0 PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL ECUADOR FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES ESCUELA DE CIENCIAS BIOLÓGICAS Ciclo de vida, hábitos de alimentación y defecación de Rhodnius ecuadoriensis Lent & León, 1958 (Hemiptera: Reduviidae: Triatominae) bajo condiciones de laboratorio. Disertación previa a la obtención del título de Licenciado en Ciencias Biológicas ANITA G. VILLACIS SALAZAR QUITO, 2006
Conocer el ciclo de vida, hábitos de alimentación y defecación de una especie de triatomino, insecto vector de la Enfermedad de Chagas
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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL ECUADOR
FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES
ESCUELA DE CIENCIAS BIOLÓGICAS
Ciclo de vida, hábitos de alimentación y defecación de Rhodnius ecuadoriensis
hypogaea) y árboles frutales como: papaya (Carica papaya) y naranja (Citrus sinensis).
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4.2. BÚSQUEDAS ACTIVAS Y COLECCIÓN DE INSECTOS TRIATOMINOS
Las salidas de campo para la colección de triatominos se realizaron en las
comunidades de San Gabriel y Quebrada de Maconta en la provincia de Manabí, durante el
año 2004. En el año 2005 se visitó la comunidad de Algarrobillo en la provincia de Loja.
Adicionalmente, se tuvo acceso a colecciones realizadas por los miembros del Laboratorio
de Investigación en Enfermedades Infecciosas de la Pontificia Universidad Católica (LIEI),
recolectados en la población de Naranjo Dulce.
En las comunidades antes mencionadas, las búsquedas activas se efectuaron en el
domicilio y peridomicilio de manera directa, principalmente: en nidos de gallinas, cuyeras,
chancheras, montículos de piedras, maderas, leña, ladrillos, teja, productos agrícolas,
bodegas y demás estructuras cercanas a la vivienda, tratando de examinar cada rincón de
las viviendas de cada comunidad. Para realizar la captura y colección de triatominos, se
formaron grupos de 4 personas, el tiempo de búsqueda fue de 1 hora/hombre/domicilio y/o
peridomicilio. Esto quiere decir, que para completar una hora de búsqueda cada persona
debió trabajar durante 15 minutos.
Para cumplir con las normas de bioseguridad, los asistentes de campo fueron
dotados con los siguientes elementos: guantes de látex, botas de caucho, mascarillas
respiradoras, gorras y overoles.
Toda la información fue registrada en fichas entomológicas, y para la colección los
insectos fueron colocados dentro de frascos, perfectamente etiquetados con marcador
indeleble conjuntamente en un papel con el código de la vivienda, la fecha y lugar dónde
se hallaron a los insectos vectores. Las muestras, fueron llevadas vivas al insectario del
LIEI para su mantenimiento.
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4.3. DESCRIPCIÓN DE LA INCUBADORA
Los especimenes recolectados se mantuvieron en la incubadora del LIEI de la
Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Esta incubadora, tiene la 2,30 m de largo, 1,50 m de alto y 0,70m de ancho. Consta
de dos recámaras con dos puertas cada una, para posibles comparaciones de humedad y
temperatura. El material con la que está hecha es de acero inoxidable, con un aislamiento
en espuma de poliuretano, las puertas con sellado hermético consta de dos controles
electrónicos con pantallas digitales para temperatura entre rangos de -20 a 45ºC, con dos
humidificadores controlados electrónicamente entre rangos de 10 a 95% de humedad. Este
sistema permite utilizar calor seco o calor húmedo de acuerdo a las necesidades.
Para simular el día y la noche, se utilizarán lámparas de luz fría, de 40 watts, 110
voltios con sistemas de control para fotoperiodos de 12 horas luz/12 horas oscuridad, con
posibles variaciones de tiempo. Algo muy importante es el sistema de circulación y
renovación de aire y el sistema de seguridad que impide que la temperatura sobrepase los
valores programados (Figura 7).
4.3.1. CONDICIONES DE CONSERVACIÓN DE LOS INSECTOS
RECOLECTADOS EN LAS PROVINCIAS DE MANABÍ Y LOJA
Las condiciones en las que se conservaron los especimenes recolectados en la
provincia de Manabí fueron: temperatura 27°±5°C; humedad relativa 75°±15% y
fotoperíodo, 12 horas de luz/oscuridad. A diferencia de las de Loja; temperatura 24°±6°C;
humedad relativa 70°±10% y de igual manera un fotoperíodo, 12 horas de luz/oscuridad.
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Para establecer la temperatura y la humedad que se mantuvieron en la incubadora,
se tomaron en consideración los valores promedio que se registran en ambas provincias.
4.4. CICLO DE VIDA
4.4.1. SEPARACIÓN DE LOS ADULTOS Y PUESTA DE HUEVOS
Para la realización del experimento primeramente, se procedió a la separación de
adultos (machos y hembras) de las colonias que se mantuvieron en la incubadora del
insectario del LIEI, estos especimenes se colocaron en recipientes o frascos de vidrio de 10
cm de alto por 5 cm de diámetro, para que copulen y pongan huevos. Para simular un
ambiente propicio, se colocó dentro del frasco papel Whatman o papel filtro doblado en
forma de abanico y cortado las puntas para que los triatominos tengan el espacio suficiente
para caminar y llegar fácilmente a alimentarse.
Una vez que se obtuvieron los huevos, estos fueron colocados en recipientes de
vidrio de 5 cm de alto por 2 cm de diámetro (Screw cap vials, BIOQUIP, USA),
oportunamente etiquetados, dentro de cada frasco también se colocó un pedazo de papel
filtro o papel Whatman doblado en dos y cortados las puntas superior e inferior para
proveer el ambiente adecuado (Figura 8). Una vez nacidos los especimenes, se registraron
en las etiquetas: el código, y las fechas de la muda, esto nos sirvió para contabilizar y
conocer cuántos días se demoraron en pasar de un estadio a otro.
En las fichas, se registraron: el código, el número del individuo, la fecha de huevo y
las fechas de los siguientes estadios hasta llegar a ser adultos. Solo cuando llegaron a ser
adultos se registró el sexo del individuo (Anexo 1)
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4.4.2. ALIMENTACION DE NINFAS EN ESTADIO I (NI)
Una vez que eclosionaron los huevos, se obtuvieron las ninfas I (NI) para la
investigación del ciclo de vida, para este propósito se consideraron 57 especimenes. En
cuanto a la alimentación de las ninfas I, primeramente se procedió a la toma de los ratones,
colocándolos inmovilizados en una malla plástica de 16 x 16 cm con poros de 2 mm.
Posteriormente se ubicaron a los ratones en un recipiente plástico y hermético de 30 cm de
largo, por 22 cm de ancho y 12 cm de profundidad, y se procedió a la alimentación.
La alimentación se efectúo sacando al especiemen (triatomino) de cada frasco y
colocándolo sobre el lado ventral del ratón, donde tiene menos cantidad de pelaje de esa
manera se facilitó la picada. Un tiratomino muerto también se le sacó y se colocó al lado de
la ninfa I (observaciones realizadas durante el desenvolvimiento de la tesis). El
ofrecimiento del alimento se realizó todos los días hasta la primera toma de sangre, de ahí
en adelante el ofrecimiento se realizó semanalmente.
Para el cuidado de los ratones se aplicaron las normas de mantenimiento de
roedores en laboratorio establecidas en Benavides y Guénet, 2003. Las edades de los
ratones oscilaron entre los 4 y 6 meses.
Se registraron el número de días, y el número de comidas ingeridas que necesitó
cada individuo para mudar y pasar de un estadio a otro, hasta llegar a ser adultos.
Cada frasco fue etiquetado registrando: el código de la población, el número del
especimen y la fecha exacta de la muda, (esto fue anotado, una vez que se observó la
exuvia en el frasco). Adicionalmente, se revisaron diariamente los frascos para ver el
estado de los insectos, es decir; si estuvieron muertos y/o vivos, o si mudaron. Todos estos
datos se registraron en la etiqueta y en las fichas (Anexo 1).
