8/3/2019 Revista Soberania Alimentaria BiodiversIdad y Culturas 6
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SoberanaAlimentaria
BiodiversidadyCulturas
JUNIO 2011/NM.6
LAFINANCIACINENELMUNDORURAL
CAJASRURALESYSOBERANAALIMENTARIA
LOSFALSOSMITOSDELACRISISALIMENTARIA
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ORGANIZACIONESCOEDITORASLa Va CampesinaPlataforma RuralFundacin Agricultura Viva-COAGGRAIN
ORGANIZACIONESCOLABORADORASACSUR-Las SegoviasAmigos de la TierraEcologistas en AccinEntrepueblosIngeniera Sin Fronteras ValenciaMundubatVeterinarios Sin FronterasXarxa de Consum SolidariFundacin Biodiversidad
COMIT EDITORIALPaul Nicholson.Jernimo Aguado Martnez.Eduardo Navarro.Henk Hobbelink.Helen Groome.Beln Verdugo Martn.Marta G. Rivera Ferre.Ismael Sanz Remn.Fernando Fernndez Such.Carlos Vicente.Eva Torremocha.
COORDINACIN YEDICINGustavo [email protected]: +34 616 114 005
ARTEYMAQUETACINwww.mareavacia.com
DIRECCINPOSTAL:GRAINc/ Girona 25, principal08010 Barcelona
WWW.SOBERANIAALIMENTARIA.INFO
Depsito Legal B-13957-2010ISSN 2013-7567
EDITORIALQu financiacin para un mundo rural vivo?
AMASANDO LA REALIDADDeclogo de la financiacin en el medio ruralCajas rurales desaparecidas?Tejiendo complicidad entre las finanzas ticas,
la agricultura ecolgica y el mundo ruralCajas de Ahorro espaolas y s oberana alimentaria
EN PIE DE ESPIGALas obreras marroquesLa ganadera extensivaParcelas para experimentar con transgnicos
PALABRA DE CAMPOLa razn del campo
ATAQUES Y RESISTENCIASHagamos un trato contra los malos tratosLa indignacin es c olectivaPAC, o de cmo beneficiamos a las grandes empresasComedores escolares y mala alimentacinSemillas industriales o campesinas
HACIENDO NMEROS
Los nmeros cantanDE UN VISTAZO Y MUCHAS ARISTAS
Los falsos mitos de la crisis alimentaria
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Soberana AlimentariaBiodiversidad y Culturas
JUNIO2011/NM.6
Soberana Alimentaria, Biodiversidad yCulturas es una publicacin trimestral parael Estado espaol de informacin, debate yreflexin sobre temticas rurales bajo unaptica poltica de Soberana Alimentaria. Unnstrumento de pensamiento crtico hecho
por las manos y para las manos de las gentesque integran los movimientos campesinos quedefienden un mundo rural vivo.
Seguimos tomando para las portadas de este ao 2011 obras de pintoras que muestran realidades rurales. La pintura queresentamos, llamada El pescador con una cuerda enrollada pertenece a Alicia MartnezRichter y fue pintada alrededor delo 1969, inspirada en un viaje a Galicia y Portugal. Refleja la vida de los pes cadores y la nobleza de su profesi n. Sus gestosncestrales se magnifican aqu por el boceto del diseo y la investigacin de la composicin y colores modernos. Alicia Martnez
Richter (19111996) fue una de las primeras mujeres en recibir el Premio de Roma en la pintura en 1933 y 1939. Ella era la esposael pintor de origen espaol, Antonio Martnez. Aprendi espaol y realizado numerosos via jes a Espaa.
Y por qu fotografas de la India en esta revista? Nos ha parecido que presentar la obra de Llus Catal, y en concreto suxposicin Entre el cielo y la tierra nos permite aadir mediante imgenes contenidos muy importantes a los temas denanciacin que en ste nmero abordamos. Adems de poder leer vertic almente cada uno de los artculos les proponemos una
ectura en horizontal observando las fotos de Llus intercaladas por los artculos, para descubrir como la especulacin y elnters de la agroindustria llevan a muchas y muchos agricultores a la ruina y la desesperacin.
Ms obras de Llus en www.lluiscatala.com
Les invitamos a que se comuniquen con el equipo redactor ([email protected]) y nos envenus experiencias, sugerencias y comentarios as como aportaciones grficas para prximos nmeros. Los artculos
firmados son responsabilidad de sus autores. El material aqu recogido puede ser divulgado libremente, aunqueagradeceramos que citaran la fuente.
Las organizaciones que coeditamos la revista Soberana Alimentaria, Biodiversidad y Culturas somos:
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Qu financiacinpara un mundo rural vivo?
Al escuchar las palabras finanzas, financiero ofinanciacin nos vienen a la mente imgenesde los grandes bancos o entidades financieras yms, hoy da, con la crisis financiera que stos mismos han
generado. Pero en los quehaceres de nuestras vidas diarias,
queramos o no, por dnde y cmo vivimos, somos perso-
nas inmersas en el mundo financiero. Son muchos los sala-
ios que se pagan por el banco o una caja de ahorros; los
horros, cuando los haya, suelen estar depositados en un
banco o en una caja; los crditos para poder hacer frente
grandes inversiones en bienes como la vivienda o los
utomviles se suelen realizar en base a dinero prestado
por las mismas entidades; los pagos de cuantas grandes de
dinero se hacen tambin por estas mismas entidades, nor-
malmente por trasferencias; e incluso se emplean bancosy cajas para realizar pagos menores, ya que se promueve
l uso de la tarjeta de crdito y las domiciliaciones. Son
pocas las personas hoy da que logran realizar su vida sin
ecurrir a los servicios que ofrecen bancos y cajas y, de
hecho, muchas veces se est obligada a usar una entidad
financiera y no se puede realizar una operacin econmica
on dinero en mano.
El mundo rural no es una excepcin y es un hecho
que a lo largo de los aos han aumentado las operaciones
que obligan a emplear una entidad financiera de un tipo u
otra, particularmente en las inversiones agrarias de nuevas
nstalaciones ganaderas, en la compras de tierra, en maqui-
naria agrcola que implican decenas y cientos de miles
de euros, para el cobro de subvenciones del sector, para
EDITORIAL*
*
realizar compras de insumos, para cobros de los productos
y bienes
No obstante, afrontarse a la necesidad de realizar
alguna operacin financiera viene de lejos, aunque fuese a
otra escala, y en el mundo rural las propias comunidades
campesinas crearon y disponan de unas entidades cuyo
fin era almacenar el ahorro campesino para poder ofre-
cer una serie de servicios a sus socios (y alguna que otra
socia) con las mejores condiciones y trminos posibles. Lo
que se puede describir como una caja comn al servicio de
determinada comunidad.
Con el paso del tiempo las comunidades rurales han
perdido su protagonismo en estas cajas rurales. Como
con otras tantas herramientas construidas por el campe-
sinado para ayudarse en sus quehaceres (cooperativas deinsumos, cooperativas de venta del producto, correduras
de seguros) la herramienta misma logra cobrar vida
como entidad propia e impone sus propias normas y sus
propios criterios de funcionamiento en beneficio propio,
que no necesariamente coinciden con los motivos de su
fundacin, ni con los de las personas que las fundaron, ni
con los intereses de las y los usuarios.
El nimo de lucro y maximizar ste es su principal
objetivo, por encima de cualquier otro. As nos encontra-
mos como explican algunos artculos de la revista
con la manipulacin habida de las cajas por los intereses
de la agro industria tanto para promover el modelo agro
pecuario intensivo y marginar modelos alternativos como
el agroecolgico, o nos encontramos con nuestro dinero
Cmo, entre todasy todos, podemosconstruir un modelofinanciero que mantengasu visin social y queno sea absorbido porintereses ajenos anuestro proyecto?
invertido en proyectos antisociales, antiticos y destruc-tores de la vida rural y la soberana alimentaria, dentro y
fuera del mbito geogrfico propio.
Queda por ver, por tanto, cmo afrontar un nuevo
ciclo de construccin de organismos financieros desde
necesidades, criterios y valores sociales, para garantizar
que la historia no se vuelva a repetir y ms cuando se
estn construyendo alternativas para ayudar a financiar
experiencias que caminan haca la soberana alimentaria.
Cmo, entre todas y todos, podemos construir un
modelo financiero que mantenga su visin social y que
no sea absorbido por intereses ajenos a nuestro proyecto?
Esperamos aportar reflexiones que faciliten este camino.
Los marchantes son uno de los mltiples problemas con que se enfrentan los campesinos indios. Pertenecientes la mayora a casta elevadas (en
este caso marchante miembro de la comunidad Sigh), compran la cosecha a los campesinos a precios irrisorios p ara luego especular y venderla
cuando el precio sube. (Washim, Maharashtra, India, enero 2010).
5EDITORIAL / SABC / JUNIO 2011 / NM. 6
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*AMASANDOLAREALIDAD
Declogode la financiacin
en el medio ruralA partir de un conversatorio organizado por el Consejo de Redaccin de la revista, elaboramos deforma esquemtica diez ideas claves que pensamos sitan y explican muy bien la realidad y la pro-blemtica de la financiacin en el medio rural. Hemos contado con las opiniones y aportaciones deBeln, campesina de Valladolid; Txetxu, ganadero prejubilado en Euskadi; la experiencia de un proyectocooperativo de integracin social, LOLIVERA, representada por su director Carles; Uxi, trabajadorasocial en Palencia; Marta, del Center for Agrofood Economy and DevelopmentCREDAUPCIRTA;Javier, cerealista de Aragn; y finalmente con Peru, al frente del proyecto de banca tica FIARE.
Conversatorio
1La inercia de la lgica financieraneoliberal que nos ha llevadoa la crisis econmica actual yglobal aplicada al mundo rural es
muy sencilla: modelo de explotacin
intensiva, grandes industrias, pro-
ductividad, control de los medios de
produccin (semillas) Es decir, para
los grupos financieros predominan-
tes el mundo rural no ofrece ningn
atractivo, salvo la posibilidad deespecular con los alimentos bsicos.
Para sus estrategias financieras, no
son interesantes las pequeas fincas,
ni los circuitos localizados de pro-
duccindistribucinconsumo, ni
las certificaciones participativas en
definitiva las alternativas que propone
la soberana alimentaria.
