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ORACIÓN A SAN JOSEMARÍA
Oh Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a San Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor. Concédeme por la intercesión de San Josemaría el favor que te pido... (pídase). Así sea. Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Nombre;
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BIOGRAFÍA San Josemaría Escrivá nació en Barbastro (España) el 9-I-1902. Fue ordenado sacerdote en Zaragoza el 28-III-1925. El 2-X- 1928 fundó, por inspiración divina, el Opus Dei. El 26-VI- 1975 falleció repentinamente en Roma, después de haber mirado con inmenso cariño por última vez una imagen de la Virgen que presidía el cuarto de trabajo. En ese momento el Opus Dei estaba extendido por los cinco continentes, y contaba con más de 60.000 miembros de 80 nacionalidades, al servicio de la Iglesia con el mismo espíritu de plena unión al Papa y a los Obispos que vivió siempre San Josemaría Escrivá. El Santo Padre Juan Pablo II canonizó al Fundador del Opus Dei en Roma, el 6-X-2002. Su fiesta litúrgica se celebra el 26 de junio. El cuerpo de San Josemaría Escrivá reposa en la Iglesia Prelaticia de Santa María de la Paz - viale Bruno Buozzi 75, Roma.
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INSTRUCCIONES PARA HACER LA NOVENA Esta Novena –pensada para matrimonios (esposos y
padres)– tiene por finalidad pedir a Dios, por
intercesión de San Josemaría Escrivá de Balaguer, la
gracia de formar una auténtica familia cristiana y de
mantenerla y mejorarla continuamente, sobre la base
firme del amor a Cristo y del ejemplo de la Sagrada
Familia.
Cada día de la novena consta de dos partes:
1) La primera es una selección de enseñanzas de San
Josemaría que transmiten luces de doctrina cristiana y
orientaciones prácticas sobre algún aspecto concreto
de la familia. Se incluyen esos textos como temas de
reflexión (personal o en conjunto) y de examen de
conciencia de cada uno de los participantes.
2) La segunda parte, en consonancia con los textos
leídos y meditados, consta de una serie de intenciones
dirigidas a Dios Nuestro Señor, por intercesión de San
Josemaría, para que todo lo que fue meditado se
traduzca en propósitos y en acciones eficaces para el
bien de la familia. Sobre el modo de hacer la novena,
sugerimos lo siguiente: Que la practiquen los esposos,
a solas o en conjunto con otros matrimonios; y
también aquellos hijos que, por sus circunstancias
personales (estar ya casados o comprometidos) puedan
aprovechar mejor la doctrina y las sugerencias
prácticas del folleto.
La novena puede hacerse a lo largo de nueve días
consecutivos, o en un solo día semanal a lo largo de
nueve semanas; o, con plena libertad, según las
posibilidades de los que la practican; utilizando todos
o algunos de los textos que se incluyen.
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1° DÍA: EL MATRIMONIO, VOCACIÓN DIVINA EL MATRIMONIO, VACIÓN DIVINA Reflexiónría
1) El matrimonio no es, para un cristiano, una
simple institución social, ni mucho menos un remedio para las debilidades humanas: es una
auténtica vocación sobrenatural. Sacramento grande en Cristo y en la Iglesia, dice San
Pablo, y, a la vez e inseparablemente, contrato
que un hombre y una mujer hacen para siempre, porque —queramos o no— el
matrimonio instituido por Jesucristo es
indisoluble: signo sagrado que santifica, acción de Jesús, que invade el alma de los que
se casan y les invita a seguirle, transformando toda la vida matrimonial en un andar divino
en la tierra (Es Cristo que pasa, nº 23).
2) Es importante que los esposos adquieran
sentido claro de la dignidad de su vocación, que sepan que han sido llamados por Dios a
llegar al amor divino también a través del
amor humano; que han sido elegidos, desde la eternidad, para cooperar con el poder creador
de Dios en la procreación y después en la
educación de los hijos; que el Señor les pide
que hagan, de su hogar y de su vida familiar
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entera, un testimonio de todas las virtudes
cristianas (Conversaciones, nº 93). 6 7
INTENCIONES Pidamos a Dios Nuestro Señor, por intercesión de San Josemaría:
A) Que nos haga comprender la grandeza del
matrimonio cristiano; que entendamos que se
trata de una vocación divina y de una misión que
Él nos confía: formar una familia cristiana.
