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QUINCENAL AO 1, NMERO 1 LUNES 24 DE FEBRERO DEL 2014 PRECIO 3Bs
ITACA COMUNICACIN S.R.L POTOS-BOLIVIA
Usos y Abusos de la Consigna Potos Federal / Pag 9
Informe de COMIBOL contradice COMCIPO / Pag 4
Viviendas Patrimoniales en Riesgo / Pag 10
Inicio de Clases... Inicio de Gastos / Pag 8
Mal de Altura Mito o Realidad? / Pag 11
Estrategia Boliviana ante la Haya
Una mirada desde Potos / Pag 6
A partir del fallo de la Haya, de 27 de enero del 2014, en el
proceso Per vs. Chile, una hipottica franja maritima boliviana,
necesariamente tendra que cambiar de curso
Potos ya tiene un nuevo peridico
Sale el primer nmero del quincenal POTOS BRBARO / pgina 3
Potos Brbaro inaugura su se-gunda temporada como proyecto de
prensa escrita. Sale a la luz su peri-dico quincenal en un formato
tabloide y con un estilo de redaccin serio y re-novado. A partir de
hoy y cada quince das, los potosinos podrn adquirir su Potos Brbaro
por slo 3 bs.
La produccin de este peridico potosino tiene muchas cosas para
des-tacar, pero son dos las caractersticas que aseguran su xito:
Por una parte, la conformacin de un equipo multidisci-plinario de
jvenes profesionales liga-dos a la investigacin y a la
comunica-cin; Por otra, la alianza con Industria Grfica Zulver,
cuya experiencia en la impresin de textos nos permitir ofre-cerle
un peridico de calidad e impreso en Potos.
En su primera temporada, la revista Potos Brbaro rompi con la
monotona y la exigua produccin de escritos periodsticos en la
capital del departamento. Su preocupacin por te-mas culturales y
patrimoniales le vali la colaboracin de destacados escrito-res
potosinos.....
POTOS BRBARO
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2 Lunes 24 de FebreroOPININ
EditorialPor Luis Alemn Vargas
Hace algunos das, en una de sus interven-ciones pblicas, el
presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, afirm que la
incorporacin de
profesionales de poncho, pollera y sombrero en la administracin
de la Justicia no logr cambios en este sistema y observ que la
re-tardacin y la corrupcin se han constituido en un cncer que
de-mand extirpar.
El primer mandatario ex-
pres, En vano incorporamos poncho, pollera y sombreros (a la
Justicia) porque no cambia nada. Las declaraciones, adems,
apun-taron a la mentalidad de los ope-radores de la justicia
boliviana, como la causa de estos males his-tricos.
Tales declaraciones conlle-van dos mensajes para la
reflexin:
Por un lado, la compleja tarea de desmontar un sistema judicial
ob-soleto y anmalo, demandar de mltiples y planificadas
acciones
que no vern resultados en el cor-to plazo. Por ello, para
cambiar el sistema judicial no es suficiente la
incorporacin de profesionales de poncho, pollera y sombrero.
Por otro lado, la alusin a las insuficientes capacidades que
los operadores indgenas de jus-ticia renen para generar cambios
en el sistema judicial, abre una disyuntiva en el partido
oficialis-ta, pues hasta ahora se haba pri-vilegiado el compromiso
poltico y el simbolismo indgena como elementos importantes para la
seleccin y nombramiento de las autoridades y los recursos huma-nos
en los diferentes niveles de la gestin pblica.
Esperemos que estas de-
claraciones generen autocrtica en el oficialismo y se intente
equili-brar la seleccin de autoridades y funcionarios pblicos
incorporan-do el elemento de capacidad pro-fesional y tcnica.
Decir buenos dasPor Rene Clavijo Pearanda
Decir buenos das, responder con ama-bilidad al saludo, sonrer,
mos-trar afabilidad, son reglas de cortesa compartidas y vlidas en
casi todas partes del mundo; sin embargo, estas conductas son mucho
ms que una obligacin de urbanidad. Si bien es cierto que nos alegra
el momento si nos responden amablemente cuando deseamos los buenos
das; si nos atienden con solicitud y cordiali-dad en los comercios;
oficinas, o
en cualquier contexto en el que sea necesario hacer interaccin
social entre seres humanos. No es menos cierto que el beneficio
no es nicamente para uno de los interlocutores.
O no es cierto que, mien-tras nos es posible, tratamos de
relacionarnos con personas agra-dables y de buen trato, al mismo
tiempo que intentamos alejarnos de otras cuya aspereza y hosque-dad
nos incomoda? Personalmen-te, prefiero caminar un poco ms,
hasta la tienda de barrio en la que comparto una sonrisa.
Prefiero,
incluso, pagar ms que tolerar el trato mezquino y acomplejado
con el que se me atiende en algu-nos negocios.
Tal vez sea slo yo, quiz a la mayora no le afecten los tonos de
respuesta de sus interlocutores; pero personalmente, soy un
con-vencido de la buena educacin y la sonrisa, no slo benefician
al
que los recibe, sino que son el te-soro de quien los brinda.
Pero cmo puede ser que brindar algo implique una ganancia? Como
dije, a veces, no me importa que un servicio sea ms caro si es
me-
jor y ms cordial ahora, piensen en m como un consumidor
pro-medio, como uno ms del mon-tn y vern que todos (excepto casos
que manifiestan alguna pa-tologa) gustamos de que nos tra-ten con
genuino inters y buenos modales, y de que ciertamente la mayora de
nosotros vuelve al lu-gar donde se nos trata bien.
La vida urbana post mo-derna, y los procesos polticos
progresistas, estn eliminando permanentemente los monopo-lios, con
lo que la competencia entre negocios, entre profesiona-les, entre
candidatos, entre preten-dientes, es cada vez ms exigente, como
cada vez ms exigente ser el consumidor, el cliente, el vo-tante, el
vecino. Vivir en un Pas de progreso, en un Potos de pro-greso,
implica comportarnos al nivel de las exigencias y deman-das de una
sociedad de progreso, como gente de progreso, y progre-
sar, implica no slo mirar hacia adelante, justo dados los
tiempos que corren, parece necesario mi-rar en blanco y negro y
recuperar los viejos hbitos de cordialidad y gentileza que otrora
hiciesen fa-mosa a la sociedad potosina.
Potos no debe perder una ventaja por la que era conocida y
relievada hasta hace ms o me-nos diez aos, decir buenos das,
responder al saludo sonrer son antiguos y modernos al mismo tiempo,
pero si son convenien-tes que se lo digan los que pro-gresan.
Un martes lluvioso cancel mi cita con el odontlogo, ah cerca de
la mesita del telfono, vi el vie-jo estante de libros, me puse a
escudriar en l y encontr mis primeros libros y cuadernos de escuela
que aun conservaban el papel madera con el que mis padres lo
forraron y mi nombre grabado en un sencillo mem-brete escrito con
el puo y letra de mi pap.
Entre sus pginas en-contr los palotes y puntitos de ejercicios,
y las bolitas de papel crep que tanto me gus-
taba hacer para luego rellenar algn nmero dibujado por mi
maestra. En el mismo estante encontr mis li-bros de primaria,
el alma de nio y el alborada con los que aprend a leer, to-dos
forrados con papel madera y el sencillo membrete con mi nombre
grabado en l.
Record la emocin con la que, al inicio de cada ao sala con mi
mam a comprar el material escolar, los pliegos de papel madera y
nylon para forrar mis cuadernos, libros y carpetas y la emocin que
sen-ta al imaginar lo que apren-dera en el transcurso del ao. Se me
vino a la mente tambin el rostro de mi mam cuando
se concentraba para hacer el clculo matemtico necesario para que
aquel pliego de papel madera, alcance a cubrir todos mis cuadernos
sin desperdiciar ni un solo centmetro.
Volv al presente y pen-s en la cantidad de material escolar que
ahora existe para escoger, membretes con lind-simos dibujos, hojas
perfuma-das, bolgrafos, etc. Un sinfn de variedad que los
estudiantes pueden aprovechar, pero todos hemos tenido que pasar
por el mismo proceso de aprendizaje, comenzando por los puntos y
palotes, y todo aquellos que nos ensean en las aulas, el hecho de
tener al alcance tanta variedad de chucheras para adornar los
libros , cuadernos y carpetas no har que el estu-diante sea ms
inteligente, ni
que aprenda ms o mejor, el gasto para quien deba costear esos
gastos ser mayor pero no har la diferencia en la capaci-dad de
aprender del estudiante y posiblemente marcar gran-des diferencias
sociales entre quienes puedan adquirir todo ese lujoso material y
los que al igual que en mi generacin slo tenamos a la mano el
pa-pel madera, los sencillos cua-dernos y mucha creatividad.
