¿Qué es esto de la democratización? - CEDP Corriente Estudiantes del Pueblo

¿Qué es esto de la

DEMOCRATIZACIÓN?Aportes y debates acerca de las estructuras de la UBA y proyectos

de Universidad

NORBERTO

BLANCO

El próximo 5 de diciembre está convocada la asamblea universitaria que buscará elegir al próximo rector de la Universidad de Buenos Aires. De cara a esta elección, se reactualiza entre los estudiantes el debate acerca del modelo de Universidad que tenemos, poniendo sobre la mesa la discusión acerca de la democratización de los órganos de co-gobierno de la Universidad. Desde la Norberto Blanco – CEDP queremos aportar algunas reflexiones en torno a lo que implicaría una verdadera democratización de la UBA y las tareas que, entendemos, nos tenemos que dar como movimiento estudiantil para llevar adelante esta lucha.

organismos de Co-gobierno ¿Por qué decimos que son

anti-democráticos?

En este formato, los estudiantes y el grueso de los docentes se encuentran sub-representados, y los no-docentes no poseen derecho a la hora de votar

. Si sumamos los votos de los representantes del claustro de profesores (sólo titulares y adjuntos) y los de los decanos, observamos que entre ambos consiguen la mayoría en la asamblea universitaria. Esta composición nos muestra a las claras cómo una casta minoritaria de docentes concursados se erige como la jerarquía de toda la Universidad, perpetuando esta composición antidemocrática en la que tanto estudiantes como docentes (10.000 ad-honorem entre ellos) se encuentran burdamente sub-representados, y ni hablar de los no-docentes que no tienen ni voz ni voto en la susodicha Asamblea. Estas representaciones desiguales y antidemocráticas se reproducen en los restantes órganos de co-gobierno como el Consejo Superior y Consejos Directivos de cada Facultad.

En la Universidad de Buenos Aires, así como en muchas otras, existe el co-gobierno de docentes y estudiantes. Encontramos cuatro claustros: el de profesores (sólo los titulares y los adjuntos concursados de cada cátedra), el de graduados (que aglutina tanto a aquellos docentes de la Universidad que no son titulares o adjuntos concursados, como los que se encuentran desvinculados de la misma, los graduados “puros”), el de estudiantes, y el de los no-docentes (resulta llamativo que sean nombrados como NO docentes ya que no forman parte de esa minoría que posee el saber. Estos son los trabajadores de limpieza, administrativos, mantenimiento, etc. siendo calificados por la negativa.)

ASAMBLEA UNIVERSITARIASe reúne una vez cada cuatro años

para elegir rector de la UBA

Veamos cómo esta compuesto este espacio para poder aproximarnos al problema:

docentes

(109)

graduados

(57)

estudiantes

(57)

decanos

(13)

De los 40.000 docentes que trabajan en la UBA, sólo incluye 2.000 docentes que son los que se encuentran concursados.

Incluye el resto de los docentes y graduados “puros” que suman 38.000.

Los estudiantes en la universidad sumamos un total de 350.000

Uno por cada facultad, que cuentan con un voto cada uno.

GRADUADOSEligen 4 consejeros

DOCENTESEligen 8 consejeros

ESTUDIANTESEligen 4 consejeros

DECANOLo eligen los 16 consejeros

CONSEJO DIRECT IVO

¿Por qué desean mantenerse en el

poder estas elites?

Las castas y camarillas profesorales gobiernan la UBA a espaldas de los estudiantes y trabajadores docentes y no docentes. Son los que hacen negociados con la educación pública, haciendo convenios de trabajo gratuitos con Ford o Farmacity, a su vez quieren acreditar nuestras carreras a la CONEAU bajo los lineamientos de la LES menemista, devaluando los títulos de grado y transfiriendo los contenidos a posgrados arancelados. Y es también, bajo los lineamientos de la LES, que avanzan en la política de autofinanciamiento de la educación pública, cuyas consecuencias más cercanas son los laboratorios de idiomas pagos, el financiamiento por parte de empresas megamineras y la cada vez mayor injerencia en los programas de estudios de las grandes empresas que financian la UBA, formando así una mano de obra acorde a sus necesidades.

También son estos selectos profesores y autoridades las que cesantean docentes, atacan a los estudiantes organizados, recortan becas, mantienen y reproducen las condiciones edilicias miserables, precarizan a los no docentes (10.000 docentes trabajando ad-honorem), y llenan las facultades de cámaras y seguridad privada.

