de 4 del corriente, en que me participa la fuga de Correa, sin haberlo podido batir por su cobardía. Supongo que á esta fecha habrá tenido U. esta fortuna, si tuvo aliento siquiera para aguardarnos en Betijoque aquel indigno Jefe español.

Dios guarde á V. E. muchos años. Cuartel General de Mérida, Junio 8 de 1813-3°.

Simón Bolívar.


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Documento Nº 52Orden que le envía Simón Bolívar al Comandante de la Vanguardia. Mérida 8 junio.145

Ciudadano Comandante de la vanguardia.

He visto lo que al pié del oficio del Capitan D’Elhuyar, me dice U. Espero que Correa esté á esta fecha ó del otro lado de la Laguna, ó en poder de U., si ha tenido valor para aguardarlo.

Dios guarde á U. muchos años. Cuartel General de Mérida, Junio 8 de 1813.-3°.

Simón Bolívar.



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Documento Nº 53El Brigadier Bolívar prestó el juramento que se le pre-vino ante la Municipalidad de San José de Cúcuta, de obediencia y fidelidad al Congreso y Poder Ejecutivo de las provincias unidas de Nueva Granada.146

Oficio de Bolívar. Excmo. Señor.

He recibido los oficios que V. E. con fechas de 17, 18, 19, y 20 del pasado se ha servido dirijirme, comunicándo-me los decretos que V. E. ha dado á las representaciones del Teniente Coronel Girardot y á la del Sargento mayor Francisco Santander: la contestacion dada al gobierno de Pamplona sobre el reclamo que este hizo del 5° batallon: la aprobacion que se ha dignado dispensar á las instrucciones que dí al Gobernador de este Ejército y del juramento que presté en manos de la Municipalidad de San José de Cúcuta: el nombramiento hecho en el Ciudadano Dr. Vicente Tejera para Auditor de Guerra de este Ejército: la respuesta á mi comisionado Ciudadano Francisco Soto: la determinación de V. E. respecto á la guarnicion que dejé en Cúcuta y las armas que debian quedar allí: las noticias que de Casanare se han comunicado á ese Gobierno general por el de aque-lla provincia con la contestacion que el mismo gobierno da sobre los auxilios con que debe contribuir al Ejército de mi mando; y últimamente las instrucciones en que el Soberano Congreso detalla las facultades que trasmite á la

146 José Félix Blanco y Ramón Azpúrua: Documentos para la Historia de la vida pú-blica del Libertador. Caracas, Comité ejecutivo del Bicentenario de Simón Bolívar, Ediciones de la Presidencia de la República, 1978. T. IV. p. 621.

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comision que debe dirijir nuestras operaciones y arreglar el gobierno político de las provincias que se vayan libertando en Venezuela; y la proclama que V. E. á nombre del mismo Congreso hace á los pueblos venezolanos.

Dios guarde á V. E. muchos años Cuartel general de Mérida, junio 9 de 1813, 3°. Simón Bolívar. Al Exmo. Señor Presidente de la Union.


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Documento Nº 54Orden de Bolívar dirigida al subteniente José Castillo, en relación con el proceso de unos desertores, fechada en Mérida el 9 de junio.147

Ciudadano José Castillo, Subteniente del ejército.

Hallándose presos en la División de Cundinamarca tres desertores aprehendidos en San Juan, de las tropas de la Unión, y debiéndose juzgar hoy en el día, para que el pronto castigo contenga el gravísimo mal que hemos su-frido, procederá V. inmediatamente a formar una sumaria, reducida sólo a comprobar el delito por la confesión de los reos y exposición de los oficiales o Jefes a cuya inmediata orden se hallaban el día de la deserción. Concluido esto, expondrá V. su concepto en orden de la gravedad del delito y pena que deba imponérseles, pues para toda se le faculta, mediante que en las actuales circunstancias es imposible proceder con arreglo a las fórmulas de ordenanza, y que la retaguardia del castigo produciría graves males.


Cuartel General de Mérida, 9 de junio de 1813. -3°

Simón Bolívar.


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Documento Nº 55Poder de Francisco de Ponce a Luis Cerrada.148

En la Ciudad de Merida a nueve de junio de mil ocho-cientos trece: Ante mi el escribano y testigos que se nomina-ron parecio el Ciudadano Francisco Ponce Sargento mayor de la /fol. 220 v Plaza de esta ciudad a quien doy fe conosco y dijo: que por el precente público instrumento otorga que da todo su poder cumplido y vastante y quanto por derecho se requiere y necesario sea al Ciudadano Regidor Luis Ce-rrada para que representando su propia persona derechos y acciones, por todo el tiempo que dure su ausencia en el viaje que va á hacer con el Exercito hasta la Capital de Caracas administre todos sus bienes en esta Ciudad y su jurisdiccion con arreglo a la instrucción que le deja, cobre y perciba cualesquiera cantidades, que le pertenezcan dando recibo de todas ellas a los contribuyentes como tambien para que pueda vender los que sean precisos con orden expresa, o sin ella, otorgando las escrituras correspondientes a favor de los compradores con las clausulas de estilo: y asimismo para todos los asuntos judiciales, pleytos, y negocios que le puedan ocurrir como actor, ó como Reo en los tribunales de esta Ciudad haciendo en ellos las precentaciones, pruevas y demas gestiones que sean consecuentes pues para todo lo dicho su incidente, y dependiente le dá y otorga este Poder con libre franca y general administracion, y facultad de sustituirlo en una, o más personas de su confianza, que a todos releva de gastos y /fol. 221 costos, y haver por firme

148 Archivo General del Estado Mérida. Protocolos Notariales. Tomo XCV. Folios 220v-221v.


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y valedero quanto en su virtud se obrase, obliga su persona, y bienes havidos, y por haver, poderio, y sometimiento ex-preso a todos los Jueces y Justicias Nacionales de cualquiera parte, que sean, para que a ello le compelan y apremien por todo rigor de derecho, y remedio ejecutivo como si fuese sentencia pasada en autoridad de cosa jusgada a cuyo fin renuncia su propio fuero, domicilio y vecindad y la ley sicomvenirt dejurisdictione omnium judecum la ultima pragmatica de las sumisiones la demas leyes y fueros de su favor, y la general de derecho enforma: En cuyo testimonio asi lo dijo otorga y firma

Francisco Ponce

Ante mi Rafael de Almarza Escribano publico y de Cabildo /fol 221v

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Documento Nº 56Carta de Libertad de Antonio Ignacio Rodríguez Picón a su esclavo Eugenio.149

Ciudad de Merida á veinte de junio de mil ochocientos trece: Ante mi el Escribano y testigos que se nominaran parecio el Ciudadano Theniente Coronel Antonio Picon, de este vecindario a quien doy fe conosco y dijo: Que deceando corresponder la fidelidad y buenos servicios de su Esclavo Eugenio (de edad de treinta y ocho años) con que se ha portado, y mas particularmente en el tiempo que el expo-nente ha estado ausente de su casa, en que ha procurado por sus bienes dispersos, acompañado, asistido y servido á su señora, con toda formalidad, ha determinado librarle de esclavitud, atendiendo igualmente á que Rafaela su mujer, por iguales servicios, y proles que le ha dado, la dio libre por escritura ante mi con fecha de catorce de febrero del año proximo pasado que aparece otorgada á folios veinte y uno de aquel registro; y que poniendolo en execucion por el precente publico instrumento, bien advertido de su derecho otorga: Queda y concede plena libertad al referido su esclavo Eugenio para que la goce y disfrute desde oy en adelante, como si fuera naturalmente libre, a cuyo fin se desapodera desiste /fol 222 quita y aparta y áun herederos y succesores del dominio accion, propiedad y del derecho de patronato que en dicho esclavo han tenido confiriendole poder irrebocable para que trate, y contrate tenga y compa-resca en juicio por si o por medio d apoderados practicando

149 Archivo General del Estado Mérida. Protocolos Notariales. Tomo XCV. Folios 222-222v.


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sin intervecion del otorgante todo cuanto esta permitido practicar á los que nacieran libres, y sin impedimento legal pues para ello formaliza á su favor esta escritura con los requisitos precisos y conducentes a su mejor estabilidad, con la sola condicion de que ha de subsistir cuidandole su Hacienda de la Punta en clace de Mayordomo mientras se encuentra otro que sea áproposito; y se obliga a no revocar total ni parcialmente esta escritura, y que si lo hiciere sea nulo de ningun valor ni efecto sobre que no quiere ser oydo, y si obligado por los jueces nacionales ásu obcervancia y cumplimiento como si fuece sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada acuio fin renuncio todas las leyes fueros y derechos de su favor y la general en forma. Y estando presente el citado esclavo acepto la merced que cuanto le hace ofreciendo acreditarle siempre su agradecimiento, y cumplir la condicion que le pone; y firma siendo testigo los Ciudadanos Antonio Ygnacio Aponte y Vicente Ramires, vecinos de que doy fe

Antonio Picon

Ante mi Rafael de AlmarzaEscribano publico y de Cabildo /fol 222v

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Documento Nº 57Escritura de donación de la casa de la Patria. 22 de junio.150

Fol. 223. “En la Ciudad de Mérida a veinte y dos de junio de 1813: Ante mi el Escribano y testigos que se nomi-naron pareció María Simona Corredor, viuda de Asencio Pico, a quien doy fe y conosco y dijo: Que no teniendo di-nero suficiente con que cubrir los quinientos pesos que le cupieron en el repartimiento hecho por el Ylustre Cabildo de esta ciudad por empréstito forzado del Exercito de la unión, exivió solo sinquenta; y que deceando cubrir el todo de dicha cantidad, y hacer además algún donativo a favor de la Patria en parte de prueva de lo que decea su libertad, de su libre y espontánea voluntad, y con atención a no tener herederos forzosos a quienes perjudicar, ha venido en hacer gracia y donación a dicha patria, pura perfecta e irrevocablemente intervivos, de una casa de tapia cuvierta de texa que tiene, y posee en el plan de esta ciudad, arriva del citio donde estuvo el Convento de San Francisco, que huvo por la división y particion de los bienes del dicho marido; cuyos linderos son: por el frente calle real de por medio con casa del ciudadano Alcalde Ignacio de Rivas, por el fondo con solar de Juan José Olivares, por el costado de abajo con casa de Ciudadano Regidor Pedro Contreras, y por el de arriba con un solar perteneciente a una capella-nía; y así deslinda y libre de todo /fol. 223 v/ empeño, la dona a la expresada patria, en esta forma: cuatrocientos y

150 Belis Araque y Rosaura Cadenas (compiladoras). Heroínas Merideñas de la Guerra de Independencia. Mérida, El Lápiz, Grupo Editorial y de Investigación, Biblioteca Nacional-Biblioteca Febres Cordero, Fumdecem, 2010. pp. 30-32.


