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ANALISIS DE LA REALIDAD PERUANA Año del centenario de Machu Picchu para el MundoUNIVERSIDAD PERUANA DEL CENTRO MODULO DE LECTURAS ANALISIS DE LA REALIDAD PERUANA INDICE 1. REALIDAD NACIONAL 3 2. CONSTITUCIONALISMO 5 3. LA CONSTITUCION POLITICA DEL PERU 12 4. REFORMA UNIVERSITARIA DE 1918 16 5. NECESIDADES BÁSICAS DEL SER HUMANO Y SU SATISFACCIÓN A TRAVÉS DE LA CULTURA 20 6. LA PERSONA HUMANA Y LOS VALORES 23 7. EL PROCESO DEL CONOCIMIENTO Y LA CIENCIA. 27 8. LA CONCIENCIA NACIONAL EN UN PAIS PLURICULTURAL Y MULTILINGUE 31 9. CRISIS EN LA IDENTIDAD NACIONAL: POSIBLES SOLUCIONES 35 10. LA SEGURIDAD SOCIAL EN LA FUERZA ARMADA NACIONAL 38 11. REALIDAD, PODER Y POTENCIAL REGIONAL Y NACIONAL 44 12. ENFOQUE METODOLOGICOS DEL ANALISIS DE LA REALIDAD NACIONAL 50 13. EL PODER POLÍTICO, EL ESTADO Y EL GOBIERNO PERUANO 56 14. ECONOMÍA- LA REALIDAD NACIONAL, LA NEOLIBERALIDAD, LA PRIVATIZACIÓN Y EL REAL IMPACTO SOCIAL 65 1
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Analisis de La Realidad Peruana

Nov 14, 2015

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ANALISIS DE LA REALIDAD PERUANA

ANALISIS DE LA REALIDAD PERUANA

Ao del centenario de Machu Picchu para el Mundo

UNIVERSIDAD PERUANA DEL CENTROMODULO DE LECTURASANALISIS DE LA REALIDAD PERUANAINDICE

1. REALIDAD NACIONAL

32. CONSTITUCIONALISMO

53. LA CONSTITUCION POLITICA DEL PERU

124. REFORMA UNIVERSITARIA DE 1918

165. NECESIDADES BSICAS DEL SER HUMANO Y SU SATISFACCIN A TRAVS DE LA CULTURA 206. LA PERSONA HUMANA Y LOS VALORES

237. EL PROCESO DEL CONOCIMIENTO Y LA CIENCIA.

278. LA CONCIENCIA NACIONAL EN UN PAIS PLURICULTURAL Y MULTILINGUE

319. CRISIS EN LA IDENTIDAD NACIONAL: POSIBLES SOLUCIONES

3510. LA SEGURIDAD SOCIAL EN LA FUERZA ARMADA NACIONAL

3811. REALIDAD, PODER Y POTENCIAL REGIONAL Y NACIONAL

44

12. ENFOQUE METODOLOGICOS DEL ANALISIS DE LA REALIDAD NACIONAL

5013. EL PODER POLTICO, EL ESTADO Y EL GOBIERNO PERUANO

5614. ECONOMA- LA REALIDAD NACIONAL, LA NEOLIBERALIDAD, LA PRIVATIZACIN Y EL REAL IMPACTO SOCIAL

6515. LA FEMINIZACIN DE LA POBREZA

6216. CIENCIA Y TECNOLOGA EN EL PER Y AMRICA LATINA

7617. LA GLOBALIZACIN EN LA EDUCACIN PERUANA Y EL DESEMPLEO

7918. MADRES ADOLESCENTES Y SU DERECHO A LA INFORMACIN

8419. PLANES Y PROGRAMAS

88REALIDAD NACIONAL

El Per, es un pas con un rgimen democrtico,- desde el ao 2,000 -, y una larga historia; enmarcado en una cultura de paz, mega diverso, multitnico, pluricultural y multilingista. Se asienta en un territorio de 1.25 millones de Km2. Tenemos una poblacin de 27,219.264 millones de habitantes, divididos en tres zonas geogrficos: costa (zona rida), sierra (valles interandinos y alta montaa) y selva (amazona). La mayora de la poblacin se asienta en la zona urbana (74%) y la poblacin rural representa el 26%. de la poblacin. Lima, capital de la Republica, concentra a casi 8.5 millones de habitantes.

Con un crecimiento econmico sostenido en los ltimos 7 aos de una tasa que se ha elevado del 4% al 6% anual, pero con una redistribucin inequitativa de la riqueza, que limita el desarrollo econmico, propiciando patrones de injusticia social. Los principales problemas en del Per de hoy se pueden sintetizar en la situacin de pobreza en que se encuentra el 48 % de la poblacin del campo y en la ciudad; el cambio climtico: la desertificacin y prdida de la biodiversidad biolgica y cultural; y con una gran dependencia alimentaria y dependencia de los mandatos del mercado; y teniendo un Estado absolutamente centralista, no solo en trminos econmicos sino tambin polticos. Ello solo se puede explicar por un rgimen econmico y social excluyente, que privilegia la extraccin y explotacin indiscriminada de los recursos naturales, la inversin de las grandes transnacionales y extranjera; adems de una poltica agraria que discrimina al pequeo agricultor y a las comunidades campesinas, cuyo principio bsico es el libre mercado como el nico asignador de los recursos. Pero este sistema y polticas, encuentran resistencia en el sector rural, gracias a una agricultura de subsistencia, a una no dependencia del mercado y a una cada vez mayor articulacin de los diferentes sectores agrarios en defensa de sus intereses.

La inequidad se traduce en la situacin de pobreza en la que vive el 48.7% de la poblacin peruana a nivel nacional; la zona urbana alcanza el 36.8%, mientras que en la zona rural alcanza un 70.9% de pobres del total de la poblacin rural; y esta se eleva en la sierra rural al 77.3%. Por ello se dice que la pobreza tiene un sello predominantemente andino y rural. Pero ello no invalida la cantidad de personas que viven en situacin de pobreza en las zonas urbanas, lo cual tambin requiere un tratamiento especial.

Como se ve el sector rural es el ms empobrecido e invisibilizado del pas, siendo necesario resaltar que son las mujeres y los jvenes campesinos el grupo ms vulnerable y afectado por el desarrollo econmico imperante; por ello se dice que la pobreza tiene rostro de mujer.

A pesar del proceso de regionalizacin puesta en marcha, en el cual se han establecido gobiernos regionales, el Per sigue siendo un pas profundamente centralista, teniendo a Lima, como concentradora del poder poltico y econmico, de las principales empresas, rganos de gobiernos, universidades, etc. Y ello se acenta porque el proceso de regionalizacin, encuentra a los pueblos y comunidades campesinas, con organizaciones debilitadas y a las instituciones regionales y municipales con escasas capacidades organizativas y tcnicas para enfrentar los retos del nuevo contexto poltico, social y econmico que vivimos. Y al mismo tiempo la descentralizacin tiene debilidades en los procesos realmente democratizadores, los mecanismos de participacin regional y local no estn garantizando ni la participacin de las comunidades campesinas ni su incidencia en la toma de decisiones; ni mucho menos existe una autentica delegacin de responsabilidades y decisiones desde el Estado central hacia los espacios de poder regional y local.

La historia reciente de violencia poltica y dictadura fujimorista, hizo que los movimientos y organizaciones del espacio rural perdieran fuerza en la dcada de los 80 y 90, producindose desplazamientos forzados y asesinatos de lderes y miembros de las comunidades campesinas y del movimiento popular; y destruyendo el tejido social e institucional existente, como de los partidos polticos, los sindicatos, los movimientos campesinos, etc. As la comunidad campesina quedo relegada, hasta ahora en pleno 2007 y 2008 que los sistemas de explotacin de sus recursos naturales (la minera) provocaron que retome fuerza el movimiento campesino, esta vez de manera espontnea y sin una organizacin fuerte, pero con actores que creen en la necesidad de empoderarse y poner en agenda pblica sus derechos y demandas.

Otro aspecto son las consecuencias de un mundo crecientemente globalizado, que aplica polticas neoliberales a todo nivel, privilegiando la incidencia del capital externo y privado. Y que en el Per,- a partir de la dcada de los 90s -, no slo se vende y concesiona la propiedad del Estado al sector privado, principalmente de capitales extranjeros, sino que adems la propiedad privada nacional es adquirida por el capital privado extranjero. Esto genera crecientes diferencias y polaridades territoriales y sociales, con especial incidencia en el campo (1 ). Dado que el modelo supone que es el mercado el mejor asignador de los recursos.

Javier Diez Canseco, Conferencia Magistral: Realidad Nacional y Globalizacin realizada en el Taller de Planeamiento Estratgico de Heifer Peru, Lima 11-14 diciembre del 2007

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CONSTITUCIONALISMO

Historia del constitucionalismo

En la Edad Media comienza el desarrollo y expansin de las constituciones. En esta poca se extienden las cartas, especialmente locales, que regulan la existencia de los burgos, marcando los derechos y garantas correspondientes al pueblo. El constitucionalismo moderno parte de la poca de las revoluciones liberales del siglo XVIII (Revolucin de Crcega, Revolucin francesa, emancipaciones americanas, etc.) como respuesta al Antiguo Rgimen y su sistema absolutista o autoritario. El siglo XIX supuso un desarrollo constante de esta idea de constitucin, de divisin de poderes y de establecimiento del derecho moderno como hoy lo conocemos. As, con el liberalismo, las constituciones se concretan y desarrollan mucho ms que en ningn otro momento histrico. Las primeras constituciones modernas (empezando con la estadounidense de 17 de septiembre de 1787) estableciendo los lmites de los poderes gubernamentales, y de proteccin de los derechos y libertades fundamentales con las primeras enmiendas de 15 de diciembre de 1791 conocidas como Declaracin de Derechos (Bill of Rights).

El siguiente hito fundamental fue la Segunda Guerra Mundial, luego de la cual el proceso iniciado levemente en la Revolucin francesa tuvo un gran desarrollo y aceptacin. Este proceso fue el reconocimiento de los Derechos Humanos que, desde entonces y de manera creciente, tiene una mayor aceptacin como parte esencial de toda constitucin. La norma fundamental no solo es, entonces, una norma que controla y estructura el poder y sus manifestaciones en una sociedad sino que adems es la norma que reconoce los derechos que el Estado advierte en todas las personas. La Constitucin no otorga los derechos, como tampoco lo hacen las mltiples declaraciones que internacionalmente se han pronunciado sobre el tema, los derechos humanos son precedentes a cualquier estado y superiores a cualquier expresin de poder que este tenga. Hasta el da de hoy el proceso demostr un desarrollo gracias al cual el modelo inicial del sujeto poderoso y violento pas al pueblo soberano y superior en sus derechos a cualquier expresin del Estado. Hoy el sujeto poderoso no es una persona sino que es una entelequia creada por el pueblo y ocupada por l segn las normas que este mismo estableci a travs de una Constitucin. El punto ms novedoso de este desarrollo se da con la certeza de que la mera declaracin de derechos no hace a estos invulnerables a cualquier violacin o intento de violacin por parte tanto del Estado como de otras personas. En ese sentido el desarrollo del Constitucionalismo moderno se dedica al estudio de procedimientos que aseguren una adecuada proteccin a los derechos reconocidos. Algunos de estos procedimientos tienen un gran desarrollo histrico y terico (como el Habeas corpus que data el siglo XIII) y otros son aun novedosos y tienen poco desarrollo (como el Hbeas data y la Accin de Cumplimiento).

