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PERITAJE HISTÓRICO-GEOGRÁFICO
DERECHOS ANCESTRALES Y DINÁMICAS TERRITORIALES,
DESPOJOS Y DEFENSAS
DEL PUEBLO Q’EQCHI’
COMUNIDAD PLAN GRAN, EL ESTOR, IZABAL
Jennifer J. Casolo, Ph.D.1
1 Socio colegiada, Asociación Americana de Geógrafas. Dra. Jennifer J. Casolo, geógrafa, egresada de la
Universidad de California en Berkeley, ha trabajado como investigadora comprometida con pueblos mayas desde el año 2005; y en las zonas tropicales húmedas de agricultura itinerante y palma aceitera en Honduras de 1997-2001. Actualmente es Miembro de la Fuerza de Tarea de Maestrías Globalizadas con el Instituto de Gestión y Desarrollo de la Universidad de Amberes.
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Resumen Ejecutivo
Presentación
Como profesional, doctora en geografía humana, egresado de la Universidad de
California en Berkeley con experiencia en los ámbitos de investigación etnográfica, archivos,
ecológico-ambiental, análisis de discurso, dinámicas agrarias y territoriales, género y
pueblos indígenas desde la lente de geografía comparativa, ofrezco este peritaje. Es una
investigación científica-social de las dinámicas territoriales del pueblo maya Q’eqchi’,
específicamente los procesos de cultivo, despojo y defensa relevantes a la situación del
pueblo Q’eqchi’ cuyas tierras de cultivo milpa (itinerante/rotativo) junto con su extensión
de barbecho-a-bosque han incluido históricamente lo que se comprende las 14 caballerías
de Lote P incluyendo las tierras reclamadas por la Comunidad Plan Grande, Municipio de El
Estor, Departamento de Izabal. El peritaje constata las irregularidades e ilegalidades en el
registro y traspaso de dicho terreno de principios de los años mil novecientos, y hace
entendible cómo los oficiales de turno ignoraban o hicieron legalmente invisible la
presencia, la actividad productiva y la reproducción social y cultural del pueblo maya
Q’eqchi que la habitaba. Retoma las leyes internacionales que protegen el derecho de los
Pueblos Indígenas a reclamar su territorialidad, a la vez que recurre a la ciencia tropical de
suelos, bosques, y cultivo frente a las necesidades actuales del país ante el cambio climático
para problematizar la historia de clasificación y de adjudicación de las tierras bajas de la
municipalidad de El Estor como “tierras baldías”.
A la vez, explícita desde un análisis de las dinámicas territoriales y prácticas de
reproducción social, el esfuerzo continuo del pueblo maya Q’eqchi’ de poder ejercer su
derecho ancestral de reproducir su vida – material, política, social y espiritual - dentro los
marcos y normas cambiantes de las distintas épocas político-económicos de la colonia y la
república de lo que hoy se denomina el Estado de Guatemala.
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Argumenta que:
Al pueblo maya Q’eqchi’ le han mantenido la violación de derechos, por las formas,
prácticas y normas institucionales estatales que han facilitado el despojo: de tierra-bosque,
de mano de obra, de poder político, y de prácticas culturales y espirituales a lo largo de la
historia de la Colonia y la República. Los decretos que hacen invisible, o dejan sin valor los
modos de tenencia ancestral, las anomalías en titulación y traspaso de tierra, las presiones
y engaños empleados para lograrlo y la deslegitimación de todo reclamo o acción Q’eqchi’
para defender sus posibilidades de vida constituyen la violación sistemática de los
derechos ancestrales del pueblo maya Q’eqchi’. A la vez, quienes las han dado en
concesión, o han ocupado o usurpado ilegalmente las tierras en disputa, provienen de los
sectores que han gozado históricamente del control de la vida económica, política, militar,
social, cultural y aún religiosa de Guatemala.
Además, el hecho que el estado de Guatemala inscribió parte del territorio del
pueblo maya Q’eqchi “en el registro nacional como si fueran tierras nuevamente
descubiertas constituye un acto de violencia epistémica” 2. En sí la racialización de los
pueblos mayas y el discurso que son grupos minoritarios “atrasados” o “anti-progreso” han
servido y siguen sirviendo para borrarles del imaginario del estado–nación, y en sí para
despojarlos3. De hecho, las conceptualizaciones y categorías que subyacen en las políticas y
leyes de Guatemala en cuanto a la tierra, la mano de obra, los recursos naturales y los
pueblos indígenas, y que han sido empleadas tanto por la colonia (para explotación de los
pueblos indígenas) como por los gobiernos liberales y posteriormente gobiernos
desarrollistas y militares de la República, se han fundamentado en la desvalorización,
invisibilización, desdibujo y hasta criminalización de las prácticas de los pueblos mayas en
general, y de los Q’eqchi’ en una forma especial por su demografía y movilidad expansiva.
2 Megan Ybarra, Green wars. Conservation and decolonization in the Maya forest (Berkeley and Los Ángeles:
University of California Press, 2018). 3 Ibid.
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Específicamente constata que:
1. Las tierras bajas de las faldas sureñas de la Sierra de Santa Cruz, y las orillas
noroccidentales – oriental del lago de Izabal de lo que hoy forma parte del municipio de
El Estor, Izabal, han sido parte de la geografía transitada y usada continuamente por los
mayas desde antes de la Colonia, con distintos momentos de vivienda y despojo de estas
tierras.
2. Los despojos de tierras racializados del pueblo maya Q’eqchi’, o sea los despojos por
ser pueblo indígena, a lo largo de su historia se han dado en formas variadas y
geográficamente extensa:
a. el despojo mismo de su derecho de decidir sobre sus vidas;4
b. el despojo de su uso extensivo precolonial de las tierras a las reducciones
indígenas;
c. el intento constante pero no total de despojo de su cosmovisión y prácticas
espirituales;
d. el despojo de su mano de obra de la colonia hasta la Revolución de Octubre en
1944. Incluyendo en el trato a ellos mismos, su mano de obra y sus tierras como
propiedad de traspaso con la venta de tierras5. (Unos argumentan que las formas
de endeudamiento, colonato y trabajo migratorio que todavía existen siguen
siendo despojo);
e. el despojo de sus tierras en las Verapaces con las Reformas Liberales y fomento
de la producción de café que les quitó de sus tierras;
f. el despojo de sus tierras bajas en las faldas de la Sierra Santa Cruz hasta la orilla
del Lago Izabal por titulación falsa, ilegal y/o irregular entre 1902 a 1920,
despojos que no se dieron en efecto hasta que alguien decidió explotar las
4 Alejandro M. Flores Aguilar en un nuevo trabajo estudia para entre otras cosas plantear que desde las
políticas de “protección” o “infantilización” de los Pueblos Indígenas, el primer despojo era el despojo del “NO”. “Violencia originaria, aporía, y la expropiación del no.’ Francisco de Vitoria. “Eutopía no. 5 En imprenta. 173-198. 5 Ver Laura Hurtado Paz y Paz, La histórica disputa por las tierras del Valle de Polochic. Estudio sobre la
propiedad agraria (Guatemala: 2014).
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tierras aprovechándose de los títulos irregulares y manipulando los traspasos
sucesivos, a lo cual suma el caso actual de la Comunidad Plan Grande.
g. el despojo por amenaza en el contexto del conflicto armado interno 1960-1996.
3. Después de la reubicación forzosa en reducciones indígenas de la población maya
precolonial de la zona y casi su aniquilación por condiciones laborales y enfermedades,
los mayas, principalmente maya Q’eqchi’ seguían transitando la zona, huyendo y
escondiéndose allá, y poco a poco regresando allí en formas que parecen más
migraciones.
4. La evidencia arqueológica, de archivo y de fuentes secundarias constata la existencia de
población maya antes de 2000 AC (Preclásico) alrededor del lago, del Preclásico a
Postclásico6 y con un nivel de consistencia de 1526 adelante.
5. La evidencia de uso (suelo, capa forestal, patrones de población y producción) en las
tierras al norte del lago de Izabal demuestra que por el conocimiento ecológico indígena
(tradicional) del pueblo maya Q’eqchi’ ya estaban practicando agricultura de milpa
(itinerante) integral, con procesos de sucesión forestal (barbecho a bosque maduro) y
uso extensivo y sostenible de la tierra en distintas épocas, pero continuamente en esta
zona desde finales del siglo XIX, y que estas prácticas demuestran una memoria histórica
ancestral de producción en tierras bajas.
6. Estas prácticas de reproducción de la vida son sumamente coherentes con la
reproducción ecológica-ambiental y con la producción agro-forestal siempre y cuando
se reconoce el uso móvil y extensivo del territorio como práctica legítima de derechos
ancestrales.
7. La movilidad (contracción-expansión-contracción-expansión) del pueblo maya Q’eqchi’
en relación al territorio entre el Lago de Izabal, la Sierra de Santa Cruz, el Valle de
Polochic y las Verapaces (igual como estas dinámicas al Petén y Belice)7 tiene una
6 Velásquez M., Diego. Historia y cultura de los q’eqchi’ en el Estor, Izabal. Informe Pericial. (Guatemala: IDGT-
URL, 2018). 7 La mayoría de los investigadores enfocan en la parte de expansión Q’eqchi, ve por ejemplo Termer 1957 y Liza Grandia, Enclosed. Conservation, cattle and commerce among the Q’eqchi’ Maya lowlanders (Seattle and London: University of Washington Press, 2012);
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correlación directa con los procesos históricos de despojo racializado: de tierras, de
mano de obra, de identidad y de prácticas culturales —, tambien una correlación con
las formas en como el pueblo maya Q’eqchi’ ha navegado en estas dinámicas de
expropiación y eliminación.
8. Cuando se midió y adjudicó las tierras que hoy en día forman parte de la cuenca
Murciélago hasta las faldas de la Sierra de Santa Cruz, la ciencia agronómica occidental
sobre suelos y agricultura no estaba suficientemente avanzada para poder reconocer y
comprender el valor de la ciencia maya y tampoco estaba en su interés llegar a ello.
a. La falta de conocimiento sobre la producción itinerante integral en áreas
tropicales hace que esta forma itinerante (rotativo y de sucesión forestal) de uso,
no necesariamente quepa dentro un imaginario de propiedad privada.
b. y el uso maya Q’eqchi’ de distintas micro eco-regiones (eco-nichos) para su
reproducción social (incluyendo usos comerciales) no contaba para, o pasaba
desapercibido por los agrimensores e ingenieros del Registro de Propiedad.
9. Por lo tanto, se clasificaba las tierras de los maya q’eqchi’ como nacionales-baldías,
ignorando su uso integral y la importancia de los tiempos de barbecho más largo 7 años
y adelante y la valiosa contribución de los maya-Q’eqchi’ cuya forma de producción
garantiza la fertilidad de los suelos, la biodiversidad de la región y la vida de los bosques.
10. Esta ignorancia científica sirvió a los discursos y proyectos de modernización e interés
de vincularse a la economía mundial para negar a los mayas Q’eqchi sus derechos
ancestrales.
11. Además, siguiendo patrones bien documentados por otros estudios, la adjudicación de
las tierras en disputa y sus alrededores está saturado en intrigas, irregularidades e
injusticias priorizando el conflicto, conveniencia u oportunismo sobre los procesos
legales. Por un lado, se producen disputas entre facciones de poder e intereses
internacionales, y por otro, la violación de las leyes vigentes en cuanto al proceso para
determinar si las tierras son o no son baldías antes de su adjudicación.
a. los presidentes de turno desde Justo Rufino Barrios hasta Manuel Estrada
Cabrera otorgaron la gran mayoría de las tierras que en un momento fueron
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unificadas como premios por su lealtad, razón no contemplada en el Código
Agrario y en el Código Fiscal de 1881 para otorgar tierras o denunciarlas como
tierras baldías para su adjudicación. La Finca Murciélago, de 50 caballerías fue
otorgada en el primer momento, al entonces Coronel Juan Martín Barrundia por
el Presidente General Justo Rufino Barrios en 1882.
b. Poco después, el Presidente Manuel Estrada Cabrera (1898-1920), premia a
varios militares con el otorgamiento de las tierras todavía bajas al norte de
Murciélago. Según los registros del Archivo General de Centroamérica, se lotifica
la zona y se otorgan así: PLAN GRANDE o Lote “P” al General José Víctor Mejía
de León, al sur, el Lote “L” es adjudicado al Coronel Ismael Pacheco Quevedo, al
suroeste, el lote M fue adjudicado a Eulogio Morales, el lote “U”, ubicado al
noreste se le adjudicó a Benjamín Morales, al noroeste el lote “T” se le adjudicó
a Buenaventura Pineda, en el oriente el Lote “Q” al Capitán Castillo, todos estos
colindantes de Lote “P” eran militares, algunos de ellos tendrían actuación activa
hasta el derrocamiento del período liberal en 1944.
c. Fue el “vecino”, Coronel Licenciado Don Enrique Toriello cuya propiedad
colindaba con la Finca Murciélago que recibió órdenes por parte del Presidente
Barillas para que capturara al General Barrundia por traición, acto que se dio sin
las condiciones adecuadas- pero con la autorización de la embajada
estadounidense, para que la captura se de en un vapor estadounidense, donde
resulta asesinado el General Barrundia; ocho años después de la muerte de
Barrundia, la tierra aparece dividida en cuatro partes, con el punto de
Murciélago inscrito al Canadiense fomentador Thomas Jump y por lo que pudo
obtener título de la Finca.
d. El mismo Registro de la Propiedad violaba sus propias leyes en el registro de Lote
L y Lote P en 1912 por no realizar con el tiempo y dedicación necesaria para la
determinación de que las tierras en cuestión fueran baldías. Específicamente no
cumplieron con el Artículo 598 del Código Fiscal de la República de Guatemala
de 1881 que establecía: “En la denuncia [de terrenos baldíos] se expresará la
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prueba que tenga el interesado para asegurar que los terreno denunciados son
baldíos”
12. A la vez, hay irregularidades y abusos en los traspasos de las tierras de Lote P después
de su adjudicación al General Víctor Mejía en forma definitiva en 1919. Estos incluyen:
a. la sospechosa titulación en 1919, única fecha, en todo el periodo de la
Presidencia de Manuel Estrada Cabrera que no se ven adjudicaciones por
órdenes presidenciales.
b. la falta de un documento claro y transparente del uso y traspaso de las tierras
pos-1919, incluyendo un largo periodo después de la legalización donde no hay
evidencia de uso por los supuestos dueños; pero si por el pueblo maya Q’eqchi’;
c. La aparición de un supuesto dueño cuya única constancia es que sacó una
fotocopia del título de 1919;
d. Las amenazas y persecución por parte de militares quienes defendían a los
supuestos dueños de la tierra;
13. Frente a estas irregularidades y maniobras, con el afán principal de sobrevivir, el pueblo
maya Q’eqchi’ poseedores ancestrales de estas tierras han buscado todo método
aceptable por los gobiernos de turno y las leyes del país para defender sus vidas y sus
derechos, de proteger sus derechos de usar la tierra: legalización (adjudicación) por el
INTA y por negociación con ganaderos, trabajo asalariado, colonato; aceptando a veces
la reducción de sus tierras para garantizar su integridad física. Entre estas estrategias
incluyen:
a. El moverse (huirse, «migrarse») a territorios (zonas de refugio) forma parte de
la memoria-práctica histórica del pueblo maya-Q’eqchi’;
b. La negociación del uso de territorio manteniendo prácticas de tumba y roza en
intercambio por mano de obra;
c. La apelación al Estado para proteger derechos laborales y/o defender/legalizar
tierras; como la regularización realizada por el Instituto Nacional de
Transformación Agraria INTA.
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d. La organización en asociaciones y movimientos campesinos para acceder y/o
defender la tierra de los pueblos indígenas frente a la negación por parte del
Estado.
14. Sin embargo, sus intentos hasta la fecha para defender sus tierras ancestrales,
incluyendo la intención de la negociación de una parte de las tierras con los
terratenientes quienes les han aparecido, no les han dado los resultados que anhelan:
el derecho de regenerar y trabajar sus tierras desde sus conocimientos. Más bien, han
tenido que trabajar como colonos al final del Siglo XX, han tenido que limpiar las tierras
en formas que no permita sucesión forestal sino convierte el bosque tropical en pasto,
y han tenido que reubicarse a un espacio pequeño y mucho menos fértil que sus tierras,
sin ningún acceso a tierra para cultivar o bosque donde cosechar.
15. Por lo tanto, el caso de despojo y amenaza a la Comunidad Indígena Maya Q’eqchi’ de
Plan Grande suma una serie de actos ilegales que rotundamente ha negado sus
derechos ancestrales a la tierra.
Desarrollo del peritaje
Después de este resumen introductorio, se desarrolla este peritaje en cuatro
secciones:
La primera aborda el marco conceptual y metodología, explicitando el abordaje
geográfico-histórico de este peritaje con énfasis en las relaciones entre sociedad-
naturaleza, global-íntimo, y pueblo indígena-territorio desde i) la producción del territorio,
ii) el colonialismo de asentamiento, iii) la ecología política y iv) los acuerdos y tratados
nacionales e internacionales que los aborda. A la vez da un bosquejo breve de la
metodología utilizada como inseparable de la teoría.
La segunda sección busca dar un vistazo general y escueto de los patrones y las
dinámicas de defensa y despojo que ha vivido el pueblo maya Q’eqchi’. Usa mapas, cuadros
y citaciones de otros peritajes. Analiza las dinámicas locales, nacionales e internacionales
que tienen influencia en la reducción y expansión territorial de los Q’eqchi’ y subraya su
relación con colonialismo por asentamiento, violando sistemáticamente los derechos
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ancestrales del pueblo maya Q’eqchi’. En cuanto a defensa del territorio, se conceptualizan
las prácticas migratorias del pueblo maya Q’eqchi’ hacía las tierras bajas en relación a su
territorio y conocimiento histórico. Consta el valor de las prácticas móviles productivas de
milpa del pueblo maya Q’eqchi’ y su uso extensivo de la tierra de milpa-barbecho-bosque.
En la subsección final enfoca en forma geográfica más específicamente en las cincuenta
caballerías inscritos como Finca Murciélago en 1902, y al noroccidente de ellas las tierras
inscritas como Lote P y Lote L. Demuestra con evidencia científica y de archivo el hecho que
las tierras al norte del lago de Izabal estaban bajo el manejo maya Q’eqchi’ y Poq’omchi’ de
agroecosistemas de cultivo itinerante indígena cuando fueron adjudicados. Se respalda en
las investigaciones científicas hechas de 1954 a 1980, vinculado con lo que se conoce como
el Proyecto Izabal8 basado en Finca Murciélago. Concluye con un análisis de por qué se
designó como baldío al terreno que ya llevaba décadas y siglos de producción. Un contraste
de las prácticas Q’eqchi´ con los diseños modernizantes de construcción de nación y de la
economía de agroexportación que impulsan los gobiernos de turno y su vínculo especial con
el poder militar. Hace visible que, al defender su reproducción cultural y social, sus prácticas
también defienden el bienestar ecológico de la república.
