UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
FACULTAD DE BELLAS ARTES
Departamento de Dibujo II
LA FOTOGRAFA COMO HERRAMIENTA DEL PENSAMIENTO MGICO: TESIS DOCTORAL
MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR
PRESENTADA POR
Gabriel Mario Vlez Salazar
Bajo la direccin de la doctora
Aurora Fernndez Polanco
Madrid, 2004
ISBN: 84-669-2465-5
LA FOTOGRAFA COMO HERRAMIENTA DEL
PENSAMIENTO MGICO
TESIS DOCTORAL
Por
GABRIEL MARIO VLEZ SALAZAR
Directora:
AURORA FERNNDEZ POLANCO
Tutor:
JOAQUIN PEREA
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
FACULTAD DE BELLAS ARTES
DEPARTAMENTO DE DIBUJO II
MADRID, ABRIL DE 2004
ndice
Pg.3 /316
INDICE INDICE...............................................................................................................................3 INTRODUCCIN................................................................................................................5 I.- DE LO FOTOGRFICO Y SU CONFIGURACIN COMO DISPOSITIVO TCNICO... 13
1.1. LA REALIDAD COMO REFERENCIA................................................................... 14 1.1.1. SEMEJANTE, VEROSMIL, OBJETIVA?....................................................... 18 1.1.2. DE LA VEROSIMILITUD AL INDEX........................................................... 36
1.2. LA FOTOGRAFA COMO SOPORTE DE LA MENTALIDAD POSITIVA. ............ 40 1.2.1. LA REVOLUCIN CIENTFICA. ETAPAS PREVIAS Y PROCESO DE CONSTRUCCIN..................................................................................................... 40 1.2.2. SE CONSUMA LA MENTALIDAD POSITIVA................................................ 49
1.3. LA INVENCIN..................................................................................................... 53 1.3.1. LA FIJACIN DE LA IMAGEN....................................................................... 56 1.3.2. LA INSTRUMENTALIZACIN FOTOGRFICA DE LA VISIN................... 61
1.3.2.a. EN LO GRANDE....................................................................................... 62 1.3.2.b. EN LO PEQUEO..................................................................................... 63 1.3.2.c. EN EL MOVIMIENTO............................................................................... 64 1.3.2.d. EN LA CONSTRUCCIN DE LA HISTORIA............................................. 68 1.3.2.e. EN EL RETRATO Y SUS VARIANTES...................................................... 71
II.- LO MGICO ASOMA EN LA TCNICA..................................................................... 78 UNA APROXIMACIN A LAS MITOLOGAS DE LA IMAGEN...................................... 78
2.1. LAS MITOLOGAS DE LA TCNICA................................................................... 79 2.1.1. LA FOTO SE CONVIRTI EN RELIQUIA...................................................... 81 2.1.2. LAS MITOLOGAS DE LA PTICA................................................................ 84
2. 2. SOBRE ALGUNAS MITOLOGAS DE LA IMAGEN: HUELLAS, SOMBRAS Y DOBLES. .................................................................................................................... 101
2.2.1. LA APREHENSIN MGICA....................................................................... 107 2.2.2. LA CONSTRUCCIN DE UN DOBLE. LLEGAR HASTA LAS LTIMAS CONSECUENCIAS. ................................................................................................ 110 2.2.3. LA APREHENSIN POR LA IMAGEN ......................................................... 113
2.3. DE LA MAGIA AL PENSAMIENTO MGICO.................................................... 118 2.3.1. LA MAGIA POSITIVADA. LA PERSPECTIVA CIENTFICA DE LO MGICO............................................................................................................................... 122
III.- LA FOTOGRAFA COMO HERRAMIENTA DEL PENSAMIENTO MGICO......... 132 3.1. LA INSTRUMENTALIZACIN MGICA DEL DISPOSITIVO FOTOGRFICO.. 133
3.1.1. DEL STUDIUM AL PUNCTUM. EL PARTICULAR ABSOLUTO EN BARTHES............................................................................................................................... 134 3.1.2. DEL PUNCTUM AL AURA. UNA CUESTIN DE DISTANCIA................... 156
3.1.2.a. DE LA IMAGEN PUNCTUAL Y LA IMAGEN SIMBLICA..................... 165 3.1.3. DEL TIEMPO TCNICO AL MGICO. EL INTERVALO ENTRE VER Y VERBALIZAR........................................................................................................ 171
3.2. PRCTICAS MGICO-FOTOGRFICAS............................................................ 183 3.2.1. DEL RETRATO FOTOGRFICO Y EL LBUM DE FAMILIA..................... 183
IV.- LA DELIMITACIN DE UN CAMPO DE EXPERIMENTACIN EN LA FOTOGRAFA LATINOAMERICANA........................................................................... 195
4.1. DESENTRAANDO EL TPICO. ........................................................................ 196
ndice
Pg.4 /316
4.1.1. LATINOAMERICA COMO LUGAR Y CONCEPTO. ..................................... 196 4.1.2. EL COMPONENTE MGICO DE LA OTREDAD LATINOAMERICANA..... 204 4.1.3. LO MGICO EN LITERATURA O EL REALISMO MGICO COMO MOVIMIENTO ARTSTICO ................................................................................... 208
4.1.3.a. ENTRE LA CRNICA Y LA FICCIN..................................................... 215 4.2. LO MGICO EN LA FOTOGRAFA LATINOAMERICANA: PRSTAMOS Y TRANSFERENCIAS. .................................................................................................. 225 4.3. LA FOTOGRAFA LLEGA AL NUEVO CONTINENTE. UN LBUM FAMILIAR LATINOAMERICANO................................................................................................ 233
4.3.1. EMPEZAMOS AL REVS, POR LAS FOTOS DE TURISTA.......................... 233 4.3.2. EL BISABUELO LLEG PARA HACER LA AMRICA. ........................... 242 4.3.4. POR FIN SE CAS EL TIO SOLTERN........................................................ 249 4.3.5. MIJA, ME HICE RETRATAR. .................................................................... 251 4.3.6. EL PRIMO SE FUE A LA GUERRA............................................................... 253 4.3.7. CH, MI COMPADRE SE HIZO REVOLUCIONARIO. .............................. 257 4.3.8. A LA CAZA DE LA INQUIETANTE EXTRAEZA. ......................................... 260 4.3.9. LOS ANGELITOS DE MI FAMILIA. ............................................................. 266 4.3.10. TODAS LAS MUJERES TIENE ALGO DE BRUJAS. ................................... 269 4.3.11. EL DAGUERROTIPO DE DIOS................................................................ 270
V.- CONCLUSIONES..................................................................................................... 275 VI.- BIBLIOGRAFA...................................................................................................... 285 AGRADECIMIENTOS. ................................................................................................... 315 ANEXO 1: EL LBUM FOTOGRFICO......................................................................... 316
Introduccin
Pg.5 /316
INTRODUCCIN.
Introduccin
Pg.6 /316
La didctica de la parbola tiene a su favor el juego interpretativo asociado a la
figura literaria. Un ejercicio que permite el tratamiento de cualquier discurso en
trminos de una hermenutica y en consecuencia, la equiparacin de cualquier asunto
a un mismo nivel. Es por eso que he decidido echar mano del formato literario y en la
primera parte de la introduccin relatar un cuento. Una ancdota que a la postre, se
convirti en el ingrediente germinal de esta tesis.
Es necesario advertir adems que si en lo sucesivo, tanto en el tratado
cientfico ms esquemtico, pasando por las aproximaciones de ndole tcnica y
terminando en las historias que directamente confiesan su carcter mtico, el
tratamiento en la forma de relato aparece con insistencia, eso se debe, no a un
propsito explcito, sino a un proceso que de algn modo resulta propcio para el
abordaje de los tpicos que en la tesis han sido tratados. Empecemos entonces con la
historia.
Hace ya varios aos, en una de mis constantes visitas al laboratorio fotogrfico
me encontraba de pie junto al mostrador esperando los resultados de un revelado. En
ese momento y de una manera completamente rutinaria, un hombre que solicitaba la
atencin de una de las chicas de servicio al pblico, tambin capta mi inters. Su
aspecto era corriente y al hablar demostr que se trataba del tpico cliente: asiduo del
medio, usuario emprico, pero a la vez poco ilustrado en los pormenores de la tcnica.
Tan pronto la chica del almacn lo atiende, ste saca de su bolsillo un sobre de
aspecto aoso. Con sumo cuidado deja ver una fotografa en formato postal, de
bordes troquelados, con mrgenes en todos sus lados y en un color ya desteido, un
poco amarillento; a mi parecer de los aos 50 o 60. En la imagen se vea a un hombre
rodeado por un pequeo grupo de personas. El hombre estaba de espaldas, los otros
miraban a la cmara en actitud de pose. El evento tena el aspecto de una fiesta o
algn tipo de celebracin familiar.
El hombre con la foto en la mano, la que aparentemente resultaba de lo ms
comn, en ese momento se dirige a la vendedora. La solicitud tampoco pareca
extraa: necesito que me volte la foto. La chica, asumiendo la importancia de la
foto toma la imagen en sus manos y le dice: Si seor, no hay ningn problema.
En ese momento, al igual que la vendedora, yo supuse entender la peticin.
Introduccin
Pg.7 /316
Hay que decir que el ambiente en un almacn fotogrfico tiene las
caractersticas de un lugar propicio para incentivar el misterio. Todo se desarrolla
alrededor de un cuarto oscuro. Un espacio de acceso prohibido y donde, en medio de
la penumbra o con apenas la presencia de una tenue luz moncroma, se ponen en
funcionamiento toda una serie de complejas manipulaciones para la realizacin de las
imgenes. El laboratorio fotogrfico es lugar donde se produce la alquimia de la
imaginera fotogrfica.
Por eso, cuando la chica procede a las explicaciones el hombre difcilmente
puede seguir el hilo del discurso: primero debemos quedarnos con la foto por una
semana, a menos, claro, que tenga usted el negativo. El hombre niega con la
cabeza.
