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Ética y firma: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética Item Type info:eu-repo/semantics/bachelorThesis Authors Omonte Chavez, Jhonn Emerson; Suarez Hauyón, Henry Eduardo Citation Omonte Chavez, J. E., & Suarez Hauyón, H. E. (2019). Ética y firma: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), Lima, Perú. Recuperado de http://hdl.handle.net/10757/628075 Publisher Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) Rights info:eu-repo/semantics/openAccess; Attribution- NonCommercial-ShareAlike 4.0 International Download date 12/07/2022 12:26:00 Item License http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/ Link to Item http://hdl.handle.net/10757/628075
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Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

Mar 22, 2023

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Page 1: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

Ética y firma: Una revisión sobre lateoría de la firma y su carencia ética

Item Type info:eu-repo/semantics/bachelorThesis

Authors Omonte Chavez, Jhonn Emerson; Suarez Hauyón, Henry Eduardo

Citation Omonte Chavez, J. E., & Suarez Hauyón, H. E. (2019). Ética yfirma: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética.Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), Lima, Perú.Recuperado de http://hdl.handle.net/10757/628075

Publisher Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)

Rights info:eu-repo/semantics/openAccess; Attribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 International

Download date 12/07/2022 12:26:00

Item License http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/

Link to Item http://hdl.handle.net/10757/628075

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UNIVERSIDAD PERUANA DE CIENCIAS APLICADAS

FACULTAD DE NEGOCIOS

PROGRAMA ACADÉMICO DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

Ética y Firma: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

TRABAJO DE SUFICIENCIA PROFESIONAL

Para optar el título profesional de Licenciado en Administración de Empresas

AUTORES

Omonte Chavez, Jhonn Emerson (0000-0001-5760-4452)

Suarez Hauyón, Henry Eduardo (0000-0002-8145-0343)

ASESOR

García Castillo, Jean Pierre (0000-0002-5066-2075)

Lima, 30 de mayo de 2019

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DEDICATORIA

Dedicamos este trabajo de investigación a Dios, por iluminarnos y a nuestras familias por

el apoyo brindado todo este tiempo.

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AGRADECIMIENTOS

En primer lugar, a nuestros padres por que a lo largo de nuestras vidas nos siguen motivando

y apoyando en nuestra formación académica, sin poner en duda nuestras capacidades.

En segundo lugar, a todos los profesores que nos acompañaron a lo largo de nuestra

formación académica, compartiendo sus conocimientos con paciencia y dedicación.

Finalmente, a esta casa de estudios por darnos la oportunidad de formar parte de un grupo

selecto de profesionales con altos valores éticos y morales.

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RESUMEN

El objetivo del presente artículo es evidenciar el poco interés de las organizaciones para con

la ética y la moral de las personas, así como la poca valoración de la ética empresarial al

interior de las organizaciones con tal de cumplir sus objetivos empresariales. Está orientado

a explorar las ideas principales de las teorías de la agencia, comparando las distintas teorías

según su periodo, a través de conceptos y posturas de los diversos autores, que desde sus

inicios ya empezaron a cuestionarse unos a otros porque no llegaron a tener una postura clara

sobre las empresas.

La teoría de la agencia se inicia con el pensamiento clásico, donde sus principales exponentes

son: Frederick W. Taylor y Henry Fayol, este pensamiento da inicio a las otras teorías de la

agencia. Por consiguiente, lo que buscamos es analizar las distintas posturas de los autores

clásicos y autores modernos con la finalidad de evidenciar el gran cambio que tuvo las teorías

desde su primer planteamiento. Asimismo, detallamos como en la actualidad surgen nuevas

teorías enfocadas en mejorar la gestión de las empresas, y atender las necesidades de todas

sus partes interesadas, no solo en la parte económica, si no también en lo ambiental, social

y personal.

Palabras clave: Ética, moral, ética empresarial, teoría de la agencia, costos de transacción,

conflicto de intereses.

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4

Ethics and Firm: A review of the theory of the firm and its lack of ethics

ABSTRACT

The objective of this article is to show the little interest of the organizations towards the

ethics and morals of people, as well as the low value of business ethics within organizations

in order to meet their business objectives. It is oriented to explore the main ideas of the

theories of the agency, comparing the different theories according to their period, through

the concepts and positions of the different authors, who from their beginnings already began

to question each other because they did not have a Clear stance on companies.

The theory of the agency begins with the classic thought, where its main exponents are:

Frederick W. Taylor and Henry Fayol, this thought gives beginning to the other theories of

the agency. Therefore, what we seek is to analyze the different positions of classical authors

and modern authors in order to show the great change that had theories from its first

approach. Likewise, we detail how new theories are currently emerging focused on

improving the management of companies, and addressing the needs of all its stakeholders,

not only in the economic part, but also in the environmental, social and personal aspects.

Keywords: Ethics, morals, business ethics, agency theory, transaction costs, conflict of

interest.

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TABLA DE CONTENIDOS

INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 7

ÉTICA, MORAL Y ÉTICA EMPRESARIAL ................................................................. 8

LA ÉTICA ........................................................................................................................... 8

LA MORAL ....................................................................................................................... 11

LA ÉTICA EMPRESARIAL ................................................................................................. 13

EVOLUCIÓN DE LAS TEORIAS DE LA FIRMA ...................................................... 16

PENSAMIENTO CLÁSICO ................................................................................................. 16

PENSAMIENTO NEOCLÁSICO .......................................................................................... 17

ESCUELA DE RELACIONES HUMANAS ............................................................................ 19

PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO SISTÉMICO ................................................................ 21

PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO DE LA ESCUELA DE MONTREAL ............................... 21

TEORÍA DE COSTOS DE TRANSACCIÓN Y COORDINACIÓN ............................................ 22

TEORÍA DE DERECHOS DE PROPIEDAD .......................................................................... 23

TEORÍA DE LA AGENCIA ............................................................................................ 25

TEORÍA DE LAS PARTES INTERESADAS ................................................................ 28

APLICACIÓN DE LA ETICA EN LAS ORGANIZACIONES ................................... 30

TEORÍA DE LA AGENCIA COMO UN MODELO AUSENTE DE ÉTICA ................................... 31

ESTRATEGIA Y ÉTICA ..................................................................................................... 32

TEORÍA DE LAS PARTES INTERESADAS COMO UN MODELO DE GRAN CONTENIDO ÉTICO

......................................................................................................................................... 33

MODELO DE VENTAJA COMPETITIVA ............................................................................. 35

MODELO DE ORGANIZACIONES AMBIDIESTRAS ............................................................. 35

MODELO ALTERNATIVO DE LAS PARTES INTERESADAS ................................................. 36

CONCLUSIONES ............................................................................................................. 37

REFERENCIAS ................................................................................................................ 39

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INTRODUCCIÓN

Las empresas, son organizaciones cuyo principal objetivo es lograr beneficios mediante la

combinación de recursos humanos, financieros y tecnológicos. Por ello, son de suma

importancia pues generan empleos y riquezas en las economías de los países.

Sin embargo, no hay una definición teórica clara y consensuada de la empresa. En el ámbito

administrativo, económico y social, encontramos varias propuestas, tales como, la clásica,

neoclásica, escuela humanitaria, teoría de costos de transacción, teoría de derechos de

propiedad, teoría de la agencia, teoría de las partes interesadas, entre otras… que difieren en

dar una explicación de cómo se debe manejar la organización; no obstante, hay algo en

común entre todas las teorías que hablan sobre la firma, en todas se evade la implicancia y

la inclusión de la ética en sus normativas teóricas.

Como se ha podido observar, en múltiples casos en el mundo y específicamente en nuestro

país, la corrupción ha sido escandaloso en los últimos años, que socavaron las altas esferas

de la política peruana, por parte de la empresa ODEBRECHT y sus asociados, donde se han

visto implicados presidentes, asesores, congresistas y demás participes del aparato

gubernamental y privado, se aprecia la falta de ética en la toma de decisiones por parte de

estas organizaciones, con tal de maximizar sus riquezas.

De lo anteriormente mencionado, se plantea la siguiente interrogante: ¿Qué pasa con la ética

en las organizaciones? ¿Dónde está la ética en las teorías de las organizaciones? ¿La ética es

el pilar fundamental para el desarrollo de la organización?

Por consiguiente, el objetivo de este ensayo es sintetizar algunas ideas relacionadas a la

controversia sobre las teorías de la firma y la inclusión de la ética en ellas, la implicancia

que tendría su inclusión en las mismas, así como algunas propuestas de teorías que incluyen

en la ética como parte explicita en su normativa.

Por ello, es relevante analizar, corroborar y aportar en el marco administrativo económico

cómo la ética ha sido evitada por las teorías de la firma más convencionales, que dan los

cimientos para el desarrollo gerencial de las organizaciones. Esta evasión ha traído como

consecuencia que los accionistas en muchos casos, pierdan sus valores éticos con tal de

obtener mayores beneficios económicos.

Finalmente, la estructura del trabajo es la siguiente: En la primera parte se exponen los

conceptos de ética, moral y ética empresarial. En la segunda parte se hace una breve revisión

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de las principales teorías de la firma que se conocen. En la tercera parte se sintetiza la teoría

de la agencia, que es una de las teorías más usadas y criticadas por su relación agente-

principal y las consecuencias negativas que conlleva. En la cuarta parte se expone la teoría

de las partes interesadas, una teoría que nace en contraposición a la teoría de la agencia por

su relación agente-partes interesadas, la misma que tiene ciertas aproximaciones éticas. En

la quinta parte se expone como la ética ha sido aplicada en organizaciones, así como nuevos

modelos con consideraciones éticas y por último se expone las conclusiones y una reflexión

final.

ÉTICA, MORAL Y ÉTICA EMPRESARIAL

En esta sección, se tratarán los temas relacionados con la ética, la moral y la ética

empresarial, que son importantes debido a la poca atención que se da a estos criterios en la

operatividad de las empresas. Como la ética y la moral tienen una relación estrecha en la

toma de decisiones en el ámbito empresarial, y con el objetivo de evidenciar esta relación, a

continuación, serán expuestos los fundamentos.