Es esta minoría la que arma los concursos que designan docentes, es decir que ellos mismos eligen la composición de su claustro, manteniendo una red de poder alrededor de este núcleo jerárquico.

Esta estructura de gobierno antidemocrática, que mantiene en una posición de privilegio a una minoría de profesores, encuentra su fundamento en una concepción de la educación en la cual el conocimiento es una mercancía más al servicio del mercado.

Así, el saber es algo que se transmite unidireccionalmente, de arriba hacia abajo, de quien lo tiene a quién no, en condiciones de intercambio muy específicas en las que raras veces se busca problematizar o criticar el contexto y la forma en que se dan. Desde este punto de vista, el conocimiento se plantea como algo neutro, como verdad revelada que se transmite inmutable de quien sabe a quién no.

La trayectoria académica, la cantidad de papers publicados, los congresos a los que han asistido, las ponencias, libros, tesis, o simplemente los contactos políticos/jerárquicos que se hayan sabido labrar, se convierten en los criterios a tener en cuenta para evaluar si una persona puede o no decidir respecto a la realidad de su Universidad.Nuestra forma de concebir la Universidad y la educación pública es diametralmente opuesta.

¡Por un proyecto de Universidad para la

liberación de los trabajadores

y el pueblo oprimido!

Creemos que la Universidad debe ser un espacio al que el pueblo trabajador en su conjunto pueda acceder, como una herramienta que le permita transformar su realidad al tiempo que se reconoce como actor protagónico de esta transformación. Creemos en el rol de los estudiantes como sujetos activos, y no meros receptores de contenidos, calificados con un título para seguir reproduciendo las mismas lógicas mercantilizadoras.

Entendemos el conocimiento no como una mercancía neutra que pasa de mano en mano sino más bien como un proceso de aprendizaje, una relación social en la que se ponen en juego también las contradicciones que nos atraviesan como sociedad.

Y en consecuencia, como un espacio de lucha en el que dar la batalla por una práctica educativa emancipadora, que brinde herramientas para la liberación de los oprimidos.

¡Debatamos y construyamos un

programa para democratizar!

Ante esta gran estructura antidemocrática al servicio de los intereses de unos pocos, es importante que el movimiento estudiantil, en conjunto con los trabajadores docentes y no docentes, logre darse todas las discusiones necesarias para que, en unidad, se levante un programa de democratización para contragolpear esta estructura.

Programa unitario

Hoy en día el movimiento estudiantil de la UBA cuenta con un piso de acuerdos respecto al programa de democratización que se sintetiza en:

- Claustro único de docentes e investigadores.Tanto jefes de cátedra, adjuntos, docentes concursados como no, ad-honorem, graduados, investigadores, etc. compartan un único claustro y no hay diferencia en base a ninguna jerarquía.

-Aumento en la representación del claustro estudiantil en los órganos de co-gobierno.Los estudiantes se encuentran hoy en día claramente sub-representados, mientras que una minoría de profesores cuenta con una alevosa sobre-representación en todos los órganos de co-gobierno de la Universidad. El aumento en la representación estudiantil sería un primer paso en el reconocimiento de esta desigualdad y su futura superación.

-Voz y voto de los trabajadores no-docentes.Junto a los estudiantes y docentes, los trabajadores no-docentes sostienen la Universidad día a día, y así como nosotros, padecen del paupérrimo estado de la UBA en general. Sumado a la creciente precarización de sus puestos y la nula representación en algún órgano de decisión, resultan estos motivos más que suficientes para que sean incorporados plenamente a los órganos de decisión.

Jefes de cATEdra

DOCENTESAD HONOREM

INVESTIGADORES

Puntos en debate

Mayoría Estudiantil

Más allá de estos acuerdos generales de los que partimos, cuando hablamos de democratizar los órganos de co-gobierno, entendemos como primer paso, y fundamental, la conquista de la mayoría estudiantil en todos estos órganos. Los estudiantes no somos simplemente un actor más en la vida universitaria, transitando anónimos y pasivos una carrera para dejar lugar a la siguiente camada; sino que somos los protagonistas de nuestra educación, y apostamos a generar cada vez más conciencia en el movimiento estudiantil acerca de este rol que debemos cumplir, de compromiso e implicancia con nuestra realidad y nuestra educación.