La chica desarrolla entonces una exposicin tcnica an ms intrincada: En
estos casos debemos mandar la foto al laboratorio central donde, con una cmara
especial, le hacemos una foto a la foto. Luego, ya contando con el negativo, podemos
cambiar la direccin de la imagen en un proceso manual... Eso se hace cambiando la
direccin del negativo. El hombre se queda mirando a la chica demostrando haber
odo pero no entendido. Luego, volviendo a recuperar la foto en sus manos, pregunta
lo que realmente le interesa: pero, se me quedar viendo la cara, no?. Esta vez la
confusin cambia de direccin y yo me inmiscuyo directamente en la situacin. El
hombre termina diciendo: Lo que yo quiero es voltear la foto para que mi cara tambin
se vea.
La chica, apenas reacciona de la sorpresa termina explicndole al hombre que
tal cosa era imposible, que si quera un efecto semejante, deba recurrir a un proceso
de falsificacin de la foto, tal vez un sistema de montaje digital o algo parecido. El
hombre, sin mucha conviccin guarda la foto an con mayores cuidados. Se despide
con amabilidad y finalmente desaparece tras la puerta del almacn.
En aquella poca mi inters estaba enfocado en el oficio. Mis lecturas se
concentraban en el extenso volumen de manuales sobre los muchos aspectos de la
tcnica fotogrfica. Es por eso que en aquel entonces, el episodio no pas de ser una
ancdota muy curiosa. Sin embargo, con el tiempo esta misma historia se ha
convertido en el relato muy revelador. El que me ha permitido entender muchos de los
elementos que intervienen en la concepcin que comnmente se tiene de lo
fotogrfico. Me di cuenta que para el usuario tpico, la cmara fotogrfica es un
Introduccin
Pg.8 /316
artilugio que se mueve en una doble dimensin. Primero, entre la tcnica ms
compleja, extraordinaria y casi en su totalidad inaccesible; y por otro lado, en una
faceta ms inquietante aun, a la foto se le atribuyen cualidades aprehensivas (a la
cmara como instrumento y a la imagen como soporte). Potencias que estn
destinadas a atrapar entidades especficas y que como tal, le permiten a su poseedor,
realizar todo tipo de manipulaciones.
Ahora me interrogo por muchas cuestiones que debieron ser preguntadas en
aquel momento. Por ejemplo, por qu era tan importante la foto para aquel hombre?,
qu episodio de su vida contena? El hombre evidentemente quera hacer visible su
cara. Probablemente necesitaba ser reconocido en aquel momento. A lo mejor
buscaba volver a visualizar su propia expresin, la misma que ya no exista ms que
en el imaginario de sus recuerdos. En cualquiera de los casos, el hombre destinaba
tantos cuidados a la imagen, que sin lugar a dudas tena un profundo significado para
l.
En este sentido, cuando tiempo despus descubr a un Barthes1 que buscaba
entre las fotos de su madre un paliativo para el dolor por su muerte, pude vincular
ambas historias. Al parecer la imagen fotogrfica, adems de tener la capacidad de
atrapar y contener presencias, le serva a su poseedor para realizar algn tipo de
proceso teraputico. Ms an, estas presencias que en definitiva slo pueden ser
fantasmales, llegan a concentrar una cierta cualidad de movilidad. Para ciertos
sujetos, sensibilizados por alguna razn, la imagen fotogrfica adquiere una vitalidad
que punza, que golpea, que hiere. Cmo es posible esto?
Plinio vino a darme una respuesta en el relato de otra historia2. En un tono que
no poda ser sino mtico, quera explicar el origen de la representacin. Se preguntaba
por la necesidad humana que supla la creacin de imgenes. Desde su punto de
vista el mecanismo tiene origen en un impulso emocional. Con la representacin del
otro se consigue un sustituto capaz de suplir su presencia real, por eso mismo, aunque
se trate de un recurso artificioso, el ejercicio se convierte en algo de vital importancia.
La efectividad de este artificio incluso le permiti al hombre elaborar una serie
de estrategias bsicas de sobrevivencia. Las mismas que le permitieron crear un
1 Particularmente en el texto La Cmara Lcida (BARTHES.1992). Tanto el texto como el autor sern tratados en profundidad en el
captulo III.
2 Cayo Segundo Plinio. El relato que ser abordado en el cap tulo II, est contenido en Textos de Historia del Arte (PLINIO.1987)
Introduccin
Pg.9 /316
sistema para intervenir en las fuerzas que rigen al mundo y a s mismo. En suma
haba inventado la magia.
Si con la fotografa era posible entonces utilizar la misma categora, si se
podan relacionar la magia y la fotografa, acaso se poda hablar de la fotografa como
herramienta de la magia. Por lo menos desde el uso popular, la imagen fotogrfica
suele utilizarse en todo tipo de rituales de apropiacin. Fenmeno ligado
particularmente a la fotografa por encima de otros sistemas de representacin, lo cual
necesariamente nos obliga a preguntarnos, cules son esas cualidades
propiciatorias?
Es por eso que ms all del fenmeno popular, adems de trucos y frmulas
misteriosas, el estudio de la magia nos propone a una exploracin con mayores
alcances. Se trata de un captulo que de forma ntida ha aparecido en la historia de la
humanidad y que ha pesar de haber sido menospreciado por la ciencia, ahora nos
permite explicar muchos de los fenmenos relacionados con el reencantamiento que
vive la contemporaneidad: el descubrimiento de los intercambios entre materia y
energa (E=mc2), la desmaterializacin implcita en el bit (0-1, 1-0, 0-0, 1-1) o la
manipulacin del cdigo gentico (a,b,c,d), han convertido la materialidad del mundo
en un estado transitorio y alterable. La fotografa, aparecida precisamente en el
contexto del proyecto moderno (momento de mayor efervescencia de la mentalidad
positiva), se convirti de este modo, en un espacio de interseccin entre las ciencias y
el mito.
Incorporando entonces todos los elementos que estaban en juego, ya era
posible configurar una hiptesis. Una que en principio se pensaba transitoria, pero
que a la postre, se ha sostenido hasta el da de hoy. La pregunta y al mismo tiempo el
objetivo por conseguir: es acaso posible demostrar que la fotografa tiene las
cualidades para funcionar como herramienta del pensamiento mgico?; y si es as,
bajo que condiciones se presenta dicha relacin?
Es necesario enfatizar que nuestro objeto de estudio no es la imagen en general,
sino una que ha sido concebida y realizada a travs de un dispositivo tcnico de relativa
novedad y que configura un tipo de imagen cuya caracterstica principal es precisamente
su origen tecnolgico. No obstante y a pesar de tal demarcacin, est claro que la
impronta fotogrfica, en su condicin final de imagen, necesariamente depende de otras
relaciones. La ms problemtica es sin duda desde el punto de vista histrico y
Introduccin
Pg.10 /316
ontolgico-, la que seala a la imagen fotogrfica como una herramienta de
representacin realista.
Las expectativas desplegadas en el momento inaugural del invento, sufrieron el
peso de tal premisa. La confrontacin con los mtodos tradicionales de representacin,
que era adems inevitable, debi calibrar el alcance fehaciente de esas posibilidades.
Ciertamente ocurri que en su doble dimensin de instrumento tcnico y hacedora de
imgenes, la cmara fotogrfica actu de revulsivo en la evolucin de los procesos de
representacin a partir de su aparicin.
Teniendo en cuenta esto, la primera tarea de la investigacin, deba echar
mano de la historia como herramienta de ubicacin. A modo de antecedente, era
necesario establecer las condiciones que permitan ubicar a la cmara fotogrfica
como producto e instrumento de la mentalidad positiva. Un apartado donde resultaba
imprescindible poner a prueba los conceptos de verosimilitud, semejanza y objetividad
fotogrfica. Para los intereses de este captulo, lo fundamental era establecer el modo
como un dispositivo tcnico se infiltr en la tradicin figurativa occidental y el modo como
esa intromisin oblig a una reformulacin de los conceptos propios de la representacin.
En segundo trmino, y en un orden lgico, las preocupaciones deban
concentrarse las particularidades del pensamiento mgico. A partir de las
reconstrucciones mitolgicas que los productos tecnolgicos tienen en su utilizacin -
particularmente los aparatos de aplicacin ptica-, el enfoque deba dirigirse hacia las
distintas formas de aprehensin que el usuario comnmente despliega. De la
aproximacin surge una flagrante paradoja: La cmara fotogrfica, un artefacto
tecnolgico que se ampara en el realismo y en el esto ha sido3 para argumentar su
objetividad, cmo es posible que pueda ser usada para fines mgicos? En este
apartado se busc una aproximacin a lo mgico en distintos frentes. Desde los
discursos cientficos que hacan visibles los mecanismos de funcionamiento del
dispositivo mgico, hasta los relatos que refieren la utilizacin mgica de la imagen.
Enseguida, en el apartado ms complejo de la tesis, el proceso supuso reunir
lo tecnolgico y lo mgico en su aplicacin sobre el dispositivo fotogrfico. La
dificultad consista en determinar los puntos de contacto y localizar las prcticas
fotogrficas donde la sumatoria tuviera aplicacin. La metodologa usada en este
3 Ca et Tesis que Barthes define como el noema de la fotografa (BARTHES.1992.Pg.136) y que para nosotros ser de constante
referencia.
Introduccin
Pg.11 /316
captulo se dirigi hacia el sealamiento, uno por uno, de los mecanismos de
funcionamiento de ambos dispositivos.
En este caso tambin se tomaron en cuenta el poder propiciatorio de algunas
prcticas fotogrficas y se localizaron las correspondencias entre las particularidades de
lo fotogrfico y las condiciones que lo mgico requiere para su aplicacin. Del mismo
modo se pusieron a prueba los presupuestos de varios tericos que se refirieron a la
fotografa como tcnica y como imagen. Roland Barthes y su esquema Studium-
Punctum sirvi como eje y paradigma para el desarrollo de todo el modelo.