2Muchas veces el nico dineroal que tiene acceso una personacampesina (crditos o subvencio-nes) ya viene condicionado, se ofrece
slo para favorecer el modelo de
agricultura industrial e intensiva que
desencadena en tantas experiencias
frustradas, en tantas fincas cerradas,
en miles de iniciativas sumamente
endeudadas
3A su vez, este endeudamiento esel principal tractor del modeloproductivista. La devolucindel crdito exige ms produccin y
sta, en las condiciones actuales, sevuelve una espiral insalvable. Sobre
la que tambin las organizaciones
campesinas deben reflexionar: qu
modelo agrario hay que defender? La
modernizacin no es la trampa para
muchas agriculturas y ganaderas?
A ms grande es el tractor ms
grande es la pobreza dice Txetxu.
4Una clave importante paravencer esta situacin de endeu-damiento pasa por la decisinpoltica y estratgica de desintensi-
ficacin y cambio de valores. Hay
que reivindicar un modelo agrario
humanizado, con pocos insumos,
rendimientos medios, tiempo libre
para el campesinado, tratamiento
correcto a la ganadera, adaptacin de
la carga ganadera a la tierra, etc. que
finalmente se demuestran mucho ms
favorables para las y los agricultores.
El modelo intensivo y de endeuda-
miento es trabajar slo para beneficio
de las entidades bancarias.
5La y el pequeo productorcampesino tiene, por lo tanto,poco inters para la industriafinanciera, as que resulta tambin
muy importante generar circuitosde ahorrocrdito lo ms autnomos
posibles y bajo estrategias polticas
claras. Este es uno de los retos de la
banca tica y otras alternativas finan-
cieras solidarias aplicado al mundo
rural. Es necesario construir alterna-
tivas (entidades, no productos) que
operen de acuerdo con otros valores
para hacer posible proyectos slidos y
sostenibles, como los que construyen
soberana alimentaria.Para losgrupos financieros
predominantesel mundo rural
no ofrece ningnatractivo.
Este endeudamiento es el principaltractor del modelo productivista.
Vencer esta situacin deendeudamiento pasa por ladecisin poltica y estratgica dedesintensificacin y cambio de
valores.
Se ofrece slopara favorecer
el modelo deagriculturaindustrial e
intensiva.
*Servicios financieros para las mujeres
en la agricultura. Qu opina la FAO?
Los servicios financieros como el ahorro, el crdito y los seguros brindan oportunidades de mejorar la produccin
agrcola, la seguridad alimentaria y la vit alidad econmica de los hogares, las c omunidades y los pases. Muchos
estudios han demostrado que cuando mejora el acc eso directo de las mujeres a los recursos financieros,aumentan las inversiones en capital humano, en forma de salud, educacin y nutricin de los hijos e hijas.
Los datos disponibles muestran que los mercados de crdito no son neutrales desde el punto de vista de
gnero. Los obstculos legales y las normas culturales, en algunos pases, impiden a las mujeres ser titulares
de una cuenta bancaria o suscribir contrato s financieros por derecho propio. En general, las mujeres tienen
menos control sobre los tipos de activos fijos que suelen ser necesarios como garanta para los prstamos.
Debido a la discriminacin institucional ejercida por las entidades de crdito pblicas y
privadas, a menudo las mujeres ven restringido su acces o al mercado u obtienen prstamo s de
menor cuanta que los concedidos a los hombres para actividades semejantes. Algunas fuentes
cifran en un 1% del crdito mundial el porcentaje al que tienen acces o las mujeres.
El estado mundial de la agricultura 20102011 . FAO
Es muy importante generarcircuitos de ahorrocrdito lo msautnomos posibles y bajo estrategiaspolticas claras.
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*
*La banca tica es mucho ms que
un proveedor de los movimientos dealternativa.
Es necesariauna regulacinespecfica paraeste sector a niveleuropeo.
favor de proyectos sociales y a favor
de la soberana alimentaria. Espacios
con y desde el mandato social adapta-
dos a cada realidad local.
8Los proyectos de banca ticao cooperativas de crdito se desa-rrollan con otros movimientosde la economa solidaria generando
una doble implicacin: por un lado,
se construyen sobre ellos, como uno
de los pilares sobre los que ir consoli-
dando su base social, y por otro, orien-
tan su actividad de intermediacin
financiera en la lnea de reforzar otraspropuestas de alternativa y la propia
cohesin de la economa solidaria. La
banca tica es mucho ms que un pro-
veedor de los movimientos de alter-
nativa. Los necesita en su base social,
en sus estructuras de participacin, en
sus rganos de gobierno Ah radica
uno de los elementos de alternativa
ms importantes de la banca tica.
9La financiacin tica puedefortalecerse ms an si cuentacon el apoyo de las administra-ciones pblicas, cuyo compromiso
Losinstrumentos
financieros debenregirse bajo unavisin clara delmodelo campesinola soberanaalimentariafundamentalpara revitalizar elmundo rural.
Los tiburones verdes
Ya han llegado a nuestro pas capitales privados interesados por proyectos alternativos que no son ms
que nuevos fondos de riesgo que buscan una oportunidad econmica en la crisis econmica actual. Con la
minimizacin de la esfera pblica y con la a ctual crisis del mercado hipotecar io y financiero, hay mucho dinero
en circulacin que busca (y encuentran) espacio para invertir en bienes comunes como la tierra o el agua; o en
actividades econmicas reales (no especulativas) ligadas a la agricultura que pueden asegurar un buen retorno.
La falta de crdito en la banca convencional, y la an poca capacidad de la banca tica, hace que la aparicin
de estos f ondos tenga mucha receptividad, pero debemos analizarlos y cuestionarlos a fondo, porque aunque
hay iniciativas dispuestas a financiar actividades con verdaderos fines sociales, nos podemos encontrar
con una nueva etapa del capitalis mo que llega con inversiones verdes para resolver la cr isis actual.
La experiencia de la financiacin que ofrece por ejemplo la Fundacin Bill & Melinda Gates es claramente
preocupante: sin gobiernos, ni instituciones, son ellos los que programan el desarrollo rural en frica, y
han escogido un camino muy rentable para sus inversiones, pero muy negativo para la poblacin lo cal: la
agricultura industrializada en frica. En este caso, es compatible la construccin de la soberana alimentaria
con estos fondos de riesgo? Evidentemente no, no se puede trabajar para dar de c omer al capital privado.
con una esfera financiera ms respon-
sable debe ser ntido. Es necesaria una
regulacin especfica para este sector
a nivel europeo, que recoja el valor
de lo que son, como ellas mismas
han destacado en muchas ocasiones:
buenas prcticas que favorecen la
cohesin social.
10En las diferentes frmulasde financiacin alternativaes clave la participacinsocial para su correcta gestin. En
el caso del mundo rural, como ya
ocurre en algunos casos, deben deser los mismos sindicatos agrarios
o movimientos campesinos los que
marquen la poltica bancaria a desa-
rrollar. Los instrumentos financieros
deben regirse bajo una visin clara
del modelo campesino la sobera-
na alimentaria fundamental para
revitalizar el mundo rural.
La banca tica debe aspirar a serel corazn de un sistema de economa
solidaria que incluya ese universo derespuestas alternativas.
6La base del ahorro campesinoque estuvo durante muchotiempo en espacios colectivos ycooperativos como las cajas rurales,
ha quedado prcticamente extinguido.
Pero las alternativas son posibles y
ya existen. Inversiones pequeas o
inversiones importantes, han sido
posibles con entidades y grupos ticos.
De la misma manera que las entida-
des financieras suponen el autntico
ncleo (corazn) del sistema econ-
mico neoliberal, la banca tica debe
aspirar a ser el corazn de un sistema
de economa solidaria que incluya ese
universo de respuestas alternativas.
7Disponemos de muchas alter-nativas validas para el mundorural, reinventadas por la propiabase social, y complementarias entre
ellas: cooperativas de crdito, accio-
nariado solidario, banca tica Los
recursos financieros son necesarios,
no imprescindibles (no debemos
renunciar a transacciones sin capital,
a cesiones de tierra, a intercambio de
productos, al trueque campesino),
y se requiere de un espacio social que
gestione y permita instrumentos a
Se requiere de un espacio social quegestione y permita instrumentos a
favor de proyectos sociales y a favorde la soberana alimentaria.
Familia Takhre, casta Patil (Gadegao, Maharasthra 2010). 1,60 hectreas de campo de cultivo: algodn, guisante y soja. Crdito bancario de
0.000 rupias (665 euros). Hace 2 semanas se suicid el hijo mayor (Dnyashewar, 23 aos) por ingestin de pesticidas.
9AMASANDO LA REALIDAD / SABC / JUNIO 2011 / NM. 6
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Cajas ruralesdesaparecidas?El modelo econmico vigente tiene muchas y variadas caractersticas de las cuales destacan dos: losgenes de la bsqueda enfermiza del crecimiento, basado exclusivamente en los beneficios financieros,que llevan irremediablemente al repetitivo binomio ciclo econmico de crecimientociclo econmicode crisis, y un poder mundial que le permite gestionar todos los hilos de la economa, de la estruc-tura social, y por ende de la educacin y de los medios de comunicacin. La primera caracterstica
tiene como particularidad, y una vez ms la crisis actual lo ha demostrado, que slo algunas personasse aprovechan del ciclo de crecimiento y que todos y todas pagamos los platos rotos durante el ciclode crisis, particularmente la clase media, la clase mediabaja, y las familias empobrecidas, irremedia-blemente, se incrementan. La segunda caracterstica implica que el modelo termina por fagocitartoda tentativa de servicios financieros solidarios que surja de cualquier colectivo que desee auto ges-tionarse y que llegue a alcanzar una talla que pueda representar una alternativa. Este es el caso de lasCajas de Ahorros y de las Cooperativas de Crdito. Sabiendo que las Cajas Rurales son Cooperativasde Crdito especficamente habilitadas para ofrecer sus servicios al sector agrario, existen?
Francisco lvarez Molina
UNPOCODEHISTORIA.