Extrao el papel madera...Por Ximena Montoya Sejas
POTOS BRBARO
Direccin:Luis Alemn Vargas
Direccin de Arte:Vladimir Crz Llanos
Diagramacin:Adrin Guerra Tapia
Redactores:Rene Clavijo PearandaXimena Montoya SejasLuis Alemn
Vargas
Distribucin:Jos Crdenas Carren
Deposito Legal:
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3Lunes 24 de Febrero LA NOTICIA
Cuatro profesionales conforman el equipo de redaccin del
quincenario. El socilogo Luis Alemn Vargas tendr a su cargo la
coordinacin del equipo, adems de escribir la seccin poltica y
colaborar en los espacios de reportaje y artculo de fondo.
El Psiclogo Ren A. Cla-vijo Pearanda es el primer redac-tor,
encargado de la seccin de salud y de los reportajes y artcu-los de
fondo. Le acompaa en el equipo, la Comunicadora Social Ximena
Montoya encargada de la seccin cultural y de los espacios de
reportaje, entrevista y crnica.Por ltimo, pero no menos
impor-tante, est el profesor de lengua-je Jos Amrico Crdenas quin
tiene a su cargo la redaccin de reportajes, entrevistas y crnicas,
adems de promocionar y distri-buir el Potos Brbaro.
A ellos se suman: Vladimir Cruz Llanos, como parte de nues-tro
Consejo Editorial y Adrin Guerra como diagramador y parte del
Consejo Editorial.
Seis profesionales, que pese a su juventud, renen la
ex-periencia necesaria para presentar a la poblacin potosina un
peri-
dico quincenal coherente y anal-tico.
Luis Vctor Alemn Vargas / Coordinador de redaccin
Joven socilogo e investi-gador potosino. Public su primer libro
de investigacin el ao 2010, bajo el ttulo El transportista vive del
volante. El mismo ao pu-blic el artculo Empresarios al volante en
la Revista Transporte y Territorio de la Universidad de Buenos
Aires. Al mismo tiempo, particip en la el proyecto Prin-cipio Potos
Reverso en calidad de investigador, escribiendo el artculo Un
Cristo Heterodoxo: Evangelizacin y resistencia en una parroquia
minera, publicado por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofa
de Madrid.
En el 2011, la Editorial Acadmica Espaola publica la segunda
edicin de su libro El transportista vive del volante. Ese mismo ao,
el Programa de Coordinacin en Salud Integral (PROCOSI) publica su
investiga-cin ...No nos dan nuestro lugar. Conciencia mdica y
participa-cin social en Potos.
Durante su residencia en Potos produjo y dirigi el docu-
mental Coroma: La lucha por los recursos naturales, y produjo el
documental La ciudad del olvi-do.
Ren Antonio Clavijo Pearan-da / Redactor 1
Joven escritor y psiclogo chuquisaqueo. Public su primer libro
de poemas, titulado Reta-zos Romanceros en el ao 1997. Debido a la
buena recepcin de su obra, el ao 2000 publica un se-gundo volumen
Retazos Roman-ceros II, con el cual es invitado por la UNESCO
Bolivia a partici-par como expositor en la Jornada por el da
Mundial del Libro. En diciembre del 2002, publica la no-vela
titulada Villancico, con el auspicio de la Compaa Elctrica Sucre
S.A. Luego, en el 2006, pu-blica el libro de poemas La duda
definitiva, con el cual es invita-do al Festival Internacional de
la Cultura Potos de aquella gestin.
Como psiclogo ha ejer-cido la docencia universitaria en las reas
de la Psicologa, Socio-loga y Comunicacin Social, en diferentes
universidades de Chu-quisaca y Potos. Tambin se ha desempeado como
psicoterapeu-ta en consultorio particular y fue
designado como Director Depar-tamental del Rgimen Penitencia-rio
y Supervisin de Chuquisaca en la gestin 2002.
Ximena Montoya Sejas / Redac-tora 2
Joven comunicadora so-cial potosina. Ha trabajado en diferentes
medios de comunica-cin de Potos y Chuquisaca. El ao 2005 desempe
labores de prensa para la Radio Universitaria de la UMRPSFXCH. El
2009 se desempe como conductora en un programa independiente de la
Radio Imperial de Potos. Luego incursion en la televisin como
presentadora y realizadora del Desayuno con Bolivisin, en la gestin
2009.
El ao 2010 produjo y condujo el programa el mnibus de la maana
en SABCO VI-SIN, para luego pasar a la Red ATB en calidad de
presentadora y periodista. En 2012 y 2013, forma parte de
Interactivo TV como pre-sentadora.
Su pasin por la comuni-cacin le ha llevado a formar su propia
productora audiovisual Cdigo comunicacin, de la cual es Gerente
Propietaria.
Joven equipo de profesionales encara la redaccin del quincenario
POTOS BRBARO Los contenidos reflejarn la frescura y juventud de sus
redactores
Redaccin Potos Brbaro
Jos Amrico Crdenas Ca-rren / Distribuidor
Joven potosino egresado de la Escuela Superior de For-macin de
Maestros Eduardo Avaroa como profesor del nivel primario de la
especialidad de len-guaje y comunicacin.
Ha participado de diferen-tes seminarios y talleres en las reas
del lenguaje, anlisis polti-co y relaciones humanas.
Adrian Guerra Tapia / Diagra-madorJoven diseador grfico y
docu-mentalista potosino. Estudi cine-matografa en la Escuela de
Cine y Artes Audiovisuales; estudi y realiz fotografas dentro del
Club de Fotgrafos de Altura 5500. Es-tudi diseo grfico en la
Uni-versidad Catlica Boliviana San Pablo y en el Tecnolgico Suizo
Boliviano. Estudi computacin en el CEC. Realiz varios documentales
y cartillas entre el 2008 y el 2013, para la Sociedad Potosina de
Ecologa SOPE y para la Liga de Defensa del Medio Ambiente
LI-DEMA.
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4 Lunes 24 de FebreroREPORTAJE
Por Luis Aleman
COMCIPO denuncia a Empresa Minera Manquiri por supuestos
trabajos encima de la cota 4400 m.s.n.m. y abre una vez ms histrico
deba-te sobre preservacin de la forma cnica del yacimiento
El pasado lunes 27 de ene-ro, los dirigentes del Comit Ci-vico
Potosinista denunciaron ante los medios de comunicacin que la
Empresa Minera Manquiri S.A. habra realizado movimiento de carga
por encima de la cota 4400 m.s.n.m., activando la depreda-cin del
Cerro Rico de Potos.
Entre la noche y madruga-da del viernes 24 y sbado 25, he-mos
visto que Manquiri activa, en horas de la noche, su trabajo de
depredacin gradual y sistemtica del Cerro Rico de Potos afirm
el Vicepresidente de COMCIPO. Lamentando a su vez, que ni la
gerencia regional de COMIBOL ni la Secretara Departamental de
Minera de la Gobernacin tomen acciones para sancionar a los
res-ponsables.
La denuncia gan rpida-mente la atencin de la poblacin potosina,
generando expectativa en torno a las futuras declaracio-nes de las
instituciones aludidas.
La respuesta surgi el jue-ves 13 de febrero desde el Mi-nisterio
de Minera y Metalurgia, que denunci doble moral en los dirigentes
del Comit Cvico Potosinista, quienes habran reci-bido de manera
irregular 17.000 dlares de la Empresa Minera Manquiri.
A los pocos das el pre-sidente de COMCIPO, Jhonny Llally,
desminti estas declara-ciones y explic que dicho dinero fue una
donacin, que permiti la compra de un vehculo para la en-tidad
cvica. La gestin del monto de dinero y la compra del vehcu-lo
habran contado con la aproba-cin del directorio ampliado de aquella
gestin.
Estas denuncias y contra denuncias han reactivado la
ex-pectativa, siempre latente en la poblacin potosina, respecto a
la preservacin del Cerro Rico de Potos. Un debate de larga data que
merece en este nmero nues-
tra atencin.
Los intereses en torno al pro-yecto minero San Bartolom
La Empresa Minera Man-quiri SA es subsidiaria de la empresa
estadounidense Coeur dAlene Mines Corporation, que desarrolla la
operacin minera San Bartolom. Produce lingotes de plata a partir de
la remocin y procesamiento metalrgico de pa-llacos, sucus,
desmontes, que es-tn en las laderas del Cerro Rico de Potos.