Para el captulo final no slo se deban rastrear los mbitos mgico-fotogrficos
de forma temtica. Se necesitaba localizar un conglomerado de imgenes donde lo
fotogrfico y lo mgico se sumaran de forma natural. Un problema francamente difcil,
pero lo cierto es que apareci una solucin perfectamente ajustada. El tpico que seala
a la fotografa latinoamericana como aquella donde lo mgico no slo se encuentra
presente, sino que se impone caracterizndola. No obstante asumiendo tan slo la
posibilidad, surge el problema de la generalizacin acaso por el mero hecho de ser
latinoamericana ya tendramos que asumir un componente mgico en dicha fotografa?
Si la publicidad acta deliberadamente en trminos parecidos, porqu suponer un
patrn de actuacin semejante en la fotografa de ese lugar en particular? o acaso lo
mgico se presenta en amrica latina por contaminacin, por inebitabilidad? Tenemos a
nuestro favor la exististencia de un movimiento literario que de cuna latinoamericana ya
haba mezclado creacin, verosimilitud y magia en un mismo producto: el Realismo
Mgico.
Para plantearlo de un modo ms compacto, tal y como estaba propuesto desde
la hiptesis, el desarrollo de la investigacin deba resolverse por partes. Primero,
descifrando el principio tecnolgico que vincula a la fotografa con la objetivad. En
este apartado el recurso histrico era imprescindible para demarcar las coordenadas
que le dieron origen al invento. Luego, en un captulo especfico, abordar lo mgico
para localizar sus elementos de funcionamiento y el aspecto de lo humano que
recurrea a ella como instrumento. En tercer lugar, las caractersticas de uno y otro
deban ser contrastadas para localizar los puntos comunes y elaborar el modelo.
Finalmente, el cuerpo terico deba ser puesto a prueba en un campo de
experimentacin pertinente: la fotografa latinoamericana.
Introduccin
Pg.12 /316
Como es de suponer para un trabajo de esta naturaleza, el tratamiento
metodolgico se ha hecho a partir de un anlisis en profundidad los textos ms
utilizados en el pensamiento esttico contemporneo y que abordan el medio en sus
aspectos tericos, histricos y tcnicos, pero es necesario advertir que en el ejercicio
se ha procurado sostener una lnea que utiliza las imgenes como ejes direccionales
de la reflexin. De este modo, en el proceso se harn constantes sealamientos a
obras especficas en un recorrido que no pretende ni intenta construir una historia, ni
del aparato, ni del medio, ni de las imgenes, pero que en todo caso debe recurrir a la
linealidad histrica para presentar en forma ordenada el proceso de configuracin de
cada tpico. Esta es tambin la razn para que, en el tramo final del ltimo captulo,
se hiciera uso de un recurso narrativo de caractersticas muy particulares, se elaborara
un lbum familiar.
Por ltimo debo hacer una puntualizacin sobre el perfil del investigador, sobre
quien escribe (por lo cual debo cambiar a primera persona). Tanto en mi formacin
acadmica en una facultad de artes, como en la posterior prctica instrumental y
conceptual llevada a cabo durante varios aos, a la vez que docente tambin en una
facultad de artes, mi desempeo como creador de imgenes se ha amoldado a la
figura del artista. Una condicin en la que, incluido este proyecto, he procurado actuar
de forma coherente. De este modo, en la realizacin de este trabajo, el problema ms
difcil consisti en amalgamar el acto creativo que yo necesitaba, con la rigurosidad de
un tratado terico tan altamente especializado como es el de una tesis doctoral. De
todas las tensiones que se produjeron en este intento de adecuacin, se ha nutrido la
presente investigacin. Una va que por lo tanto y a la vez quiere ser propiciatoria de
otras.
En el resultado final, la pretencin ha sido la de cohesionar un todo donde son
visibles los riesgos asumidos y los peligros, especialmente en un mbito muy
propenso al desvaro. Por eso tambin fue necesario utilizar muchos filtros y contar
con la constante vigilancia de mi directora de tesis para decantar el discurso.
Con todo, la realizacin de esta investigacin ha buscado resolver una
preocupacin interna. Una que desde el mismo inicio de la investigacin y llegado al
final con la redaccin de estas memorias, sigue teniendo el peso de la misma
certidumbre: la fotografa en efecto funciona como herramienta del pensamiento
mgico.
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.13 /316
I.- DE LO FOTOGRFICO Y SU CONFIGURACIN COMO DISPOSITIVO TCNICO
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.14 /316
1.1. LA REALIDAD COMO REFERENCIA
Si tan slo con hacer alusin a la imagen fotogrfica se hace necesaria una
enftica mencin al realismo, eso se debe a que tal concepto se acepta como un
ingrediente inseparable del medio fotogrfico. De hecho, si de expectativas se trata, nos
encontramos con la reiterada vinculacin entre realismo y fotografa como uno de los
factores que han modulado, no slo la concepcin y aparicin del dispositivo, sino, el
espectro completo de aplicaciones dado al aparato fotogrfico a travs de su historia;
algunas veces incluso por negacin, pero siempre en constante tensin. Por supuesto la
expectativa procede de un devenir que a la aparicin de la cmara fotogrfica ya tena
tradicin en los usos dados a la imagen en general, obviamente en las formas que hasta
el momento se encontraban disponibles. En este sentido, aparentemente la fotografa
llegaba para dar una respuesta definitiva, para establecer un nuevo paradigma.
En trminos generales la representacin quirogrfica4 signific desde su
aparicin, la utilizacin instrumental de la imagen en un ejercicio de intermediacin
comunicativa, procedimiento que como sabemos ha sido utilizado en el establecimiento
de un cierto dominio que sobre lo externo el hombre requiere para garantizar su
sobrevivencia5. Bajo esta ptica, la representacin constituye una de las frmulas mas
elaboradas de relacin con el medio, situacin que adems se reitera en cada dispositivo,
en cada nuevo invento, en la tecnologa en general6.
No tiene sentido en esta investigacin retomar las discusiones ms elementales
relacionadas con la fabricacin de imgenes, el problema de la representacin y su
dilogo con lo real. Sin embargo es necesario tener en cuenta que tales problemas
nunca fueron tan conciente y reiteradamente abordados como hasta la aparicin de la
cmara fotogrfica en su confrontacin con los procedimientos tradicionales de
representacin. De este modo y poniendo desde ya en funcionamiento el argumento
planteado en la introduccin, vamos a enfrentar el asunto con un producto, no acabado
pero si muy discutido. Vamos a recurrir a una obra que podemos considerar la ilustracin
4 Del griego xeip, mano. Por lo tanto se hace referencia a las artes que privilegian el hacer de la mano en contraste con los de que admiten
una intermediacin instrumental mayor.
5 Sobre este punto nos centraremos cuando hagamos referencia a la aparicin histrica de las primeras imgenes en el Paleoltico Superior
(Captulo II, Mitologas de la ptica).
6 En este punto ya se puede anotar una cita que seguir teniendo vigencia a travs de la investigacin. Segn Freud el animismo (la teora de
las representaciones del alma Pg.102), recurriendo a las prcticas aledaas de la hechicera o la magia tiene como premisa la necesidad de
someter al mundo (Pg.105). Es por eso que Freud tambin concluye que la magia es la tcnica del animismo (FREUD.1967.Pg.122).
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.15 /316
grfica del problema de la representacin y su utilizacin del mundo como referencia, se
trata de la instalacin Una y Tres Sillas (1965), obra del artista Joseph Kosuth.
Con la expresin ilustracin grfica, se insiste en una de las particularidades
ms visible de sta obra, ya que el artista, cuando propone la interrelacin entre los
elementos de la instalacin, aborda las complejidades de la representacin de un modo
casi didctico. Pone en una misma lnea de interrelacin, no solo el fenmeno de la
representacin fotogrfica, sino el problema de la representacin en relacin con la
percepcin sensorial y todo el juego contextual que ello implica.
Est claro que el hombre funciona como paradigma central de todo cuanto resulta
de su mano. McLuhan lo define muy bien cuando nos habla de los medios como las
extensiones del hombre -la ptica y los ojos, el computador y el sistema nervioso...
(McLUHAN.1987.Pg.9)-. En concreto, la obra de Kosuth procede, no slo a remarcar lo
humano como eje de interpretacin, sino que lo presenta en exceso: una silla de madera
(un objeto ergonmico), la foto de la misma silla (la representacin objetiva) y finalmente
una definicin de diccionario de la palabra silla (una convencin del lenguaje).
Kosuth recurre a tres formas de representacin que por si mismas se suponen
suficientes como elementos significantes autnomos y seala que es justamente en la
interaccin entre estos tres productos donde se inserta el factor humano como principio
de construccin y de interpretacin, el lugar donde a la postre se produce la obra. En
este dilogo se asume como interlocutor a un individuo cultual muy afinado en los
particulares de los medios y lenguajes utilizados. Premisa que aunque puede parecer
excesiva no lo es. Una condicin apenas elemental del visitante tpico de cualquier
exposicin.
As, empezando por el ms abstracto de los elementos el lenguaje escrito- nos
encontramos con un ejercicio de representacin cuya estrategia utiliza la ms depurada
convencin para la descripcin de lo que se presenta como obvio por reiteracin (a seat
whit a back, and often arms, usually for one person). Pero es precisamente en la
aparente obviedad donde la confrontacin de los tres elementos crea tanta inquietud,
porque, obvia es la silla en la foto, como lo es la silla en su materialidad. Sin embargo,
es tan obvia la condicin del objeto silla en el ambiente en el cual ha sido presentada?
La silla convertida en objeto de exposicin ha dejado de ser un elemento de
utilidad y se ha convertido en la representacin de un concepto por definir. Debemos
suponer que dicho efecto procede del contexto, o ms valdra decir de la prdida de ste,
y particularmente por la desfuncionalizacin del objeto. Para quienes visitaron la
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.16 /316
exposicin, la silla presentada en su materialidad, se ofreca como garanta de realidad,
de objetividad en el sentido ms literal del trmino. Lo revelador del caso es que
mientras la definicin escrita apuntaba precisamente a su funcin (un asiento con
respaldo), durante la exposicin era precisamente lo que se haba perdido, su utilidad:
para sentarse.