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4.5.- HABITOS DE ALIMENTACIÓN Y DEFECACIÓN
Para la obtención de los datos de los hábitos de alimentación y defecación se
consideraron 40 especimenes de R. ecuadorensis por estadio y por provincia (Manabí y
Loja). Con respecto a los adultos, se separaron 20 especimenes machos y 20 especimenes
hembras, por cada provincia, contabilizando un total de 480 especimenes. Estas
poblaciones se las consideraron de acuerdo a las distintas áreas geográficas y por
encontrarse en el mismo hábitat siendo este: peridomicilio (nidos de gallinas).
En cuanto a la alimentación de los triatominos, especialmente los estadios (NII,
NIII, NIV y NV) y adultos se ofreció semanalmente sangre de ratón de laboratorio (Mus
musculus) por un tiempo de 15 minutos, si durante este lapso no ingerían sangre, se les
retiraba el alimento. Esto no ocurría con las ninfas I (NI), a las que se les ofreció el
alimento todos los días desde que eclosionaron hasta que aceptaron la primera toma de
sangre, de ahí en adelante el ofrecimiento del alimento fue de igual manera, cada semana.
Se registró el tiempo en las fichas pertinentes (Anexo 2).
Para la alimentación, se consideraron algunos puntos: 1. El tiempo que se demoró
en introducir el rostrum en la piel del ratón, conocido como el tiempo de picada. 2. El
tiempo límite de alimentación, siendo éste 25 minutos para la repleción, tiempo que se
considera desde el momento en que introduce el rostrum, hasta que lo retire; con el
propósito que todos los especimenes tengan el mismo tiempo para ingerir el alimento.
Se pesó cada individuo estudiado en una balanza (Mettler Toledo, AB54-S,
Switzerland), registrando su peso inicial y su peso después de la alimentación, es decir, su
peso final, en mg; esto nos sirvió para observar y analizar: cuántos mg aumentó durante sus
etapas de crecimiento, cuánta cantidad de sangre ingirió en cada toma dentro del mismo
estadio como también durante el paso de un estadio a otro.
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Adicionalmente se registró el tiempo de cada defecación durante la alimentación y
a los 15 minutos posteriores.
Para la obtención de datos durante la alimentación y defecación como también para el
ciclo de vida se consideraron algunos puntos (Abad-Franch y Aguliar, 2000):
1. El número de veces que se alimentó cada individuo de R. ecuadoriensis hasta
completar el ciclo de desarrollo.
2. La cantidad de sangre que necesitó cada individuo para completar el ciclo de vida.
3. El tiempo de eclosión o muda hasta la siguiente toma de alimento.
4. El lapso de tiempo entre la presentación del huésped y la picadura.
5. El tiempo de alimentación (desde la perforación de la piel del huésped hasta la
repleción).
6. La cantidad de sangre ingerida en cada toma.
7. La resistencia al ayuno: pérdida de peso y mortalidad.
4.6. MEDICIONES DEL LARGO DEL CUERPO
Una vez que los especimenes llegaron a ser adultos, se tomaron mediciones del
largo del cuerpo desde la parte anterior del clípeo hasta la parte posterior del cuerpo
(genitales) para observar si existen o no diferencias entre el tamaño de las hembras y
machos de Manabí con respecto a las hembras y machos de Loja. Estos datos son muy
importantes, ya que podrían influenciar en la cantidad de sangre consumida en cada uno de
los estadios como también en el estado adulto (Figura 9).
Para este parte del experimento, se hicieron mediciones con un calibrador digital
(Digimatic Caliper, modelo CD-6”C) marca MITUTOYO, con un rango de medición de 0-
150 mm, con su respectivo cable (cable for SPC) y entrada USB (input tool-P S/2).
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4.7. ANÁLISIS ESTADÍSTICO
El análisis estadístico, se realizó por medio de estadística descriptiva, con el fin de
obtener: la media aritmética, la desviación estándar y cuartiles. Estos cálculos nos
ayudaron para responder las preguntas tanto del ciclo de vida como también las de los
hábitos de alimentación y defecación.
Además se midieron el rango, amplitud, entre el mínimo y máximo de los días que
se necesitó para pasar de un estadio a otro.
Se midieron tres diferentes tipos de porcentajes de mortalidad:
Mortalidad Relativa (Mr): Número de ninfas muertas durante un estadio, dividido
para el número de ninfas muertas durante todos los estadios x 100.
Mortalidad Real (MR): Densidad de la población al comienzo de la generación, es
decir 100 x las ninfas muertas en cada estadio, dividido para el tamaño de cohorte al
comienzo de la generación.
Mortalidad absoluta (Ma): Número de ninfas muertas durante un estadio, dividido
para el número de ninfas que entran a ese estadio x 100.
Para los porcentajes de mortalidad, se consideraron el lx (número de especimenes
que entraron en un estadio x) y dx (número de especimenes que murieron en ese estadio x).
En ciertas poblaciones de insectos se suele aplicar tablas de vida, ya que al ser
difícil la estimación de la edad de manera directa; en estos casos, se suele evaluar el
tamaño de la población por los distintos estadios de desarrollo, encontrando una relación
entre el número de especimenes estudiados en cada uno de estos estadios de desarrollo y su
sobrevivencia, esto ocurre en el caso de R. ecuadoriensis que pasa por cinco estadios de
desarrollo ninfal antes de alcanzar la etapa adulta (Rabinovich, 1978).
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Con el método de Service (1976) se calculó la estimación de la mortalidad, a partir
de la tabla de vida en poblaciones, existiendo una superposición de generaciones, esto
ocurre cuando no se puede conocer sus edades cronológicas, es decir, que la estructura de
la población viene dada, no por una distribución de edades, sino por una distribución de
clases de edades, por ejemplo, los estadios de desarrollo de un insecto de duración
desigual. En ciertas especies la duración de cada estadio es relativamente corta
(Rabinovich, 1978).
Para obtener la proporción relativa se siguió la fórmula propuesta por Rabinovich,
1978 (Anexo 3).
Las preguntas planteadas del ciclo de vida, fueron comprobadas con la prueba
estadística de Mann Whitney y con el coeficiente de correlación de Spearman. En el caso
de la primera prueba estadística, esta se aplica con muestras aleatorias extraídas
independientemente, cuyos tamaños no necesitan ser los mismos (Downie y Heath, 1983).
Es una alternativa a la prueba paramétrica t de student (Sánchez, 2002). Para la segunda
pregunta se analizó por medio del coeficiente de correlación de Spearman, para realizar
estos cálculos no se requiere que los datos correspondan a una distribución normal
divariada (Sánchez, 2002).
La primera pregunta planteada en los hábitos de alimentación y defecación, fue
analizada mediante la prueba de test binomial, la pregunta 2 fue respaldada por medio del
coeficiente de correlación de Spearman, la pregunta 3 y 4 mediante la prueba estadística de
Mann Whitney. La Prueba Binomial, se utiliza en situaciones en que una población es
estudiada bajo dos clases, todas las posibles observaciones tomadas de esa población,
corresponden a uno u a otra categoría discreta (Sánchez, 2002).
Los datos obtenidos de las mediciones del largo del cuerpo, se ingresaron a la
computadora. Por medio del programa SPSS fueron analizados, utilizando la prueba de t
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para muestras independientes, esta prueba nos permite hacer comparaciones de las medias
(Sánchez, 2005). La hipótesis para poder utilizar esta prueba, es que en cada grupo la
variable estudiada siga una distribución normal (Downie y Heath, 1983).
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5. RESULTADOS
5.1 BÚSQUEDAS ACTIVAS Y COLECCIÓN DE INSECTOS TRIATOMINOS
Se obtuvieron 449 triatominos en las comunidades de San Gabriel y Quebrada de
Maconta (Manabí) durante el año 2004 y 221 especimenes de R. ecuadoriensis en la
comunidad de Algarrobillo, Loja, en el año 2005.
5.2 RESULTADOS DEL CICLO DE VIDA DE Rhodnius ecuadoriensis EN LA
PROVINCIA DE MANABÍ.