Se trata de un emprendi-miento privado encarado por la
norteamericana Coeur D`Alene con el concurso de siete coope-rativas
mineras (Reserva Fiscal Ltda., Rosario Ltda., Diez de Noviembre
Ltda., Villa Imperial Ltda., Compotosi Ltda., 27 de marzo Ltda. y
Unificada Ltda.),
que otorgan sus concesiones de sucos y pallacos, y la Corporacin
Minera de Bolivia (Comibol) que cede derechos de concesiones sin
enajenarlos para participar en un proyecto de riesgo
compartido.
El inicio de este proyecto minero se remonta a la dcada
de 1990, cuando an no exis-ta la razn social de la Minera
Manquiri S.A. Inicialmente, en la gestin 1992 la empresa
consul-tora EXPROMIN especializada en prospeccin minera,
identific
las potencialidades del proyecto minero. Posteriormente, en
1996, se iniciara el proceso de nego-ciacin con las Cooperativas
Mi-neras ya mencionadas, quienes tenan la concesin de los sucos,
pallacos y desmontes necesarios para el emprendimiento minero.
Segn un informe de in-vestigacin del Centro de Promo-cin Minera
(CEPROMIN) que data del 2003, la empresa Minera Manquiri habra
consolidado la negociacin y firma de contrato
con las Cooperativas mineras y COMIBOL, recin hasta fines
del
ao 2003. De acuerdo a este informe
de investigacin, los contratos suscritos entre la Empresa Minera
Manquiri y las Cooperativas Mi-neras establecieron que las
coo-perativas aporten al proyecto San Bartolom sus concesiones
sobre las reas de pallacos y sucus, que mantenan en calidad de
arriendo
de COMIBOL, para que la Em-presa Minera Manquiri realizara por
su cuenta y riesgo la explo-racin, desarrollo, construccin y
operacin del proyecto minero.
Luego indica el informe, a cambio las cooperativas reciben de
parte de la empresa pagos por participacin en las utilidades
durante las fases de preproduccin y produccin, que se estimaron en
5,9 millones de dlares (CEPROMIN, 2003: 60).
Si bien, hasta el ao 2003, la Empresa Minera Manquiri SA haba
consolidado los contratos, no es hasta el ao 2008 que arran-ca el
proyecto, justamente con la inauguracin de la planta de
trata-miento de la Empresa Minera.
En todo este tiempo, la compaa Coeur D`Allene haba prevista
invertir un total de 70 mi-llones de dlares. Con la intensin de
sacar entre cuatro a siete mi-llones de onzas de plata por ao,
desde el arranque del proyecto (La Razn, 09 / 08 / 2004).
Desde la fecha de arran-que del proyecto San Bartolom, incluso
antes, la demanda del Co-mit Cvico Potosinista por la pre-
servacin de la forma cnica del Cerro Rico de Potos ha detonado
conflictos, o entre dichos por lo
menos, en torno a la viabilidad del proyecto dicho proyecto
minero.
Preservacin del Cerro RicoDesde que la Unesco acep-
to la inscripcin de Potos en la lista del patrimonio mundial,
all por el ao 1987, el tema de la pre-servacin de la forma cnica
del Cerro Rico de Potos se ha con-vertido en una demanda social
recurrente en las ltimas dcadas.
Ya en 1996, la sociedad potosina, y entre ellos COMCI-PO, se
opona a un proyecto mi-nero propuesto por la COMIBOL, cuya
explotacin intensiva se de-sarrollara en la cspide del Cerro Rico.
Aquel proyecto ambicioso prevea acceder al corazn del yacimiento
mediante una rampa gigantesca que permitiera despla-zar tecnologa
de punta en explo-tacin minera. Sin embargo, ante la fuerte
oposicin que plant el Comit Civico Potosinista, el pro-yecto nunca
puedo desarrollarse.
Si bien, como en este caso, se hicieron los esfuerzos por
im-
Denuncia y contra denuncia
Una vez ms se pone en duda la preservacin del Cerro Rico de
Potos
Hundimiento en la cuspide del Cerro Rico (Fuente Agencia
EFE)
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5Lunes 24 de Febrero
REPORTAJE
pedir la depredacin del Cerro Rico, poco tiempo despus se
in-formaron de hundimientos y raja-duras por encima de la cota
4.400 m.s.n.m.
Recin en abril del 2007, las denuncias de hundimientos
despertaron la preocupacin del Ministerio de Minera y Metalur-gia,
que a travs de conferencia de prensa daba a conocer la con-formacin
de una Comisin Cole-giada para proceder con la audi-tora tcnica del
Cerro Rico, que tena como objetivo determinar la posibilidad de
daos en su figura
cnica. Pese a la conformacin de
esta comisin, en mayo del 2008
el proyecto minero San Bartolo-m arranca con la inauguracin de
la planta de tratamiento de la Empresa Minera Manquiri S.A.
Pas un poco ms de un ao, para que en octubre del 2009, los
primeros entredichos entre COMCIPO y la Empresa Minera Manquiri
S.A. salieran a relucir. Bajo la presidencia de Celestino Condori,
la entidad cvica hizo pblicas sus denuncias respec-to a los
trabajos que la Empresa Minera Manquiri estara realizan-do en la
cspide del Cerro Rico, siendo que algunas de estas zonas ya estaran
sufriendo hundimien-tos hace algn tiempo. COMCI-PO demandaba la
paralizacin de
trabajos mineros en la cspide del Cerro, especficamente por
enci-ma de la cota 4400 m.s.n.m. Para ser escuchados, los
dirigentes c-vicos anunciaron llevar a cabo di-ferentes medidas de
presin.
Anoticiado de aquella postura, y conociendo de los di-ferentes
hundimientos ocurridos en el Cerro Rico, el presidente de la
COMIBOL, en fecha 17 de octubre del 2009, comunic a la Empresa
Minera Manquriri S.A., a travs de nota oficial, la pro-hibicin de
trabajos por encima de la cota 4.400 m.s.n.m. hasta no contar con
los resultados del diagnstico tcnico respecto a los hundimientos
ocurridos en el ya-
cimiento. El tan esperado informe
tcnico acerca del estado del Ce-rro Rico, fue socializado con la
poblacin Potosina recin en sep-tiembre del 2011. A cargo del
Ser-vicio Nacional de Geologa y Tc-nico de Minas (Sergeotecmin), el
informe anunciaba de cuatro zo-nas de alto riesgo en la cspide del
Cerro Rico. Recomendando, a su vez, la paralizacin total de
operaciones mineras por encima de la cota 4.400 m.s.n.m.
Con dicho informe justi-fic tcnicamente la paralizacin
de trabajos mineros por encima de la cota 4.400 m.s.n.m. Sin
embar-go, la Empresa Minera Manquiri
S.A. continu con el proyecto San Bartolom, especficamente en
las
concesiones que se encontraban por debajo del sector en riesgo.
Aunque, las denuncias del Comit Cvico Potosinista mantienen la
hiptesis de que dicha empresa continuara desarrollando sus
ac-tividades mineras por encima de la cota 4.400 m.s.n.m. de forma
encubierta e ilegal.
Ante las constantes de-nuncias, el Gerente Regional de la
COMIBOL Potos, Ingeniero Carlos Colque, present a Potos Brbaro, un
informe tcnico que contradice las denuncias recien-temente
expuestas por el Comit Civico Potosinista.
El movimiento de carga y desplazamiento de equipo pesado no
habra ocurrido por encima de la cota 4.400
En una entrevista sosteni-da con el Ingeniero Carlos Col-que,
Gerente Regional Potos de la Corporacin Minera de Bolivia, pudimos
ampliar el desarrollo de estos hechos noticiosos.
Segn nos cuenta el Inge-niero Colque, la Empresa Minera Manquiri
cuenta con una serie de contratos que estn vigentes en la
actualidad y los que evidente-mente estn en explotacin. Estos
permitiran el trabajo en pallacos, sucos, troceras y cierta
cantidad de desmontes, que ya no quedan muchos porque generalmente
se encuentran por las partes bajas, si
vale el trmino, del Cerro Rico, indic el Ingeniero.
Sin embargo, como bien sabe la poblacin potosina, la Empresa
Minera Manquiri no puede desarrollar trabajos por en-cima de la
cota 4.400. Razn por lo cual, las denuncias de dirigen-tes de
COMCIPO, en sentido de que la Empresa Minera Manquiri hubiera
desarrollado movimiento de carga y trabajos con equipo pe-sado por
encima de la cota 4.400, preocup de sobremanera a la Ge-rencia
Regional de COMIBOL.
