1 Hazte un chequeo médico para ver que tu cuerpo funciona correctamente y no hay ningún riesgo en practicar actividad física. 2 Pide asesoramiento a un profesional de la fisioterapia y/o del sector de la actividad física y el deporte para valorar qué actividades son las más adecuadas para tu perfil y objetivos. 3 No tengas prisa, sé constante y lleva una progresión adecuada siempre bajo supervisión. 4 Diversifica las tareas. Intenta ofrecerle a tu cuerpo la mayor variedad de estímulos posible y espácialos en el tiempo. 5 Marca un objetivo de frecuencia realista e integra la actividad de forma coherente en tu día a día sin que afecte a tu trabajo, familia y descanso. 6 Descansa adecuadamente. Cada sesión de actividad requiere de un proceso de descanso. 7 Adapta tu alimentación. La actividad física lleva asociados cambios que en ocasiones requieren ajustes a nivel dietético, pide ayuda a un profesional y optimiza tu alimentación. La actividad física como rutina en nuestro a día a día es un pilar importante para garantizar una buena salud en el futuro. Estos son los consejos para empezar a crear hábitos saludables. Infografía - CEOE Fuente - CEOE, Pixabay, Freepik y Getty ¿Qué pasos seguir para incluir la actividad física en mi rutina?