Atravs de la historia podemosverificar que, de una formau otra, han existido siempremecanismos creados por diversos
grupos sociales con el objetivo de
organizar ciertos autoabastecimientos
que les resultasen ms econmicos,
y as ocurri cuando la herramienta
lamada dinero se generaliz como
mecanismo de financiacin. Las cajas
urales espaolas fueron creadasmayoritariamente por cooperativas
grcolas que fomentaban el aho-
ro para posteriormente poder dar
rditos, exclusivamente a sus socios
y socias, lo que permita financiar,
ambin exclusivamente, actividades
grarias con condiciones menos costo-
as que las ofrecidas por las entidades
financieras clsicas. Al coste inferior
de los prstamos se aadan otras ven-
ajas como, por ejemplo, la naturaleza
de las garantas y de los avales que se
basaban en las cosechas (y no en el
valor estimado de la explotacin) o
en la posibilidad de obtener el aval de
otros socios y socias.
Pero en el ao 1991 las cajas rura-
les se transformaron para igualar sus
servicios a los de las dems entidades
de servicios financieros. En efecto, a
partir de ese ao y por ley, aunque su
territorio de actuacin estuviese aco-
tado a su entorno prximo, las cajas
rurales podan captar fondos utili-
zando los mismos mecanismos que las
dems entidades financieras, es decirdinero que poda provenir de perso-
nas que no tenan nada que ver con el
mundo agrario, as como recibir apor-
taciones de organismos pblicos, y
ofrecer servicios similares a los bancos
y cajas de ahorros: cuentas bancarias,
domiciliacin de nminas, tarjetas de
crdito, prstamos diversos y variados
sin ninguna relacin con el mundo
agrario, hipotecas, fondos de inver-
sin puramente especulativos, etc.
Para ms inri, las cajas rurales
crearon federaciones regionales y
una asociacin nacional, con el claro
objetivo, a pesar de los pretendidos
propsitos sociales y sectoriales, de
competir con las mismas herramien-
tas en el salvaje mundo del sistema
financiero vigente.
REALIDADES.Aunque leyendo en la informacin
institucional de muchas de las actua-
les cajas rurales podemos encontrar
frases como Entidades Financieras
con un claro objeto social: servir a lasnecesidades financieras de sus socios y
terceros, ejerciendo as las actividades
propias de las entidades de crdito. Su
principal caracterstica es la implica-
cin social, ofreciendo a sus socios y
clientes cuantos productos y servicios
financieros existen en el mercado,
en las mejores condiciones, hay que
resaltar, primero, que ambos objeticos
no son compatibles. Las actividades
de las entidades de crdito clsicas
persiguen el beneficio estrictamente
financiero para sus accionistas y no el
beneficio social. En segundo lugar, en
cuanto a ofrecer a socios y clientes
todos los productos financieros exis-
tentes en el mercado es claramente
una renuncia a la razn de ser de las
cajas rurales y la adopcin de una
poltica de inversiones en productos
financieros complejos (todos los que
existen en el mercado) que compor-
tan grandes riesgos y que no tienen
nada que ver con la financiacin
solidaria de actividades agrarias.
Se debe denunciar que la banca-
rizacin de las cajas rurales impide
crear los mecanismos solidarios para
lo que estaban diseadas. La concen-
tracin de muchas cajas rurales en
una gran banca federada anula suprimitiva capacidad de autonoma
para financiar proyectos agrarios de
proximidad, proyectos que sufren
las consecuencias de la crisis preci-
samente porque las cajas rurales se
han inscrito en el modelo financiero
responsable de dicha crisis.
Por ltimo, ver a las cajas rurales
hoy en los mismos procesos de fusin
de cajas y bancos que cualquier otra
entidad, nos es sino otra constatacin
del sistema financiero en el que
actualmente habitan.
ELPOSIBLEFUTURODELAFINANCIACINDELSECTORAGRARIO.
Cuando una o un agricultor se
dirige hoy en da a una caja rural para
obtener un prstamo u otra necesi-
dad financiera se encontrar con una
persona que le va a proponer unaserie de productos muy parecidos
a los que puede encontrar en otras
entidades financieras. Y aunque entre
esos productos se encuentren algunos
destinados a ciertas actividades del
Aunque las explicaciones
institucionales de las cajas rurales
intentan recuperar ciertos aspectos
de su razn de s er, es imposible
tener como prioridad el impulso
del cooperativismo en su entorno
social si se adoptan las reglas y los
productos financieros vigentes cuyo
nico objetivo es obtener beneficios
econmicos en mercados globales.
Crdit o, Banca formal Crdit os solidarios no convencionales
Altas tasas de inters. Mayor flexibilidad para adaptar susesquemas a los grupos meta.
Priorizan sus acciones all donde se rene la actividadeconmica (ciudad) y en las zonas rurales dondese concentran los productos comercializables.
Bsqueda permanente de un dilogo con losusuarios, basada en la escucha de sus demandas yla comprensin de sus situaciones especficas.
El prstamo rural es menos atractivo que el prstamopara los sectores comerciales o de servicio.
Intentan adaptar los sistemas financierosa las realidades locales y caractersticasparticulares de la poblacin rural pobre.
En la economa campesina los costos de transaccinpara los prestamistas son relativamente altos,debido a la dispersin geogrfica de los campesinos,la baja escala de los prstamos y a la distanciaque los separa del banco ms cercano.
Generan un ambiente de aprendizaje gradual en lagestin del sistema de financiamiento, tanto porparte de los prestatarios como de los acreedores,dentro de un enfoque de experimentacin quebusca la construccin de una nueva identidadinstitucional, basada en la confianza recproca.
La tecnologa de crdito empleada excluye alpequeo/a productor/a de ser sujeto/a de crditoya que condiciona la aprobacin del crdito ala evaluacin de su capacidad de pago y a losrequisitos de garanta que son difciles de cumplir.
Permiten la creacin de un sistema de garantas sociales(grupo solidario de fianza) y garantas morales (seleccindel prestatario), facilitando el acceso a las familias mspobres que no pueden ofrecer garantas materiales.
No tiene experiencia en brindar este servicio alsector rural, su nfasis est en la recuperacinde los prestamos y no en potenciar la habilidadde gestin econmica en el predio.
Crean confianza y cooperacin, ayudan a asegurarque los servicios financieros se mantengansensibles a las necesidades de la poblacinlocal y facultan a los individuos para acceder aldesarrollo, incluyendo a las mujeres pobres.
No posibilita que el productor destine elcrdito a actividades en donde tiene destrezas,habilidades y experiencia productiva.
Son una modalidad sostenible, que se fundamenta en unproceso autodirigido, el cual est basado en los recursosque los campesinos/as poseen y protagonizado por lospropios pobladores, quienes son los responsables de lacapitalizacin, administracin y de la asistencia tcnica.
Suele condicionar su participacin a la instalacinde sistemas agrarios productivistas.
Busca implicacin con las organizaciones campesinaspara entender qu modelo agrcola apoyar.
Por Mirian Jimnez Prez
SABC / JUNIO 2011 / NM. 6 / AMASANDO LA REALIDAD10 11AMASANDO LA REALIDAD / SABC / JUNIO 2011 / NM. 6
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ector agrario (el cobro de las ayu-
das, por ejemplo), no olvidemos que
mayoritariamente sern aquellos pro-
piciados por los gobiernos, central o
utonmico, y no por iniciativa de las
propias cajas y su masa cooperativa.
Por ejemplo, para obtener un prs-
amo hay que presentar un proyecto,
o que es normal, pero las condiciones
del prstamo y las garantas exigidas
dems de no diferenciarse mucho
del sistema financiero clsico, utiliza
condiciones pensadas para mode-
los de agricultura intensificada, y
lejanos a propuestas de la soberana
alimentaria.
Dentro del contexto descrito en
prrafos anteriores considero que
es imposible que las cajas rurales
vuelvan a sus orgenes, y por ello es
absolutamente necesario que los y
las agricultoras vuelvan a crear los
como FIARE o COOP 57 Tiempos
de recuperar la creatividad a favor de
la solidaridad.
Francisco lvarez Molina
mecanismos de autofinanciacin. Es
posible. Se pueden crear, por ejemplo,
Comunidades de Bienes, sin nimo de
lucro (CAF) a las que se aporten los
ahorros de aquellas personas que los
tengan, por pocos que sean, retirndo-
los de las entidades financieras en las
que se encuentren, para financiar los
proyectos de los que se hagan socios
y socias de la comunidad de bienes.
Existen ya iniciativas en marcha
La bancarizacin de lascajas rurales impide crear losmecanismos solidarios para loque estaban diseadas.
Shankar Naghre sufre una recada en su
casa,despus del intento de suicidio de hace unas
semanas. (Malegao, Maharashtra, 2010)
Las ltimas mohicanas
Desde hace algn tiempo un grupo de gentes de Villamalea, Casas Ibez y Mota del Cuervo
andamos preocupados respecto al futuro de nuestras cajas rurales locales (cooperativas
de crdito), las ltimas de esta naturaleza que quedan en CastillaLa Mancha.
A pesar de ser entidades completamente saneadas y solventes, que han cumplido y cumplen un papel clave en la
vida de nuestros pueblos, sobre ellas se ciernen planes de fusin con o tras cajas rurales de mayor tamao, pas ando
as a la rbita de las grandes entidades financieras. Ello implicara su desaparicin y la consiguiente prdida de un
patrimonio social y comunitario que ha costado mucho tiempo y esfuerzo en levantar en nuestro medio rural.
Queremos que nuestras cajas rurales locales sigan siendo locales!
Es de conocimiento y suf rimiento pblico que la especulacin financiera de los grandes capitales y entidades
financieras, con el consentimiento explcito de los Bancos Centrales y gobiernos nacionales y regionales,
est detrs de esta profunda crisis econmica, social y ambiental que est golpeando a la mayor parte de la
sociedad, especialmente a los ms dbiles, precisamente los que nada han tenido que ver en su gest acin.
Lejos de frenar y revertir las actividades especulativas y de enriquecimiento desmedido de una minora,
los gobiernos estn complaciendo an ms al gran capital, y les estn ofreciendo en bandeja a las cajas
de ahorro. stas han comenzado una frentica carrera hacia su conversin en bancos privados, para que
primen completamente los beneficios monetarios de sus propietarios sobre el servicio pblico que deberan
ofrecer facilitando financiacin suficiente y asequible a familias y pequeas y medianas empresas.