La tercera sección hace hincapié en las intrigas, irregularidades, ilegalidades, y abuso
de poder que conlleva a la negación sistemática de los derechos ancestrales del pueblo
maya q’eqchi’ y específicamente de la Comunidad Indígena Maya Q’eqchi’ de Plan Grande.
Se evidencia las estrategias de gestión y resistencia a las cuales el pueblo maya Q’eqchi’ han
recorrido frente a estas lógicas de despojo y eliminación con un enfoque especial en las
tierras de Finca el Murciélago y su relación con Lote “P”. En conclusión subraya que las
tierras en cuestión formaban parte de las prácticas de reproducción social del pueblo maya
Q’eqchi’ al tiempo de la adjudicación; y definitivamente los Maya Q’eqchi’ fueron los
primeros en hacer las tierras productivas 1893 al 1960.
8 En Crist, Raymond. “Human geography and neighboring disciplines.” En Sherif, Muzafer, and Carolyn W.
Sherif. Interdisciplinary relationships in the social sciences. London and New York: Routledge (2017) [Original
1969], consta el valor de las prácticas móviles productivas milperas del pueblo Maya Q’eqchi’.
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1 Abordaje histórico-geográfico: marco conceptual y
metodología
Para poder trazar las dinámicas territoriales del Pueblo Maya Q’eqchi’ en relación al
uso y derecho del pueblo a sus tierras ancestrales, los procesos históricos que las han
borrado del imaginario nacional, y las tensiones continuas entre las fuerzas occidentales de
despojo y las prácticas indígenas de defensa, se presta conceptualmente de la geografía
humana crítica vinculado a la ecología política y los conocimientos otros. La geografía
humana crítica estudia la producción del espacio, de lugares y de territorios, tomando en
cuenta relaciones de poder y dinámicas económicas, políticas, sociales, culturales y
ecológicos a múltiples escalas. En el siglo XXI, los geógrafos ya han trascendido la
descripción de los espacios y sus fronteras. Más bien, ahora los geógrafos preguntan:
a. ¿cómo se construía tal límite?
b. ¿en relación a cuáles relaciones de poder, disputas y acuerdos se han ido dando y
cambiando? y
c. ¿por qué importa analíticamente y políticamente?
El geógrafo tampoco puede entender la producción del espacio sin tomar en cuenta la
relación dinámica entre la sociedad y la naturaleza, y sin comprender la pluralidad de las
formas de entenderla. Partiendo teóricamente de las ideas que de Henri Lefebvre y Doreen
Massey que la relación espacio/lugar es dinámica, cambiante y entrelazado en forma
constructiva con los procesos históricos, la geografía humana argumenta que tanto las
subjetividades y los procesos simbólicos como los procesos concretos de movilidad,
asentamiento, desarrollo industrial y transformación agraria producen el espacio9. En este
sentido, la geografía es también la ciencia social que abarca la relación dinámica,
entrelazada, y disputada entre la naturaleza y la sociedad10. Reconoce e indaga cómo los
9 Henri Lefebvre, The Production of Space (London: Blackwell Press, 1990) y Doreen Massey, Space, Place
and Gender, (Minneapolis: University of Minnesota Press, 1994). 10 Andrea Nightingale, “Nature-society”, The SAGE handbook of human geography, editado por Roger Lee, Noel Castree, Rob Kitchin, Victoria Lawson, Anssi Paasi, Chris Philo, Sarah Radcliffe, Susan M. Roberts, Charles W.J. Withers (Sage Publications, Ltd. 2014): 120-147.
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espacios y sus significados siempre son contestados, reconfigurados, y abiertos a cambio
continuo11.
Desde la geografía humana crítica este peritaje utiliza tres conceptos claves y
entrelazados para poder entender las dinámicas históricas y geográficas Maya Q’eqchi’ y su
derecho histórico y ancestral a las tierras conocidas hoy en día como comunidad Plan
Grande, Municipio del Estor, Departamento de Izabal. Estos son la producción de territorio,
el colonialismo por asentamiento, y la ecología política dando atención especial a la
relación entre el acceso a la tierra y agua con la reproducción social y cultural, y el
conocimiento ecológico indígena enfocado en la cultivación itinerante o rotativo y el
continuo . Juntos demuestran que a pesar de los procesos diseñados a desdibujar y eliminar
el conocimiento y la presencia del Pueblo Maya Q’eqchi’ de las orillas nor-occidentales del
Lago de Izabal, su presencia allí, en sus distintas momentos y expresiones, evidencia su
memoria y el ejercicio de sus derechos ancestrales para reproducir sus vidas. Se concluye
esta sección con los acuerdos y tratados que el Estado de Guatemala ha suscrito que
subrayan el derecho de los pueblos indígenas en Guatemala al acceso a su territorio.
1.1 La producción de territorio: Territorio y territorialización
Aunque el pensamiento común y corriente, comprende el territorio como “una
sección delimitada de espacio donde los estados-naciones ejercen su soberanía”12, el
geógrafo británico Stuart Elden, afirma que no se puede dar una definición singular a los
términos territorio y territorialidad, sino hay que pensarlos desde “sus distintos contextos
históricos y geográficos”, reconociendo que son conceptos profundamente relacionados al
espacio como concepto material y social13.
Siguiendo Elden, trabajo reciente de la geografía humana plantea que igual como se puede
pensar en al menos tres distintas nociones de espacio: el espacio físico, el espacio
11 Doreen Massey, Space, place and gender, (Minneapolis: University of Minnesota Press, 1994). 12 Elena dell’Agnese, “The Political challenge of relational territory” en David Featherstone y Joe Painter, ed.,
Spatial politics: Essays for Doreen Massey (John Wiley & Sons Ltd, 2013): 115. 13 Stuart Elden, “Land, terrain, territory”, Progress in human geography, no. 34 (2010) 799–817; 799.
13
geométrico, y el espacio relacional, se puede entender el territorio como una porción de
cada uno: una porción del espacio físico, una porción del espacio medible y abstracto, y una
porción del espacio relacional14. Además, cada una de las tres nociones son producidos en
el tiempo-espacio, y se traslapan.
Con los procesos modernizantes, los estados-naciones han ido creando e
implementando nuevas formas de abstraer la tierra, medirla, fijar ciertas fronteras y crear
una lógica desconectado de la humana o no-humana, al acceso y uso de la tierra15. Una de
las tareas de la geografía es de “desnaturalizar” estos procesos, de indagar cómo se dieron
y de analizar su legitimidad ante las normas ético-políticas y legales. Reconoce que el
territorio no es simplemente espacio geográfico y recursos físicos, sino espacio y recursos
sobre los cuales algún grupo social depende y ejercita alguna forma de control o autoridad.
Implícita es la idea de identificación social con el espacio geográfico y la construcción social
de territorio, lo cual a su vez involucra el desarrollo concreto de autoridad política,
relaciones económicas, simbolismos culturales y modos de comunicación.
Mientras este peritaje toma en serio el territorio físico y el territorio medido y
abstracto, busca revelar cómo el territorio conocido como la Comunidad de Plan Grande,
municipio de El Estor y sus alrededores son un producto de relaciones, una complejidad de
redes, vínculos, intercambios y conexiones, de lo más global a lo más chiquito, con una
multiplicidad de significativos, bajo proceso constante de construcción y por lo tanto
“abierto a la política”16; y profundamente influenciado por los sectores de la sociedad que
controlaron las armas, el dinero, y las leyes.
14 Elena Dell’Agnese, “The Political challenge”, 118. Henri Lefebvre plantea una teoría relacional del espacio más denso, pero no necesario desglosarlo para este peritaje. 15 James C. Scott, Seeing like a State. How Certain Schemes to Improve the Human Condition Have Failed (New
Haven: Yale University Press, 1998). 16 Doreen Massey, «Concepts of space and power in theory and in practice» Doc Anàl Geogr, no. 55 (2009):
15-26.
14
Las disputas sobre territorio tanto en muchos de los espacios anglos como en
Guatemala, especialmente las tierras bajas mayas de Guatemala, están vinculados al
proceso material y discursivo que se conoce como el colonialismo por asentamiento.
1.2 Colonialismo por asentamiento
Analizar la época colonial y sus efectos no es nada nuevo, y muchos peritajes buscan
llevar a la luz y escudriñar datos históricos del registro del periodo colonial que nos ayuda
comprender el presente. Pero el concepto de colonialismo por asentamiento, cuya
trayectoria más larga está en referencia a los procesos en los países colonizados por los
anglos17, ya ha logrado pertenencia en el análisis de dinámicas geográficas e históricas en
América Latina18.El concepto es importante para comprender las dinámicas territoriales del
pueblo Maya Q’eqchi’ vinculado a la Comunidad Plan Grande porque:
1. Rompe el binario de comprender despojo como despojo de tierra o despojo de
fuerza laboral, para comprender cómo se dan en relación, y en forma racializada.
2. Enfatiza que el colonialismo no se refiere a un proceso que se dio en un momento
histórico y se terminó, sino es un proceso continuo.
3. Las amenazas y acusaciones bajo los cuales se han perseguido y tratado como
criminales a los habitantes de la Comunidad Plan Grande y otras comunidades Maya
Q’eqchi’ del Estor siguen dándose desde sus dos lógicas: i) la lógica de eliminación
-- remover físicamente a los pueblos originarios, por asesinato o despojode las
tierras que usan para reproducir sus vidas; y ii) la lógica de desdibujo – borrar la
identidad, la presencia y/o derechos de los pueblos originarios en ciertos territorios
para eliminar cualquier reclamo legítimo a ellos. Esta segunda se da en relación a la
lógica del concepto de progreso19
17 Según el investigador nativo norteamericano, Patrick Wolfe, el colonialismo por asentamiento comprende
la conquista de un territorio y después su poblamiento con los que salieron victoriosos, ver también Christopher A. Loperena, “Settler violence? Race and emergent frontiers of progress in Honduras” American Quarterly 69, no.4 (2017): 801-807; 801. 18 Shannon Speed, “Structures of settler capitalism in Abya Yala”, American Quarterly 69 no. 4, (2017): 783-
790; Loperena, “Settler violence?; Ybarra, Green Wars. 19 Loperena, “Settler violence,” 802-804.
15
En sí el colonialismo de asentamiento tiene la pretensión de arrancar o borrar a los
pueblos originarios de su territorio, como un fundamento para despojarlos de sus derechos
territoriales indígenas hoy en día20. Cómo explica la geógrafa Megan Ybarra:
Más aún, esta clasificación reconoce la territorialidad de algunos pueblos
indígenas como civilizada, visible, válida para ser legalizada – y de otros
como bárbaras, por no ser visto, que no existe y mucho menos que sea
reconocida por el estado colonizador (Craib, 2004; Saldaña-Portillo, 2015;
Ybarra, 2017). Esta es una herramienta colonizadora de reconocer a un
pueblo entero como indígena, mientras niega su territorialidad21.
Además, los procesos de liberalismo racializado, aún cuando reconoce identidades
indígenas, subsume el sujeto colectivo “en las lógicas de derechos y necesidades
individuales” y niega reconocer que estas identidades indígenas están articuladas por medio
de una relación a la tierra y el bosque22, donde hay que pedir permiso del Tzuultaq’a
encargado/señor/dueño de la tierra, de la montaña/ del bosque para poder sembrar, cortar,
cosechar, pasar por ella o ello, lo que algunos llamaron el espíritu de la montaña y valle23.
Un mecanismo clave del colonialismo por asentamiento en Guatemala es el
concepto de propiedad privada sobre la tierra que fue implementado desde las Reformas
Liberales de 1871. Por esta razón, en sus múltiples estudios sobre el Valle de Polochic, la
antropóloga Laura Hurtado Paz y Paz insista en que es necesario “desnaturalizar y de
construir” este concepto, haciendo entender “[l]a propiedad agraria como una construcción
histórica versus la propiedad como un principio absoluto e inamovible.24” Fundamental
para este peritaje, es que esta construcción histórica no es neutra. Más bien es un “proceso
desde sectores sociales en el poder para consagrar supuestos derechos y privilegios, en
detrimento de otras colectividades de usuarios y tenedores de derechos colectivos
20 Megan Ybarra, “Petén, Guatemala, desde la colonización interna hacia migración transnacional: ¿Nuevos
paradigmas para el siglo XXI?” Ciencias Sociales y Humanidades 5, 2018: 55–66; 59. 21 Ibid, 59. 22 Wade A. Kit Laura Hurtado Paz y Paz, La disputa histórica, 18; Ybarra, Green Wars, 15. 23 Ibid. 24 Laura Hurtado Paz y Paz, “La histórica disputa de las tierras del Valle del PolochicEstudio sobre la propiedad
agraria”, Presentación en taller de Dinámicas del Estor, 20 enero, 2019.
16
ancestrales.25” En otras palabras, el colonialismo por asentamiento, con sus lógicas de
desdibujo y eliminación de los pueblos indígenas subyace los procesos ilegítimos de
adjudicación y traspaso que violan los derechos ancestrales de los pueblos indígenas a su
territorialidad.
1.3 Ecología política: Analizando la reproducción social y cultural de los
pueblos indígenas en los trópicos
Si el colonialismo por asentamiento nos ayuda a ver el racismo detrás de la
reconfiguración de los territorios y su relación a los mecanismos concretos de despojo; la
ecología política26 nos da herramientas para comprender lo que se entiende como
“conflictos sobre la naturaleza”. Se los entiende como conflictos culturales y simbólicos
(de conocimientos y representaciones) tan bién como conflictos materiales (de acceso y
control de la tierra y agua)27. Tiene sus raíces en el trabajo y conocimientos de los estudios
de desastres y riesgos, estudios agrarios y la ecología cultural, , oy más que una solo lente
teórica, presta de muchas lentes para comprender cómo los procesos de la economía
política condicionan las posibilidades de reproducción social de los y las seres cuyas vidas
dependen de la naturaleza (humanos y no-humanos) de la naturaleza misma. En su primera
iteración la ecología política era muy humanista y masculinizada y enfocada más que todo
en pobreza, productores pobres y degradación de suelos, buscando ir más allá que los
análisis del actor racional que culpa al agricultor tanto por su situación de pobreza como
por las amenazas a los ecosistemas. Llegó a generar análisis de las formas materiales y
representativas desde los cual surgen y resuelvan dinámicas (luchas, tensiones) sobre
acceso a y control sobre la naturaleza. Hoy en día , las nuevas fronteras de la ecología
política toman en cuenta las diferencias en ontologías y epistemologías de distintos géneros
25Ibid. 26 Paul Robbins, Political ecology: a crltical introductions to geography, second edition, Wiley-Blackwell, West
Sussex,(2012) 27 Judith Carney y Michael Watts, "Manufacturing Dissent: Work, Gender and the Politics of Meaning in a Peasant Society," Africa, 60, no. 2 (1991): 207-239; Donald Moore. "Contesting terrain in Zimbabwe's eastern highlands: Political ecology, ethnography and peasant resources." Economic Geography 69: (1993): 380-401.
17
y etnias. Más recientemente, la ecología política ha abordado cuestiones de poder y
diferencia28. y ha tomado en cuenta otras epistemologías y ontologías como es el
conocimiento indígena29..
Además la ecología política nos da el paraguas analítico para comprender las
amenazas a la reproducción social del pueblo Maya Q’eqchi’. Analiza las relaciones
estructurales y subjetivas de tierra, trabajo y movilidad (económicas, ecológicas, y políticas)
que obliga al pequeño productor o productora a sobre-trabajar en muy poca tierra aunque
sepa que está degradando sus suelos. A la vez, nos ayuda dimensionar las prácticas
cotidianas y coyunturales que los Maya Q’eqchi’ hacen para defender sus vidas y sus
derechos. Re-valoriza la relación entre la reproducción social de la familia, la comunidad, y
la cultura con la reproducción de la naturaleza y los conocimientos y prácticas ecológicos
desde lo cual producen, cazan, y cosechan comida y otros productos. Rebota el discurso
dominante que desprecia y hasta criminaliza al pequeño productor como destructor de la
naturaleza, anti-moderno, anti-progreso30.
Desde los corrientes de la ecología política feministas y decoloniales se aborda los
estudios de las prácticas agricultura itinerante integral y el conocimiento ecológico
tradicional como entrelazados en el uso y defensa de los derechos ancestrales a las tierras
y bosques, y la defensa de la reproducción de sus vidas y sus prácticas culturales y
espirituales.
Hay muchas definiciones relacionadas, pero distintas, de la cultivación itinerante.
Uno de los primeros en analizar su valor era el Dr. Harold Conklin quien dice que hay una
variedad de sistemas y prácticas dependiendo de acceso a tierra y bosque, población,
28 Peet, Richard y Michael Watts, editors. Liberation ecologies: environment, development, social movements, edición 2nda (London: Routledge, 2004); Paul Robbins, Political ecology: A critical introduction. (Oxford: Blackwell, 2004). 29 Enrique Leff, “La ecología política en América Latina: un campo en construcción”, Sociedade e Estado 18,
núm. 1–2 (2003): 17–40; Arturo Escobar, «Territorios de diferencia: la ontología política de los ‘derechos al territorio’». Cuadernos de antropología social, no. 41(2015): 25-38. consultado 14 de mayo de 2017. 30 Ybarra, Green Wars; Joel Wainwright, Decolonizing development Colonial power and the Maya. Malden,
MA: Blackwell, 2008
18
conocimientos, ecosistema, disponibilidad de semillas, necesidades etc...31 Sin embargo, la
mayoría enfocan en i) que se rota el lugar de cultivación no la siembra; ii) que se usa técnicas
de quema y roza para reponer nutrientes al suelo; y iii) que se combina cultivos en el mismo
lugar. Sin embargo, las carácteristicas más importante son la relación entre el tiempo
cultivado 1 a 3 años y el tiempo barbecho, hasta 20 años, pero puede ser tan corto como 6
a 832.
Se ha estudiado la agricultura itinerante integral en relación a productividad de
corto y largo plazo, regeneración de suelos, y sostenibilidad frente los cambios
demográficos. John Ewel, Profesor Emérito, quien también formaba parte de un grupo de
investigadores interdisciplinarias en la cuenca de Murciélago y alrededores, enfatizó que:
La importancia y los aspectos históricos de la agricultura rotativa(todavía
practicada ampliamente...son bien documentado. El periodo de barbecho es
clave por dos razones: (1) para suprimir plagas (mala hierba, insectos,
nematodos, gusanos eloteros, etc…), y (2) restauración de la fertilidad del
suelo. No se abandonan las parcelas porque rinden menos, sino en
anticipación de una disminución en producción – conocimiento transmitido
por las generaciones anteriores (NUESTRO ÉNFASIS) Si el periodo de
barbecho es demasiado corto, ni el 1, ni el 2 ocurre33.