Ante las denuncias expre-sadas por dirigentes del Comit Cvico
Potosinista por distintos medios de comunicacin, inme-diatamente
hice un reconocimien-to del sector a travs de los tcni-
cos de la COMIBOL, inform el Ingeniero Carlos Colque.
Dicho informe expresa innegablemente, que la Empresa Minera
Manquiri hubiera desa-rrollado trabajos por debajo de la cota
4.400, exactamente en la cota 4250, y en el sector de Santa Rita,
el lugar donde evidentemen-te, la Empresa Minera Manquiri tiene su
contrato. El informe fue acompaado de fotografas que evidencian el
movimiento de car-ga, el recorrido de equipo pesado en el sector de
Santa Rita, donde tienen acercados los desmontes las Cooperativas:
10 de noviem-bre, Unificada y Rosario. Por tan-to, indica el
Ingeniero Carlos Col-que, el informe de los tcnicos de COMIBOL
estuviera contradi-
ciendo las versiones o denuncias de COMCIPO contra la Empresa
Minera Manquiri.
El Gerente Regional de la COMIBOL, tambin nos in-forma que envi,
en fecha 31 de enero, una respectiva solicitud de aclaracin a la
Empresa Minera Manquiri respecto a las denuncias vertidas por
dirigentes de COM-CIPO. Es as que la Empresa Minera Manquri,
mediante nota escrita, desminti las versiones vertidas por
dirigentes de COMCIPO indi-cando, Desde la declaratoria de la
prohibicin de trabajos por en-cima de la cota 4.400 m.s.n.m.la
Empresa Minera Manquiri S.A. ha sido fiel en el cumplimiento de
esta norma, adems, que son los mismos tcnicos de la COMIBOL quienes
fiscalizan los trabajos y quienes tienen conocimiento de los
programas semanales de re-
mocin y transporte de material. Aclara la Minera Manquiri en
nota remitida al Gerente Regional de la COMIBOL, recibida en fe-cha
13 de febrero de la presente gestin.
Las preocupacin de CO-MIBOL no queda all, menciona el ingeniero
Carlos Colque, sino ms al contrario yo quisiera soli-citarle a
COMCIPO, sin el nimo de enfrentar, solicitarle aclare y justifique
aquella denuncia que hizo respecto a que la Empresa Minera Manquiri
estuviera tra-bajando por encima de la cota 4.400.Seguramente no se
harn esperar las repercusiones de COMCIPO, a las cuales estaremos
atentos para hacer el seguimiento a este entredicho histrico.
Informe tcnico de COMIBOL contradice las denuncias vertidas por
dirigentes de COMCIPO
En Fecha 29 de enero del 2014, el Supervisor de la COMIBOL Angel
Cornejo envia nota sobre inspeccin tcnica a Sector Santa Rita
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6 Lunes 24 de FebreroLunes 19 de Febrero6 ARTCULO DE FONDO
Las batallas se ganan con el uso inteligente de los recursos,
Chile lo demostr al invertir rpidamente, a manera de botn de
guerra, las riquezas sa-litreras de la recin arrebatada Ta-rapac
para financiar su campaa
militar contra Bolivia y Per; uti-lizando esos recursos para
conti-nuar y consolidar la invasin. Esa estrategia fue permanente,
hasta la firma del tratado de 1904 con
Bolivia y 1929 30 con el Per, prueba de ello, es que al comenzar
la contienda del Pacfico en 1879,
la fuerza operativa militar chilena dispona de cerca de 2600
solda-dos al mando del General Justo Arteaga; mientras que para
1881, el mismsimo presidente Pinto, junto con el Gral. Jos
Francisco Vergara, encaran la campaa con-tra Lima con un ejrcito de
42000 hombres.
AntecedentesCiento treinta y cinco aos
despus del inicio de la Guerra del Pacfico, Bolivia, el Estado
Pluri-nacional de Bolivia, consecuente con el art. 10 de la
Constitucin Poltica del Estado (NCPE), en el que se declara como un
Estado pacifista, confronta nuevamente a
su vecino Chileno, pero esta vez en un escenario legal, la Corte
In-ternacional de Justicia con sede en la Haya, capital del Reino
de los Pases Bajos, Tribunal que, por su naturaleza, dirime
nicamente controversias entre estados.
Para esta campaa que alienta las esperanzas bolivianas, el
Presidente Evo Morales Aima, designa al abogado Eduardo Ro-drguez
Veltz, ex Presidente de la entonces Repblica de Bolivia y ex
Presidente de la Corte Su-prema de Justicia, hoy Tribunal Supremo
de Justicia como Em-bajador Extraordinario y Plenipo-tenciario para
actuar como agente en representacin de Bolivia en la demanda contra
el Estado Chile-no; demanda que fuera presentada el mircoles 24 de
abril de 2013.
El Cambio de FrenteLa demanda boliviana es
simple pero novedosa. En mu-chos sentidos implica un viraje
dramtico en la orientacin es-
tratgica que Bolivia planteado, hasta esa fecha, en los
esfuerzos reivindicativos de su cualidad ma-rtima. Histricamente,
el Estado boliviano, haba protestado como injusto el tratado de
1904 que en su artculo II, textualmente seala: Por el presente
Tratado, quedan reconocidos del dominio absoluto y perpetuo de
Chile los territorios ocupados por ste en virtud de del artculo 2
del Pacto de Tregua de 4 de abril de 1884. Tratado en el que
Bolivia resigna la posibilidad de recuperar su Litoral.
Hasta ese mircoles 24 de abril, en el que el Tribunal
Inter-nacional de Justicia, presidido por el juez eslovaco Peter
Tomka, acusa recepcin oficial de la de-manda boliviana, la
estrategia es-tuvo centrada en la posibilidad de anular (por
considerarlo injusto) el Tratado de 1904, posibilidad cerrada, como
por un candado por el artculo sexto del Pacto de Bogot que, desde
1948, impide a la Corte Internacional de Justicia para conocer
asuntos ya resuel-tos regidos por acuerdo o tratados en vigencia en
la fecha de celebra-cin del presente pacto, es decir que en virtud
a este artculo, La Haya, no tendra vela en el en-tierro respecto de
tratados, con-venios o pactos celebrados entre estados antes de
1948, enterran-
do de ese modo las expectativas bolivianas (firmante del Pacto
de
Bogot de 1948) de impugnar el funesto Tratado de 1904.
Si bien, en junio de 2011, desde la representacin boliviana se
intent modificar, sin xito, el
lapidario artculo sexto en fun-cin de que los intereses vitales
de un Estado podran justificar
la reactivacin de la controversia en tribunales internacionales;
la nueva estrategia presentada a la cabeza de Rodrguez Beltz,
retira sin asco esta reserva y ratifica, no
slo ese artculo, sino que se sus-cribe al pacto de Bogot con
todas sus letras y consecuencias. He ah el viraje dramtico, la
estrategia consiste en tragarse el Tratado de 1904, sepultando toda
posibilidad de revisarlo, pero habilitndose, as como litigante sin
reservas, ante el Tribunal Internacional de Justicia.
Si bien este cambio de di-reccin en lo que hace a la postura de
La Paz frente a Santiago repre-senta; en s mismo, una estrategia,
la apuesta boliviana va y ve ms all y ms ac al mismo tiempo. La
demanda presentada el 24 de abril, guarda una sutil, pero
im-portante relacin con la demanda interpuesta por Per frente a
Chi-le, demanda resuelta este 27 de enero por la CIJ.
Ciertamente, la naturaleza de la demanda boliviana, es en muchos
sentidos, diferente de la peruana y guarda, adems, una propia
identidad, sin embargo, en-cuentra un punto comn, ya que el Agente
del Estado Peruano ante la Haya, Allan Wagner, no impugn el Tratado
de Lima de 1929, que fij, en virtud a la Guerra del Pa-cfico, la
frontera territorial entre
Chile y Per, as como tampoco el Acuerdo de 1930 que, conso-lida
estos lmites. El Per, como estrategia jurdica, plante que estos:
Tratado y Acuerdo de 1929 y 1930, respectivamente, no regu-laban la
frontera martima, sino nicamente la territorial o terres-tre, desde
el hito 1, de manera que la Corte Internacional de Justicia, poda
conocer la demanda perua-na de delimitacin martima, ya que al
hacerlo, no se pretenda revisar, impugnar ni anular un tra-tado ya
existente, previo a 1948.