Historia de la constitucin poltica del Per

La historia del en el independencia del Per HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Per%C3%BA" \o "Per"

est vinculada con el nacimiento de la Repblica, en, luego de que decretara la . En esas circunstancias surgi la necesidad de elaborar y aprobar, al igual que se haba dado ya en otras naciones, una constitucin que estableciera la forma de organizacin de Estado que se iba a dar al Per. Es en este episodio donde se llev a cabo el primer debate del recin convocado Congreso Constituyente. La posicin de San Martn y de algunos precursores como Hiplito Unanue era establecer en el pas una monarqua constitucional. Por otro lado, tambin la faccin republicana tena muchos adeptos, siendo sta posicin la que finalmente se impuso en el Congreso. Desde entonces, el Per ha sido regido por varios textos constitucionales de distintas orientaciones, cada una de ellas grafic la tendencia poltica predominante en ese preciso momento histrico.

Estatuto de Bayona

Nunca rigi en el Per virreinal, por lo que la primera Constitucin aplicada en el Per fue la Constitucin de Cdiz promulgada el ao 1812.

Constitucin de CdizConstitucin jurada en todas las intendencias del virreinato y aplicada parcialmente por el virrey Abascal durante los aos 1812 - 1814 y en el periodo de los virreyes Pezuela y La Serna durante los aos 1820 - 1824. La importancia de las Cortes de Cdiz y de la Constitucin de 1812 radica en que sirvieron de cauce para la difusin de la libertad de pensamiento y el ejercicio de las prcticas electorales. En efecto, gracias a la libertad de imprenta surgieron diversas publicaciones polticas difusoras de las nuevas corrientes de pensamiento herederas de la ilustracin. Del mismo modo, mediante las prcticas electorales para la eleccin de alcaldes y regidores, diputados provinciales y representantes a las Cortes, los "peruanos" empezaron a ejercer los derechos de ciudadana y considerarse "iguales" a los peninsulares. Durante el periodo de 1812 - 1814 hubo tres procesos electorales para elegir a los miembros de los ayuntamientos constitucionales de las principales ciudades del Per (sin contar la infinidad de elecciones en los ayuntamientos de los dems pueblos y ciudades). Hubo dos procesos electorales para elegir a los diputados del Per ante las Cortes espaolas (22 propietarios y 10 suplentes) y para elegir a los miembros de las Diputaciones Provinciales (Diputaciones Provinciales de Lima y del Cusco). Las instituciones de la Constitucin de Cdiz que tuvieron vigencia en el Per fueron la escuela de muchos de los polticos que forjaran nuestra vida republicana. En ello radica su importancia. Por tanto, no debe caerse en el error de considerar a esta Constitucin como la fuente de inspiracin de la Constitucin de 1823, como aparentemente lo dara a entender una comparacin superficial del articulado de ambas constituciones. Esa semejanza tuvo otra razn y es la que manifest Jos Faustino Snchez Carrin (encargado de la redaccin del articulado del Proyecto de Constitucin y del Discurso Preliminar o Exposicin de Motivos) a Jos Larrea y Loredo en una de sus cartas.

Constituciones

Para ver un compendio completo de los documentos constitucionales que ha tenido la Repblica del Per, revise este documento.

CONSTITUCIONES DEL PER

Inicio de vigenciaTrmino de vigenciaNombreExpedida/ Aprobada/PromulgadaLugar

8 de julio de 180819 de marzo de 1812Acte Constitutionnel de lEspagne*(fr: "Acta Constitucional de Espaa")Estatuto de BayonaNapolen Bonaparte/CortesJos I de EspaaBayona

19 de marzo de 181224 de marzo de 1814Constitucin Poltica de la Monarqua Espaola*"La Pepa"Cortes Generales de EspaaFernando VII de EspaaCdiz

12 de febrero de 182110 de agosto de 1821Reglamento Provisorio*Jos de San MartnJos de San MartnHuacho

8 de octubre de 182117 de diciembre de 1822Estatuto Provisorio*Jos de San MartnJos de San MartnLima

17 de diciembre de 182212 de noviembre de 1823Bases de la Constitucin de la Repblica Peruana*Congreso ConstituyenteJos de La MarLima

12 de noviembre de 18239 de diciembre de 1826Constitucin Poltica de la Repblica Peruana*Congreso ConstituyenteJos Bernardo de TagleLima

9 de diciembre de 182627 de enero de 1827Constitucin Poltica del Per*Constitucin VitaliciaSimn Bolvar/Consejo de GobiernoAndrs de Santa CruzLima

18 de marzo de 182810 de junio de 1834Constitucin Poltica de la Repblica Peruana*Congreso General ConstituyenteJos de La MarLima

10 de junio de 183422 de agosto de 1839Constitucin Poltica de la Repblica Peruana*Convencin NacionalLuis Jos de OrbegosoLima

17 de marzo de 183624 de enero de 1839Constitucin del Estado Sud - Peruano*Asamblea Nacional del SudSicuani

11 de agosto de 183624 de enero de 1839Constitucin del Estado Nor - Peruano*Asamblea deliberante del NorteLuis Jos de OrbegosoHuaura

28 de octubre de 183624 de enero de 1839Decreto del 28 de octubre de 1836*Establecimiento de la Confederacin Per-BolivianaAndrs de Santa CruzAndrs de Santa CruzLima

1 de mayo de 183724 de enero de 1839Ley Fundamental de la Confederacin Per - Boliviana*Pacto de TacnaCongreso de TacnaAndrs de Santa CruzTacna

10 de noviembre de 183926 de junio de 1855Constitucin Poltica del Per*Congreso General de HuancayoAgustn GamarraHuancayo

26 de junio de 185513 de octubre de 1856Estatuto Provisorio*Convencin NacionalRamn CastillaLima

13 de octubre de 185613 de noviembre de 1860Constitucin de la Repblica Peruana*Convencin NacionalRamn CastillaLima

13 de noviembre de 186018 de enero de 1920Constitucin Poltica del Per*Congreso NacionalRamn CastillaLima

29 de agosto de 18678 de enero de 1868Constitucin Poltica del Per*Congreso ConstituyenteMariano Ignacio PradoLima

27 de diciembre de 18796 de enero de 1881Estatuto Provisorio*Nicols de PirolaNicols de PirolaLima

18 de enero de 19209 de abril de 1933Constitucin para la Repblica del Per*Asamblea NacionalAugusto B. LeguaLima

9 de abril de 193312 de julio de 1980Constitucin Poltica del Per*Congreso ConstituyenteLuis Miguel Snchez CerroLima

28 de julio de 19805 de abril de 1992Constitucin para la Repblica del Per*Asamblea ConstituyenteFernando Belande TerryLima

7 de abril de 1992Ley de Bases del Gobierno de Emergencia y Reconstruccin Nacional*(ilegal e inconstitucional de origen, validada por las Leyes Constitucionales de 1993)Alberto FujimoriConsejo de Ministros(cometieron delito contra los Poderes del Estado y el orden constitucional[1] )Alberto FujimoriLima

9 de enero de 199315 de enero de 199315 de enero de 199313 de marzo de 199320 de marzo de 19931 de septiembre de 199323 de diciembre de 199324 de diciembre de 1993Leyes constitucionales: Sobre la vigencia de la Constitucin de 1979* De ausencia e impedimento del Presidente de la Repblica* Sobre normas legales aprobadas por el Congreso* Sobre vigencia de las reformas constitucionales* De modificacin del artculo 91 de la Constitucin* De Referndum constitucional* Modificacin de los artculos 1, 8 y 9 de la Ley Constitucional del 12 de marzo* Vigencia del artculo 1 de la Ley Constitucional del Per de 11 de enero*Congreso Constituyente DemocrticoAlberto Fujimori FujimoriLima

31 de diciembre de 1993-Constitucin Poltica del Per*

HYPERLINK "http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01371418455614815210035/index.htm" +Congreso Constituyente Democrtico/ReferndumAlberto Fujimori Fujimori(firma refirada[2] )Lima

Referencias

1. DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL TC MAGISTRADO JAVIER ALVA ORLANDINI CON OCASIN DE LA DISTINCIN A MILITARES

2. Ley N 27600: LEY QUE SUPRIME FIRMA Y ESTABLECE PROCESO DE REFORMA CONSTITUCIONAL. Publicada el 16 de diciembre de 2001 en el Diario Oficial El Peruano.*ACTIVIDADES

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LA CONSTITUCION POLITICA DEL PERU

La Constitucin o carta magna (del latn cum, con, y statuere, establecer) es la norma fundamental, escrita o no, de un Estado soberano, establecida o aceptada para regirlo. La constitucin fija los lmites y define las relaciones entre los poderes del Estado (poderes que, en los pases occidentales modernos, se definen como poder legislativo, ejecutivo y judicial) y de stos con sus ciudadanos, estableciendo as las bases para su gobierno y para la organizacin de las instituciones en que tales poderes se asientan. Tambin garantiza al pueblo derechos y libertades.

Clasificacin

La Constitucin, como todo acto jurdico, puede definirse tanto desde el punto de vista formal como desde el punto de vista material. Desde el punto de vista material, la Constitucin es el conjunto de reglas fundamentales que se aplican al ejercicio del poder estatal. Desde el punto de vista formal, Constitucin se define a partir de los rganos y procedimientos que intervienen en su adopcin, de ah genera una de sus caractersticas principales: su supremaca sobre cualquier otra norma del ordenamiento jurdico.

El trmino Constitucin, en sentido jurdico, hace referencia al conjunto de normas jurdicas, escritas y no escritas, que determinan el ordenamiento jurdico de un estado, especialmente, la organizacin de los poderes pblicos y sus competencias, los fundamentos de la vida econmica y social, los deberes y derechos de los ciudadanos.

Segn su formulacin jurdica

Esta es una clasificacin clsica, en virtud de la cual se conoce a las constituciones como escritas y no escritas.

Constitucin escritaEs el texto legal en el que se plasman los principios fundamentales sobre los que descansa la organizacin del estado, los lmites y las facultades del Estado, as como deberes y derechos de los individuos. Es el texto especfico que contiene la totalidad o casi la totalidad de las normas bsicas, y que debe ser respetado por cualquier otra norma de rango inferior.