B) Que nos conceda la alegría de saber que
nuestro matrimonio y nuestra familia son un
camino divino, en el cual podemos y debemos
seguir a Cristo e imitar su amor y su entrega.
C) Que confiemos en que el Espíritu Santo nos
llenará de sus bendiciones para enfrentar
fielmente todas las responsabilidades y
problemas de la vida familiar. Que no nos
olvidemos nunca de que Dios nos acompaña,
fortalece y ampara con la gracia del sacramento
del Matrimonio.
Rezar la oración a San Josemaría
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2° DÍA: EL MATRIMONIO, CAMINO DE SANTIDAD EL MATRIM ONIO, CAMINO DE S 1) Ésta es la voluntad de Dios, vuestra
santificación (1 Tes 4,3). Hoy, una vez más me
lo propongo a mí, y os recuerdo también a
vosotros y a la humanidad entera: ésta es la Voluntad de Dios, que seamos santos (…) ¿Y
qué nos dice a los casados? ¿Qué, a los que trabajamos en el campo? ¿Qué, a las viudas?
¿Qué, a los jóvenes? (…). Y suelo puntualizar
que Jesucristo Señor Nuestro predicó la buena
nueva para todos, sin distinción alguna (…). A
cada uno llama a la santidad, de cada uno pide amor: jóvenes y ancianos, solteros y
casados, sanos y enfermos, cultos e
ignorantes, trabajen donde trabajen, estén donde estén (Amigos de Dios, nº 294).
2) Los casados están llamados a santificar su matrimonio y a santificarse en esa unión;
cometerían por eso un grave error, si edificaran su conducta espiritual a espaldas y
al margen de su hogar. La vida familiar, las
relaciones conyugales, el cuidado y la educación de los hijos, el esfuerzo por sacar
económicamente adelante a la familia y por
asegurarla y mejorarla, el trato con las otras
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personas que constituyen la comunidad social,
todo eso son situaciones humanas y corrientes
que los esposos cristianos deben sobrenaturalizar [santificar] (Es Cristo que
pasa, nº 23). 8 9
INTENCIONES Pidamos a Dios Nuestro Señor, por intercesión de San Josemaría:
A) Que comprendamos que, viviendo los deberes
conyugales y familiares con amor y con la
mirada puesta en Dios, podemos santificarnos; es
decir, alcanzar, paso a paso, la plenitud del ideal
cristiano.
B) Que Él coloque en nuestro corazón el
entusiasmo por alcanzar la santidad, pues la
vocación a ese ideal, como enseñó San Josemaría
y la Iglesia proclama, es para todos los
bautizados: solteros, casados, viudos.
C) Que nos ayude a crear un auténtico ambiente
de familia, que sepamos luchar para vivir las
virtudes que nos lleven “a ser y a hacer familia”:
el cariño abnegado, la humildad y el olvido de sí,
la comprensión, la grandeza de corazón para
perdonar, y todo lo que contribuya a vencer las
pequeñeces del egoísmo y a hacer triunfar el
amor. Rezar la oración a San Josemaría
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3° DÍA: EL MATRIMONIO CRISTIANO EL AMOR CRISTIANO Reflexión: palabras de San Josemaría
1) El amor tiene necesariamente sus
características manifestaciones. Algunas veces se habla del amor como si fuera un impulso
hacia la propia satisfacción, o un mero recurso para completar egoístamente la
propia personalidad. Y no es así: amor
verdadero es salir de sí mismo, entregarse. El amor trae consigo la alegría, pero es una
alegría que tiene sus raíces en forma de cruz
(Es Cristo que pasa, nº 43).
2) Cada uno de nosotros tiene su carácter, sus gustos personales, su genio —su mal genio, a
veces— y sus defectos. Cada uno tiene también
cosas agradables en su personalidad, y por eso y por muchas más razones, se le puede
querer. La convivencia es posible cuando todos tratan de corregir las propias
deficiencias y procuran pasar por encima de
las faltas de los demás: es decir, cuando hay amor, que anula y supera todo lo que
falsamente podría ser motivo de separación o
de divergencia (Conversaciones, nº 108).
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INTENCIONES Pidamos a Dios Nuestro Señor, por intercesión de San Josemaría:
A) Que nunca consideremos el matrimonio como
una solución para nuestra realización egoísta,
como un modo de ejercer el “derecho a ser feliz”.
Que no olvidemos que es una vocación de amor,
que encuentra más alegría en dar que en recibir.