Nuestras cajas rurales locales, desde su constitucin hace casi 50 aos, con el esfuerzo y el sacrificio
de las gentes de nuestros campos y pueblos, han cumplido un papel fundamental: financiar a familias,
autnomos y empresas a travs del ahorro local. Y hoy da lo siguen haciendo, cuando la banca privada tiene
cerrado el grifo del crdito a pesar de es tar recibiendo ayudas y financiacin pblica a manos llenas.
No queremos fusiones con otras grandes cajas rurales de la regin ni del Estado.
Queremos que nuestras cajas rurales locales, completamente saneadas y solventes, sigan estando
pegadas a la tierra que las vio nacer y a las gentes que aqu trabajamos y vivimos.
Por la defensa de lo nuestro, no permit amos que desaparezcan nuestras c ajas rurales. Son imprescindibles
para el futuro de nuestr a tierra, y lo s eguirn siendo mucho ms en los tiempos que se avecinan!!
Queremos que nuestras cajas rurales locales sigan siendo locales!
Se puede funcionar sin dinero?
A principio de 2011 el tejido empresarial de Cerdea (Italia) contaba con 147.346 empresas activas de las cuales
alrededor de 64.000 resultan endeudadas por valor de 4,27 mil millones de euros y el nivel de endeudamiento supera
del 30% el valor de la deuda inicial. De estas empresas, 2.354 ya se han declarado en quiebra. Pocas empresas
tienen liquidez pero muchas de ellas siguen teniendo bienes no vendidos y tiempo para prestar sus ser vicios.
Entre 20072008, analizando la cris is econmica y financiera global y las dinmicas generadas por los problemas
vinculados a la especulacin, 4 jvenes (edad media 30 aos y residentes en una zona rural) desarrollaron un
proyecto para intentar dar una respuesta prctica a la llegada de la cris is a Cerdea. El grupo profundiz con
especial atencin en los casos de circuitos sin monedas convencionales, revisando los diferentes sistemas
econmicos sin intereses y las experiencias presentes en diferentes contextos histricos y geogrficos. En
2010 crearon Sardex que agrupa a ms de 300 empresas o cooperativas, muchas de las cuales son agrarias:
granjas convencionales, ecolgicas y biodinmicas; empresas de produccin y de transformacin; etc.
Sardex nace como forma de repensar la economa local y como alternativa a las externalidades negativas del sistema
de crdito convencional. Es un circuito de crdito comercial ges tionado por una empresa que ofrece suporte a las
empresas asociadas y supervisa los intercambios. Estos se realizan con una moneda (o crdito virtual) que se llama
con el mismo nombre del circuito. Al interior del sist ema no existen intereses y el nico valor son los bienes y losservicios. As, la suma de a ctividad y pasividad s iempre estar igual a cero, porque quien ha adquirido servicios o
bienes por 1.000 crditos, tendr una pasividad de bienes o ser vicios de 1.000. Es to es en rea lidad poder de compra de
alguien otro, que antes o despus mover estos crditos. En el circuito los crditos no son convert ibles en dinero.
Como confirma uno de los s ocios fundadores de Sardex, esta prctica es diferente que el trueque, porque el intercambio
de crditos se soporta a travs de dos criterios: la multilateralidad y la multitemporalidad. Se pueden utilizar los
crditos con todos los/las asociadas al circuito y estos crditos se pueden utilizar en fases temporales diferentes.
La total ausencia de intereses no aumenta la deuda y adems est imula el intercambio de crditos,
teniendo un efecto importante en la economa de la isla y potenciando el sistema local.
Otros ejemplos de red de intercambios:
http: //blog.xarxaeco.org/xarxaeco/porquenecesitamosunamonedaalternativa/
http: //volcadetroc.blogspot.com/p/pertalderecollirlesalternatives.html
http: //www.ecoseny.net/xim.php
*
**
SABC / JUNIO 2011 / NM. 6 / AMASANDO LA REALIDAD12 13AMASANDO LA REALIDAD / SABC / JUNIO 2011 / NM. 6
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Tejiendo complicidadentre las finanzas ticas,la agricultura ecolgicay el mundo ruralA qu negarlo, la actual crisis financiera ha tenido en la denegacin del acceso al crdito uno desus mayores exponentes. Puertas cerradas, condiciones imposibles y abusiva revisin de clusu-las que han impedido acceder a liquidez y recursos no slo al tejido productivo en general sino,y sobretodo, a la economa cooperativa, social y solidaria en particular. En ese mbito, uno delos sectores ms castigados ha sido, una vez ms, el mundo rural. La negativa reiterada a conce-der crditos y lneas de financiacin a agricultores y agricultoras ha devenido una perversa cons-tante que aada nuevas dificultades a la ya de por si maltrecho maltrato que recibe el campo.
David Fernndez
En estas coordenadas, cabe pre-guntarse qu instrumentos definanciacin alternativa existenpara los proyectos agrarios compro-
metidos con los principios de la sobe-
ana alimentaria y cabe responderse,
fortunadamente, que existen aunque
de forma an limitada.
Aunque creciente. Porque
n el Estado espaol, en
a ltima dcada, se han
onsolidado algunas expe-iencias de finanzas ticas
y alternativas que preci-
amente han incorporado
a defensa y vitalizacin
del mundo rural como
uno de sus ejes funda-
mentales de trabajo. Una
de estas experiencias es la
ooperativa de servicios financieros
ticos y solidarios COOP57 que, desde
995, trabaja por dotar al ahorro y al
dinero de un uso social radicalmente
diferente y profundamente compro-
metido con la transformacin social.
Ahorro social que en los ltimos
5 aos ha financiado ms de 700
proyectos sociales por valor de ms
de 20 millones de euros. Inicialmente
concebido como un instrumento
financiero del cooperativismo,
Coop57 fue ampliando su base social
y, con ella, los mbitos de
trabajo: a las empresas de
lucha contra la exclusin,
a los movimientos socia-
les, a las iniciativas paraun consumo responsable.
Es por ello que muchos
de esos proyectos estn
directamente vinculados
con financiacin de las
redes de promocin de la
agricultura ecolgica, del
comercio justo, del desa-
rrollo rural y local, de la defensa del
medio ambiente y la sostenibilidad o
de los movimientos y organizaciones
ecologistas.
Redes, tejiendo redes donde el
acceso al crdito est garantizado
gracias al compromiso social de coo-
perativas, asociaciones y ciudadanas y
ciudadanos. Fuera de la lgica banca-
ria dominante, en la conviccin que
no hay otro mundo posible sin otra
economa alternativa, Coop57 abona
retomar el control sobre el uso final
de nuestro dinero. Claro. En conso-
nancia con los principios bsicos de la
banca tica, los actores de Coop57
socios y socias colaboradores prefie-
ren saber que estn financiando una
cooperativa de agricultura ecolgica
que no el siniestro negocio armamen-
tstico, donde la banca convencional
est implicada hasta los tutanos.
EXPERIENCIASFINANCIADAS.Fruto de ese trabajo coopera-
tivo, de base, de raz, en la ltima
dcada Coop57 ha ido desarrollando
una gama alternativa de productos
financieros para poder responder a las
necesidades concretas de la econo-
ma social y solidaria. Tambin a las
necesidades del campo: crditos a
largo plazo, a corto plazo, anticipo de
facturas Requisitos? Los impres-
cindibles: acreditar el compromiso
social y ambiental. El resto son
detalles tcnicos, econmicos y
financieros que se resuelven desde
el anlisis conjunto.
A travs de esta experiencia
financiera nacida del cooperativismo
cataln pero presente hoy, gracias
al crecimiento y la autonoma en
red, en Andaluca, Aragn, Galiciay Madrid diversos proyectos han
accedido, sin dificultad, al derecho
al crdito. Cooperativas de plantas
medicinales como Millhulloa en
Galicia, cooperativas agrarias como
El Terruo en Morn de la Frontera
dando trabajo a jornaleros/as en paro,
sociedades agrarias de transforma-
cin como La Kresta en Canyams
(Barcelona) especializas en pollos
ecolgicos. O, en los ltimos tiempos,
la destacable experiencia cooperativa
de Productes i Serveis de la Vall de
Camprodon SCCL. Una experiencia
que ana desarrollo rural local,
gestin ecolgica de bosques, restau-
racin y produccin agroalimentaria
en una comarca deprimida como el
Ripolls pirenaico y que est garanti-
zando el futuro de la comarca.
Y todava ms. En el mbito de la
distribucin de produccin ecolgica,
Coop57 viene financiando proyectos
de distribucin de productos ecolgi-
cos como El Brot de Reus, Mn Verd
o la Xarxa de Consum Solidari. Y
cuenta entre sus socios las 300 coo-
perativas propietarias de Coop57 a
la Federaci de Cooperatives deConsum i Usuries de Catalunya
y cooperativas de consumo como
Cydonia, asi como federaciones como
Ecologistas en Accin, el Sindicato
de Obreros del Campo andaluz o la
Universidad Paulo Freire impulsada
desde Amayuelas (Palencia). Redes,
nuevamente, que financian sus redes
y riegan las semillas de una nueva
economa solidaria.
Esa es la complicidad financiera,
solidaria y en red, que las entida-
des y personas que hacen posible
Coop57 han tejido con los proyectos
e iniciativas ms implicados en la
defensa del mundo rural y la defensa
de la soberana alimentaria. Soberana
alimentaria de la que Coop57 se
siente parte, como parte activa de los
movimientos sociales que hunden
sus races en la construccin de un
mundo ms habitable, ms sostenible,
ms tico, ms solidario. Ms terrenal
y menos virtual. Esa es la pequea
buena noticia: que el propio movi-
miento ha sabido generar instrumen-
tos de financiacin alternativa para
los proyectos comprometidos con la
transformacin social. Sin necesidadde rendir cuentas ni pleitesa a nin-
gn poder financiero o banca usurera.
Y eso, como dira Martin Luther
King, es donde radica todo. No en lo
que hace una minora poderosa. Sino
en lo que somos capaces de hacer la
mayora para desobedecer todo lo que
nos quieren imponer.
David Fernndez, de Coop57
(cooperativa de crdito que financia
proyectos agrcolas comprometidos con el
entorno, la salud y a la alimentacin)
La frmula es sencilla:retomar la autogestindemocrtica de nuestrosahorros para saber qu sehace con nuestro dinero y aqu intereses sirve.