Ventajas de la Constitucin escrita

Respecto a esta clasificacin, considera Esmein que es preferible una Constitucin escrita a otra no escrita o consuetudinaria, debido a que una Constitucin escrita permite una mayor certidumbre jurdica y concede ventajas de tcnica jurdica, ya que se conoce con mayor precisin qu normas son constitucionales y cules no lo son, otorga ventajas, debido a que es sencillo ubicar la jerarqua y la unidad del sistema en ese tipo de rgimen y automticamente se coloca en la cspide de ese rgimen jurdico el documento madre y, a partir de ste, emanarn las dems instituciones.

A partir del pensamiento de Esmein se concluyen tres ventajas de las constituciones escritas:

La superioridad de la ley escrita sobre la costumbre, lo cual se haba reconocido a finales del siglo XVIII, ya que desde entonces exista la necesidad de llevar a un rango superior las reglas constitucionales.

Tambin desde el siglo XVIII es importante el reconocimiento del pacto social que implica una Constitucin dictada por la soberana nacional, lo cual es interesante desde la ptica de la legitimacin de los principios jurdicos que emanan de la soberana nacional.

En una Constitucin escrita hay claridad y precisin en cuanto al contenido y esto elimina confusiones, y en una Constitucin no escrita, la ambigedad suele ser un riesgo.

Constitucin no escritaEste tipo de clasificacin es conocido tambin como Constitucin consuetudinaria, en el cual no existe un texto especfico que contenga la totalidad, o casi la totalidad de las normas bsicas, sino que estas estn contenidas a lo largo de diversas leyes, cuerpos legales y usos repetidos. Un ejemplo sera la Constitucin no escrita de Inglaterra cuyas fuentes de derecho las podemos encontrar en los grandes textos histricos como la Carta Magna (1215), la Peticin de Derechos (1628), el Habeas Corpus (1679), el Bill of Rights (1689) y el Acta de Establecimiento (1701).

Segn su reformabilidadSegn su reformabilidad las constituciones se clasifican en rgidas y flexibles. Las constituciones rgidas son aquellas que requieren de un procedimiento especial y complejo para su reformabilidad; es decir, los procedimientos para la creacin, reforma o adicin de las leyes constitucionales es distinto y ms complejo que los procedimientos de las leyes ordinarias.

Constituciones rgidas o ptreas

Constituciones semi-rgidas

Constituciones flexibles

En la prctica, las constituciones escritas son tambin constituciones rgidas; es decir, cuando en un Estado encontramos que existe Constitucin escrita, descubrimos que sta tiene un procedimiento ms complejo de reforma o adicin que el procedimiento para la creacin, reforma o adicin de una ley ordinaria.

Segn su origen

Las constituciones se diferencian tambin en funcin de su origen poltico; pueden ser creadas por contrato entre varias partes, por imposicin de un grupo a otro, por decisin soberana, etc.

Constituciones otorgadas

Las constituciones otorgadas se dice que corresponden tradicionalmente a un Estado monrquico, donde el propio soberano es quien precisamente las otorga; es decir, son aquellas en las cuales el monarca, en su carcter de titular de la soberana, las otorga al pueblo. En este caso, se parte de las siguientes premisas:

Desde la perspectiva del monarca, es l quien la otorga, por ser el depositario de la soberana.

Es una relacin entre el titular de la soberana monarca y el pueblo, quien simplemente es receptor de lo que indique el monarca.

Se trata de una Constitucin en la cual se reconocen los derechos para sus sbditos.

Constituciones impuestas

Hay constituciones que son impuestas por el Parlamento al monarca, refirindose al Parlamento en sentido amplio, con lo que se alude a la representacin de las fuerzas polticas de la sociedad de un Estado, de los grupos reales de poder en un Estado que se configuran en un rgano denominado Parlamento. En este tipo de Constitucin, es la representacin de la sociedad la que le impone una serie de notas, determinaciones o de cartas polticas al rey, y ste las tiene que aceptar. Por lo tanto, existe en el caso de las constituciones impuestas, una participacin activa de la representacin de la sociedad en las decisiones polticas fundamentales.

Constituciones pactadas

En las constituciones pactadas la primera idea que se tiene es el consenso. Nadie las otorga en forma unilateral, ni tampoco las impone debido a que si son impuestas y no se pactan careceran de un marco de legitimidad. Estas constituciones son multilaterales, ya que todo lo que se pacte implica la voluntad de dos o ms agentes; por lo tanto, son contractuales y se dice que parten de la teora del pacto social. As, se puede pactar entre comarcas, entre provincias, entre fracciones revolucionarias, etc.

Las constituciones pactadas o contractuales implican:

1. una mayor evolucin poltica que en aquellas que son impuestas u otorgadas

2. en las pactadas hay, una fuerte influencia de la teora del pacto social

3. en aquellas que son pactadas este pacto o consenso se puede dar entre diversos agentes polticos todos aquellos grupos de poder real que estn reconocidos por el Estado.

As, an tratndose de una monarqua, cuando se pacta los gobernados dejan de ser sbditos.

Constituciones aprobadas por voluntad de la soberana popular

Es cuando el origen del documento constitucional es directamente la sociedad, la cual por lo general se manifiesta a travs de una asamblea. Por lo tanto, no es que la sociedad pacte con los detentadores del poder pblico, sino que la propia Constitucin surge de la fuerza social.

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REFORMA UNIVERSITARIA DE 1918

La Juventud Argentina de Crdoba a los hombres libres de Sudamrica

Manifiesto de Crdoba

21 de junio de 1918Tomado de Federacin Universitaria de Buenos Aires

Hombres de una Repblica libre, acabamos de romper la ltima cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a la antigua dominacin monrquica y monstica. Hemos resuelto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Crdoba se redime. Desde hoy contamos para el pas una vergenza menos y una libertad ms. Los dolores que quedan son las libertades que faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazn nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolucin, estamos viviendo una hora americana. La rebelda estalla ahora en Crdoba y es violenta porque aqu los tiranos se haban ensoberbecido y era necesario borrar para siempre el recuerdo de los contrarrevolucionarios de Mayo. Las universidades han sido hasta aqu el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalizacin segura de los invlidos y lo que es peor an el lugar donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la ctedra que las dictara. Las universidades han llegado a ser as fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empean en ofrecer el triste espectculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la ciencia frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrtico. Cuando en un rapto fugaz abre sus puertas a los altos espritus es para arrepentirse luego y hacerles imposible la vida en su recinto. Por eso es que, dentro de semejante rgimen, las fuerzas naturales llevan a mediocrizar la enseanza, y el ensanchamiento vital de organismos universitarios no es el fruto del desarrollo orgnico, sino el aliento de la periodicidad revolucionaria. Nuestro rgimen universitario an el ms reciente es anacrnico. Est fundado sobre una especie de derecho divino; el derecho divino del profesorado universitario. Se crea a s mismo. En l nace y en l muere. Mantiene un alejamiento olmpico. La federacin universitaria de Crdoba se alza para luchar contra este rgimen y entiende que en ello le va la vida. Reclama un gobierno estrictamente democrtico y sostiene que el demos universitario, la soberana, el derecho a darse el gobierno propio radica principalmente en los estudiantes. El concepto de autoridad que corresponde y acompaa a un director o a un maestro en un hogar de estudiantes universitarios no puede apoyarse en la fuerza de disciplinas extraas a la sustancia misma de los estudios. La autoridad, en un hogar de estudiantes, no se ejercita mandando, sino sugiriendo y amando: enseando. Si no existe una vinculacin espiritual entre el que ensea y el que aprende, toda enseanza es hostil y por consiguiente infecunda. Toda la educacin es una larga obra de amor a los que aprenden. Fundar la garanta de una paz fecunda en el artculo conminatorio de un reglamento o de un estatuto es, en todo caso, amparar un rgimen cuartelario, pero no una labor de ciencia. Mantener la actual relacin de gobernantes a gobernados es agitar el fermento de futuros trastornos. Las almas de los jvenes deben ser movidas por fuerzas espirituales. Los gastados resortes de la autoridad que emana de la fuerza no se avienen con lo que reclaman el sentimiento y el concepto moderno de las universidades. El chasquido del ltigo slo puede rubricar el silencio de los inconscientes o de los cobardes. La nica actitud silenciosa, que cabe en un instituto de ciencia es la del que escucha una verdad o la del que experimenta para crearla o comprobarla. Por eso queremos arrancar de raz en el organismo universitario el arcaico y brbaro concepto de autoridad que en estas casas de estudio es un baluarte de absurda tirana y slo sirve para proteger criminalmente la falsa dignidad y la falsa competencia. Ahora advertimos que la reciente reforma, sinceramente liberal, aportada a la Universidad de Crdoba por el doctor Jos Nicols Matienzo no ha inaugurado una democracia universitaria; ha sancionado el predominio de una casta de profesores. Los intereses creados en torno de los mediocres han encontrado en ella un inesperado apoyo. Se nos acusa ahora de insurrectos en nombre de un orden que no discutimos, pero que nada tiene que hacer con nosotros. Si ello es as, si en nombre del orden se nos quiere seguir burlando y embruteciendo, proclamamos bien alto el derecho a la insurreccin. Entonces la nica puerta que nos queda abierta a la esperanza es el destino heroico de la juventud. El sacrificio es nuestro mejor estmulo; la redencin espiritual de las juventudes americanas nuestra nica recompensa, pues sabemos que nuestras verdades lo son y dolorosas de todo el continente. Que en nuestro pas una ley se dice, la ley de Avellaneda, se opone a nuestros anhelos? Pues a reformar la ley, que nuestra salud moral lo est exigiendo. La juventud vive siempre en trance de herosmo. Es desinteresada, es pura. No ha tenido tiempo an de contaminarse. No se equivoca nunca en la eleccin de sus propios maestros. Ante los jvenes no se hace mrito adulando o comprando. Hay que dejar que ellos mismos elijan sus maestros y directores, seguros de que el acierto ha de coronar sus determinaciones. En adelante, slo podrn ser maestros en la repblica universitaria los verdaderos constructores de almas, los creadores de verdad, de belleza y de bien. Los sucesos acaecidos recientemente en la Universidad de Crdoba, con motivo de la eleccin rectoral, aclaran singularmente nuestra razn en la manera de apreciar el conflicto universitario. La federacin universitaria de Crdoba cree que debe hacer conocer al pas y a Amrica las circunstancias de orden moral y jurdico que invalidan el acto electoral verificado el 15 de junio. Al confesar los ideales y principios que mueven a la juventud en esta hora nica de su vida, quiere referir los aspectos locales del conflicto y levantar bien alta la llama que est quemando el viejo reducto de la opresin clerical. En la Universidad Nacional de Crdoba y en esta ciudad no se han presenciado desrdenes; se ha contemplado y se contempla el nacimiento de una verdadera revolucin que ha de agrupar bien pronto bajo su bandera a todos los hombres libres del continente. Referiremos los sucesos para que se vea cunta razn nos asista y cunta vergenza nos sac a la cara la cobarda y la perfidia de los reaccionarios. Los actos de violencia, de los cuales nos responsabilizamos ntegramente, se cumplan como en el ejercicio de puras ideas. Volteamos lo que representaba un alzamiento anacrnico y lo hicimos para poder levantar siquiera el corazn sobre esas ruinas. Aquellos representan tambin la medida de nuestra indignacin en presencia de la miseria moral, de la simulacin y del engao artero que pretenda filtrarse con las apariencias de la legalidad. El sentido moral estaba obscurecido en las clases dirigentes por un farisesmo tradicional y por una pavorosa indigencia de ideales. El espectculo que ofreca la asamblea universitaria era repugnante. Grupos de amorales deseosos de captarse la buena voluntad del futuro rector exploraban los contornos en el primer escrutinio, para inclinarse luego al bando que pareca asegurar el triunfo, sin recordar la adhesin pblicamente empeada, el compromiso de honor contrado por los intereses de la universidad. Otros los ms en nombre del sentimiento religioso y bajo la advocacin de la Compaa de Jess, exhortaban a la traicin y al pronunciamiento subalterno. (Curiosa religin que ensea a menospreciar el honor y deprimir la personalidad! Religin para vencidos o para esclavos!). Se haba obtenido una reforma liberal mediante el sacrificio heroico de una juventud. Se crea haber conquistado una garanta y de la garanta se apoderaban los nicos enemigos de la reforma. En la sombra los jesuitas haban preparado el triunfo de una profunda inmoralidad. Consentirla habra comportado otra traicin. A la burla respondimos con la revolucin. La mayora representaba la suma de la represin, de la ignorancia y del vicio. Entonces dimos la nica leccin que cumpla y, espantamos para siempre la amenaza del dominio clerical.

