Los territorios de España en la Antigüedad
Los territorios de España en la Antigüedad
1-Las colonizaciones y Tartessos
Exponga el objetivo previsto
Los fenicios
Los fenicios procedían de Fenicia. La fecha de su llegada a la Península Ibérica es discutida.
Posiblemente realizaron primero viajes de exploración para, después, fundar asentamientos
estables Su principal colonia fue, Gadir (Cádiz), se remonta según los textos al año 1100 a.C., pero los restos arqueológicos más antiguos son del siglo IX a.C. Con posterioridad, fundaron otras factorías a orillas del Mediterráneo: Rusadir,
Malaka, Sexi, Abdera y Sa Caleta.
Mapa de los fenicios
Los griegos
Los griegos procedían de diversas polis griegas, como Rodas, Samos y Focea. Llegaron a la
Península Ibérica en el siglo VII a.C y establecieron colonias en el litoral catalán y levantino.
Gracias a su gran actividad comercial los griegos aportaron muchos elementos de su cultura: la moneda, la escritura, el cultivo de olivo, y diver-sas manifestaciones artísticas en arquitectura, en escultura y en cerámica.
Mapa de los griegos
Los cartagineses
Los cartagineses heredaron y continuaron la obra de los fenicios. Procedían de
Cartago, colonia fundada por los fenicios de Tiro en Tunez, En el siglo VII a.C se
establecieron en las islas Baleares, y en el VI a.C se apoderaron de las colonias
fenicias peninsulares, aprovechando lo conquista de Tiro por los asirios. Sus fundaciones principales fueron Ebussus, Qart Hadasht y Mago.
Mapa de los cartagineses
Los tartesiosEl reino Tartessos es el primer estado
histórico conocido de la península. Alcanzó su mayor esplendor entre los siglos VII y VI a.C gracias a la influencia de los fenicios y griegos, y desapareció hacia el 500 a.C bajo el dominio cartaginés. Su localización geográfica exacta se desconoce, aunque parece que su núcleo principal fue la región de Huelva y el valle bajo y medio del
Guadalquivir.
Mapa de los tartesios
2-Los pueblos preromanos
Los iberos
Los iberos eran un conjuto de pueblos localizados en la franja mediterránea y en el sur peninsular Su cultura, que surgió con fuerza hacia el siglo VII a.C., es el resultado de la evolución de los pueblos indígenas de la zona bajo influencia de los fenicios, los griegos y los cartagineses.
Se asentaron en poblados fortificados, situados en zonas elevadas donde habitaban en casas de planta rectangular, alineadas formando calles.
Los pueblos de origen o influencia celta
Los pueblos de origen o influencia celta seestablecieron en el centro y el oeste de la Península y en la franja cantábrica. Su cultura procede de los pueblos celtas indoeuropeos asentados en Centroeuropa, que entraron en la Península por los Pirineos hacia el 1100 a.C.
Habitaron en poblados pequeños y fortificados, situados en zonas elevadas.
Mapa de los iberos y los celtas
3-La Hispania Romana
La llegada de los romanos
La Primera Guerra Púnica, a mediados del siglo III a.C., enfrentó a Romo y Cartago por el control de la isla de Sicilia y el Mediterráneo occidental.
La Segunda Guerra Púnica estalló en el año 219 a.C., cuando Aníbal tomo Saguto, ciudad ibera aliada de Roma, y esta declaró la guerra a Cartago.
Guerras Púnicas
La conquistaPrimera etapa (218-170 a.C.). Roma dominó el sur y la
costa oriental de la Península.
Segunda etapa (154-133 a.C.). Roma conquistó la Me-seta, donde lusitanos y celtíberos opusieron gran re-sistencia.
Tercera etapa (123-121 a.C.). Roma siguió su expansión por la Península y conquistó las islas Baleares.
Cuarta etapa (29-19 a.C.).Roma sometió a los pueblos del norte peninsular: cántabros y astures.
Mapa de la conquista
La romanizaciónEl ejército, pues los romanos permitieron a los
pueblos sometidos formar parte de sus tropas auxiliares.
La creación de ciudades y la llegada de funcionarios procedentes de Roma.
El latín, utilizado como lengua común.
El culto al emperador, que favoreció la lealtad a Roma y la cohesión territorial.
La edificación de obras públicas. Como las calzadas
Esquema de Hispania
La organización administrativaDurante la primera fase de la conquista, Hispania
se dividió en dos provincias: la Hispania Citerior, que comprendía el norte y el este penínisular, y la Hispania Ulterior, que abarca todo el sur peninsular. Posteriormente en el siglo I a.C., la Península se dividió en tre provincias: Bética, Lusitania y Tarraconense. En el siglo III d.C., Hispania se dividió en seis; Bética, Lusitania, Tarraconense, Gallaecia, Cartaginense y Mauritania Tingitana esta última estaba en el nor-te de África. Por último, en el siglo IV se añadió una nueva provincia, la Baleárica.
Mapa de Hispania durante la República
Mapa de Hispania durante el Imperio
La vida urbana
Los núcleos indígenas preexistentes fueron reorgani-zados por los romanos. Al inicio de la conquista, los pueblos que se sometieron sin luchar recibieron el nombre de municipios latinos. En cambio, los pueblos sometidos por las armas, llamados peregrini, carecí-an de derechos, y sus habitantes estaban obligados al pago de un tributo anual.
Las colonias eran ciudades nuevas fundadas por los romanos destinadas a asentar en sus tierras a legio-narios jubilados o población venida de Roma.
La economía
La agricultura se baso en el cultivo de cereales, vid, olivo y adopto innovaciones técnicas romanas como el ardo, el uso del barbecho y regadío.
La ganadería destacó por la especialización en la cría de bueyes, de ovejas y de caballos.