La frmula es sencilla: retomar la
autogestin democrtica de nuestros
ahorros para saber qu se hace con
nuestro dinero y a qu intereses sirve.
Captar ahorro social e invertirlo en
proyectos de alto contenido social y
ambiental.
Bajo esa premisa y esta propuesta
de autogestin financiera, Coop57
dispone hoy de unos activos de 8
millones de euros, gracias a la parti-
cipacin directa y activa de ms de
300 cooperativas y 1.500 personas.
*Emisin de ttulos participativos
Como til financiero especfico, se trata de emisiones participadas donde
la labor de Coop57 es conect ar directamente a productor y ahorrador para
proyectos o cuantas que superan los m rgenes ordinarios. La emisin la
realiza la propia cooperativa y la base social de Coop57 adquiere ttulos
a un precio consensuado que se devuelven en un plazo determinado.
As, la cooperativa vincola LOlivera de Vallbona de les Monges (Lleida)
fue capaz de cubrir, en apenas 15 das, una emisin de 400 ttulos de 1.000
euros (400.000 euros en total) para financiar las obras de reforma de sus
bodegas. A 2 aos y retribuidos los ttulos c on un inters anual del 2,75%.
El proyecto de LOlivera es singular: nacido a finales de la dcada de los 70,
su apuesta por un cooperativismo de insercin social rescat al municipio
de la desaparicin a la que le c ondenaba el xodo campociudad. 30 aos,
pues, de genuino desarrollo rural, local y solidario. Operaciones similares se
han realizado con la cooperativa agroecolgica Gneis de Madrid por valor
de 60.000 euros para financiar la adquisicin de tierra s y maquinaria, o con
El Brot para financiar la ref orma de su sede s ocial en Reus (Tarragona).
*
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Cajas de Ahorro espaolasy soberana alimentaria
En este artculo se analiza de forma especfica la corresponsabilidad de las Cajas de Ahorrosespaolas en la violacin de la soberana alimentaria a partir de las relaciones que man-tiene con actores de anticooperacin, a travs de la participacin accionarial en empresas
transnacionales o la facilitacin de financiacin a proyectos. Un vnculo que, como se va apoder comprobar, produce efectos de tipo totalmente opuesto al de los de su obra social.
Jess Carrin y Marta Serra
LAMISINFUNDACIONALDELASCAJAS.
Los siguientes elementos son lascaractersticas bsicas a las quedeba responder la misin fun-dacional de las Cajas de Ahorro: son
ntidades de crdito constituidas bajo
a forma jurdica de fundaciones de
naturaleza privada. Tienen finalidad
ocial y estn enraizadas en el territo-
io, gestionando el ahorro de parti-
ulares y facilitando acceso al crdito
personas y al tejido productivo a tra-
vs de la intermediacin financiera en
ondiciones razonables de riesgo. Las
Cajas tienen una poltica activa hacia
olectivos en riesgo de exclusin
ocial, llevando los servicios financie-os a la mayora de los rincones del
Estado y, evitando de esta forma la
usura. Adems, al no tener nimo de
ucro, pueden destinar hasta el 50%
de sus excedentes lquidos al Fondo
de Obra Social. El otro 50% lo tienen
que destinar a reservas para reforzar
u capitalizacin y solvencia.
Inmersas en un mundo como el
financiero, que ha experimentado
un crecimiento desorbitado y muy
por encima de la evolucin de la
conoma real, las Cajas de Ahorro
parece que hayan olvidado su misin
fundacional o se hayan alejado
mucho de su camino, dejndose
arrastrar por un objetivo de creci-
miento que ha pasado por delante de
todo lo dems. Cmo si no podemos
entender que cada vez haya ms Cajas
de Ahorro con participaciones de
empresas transnacionales, invirtiendo
en promociones inmobiliarias y vin-
culadas con negocios armamentistas
o que vulneran los derechos humanos
en pases empobrecidos?
Como ya se viene denunciando
hace tiempo, las Cajas de Ahorro en
las ltimas dcadas se han ido ale-
jando progresivamente de su espritu
fundacional antes definido y que
ahora con los procesos de privatiza-cin o de bancarizacin desaparece-
rn, lamentablemente, del todo.
ALGUNOSEJEMPLOSDEPARTICI-PACINDE CAJASDE AHORROESPA-OLASENPROYECTOSQUEVULNE-RANLA SOBERANAALIMENTARIA.
1. Las Cajas financiando la pobreza
en el mundo:CatalunyaCaixa lanzaba el 12
de enero de 2011 el depsito 100%
Natural. En la documentacin
promocional informaban que dicho
depsito permita obtener hasta un
7% de rentabilidad anual a partir de
la evolucin del rendimiento de tres
materias primas: el azcar, el caf y el
maz. Despus de las primeras denun-
cias Veterinarios sin fronteras, COAG
y Mundubat iniciaron una campaa
de recogida de firmas para exigir su
retirada ya que dicho tipo de producto
financiero contribuye a la especula-
cin alimentaria y al incremento exa-
gerado de los precios de los alimentos
golpeando con fuerza a los sectores
sociales ms dbiles en todo el pla-
neta. Despus de haber acumulado
ms de 2.000 firmas, se consigui que
CatalunyaCaixa se comprometiera
a retirar por escrito este depsito en
su oferta comercial y a descartar lacomercializacin de nuevos productos
que operen con alimentos.
2. Las Cajas y transgnicos:Segn el informe Las malas
compaas de Ibercaja de Amigos
de la Tierra, Ibercaja destina parte de
su Obra Social a financiar el aparato
propagandstico de las multinacio-
nales de los transgnicos a nivel
mundial. Apoya econmicamente
desde hace varios aos los informes
anuales del Servicio Internacional
para la Adquisicin de Aplicaciones
Cada vez hay ms Cajas de Ahorrocon participaciones de empresastransnacionales, invirtiendo enpromociones inmobiliarias y vinculadascon negocios armamentistas o quevulneran los derechos humanos enpases empobrecidos.Financiando la pobreza en el mundo
Agrobiotecnolgicas (ISAAA), que
recogen los intereses del lobby de la
industria de los transgnicos y son
acusados de manipular y exagerar su
expansin para influir sobre los deci-
sores polticos. A parte del ISAAA,
Ibercaja tambin financia a Ibercib,
un centro de informacin en inno-
vacin biotecnolgica que supues-
tamente distribuye informacin
objetiva acerca de la industria de los
transgnicos. Adems, Ibercaja cuenta
con el Fondo de Inversin Ibercaja
Petroqumico que incluye desde hace
varios aos inversiones en prctica-
mente todos los gigantes agroqumi-
cos implicados en el negocio transg-nico: Bayer, Syngenta, Monsanto, Du
Pont o Dow Chemical.
3. Las Cajas y la industria porcina:Campofro Food Group es la com-
paa de elaborados crnicos lder de
Europa y una de las cinco ms impor-
tantes del sector en el mundo. Est
participada en un 4,17% por Banca
Cvica (antes la Caja de Burgos) y
controlada en un 37% por Smithfield
Foods, que es el mayor productor de
porcino en el mundo. Su modelo deganadera intensiva aplicado en el
Estado espaol se basa en grandes
fbricas crnicas que maltratan a
los animales hacinndolos en naves.
Dicho sistema lleva a las y los peque-
os ganaderos a la quiebra y con-
taminan el agua y el aire, poniendo
en peligro la salud de los residentes
locales y de los consumidores.
4. Las Cajas y la pesca:Pescanova es la principal empresa
pesquera de Espaa, la tercera de
Europa y la octava en el mundo. Susfiliales en Namibia, Argentina, Chile
y Centroamrica, son responsables
de la sobreexplotacin de bancos de
pesca locales, de la contaminacin y
destruccin de ecosistemas, de incum-
plimientos de los derechos laborales
de sus trabajadores y trabajadoras y
de la destruccin de las estructuras
econmicas locales basadas en la
Famlia Govinda
Muley, casta
Maratha (Godry,
Maharashtra 2010)
2,5 hectreas de
campo de cultivo:
algodn, soja, maz,
guisante y mijo.
Crdito bancario
de 63.000 rupias(1.050 euros).
2 hijos muertos
por suicidio:
Vishnou y
Digambar, por
ingestin de
pesticidas.
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*pesca artesanal. Las Cajas de Ahorros
que participan accionarialmente en
Pescanova son: Novacaixagalicia
on un 9,7% (antes Caixa Galicia y
CaixaNova). A travs de la sociedad
Liquidambar Inversiones Financieras
S.L. que detenta el 5,014% de
Pescanova, tambin estn vincula-
das: Caja CastillaLa Mancha, Caja
Salamanca y Soria, Caja de Ahorros
del Mediterrneo (CAM), Caja de
Burgos, Caja de Ahorros y Monte
de Piedad de las Baleares, Caja San
Fernando y Unicaja, cada una de ellas
on un 13,33% de Liquidambar.
La filial del Grupo Calvo en El
Salvador est sobreexplotando bancospesqueros en las aguas salvadoreas
l utilizar redes de gran tamao y
dispositivos de agregacin de peces
que atraen no slo grandes cantidades
de atunes, sino tambin, otros tipos
de especies. Adems, se tiene constan-
ia de la vulneracin de los derechos
aborales de las personas trabajadoras
por medio de conductas antisindicales
y suspensiones de contratos. Las Cajas
de Ahorros que participan en el Grupo
Calvo son Novacaixagalicia (antes
CaixaNova) con un11%, Banco Base
antes Caja Castilla La Mancha) con
un 5,5% y Banca Cvica (antes Caja de
Burgos) tambin con un 5,5%.
5. Las Cajas y el papel:Por medio de la filial EUFORES,
a compaa espaola fundada
n 1957 la Empresa Nacional de
Celulosa, ENCE, gestiona actual-
mente en Uruguay ms de 120.000
hectreas, principalmente planta-
ciones de eucaliptos. Las plantacio-
nes han sustituido terrenos de uso
agrcola y ganadero, destruyendo el
empleo, secando los pozos con los
cules se abasteca la poblacin de la
zona, obligando a los habitantes de
los barrios y a los pequeos produc-
tores agrcolas a desplazarse ya que
la empresa no les ofrece puestos de
trabajo adecuados. Las plantaciones
tambin estn causando el despla-
zamiento de apicultores ya que la
empresa les obliga a retirar sus colme-
nas. La empresa fue denunciada en elTribunal Permanente de los Pueblos
de Viena por violar los derechos
ambientales al tratar de abrir una
nueva planta de tratamiento de pasta
de celulosa en Uruguay. Tambin
ha sido denunciada y condenada en
Espaa por contaminar de forma
continuada la Ra de Pontevedra
entre 1964 y 1994, afectando a
pescadores y marisqueros de la zona.