Ahora, qu ocurre con la fotografa de la silla cuya funcin es bsicamente la
presentacin en otro nivel de representacin, la figuracin en imagen del objeto silla?
Volviendo al problema de las expectativas, se espera que la imagen fotogrfica produzca
una representacin literal, neutra, imparcial, automtica, de lo capturado con la cmara.
De este modo y en una comparacin evidente entre el objeto-silla y el objeto foto-de-la-
silla, asumimos tales cualidades como un hecho dado; as y en principio no tenemos
problemas de interpretacin: la foto documenta el objeto, realiza una representacin
verosmil en su aspecto visual teniendo adems como referente el objeto mismo. Sin
embargo cuando pasamos a la definicin escrita aparece un problema que no habamos
atendido. Sin adentrarnos en el ejercicio conceptual que plantea la formulacin de la
definicin, el texto se presenta en un idioma que requiere su desciframiento, su
traduccin como paso previo a la figuracin. De este modo, si nos declaramos ajenos al
cdigo del idioma, por ende, imposibilitados al desciframiento, no existe ningn paralelo
entre las formas del texto y la configuracin del objeto silla que nos d alguna pista para
su representacin.
Es evidente que con el idioma nos enfrentamos a las complejidades de trnsito
entre convencin y representacin tpicas de todo lenguaje. Tambin se ha dicho que el
objeto-silla se presenta como herramienta de objetividad, sin embargo, con la foto, dada
la verosimilitud de la imagen, nos enfrentamos a una convencin que requiere la
traduccin de un cdigo o la objetividad de una prueba indicial?
Es necesario insistir que en todo este juego se cuenta con un espectador
formado, que se ha sentado en una silla, pero que adems sabe de la fotografa y sus
cualidades representacionales. As, la funcin de la foto, enmarcada en su plena
convencionalidad, es hacer visible la continuidad del mundo,...Poner en evidencia la
continuidad que envuelve a todos los objetos (TISSERON.2000.Pg.109). Es decir, si
en lugar de representar la silla, el objeto bidimensional foto-de-la-silla casi la suple en su
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.17 /316
objetividad, eso ocurre porque el espectador ha incorporado la convencin a tal punto
que simplemente olvida el artificio7.
De este modo, todo el juego formal desplegado en la obra, la confrontacin entre
el objeto, la foto y la definicin, consiguen una revisin sobre el ejercicio de
categorizacin que se produce en cada percepcin, en cada interpretacin de eso
llamado el mundo8.
Al final, en la obra de Kosuth la confrontacin entre los tres elementos y su
interrelacin con un espectador experimentado es la clave de todo. En el ejercicio el
contexto aparece como modulador, siendo el sealamiento (esto es esto, esto es esto
otro) la herramienta didctica que configura el principio perceptual de la discriminacin.
Al principio se dijo que la caracterstica ms visible de la obra de Kosuth era su
carcter pedaggico. Precisamente, lo que nos ofrece la instalacin Una y Tres Sillas es
un modelo de aprendizaje sobre el ejercicio de la percepcin, una descripcin en varios
niveles de lo que es, no un objeto real, sino la representacin que hacemos de l. Un
modelo del modo como los seres humanos aprehendemos el mundo y lo configuramos
en un imaginario de objetos, entidades y en un espacio que procura sostener un cierto
tipo de continuidad.
Sabemos que la fotografa por sus caractersticas tcnicas participa del fenmeno
de la percepcin de una manera directa, esto se debe bsicamente a su vinculacin con
el fenmeno biolgico de la visin. La cmara estenopica en su estructura elemental
funciona como un dispositivo ptico y todos los aparatos inventados con posterioridad a
ella se producen como reelaboraciones de este primer diseo9. En este sentido y como
invento, la cmara fotogrfica alter, no slo las concepciones sobre el fenmeno de la 7 Desde la biologa ha sido demostrado que la percepcin no se limita nicamente al acto sensorial escueto, sin elaboracin carecera de
sentido el desarrollo del sistema nervioso en los seres vivos. La percepcin es por lo tanto un fenmeno holstico muy normatizado que va de
lo indefinido a lo definido y que por lo tanto se encuentra orientado hacia un fin del todo pragmtico y funcional en la rbita de la sobrevivencia
de los seres vivos (GOMBRICH.1959.Pg38).
8 Didi-Huberman analizando la obra box -cube de Kosuth nos dice que su int encin es crear objetos especficos... tericamente sin juegos de
significaciones, por ende sin equvocos... Frente a ellos no habr nada que creer o imaginar, dado que no mienten, no ocultan nada (DIDI-
HUBERMAN.1997.Pg.33). En este sentido en la obra intenta eliminar todo antropoformismo (id.pg.34), tal como se propone el objeto
mnimal. Sin embargo en la obra Una y tres sillas, el artista reconoce que el acto de ver no es un acto de dar evidencias visibles a un par de
ojos que se apoderan unilateralmente del don visual para satisfacerse unilateralmente con l... Ver es siempre una operacin de sujeto, por lo
tanto es una operacin hendida, inquieta, agitada, abierta (id.Pg.47).
9 Crary establece una lnea que se extiende desde los principios perspectivos renacentistas en los cuales la cmara oscura participa como una
herramienta determinante y la fotografa y el cine son los productos de un proceso evolutivo. Todos como resultado de un modelo ptico.
(CRARY.1991.Pg.4). Del mismo modo nos dice que Durante el XVII y XVIII la cmara oscura fue el paradigma para la explicacin de la visin
humana (id.Pg.27).
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.18 /316
percepcin sino que a partir de su invencin, modific las mismas dinmicas de la
percepcin. Proceso que se puede rastrear de una manera progresiva en los cambios
que, a nivel de los medios de representacin, se produjeron en las dcadas posteriores a
la aparicin del daguerrotipo, artefacto que a la vez debe ser encadenado en un proceso
evolutivo consecuente10.
Precisamente en el arte (como uno de los campos ms especializados en el
contexto de la representacin), la fotografa se constituy como un factor de ruptura y de
alteracin, fenmeno que oblig a los artistas a una redefinicin de su quehacer. La
dinmica marcara a su vez el rumbo de las aplicaciones dadas al dispositivo fotogrfico y
sealara la direccin para la interpretacin de la imagen producto del mismo sistema; es
por eso que resulta imprescindible ubicar algunas seales histricas que nos permitan
establecer un marco de referencia con relacin a los asuntos de la representacin,
siempre en la particularidad de lo fotogrfico.
1.1.1. SEMEJANTE, VEROSMIL, OBJETIVA?
Tras la invencin de la cmara, en una primera etapa de asimilacin, el nuevo
mtodo de representacin circulaba en las esferas ms especializadas de las ciencias y
las artes (alrededor del ao de 1839). Es en este contexto que se quiso, con el
advenimiento de la fotografa, dar punto final a una de las cuestiones ms antiguas y
complejas de la representacin -y a la postre del conocimiento-. Se pretendi que por
vez primera exista una herramienta completamente objetiva para la representacin de la
realidad, lo cual demostraba la existencia del mundo independiente a la percepcin
humana, esto es, ajena a cualquier anomala de su propio aparato sensorial, un espacio
que jams ve como algo dependiente de su propia subjetividad corporal
10 Giselle Freund realiza uno de los mejores compendios de tales cambios en su texto La fotografa como documento social. Texto que
analizaremos con mayor detenimiento en el apartado de la invencin. Del mismo modo Crary nos propone una elaboracin histrica del
observador a cambio de una que slo se refiere a la percepcin y los aparatos (en Thechniques of the observer. On vision and modernity in
the XIX century por Jonathan Cary. October books.1991).
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.19 /316
(KRAUSS.1997.Pg.142). Y con la imagen fotogrfica, se consegua una prueba
material de ello11.
Debemos tomar en cuenta que en esta poca se encontraba en plena
efervescencia el pensamiento moderno, resultado de los siglos precedentes de
revolucin tcnico-cientfica y de la ruptura mental que supona la superacin del
medioevo. Es por eso que la exaltacin, el optimismo demostrado ante tales
convicciones y que ahora nos resulta excesivo, era en su momento, el motor de su
desarrollo12.
La fotografa entonces, pareca llegar en el momento justo para dar punto final a
la discusin. En un primer momento se lleg a decir de ella que era la herramienta
positiva por excelencia, ya que pareca demostrar que el mundo exista por s mismo e
independiente a las anomalas de la interpretacin; no es extrao por lo tanto que se
aplicara el calificativo de "objetivo" a los productos obtenidos del aparato fotogrfico. Una
relacin que supona adems la sinonimia entre la semejanza, la verosimilitud y an ms
tendeciosamente, la objetividad.
En la tradicin griega, la semejanza no estaba ligada necesariamente a la
representacin13, ms an, como nos dice Tisseron, en procura de lo bello se juntaban
fragmentos dispersos en la naturaleza para as componer lo bello mismo
(TISSERON.2000.Pg.45), lo cual desligaba la representacin de la fijacin de las
apariencias y procuraba la idealizacin, la canonizacin, an en la formas ms directas
del retrato. Sin embargo en la tradicin latina el concepto de imagen iba necesariamente
ligado a la semejanza (id.). En Roma la palabra imago era utilizada para referirse a la
mscara del muerto que acompaaba los ritos funerarios y que luego ocupaba su sitio en
la casa familiar, es decir, de algn modo sustitua la presencia del individuo y en este
sentido la fotografa funciona de modo paradigmtico:
11 Crary nos dice que la cmara oscura genera una diferenciacin del observador con el aparato: el observador existe independiente del
instrumento ptico (CRARY.1991.Pg.30). Del mismo modo nos dice que la metfora de la cmara oscura representaba la relacin entre la
percepcin y la posicin del conocimiento subjetivo versus el mundo externo (id.27). Rosalin Krauss complementa diciendo que la separacin
entre el observador y el aparato se es tableca Debido a esa desconexin estructural entre el plano focal y el sujeto observador, por eso La
cmara oscura lleg a servir de modelo del sujeto cognoscente clsicamente entendido (KRAUSS.1997.Pg.142).