Para el ciclo de vida, de R. ecuadoriensis en la provincia de Manabí, se
consideraron 100 huevos de los cuales eclosionaron 57 especimenes, que presentaron un
promedio de 15,12 días desde la eclosión del huevo hasta el NI, 48 pasaron a NII con un x
= 28,31 días (Tabla 1). Mudaron y continuaron el ciclo 34 especimenes con un promedio
de 34,94 días para pasar de NII a NIII; 28 ninfas NIII presentaron x = 41,61 días para
pasar a NIV; 26 especimenes pasaron al siguiente estadio NV con un x = 36,38 días, de
NV a adultos necesitaron un x = 37,19 días. Al finalizar el ciclo de los 57 especimenes se
obtuvieron 26 adultos, de los cuales 10 fueron machos y 16 hembras (Tabla 1).
El estudio en cohorte se demoró el x de 193,55 días en total, observando un rango
de 136 a 325 días (Tabla 1), lo que equivale a un rango generacional de 25,80 semanas
equivalente de 6 meses y medio (Figura 10).
El número de alimentaciones para completar el ciclo de vida varía desde 1
alimentación hasta 6 durante todo el estudio en cohorte. Así, de los 57 especimenes que
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entraron al estadio 1 (NI), 50 necesitaron mínimo una alimentación para pasar al siguiente
estadio (87,72%) y 7 especimenes máximo 2 alimentaciones (12,28%); obteniendo un x =
0,96±0,38 (Tabla 2 y 3).
En NII, 43 especimenes necesitaron mínimo 1 alimentación (89,58%) y 5
especimenes necesitaron máximo 2 (10,42%) comidas para continuar al siguiente estadio,
obteniendo un ( x =1,04±0,20). Los 34 especimenes que continuaron el ciclo de vida y
pasaron a NIII, necesitaron una sola alimentación (100%), lo mismo ocurrió con los 28
especimenes que pasaron a NIV y los 26 que mudaron a NV (Tabla 2 y 3).
La mortalidad observada en el estadio I (NI) fue de 15,78%, en el segundo 24,56%
y a partir de este fue diminuyendo, observándose el 0% en NV (Tabla 2). El porcentaje de
mortalidad total fue de 54,36 % al terminar el ciclo.
La Tabla 4 muestra la mortalidad relativa (Mr), mortalidad real (MR) y mortalidad
absoluta (Ma), observándose para NI un Mr de 29,03 %, MR de 15,78% y un Ma de
15,78%, para NII un Mr de 41,16%, MR de 24,56% y un Ma de 29,16%. A partir del
segundo estadio fueron disminuyendo los tres tipos de mortalidades, observándose en el
NV un Mr, MR y Ma de 0%. El porcentaje de mortalidad total real (MR) fue de 54,36%.
El porcentaje diario de muertos en cada estadio se calculó aplicando el método de
Service, obteniéndose un 1,13% para el estadio I (NI), un 1,21% para el estadio II (NII),
0,55% para el estadio III (NIII), 0,18% en el cuarto estadio (NIV), y finalmente 0%
especimenes muertos a diario durante el V estadio (NV) (Tabla 5a y 5b) (Figura 11).
La primera pregunta ¿El tamaño de los especimenes de R. ecuadoriensis está
relacionado con el desarrollo del ciclo de vida? Aplicando el coeficiente de correlación de
Spearman, se acepta H0, es decir, no hay diferencias significativas (0,437>0,05),
indicándonos que no existe correlación entre el tamaño de los especimenes de Manabí con
su ciclo de vida (Tabla 6).
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5.3. HÁBITOS DE ALIMENTACIÓN Y DEFECACIÓN DE R. ecuadoriensis EN LA
PROVINCIA DE MANABÍ
Se consideraron 40 especimenes de cada estadio, en el caso de NI el peso pre-
ingesta promedio fue de 0,2±0,08 mg; el peso post-ingesta fue de 3,1±0,78 mg, obteniendo
el tamaño de los ingesta de 2,8±0,70 mg de sangre, lo cual significa un aumento de
16,04±8,30 veces su peso inicial (Tabla 7).
En el caso de las NII, NIII, NIV y NV el tamaño de los ingesta fue x = 10,69±0,81
mg; 22,40±5,81 mg; 68,89±16,12 mg; 129,88±46,32 mg respectivamente. Las veces que
aumenta su peso va disminuyendo a medida que pasa de un estadio a otro, observando en
el NV el aumento de 6,43±2,04 veces su peso (Tabla 7) (Figura 12).
En las hembras, se observó el peso promedio de pre-ingesta de 58,64±5,44 mg, el
peso post-ingesta llegó a ser de 124,01±21,63 mg, el tamaño de los ingesta fue de
65,37±19,35mg de sangre, aumentando solamente 2,11±0,32 veces su peso (Tabla 7).
En los machos el peso pre-ingesta fue de 41,63±4,89 mg, el peso post-ingesta fue
de 85,30±11,99 mg, siendo el tamaño de los ingesta 43,68±14,50 mg de sangre,
aumentando 2,09±0,44 veces su peso inicial.
La Tabla 8 nos indica la dinámica de defecación por parte de los especimenes
estudiados. En el caso de las NI el tiempo promedio de picada fue de 4’42”±2’55”
minutos, alimentándose por un periodo de tiempo de 14’45”±3’33”, la primera defecación
se observó a los 59’11”±11’04”, el porcentaje de especimenes que defecaron tanto durante
la alimentación como en los 15’ posteriores fue del 0%. En el caso de las NII, el tiempo de
picada fue de 6’25’’±3’59’’ y el porcentaje de especimenes que defecaron en los 15’
posteriores fue del 37,5% (n= 15). A medida que pasan de un estadio a otro, el porcentaje
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de especimenes que defecan durante la alimentación y en los 15’ posteriores va
aumentando así, en el quinto estadio (NV), 18 especimenes defecaron durante la
alimentación (45%), y 37 especimenes (92,5%) defecaron en los 15 minutos posteriores a
su alimentación (Figura 13).
Las hembras de R. ecuadoriensis (Manabí), presentaron un tiempo de picada
promedio de 6’37’’± 3’22’’, se alimentaron por un periodo de tiempo promedio de
24’02’’± 5’26”, la primera defecación la realizaron a los 22’10’’ ± 5’25’’. De los 20
especimenes 15 especimenes defecaron mientras se alimentaban (75%) y el 100 % de los
especimenes defecaron en los 15 minutos posteriores (Figuras 14 y 15). Se observó que
algunos especimenes defecaron dos veces.
En los machos, el tiempo promedio de picada fue de 8’30’’±2’38’’, se alimentaron
por un periodo de tiempo promedio de 28’25 ’’±6’17’’ y su primera defecación se
observó a los 29’04’’±5’25’’; 14 especimenes defecaron mientras se alimentaban (70%) y
18 especimenes defecaron en los 15 minutos posteriores (90%).
5.4. HÁBITOS DE ALIMENTACIÓN Y DEFECACIÓN DE R. ecuadoriensis EN LA
PROVINCIA DE LOJA
En la Tabla 9, se presenta el tamaño de los ingesta de los especimenes estudiados
pertenecientes a la provincia de Loja, así observamos para NI una los ingesta de 2,22±0,40
mg de sangre, observándose un aumento de 22,64±4,63 veces su peso inicial, para NII
6,50±1,48 mg de sangre de los ingesta y un aumento de 6,50±1,83 veces su peso inicial,
para NIII un tamaño de los ingesta de 21,12±6,29 mg con un aumento de 6,75±2,27 veces
su peso inicial. Para NIV el tamaño promedio de los ingesta fue de 56,90±17,53 mg de
sangre y un aumento de 7,15±2,1 veces su peso inicial. En el caso de las NV, el tamaño
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promedio de los ingesta fue de 75,28±17,30 mg de sangre y el aumento de peso fue de
4,33±0,84 veces su peso inicial
En el caso de las hembras, el peso promedio pre-ingesta fue de 32,57±6,92 mg y su
peso post-ingesta fue de 88,15±15,42 mg, su tamaño de los ingesta fue de 55,73±16,38 mg
de sangre, aumentando 2,84±0,81 veces su peso. En el caso de los machos el tamaño de los
ingesta fue de 32,92±7,42 mg de sangre, observándose un aumento de 2,60±0,51 veces su
peso inicial (Figura 12).