B) Que alcancemos el amor auténtico, que
consiste en querer el bien de los demás (esposa,
marido, hijos): aquello que les puede ayudar a
ser mejores, lo que contribuye a aumentar el
cariño entre todos.
C) Que todos nos empeñemos en corregir nuestro
mal genio, las fluctuaciones de carácter, nuestro
egoísmo, los defectos que perjudican la
convivencia. Que sepamos tener comprensión y
paciencia con las faltas ajenas, sin exagerarlas ni
dramatizar los problemas.
Rezar la oración a San Josemaría
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4° DÍA: EL AMOR DE CADA DÍA EL AMOR DE CADA DÍA Reflexión: palabras de San Josemaría
1) No olviden [los esposos] que el secreto de
la felicidad conyugal está en lo cotidiano, no
en ensueños. Está en encontrar la alegría escondida que da la llegada al hogar; en el
trato cariñoso con los hijos; en el trabajo de todos los días, en el que colabora la familia
entera; en el buen humor ante las dificultades,
que hay que afrontar con deportividad (Conversaciones, nº 91).
2) [Para las esposas] Es siempre actual el
deber de aparecer amables como cuando erais
novias, deber de justicia, porque pertenecéis a vuestro marido: y él no ha de olvidar lo
mismo, que es vuestro y que conserva la
obligación de ser durante toda la vida afectuoso como un novio. Mal signo, si sonreís
con ironía, al leer este párrafo: sería muestra evidente de que el afecto familiar se ha
convertido en heladora indiferencia (Es Cristo
que pasa, nº 26). 12 13
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INTENCIONES Pidamos a Dios Nuestro Señor, por intercesión de San Josemaría:
A) La gracia de no caer nunca en la rutina y el
cansancio en la forma de actuar, cuidando el
cariño en el trato, la alegría al saludarnos, la
delicadeza con que pedimos y agradecemos los
favores y el esmero que ponemos en las cosas de
la casa.
B) Que marido y mujer, nos tratemos siempre
“como si fuéramos novios” (así aconsejaba San
Josemaría); que pensemos en las alegrías
cotidianas que podemos darnos el uno al otro y a
los hijos.
C) Que no permitamos que la televisión y el
computador –Internet– eliminen los momentos
de intimidad o las conversaciones en la mesa; los
ratos de confidencias a solas entre marido y
mujer y entre padres e hijos.
Rezar la oración a San Josemaría
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5° DÍA: HOGARES LUMINOSOS Y ALEGRESHOGARES LUMINOSOS Y ALEGRES Reflexión: palabras de San Josemaría
1) La fe y la esperanza se han de manifestar en
el sosiego con que se enfocan los problemas, pequeños o grandes, que en todos los hogares
ocurren, en la ilusión con que se persevera en el cumplimiento del propio deber. La caridad
lo llenará así todo, y llevará a compartir las
alegrías y los posibles sinsabores; a saber sonreír, olvidándose de las propias
preocupaciones para atender a los demás; a
escuchar al otro cónyuge o a los hijos, mostrándoles que de verdad se les quiere y
comprende; a pasar por alto menudos roces sin importancia que el egoísmo podría
convertir en montañas; a poner un gran amor
en los pequeños servicios de que está compuesta la convivencia diaria (Es Cristo
que pasa, nº 23).
2) Verdaderamente es infinita la ternura de
Nuestro Señor. Mirad con qué delicadeza trata a sus hijos. Ha hecho del matrimonio un
vínculo santo, imagen de la unión de Cristo
con su Iglesia, un gran sacramento en el que
se funda la familia cristiana, que ha de ser,
con la gracia de Dios, un ambiente de paz y de
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concordia, escuela de santidad (…) Si se vive
el matrimonio como Dios quiere, santamente,
el hogar será un rincón de paz, luminoso y alegre (Es Cristo que pasa, nº 78).
INTENCIONES Pidamos a Dios Nuestro Señor, por intercesión de San Josemaría:
A) Que nos conceda la gracia de no exagerar
las contradicciones, los conflictos y las
dificultades diarias; que sepamos tener
grandeza de alma para aceptarlas y
ofrecerlas a Dios con alegría.
B) Que seamos capaces de acompañar con
una sonrisa el sacrificio de nuestra
dedicación, nuestra paciencia con los
defectos de los demás, y también nuestro
cansancio.
C) Que sepamos dar siempre un tono
optimista a nuestras conversaciones; que
evitemos juicios y comentarios pesimistas
sobre los hechos y las personas.