12 En este momento ya nos es posible recurrir a HORKHEIMER-ADORNO (Trotta.1969). En la Dialctica de la ilustracin. Fragmentos
filosficos, nos develan los elementos que propiciaron tal optimismo. Ingredientes que participaron en la construccin de lo que Krauss
interpretando a Adorno define como el modernismo utopista (KRAUSS.1997.Pg.19), y que luego se convirti en el caldo de cultivo para la
fotografa. Sobre el texto de Adorno y Horkheimer nos extenderemos ms adelante.
13 Para una reflexin ms extensa sobre este tema ver Mimesis: las imgenes y las cosas de Valeriano Bozal (en La balza de Medusa,
Madrid, 1987).
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.20 /316
...si se toma como referencia la concepcin romana de la imagen, la
fotografa establece una relacin de sustitucin de aquello que representa y
que ha desaparecido... As la fotografa es valorada ms como medio de
conmemoracin que como medio de representacin. Es concebida como una
mirada medusante que detiene el tiempo y fija lo efmero (TISSERON.
2000.Pg.48).
Ciertamente verosmil o similar eran adjetivos tambin utilizados para referirse a
la pintura figurativa, tendencia que en su momento alcanzaba uno de sus picos ms altos
con el advenimiento del movimiento realista14. Sin embargo con la llegada del nuevo
mtodo de representacin y en un ejercicio de comparacin -que era por dems
inevitable-, la fotografa se llevara el calificativo superlativo, sealndola adems como el
paradigma del realismo. En este contexto, se hablaba de semejanza cuando el pintor al
enfrentarse a la naturaleza la copiaba o la imitaba tal como ella era. De verosmil
porque habindola imitado, la imagen deba ser tan sugestiva que resultara engaosa a
la vista, casi poda suplantar al objeto en una especie de ilusionismo ptico. Tal como
afirma Gombrich, la ilusin se produce cuando el espectador, adems, posicionado
desde su propia conviccin, es quien asume la existencia de un slo modo de
interpretacin para el esquema visual que recibe (GOMBRICH.1959.Pg219); es decir, y
como lo veamos en la obra de Kosuth, el perceptor ha interiorizado a tal punto la
convencin que la adopta como categora de la realidad. Este fenmeno, que es un
mecanismo primario de la percepcin, se evidencia cuando analizamos las formas ms
especializadas de la representacin tales como el cine o el teatro. Proceso que se activa
para reconstruir aquello que la percepcin sensorial contiene solo parcialmente a modo
de seal indicial.
Si analizamos el ms sugestivo y por eso mismo el ms convencional de los
espectculos teatrales, la mmica, nos encontramos un ejemplo perfectamente ilustrativo.
En la imitacin el mimo recurre a una serie de seales que slo pueden ser decodificadas
por un individuo muy cercano al mbito cultural del actor. La habilidad del mimo radica
en su capacidad para identificar los tpicos y escenificarlos apropiadamente. El
mecanismo de la percepcin se encarga del proceso reconstructivo.
14 Linda Nochlin, siendo una de las pioneras en el estudio del realismo nos introduce en el tema como movimiento pictrico de un modo
similar, rastreando los cambios en las prctica de representacin (El Realismo).
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.21 /316
Aristteles en su Potica15 fue el primero en realizar un discurso terico sobre
este asunto en el mbito del teatro y ms concretamente para definir una de las
particularidades propias del gnero trgico. Po eso para Aristteles el proceso de
reconstruccin de una experiencia real en un mbito que se sabe ficticio y artificial
responde a la necesidad de identificacin del espectador con el hroe mtico. A este
fenmenos lo bautiz con el nombre de catarsis: al suscitar piedad y temor, se produce
la purga propia de tales emociones16. En este sentido casi podramos entender el
fenmeno como una especie de proceso teraputico, mecanismo donde el espectador
recurre a la mediacin de la representacin, buscando en la descarga por identificacin
un lavatorio emocional.
Para interpretar a Aristteles, debemos en principio entender que se trata de una
tcnica cuya efectividad esta condicionada por la identificacin del espectador con el
hroe. Para ello es necesario que la escenificacin suscite tal identificacin, situacin
que se produce cuando la actuacin consigue ilusionar17 al espectador, esto es,
convencerlo de la verosimilitud en la representacin. En este sentido es muy interesante
la acotacin que al respecto realiza Aristteles:
La obra propia del poeta no es contar cosas que hayan ocurrido realmente,
sino contar lo que podra ocurrir. Los acontecimientos son posibles segn la
verosimilitud o la necesidad. (ARISTTELES.1969.Pg.1454b)
En la cita Aristteles plantea el aspecto ms determinante en la configuracin
del concepto de verosimilitud, la estructura interna. Est claro que la tesis debe
confinarse a una forma de dramaturgia que se ha mantenido hasta el clasicismo
europeo (PAVIS.1998.Pg.504); no obstante, la misma frmula puede ser trasladada
a la praxis fotogrfica y de un modo que resulta muy pertinente: en la representacin
no interesa tanto la fidelidad al dato histrico, sino la correspondencia con lo que
podramos denominar, lgica interna de lo representado. En esta dinmica existe un
alto componente de persuasin, esto es, se espera del mimo que nos sumerja en la
hipnosis de una actuacin realista, pero entendiendo el realismo, no en el sentido
anlogo, sino como una frmula convencional que respeta los cdigos que el
espectador conoce y sabe traducir, de esta manera, trasladando el argumento al
mbito que nos interesa, podemos entender que la fotografa no representa la realidad 15 Todas las referencias de Aristteles han sido extradas de su libro: Potica (Les Belles Letres.1969.)
16 En griego Catarsis traduce precisamente Purga.
17 Ilusin segn la definicin de Gombrich. Ver pgina 25.
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.22 /316
sino que significa la realidad18. Est claro que la realidad referida a la materialidad de
los objetos y las cosas- se plantea como una referencia necesaria -tal como en la obra
de Kosuth-, pero sometida a las leyes internas del encadenamiento lingstico propio
de cada forma de representacin.
Para ilustrar este punto, el teatro griego nos ofrece de nuevo un ejemplo muy
sugestivo, se trata del artificio conocido como Deux es Machina. Literalmente el
trmino es muy ilustrativo: el dios que baja de una mquina (PAVIS.1998.Pg.125).
En la prctica se trata de un artificio teatral utilizado especialmente en las
representaciones trgicas: con una mquina se haca descender la figura de un dios o
un hroe que de forma providencial e inesperada intervena para resolver la trama; en
el descenso de la figura se utilizaba una gra que inevitablemente se haca visible, por
lo tanto necesariamente incorporada como un actor dentro de la trama19. En principio
pareciera contradictorio, en el orden de la verosimilitud, la utilizacin de un artificio tan
efectista para la resolucin, adems sbita y desarticulada de una historia. Segn la
frmula catrtica de la identificacin pareciera necesario un desarrollo mucho ms
coherente con una realidad a la que supuestamente corresponde, procurando cuando
menos, un ilusionismo por semejanza. Sin embargo si miramos de cerca la escena
griega nos damos cuenta de su alto nivel de artificiosidad: tnicas rellenas de cojines,
botas de caa alta y gruesa (coturnos), mscaras realizadas de una pasta de trapos
modelada o de madera tallada, pintadas y algunas rematadas con una peluca
(GOMEZ.2000.Pg.18). Elementos todos que nos hacen pensar ms en un efecto de
distanciamiento y no de identificacin. Se confirma entonces la hiptesis segn la cual
la interiorizacin de la convencin es el principio ms elemental de la representacin (y
por extensin de la percepcin). Del mismo modo si la semejanza se incorpora, lo
hace modulada bajo las condiciones que impone el mismo principio:
El criterio de valor de una imagen no es su parecido con el modelo, sino su
eficacia dentro de un contexto de accin. Puede darse el parecido si esto
contribuye a su potencia, pero en otros contextos puede bastar el ms
rudimentario esquema mientras conserve la naturaleza eficaz del prototipo.
(GOMBRICH.1959.Pg108).
18 La fotografa siempre es una fotografa de conceptos. No la imagen de una realidad exterior... Si hay algo real es la imagen misma... Lo real
no es, por consiguiente, lo que est significado, sino que lo que significa... (DURAND.1998.Pg.132).
19 Este aspecto, la utilizacin de una mquina que hace descender al dios ser desarrollado ms adelante. Por ahora es necesario para dar
soporte al elemento de la verosimilitud.
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.23 /316
Est claro entonces que la convencionalidad representacional seala siempre
una estructura cultural que no slo se revela en ella sino que le confiere sentido. De
alguna manera la historia del arte occidental es precisamente el recuento de estas
distintas frmulas de representacin. Lo paradjico del caso es que desde Plinio
pasando por Vasari, e incluso habiendo transcurrido varias dcadas de la invencin
del Daguerrotipo, el argumento de la fidelidad figurativa, se ha mantenido como
discurso reiterativo (cuando no el sustento directo del llamado talento artstico). Plinio
incluso contaba la historia del arte y la escultura como una historia de logros en la
copia de la naturaleza (GOMBRICH.1959.Pg25). El paradigma figurativo se ha
planteado casi en los mismos trminos y sin embargo en cada momento las
estrategias de verosimilitud y semejanza han sido distintas. En la prctica sabemos
que tal figuracin se ajustaba a una sucesiva elaboracin de cnones y patrones en
una progresin que, si bien no permite establecer una relacin directa entre la historia
del arte y la que entendemos como la historia misma, si podemos vincularlas por lo
menos en una interaccin dialctica20. Qu ocurri entonces con el discurso
figurativo al momento de la aparicin del dispositivo fotogrfico21?
La divulgacin de las posibilidades del daguerrotipo en 1839 reunira en un mismo
recinto a los acadmicos de las ciencias y las artes de Pars, un hecho muy significativo
ya que representaba la confluencia de dos reas -en el contexto de la revolucin
industrial- aparentemente abocadas a la disyuncin. Las ciencias ya haban tomado su
puesto en la construccin del mundo moderno, se esperaba de las artes y los dems
mbitos de la cultura un acto recproco22.