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cincuenta pesos de su valor, para el completo de los qui-nientos, del insinuado empréstito; y setecientos cincuenta que van a decir hasta mil y doscientos pesos en que por la parte más corta es estimada, por dicha donación; y desde hoy en adelante se abdica, desprende, desiste, quita y aparta de la posesión, dominio y propiedad, título voz y recurso, que en ella ha tenido, y todo lo cede renuncia y traspasa plenamente en la Patria, y su gobierno, a quien confiere poder irrevocable para que tome su posesión y tenencia para gozarla, arrendarla, venderla o cambiarla, a su arbitrio, como adquirida con legítimo título, y en el interin que la toma, se constituye en inquilina tenedora, precaria pocedora en legal forma, declarando que no es inmensa; que no necesita de dicha casa; que le quedan bienes suficientes para su mantención, y que no excede de los quinientos maravedizez aureos que la ley nueve, título cuarto partida quinta permite donar sin insinuación, y se /fol. 224/ obliga a no revocarla total ni parcialmente, y que si lo intentare, no sea oida, ni admitida en juicio alguno, y que por el mismo echo sea vista haverla aprovado y rati-ficado, añadiendo fuerza a fuerza, y contrato a contrato; a todo lo qual conciente ser apremiada por todo rigor legal, y por remedio ejecutivo; a cuyo fin se somete a los jueces de esta ciudad obliga sus bienes a su cumplimiento; lo recive por sentencia pasado en cosa jusgada, y enuncia todas las leyes y fueros de su favor; y la general en forma: En cuyo testimonio así lo dijo y otorga no firma por no saber, hácelo a su ruego uno de los testigos que lo fueron el ciudadano Juan José Angel y Antonio Ignacio Aponte, por ante mi de que doy fe, En este estado advirtió que la referida casa tiene por dentro, agua para su servicio, cuya acequia costeo su marido, de que también doy fe. Aruego del otorgante

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Juan José Rangel (fdo). Ante mi Rafael Almarza Escribano Público y de Cavildo (fdo).

Nota: El documento original se encuentra en el Archivo General del Estado Mérida. Protocolos Notariales. Tomo XCV. Folios 223-224. La trascripción la realizó la Licenciada María Villafañe, paleógrafo de ese repositorio documental.


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Julio Agosto

Septiembre


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Documento N° 58 Real Orden para traslación interina a Maracaibo de la Silla Episcopal, Colegio Seminario y Convento de las Monjas.151

He dado cuenta á la Regencia del Reyno de una ins-tancia hecha por Dn. José Domingo Ruz, Diputado de Cortes por esa Provincia, solicitando entre otras cosas que se traslade á esa capital la silla Episcopal con la Catedral, Colegio Seminario y todos los Establecimientos públicos anexos á ambos objetos que estaban en la ciudad de Mérida de Maracaybo, arruinada en gran parte por resultas del te-rremoto de veinte y seis de Marzo de mil ochocientos doce, y oido el Consejo de Estado, ha tenido S.A. á bien aprobar por ahora la traslacion, ya acordada por V. S. de la Catedral, Seminario, Convento de Religiosas y todas sus pertenencias á esa ciudad de Maracaybo: y que yo encargue á V. S. como lo hago que V. S. disponga se execute, sin hacer novedad en quanto al título, orden y método del exercicio de sus respectivas funciones, y sin gravamen á la hacienda públi-ca con gastos algunos, á pretexto de obras de comodidad ni otra clase; pues todo deberá entenderse interinamente y hasta que con mayor conocimiento pueda S. A. resolver lo más conveniente. Lo que de su orden comunicó á V. S. para su inteligencia y puntual cumplimiento.

Dios gue. á V. S. ms. as. Cadiz, tres de Julio de mil ochocientos trece.-Antonio Cano Manuel.- Sor Capitan Gral. Político de Maracaybo.-

151 Eloi Chalbaud Cardona: Historia de la Universidad de Los Andes. 2° ed. Mérida, Universidad de Los Andes, 1987, T. II, p. 89.


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Documento N° 59Información sumaria a pedimento del tesorero público contra don Juan Hilarión Álvarez de Silva sobre unas alcabalas que no encontraron en el libro de su manejo.152

Gobernador

El Ciudadano Francisco Veracierto Tesorero y Admi-nistrador general de esta Ciudad y su Provincia en cumpli-miento de sus deberes antes de vosotros segun derecho: dice que para efectos que convienen á la Hacienda de su carga necesista que vosotros se sirva examinar con juramento y en forma solemne varios sugetos de este vecindario sobre los puntos siguientes.

1-° El ciudadano Alcalde Nicolas Parra para que diga en cuanto vendio a mi antecesor Don Juan Hilarion Alvarez de Silva una caja grande que parece fue abaluada en doce pesos en la testamentaria de Asencio Pico que administro, cuya caja compro aquel por cuenta de la Hacienda para custodiar sus intereses.

2-º Los ciudadanos Fermin Ruiz Valero y Francisco Riveros para que declaren igualmente que cantidades de alcabalas le contribuyeron en el Exido, de que cosa, y en que mes, y fechas que sean seme comuniquen en vista para pedir lo que corresponda a favor de la ha /fol. 244 cienda Mérida de Venezuela Julio 16 de 1813. 3º y 1º

Francisco Veracierto

Merida Julio 16 de 1813. 3º.

152 Archivo General del Estado Mérida. Real Hacienda. Tomo XIX. Folios 244-247.

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Como pide se comente al señor Lorenzo Aranguren Mendoza

Lo decretó el Ciudadano Gobernador de esta Provincia por ante mi de que doy fe Rafael Almarza escribano público y de Cabildo

Yncontinente impuce de lo proveido al Ciudadano Mi /fol. 244v nistro y pase el expediente al Ciudadano Ministro Comisionado doy fe Almarza escribano

En diez y nueve del mismo su señoría hiso comparecer al Ciudadano Nicolas Parra a quien en virtud de la comicion antecedente le recivio juramento bajo el cual oficio decir verdad en lo que supiere y se le preguntare, y siendolo por el contenido del primer punto del anterior escrito enterado dijo: que es cierto que vendio a Juan Hylarion Alvarez de Silba siendo administrador de la Hacienda Pública, la caxa que se expresa en la misma cantidad de doce pesos en que fue abaluada en la testamentaria de Asencio Pico de quien fue albacea, y que esta es la verdad para su juramento fecho en que se afirma y ratifica que es verdad, que es de edad de sesenta años y firma con su por ante mi de que doy fe

Aranguren Nicolas Parra ante mi Rafael Almarza escribano de Cabildo y de Gobierno En /fol. 245. veinte y tres del mismo, y no antes por estar ausente Francisco Riveros, comparecio este y su señoria le recivio juramento conforme a derecho bajo el cual ofrecio decir verdad en lo que supiere y se le preguntare y siendolo por lo que se corresponde en el anterior escrito dijo: que por razon de alcavala de venta, no ha contribuido cosa alguna a Juan Hilarion Alvarez pero si por el ramo de pulperias, a su


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hijo Don Agustin quien en el Exido le hiso cargo de una cantidad por una ventica que havia puesto en esta ciudad sin licencia, y que habiendo suplicado no le cobrare tanto mediante la corta edad y escases de aquel tiempo, vino re-vajando hasta diez pesos, los cuales el declarante en poder de Juan Jose Olivares para que se los entregara, quien lo verificó efectivamente tanto por que este se lo significo asi, cuanto por que haviendole pedido el declarante recivo al dicho don Agustin, le contesto que no era nesesario; pero no tiene presente el mes en que esto sucedio: que lo decla-rado es la verdad por su juramento fecho en que se afirma y ratifica /fol. 245v siendole leida dijo estar bien escrita, que es deedad de cuarenta años y firma con su señoria por ante mi de que doy fe

Aranguren Francisco Riveros ante mi Rafael Almarza

En el mismo dia comparecio el Ciudadano Fermin Ruiz Valero y no mas antes por haver estado enfermo, a quien su señoria recivio su juramento conforme a derecho bajo el qual ofrecio decir verdad en lo que supiere y le fuere preguntado y siendolo como lo antecedente enterado dijo: que hallandose oculto de las armas españolas en el mes de febrero del presente año, mando un cuñadito suyo Eduar-do Antonio Garcia asacar una guia de dulces pellones, y alfombras para remitir con el mismo niño a la ciudad de Guanare, y que este fue quien contribuyo ocho pesos y reales de alcavala de ciento y diez y ocho pesos de general no deviendo ser mas que cinco pesos seis y medio pesos al res /fol. 246 pecto del cinco por ciento, cuia partida deve constar del dia cinco, al ocho del referido mes de febrero, sin embargo de que el niño le aseguró que no habia firmado como devia, y que le parece que en poder del espresado

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niño ha de estar la mencionada Guia pues el declarante le encargo sacare la forma a su continuación, por si podia en algun tiempo, deducir el exeso del cobro por que aquel, esta en la actualidad en Guanare que esta es la verdad para su juramento en que se afirma y ratifica siendole leida dijo estar bien escrita que es de cuarenta y siete años y firma con sus ante mi de que doy fe Araguren Fermin Ruiz Valero Ante mi Rafael Almarza escribano de Cabildo y Gobierno


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Documento Nº 60Oficio de Bolívar, dirigido al Gobernador de Mérida, fechado en Guanare el 17 de julio, con informes sobre la Campaña y el ruego de que active la salida de los pertre-chos y la artillería.153

Señor Gobernador de Mérida.

He recibido el oficio de VS. de 5 del corriente, en que me participa la remisión de 2.000 pesos para los gastos del ejército, los que supongo habrá recibido el Coronel Ribas.

Las tropas con que Tízcar se escapó de Barinas han acreditado su patriotismo en la sublevación que han hecho contra su Comandante en Nutrias al tiempo de embarcarse, quitándole sobre 400 fusiles, los pertrechos y la artillería que llevaba, y que presentaron al Comandante de nuestra vanguardia.

Los enemigos que han vuelto a ocupar a Araure, en número de 500, deberán ser batidos por el Coronel Ribas, a quien he dado orden para que por el Tocuyo marche a atacarlos, al mismo tiempo que el Mayor General Urdane-ta, con una División, se les acerca por el camino que va de aquí; destruidos éstos, marcharemos a San Carlos, adonde me dicen que ha llegado o llegará Monteverde con algunas tropas. La acción que tengamos allí decidirá de una vez de la suerte de Caracas; pues estoy resuelto a aprovechar la victoria si la obtendremos.

Espero que VS. active la salida de los pertrechos y artillería que hayan llegado de Cúcuta, y que ahora estén detenidos en el camino por falta de caballerías.


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Dios guarde a VS. muchos años.

Cuartel General de Guanare, julio 17 de 1813.-3° y 1°.

Simón Bolívar.


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Documento Nº 61Oficio circular de Bolívar dirigido a los Gobernadores de Barinas, Trujillo y Mérida fechado en Guanare, el 19 de julio, con instrucciones sobre el manejo de los fondos del erario público.154

Señores Gobernadores de los Estados de Barinas, Tru-jillo y Mérida.

En las instrucciones que el Supremo Gobierno de la Unión de la Nueva Granada me ha comunicado, se me previene que las rentas de los Estados que fueren libertando las armas de mi mando no deberán invertirse por ahora, mientras las cosas no tomen otro aspecto, sino en los pre-cisos e indispensables objetos de la guerra, economizando todo otro gasto que no se dirija a este fin, disminuyendo el número de los empleados civiles, que quedarán reducidos solamente a aquellos que sean de absoluta necesidad, y esto sin sueldo por ahora; en la inteligencia de que ningún fun-cionario público podrá ser pagado hasta que no se concluya la campaña presente. Lo comunico a VS. para que le dé el cumplimiento que es debido; advirtiendo que los caudales que vayan ingresando las cajas se me enviarán inmediata-mente para ocurrir a los gastos del ejército que en el día son muy crecidos por haberse aumentado considerablemente.

Dios etc.

Cuartel General de Guanare, julio 19 de 1813. 3° y 1°.

Simón Bolívar.