La ética

La ética se deriva de la palabra “ethos” que significa carácter y costumbre. A su vez, es una

rama de la filosofía que estudia la conducta humana, la moral, lo bueno y lo malo, que es

correcto o incorrecto, la felicidad y el deber. También está la ética contemporánea que se

divide en tres niveles: la metaética, que estudia el origen, la naturaleza y los conceptos

básicos de la propia ética; la ética normativa, se encarga de buscar o regular los estándares

de la conducta humana; y la ética aplicada, que se encarga de examinar las controversias

éticas específicas.

Según Lewis (1985), en la última década la ética ha tomado protagonismo en todos los

entornos: la ética se ha convertido en un tema de discusión popular en la rama económica,

administrativa y social. Las definiciones típicas que existen, están referidas a lo correcto o

incorrecto de la conducta de cada persona, pero no todos concuerdan con lo que es

moralmente correcto o incorrecto, bueno o malo, ético o no ético.

Según Lewis (1985), la ética es la rama de la filosofía que estudia la conducta humana, lo

correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, la moral, el buen vivir, la virtud, la felicidad y

el deber. La ética es distinta a la moral, ya que la moral se basa en la obediencia a las normas,

las costumbres y preceptos o mandamientos culturales, jerárquicos o religiosos, mientras que

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la ética busca fundamentar la manera de vivir por el pensamiento humano. Asimismo, la

ética no se limita a la moral y se puede confundir con la ley, sin embargo, aunque la ley se

basa en principios éticos, ninguna persona puede ser obligada a cumplir normas éticas, por

ende, las personas podrían hacer caso omiso a las cuestiones éticas en la toma de sus

decisiones, en tanto se mantengan dentro del margen de la ley.

Según Fontrodona y Argandoña (2011), “la ética se ocupa de analizar las acciones humanas,

en tanto, que a través de esas acciones los seres humanos nos hacemos mejores o peores” (p.

13). En consecuencia, bajo esta premisa, para que exista ética en las organizaciones, los

integrantes de ellas, sea cual sea la posición que ocupen dentro de la empresa, deben de

actuar con valores y conductas que no sean cuestionadas en el entorno donde se desempeñan;

son las actitudes y comportamiento de sus miembros los que hacen que las empresas se

conduzcan con principios éticos.

Para Lewis (1985), el término ética puede ser utilizado de tres maneras diferentes, pero

relacionadas entre sí, lo que implicaría tener una forma de vida o un conjunto de reglas de

conducta o un código moral. El autor llama a la primera manera, ética budista o también

ética cristiana, y está asociada a la forma de vida de cada individuo. La segunda manera se

llama ética profesional, y está relacionada a un conjunto de reglas de conducta, así como de

códigos morales. Por último, la tercera manera recibe el nombre de metaética, porque está

relacionada con la filosofía, que a su vez está asociada a las formas de vida y las reglas de

conducta de las personas.

Jones (1995), asocia a la ética con la contratación eficiente: a las personas que tienen

comportamientos honestos, incluso en circunstancias en las que no serían detectados sus

actos si fueran estos deshonestos, les va bien en sus esfuerzos económicos. Este tipo de

personas son socios contratantes fiables. Por eso, este tipo de personas presentan emociones

que ayudan a resolver los problemas que se presentan al interior de las empresas, ya que

muestran sus verdaderos sentimientos morales. Estos sentimientos morales son expresados

por personas honestas, poseen integridad personal, no mienten, no engañan, no roban y

honran sus compromisos, el cual les permite mantenerse en su naturaleza moral. Aquellos

que cuenten con estos sentimientos, no solamente serán socios deseables sino también

económicamente eficientes, ya que la empresa puede confiar en sus acciones y decisiones y,

por lo tanto, es posible una reducción en el costo asociado con supervisarlos. Es por todo

aquello que Lewis (1995) concluye que la buena ética, manifestada en el contexto de las

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10

relaciones económicas con los demás, también es un buen negocio. El autor menciona,

además, que una contratación eficiente se logra a través de normas y reglas éticas

compartidas, que conducirían a una disminución de una posible conducta oportunista de los

individuos; por ende, la economía y la sociedad se verán beneficiadas al incorporar

consideraciones éticas en las relaciones económicas.

Por otro lado, Fontrodona y Argandoña (2011), mencionan que la ética no necesariamente

debe estar presente o ser relevante en todas las decisiones que toma la persona al interior de

la empresa. Si la ética estuviera presente todo el tiempo, en todas las decisiones que se toman

en la empresa, se generaría un problema importante, pues los colaboradores, al margen de si

el negocio genera poco o mucho dinero, se estarían preguntando continuamente: ¿estoy

yendo contra algún principio o valor ético? ¿estoy cometiendo alguna injusticia? ¿qué tipo

de actitud de aprendizaje estoy provocando en mis compañeros y subordinados? ¿contribuyo

a mejorar la sociedad?. Probablemente, continuos cuestionamientos de este tipo terminarían

entorpeciendo el funcionamiento del negocio.

Para Pérez López (1990), los cambios en el entorno de la empresa pueden originar

comportamientos ligeramente no éticos por parte de las personas; estos comportamientos

pueden dar la sensación de que darían buenas posibilidades económicas y que, en

contraposición, los comportamientos estrictamente éticos llevarían a una ruina económica.

Entonces, está en el interior de los directores preparar a los colaboradores con anticipación

para estos cambios, y así, poder resolver estos problemas éticamente; caso contrario, existe

el riesgo de tomar decisiones que no atiendan a consideraciones éticas, siempre que la

empresa haga frente a entornos cambiantes.

Del mismo modo, el autor nos habla de un concepto de ascética del comportamiento

empresarial, (Ascética. purificar el espíritu por medio de la negación de los placeres

materiales o abstinencia), es decir, esto ayudará al directivo a entender qué beneficio tiene

ponderar lo ético con lo económico; lo que conlleva a mejorar su calidad de ética personal.

Para poder entender este concepto, el autor indica, que hasta el momento es frecuente

encontrar entre los autores que han escrito sobre ética de negocios, las propuestas de reglas

sobre lo que la empresa tiene que hacer y no hacer con sus trabajadores, clientes, accionistas

y en general con su entorno. Pero estas “reglas éticas” presentan una limitación importante,

que se asocia a la motivación de la persona para aceptar tales reglas, pues suelen tener como

finalidad, que las decisiones que se adopten tengan consecuencias positivas para la sociedad,

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11

al ponderar únicamente el valor social, entendido como valor para otros, se estaría dejando

de lado el valor ético del propio decisor, quien estaría prescindiendo de su propia ética para

llegar a un bien común social.

Según Pérez López (1990), en general, las teorías éticas basadas en la normativa se centran

en identificar ciertas “reglas éticas” para la toma de decisiones, acompañadas de la

descripción de como “debe ser” la empresa, acotado todo ello, a un ideal de cómo sería el

comportamiento de las empresas, si los humanos que las componen fuesen moralmente

perfectos.

Es importante mencionar, que los problemas de nuestra sociedad son ocasionados no por lo

que se hace mal, sino por las acciones que se omiten. En otras palabras, desde un punto de

vista ético, se estarían planteando mal las soluciones. Sin embargo, el autor considera que,

con el pasar del tiempo, los hombres de negocios han tomado conciencia que, en el largo

plazo, los beneficios económicos dependen directamente de la calidad ética de las

decisiones.

El problema de la ética surge en la descripción de las funciones directivas, ya que éstas se

asientan en la teoría de la organización, que se fundamenta en cómo es y en cómo debe ser

el ser humano. Esto se hace patente, según Pérez López (1990) al observar que aquellas

personas interesadas en incorporar la ética al interior de la empresa, suelen tener poco

conocimiento de la teoría organizacional, lo que les permitiría entender el “deber ser” de la

empresa. En contraposición, aquellos que sí tienen conocimientos de estas teorías, no saben

cómo integrar las realidades éticas, económicas y sociológicas dentro de un esquema

unificado y coherente.

La moral

La moral deriva del latín mos o moris. Su significado etimológico original era “costumbre”,

“norma” o “precepto”, más adelante la fusión de estas palabras “costumbre y norma” origina

el concepto latino de la moral. Entonces la moral, se puede entender como buenas

costumbres, buena conducta, y sirve para valorar los comportamientos de las personas.

También, la moral hace referencia a las formas de vida, reflejando los valores y el sentido

de las cosas. Por consiguiente, la moral hace referencia a las acciones de los seres humanos

que están susceptibles de poder ser valorados como buenos o malos, mientras que la ética es

una reflexión filosófica de nuestro comportamiento moral sobre las costumbres, normas,

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12

responsabilidades, obligaciones, que están orientadas a buscar las soluciones de los

problemas que los seres humanos pueden provocar.

Según Lewis (1985) durante años los economistas y filósofos morales han observado que las

economías de mercado se desenvuelven mucho mejor donde existen valores compartidos de

honestidad e integridad, que donde no se encuentran dichos valores.

Algunos autores Kouchaki, Smith-Crowe, Brief y Sousa (2011), mencionan que las personas

que tengan como base a la empatía, será de suma importancia para que se tomen mejores

decisiones. La empatía no solo está presente en los seres humanos, sino que también está

presente en los animales, lo que evidencia que los seres humanos estamos unidos de forma

natural, desde nuestros inicios con las emociones y la moralidad. Pero por más que estemos

interiorizados con la moral, existe la posibilidad que podamos actuar de manera inmoral por

lazos sociales débiles. Estos lazos débiles nos pueden llevar a la corrupción en distintos

ámbitos de nuestras vidas; cuanto más débil sea la relación o vinculo social, existirá menos

moralidad. Esta circunstancia puede llegar a generar un círculo vicioso, ya que aquellos que

muestran lazos sociales débiles, no son respetados por los otros.