La EstrategiaLa representacin Boli-
viana, queda claro, tampoco de-manda a Santiago la revisin o
impugnacin del Tratado de 1904. La demanda, va en otro sentido, un
sentido basado en recursos que la misma diplomacia chilena y su
estrategia permanente a lo largo de 110 aos (contados desde la
suscripcin del Tratado de 1904) ha otorgado histricamente,
obse-sionada en su poltica de encerrar o bilateralizar el diferendo
mar-timo.
La demanda del Estado Plurinacional de Bolivia es clara y
simple, se basa en un principio jurdico del Derecho Romano, el
principio venire contra factum propium non valent, que vendra a
traducirse como que: no es l-cito actuar en contra de los actos
propios, y, que a decir de Hernn Corral Talciani expresa la regla
de que no es admisible otorgar efectos jurdicos a una conduc-ta de
una persona que se plantea en contradiccin flagrante con un
comportamiento suyo anterior. Qu comportamiento an-
terior?: la demanda describe, de-talla y profundiza acerca de
los varios actos formales en los que el Estado chileno, a travs de
sus representantes autorizados, ha planteado materialmente la
posi-bilidad de otorgar a travs de ne-gociaciones bilaterales una
salida al mar con soberana boliviana. La interpretacin de la CIJ de
la demanda boliviana, hecha pbli-ca por sus rganos de publicidad,
reza que Bolivia demanda el cum-plimiento de compromisos que en
virtud del derecho internacio-nal, Chile se ha comprometido, en
concreto a travs de acuerdos, la prctica diplomtica y una serie de
declaraciones atribuibles a los representantes de ms alto nivel, a
negociar una salida soberana al mar para Bolivia. Y que otro
principio, el de bona fidei, buena
fe en espaol, del que Se deriva () la teora de los actos propios
que impiden a una persona ac-tuar en contra del sentido de su
comportamiento anterior que ha creado una confianza en terceros
que han actuado al amparo de la misma (Mnica Ortiz Snchez,
2004).
Como ejemplo, simple-mente, de estos actos en tanto
manifestaciones volitivas de com-promisos Chilenos, para la
reso-lucin del diferendo martimo, nos es fcil citar, por ser los ms
recientes, el de 1950, la reunin entre los dictadores Hugo Banzer y
Augusto Pinochet en Brasilia en
La Estrategia Boliviana ante la Haya Escudriando las claves de
la batalla legalRen A. Clavijo Pearanda *
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7Lunes 24 de Febrero 7Lunes 19 de Febrero ARTCULO DE FONDO
1974, que dio pie al clebre abra-zo de Charaa, previos firma
de
acuerdo, en 1975, y el acto de di-ciembre de ese mismo ao, en el
que el Ministro chileno de Rela-ciones Exteriores, Patricio
Car-vajal, redacta una carta-propuesta dirigida al Estado boliviano
en la que consignaba expresamente que la base de las negociaciones
era la cesin de una salida soberana al ocano de Chile para
Bolivia.
Es en ese sentido, que el Canciller boliviano, David
Cho-quehuanca expresa que se le so-licita a la Corte Internacional
de Justicia, el velar por la obliga-cin de Chile de negociar de
bue-na fe y con eficacia con Bolivia
con el fin de llegar a un acuerdo
que otorgue a Bolivia un acceso plenamente soberano al ocano
Pacfico.
Per, Bolivia y Chile, los pue-blos sern los protagonistas
El Estado peruano, a travs de sus rganos pertinentes,
segu-ramente observar, con detenida atencin el proceso instaurado
por Bolivia ante la Corte de Jus-ticia de las Naciones unidas el 24
de abril de 2013; por sus caracte-rsticas y consecuencias, el
litigio La Paz Vs. Santiago despertar (ya despierta) un inters
inusitado a nivel continental, pero, como es previsible, con
caractersticas superlativas en los tres pases in-volucrados
histrica e inevitable-mente en este diferendo.
El fallo de la Corte In-ternacional del 27 de enero del presente
2014 con respecto al planteamiento peruano de la de-limitacin de la
frontera marti-ma chileno peruana, fallo que marca una tendencia
conciliadora, alejada de dramatismos por parte de la CIJ, plantea
un panorama an ms de minuto 90 para las aspiraciones
bolivianas.
Pero, qu tiene que ver el Per en el diferendo entre Bolivia y
Chile?, fcil. Por el tratado de 1929 y el Acuerdo de 1930,
sus-critos para consolidar el cese de hostilidades entre Chile y
Per, el Estado peruano, pierde por causa de la guerra, las
provincias de Ta-rapac y Arica. Los actuales lmi-tes entre Chile y
el Per son fruto de estos actos post blicos, y a esa frontera,
forzada por la guerra, se la conoce como La Lnea de la Concordia,
la lnea de la con-cordia, recorre desde el clebre hito 1, a 264.50
m del punto de la concordia a orillas del Ocano Pacfico, hasta
alcanzar una actual
triple frontera en las cercanas de la localidad fronteriza de
Charaa (Bolivia).
El Tratado de La Concodia de 1929, firmado por los gober-nantes
Carlos Ibaez y Augusto Legua, compromete una cesin territorial, que
hasta nuestros das el Per seala como injusta, con-virtindose Arica
en una especie de cono de reivindicacin perua-na, pero nuevamente,
qu tiene eso que ver con las expectativas de la demanda boliviana?,
tiene mucho que ver, las expectativas nacionales ms realistas,
sealan justamente, la posibilidad de ac-ceso a puertos del Pacfico
por un
corredor que tendra, necesaria-mente que recorrer paralelo a la
Lnea de la Concordia, corredor que podra concebirse entre los diez
kilmetros que distan desde el puente sobre el ro Lluta, cer-cano a
la poblacin antiguamente peruana de Arica y la Lnea de la
Concordia.
Sin duda ninguna, que la estrategia boliviana ante la CIJ de
Holanda debe entonces, estar acompaada de una sesuda, per-manente y
altamente cordial aco-metida diplomtica por parte del Estado
boliviano para con nuestro hermano y vecino peruano. Es necesario
comprender ahora, da-das las circunstancias histricas que vivimos,
que el Per ser fi-nalmente, quien tenga la ltima palabra en cuanto
a una posible solucin de la actual controversia entre la Paz y
Santiago. La solida-ridad y elevado altruismo que les exige la
historia, no slo a Chile, sino adems al Per, va ms all de un fallo
justiciero de los quin-ce magistrados de las Naciones Unidas. La
solucin satisfactoria y elevada de este conflicto, est
rodeada de necesidades, expec-tativas e intereses nacionalistas,
polticos, empresariales, econ-micos humanos.
El desprendimiento y el desarme moral internacional son las vas
idneas para que los tres pueblos involucrados gocen con la carga de
la justicia; ya que si se observa detenidamente el mapa actual
americano, hay dos detalles que no pueden pasarnos desaper-cibidos,
uno es el hecho de que el Estado peruano, no slo tendra que
allanarse a la cesin de una franja de lo que an considera un
territorio suyo, ocupado injusta-mente; sino que tanto Chile como
el Per, en el hipottico caso de que la CIJ fallara a favor de la
de-manda boliviana del 24 de abril de 2013, y en el supuesto caso
de
que Chile asumiera este fallo con inters y benevolencia,
encararan un fenmeno poltico de incier-tas consecuencias
comerciales y diplomticas: la actual relacin fronteriza entre Chile
y Per en los hechos se vera separada por la hipottica franja que
acercara a Bolivia a la conclusin de una tan larga aoranza.
Otro dato ms. Incluso dentro del mismsimo Estado Plurinacional
de Bolivia el des-prendimiento, la solidaridad y la primaca de los
inters nacionales tendrn que ser puestos por en-cima de intereses y
aspiraciones regionales, polticos, familiares y personales, ntese
que dada la
explicacin previa en prrafos an-teriores, hace notorio
claramente que, materialmente es posible, nicamente un punto
geogrfico
nacional como eslabn articulador hacia el hipottico corredor
hacia el anhelado ocano Pacfico: la lo-calidad pacea de Charaa.