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Documento Nº 62Testamento de José Cornelio de la Cueva.155

En la ciudad de Mérida a veinte y dos de julio de mil ochocientos /fol. 238v trece: Ante mí el Escribano y testigos que se nominaron pareció estando enfermo en la casa de havitación, el ciudadano José Cornelio de la Cueva Regidor del Ylustre Ayuntamiento de dicha ciudad á quien doy fe conozco y dijo: que el día siete de Mayo del año anterior, otorgó por ante mí y testigos, según se vé desde el folio 52 hasta 56 del protocolo de aquel año anterior, y que hallandose ahora vastante quebrantado de salud necesita corregir y declarar algunas cosas a que el tiempo ha dado motivo siendo la primera (1ª) que la casa de texa que en las clausulas septima de dicho testamento espuso estava concluyendo es la misma en que ahora vive, la cual aunque ya está havitable, no está acavada totalmente, pues le falta el blanquimento, y algun otro aliñó, la cual es su voluntad se adjudique por su abaluo, a su nieto José Lorenzo, uno de los quatro de que hiso mencion en la clausula trece, en cuenta de la mejora del tercio que le quepa, y que si ese diere dicha casa abono su Pardre el exeso por cuenta del haver de /fol. 239 su Madre, para que quede aquel, dueño absoluto de ella, pero que si dicho su Padre no quiciese hacer el tal abono, quede el espresado exeso, a favor de alguno de sus hermanos, en la misma casa.

(2ª) Y también: que los veinte y cinco pesos de la clau-sula nona, los ha apercibido ya y unos dos, o tres, de los diez que le debe Pedro Araque.

155 Archivo General del Estado Mérida. Protocolos Notariales. Tomo XCV. Folios 238v-239v.


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(3ª) Y también: Que la clausula diez de los diezmos que remató en aquel año, está toda evacuada, pues no debe ya cosa alguna a la Meza Capitular, ni que tampoco á él le debe cosa alguna ninguno de los Heredeos

(4ª) Y también: que de las tres Mulas, y un cavallo ex-presas en la clausula once, no ha quedado mas que una, y que de todos los demas muebles que expresa dicha clausula, ha vendido algunos, y que lo que hubiere quedado, hará un apunte, y si no lo manifestara su esposa, y su hija Pilar

(5ª) Y también: Declara por mas bienes suyos, un Mu-latico de edad de catorce meces nombrado José Antonio, e hijo de la criada Dominga, el qual quiere se le dé en su parte a la referida su hija María del Pilar

(6ª) Y También: Declara haver contraido Tercer ma-trimonio con la Ciudadana María Rosalía de Santiago hace poco mas de /fol. 239v quatro meses, la qual no trajo nada a su poder, y que es su voluntad y por quenta de su quinto se le den dos cientos pesos en tierra, ó en lo quiera que le acomode, dejandole algunas prendecitas de oro y plata que le ha dado de poco momento, con atención a los ningunos gananciales que le caben por los ningunos aumentos que ha tenido en el corto tiempo referido: como tambien se que se le den por la misma cuenta otros doscientos pesos a otro nietecito que después ha tenido la mencionada su hija, nombrado José María con el fin de que no se menoscabe el tercio que deja a sus quatro hermanos

(7ª) Y también: Que sus Albaceas sean los mismos de la clausula catorce; a saber: su yerno el ciudadano Mariano Pino y su muger hija del declarante, pero no con aquella separacion, sino de mancomun, e in solidum

(8ª) Y también: Que asi mismo declara por mas bienes suyos un derecho de doce pesos que le vino por muerte

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de su hijo Andres en la tierra de Simona Quintero su tía; y que en todo lo demas se cumpla, guarde, y observen las disposciones del referido Testamento, por ser asi su voluntad. En cuyo testimonio asi lo dijo, y otorga, y firma, siendo testigos los ciudadanos Juan José Rangel; Antonio Subiaga; y Antonio Ygnacio Aponte vecinos de que doy fe, En este estado dijo: que las prendecitas de oro, y plata que deja referidas con su ropa de vestir y una caja en que guar-darla, se las dio a su muger en razon de Arras al tiempo de casarse; y quiere que como tales sean tenidos y reputadas según derecho, de que tambien doy fe.

(Firmado y rubricado: José Cornelio de la Cueba; Juan José Rangel, Antonio Ygnacio Subiaga; Antonio Ygnacio Aponte; Rafael de Almarza, Escribano Público)


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Documento Nº 63Carta de Bolívar dirigida a Don Antonio Ignacio Rodrí-guez Picón, Comandante de Mérida, fechada en Araure el 25 de julio, por la que le remite el boletín N° 6 del Ejército Libertador de Venezuela donde se glosa el heroísmo del subteniente Gabriel Picón, hijo del destinatario.156

Ciudadano Comandante de Mérida. Tengo el honor de dirigir a V. el adjunto Boletín, por el

cual se informará V. de la gloriosa acción de Barquisimeto, dada por el Coronel Ribas, que a la cabeza de los valerosos meridanos, ha ganado a los tiranos.

El joven héroe que tan gloriosamente ha derramado su sangre en el campo de batalla, no ha muerto, ni se teme que muera; pero si cesare de existir, vivirá siempre en los corazones de sus reconocidos conciudadanos, y será eterno en los fastos de Venezuela, cubriendo de honor el nombre de Picón.

Y tu, padre, que exhalas suspirosAl perder el objeto más tierno, Interrumpe tu llanto, y recuerda, Que el amor a la Patria es primero. Estos son los sentimientos que deben animar a todo

republicano, que no tiene más padres, ni más hijos, que su libertad y su país.

Yo congratulo a V. por la honra que refluye sobre su familia con las acciones de su ilustre hijo.

Dios guarde, etc. Cuartel General de Araure, julio 25 de 1813. 3° y 1°. Simón Bolívar.


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Documento Nº 64Real orden sobre el cambio de nombre del Colegio Semi-nario y su translación a Maracaibo. 2 de agosto.157

El Excelentísimo señor Secretario de estado y del Des-pacho de Gracia y Justicia me dice de Real Orden lo que a la letra copio: Condescendiendo la Regencia del Reyno con la solicitud hecha por D. José Domingo Ruz, Diputado de Cortes por esa Provincia, ha tenido á bien disponer S. A. Que el Colegio Seminario de Mérida de Maracaybo tiene, para lo sucesivo, la denominación de Colegio Real de San Fernando, usando sus alumnos el trage de opa color pasa, vaca celeste, y al pecho un escudo Real de nuestro amado Monarca el Señor Don Fernando Séptimo. Y que la trans-lación del mismo Colegio á esa Ciudad de Maracaybo, sea á la casa que ocupa hoy la administración general del ta-baco, cuyas Oficinas, y todas las Rentas generales, podrán colocarse en el edificio público llamado la factoría, si es que ni en uno ni en otro no hay inconveniente; ni se sigue perjuicio á los intereses de la Nación; entendiendose con la calidad de que por ahora que manifesté á V. S. en siete de julio último; la de que la traslación se verifique en su caso con la mayor economía posible, y que en ello no sufra gra-vamen el erario público. Lo que participo á V. S. de orden de S. A. para su inteligencia y cumplimiento.-Dios guarde á V.S. Muchos años.-Cádiz dos de agosto de mil ochocientos trece.-Antonio Cano Manuel.

157 Eloi Chalbaud Cardona: Historia de la Universidad de Los Andes. 2° ed. Mérida, Universidad de Los Andes, 1987, T. II, p. 158.


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Documento Nº 65Oficios de Casimiro Calvo para Antonio Nariño.158

Se concluyó la presente campaña: se tomó a Valencia y ya estará Caracas, cuna de la libertad, en posesión de sus derechos. El despotismo español ha desaparecido, lleno de terror y espanto. Los papeles que incluyo impondrán a vuestras señorías de los triunfos de nuestras armas, y este gobierno se congratula con vuestras señorías de tan felices sucesos.

Dios guarde a vuestras señorías muchos años. Mérida de Venezuela, 13 de agosto de 1813. 3º.

Casimiro Calvo P. En turno.

Señores de la comisión del supremo congreso de la Nueva Granada

Al acercarse nuestro ejército a San Carlos, el español Izquierdo que la guarnecía con más de 1.000 hombres, la abandonó huyendo para Valencia; pero el 31 de julio nuestras tropas lo alcanzaron y sin hacernos cara, fuga-ron precipitadamente, quedando del todo derrotados los 1.200 hombres, entre ellos 400 curros de la Sabana de los Taguanes, y dejando en nuestro poder 1.000 infantes entre muertos, heridos y prisioneros. El general Bolívar, con la

158 Guillermo Hernández de Alba (compilador). Archivo Nariño 1812-1815. Bogotá, Fundación para la Conmemoración del Bicentenario del Natalicio y el Sesquicen-tenario de la Muerte del General Francisco de Paula Santander, 1990, T. V p. 174.

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vanguardia y centro, tomó posesión de Valencia sin un tiro el 2 del corriente, y Monteverde se escapó para Puerto Cabello, en donde los patriotas han levantado el grito, su-puesto a tres dias ha habido un fuego vivo en aquella plaza. El general, con parte de sus tropas, entraría en Caracas el 4 ó 5. Las noticias son positivas.

Mérida de Venezuela, 13 de agosto de 1813. 3º. Está rubricado.


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Documento Nº 66Correspondencia de Antonio Ignacio Rodríguez Picón a Simón Bolívar. Mérida 15 de agosto.159

“Mi muy venerable jefe, dueño y señor: “Al leer el oficio de 25 de julio que acompaña al Boletín

que V.E. se sirve incluirme, han salido de mis ojos tiernas lágrimas, no sé si dolor o de alegría. La perdida de un hijo que podía ser la esperanza y el apoyo de una familia des-graciada, y la libertad de la patria, en cuyas aras se ha sacri-ficado, han excitado en mi corazón afectos bien diferentes. Pero el amor de esta patria querida ha triunfado del amor paterno, y he inmolado los sentimientos de la naturaleza al precioso rescate de Venezuela.

“Los consuelos con que V.E. se digna atemperar mi dolor han producido sin duda todo su efecto. Yo no lloraré una muerte que ha contribuido a la libertad de Venezuela; y ojalá que la sangre del joven militar derramada, pero no perdida, en la campaña, aliente a sus hermanos y mis hijos de marchar sobre sus huellas en el campo de honor.

“Aprecio como debo, las gratulaciones que V.E. se sirve darme: conservaré siempre en mi memoria este rasgo de su noble alma, y contaré por una dicha que mis hijos militen a las órdenes de tan digno Jefe.

“Dios guarde a V.S. muchos años.

“Mérida de Venezuela, 15 de agosto de 1813. Tercero y Primero.

Antonio Picón.