El argumento supona que s la ciencia demostraba la existencia positiva de la
realidad, las artes deban representarla tal y como ella era, sin transformarla, ni
idealizarla, ni mitificarla. La nueva paradoja es que dicha tesis liquidaba de plano la
20 Arheim cuando define describe la intencin representacional del homo pictor nos dice que, en el fondo, independiente de su grado de
iconicidad el ejercicio es extremadamente abstracto y que es en el orden social donde se contextualiza el significado y el sentido de la imagen
(ARHEIM.1971.Pg.111).
21 Este trminodispositivo fotogrfico-, tomado de Philippe Dubois (en El acto fotogrfico.Piados.1983) ser utilizado constantemente. En
toda su dimensin ser discutido en el captulo III La fotografa como herramienta del pensamiento mgico. No obstante se puede apuntar
que se refiere a un circuito completo que involucra las referencias tcnicas, histricas y mticas.
22 En este sentido es muy significativo que en los estatutos de fundacin de la societ francaise de photographie (el 15 de noviembre
de 1854), se describa a s misma como una asociacin puramente artstica y cientfica. Una dualidad que se hace visible cuando el
duque de Luynes, arquelogo y miembro de la sociedad, patrocina con 10.000 francos un concurso para encontrar un sistema que
resuelva el problema de la alteridad de las pruebas. Todas las discusiones y descubrimientos se consignan en un boletn de publicacin
peridica.
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.24 /316
concepcin ms tradicional de las artes23, ya que, a pesar del permanente discurso de
literalidad figurativa asociado a la produccin artstica, al mismo tiempo al arte se le daba
atributos que lo habilitaban para servir de vehculo de trascendencia y en el cual, el artista
era considerado como una especie de filtro divinizado, necesario e insustituible24.
Se podra decir que fueron los "pintores realistas" quienes asumieron
directamente la labor; pero a la vez debieron ampararse en una serie de tesis
contradictorias para recuperar el valor aurtico del arte, esto es, encarnaron la misma
paradoja: contra la representacin de la "mera apariencia" registrada por la fotografa y
acudiendo a las categoras platnicas de los grados de verdad, los realistas ofrecan, a
travs de la pintura (por lo tanto filtrada por el talento del artista), su capacidad para
ilustrar una realidad ms elevada y en este sentido, ms cercana a la trascendencia25.
En la prctica "los realistas" abandonaron deliberadamente la grandilocuencia de
los temas romnticos o clsicos. En su lugar representaron los actos ms cotidianos, los
momentos ms ordinarios, recurriendo, en la mayora de los casos a rodear de trivialida-
des las escenas figuradas como estrategia de cotidianizacin26:
"El grandioso drama de la muerte tiene lugar en el teatro de la eternidad; el
vulgar proceso de morir ocurre solamente en el dormitorio tapizado de
chintz" (NOCHLIN.1991.Pg.58).
El realista encontr en el obrero, en el campesino y en el trabajador al hroe
moderno. Al representarlo en su "hbitat" o en su oficio proclamaba que estaba siendo
absolutamente contemporneo, y a la vez anunciaba el realismo como un arte
democrtico (NEWMEYER.1963.Pg.51). En este sentido, la intencin de conseguir
una mirada ingenua, debe ser vinculada a un discurso cuya pretensin era la
heroizacin (NOCHLIN.1991.Pg.97) del pueblo llano. As, realidad y contempo-
raneidad se confunden en un cierto tipo de denuncia social. Precisamente una obra
23 En 1838 el pintor Paul Delarroche tras ver las pruebas fotogrficas de Nipce y Daguerre haba exclamado A partir de hoy la pintura ha
muerto (Cita de Gaston Tissandeier en Las maravillas de la fotografa, publicado en Pars en 1874). Al ao siguiente y luego del mensionado
discurso Delarrocche matizara su apreciacin y dira que el daguerrotipo se ofreca como un instrumento muy til para la coleccin de lbumes
para los pintores. (GERNSHEIM.1968.Pg.95).
24 Nochlin nos presenta las ambigedades a la que fue sometida la figura del artista en el contexto del movimiento realista. Esto ocurra como
resultado de la confrontacin entre una concepcin tradicional y la incorporacin de los principios realistas que, no procedieron segn los
mtodos cientficos, pero quisieron imitar muchas de sus actitudes (NOCHLIN.1991.Pg.37).
25 Desde Platn se plantea la polaridad entre mera apariencia y realidad verdadera, de ah que las manifestaciones del arte poseen una
realidad ms elevada y una existencia ms verdadera (NOCHLIN.1991.Pg.11)
26 Formalmente tambin se recurre a la utilizacin de grandes formatos, cuando la pintura de grandes lienzos estaba destinada slo a los
temas nobles del clasicismo (NEWMEYER.1963.Pg.49).
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.25 /316
como Los Picapedreros (1849) del francs Gustav Courbet se ubica plenamente en el
conjunto de las estrategias realistas. Bajo la frmula de la denuncia social, se adecua
al fenmeno naciente de la industrializacin. Con la desaparicin de los oficios
tradicionales y el surgimiento de la clase obrera, el trabajador que se ve sometido a los
rigores de la produccin industrial. De alguna manera, uno de los motores que
generaron la aparicin del realismo lo debemos localizar precisamente en este
fenmeno.
Courbet, en su planteamiento terico, supona que slo a travs de la negacin
de lo aprendido accedera a lo que l llamaba la pura visin, y de ese modo
representar la realidad perceptiva27. En este sentido, Courbet declaraba que deseara
haber nacido ciego y recuperar la vista cuando adulto para as pintar desde la pura
visin (id.Pg.210). Lo curioso del caso es que si analizamos las obras presentadas
en el Pabelln del Realismo (1855)28, especialmente la compleja pintura titulada: El
Estudio del Pintor. Alegora real que resume siete aos de mi vida artstica y moral,
nos encontramos con un ejercicio pictrico que precisamente nos revela la paradoja en
la que se haban amparado los realistas. Por un lado, la obra perfectamente podra
ser consignada en el inventario de la tradicin romntica29, pero a la vez segn
Francastel- se presenta como una alegora real, donde no modifica las relaciones
figurativas entre lo real y la imaginacin (FRANCASTEL.1990.Pg.30). Es decir,
quiere mantenerse en un paralelo que reivindica la funcin del artista como filtro de la
realidad, pero a la vez pregona su necesidad de pintar desde la pura visin. Al final,
en el ttulo se consigna toda la tensin contenida en ste que debe ser considerado un
momento de transicin. Las contradicciones producidas entre el ideal poltico
revolucionario en boga y la tarea dada a lo pictrico. El pretendido atestiguamiento de
lo real, pero que finalmente cede ante un compuesto literario claramente alegrico: la
pintura que pretende ser una descripcin del ambiente de su taller, es al final, un
imaginario compuesto de citas y referencias morales.
27 Courbet ciertamente se margin de la enseanza oficial, no obstante en el Louvre estudia a los maestros. Se conocen copias de pinturas de
Rembrandt, Franc Hals y de la Barca de Dante de Delacroix (NEWMEYER.1963.Pg.48).
28 Courbet es rechazado en el saln oficial de la Exposicin Universal de 1855, as que furiosamente indignado, cerca al Palacio de las
Artes abre el Pabelln del Realismo (NEWMEYER.1963.Pg.50). En la entrada se lea la consigna: Realismo: exhibicin y venta de 40
pinturas y 4 dibujos por el seor M. Gustav Courbet. Admisin 1 franco.
29 En este sentido Friedlander establece una lnea que se extiende De David a Delacroix, pasando por Ingres y Gericault. Un contexto en el
cual, el tipo mundano de romntico inspirado (FRIEDLANDER.1989.Pg.92); perfil de origen literario, proceden de la inspiracin que
escritores como Byron contribuyeron a fundar hacia finales de la segunda dcada y se pusieron de moda (id.Pg.92).
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.26 /316
A la luz de los argumentos la referencia a la fotografa se hace inevitable, es
indudable que varias de las cualidades del medio apenas en proceso de invencin fueron
captadas por los realistas como base terica de su propio inventario30. stos se fijaron
como objetivos, los mismos que la fotografa prometa, pero que por deficiencias o ms
bien diferencias- tcnicas, estaban imposibilitados de realizar. Por ejemplo, la capacidad
de registrar lo instantneo (asumida como contemporaneidad por los realistas), se logr
slo hasta finales de 1870 con la invencin de la emulsin de gelatino-bromuro de plata,
es decir, se produce a travs de un dispositivo fotogrfico y no de un procedimiento
pictrico. Del mismo modo, la pretensin de Courbet de atestiguar la realidad de su
tiempo con total veracidad tal como lo hara un ciego que abruptamente recuperara la
visin, era una tarea la de servir de herramienta de registro- que le haba sido asignada
al daguerrotipo en aquella fecha legendaria de 1839.
Para ms seas la cronologa demuestra las interrelaciones: el realismo es el
movimiento dominante en Francia entre 1840 y 1870 1880: los primeros experimentos
fotogrficos exitosos se realizaron a partir de la dcada de 1820, pero la invencin no fue
presentada al pblico hasta 1839. Del mismo modo ya sabemos que en 1855 Courbet es
rechazado en el saln oficial de la Exposicin Mundial e instala por sus propios medios el
Saln de los Realistas en el mismo evento (la Exposicin Mundial) ya se exhiban
daguerrotipos como parte de la muestra industrial-. Un ao despus aparecera la revista
Le Realisme convertindose en el manifiesto del nuevo movimiento.
Por ltimo, y muy a pesar del propio Courbet, la sentencia segn la cual "el
realismo es un estilo carente de estilo", slo es comprensible si se relaciona el acto
creativo con algn tipo de proceso automtico. Situacin que slo fue posible tan slo
tras la aparic in del dispositivo fotogrfico. Un procedimiento donde el hacedor de la
imagen recurre a la tcnica como una matriz de produccin y de este modo se convierte
en operario31, es decir, y en una condicin que sera muy discutida en la poca, en un
tipo de artesano, categora que para los pintores realistas sera inadmisible.