En este sentido, entendemos que la actual división en claustros y la manera en que esta representación se distribuye, da lugar a una desigualdad muy marcada. Esta se da entre los que formamos parte del claustro estudiantil y aquellos que forman parte del claustro docente o cumplen cargos directivos. Teniendo en sus manos la mayoría en todos los órganos de co-gobierno y contando con las herramientas para perpetuarse en esas condiciones, como estudiantes entendemos que la única forma de dar una disputa a las castas profesorales es con la representación mayoritaria del claustro estudiantil.

No por esto dejamos de considerar progresiva la paridad de representación entre el claustro estudiantil y el claustro unificado de docentes-investigadores que proponen algunxs compañerxs. Pero entendemos que no es neutro el rol que juega cada claustro en el contexto que atravesamos, y son los estudiantes quienes, más allá de su abrumadora mayoría numérica (350.000 en toda la UBA), históricamente han defendido la educación pública frente al avance de las clases dominantes, cumpliendo un rol dinamizador y de vanguardia entre los distintos actores universitarios. Desde la reforma del 18’, pasando por la unidad con los obreros en Córdoba de 1969, el papel durante los 90’

enfrentando la LES menemista de conjunto con los docentes, así como frenando la acreditación de las carreras a la CONEAU en Exactas, o durante el estudiantazo de 2010 tomando varias escuelas y facultades a partir del reclamo de mejoras edilicias y presupuestarias, demostramos que con organización podemos llegar a fortalecer, apoyar e impulsar las diferentes luchas confluyendo con el pueblo trabajador.

Elección indirecta de autoridades

Por otro lado, consideramos que la elección de autoridades (rector, decanos, directores de carrera, etc.) debe darse de forma indirecta, y que el cargo directivo debe cumplir una función administrativa. Este debe estar mandatado por los distintos claustros a través del órgano de co-gobierno correspondiente, sin tener tampoco la facultad de votar o desempatar una votación. Creemos importante que los órganos colectivos -consejos directivos, superior y asambleas universitarias democratizados- primen sobre la figura de cualquier candidato. El foco de atención debe ser el programa que levanta cada lista que se postula a elecciones (sistema de becas, condiciones edilicias, reforma de plan de estudios, condiciones de trabajo, de cursada, etc.) y no la persona que se postule en sí. Se corre el riesgo que una figura carismática, con el aparato suficiente y el apoyo mediático pueda ser electo y deje de lado el programa por el cual fue votado.

Sin representación de los graduados “puros” en los co-gobiernosEn cuanto al lugar de los graduados puros, consideramos que no deben tener representación en el cogobierno de la UBA, ya que no se encuentran involucrados en el día a día de la Universidad, es decir, son ajenos a ella. Si bien es cierto que alguien que no participa de la vida universitaria puede aportar un punto de vista distinto, externo a la realidad de la UBA (a veces considerada una burbuja), el que no cuenten con representación no impide que realicen estos aportes. En este sentido, consideramos que debemos invertir el planteo. Antes que darle representación a graduados ajenos a la realidad de la UBA, debemos asegurarle a todos los graduados la posibilidad de trabajar en ella si lo desean. Bien a través de extensión, seminarios, talleres, cátedras, etc. Del involucramiento de los trabajadores con la UBA parte la capacidad de incidir en su gobierno.

¡Democratizar las estructuras como

herramienta, la lucha y la organización como

motor para pelear por un proyecto de

Universidad emancipador!

Entendemos que este programa y estas propuestas no constituyen un fin en sí mismo, sino más bien un medio para poner sobre la mesa la discusión acerca de qué Universidad queremos, qué tipo de estudiantes queremos ser y qué rol queremos cumplir en la construcción de nuestra educación y nuestra realidad. El foco no está centrado en discutir porcentajes, representaciones, pedazos de democracia. Lo que está detrás de todos estos debates son relaciones de poder, correlaciones de fuerzas entre sectores progresivos y sectores regresivos para la Universidad y la clase trabajadora en su conjunto. La mayoría estudiantil, el claustro único docente y la representación no-docente no es garantía de un retroceso de los sectores más reaccionarios de la UBA.

La única garantía para frenar el avance de estos sectores y para poder poner en pie una Universidad que se llene de trabajadores, al servicio de sus intereses estratégicos, es la organización, participación activa, debate e implicación de los múltiples actores que constituyen nuestra casa de estudios, agrupados o no, haciendo suya la lucha por defender una educación para los trabajadores y el pueblo.