Más allá que la sostenibilidad posible en la agricultura itinerante o rotativa integral
es lo que está más atrás de la idea que la agricultura o cultivación itinerante es parte de los
que se llama el continuo “guacal/milpa-barbecho-bosque” donde el éxito de uno en
términos de la reproducción social y cultural y la misma producción de excedentes depende
de i) un uso extensivo y variado del ecosistema agroforestal y ii) “conocimiento
transmitido por generaciones” o lo que se conoce como conocimiento ecológico
tradicional. Este último también implica que las prácticas de cultivación están entrelazados
con las prácticas espirituales y cosmovisión de las personas.
Los estudios de Víctor Toledo y Narciso Barrera-Bassols sobre la memoria biocultural
y la ecología de las sabidurías tradicionales demuestra “el aprovechamiento de la
31 Harold Conklin 1957 32 Pelzer 1967 c.d Christanty, 227 33 John J. Ewel, “Litter and fall decomposition in a tropical forest succession in Eastern Guatemala”, The Journal
of Ecology, 64, no. 1 (1976): 293-308
19
biodiversidad local y regional por parte de las poblaciones humanas”34. Muestran como la
reproducción social y cultural de muchos pueblos indígenas depende de su conocimiento
dinámico (complejo, histórico, adaptivo), explicando35:
En este ámbito se reconocen los conocimientos que los productores rurales
tiene sobre las diferentes dinámicas de la naturaleza, tales como ciclos
lunares, movimientos de materiales sobre la superficie (por ejemplo, la
erosión de suelos), niveles de mantos freáticos, eventos climáticos,
movimientos de aguas subterráneas, ciclos de vida de las especies, períodos
de floración o nidificación, etc., todos los cuales adquieren una enorme
importancia en la ejecución de los procesos productivos. De entre estos
destaca, por supuesto, el conocimiento sobre el proceso de la sucesión
ecológica, que es el fenómeno a través del cual, los ecólogos designan la
paulatina recuperación o regeneración de los ecosistemas (generalmente
identificados en el espacio en función de la vegetación) ante cambios
catastróficos naturales (sucesión primaria) o de origen antrópico (sucesión
secundaria).
Este evento, adquiere su más obvia expresión paisajística así como su mayor
importancia productiva en las zonas forestales (tropicales y templadas), ya
que en esas regiones la estrategia indígena gira alrededor de la comprensión
y el manejo de los diferentes estadios que adquiere la vegetación (selvas y
bosques), tras ser reemplazada por una agricultura itinerante.
Para mejor poder concebir estas prácticas reproductivas y visión alternativa del
mundo, ya que no cabe ni en el imaginario destructivo actual de roza y quema ni en nuestra
idea de monocultivo y agricultura comercial, miramos la figura que Toledo y Barrera-Bassols
usan para visualizar la biodiversidad y extensión de uso y conocimientos de los Maya
Yucatecas. Las nomenclaturas en maya yucateca y que traducen en castellano en al menos
seis componentes que conforman la estrategia de su uso de múltiples recursos naturales en
forma extensiva: i) la milpa donde se cultiva el maíz y otras especies, además de otros
sistemas agrícolas, ii) el huerto familiar, iii) las selvas secundarias, las selvas maduras, iv) las
selvas manejadas, y v) los cuerpos de agua.
34 Victor M. Toledo y Narciso Barrera-Bassols. La memoria biocultural. La importancia ecológica de las
sabidurías tradicionales, (Junta de Andalucía: Icaria Editorial, 2008), 152. 35 Ibid, 97-98.
20
El “problema” con estos componentes que se ve en figura 1 del Uso múltiples de los
recursos por los maya yucatecos, es que no son visibles al ojo occidental ahora, y mucho
menos cuando a los Estados les interesaba nombrar todo bosque o selva secundaria o
manejada “terrenos baldíos”.
Figura 1 Uso múltiple de los recursos por los mayas yucatecos de México (Toledo y Barrera--Bassols 2008, 152)
Según Toledo y Barrera36:
La existencia de tales sistemas nomenclaturales indica que el productor
conceptualiza unidades ecogeográficas bajo un criterio espacio-temporal,
ya que es capaz no solo de nombrar estas unidades, sino de ubicarlas como
las fracciones de una secuencia histórica de su escenario productivo, a partir
de las cuales obtienen diferentes productos. Lo anterior cuestiona la tesis
de que, bajo la agricultura tradicional, las «áreas en descanso» son
espacios improductivos, una falsa idea que proliferó durante varias
36 Toledo y Barrera-Bassols, Memoria biocultural, 98.
21
décadas, especialmente entre los analistas de la agricultura tropical de
roza, tumba y quema (Toledo, 1996) (nuestro énfasis) Por el contrario, los
diferentes estadios sucesionales que surgen tras el uso agrícola y la
consiguiente regeneración o restauración forestal, abastecen de
innumerables productos a las familias indígenas, además de ser reservas de
leña y áreas para la cacería.
Muchos de los que reconocen el sistema milpa o sea la agricultura itinerante,
ignoran, aunque sea crucial para la reproducción social de los Maya, que es “un elemental
pivotal en una estrategia de multi-uso de recursos naturales que es altamente complejo37”.
Por lo tanto, como desglosamos en las secciones dos y tres y 33 y 4, los agrimensores e
ingenieros que midieron tierras junto con los testigos que comprobaron que eran tierras
baldías, no tuvieron los conocimientos científicos para percibir cuando lo que parecía como
un bosque era parte de las tierras extensivas de los pueblos indígenas, quienes las las usaron
en formas más colectivas, sucesivas, sostenibles y vinculados con su misma espiritualidad.
Mucho menos pudieron entender que estas prácticas pudieran haber sido compatibles con
la idea moderna de progreso vinculado al mercado global38.
Desde la ecología política tambié se ve cómo las prioridades del sistema moderno
de economía mundial a veces borran el sistema tradicional, pero también se da que en
efecto los finqueros o hacendados sacan “un subsidio de mano de obra del sistema
tradicional de la agricultura que en otros momentos es fuertemente criticado y suprimido
por el establecimiento39. Toma en cuenta los procesos económicos a múltiples escalas que
influyen en el cómo y cuándo las poblaciones de productores pueden reproducir sus vidas
o no. Los grandes movimientos y decisiones económicas han influido sustancialmente en
cómo y cuándo el pueblo Maya Q’eqchi’ se traslada a las tierras bajas del Valle de Polochic
37 Narciso Barrera-Bassols y Victor Toledo, “Ethnoecology of the Yucatec Maya: Symbolism, knowledge and
management of natural resources”, Journal of Latin American Geography, 4, no. 1 (2005), 22. 38 Según Henley, es por esta 39 Esta es una observación de Michael R. Dove, sobre goma en Indonesia, pero se ve el mismo patrón en Estor
siempre y cuando este tipo de producción y explotación no sea reemplazado por actividades más explotadores. Ver “Rubber saves and destroys the community” en Michael R. Dove, Percy E. Sajise, Amity A. Doolittle, ed. Beyond the sacred forest: Complicating conservation in Southeast Asia (Durham and London: Duke University Press, 2011), 104)
22
y al área noroccidental del lago y determina si tienen suficiente tiempo y tierra para usar su
conocimiento tradicional. Reconoce que los procesos continuos de despojo de mano de
obra y despojo de tierra ha condenado a mucho de los Maya Q’eqchi’ a practicar la
agricultura itinerante parcial: limpiando tierra ajena sin tener accesos a bosques o sólo
como paso para que después sean expulsados para ganadería o monocultura.40.
1.4 Leyes nacionales e internacionales que reconocen los derechos
territoriales de los pueblos indígenas 1.4.1 El Convenio Organización Internacional de Trabajo sobre Pueblos Indígenas y
Tribales 169 Se puede unir esta perspectiva de la producción del territorio con las leyes nacionales y
tratados internacionales, lo más claro de estos sigue siendo el Convenio de la Organización
Internacional de Trabajo 169. Como explica la geógrafo y experta en el pueblo Maya
Q’eqchi’ de Guatemala, Dra. Megan Ybarra:
El Convenio 169 utiliza (el término) territorio para señalar un área geográfica en la
cual los pueblos culturalmente diferenciados reproducen su forma de vida. En otras
palabras, ser indígena significa una condición cultural que requiere una base
territorial para su sostenibilidad (Anderson, 2009, p. 151). O sea, OIT 169 no requiere
que un pueblo indígena tenga un territorio reconocido para ser indígena, sino un
pueblo indígena tiene derechos de reclamar a su territorialidad [énfasis hecha por
perita]. Como se ha visto en casos que han llegado a veredictos por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, una identidad reconocida como pueblo
indígena junto con experiencias históricas de despojo racializado basta para invocar
el convenio de la OIT referido (Gordon, Gurdián, & Hale, 2003; Grandia, 2009a; Teul,
2007). Esto significa que no es necesario demostrar una historia fijada por más de
tres generaciones, mucho menos una genealogía desde antes de la colonización
española. Además, los usos reconocidos de la tierra incluyen prácticas espirituales,
agricultura periódica, pesca y caza. Estas últimas son prácticas extensivas a la tierra
que permiten la superposición de los derechos sobre la tierra (no privatización de la
tierra)41.
40 Fikret Berkes, Sacred Ecology, 2nd edición, (London: Routledge, [1999] 2008), 246. 41 Ybarra, “Petén, Guatemala”, 59.
23
1.4.2 Los Acuerdos de Paz
Es necesario también poner las formas de despojo que han continuado después de la firma
de los Acuerdos de Paz, usando mecanismos de “terror privado y colusión pública” en
contravención con el Artículo 37 del Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y la Situación
Agraria. Como enfatiza Gustavo Palma Murga42
Vale la pena destacar el perfil con el que en este documento se define la
acción y presencia del Estado: "Como orientador del desarrollo nacional,
como legislador, como fuente de inversión pública y prestatario de servicios,
como promotor de la concertación social y de la resolución de conflictos...".
Desde esta orientación, su artículo 37 requiere que el gobierno nacional lleve a cabo
una “reforma legal” y una “resolución oportuna de los conflictos de tierra”, lo cual
no se debe traducir a evicciones a los sectores como los Pueblos Indígenas y
campesinos pobres que han sido los más vulnerados por las estructuras agrarias
históricas del país. Más bien, invita una re-examinación de cómo proteger la
autonomía local.
En este sentido, Palma Murga destaca que:
En el Acuerdo sobre Derechos de los Pueblos Indígenas (firmado el 31 de
marzo de 1995) se incluye un apartado referido a los "Derechos relativos a
la tierra de los pueblos indígenas". Se trata del reconocimiento de la
existencia de la propiedad comunal e individual de la tierra por parte de los
pueblos indígenas. Se plantea la necesidad de regular su tenencia mediante
una serie de mecanismos legales. Igualmente, se menciona la posibilidad de
la restitución de tierras a las comunidades que .....han sido históricamente
las víctimas de despojo de tierras...", Por otro lado, el Acuerdo para el
Reasentamiento de las Poblaciones Desarraigadas por el Enfrentamiento
Armado (firmado el 17 de junio de 1994) también se hace referencia a la
cuestión de la tierra, tanto a partir del abandono obligado de ella por la
guerra, como por las carencias que origina la estructura de tenencia vigente
en el país43.
42 Gustavo Palma Murga, “El Acuerdo Socioeconómico y Situación Agraria y la Problemática de la tierra en
Guatemala,” en Guatemala (1983-1997): ¿Hacia dónde va la transición? (Guatemala: FLACSO, 1998), 81, n.p. 14. 72-86. 43 Ibid, 82, n.p. 15.
24
1.4.3. Constitución Política de la República de Guatemala:
El contenido de la parte dogmática de la Constitución Política de la República de Guatemala,
cuenta con artículos específicos con relación a la tenencia y derechos de los pueblos
indígenas sobre sus territorios; tal y como lo establecen los artículos 66 y 67:
“Artículo 66.- Protección a grupos étnicos. Guatemala está formada por diversos
grupos étnicos entre los que figuran los grupos indígenas de ascendencia maya. El
Estado reconoce, respeta y promueve sus formas de vida, costumbres, tradiciones,
formas de organización social, el uso del traje indígena en hombres y mujeres,
idiomas y dialectos.
Artículo 67.- Protección a las tierras y las cooperativas agrícolas indígenas. Las tierras
de las cooperativas, comunidades indígenas o cualesquiera otras formas de tenencia
comunal o colectiva de propiedad agraria, así como el patrimonio familiar y vivienda
popular, gozarán de protección especial del Estado, asistencia crediticia y técnica
preferencial, que garanticen su posesión y desarrollo, a fin de asegurar a todos los
habitantes una mejor calidad de vida. Las comunidades indígenas y otras que tengan
tierras que históricamente les pertenecen y que tradicionalmente han administrado
en forma especial, mantendrán ese sistema”44.
Del contenido de estos artículos puede comprenderse un reconocimiento explícito por
parte del Estado de Guatemala, de las formas de tenencia, posesión de forma comunal o
colectiva de la tierra, que hacen las comunidades indígenas; y para el caso específico la
forma de administración que realizan los pueblos y comunidad maya Q’eqchi’.
1.5 Metodología, métodos y herramientas
Una visión relacional de la producción de territorio en sí requiere una metodología de
múltiples escalas. No se puede entender la ilegalidad de la inscripción y traspasos sucesivos
de las tierras reclamadas por la Comunidad Indígena Maya Q’eqchi’ Plan Grande sin
entender las dinámicas históricas entre el espacio local, la región, las Verapaces, el país y el
sistema mundial dominante. En este sentido la metodología requiere muchas fuentes
distintas desde las cuales podemos tejer un análisis específico.
44 Constitución Polìtica de la República de Guatemala, 1986.
25
Para poder trazar las dinámicas territoriales de los Maya Q’eqchi’ en relación a las
lógicas de exclusión, eliminación y desdibujo que subyacen las políticas de la Colonia y la
República hemos acudido a varias metodologías, métodos y herramientas. La metodología
en sí, siempre es inseparable de la teoría. Es importante subrayar que la metodología presta
de múltiples métodos y herramientas para poder establecer RELACIONES espaciales e
históricas que no siempre se perciben. Investigamos y constatamos los derechos ancestrales
Q’eqchi’ a las tierras al sur de la Sierra de Santa Cruz y noroeste al lago de Izabal
estableciendo un patrón histórico-espacial de uso y de conocimiento por parte de los Maya
Q’eqchi’ por un lado, y un patrón histórico-espacial de desuso, mal uso, irregularidad e
ilegalidad por parte de los supuestos terratenientes y el estado por el otro.
Investigamos los actores involucrado en el proceso hasta donde el récord histórico
permitía y combinamos esta investigación con un análisis coyuntural de las dinámicas
locales, nacionales y regionales al tiempo de los traspasos. De este modo podíamos no solo
nombrar las anomalías en el registro y traspaso sucesivo de las tierras, sino vincularlo con
otras anomalías e ilegalidades del tiempo. Esta metodología requiere varios pasos
metodológicos no sucesivos sino iterativos, navegando donde la sospecha nos lleva y
regresando y releyendo fuentes cuando nos surgen nuevas pistas o dudas que requieren tal
revisión.
Primero, revisamos los peritajes y dictámenes ya existentes en relación al territorio
Q’eqchi’ y los derechos ancestrales, especialmente el Peritaje histórico registral del
Licenciado Juan Carlos Peláez, referente al Caso: “VIOLENCIA SEXUAL EN EL CASO SEPUR-
ZARCO EN EL MARCO DEL CONFLICTO ARMADO INTERNO GUATEMALTECO” y la de Sierra
Santa Cruz Expediente 01192-2015-00152 de la Sala Quinta resolución a de la Corte de
apelaciones del ramo civil y mercantil. En la resolución, la Corte cita directamente los
puntos claves del peritaje presentado en dicho caso. Así estas fuentes mismas representan
investigaciones profundas y ya con reconocimiento se basan en muchas fuentes
secundarias. Estos casos sientan los precedentes sobre los cuales se empieza a tejer la
presencia del Pueblo Maya Q’eqchi’ en las tierras reivindicadas por la Comunidad Plan
Grande y su uso desde tiempos ancestrales de ellas. Estos casos también nos introdujeron
26
a los Códigos, Decretos, Acuerdos y Tratados Internacionales que gobernaron la inscripción
y traspaso de tierras y los derechos de los pueblos indígenas. Por ejemplo, como se ve arriba
en la sección 2.4, ante el Corte Interamericano de Derechos Humanos, los Q’eqchi’ tienen
el derecho como pueblo de reclamar su territorialidad sin tener que probar “una historia
fijada por más de tres generaciones”. Aún con la credibilidad de estas fuentes, regresamos
a las fuentes originales en toda instancia posible para minar por otras pistas y/o constatar
la interpretación de la fuente.
Segundo, hicimos una relectura de fuentes secundarias antropológicas, históricas,
ecológicas, geográficas, y políticas para escudriñar cómo, cuándo y bajo qué condiciones
materiales y discursivas se iba reconfigurando el territorio Maya Q’eqchi’ en tal forma que
esta reconfiguración constata una violación sistemática de los derechos ancestrales del
pueblo. De importancia particular son los estudios de Laura Hurtado Paz y Paz, Liza Grandia,
y Megan Ybarra por sus visiones amplias de las dinámicas de los Q’eqchi’ en relación a los
procesos de la colonización español y continua en el desarrollo del capitalismo, y por la
revisión de pares que han tenidos sus trabajos como testimonio de su rigor académico. Cada
una de estas autoras, nos abrieron a otras fuentes que consultamos cuando se considerara
necesaria profundizar en los argumentos o evidencias citadas ofrecidas.
Por un lado, buscamos constatar específicamente la experiencia del desarrollo
militarizado y despojo que se dio en medio de la guerra civil, recurriendo a fuentes como
son los informes de la Comisión de Esclarecimiento Histórico y por otro buscamos establecer
la línea de tiempo de la presencia y las prácticas del Pueblo Q’eqchi’ en el territorio y
demostrar la sostenibilidad de las prácticas productivas y reproductivas de los Maya
Q’eqchi’, dato importante frente el cambio climático que nos afronta hoy en día.
Para tal fin recurrimos también a las publicaciones y se entablaba correspondencia
con académicos quienes desde las ciencias naturales y la arqueología realizaron
investigaciones en los alrededores de la finca Plan Grande entre los años 1960 y 1980,
cuando por la situación del conflicto interno armado era muy difícil llevar a cabo
investigación desde las ciencias sociales en el nororiente del país. También estas fuentes
27
complementan las entrevistas que realizamos a la población actual (ver abajo), reafirmando
la presencia o no de finqueros y las tensiones y violencia que se vivía en relación a la tierra
especialmente con el incremento de la presencia militar. Toda fuente secundaria y
correspondencia hecho en inglés está traducida al español por el perito, si no afirme lo
contrario.