En los machos de R. ecuadoriensis (Loja) se observó un tiempo promedio de picada
de 8’00’’±3’43’’, se alimentaron un tiempo promedio de 26’23’’±5’27’’ y su primera
defecación se observó a los 30’59’’±8’27’’, 11 especimenes defecaron mientras se
alimentaban (55%) y 17 especimenes defecaron en los 15’ posteriores (85%) (Tabla 10).
En las hembras el tiempo promedio de picada fue de 7’46’’±2’49’’, el tiempo de
alimentación fue de 25’12’’±4’56’’, la primera defecación se realizó en un tiempo
promedio de 24’27’’, el porcentaje de defecación mientras se alimentaban fue del 55% (n
=11) y el 100% de especimenes defecaron en los 15’ posteriores (Tabla 10; Figuras 14 y
15).
5.5. RESULTADOS DE LAS MEDICIONES DEL LARGO DEL CUERPO DE R.
ecuadoriensis
Las mediciones se realizaron con un calibrador digital marca Mitutoyo, el largo
total del cuerpo se consideró desde la parte del clípeo hasta los genitales, encontrando en el
caso de las hembras de Manabí un tamaño promedio de 16,59±0,32 mm; y de la hembra
de Loja 14,72±0,39 mm. Los machos de Manabí midieron un promedio de 13,82±0,36
mm; y los de Loja 12,53±0,33 mm (Figura 16). Estos datos fueron analizados con la
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prueba de t independiente en el programa SPSS, obteniendo diferencias altamente
significativas (p <0.05) en cuanto al largo total del cuerpo en hembras de la provincia de
Manabí con las de Loja (p =0.00). De igual forma se observó diferencias altamente
significativas entre los machos de R. ecuadoriensis de ambas provincias.
Mediante el test binomial, se comprobó la primera pregunta planteada respecto a
los hábitos de alimentación y defecación ¿El tiempo (minutos) que se demora en
alimentarse y defecar durante la alimentación, como en los quince minutos posteriores es el
mismo o similar en los especimenes recolectados en las dos provincias de Manabí y Loja?.
Aceptamos H0, es decir, los especimenes de R. ecuadoriensis, recolectados tanto en la
provincia de Manabí como en Loja requieren del mismo o similar tiempo (minutos) para
alimentarse y defecar (p> 0,05). Se observó que no existe diferencias significativas; para
NIV, p =0,210 (Tabla 11); para NV p =1,00 (Tabla 12); para las hembras, p =0,557 (Tabla
13) y para los machos, p =0,690 (Tabla 14).
El coeficiente de Correlación de rangos de Spearman nos ayudó a responder la
segunda pregunta ¿Las mediciones del largo del cuerpo de los especimenes de R.
ecuadoriensis está relacionado con la cantidad de sangre que ingieren en cada uno de los
estadios ninfales y adultos?. Al no encontrar diferencias significativas (0,405 > 0,05),
aceptamos H0. Demostrándonos que no existe correlación entre el tamaño del cuerpo y la
cantidad de sangre que ingieren las hembras de R. ecuadoriensis de Manabí (Tabla 15).
En la Tabla 16, se encontró que tampoco existe correlación entre el tamaño del
cuerpo y la cantidad de sangre que ingieren los machos de R. ecuadoriensis de Manabí. Su
significación es de p =0,261 (p > 0,05).
Para la provincia de Loja, tanto para machos como para hembras, se aceptó H0. Las
hembras mostraron p =0,892 y los machos p =0,907 (Tablas 17 y 18).
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Mediante la prueba U de Mann Whitney, se respondió la tercera y cuarta preguntas.
Con respecto a la pregunta tres ¿La cantidad de sangre ingerida (mg) en los especimenes
de los distintos estadios ninfales de R. ecuadoriensis son similares tanto en los insectos
recolectados en la provincia de Manabí como en los de Loja?. De acuerdo con los
resultados obtenidos para las NI, NII, NIV y NV se acepta H1, los especimenes R.
ecuadoriensis de Manabí consumen mayor cantidad de sangre (mg) que los especimenes
recolectados en Loja. Su significación es p <0,05; es decir que existen diferencias
altamente significativas (p =0,000) para los estadios NI, NII y NV; NIV (p =0,007). La
hipótesis H1 es rechazada para el estadio ninfal NIII de R. ecuadoriensis, (p =0,419), ya
que ingiere la misma cantidad de sangre (mg) tanto en los especimenes de Loja como los
de Manabí (Tablas 19, 20, 21, 22 y 23).
La cuarta pregunta ¿La cantidad de sangre ingerida (mg) por parte de los adultos de
R. ecuadoriensis es similar en los insectos recolectados tanto en las provincias de Manabí
como en Loja? En el caso de los adultos, tanto hembras como machos, no demuestran
diferencias significativas, es decir, que se acepta H0 (p >0,05), los adultos de R.
ecuadoriensis ingiere la misma cantidad de sangre (mg) tanto en los especimenes de Loja
como los de Manabí. Para las hembras p =0,213 (Tabla 24) y para los machos p =0,019
(Tabla 25).
56
6. DISCUSIÓN
Con la realización de este trabajo se consiguió primeramente conocer, describir y
comparar el ciclo de vida e investigar el potencial vectorial de Rhodnius ecuadoriensis, a
partir de los datos obtenidos de los hábitos de alimentación y defecación de esta especie
vector bajo condiciones de laboratorio, y compararlas con datos de otras investigaciones.
6.1 MEDICIONES DEL LARGO DEL CUERPO
¿Cuál de las poblaciones de Rhodnius ecuadoriensis tiene un cuerpo más grande, las
de Loja o Manabí? ¿Influirá el tamaño del cuerpo en la cantidad de sangre ingerida y en la
eficacia vectorial? Estas interrogantes fueron contestadas con las mediciones obtenidas de
los adultos de R. ecuadoriensis, encontrada en el mismo hábitat (peridomicilio) distribuida
en diferentes provincias (Loja y Manabí), por lo que la morfometría total del cuerpo fue
fundamental para comprender principalmente los datos que se obtuvieron de los hábitos de
alimentación y defecación de esta especie.
En el caso de las hembras de Manabí se observó un tamaño promedio de 16,59 mm; y
de las hembras de Loja 14,72 mm. Los machos de Manabí midieron un promedio de 13,82
mm; y los de Loja 12,53 mm. Estos datos fueron analizados con la Prueba de t
independiente en el programa SPSS, obteniendo diferencias altamente significativas (p
<0.05) en cuanto al largo total del cuerpo tanto en hembras como en machos de ambas
provincias (p =0.00) (Tablas 26, 27, 28, 29; Figura 16). Las medidas obtenidas de los
adultos machos concuerdan con los resultados de las investigaciones realizadas por Lent y
57
León, 1958 que reportaron un tamaño de 12.5-13.5 mm, pero difieren en el caso de las
hembras para las cuales señalan un tamaño de 14.5 mm.
6.2. CICLO DE VIDA DE Rhodnius ecuadoriensis
Se realizó el seguimiento, estudio en cohorte, de 57 especimenes de la provincia de
Manabí observándose un x de 193,55 días en total, (Tabla 1) equivalente a 6 meses y
medio. El menor número de días promedio de desarrollo se observó en el primer estadio
ninfal (NI) con 28,31±6,7 días, y el mayor número de días se observó en las NIV con un
tiempo de 41,61±14,54 y en las NV con 36,38±11,37 días.
De acuerdo, a estudios realizados con Panstrongylus geniculatus, el desarrollo
desde huevo a adulto de esta especie fue de 253 días (Cabello y Galíndez, 1998)
demostrándonos que el ciclo de vida de en esta especie es más largo que la de este estudio.
Según investigaciones de Rocha et al., 2004, Rhodnius brethesi presenta menor
número de días promedio en las NII, se observó 16 días, a diferencia de esta investigación,
ya que el menor número de días se obtuvo en el primer estadio ninfal. En estudios
realizados por Oscherov et al., 1998 sobre Triatoma rubrovaria las ninfas del primer y
segundo estadio permanecieron aproximadamente un mes en cada una de esas etapas,
mientras que las ninfas de tercero, cuarto y quinto necesitaron entre un mes y medio y dos
meses para mudar al siguiente estadio, concordando con los resultados de esta
investigación, ya que los estadios ninfales más largos fueron NIII y NIV (Tabla 1).