Para Jones (1995), la moralidad corporativa es la que refleja los sentimientos morales de la

alta dirección, que se refleja en su reputación y que está ligada a las políticas y decisiones

que serán evaluadas por las partes interesadas. La moralidad de los altos directivos se refleja

en los castigos e incentivos a los empleados de las empresas por los comportamientos de

estos; de la misma manera, la moralidad de los individuos se verá reflejada en el tipo de

empresas que evitan, ya que buscarán empresas que sean compatibles con sus valores. Los

individuos oportunistas abandonarán a las empresas que tomen decisiones moralmente

correctas, y cuyos incentivos y castigos vayan en contra de los comportamientos que

busquen siempre el beneficio personal. Sin embargo, puede ocurrir otra situación, donde el

oportunista permanezca en empresas morales; esto implicará que el individuo acabe teniendo

actitudes y tomando decisiones morales, por temor a las sanciones y para ganar los

incentivos.

Asimismo, Pérez López (1990), menciona que existen dos términos importantes que están

relacionados a la moral en las empresas: el formalismo moral y la teorización incompleta.

El primero está asociado a lo que un sujeto no debe hacer si quiere evitar la pérdida de sus

virtudes morales, ya que considera que si desarrolla sus virtudes morales será mejor persona

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13

y alcanzará sus fines personales y profesionales. La segunda está asociada a la mala

formulación del concepto de la empresa: como se verá en capítulos posteriores, la empresa

se suele considerar como un conjunto de personas que se esfuerzan en conseguir tan solo

beneficios económicos. Esta definición es relevante porque genera, en el contexto

empresarial, un conjunto de reglas comunes para determinadas situaciones similares.

Finalmente, Muñoz (2013) señala que, las empresas no son amorales, pues sus decisiones

constantemente están sometidas a valoraciones morales, pudiendo implementar diferentes

actividades según sus diseños. Por ende, desde el punto de vista de la ética empresarial, no

son tan importantes los contratos legales como los contratos morales y el reconocimiento

recíproco con expectativas legítimas, que les otorgan a las empresas credibilidad frente a la

sociedad. Las empresas que no desarrollan este tipo de contratos, quizás podrán obtener

buenos resultados en un corto plazo, pero en algún momento se destruirá su consistencia y

juntamente con ella la unidad de la organización.

La ética empresarial

La ética empresarial es una rama de la ética que se encarga en atender las cuestiones morales

que surgen en instancias de la actividad empresarial. Son valores, normas y principios que

están reflejadas en las culturas de las empresas, con la finalidad de alcanzar una mayor

conexión con la sociedad y les permite tener una mejor adaptación en su entorno.

La ética empresarial se puede expresar de diferentes formas, dependiendo de la perspectiva

de la empresa. Para Quinn y Jones (1995), las empresas constantemente vulneran los

fundamentos teóricos de la ética al momento de tomar decisiones empresariales. A menudo

los empresarios, el gobierno y la religión, difieren sobre el significado de la ética

empresarial, haciendo referencia a que la ética práctica es diferente a la ética teórica. Por

otro lado, la ética empresarial de una persona no es posible que se separe de su ética personal,

y mucho menos que un negocio sea más ético que las personas que lo componen.

Asimismo, Byrne (2002) dice que las empresas y todas las personas que desempeñan roles

en la sociedad deberían de practicar la ética en todos sus niveles, teniendo en cuenta las

opiniones de los diferentes grupos sociales, especialmente si estos grupos reciben atención

de los medios, ya sea de comunicación u otros.

En este sentido, existen barreras para colocar a la ética empresarial en su sitio, la que es

aplicar las normas y valores en las personas al interior de las empresas. Una de las barreras

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14

más comunes que se encuentran en las organizaciones es la forma cómo están diseñadas sus

estructuras. Aunque, como ya se mencionó, la ética está relacionada principalmente con las

acciones de las personas, éstas no actúan en el vacío, sino en un entorno social como lo hacen

las empresas, quienes tampoco se desempeñan en entornos neutros, si no que influirán para

bien o para mal en las personas según como sea su diseño organizacional, sus políticas, sus

sistemas de gestión, los objetivos que persiguen alcanzar y su sistema de incentivos. Esta

influencia se hará patente en las formas de aprendizaje de las personas, en su actuar y en los

cambios de actitud que puedan tener.

De igual manera, Goforth (2010), manifiesta que las decisiones de los gerentes en las

corporaciones simplemente parecen estar fuera del ámbito de la ética, en muchos casos, la

fuerte cultura organizacional obliga a los ejecutivos a realizar acciones que van en contra de

sus principios éticos, estas acciones a menudo están al margen de la ley.

Por lo antes mencionado, la responsabilidad de implementar acciones para que las personas

conozcan sus metas y objetivos al interior de la empresa, recae en los directivos de las

organizaciones. Fontrodona y Argandoña (2011) dicen que “las empresas crean a sus

trabajadores y directivos, a través de las decisiones y acciones que estos llevan a cabo”. (p.

16). Sin embargo, por otro lado, es muy conocido el aforismo que dice que “el activo más

importante de las empresas son sus empleados”. (p. 16) Si este aforismo estuviera

interiorizado en las empresas, en línea con lo mencionado por Fontrodona y Argandoña

(2011), se debería crear entornos de trabajo que permitieran fortalecer el crecimiento

personal y promover las conductas morales. Resulta curioso, entonces, ver que las empresas

hacen muy poco para cuidar a sus activos más importantes, al no asegurase que sus

colaboradores crezcan como personas y profesionales.

Quizá la respuesta recaiga en las definiciones utilizadas por Quinn y Jones (1995), quienes

se refieren a la existencia de dos tipos de ética y políticas empresariales: instrumental e

intrínseca. En el primer caso, los gerentes que se desenvuelven utilizando consideraciones

instrumentales, podrían hacer lo que es moralmente apropiado, pero siempre con el fin

último de aumentar las utilidades de los accionistas. Los autores sugieren que esto ocurre

cuando el mandato de los gerentes, formalmente, incluye el término “ética”, pero al mismo

tiempo estos perciben que los accionistas, en el fondo, no respaldan el concepto a menos que

les produzca un beneficio. En el caso de la segunda definición, el comportamiento moral de

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15

los gerentes estaría ligado al convencimiento de la bondad de los actos morales por sí

mismos, sin necesidad de asociarlos a las ganancias de la empresa o de los accionistas.

Un concepto que con frecuencia se relaciona a las consideraciones éticas es el denominado

“bien común”, Retolaza y San-José (2017), nos mencionan que todas las teorías económicas,

de cierta manera, han tenido por finalidad el bien común. Según estos autores, en la

actualidad, se está originando un resurgimiento de la reflexión alrededor de este término,

como resultado del descontento que existe por el accionar de las empresas.

Retolaza y San-José (2017), se refieren a tres conceptualizaciones diferentes del bien común:

el modelo comunitario, la aproximación utilitarista y el modelo deontológico. Según el

modelo comunitario, la comunidad sería algo diferente al mero agregado de individuos. Es

necesario, por ello, identificar el bien de la comunidad como un organismo, más allá del bien

de las personas individuales en cuanto a miembros de la comunidad. Históricamente, el

problema fundamental de este modelo ha radicado en la fácil derivación hacía

planteamientos totalitaristas, y al consecuente sacrificio de las personas en aras de la

comunidad.

Al referirse a la aproximación utilitarista, los autores indican que el bien común se

identificaría con el interés general, entendido como la suma de los intereses privados,

seleccionados por cada individuo a partir de su función de utilidad. Se trataría, según Sinnott-

Armstrong (2012), de una ética con base hedonista centrada en conseguir el mayor beneficio

para el mayor número de individuos.

Finalmente, el modelo deontológico del “bien común” se orienta a la necesidad de que la

totalidad de las personas dispongan de los recursos necesarios para desplegar la vida humana

en todo su potencial (Retolaza y San-Jose, 2017).

Hasta este momento, se han citado y comentado algunas definiciones relacionadas con la

ética empresarial, que serán útiles al momento de analizar las propuestas descritas en las

diversas teorías relacionadas con las organizaciones. En consecuencia y para seguir con la

exposición de los elementos que se necesitarán para entender a cabalidad el problema que se

está investigando, en el siguiente capítulo se desarrollan las principales teorías que pretenden

describir y explicar a las organizaciones, a las que usualmente se hace referencia bajo el

nombre de Teorías de la Firma.

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16

EVOLUCIÓN DE LAS TEORIAS DE LA FIRMA

En este capítulo se realiza una breve recopilación y descripción de las principales teorías de

la firma, desde sus inicios hasta la actualidad, con la finalidad de conocer cómo ha ido

evolucionando y cambiando el concepto del manejo de la empresa. Algunas de las teorías

aquí descritas ya se encuentran extintas y otras en vigencia. Varios autores (Medina Macías

& Ávila Vidal, 2002; Rocha Valencia, Molina Parra, & Ramírez Díaz, 2010) coinciden en

señalar que el progreso de estas teorías se puede fraccionar en tres periodos: el primero

ocurre desde finales del siglo XIX hasta la Segunda Guerra Mundial. En este periodo surgen

las primeras escuelas de administración y los primeros gerentes asalariados donde se busca

que la gestión de la administración se convierta en una ciencia; el segundo ocurre desde

finales de los años cuarenta hasta comienzo de los ochenta, en el que nace la sociedad de

consumo masivo, del mismo modo, se fortalece la investigación y la enseñanza de la

administración; y el tercero se da a inicios de los años ochenta hasta la actualidad, este

periodo se caracteriza por la búsqueda de la eficacia, la apertura de la economía y su

consiguiente impacto en mejores resultados en las organizaciones, las mismas que deben ser

más flexibles y tecnológicas.