159 Gabriel Picón Febres. El Apellido Picón en Venezuela. Impreso por Primitivo Quero Martínez. 1922. p. 70.

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Documento Nº 67 Carta de libertad de Juan Antonio Paredes a su esclava María Concepción.160

Ciudad de Mérida a dies y nueve de Agosto de mil ochocientos trece: Ante mi el escribano y testigos que se no-minaran parecio el Ciudadano Gobernador de esta Provin-cia Theniente Coronel Juan Antonio Paredes, á quien doy fe conosco y dijo: que movido del agradecimiento que induce la felicidad y amor con que su esclava Maria Concepcion, de edad de veinte y siete años, ha acompañado, servido y asistido á su ama Ciudadana Josefa Fernandez en todo el tiempo que el exponente ha estado ausente de su casa, ha determinado librarla de servidumbre y poniendolo en eje-cucion por el precente publico instrumento, bien advertido de su derecho otorga: que dá y concede plena libertad ála referida Concepcion para que de oy en adelante la tenga, goce y disfrute, como si fuera naturalmente libre á cuyo fin se desapodera, desiste quita y aparta, a sus herederos y succesoresdel dominio, accion y propiedad, y del derecho de patronato, que en dicha Esclava ha tenido, y todo lo cede, renuncia, y traspasa en la misma, confiriendole poder irre-vocable con libre fran/ fol 258 ca y general administracion para que trate y contrate, teste y comparesca en juicio por si o por medio de sus apoderados prancitando sin interven-ción del otorgante todo quanto está permitido practicar a los que nacieron libres y sin impedimento legal pues para ello formaliza a su favor esta escritura con los requisitos

160 Archivo General del Estado Mérida. Protocolos Notariales. Tomo XCV. Folios 258-259.


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posibles, y conducentes á su mayor estabilidad, y pide que de ella se le den las copias que quiera para su resguardo y se obliga á no revocar total, ni parcialmente interpretar, ni reclamar en tiempo alguno esta libertad, sin embargo de las causas que para volverla a su poder, prescriben las leyes que renuncia, y que si lo hiciere no se le oyga, ni admita en tribunal alguno y sea visto por el mismo hecho haverla aprovado y ratificado de nuevo, dando poder y facultad a todos los Jueces y Justicias Nacionales para que a ello le compelan y apremien como si fuese sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, a cuyo fin renuncia todas las leyes fueros y derechos de su favor y la general en forma: Yestando precente la citada esclava aceptó la merced que le hace su amo y ofreciendo acreditarle siempre su agradeci-miento pide /fol 258v copia para resguardo de su persona y firma el citado su amo, siendo testigos los Ciudadanos Antonio Ygnacio Aponte y Jose de los Santos Troconis vecinos de que doy fe

Juan Antonio Paredes

Ante mi Rafael de Almarza Escribano publico y del Cabildo

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Documento Nº 68 Mariano de Talavera vende un solar a Francisco Antonio Uzcátegui.161

En la Ciudad de Mérida a veinte de Agosto de mil ochocientos trece: Ante mi el escribano y testigos que se nominaran parecio el Ciudadano Don Mariano de Talavera vocal del Respetable Poder Executivo de esta Provincia a quien doy fe conosco y dijo: Que por el precente publico instrumento por si, y a nombre de su herederos y succe/ fol 261v sores otorga que: vende en venta Real y enajenacion perpetua desde ahora para siempre al Doctor Ciudadano Francisco Antonio Uzcategui Vocal del mismo Tribunal un solar que tiene en la planta de dicha Ciudad, y le pertenece en posecion y propiedad por compra al mismo, quando en el havia una casa de alto que derrivó el temblor del veinte y seis de Marzo del año anterior, cuyos linderos son: por el frente Calle de por medio con otro de dicho comprador, por el fondo con otro del Ciudadano Juan Agustín Gutierrez, por el costado de abajo con casa y solar de la ciudadana Lorenza Dávila, y por el de arriva con otro solar de Don Manuel Gonzalez Grado, y asi deslindado y libre de todo empeño gravamen e hypoteca, se lo vende en cantidad de ciento quarenta pesos que tiene recivido en dinero efectivo a su satisfaccion, declarando ser su justo precio y verda-dero valor, y que si algo mas vale, hace gracia y donacion al comprador, pura, perfecta é irrevocablemente vivos, sobre lo cual renuncia la ley quarta, titulo septimo, libro

161 Archivo General del Estado Mérida. Protocolos Notariales. Tomo XCV. Folios 261v-263.


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quinto del ordenamiento, y los quatro años que concede para para recindir el contrato, ó pedir suplemento del justo precio de la cosa vendida, haviendo lecion en mas o menos de su mitad y por que á no pare/ fol. 262 se no parece de precente, renuncia igualmente la ley de la nom numerata pecunia, y prueva de su recivo y desde ahora para siempre se desapodera desiste quita y aparta del dominio acción y propiedad que en dicho solar ha tenido, y todo lo cede Renuncia y traspasa en el comprador y los suyos para que como propio lo posean, gocen o enagenen á su arbitrio como adquirido con legitimo titulo a cuyo fin se lo tiene entregado obligandose como tal vendedor eviccion y saneamiento de esta venta conforme a derecho, y al cumplimiento con sus bienes havidos y por haver poderio, y sometimiento espre-so a todos los Jueces y Justicias Nacionales, de cualquiera parte que sean para ello le compelan y apremien por todo rigor de derecho, y remedio ejecutivo, a cuyo fin renuncia su propio domicilio y vecindad y la ley si combenerit de jurisdictione omnium judicum la ultima pragmatica de las sumiciones las de mas leyes y fueros de /fol. 262v su favor y la general del dicho en forma y firma, siendo testigos los Ciudadanos Antonio Ygnacio Aponte, y Jose de los Santos Troconis Vecinos de que doy fe

Mariano de Talavera

Ante mi Rafael de Almarza Escribano publico y de Cabildo

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Documento Nº 69Comunicación de Bolívar al Presidente de Mérida, fecha-da en Valencia, el 19 de setiembre, por la que le invoca la necesidad de aumentar los esfuerzos ante la amenaza enemiga.162

Al Presidente de Mérida.

Cuando nuestras costas se ven amenazadas por una expedición marítima de 1200 españoles; cuando la igno-rancia de algunas poblaciones divide la opinión, y cuando necesitamos urgentísimamente de una general cooperación para libertar a Venezuela de los funestos males a que ine-vitablemente se expondría si fuere subyugada otra vez por sus antiguos opresores, es preciso que abandonemos toda articulación sobre forma de Gobierno.

En la convicción de estos peligros está el término de las desavenencias que se asoman.

El 13 del corriente arribó a La Guaira la misma expedi-ción española que se esperaba ha tanto tiempo, compuesta de una fragata de cuarenta cañones, otra goleta también de guerra y seis embarcaciones de transporte. Las diferentes medidas que luego se adoptaron para apoderarnos del convoy, no produjeron otro efecto que el de hacer venir a tierra al segundo jefe de la expedición con 15 granaderos, y causar en los buques algunos descalabros con la fuerza de la artillería. Al día subsiguiente amanecieron sobre Puerto Cabello tomando varias direcciones que hacían sospechar

162 Escritos del Libertador. Caracas, Sociedad Bolivariana de Venezuela, 1969. T. V. pp. 121-123.


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un desembarco o por el río del Tocuyo o por las salinas del mismo Puerto. Esta conjetura, demasiado probable, con otras circunstancias, me hicieron el sitio que tenía puesto, y retirarme a esta ciudad, donde pienso llenar los dos objetos, de centralizar todas mis fuerzas y batir al enemigo en campo raso. Mis esperanzas, sin embargo, quedarían eludidas, si en tan apurados momentos como los presentes, sucediese a la unión, que tanto ha contribuido a nuestras repetidas victorias, la divergencia de opiniones en materias políticas, reservadas a tiempos más tranquilos. Salvemos nuestra patria, y que no se oiga en Venezuela otra contestación que la que se ha emprendido para exterminar a los tiranos. El orden de las cosas exige de nosotros esfuerzos no comu-nes, siquiera en justa oposición de los que ellos hacen para subyugarnos. Una expedición española de 1200 hombres contra las Provincias de Venezuela, es el último esfuerzo que pueden hacer los comerciantes de Cádiz para reducir estos países a la esclavitud más vergonzosa.

El centralismo y el federalismo serán otras cuestiones posteriores, en cuya decisión protesto a V. S. que no me in-geriré de modo alguno. Para entonces deben haber cesado los motivos que ahora me estimulan a llevar la carga de la Magistratura. Ocuparé el cargo de un simple ciudadano y esto me llenará de la mayor satisfacción. Tales sentimientos y no otros de diversa naturaleza, me persuadieron antes, y ahora con más motivos, que el sistema de centralización en nuestras actuales circunstancias puede solamente sal-varnos. Los ningunos recursos de las Provincias por si o separadamente, y la necesidad de obrar con urgencia sobre un enemigo vigilante cuyas perfidias son notorias, acon-sejan imperiosamente la unidad del Gobierno para evitar rodeos embarazosos, de que dependió en mucha parte la

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última subyugación de Venezuela. V. S. lo conoce, cuando me manifiesta que nada es más conforme a sus deseos que la reforma de nuestra Constitución, por la cual, dejando salva la naturaleza del gobierno federativo, se dé mayor impulso a las operaciones.

Procedemos de acuerdo y sólo una mala inteligencia ha podido hacer creer que yo destruyo enteramente el régimen federal y de que trato de crear una autoridad militar, inde-pendiente de la civil, por una Junta de notables del pueblo de Caracas. El haber creído, como creo, que semejante régimen proporciona por ahora la disolución del Estado, y presagia incontestablemente su ruina, no es atacarlo en sus principios, ni impedir que se restablezca en otras cir-cunstancias; muy al contrario, el proyecto del ciudadano Uztáriz habrá impuesto a V. S. de que en vez de destruirse la federación de estas Provincias, se juzga conveniente extenderla y consolidarla más y más. En la Asamblea de notables deberá tener cada Provincia la voz y representación correspondiente, con lo que se acaban las quejas y cesan los recelos de una conducta opuesta. Determinada, empero, la forma de Gobierno y sus bases fundamentales, yo anuncio a V. S. desde ahora que cualquiera que sea, renuncio a toda autoridad, a menos que vea a mi país otra vez en peligro, pues entonces seré el primero que se presente en él.

Dios guarde, etc. Valencia, 19 de setiembre de 1813. Simón Bolívar.

Nota: El destinatario era el Teniente Coronel Juan Anto-nio Paredes Angulo (Mérida, 1760-Maracaibo 1834) quien ejerció la Presidencia o Gobernación Político y Militar de Mérida en 1813-1814.


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Documento N° 70Comunicación del Gobierno al comandante general de la Provincia de Caracas, José Félix Ribas, fechada el 21 de septiembre en Valencia, sobre medidas severas para la obtención de arbitrios económicos.163

Ciudadano Comandante General de la Provincia de Caracas

En la privación de los arbitrios que suministra a esta provincia el comercio marítimo dando salida a nuestras producciones, debe ocurrirse a cualquiera otros para defen-dernos de nuestros enemigos y expulsarlos para siempre del territorio de Venezuela.

Varios se han adoptado, pero ninguno con buen éxito. Preciso es, pues, que los hijos del país traigan a su memo-ria las melancólicas escenas que tendrían que espectar sí sucumbiésemos a nuestros opresores. No basta jactarnos de patriotas, ni probar que lo somos con voces aéreas e in-significantes hechos y sacrificios son los indicantes menos expuestos al riesgo de la equivocación.

El Departamento de Caracas que por todos respectos ha debido hacerlos mayores que otro alguno para exterminar a los tiranos, y conservar el gran concepto que se merece en todos tiempos por la liberalidad de sus sentimientos, ha sido por desgracia el que menos ha contribuido a sostener nuestra gloriosa lucha. Mérida solamente, aunque desola-da por el terremoto y por las tiranías de los gobernantes

163 Escritos del Libertador. Caracas, Sociedad Bolivariana de Venezuela, 1969. T. V. pp. 144-145.

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españoles, ha entregado treinta mil pesos y ochocientas caballerías para el sostenimiento del estado.

Los habitantes de Caracas se han comportado de diverso modo. Ya no hay esperanzas de que se modelen voluntariamente por aquella provincia, y aun por otras, y se necesitan medidas coactivas para hacerles entender su deber. Por tanto, el General en Jefe dispone que se exijan desde luego en esa capital donativos forzados a proporción de los haberes de cada uno, entrando además bajo el mismo respeto todo americano cuyas opiniones políticas hubiesen sido contrarias al sistema republicano de Venezuela. La imposibilidad solamente podrá eximir a unos y otros de este deber; y el pasar por las armas a tres o cuatro que lo rehúsen enseñarán (sic) a los demás a obedecer.

Dios, etc.

Cuartel General de Valencia, 21 de septiembre de 1813. 3° y 1°.

Antonio Muñoz Tebar.