La sancin moral es nuestra. El derecho tambin. Aquellos pudieron obtener la sancin jurdica, empotrarse en la ley. No se lo permitimos. Antes de que la iniquidad fuera un acto jurdico, irrevocable y completo, nos apoderamos del saln de actos y arrojamos a la canalla, slo entonces amedrentada, a la vera de los claustros. Que esto es cierto, lo patentiza el hecho de haber, a continuacin, sesionado en el propio saln de actos la federacin universitaria y de haber firmado mil estudiantes sobre el mismo pupitre rectoral, la declaracin de huelga indefinida. En efecto, los estatutos reformados disponen que la eleccin de rector terminar en una sola sesin, proclamndose inmediatamente el resultado, previa lectura de cada una de las boletas y aprobacin del acta respectiva. Afirmamos, sin temor de ser rectificados, que las boletas no fueron ledas, que el acta no fue aprobada, que el rector no fue proclamado, y que, por consiguiente, para la ley, an no existe rector de esta universidad. La juventud universitaria de Crdoba afirma que jams hizo cuestin de nombres ni de empleos. Se levant contra un rgimen administrativo, contra un mtodo docente, contra un concepto de autoridad. Las funciones pblicas se ejercitaban en beneficio de determinadas camarillas. No se reformaban ni planes ni reglamentos por temor de que alguien en los cambios pudiera perder su empleo. La consigna de hoy para ti, maana para m, corra de boca en boca y asuma la preeminencia de estatuto universitario. Los mtodos docentes estaban viciados de un estrecho dogmatismo, contribuyendo a mantener a la universidad apartada de la ciencia y de las disciplinas modernas. Las elecciones, encerradas en la repeticin interminable de viejos textos, amparaban el espritu de rutina y de sumisin. Los cuerpos universitarios, celosos guardianes de los dogmas, trataban de mantener en clausura a la juventud, creyendo que la conspiracin del silencio puede ser ejercitada en contra de la ciencia. Fue entonces cuando la oscura universidad mediterrnea cerr sus puertas a Ferri, a Ferrero, a Palacios y a otros, ante el temor de que fuera perturbada su plcida ignorancia. Hicimos entonces una santa revolucin y el rgimen cay a nuestros golpes. Cremos honradamente que nuestro esfuerzo haba creado algo nuevo, que por lo menos la elevacin de nuestros ideales mereca algn respeto. Asombrados, contemplamos entonces cmo se coaligaban para arrebatar nuestra conquista los ms crudos reaccionarios. No podemos dejar librada nuestra suerte a la tirana de una secta religiosa, ni al juego de intereses egostas. A ellos se nos quiere sacrificar. El que se titula rector de la Universidad de San Carlos ha dicho su primera palabra: Prefiero antes de renunciar que quede el tendal de cadveres de los estudiantes. Palabras llenas de piedad y de amor, de respeto reverencioso a la disciplina; palabras dignas del jefe de una casa de altos estudios. No invoca ideales ni propsitos de accin cultural. Se siente custodiado por la fuerza y se alza soberbio y amenazador. Armoniosa leccin que acaba de dar a la juventud el primer ciudadano de una democracia universitaria! Recojamos la leccin, compaeros de toda Amrica; acaso tenga el sentido de un presagio glorioso, la virtud de un llamamiento a la lucha suprema por la libertad; ella nos muestra el verdadero carcter de la autoridad universitaria, tirnica y obcecada, que ve en cada peticin un agravio y en cada pensamiento una semilla de rebelin.

La juventud ya no pide. Exige que se le reconozca el derecho a exteriorizar ese pensamiento propio en los cuerpos universitarios por medio de sus representantes. Est cansada de soportar a los tiranos. Si ha sido capaz de realizar una revolucin en las conciencias, no puede desconocrsele la capacidad de intervenir en el gobierno de su propia casa. La juventud universitaria de Crdoba, por intermedio de su federacin, saluda a los compaeros de Amrica toda y les incita a colaborar en la obra de libertad que inicia.

Enrique F. Barros, Horacio Valds, Ismael C. Bordabehere, presidentes Gumersindo Sayago Alfredo Castellanos Luis M. Mndez Jorge L. Bazante Ceferino Garzn Maceda Julio Molina Carlos Surez Pinto Emilio R. Biagosh Angel J. Nigro Natalio J. Saibene Antonio Medina Allende Ernesto Garzn.

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NECESIDADES BSICAS DEL SER HUMANO Y SU SATISFACCIN A TRAVS DE LA CULTURANecesidades humanas bsicasSe ha credo tradicionalmente, que las necesidades humanas tienden a ser infinitas; que estn constantemente cambiando; que varan de una cultura a otra, y que son diferentes en cada perodo histrico. Pero tales suposiciones son incorrectas, puesto que son producto de un error conceptual, que consiste en confundir las necesidades con los satisfactores de esas necesidades. Las necesidades humanas fundamentales son finitas, pocas y clasificables. Adems las necesidades humanas fundamentales son las mismas en todas las culturas y en todos los perodos histricos. Lo que cambia, a travs del tiempo y de las culturas, son la manera o los medios utilizados para la satisfaccin de las necesidades. Las necesidades fundamentales son: subsistencia (salud, alimentacin, etc.), proteccin (sistemas de seguridad y prevencin, vivienda, etc.), afecto (familia, amistades, privacidad, etc.) entendimiento (educacin, comunicacin, etc.), participacin (derechos, responsabilidades, trabajo, etc.), ocio (juegos, espectculos) creacin (habilidades, destrezas), identidad (grupos de referencia, sexualidad, valores), libertad (igualdad de derechos). Concebir las necesidades tan slo como carencia implica restringir su espectro a lo puramente fisiolgico, que es precisamente el mbito en que una necesidad asume con mayor fuerza y claridad la sensacin de "falta de algo". Sin embargo, en la medida en que las necesidades comprometen, motivan y movilizan a las personas, son tambin potencialidad y, ms an, pueden llegar a ser recursos. La necesidad de participar es potencial de participacin, tal como la necesidad de afecto es potencial de afecto. Integrar la realizacin armnica de las necesidades humanas en el proceso de desarrollo, significa la oportunidad de que las personas puedan vivir ese desarrollo desde sus comienzos; dando origen as a un desarrollo sano, autodependiente y participativo, capaz de crear los fundamentos para un orden en el que se pueda conciliar el crecimiento econmico, la solidaridad social, el crecimiento de las personas y la proteccin del ambiente. Las necesidades humanas bsicas referidas, deben constituirse en derechos inalienables del ser humano, ya que su posesin y prctica hacen a la dignidad del individuo y las comunidades. La satisfaccin de estas necesidades implica un marco ambiental sano. La degradacin del ambiente, provocada por los procesos de contaminacin y "explotacin" irracional de los recursos, atenta gravemente contra ellas. Actualmente y a nivel mundial, los modelos de desarrollo econmico y tecnolgico han provocado que millones de seres humanos no hayan tenido posibilidad de acceder a la satisfaccin de estas necesidades bsicas.

Pirmide de necesidades de Maslow.

Pirmides de Maslow o Pirmide de Maslow. Es una teora psicolgica propuesta por Abraham Maslow en su trabajo de 1943 Una teora sobre la motivacin humana, posteriormente ampliada. Maslow formul una jerarqua de las necesidades humanas y su teora defiende que conforme se satisfacen las necesidades bsicas, los seres humanos desarrollamos necesidades y deseos ms elevados.

Teora jerrquica de las necesidades de Maslow

La jerarqua de necesidades de Maslow se describe a menudo como una pirmide que consta de 5 niveles: los cuatro primeros niveles pueden ser agrupados como necesidades de dficit (dficit needs); el nivel superior se le denomina necesidad del ser (being needs). La diferencia estriba en que mientras las necesidades de dficit pueden ser satisfechas, las necesidades del ser son una fuerza impelente continua. La idea bsica de esta jerarqua es que las necesidades ms altas ocupan nuestra atencin slo una vez que se han satisfecho necesidades inferiores en la pirmide. Las fuerzas de crecimiento dan lugar a un movimiento hacia arriba en la jerarqua, mientras que las fuerzas regresivas empujan las necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquia. En trminos de economa se usaba mucho este mtodo de jerarquizacin, hasta que se simplific en una sola "felicidad". Segn la pirmide de Maslow dispondramos de:

Necesidades fisiolgicas bsicasSon necesidades fisiolgicas bsicas para mantener la homeostasis (referido a la salud del individuo), dentro de estas se incluyen:

Necesidad de beber agua.

Necesidad de alimentacin.

Necesidad de dormir.

Necesidad de eliminar los desechos.

Necesidades de seguridadSurgen de la necesidad de que la persona se sienta segura y protegida. Dentro de ellas se encuentran:

Seguridad fsica.

Seguridad de empleo.

Seguridad de ingresos y recursos.

De pertenencia y afectoEstn relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo, son las necesidades de asociacin, participacin y aceptacin. En el grupo de trabajo, entre estas se encuentran: la amistad, el afecto y el amor. Se satisfacen mediante las funciones de servicios y prestaciones que incluyen actividades deportivas, culturales y recreativas. El ser humano por naturaleza siente la necesidad de relacionarse, de agruparse; en familia o con amigos o formalmente en las organizaciones.