La minería fue muy importante.
La artesanía dio lugar a la fabricación de tejidos, de cerámica, de vidrio y de productos de hierro.
El comercio se baso en el intercambio de materias primas pro productos manufacturados y de lujo.
La sociedadLa sociedad adoptó el modelo imperial. Las perso-
nas se diferenciaban por su estatus jurídico en li-bres, semilibres y esclavas. Las libres, en función de su riqueza podían ser honestiores (senadores, caballeros y decuriones) o humiliores (plebe rús-tica y urbana).
La vida cotidiana en Hispania no fue muy distin-ta a la de otras partes del Imperio. Las principa-les diferencias procedían de la clase social a la que se pertenecía y de la residencia en el mundo rural o urbano.
La religión y la cultura
La religión romana se extendió desde los primeros tiempos del Imperio. Sus cultos y sus creencias se mezclaron.
La cultura romana destacó el latín. En el pensamiento, la literatura y la política sur-gieron figuras destacadas nacidas en Es-paña como el filósofo Séneca, los escrito-res Marcial y Quintiliano, y los emperado-res Trajano, Adriano y Teodiosio.
Séneca
Las construcciones religiosas
Las construcciones religiosas son escasas. Una de las mejores conservadas es el Templo de Diana en Mérida, construido en la época de Augusto a finales del siglo I a.C., y ubicado en el foro. A pesar de su nombre, estuvo dedicado al culto del empe-rador, que se impuso en las provincias como forma de fomentar la lealtad a Roma. Otro ejemplo destacado es es tem-plo de Vic (Barcelona), que data del siglo II.
Templos
Templo de Diana Templo de Vic
Las construcciones civiles
Las basílicas eran edificios dedicados generalmente a la adminis-tración de justicia. En Baelo Claudia (Cádiz) se conservas res-tos de una basílica.
Las termas eran baños que podían ser públicos como los de Itáli-ca, o bien privadas como las de Centcelles.
Los edificios para espectáculos están representados por magnífi-cos ejemplos: teatros, como los de Mérida y Sagunto; anfitea-tros, como los de Mérida e Itálica, y circos, como los de Sagun-to y Mérida.
Los monumentos conmemorativos más importantes edificados por los romanas fueron los arcos del triunfo. Los más importan-tes son los de Bará y Medinaceli.
Basílicas
Baelo Claudia
Termas
Termas de Itálica Termas de Centcelles
Teatro
Teatro de Mérida
Anfiteatros
Anfiteatro de Mérida Anfiteatro de Itálica
Arcos del Triunfo
Arco de Medinaceli Arco de Bará
Las obras de ingeniería
Las calzadas, como la Vía de la Plata y la Vía Augusta, faci-litaban los movimientos del ejército y del comercio.
Los puentes daban continuidad a las vías. Entre los más conocidos se encuentran el de Mérida, el del Alcántara o el de Salamanca.
Los acueductos se utilizaban para transportar el agua de las ciudades. Los más conocidos son el de Segovia y el de los Milagros.
Otras obras importantes fueron las murallas coma las de Lugo, y los faros, como la Torre de Hércules.
Calzada
Vía de la Plata
Puente
Puente de Alcántara
Acueducto
Acueducto de Segovia
Faro
Torre de Hércules
La escultura y el mosaico
Las esculturas se realizaron generalmente en mármol y bronce.
Los retratos representaban con realismo a personajes notables y a emperadores.
Las esculturas de divinidades más numerosas son las que se re-presentan a Hermes, Dionisios, Minerva, Venus y Diana.
Las esculturas funerarias decoraban los sarcófagos con escenas de ultratumba.
Las estelas funerarias también fueron frecuentes.
Los mosaicos decoraron los suelos de grandes villas con motivos geométricos, de la vida cotidiana o mitológicos.
Escultura de Minerva
4-La Bética, provincia romana
La conquista y romanización de la Bética
La conquista romana de Andalucía se realizó de forma rápida. En el año 206 a.C., Roma conquistó Cástulo (cerca de la actual Linares, en Jaén) y Gades (Cádiz), iniciando así un rápido proceso de coloniza-ción, es decir, de absorción de los terrenos conquis-tados, y de romanización o asimilación de los modos de vida romana.
La romanización de la Bética fue muy intensa. Para afianzar su dominio, los romanos establecieron en ella nuevas ciudades, llamadas colonias. Las más importantes fueron Itálica, Corduba, Hispalis, Astigi, Urso y Acci.
La organización administrativa y ciudadana
La provincia se dividió en cuatro conventus, divisiones territoriales que recorría periódi-camente el gobernador para administrar justicia. Los conventus desempeñaron un importante papel en la organización del cul-to imperial, de la recaudación de impues-tos, del reclutamiento de tropas y del sis-tema de calzadas. Corduba se convirtió en la capital de la Bética.
La economía y la sociedad
La minería se localizó en las grandes cuencas mineras de Huelva, Córdoba y Jaén siendo los principales minerales extraídos el cobre, la plata, el plomo, el hierro, el minio y el oro.
La agricultura adoptó pronto el sistema de villas romano, para el abastecimiento local y la exportación de trigo, vino y , sobre todo de aceite.
Otras producciones procedentes de la Bética fueron la cera, la miel, la resina, el tinte de cochinilla, la sal y las salazones.
La cultura y el arte
La intensidad de la romanización originó un gran esplendor cultural y artístico.
La cultura Bética aportó a roma un gran número de escritores y pensadores como Lucano, Séneca y Columela.
El arte romano ha llegado a numerosas construcciones como las ruinas de Itálica y Baelo Claudia. También son numerosas las esculturas religiosas y decorativas, los retratos y los mosaicos.
Realizado por:
David González Martínez