Por lo que el desarrollo del ciclo de vida de los triatominos, depende de la especie
y de las condiciones ambientales, pero fundamentalmente de la disponibilidad de alimento
(Schofield, 1994).
58
Durante el ciclo de vida se observó que en algunos estadios ninfales necesitaron
hasta dos alimentaciones para pasar al siguiente estadio, como en el caso de las NI
(0,96±0,38) y NII (1,04±0,20) (Tabla 2). Para los demás estadios se necesitó una sola
alimentación. Estos resultados sugieren que para completar los primeros estadios se
requieren mayor número de alimentaciones y que en la mayoría de los casos necesitan una
sola alimentación para pasar a la siguiente etapa de desarrollo (Tablas 2 y 3).
Según Juárez y Castro Silva, 1982 la mayor duración de un estadio de desarrollo
(Triatoma sordida) requiere un mayor número de alimentaciones, por lo que el número de
los ingesta recibidas, estaría condicionado a la duración del periodo de desarrollo, sin
embargo, esto no se pudo demostrar en este estudio.
En estudios realizados de Rhodnius domesticus (Guarneri et al., 1998) el 80% de
los especimenes en cada estadio necesitaron una sola alimentación para mudar y pasar a la
siguiente etapa de desarrollo, lo cual concuerda con los resultados obtenidos en el presente
estudio.
El número de alimentaciones realizadas por los triatominos tienen una importancia
fundamental desde el punto de vista epidemiológico, ya que cuando más contactos ocurre
entre los vectores y los hospederos, mayor será la probabilidad de infección y transmisión
del parásito, Trypanosoma cruzi (Juárez, 1970).
Se consideraron los tres diferentes tipos de porcentajes de mortalidad:
La mortalidad relativa (Mr), la mortalidad real (MR) y la mortalidad absoluta (Ma).
Terminaron su ciclo de vida 26 especimenes (16 hembras y 10 machos) lo cual
representa el 54,36% de la mortalidad total. En el estadio I (NI) se observó un Mr de
29,03%, MR de 15,78 y un Ma de 15,78%, a medida que avanzada el ciclo de vida, los
porcentajes de mortalidad van disminuyendo, obteniendo en el quinto estadio un Mr, MR y
el Ma de 0% (Tabla 4).
59
El mayor porcentaje de mortalidad fue en el segundo estadio 24,56% (20
especimenes muertos). Esto sugiere, que los mayores índices de mortalidad ocurren en los
primeros estadios ninfales y que van declinando a medida que avanza el desarrollo. Estos
resultados concuerdan en estudios realizados con Panstrongylus rufotuberculatus, (Wolff
et al., 2004) en que el mayor porcentaje de mortalidad se encontró también en el segundo
estadio (10%). Y en experimentos con Rhodnius nasutus (Soares et al., 1995) y Rhodnius
pictipes (Rocha et al., 1994), donde la mortalidad disminuye a medida que avanza el
desarrollo ninfal. En estudios realizados con Panstrongylus geniculatus, (Cabello y
Galíndez, 1998) se observó un porcentaje de mortalidad más alto en el primer estadio
(62,5%). Igualmente, estudios de otros investigadores concuerdan con estos resultados
(Lent y Valderrama, 1977; Rocha et al., 1994; Martínez-Ibarra et al., 2003; Rocha et al.,
2004).
La mortalidad en los primeros estadios ninfales parecería que se da por la
dificultad de alimentarse. En los estadios ninfales más avanzados la mortalidad ocurre
durante la muda (Figura 17). Esto concuerda con estudios realizados por Guarneri et al.,
1998.
6.3. HABITOS DE ALIMENTACIÓN Y DEFECACIÓN DE Rhodnius ecuadoriensis
La comprobación mediante el test binomial de la primera pregunta planteada
respecto a los hábitos de alimentación y defecación ¿El tiempo (minutos) que se demora en
alimentarse y defecar durante la alimentación, como en los quince minutos posteriores es el
mismo o similar en los especimenes recolectados en las provincias de Manabí y Loja?, da
como resultado que tanto los especimenes recolectados en Manabí y en Loja, requieren del
mismo o similar tiempo (minutos) para alimentarse y defecar (se acepta H0), ya que no se
60
observaron diferencias significativas (p >0,05) para los distintos estadios ninfales (NIV, p
=0,210 (Tabla 11); para NV p=1,00 (Tabla 12); para las hembras, p=0,557 (Tabla 13) y
para los machos, p =0,690 (Tabla 14)).
Se puede observar que el tiempo de picada tiende a aumentar a medida que pasa a
un estadio sucesivo, mientras que el tiempo en el que ocurre la primera defecación va
disminuyendo (Tablas 7 y 9), lo que sugeriría que los adultos tienen mayor capacidad de
transmisión que las ninfas. Las hembras de R. ecuadoriensis de Manabí muestran un alto
porcentaje de especimenes que defecaron tanto durante la alimentación como en los quince
minutos posteriores, 75% (n =15)y 100% (n =20); para la provincia de Loja estos
porcentajes fueron de 55% (n =11) y 100% (n =20) (Figuras 14 y 15). El 70% (n =14) de
los especimenes machos de la provincia de Manabí defecaron durante la alimentación y el
90% (n =18) dentro de los 15 minutos posteriores, para la provincia de Loja estos
porcentajes fueron del 55% (n =11) y 85% (n =17) respectivamente. Esto sugiere un mayor
potencial vectorial por parte de los especimenes pertenecientes a la provincia de Manabí y
adicionalmente una mayor capacidad de transmisión por parte de las hembras en ambas
provincias, asimismo, esto parecería señalar que el potencial vectorial depende del tamaño
de los especimenes y que irá incrementándose conforme el individuo avanza en su
desarrollo, ya que se observó que el 37,5% de las NII, 45% de las NIII, 85% de las NIV y
92,5% de las NV defecaron en los 15 minutos posteriores a su alimentación en el caso de
Manabí; para Loja el 15% de las NII, 52,5% de las NIII, 80% de las NIV defecaron en los
15 minutos posteriores de la repleción (Tablas 8 y 10).
Adicionalmente, estos datos sugieren que si bien el potencial vectorial de los
especimenes de Manabí es mayor, los especimenes de Loja tienen una gran capacidad de
infestación por esta razón se considera a R. ecuadoriensis como el vector primario en los
valles interandinos de Loja y el Oro. Allí sus poblaciones parecen estrictamente asociadas
61
con hábitats humanos, estas zonas coinciden con las de mayor tasa de seroprevalencia en el
país, que alcanzan, según algunos estudios recientes, entre el 3.9 y el 16%. La infestación
de esta especie en estas áreas nos indica un promedio de 78 especimenes por casa infestada
(Abad-Franch, 2002; Grijalva et al., 2005). Además, las poblaciones del norte del Perú,
vecinas a las mencionadas en Ecuador, exhiben un comportamiento similar (Aguilar et al.,
1999; Abad-Franch et al., 2001b; Cuba Cuba et al., 2002).
Un tiempo de picada mayor en adultos que en estadios ninfales ocurre también en
Triatoma rubrovaria, sin embargo, esta correlación no ha sido observada en otras especies
de triatominos como Triatoma dimidiata, Triatoma infestans y Rhodnius prolixus (Zeledón
et al., 1977).
De acuerdo a los estudios realizados en Triatoma dimidiata por Zeledón, 1977 las
hembras y los NV defecan muy rápido, adicionalmente excretan mayor cantidad de heces
después de la alimentación a diferencia de los machos y los demás estadios ninfales.
Se observó que ningún estadio se alimentó a la semana de haber mudado, es decir;
los especimenes se alimentaron aproximadamente entre los 15 y 21 días después de la
muda.
Se observó en el caso de las NI: 85,08 % (n =97) que necesitaron de un triatomino
adulto muerto para alimentarse, sobre el cual se apoyaban para introducir la rostrum en la
piel del ratón. El 100% se alimentaron de la parte ventral del ratón, posiblemente está
relacionado con la poca cantidad de pelaje que tiene dicha área.