Actualmente sigue incumpliendo la
legislacin europea y espaola en
materia de vertidos. Con lala reestruc-
turacin de las Cajas de Ahorros tene-
mos que el Banco Base que integra
Cajastur y Caja CastillaLa Mancha
tiene el 6,34% de las participaciones
de ENCE y Marenostrum (Caja de
Murcia y Caja de Granada) suma el
2,5% de las acciones.
6. Las cajas y el territorio:La empresa Hansa Baja
Investments lleva 3 aos buscando
permisos para ejecutar el Proyecto
de Cabo Corts, un gran complejo
tursticoresidencial de casi 40 km2 en
el municipio de Los Cabos, en Mxico.
Este proyecto invadira el litoral
costero del Parque Nacional Marino
Cabo Pulmo y es ilegal, puesto que
incumple el Plan de Ordenamiento
Ecolgico del municipio y viola las
normas de proteccin de los Sitios
Ramsar y de los lugares que son
Patrimonio de la Humanidad. Hansa
Baja Investments est participada por
CAM (Caja del Mediterrneo) en casiun 30% y adems, le ha otorgado prs-
tamos para proyectos inmobiliarios
por valor de 700 millones de euros.
CONCLUSIONESComo se ha podido comprobar,
las Cajas de Ahorro se han alejado
de su misin fundacional al invertir
nuestro dinero en proyectos con los
que nunca nos hubiramos querido
relacionar. Se han convertido en
actores corresponsables de las vulne-
raciones de derechos humanos y los
impactos ambientales vinculados a la
soberana alimentaria que provocan
las empresas transnacionales. Sin la
participacin financiera de las Cajas
de Ahorro difcilmente estas empresas
podran desarrollar sus actividades.
Jess Carrin y Marta Serrason miembros del Observatorio
de la Deuda en la Globalizacin
(www.odg.cat)
*
Las obreras marroques
Explicar las condiciones laborales que imperan en las industrias ligeras de muchos pases del sur globalobliga a dirigir la mirada al campo y a la expulsin sistemtica y constante de campesinado hacia los subur-
bios de las grandes ciudades. Cuando las campaas internacionales y los sindicatos exponen la nuevaesclavitud que viven millones de personas que confeccionan ropa o montan aparatos electrnicos en China,Bangladesh, Indonesia, Turqua, Honduras o Marruecos, no falta quien argumenta que las trabajadoras ac ep-tan estos trabajos porque son mejores que la miseria en la que viven y que hay que priorizar medidas que per-mitan crear el mximo nmero de empleos posibles. Un anlisis parcial de la realidad de las bolsas de pobrezaurbana y de las migraciones campociudad puede llevar a este tipo de debates, pero para comprender quimpulsa el abandono del campo y la desesperacin de la nueva pobreza urbana se hace imprescindible com-pletar la foto con los motores de estos cambios: la precarizacin de los modos de vida tradicionales, la apro-piacin y el cercamiento de las tierras comunales y la destruccin de la soberana alimentaria de los pueblos.
ENPIEDEESPIGA
Informe Cajas de Ahorros y desarrollo en el Sur(www.odg.cat/documents/novetats/Caixes_Estalvis_cast.pdf)www.banktrack.orgwww.coop57.coopwww.oikocredit.catwww.projectefiare.catwww.triodos.eswww.enlazandoalternativas.orgwww.fets.orgwww.setem.orgwww.odg.cat
Parasaberms
Destruccin de las agriculturas familiares y explotacin fabril
Albert Sales
En la Inglaterra del siglo XVIII, los cercamientos detierras comunales otorgaron ttulos de propiedad ala lite feudal para convertir las tierras que habanalimentado a las familias campesinas durante siglos en
campos de pastoreo para las ovejas laneras. Las familias
campesinas sin tierras que cultivar se convirtieron en
la imprescindible mano de obra barata de la revolucin
industrial. Las polticas neoliberales impulsadas por las
Instituciones Financieras Internacionales en los ltimos
treinta aos estn teniendo los mismos efectos en todo el
mundo. La globalizacin impone as el progreso capi-talista sin dar opcin a otros modelos de produccin y
reproduccin humana.
En los siguientes prrafos se expone la relacin entre
las polticas agrcolas neoliberales impulsadas por el
rgimen marroqu en las ltimas dcadas siguiendo las
directrices del Fondo Monetario Internacional (FMI), las
migraciones campo ciudad consecuencia de la miseria
generada entre los grupos campesinos y ganaderos por
dichas polticas, y la explotacin laboral de las personas
que trabajan en las zonas industriales de Tnger, Rabat y
Casablanca.
MIGRACIONESINTERNASYEXPLOTACINLABORAL.Desde finales de los 80, Marruecos se ha convertido
un importante centro de costura y confeccin de Espaa
y de gran parte de Europa. En las zonas industriales de
Rabat, Tnger y Casablanca se fabrica ropa para todo tipo
de empresas, incluidas las grandes firmas con presencia
internacional.
La primera deslocalizacin del textil espaol tuvo
como destino prioritario Marruecos por su proximidad
a la Pennsula y por las restricciones a la importacin
de prendas de Asia que impona el Acuerdo Multifibras
(AMF) hasta 2005. El crecimiento del empleo industrial
ha convertido ciudades como Tnger, Casablanca y Rabaten reas de atraccin de migraciones internas. En el sector
textil y de la confeccin se han generado muchos miles de
puestos de trabajo pero las condiciones de vida de las per-
sonas que realizan estos trabajos son especialmente duras.
Las mejores tierrasde cultivo se utilizanpara la produccin deexportaciones, como losctricos.
SABC / JUNIO 2011 / NM. 6 / AMASANDO LA REALIDAD18
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Las reformas neoliberales en el campo y el impulso
de las industrias ligeras intensivas en mano de obra
son dos caras de una misma moneda. El campesinado
que pierde sus modos de vida tradicionales, despus
de ver como sus tierras se convierten en cultivos
intensivos para la exportacin, pasa a engrosar la
pobreza urbana y a convertirse en proletariado a la
bsqueda de un empleo en la industria. La masiva oferta
de obreras y obreros no calificados y la competencia
internacional a la que estn sometidos los mercados
laborales internacionales, condena a las personas
trabajadoras a manufacturar productos low cost para
la exportacin bajo unas condiciones inhumanas.
Foto: Albert Sales i Campos
Desde 2002, sucesivos informes e investigaciones de la
Campaa Ropa Limpia han evidenciado los abusos y las
violaciones de los derechos laborales fundamentales que
e producan en las fbricas de prendas de vestir para la
xportacin. Jornadas laborales de hasta 16 horas, salarios
por debajo del mnimo legal y del mnimo de superviven-
ia, un altsimo porcentaje de trabajadoras sin contrato ni
proteccin social alguna, o condiciones de trabajo insalu-
bres, constituyen la realidad cotidiana de las trabajadoras
marroques. Muchas trabajadoras marroques siguen
viviendo situaciones de pobreza a la vez que cumplen con
una jornada laboral extremadamente larga. En una fbrica
de primera lnea, que se promocione entre las firmas inter-
nacionales como proveedor habitual, la jornada laboral
media es de 9 horas diarias de lunes a viernes y 5 horas los
bados, con un salario alrededor de los 250 euros al mes.
En el resto de centros de produccin, los que ocupan a lamayor parte de las obreras, las horas extras son obligato-
ias y prolongan la jornada hasta las 11 o 12 horas diarias,
eis das a la semana. Estas horas no se suelen remunerar
y los salarios no superan los 200 euros mensuales. Gran
parte de la plantilla trabaja sin contrato y sin ningn tipo
de proteccin social. En los pequeos talleres los salarios
pueden situarse por debajo de los 100 euros mensuales y
os contratos son inexistentes.
Pese a la dureza de estos puestos de trabajo, las reas
ndustriales reciben continuas oleadas de poblacin de
origen rural que busca empleo en las fbricas. Aunque
es muy complejo realizar un seguimiento riguroso de la
movilidad interna del campo a la ciudad, lo cierto es que
el crecimiento de la poblacin rural ha llegado al estan-
camiento en las ltimas dcadas y que las ciudades con
actividad industrial presentan barrios obreros de nueva
construccin y son polos de atraccin para emigrantes.
En Marruecos, igual que en el resto de pases de nueva
industrializacin, las factoras se nutren de trabajadores y
de trabajadoras que residen en zonas urbanas y periurba-
nas que registran altas tasas de pobreza y de desempleo.
Este hecho facilita la aceptacin de condiciones laborales
precarias y la aparicin de centros de trabajo informal
al lado de las grandes fbricas. Las bolsas de potencia-
les obreros y obreras procede mayoritariamente de las
migraciones del campo a la ciudad que, en gran medida, se
explican por las dinmicas polticas y econmicas que se
producen en el entorno rural.
ELCAMPESINADOTRADICIONALFRENTEALAMODERNIZACINNEOLIBERAL.
La estructura de produccin agrcola marroqu se gest
durante la administracin francesa (19121956), perodo
en el que se inici la integracin del sector a la economa
global a travs de la transformacin de extensas zonasde secano en zonas irrigadas productoras de verduras de
huerta. Junto a este legado francs, en esta poca se asent
un sistema de relaciones jerrquicas clientelares que marca
todava ahora la asignacin de ttulos de propiedad sobre
los campos de cultivo y la toma de decisiones en lo que a
planificacin de la actividad agrcola se refiere.
Durante el reinado de Hassan II (1961 1999), el
gobierno marroqu, ya independiente, consolid las refor-
mas iniciadas durante la administracin francesa utili-
zando las mejores tierras de cultivo para la produccin
de exportaciones como los ctricos. Los primeros crditos
del Banco Mundial se concedieron en 1964 precisamente
para la expansin de la agricultura de regado siguiendo
planes trazados por la administracin colonial y dejando
estancado el sector tradicional de secano. Consecuencia de
ello fue la falta de adaptacin de la produccin de cerea-
les a las nuevas necesidades derivadas del incremento de
poblacin y el inicio de las importaciones de cereales. Un
pas con un sistema agrcola hasta entonces autosuficiente,
sufri un importante dficit en su balanza de pagos por
culpa de la importacin de materias primas destinadas a laalimentacin.