Es verdad. El hermano Per, podra alargar an ms la espera en caso
de que el Tribunal Internacional de Justicia fallara a favor de la
demanda boliviana; y consecuentemente el Estado Chi-leno asumiera
con altruismo este fallo. S, el Per podra iniciar una nueva demanda
ante la Haya, pro-testando sus derechos sobre Ari-ca dificultando
de ese modo la
resolucin de la ms que centena-ria injusticia; pero quiz,
incluso en casa tendramos que esperar el desprendimiento que
pedimos a nuestros vecinos, ya que no podra ser otro, sino el
hermano departa-mento de La Paz el que, segura-mente detentara el
alto honor de llevarnos hasta el mar de nuestras esperanzas. Una
vez ms, la ver-dadera justicia, la ltima gestin, la decisin
definitiva, no est en
manos de los tribunales, ni de los estados y sus representantes,
el futuro de una Amrica armoniosa y plena de justicia est en manos
de los pueblos.
*El autor es Psiclogo y Conflictlogo.
Estrategia boliviana apelara a acuerdos alcanzados entre Bolivia
y Chile (1950;1974;1975) para acceder a un hipottico corredor
maritimo
Lnea de la Concordia frontera postbelica instaurada por
gobernantes de Per y Chile en el Tratado de la Concordia de
1929
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8 Lunes 24 de FebreroECONOMA
La lista de tiles esco-lares resulta ser un dolor de cabeza para
las familias al inicio de las labores educativas, pues desde que
los nios asisten al pre knder e incluso a los parvula-rios, los
padres de familia deben entregar los tiles y materiales requeridos
por los (las) maestros. Pudimos constatar que dichos ma-teriales
educativos llegan a costar entre 200 Bs hasta 350Bs
aproxi-madamente.
En el caso de los parvula-rios la lista de tiles escolares es ms
ampulosa, por la variedad de manualidades que los pequeos realizarn
en el aula, incremen-tndose por ejemplo: palitos de helado, palitos
de brocheta, ser-villetas de cocina, papeles de re-galo, revistas
para colorear, entre otros.
No hay padres de familia que escapen de estos gastos, en
cualquiera de los ciclos en los que su hijo est, tendr que comprar
el material correspondiente y ms grande ser dicho gasto cuando
tenga ms de un hijo en edad es-colar.
No olvidemos que previa-mente el alumno tuvo que adquirir el
uniforme del establecimiento educativo al que pertenece, ya sea
particular o fiscal: mandil, chom-pa, pantaln, zapatos, implemento
deportivo, mochila, etc.
Considerando que el sala-
rio mnimo nacional es de 1200Bs y en algunos casos por debajo de
este, se tendr que hacer el sacrifi-cio durante el mes para
abastecer su canasta familiar, pago de servi-cios y cumplir con lo
requerido en la escuela, otros debern incluir a sus gastos los
pasajes diarios por haberse inscrito en un estableci-miento alejado
de su zona. En algunas unidades educativas se pide una cuota
adicional de menos de 50 BS, para comprar equipamiento como ser:
estantes o para el mejoramiento del aula, esto claro bajo el
consentimiento de todos los padres de familia.
Inicio de clasesInicio de gastos En nivel inicial los gastos
llegan a 400 Bs
Por Ximena Montaya
Durante toda la gestin escolar debern acotar algo ms de dinero
segn las actividades en las que participen, como ser la festividad
de Chutillos, fechas cvicas, acti-vidades deportivas y otros.Por
ltimo este ao el precio de los materiales escolares no se ha
incrementado e incluso se puede encontrar a precios de oferta ya
sea en libreras o de comerciantes ambulantes, lo que de alguna
ma-nera tranquiliza a quienes ao tras ao deben reservar un dinerito
para cumplir con sus obligacio-nes de padres mientras los hijos
acuden al templo del saber.
Nivel Inicial
Textos de motricidad fina y gruesa, hojas bond, lpices,
cuadernos, caja de colo-res, caja de marcadores, caja de crayo-nes,
caja de plastilina, hojas varias de cartulina, hojas varias de goma
eva, sili-cona en barra y tijeras. Material de higiene: papel
higinico, al-cohol en gel, bolsa de higiene, cepillo dental, toalla
pequea.
Total aproximado 400 BS
Nivel primario
Libro de distintas editoriales, lpiz rojo y negro, lpices de
colores, cuadernos de 100 hojas, carpetas forradas con los co-lores
correspondientes al curso o al cole-gio, hojas bond y de carpeta,
bolgrafos rojo y azul de distintas marcas, membre-tes (algunos con
el diseo de la unidad educativa correspondiente), archivadores,
dic-cionario.
Total aproximado: 200 Bs
Nivel secundario
Los materiales son separados por asig-natura, van desde
cuadernos forrados con colores especficos, textos de alguna
edi-torial, estuche geomtrico, lgebra, bol-grafos, lpices y otros
de preferencia del alumno, obras literarias, carpetas dividi-das
con distintas cartulas, membretes (muchas veces con el diseo de la
unidad educativa). Total aproximado: 150 Bs
En estos cuadros se muestran los precios de las listas de tiles
para los niveles: Inicial, preimario y secundario
ECONOMA
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9Lunes 24 de Febrero POLTICA
Al igual que los car-pinteros o albailes, nuestros polticos
cuentan con amplia gama de herramientas para el desempeo de su
oficio.
Esta caja de herramientas est compuesta por consignas polti-cas,
ya sean heredadas de gene-raciones anteriores o creadas por un
grupo poltico contemporneo. Cualquiera sea el caso, la utilidad de
estas consignas se mide por el grado de adhesin que logren ge-nerar
en una poblacin votante.
La consigna Potos Federal es una de estas herramientas
pol-ticas, y como tal, goza de buena recepcin en algunos sectores
de la poblacin potosina. Por esta razn ha sido utilizada sin ma-yor
reparo en estos ltimos aos, y seguramente se apelar a ella durante
la larga carrera electoral 2014-2015.
El Potos Federal renov su vitalidad durante las moviliza-ciones
de julio y agosto del 2010. Hbilmente diseminada por di-rigentes
cvicos, la consigna fue sumando adhesin de la ciudada-na para
convertirse en estribillo retumbante de discursos
incendia-rios.
Tal fue el xito de la con-signa que se torn incontrolable.
Aquellos dirigentes que encendie-ron la mecha, luego fueron
apabu-llados por la demanda de iniciar procesos federalistas
reales. Los dirigentes no imaginaron tal reac-cin de la poblacin,
su objetivo
fue utilizar la consigna, movilizar a la poblacin y presionar al
go-bierno. Nunca planificaron iniciar
acciones federalistas.El motivo por el cual la
consigna Potos Federal moviliz a tanta gente durante esta
movili-zacin, y genera simpata en va-rios sectores de la poblacin,
es su directa relacin histrica con un discurso de dignificacin y
res-peto a las demandas potosinas lar-gamente postergadas. Es
decir, los potosinos por costumbre y cultura poltica relacionamos
la consigna Potos Federal con la defensa de la dignidad y el
respeto a las de-mandas potosinas.
La fuerza de esta consig-na es producto de nuestra historia
poltica, de la suma de eventos polticamente importantes para la
poblacin potosina, como en 1990 la defensa de los recursos
evaporticos del Salar de Uyuni, o en 1996 la defensa de la forma
icnica del Cerro Rico de Potos, entre otros anteriores. Justamente,
esta fuerza de convocatoria es la que atrae a los polticos quienes
usan, y muchas veces abusan, de la consigna Potos Federal para
lograr beneficios partidarios y/o
particulares.
UsosEn junio del 2013, el fren-
te Potos Federal Siglo XXI, a la cabeza de Jhonny Llalli fue
ele-gido como nuevo directorio del Comit Cvico Potosinista. El
dis-
curso de aquel frente se soportaba claramente en la consigna
Potos Federal y en los preceptos de de-fensa de los recursos
naturales y de la dignidad potosina. Pero no fue hasta semanas
antes del 10 de noviembre, que los dirigentes de COMCIPO hicieron
gala de la consigna.
Un paro cvico de 48 ho-ras, el 5 de noviembre, y posterio-res
amenazas de impedir el arribo del presidente Evo Morales a los
festejos del 10 de noviembre, fue-ron las acciones de presin que
ejercieron los dirigentes del Co-mit Cvico Potosinista.
Durante el desarrollo de estas acciones, la dirigencia cvica
enarbol una vez ms la consig-na Potos Federal, provocando el
reproche de distintas autoridades oficialistas. Y aunque no se
cum-plieron las amenazas del Comit Cvico Potosinista la consigna
Po-tos Federal despert la expectati-va de iniciar procesos
federalistas. En un mal clculo poltico, la di-rigencia del Comit
Cvico Poto-sinista contino con el uso de la consigna Federalista.