Ahora, si en el realismo es fcil descubrir las estrategias de verosimilitud y
semejanza, en el contexto impresionista y aunque no es fcil apreciarlo en los
30 Una lnea que puede ser rastreada desde el llamado movimiento naturalista de Caravaggio (en el siglo XVIII en Italia y Espaa) y que
ejerci una gran influencia directa o indirecta sobre la pintura realista del siglo XIX (FRIEDLANDER.1989.Pg.95).
31 Esta afirmacin no es muy exacta en cuanto a su novedad con la aparicin del daguerrotipo, ya que, como nos dice Giselle Freund, en
aparatos como el retrato de silueta o el fisionotrazo ya se recurra a un proceso automatizado. En cualquier caso tales dispositivos resultan muy
precarios y todava dependen del buen hacer del artesano. (FREUND.1976.Pg.14-26).
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.27 /316
aspectos formales de su pintura, es posible encontrar una tensin hacia el realismo
pero de un modo ms complejo. Especficamente en aquella expectativa realista de la
instantaneidad. La mirada que Tisseron denomina medusante, aquella que detiene el
tiempo y fija lo efmero (TISSERON.2000.Pg.48), es precisamente la clave de la
influencia de lo fotogrfico en el impresionismo pictrico. Los impresionistas no salan
de su taller buscando la contemporaneidad de los temas como lo hicieron los realistas,
ellos salan a la caza del tiempo, particularmente en la bsqueda de la contingencia
del paso del tiempo.
La incapacidad del ojo para recoger no ms que una impresin se convierte en
su propuesta. Esttica de la desaparicin, donde las formas que antes emergan de
sus sustratos materiales oleo, mrmol- ahora slo permanecen por efecto de la
persistencia retiniana (VIRILIO.1997.Pg.25). La Catedral de Run (1894) de Monet
es el ejemplo ms claro de la nueva actitud: la realidad construida en momentos
fugaces por efecto del incesante barrido de la luz, tal como se produce en la pantalla
del televisor.
Por supuesto, la pretensin impresionista de congelar lo instantneo tampoco
poda ser llevada a cabo debido a la naturaleza constructiva de lo pictrico, era
absolutamente necesario un dispositivo tcnico para lograrlo. En propiedad, el mismo
concepto de persistencia retiniana slo se hara visible hasta la invencin del
cinematgrafo. Sin embargo, los impresionistas haban por lo menos aludido el
problema de la instantaneidad tal como se propona desde la teora fisiolgica de la
visin. Tendran que pasar todava muchos aos para que la llamada esttica de la
desaparicin alcanzara uno de sus picos ms altos. Sera con la obra de un fotgrafo,
el francs Henry Cartier-Bresson y su frmula de trabajo: el instante decisivo.
El esto ha sido conmemorativo y por necesidad construido; frmula que ha
recorrido la historia del arte en los sistemas de composicin heredados de la perfecta
organizacin de la ventana renacentista, se desplaza hacia un producto
aparentemente aleatorio, donde lo fijado se somete a la frgil tensin entre el azar del
clic automtico de la cmara y la intencin comunicativa del fotgrafo. As, el ojo-
disparador de Cartier-Breson no es producto de la casualidad, sino de la constante
tensin. Si es un objeto encontrado, lo es porque ha sido buscado y el dispositivo
fotogrfico permite la instantaneidad tanto en el pensamiento como en la formalizacin
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.28 /316
para lograrlo, esto es, en el clic instantneo32. El mismo C-B remarca este hecho
cuando confiesa su intencin de dar sentido al mundo (de sus imgenes), pero
advierte, esta actitud requiere concentracin, disciplina de la mente, sensibilidad y
sentido de la geometra33. Propiedades todas que Virilio enmarca bajo el concepto de
esttica de la desaparicin (VIRILIO.1997.Pg.19) y cuya estrategia bsica es la
produccin en un tiempo real relativo.
Son muchas las fotografas de Cartier-Bresson que sorprenden por su oportuno
clic, sin embargo existe particularmente una que sorprende, no slo por la rpida
relacin entre ojo y dedo, sino que inquieta por el gran nmero de elementos
conjuntados. Se trata de una que, aunque intitulada (1959), resulta ser perfectamente
emblemtica del Pars ms fotognico.
El perro, el beso en la mesa del caf parisino, todo en el clic de un obturador de
laminillas. Una fraccin de segundo antes o despus toda la escena simplemente se
habra diluido en el incesante transcurrir del tiempo. Slo a travs del dispositivo
tcnico adecuado su famosa Leica- y el espritu de afinado cazador que posea C-B,
fue posible conseguir la proeza de tal aprehensin. Por supuesto la contingencia en la
captura de la imagen, se encuentra totalmente apuntalada en un fuera de campo que
compone una historia plena de referencias y citas; conjugacin que precisamente
permite sealar a esta imagen como un conjunto emblemtico del Pars ms
publicitado. Cartier-Bresson ha conseguido darnos, a travs del mtodo
aparentemente incontrolado del instante decisivo, una toma donde lo visual invita a la
construccin de un relato en el cual existen pocos elementos aleatorios (tal como si se
tratara de una imagen organizada segn las frmulas de composicin tradicionales).
Es por eso que el ingrediente comunicativo es tal vez lo ms sugestivo de la foto: en la
imagen es predominante el sentido de la geometra, operacin que a la vez el
fotgrafo ha debido ejecutar desde un dispositivo que le exige un acto reflejo. El
meollo de la contradiccin. Solo entendiendo que la fotografa crea un nuevo
paradigma, tanto de produccin como de interpretacin es posible resolver el conflicto.
Manteniendo las distancias, es posible ilustrar este punto con dos situaciones
ejemplares. El 15 de septiembre de 1830 se inaugura en Inglaterra la primera lnea
32 Ninguna definicin compleja de lo que es o podr ser la fotografa atenuar jams el placer deparado por una foto de un hecho
inesperado que capta a mitad de la accin un fotgrafo alerta (SONTAG.2003.Pg.67).
33 Este procedimiento que en el surrealismo Breton definira como azar objetivo (le hasard objectiv), Cartier-Bresson tambin lo valorara como
la captura intuitiva de lo visto. Tanto los conceptos como la cita, se encuentran referenciados por el propio Cartier-Bresson en Dilogos con la
fotografa (HILL, COOPER.2001.Pg.76).
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.29 /316
ferroviaria comercial. El suceso del recorrido que cubra la ruta Liverpool Manchester
se vio empaado por el suceso trgico de la muerte de Wiliam Huskisson. Al parecer,
mientras se encontraba al margen de la lnea frrea no pudo evaluar correctamente el
cambio de proporcin en la imagen a medida que se acercaba el tren y fue arrollado
por la locomotora (DIAZ.2001.Pg.120). En otro caso, que se podra poner en
paralelo, se cuenta que el da de la proyeccin de la primera pelcula cinematogrfica
por los hermanos Lumiere, en la sala, ante tambin una locomotora que se acercaba
amenazadora hacia el pblico, muchos entraron en pnico y huyeron de lo que pareca
el peligro efectivo de resultar atropellados por la mquina. Tanto en uno como en otro
evento y aunque son precisamente sus opuestos, los espectadores reaccionaron
segn las categoras de una experiencia reconocible.
Con todas estas referencias es posible afirmar entonces que la fotografa produjo
una alteracin directa en los procesos tradicionales de representacin y especialmente
en los valores relacionados con la semejanza y la verosimilitud. Bsicamente el impulso
fue de introspeccin, revisin en lo ms hondo de las propias dinmicas de produccin;
situacin que oblig a los artistas a tomar partido llevndolos a divergir34. En lo inmediato
muchos de ellos adoptaron con verdadero entusiasmo las posibilidades de la nueva
tcnica sin mayor reflexin, en cambio, otros se declararon firmes en la resistencia.
Pero de qu manera se produce ese llamado a la divergencia?
En la prctica, la aparicin de la cmara fotogrfica empieza por fracturar el
monopolio del realismo. Los antes dueos del talento para registrar las apariencias
difcilmente fueron competencia para un dispositivo que realizaba automticamente el
mismo trabajo. Las razones eran contundentes, tanto en tiempo, en verosimilitud como
en costo, la cmara resultaba ms eficiente. El retrato fue particularmente el mbito
donde se desarroll con ms ferocidad la lucha y donde los pintores resintieron ms
directamente el embate de la nueva moda. Con Giselle Freund podemos observar el
proceso de transformacin al que fue sometido el oficio, ya que fue particularmente en
este tipo de artesanado donde se padeci con toda su fuerza la intrusin de un medio
emancipado del talento manual-, pero habilitado como una muy eficiente herramienta de
registro. Inicialmente seran los propios pintores los que llevara el invento a un pblico
34 El concepto de divergencia en Virilio hace referencia a un cierto tipo de resistencia: Cezanne y los impresionistas del siglo XIX no habran
podido existir sin la aparicin de la fotografa, es decir, sin la negacin de un modo de representacin del mundo que fue acaparado por la
fotografa. El realismo, el objetivismo, la objetividad fotogrfica obligan a los pintores de divergir. (VIRILIO,P, 1997.Pag.25).
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.30 /316
sin criterio, pero vido de curiosidades; la cercana de la imagen fotogrfica con el fisiono-
trazo y el retrato de silueta le sirvieron de trampoln ante una sociedad muy atenta a las
novedades y a la moda35.
Sin embargo todo ello cambiara y la amenaza se hara efectiva conforme el
daguerrotipo se escapaba de las manos de las elites cientfica y artstica y pasaba a ser
precisamente un artculo de moda. Baudelaire sirve para evidenciar la transicin.
Primero le dara la ms ferviente bienvenida al nuevo invento; rpidamente, advertira de
la amenaza implcita en su popularizacin y finalmente afirmara categricamente que la
fotografa deba tomar su lugar como la sirvienta del arte36 (asimilando arte con los
medios tradicionales). El argumento usado por Baudelaire para desacreditar la fotografa
como creacin artstica era precisamente su vinculacin con la verosimilitud. S -la
fotografa- estaba al servicio de la reproduccin "objetiva" de la naturaleza, deba ser
considerada como inferior a toda obra creadora tendiente a la interpretacin y a la
transformacin de la realidad externa en cuanto al estado de nimo subjetivo
(STELZER.1981.Pg.36). Prcticamente la misma justificacin a la que recurran los
realistas para defender su trabajo.