A medida que el triatomino pasa a los estadios sucesivos, el porcentaje de
especimenes que se alimentan en la parte ventral va disminuyendo, la mayoría se alimenta
de la parte dorsal, parecería que necesitan ocultarse para la alimentación. Son insectos que
prefieren la oscuridad.
62
Mediante la aplicación del coeficiente de correlación de rangos de Spearman se
respondió a la pregunta ¿las mediciones del largo del cuerpo de los especimenes de R.
ecuadoriensis está relacionado con la cantidad de sangre que ingieren?. Los valores de
correlación calculados (p =0,405 > 0,05), nos permiten aceptar H0, puesto que no se
encontraron diferencias significativas, demostrándonos que no existe correlación entre el
tamaño del cuerpo y la cantidad de sangre que ingieren las hembras de R. ecuadoriensis de
Manabí (Tabla 15). En la Tabla 16, se encuentra que tampoco hay correlación entre el
tamaño del cuerpo y la cantidad de sangre que ingieren los machos de R. ecuadoriensis de
Manabí (p = 0,261).
Para la provincia de Loja, igualmente aceptamos H0 tanto para hembras como para
machos, ya que los valores de significación fueron p =0,892 y p =0,907 respectivamente
(Tablas 17 y 18).
Esto nos sugiere que el tamaño de los ingesta puede depender de otros factores, no
necesariamente relacionados con el tamaño del individuo, como por ejemplo: el tiempo de
picada, tiempo de alimentación, facilidad para introducir el rostrum en la piel,
accesibilidad al alimento y el tiempo transcurrido entre una alimentación y otra.
Algunos aspectos biológicos importantes desde el punto de vista epidemiológico,
están relacionados con la cantidad de sangre ingerida por los triatominos. ¿La cantidad de
sangre ingerida (mg) en los especimenes de los distintos estadios ninfales de R.
ecuadoriensis son similares tanto para los insectos recolectados en la provincia de Manabí
como para los de Loja?
De acuerdo con el tamaño de los ingesta, los especimenes ninfales de la provincia
de Manabí consumen más mg de sangre que los especimenes ninfales recolectados en
Loja; 2,8±0,70 mg para los NI de la provincia de Manabí y 2,22±0,40 mg para los de Loja;
10,69±0,81 mg para los NII de Manabí y 6,50±1,48 mg para los NII de Loja; para los NIII
63
de Manabí el tamaño de los ingesta fue de 22,40±5,81 y 21,12±6,29 mg para los de Loja;
68,89±16,12 mg y 56,90±17,53 para los NIV de Manabí y Loja respectivamente y
129,88±46,32 mg para los NV de Manabí y 120,59±30,29 mg para los NV de Loja. Estos
resultados nos permitirían responder a priori aceptando H1 para todos los estadios ninfales,
sin embargo, al aplicar la prueba de U de Mann Whitney (p <0,05) únicamente podemos
aceptar esta hipótesis para los estadios ninfales NI, NII, NIV y NV (p =0,000) de R.
ecuadoriensis; rechazando esta hipótesis para el estadio ninfal NIII (p =0,419) (Tablas 19,
20, 21, 22, 23).
Este resultado estaría asociado a las condiciones medio ambientales específicas en
las que sobrevive cada población de triatominos, como por ejemplo: humedad,
temperatura, y a la disponibilidad de fuentes de alimento y al tipo de estas fuentes.
El aumento de peso va decreciendo a medida que pasa de un estadio ninfal a otro
por ejemplo, en el caso de las NI (Manabí) su peso pre-ingesta promedio fue de 0,2±0,08
mg; el peso post-ingesta fue de 3,1±0,78 mg, obteniendo el tamaño de los ingesta de
2,85±0,78 mg de sangre, observándose el aumento de 16,04±8,30 veces su peso inicial
(Tabla 7). En Loja, las NI aumentan 22,64± 4,63 veces su peso. Para NV el aumento es de
6,43±2,04 veces el peso para los especimenes de Manabí y para Loja el aumento es de
6,33±1,84 veces (Tabla 8). Esto estaría asociado al grado de madurez biológica progresiva
que van alcanzando los especimenes en las distintas etapas de desarrollo.
La hipótesis de la cuarta pregunta: ¿Los mg de sangre ingeridos por parte de los
adultos de R. ecuadoriensis son similares en los insectos recolectados tanto en la provincia
de Manabí como en la de Loja? Mediante la prueba U de Mann Whitney, se aceptó la H0,
es decir, que no se encontraron diferencias significativas (p <0,05) en la cantidad de sangre
ingerida entre los especimenes de Loja y Manabí. Para las hembras p =0,213 y para los
machos p =0,019 (Tablas 24 y 25). Dependiendo del tamaño del cuerpo, observamos que
64
las veces que multiplica su peso es similar en hembras de Manabí (2,11±0,32) y en las
hembras de Loja (2,84±0,81), igual ocurre entre los machos de Manabí (2,09±0,44) y Loja
(2,60±0,51).
Se observa que en las especies de triatominos el aumento de peso en los adultos es
notablemente inferior en relación al aumento de peso en las etapas ninfales, lo cual puede
estar asociado al hecho de haber completado su desarrollo biológico, y todo alimento
ingerido estaría orientado a las actividades de mantenimiento, superviviencia y
reproducción. Esto concuerda con observaciones realizadas por Schofield, 1994 que
reporta aumento de peso entre ocho y nueve veces para las ninfas y de dos a cuatro veces
para los adultos.
Además de conocer el ciclo de vida y los hábitos de alimentación y defecación de
R. ecuadoriensis, el presente estudio nos ha permitido corroborar la importancia de esta
especie como vector tanto en Manabí como en los valles interandinos de Loja y El Oro
donde se lo considera como vector primario, allí sus poblaciones están asociadas con
habitats antropizados.
En el caso de la provincia de Manabí, R. ecuadoriensis puede encontrarse en
palmeras del género Phytelephas aequatorialis, las cuales son abundantes, pero se lo
encuentra con mayor frecuencia en hábitats domésticos y peridomésticos en las provincias
del sur, donde las palmeras son menos abundantes (Abad-Franch et al., 2001b). Existe la
hipótesis que las poblaciones domésticas del norte del Perú han sido accidentalmente
importadas desde el sur del Ecuador (Schofield y Dujardin, 1997), adicionalmente, se
pensaría que algunas poblaciones silvestres en las regiones del sur de nuestro país, podrían
haberse adaptado a nuevos ecotopos, huecos de árboles, cuyeras, nidos de gallinas y otras
aves, así como en nidos de ardillas, roedores, marsupiales (raposas) y los seres humanos
(Schofield et al., 1999; Abad-Franch et al., 2001b; Abad-Franch, 2002).
65
Durante el desarrollo de este estudio y en las visitas realizadas en las diferentes
comunidades he podido constatar la acumulación desordenada de toda clase de materiales
tanto en el domicilio como en el peridomicilio, la presencia de animales involucrados tanto
en el ciclo del parásito como en la ecología de los vectores; los cambios ambientales
producidos por la acción humana: colonización, deforestación de áreas selváticas en las
que el parásito circula en un ciclo silvestre o la reproducción de condiciones de vida
rurales en áreas suburbanas; la falta de conocimientos adecuados sobre la enfermedad y la
transmisión de vectores que conducen frecuentemente a un cierto grado de tolerancia por
parte de los habitantes en relación con los triatominos (Briceño-León, 1990; WHO, 1991;
Salvatella et al., 1998; Moreno y Carcavallo,1999).
Todos estos problemas están asociados a la pobreza de nuestra gente y a las malas
condiciones de vida; por esta razón, es necesario implementar programas de educación,
información y control de la enfermedad de Chagas. Los programas de control deben
fundamentarse principalmente en la interrupción de la transmisión del parásito
Trypanosoma cruzi mediante la eliminación de los insectos vectores (triatominos), ya que
son los responsables de más del 80% de nuevas infecciones (Schofield, 1994; Dias et al.,
2002). Trabajar por la eliminación del insecto transmisor es más fácil que eliminar al
parásito.