Pensamiento Clásico

Para los autores Medina & Ávila (2002); Rocha Valencia, Molina Parra, & Ramírez Díaz,

(2010), la visión clásica está relacionada principalmente con la revolución industrial y la

conformación de empresas a gran escala, lo que ocasionó que se tenga que elevar la

productividad y competitividad de las empresas, la única opción para lograr dicho objetivo

era incrementar la productividad de los trabajadores. Los exponentes más resaltantes de este

pensamiento son:

Frederick W. Taylor

Según algunos autores (Medina & Ávila, 2002; Rocha, Molina, & Ramírez Díaz, 2010), la

teoría de Taylor se caracteriza por la estandarización de los procesos, para aprovechar los

recursos materiales, así como el uso de los equipos, esto, con el fin de evitar el despilfarro

de tiempo y aumentar la eficiencia en la empresa, a través del trabajo del ser humano, lo que

evitaría que los intereses propios de las partes involucradas se sobrepongan al de las

empresas; con lo que, se aseguraba que los intereses de los empleados y la empresa sean los

mismos. El actor principal es el jefe y los trabajadores son relegados a actores secundarios,

es decir, a trabajo netamente manual/operativo.

Page 19: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

17

Taylor, fue crítico de los administradores, ya que estos no cumplían el rol de líderes en la

interiorización de las actividades que deben de realizar los trabajadores. Del mismo modo,

también fue crítico de los obreros, ya que los hizo responsables del bajo rendimiento de la

empresa. Este último enfoque fue rechazado por los propios administradores y trabajadores;

los primeros lo acusaban de poner en duda su buen juicio y los segundos, de tratarlos como

máquinas y de incentivar la falta de humanidad en el trabajo.

Henry Fayol

Para los autores Medina & Ávila (2002); Rocha, Molina & Ramírez Díaz, (2010), la teoría

de Fayol propone la teoría organizacional, la que se orienta al establecimiento de principios

generales que deben ser aplicados por los altos niveles de la empresa. Su enfoque fue

publicado por primera vez en 1916 en el libro “La Administración industrial y General”.

En su obra, Fayol divide las operaciones administrativas en grupos de actividades

relacionadas entre sí, estas son: técnicas, comerciales, financieras, de seguridad, de

contabilidad y administrativas; establece a la gerencia la responsabilidad de asegurar la

marcha de todas las antes mencionadas; siendo la más importante la función administrativa,

ya que es la encargada de articular y vigilar el funcionamiento de los otros grupos.

Para Fayol, la administración actúa únicamente sobre las personas y precisa que se debe

tener en cuenta que ellas y las situaciones son diversas y cambiantes, por lo que las reglas

deben ser flexibles para adaptarse a todas las necesidades. Finalmente, manifiesta que

administrar es prever, organizar, dirigir, coordinar y controlar; lo que hace necesario que un

administrador cuente con cualidades como la inteligencia, la experiencia, la decisión y la

mesura que lo ayuden con la función de administrar.

Pensamiento Neoclásico

Posteriormente al pensamiento clásico, surge en la década del cuarenta del siglo XX las

teorías neoclásicas o de maximización, con el surgimiento de la estrategia y de los procesos

de planeación.

Algunos autores (Rocha, Molina y Ramírez, 2010) mencionan que en este lapso se produce

una evolución que da como resultado las teorías del mercadeo, la producción y optimización

de los recursos que moldearon las teorías clásicas. Sin embargo, estas teorías dan

importancia a un modelo de organización que conduce a la generación de riqueza exclusiva

Page 20: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

18

para los dueños. Los exponentes que abordaron estos conceptos y dan una mejor

interpretación a este pensamiento son:

Peter Drucker

Propone el nacimiento de un nuevo orden social, asimismo, plantea la descentralización, que

tiene como finalidad la participación de los trabajadores en proyectos diferenciados para

incrementar el beneficio del dueño; lo que se busca con ello, es fomentar la motivación en

los trabajadores dada por el reconocimiento de su aporte en la participación de los logros de

la empresa. Según Drucker, la productividad está orientada al uso eficiente de los recursos

y enfatiza que la dirección se debe ejercer desde la gerencia, puesto que, sin la acción de la

gerencia los recursos siguen siendo simples recursos y no se convierten en producción. Esto

conlleva, a que el ejecutivo deba ser eficiente, dicha efectividad debe ser aprendida mientras

se adquiera experiencia, esta efectividad nace como producto de un conjunto de hábitos y de

acciones repetidas que terminan en el interior del ejecutivo.

De igual manera, propone la administración por objetivos, la misma que la orienta hacia un

sistema de planeación y evaluación que establecen metas específicas por cada trabajador en

base a sus resultados. Esto permite poner por encima de las personas a los objetivos de la

empresa, donde el logro depende de la manera como se maneja la dirección, lo que se refleja

en la búsqueda de la mayor productividad posible, es decir, los trabajadores son considerados

como un recurso más de la empresa. Finalmente, al parecer Drucker, se encontraría en

oposición a las teorías humanistas, que ponen al ser humano como el centro de la gestión.

Harold Koontz

Promueve la administración con un especial enfoque en las relaciones humanas. Asimismo,

relaciona las diferentes funciones de la administración con el proceso de diseñar y mantener

un ambiente en el cual las personas trabajando en grupos, alcancen las metas propuestas con

eficiencia; para ello, concibe a la administración como la unión de ciencia, teoría y práctica,

enfocada a la responsabilidad social y ética. En base a estos pilares, razona sobre la

planeación y el logro de objetivos de cada área que conforma la empresa; su pensamiento se

basa en la generación de la rentabilidad a partir de la funcionalidad sistemática de cada área

de la empresa.

Page 21: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

19

William Ouchi

Promulga la teoría Z, la cual aborda temas relacionados con el papel del ser humano en la

empresa. Esta teoría se basa en las relaciones humanas, entiende que no puede haber una

separación entre la vida personal del trabajador y su vida laboral; para ello, menciona como

pilares a la confianza, el trabajo en equipo, las relaciones personales estrechas y la toma

colectiva de decisiones, todo ello, en orden a lograr un mayor rendimiento del trabajador,

que conllevará a una mayor productividad empresarial y es característica principal de las

empresas japonesas; finalmente propone una nueva teoría empresarial humanista, donde

exista un compromiso de la empresa con sus trabajadores.

Para concluir, Hart (1989) y Kállay (2012), afirman que el pensamiento neoclásico concibe

a la empresa como una unidad de producción, donde la empresa se dedica a la compra y

venta de insumos-productos en el mercado, buscando obtener las mejores condiciones que

maximicen los beneficios para los accionistas.

Es importante indicar, que ninguna de las teorías que hemos mencionado, presenta alguna

consideración sobre las relaciones humanas y la ética en su fundamento, hasta el momento

de lo que se ha explicado, en términos generales, se basan en criterios económicos y

proponen la maximización de los recursos para la obtención del beneficio para el dueño de

la empresa.

Escuela de Relaciones Humanas

Según los autores Medina & Ávila (2002); Rocha, Molina, & Ramírez Díaz (2010), esta

escuela confiere al hombre y a su conducta una mayor importancia, lo propone como el inicio

de la administración; asimismo, menciona que hay una necesidad de mejorar las relaciones

humanas mediante la aplicación, especialmente de la psicología en la administración.

Lo que busca esta escuela es lograr una mejor productividad del trabajador, a través de la

satisfacción de sus necesidades psicológicas y las de su grupo, tomando como sustento los

resultados obtenidos en diversos estudios de motivación, participación y equipos de trabajo.

Los exponentes que abordaron estos conceptos y dan una mejor interpretación a este

pensamiento son:

Page 22: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

20

Abraham Maslow

Nos presenta el concepto de jerarquía de necesidades, y nos menciona las causas que motivan

a las personas a trabajar en una empresa y a dar parte de su vida a ella. Asimismo, nos

muestra cinco tipos de necesidades básicas, que son: fisiológicas, seguridad, afiliación y

estima, reconocimiento, y autorrealización. Esta última está relacionada con el crecimiento

personal o profesional de la persona; por otro lado, las necesidades presentan una jerarquía,

mientras la primera necesidad básica no sea cubierta, tiene el poder de motivar la conducta

de la persona, pero al ser cubierta deja de ser primordial motivación para el individuo y así

sucesivamente con las siguientes.

Frederick Herzberg,

Expuso la teoría de dos factores: los higiénicos que está asociado a los salarios, los beneficios

sociales, tipo de dirección o supervisión que las personas reciben de sus superiores, las

condiciones físicas y ambientales del trabajo, los reglamentos internos, entre otros y si estos

son los adecuados se evita que el trabajador este insatisfecho. Los motivadores que están

asociados a factores internos del trabajador, lo que hace y como se desempeña, estos factores

contemplan los sentimientos referidos a su crecimiento personal, reconocimiento profesional

y a sus necesidades de autorrealización.

Douglas A. McGregor

Plantea la teoría X donde menciona que el trabajo es una necesidad y que las personas lo ven

como tal; sin embargo, estas tratan de evadirlo siempre que se les dé la oportunidad. Por tal

motivo, se considera a las personas como egoístas, ociosas, ausentes de ambición, que no les

agrada la responsabilidad y no les importa la necesidad de la organización, que no son

propensos al cambio y requieren de alguien que los oriente.

Del mismo modo, plantea la teoría Y, propone que a la persona le simpatiza el trabajo, que

asume responsabilidades, que encuentra sentido en él y está interesado en alcanzar los

objetivos de la organización. Por ello, la administración deberá desarrollar el potencial de

los trabajadores, brindando las condiciones favorables para que alcance sus objetivos y

consecuentemente los de la organización.

Page 23: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

21

Pensamiento Administrativo Sistémico

Según los autores Rocha, Molina y Ramírez (2010), este pensamiento considera a la empresa

como un sistema; llámese sistema al conjunto de elementos conectados para formar un todo,

el mismo que presenta características y propiedades que no se encuentran de manera aislada;

puesto que mantiene una interacción dinámica con su ambiente (clientes, proveedores,

competidores, gobierno, trabajadores y comunidad), donde la empresa influye sobre ellos,

así como ellos influyen sobre esta. Del mismo modo, con la finalidad de obtener un beneficio

que reditúe para todas, estas partes se relacionan entre si y trabajan en armonía unas con

otras.

Pensamiento Administrativo de la Escuela de Montreal

Según los autores Rocha, Molina y Ramírez (2010), esta perspectiva debe de contribuir a

tener una visión más clara del futuro de las empresas, del problema de la relación del hombre

consigo mismo y con el medio ambiente que lo rodea y a responder estas preguntas: ¿el

hombre se comporta de manera tal que pueda garantizar la supervivencia de su especie?