Tercero estudiamos los archivos de adjudicación y traspaso de las tierras, buscando
determinar i) si los agrimensores y oficiales del estado cumplieron con los requisitos del
tiempo (cosa que no se hizo); ii) la relación entre declaración de tierras baldías con el uso
indígena de las tierras; y iii) la dudosa legalidad de los primeros traslados extra-familiar. El
trabajo en archivos también permitió constatar la presencia histórica de población indígena
en las tierras de Plan Grande, aunque no abordó a los mecanismos de las dictaduras de
turno para legalizar su presencia en su territorio de conocimiento ancestral.
Cuarto, contamos con el trabajo de campo de un equipo de investigación que
entrevistaron a los comunitarios afectados, y unos no afectados, para ir re-tejiendo las
acciones del sujeto colectivo Q’eqchi’ frentes estas ilegalidades.
2 Dinámicas de despojo y defensa de la vida de los Maya de las
tierras bajas:
Las dinámicas geográficas-históricas de los pueblos Maya Q’eqchi’ y Maya Poq’omchi’
están conformados por las tensiones y disputas entre las formas legalizadas por el Estado y
tergiversados por las elites y militares para usurpar sus tierras, extraer su mano de obra y
debilitar su identidad y autoridad política, por un lado y los esfuerzos legítimos de los
pueblos para garantizar su reproducción social y cultural, incluyendo su forma histórica de
movilidad, por el otro. Para situar el caso de la Comunidad Plan Grande de Estor en el
marco de lo que ha sido las dinámicas de movilidad, expansión, absorción, defensa y
despojo del pueblo Maya Q’eqchi’ en esta sección presentamos dos cuadros históricos y
dos mapas arqueológicos. Mientras los primeros plantean en forma sintética i) la presencia
constante de los pueblos mayas en las tierras del lago de Izabal y ii) la periodización
28
desarrollado por la antropóloga Laura Hurtado Paz y Paz en conversación con la antropóloga
Liza Grandia sobre los grandes despojos que han enfrentando el Pueblo Maya Q’eqchi’ en
su largo caminar. Se agrega al principio un despojo general de los Pueblos Indígenas
propuesta por el antropólogo Alejandro M. Flores Aguilar que pone en relieve la tensión
constante entre legitimidad y legalidad que viven los pueblos Mayas en Guatemala, y las
dimensiones de violencia que la acompaña.
2.1 Vista general de la presencia contínua de los Mayas en las orillas del
lago hacia las faldas de la Sierra
En esta parte introductoria, se utiliza cuadros , mapas, y citaciones creados, además de
citaciones directas del Peritaje histórico-registral: Caso violencia sexual en el Caso de Sepur
Zarco en el marco del conflicto armado hecho por el Licenciado Juan Carlos Peláez. Nuestro
propósito es presentar en forma escueta tres aseveraciones: i) que las tierras bajas del Lago
de Izabal hacia las faldas de la Sierra de Santa Cruz, son tierras indígenas ancestrales
cuidados, transitados, y habitados por los pueblos Mayas; ii) que aunque la presencia Maya
en estas tierras ha contraído y expandido en relación a despojo, reubicaciones, huidas y
migraciones, los Pueblos Mayas y especialmente el Pueblo Maya Q’eqchi’ sigue en relación
tierra-bosque con estas tierras como parte de su derecho ancestral , y iii) la contracción y
expansión del Pueblo Maya Q’eqchi’ se dan en relación a múltiples fuerzas modernizantes
y reflejan sus múltiples formas de defender su capacidad de reproducirse como pueblo.
Cómo explica el Licenciado Juan Carlos Peláez, el Pueblo Q’eqchi era una de las
poblaciones que poblaron el área del Lago de Izabal y el Valle de Polochic:
Con la finalidad de fundamentar la observación anterior, vamos a citar el ensayo
publicado por Juan Pedro Laporte y el cual se titula “La Población del Norte de Alta
Verapaz, Sur de Petén e Izabal” el cual sostiene “…se trata de analizar los
movimientos poblacionales efectuados durante los siglos XVI y XVII en el norte de
Alta Verapaz, el Sur de Petén y en Izabal. Esta es una amplia y diversa área
geográfica que comprende tierras llanas, montañas, cerros calizos y aislados, zonas
costeras y lacustres y ricos valles aluviales que conforman un hábitat intermedio
29
entre las Tierras Altas y Bajas. En el conjunto sobresalen abundantes vías fluviales
que inciden en el patrón de asentamiento humano y en las posibilidades de
interrelación comercial…Desde el comienzo de la evangelización dominica se
menciona la existencia de siete lenguas en la región, pero solo dos eran las usadas
por la mayoría, el Chol y el Kekchí (q’eqchi’) (-véase la Relación de la Provincia y Tierra
de la Verapaz, años 1544 a 1574, de los Frailes: Gallego, Viana y Cadena, en su capítulo
segundo-), en las cuales se impartía la doctrina cristiana…
El grupo central de la comarca Kekchí está situado en el altiplano de Cobán y
Carchá…Antiguamente, otro grupo de kekchí habitó un ecosistema de tierra baja
(kekchí-chol). Hacia el este ocupó la Sierra de Santa Cruz y la ribera norte de la
cuenca del Río Polochic…en el siglo XVI llegó al Río Cancuén…A finales del siglo XIX
se había mezclado con hablantes de mopán en comunidades del sur de Belice…La
etnia kekchí llega hasta el Mar Caribe, convive con grupos no mesoamericanos e
integra una poderosa minoría en comunidades como en Livingston y Punta Gorda
…El kekchí en su expansión de los últimos tres siglos, absorvió grupos aislados de
pokomchí, chol, lacandón y mopán, y sus hablantes adquirieron costumbres,
creencias y peculiaridades de pronunciación y gramática, pero conformaban en
conjunto un grupo homogéneo…es clara la importancia que deben haber tenido las
poblaciones kekchíes en relación con el comercio, por su posición favorable entre
tierra alta y tierra baja.
Para tener más datos sobre las primeras noticias del contacto de los
españoles con el área de la Cuenca del Lago de Izabal se puede
documentarse en las noticias dadas por Hernán Cortés (en “Quinta Carta
Relación para el Emperador Carlos V el 3 de septiembre de 1526”. Ed. Porrúa,
México, 2010, págs. 316-324) y las que nos traslada Bernal Díaz del Castillo (en
la “Verdadera y notable relación del descubrimiento y conquista de la Nueva España
y Guatemala”. Capítulo CLXXX, Tomo II. Tipografía Nacional. Guatemala, 2009,
Págs. 259-262); o las que nos transmite en su Crónica Indígena Fernando Alva
Ixtlilxóchitl (en “Décima-tercera Relación, de la Venida de los Españoles y Principio
de la Ley Evangélica”. Ed. Porrúa, México, 2096, págs. 850-852).
30
En apoyo a las aseveración de Peláez, y como se consta en el peritaje de Diego
Vásquez Monterrosa, los investigadores arqueológicos han documentado que ya desde el
período preclásico (del 2000 AC al 250 DC) sitios ceremoniales de la población Maya
alrededor del lago de Izabal y en las proximidades del Río Dulce en el período posclásico
(del 900 hasta 1524).
El cuadro 1 y las Figuras 2 y 3 dan distintas lentes pero resaltan el mismo punto.
Aunque, las orillas del lago de Izabal no fue tan poblado como las grandes ciudades Mayas
de Petén, o al lado de los Ríos Motagua (Quirigua) o Copán (Copán) desde hace más que
2000 años poblaciones Mayas cultivaron y vivián de las orillas del lago hacías las faldas de
la Sierra (Ver Figura 3).
Cuadro 1 Sitios arqueológicos en el Departamento de Izabal según periodo45
45 Construido por Mario López Barrientos, “Las comunidades Q’eqchi’ y las áreas protegidas en Livingston,
Izabal.. Insumos para un análisis de correlación de fuerzas”, Equipo de Estudios Agrarios –AVANCSO, documento interno, 2009, 12. Fuente Historia General de Guatemala, Tomo 1: Época precolombina (Guatemala: 19 )140-141, 160-161 y 190-181.
31
Figura 2 Sitios arqueológicos alrededor del Lago de Izabal
Fuente: Ruud van Akkeren Historia y cosmovisión de la franja del Polochic (Guatemala: E.D.E. Consulting & Solidaridad , 2008): 9.
32
Figura 3 Mapa de tipos de asentamiento arqueológico en la zona del lago Izabal46
Fuente: Barbara Voorhies. “Settlement patterns in two regions of the Southern Maya Lowlands,” American Antiguity 37, no. 1, (1972): 115 – 126.
Cuadro 2 crea una línea de tiempo de constancia de los pueblos mayas principalmente
q’eqchi’ en la zona del Lago de Izabal
46 Traducción del Clave del mapa: Cave sites = sitios de cuevas; House ruins = ruinas de casas; Stone
Alignments = alineación de piedras; Mounds = Montículos; Surface Sites = sitios de superficie; Minor Ceremonial Centers = Centros ceremoniales menores; Major Ceremonial Centers = Centros ceremoniales mayores; Roads = Calles; Swamps = Pantano.
33
Cuadro 2 Presencia Contìnua
Fechas de
presencia Autor Presencia que constata Interpretación
Preclásico a Clásico tarío
Barbara Voorhies47
Preclásico a Clásico tardío
Estudio del Proyecto Izabal
Vilma Fialko c.d María Sara Santa Cruz Fortin de García48
“…es factible que los habitantes prehispánicos de la
Cuenca del Lago y del Valle del Polochic hayan sido de
afiliación Chol con influencia Kekchí para el período del
Clásico Tardío o incluso Preclásico; que
específicamente serían los llamados Kekchíes de tierras
bajas por Laporte”
Clásico Tardío
Durante tardío clásico se ve un gran aumento de
población por el lago. “Son modestos áreas pre-
hispanos bautizados con los nombre el San Felipe, El
Bongo, Santa Rosa, Pataxte, y Sepila por los
arqueólogos (maya choles principalmente).
1525-26 Hernán Cortés
en su quinta
carta al Rey
Carlos.
Los pueblos indígenas de la región cultivaron en las
tierras alrededor y cerca de las orillas del Lago de
Izabal. Hay una abundancia de indígenas tanto
alrededor del Lago como en las faldas de las montañas
y por todo el corrido de los Ríos Polochic y Dulce.
Nota también que hablan distintos idiomas. Toma
(roba) provisiones de una aldea grande en las faldas
de Sierra Santa Cruz.
Hay un uso extensivo de
las tierras y bosques por
parte de los pueblos
indígenas, y que no hay un
solo pueblo allí. Tiene una
capacidad grande de
producción, cosecha, caza
de una variedad de
productos
Medios del siglo 16
Rebecca Orozco49
“España consolidó su posición en Guatemala,
mediante la fundación de varios puertos o
asentamientos alrededor del lago de Izabal, como
Bodegas Altas (parte integrante del territorio
Significa que desde allí
podían capturar a los
pueblos originarios,
usando su mano de obra o
47 Barbara Voorhies, Settlement patterns in two regions of the Southern Maya Lowlands,” American Antiguity
37, no. 1, (1972): 115 – 126. 48 Vilma Fialko, El Pataxte, Izabal, Guatemala: una aproximación a su contexto social-cultural. Tesis de
Licenciatura en Arqueología, Escuela de Historia, Guatemala: Universidad de San Carlos,1982): 17; c.d. Maria Sara Santa Cruz Fortin de García, Arquitectura Doméstica en sitios arqueológicos de la Cuenca del Lago de Izabal y sus interrelaciones Socioeconómicas. Guatemala, tesis USAC, 1983, p. 18 c.d. J.C. Peláez, Peritaje histórico-definitivo; 13. 49 Rebecca Orozco, “El Proyecto Arqueológico Izabal: hallazgos históricos en el Lago de Izabal 1990-1991”. En
V Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 1991, editado por J.P. Laporte, H. Escobedo y S. Brady ( Guatemala: Museo Nacional de Arqueología y Etnología, 1992): 304-307, c.d. Peláez, Peritaje histórico definitivo.
34
conocido con el nombre de San José de las Bodegas),
Bodegas Bajas y Nueva Sevilla en las bocas del Río
Polochic así mismo en la vertiente de dicho río entre
otros)
trasladándose a
reducciones
1866 Julio Castellano
Cambranes50
El Corregidor de Chiquimula informó que un cura Don
José Güell había explorado y trazado un camino que
de Río Hondo, Zacapa, a través de la Sierra de las
Minas comunicaba con Pueblo Viejo, Telemán y
Panzós, y que en la ladera de la Sierra de las Minas se
encontraban diseminados como 5 o 6 mil indios
oriundos de San Pedro Carchá
1884 Helen
Sanborn51
La norteamericana Helen Sanborn (1857-1937),
describe el viaje que entablaba con su padre quien era
importador de café y especies. Describe el pueblo de
Estor (a mitad del Lago) teniendo unos 600 indígenas,
y describe poblaciones indígenas en todo su recorrido
de Livingston, por el lago subiendo por el río Polochic
hasta Panzós.
1885 AGCA… Productores mayas sembrando maíz y …dentro de las
50 caballerías
1880s -
1900
AGCA-B Exp.
78, Leg. 28765
Frecuentes emigraciones de grupos “oriundos de Alta
Verapaz al Departamento de Izabal”
“´los indígenas de Senahu emigran al Departamento
de Izabal y Livingston´” y que encontrándose en esta
localidad sitios abandonados sin que pertenezcan a
propiedades particulares obtenidos con título legal
así..
Significa
50 Don José Guell al Corregidor de Chiquimula, citado por Julio Castellano Cambranes, Café y campesinos en
Guatemala, 1853-1897, (Guatemala:Editorial Universitaria, 1985): 482-486, c.d. Peláez, Peritaje histórico definitivo. 51 Helen J. Sanborn, A winter in Central America and Mexico. A travel journal by Helen J. Sanborn, 1886. (Guatemala: Museo Popol Vuh, Universidad Francisco Marroquín, 1996): 31, c.d. y traducida por Hurtado Paz y Paz, La histórica disputa, 14.
35
Cuadro 3 Despojos desde los procesos de contratación y expansión de los q’eqchies en la
zona del lago de Izabal
Periodo Despojo Características Citación
Siglo
XVI
Los Pueblos de
Indios
“la expropiación del ‘no’”;
el discurso colonial no era que se quitara la
propiedad de los naturales, sino que son como
los niños y por lo tanto para su protección
contra la violencia ilegítima “el indio bárbaro y
hereje.…es despojado de la posibilidad del ‘no’;
del no al despojo de tierras, del no a la
reducción de indios, del no al tributo, del no a
la evangelización.
Alejandro M. Flores
Aguilar52
Siglo
XVI
Los Pueblos de
Indios (2)
Indígenas q’eqchi’es, poq’omchi’s, y manche’
choles fueron concentrados en Pueblos de
Indios
Obligados a abandonar su forma de producir y
de reproducirse: cultivación, caza,
espiritualidad, gobernanza
Esto despojo permitió a la Corona Español
dotar a los conquistadores con tierra para
extracción de trabajo y para pagar impuestos a
la Corona.
Laura Hurtado Paz y Pay
Liza Grandia53
Siglos
XVII -
XIX
Repartimientos
s,
Mandamientos
Sistema de trabajo obligatoriamijnicia con
cédula royal en 1601 y regulado por operacion
en 1603
McCreery, 199:,94.
Simpson ;repartimiento
System 1938:,129-49,
Martínez Palaéz,
1969:466-74
1823 Primeras concesiones e intento de crear
baldíos para la propiedad privada
1871 Denuncia de
baldíos y
concesión a
Mecanismo institucionalizado con la Reforma
Liberal de 1871.
Laura Hurtado Paz y
Paz54
52 Alejandro M. Flores Aguilar, “Violencia originaria, aporía y la expropiación del ´no.’ Francisco de Vitoria”
Eutopía no. 5 (En prenta): 173-198. 53 Laura Hurtado Paz y Paz y Liza Grandia. “Multi-ethnic communal and collective forms of tenure in Post-War
Guatemala: Lessons from the Petén”. Paper prepared for presentation at the Annual World Bank Conference on Land and Poverty. The World Bank - Washington DC, April 8-11, 2013. 54 Laura Hurtado Paz y Paz. La histórica disputa de las tierras del Valle del Polochic Estudio sobre la
propiedad agraria (Guatemala: Serviprensa, 2014);10,25
36
empresas
extranjeras (2)
“Denuncia de terrenos baldíos” para
comprarlos en subasta pública al Estado, o
Acceder a tierras nacionales a través de
“concesión” –mecanismo utilizado por
empresas extranjeras—, ignorando en el acto
la presencia de población indígena originaria y
desconociendo derechos anteriores de
posesión de dicha población
1871-
1944
Despojo de
mano de obra y
libertad:
cambios
sucesivos de
Leyes que
“capturaron” la
mano de obra
indígena.
Mandamientos
David McCreery55
1890-
1955
Violación de
figura del Ejido
para hacer de
esta tierra
propiedad
privadas
A partir de la figura de Ejido se extiende un
título supletorios a favor de un “grupo de
vecinos” (personas individuales) y finalmente
es adquirida por un terratenientes
Laura Hurtado Paz y
Paz56
1927 Concesiones de
tierras
nacionales a
empresas
extranjeros de
uso temporal
pasaron a
manos privadas
Las concesiones a la empresa de ferrocarril
pasaron a testaferro, el señor Ricahrd N.
Aylwrd para luego ser adquiridas por el
representante de la empresa bananera
Polochic Banana Company y luego a
particulares
Laura Hurtado Paz y
Paz57
1949-78 Uso de poder y
cargos en
instituciones
públicas para
devolver las
tierras
expropiadas de
1944-1949 a sus
Totalidad de tierras adjudicadas a campesinos
indígenas devueltas a sus antiguos dueños.
Creación de sociedades anónimas para tomar
control tierras bajo el usufructo control del
ferrocarril.
Laura Hurtado Paz y
Paz58
55 David McCreery, Rural Guatemala 56 Hurtado Paz y Paz. La histórica disputa,75. 57 Ibid., 51. 58 Ibid.,54.
37
antiguos
dueños.