El lugar donde pueden establecerse los triatominos dependerá principalmente, de la
necesidad y disponibilidad de alimento (Schofield, 1994). Los insectos transmisores
pueden comenzar a colonizar los hábitats domésticos mediante el transporte pasivo al
interior de las viviendas y sus alrededores por medio del movimiento de leña, caña guadúa,
madera y otros materiales, facilitando el ingreso de esta especie al ambiente humano,
representando de esta manera un gran riesgo para la salud.
66
Adicionalmente, estos estudios son de utilidad para desarrollar nuevas técnicas de
mantenimiento en el laboratorio, ya que las necesidades biológicas varían según las
especies.
67
7. LITERATURA CITADA
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71
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Figura 11. Porcentaje de mortalidad real de R ecuadoriensis en la provincia de Manabí;
NI =15,78%; NII =24,56%; NIII =10,52%; NIV =3,5%; NV =0%. Mortalidad total real
54,36%.
84
0
5
10
15
20
25
VE
CE
S SU
PE
SO
NI NII NIII NIV NV ♀ ♂
ESTADIOS
Figura 12. Peso al final de la alimentación. Loja; Manabí.
85
a.
b.
Figura 13. Secuencia de los ingesta de una ninfa del quinto estadio de Rhodnius
ecuadoriensis. a. Tiempo de picada: x = 7'28”±2'49” minutos (Loja) y x =7'35”±3'47”
minutos (Manabí); b. Tiempo de alimentación: x = 28'57”±4'41” minutos (Loja) y x =
24'19”±1'57” minutos (Manabí).
86
01020304050607080
% D
E IN
DIV
IDU
OS
NI NII NIII NIV NV ♀ ♂
ESTADIOS
Figura 14. Porcentaje de individuos de R. ecuadoriensis que defecaron durante el tiempo
de alimentación. Loja; Manabí.
87
0102030405060708090
100
% D
E IN
DIV
IDU
OS
NI NII NIII NIV NV ♀ ♂
ESTADIOS
Figura 15. Porcentaje de individuos de R. ecuadoriensis que defecaron en los 15 minutos
posteriores de la alimentación. Loja; Manabí
88
10 m
m
♀ ♀ Manabí Loja
a.
10 m
m
♂ ♂ Manabí Loja
b.
Figura 16. Comparación de adultos hembras y machos R ecuadoriensis de las
Provincias de Loja y Manabí. a. Diferencias altamente significativas (p < 0,05) en el
tamaño del largo del cuerpo de las hembras de R. ecuadoriensis; b. Diferencias
altamente significativas (p < 0,05) en el tamaño del largo del cuerpo de los machos de
R. ecuadoriensis.
89
Figura 17. R. ecuadoriensis, individuo muerto durante la muda.
90
9. TABLAS
91
Tabla 1. Resumen estadístico del ciclo de vida de R. ecuadoriensis en la provincia de Manabí.
Amplitud (días) Etapas de desarollo # de
ind. Mínimo Máximo x s q1 q2 q3
Incubación de huevos
100
Huevo - NI 57 12 19 15,12 1,27 14 15 16 NI - NII 48 24 55 28,31 6,7 25 26 26 NII - NIII 34 25 71 34,94 11,34 29 31 37 NIII - NIV 28 23 73 41,61 14,54 28 39,5 51 NIV - NV 26 19 59 36,38 11,37 28 34,5 46 NV- Adulto 26 33 48 37,19 4,92 34 36 37,75TOTAL 26 136 325 193,55 - - - - n: número de especimenes; x : promedio en días; s: Desviación estandar; q1, q2, q3: Primero, segundo y tercer cuartiles. Tabla 2. Número de alimentaciones y porcentaje de mortalidad durante los estadios de R. ecuadoriensis en la provincia de Manabí.
# de alimentaciones Estadio # de ninfas Mínimo Máximo x ± s
x : promedio de alimentaciones; s: Desviación estandar
92
Tabla 3. Tabla de vida de R. ecuadoriensis de Manabí. Número de especimenes que pasan de un estadio a otro, y los que mueren.
Estadio lx dx Huevo 100 43
NI 57 9 NII 48 14 NIII 34 6 NIV 28 2 NV 26 0
Adulto 26 0 lx: número de especimenes en cada estadio; dx: número de especimenes muertos en el estadio x. Tabla 4. Porcentaje de mortalidad de R. ecuadoriensis de Manabí durante el desarrollo de los estadios.
Estadio Ninfas muertas en cada estadio
Ninfas que
entran en cada
estadio
Mortalidad Relativa
(Mr)
Mortalidad Real (MR)
Mortalidad Absoluta
(Ma)
NI 9 57 29,03% 15,78% 15,78% NII 14 48 41,16% 24,56% 29,16% NIII 6 34 19,35% 10,52% 17,64% NIV 2 28 6,45% 3,5% 7,14% NV 0 26 0% 0% 0% Mortalidad total de las ninfas durante el cohorte
31 26 - *54,36% -
Mortalidad de los huevos
43 - - -
Mr: Número de ninfas muertas durante un estadio, dividido para el número de ninfas muertas durante todos los estadios x 100. MR: Se calcula sobre la base de la densidad de la población al comienzo de la generación, es decir 100 x las ninfas muertas en cada estadio, dividido para el tamaño del cohorte al comienzo de la generación. Ma: Número de ninfas muertas durante un estadio, dividido para el número de ninfas que entran a ese estadio x 100. * No incluyen huevos. Con respecto al número de ninfas I que comienza el estudio.
93
Tabla 5a. Estimación de la mortalidad por estadios de R. ecuadoriensis de Manabí, según el método de Service. Estadio
1)1/di] NI 15,12 57 9 0,16 1,130% NII 43,43 48 14 0,29 1,210% NIII 78,37 34 6 0,18 0,554% NIV 119,98 28 2 0,07 0,178% NV 156,36 26 0 0 0 Adulto 193,55 26 - - Tabla 5b. Datos importantes para obtener el porcentaje diario de muertos en cada estadio de R. ecuadoriensis, (método de Service). Estadio Edad en
días al comienzo del estadio
x de días que se demoran en pasar de un estadio a otro
Tabla 6. Relación entre el tamaño de los especimenes de R. ecuadoriensis de Manabí y su desarrollo en ciclo de vida. Coeficiente de Correlación de Spearman
Se acepta H0. No Hay diferencias significativas 0,437 > 0,05. No existe correlación
entre el tamaño de los especimenes de Manabí con el ciclo de vida.
95
Tabla 7. Hábitos de alimentación de especimenes de R. ecuadoriensis de Manabí en condiciones de laboratorio alimentadas con sangre de ratón.
Peso pre-ingesta (mg)
Peso post- ingesta (mg)
Tamaño de la ingesta
(mg)
Tiempo de picada (minutos)
Veces su peso
Estadio # de ind.
x ± s x ± s x ± s x ± s x ± s NI 40 0,2 ± 0,08 3,1 ± 0,78 2,8 ± 0,70 4'42” ± 2'55” 16,04 ±8,30 NII 40 1,79 ± 0,34 12,49 ± 1,15 10,69 ± 0,81 6’25” ± 3'59” 7,23 ± 1,66 NIII 40 3,85 ± 0,82 26,25 ± 6,34 22,40 ± 5,81 7'05” ± 2'87” 6,91 ± 1,28 NIV 40
Tabla 11. Relación entre el tiempo (minutos) y los hábitos de alimentación y defecación de los especimenes del estadio ninfal NIV recolectados en las provincias Manabí y Loja.
Test Binomial
Aceptando H0, es decir, los especimenes de R. ecuadoriensis, recolectados tanto en la
provincia de Manabí como en Loja requieren del mismo o similar tiempo (minutos) para
alimentarse y defecar (p >0,05). Observándose que no existe diferencias significativas en las
NIV (p =0,210).
100
Tabla 12. Relación entre el tiempo (minutos) y los hábitos de alimentación y defecación en los especimenes del estadio ninfal NV recolectados en las provincias Manabí y Loja.