A raz de esta crisis, Marruecos recibi el primer ase-
soramiento por parte del Fondo Monetario Internacional
(FMI). En 1975, la deuda ascendi al 20% del producto
interior bruto (PIB) generando el contexto ideal para
que el FMI propusiera un Plan de Ajuste Estructural al
reino de Hassan II. As empez, en 1983, una dcada de
ajustes y de tutela econmica por parte del FMI que se ha
concretado en nueve planes y la adhesin de Marruecos alGATT en 1987. Como en el resto del mundo, el objetivo
de los PAE ha sido animar la inversin extranjera, promo-
ver las exportaciones y abolir los aranceles. Son muchos
los indicadores que el FMI no ha tenido en consideracin
en el diseo de sus planes para Marruecos: Ya en 1978, 68
familias controlaban el 55% del capital industrial privado.
10 grupos empresariales (propiedad de las 10 familias ms
influyentes) mantenan el control de un tercio del capital
y la familia real gozaba de una quinta parte de la riqueza
del pas.
En el sector agrcola, los PAE han profundizado en el
proceso de cierre y privatizacin de las tierras de pastoreo
comunales. Ya en los aos 60, la USAID recomendaba
al gobierno de Hassan II que se reconvirtieran estas
tierras a la agricultura irrigada por cuestiones de degra-
dacin ambiental y en el 69, la misma agencia y el Banco
Mundial prestaron asistencia tcnica a Marruecos para la
elaboracin del Code de Investissements Agricoles con
los objetivos de mejorar la productividad agrcola, luchar
contra la fragmentacin de las explotaciones y repartir
ttulos de propiedad. Todo ello para modernizar la agricul-tura del pas.
Numerosas investigaciones independientes recientes
demuestran que la fragmentacin de las explotaciones no
tiene ningn impacto negativo en su productividad y que
la titularizacin de la tierra y la agrupacin de parcelas es
una herramienta de reparto de rditos polticos y de com-
pensaciones clientelares. La mayora de los proyectos de
modernizacin han requerido una intervencin en reas
Los modos de produccin tradicionales sehan criminalizado aplicando sanciones de hastaseis aos de crcel.
Las bolsas de potencialesobreros y obreras procedemayoritariamente de lasmigraciones del campoa la ciudad que, en granmedida, se explican porlas dinmicas polticasy econmicas que seproducen en el entorno
rural.
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La ganadera extensivacomo garanta alimentaria y adaptacin al cambio climtico
Jess Garzn
Los pases industrializados esta-
mos afectando gravsimamente al
medio ambiente de nuestro planeta,
comprometiendo el futuro de toda
la Humanidad. La sobreexplotacin
de los recursos naturales, la destruc-
cin de los bosques y de los suelos,la contaminacin de las aguas y la
emisin a la atmsfera de crecientes
cantidades de gases contaminantes,
por el uso abusivo del petrleo y del
carbn, estn modificando el delicado
equilibrio climtico de la Tierra,
que ha entrado ya en una fase muy
peligrosa de rpido calentamiento y
deshielo, prcticamente irreversible
si no se adoptan urgentes medidas
correctoras.
Es imprescindible reducir inme-diatamente nuestras emisiones de
CO2
para que comiencen a decre-
cer antes de 2020, limitndolas a
cero antes de 2050 respecto a los
niveles de 1990. Para ello los pasesEva Latorre, Palencia, 2011.
de propiedad y utilizacin colectiva. Las seis zonas de
ccin prioritaria incluidas en los macroproyectos finanza-
dos por el Banco Mundial tenan este rgimen de explo-
acin. En compensacin, el gobierno intenta restringir la
ganadera tradicional a quince permetros con proyectos
de mejora del pastoreo. Paralelamente, los modos de
produccin tradicionales se han criminalizado aplicando
anciones de hasta seis aos de crcel a los que no sigan las
normativas. Para millones de ciudadanos y ciudadanas de
as zonas rurales de Marruecos, estos cambios y, sobretodo,
a falta de acceso a las tierras de uso colectivo significa la
prdida de una fuente imprescindible de comida, medi-
inas y productos bsicos, que agudiza la pobreza rural
mpujando a las personas en edad de ser contratadas en
una factora a migrar a las zonas urbanas a la bsqueda de
un empleo.
Las familias campesinas que conservan acceso a unpedazo de tierra colectiva o que tienen modestos medios
para producir y comercializar alimentos intentan con-
ervar su modo de vida enviando a sus hijas a trabajar a
as fbricas de las ciudades industriales para completar
os ingresos familiares. Cmo en muchas otras partes del
mundo, estas chicas son obreras ideales, sin conocimiento
de sus derechos, sin tradicin de organizacin sindical,
in redes sociales de apoyo en la ciudad de destino, y con
a obligacin de sobrevivir con unos ingresos extrema-
damente bajos enviando una parte de sus salarios a su
amilia.
Si los pueblos nmadas ganaderos han sido los ms
perjudicados por la ola de reformas neoliberales, los bene-
ficiarios directos de la reestructuracin han sido la familia
eal y la lite situada a su alrededor. El holding empresa-
ial de la famlia real, Omnium Nord Africain (ONA),
ha comprado la mayora de las empresas privatizadas.
Asimismo, es la familia real quien recibe directamente
os beneficios de la Office Cherifien des Phosphates, el
monopolio estatal del comercio de fosfatos, la empresa
ms rentable del pas.
ELDESTINODELOSBENEFICIOSDELASPOLTICASCOMERCIALESDEEXPORTACIN.
En contraste con la tendencia global de liberalizacin
de los aranceles, Marruecos (igual que su vecino Tnez)
ha mostrado una cierta resistencia a la reduccin de las
asas arancelarias. Tras una primera liberalizacin entre
993 y 1997 (del 65% al 22%), las tasas arancelarias han
umentado desde entonces mantenindose alrededor
del 30% en los ltimos aos. Aunque el Banco Mundial
oloque a los pases del Magreb en general y a Tnez y
Marruecos en particular, entre los pases con un rgimen
rancelario ms restrictivo del mundo, la existencia de
onas francas de exportacin, as como un red de acuerdos
comerciales preferenciales han reducido las tasas reales,
convirtiendo la zona en un mercado atractivo para la UE.
La UE firm el Acuerdo de Asociacin (AdA) con
Marruecos en 1995 para su entrada en vigor en Marzo de
2000. Del acuerdo nace la Zona de Libre Comercio (ZLC)
entre la UE y Marruecos que arranca en el 2000, con el
objetivo de reducir progresivamente las barreras arance-
larias hasta alcanzar un 5,2% en 2012. Pero Marruecos ya
dispona de condiciones especiales para el comercio con
los socios comunitarios previamente a la firma del AdA.
Desde 1976 sus productos industriales tienen libre acceso
al mercado comunitario y las cuotas establecidas por la
UE permiten la exportacin del 20% de sus productos
agrcolas con tratamiento preferencial.
Pese a que Marruecos firm en 2004 el tratado de libre
comercio con los EUA, el 96% de las exportaciones de
ropa marroques tienen como destino el mercado europeo.Cabe destacar que el vnculo comercial entre la UE y el
Reino Alau no es unidireccional. El 76% de sus importa-
ciones provienen de pases miembros de la UE.
A modo de conclusin
La familia real marroqu y las lites del pas, as
como las instituciones financieras internacionales se han
esforzado a presentar su modelo de modernizacin de la
produccin agrcola como nica alternativa de desarrollo
posible. Combinando la orientacin de la economa a la
exportacin y la criminalizacin de los modelos de pasto-
reo de secano bajo el argumento de su poca sostenibilidad
ambiental, han titularizado tierras comunales consoli-
dando lo que David Harvey ha denominado acumulacin
por desposesin.
Sin lugar a dudas, el modelo de produccin industrial
maquiladora desarrollado a partir de los ochenta y los
cultivos para la exportacin, constituyen una entrada
importante de recursos econmicos para el pas. Pero los
grandes perjudicados no han tenido oportunidad alguna
de definir el destino de las polticas productivas y alimen-
tarias que han contribuido a precarizar su forma de vida.Paralelamente, aquellos individuos y colectivos que han
impulsado los nuevos marcos regulatorios y la inversin
de dinero pblico en la reconversin del campo han
obtenido beneficios difcilmente cuantificables.
Albert Sales
Profesor de Sociologa de la UPF,
Activista de la Campaa Ropa Limpia.
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ndustrializados debemos modificar
adicalmente nuestro modelo ener-
gtico y nuestras pautas de consumo
para intentar mitigar la crisis global
que estamos provocando. Pero, junto
la reduccin inmediata de las emi-
iones es necesario fomentar tam-
bin los sumideros de carbono, que
permitan retirar de la atmsfera el
xceso de CO2
generado durante este
ltimo siglo. Los suelos constituyen
l mayor depsito global de carbono,
res veces ms que la vegetacin y
dos veces ms que la atmsfera, y este
arbono superficial es fundamental
dems por su estabilidad y capacidad
de intercambio.Las tierras emergidas constituyen
un 25% de la superficie terrestre y
pueden almacenar de media unas 150
oneladas de carbono por hectrea.
Sin embargo, la destruccin de las
elvas y el laboreo agrcola suponen
ctualmente el 30% de las emisiones
otales, por lo que debern detenerse
ntes de 2020 para invertir los pro-
esos contaminantes y lograr que la
vegetacin y los suelos del planeta se
onviertan en sumideros, en vez de
misores de gases de efecto inverna-
dero. Pero tambin es imprescindible
garantizar al mismo tiempo la alimen-
acin de una poblacin mundial en
onstante crecimiento, que se estima
uperar hacia 2050 los 9.000 millo-
nes de personas, en un planeta con
ecursos cada vez ms limitados por
a erosin y la contaminacin de lasierras frtiles, el cambio climtico y
a subida del nivel de los mares.