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Octubre Noviembre Diciembre


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Documento Nº 71Alocución del Canónigo Uzcátegui para promover la reedificación de Mérida.164

Virtuosos Paysanos y Compatriotas que estais juntos en esta Respetable Asamblea: la voz de la razon de nues-tra Patria os habla en estos términos: Sabido es á todos las desgracias de esta nuestra ciudad por la ruina del temblor y las reboluciones siguientes: aquel nos dejó sin las fábricas principales, y sin las habitaciones de los ciudadanos, y las irrupciones de Maracaybo aun parece que nos han causado mayores daños: pero corriendo un velo á todo lo pasado, os imbito á que pongamos manos á la obra de reedificar nuestro Colegio y Capilla en términos que esta pueda servir de Iglesia Catedral interina para la celebracion de los Divi-nos Oficios. No es de poca importancia tambien el fabricar la casa para la Universidad en términos que pueda servir interinariamente para Palacio Episcopal. Es también de suma urgencia la reedificacion de las Casas Concistoriales y Cárceles. Todo esto es de primera necesidad, y sin estas fábricas es muy probable el que la Mitra la arrastren para Maracaybo los agentes que tanto se han interesado en ello, aprovechándose de nuestras desgracias.

Sí, Ciudadanos: el Cielo nos afligió en estos tiempos an-teriores; pero el mismo cielo ya se nos va manifestando con temperamento menos malo, y es preciso comenzar á obrar con energía en nuestras fábricas, sin que nos acobarden las pobrezas en que nos hallamos; y aun todavía con enemigos á la frente, sin dinero que circule; pero nos han quedado

164 Antonio Ramón Silva: Patriotismo del clero de la Diócesis de Mérida. Mérida, Imprenta Diocesana, 1911. pp. 208-212.


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brazos con que trabajar, y no faltan mantenimientos para el sustento de los obreros, con cuyos auxilios, si ponemos por obra nuestras fábricas, las hemos de ver concluidas en todo el año entrante, estando advertidos que sin dinero podemos executarlas; pues este no es mas que un signo con el qual mas facil consiguen los hombres las operaciones de comercio, fábricas, y demas, como se deja ver á la razon, y voy a proponer el medio y modo con que puede verificarse nuestro intento, sin la urgente necesidad de dinero.

Encárguese á quatro vecinos aparentes para el caso, la comision de la fábrica de cada una de las mencionadas, en estos términos: destínese todo el vecindario de esta, de la Punta y pueblo de la Otra-banda de Chama para que concurran con el peonaje que ha de obrar en el Colegio, y los mas pudientes por medio de sus comisionados en cada pueblo, recojan los bastimentos necesarios. El Colector del Colegio avive las cobranzas de sus fondos, y tire de los Diezmos los caídos del Seminario, y con estos auxilios de dinero, dense medias pagas á los artesanos que trabajan en esta obra. Para la fábrica de la Yglesia, en los propios términos de arriba, concurrar los pueblos de Mucuchíes, y Tabay. Para la fábrica de Universidad y Palacio, todo el vecindario de la villa de Exido, y últimamente para la fábrica de las Casas Consistoriales, y cárceles concurrar todos los pueblos y vecinos de la villa de Timotes, con el fondo de propios, y quantas multas se puedan sacar de los malhechores, trayendo á esta obrar á todos los pueblos insurgentes, y opuestos á nuestra justa causa.

Las Provincias de Barinas, Truxillo, Maracaybo, y Pam-plona pertenecen á este Obispado, y deben contribuir con sus donativos, que con buenos modos, los irán consiguiendo los comisionados por medio de otros comisionados en cada lugar, y el Juez Eclesiástico circulará á todos los Curas sus

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oficios para que inspiren en los Pueblos el afecto á contribuir con sus donativos en las especies que puedan, y es imposi-ble que dejen de conseguirse limosnas para tales fábricas.

A todo esto se añade que los Diezmos tiene la Catedral muchos caídos de sus Excusados. La Quarta Episcopal, y vacantes de Prebendas corresponde tambien á la Cate-dral, y debe hacerse una gestion enérgica al Gobierno de cada Provincia, para que dejen libres estos ramos, en la inteligencia que en el sistema presente de Independencia, ya las potestades temporales no pueden meter la mano en los diezmos sin fraccion de la disciplina eclesiástica, é incurriendo en las penas y anatemas que la Yglesia tiene impuestas contra los que se usurpan los bienes de la Yglesia. Es verdad que las Provincias estan necesitadas de dineros para socorrer las tropas que defienden nuestra justa causa; pero estos Gobiernos deben por medio de Oficios pedir á los Jueces generales de diezmos, (y no á los subalternos) un socorro ó un préstamo de las dichas vacantes, pero no dejar incongruos á los Ministros de la Yglesia, para cuya sustentación concurren todos los fieles con el diezmo que es de derecho Divino, y del Eclesiástico que manda pagar Diezmos y Primicias á la Yglesia de Dios; ¿y qué dirán los fieles si ven que estos los cobra el Ministro de Hacienda Nacional? Sin duda puede haber en esto mucho quebranto. Los Jueces Generales de Diezmos no dudo que atenderán mucho á las exigencias del Estado Temporal, y partirán el Pan, dando la mitad de las vacantes al Estado, y aplicando la otra mitad á la fábirica (sic) tan necesaria de la Yglesia Catedral, como que sin ella no hay en donde pueda el Prelado, y Cabildo celebrar los divinos oficios que se aplican por la salud espiritual y temporal de todos los Fieles del Obispado, ni tampoco pueden predicar el Evangelio. És verdad que en día está vacante la Mitra, y los Prebendados dispersos,


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pero al llegar el Doctoral, ya podrán entablar el Coro, y al proveerse esta Mitra, es forzoso que el Prelado tenga donde exercer su ministerio Pastoral, y de nó con mucha razon y justicia hará su residencia en otra de las ciudades que pueda cumplir con su ministerio.

Sin contar este vecindario con el socorro espiritual que atrae la Mitra y el Colegio, debe tener presente que por estos dos medios se riegan en esta jurisdiccion anualmente sobre quarenta á cinqüenta mil pesos; con cuyo socorro puede en breve toda esta Jurisdiccion poder reparar de los daños pasados, y con mucho gusto debe sacrificarse por hacer la reedificacion de las obras indicadas, estando persuadidos que con usura y gran ventaja recobrarán sus gastos.

Soy de sentir que poniendose por obra lo que llevo representado, en el año entrante han de estar concluidas las quatro fábricas; y así, Ciudadanos virtuosos, un Paysano y compatriota vuestro os imbita á poner manos a la obra, y él será el primero que á sus hombros cargue los materiales para tan piadosas y útiles fábricas: la renta que le queda de Diezmos quitando su pura manutencion, la demas la cede para la obra. Sí, amigos y compañeros; todos aquellos que no hemos cogido los laureles en la reconquista de Venezuela como tantos de nuestros Ciudadanos estan honrados con el nombre de valientes en los campos de Marte, seamos nosotros alabados porque disponemos el templo á la Reli-gion, y fabricamos escuelas de Minerva: Escuelas, sí, digo, en donde la Juventud se ilustre para ser útil á la Religion y al Estado, porque el Seminario se puede llamar con razon Semillero de virtudes cristianas y políticas, y es el que no hemos de dejar perder en nuestros tiempos:

Mérida Octubre dos de mil ochocientos trece

Francisco Antonio Uzcategui.

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Documento Nº 72Acta de Cabildo abierto de la ciudad de Mérida.165

(Acta) En la Ciudad de Mérida, á tres de Octubre de mil ochocientos trece: los Ciudadanos de la Ylustre Muni-cipalidad presidios por el Teniente Coronel Antonio Picon, como Gobernador Político y Militar accidental congregados con el Pueblo a Cabildo abierto, á que tambien concurrieron algunos vecinos de la Villa de Exido, y de la Parroquia de la Punta, por imvitacion del Ciudadano Doctor Francisco An-tonio Uzcátegui, para tratar y conferenciar varios asuntos pertenecientes al pro, y útil de la Patria, como tan interesado en su reedificación, y restablecimiento de los edificios que arruinó el gran terremoto del veintiseis de Marzo del año anterior, como son el Colegio, una Yglesia que sirva de Catedral, casa de Universidad y Episcopal, Consistoriales, y Carcel pública; abrió el mismo la sesion exibiendo un manifiesto escrito en que hace ver la gran necesidad de que se dé principio á dichas fábricas, para lo que propone quatro diputaciones de á quatro ó cinco sugetos cada una, y de acreditado patriotismo, exactitud, é interes por el bien comun, y los arbitrios de que debe usarse para conseguirse en medio de la actual escacez de dinero; y habiendose leí-do en voz alta dicho papel, y conferenciándose todos sus puntos, el Cabildo y Pueblo aceptó las proposiciones que contiene, ofreciendo contribuir cada uno por su parte con quanto pueda al logro de su realización; pero el Ciudadano Presidente tomó la palabra, é hizo ver que todo debía ser y

165 Antonio Ramón Silva: Patriotismo del clero de la Diócesis de Mérida. Mérida, Imprenta Diocesana, 1911. pp. 212-214.


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entenderse sin perjuicio de la defensa de la patria, ni de la gente que pueda necesitarse para el destacamento que en la actualidad se halla en el punto de Lagunillas impidiendo la entrada que intentan las tropas de Maracaybo, á que se han unido los insurgentes Bayladoreños, pues todo estaría demas si aquel Gobierno volviera á dominarnos; cuya pro-posicion fue generalmente aceptada por todo el concurso, y aun por el mismo Ciudadano Uzcátegui promovente, quien declaró no ser otro su ánimo, sino que se vaya dando principio á las obras, quando se pueda contar con la segu-ridad de dicha Patria que es verosimil, respecto de la……… [Ilegible]……… y aflicciones en que se halla Maracaybo con los Exércitos Libertadores; y dando al insinuado Ciudada-no Doctor Uzcátegui las gracias que merece su acreditado Patriotismo, quedaron nombrados y electos desde ahora para las quatro obras referidas los Ciudadanos siguientes: Para la fábrica de la capilla que ha de servir de Catedral el Doctor Buenaventura Arias, el Presbítero Juan José Dugar-te, José Arias, Juan José Rangel y Justo Arias: Para la del Colegio el citado Presbítero Uzcategui, el Presbítero José Luis Oballe, Cura del Morro, Cayetano Sánchez, Ygnacio Antonio Pereyra, y Atanacio Albarado: Para las Casas de Universidad y Episcopal el Regidor Serrada, Fernando de la Cruz, Eduardo Oballe, Juan José Valero y Vicente Pino; y para las Consistoriales y Carcel pública los Alcaldes Ordina-rios Ygnacio de Ribas y Nicolas Parra, el Procurador Fermin Ruiz, Manual Agustin Ysarra y Francisco Riveros: Cuyos Comisionados podrán desde luego ir dando principio á lo que buenamente puedan sin perjuicio de la Guerra, usan-do para ello de los arbitrios propuestos por el insinuado Doctor Uzcátegui en el manifiesto que se mandó agregar; y quedando conforme todo el concurso en que el Ciudadano

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Presidente y los Cabildantes solo autoricen esta Acta por el mas pronto despacho, y ser ya muy tarde, se concluyó y la firmaron, por ante mí, de que doy fé

Picon=Ribas=Parra=Valera=Rangel=Serrada=Ruiz=Ante mí- Rafael de Almarza-Escribano publico y de Cabildo.

Circulen estas diligencias por todos los pueblos de esta Jurisdiccion, y luego se sacarán copias para dirigirlas á los Vicarios del Obispado, para que se haga saber á los pueblos que deben concurrir con sus donativos respectivos para tan interesantes obras, que son en beneficio de todo el Obispado.-Mérida Octubre cinco de mil ochocientos trece.