Test Binomial
Aceptando H0, es decir, los especimenes de R. ecuadoriensis, recolectados tanto en la
provincia de Manabí como en Loja requieren del mismo o similar tiempo (minutos) para
alimentarse y defecar (p >0,05). Observándose que no existe diferencias significativas en las
NIV (p =1,00).
101
Tabla 13. Relación entre el tiempo (minutos) y los hábitos de alimentación y defecación en las hembras de R. ecuadoriensis recolectados en las provincias Manabí y Loja.
Test Binomial
Aceptando H0, es decir, las hembras de R. ecuadoriensis, recolectados tanto en la
provincia de Manabí como en Loja requieren del mismo o similar tiempo (minutos) para
alimentarse y defecar (p =0,557). Observándose que no existe diferencias significativas.
102
Tabla 14. Relación entre el tiempo (minutos) y los hábitos de alimentación y defecación en los machos de R. ecuadoriensis recolectados en las provincias Manabí y Loja.
Test Binomial
Aceptando H0, es decir, las hembras de R. ecuadoriensis, recolectados tanto en la
Provincia de Manabí como en Loja requieren del mismo o similar tiempo (minutos) para
alimentarse y defecar (p =0,690). Observándose que no existe diferencias significativas.
103
Tabla 15. Relación entre el tamaño del cuerpo y la cantidad de sangre que ingieren las hembras de R. ecuadoriensis de Manabí. Coeficiente de Correlación de Spearman
Se acepta H0. No Hay diferencias significativas 0,405 > 0,05. No existe correlación
entre el tamaño del cuerpo y la cantidad de sangre que ingieren las hembras de R.
ecuadoriensis de Manabí.
104
Tabla 16. Relación entre el tamaño del cuerpo y la cantidad de sangre que ingieren los machos de R. ecuadoriensis de Manabí. Coeficiente de Correlación de Spearman
Se acepta H0. No Hay diferencias significativas 0,261 > 0,05. No existe correlación
entre el tamaño del cuerpo y la cantidad de sangre que ingieren los machos de R.
ecuadoriensis de Manabí.
105
Tabla 17. Relación entre el tamaño del cuerpo y la cantidad de sangre que ingieren las hembras de R. ecuadoriensis de Loja. Coeficiente de Correlación de Spearman
Se acepta H0. No Hay diferencias significativas 0,892 > 0,05. No existe correlación
entre el tamaño del cuerpo y la cantidad de sangre que ingieren las hembras de R.
ecuadoriensis de Loja.
106
Tabla 18. Relación entre el tamaño del cuerpo y la cantidad de sangre que ingieren los machos de R. ecuadoriensis de Loja. Coeficiente de Correlación de Spearman
Se acepta H0. No Hay diferencias significativas 0,907 > 0,05. No existe correlación
entre el tamaño del cuerpo y la cantidad de sangre que ingieren los machos de R.
ecuadoriensis de Loja.
107
Tabla 19. Mg de sangre ingeridos por los especimenes del estadío ninfal NI de R. ecuadoriensis tanto en los insectos recolectados en la provincia de Manabí como en los de Loja. a. Rangos; b. Prueba de U Mann Whitney a.
b.
Aceptamos H1. Los especimenes NI R. ecuadoriensis de Manabí consumen más mg de
sangre que los especimenes recolectados en Loja. Su significación es p <0,05; es decir que
Tabla 20. Mg de sangre ingeridos por los especimenes del estadío ninfal NII de R. ecuadoriensis tanto en los insectos recolectados en la provincia de Manabí como en los de Loja. a. Rangos; b. Prueba de U Mann Whitney a.
b.
Aceptamos H1. Los especimenes NII R. ecuadoriensis de Manabí consumen más mg
de sangre que los especimenes recolectados en Loja. Su significación es p <0,05; es decir que
Tabla 21. Mg de sangre ingeridos por los especimenes del estadío ninfal NIII de R. ecuadoriensis tanto en los insectos recolectados en la provincia de Manabí como en los de Loja. a. Rangos; b. Prueba de U Mann Whitney a.
b.
Aceptamos H0 para el estadio ninfal NIII de R. ecuadoriensis, (p =0,419), ya que
ingieren igual mg de sangre tanto los especimenes de Loja como los de Manabí.
Demostrándonos que no existen diferencias significativas.
110
Tabla 22. Mg de sangre ingerida por los especimenes del estadío ninfal NIV de R. ecuadoriensis tanto en los insectos recolectados en la provincia de Manabí como en los de Loja. a. Rangos; b. Prueba de U Mann Whitney a.
b.
Aceptamos H1. Los especimenes NIV R. ecuadoriensis de Manabí consumen más mg
de sangre que los especimenes recolectados en Loja. Su significación es p <0,05; es decir que
Tabla 23. Mg de sangre ingerida por los especimenes del estadío ninfal NV de R. ecuadoriensis tanto en los insectos recolectados en la provincia de Manabí como en los de Loja. a. Rangos; b. Prueba de U Mann Whitney a.
b.
Aceptamos H1. Los especimenes NV R. ecuadoriensis de Manabí consumen más mg
de sangre que los especimenes recolectados en Loja. Su significación es p <0,05; es decir que
Tabla 24. Relación en la cantidad de sangre ingerida (mg) en las hembras de R. ecuadoriensis tanto en los insectos recolectados en la provincia de Manabí como en los de Loja. a. Rangos; b. Prueba de U Mann Whitney a.
b.
Aceptamos H0 (p >0,05). Las hembras no demuestran diferencias significativas (p
=0,213) es decir, que ingieren la misma cantidad de sangre (mg) tanto los especimenes de
Loja como los de Manabí.
113
Tabla 25. Relación de la cantidad de sangre ingerida (mg) por parte de los machos de R. ecuadoriensis tanto de Manabí como de Loja. a. Rangos; b. Prueba de U Mann Whitney a.
b.
Aceptamos H0 (p >0,05). Los machos, no demuestran diferencias significativas (p
=0,019), es decir, que ingiere la misma cantidad de sangre (mg) tanto en los especimenes de
Loja como los de Manabí.
114
Tabla 26. Largo del cuerpo en machos de R. ecuadoriensis de las provincias de Loja y Manabí.
Promedio del largo del cuerpo en machos Provincia N
Tabla 27. Nivel de significación de las mediciones del largo del cuerpo en machos de R. ecuadoriensis recolectados en las provincias de Loja y Manabí mediante la prueba de t independiente
Tabla 29. Nivel de significación de las mediciones del largo del cuerpo en hembras de R. ecuadoriensis recolectados en las provincias de Loja y Manabí mediante la prueba de t independiente
Aceptamos H1 (p <0,05) en cuanto al largo del cuerpo. Las hembras demuestran
diferencias altamente significativas (p =0,000), es decir, que existe diferencias en el largo del
cuerpo entre los machos recolectados en Loja con los de Manabí.
118
10. ANEXOS
119
Anexo 1. Modelo de ficha utilizada para la recolección de datos del ciclo de vida de R. ecuadoriensis
Tesis : Anita VillacísFichas: Ciclo de Vida
Población: (Comunidad) Manabí o Loja
Código Ninfa I Ninfa III Ninfa V Muerte Huevo Ninfa II Ninfa IV Adulto Sexo
120
Anexo 2. Modelo de ficha utilizada para la recolección de datos de los hábitos de alimentación y defecación de R. ecuadoriensis
Tesis : Anita VillacísFichas: Hábitos de alimentación y defecación
Población: (Comunidad) Manabí o Loja Peso (gr) Tiempo (min:seg) Fecha
Inicial Final Picada Alimentación Defecación (aliment)
Defecación (15 ' post)
121
Anexo 3. R. ecuadoriensis, porcentaje diario de muertos en cada estadio utilizando el método de Service propuesto por Rabinovich, 1978.
100[ 1-(S ti/S ti-1)1/di] donde, (t) = Estadio (t i-1) = Edad en días al comienzo del estadio (S ti-1) = Número de especimenes que entran en el estadio (di) = x de días que se demoran en pasar de un estadio a otro (Di) = Número de muertos en el estadio (Di/St i-1) = Proporción relativa que mueren en el estadio