Desde 2008, la crisis alimentaria
mundial provocada por la subida del
precio de los cereales debido, entre
otras cosas, a la demanda de los pases
ndustrializados para agrocombusti-
bles, hizo aumentar en ms de 100
millones el nmero de personas
hambrientas. Actualmente, uno de
ada cinco habitantes del planeta
ufre hambre extrema y se estima
que la escasez de agua afectar al
60% de la poblacin mundial durante
las prximas dcadas. Las Naciones
Unidas han realizado por ello un
dramtico llamamiento a los pases
desarrollados para que su ganadera
aproveche nicamente recursos natu-
rales, pastizales y hojas de rboles y
arbustos, sin competir por los cereales
y el agua imprescindibles para la ali-
mentacin humana: el 8% del con-
sumo mundial de agua se destina a la
ganadera, con el 70% para el regado
de forrajes. Es fundamental adems
la reduccin de emisiones de metano
y de oxido nitroso, mejorando el
manejo del ganado, la gestin del
estircol y eliminando los fertilizantes
qumicos, para fomentar los sumide-ros de carbono por los pastizales y el
arbolado.
El pastoreo extensivo desempea
un papel fundamental en la absorcin
del carbono atmosfrico, reduciendo
la erosin, conservando el agua,
favoreciendo la actividad microbiana
y la incorporacin de nutrientes,
mejorando la estructura del suelo y su
productividad. El manejo adecuado
de los pastizales, el fomento del arbo-
lado y las correctas prcticas agrcolas
pueden fijar del 10 al 20% de las
emisiones globales de combustibles
fsiles, por lo que la conservacin del
pastoreo extensivo se plantea como
una de las grandes alternativas para el
desarrollo sostenible y la adaptacin
y mitigacin del cambio climtico
durante las prximas dcadas. Hay
que considerar que casi la mitad delos continentes son regiones ridas,
habitadas por unos 2.000 millones de
personas, pastores en su mayora.
Espaa, con unas condiciones
climticas semejantes a las de muchas
regiones ridas de Asia, frica y
Amrica en gran parte de su territo-
rio, puede aportar en este sentido su
experiencia milenaria en el aprove-
chamiento sostenible de sus recur-
sos naturales. Desde hace al menos
7.000 aos, los ganaderos ibricos
han sabido adaptarse a las condicio-
nes climticas de nuestra Pennsula,
desplazndose con sus rebaos entre
los valles en invierno y las monta-
as en verano, recorriendo para ello
cientos de kilmetros cada primavera
y cada otoo. Han contribuido as a la
conservacin de una red extraordina-
ria de corredores ecolgicos, las vas
pecuarias, con ms de 125.000 km de
longitud y 400.000 ha de superficie,
manteniendo pastizales naturales con
una de las mayores diversidades bio-
lgicas conocidas: ms de 40 especies
diferentes de plantas por cada metro
cuadrado de terreno.
Los movimientos trashumantes
del ganado, adems de garantizar la
conservacin y el ptimo aprovecha-miento de los recursos pastables y
del agua disponible, adaptndose de
inmediato a las condiciones climticas
cambiantes, tienen una importan-
tsima funcin para el transporte y
dispersin de semillas a lo largo y
ancho del territorio, manteniendo la
conectividad entre los ecosistemas y
contribuyendo a conservar su diver-
sidad biolgica, permitiendo a las
especies la movilidad suficiente para
adaptarse a las condiciones actuales
de rpido cambio climtico. Cada
oveja trashumante traslada diaria-
mente unas 5.000 semillas y abona el
terreno con ms de 3 kg de estircol,
y cada vaca aporta 50.000 semillas
y unos 30 kg de estircol. Por tanto,
cada rebao de 1.000 ovejas o 100
vacas trashumantes, dispersa diaria-
mente ms de 5 millones de semillasy 3 toneladas de abono, a lo largo de
cientos de kilmetros de valles, ros,
laderas, montaas y mesetas, durante
sus desplazamientos de aproximada-
mente un mes en primavera y otro en
otoo caminando por las caadas.
Los pastizales espaoles ocupan el
21% del territorio, almacenando de
media 150 t de carbono por hect-
rea y ao. Los bosques y matorrales,
el 32% del territorio, tambin son
aprovechados en su mayor parte por
el pastoreo, almacenando unas 120
t de carbono por hectrea y ao, al
igual que los matorrales. Se cultiva el
38% del territorio, que almacena unas
15 t de carbono por hectrea y ao.
Segn todas las previsiones, Espaa
ser una de las regiones ms afectadas
por el cambio climtico, y esto ya lo
confirman los datos disponibles. Para
el horizonte 2030 se estiman aumen-
tos de 1C en las temperaturas y
reducciones del 5% de las lluvias, con
disminucin de las aportaciones hdri-
cas del 10 al 15%. En las zonas ridas,
que constituyen el 30% del territorio
nacional, las lluvias podran disminuir
hasta el 50%.
La contribucin de Espaa a la
mitigacin del cambio climticomundial mediante los sumideros de
carbono y la reduccin de las emisio-
nes contaminantes depende en gran
medida del mantenimiento de las acti-
vidades agroganaderas tradicionales.
Esto generara a su vez una alta pro-
porcin de empleos cualificados entre
la juventud, garantizando el relevo
generacional y evitando el despobla-
miento rural, conservando al mismo
tiempo nuestra extraordinaria biodi-
versidad, tanto domstica, con ms de
220 razas ganaderas autctonas y 750
variedades de cultivos, como silvestre,
con unos 80.000 taxones distintos, en
muchos casos endemismos nicos en
el mundo o poblaciones relictas de
especies amenazadas, fundamentales
para garantizar su supervivencia a
nivel global.
Jess GarznAsociacin Concejo de la Mesta
Esimprescindiblereducirinmediatamentenuestrasemisiones deCO
2
para quecomiencen adecrecer antes de2020.
Hay queconsiderar que
casi la mitad delos continentesson regionesridas, habitadaspor unos 2.000millones depersonas,pastores en sumayora.
Shankar Naghre, recuperado tras el intento
de suicidio, posa para lo fotografia en el
campo de la familia.
(Malegao, Maharashtra, 2010)
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Parcelas para experimentar con transgnicosen las que se ha solicitado la realizacin de experimentos al aire libre con transgnicos en el ao 2011
Importante: el Ministerio facilita las parcelas propuestas inicialmente por las
empresas, pero advierten que suelen elegir solo algunas de ellas. Por lo tanto, lo que
se recoge aqu son las parcelas dnde se ha solicitado experimentar, lo que no quiere
decir que finalmente se experimente en todas ellas.
Nota: adems de estos ensayos experimentales, espaa sigue cultivando alrededor de 67.000 hectreas del maz transgnico mon 810 de forma comercial, sin que tengamos posibilidad de saber dnde se cultivan.
Municipio Provincia Empresa Cultivo1 Alagn Zaragoza Limagrain Maz2 Alcal del ro Sevilla Pioneer Maz3 Alcarrs Lleida Monsanto Maz4 Algarrobo Mlaga Csic Patata5 Alpera Albacete Pioneer Maz6 Arabayona de Mgica Salamanca Monsanto Maz7 Barrio de Mu Burgos Sesvanderhave Remolacha8 Belllloc d'Urgell Lleida Monsanto Maz9 Brenes Sevilla Bayer Algodn
10 Cabezn de Pisuerga Valladolid Kws/Monsanto Remolacha11 Calera y Chozas Toledo Monsanto Maz12 Cigales Valladolid Sesvanderhave Remolacha13 Corbillos de los Oteros Len Monsanto Maz14 Coreses Zamora Monsanto Maz15 Cotanes del Monte Zamora Monsanto Maz16 Daimiel Ciudad Real Monsanto Maz17 Dos Hermanas Sevilla Bayer Algodn
Pioneer Maz18 cija Sevilla Limagrain Maz19 Ejea de los Caballeros Zaragoza Monsanto Maz
Pioneer MazLimagrain Maz
20 El Cuervo Sevilla Monsanto Maz21 Fuente PalmeraVillaln Crdoba Monsanto Maz22 Gimenells Lleida Monsanto Maz23 Gran Huesca Monsanto Maz24 Guillena Sevilla Monsanto Maz25 La Gineta Albacete Pioneer Maz26 Laguna Dalga Len Kws/Monsanto Remolacha27 Laguna de Negrillos Len Sesvanderhave Remolacha28 Lebrija Sevilla Monsanto Maz29 Los PalaciosVillafranca Sevilla Pioneer Maz30 Magaz de Pisuerga Palencia Sesvanderhave Remolacha31 Marchena Sevilla Pioneer Maz32 Molacillos Zamora Monsanto Maz33 Murillo el Cuende Navarra Limagrain Maz34 Muruzbal de Andin Navarra Limagrain Maz
35 Nuez de Ebro Zaragoza Pioneer Maz36 Pelabravo Salamanca Monsanto Maz37 Sartaguda Navarra Universidad Pblica de Navarra Tabaco
Instituto de Agrobiotecnologa Maz38 Tamarite de Litera Huesca Limagrain Maz39 Tauste Zaragoza Monsanto Maz
Pioneer Maz40 Tordesillas Valladolid Kws/Monsanto Remolacha
Sesvanderhave Remolacha41 Urdiales del Pramo Len Kws/Monsanto Remolacha42 Utrera Sevilla Monsanto Maz43 Valdefuentes del Pramo Len Kws/Monsanto Remolacha44 Valdevimbre Len Monsanto Maz45 Valdetorres Badajoz Monsanto Maz46 Villafranca de Ebro Zaragoza Pioneer Maz47 Villalazn Zamora Sesvanderhave Remolacha48 Villanueva de la Serena Badajoz Pioneer Maz49 Villar de Rena Badajoz Pioneer Maz50 Vinars Castelln Transactiva Arroz51 Zuera Zaragoza Monsanto Maz
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La razn del campo
Antonio Vias
PALABRADECAMPO
Veintin poemas. John Berger
De una mirada lenta y precisa,consciente y honesta, quepuso su gran angular sobrea cosmovisin de la vida campesina,
de este mundo pegado a la tierra que,
qu, en la feria de la ostentacin de
Occidente se extingue como una vela,
hablan los poemas de John Berger.
Una seleccin tituladaLa razn del
ampo, a propuesta del propio autor,
que refiere al nombre de una colec-
in editorial recin inaugurada por