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Documento N° 73Rafael Dávila sobre libertad de su mujer, esclava de Luis Cerrada.166

Cabildo Alcalde Segundo

Expediente de Rafael Davila sobre libertad a su mujer esclava de Luis Serrada

Rafael Davila de este vecindario ante vuestras mer-cedes como corresponda en derecho paresco y digo: Que siendo esclavo del Ciudadano Luis Serrada pretendí ahora quinse años sacar de servidumbre a mi esposa, dandole la cantidad de su valor lo qual justificare le inste por varias ocasiones á que se resistió con el ofracimiento de que tanto yo y mi muger quedarías libres, respecto de nuestro buen servicio con otras tantas promesas que me hiso, nada me-nos, que incontinente me formo una donacion intervivos hecha de su puño y letra y caracterizada consta en testigos de un pedaso de solar por el objeto de gratificarme para que suspediese la livertad que pretendía de mi muger yo accedi a todo creyendome que el de fiar ofrecido, se cumpliera pero no señor seguimos en la esclavitud y después de un espacio considerable de tiempo hise yo de livertarme por la cantidad de doscientos veinte y cinco pesos que exivi a mi amo quedando mi mujer en el /fol. 67 cautiverio hasta solicitar yo la cantidad de su valor para livertarla por que el de fiar fu un aparato que propusimo el Ciudadano Serrada

166 Archivo General del Estado Mérida. Esclavos y Manumisos. Tomo V. Folios 67-68 v

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para estorvarme en aquel tiempo el sagrado derecho que me competía de livertar a mi muger. Despues de que yo salí de la clausura de la esclavitud, nunca me presumí, estar impedido de verme con mi muger, que quedase en aquella, porque supuse que su amo, no podía ni debía, prohibirme una comunicacion lisita: aora poco fui a ver a mi miger y la esposa de serrada me despojo de su casa dando a enteder la prohibicion para no vesarme con mi muger con cuyo motivo reprecente todo el suceso al Ciudadano Provisor para que se sirviese interponer su suprecion respecto hacia la sociedad del matrimonio: Y empeñandolo a que respecto de no tener actualmente el dinero que por abaluo resultase valer mi mujer yo estaba pronto a dar, una fianza, deentera satisfaccion con algun plazo considerable para que se me diese en fiado la espresada mi mujer respecto de prohibir-seme la versasion, con ella, de cuyo reclamo, ó mediacion se digne el citado Citado Provisor mandarle comunicar tratado al insinuado Serrada por lo qual hacia los efectos del matrimonio (y hasta ora no ha contestado cosa alguna porque se ve convicto) con este resultado, siguio la ravia, de los amos con la infeliz de mi muger en terminos que en sacrificio o por rendir la pacion la golpeo la señora y como siendo que era por aquel motivo y que a cada paso seguiria este insufrible rre /fol. 67v cor, determino salir de la casa de (ilegible) se de mi, para que solicitase, obvia que medios tomava en la separacion de aquella casa por que ya le era cosa dura seguir bajo las vanderas de la temeridad: esto su-puesto suplico a vuestra merced se sirva mandar depositar a mi muger y que con previo abaluo de su valor estoy pronto de abrogar la competente escritura de fianza para resevirla en fiado por las precentes escaseses de dinero, y que ella no puede volver al poder de sus amos a hacer victima, de


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su rencor, por la pasion que me tienen tan manifiesta con que en todas partes ha procedido el Ciudadano Serrada miles expresiones desacreditandome a su antojo por solo el hecho de que pretendo libertar a mi mujer quando me estuvo con influxos haverlo verificado en el tiempo que le exibia en efectivo dinero su valor: en esta virtud a vuestra merced pido y suplico se sirva prover el citado depocito ante toda cosa para que luego se practique el abaluo por peritos nombrados por mi parte y la del Ciudadano Serrada con cuyo resultado se me admita la fianza qual espreso que todo es justicia que imploro y juro en forma lo necesario

A ruego del representante /fol. 68

Mérida octubre 4 de 1813

Dese vista al Ciudadano Regidor Luis Cerrada, y con que diga se provera: lo decreto el Ciudadano Alcalde de Segunda Eleccion Nicolas Parra por ante mi de que doy fe

Nicolas Parra Ante mi Rafael de Almarza escribano público y de cabildo

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Documento Nº 74Los dos Racioneros proveen a las necesidades de la Ca-tedral y Seminario.167

1-[Sesión del 8 de octubre de 1813]-Los Racioneros Dr. D. Francisco Antonio Uzcátegui y Dr. D. Buenaventura Arias, únicos Canónigos que habían quedado en Mérida, porque el Dean Yrastorza y el Canónigo Mateo José Mas y Rubí habían huido á Maracaibo en abril de este año porque se acercaba Bolívar a Mérida, y el Canónigo Doctoral Luis Y. Mendoza estaba en Cúcuta, resolvieron constituirse en Cabildo para proveer á las necesidades de la Diócesis y so-bre todo á las de la Catedral y el Seminario, cuyos intereses estaban completamente abandonados; pues el Mayordomo de Fábrica, Señor Elias, estaba colectando en Caracas, el Colector del Seminario Señor Oberta, estaba en Maracai-bo, el Contador General de Diezmos, Señor Amaya, había muerto en el terremoto, y de los Capellanes de Coro unos habían muerto en el terremoto y otros estaban dispersos. He aquí algunos párrafos del acta.

“Para subvenir oportunamente al remedio posible de tantos males que hasta la presente se han sufrido, y amenazan de futuro; en la actual conferencia acordamos tomar la voz y voto del Cabildo Capitular de esta Santa Iglesia Catedral, para ir disponiendo lo mas conveniente en este asunto, reparando quantos daños y perjuicios sea posible, sin que nos obste el ser solo los dos Capitulares los que formamos el Cabildo sede Vacante, porque así lo



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exije el imperio de la necesidad, y como se ve en actas de este Libro, y si se han celebrado otros dos Cabildos, con solo dos vocales. Tambien hemos tenido presente para nuestra resolución, la erección de esta Iglesia Catedral, en cuya constitución da igual voz y voto a los Racioneros, que á los demas Prebendados, privandoles solo el voto en los asuntos de eleccion, pero con todo, la urgente necesidad y la epiqueya, dispensó esta ley el veintinueve de Marzo del año anterior doce, quando solo nos hallamos en esto los dos presentes Racioneros, y el Canónico Mas y Rubí; y con todo en el acta celebrada aquel día solos los tres elegimos y nombramos por Vicario Capitular al expresado Señor Dean Yrastorza, con cuyo nombramiento ha obrado en todos los asuntos del Obispado: tambien hemos tenido presente para nuestra resolución el que, sin embargo da haber caducado las sólitas, concedidas á los Obispos de América por veinte años, con todo, atendiendo á la necesidad de los fieles, y al dificil recurso á Roma, han procedido solo por la epiqueya los Prelados y Vicarios Capitulares de esta, y de los Arzo-bispados de Santafé y Caracas á dar dispensas, siendoles prohibido por dcho. Canónigo, y sobre ello se han hecho consultas, sobre si la necesidad ha rompido allí la ley: en nuestro caso y circunstancias presentes, no tenemos duda de poder obrar en todos los asuntos convenientes al bien de la Iglesia de este Obispado, y al reparo de todos sus intereses”

Por tanto, resolvieron seguir celebrando Cabildo y tomando todas las disposiciones necesarias. En este, nom-brando para Secretario del Cabildo al Tonsurado D. José Ygnacio Ovalles; Mayordomo Interino de Fabrica, á D. Gabriel Valera; Colector del Seminario, al mismo Secretario Ovalle. Como-”en Cabildo abierto del vecindario, celebrado el tres del corriente, á representación del Primer Racionero,

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se resolvió que se procediese á la reedificación del Colegio y Capilla, para que sirva interinamente de Iglesia Catedral” -nombraron á Cayetano Sanches para sobreestante de los trabajos. Resolvieron tambien -”oficiar al R. Poder Executivo para que se sirva mandar que el C. Agustín Chipía deposi-tario por el Gobierno antiguo de la hacienda de Las Tapias, perteneciente al Colegio, la entregue al Colector nombrado Luis Ignacio Ovalles”.

2-(Sesión del 19 de octubre de 1813.)- En esta sesión se acordó: 1° Que en atención á que el Dr. Arias tenía ya abierta la clase de Gramática, se pase circular á todos los Vicarios Foráneos para que hicieran venir á todos los Se-minaristas que estaban dispersos á causa del terremoto, y que se oficiara á los Catedráticos para que concurrieran á dar las respectivas lecciones, recibiendo sus sueldos de manos del Colector; 2° que, por cuanto la hacienda de las Tapias se hallaba en muy mal estado é inproductiva, se dividiera en lotes que se darían á censo redimible. 3° Que se trasladasen á una casa que se tomó en alquiler por tres pesos mensuales, todos los objetos de la Catedral que fueron encontrandose, así como los que se mandaron traer de Lagunillas y la Librería del Señor Torrijos que estaba padeciendo mucho perjuicio casa del depositario Señor D. Vicente Campo, antiguo Mayordomo de Fabrica; 4° que se diése su arrendamiento el terreno de Milla, con los hornos de teja que estan deteriorados.-5° que se hiciese el inventario del Archivo Eclesiástico.


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Documento Nº 75Causa por Hurto en contra de Tomás Parra.168

Ciudad de Mérida á veinte y dos de octubre de mil ochocientos trece: El Ciudadano Alcalde de segunda elección Nicolas Parra en virtud del anterior oficio hizo comparecer al reo Tomas Parra á quien por ante mi recivio juramento bajo el cual ofrecio decir verdad en lo que supiere y le fuese preguntado, y siendolo al tenor de dicho oficio dixo: Que es cierto se robó una Novilla de Ganado del Es-tado que está en el Llano por que habiendole propuesto al Capitán Maldonado que se la diera fiada por tres meces, no quiso acceder a su Suplico, pero que no robó las otras dos que se expresan en dicho oficio de las que ha oydo decir se robó una un esclavo un Esclavo del Ciudadano Comandante nombrado Cecilio, que le han dicho esta ya preso por su amo y que de la otra no tiene la menor noticia. Preguntado quan-to valdria la Novilla que confiesa, y si alguna otra persona le ayudó á cogerla a sabiendas del robo dixo: que valdria nueve pesos y que Santiago el que vive en Chama casa de Enrique Uzcategui fue quien se la ayudó á coger sabedor de que era robada. Preguntado, sino sabe la pena de azotes que se impone a los ladrones con mayor razon siendo del Estado la cosa robada, dixo: que si lo sabe y que lo que ha declarado es la verdad para su juramento fecho en que se afirma y ratifica, siendole leyda dijo estar bien escrita, y que es de edad de veinte y quatro años no firma por no saver hacerlo su merced de que doy fe Yn /fol. 124 continenti

168 Archivo General del Estado Mérida. Materia Criminal. Causas por Hurto. Tomo VIII. Folios 124-125.

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hizo su merced comparecer á Cecilio Picon Esclavo del Ciudadano Theniente coronel Antonio Picón a quien recibió juramento conforme a derecho baxo el qual ofreció decir verdad en lo que supiere y le fuere preguntado, y de si es sierto se rovó una de las reses del Estado que se expresan en este expediente segun a declarado Tomas Parra dixo: Que es falso Robace dicha res ni que el expresado Parra puede decirlo con verdad, pues ni se junto con el la noche de dicho robo, y ni siquiera lo llegó a ver por ninguna parte: preguntado sino es cierto que iba para la Punta junto con Ygnacio Marquina con una res que llevavan arrebiatada a una vestia, según lo vieron pasar por la tienda del Carrizal dixo: que es cierto iba para la Hacienda de su amo pero no con las personas que se expresan pues esto llegaron a dicha tienda después de estar el en ella y que el Bernardo Araque era el que llevava atado a la cola de su vestia un Becerro pero que ignora, siera bien o mal habido por que no se quiso hablar cosa alguna sobre ello como lo podra decir un Mozo nombrado Patricio que vive en la Plaza la Punta, que estaba arrimado a la puerta de dicha tienda y el mismo tiendero nombrado Juan José y que de allí para adelante se fueron juntos hasta donde se aparta el Camino del Exido y el de la Punta /fol. 124v Preguntado si tiene alguna noticia de quien pudo haber tobado las dos reces que faltan dixo: que no ha escuchado la menor palabra sobre el asunto, y que lo que ha declarado es la verdad para su juramento fecho en que se afirma, y ratifica, siendole leyda dixo estar bien escrita que es de edad de veinte y seis años no firma por no saver hacelo su merced por ante mi de que doy fe.