Estima o reconocimientoEn ocasiones las empresas no toman muy en serio este punto, ya que slo se enfocan en la remuneracin econmica y se olvidan que las personas tambin tienen sentimientos. Esto no slo afecta benficamente al individuo, sino a toda su familia. Un ejemplo bien claro es cuando un padre de familia asiste a la firma de boleta de su pequeo y al trmino de sta la maestra se acerca al padre de familia y felicita al nio por su gran desempeo; no slo se siente bien el nio sino toda su familia, por que se refleja el esfuerzo de cada uno de los miembros y por ende el nio tendr una motivacin que lo invitar a seguir esforzndose.

AutorrealizacinSon las ms elevadas, se hallan en la cima de la jerarqua, a travs de su satisfaccin personal, encuentran un sentido a la vida mediante el desarrollo de su potencial en una actividad. Se llega a esta cuando todos los niveles anteriores han sido alcanzados y completados.

CHOREN, Susana, Necesidades humanas bsicas

MASLOW, Abraham. Pirmide de Maslow

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Identificar un Hecho social y analizar

LA PERSONA HUMANA Y LOS VALORES

Detrs de cada conducta que tenemos y de cada decisin que tomamos, encontramos la conviccin interior, propia de cada ser humano, de que algo importa o no importa, vale o no vale. A esta realidad interior, previa a cada acto cotidiano, le llamamos actitud, creencia, valor. El valor es la conviccin razonada y firme de que algo es bueno o malo.1 Entendemos los valores como guas o caminos que nos orientan en la vida.

Los valores constituyen componentes esenciales en el mundo de los seres humanos2. Como afirma Tincopa, citando a Adela Cortina en su obra Un mundo de valores, es imposible imaginar una vida humana sin valores, especialmente sin valores morales, pues no existe ningn ser humano que pueda sentirse ms all del bien y del mal morales, sino que todas las personas somos inevitablemente morales. Son tambin importantes los valores: estticos, religiosos, los intelectuales, y los de utilidad, pero son los valores morales los que adecuan estos valores a las exigencias de una vida

digna, a las exigencias de nuestro ser persona3.

En relacin a los valores encontramos las actitudes, las cuales son tendencias o predisposiciones relativamente estables de las personas a actuar de cierta manera. Son la forma en que cada persona concreta su conducta de acuerdo con unos valores determinados. As, son ejemplo de actitudes: cooperar con el grupo, ayudar a los compaeros, respetar el medio ambiente, participar en las tareas escolares, etc. Pueden manifestarse actitudes de tipo individual como tambin grupal4

Por otro lado encontramos las normas, que son patrones o reglas de comportamiento que debemos seguir en determinadas situaciones, desde el momento que somos parte de un grupo social. Las normas constituyen una forma pactada de concretar valores compartidos por un colectivo. Un ejemplo son las normas de convivencia que se establecen en la institucin educativa y que aluden a valores que pueden manifestarse mediante actitudes.

Los valores se expresan a travs de las actitudes. Un valor como por ejemplo la solidaridad, se revela en las actitudes de solidaridad, que incluyen entre sus componentes: comportamientos, valoraciones e intenciones Caractersticas de los valores

Adela Cortina seala las siguientes caractersticas de los valores:

Los valores son cualidades que nos permiten acondicionar el mundo, hacerlo habitable. Los valores como la libertad, la justicia, la belleza valen porque nos permiten construir un mundo ms humano en que podamos vivir plenamente como personas. Un mundo injusto, insolidario, sin libertades, sin belleza, sin eficacia, no reunira las condiciones mnimas de habitabilidad.

Los valores son cualidades reales a las que le damos cuerpo. Un valor no es una cosa, tampoco es una persona, sino que est en la cosa (un hermoso paisaje), en la personas (una persona solidaria), en una sociedad (una sociedad respetuosa), en un sistema (un sistema econmico justo), en las acciones (una accin buena).

Los valores son siempre positivos o negativos. Al percibir un valor, podemos captar si ste es positivo o negativo, si nos atrae o nos repele. La justicia, la igualdad de oportunidades, la salud son ejemplos de valores positivos, mientras que la esigualdad, la injusticia, la enfermedad constituiran valores negativos.

Los valores poseen dinamismo. Dinamizan y humanizan nuestra accin, nos sentimos motivados a alcanzar los valores positivos y a erradicar los valores negativos. Como toda nuestra vida se encuentra impregnada de valores: positivos o negativos, pocas cosas pueden ser neutrales.La dignidad humana, un valor fundamental

En la filosofa moderna y en la tica actual se propaga una subjetivizacin de los valores y del bien.

Desde David Hume, existe una corriente de pensamiento que se expresa en la idea de que no es posible derivar ningn tipo de deber a partir del ser de las cosas. El paso siguiente nos lleva a concluir que por valores entendemos nuestras impresiones, reacciones y juicios, con lo cual convertimos el deber en un fruto de nuestra voluntad o de nuestras decisiones. En el positivismo jurdico tipo Kelsen el derecho es el resultado de la voluntad de las autoridades del estado, que son las que determinan aquello que es legalmente correcto - y legtimo - y lo que no lo es. En tica, el positivismo y el empirismo afirman que bueno y malo son decisiones meramente irracionales o puro objeto de impresiones o reacciones, o sea, del campo emocional. Tanto en el positivismo como en el empirismo existe an, es verdad, la idea de valores, pero slo como una idea subjetiva o como objeto de consenso. El acuerdo por ejemplo de un grupo o de un pueblo crea los valores. En realidad esto conduce a un relativismo total. As por ejemplo, el grupo podra acordar que los judos no son seres humanos o que no poseen dignidad, y que por tanto se los puede asesinar sin miedo a castigo alguno. Para esta teora no existe ningn fundamento que se base en la naturaleza de las cosas y cualquier punto de vista puede adems variar de una a otra poca. No existe ninguna barrera segura de valores frente a la arbitrariedad del estado y el ejercicio de la violencia. Sin embargo, el propio conocimiento y la apertura natural a los dems nos permite reconocer en ellos y en nosotros el poder de la inteligencia y la grandeza de la libertad. Con su inteligencia, el hombre es capaz de trascenderse y de trascender el mundo en que vive y del que forma parte, es capaz de contemplarse a s mismo y de contemplar el mundo como objetos. Por otro lado, el corazn humano posee deseos insaciables de amor y de felicidad que le llevan a volcarse - con mayor o menor acierto- en personas y empresas. Todo ello es algo innato que forma parte de su mismo ser y siempre le acompaa, aunque a veces se halle escondido por la enfermedad o la inconsciencia. En resumen: ala vez que forma parte del mundo, el hombre lo trasciende y muestra una singular capacidad - por su inteligencia y por su libertad - de dominarlo. Y se siente impulsado a la accin con esta finalidad. Podemos aceptar por tanto que el valor del ser humano es de un orden superior con respecto al de los dems seres del cosmos. Y a ese valor lo denominamos "dignidad humana". La dignidad propia del hombre es un valor singular que fcilmente puede reconocerse. Lo podemos descubrir en nosotros o podemos verlo en los dems. Pero ni podemos otorgarlo ni est en nuestra mano retirarselo a alguien. Es algo que nos viene dado. Es anterior a nuestra voluntad y reclama de nosotros una actitud proporcionada, adecuada: reconocerlo y aceptarlo como un valor supremo (actitud de respeto) o bien ignorarlo o rechazarlo. Este valor singular que es la dignidad humana se nos presenta como una llamada al respeto incondicionado y absoluto. Un respeto que, como se ha dicho, debe extenderse a todos los que lo poseen: a todos los seres humanos. Por eso mismo, an en el caso de que toda la sociedad decidiera por consenso dejar de respetar la dignidad humana, sta seguira siendo una realidad presente en cada ciudadano. An cuando algunos fueran relegados a un trato indigno, perseguidos, encerrados en campos de concentracin o eliminados, este desprecio no cambiaria en nada su valor inconmensurable en tanto que seres humanos. Por su misma naturaleza, por la misma fuerza de pertenecer a la especie humana, por su particular potencial gentico - que la enfermedad slo es capaz de esconder pero que resurgir de nuevo si el individuo recibe la teraputica oportuna -, todo ser humano es en s mismo digno y merecedor de respeto.

Principios derivados de la dignidad humana

La primera actitud que sugiere la consideracin de la dignidad de todo ser humano es la de respeto y rechazo de toda manipulacin: frente a l no podemos comportarnos como nos conducimos ante un objeto, como si se tratara de una "cosa", como un medio para lograr nuestros fines personales.

Principio de Respeto

En toda accin e intencin, en todo fin y en todo medio, trata siempre a cada uno - a ti mismo y a los dems- con el respeto que le corresponde por su dignidad y valor como persona

Todo ser humano tiene dignidad y valor inherentes, solo por su condicin bsica de ser humano. El valor de los seres humanos difiere del que poseen los objetos que usamos. Las cosas tienen un valor de intercambio. Son reemplazables. Los seres humanos, en cambio, tienen valor ilimitado puesto que, como sujetos dotados de identidad y capaces de elegir, son nicos e irreemplazables. El respeto al que se refiere este principio no es la misma cosa que se significa cuando uno dice Ciertamente yo respeto a esta persona, o Tienes que hacerte merecedor de mi respeto. Estas son formas especiales de respeto, similares a la admiracin. El principio de respeto supone un respeto general que se debe a todas las personas. Dado que los seres humanos son libres, en el sentido de que son capaces de efectuar elecciones, deben ser tratados como fines, y no nicamente como meros medios. En otras palabras: los hombres no deben ser utilizados y tratados como objetos. Las cosas pueden manipularse y usarse, pero la capacidad de elegir propia de un ser humano debe ser respetada. Un criterio fcil que puede usarse para determinar si uno est tratando a alguien con respeto consiste en considerar si la accin que va a realizar es reversible. Es decir: querras que alguien te hiciera a ti la misma cosa que t vas a hacer a otro? Esta es la idea fundamental contenida en la Regla de Oro: trata a los otros tal como querras que ellos te trataran a ti. Pero no es sta una idea exclusiva de los cristianos. Ms de un siglo antes del nacimiento de Cristo, un pagano pidi al Rab Hillel que explicara la ley de Moiss entera mientras se sostena sobre un solo pi. Hillel resumi todo el cuerpo de la ley juda levantando un pi y diciendo: No hagas a los dems lo que odiaras que ellos hicieran contigo.

Otros principios

El respeto es un concepto rico en contenido. Contiene la esencia de lo que se refiere a la vida moral. Sin embargo, la idea es tan amplia que en ocasiones es difcil saber cmo puede aplicarse a un caso particular. Por eso, resulta de ayuda derivar del principio de respeto otros principios menos bsicos. Vale la pena hacer notar que, en tica aplicada, cuanto ms concreto es el caso, ms puntos muestra en los que puede originarse controversia. En esta rea, la mayor dificultad reside en aplicar un principio abstracto a las particularidades de un caso dado. En consecuencia, convendr disponer de formulaciones ms especficas del principio general de respeto. Entre estos principios estn los de no malevolencia y de benevolencia, y el principio de doble efecto.

TIERNO, Bernab, El libro de los valores humanos, Espaa, 1992, pag.11.