1968-
2005
Titulación
suplementaria
de fincas
matrices para
especular con
las tierras
Una vez titulada supletoriamente, el nuevo
propietario pone en marcha los mecanismos
“legales” para especular con la tierra (civiles y
militares)
Laura Hurtado Paz y
Paz59
1980s Despojo
espiritual:
En Cobán, el ejército presentó la base militar
como Casa del Soldado Tzuultaq’a,
(espíritu/dueño) de la montaña
Richard Wilson60
2.2 De tierras mayas a tierras baldíos, “mejoría” y la creación de la
propiedad privada
Después del triunfo de Justo Rufino Barrios, la reforma liberal impulsaría una nueva
era de despojos realizados por medio de los sucesivos dictadores liberales que se instalarían
a gobernar en un período que va desde 1871 hasta 1944. Con una combinación de
legislación y maniobra al margen de la legislación repartían gran parte de las tierras
considerados por los pueblos indígenas como parte de su territorio indígena, a los pueblos
milicianos y militares, serían recompensados adjudicándoseles tierras, un botín nada
despreciable para los allegados de61. Entre estas las políticas impulsadas fueron i) la
repartición de tierras “aptas para el café”; ii) las concesiones a militares y otros aliados a
tierras bajas para comprar o recompensar su lealtad; y concesiones a extranjeros de Europa
y los Estados Unidos para diseños “civilizatorios de desarrollo”, blanquéamiento, y lucro
59 Ibid.,61. 60 Richard Wilson ‘‘Machine guns and mountain spirits. The cultural effects of state repression among the
Q’eqchi’ of Guatemala.’’ Critique of Anthropology, no. 11 (1991): 33–61; 51) 61 Laura Hurtado Paz y Paz, Dinámicas agrarias y reproducción campesina en la globalización el caso de Alta
Verapaz, 1970-2007. (Guatemala, Guatemala: F & G Editores, 2008): 64
38
personal. En esta subsección tocamos uno de los argumentos claves del peritaje: la creación
burocrática y la ficción legal de “tierras baldías” o “terrenos baldíos” como mecanismo de
lograr estas políticas.
Primero, los supuestos detrás de las determinación de tierras nacionales baldío no
han sido uniformes en Guatemala desde la Independencia. Más bien han ido cambiando
con las intenciones e intereses de los gobiernos de turno, los militares, y los sectores elite.
Hacemos un rastreo en términos de los cambios en su uso, y los códigos y leyes que
gobernaban la determinación y adjudicación de las baldías. Después miramos con una
lente más fina las leyes que gobernaban las tierras baldías entre 1882 (cuando José Padilla
denunció la Finca Murciélago para el General Don Juan Martín Barrundia y 1920 cuando se
inscribió el Lote “P” en nombre del General José Víctor Mejía de León .
2.2.1 Definiendo “tierras baldías”: la construcción de un mecanismo de despojo
Con relación a los baldíos o sea a las tierras supuestamente no poseídas ni tituladas
por nadie y cuyo origen eran las tierras realengas coloniales, se emitió varios decretos desde
la época del régimen conservador con el objeto de privatizarlos; esta situación se acentuó
en el marco de los procesos de reforma liberal. Cuadro 4 ofrece unas de las lógicas
cambiantes que dieron forma al significado de tierra baldía. Lo que demuestra es que es un
término contestado y sumamente racializado. Pasa de desvalorizar las formas productivas
de los pueblos indígenas a convertir y naturalizar a ellos mismos, los y las que vivían en,
cuidaban y cultivaban los llamados baldíos, como colonos, parte intrínseca de la propiedad
privada adjudicada.
Cuadro 4La ficción legal de tierra baldía
AÑO ¿QUÉ SIGNIFICA TIERRA BALDÍA? CONTEXTO FUENTE
1825 El primer significado de la tierra baldía era atraso y bloqueo a la creación de riqueza. “En 1825, se ordenó que los terrenos baldíos fueran reducidos a propiedad particular, bajo el argumento de que la agricultura era la fuente primera de la riqueza pública y el reducido número de propietarios la causa fundamental
La necesidad ideológica del liberalismo para consagrar el motor de desarrollo en la propiedad privada.
Gustavo Palma Murga
39
del atraso. En 1877, el Decreto 170 ordenó redimir del censo enfitéutico todas las propiedades que estuviesen afectas al mismo –es decir, se suprimió el acceso a la tierra en usufructo a los pobladores de los municipios—, haciendo evidente el interés estatal por regular el acceso a la propiedad de la tierra. Pocos años más tarde se precisó el concepto de “tierras baldías”, ampliándolo y dejando fuera de consideración la ocupación histórica de comunidades en su interior. Se establecieron precios de la tierra según sus calidades y usos y se establecieron máximos de extensión de tierras a ser otorgadas por el Estado en subasta pública a particulares. Lo anterior excluyó en el acto a aquellos que no dispusieran de capital suficiente para participar en dichos procesos. Finalmente, el 1894 se emitió la primera Ley Agraria, reiterando y afinando las disposiciones anteriores”
et, al 62 45-57
1867 Las élites republicanas creyeron que los sistemas de
organización comunitaria Q’eqchi´y su agricultura itineraria
fueron marcadores y señales de inferioridad. En 1867, el
gobernador de las Verapaces describió estas costumbres
como evidencia de “una falta de moralidad”.
Justificación de la necesidad ideológica de liberalismo
McCreery
1994: 167.63
1881 Se establece un libro completo que reúne las disposiciones
para acceder a la propiedad y titular baldíos
Establecimiento de ficción legal-burocrática.
Código Fiscal
el 17 de junio
de 1881;
1895 Sigue la lista de las tierras comunales afectadas ese año de 1895. De tal manera que la disposición final del Decreto 483 que asentaba que “Toda venta de tierras baldías lleva consigo tácitamente sobreentendidas las condiciones siguientes: Que la venta se hará siempre sin perjuicio de tercero” –entre otras–, resultaba totalmente irrelevante y fue permanentemente incumplida.
Otra evidencia de concepto racista en que la expropiación no podía dañar “el tercero”, la persona indígenas
Hurtado, 2014:20
1897 No es la ausencia de población, pues, la que justifica la ocupación de las tierras, sino el interés de establecer en ellas plantaciones de café y disponer del trabajo forzado de los indígenas. Hay un reconocimiento explícito de la presencia indígena; es más, el poblamiento de dichas tierras será un aliciente más para ocuparlas, por la disponibilidad de mano de obra que representa. Tomemos a manera de ilustración la elocuente anotación del
60. AGCA. “Título librado a favor del General Don Manuel Aguilar de un lote de terreno baldío denominado ‘Guaxac’, sitio en jurisdicción de Tucurú,
Hurtado, 2014:1764
62 Gustavo Palma Murga et al. Procesos agrarios desde el siglo XVI a los Acuerdos de Paz. Guatemala, FLACSO/
MINUGUA/ CONTIERRA, 2002. 63 McCreery, David. Rural Guatemala,1760-1940. Stanford: Stanford University Press, 1994, 167. 64 Hurtado Paz y Paz, La histórica disputa, 17.
40
ingeniero medidor que en 1897 realizó la medida legal del “baldío” denominado “Guaxac” en el municipio de Tucurú: “Como queda ya indicado, ‘Guaxac’ está a una legua próximamente de Tucurú al lado septentrional, y por consiguiente inmediato al río Polochic y a la carretera de Panzós que corre a la par. Todo el terreno es fértil y muy a propósito para el cultivo del café, abunda mucho el agua, es bastante sano y el clima agradable. Hacen falta caminos en el interior del terreno, pero será fácil su hechura por haber allí suficientes brazos”.60.
Departamento de Alta Verapaz”, 1897.
1890-1900
El geógrafo David Sapper en la última década del siglo XIX,
asienta la siguiente definición de las tierras baldías:
“…terrenos baldíos, poblados por familias indígenas, que
llevan una existencia primitiva, libre e independiente poco
influenciadas por la civilización moderna.
David E. Sapper citado en: Kit, Wade A. Costumbre, Conflict and Consensus: Kekchi-finquero. Discourse in the Alta Verapaz, Guatemala, 1880-1930. Tesis Tulane University, 1998. Página 46.
Hurtado, 2014:17
Al final, el término baldío sirvió históricamente y sigue vigente hoy para no solo desdibujar
los derechos territoriales ancestrales del Pueblo Maya Q’eqchi’, sino también funcionaba
para que los elites pudieran adjudicar no solo tierras y bosques sino la mano de obra de los
pueblos que las sostenían. La creación de la propiedad privada bajo las lógicas de
eliminación y desdibujo requiere la figura de baldío.
2.2.2 Legalizando el desdibujo
Una vez que la presencia, el cuidado y el cultivo de los Q`eqchi’ sobre su territorio fue
convertido en el vacío inmoral de tierras baldías, se levantó toda una arquitectura jurídico
para justificar el despojo. El código fiscal de 1881 estableció todos los procedimientos para
acceder a las tierras baldías.
“En el caso de que se desee adquirir un título baldío que aún no estuviera
medido, lo denunciará el interesado antes de la autoridad política
41
departamental, especificando en el escrito de denuncia la situación,
condiciones y extensión aproximada de a la tierra. Esta denuncia se
tramitará conforme a los preceptos vigentes del Código Fiscal, y dará
derecho a adquirirlo por el precio que corresponda, según las bases fijadas
a el Artículo 5, si que pueda corresponder.” Artículo 8 del Código fiscal de
1881. 65
Diez años después el límite máximo para adjudicar fue fijado en 30 caballerías. Tres años
después el Decreto 483 o Ley Agraria estableció en su Art.4 :
El máximum de la superficie que puede adjudicarse a una sola persona, será
de quince caballerías, no debiendo tramitarse solicitud alguna por mayor
extensión, aún cuando fuere presentada por dos o más personas; quedando
reformado en estos términos, el acuerdo del 11 de diciembre de 1891.
Considerando […] Que asimismo es indispensable evitar que una sola
persona adquiera, bajo cualquier pretexto, extensas superficies que no
pueda cultivar ni hacer producir de manera alguna; y que, para conseguirlo,
no basta fijar el máximum de caballerías que puedan adquirirse, pues se
burla esa disposición, valiéndose de diferentes medios, como ya se ha
observado en la práctica, presentándose como denunciantes el padre, los
hijos y demás familiares, pretendiendo para cada uno el máximum fijado, y
siendo en realidad una sola persona la que desea ser propietaria66.
2.3 Hacia las tierras bajas: Defendiendo su reproducción social y cultural
frente las dinámicas de despojo
Para comprender las dinámicas histórico-geográficas desde las cuales la Comunidad
Plan Grande se ha luchado para que se reconozca sus derechos a su territorio ancestral
comprendido por las tierras de Lote “P”, buscamos situarlo entre las prácticas amplias de
defensa que ha empleado el Pueblo Maya Q’eqchi’ para defender su capacidad de
reproducirse como Maya Q’eqchi’ ante las dinámicas continúas de despojo que se ve en
el cuadro 4 arriba. Está subsección presenta dos procesos-prácticas entrelazados que
son a la vez acciones de defensa de la reproducción social Maya Q’eqchi’ y una expresión
profunda y tensionada de su forma extensiva ancestral de relacionar con territorio y su
65 Hurtado, La Histórica disputa , 2014:73. 66Decreto 483. Diario Oficial El Guatemalteco, Tomo XXV =, Número 24, 13 febrero 1890 c.d. Hurtado Paz y
Paz, La histórica disputa,2014: 73.
42
tierra. Al final las historias, memorias y prácticas cotidianas del Pueblo Maya Q’eqchi’ en
las tierras bajas y laderas de Izabal nos invita a
2.3.1 Repensando la migración espontánea
En Guatemala (como en muchas partes del mundo) hay una dinámica entre el
desarrollo del colonialismo y el capitalismo histórico, los grandes proyectos de desarrollo
(carreteras, presas hidroeléctricas, agro-industria), los conflictos que surgen en relación a
ellos y la migración de las poblaciones rurales e indígenas67. Es necesario deconstruir la
migración en relación a las tierras de Izabal y el Valle de Polochic. Primero son parte del
territorio de contracción-expansión del Pueblo Maya Q’eqchi’. Segundo el incremento
fuerte de migración de lo Maya Q’eqchi’ hacía las tierras bajas de sus ancestros tiene una
correlación con la intensificación de los procesos de convertir ejidos en propiedad privado
y productores en colonos de fincas y brazos temporales en las tierras altas.
Así la mayoría de Mayo Q’eqchi’ que deciden migrarse, lo hacen como última opción,
sin embargo, hay una tendencia de estigmatizar o criminalizar a los indígenas y campesinos-
pobres que migran como personas que fracasaron en sus lugares de origen y por eso
invaden terrenos y destruyen el medio ambiente68.
El hecho es que la los Q’eqchi’ han migrado en un momento u otro para i) escapar
condiciones de abuso y muerte y/o ii) poder mantener y defender su forma de vida como
Pueblo Maya Q’eqchi´, liberándose de relaciones casi esclavas de servidumbre y trabajo
forzoso migratorio. Como explica Laura Hurtado Paz y Paz:
Durante la época colonial las tierras bajas del Valle del Polochic, Izabal y
Belice, se convirtieron en un área de refugio para los q’eqchi’ frente a la
inclemente explotación en las haciendas en otras zonas de Las Verapaces y
67 Grandia, Enclosed. 68 Ybarra, Petén.
43
frente al cobro de tributo y las diversas cargas impuestas en las
“reducciones” o “pueblos de indios”.69
Lic. Juan Carlos Peláez en el Peritaje histórico definitivo del Caso violencia sexual en
el Caso de Sepur Zarco en el marco del conflicto armado elabora más este punto:
Si bien es cierto, la migración registrada del Pueblo Maya Q’eqchi’, dentro
de la historiografía oficial del grupo hegemónico, comienza a datarse en los
inicios del período republicano -1830 aprox.-, cuando se promueve las
siembras de hule, banano, chicle, corte de madera en los territorios bajos de
Izabal, Petén y Belice; y sobre todo debido a las siembras del café en
territorio tradicionalmente Q’eqchi’, factores que propiciaron a los
miembros de dicho Pueblo a movilizarse a lo que consideraban ellos
territorios libres de las cargas de servidumbre a que se encontraban
sometidos por las leyes esclavistas favorecedoras de la clase hegemónica
emergente del Estado recién estrenado70.
Fuera de los proyectos de colonización planeados por el estado o iglesia Católica que
un momento histórico fueron vistos con legitimidad, la mayoría de migraciones de los
Q’eqchi’ y Poq’omchi’ a Petén, Izabal y Belice desde la época colonial al presente son vistos
como espontáneos. Tal clasificación invisibiliza las razones por irse, la memoria histórica de
las tierras ancestrales y experiencia migratoria temporal que informa el cálculo que hacen
para decidir a dónde ir.
En contraste el Licenciado Peláez consta que los Q’eqchi’ migrantes están
regresando a las tierras donde sus ancestros fueron capturados , asesinados o extraídos
matados durante la Conquista y en el proceso de crear las reducciones.
Hoy en día, la etnohistoria nos ha venido a proveer de datos totalmente
nuevos y que desmienten los datos oficiales, mejor dicho ayudan a ubicar la
afirmación hecha anteriormente, los miembros del Pueblo Maya Q’eqchi’
migraron a lo que tradicionalmente se había considerado parte del territorio
de dicho Pueblo Originario, sea con una presencia plena y arraigada, o
mediante enclaves de índole comercial y artesanal, así como miembros de
la Liga Q’eqchi’, Ch’ol y Poqomchi’ en su lucha contra la Liga K’iche’ y su
69 Hurtado Paz y Paz, La histórica disputa. 70 Juan Carlos Pelaez, Peritaje histórico definitivo. Caso violencia sexual en el Caso de Sepur Zarco en el marco del conflicto armado. Fiscalía de Sección de Derechos Humanos. Unidad de casos especiales del conflicto armado interno. Carpeta Judicial 01076-2012-00021 MP001/2011/118096, (Guatemala, 2011): 7-8
44
expansión a mediados del siglo XV de nuestra era, previo a la invasión
española71.
Así en su mayoría, estos movimientos no fueron espontáneos sino bien calculados
con tiempo y asumiendo riesgos. Iban primero a las tierras-bosques que quedan en su
memorias actuales o la memoria histórica sino también a las tierras-bosques que ya han
pasado durante sus migraciones temporales desde el siglo XVI y adelante para poder pagar
el tributo, otro requerimiento de mano de obra en el tiempo colonial.
La presión fiscal valorizó económicamente a la Verapaz, transformándola en
reserva de mano de obra migrante en las plantaciones y obligándola a
integrarse a la economía de mercado. La necesidad de cumplir con el
tributo género ya desde el inicio del periodo colonial una tradición de
migración agrícola hacia las fincas en Zentzonatl, Soconusco, Chiquimula
y Zapotitlán entre los kekchies (...)72.
O han ido hacía zonas de refugio73, lugares en la memoria histórica donde
ellos o sus ancestros se fueron a esconder frente la explotación servil-esclavista que
les tocaba. De nuevo, la investigación de Juan Carlos Peláez, lo explica
...el hecho de la fundación de las diversas comunidades surge de una
relación existente anteriormente entre la comunidad-territorio; quiere decir
que los miembros del Pueblo Maya Q’eqchi’ mantenían una relación
pananímica (fundamentado en la cosmovisión existencial) con el territorio
que posteriormente tomaron como asiento de sus comunidades y fuente
vital de donde emanaba la relación hombre-mujer con la madre tierra74.
A la vez, es crucial entender que cuando el Pueblo Maya Q’eqchi’ buscan nuevas
tierras y montañas en que reproducir sus vidas, ha sido y es su única forma de defenderse
ante leyes y políticas que buscaron eliminarlos o esclavizarlos. Cómo escribió Pedroni75
Las políticas del Estado liberal, desde 1871 y hasta 1944, afectaron el
principal medio de producción y de propiedad ancestral de la etnia kekchí:
sus tierras. Estas fueron declaradas ilegales y algunos títulos de propiedad
fueron derogados en 1880 (King, 1974:30). En ese mismo año se registró la
71 Peláez, Peritaje histórico-registral, 7-8. 72 Jean Piel, “Sajcabaja. Muerte y resurrección de un pueblo de Guatemala. 1500-1970”. Centre d tudes
Mexicaines et centroamericaines y SISG, México. 1989 :59, c.d. Jaime Alberto Chicas Zea, Flujos migratorios q’eqchi’es hacia El Estor, Izabal, durante el Siglo XX. Tesis, USAC, Guatemala: USAC, 2008. 73 Aguirre Beltrán, refugio, Pedroni 1991 74 Extranjeros en su propia tierra, 2012, p. 13 75 Pedroni 1991: 15 c.d. López Barrientos p. 21
45
primera migración de origen kekchí hacia Belice (Thompson, 1930:24). La
migración kekchí fue hacia zonas consideradas ‘de refugio’: desde el oeste
hacia las tierras bajas del noreste. (…) No todos los desplazamientos
kekchíes permitieron construir zonas ‘de refugio’: en el primer cuarto de
siglo familias kekchíes fueron reubicadas por la United Fruit Company hacia
las plantaciones fruteras de Izabal y otros departamentos del oriente y el sur
del país. De cualquier manera, las condiciones socioeconómicas de estos
movimientos estimularon más tarde el éxodo y expansión kekchí –en
especial hacia Belice (Termer, 1957:41).”