Rezar la oración a San Josemaría
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6° DÍA: SUPERAR, CON DIOS, LAS CRISIS Y LAS DIFICULTADES EN EL MATRIMONIOSUPERAR, CON DIOS, LAS CRISIS Y LAS DIFICU Josemaría
1) El marido y la mujer deben crecer en vida interior y aprender de la Sagrada Familia a
vivir con finura (…) las virtudes del hogar
cristiano. (...) Es preciso aprender a callar, a esperar y a decir las cosas de modo positivo,
optimista. Cuando él se enfada, es el momento
de que ella sea especialmente paciente, hasta
que llegue otra vez la serenidad; y al revés. Si
hay cariño sincero y preocupación por aumentarlo, es muy difícil que los dos se dejen
dominar por el mal humor a la misma hora
(Conversaciones, nº 108).
2) Un último consejo: que no riñan nunca delante de los hijos: para lograrlo, basta que
se pongan de acuerdo con una palabra
determinada, con una mirada, con un gesto. Ya regañarán después, con más serenidad, si
no son capaces de evitarlo
(Conversaciones, nº 108). 16 17
LTADES EN EL MATRIMONIO
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INTENCIONES Pidamos a Dios Nuestro Señor, por intercesión de San Josemaría:
A) Que comprendamos que todas las “crisis”
matrimoniales pueden ser una llamada de Dios
para profundizar los dos juntos en las causas de
los desacuerdos y peleas, y así poder superarlas.
B) Que sepamos tener la sinceridad de reconocer
que cuando decimos “no aguanto más”, en el
fondo sabemos que rezando con fe y
acercándonos más de Dios, podremos levantar
más alta la Cruz y cargarla con alegría.
C) Que el que haya padecido una injusticia vea
con claridad que ahora necesita más estar cerca
de Dios. Y que el que provocó con su
comportamiento esa herida, piense que Dios le
pide la humildad de arrepentirse, de pedir perdón
con toda sinceridad y de reparar, procurando
compensar lo más posible el mal causado.
Rezar la oración a San Josemaría
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7° DÍA: COLABORADORES DE DIOS COLABORADORES DE DIOS Reflexión: palabras de San Josemaría
1) El Señor santifica y bendice el amor del
marido hacia la mujer y el de la mujer hacia el marido: ha dispuesto no sólo la fusión de sus
almas, sino la de sus cuerpos (...). Nos ha dado el Creador la inteligencia, que es como
un chispazo del entendimiento divino, que nos
permite —con la libre voluntad, otro don de Dios— conocer y amar; y ha puesto en nuestro
cuerpo la posibilidad de engendrar, que es
como una participación de su poder creador. Dios ha querido servirse del amor conyugal,
para traer nuevas criaturas al mundo y aumentar el cuerpo de su Iglesia (Es Cristo
que pasa, nº 24).
2) Bendigo a los padres que, recibiendo con
alegría la misión que Dios les encomienda, tienen muchos hijos. E invito a los
matrimonios a no cegar las fuentes de la vida,
a tener sentido sobrenatural y valentía para llevar adelante una familia numerosa, si Dios
se la manda (Conversaciones, nº 94).
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INTENCIONES Pidamos a Dios Nuestro Señor, por intercesión de San Josemaría:
A) Que sepamos agradecerle todos los días el
gran don de los hijos y que veamos en su
educación una parte importante de la misión que
Dios nos confió. Y si un hijo nuestro nació con
alguna deficiencia física o mental, que no
olvidemos nunca que fue creado a imagen de
Dios y destinado a gozar eternamente de su
amor.
B) Que tengamos la generosidad, la fe y el valor
de recibir de Dios todos los hijos que honrada y
generosamente podamos criar y educar; y, que, si
alguna vez hay motivos objetivamente graves
para espaciar por algún tiempo o indefinidamente
la llegada de hijos, sepamos seguir fielmente
(pidiendo el consejo y la orientación oportunos)
las indicaciones de la Iglesia sobre los métodos
naturales correctos para diferir el embarazo.