TINCOPA, Lila, El Reto de Educar en Valores, documento de trabajo, Ministerio de

Educacin, DINESST Lima,1994

CORTINA, Adela, Un Mundo de Valores, Generalitat Valenciana, 1996.

Ministerio de Educacin, Gua de educacin en valores, Per, 2004

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Identificar un Hecho social y analizar.

EL PROCESO DEL CONOCIMIENTO Y LA CIENCIA. Manuel PozoEl origen del conocimiento se remonta a las luchas que tuvo el hombre que enfrentar en la naturaleza para poder satisfacer sus necesidades elementales. Existen diferentes tipos de conocimientos, de ah que incluso los nios y hasta los animales participen de algunas formas elementales de conocimiento. En el proceso de evolucin el hombre ha ido acumulando variadas y diversas manifestaciones de conocimiento, en la medida que su capacidad de discernimiento, de raciocinio, de actividad pensante ha progresado paulatinamente y el medio se torno cada vez ms complejo. El conocimiento surge como un reflejo en la mente del hombre (sujeto) de la captacin de aspectos de la realidad que los rodea. Es decir, el conocimiento se expresa por el conjunto de datos e informaciones que el individuo recibe del medio ambiente, pero tambin en su capacidad de discernir y producir nuevas ideas e informaciones. Para que se d el conocimiento, es necesario los componentes siguientes: El sujeto cognoscente (el agente que capta la imagen); el objeto percibido y la relacin del conocimiento, el vnculo que se establece entre el objeto y sujeto, y por ltimo, el medio ambiente que desempea un papel importante en la recepcin ampliada o limitada del grado de conocimiento, segn dicho conocimiento sea favorable u hostil a los individuos. Dentro de la tipologa de los conocimientos, el llamado vulgar o elemental es el ms simple, es el que practicamos a diario. Este tipo los tenemos todos, ya que son informaciones que percibimos de manera superficial, sin crtica, distinto al conocimiento de divulgacin y al propio conocimiento cientfico, este ltimo al basarse en comprobaciones, en factores causales, difiere del conocimiento religioso; el cual se fundamenta en la fe, en el dogma, no en la experimentacin. El conocimiento de divulgacin se expresa cuando el individuo cognoscente organiza los datos recibidos, para luego difundirlo a los dems, pero con cierta crtica. Este tipo de conocimiento, dependiendo de cmo se aplique, puede ser ms o menos cientfico. El tpico conocimiento cientfico es el resultado de un proceso de acumulacin, sistematizacin, interpretacin causal de fenmenos del mundo y su papel es descubrir nuevos hechos, establecer principios y leyes, predecir comportamientos y conducta. El conocimiento filosfico al buscar la esencia de las cosas, los principios generales, difiere del cientfico que es verificable, menos especulativo, ms objetivo.

CIENCIAEl trmino se deriva del latn Scire que significa saber, conocer o ms preciso es acumulacin de conocimientos. La ciencia es una actividad de investigacin que parte de la vida social, y como dice el investigador Bunge, en este sentido se aplica al mejoramiento de nuestro medio natural y artificial (Tambin se ha usado con fines destructivos, desgraciadamente, decimos nosotros) y a medida que se emplea en la invencin y produccin manufacturera de bienes materiales (artefactos, maquinarias, utensilios diversos) y culturales, recreativos, educativos se convierte en tecnolgico. Se puede definir la ciencia, como un conjunto de conocimientos racionales, ciertos o probables, metdicamente organizados, basados en principios y leyes o como un conjunto de disciplinas o sistemas que asimilan, sistematizan, interpretan, analizan, describen, verifican y explican los fenmenos y hechos del mundo material y espiritual o inmaterial. Entindase que la profundizacin de los estudios en la estructura interna de la materia as como en el campo energtico, tienden amodificar nuestra percepcin, concepcin tradicional sobre lo material y lo espiritual, abrindose nuevas perspectivas para la comprensin de que es lo real y que es la objetividad. Estamos en la puerta de nuevas ciencias, de nuevos enfoques de la realidad, de nuevas visiones del mundo que amenazan con pulverizar gran parte o quizs todo el andamiaje en que se han fundamentado durante siglos, diferentes ramas del saber cientfico, poltico e Ideolgico (Religioso, valores, mitos)

CLASIFICACIN DE LA CIENCIAHay distintas ciencias pero cada una tiene su objeto y mtodo de estudio. Entre las clasificaciones de la ciencia tenemos: Las ciencias formales (ideales) que son: racionales, sistemticas y verificables, ejemplo, la lgica y las matemticas; Las fcticas (concretas) se basan en la observacin y la experimentacin, aunque no descuidan la racionalizacin y la verificacin, pero se basan en la experimentacin y en los hechos del mundo fsico. Ejemplo de ellas: La fsica, la qumica, la biologa, etc. Estas ciencias demuestran y prueban. Otra clasificacin clsica se refiere a: Las Ciencias Naturales y a Las Ciencias Sociales, las primeras hacen mucho nfasis en la experimentacin, en el ensayo de laboratorio y las sociales en las tcnicas de encuestas (entrevistas, cuestionarios, etc.) y al anlisis histrico social, con base documental.

CONCEPTUALIZACIN Y OBJETIVO DE LAS PRINCIPALES CIENCIAS SOCIALES.

Las ciencias sociales establecen relacin entre los hombres, los grupos y la sociedad en su proceso de desarrollo. Entre las principales ciencias sociales tenemos: Historia, que narra e interpreta los hechos pasados; Economa, que es la ciencia que trata de la administracin de los bienes y recursos en una sociedad; Sociologa, que estudia el comportamiento de los grupos sociales y que hace diagnsticos de los problemas que afectan a la sociedad, planteando soluciones; Demografa, que trata de los movimientos poblacionales (natalidad mortalidad, migraciones, etc.); Ciencias Polticas, que estudian el fenmeno del poder y la relacin entre gobernante y gobernados; Geografa humana, que analiza las relaciones de los grupos humanos con el hbitat, con el medio terrestre en sus aspectos sociales, econmicos y polticos; Antropologa, que enfoca la gnesis y evolucin de los grupos, desde los aspectos fsico y cultural, dando lugar al surgimiento de la antropologa fsica y la antropologa cultural; Estadstica, como tcnica auxiliar para la recopilacin, procesamiento, anlisis e interpretacin de datos econmicos y sociales.

CARACTERSTICAS DE LA CIENCIA La objetividad: requiere que los fenmenos y hechos sean analizados con rigor cientfico tal como son, al margen de apasionamiento, prejuicio.

Generalizacin: Ver lo que es comn, lo que se repite en los fenmenos, aunque se parta de un hecho singular, llegar a la generalidad.

Racionalidad: Esta es de vital importancia, pues los investigadores trabajan con conceptos, juicios y razonamientos, que son componentes lgicos que permiten apartarse del dogmatismo y del pensamiento especulativo.

Analtica y sinttica: pues puede descomponer en algunos casos el fenmeno y recomponerlo.

La sistematizacin: Esta contribuye a elaborar y organizar sistemas coherentes de ideas.

La comprobacin: Es necesario la verificacin de los fenmenos o hechos, utilizando la tcnica de observacin y la experimentacin (reproduccin del caso por medio de laboratorios u otros fines de inters) as como cualquier tcnica de investigacin auxiliar que sirva para evaluar y certificar los hechos.

Neutralidad tica: Introducida por Weber significara el despojarse de los juicios y valores personales, pero lograr la imparcialidad es inaplicable en el mbito de ciencia, pues todo investigador responde a determinados intereses o visin del mundo. Lo que s se puede es trabajar con rigor y evitar apasionamientos.

El conocimiento cientfico es explicativo y normativo. Explica los hechos y fenmenos por medio de leyes y estas por medios de principios. Recopila y acumula hechos, descarta otros, elabora nuevos hechos, los explica, lo relaciona con otros hechos, los trasciende para llegar a un nivel ms alto de realidad. El conocimiento cientfico busca permanentemente la medicin, la verificacin de los datos obtenidos. Trata de encontrar y aplicar nuevas leyes y principios.

PROCESO SOCIAL E INTERACCIN SOCIALLa sociedad no es algo vaco, sino que est integrada por un sinnmero de instituciones, organizaciones y grupos sociales, segn el grado de desarrollo de dicha sociedad. Pero estas entidades sociales y grupos no tienen una vida aislada, sino interrelacionadas; Este movimiento reiterativo de relaciones sociales que se ubican en un tiempo y espacio determinado, es lo que recibe el nombre de proceso social. En el marco de un proceso social se dan forma especfica de tratos sociales, de contactos entre individuos que pueden modificar las maneras conductuales de los participantes, ya sea en un trmino de aceptacin o de repulsin que recibe el nombre de interaccin social. Estas interacciones pueden ser desde encuentros ligeros hasta relaciones complejas, profundas o permanentes. Existen diversas variantes de interaccin, aunque se pueden clasificar en: Asociativas y Disociativas. Las primeras, son aquellas que contribuyen a la permanencia de las relaciones, a su intimidad. Se pueden considerar de este tipo, la cooperacin (ayuda mutua entre personas); la asimilacin cuando el acuerdo se logra por imposicin de unos sobre otros. Las formas disociativas se expresan cuando hay enfrentamientos, hostilidades entre los individuos por objetivos o fines determinados. Formas que adoptan las interacciones disociativas: La competencia, cada participante social intenta superar a otras personas. La oposicin, cuando uno trata de impedir el logro de objetivo de los dems, y por ltimo el conflicto, que es una forma ms aguda de la disociacin en la que un sector trata de desplazar o aniquilar al otro. Se han dado en el mbito sociolgico otras interpretaciones de este concepto. A nuestro entender estas diferentes formas solo tienen diferencias de grado y de carcter interpretativo.

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Presentar un organizador y exponer.