¿hace lo necesario para hacer sentir bien, ya sea física, afectiva e intelectualmente a cada ser

humano?

A continuación, se presenta brevemente a los principales investigadores que han trabajado

en este pensamiento:

Jean-Francois Chanlat

Destaca dos aspectos principales que se encuentran en toda empresa; el primero que abarca

toda la estructura física, el capital y el ser humano considerado como un recurso, y el

segundo, el mundo de lo simbólico, es decir, los juegos, las imágenes y las representaciones

tanto individuales como colectivas.

Renée Bédard

Propone un esquema que comprende cuatro partes: el ser, los valores, los conocimientos y

finalmente, el saber-hacer. Es crucial que se establezcan relaciones armoniosas entre estas

cuatro partes que la filosofía denomina como la ontología, la axiología, la epistemología y

la praxeología, de manera que converjan hacia un efecto de conjuntos, una coherencia interna

y una unidad.

Page 24: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

22

Omar Aktouf

Menciona que la propiedad privada genera poder, por ende, debe ser sustituida por la

propiedad colectiva, donde los factores de producción (que abarca tierra, trabajo y capital)

regresen a su origen de desarrollo social. Asimismo, propone que el trabajo debe ser más

humanizado, es decir, se debe promover la igualdad entre los deberes y derechos de las

personas que se encuentren sumergidas en el proceso de producción.

Cabe resaltar, que los pensamientos anteriormente descritos, ya presentan una consideración

sobre las personas y sus relaciones; sin embargo, aún dejan de lado las consideraciones éticas

en la toma de decisiones y en la búsqueda de la maximización de utilidades para los

accionistas.

Teoría de Costos de Transacción y Coordinación

En el año 1937, Ronald Coase se hace una pregunta fundamental ¿Por qué existen las

firmas?, dicho autor indica que la firma existe por su habilidad de economizar en ciertos

costos que incurre la empresa al hacer el uso del mercado. Más adelante, Williamson y Klein

desarrollaron la teoría de los costos de transacción y coordinación; estos autores se basaron

en los costos que surgen luego de la firma de contratos, a diferencia de Coase, que se ocupó

de los costos de transacción que surgen antes de la firma de los contratos.

Según Kállay (2012), la teoría de costos de transacción y coordinación también es conocida

como la teoría de la firma de Williamson basado en las ideas de Coase. Esta teoría se sustenta

en su habilidad para economizar en los costos del uso del mercado y, por lo tanto, las

empresas decidan que la actividad económica se realizará dentro de una firma. Estas

actividades se realizan siempre y cuando los costos de coordinar la producción del insumo

sean menores a los costos que se tendrían que incurrir si se compra el insumo en el mercado.

Asimismo, cuando un empresario decide crear una empresa, lo hace teniendo en cuenta que

la producción de un bien o servicio al interior de la misma firma, sea más eficiente que la

obtención de estos a través del mercado.

Según Jones (1995), los costos de transacción, es una de las variables finales para la elección

de contratar en el mercado o realizarlo internamente, esto se debe a la eficiencia de los costos

de transacción.

Para Hart (1989), los costos de transacción están asociados a los costos de pensar, planear y

contratar que acompañan a cada transacción. Por ende, estos costos se reducen, cuando se

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23

da la autoridad a los administradores sobre la transacción, es probable que se generen costos

adicionales por errores cometidos por los administradores, pero estos costos pueden ser

subsanados con los ahorros del costo marginal al no realizar transacciones en el mercado.

Según Tarzijan (2003), se agrega tres nuevos componentes a esta teoría, estos analizan la

existencia de los costos de transacción y por qué no se puede hacer un contrato completo. El

primero de ellos es racionalidad limitada, que está ligado a la habilidad humana limitada

para prever y resolver complicados problemas; el segundo es la oportunidad, donde las partes

contratantes siguen su propio interés en primer lugar, por lo que el oportunismo motiva a las

partes a evadir sus compromisos de tratados y el tercero es la especificidad de los activos, el

que menciona si un activo determinado se puede usar para un propósito alternativo sin

disminución en su valor.

Tarzijan (2003), afirma que mientras que Coase se ocupaba de los costos de transacción que

surgen antes de la firma de los contratos, tales como los de búsqueda de la contraparte y de

su negociación, Williamson y Klein, se enfocaron en los costos de transacción que surgen

luego de la firma de los contratos, como producto de la dificultad de la firma de contratos

completos y de obligar al contratado a cumplir con el contrato. De acuerdo a Williamson y

Klein, son los costos de negociar, vigilar y exigir el cumplimiento de acuerdos entre las

partes, fundamentales al decidir si utilizar al mercado o sustituirlo por una estructura de

mando vertical.

Por otro lado, están los costos de coordinación. La teoría propone la existencia de un costo

al coordinar las distintas actividades dentro de una misma organización, así como de los

objetivos de los diversos participantes en el proceso de toma de decisiones, incluyendo a los

dueños del capital. En ese sentido, estos costos tratan de mejorar los sistemas de incentivos

a trabajadores lo que implicará una mejor coordinación y eficiencia de las actividades

complementarias dentro y fuera de la organización. Esto viene acompañado con el desarrollo

del conocimiento del negocio propio de la organización y que este sea compartido en toda

su estructura, lo que evitará conflictos entre las partes interesadas.

Teoría de Derechos de Propiedad

Esta teoría se enfoca en todos los derechos de propiedad que posee la empresa, brinda los

fundamentos a los accionistas para reconocerlos como dueños de estas propiedades, ya que,

Page 26: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

24

son ellos los que tienen el control sobre todos los activos (materiales, económicos y hasta de

personas); por lo que al final deciden quienes hacen uso de los mismos.

Según Kállay (2012), está teoría examina todos los contratos de la empresa desde la

perspectiva de la propiedad y derechos de los bienes, suponiendo que un activo de la empresa

es utilizado por más personas al mismo tiempo, algunas de las empresas tienen derechos de

propiedad (empleadores) mientras que otros no (empleados). Por lo que, se tiene la idea de

que el principal obtiene el derecho de cambiar los miembros de la empresa y decidir quién

usa los activos de la empresa y quién no.

Asimismo, los derechos de propiedad son importantes en las teorías contractuales, porque

influyen en el comportamiento de los individuos, en específico en los contratos incompletos,

ya que, no todos los derechos de propiedad se pueden determinar en caso de contratos e

información incompleta.

Para Soppe (2012), el accionista como dueño de la firma es quien decide hacer negocios de

forma corporativa y comercial según sus intereses.

Según Rhee (2008), el modelo de propiedad es considerado como un conjunto de derechos

de propiedad privada de los constituyentes contractuales de la firma, en lugar de una

organización de importancia social y económica independiente.

Según Tarziján (2003), el activo otorga al propietario el control sobre las ganancias, lo que

fomenta a los dueños de las empresas a esforzarse para destinar las ganancias hacia aquellas

actividades que maximicen su valor. Por ende, las decisiones respecto de la propiedad y uso

de los activos son importantes, porque es el propietario de los activos quien determina qué

hacer con ellos cuando ocurran contingencias, que no necesariamente pudieron ser incluidas

en los contratos firmados con anterioridad y que, por lo tanto, han de requerir renegociación

para determinar su utilización futura.

Asimismo, los activos que sean importantes y altamente complementarios deberían

encontrarse bajo la propiedad común, por otro lado, los activos existentes independientes

deberían ser de propiedad de diferentes firmas. Por consiguiente, esto conlleva un control

sobre activos físicos y humanos.

Por último, la teoría de derechos de propiedad se apoya en los cimientos de varias teorías de

la firma, ya que tiene como base principal el comportamiento que maximice los recursos

Page 27: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

25

(neoclásica), enfatizando sus cuestiones de incentivos (agencia), asimismo, enfatiza los

costos de contratación (costos de transacción) tratando de esta manera a las empresas como

“formato estándar” de contrato (como la aproximación de la empresa como nexo de

contratos) (Hart, 1989).

Por todo lo antes expuesto, se ha realizado una revisión de las principales teorías de la firma

que describen la evolución del manejo organizacional por parte de los accionistas y gerentes

de la empresa; se ha mencionado cómo en un inicio el pensamiento estaba dado solo hacia

la maximización de la riqueza de las organizaciones, posterior a ello se busca lo anterior,

pero con un enfoque más humanista, dicho enfoque está orientado hacia el trabajador; del

mismo modo, las dos últimas teorías mencionadas (costos de transacción y derechos de

propiedad) son las teorías más evolutivas tratadas sobre la firma; sin embargo, ninguna de

ellas presenta consideraciones éticas al momento de dar los lineamientos y fundamentos para

el accionar de las organizaciones.

TEORÍA DE LA AGENCIA

Con el propósito de cubrir los vacíos existentes en las teorías anteriores, surge la teoría de

nexo de contratos también llamada teoría de la agencia. Para Kálllay (2012), las relaciones

contractuales en las empresas forman la esencia de la firma, pero no sólo la relación de los

contratos con los empleados, sino también con las distintas partes interesadas: proveedores,

consumidores, acreedores, etc. Por ende, la empresa se llega a entender como un conjunto

organizado, estructurado y sistematizado de contratos entre las diferentes partes interesadas:

para ser más específicos, los contratos definen cómo se dividirán los costos y las

remuneraciones entre los distintos miembros de la organización.

Según los autores (Quinn y Jones, 1995), esta teoría es utilizada cuando se evidencia una

relación de una parte (el principal) quien delega a la otra parte (agente), quien a su vez realiza

ese trabajo en lugar del principal y actúa en su representación. En la misma línea, Frontodona

y Sison (2006), manifiestan que este vínculo se ve reflejado en que el agente pueda realizar

algún servicio en nombre del principal, quien delega las decisiones; por ende, el agente

presenta obligaciones legales y económicas hacia el principal. Estos autores aducen que

ahora la firma se muestra como un nexo de contratos entre directores y agentes.