Anunciaron la organizacin de un Cabildo de la Potosinidad, en el
cual se sen-taran las bases reales de un pro-yecto federalista. Sin
embargo, unos das despus, los dirigentes anunciaron la postergacin
del Cabildo, cayendo en cuenta del adverso contexto poltico y de la
falta de apoyo en las provincias del departamento.
Para esta temporada electoral se prev
Uso y abuso de la consigna Potos Federal Por Luis Vctor
Alemn
Esto demuestra que no siempre se consigue beneficio po-ltico
cuando se utiliza consignas de fuerte carga histrica y emo-cional.
Si bien el uso de la fuer-za emotiva de la consigna Potos Federal
resulta siempre tentador para los polticos; para la pobla-cin de a
pie se convierte en un juego perverso de sentimientos y emociones
polticas, en el que siempre sale perdiendo.
AbusosEs predecible que la con-
signa Potos Federal y el conte-nido discursivo de la dignidad
potosina y defensa de los recursos naturales, sean utilizados en la
larga carrera electoral 2014-2015. Los partidos polticos que pugnen
por llegar a los Gobiernos Depar-tamental y Municipal buscaran, con
el uso de la consigna, ampliar su votacin.
De hecho ya se perfilan al-gunos discursos y propuestas
pro-gramticas electorales bajo esta intensin electoral. Por
ejemplo, en su visita de campaa del 10 de noviembre a nuestra
capital, el Gobernador Cruceo Rubn Cos-tas expres, Comparto el
sen-timiento de indignacin de una tierra que tanto ha dado a
nuestra patria y no puede dejar pasar esta segunda oportunidad que
le da la historia para lograr la prospe-ridad y el bienestar de
potosinas y potosinos (Los Tiempos, 10/11/2013). Segn Costas,
esta
oportunidad histrica se abre en las elecciones presidenciales, y
su candidatura es la opcin de pros-peridad y bienestar.
Por su parte, el coordina-dor del Movimiento Demcrata en Potos,
Gonzalo Barrientos reforz este mensaje discursivo, indicando los
potosinos atra-vesamos por momentos difciles en que el centralismo
sigue ge-nerando injusticia, porque lamen-tablemente nuestra
riqueza no se reinvierte para generar fbricas, industrias, empleos
y un mejor fu-turo para el departamento (www.hoybolivia.com,
11/11/2013).
Sin duda, varios de estos discursos se escucharan durante la
campaa electoral 2014-2015, buscando ampliar su votacin, los
partidos polticos apelarn al sen-timiento potosinista. Abusarn de
las consignas Potos Federal, de-fensa de los recursos naturales y
dignidad del pueblo potosino.
Como dijimos al princi-pio de este escrito, los polticos
disponen de estas consignas y las utilizan como herramientas para
lograr la mayor adhesin a su propuesta electoral. Sin embargo,
resulta abusivo recurrir a senti-mientos polticos histricos de un
pueblo para alcanzar objetivos particulares y no colectivos.
Fuentes consultadas Los Tiempos (10/11/2013) www.hoybolivia.com
(11/11/2013)
Fotografa: Jaime Crdenas
ECONOMA
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10 Lunes 24 de FebreroCULTURA
Con ms de 500 aos de vida, la tan famosa villa imperial de
Carlos V, ha sido testigo del paso del tiempo, una ciudad que
respira historia trans-portando a pocas fascinantes a los
habitantes y visitantes de estas tierras.
Aun con el descuido de sus edificios y calles se muestra
orgu-llosa ante las miradas de quienes las transitan como si se
resistiera a declinar ante su ahora enemiga: la madre naturaleza,
pues durante los ltimos aos ha sido vctima de los fenmenos
naturales en este caso de las fuertes lluvias que ocasionan el
desmoronamiento de muchas viviendas en el casco vie-jo de
Potos.
La construccin de las pri-meras viviendas, en este territorio
llamado a un comienzo asiento minero de Potos, fueron
impro-visadas, con los materiales que se encontraban al alcance de
los ha-bitantes, es decir: piedras, barro, caa hueca, paja y otros,
mismos que en la actualidad an se pue-den encontrar en las casas
que to-dava se mantienen en pie.
Los terrenos sobre los que se edificaba tambin resultaba
un problema, pues cuentan los primeros cronistas de la colonia,
que la tierra potosina era tan rida e imperfecta, as como hmeda e
inestable, que cada quien se aco-modaba como mejor poda, sin
respetar un orden en las calles. Cabe comprender que los servi-cios
bsicos en aquella poca tu-vieron que improvisarse, rastro de ello
es la cantidad de pozos que an se encuentran en algunas ca-sas
antiguas y otros que sirvieron para desages.
Una ciudad que se levanta a ms de 4.000 m.s.n.m. a causa de las
interminables riquezas del Cerro Rico, que atrajo la aten-cin de
aventureros deseosos de fortuna, quienes a partir del ao 1.545
llegaron a estas tierras con una sola misin: extraer la plata del
Sumaj Orcko.
Motivo por el cual el asen-tamiento humano creci
exaspe-radamente, nadie haba pensado en quedarse a vivir en estas
tie-rras, de acuerdo al jefe de archivo de la Casa Nacional de
Moneda, Jos Antonio Fuertes Lpez, en su libro Creacin de la Villa
Im-
perial de Potos. La capitulacin de 1.561 nos cuenta: Acudie-ron
muchos espaoles y casi la mayora vecinos de Porco y de la ciudad de
la Plata. Se fue forman-do una poblacin que sin lugar a dudas, en
este primer momento no era ms que un asiento minero. Se anota que
desde el comienzo el Cerro Rico haba atrado a los espaoles y
extranjeros ms atre-vidos, inescrupulosos y sedientos de
riquezadivulgndose a los cuatro vientos el descubrimien-to de la
plata en el cerro rico de potos los espaoles levanta-ron una ciudad
a toda prisa, pues (como dice Acosta) cada cual hizo su casa con
tanta prisa que care-ciendo de la forma, hubieron de quedar sin
calles por donde pasar; y as en espacio de 18 meses se hicieron ms
de 2.500 casas para ms de 14.000 personas que entre espaoles e
indios haba.
Desde hace algunos aos atrs, los vestigios de que Potos fue una
ciudad rica y cosmopoli-ta, van quedando en el olvido de la
colectividad y ms an cuando termina la temporada de lluvias que
deja a su paso edificaciones
de importante valor histrico solo en ruinas, poco a poco vemos
que el casco viejo de la cuidad se est deteriorando.
De acuerdo a testimonios recogidos de los vecinos y
pro-pietarios de la ciudad potosina pu-dimos constatar que son
muchos los propietarios de inmuebles antiguos que se han visto
perjudi-cados ante el deterioro de sus vi-viendas, algunos por su
descuido, otros que estuvieron en disputa por el derecho
propietario de di-chos inmuebles y que ninguno de los litigantes
pudo hacerse cargo del mantenimiento de la vivienda otros que
pidieron ayuda a las au-toridades pertinentes recibiendo como
respuesta; - su inmueble en calidad de bien patrimonial debe ser
conservado tal y como est, sin hacer ningn cambio, caso contrario
sern sancionados. Esto en muchos casos ha ocasionado que el
propietario prefiera ver su
casa cada pedazo a pedazo para finalmente poder construir
una
nueva vivienda acorde a sus gus-tos y necesidades.
Indudablemente existen vecinos a los que no les interesa,
para nada, el hecho de vivir en una Ciudad nica que an en el
estado de descuido en el que se encuentra, es un museo abierto por
toda la riqueza arquitectnica que posee.
Uno de los servicios ms requeridos en la poca de lluvias es el
de la albailera, es as que el maestro albail Leonardo Esco-bar de
60 aos de edad, quien se dedica a ese oficio desde sus 12
aos, nos cuenta: algunos dueos de casa previenen, pero algunos
esperan a que se caiga y recin quieren hacer algoen esta po-ca no
se puede hacer nada porque las tejas estn remojadas, casas que
chorrean con goteras tenemos que tapar con nylon nomas, algu-nas
paredes ya estn cansadas hay que revocar usamos cemento, mallas, no
cuesta mucho, es man-tenimiento nomas, pero algunos dueos de casa
son muy descui-
dados.Segn la explicacin del
arquitecto Jhonny Churata Mon-tero, s hay posibilidades de
res-tauracin para infraestructura patrimonial, previa evaluacin de
cada caso en particular, sobre todo tomando en cuenta que l o la
propietaria del inmueble debe hacer un mantenimiento eventual de
las cubiertas de su vivienda, pues el descuido de los tejados es
una de las causas para empeorar el deterioro de la misma. Somos una
ciudad patrimonial pero no le damos la importancia que
debe-ramos.