El Lic. Juan Carlos Peláez explica que mientras la memoria histórica les lleve a las
tierras bajas del Valle de Polochic e Izabal, su práctica histórica de defenderse, les hizo
pensar que estarían salvos y desapercibidos en estas tierras.
Surge en el vocabulario de las comunidades campesinas e indígenas el
término “finca” como un sinónimo de expropiación de sus propias tierras
comunales, de explotación servil-esclavista y de la relación de identificación
de los intereses y poderes del Estado con el finquero. Desde el surgimiento
por los años de 1830 de la promoción del cultivo del café y el surgimiento de
la clase agroindustrial-terrateniente, los miembros q’eqchi’ de las tierras
altas de la Verapaz del norte iniciaron un éxodo masivo hacia lo que siempre
fue considerado el territorio de dicho Pueblo de ascendencia Maya. Fueron
ubicándose en la cuenca sur del Valle del Polochic y del Lago de Izabal,
teniendo las altas mesetas de la Sierra de las Minas un escudo natural que
los protegiera de cualquier intento de expulsión, expropiación de sus tierras
y explotación de su fuerza laboral a favor del apetito voraz del finquero.
Como se constató, los procesos de modernización, transformación agraria, y
explotación de mano de obra indígena Q’eqchi’ en el altiplano a partir de la Reforma Liberal
hacían cada día más difícil las posibilidades de reproducir sus vidas biológicos y culturales
en el altiplano, obligándose a juntarse con otros Maya Q’eqchi’ que ya estaban practicando
su agricultura itinerante con sucesión forestal en la zona del lago de Izabal.
Este nos lleva a la conclusión que dentro de su dinámica de contratación-expansión,
el Pueblo Maya Q’eqchi’ ha tenido un conocimiento extenso de las tierras desde las faldas
de la Sierra Santa Cruz y al Lago Izabal, y lo ha utilizado y sigue utilizándolo para defender
su capacidad de reproducir sus vidas: cómo siembran, cómo trabajan, cómo relacionan con
46
la naturaleza, cómo renuevan su cultura76. Cómo explica Fikret Berkes, hay que entender
los sistemas de conocimiento tradicional de los pueblos autóctonos como sistemas
adaptativos que evoluciona con el tiempo, especialmente cuando el acceso a los recursos
cambien77. En la próxima subsección se revaloriza la agricultura itinerante de los Maya
Q’eqchi’ como parte de su defensa
2.3.2 Conocimientos ecológicos indígenas (tradicionales) como
indicador de derechos ancestrales y reproducción social: continuidad
histórica en las tierras nororientales del lago de Izabal
Hoy en día unos científicos están reconociendo que la agricultura migratoria o
itinerante es un paradigma antiguo construido alrededor de la eliminación temporal de
árboles pero no del bosque78 que tenga un poder fuerte “en el manejo de sistemas
ecoforestales”79, e instituciones tan diversas como el Banco Interamericano de Desarrollo y
las Universidades indígenas e interculturales de las Américas están investigando las
posibilidades del Conocimiento Tradicional Ecológica (CTE) que informa la agricyktura
itinerante y sucesión forestal. Sin embargo el peso del
El término baldía tenía el poder de determinar quién en la última instancia
desdibujó, como “una forma inferior de cultivo80”, tradiciones del cultivo de bosque hoy en
día consideradas a ser las óptimas en términos de desarrollo sostenible. En las próximas
sección evidencias de un uso extensivo continuo de las tierras al menos desde los mediados
del Siglo 19, un uso que fue fácil borrar de los archivos en parte por la falta de conocimiento
científico y el creciente discurso modernizante (Sección 3), y en parte porque no era en el
76 Entrevistas 77 Fikret Berkes, Sacred Ecology, 2nd edición, (London: Routledge, [1999] 2008), 246. 78 Jefferson Fox, Dao Minh Truong, A. Terry Rambo, Nghiem Phuong Tuyen, Le Trong Cuc, Stephen Leisz; Shifting Cultivation: A New Old Paradigm for Managing Tropical Forests, BioScience, Volume 50, Issue 6, 1 June 2000, Pages 521–528, 527. 79 Ibid. 80 Megan Ybarra, “Slashed and burned: The debate over privatization of Q’eqchi’ lands in northern
Guatemala,” Society & Natural Resources 24, (2011b): 1027–1041.
47
interés individual de los despojadores ver el ejercicio de derechos ancestrales del Pueblo
Maya Q’eqchi’ como legítimo.
La evidencia de uso (suelo, capa forestal, patrones de población y producción) en las
tierras al norte del lago de Izabal demuestra que los Maya Q’eqchi’ tienen siglos de estar
utilizando y adaptando su conocimiento ecológico indígena (tradicional) del pueblo basado
en una visión-conocimiento extensivo de la agricultura milpera (itinerante) integral, con
procesos de sucesión forestal (barbecho a bosque maduro) y uso extensivo y sostenible
desde la colonia, aunque con ajustes con las reducciones. Si comparamos los detalles que
aprendemos de los científicos del Proyecto Izabal en los años 1960 con las descripciones
que hacen los agrimensores en su recorrido por Murciélago en 1883, se ve no sólo la
presencia continua de los Q’eqchi’ sino la estabilidad de su cultivo y de su convivir con el
bosque.
El Proyecto Izabal fue un proceso de investigación interdisciplinar y patrocinada por
el Centro para la Agricultura Tropical de la Universidad de la Florida en Gainesville que tuvo
su base en la Finca Murciélago81. Su propósito fue poner en conversación estudios de
distintas disciplinas que abordaron dinámicas en todo la orilla del lago, parte del Río
Polochic y la Sierra Santa Cruz, para indagar los límites y posibilidades, pasado y presente,
ambientales y sociales del bosque húmedo tropical de la región. 82
Aunque las fechas de comienzo y fin no son claros, entre 1960 y los finales de los
1970, investigadores posgrado y profesores -- arqueólogos, botánico, biólogos, científicos
de suelos, antropológicos, geógrafos, nutricionistas y médicos entre otros -- pasaron por la
zona. Aunque dentro del discurso modernista del día, fueron muy cautivos en su
celebración del sistema de cultivo y manejo extensivo Q’eqchi’; sus investigaciones
muestran i) que se han estado practicando la agricultura itinerante integral al menos desde
81 Hugo Popenoe pide a Christopher Hempstead, cuya madre era Maria Luisa Hempstead Dieseldorff de los
Diesseldorf de Alta Verapaz que compre la Finca el Murciélago . Entre 1964 y 1980 …Agricultura Tropical de la Universidad de Florida 82 Raymond Crist analiza el Proyecto Izabal en detalle en , “Human geography and neighboring disciplines, ” en Sherif, Muzafer, and Carolyn W. Sherif. Interdisciplinary relationships in the social sciences, 249-269. London and New York: Routledge, 2017 [Original 1969
48
los año 20’s , si tomamos en cuenta que los primeros estudios al principios de los 1960 ii)
se habla de todos los bosques son secundarios (o sea ya manipulados por seres humanos)
y iii) los períodos de barbecho que según unos de los investigadores podrían durar 8 a 15 -
20 años.
Aunque ninguno de los investigadores llega a conclusiones como las de Toledo y
Barbera-Bassols, de poder contemplar la complejidad de las prácticas y conocimientos
Maya.-Q’eqchi’, varios admiran su capacidad de cambiar a barbecho en anticipación de un
cambio en fertilidad antes de que pasa83. Otros reconocen que la falta de certeza jurídica
de las tierras puede ser un problema.
El uso extensivo de la tierra y el contínuo milpa-barbecho-bosque era lo que garantizaba i)
una diversidad de producción y la seguridad alimentaria y de maderas no solo para los
productores sino para abastecer a los pueblos y ii) la sostenibilidad a mediano y largo plazo.
Requería una ceguera ideológica enorme por parte del Estado para poder decir que no hay
nada fuera de tierras baldías.
3 Finca Murciélago, Plan Grande y la usurpación paulatina de las
tierras bajas del pueblo Maya Q’eqchi’ al norte del lago Izabal.
Los presidentes de torno desde Justo Rufino Barrios hasta Manuel Estrada Cabrera,
dieron la gran mayoría de las tierras que en un momento fueron unificadas como premios
por su lealtad, razón no contemplado en el Código agrario para otorgar tierras. La Finca
Murciélago, de 50 caballerías fue otorgado en el primer momento al entonces Coronel Juan
Martín Barrundia por el Presidente General Justo Rufino Barrios en 187’’, Seis lotes al norte
de Murciélago (L, M, Q, U, T y Plan Grande) son premiados a
83 Ewel, John J., “Litter and fall decomposition in a tropical forest succession in Eastern Guatemala.” The Journal of Ecology. 64, No. 1 (1976): 293-308.
49
Por un lado como el Licenciado Juan Carlos Pelaez observa en su peritaje Sepur Zarco,
hay una práctica común entre funcionarios allegados a los primeros gobiernos liberales: i)
Un grupo de personas iniciaba la denuncia de una cantidad grande de baldíos para su
adjudicación, ii) se practicaba las diligencias de medición y iii) se suspendía el trámite de las
mismas por cualquier motivo84. Lo que se pone en negrilla es énfasis nuestro para llamar
atención al patrón.
Aquí observaremos una práctica común entre funcionarios allegados a los
primeros gobiernos liberales. Un grupo de personas iniciaba la denuncia
de una cantidad grande de baldíos para su adjudicación, en el presente
caso fueron 27 personas, se practicaba las diligencias de medición y se
suspendía el trámite de las mismas por cualquier motivo. En el presente caso
resultaron medidos 27 lotes con un promedio de extensión de 30 caballerías
cada uno. Lo común era que se desaparecía el expediente y quedaba
únicamente el plano con la libreta de campo correspondiente, se
solicitaban las certificaciones respectivas ante la Sección de Tierras de la
Escribanía de Gobierno y luego al no aparecer dicho expediente y que
solamente el ingeniero medidor guardaba su trabajo, inmediatamente cada
uno de los interesados reiniciaban el trámite de la denuncia ya en forma
individual.
Esta situación la vemos sintomática porque varias medidas y
adjudicaciones de baldíos en el área se llevaron a cabo de la misma
manera y en su gran mayoría por personas allegadas de una u otra forma
al gobierno de turno.
Una explicación podría ser la siguiente, en el presente caso de estudio vemos
que los 27 interesados iniciaron el trámite de denuncia de baldío buscando
que se le adjudicara la propiedad sobre la tierra solicitada durante el año de
1890; pues bien, durante dicha fecha cada una de las personas interesadas
podían denunciar una extensión mayor de treinta caballerías de
conformidad a lo establecido para el efecto en el Código Fiscal antes
mencionado; el once de diciembre de 1891 se emitió un Acuerdo
Gubernativo en el cual establece en su artículo 1º que solamente se
tramitarán expedientes de concesión de tierras siempre que las extensiones
no sobrepasen las 30 caballerías; surge en la mente del lector del presente
peritaje, si la ley permitía regularizar más de 30 caballerías ¿por qué los
interesados uniformemente pidieron 30 o menos caballerías de extensión
84 Peláez, Peritaje histórico-registral, Sepur Zarco
50
a su nombre? Si eran entendidos que operaba de pleno derecho el principio
de irretroactividad de la ley. Esto se agrava, cuando vemos que el 9 de
febrero 1894 entró en vigencia el Decreto Número 483 que contenía la
primera Ley Agraria en Guatemala, en cuyo artículo 4º limita a 15
caballerías la extensión de terreno que se puede adjudicar.
Como una solución al problema o problemas que nos hemos planteado en
el presente capítulo lanzamos el siguiente supuesto: de los lotes que se
adjudicaron y se registraron dentro del presente expediente en forma
individual, se prosiguió y culminó el trámite posteriormente a la emisión de
la Ley Agraria de 1894, donde sólo se podía titular 15 caballerías. La única
documentación existente previa a esa fecha era la supuesta medición y
libreta de campo del experto medidor. Lo cual no proporciona la certeza ni
la seguridad jurídica de haberse cumplido a cabalidad el principio de
legalidad y se hayan cometido posibles fraudes de ley que invalidarían o
anularían plenamente las adjudicaciones administrativas y las inscripciones
realizadas de los respectivos lotes del complejo analizado en esta
oportunidad.
Es desde este óptica que tenemos que comprender el caso tanto de General Juan
Martín Barrundia en 1882, cómo de General José Víctor Mejía en 1911, resueltas con
adjudicaciones sospechosas en 1902 (a Thomas Jump) y en 1919 respectivamente.
Comenzamos con la adjudicación de 50 caballerías de la Finca Murciélago por la forma
en que i) hace explícito que los Maya Q’eqchi ya estaban en las tierras en 1883, pero sus
prácticas de cultivación fueron deslegitimados dentro del mismo expediente; ii) presenta
un ejemplo del patrón ya identificado por el Licenciado Juan Carlos Peláez de denuncias
como maniobras y iii) para hace conexiones entre traiciones políticas y adjudicación de
terrenos. Deduce que las tierras al Norte de Murciélago forman parte de la intriga inicial.
El caso de Murciélago es también importante porque el expediente dice que los terrenos al
norte de la finca “son montañas baldíos”.
La segunda sección trata directamente a la adjudicación de Lote P denunciado en el
8 de marzo, 1909, medida el 9 de septiembre y adjudicado el de 1919. Hace constatar que
el Presidente dictador, Manuel Estrada Cabrera profundizaba la práctica de sus
51
predecessores de usar las tierras supuestamente baldías para comprar la lealtad de ejército.
Hace ver que a diferencia del expediente de la Finca de Murciélago, en Lote P (y Lote L) ni
se intentó comprobar que eran baldías. Estrada Cabrera entregó tierras, gratuitamente, en
el Departamento de Alta Verapaz y en otras regiones, para recompensar a aquellos oficiales
que le habían apoyado en sus objetivos políticos. Los registros de la época abundan en
referencias a estas adquisiciones de tierra por militares. De conformidad con los límites
legales de 15 caballerías por persona, en concesiones o compras de tierras públicas, un
general apuntó a toda su familia hasta totalizar casi 81 caballerías en el Departamento de
Quezaltenango. Sin embargo, la habilidad de los nuevos terratenientes para el cultivo
productivo fue más que dudosa, pudiéndose afirmar que estas generosas gratificaciones del
Presidente a sus partidarios afectaron adversamente al sector de subsistencia, no sólo
porque desplazaron a los agricultores sino porque las tierras repartidas fueron utilizadas en
forma poco intensiva. Terminamos cuestionando la legaldad de todas las adjudicaciones y
sosteniendo que al final los elites y militares.
Aunque el caso actual es de Lote “P”, se entiende que para el imaginario y práctica
del Pueblo Maya Q’eqchi’ las tierras entre montaña y lago forman el mosaico de micro
ecológias que permiten la reproducción social, y por lo tanto forman parte del mismo
procesos de despojo y defensa. Dado que el expediente de Murciélago dice que colinda al
Norte con “montañas baldías85”, y que Lote M, Lote P están al norte de Murciélago
3.1 El caso de la Finca Murciélago: intrigas e irregularidades que
entrelazan
El caso de la Finca Murciélago nos permita un panorama más amplia para poder
entender los anomalías y violencia epistémica que veremos en el terreno propio de La
Comunidad Plan Grande. Por un lado El Expediente correspondiente a Tomás Jump, Finca
Murciélagos o la Esperanza del Archivo General de Centro América, Sección de Tierras,
Paquete número 6, Expediente Número 1, Folio F1, Municipio de Livingston, departamento
de Izabal, evidencia un Estado que favorece a los inversionistas extranjeros sobre los
85 AGCA Sección de Tierras de Izabal, Paq. 6, Exp. 1,
52
ciudadanos indígenas de la nación que viven y producen en las tierras de la finca,
desvalorizando su contribución y desdibujando su existencia. Y por otro lado, los actores
involucrados en la adjudicación de las tierras de Murciélago desde el General Juan Martín
Barrundía, entonces Ministro de Guerra, quien fue premiado la tierra por el Presidente
Justo Rufino Barrios hasta su vecino de tierras colindante el Coronel Licenciado Enrique
Toriello que parece involucrado en la muerte de su vecino. Para que sean los inversionistas
extranjeras que beneficien al final del terreno, fue necesario desdibujar los derechos
ancestrales de los Maya Q’eqchi’ y deshacerse del General Barrundia. Lo primero era una
política casi explícita del Estado, lo segundo una conveniencia sospechosa.
3.1.2 Desdibujo por titulación
El código fiscal de 1881, vigente hasta 1920 permitiría la adjudicación de tierras “baldías”
tanto para militares como milicianos, así lograron por ejemplo apropiarse milicianos de
“Chinique” de 356 caballerías de tierra en territorio q’eqchi’ ubicado en Copones, al sur de
lo que ahora es el municipio de Ixcán, así lo hicieron milicianos de Momostenango a quienes
se les adjudicaron tierras, propiedad de los Ixiles.
Por lo tanto el mismo Justo Rufino Barrios, se adjudicó 100 caballerías de tierra a
orillas del lago de Izabal, por el Estor a él mismo y a su Ministro de Guerra, el General Juan
Martín Barrundia.
A pesar de la forma Liberal de medir y dividir las tierras en Lotes, el conocimiento y
práctica extensiva de cultivación milpa-barbecho-bosque del Pueblo Maya Q’eqchi’
implicaba una cierta movilidad entre las tierras de la Cuenca Murciélago hasta las faldas de
la Sierra de Santa Cruz y prácticas colectivas además de individuales de limpieza, siembra,
cosecha, trasplante basado en conocimientos tradicionales. Sin embargo la incapacidad
científica y falta de voluntad política aseguraba que tierras fueron declaradas baldías sin
cumplir todas las estipulaciones.
Como ya vimos arriba, el código fiscal de 1881 claramente establecía que no podrían
adjudicarse tierras que estuvieran pobladas, pero muchas de las mediciones realizadas por
los agrimensores en ese tiempo mencionan en sus anotaciones sobre las siembras de los
53
“indios”, pero como explicamos en la última sección la calidad de sujeto de derecho no
estaba reconocida para el sistema estatal. Más bien, se les veía como un plusvalía, parte de
la propiedad adjudicado, como mozos-colonos. En el caso de Murciélago el expediente está
lleno de esta contradicción, donde toda la evidencia de un sistema de cultivación itinerante
y sucesión forestal del Pueblo Maya Q’eqchi’ pasa desapercibido por el agrimensor, el
Ingeniero Juan Carranza.
De hecho, su primera anotación antes de empezar a medir es que uno de los testigos
declara que le consta que es un
terreno baldío, perteneciente a la Nación, apto para la extracción de manera
de construcción y el cultivo de hule, zarzaparrilla y otros. Se encuentra a
inmediaciones del lago, por lo que la madera y productos se pueden extraer
en barco por el puerto lacustre.