LA CONCIENCIA NACIONAL EN UN PAIS PLURICULTURAL Y MULTILINGUE

VISIN DEL PER PLURICULTURAL Y MULTILINGEOlga Gamboa de Ludea Declaracin de Panam 1999- fuente UNESCO

El Per es un crisol, un mosaico, una sntesis de culturas. En el Per no hay pureza cultural, en nuestro pas concurren por lo menos cuatro sangres: la andina, la hispnica, la africana y la sangre asitica: chinos y japoneses. Hay diversas gradaciones de mestizaje, siendo las matrices culturales bsicas: andina, blanca, africana. El mestizaje se expresa en la comida, msica, lenguaje, arte, arquitectura; se ha evolucionado en la fusin tnica y cultural, pero las ciudades se han vuelto caticas. Hay relaciones de amor-odio; de aceptacin- rechazo, mundo ajeno- excluyente, ciudad de marginados y pobres con predominio de informalidad. Las ciudades de hoy son una mezcla de tradicin hispana-mestiza, del mundo andino y de la modernidad, es la convivencia y la incorporacin del criollo popular entremezclndose creando una nueva cultura. En cuanto a las sociedades plurireligiosas es necesario que las actitudes vividas se conformen a la sinceridad de los compromisos adquiridos, de lo contrario la disparidad que surge descalifica el dilogo interreligioso. Es necesario el fomento del dilogo intercultural para la prevencin de los conflictos. Los hombres y mujeres de buena voluntad de distintos orgenes culturales, de diferentes creencias religiosas y diversas procedencias tnicas y sociales a fin de lograr una cultura de paz. Considerando todas las vicisitudes de la humanidad, uno se queda asombrado frente a las manifestaciones complejas y varias de las culturas humanas. Cada una de ellas se diferencia de las otras por su especfico itinerario histrico y por los consiguientes rasgos caractersticos que la hacen nica, original y orgnica en su propia estructura. La cultura es expresin cualificada del hombre y de sus vicisitudes histricas, tanto a nivel individual como colectivo. En efecto, la inteligencia y la voluntad le mueven incesantemente a "cultivar los bienes y los valores de la naturaleza", 1 plasmando en unas sntesis culturales cada vez ms altas y sistemticas, los conocimientos fundamentales que se refieren a todos los aspectos de la vida y, en particular, los que ataen a su convivencia social y poltica, a la seguridad y al desarrollo econmico, a la elaboracin de los valores y significados existenciales, sobre todos de naturaleza religiosa, que permiten a su situacin individual y comunitaria desarrollarse segn modalidades autnticamente humanas.

FORMACIN HUMANA Y PERTENENCIA CULTURALSi por esto es importante, por un lado, saber apreciar los valores de la propia cultura, por otro es preciso tomar conciencia de que cada cultura, siendo un producto tpicamente humano e histricamente condicionado, tambin implica necesariamente unos lmites. Para que el sentido de pertenencia cultural no se transforme en cerrazn, un antdoto eficaz es el conocimiento sereno, no condicionado por prejuicios negativos, de las otras culturas. Por lo dems, en un anlisis atento y riguroso, frecuentemente las culturas muestran, por encima de sus manifestaciones ms externas, elementos comunes significativos. Esto se puede ver tambin en la sucesin histrica de culturas y civilizaciones. Las diferencias culturales han de ser comprendidas desde la perspectiva fundamental de la unidad del gnero humano, dato histrico y ontolgico primario, a la luz del cual es posible entender el significado profundo de las mismas diferencias. En realidad, slo la visin de conjunto tanto de los elementos de unidad como de las diferencias, hace posible la comprensin y la interpretacin de la verdad plena de toda cultura humana.

DIVERSIDAD DE CULTURAS Y RESPETO RECPROCOEn el pasado las diferencias entre las culturas han sido a menudo fuente de incomprensiones entre los pueblos y motivo de conflictos y guerras. Pero todava hoy, por desgracia, en diversas partes del mundo constatamos, con creciente aprensin, la polmica consolidacin de algunas identidades culturales contra otras culturas. Este fenmeno puede, a largo plazo, desembocar en tensiones y choques funestos, y por lo menos hace difcil la condicin de algunas minoras tnicas y culturales, que viven en un contexto de mayoras culturalmente diversas, propensas a actitudes y comportamientos hostiles y racistas. Ante esta situacin, todo hombre de buena voluntad debe interrogarse sobre las orientaciones ticas fundamentales que caracterizan la experiencia cultural de una determinada comunidad. Las culturas se caracterizan siempre por algunos elementos estables y duraderos y por otros dinmicos y contingentes. En un primer momento, la consideracin de una cultura ofrece sobre todo los aspectos caractersticos que la diferencian de la cultura del observador, asegurndole un carcter tpico en el cual convergen elementos de la ms diversa naturaleza. En la mayor parte de los casos, las culturas se desarrollan sobre territorios concretos, cuyos elementos geogrficos, histricos y tnicos se entrelazan de modo original e irrepetible. Este "carcter tpico" de cada cultura se refleja, de modo ms o menos relevante, en las personas que la tienen, en un dinamismo continuo de influjos en cada uno de los sujetos humanos y de las aportaciones que stos, segn su capacidad y su genio, dan a la propia cultura. En cualquier caso, ser hombre significa necesariamente existir en una determinada cultura. Cada persona est marcada por la cultura que respira a travs de la familia y los grupos humanos con los que entra en contacto, por medio de los procesos educativos y las influencias ambientales ms diversas y .de la misma relacin fundamental que tiene con el territorio en el que vive. En todo esto no hay ningn determinismo, sino una constante dialctica entre la fuerza de los condicionamientos y el dinamismo de la libertad. La acogida de la propia cultura como elemento configurador de la personalidad, especialmente en la primera fase del crecimiento, es un dato de experiencia universal, cuya importancia no se debe infravalorar. Sin este enraizamiento en un humus definido, la persona misma correra el riesgo de verse expuesta, en edad an temprana, a un exceso de estmulos contrastantes que no ayudaran el desarrollo sereno y equilibrado. Sobre la base de esta relacin fundamental con los propios "orgenes " a nivel familiar , pero tambin territorial, social y cultural es donde se desarrolla en las personas el sentido de la "patria ", y la cultura tiende a asumir, unas veces ms y otras menos, una configuracin "nacional" En efecto las culturas, igual que el hombre que es su autor, estn marcadas por el misterio de iniquidad que acta en la historia humana (cf. 2 Ts 2,7) y tienen tambin necesidad de purificacin y salvacin. La autenticidad de cada cultura humana, el valor del ethos que lleva consigo, o sea, la solidez de su orientacin moral, se pueden medir de alguna manera por su razn de ser en favor del hombre y en la promocin de su dignidad a cualquier nivel y en cualquier contexto. Si tan preocupante es la radicalizacin de las identidades culturales que se vuelven impermeables a cualquier influjo externo beneficioso, no es menos arriesgada la servil aceptacin de las culturas, o de algunos de sus importantes aspectos, como modelos culturales del mundo occidental sostenido por poderosas campaas de los medios de comunicacin social, que tienden a proponer estilos de vida, proyectos sociales y econmicos y, en definitiva, una visin general de la realidad, que erosiona internamente organizaciones culturales distintas y civilizaciones nobilsimas. Por su destacado carcter cientfico y tcnico, los modelos culturales de Occidente son fascinantes y atrayentes pero muestran, por desgracia y siempre con mayor evidencia, un progresivo empobrecimiento humanstico, espiritual.

DILOGO ENTRE LAS CULTURASDe manera anloga a lo que sucede en la persona, que se realiza a travs de la apertura acogedora al otro y la generosa donacin de s misma, las culturas, elaboradas por los hombres y al servicio de los hombres, se modelan tambin con los dinamismos tpicos del dilogo y de la comunin, sobre la base de la originaria y fundamental unidad de la familia humana. Desde este punto de vista, el dilogo entre las culturas, surge como una exigencia intrnseca de la naturaleza misma del hombre y de la cultura. Como expresiones histricas diversas y geniales de la unidad originaria de la familia humana, las culturas encuentran en el dilogo la salvaguardia de su carcter peculiar y de la recproca comprensin y comunin es ms bien expresin de la convergencia de una multiforme variedad, y por ello se convierte en signo de riqueza y promesa de desarrollo. El dilogo lleva a reconocer la riqueza de la diversidad y dispone los nimos a la recproca aceptacin, en la perspectiva de una- autntica colaboracin, que responde a la originaria vocacin a la unidad de toda la familia humana. Como tal: el dilogo es un instrumento eminente para realizar la civilizacin del amor y de la paz como el ideal en el que haba que inspirar la vida cultural, social, poltica y econmica de nuestro tiempo. Al inicio del tercer milenio es urgente proponer de nuevo la va del dilogo a un mundo marcado por tantos conflictos y violencias, desalentado a veces e incapaz de escrutar los horizontes de la esperanza y de la paz.

RESPETO DE LAS CULTURAS Y "FISONOMA CULTURAL" DEL TERRITORIO.

Ms difcil es determinar hasta dnde llega el derecho de los emigrantes al reconocimiento jurdico pblico de sus manifestaciones culturales especficas, cuando stas no se acomodan fcilmente a las costumbres de la mayora de los ciudadanos. La solucin de este problema, en el marco de una sustancial apertura, est vinculada a la valoracin concreta del bien comn en un determinado momento histrico y en una situacin territorial y social concreta. Mucho depende de que arraigue en todos una cultura de la acogida que, sin caer en la indiferencia sobre los valores, sepa conjugar las razones en favor de la identidad y del dilogo. Por otro lado, se ha de valorar la importancia que tiene la cultura caracterstica de un territorio para el crecimiento equilibrado de los que pertenecen a l por nacimiento, especialmente en sus fases evolutivas ms delicadas. Desde este punto de vista, puede considerarse plausible una orientacin que tienda a garantizar en un determinado territorio un cierto equilibrio cultural , en correspondencia con la cultura predominante que lo ha caracterizado; un equilibrio que, aunque siempre abierto a las minoras y al respeto de sus derechos fundamentales, permita la permanencia y el desarrollo de una determinada fisonoma cultural , o sea, del patrimonio fundamental de lengua, tradiciones y valores que generalmente se asocian a la experiencia de la nacin y al sentido de la patria . Es evidente que esta exigencia de equilibrio , respecto a la fisonoma cultural de un territorio, no se puede lograr satisfactoriamente slo con instrumentos legislativos, puesto que stos careceran de eficacia si no estuvieran fundados en el ethos de la poblacin y, sobre todo, estaran destinados a cambiar naturalmente, cuando una cultura perdiera de hecho su capacidad de animar un pueblo y un territorio, convirtindose en una simple herencia guardada en museos o monumentos artsticos y literarios. En realidad, una cultura, en la medida en que es realmente vital, no tiene motivos para temer ser dominada, de igual manera que ninguna ley podr mantenerla viva si ha muerto en el alma de un pueblo. Por lo dems, en el plano del dilogo entre las culturas, no se puede impedir a uno que proponga a otro los valores en que cree, con tal de que se haga de manera respetuosa de la libertad y de la conciencia de las personas. La verdad no se impone sino por la fuerza de la misma verdad, que penetra, con suavidad y firmeza a la vez, en las almas .

ACTIVIDADES

Control de lectura

Presentar un organizador y exponer.

CRISIS EN LA IDENTIDAD NACIONAL: POSIBLES SOLUCIONES

La memoria es importante para la cultura de un pueblo, ya que permite conservar informacin y experiencias ocurridas anteriormente. Se ha afirmado que existe la conciencia del ser peruano; sin embargo, hay que aprender a gerenciar, cabalmente, a nuestro pas. El Per, pas de distintos rasgos, construye su identidad en la fragmentacin. El Per es producto de muchas identidades. Cmo entonces establecer una identidad? La educacin debe profundizar en el conocimiento de lo que somos y no las ideologas que han sido creadas para la exclusin (Carrillo 2005:26).Tomando en cuenta los problemas y consecuencias existentes en nuestra patria, una buena enseanza de nuestra historia en las escuelas aparece como la mejor solucin al problema de identidad. Los alumnos deben estudiar temas que desarrollen sus reas cognitivas, afectivas y sociales. Para el logro de esto, se requiere que el alumnado trabaje temas concernientes a su regin, de modo que potencialice su sentido de identidad y conciencia ciudadana. Adems de ello, es necesaria la aplicacin de talleres de sensibilizacin, cuyo objetivo es que los alumnos busquen posibles soluciones a las anomalas histricas estudiadas en clase y la superacin de resentimientos sociales heredados como el terrorismo. Finalmente, se debe aplicar fichas pedaggicas que desarrollen los puntos ms esenciales de nuestra historia y as evitar textos memorsticos altamente disfuncionales (Carrillo 2005:) Nuestra historia no debe ser un pasatiempo de hechos vividos, sino debe ser analizada y criticada para planificar un mejor futuro [...] la historia construye y desarrolla la conciencia de identidad de un pueblo (Carrillo 2005:65).