C) [Para los que no han tenido hijos] Que
estemos convencidos de que, si Dios no nos ha
dado hijos, eso no significa que haya querido
disminuir en nosotros el ideal santo de la
paternidad y de la maternidad, porque siempre lo
podremos vivir, y si es el caso, estudiar la
posibilidad de adoptar, con el debido consejo y
prudencia, uno o más niños sin hogar. Rezar la oración a San Josemaría
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8° DÍA: EDUCAR A LOS HIJOS EDUCAR A LOS HIJOS Reflexión: palabras de San Josemaría
1) Los padres son los principales educadores
de sus hijos, tanto en lo humano como en lo
sobrenatural, y han de sentir la responsabilidad de esa misión, que exige de
ellos comprensión, prudencia, saber enseñar y, sobre todo, saber querer; y poner empeño
en dar buen ejemplo. No es camino acertado,
para la educación, la imposición autoritaria y violenta. El ideal de los padres se concreta
más bien en llegar a ser amigos de sus hijos:
amigos a los que se confían las inquietudes,
con quienes se consultan los problemas, de los
que se espera una ayuda eficaz y amable (Es
Cristo que pasa, nº 27).
2) Es necesario que los padres encuentren tiempo para estar con sus hijos y hablar con
ellos. Los hijos son lo más importante: más importante que los negocios, que el trabajo,
que el descanso
(Es Cristo que pasa, nº 27). 20 21
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INTENCIONES Pidamos a Dios Nuestro Señor, por intercesión de San Josemaría:
A) Que sepamos entregarnos de verdad a la
misión de educar integralmente a los hijos que
Dios nos confió, sabiendo que nada puede
sustituir el ejemplo diario de los padres.
B) Que Dios nos ayude a ver el modo práctico de
enseñarles las virtudes básicas, como la lealtad,
la sinceridad, el respeto por todo tipo de
personas, la generosidad y el desprendimiento,
que son la base de las sobrenaturales.
C) Que nunca olvidemos que –como enseñaba
San Josemaría– cada ser humano es como una
piedra preciosa, que tiene un modo propio, único,
de ser tallada y de llegar a la perfección. Que
evitemos educar a los hijos en serie, intentando
meterlos en el mismo molde.
Rezar la oración a San Josemaría
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9° DÍA: DIOS EN EL HOGARDIOS EN EL HOGAR Reflexión: palabras de San Josemaría
1) ¿Los medios? Hay prácticas de piedad —
pocas, breves y habituales— que se han vivido
siempre en las familias cristianas, y entiendo que son maravillosas: la bendición de la mesa,
el rezo del rosario todos juntos (…), las oraciones personales al levantarse y al
acostarse (…). De esa manera, lograremos
que Dios no sea considerado un extraño, a quien se va a ver una vez a la semana, el
domingo, a la iglesia; que Dios sea visto y
tratado como es en realidad: también en
medio del hogar, porque, como ha dicho el
Señor, donde están dos o tres congregados en
mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos
(Mat. 18, 20) (Conversaciones, nº 103).
2) Pienso siempre con esperanza y con cariño
en los hogares cristianos, en todas las familias que han brotado del sacramento del
matrimonio, que son testimonios luminosos de
ese gran misterio divino —sacramentum
magnum! (Eph 5, 32), sacramento grande—
de la unión y del amor entre Cristo y su
Iglesia. Debemos trabajar para que esas
células cristianas de la sociedad nazcan y se
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desarrollen con afán de santidad
(Conversaciones, nº 91).
INTENCIONES Pidamos a Dios Nuestro Señor, por intercesión de San Josemaría:
A) Que nos ayude a comprender que no hay nada
que atraiga más hacia Dios a los hijos que ver la
fe y la práctica religiosa de sus padres. Que los
hijos noten que los padres enseñamos con el
ejemplo de una conducta impregnada por el amor
de Cristo.
B) Que los hijos vean que la participación de los
padres en la Santa Misa, y otras prácticas de
piedad, se viven con fidelidad alegre y no
mecánicamente o como una obligación.
C) Que no nos cansemos de rezar los unos por
los otros, y especialmente los padres por los
hijos: que no nos falte una fe grande en que el
cariño, el ejemplo y la paciencia, unidos a una
oración perseverante –contando siempre con la
mediación de la Virgen–, dejarán una semilla en
los hijos que terminará por dar fruto.
Rezar la oración a San Josemaría
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Autor: Francisco Faus Autorización eclesiástica:
+D. Benedito Beni dos Santos, Obispo auxiliar de
São Paulo,
Región Episcopal Lapa. São Paulo, 20 de diciembre
de 2004.
Se ruega a quienes obtengan gracias por intercesión de
San
ás información sobre San Josemaría y/o sobre el Opus
Dei:
www.sanjosemaria.cl
Quienes deseen ayudar a los gastos de edición pueden
mandar
208.200-3.