De lo antes mencionado, la teoría hace un mayor énfasis en los nodos de relaciones que en

las relaciones en sí, cuando el énfasis está en las relaciones, las personas tienden a ser

Page 28: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

26

entendidas en cuanto a sus funciones, a diferencia de cuando el énfasis está en los nodos de

las relaciones, a las personas se les otorga un valor en sí mismas.

Según Panda (2017), las empresas son las ficciones legales, donde se encuentran algunas

relaciones contractuales entre las distintas partes interesadas. La relación que existe al

interior de la agencia, es también como un tipo de contrato entre el principal y el agente,

pero existe la posibilidad que el agente al manejar la organización, no trabaje para el

beneficio de la empresa, al contrario, estarían utilizando a la firma para su propio fin, que a

largo plazo originaria un conflicto entre el principal y el agente. En este contexto, los

directores buscan diferentes mecanismos para monitorear las actividades de los agentes con

la finalidad de frenar acciones irresponsables que ocasionen conflictos futuros en la agencia.

Para Rhee (2018), el nexo de contratos es una simple metáfora de unión de la producción a

través de múltiples acuerdos contractuales expresos e implícitos que generan más activos

para seguir generando flujos de efectivo. Asimismo, la teoría de la agencia apoya el nexo

que existe entre el argumento de los contratos y la norma de maximización de ganancias, los

agentes corporativos están obligados en maximizar las ganancias de los accionistas,

considerando a la corporación como una estructura productora de riqueza.

Según Fontrodona y Sison (2006), existen problemas entre los participantes de esta relación

de agencia. Esta teoría demuestra que existe el “oportunismo”, es decir, que los agentes están

en búsqueda de maximizar sus propios intereses a costa de los principales. Pero también se

menciona dos problemas fundamentales en este tipo de relaciones, el primero de ellos, es

que el agente y el principal, tienen objetivos en conflicto, y es difícil para el principal,

verificar las actividades del agente; el segundo se refiere al peligro que asume el principal,

porque los agentes no utilizan sus mejores esfuerzos para garantizar sus ganancias, por el

contrario, evitan sus tareas.

Segun Panda (2017), considera a la empresa como una caja negra, que opera de esta manera

con el único propósito de maximizar su valor y rentabilidad, lo más que pueden. Por

consiguiente, la maximización de la riqueza en las organizaciones es viable siempre y

cuando el equipo trabaje de manera adecuada y coordinada entre las distintas partes

involucradas en la firma. Sin embargo, el interés de las partes no siempre está alineada, en

este punto, se origina el conflicto de intereses y puede ser solo relegado a través del control

gerencial.

Page 29: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

27

Según Hart (1989), la empresa sigue siendo considerada como una unidad de producción,

pero ahora el agente es el que toma las decisiones de producción, de inversión o asignación

de recursos, que los accionistas ignoran. Por otro lado, menciona que los agentes siempre

pondrán más peso en sus propios objetivos y que existirán los conflictos de intereses.

Para Tarzijan (2003), es significativo indicar un cuestionamiento importante, si los agentes

actuarían siempre en los intereses de los propietarios, a pesar de la baja participación que

tienen estos en la empresa, este cuestionamiento, muestra una de las raíces fundamentales

del problema de la agencia, donde surge la separación entre propiedad y control de la

empresa.

Para Fontrodona y Sison (2006), de manera metodológica, la teoría de la agencia está ligada

al individualismo, puesto que los esfuerzos de los agentes están en la búsqueda de su propia

utilidad (utilitarismo) y placer (hedonismo), para satisfacer sus propios deseos.

A continuación, vamos incluir algunas supuestas críticas a la teoría de la agencia desde la

perspectiva de Fontrodona y Sison (2007), quienes mencionan que existen cuatro

suposiciones principales de la teoría, las mismas que los autores cuestionan de la siguiente

manera:

¿Quién es el propietario de la empresa?

En la suposición de que el accionista es el dueño de la empresa, entra en contradicción con

la misma teoría de la agencia, ya que ésta es un “nexo de contratos”, en síntesis, nadie es

dueño de la empresa, puesto que no se puede ser dueño de un simple nexo; se puede tener

propietarios de procesos y/o de factores de producción, pero no hay justificación para decir

que poseer el capital es poseer a la empresa.

¿Hay algún otro interés aparte del interés económico?

Cuando un sujeto toma decisiones, éstas sirven a un interés, en muchas circunstancias es

meramente económico, pero a su vez, éstas decisiones no deberían considerar su propio

interés, ya que, si no se toma en cuenta el interés de otras personas, se perderá y le será más

complicado tomar la mejor decisión. Por ello, se menciona que los agentes no pueden ser

solo motivados por un interés económico propio, hay otro tipo de interés (éticos, sociales y

otros) que son los que llevarán a una supervivencia, en el largo plazo de la empresa, lo que

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28

se busca es no solo maximizar beneficios, sino que brindar satisfacción motivacional al

agente, para que tenga la voluntad de participar en la empresa.

¿Es la empresa algo más que un nexo de relaciones?

Como menciona la teoría, la empresa es en primer lugar un nexo de relaciones contractuales

entre agentes y principales, pero la empresa va más allá de eso, es una comunidad de

personas, cada una de ellas es valiosa, es por ello, que los nodos de relaciones son más

importantes que las relaciones mismas.

¿Cuál es el propósito de la empresa?

Como se menciona en casi todas las teorías, lo que se busca siempre, es maximizar la riqueza

del accionista, pero lo antes mencionado no es el fin de la empresa, el fin de esta, es dar la

oportunidad de crecimiento personal, material y moral a las personas, a través de las

relaciones que se establezcan dentro de ellas en la gestión de la empresa.

Finalmente, esta teoría tampoco incluye alguna consideración ética en su propuesta,

básicamente indica que la firma es un nexo de contratos y la principal relación que existe es

entre el principal y el agente, quien al final, toma las decisiones, buscando como la gran

mayoría, la maximización de sus beneficios personales sobre las del agente.

TEORÍA DE LAS PARTES INTERESADAS

En este capítulo, revisaremos la teoría de las partes interesadas, que surge en contraposición

del lineamiento generalizado, que busca la maximización de la riqueza solo para el

accionista. Del mismo modo, esta teoría presenta ciertos principios éticos dentro de sus

fundamentos, que la hace más próxima a una teoría integral dentro de las más generalizada

en el mundo de los negocios.

Esta teoría tiene como fundamento la creación y distribución de valor, tanto para la empresa

como para las partes interesadas, es decir, generar ganancia para la empresa y para su

entorno, por las acciones de todas las partes; es decir, la empresa genera riqueza y valor, no

solo para beneficio propio, sino que lo hace también para las partes interesadas que están

relacionados en sus procesos productivos.

Según Minoja (2012), la creación del valor para las partes interesadas es el factor clave para

la supervivencia de la empresa a lo largo del tiempo. Asimismo, existen algunos supuestos

claves que se mencionan a continuación: Primero, que una empresa se puede visualizar como

Page 31: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

29

un grupo de relaciones mutuas entre las partes interesadas; Segundo, que el propósito de la

empresa no es la maximización del valor de los accionistas, sino la creación y distribución

de valor a una pluralidad de partes interesadas; Tercero, que el logro de este propósito

depende de la cooperación y el apoyo de los propios interesados.

La visión de las partes interesadas, aduce que el propósito de la empresa es la producción

combinada de bienestar económico y social, este último está asociado a los factores de

calidad de vida de las personas que originan una satisfacción en ellas. Asimismo, la creación

de valor tiene una “naturaleza social” y “cualquier valor es un fenómeno social”. Estas partes

interesadas no solo son personas que dependen de la riqueza creada y distribuida en la

empresa, sino que también son aquellas que dan recursos de importancia a la empresa.

Como se ha mencionado, esta teoría busca crear valor para las partes interesadas, por ende,

satisfacer sus necesidades mejorará la confianza y reputación de la empresa; esto trae

consigo en el corto, mediano y largo plazo, mayores réditos económicos. Asimismo, este

valor es creado por personas que se unen y cooperan para mejorar la situación de todas ellas,

esto es el núcleo de la teoría de las partes interesadas. Por otro lado, Donaldson y Preston

(1994), reconocen que la teoría de las partes interesadas es importante porque "recomienda

actitudes, estructuras y prácticas que, en conjunto, constituyen la gestión de las partes

interesadas".

Por otro lado, Jones (1995), menciona que esta teoría contiene de manera explícita o

implícita tres tipos de teoría, donde la parte normativa es la que la sustenta. Primero, las

teorías descriptivas/empíricas tienen la intención de describir y/o explicar cómo se

comportan realmente las empresas o sus gerentes (¿qué sucede?); segundo, la teoría

instrumental pretende describir lo que sucederá si los gerentes o las empresas se comportan

de ciertas maneras (¿qué pasa sí?) y tercero, la teoría normativa se ocupa de la propiedad

moral del comportamiento de las empresas y/o sus gerentes (¿y qué debería pasar?).

Según McWilliams y Siegel (2001), los agentes continuamente pugnan en mercados

competitivos encontrando múltiples demandas de grupos interesados, estas demandas

provienen de los empleados, proveedores, grupos comunitarios, gobiernos y accionistas. Por

consiguiente, las empresas muy a menudo tienen múltiples relaciones con muchos grupos

constituyentes y que en ocasiones estos grupos afectan y a la vez son afectadas por las

acciones de la firma. Asimismo, los autores Wright y Ferris (1997), dicen que existen otros

Page 32: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

30

grupos de partes interesadas que son menos evidentes y pueden ser considerados como

menos influyentes en la estrategia, implementación y la toma de decisiones en las empresas.

Para Cragg (2002), esta teoría proporciona una estructura y una justificación relevante para

incorporar a la ética en toda planificación de las operaciones, porque las empresas con

registros de gestión ética, son capaces de superar a los competidores que carecen de enfoque

en el corto, mediano y largo plazo.