Las consecuencias de cmo gerenciar nuestro pas en este mundo globalizado, tambin repercuten en nuestra identidad. Basadre coment: [...] aunque es tan rico y complejo el pasado del Per, lo que importa, sobre todo, no es lo que fuimos sino lo que podamos ser.(Carrillo 2005:69) De esta forma, una cosa es la identidad como autodescripcin consciente a un grupo cultural determinado, y otra el conglomerado de influencias culturales que han contribuido a formar nuestra manera de relacionarnos (Ansin 2001:65).

Por ello, el Estado debe intervenir, responsablemente, en la patentacin de aquellos productos que formen nuestra identidad y que con la globalizacin han adquirido un mayor inters comercial (gastronoma, artesana, msica, etc.).

De igual manera, se debe actuar con la promocin interna y proteccin de nuestros circuitos tursticos, de modo que los peruanos, a un bajo costo, conozcamos nuestra patria tal como sucede en Mxico. El deporte, bien gestionado, tambin enriquece la identidad. Desarrolla fsica y mentalmente a la nacin, as como en el crecimiento de una autoestima peruana colectiva.

En nuestro pas, la gestin de la biodiversidad animal, vegetal y mineral influyen en la formacin de identidad de los habitantes. La acuicultura es uno de los econegocios de mayor demanda global. Un ciento de la comida marina consumida en el mundo proviene de granjas de conchas y peces. Esto, en nuestro pas, abunda. Sin embargo, no son aprovechados al mximo (Brack 2004:173).

De este modo, se hace necesaria la participacin estatal y de organismos pertinentes para el incremento de desarrollo de estas reas. Cuidando estos aspectos, el pas fortalecer su diversidad cultural, habr una mayor identificacin en la poblacin con estos recursos y, por ende, un mayor inters por el cuidado y crecimiento de lo nuestro.

Se dice que el Per de hoy est progresando; no obstante, an no se hace lo necesario para obtener un recurso humano de calidad y productivo. Se necesita invertir en educacin para generar desarrollo.

De lo contrario, seguiremos eligiendo malos gobernantes, siendo cmplices de su corrupcin y aceptando la subordinacin. Nuestro pas, rico en su diversidad cultural, nos brinda identidad y personalidad frente a otras naciones. Aprovechemos esta ventaja y aprendamos a conocerla, amarla y defenderla.

Bibliografa

Ansin, Juan Mara 2001 Educar en la interculturalidad.

ACTIVIDADES

Control de lectura

Presentar un organizador y exponer.

LA SEGURIDAD SOCIAL EN LA FUERZA ARMADA NACIONALAna Mercedes Salcedo Gonzlez

Relaciones entre las nociones: Seguridad, Defensa Nacional y Seguridad Social

Para abordar la relacin existente entre la seguridad y defensa nacional y la seguridad social, debemos analizar la nocin de seguridad, desarrollo social y la defensa nacional.

a. Seguridad: El trmino seguridad es sinnimo de certeza, confianza, se interpreta como un ambiente estable predecible, donde no existan temores al dao o perjuicio a personas o sus bienes. Se relaciona con la confianza de los individuos dentro del ambiente social. La seguridad refleja orden, solidez, certeza, conviccin, garanta que se manifiesta en los distintos niveles: individual, grupal y social.

Cuando nos referimos a la seguridad de la nacin, como la hemos visto, esta nocin adquiere dimensiones en distintos mbitos como son:

Seguridad econmica;

Seguridad jurdica;

Seguridad y defensa;

Seguridad ciudadana; y

Seguridad social, entre otras.

Con estas ideas como base, a continuacin se enuncian una serie de aseveraciones acerca de la seguridad y la defensa nacional:

La seguridad es un valor existencial.

La defensa es una accin indispensable para la preservacin de la seguridad.

La seguridad y defensa propenden a la preservacin del Estado de Derecho, al bienestar colectivo, la proteccin de bienes y recursos nacionales y la satisfaccin de los intereses de una nacin libre y soberana.

La seguridad es un principio que tiende a regir el comportamiento de todo ser humano, se constituye en una necesidad de subsistencia que extiende sus lmites a otras dimensiones que le garanticen la estabilidad de lo posedo. Esta lucha constante orienta la conducta del hombre a estructurar sistemas de vida que lo trascienden, de este modo, el principio de seguridad viene a ser en su contenido final una gran sntesis de sobrevivencia, bienestar y una efectiva proteccin generacional. (Maldonado, 1992). Las nuevas amenazas y enemigos comunes para la seguridad de un pas la constituyen: la pobreza, la desigualdad social y el desequilibrio econmico. Replanteando lo sealado por Sen, premio Nbel en Economa (1999), invertir en el capital humano significa invertir en educacin, nutricin y salud; significa invertir en reducir las desigualdades; significa invertir en vencer la pobreza; en otras palabras, significa invertir en seguridad y desarrollo social.

b. Desarrollo Social: El trmino desarrollo comnmente se entiende como el proceso de avance hacia un estado que consideramos deseable. La nocin de desarrollo aceptada por los organismos internacionales: (ONU, 1975) establece que: El progreso y el desarrollo en lo social debe encaminarse a la continua elevacin del nivel de vida, tanto material como espiritual, del cumplimiento de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, su fin ltimo es lograr una mayor calidad de vida para todos, lo que significa no solamente el desarrollo de los recursos econmicos y otros recursos materiales, sino tambin el perfeccionamiento fsico, moral, intelectual y cultural de la persona humana. Para Maldonado, 1962, el estado de desarrollo se logra con la preparacin de un conjunto de planes, programas, proyectos y acciones orientados a realizar procesos creativos para el perfeccionamiento cualitativo y cuantitativo de los aspectos materiales e inmateriales de un pas, una institucin, una organizacin o una familia. El desarrollo se expresa mediante la capacidad de visualizacin y resolucin de los problemas, la apropiada divisin del trabajo, el empleo de tecnologa adecuada al medio y a las necesidades, as como el uso racional de los recursos humanos, materiales, tcnicos y financieros disponibles. En el nivel nacional, se orienta al mejoramiento de las condiciones polticas, econmicas, sociales, militares, ambientales, cientficas y tecnolgicas de la comunidad.

El desarrollo social ser equilibrado en la medida que se desarrolla el capital social. Segn Bernardo Klinksberg, 2001, el fortalecimiento del capital social se expresa a travs de los siguientes factores:

El nivel de confianza que existe entre los integrantes de una sociedad. Mientras que el nivel de confianza se deteriora en situaciones de grandes desigualdades sociales.

La capacidad de sinergia para desarrollar formas de cooperacin y esfuerzos conjuntos entre el Estado y la sociedad civil.

La conciencia cvica ciudadana, la posicin de pertenencia de la poblacin frente al colectivo y el bien comn.

Los valores ticos predominantes en una sociedad.

De acuerdo con Klinksberg, estos cuatro factores tienen una influencia determinante en el desarrollo econmico y social de un pas, y sobre estos factores incide la seguridad social como herramienta tcnico administrativa de la poltica social de un Estado para la consecucin del bienestar social que aspiran los integrantes de un colectivo social.

El desarrollo de los sistemas de seguridad social es un claro indicador del desarrollo social alcanzado por una sociedad. El fortalecimiento y expresin de los principios de la seguridad social dentro de una sociedad dada evidencia mejoras en la redistribucin del ingreso nacional, y en consecuencia tiende a reducir las desigualdades sociales. Expresa la capacidad de sus habitantes para desarrollar y sostener esfuerzos conjuntos entre el Estado y la sociedad para enfrentar con xito los retos y sortear los obstculos para mantener un sistema capaz de garantizarles los derechos humanos fundamentales, como va para la consecucin de la paz social y el bienestar colectivo. En este sentido podemos afirmar la existencia de dos grandes conjuntos dinmicos, sobre los cuales descansa la seguridad:

El desarrollo integral como fuente de poder; y

La estructuracin y operatividad de muy variados recursos defensivos.

Estos dos conjuntos interactan dinmicamente y deben desarrollarse recprocamente para sostenerse mutuamente. En un pas s existiera slo el desarrollo sin contar con apropiados medios de oportuna defensa, se hara apetecible y sera inevitable que dicha nacin fuese fcil victima de sus enemigos, y/o tendra siempre que estar buscando proteccin internacional, mientras que lo contrario, si la nica preocupacin de un pas fuera mantener slidos medios defensivos, es evidente que estos recursos no tendran apropiados niveles de operatividad, debido a la carencia de una slida sustentacin interna que fuese capaz de mantener y renovar los sistemas defensivos que se hayan diseado y establecido.

Para sintetizar, tenemos que la seguridad, en trmino general, es un valor existencial, una aspiracin del hombre para vivir sin temores y satisfacer sus anhelos con plena libertad. Uno de los ms caros anhelos individuales del hombre es sentirse a salvo y protegido del azar y las circunstancias, aspirar a un grado de bienestar, una porcin de recursos y respeto a sus derechos.

Estos elementos nos conducen a precisar que la seguridad de la nacin es una situacin que envuelve la idea de salvaguardar y garantizar los derechos comunes de:

La poblacin;

El territorio;

La soberana;

La estructura jurdica;

El orden pblico; y

Las instituciones socialmente constituidas.

En consecuencia, el problema de la seguridad es todo aquello que afecta el inters de la nacin, y por ende, perjudica el funcionamiento del sistema.

El objetivo de la seguridad est destinado a prevenir las interferencias al funcionamiento del sistema poltico. Mientras que la defensa es un concepto estratgico, coyuntural, concreto, normativo y evolutivo.

c. Defensa Nacional: La defensa es la accin conjunta conformada por medidas coordinadas y planificadas sobre la base de una estrategia adoptada por el Estado para mantener la seguridad. (Manual de Planificacin de Seguridad y Defensa MD, EMC. 1970).

No existen dudas que los conceptos de seguridad y defensa, contienen nociones diferentes, aun cuando ambos se complementan. Las relaciones entre seguridad, defensa, desarrollo social y seguridad social la podemos apreciar claramente en el contenido de las nociones establecidas en la Ley Orgnica de Seguridad de la Nacin (LOSN), publicada en Gaceta Oficial N 37.594, el 18 de Dic