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Documento N° 76 Ejecución por parte del colector del Colegio Seminario contra Juan de Altuve por el principal de 300 pesos y sus réditos.169

Alcalde ordinario primero

El Clerigo Luis Ygnacio Ovalle administrador general del Colegio Seminario haciendo el pedimento mas util en favor del dicho colegio dice: que Juan de Altube y sus fia-dores Rafaela Toro su esposa, y Antonino Izarra reconocen por dos escrituras que con la solemmidad debida precento la una de docientos pesos y la otra de ciento los quales estan cargados en las casa que señalaron dichas escrituras que con el terremoto estan arruinadas y el Inquilino del colegio ha caido en comiso por lo qual suplico al Tribunal se sirba mandar que el principal y sus fiadores me paguen los redi-tos vencidos y subrrogen hipotecas y de no hacerlo dentro de tercero dia que se abaluen los solares francmentos de las casas y que en pregon se vendan y si no hubiere para el principal y reditos que se proceda contra los demas bienes que se descubran de los inquilinos hasta subsanar princi-pal, reditos y costas pido justicia en Merida a 30 de octubre de 1813- 3° y 1° en papel comun por falta del sellado, sin perjuicio del haber nacional

Luis Ygnacio Ovalle

Merida octubre 30 de 1813

169 Archivo General del Estado Mérida. Materia Civil. Conventos varios y Semi-nario de Mérida. Tomo II. Folios 297-297v.

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Por presentado con las dos escrituras que expresa: In-timece á Juan de Altuve cumpla con lo que esta parte pide dentro del preciso termino del tercer dia con apercivimiento de execusion y si estubiese aucente libresele comparendo: Proveyolo /fol. 297 el Ciudadano Ordinario de primera Eleccion Ygnacio de Rivas ante mi de que doy fe

Ygnacio de Rivas ante mi Rafael de Almarza escribano público y de Cabildo


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Documento Nº 77Carta de Jaime Picón a sus padres. 2 de noviembre.170

“Queridos y amados padres:

“No ignorarán U.U. como llegué a la ciudad de Caracas con la felicidad indecible de Teniente de granaderos, y a pocos días de permanecer en ella, se me hizo capitán vivo y efectivo del Batallón veterano de Barlovento en el que, a poco de mi estada en dicha ciudad, marché con destino a pacificar los Llanos que estaban en movimientos por las seducciones de Boves. Efectivamente, se dirigió un ejército de dos mil quinientos de caballería, todos al mando de mí hermano Vicente (Campo de Elías) que es el General de estos Llanos, y llegando a Calabozo, en donde se hallaba el enemigo, nos salió a batir el dicho Boves a las sabanas de Mosquitero con tres mil hombres, en donde nos sostu-vo tres horas de combate a fuego vivo, adquiriendo al fin la victoria las armas de la República, en cuyo ataque se le quitaron tres cañones, muchos fusiles y pertrechos. Y en todo lo dicho, nada hay que admirar, pues se han contado en el campo mil y veinte muertos.

“Al presente nos hallamos en esta Villa de Calabozo, y yo de comandante del Batallón Barlovento por estar mi hermano de General. No les había escrito a S.S. Mercedes, no por ingratitud, sino por no haber tenido fijeza en un lugar. Mi hermano y yo estamos buenos, con ansia de aca-bar esta campaña para pedir licencia, y tener el gusto, si el Señor nos saca con felicidad, de contar a Mercedes todas nuestras suertes.

170 Gabriel Picón Febres. El Apellido Picón en Venezuela. Impreso por Primitivo Quero Martínez. 1922. pp.17-18.

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“Mil expresiones a mamá Tina y a todos los de casa, a quienes ruego me encomienden a Dios y a María Santísima.

“Su humilde hijo, que desea con ansia estar con S. S. Mercedes.

“Calabozo, 2 de Noviembre de 1813.

Jaime Picón”


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Documento Nº 783.-Voto a Nuestro Amo.171

[Sesión del 16 de Noviembre de 1813]- “En la ciudad de Mérida á diez y seis de Noviembre del trece se juntaron á Cabildo los Sres. D. D. Francisco Antonio Uzcátegui y Buenaventura Arias, y dixeron: que teniendo muy presente que el Jueves Santo, dia veinte y seis de Marzo del año an-terior de doce en que acababa de pasar el terrible temblor que arruinó esta ciudad, y estando mucho pueblo junto con el Smo. Sacramento presente, todos juntos hicieron voto de promover el culto de Nuestro Amo en quanto las fuera posible, de modo que en las Iglesias y al salir por Viático á los enfermos se le de el mas respetuoso, y venerable culto; Y para cumplir fielmente esta promesa mandaron dichos Señores que se promulgue y recuerde al pueblo el voto hecho, y que se solicite quien se encargue de la Cofradía, para que con toda devocion se promueva su aumento, del modo que se concierte con el Cabildo Secular de esta y el vecindario, sobre que se pasará oficio; y que en el interior se establecen los divinos oficios de Catedral, que en el convento de las M. M. Monjas se celebren los domingos Misa Cantada con el Santísimo patente con diez y ocho luces de cera, de la perteneciente á la fabrica de la Catedral, que administrará el Mayordomo: quedando encargados dichos dos Señores de persuadir al pueblo por pláticas y de quantos modos puedan, el que se infunda en el corazon de todos la mayor venera-cion, respeto y devocion al Santísimo Sacramento del Altar, Misterio tan digno de amor de todos los fieles cristianos”


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Tambien se dispuso en este Cabildo que tan luego como esté habil la capilla del Seminario se celebren en ella todas las funciones de la Catedral, como se hacian en la Iglesia de Sto. Domingo antes del terremoto, y que se tras-laden a dicha Capilla los restos del Illmo. Señor Milanes, haciendose solemnes funerales.


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Documento Nº 794.-Restablecimiento de los oficios divinos en la Catedral de Mérida.172

(Sesion del 1 de Diciembre de 1813).-”En Mérida, hoy miércoles, primero de Diciembre de mil ochocientos trece, por haber sido ayer dia feriado, se juntaron á Cabildo ex-traordinario con citacion ante diem los Sres. Prebendados D. D. Francisco Antonio Uzcátegui y Buenaventura Arias, y no los demas Señores, por estar ausentes, y dixeron: que deseando restablecer los oficios divinos de Catedral, que han estado suspensos desde la ruina del terremoto, por todas las circunstancias que han precedido hasta esta fecha, y que son muy notorias, y públicas; pero que en el dia, ha-biendo Dios facilitado algunos medios, trataron en primer lugar con la Madre Presidenta del Convento de Monjas y su Comunidad, el que cedieran su Iglesia y Sacristía, interim está concluida la Capilla del Colegio, para que se celebren todos los oficios de la Catedral, conforme se han executado desde su establecimiento y que se practicarán sin perjuicio de las funciones del Convento, asignándole á este el gasto de la oblata de todas las Misas que se celebren, sobre que se hará un providencial tanteo, para pue el Mayordomo de fábrica los de á la Madre Abadesa, con una gratificación por la señal de campanas y servicio interior de la Sacristía: á que toda la Comunidad muy gustosa ha condescendido, franqueando libremente la Iglesia y Sacristía, tanto para esto, como para depositar allí todos los ornamentos que ya


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se han remitido allí.——Luego dixeron que no hallandose presentes mas que los dos Prebendados, y en virtud de lo practicado por el V. S. Dean y Cabildo en la primera Acta estampada en el primer libro, su fha. en 30 de Enero de 1792, en que entonces en virtud de la Ley 13, L. 1° Tit° 6 de la Recopilación de Indias, para completar los quatro Preben-dados que celebren las Misas, se eligió por suplente á dho. Sr. Dr. Uzcátegui, asignándole la tercera parte de una de las tres Canongias de renta; ahora se practica lo propio; nom-brando por tales Canónigos suplentes, hasta que otra cosa se determine por este Cabildo, al Dr. D. Mariano Talavera, Catedrático de Vísperas de este Colegio Seminario, y al Pro. D. Enrique Manzaneda y Salas, Maestro de Ceremonias.”

Se nombraron los empleados que faltaban para el ser-vicio del Coro y se determinó que los oficios principiarían el día trece del mismo.


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Documento Nº 80Declaración tomada a José Bidal Molina.173

Ciudad de Mérida a seis de Diciembre de mil ochocien-tos trece el Ciudadano Licenciado Miguel Unda en virtud de la comunicación que le es conferida en el anterior oficio hizo traher a su precencia al Reo que se expresa a quien por ante mi recivió juramento conforme a derecho baxo el qual ofreció decir verdad en lo que en lo que supiere y le fuese preguntado y siendolo como se llama religion, que profesa, naturaleza y vecindad, estado, oficio y edad, dixo: Llamarse José Bidal Molina Christiano, Católico, Apostólico, Romano, natural de la Parroquia de Bayladores, y avecindado en el citio de Canaguá, de estado casado, de oficio labrador y deedad de veinte y ocho años Preguntado si ha servido en los Exercitos de la Union, dixo: que no ha servido en dichos Exercitos por que con el miedo de la derrota del español Ramón Correa se ocultó el declarante mientras pasaban las tropas que Comandaba el Ciudadano General Bolívar. Preguntado desde quando esta sirviendo de soldado á los españoles dixo: Que Hacian como quince dias que le habian reclutado para reforzar el destacamento de Mucuchachí por orden del insurgente Ygnacio Ramires que fue muerto en la guerrilla del dia dos, y que jamas ha servido de soldado a los Españoles por que siempre se ha ocultado, y ha procurado escusarse de seguir el partido Español aun estando ocupa-dos por ellos estos territorios. Preguntados: que noticias tuvo el dicho Ramires de nuestra fuerza y sircunstancias en

173 Archivo General del Estado Mérida. Materia Criminal. Conspiración, Infi-dencia y Asonada. Tomo V. Folios 23-23v.

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que nos hallamos antes que le hubiese mas /fol. 23 derrota-do su destacamento de Mucuchachí, dixo: que no habia teni-do otra noticia el referido Ramires sobre los movimientos de unas tropas que las que le dio un tal Dugarte en un papelito que le entregó un indio de Mucuchachí. Preguntado desde quando no va a Bayladores, y que noticias ha adquirido de las fuerzas del enemigo desde la insurreccion de aquellos Pueblos dixo: Que supo al principio la Rebolucion que Don Aniceto Matute havia venido havia venido de Maracaybo aprotegerla con secenta hombres de fusil y arma blanca, y posteriormente tuvo noticia el declarante que el Español Lisón havia desembarcado por el Puerto de Escalante con trecientos hombres de Maracaybo y havia marchado para la Grita inmediatamente, sin llevar soldados de Bayladores, ni reclutar gente hasta haver llegado a dicha Ciudad, y que hace como un mes que no va a Bayladores donde supo que Lison habia tomado á Cucuta; y estava en el Rosario, pero que a Pamplona havian llegado tropas del Reyno, En cuyo estado se suspendió esta declaración. Sin perjuicio de continuarla quando convenga fuele leyda y dijo estar bien escrita, no firma por no saber hacerlo su merced por ante mi de que doy fe=testado=desde que=noviembre

Licenciado Unda Ante mi Rafael de Almarza escribano publico y de gobierno /fol 23v


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Presentación 5ESTUDIO PRELIMINAR 11Otra visión de la Independencia merideña 11Más que un conflicto entre religiosos 19Esclarecidos y virtuosos ciudadanos 26Recursos económicos y normalización de la vida 36Criterio de ésta edición 49 ENERO, FEBRERO, MARZODocumento Nº 1Causa de Infidencia contra Antonio Ignacio Rodríguez Picón. (Extracto) 55Documento Nº 2Los Personeros de Mérida informan al Ayuntamiento sobre la necesidad de reconstruir la ciudad y conservar en ella la Catedral. 25 de enero. 56Documento Nº 3El Pbro. Luis Ovalle pide licencia para ir á practicar las diligencias del caso.- Febrero. 64Documento Nº 4 Varios Curas piden certificación de un decreto de excomunión publicado por el Provisor.-Febrero. 66Documento Nº 5Causa de Infidencia contra Luis María Rivas Dávila. (Extracto) 67Documento Nº 6 Causa de Infidencia contra José Lorenzo Aranguren. (Extracto) 69Documento N° 7Causa de Infidencia contra Juan Antonio Paredes. (Extracto) 72Documento N° 8 Causa de Infidencia contra Antolín del Pino. (Extracto) 75Documento Nº 9Actuaciones de los señores canónigos Yrastorza y Mas y Rubi. 77Documento Nº 10Representación de los Curas para que se suspenda la orden de traslación. -Febrero 22. 79Documento Nº 11Traslación de Catedral, Colegio, Universidad y demás establecimientos de Mérida a Maracaibo. 25 de marzo. 84

ÍNDICEPág.