Sin embargo, ya habían suficiente Maya Q’eqchi’ para que formar una pequeña
aldea o asentamiento indígena o ranchería, conocido como Murciélagos o La Esperanza.”
que el Ing. Carranza menciona en junio de 1883 cuando empieza las mediciones del terreno
denunciado:
…al principio de esta estación se pasó frente á la ranchería de Murciélagos
ó la Esperanza, atravesando en la anterior un riachuelo y más tarde se
suspendió86.
Ni el agrimensor Juan Carranza, ni el Estado Liberal y ni el “testigo” se dan cuenta de
la razón que Carranza puede cumplir con la ley e incluir en la denuncia para qué
pueda servir el supuesto terreno baldío. Es precisamente porque los Q’eqchi’ de la
ranchería ya han desarrollado todo un sistema agroecológico sucesivo de multi uso
que incluya siembras según microclima, combinación de siembras, y uso y cuido de
árboles . agro-ecológico de multi-uso desarrollado por los Q’eqchi’ es simplemente
prueba de la utilidad de la tierras.
…el terreno es generalmente p… [plano] siendo solamente algo accidentado
al […] y teniendo un pequeño pantano en la esquina Sureste, se presta al
cultivo de caña de azúcar, que se produce en muy buena calidad, hule,
zarzaparrilla, cacao y se hallan en él con abundancia, hay una parte
86 AGCA Sección de Tierras, Paq.6, Exp, 1, Folio 27
54
desmontada donde los vecinos de Murciélagos hacen sus cementeras,
cultivando el maíz, frijol y plátano87.
A la vez, el Ing. Carranza, confirme que hay 5, dice que no hice citación alguna
de colindantes, pues no lo hay siendo baldíos todas los terrenos que colindan por
Este y Norte; 23 julio 1983. refiriéndose a las tierras que serán lotificadas dentro de
15 años incluyendo la comunidad Plan Grande.
Fue el mismo “vecino” Coronel Licenciado Don Enrique Toriello88 cuya propiedad
colindaba al Este con la Finca Murciélago que siguiendo el patrón señalado por Peláez,
“solicita que se realice la medición del baldío y propone al Ingeniero medidor Juan
Carranza.” En respuesta “el Jefe Político del Departamento de Yzabal (sic) nombra al Ing.
Juan Carranza como medidor y el Ing. Carranza acepta la comisión el 23 de noviembre
1882”, acordando empezar en abril de 1883. Pero antes de comenzar, Carranza repita el
estilo y “indica que tiene que medir todo el conjunto de terrenos del litoral, pues los
terrenos de Toriello y Justo Rufino Barrios no están delimitados.”
El mismo J. Rufino Barrios, se adjudicó 100 caballerías de tierra a orillas del lago de
Izabal, por el Estor y el General Martín Barrundia, uno de los principales lugartenientes de
Barrios, inició las gestiones para adjudicarse 50 caballerías, que más adelante sería la finca
“el murciélago”, al general Barrundia le interesaba lo que denominaban “ranchería el
murciélago”, que se infiere, era una comunidad indígena q’eqchi’, poco importaba para los
funcionarios que los territorios estuvieran poblados por “indios”, de hecho suponemos que
lo consideraban como plusvalía ya que estaría beneficiada con mano de obra que después
serían convertidos en “mozos colonos”.
87 Ibid, Folio 27 88 Secretaria de Relaciones Exteriores, Memoria que la Secretaría de Relaciones Exteriores presenta a la
Asamblea Legislativa, de 1886. (Guatemala: Imprenta de Arenales, 1887), 10. El 1 de febrero 1886, el mismo Coronel Licenciado Don Enrique Toriello, cónsul de Nueva York por el gobierno de bajo el Gobierno de Lisandro Barillas, a quién Barrundia.
55
3.1.2 Una muerte conveniente: adjudicación con privilegios y traición
Si bien ya vimos el patrón de adjudicación señalado por el Licenciado Peláez que se
ve como un juego entre políticos para evitar los límites de adjudicación, es importante
también de reconocer que mientras el Pueblo Maya Q’eqchi’ está absorbido como posible
propiedad en la implementación del término baldío, los políticos y miltares entran en juegos
no muy claros, pero que cuestionaron la legítimidad de todo el proceso.
Acordamos que fue el Coronel Licenciado Don Enrique Toriello i) supuesta fue
apremiado las tierras que colindaba a los de General Barrundia y ii) comenzó el proceso de
denuncia y sugirió al Ingeniero Carranza como medidor. Mientras este proceso empieza
en 1882, ya en 1886, el mismo Coronel Toriello será nombrado por el entonces Presidente
Manuel Lisandro Barillas Bercián como Cónsul de Guatemala a Nueva York (el mismo año
que el General Barrundia perderá sus derechos a sus 50 caballerías--estando en asilo y
aliado con Salvadoreños para retomarla Presidencia). Finalmente en 1890, en la Puerta de
San José a órdenes del mismo Presidente Barillas sube el “vapor” estadounidense
“Acapulco” con tres policías para capturar al General Barrundia por “traición”---y “segun
informan” Barrundia resiste, saca su pistola y muere baleado89.
Proponemos que La muerte del General Juan Martín Barrundia y su conexión con el
Coronel Licenciado Don Enrique Toriello es en sí sospechoso, y más aún, cuando de hace las
conexiones entre el proceso de adjudicación de las tierras, los posibles intereses personales
de Toriello, y el patrón establecido de colusión política para adjudicar tierras. Sin entrar en
todos los detalles que leen como una novela, miramos las conexiones sospechosas:
a. El General Barrundia se hizo alianza con El Salvador contra el Presidente
Barillas después de la muerte de J.R. Barrios en 1883 ---se fue a Mexico
acusando a Manuel Barrias de haberle robado la presidencia.
89 Secretaría de Relaciones Exteriores. “Report of the secretary of foreign relations of the republic of
Guatemala to the national legislative assembly concerning the capture and death of General J. Martín Barrundia” (en inglés). Guatemala: El Modelo, 1891, 19 c.d. Recuperado en https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Mart%C3%ADn_Barrundia.
56
b. Toriello claramente tiene una relación amigable con poderosos en los
estados Unidos (Nueva York)
c. Cuando Barrundia supuestamente “no puede pagar en 1896 y tiene que
abandonar el proceso de adjudicación, los nuevos posibles dueños son todos
norteamericanos, incluyendo a F.G Bunting quien pide descuentos y
privilegios y Stanley a Stanley McNider que es encargdo del sistema telegrafía
en elvalle Polochic y al final termina en 1902 en las manos de Thomas Jump,
quien tenía una larga historia de fomento agrícola en el país.
Hoy en día , cualquier proceso de adjudicación conta tantas intrigas e irregularidades
conectados con personas extranjeras y nacionales poderosas tendría estar bajo una Lupa
para estable Dos historias supuestamente no conectados se entrelazan en una forma
sospechosa que da pauta a cuestionar la legalidad.
Mientras los derechos ancestrales de los Maya Q’eqchi’ que supieron cómo cuidar
y trabajar el bosque húmedo tropical se violaran, se apremiaba a militares y extranjeros por
razones
a. Coronel Enrique Toriello cuya propiedad colindaba con la Finca Murciélago fue
él que recibió órdenes por parte del Presente Barillas para que capturara al
General Barrundia por traición, acto cumplido antes de que el General pudiera
obtener título a la Finca
b. Mientras el capitán Pitts del vapor Norteamericano “Acapulco” argumentó que
no existían las condiciones ship, que apoyaron la captura y asesinato de
Barrundia, y Norteamericanos que al final lograron dividir Finca Murciélagos en
cuatro propiedades.
57
3.2 Dinámicas específicas del Caso Plan Grande: militares y
Tiempo específico de Estrada Cabrera:
“El contexto en que Manuel Estrada Cabrera construyó un amplio andamiaje
de inteligencia en todo el territorio nacional, está caracterizado por una
severa crisis económica que fue producida por la sobreproducción de café y
el alza de sus precios en el mercado internacional. Los efectos económicos,
sociales y políticos fueron desastrosos. Las fincas cafetaleras nacionales
pasaron a manos de inversionistas, particularmente alemanes; las arcas del
tesoro se vieron disminuidas como consecuencia de la disminución de las
exportaciones del principal producto de exportación; igualmente se produjo
la quiebra de entidades bancarias; el trabajo forzado de las poblaciones
indígenas en las fincas cafetaleras continuó mediante el denominado
enganche de mozos a través de anticipos de dinero y su incorporación a
batallones con disciplina militar para construir carreteras y fortificaciones,
entre otras obras. Muchos otros prefirieron refugiarse en las selvas,
barrancos o vivir en la semiclandestinidad. Este fue un escenario que
produjo contradicciones sociales con consecuencias también políticas90
3.2.1 Baldías como bonos: Tierras por lealtad militar en tiempos de Manuel
José Estrada Cabrera
Lo que pasó
Como ya se ha subrayado, en el marco de la reforma liberal, a principios del siglo XX
se vino una nueva ola de despojos de propiedad histórica de pueblos indígenas, por parte
de militares, entre las cuales se incluye la adjudicación realizada a favor del General José
Víctor Mejía de León, militar, piloto aviador, y geógrafo guatemalteco.
En 1906 Manuel Estrada Cabrera, Presidente de la República de ese entonces,
condecoró al General Mejía, por “Méritos en Campaña”, tres años después en febrero de
1909, el mismo presidente estaría dando instrucciones al Jefe de sección de tierras para que
90 Juan Francisco Pérez García, La Inteligencia de Estado abre y cierra el siglo XX en Guatemala: Análisis de las
formas y el sistema de inteligencia durante los regímenes de Manuel Estrada Cabrera (1898-1920) y Militar Contrainsurgente (1960-1996), Tesis de licenciatura en historia. (Guatemala: USAC, 2007), 7. http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/14/14_0376.pdf
58
se le adjudicaran 15 caballerías de tierra en el lugar denominado PLAN GRANDE,
departamento de Izabal, el precio sería de veinte centavos por hectárea, aproximadamente
135 pesos le costaría nuestra finca.
El proceso de adjudicación empezó en mayo de 1909, en ese entonces varios
militares fueron compensados por Estrada Cabrera, y él ordenó que el Ingeniero Juan B.
Padilla realizará los trabajos de lotificación, constituyéndose a favor de Mejía el lote “P”,
denominado como PLAN GRANDE.
Según los registros del Archivo General de Centroamérica, las colindancias de “PLAN
GRANDE”, serían al norte con lote “L”, éste adjudicado al Coronel Ismael Pacheco Quevedo,
al suroeste con lote M que fue adjudicado a Eulogio Morales, el lote “U” al noreste se le
adjudicó a Benjamín Morales, al noroeste con lote “T” se le adjudicó a Buenaventura Pineda,
en el oriente con Lote “Q” con el Capitán Castillo, todos estos colindantes eran militares,
algunos de ellos tendrían actuación activa hasta el derrocamiento del período liberal en
1944.
Padilla desarrolló un proceso de lotificación para todos los militares, bajo la
instrucción del jefe de sección de tierras. El polígono arrojó un área de 634 hectáreas y 32
áreas, equivalente a 14 caballerías, cantidad permitida por la ley en esta entonces. El 13 de
agosto de 1919 se libró el título a favor de Mejía de León, para su inscripción en el Registro
de la Propiedad de la zona central, que generó la finca 95, folio 165, del libro 1 de Izabal,
operación realizada el 12 de enero de 1920
Su legitimidad
Aunque en el primer momento se puede identificar los pasos de denuncia de
baldíos y
1. Llama la atención que los testigos que acompañaron al agrimensor /ingeniero
(Venancia Rodríguez y Daniel Hernández) fueron ambos vecinos de la “Capital” , lo
cual de hecho viola el espíritu y la ley que busca testigos que conocen el terreno
denunciado precisamente porque él agrimensor no lo conoce.
59
2. Igual como en el caso la Finca Murciélago casi, se hace varias denuncias de Lotes
para militares a la vez, y al menos “L” utiliza los mismos testigos de la “Capital”
3. Mencionan que “el terreno es plano, en su mayo rparte, cubierto de frondosos
bosques que contienen una variadas y finas maderas maderas de con´óntrucci; con
especialidades en abundancia. Caoba, María Cort éz y San Juan”. Y dice que “sería
bueno para crianza de ganados, cultivo de banano en grande escala, piñas , caña de
azucar, cacao , arrozm, maíz, hue , algodon y toda clas e de productos tropicales91”.
Sin embargo se lee como una lista formulaica que no tiene nada que ver con una
investigación de campo.
4. Igual la aservación que las tierras son baldíos
3.2.2 Las lógicas de eliminación y el tracto sucesivo ilegítimo de Lote “P”
Aunque no hay ninguna evidencia que el General José Víctor Mejía de León tomó
posesión de estas tierras; ningún poblador tiene recuerdos de que un anciano les había
dicho que el General visitaba la propiedad, y los Maya Q’eqchi’ que reproducien sus vidas
allí no tenían ningún conocimiento de límites o lotificaciones y siguieron sus formas de
siempre de sembrar, cosechar y cuidar las tierras y bosques. Llegaron nuevas familias, pero
su forma extensiva de usar la tierra brindaba para todos con suficiente plusvalor para
vender al mercado92.
3.3 Las lógicas de eliminación y el tracto sucesivo ilegítimo de Lote “P”
El proceso de hacer invisible (desdibujar) y desconocer a los múltiples usos que el
Pueblo Maya Q’eqchi’ tenían con el sistema agroforestal de Finca Murciélago subiendo las
91 AGCA,, Sección de Tierra, Paquete No, 25, Expediente No, 15, Folio F2. 92 tengo que ver si es Snedaker o Voorhies
60
faldas de la Sierra Santa Cruz, no terminó con la adjudicación de las tierras. Más bien, nadie
informó a la población de tales adjudicaciones, y las tierras ya habían pasado años, con solo
las mejoras integrales que las hicieron los Q’eqchi’; situación que no cambiaría ni en
Murciélago ni en Lote P hasta los años 60 y 70, respectivamente. Sin embargo, en este
mismo tiempo, se ve un tracto sucesivo ilegítimo
En marzo de 1945, el General José Víctor Mejía murió , dejando como heredera a
su esposa Clara Amelia Arriola. Otros tres años pasan, y es hasta el 12 de abril de 1948, por
declaración del Juzgado Segundo de Primera Instancia de Guatemala, que se constituyó la
segunda inscripción sobre la finca 95, ya citada.
Arriola se murió intestada, y sus herederos Víctor Manuel y María Guadalupe Mejía
Arriola, simultáneamente realizaron las diligencias ab-intestato siendo declarados por el
Juzgado de Primera Instancia el 6 de abril de 1948, la cual quedó inscrita como tercera
inscripción el 7 de junio de 1948.
Los herederos ab-intestato, hipotecaron la propiedad, y posteriormente se la
vendieron por 1200.00 a Carlos Eduardo Lascoutx Campo, pero este sería demandado en
la vía ejecutiva por Carlos Fach. En 1952, logra aparentemente solventar su deuda y vende
la propiedad a José Rubén Morales Arana, los herederos de Mejía no tendrían ningún
interés sobre la tierra, porque nunca la posesionaron, como dice uno de los entrevistados
“no tuvieron ningún vínculo con el lugar, no dejaron sus ombligos en los árboles para
sentirse parte de ella”.
Mas adelante José Rubén Morales Arano, resultaría demandado por parte del
Instituto Nacional de Transformación Agraria, quien solicita al Juzgado de Instancia
embargar el bien, por adeudar al fisco. Se libra aparentemente de la deuda y la finca sería
objeto de nueva compraventa en 1970 a favor de Abraham Guillermo Lozano del Pinal;
después de estos movimientos sería hasta en 1983, que una entidad denominada “La Loba
Sociedad Anónima” quien resultaría ser dueña del lugar.
61
El cuadro 5s da un resúmen de los traspasos ilegítimos antes de que miramos con
un poco más detalle las dinámicas específicas durante el conflicto armado interno 1960-
1996. Lo que es importante de subrayar es que aunque estos son los traspasos en papel, la
tierra ancestral donde los Maya Q’eqchi’ reproducen sus vidas pasa de tierras olvidados por
los supuestos dueños “legales”, a terrenos desgastados y explotados, por medio de
procesos de engaño, amenaza, soborno y presión.
Año Traspaso La consiga por
Relación con dinámicas Maya Q’eqchi’
¿Qué pasó?
1948 1948: Víctor Manuel y
María Guadalupe Mejía
Arriola (herencia)
herencia No cambió sus vidas, no sabían que se había adjudicado, continúan su uso extensivo de las tierras
Se vendió
1951 Carlos Eduardo Lascantx Campo
compra No cambió sus vidas, no sabían que se había adjudicado, continúan su uso extensivo de las tierras.
Vendió las tierras sin hacer ningún cambio
1953 José Rubén Morales Arana
compra No cambió sus vidas, no sabían que se había adjudicado, continúan su uso extensivo de las tierras.
Vendió las tierras sin ningún cambio.
1970 Abraham Guillermo Lozano del Pinal
compra Puede ser que Rafael Penagos trabajaba para él o simplemente se dejó pasar como dueño. Es en este tiempo que
Parece que in tentó socio en una sociedad anónima para poder desarrollar la madera.
1983 Loba S.A. (aportación de Lozano del Pinal)
Comunidad sigue pensando que Rafael es el “dueno”.
entrará en deuda y pasará
1987 Corporación Financiera
Nacional – CORFINA
lo consiga por deuda
Rafael Penagos se muere por 1985, comunidad no sabe CORFINA
Osmundo Rodríguez compra la hipoteca del Banco
62
1991 Hermán Osmundo
Rodríguez Milla y Edgar
René Rodríguez
Solórzano
compra junto con 15 caballerías de Lote L.
Reubican a los pobladores Maya Q’eqchi’ a orillas del Río Sumach, quitándoles el uso de las tierras fértiles donde estaban. Les obliga a trabajar como mozos- colonos (8 q. el jornal);
Unos se oponen al trabajo, intentan negocial
1996 Inversiones Cobra S.A. compra
2015 desmembramientos
2016 Unificación en Finca No. 10, Folio 10,
Libro 61E, Izabal
3.4 Despojo y defensa en tiempos de guerra: Límites
En esta sub-sección, explicamos cómo cuando se converge con el contexto contra-
insurgente de militarización que se vivía en Izabal de 1960 a 1996, la adjudicación y
traspasos sucesivos ilegítimos, dejan a los población Q’eqchi’ vulnerables a engaños que
lleva a la misma degradación de su territorio. Además limita las posibilidades de defenderse
del despojo ante el temor de ser acusados de ser guerrilla. En este sentido, el hecho que
hoy día las tierras de Lote “P” parecen más como potreros que de bosque tropical tiene
que ver con los mecanismos racializados de despojo utilizados durante el conflicto
armado interno. Mientras en otras zonas, se combinó el temor y despojo con proyectos de
conservación de los recursos naturales. El bosque secundaria de Lote “P” fue blanco de la
destrucción voraz, por manos de los Q’eqchi’, pero bajo amenazas, mentiras, y el ambiente
de temor construído con los primeros masacres.