Ante tal resistencia y negada como arte por estar al servicio de la reproduccin
"objetiva" de la naturaleza, la fotografa se adecuara. La alternativa consisti en renegar
de la objetividad y procurar acondicionarse a ciertas maneras pictricas. De este modo,
recuperando la manualidad de sus procesos, restaurar su condicin de obra de arte. En
propiedad este debe ser considerado el primer movimiento fotogrfico cuya
denominacin resulta por si misma muy descriptiva: "fotografa pictorialista"37. El objetivo
era devolverle el aura de unicidad a la foto utilizando artificios constructivos sumamente
complejos, adems, se recuperaba la grandilocuencia de los temas a representar, en la
mayora de los casos ilustrando relatos de fuente literaria o mitolgica.
35 Susan Buck-Morss, en la Dialctica de la Mirada. Walter Benjamn y el proyecto de los pasajes, nos revela como fueron los pasajes
comerciales el mbito donde se evidencia la transformacin de una sociedad: Los pasajes haban llegado para ser el signo de la metrpoli
moderna (BUCK-MORSS.1995.Pg.58). Sobre este texto realizaremos un acercamiento ms profundo en el captulo III.
36 Es necesario, por tanto, que cumpla con su verdadero deber, que es el de ser la sirvienta de las ciencias y de las artes, pero la muy
humilde sirvienta En el captulo El Pblico Moderno y la Fotografa, contenido en el texto Salones y Otros Escritos (Baudelaire.1996.Pg.233).
37 En 1886 P.H.Emerson pronunciara un discurso en la Camera Club de Londres donde criticaba el arte pictorialista en el que personajes
como Rejlander y Robinson en la dcada de 1850 haban sometido a la fotografa (Photography, a pictorial art por P.H.Emerson. En Amateur
Photograper. Vol.III.1886). En cualquier caso su ruptura no fue definitiva ya que en el tratamiento del paisaje segua teniendo como referentes
a Corot o la Escuela de Barbizon. En la misma lnea Stieglitz, delimita en tres las categoras de fotgrafos el ignorante, el tcnico y el artista
(Pictorial Phothography por Alfred Stieglitz en Sricbners Magazine, 26 de noviembre de 1899). De esta manera se quiere establecer una
frontera con las legiones de fotgrafos aficionados que nos hacen un dao considerable (Latelier du photographe por Jean Sagne
1840/1940-, presses de la renaissance. Pars).
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.31 /316
Tal vez el ejemplo ms tempranero y publicitado de la poca lo constituye una
obra del fotgrafo britnico Oscar Rejlander Las dos formas de vida (1856). En la
composicin utiliza el dispendioso procedimiento del positivado combinado, esto es, la
construccin de la imagen a partir de varios negativos (un nmero superior a 30 en este
caso) y con ello reivindicar la manufactura como estrategia de unicidad. Por otro lado, el
componente literario y alegrico que era su otra baza- los despliega en la escenificacin
de una historia muy tipificada desde la mitologa cristiana: en el centro aparece el padre,
quien, en un acto teatral presenta a sus dos hijos, el bueno a su derecha y el otro, (la
oveja negra) a su izquierda; sobre este lado (el siniestro), todas las imgenes quieren
representar el modo de vida pernicioso: mujeres desnudas en actitudes erticas,
hombres jugando a las cartas, etc. A la diestra en cambio, todo conduce a pensar en el
modo de vida correcto, la de su hijo bendecido: mujeres desnudas pero en actitudes
sublimes, hombres trabajando...
El tema es simple, ingenuo y directo, lo cual contrasta con la complejidad del
procedimiento en el laboratorio que es, a la postre, innecesario y excesivo (la misma
escena podra haberse realizado en estudio y en un nico clic). La intencin es clara,
devolverle el carcter artstico a la imagen fotogrfica relacionando lo artstico con la
manipulacin quirogrfica.
Poco tiempo despus, iniciado el siglo y ya en Norteamrica, un grupo de
fotgrafos decididos a encontrar un camino propio desecharon el manierismo pictorialista.
Se propusieron recuperar el programa inscrito en el dispositivo y enfrentar la realidad de
forma directa. nicamente la cmara, el fotgrafo y de nuevo la necesidad del respeto
por una naturaleza en su momento supremo de belleza38. No es casual que, tal vez el
ms conocido de los fotgrafos que heredaron el primer impulso de la fotografa directa
fuera Ansel Adams, el mismo que tiempo despus abanderara una nueva agrupacin
llamada f6439. Si los pictorialistas evidenciaban su tendencia en la denominacin que
asumieron, con los f64 sucedi algo parecido. Pretender ser identificados con una
38 A propsito de la exposicin que se celebra en el Carnegie Institute (1904), el crtico Sadakichi Hartmann plantea una definicin para la
fotografa directa: Confiad en vuestra cmara, en vuestro ojo, en vuestro buen gusto, en vuestro conocimiento de la composicin; considerad
toda fluctuacin de color, de luz y de sombra; estudiad lneas y valore y divisiones del espacio; esperad pacientemente hasta que la escena o el
objeto de vuestra visin se revele en su momento supremo de belleza; en otras palabras, componed tan bien la imagen que queris hacer, que
el negativo sea absolutamente perfecto y necesite poca o ninguna manipulacin... (A plea for straight photography por Sadakichi Hartmann.
Publicado en America Amateur Photographer. Volumen XVI.1904). Se puede afirmar que el movimiento se gest alrededor del grupo de la
Photo-Secession que a su vez girara sobre la figura de Alfred Stieglitz y la galera del 291 de la quinta avenida de NY.
39 En 1932 se reunen Ansel Adams, Imogen Cunninghan, John Paul Edwards, Sonya Noskowaik, Henry Swift, Willard Van Dyke y Edward
Weston para formular los principios de una esttica fundada en el enfoque. Ver Group f64 en Camera Craft por John Paul Edwards.
Vol.42.1935.
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.32 /316
caracterstica tcnica que seala la mxima profundidad de campo por efecto del
diafragma ms pequeo, lo cual los describe como un tipo de artista-fotgrafo que quiere
reivindicar como estticas las categoras propias de la tcnica40.
Otro de estos elementos remodelados en el proceso de divergencia se relaciona
con la alteracin en las dinmicas de produccin artstica, fenmeno directamente
encadenado a una nueva percepcin del mundo. Virilio ejemplifica este asunto a travs
del escultor Rodin quien, ya no dibuja como escultor, sino que realiza diseos donde el
movimiento se hace visible, tal como si se tratara de una animacin
(VIRILIO.1997.Pg.28). El contraste es claro segn nos dice Virilio- si lo comparamos
con un Miguel ngel que procede con la lentitud que impone la talla del mrmol. Un
sistema en la cual el escultor deba empezar por fabricar las herramientas, para luego y
de forma progresiva, conseguir la aparicin de la figura en la piedra. Rodin, en cambio,
moldea el yeso de un modo gestual, rpido. Incorpora la dinmica y el movimiento no
slo en el aspecto formal de sus obras, sino en las tcnicas de produccin que utiliza
para realizarlas. (VIRILIO.1997.Pg.26).
Baudelaire, que como vimos se encuentra atravesado por su la ms ambigua
relacin con la fotografa, fundara toda su descripcin de El Pintor de la Vida Moderna
precisamente en esta tesis: en la alteracin de las dinmicas de produccin. El artista,
adems de estar tocado por el genio que en Baudelaire sigue teniendo un carcter
romntico, establece que en el arte existe otra mitad que debe corresponder a su
contemporaneidad, lo que en su concepto equivala a lo transitorio y lo fugitivo:
Lo bello est hecho de un elemento eterno, invariable, cuya cantidad es
excesivamente difcil de determinar y de un elemento relativo,
circunstancial, que ser si se quiere alternativamente o al mismo tiempo, la
poca, la moda, la moral, la pasin. (BAUDELAIRE.1995.Pg.78).
Y para estar a la altura de su tiempo, pero al mismo tiempo para que tenga derecho a
hacerse eterno, debe asimilar las dinmicas de su tiempo:
40 Este mismo fotgrafo publicara una serie de textos de obligada consulta para los estudiosos de la tcnica fotogrfica: La serie se definira
como Basic Photo series I: Camera and lens. II: The Negativ, III: The Print. IV: Natural Light Photography. Los dos primeros seran publicados
por primera vez en 1948, el tercero en 1950 y el cuarto en 1952. Por otro lado Ansel Adams es el inventor de uno de los procedimiento de
toma y acabado fotogrfico ms tecnificado que existe, el Sistema de Zonas. (ALINDER, SZARJOWSKI.1985).
I. De lo Fotogrfico y su Configuracin Como Dispositivo Tcnico
Pg.33 /316
...Pero hay en la vida trivial, en la metamorfosis cotidiana de las cosas
exteriores, un movimiento rpido, que exige al artista una velocidad igual de
ejecucin. (BAUDELAIRE.1995.Pg.79).
Baudelaire ya lo pregona, el signo de los tiempos es la velocidad y con ello el
mundo necesariamente tiende a la desmaterializacin. Cualquier configuracin por lo
tanto se articula en lo transitorio ya que la conciencia de lo real se ha fugado con la
fractura de las categoras. Para hacer visible este cambio no hay mejor ejemplo que una
obra muy cercana a la ya referida de una y tres sillas de Kosuth, pero con matices tan
sustanciales que resulta necesario citarla para hacer visibles tales diferencias; se trata de
Esto no es una pipa de Magritte41.
En primer lugar est claro que la obra no podra ser relacionada directamente con
la fotografa y sin embargo sta no podra existir sino con posterioridad a ella. Es por eso
que el trabajo de Magritte, ubicado en un paralelo entre la