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Documento Nº 12Pide contribución al Clero para las tropas de Correa, marzo 26. 85Documento Nº 13Se ordena rogativas por la paz y por el triunfo de las armas del Rey. Marzo 26. 86ABRIL, MAYO, JUNIODocumento N° 14Carta y Real provisión para que sea suspendida la traslación. (Extracto) 89Documento Nº 15Causa contra Francisco Torres por herir a Pedro Contreras. (Extracto) 91Documento Nº 16 Oficio del Cabildo de Mérida al general Bolívar. 95Documento N° 17 Causa de Infidencia contra Mariano del Pino. (Extracto) 96Documento Nº 18Comunicación de Bolívar al Presidente de la Unión, referida a una carta que le envió Francisco de Paula Santander desde Bailadores, fechada el 24 de abril. 97Documento Nº 19Noticias favorables a la libertad del Reino. Estado del enemigo. 99Documento Nº 20Instrucciones dadas por el Brigadier Bolívar al ciudadano Cristóbal Mendoza para ejercer la gobernación de Mérida. 28 de abril. 100Documento Nº 21Oficio dirigido desde Cúcuta el 28 de abril a la Municipalidad de Mérida, anunciándole la misión de Cristóbal de Mendoza y el envío de tropas. 102Documento Nº 22 Santander, descontento. 103Documento Nº 23El general Bolívar pone en consideración del Gobierno de la Unión las instrucciones con que mandó al ciudadano Cristóbal Mendoza a encargarse de la Gobernación de la Provincia de Mérida. 107Documento Nº 24Consulta sobre entrega de Compañía. 109Documento Nº 25Apuntamientos diarios (Históricos) de Don Antonio Ignacio Rodríguez Picón,con notas de Gonzalo Picón Febres. 110Documento Nº 26Solicitud del Cabildo Eclesiástico de Maracaibo sobre que se radique en aquella capital la permanencia de Catedral. 13 de mayo. 111Documento Nº 27Comunicación de Vicente Campo Elías para Cristóbal Mendoza. Mérida. 13 de mayo. 114

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Documento Nº 28El Brigadier Bolívar da cuenta al Gobierno Granadino de su entrada a Mérida, provincia venezolana, y le envía la proclama que expidió en Bailadores. 24 de mayo. 116Documento Nº 29Orden que le envía Simón Bolívar al capitán Hermógenes Maza. Mérida 25 de mayo. 120Documento Nº 30Orden de Bolívar al coronel José Felix Ribas, fechada en Mérida, el 25 de mayo, con instrucciones para la campaña. 121Documento Nº 31Comunicación de Bolívar al Presidente de la Unión, fechada el 26 de mayo, con informes sobre la campaña de Venezuela. 122Documento Nº 32Orden que le envía Simón Bolívar al subteniente Félix Acevedo. Mérida 27 de mayo. 124Documento Nº 33Correspondencia de Simón Bolívar al Presidente del Poder Ejecutivo de la Unión. Mérida 30 de mayo. 125Documento Nº 34Correspondencia de Simón Bolívar al Presidente del Congreso. Mérida 30 de mayo. 127Documento Nº 35Orden de Bolívar, dirigida al Capitán José María Ricaurte, fechada en Mérida, el 30 de mayo, con instrucciones relativas a la Campaña. 128Documento Nº 36Correspondencia de Simón Bolívar al Presidente del Poder Ejecutivo de la Unión. Mérida 31 de mayo. 130Documento Nº 37Oficio de Bolívar dirigido al comandante del 4° batallón, teniente coronel Atanasio Girardot, fechado en Mérida el 31 de mayo, con instrucciones para la Campaña. 132Documento Nº 38Bolívar en el seno de la Municipalidad de Mérida de Maracaibo libertada por las armas republicanas en el año de 1813. 133Documento Nº 39Contestación del presidente de la Municipalidad de Mérida, ciudadano Ignacio Rivas a Simón Bolívar. 136Documento Nº 40Orden de Bolívar dirigida al comandante Atanasio Girardot, fechada en Mérida el 6 de junio, con instrucciones sobre la Campaña en curso. 138Documento Nº 41Orden de Bolívar a Manuel Gogorza, fechada en Mérida el 6 de junio, con instrucciones sobre la Campaña. 140


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Documento Nº 42Orden de Bolívar al comandante Atanasio Girardot, fechada en Mérida el 6 de junio, con instrucciones complementarias a las que le dio en la misma fecha. 141Documento Nº 43Orden de Bolívar dirigida al capitán Hermógenes Maza, fechada en Mérida el 6 de junio, con instrucciones para la Campaña. 142Documento Nº 44 Orden de Bolívar, fechada en Mérida el 6 de junio, relativa a Diego Osuna. 143Documento Nº 45Orden al teniente coronel Lino Ramírez, fechada en Mérida el 6 de junio,relativa a las deserciones en el Ejército. 144Documento Nº 46Causa contra Eugenio Briceño por oponerse al gobierno independiente. 146Documento Nº 47Pasaporte de Bolívar librado en favor del sub-teniente Miguel Monagas,fechado en Mérida el 7 de junio. 150Documento Nº 48El Brigadier Bolívar comunica a los poderes locales de algunas ciudades venezolanas las órdenes que tiene del Gobierno Granadino, para restablecer las provincias en los pueblos que vaya libertando. 151Documento Nº 49Orden que le envía Simón Bolívar al teniente coronel Atanasio Girardot. Mérida 7 junio. 153Documento Nº 50Proclama de Bolívar a los valerosos merideños en su cuartel general de Mérida. 8 de junio. 154Documento Nº 51Orden que le envía Simón Bolívar al comandante Luciano D’Elhuyar. Mérida 8 junio 156Documento Nº 52Orden que le envía Simón Bolívar al Comandante de la Vanguardia. Mérida 8 junio. 157Documento Nº 53El Brigadier Bolívar prestó el juramento que se le previno ante la Municipalidad de San José de Cúcuta, de obediencia y fidelidad al Congreso y Poder Ejecutivo de las provincias unidas de Nueva Granada. 158Documento Nº 54Orden de Bolívar dirigida al subteniente José Castillo, en relación con el proceso de unos desertores, fechada en Mérida el 9 de junio. 160Documento Nº 55Poder de Francisco de Ponce a Luis Cerrada. 161Documento Nº 56Carta de Libertad de Antonio Ignacio Rodríguez Picón a su esclavo Eugenio. 163Documento Nº 57Escritura de donación de la casa de la Patria. 22 de junio. 165

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JULIO, AGOSTO, SEPTIEMBRE Documento N° 58 Real Orden para traslación interina a Maracaibo de la Silla Episcopal, Colegio Seminario y Convento de las Monjas. 171Documento N° 59Información sumaria a pedimento del tesorero público contra don Juan Hilarión Álvarez de Silva sobre unas alcabalas que no encontraron en el libro de su manejo. 172Documento Nº 60Oficio de Bolívar, dirigido al Gobernador de Mérida, fechado en Guanare el 17 de julio, con informes sobre la campaña y el ruego de que active la salida de los pertrechos y la artillería. 176Documento Nº 61Oficio circular de Bolívar dirigido a los Gobernadores de Barinas, Trujillo y Mérida fechado en Guanare, el 19 de julio, con instrucciones sobre el manejo de los fondos del erario público. 176Documento Nº 62Testamento de José Cornelio de la Cueva. 179Documento Nº 63Carta de Bolívar dirigida a Don Antonio Ignacio Rodríguez Picón, Comandante de Mérida, fechada en Araure el 25 de julio, por la que le remite el boletín N° 6 del Ejército Libertador de Venezuela donde se glosa el heroísmo del subteniente Gabriel Picón, hijo del destinatario. 182Documento Nº 64Real orden sobre el cambio de nombre del Colegio Seminario y su translación a Maracaibo. 2 de agosto. 183Documento Nº 65Oficios de Casimiro Calvo para Antonio Nariño. 184Documento Nº 66Correspondencia de Antonio Ignacio Rodríguez Picón a Simón Bolívar. Mérida 15 de agosto. 186Documento Nº 67 Carta de libertad de Juan Antonio Paredes a su esclava María Concepción. 187Documento Nº 68 Mariano de Talavera vende un solar a Francisco Antonio Uzcátegui. 189Documento Nº 69Comunicación de Bolívar al Presidente de Mérida, fechada en Valencia, el 19 de setiembre, por la que le invoca la necesidad de aumentar los esfuerzos ante la amenaza enemiga. 191Documento N° 70Comunicación del Gobierno al comandante general de la Provincia de Caracas,José Félix Ribas, fechada el 21 de setiembre en Valencia, sobre medidas severas para la obtención de arbitrios económicos. 194

OCTUBRE, NOVIEMBRE, DICIEMBRE Documento Nº 71Alocución del Canónigo Uzcátegui para promover la reedificación de Mérida. 199

Documento Nº 72Acta de Cabildo abierto de la ciudad de Mérida. 203Documento N° 73Rafael Dávila sobre libertad de su mujer, esclava de Luis Cerrada. 206Documento Nº 74Los dos Racioneros proveen a las necesidades de la Catedral y Seminario. 209Documento Nº 75Causa por Hurto en contra de Tomás Parra. 212Documento N° 76 Ejecución por parte del colector del Colegio Seminario contra Juan de Altuve por el principal de 300 pesos y sus réditos. 214Documento Nº 77Carta de Jaime Picón a sus padres. 2 de noviembre. 216Documento Nº 783.-Voto a Nuestro Amo. 218Documento Nº 794.-Restablecimiento de los oficios divinos en la Catedral de Mérida. 220Documento Nº 80Declaración tomada a José Bidal Molina. 222

Este libroDocumentos para el estudio de Méridadurante la Campaña Admirable (1813)

se diseñó en la Unidad de Literatura y Diseño de

FUNDECEMen diciembre de 2013,

en su composición se utilizó papel bond gramaje 20y la fuente Book Antigua en 11 y 14 puntos.

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Biblioteca COMARCA / Documentos para el estudio de mérida durante la campaña admirable 1813

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