Para Elms, Brammer, Harris, Phillips (2010), la teoría de las partes interesadas ha procurado

generar una correlación entre la estrategia y la ética, puesto que, es fundamental el valor que

desempeñan los valores éticos dentro de la estrategia adoptada por la empresa. También

mencionan, que los problemas que se asocian con la creación de valor incluyen abordar los

cuestionamientos relacionadas con la separación del desempeño social y financiero.

Finalmente, la teoría de las partes interesadas, es la que presenta mayores aproximaciones

con fundamentos éticos dentro de todas, puesto que, trata de generar el bienestar no solo a

ella misma, sino a las partes interesadas; sin embargo, busca el bienestar de las mismas para

obtener mayores ganancias lo que no deja de verse en términos económicos como su acción

principal.

APLICACIÓN DE LA ETICA EN LAS ORGANIZACIONES

Si bien muchos autores hablan de la ausencia de la ética en las teorías empresariales

convencionales, también se encuentran autores que han hecho aportes buscando lograr tomar

conciencia sobre ética y su importancia en el desempeño de la empresa para lograr una mejor

gestión y una ventaja competitiva.

Del mismo modo, es muy general afirmar que existe una separación entre la ética y la

estrategia, lo que genera la discusión en el ámbito de los negocios y la misma ética, sí esta

afirmación es correcta o es incorrecta. Por ello, existen modelos empresariales que muestran

la contraposición entre esta disyuntiva generalizada. A continuación, se evidenciará en

primera instancia el modelo de agencia, que es uno de los más utilizados, pero también el

que más carece de ética en su concepción; en segunda instancia, se hablará de la estrategia

y ética, y como deben estar unidas para un mejor rendimiento empresarial y tercero, el

modelo de las partes interesadas, que es uno de los más utilizados en la actualidad y el que

más consideraciones éticas presenta en su gestión empresarial.

Page 33: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

31

Teoría de la agencia como un modelo ausente de ética

Heath (2009)

Principalmente la teoría de la agencia por su relación agente-principal menciona que las

personas tienen un interés propio, que actúan solo por maximizar su propio beneficio y no

el beneficio de otros, esto trae consigo el oportunismo por parte de los agentes, que como se

ha dicho, es para obtener beneficios propios; esto conlleva a que el principal tenga que optar

por los incentivos externos para socavar la actitud del agente. Sin embargo, este problema

originado en esta relación agente-principal, significa que cuentan con diferentes preferencias

y no que tengan preferencias egoístas.

Por lo antes mencionado, esta teoría por mucho tiempo, ha puesto mayor énfasis en los

incentivos externos a ofrecer al agente, para así lograr una mayor cooperación y lealtad; por

consiguiente, se ha desperdiciado mucho tiempo en generar esquemas de incentivos más

inteligentes en vez de asegurar e instaurar estrategias para generar la lealtad de los

empleados. Es por ello, que mientras una organización no se vuelva más intensiva en

conocimiento, seguirá generando incentivos externos y lo que debe es desarrollar una cultura

organizacional y valores compartidos. Del mismo modo, esta teoría por sus vacíos morales

nos enseña cuales son las consecuencias de manejar un entorno de inmoralidad generalizada.

Por otro lado, se evidencia otro problema fundamental, este presenta un enfoque de arriba

hacia abajo cuando se estudia las relaciones dentro de la empresa, ya que, cuando hay

sanciones, estas se dan del principal al agente, que es un subordinado, lo que se convierte en

una relación unilateral.

Del mismo modo, dentro de la concepción de esta teoría, sugiere que la racionalidad

empresarial significa tomar decisiones no morales, por lo tanto, a la medida que los agentes

son más racionales, su accionar se vuelve menos moral. En muchos casos, los agentes aducen

que su accionar racional se debe a que ellos solo reciben órdenes o sirven al principal, con

ello, buscan evadir su responsabilidad. Por lo tanto, es bueno afirmar que los directores no

pueden delegar toda la toma de decisiones al agente incluyendo el sentido ético que ellos

mismos podrían realizar.

Por último, el modelo económico se basa en conceptos errados de acciones racionales e

irracionales, donde las acciones morales y éticas son consideradas irracionales por no

conseguir beneficios económicos. Asimismo, afirma que, para tener una mayor claridad de

Page 34: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

32

como seria los negocios sin consideraciones éticas, se puede observar el mal uso del

concepto de la teoría de la agencia, ya que estas nos muestran como las empresas se

comportan fuera de una evaluación y restricción moral.

Estrategia y Ética

Mario Minoja (2012), Elms, Bramer, JaredD, Harris y Phillips (2010)

Ambos conceptos desde sus inicios comparten el interés en los objetivos de los negocios,

asimismo, la estrategia se asocia a la acción de establecer, revisar, y trazar la dirección de la

empresa para el logro de los objetivos, sin embargo, este concepto no concreta que acciones

se debe realizar para lograrlo, y depende de los valores y aspiraciones de los gerentes. En

este caso, la estrategia incluye una consideración ética.

La estrategia a través de los años evolucionó en una visión más empírica cuantitativa, es

decir, se basó más en la ganancia; del mismo modo, la ética empresarial se basó más en

conceptos propios que en el de los negocios, por ello, la ética empresarial no ha logrado unir

las ideas de relaciones teóricas de la investigación de la estrategia, solo incluye cuestiones

de fallos morales (correcto frente a incorrecto) y juicio ético (la decisión entre ambos). Por

ende, la ética empresarial no se ha aplicado lo suficiente y solo en situaciones arbitrarias que

sirven de modelo para otras decisiones.

Por consiguiente, se busca combinar ambos conceptos y la importancia que tiene uno para

con el otro, la muestra clara de que esta unión se puede realizar, se evidencia en la teoría de

las partes interesadas, que propone la creación de valor para todas ellas, con lo que busca

tener una ventaja competitiva de una organización sobre otra.

Esto nos muestra, como la estrategia y la ética estarían relacionadas muy estrechamente entre

sí, esto es cuando se habla de los actores individuales que toman las decisiones, es por ello,

que en el futuro aquellas investigaciones que toquen a fondo esta relación generarán un

impacto positivo en sus resultados, del mismo modo, será relevante el estudio de las normas

sociales y morales (explicitas y/o implícitas) con las que cuenta la organización.

La ética y estrategia son dos variables diferentes y altamente interdependientes, por lo tanto,

la necesidad de decidir que es correcto e incorrecto requiere que los directivos consideren y

sopesen los criterios éticos dentro de las decisiones que se tomen para dar atención a las

partes interesadas.

Page 35: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

33

Por otro lado, la ética empresarial no ha logrado presentar un enfoque útil sobre como

relacionarla con la investigación en estrategias, donde solo incluye cuestiones que tienen que

ver con la moral (correcto o incorrecto) y juicio ético (como decidir entre ellos), todo esto

dentro de la empresa.

Sin embargo, existe una propuesta de realizar la integración entre la ética y la estrategia, esta

propone un marco conceptual en tres niveles, los que se detallan a continuación: los

objetivos, busca mantener a la empresa, a un camino que la lleve a tener una ventaja

competitiva sostenible en el tiempo, en el que pueda crear y compartir valor a las partes

interesadas y que ellas las consideren justas, pero, para mantener estos resultados, los que

toman las decisiones tienen que tener constantes decisiones éticas alineadas a la estrategia,

donde se pueda encontrar de una discrepancia y/o problema una oportunidad de mejora; el

campo, se produce con la incorporación de valores éticos en la estrategia de la empresa; y

por último, las palancas, se pueden usar para promover o mejorar la integración de la ética

y la gestión estratégica en mecanismos y estructuras organizacionales, crecimiento,

innovación y cambio, y aprendizaje, estas palancas pueden ser interdependientes o reforzarse

mutuamente, y se aplican a todo el campo de la integración.

Por último, se recogen dos afirmaciones principales como muestra de cómo la ética y la

estrategia deben de ir de manera conjunta en la gestión de la empresa.

"ética y estrategia van de la mano, y necesitamos contar una historia radicalmente

diferente sobre la vida organizacional para conectar estos conceptos" (Freeman y

Gilbert, 1988)

"Debemos aprender a construir una estrategia corporativa basada en un

razonamiento ético, en lugar de pretender que la estrategia y la ética están separadas"

(Freeman y Gilbert, 1988)

Teoría de las partes interesadas como un modelo de gran contenido ético

Mario Minoja (2012), Elms, Bramer, JaredD., Harris y Phillips (2010)

La crítica empresarial ha tenido su fundamento en un supuesto común de la administración

que se basa en la “falacia de separación”, la que menciona que una decisión empresarial no

tiene contenido moral y que una decisión moral no tiene un contenido empresarial. Sin

embargo, múltiples estudios afirman que ser socialmente responsable y buscar el bien común

Page 36: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

34

con las partes interesadas hace que la empresa tenga una ventaja competitiva y sea sostenible

en el tiempo.

Por consiguiente, la teoría de las partes interesadas presenta tres supuestos claves que

permiten dilucidar porque es la que presenta mayor inclusión ética: el primero, la empresa

es un conjunto de relaciones reciprocas entre las partes interesadas; segundo, el propósito de

la empresa no busca maximizar el valor del accionista, sino la creación y distribución a todas

sus partes interesadas; y tercero, que el logro del propósito depende de la cooperación y el

apoyo de los propios interesados. Por ende, la empresa tiene como objetivo final el bienestar

económico y social.

Por otro lado, se menciona que esta creación de valor logra una ventaja competitiva, porque

para las partes interesadas la empresa ofrece algo único y valioso en el mercado donde opera.

Por ello, aquellas empresas que estén más comprometidas con el bienestar de las partes

interesadas y presentan comportamientos socialmente responsables, consiguen un mejor

rendimiento financiero. Satisfacer las demandas de estas partes interesadas traen consigo un

aumento de confianza y reputación de la empresa, lo que conlleva a que pueda tener acceso

a mayores recursos del mercado, pero esta satisfacción depende de los fundamentos éticos

con que cuenta la empresa basada en su cultura corporativa.

Del mismo modo, esta teoría ha respaldado la unión inseparable entre la estrategia y ética,

aunque se ha desarrollado más en ética, últimamente está siendo tomada más en cuenta por

la comunidad académica de gestión.