Aunque fueron otorgados las tierras a militares en 1919, fue hasta los 1960s y 70s s
que la primacía de la Fuerza Armada de Guatemala sobre cualquier otro sector social en la
zona del Lago de Izabal, que permitía vez tras vez la potestad de militares sobre las tierras
en cuestión sin mayor resistencia, pero con un terror acumulado.
Según lo que cuenta los Maya-Q’eqchi’ de la Comunidad Plan Grande:
63
En ese tiempo, 15 hombres fueron sacados por el ejército de Plan Grande y
fueron llevados al Murciélago. Ellos fueron golpeados e interrogados de la
razón del por qué vivían en esas tierras, qué si eran parte de la guerrilla y
luego les exigieron alimentación para el pelotón del ejército. Nuestros
padres por salvar sus vidas entregaron el poco de maíz y fríjol que tenían,
también los cerdos y pollos.
Según los testimonios de los Maya Q’eqchi’ de Plan Grande, sus padres les contaron
que aproximadamente en 1965, empezaron a llegar militares a las tierras y montañas de la
Sierra Santa Cruz, y pasaban por las tierras de Plan Grande. Los militares se acercaban a las
familias de la comunidad para amenazarlos y a la vez ordenarles que se ubicaran en un
mismo lugar, ya que las viviendas se encontraban dispersas y podían ser guerrilleros. Vale
reconocer que no tenían viviendas en el mismo lugar precisamente por su forma itinerante
de cultivar las tierras donde cada familia tenía espacio sucesivo de milpa-barbecho-bosque
y pudiera migrar de un lugar a otro93.
Dr. John Ewel, (ahora Profesor Emeritus de la Universidad de Florida en Gainesville
y parte del Proyecto Izabal), quién hizo su trabajo de campo sobre la agricultura itinerante
y la descomposición de basura en la Finca Murciélago (de las orillas hasta 100 msm) entre
1966 y 1967 no sólo documenta que la población que practicaba la agricultura itinerante
integral era Maya Q’eq’chi’ , sino confirma que:
Toda interacción con las patrullas militares que pasaban de vez en cuando
por Murciélagos fueron negativos. Los habitantes locales (Q’eqchi’) les
temían tan bien como yo mismo. A mi nunca me molestaron, pero parecían
antipáticos y potencialmente peligrosos. Me contaron que quitaron comida
de la gente, pero no sabía de otros abusos. Claro, la gente local siempre
sabían cuando venían de antemano, así supongo que tomaron las debidas
acciones: probablemente escondiendo comida, escondiendo a los varones
jóvenes quienes podrían ser reclutados forzosamente, etc.
93 Cómo explica Megan Ybarra en su tesis doctoral sobre defensa Maya Q’eqchi’ y despojo por conservación
en el Petén en el nuevo Milenio, en cuanto a los Maya Q’eqchi’ en Petén: “[l]a mayoría de las familias practican la agricultura itinerante... viven en aldeas dispersas; en entrevistas, los ancianos me dijeron que vivían 30 a 60 minutos a pié de su vecino más cercano, prefiriendo vivir en la tierra que trabajan y cuidan”.,Ybarra 2011 TESIS.24
64
Un chofer de tractor de la India Oriental quien trabajó en Murciélagos fue
asesinado (por balazos) en la finca, pero no habían patrullas militares ceca
a la finca cuando pasó. Se dieron cuenta que tenía enemigos no locales.
Nunca había ninguna evidencia que fuera asesinado por un habitante local,
y los residentes Q’eqchi’ tenían miedo después del asesinato94.
Así que cuando a finales de los años 1960, principios de los 1970, llegó el maderero
Rafael Penagos, diciendo que era el dueño, había temor de oponerse. Los entrevistados
dicen que sus padres les contaron que se interesó en árboles que habrían sido cuidados y
protegidos por la forma de sucesión forestal, conocimiento ecológico, y agricultura
itinerante empleado por las familias Q’eqchi’. Interesados en las tierras fértiles, se fingió
en inscribir Lote P en su nombre. Sin embargo, según el tracto sucesivo de la finca 95, folio
165 del libro 1 de Izabal, nunca tuvo a su nombre dicha finca. En efecto como de se lee en
el documento del Archivo General de Centro América, Sección de Tierras, Paquete 25,
Expediente 15, Folio 13 Correspondente a General Don J. Víctor Mejía “Sumache” 1919, que
el 9 de febrero 1970 se presentó al Señor Jefe se la Sección de Tierras,
Rafael Penagos, mayor de edad, Guatemalteco y vecino de esta Capital,
Atentamente solicito a usted que con las formalidades de ley se me extienda
fotocopia certificado de todo el expediente que obra en el Archivo de esa
Sección de Tierras y que está marcado con el número 15 paquete número 25
del Departamento de Izabal, propiedad del General Don J. Mejía.
Recibió la certificación solicitado el mismo día y con esta fotocopia se
presentó a los Q’eqchi’ de Plan Grande proclamándose como dueños. Así Rafael
Penagos (presunto propietario) les dijo a las familias de la comunidad que no había
ningún problema en que continuaren trabajando la tierra, solamente que cada
familia debía pagar Q 15.00 por manzana de tierra en cultivo, el dinero lo recibía
Gustavo Ponce, los pagos que hizo la comunidad durante 2 años fueron de Q
5,400.00.
94 Correspondencia con el Profesor John Ewel por correo electrónico, 9 de diciembre, 2018, traducción autora.
65
En 1975, acechaban e intimidaban a la comunidad, los militares del ejército creían
que se habían organizados con la guerrilla, sin embargo, nunca encontraron nada, y
mantuvieron siempre la vigilancia de los vecinos.
En 1981, el ejército intensificó su presencia en la comunidad de forma violenta. Las
veces que llegaron a la comunidad disparaban en ambos lados, es más, estuvieron en la
comunidad y luego se fueron a la montaña para un control permanente, con ellos se
llevaron a dos representantes nuestros, a Juan Yat y Mateo Che. Ellos fueron asesinados y
enterrados por el ejército a la orilla del río Benque, el comandante de la patrulla era Miguel
García. Ya por esto
El señor Osmundo ofreció título a quienes demandaron la restitución de 7.5
caballerías de nuestra tierra a cambio de 4 manzanas. La mayoría de la comunidad bajo el
contexto de guerra, con el poder que tendría el Chino Rodríguez, aceptaron las 4 manzanas
que significaba un lote de 20 por 40 metros para cada una de nuestras familias. Aunque no
se materializó, en 1991 tuvieron que pagar Q.100.00 cada presunto beneficiario, a un
ingeniero por la medición de las dos tareas de lote que les tocaría.
Por la renta de la manzana de tierra, además de pagar Q 15.00, tenían la obligación
que sembrar una manzana de zacate, debajo de la milpa, lo que significaba que cada año
tenían que botar montaña para sembrar...en este sentido fueron obligados a abandonar si
sistema agroecológico de producción-barbecho y bosque, y convertirse en agricultores
itinerantes parciales, sin tierra o tiempo para regenerar los suelos. De esta forma el
finquero ya no pagó por la siembra de zacate y la finca se quedó como potrero.
En 1996, Osmundo Rodríguez vendió las tierras al terrateniente Miguel Ángel
Arriaza. Este llegó a la comunidad a decirnos que la tierra le pertenecía y que ya no
tendríamos tierra para cultivar. Les ofreció Q18.00 y Q20.00 diarios por jornal y un proyecto
de agua para la comunidad con un monto de Q50,000.00, pero nunca cumplió con el
ofrecimiento.
66
Como no tenían donde sembrar empezaron a trabajar en el Lote L o bien nos íbamos
a rentar tierra en la comunidad Río Pita con costo de Q 200.00 por manzana. Para el año
2000 una parte de la comunidad migró hacia otros lugares en busca de trabajo y en su
mayoría fueron a cuadrillas en el Petén, para lograr sostenerse.
En 1988, apareció un señor llamado Osmundo Rodríguez, un hombre que
comercializaba madera y era contratista maderero, le informó a la comunidad que la tierra
estaba hipotecada en un Banco, probablemente el Crédito Hipotecario Nacional CHN y que
el monto de la deuda era de Q.65,000.00 a nombre de Rafael Penagos, ya había muerto
años atrás, (aproximadamente en el año 1985).
En 1989, Osmundo Rodríguez, afirmó que él habría pagado dicho crédito y pasado
a su nombre la tierra de 15 caballerías de la Finca Plan Grande.
En 1992, Osmundo Rodríguez (señalado como comisionado militar) pagó al
ingeniero Joaquín Juárez, para hacer las mediciones, e incluyó la finca Lote L con una
extensión de 15 caballerías para hacer un total de 30 caballerías de tierra. También nos
obligó movernos, ya que nos encontrábamos ubicados en un área fértil y apta para sembrar
zacate y nos reubicó forzosamente a orillas del RíoRio Sumach.
Osmundo tendría mucho poder, por ser hermano de Edgar René Rodríguez, más
conocido como “El Chino Rodríguez”, quien en ese entonces era el comisionado militar, es
un personaje que aún tiene mucha presencia en el ámbito municipal.
Osmundo Rodríguez ya como dueño, prácticamente nos obligó a ser sus mozos
colonos, bajo amenaza y para no perder nuestra relación con la tierra algunos trabajaron
para él, por un pago de Q8.00 diarios. La comunidad, siempre se opuso y en una forma
desesperada incluso se intentó negociar 7.5 caballerías de tierra para nuestras viviendas y
cultivos. Pedro Col Coc nuestro representante luchó por obtener 7.5 caballerías, pero el
67
hermano de Osmundo, el Chino Rodríguez se opuso a nuestra petición comunitaria y Pedro
Col sería amenazado de muerte. Ante esto la comunidad se dividió, de una parte, los que
aceptaron trabajar para Osmundo por Q 8.00 diarios y los otros seguían creyendo en el
trabajo colectivo de su comunidad.
Lo que se ve es por un lado el abandono y/o destrucción de la relación milpa-
barbecho-bosque, con las relaciones de cosecha, colección de semilla, transplante y caza
que también implica , que había mantenido al Pueblo Maya Q’eqchi’ hace por siglos y por
el otro aprovechamientos y amenazas en un contexto creciente de violencia estatal, que
limitaba la capacidad de los Q’eqchi’ a defender sus tierras con su cultivación itinerante
integral y su agroforestería
Según la geografía humana, la propiedad en sí es una relación social que se
constituya y se cambia en relación a procesos y prácticas en el tiempo y el espacio. Estos
procesos y prácticas pueden ser materiales, pero también pueden ser simbólicos. A pesar
de la idea Liberal de la ciudadanía universal a lo que adscribe las distintas constituciones del
país, Por otro lado, quién tiene la capacidad de fuerza y de Ley de poder defender su
derecho a la propiedad en forma colectiva o individual, depende mucho de las estructuras
sociales y dinámicas políticas, incluyendo acceso a lo que se llama “la violencia legítima del
estado.”
Los múltiples caras de defensa ante los derechos ancestrales a “Lote ‘P’”
Si se ha podido constatar irregularidades e ilegalidades en la adjudicación y traspaso
de los títulos de 1919 al presente, por qué solo hasta los últimos 15 años, se ve que el pueblo
Maya Q’eqchi’ se encuentra reclamando el uso y derecho a las tierras de Lote P? Es
necesario poder reconocer tres estrategias de sobrevivencia que el Pueblo Q’eqchi’ había
aprendido desde la colonia: traslado-huir, negociar, y callarse95. Durante la guerra, la falta
95 En su reciente artículo sobre el trato de migrantes en los Estados Unidos, Megan Ybarra explica que esta misma defensa de callarse explica ciertas prácticas de los migrantes Q’eqchi’ cuando son detenidos, Megan Ybarra
68
de contestación se explica en relación a la violencia dirigida hacia los pueblos indígenas, una
decisión calculada de no arriesgar sus vidas bajo una situación de extrema ocupación y
represión militar96
Alrededor de 1965, los militares empezaron a pasar por las tierras de Plan Grande
en su camino hacia el Cerro de Santa Cruz. Como no les importaba la forma de cultivación
itinerante integral de la población, les acercaban con amenazas, ordenándoles que se
ubicaron en un mismo lugar. Para ellos, la dispersión de las viviendas significaba que podían
ser guerrilleros. Por temor a lo que los militares podrían hacer, acataron a sus órdenes. Sin
embargo, siguen sus prácticas rotativas de cultivación y sucesión forestal, así en 1970,
cuando aparece el madero, Rafael Penagos, se interesó en los bosques comunales y tierras
fértiles. Según el tracto sucesivo de la finca 95, folio 165 del libro 1 de Izabal:
Aunque queda registrado que obtuvo la fotocopia del expediente, no hay nada en el tracto
sucesivo que indica que logró inscribir las tierras. Sin embargo, aprovechando de la situación
del conflicto armado interno y el temor que vivía la población por las violaciones cometidas
por los militares: nadie se le opuso cuando llegó presentándose como dueños de las tierras
inscritos en nombre del General José Víctor Mejía.
Es bajo estas condiciones de amenaza, que con nada más que una fotocopia del título del
General Mejía y el traspaso a sus hijos; aparece en 1970.
La primacía de la Fuerza Armada de Guatemala sobre cualquier otro sector social en la zona
de lago de Izabal, permitía vez tras vez la potestad de militares sobre las tierras en cuestión
sin mayor resistencia, pero con un terror acumulado. Desde la geografía humana es
necesario tomar en cuenta la convergencia de intereses y actores en la producción y
reconfiguración de territorios. De las lógicas de desdibujo y eliminación subyace la negación
96 Hurtado Paz y Paz, Las tierras históricas; Ybarra, Green Wars; ve las mismas dinámicas en el territorio
Ch’orti’, Jennifer Casolo,
69
de las prácticas territoriales del Pueblo Q’eqchi’ cuya dinámica territorial transversa Alta
Verapaz, el Valle de Polochic y el Departamento de Izabal.
4 Conclusión: de desdibujo a criminalización; de defensa de
territorio a regeneración ecológico, económico, y cultural
El cometido central de este peritaje ha sido desde un análisis riguroso ofrecer al
sistema jurídico una visión integral de las dinámicas histórico-geográficas del Pueblo Maya
Q’eqchi’ que demuestra no solo lo que el Estado de Guatemala debe a Pueblo Q’eqchi’, sino
lo que el Pueblo ofrece al Estado-nación.
Las lógicas de desdibujo y eliminación borraron del ojo del Estado (Liberal, moderna,
militar, y contrainsurgente) las relaciones de los Q’eqchi’ con la tierra, bosques y cultivos es
el fundamento y el motor de la criminalización del indígena. Es decir, desdibujar esas
relaciones pretende borrar la identidad, la presencia y/o derechos de los pueblos
originarios, su producción histórico de territorio y su derecho de gozar de ello para eliminar
cualquier reclamo legítimo a esos territorios y luego criminalizar su defensa de su propio
territorio.
Sin rectificar el dibujo mismo, las acciones de defensa de lo Maya Q’eqchi’ de la
Comunidad Plan Grande no pueden prosperar ante los discursos dominantes del conflicto
agrario y los discursos de contestación de derechos colectivos indígenas seguirán como
problemas sin solución y propuestas de resolución en jaque.
El peritaje subraya cómo el desdibujo con su eliminación “jurídica” del pueblo Maya
Q’eqchi’ va mano y mano con el proceso de titulación anómala de las élites criollos,
militares y ladinos. Restaurar el dibujo es la base para una nueva oportunidad de encontrar
terreno legal y legítimo para que tanto el Pueblo Maya Q’eqchi’ de la Comunidad Plan
70
Grande como el mismo estado-nación que violaba sus derechos ancestrales puede
garantizar su reproducción social sana y ofrecer la sostenibilidad ambiental, basada en
relaciones productivas integrales, que el Estado-nación urgentemente necesita.
Hay desafíos múltiples:
1. Reconocer el derecho de los Maya Q’eqchi’ a defenderse contra políticas y prácticas
que le esclava, le expulsa, le despoja, le borra como sujeto de la nación, y le condena
a “la muerte lenta” lo que María Cacho le llama “la muerte social”97, que siempre
también es “la muerte prematura”98 no puede ser un crimen.
2. Reemplazar políticas en los bosques/zonas tropicales que atentan contra la
biodiversidad y ponen en riesgo no solo la reproducción social del Pueblo, sino al
futuro climático de las tierras y pueblos de la nación y la región con las tradiciones
agroforestales del Pueblo Maya Q’eqchi’ y Poq’omchi’ (Milpa-barbecho-bosque
maduro).
3. Valorizar los avances científicos para no seguir subordinado la justicia a la mitología.
Avances científicos que toman en cuenta i) la inseparabilidad del conocimiento y
práctica y ii) los conocimientos-prácticos históricos otros, no occidentales. Según
Toledo y Barrera-Bassols, la misma investigación científica sobre el conocimiento
tradicional ecológica fue influenciada por los discursos y supuestos de ciencia
occidental, y así hasta hace muy poco han ido sosteniendo una diferencia entre
sistemas de conocimiento (de plantas y animales o de sistemas) y las prácticas en el
ecosistema. Así “es difícil alcanzar una comprensión coherente y completa de estos
sistemas cognitivos, separándolos de las actividades y los comportamiento diarios,
concretos y prácticos , de los productores tradicionales99”
97 Cacho, Lisa Marie. Social death: Racialized rightlessness and the criminalization of the unprotected. New
York: New York University Press, 2012. 98 Ruth Wilson Gilmore, “Fatal couplings of power and difference,” The Professional Geographer 54, no. 1,
2002: 15- 24 99 Toledo y Barrera -Bassols, Memoria biocultural, 42.
71
Aunque tales decisiones pueden afectar directamente unos actores, es lo justo y lo
sostenible. Mientras el Estado sigue adscridiendo al colonialismo por asentamiento, seguirá
sujetando a los Q’eqchi’ a individualización, criminalización y la incapacidad de reproducie
sus vidas físicas y culturales, ellos buscan la descolonización material y relaciones de
reparación y regeneración con la tierra y con otros pueblos.100
Referencias bibliográficas
Archivos históricos:
Archivos obtenidos del Archivo General de Centro America, identificado como: “General
don J. Víctor Mejía “Sumache” San Felipe – Izabal, paquete numero 25 expediente
número 15, folio F.
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2012-00021 MP001/2011/118096, (Guatemala, 2011),
Tribunal de Sentencia de Alto Riesgo“A”. Causa penal: 01076-2012-00021, Sentencia del 26
de febrero de 2016.
100 Ybarra Green Wars , 7
72
Sala de Apelaciones de Procesos de Mayor Riesgo y Extinción de Dominio. Causa penal:
01076-2012-00021, Sentencia del 19 de julio de 2017.
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