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Un ejemplo de resistencia de la comunidad vecinal contra la desamortización: el caso de Biel (Zaragoza)

Ignacio PÉREZ-SOBA DIEZ DEL CORRAL

Doctor Ingeniero de Montes. Gobierno de Aragón.

Servicio Provincial de Desarrollo Rural y Sostenibilidad de Zaragoza.

INTRODUCCIÓNLa Desamortización Forestal que el Ministerio de Hacienda desarrolló tras la “Ley Madoz” de 1 de mayo de 1855 vendió a propietarios privados miles de montes públicos, lo que excluyó a los vecinos más pobres de los aprovechamientos forestales que precisaban para subsistir. Los “pueblos” (el Ayuntamiento y la comunidad vecinal) desarrollaron acciones de resistencia frente a la desamortización, en toda España:- Resistencias ilegales: a menudo delictivas. Hay autores que las reivindican como “ecologistas”, pero dañaron a los montes y fueron muchas veces un mero expolio de la propiedad comunal. - Resistencia legalista: la declaración por Hacienda de los montes como de aprovechamiento común o dehesa boyal los excluía de la venta (art. 2.9 de la Ley Madoz). Pero Hacienda a menudo no contestaba. - Entre ambos extremos hay muy variadas acciones: ocultar la existencia de los montes (“montes ocultos”); compra del monte por la comunidad vecinal (“montes de socios”); uso de testaferros; presión a los compradores, etc.

OBJETIVOS. Identificar y analizar las acciones documentadas en Biel (Zaragoza) para oponerse a la desamortización de los montes públicos de ese término municipal.

MATERIAL. La localidad de Biel: comarca de las Cinco Villas, Norte de la provincia de Zaragoza. En 1901-1920 su población era de 1.300 habitantes; hoy es de sólo 165. Su antiguo término municipal (hoy unido al de Fuencalderas) cuenta con 11 montes de utilidad pública (3.524 ha), y en parte está incluido en el Paisaje Protegido de la Sierra de Santo Domingo, en los LIC “Sierras de Santo Domingo y Caballera” y “Río Arba de Biel” y en la ZEPA “Sierras de Santo Domingo y Caballera y río Onsella”.

METODOLOGÍA. Búsqueda bibliográfica y documental. Archivos: Municipal de Biel (AMB), del Servicio Provincial de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón (ASPDRS), e Histórico Provincial de Zaragoza (AHPZ). Dos visitas junto con la guardería forestal y conocedores del terreno para hacer cartografía de los montes.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN1. El agotamiento de las vías legales: la lucha contra la venta del “Monte Blanco” (1861-1872)

- 4-1-1861: Joaquín Marín (terrateniente, exalcalde de Zaragoza) compra en subasta el “Monte Blanco” de Biel.- Los límites del “Monte Blanco” eran muy confusos: incluían todo el “Monte Alto”, que no se había vendido. Marín

denuncia a los pastores por “invadir propiedad privada”, lo que llega hasta Isabel II (Real Decreto 12-7-1865). - Interviene el Ingeniero de Montes D. José Jordana y Morera: deslinda en 1863 el Monte Alto y concluye que la venta

debe anularse. El Gobernador Civil “pierde” el expediente, pero el pueblo reclama en 1867 y se anula la venta del Monte Blanco (Real Orden de 17-1-1871 y Sentencia del Supremo de 28-6-1872).

Biel

Ubicación de la localidad de Biel

Primer croquis conocido de los montes de Biel (24-6-1870)

José Jordana (1836-1906)

CONCLUSIONES1) La resistencia de Biel a la Desamortización destaca por: su carácter pacífico, su conocimiento y respeto de la legalidad, su ingenio, su variedad y su persistencia. 2) Hay gran compenetración entre la comunidad vecinal y el Ayuntamiento. La recompra de montes por los vecinos pretende recuperar su condición municipal. 3) Es llamativa la actuación de la Junta administradora de los montes Arcanalo y Val de Biel: impuso el mantenimiento del buen estado forestal de los montes, destinó

durante cuarenta años todos sus beneficios a obras de interés general, y por fin entregó gratuitamente los montes al Ayuntamiento.

AGRADECIMIENTOS. Ayuntamiento de Biel, Alberto Palacio Burillo (agente forestal, Gobierno de Aragón), Antonio Dieste Pérez (conocedor del terreno), Luis Francisco Biendicho Gracia (Letrado de la Comunidad Autónoma de Aragón), Marta María Gordo Moreno, Marta García Mateo y Arantxa Causapé Sangroniz (Sección de Defensa de la Propiedad, Servicio Provincial de Desarrollo Rural y Sostenibilidad de Zaragoza, Gobierno de Aragón).

Escritura de recompra de Arcanalo y Val de Biel (1905)

2. La recompra de los montes Val de Biel y Arcanalo y su gestión por la Junta de vecinos (1905-1945)- 12-5-1905: 197 vecinos de Biel compran en indivisión los montes “Arcanalo” y “Val de Biel” (desamortizados en

1870). Pactan ante notario: “La administración de los montes vendidos estará a cargo de una Junta nombrada por la mayoría de los adquirentes”.

- La Junta hace una gestión ejemplar: en 1907 prohíbe “en absoluto” cortar y destajar pino y enebro. En 1914 admite gratuitamente a todos los demás vecinos como condueños. En 1915 entrega TODOS los fondos acumulados para construir escuelas públicas “de niños y de niñas”. En 1926-1929 paga 10.550 pesetas para la instalación eléctrica del pueblo. La Junta acaba asumiendo hasta la gestión de la “dula” (rebaño vecinal) de cabras.

- 3-2-1945: por unanimidad la Junta “cree llegado el momento de traspasar su cometido al Ayuntamiento y éste acepta la encomienda por voluntad expresa del vecindario (…) El Ayuntamiento administrará dichos montes como patrimonio municipal”. Y entrega un saldo positivo de gestión de 35.114 pesetas.

Vista de Biel, con el monte de Val de Biel al fondo

3. La reivindicación frente a los compradores: el monte “Casa Andrés o las Parcelas” (1882-1935)- 1882: El monte “Casa Andrés” es vendido, menos 57 ha poseídas “por los vecinos”. ¿Pero cuáles eran exactamente?- 9-10-1904: Pacto entre el dueño y los vecinos: “queden a favor de los vecinos de Biel cincuenta y siete hectáreas (…) que

serán medidas y amojonadas (…) de común acuerdo, en un solo punto o sea todo en junto al trozo que corresponda.” Pero el “trozo” exacto no se llega a acordar hasta el 2-5-1932, cuando, dentro del movimiento pro-comunal en la comarca de Cinco Villas, por fin se hace acta de demarcación de la zona, de la que toma posesión el Ayuntamiento.

- 5-3-1933: Se aprueba una ordenanza municipal para adjudicar “a los jornaleros más necesitados”, mediante el pago de un canon asequible, las leñas y los cultivos (“parcelas”) del monte. Por eso el monte adquiere también el nombre de “Las Parcelas”.