Como se ha mencionado, un supuesto clave de la teoría es el gerente, no solo tiene una

obligación moral con el accionista (supuesto clave de la teoría de la agencia), sino también

con las partes interesadas, lo que nos muestra la contraposición principal entre ambas teorías.

Por último, esta teoría también es gerencial porque recomienda actitudes y buenas practicas

a los gerentes para el buen desarrollo de la relación con las partes interesadas.

Nuevos enfoques teóricos que incluyen a la ética

Como se evidencia existen propuestas que tratan de integrar la ética con la estrategia, similar

a ello, también hay nuevas propuestas de teorías de la firma que incluyen a la ética dentro

de sus consideraciones, las que seguidamente se detallan:

Page 37: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

35

Modelo de ventaja competitiva

En el año 1988, Robert Frank, expone un modelo de contratación eficiente, el mismo que

fundamenta que las personas que tienen comportamientos honestos suelen tener buenos

resultados en sus esfuerzos económicos. Es por ello, que las personas que cuenten con

sentimientos morales (poder discernir en situaciones si abstenerse o participar debido a sus

juicios éticos) serán los socios deseables para cualquier relación agente-principal, ya que no

requieren de supervisión constante, aparte de ello, sabrán crear un ambiente justo de trabajo

en toda la empresa.

Es por ello, Quinn y Jones (1995) proponen la teoría de la ventaja competitiva, esta teoría

afirma que, dado que el proceso de contratación genera problemas de agencia, problemas de

costos de transacción y problemas de producción en equipo, la contratación eficiente se verá

profundamente afectada por los costos de resolver estos problemas de oportunismo. Debido

a que estos problemas de oportunismo abundan, las empresas que resuelven los problemas

de compromiso de manera eficiente tendrán una ventaja competitiva sobre las que no lo

hacen.

Según Jones (1995), la ventaja competitiva no asegura que las empresas que empleen estos

mecanismos de contratación ética, superarán a las empresas que no las utilicen; sin embargo,

en un escenario de igualdad de condiciones para ambas, estas presentarán una ventaja

competitiva debido a la reducción de costos (los costos de monitoreo, costos de enlace,

costos de búsqueda, costos de garantía y pérdidas residuales). Finalmente, lo que se ahorre

la empresa no solo le acarrea un beneficio para ellas, sino que dicho beneficio también es

compartido con las partes interesadas.

Modelo de organizaciones ambidiestras

En el año 1996 los académicos Tushman y O´Reilly, enfatizan que las empresas deben

explotar y explorar de manera conjunta, para mejorar su eficiencia en el corto plazo y su

innovación en el largo plazo. Por ende, Minoja (2012), asocia estos conceptos con la teoría

de las partes interesadas y propone la teoría de organizaciones ambidiestras, en la que se

indica que las empresas deben comprometerse con el desempeño en el corto y largo plazo;

es decir, la capacidad de una empresa para explotar y explorar simultáneamente, esto

conlleva a los gerentes a enfocar su atención en la necesidad de adaptar las decisiones de

Page 38: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

36

gestión de los interesados a la necesidad de equilibrar los objetivos a corto y largo plazo, y

de considerar las interdependencias entre los dos. Para ello, se debe atender la necesidad de

las partes interesadas en el corto y largo plazo para que sea sostenible en el tiempo, pero

pudiendo identificar a quienes se les puede atender o no de manera inmediata, sin que este

afecte la relación entre la empresa y sus partes interesadas. Un enfoque ambidiestro permite

a la empresa estar comprometida con su creación de valor a largo plazo en beneficio de todas

las partes interesadas.

La organización ambidiestra incorpora a la ética como criterio para la toma de decisiones.

En esta perspectiva, una orientación temporal ambidiestra en la gestión de las partes

interesadas implica una evaluación continua, es decir, la comparación y el balance de los

efectos a corto y largo plazo de cada decisión de gestión para las partes interesadas

individuales y para la empresa en su conjunto. Por lo tanto, no solo la estrategia, sino también

la ética, deben impulsar la gestión de las partes interesadas a menos que se adopte un enfoque

meramente instrumental.

En este sentido, la ambidiestralidad tiene un valor ético, ya que busca el compromiso de un

beneficio que perdure en el tiempo y no sea momentáneo para todas las partes interesadas.

Modelo alternativo de las partes interesadas

Posteriormente, Retolaza y San-José (2017), proponen un modelo alternativo de la teoría de

las partes interesadas; esto es, en la medida que se le considere como un modelo de

acercamiento a la realidad o de mejora en la gestión. Posiblemente tenga poco que ver con

el bien común; pero si, por el contrario, la consideramos como una nueva forma de entender

la empresa y las relaciones que en ella se generan, nos puede conducir a un modelo

alternativo de empresa; un modelo que debiera tener también unas consecuencias éticas

(normativas) diferentes a las del modelo actual y es posible que este nuevo modelo de

empresa (teoría alternativa de la firma) y sus consecuencias éticas, estuvieran más cerca del

ideal del “bien común” referido a la función social de las empresas y organizaciones.

Desde la perspectiva de este nuevo modelo, la empresa está en la obligación de satisfacer las

necesidades no solo de los accionistas sino de las partes interesadas, aquí se encuentra un

cambio con la teoría tradicional, ya que no solo hay interés económico, sino también

podemos encontrar intereses en factores ambientales, sociales, personales y demás. Si bien

Page 39: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

37

a esto no se le puede llamar “el bien común” para todas las partes interesadas, nos da un gran

avance sobre la socialización del propósito de las empresas.

Para concluir este capítulo, se ha expuesto cuatro acápites importantes los cuales mencionan

lo siguiente: primero, se ha dado una revisión de la teoría con contenido menos éticos para

poner en evidencia la poca relación que existe entre la ética y el accionar de la empresa;

segundo, hemos expuesto los conceptos de estrategia y ética, como tienen una estrecha

relación pero en el tiempo han sufrido una separación a raíz de los modelos empresariales,

sin embargo, existe una propuesta para lograr nuevamente la integración de los mismos para

beneficio de la empresa; tercero, se muestra la teoría que mayor valor ético presenta en sus

consideraciones y ha procurado integrar la ética y estrategia; y finalmente, se dan a conocer

propuestas de teorías de como la ética está incluida dentro del modelo a seguir por la

empresa.

CONCLUSIONES

En este trabajo de investigación, se ha presentado los conceptos de ética, moral y ética

empresarial que nos introducen en un escenario de cómo estos conceptos están ligados a las

personas y los negocios. Seguido de ello, se hace una recopilación de las principales teorías

de la firma que rigen las acciones de las organizaciones, estas se encuentran influenciadas

por la teoría económica, la que comúnmente considera a la organización como un ente que

busca la eficiencia y maximiza su riqueza. A su vez, también se le puede considerar desde

dos formas: como un nexo de contratos o como aquella que busca el bienestar para todas las

partes interesadas. Estas formas son erradas desde el punto de vista teórico y filosófico, de

manera empírica, vemos, como ha fallado estas formas de ver a la organización en el

transcurso de los años, donde solo se busca la supervivencia en el largo plazo de la

organización y en el que está presente la ausencia de la ética como base de su concepción.

Del mismo modo, se ha expuesto la aplicación de la ética en las organizaciones, donde ésta

se encuentra ausente; por ello, se ha puesto en evidencia la crítica a la teoría de la agencia

que es la que presenta menos valor ético dentro de su concepción; por otro lado, hemos

mencionado a la estrategia y ética, sus conceptos principales y como están estrechamente

relacionadas, además, un modelo que propone la integración de las mismas para el logro de

una ventaja competitiva; seguidamente, se menciona a la teoría de las partes interesadas, la

que por concepción aboga por la unión entre la estrategia y ética, es la más cercana a un

Page 40: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

38

modelo donde se incluyan ambos conceptos; y finalmente, se mencionan nuevos enfoques,

de cómo las nuevas teorías tienen consideraciones éticas dentro de sus fundamentos.

Como se ha podido apreciar en múltiples casos a nivel internacional y nacional, la falta de

ética en la toma decisiones y por ende en las organizaciones ha originado un sinfín de actos

de corrupción a todos los niveles, llámese el caso más conocido como el de Odebrecht, casos

como los del poder judicial y sus jueces supremos y así sucesivamente, nos hacen ver como

la ética es primordial para lograr entidades socialmente responsables.

Es por ello, se propone que la ética debe ser generadora de las virtudes morales y no ser

solamente unas simples reglas de conductas y buenas prácticas dentro de las organizaciones.

Lo que se conseguirá con esto, es que las personas tomarán mejores decisiones, evitando el

oportunismo y la maximización de su beneficio propio en desmedro de la organización. Por

consiguiente, aquellas empresas que logren instaurar ello en sus modelos organizacionales,

lograrán tener una ventaja competitiva sobre otras y serán aquellas que asienten las bases

para futuras empresas que adopten modelos basados en ética.

La ética no solo forma parte de las decisiones empresariales que buscan cumplir con los

objetivos de la organización, también presenta dimensiones políticas, sociales y hasta

psicológicas; la ética se presenta en toda acción empresarial, y ésta repercute en la decisión

final, la estrategia elegida y el resultado final ya sea ético o no. Por consiguiente, el actuar

en base a la ética mejora al agente, este desarrolla sabiduría y virtudes morales que

repercuten en futuras estrategias y decisiones éticamente correctas.

Finalmente, se espera que en un futuro cercano cuando se hable de ética y empresa ya no

sean términos desasociados, que no se relacionan entre sí, que uno no pueda subsistir sin el

otro, puesto que se evidencia que la falta de ética, produce no solo falta de credibilidad de

personas y empresas, sino trae consigo la ruina empresarial; por el contrario, se espera poder

encontrar más modelos que integren ambos términos, que muestren el camino a las empresas

para que estas sean exitosas, en base a una ventaja competitiva que se centra en una cultura

ética.

Page 41: Una revisión sobre la teoría de la firma y su carencia ética

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