Entre algunas seales de alerta cuando una vivienda corre el
riesgo de derrumbarse son: pro-minentes rajaduras en diagonal de
sus muros, hundimiento del techo, remojo de los tejados y paredes.
Posterior a la colonia, Potos atra-ves por distintos periodos
que
A consecuencia de fuertes lluvias
Viviendas patrimoniales en riesgo Por Ximena Montoya
tambin influyeron en su proceso
histrico, hasta llegar a nuestros das, muestra de ello se
encuentra a simple vista en las calles de la ciudad en sus templos,
plazuelas y edificios. Posiblemente quienes
fueron los artfices de tan mara-villosas edificaciones, que
ahora
se caen en pedazos, no imagi-naron siquiera del valor histrico
que tendran, casas habitadas por condes, marqueses, damiselas,
casas que fueron testigos de ro-mances apasionados o crmenes
desalmados, que entre sus paredes cobijaron aventureros del viejo
continente, as como a indios y es-clavos, todos ellos, que otrora
ca-minaron por nuestras calles, que posiblemente habitaron nuestra
casa, van quedando en el olvido, pues con la desaparicin de tan
bella arquitectura va desapare-ciendo tambin parte de nuestra
historia.
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11Lunes 24 de Febrero SALUD, DINERO Y AMOR
Dolor de cabeza, fa-tiga, agitacin, nauseas, mareos y sensacin
de sobreesfuerzo fsico, son que-jas habituales que, casi
desaper-cibidos, los potosinos (o los que habitamos ya largo tiempo
en Potos) estamos acostumbrados a escuchar de los visitantes que se
aventuran por esta ciudad de al-turas. Y es que todos sabemos, o
creemos saber, que a ciertas ele-vaciones sobre el nivel del mar,
se producen una serie de fenme-nos fisiolgicos, que combinados,
pueden derivar de estas y otras molestias en los casos menos
complejos, hasta complicaciones ms severas en situaciones
ma-yores.
Cul es la causa orgni-ca para esas quejas?, son reales esas
molestias?, son slo eso: molestias?, por qu son tan recu-rrentes,
incluso tan frecuentes?, a qu altura comienzan a mani-festarse? Son
preguntas autom-ticas cuando se trata de compren-der lo que
conocemos como mal de altura sorojche o sorojchi.
Lo cierto, es que aquellas molestias tpicas que refieren
nuestros ocasionales visitantes, se deben a un, muy simple,
proceso de adaptacin fisiolgica con el
que el cuerpo humano responde a una serie de condiciones que se
manifiestan a ms de dos mil qui-nientos metros sobre el nivel del
mar (msnm). Una de esas con-diciones, la principal, para
desa-rrollar nuestra breve explicacin acerca del llamado, mal de
altura, es: el descenso proporcional de oxgeno (a mayor altitud
sobre el nivel del mar, menores volmenes de oxigeno) en la
atmsfera. De manera que el aire que se respira (que respiramos) en
esta ciudad que bordea los cuatro mil msnm, es, por decirlo de algn
modo, po-bre en volmenes de oxigeno.
Un aire pobre de oxge-no, es la principal causa ambien-tal
(natural) para el fenmeno fisiolgico denominado hipoxia.
Existe hipoxia cuando la concen-tracin de oxigeno en la sangre
es inusualmente baja. Si el amable lector analiza lo que le hemos
contado hasta ac, fcilmente caer en cuenta de la relacin de
causalidad: a mayor altura msnm, menor concentracin de oxige-no en
la atmsfera y, a menor
concentracin de oxigeno en la atmsfera, en el cuerpo humano
ocurre la condicin que describi-mos como hipoxia, es decir, po-bres
o bajos volmenes de oxige-no en la sangre.
La deficiencia de oxgeno
en el sistema circulatorio obliga al organismo, al igual que
cual-quier otra deficiencia, a realizar
procesos adaptativos para com-pensar el desequilibrio, es decir,
el cuerpo responder siempre, adaptndose. Sin embargo, la se-al que
la fisiologa humana em-plea para avisar de la necesidad de realizar
cambios adaptativos, es invariablemente: el dolor, este dolor
permanecer mientras no se hayan completado mnimamente los inicios
de los cambios que se requieren para respirar eficiente-mente un
aire pobre en oxgeno.
Uno de los principales sis-temas fisiolgicos (fisiolgico se
refiere a los sistemas, rganos, te-jidos, clulas y sus
componentes en funcionamiento es decir, por ponerlo de algn modo,
la ana-toma en movimiento funcional)
que requiere, exige y consume grandes cantidades de oxigeno, es
el sistema nervioso central, cuyo rgano lo conocemos como: cerebro.
El cerebro, como ya lo dijimos, precisa y consume, im-portantes
volmenes de oxgeno, este oxgeno, es transportado por la sangre
hasta el cerebro para ser empleado en el procesamiento de los
nutrientes necesarios para el funcionamiento de las clulas
cerebrales, las neuronas. Es de ese modo que el rgano, cuando es
sometido a la respiracin de un aire pobre en oxgeno, caracters-tico
de las locaciones altas, enva una seal de necesidad de adap-tacin a
estas condiciones de ca-rencia esa seal la traducimos como:
dolor.
La seal de dolor causada por la pobre dotacin de oxgeno al
cerebro, se manifiesta como
un dolor occipital bilateralizado, habitualmente en forma de
lati-do, cuya intensidad es aumentada por movimientos bruscos,
ruidos luz, o situaciones socioambienta-les exigentes. Si lo
meditan un
poco este dolor que sienten los visitantes nefitos en altura
cuan-do visitan Potos, es simplemente una seal de su sistema
nervioso dicindoles algo como: oye tu necesito ms oxgeno para
cum-plir mis delicadas e importantes funciones, haz pronto los
cambios necesarios para que eso sea as. Esa es una explicacin,
superficial
por supuesto, del dolor de cabeza que acompaa el sorojchi.
La respuesta inicial del or-ganismo, es decir, la primera
res-puesta, a la demanda fisiolgica
de oxgeno debido a la hipoxia por condiciones ambientales de
respi-racin a ms de tres mil msnm; es un mecanismo de emergencia,
algo bsico pero inevitable: dos sistemas, el cardiaco y el
respira-torio, naturalmente complementa-rios (aunque, claro, todo
en fisio-loga es sinrgico), incrementan, aceleran, esfuerzan sus
funciones, aumentando el ritmo cardiaco, e incrementando la
frecuencia res-piratoria, en palabras latas, el co-razn late ms
rpido y se intenta respirar ms y, con mayor veloci-
El mal de altura mito o realidad?Por Ren A. Clavijo
dad para compensar el fenmeno hipxico s, inteligente lector, no
se equivoca hipoxia es la pobreza de oxgeno en la sangre ocasionada
por la carencia de oxgeno en el aire, caracterstica endmica de las
zonas ubicadas a alturas cercanas o mayores a tres mil metros sobre
el nivel del mar. De este esfuerzo cardiorespirato-rio, es que el
mal de altura pre-senta como otra de sus molestias: la agitacin,
las hipo o hiper ven-tilacin, las palpitaciones es decir esa
sensacin que describen los turistas como de que el cora-zn se les
sale del pecho.
Las respuestas adaptativas del cuerpo, siempre son integra-les,
procesuales, ordenadas y pro-gresivas, otro proceso, sinrgico
claro, (decimos otro, slo para separarlo didcticamente de los
anteriores) ya que el proceso de adaptacin es muchos y es uno al
mismo tiempo. Decamos que otro proceso, ya de segundo nivel,
consiste en la adaptacin celular, iniciando sta con el incremento
en la produccin de glbulos ro-jos y en la adaptacin endcrina u
hormonal, proceso, principal-mente este ltimo que obliga al cuerpo
mediante la modificacin
de los procesos del sistema en-dcrino; a realizar cambios en el
flujo hormonal, lo que fcil aun-que superficialmente, explican
las
nuseas y los trastornos del ape-tito.
Respetado lector, no he-mos querido profundizar ni exten-dernos
ms en este punto, ya que en futuros nmeros abordaremos respecto de
otros factores como la edad, las condiciones crnicas, y otros
padecimientos en relacin con la altura msnm y con lo que conocemos
como mal de altura, por lo pronto, si es que escucha a alguien,
joven o adulto, dama o varn, atltico, astnico o gordito, quejarse
de estas molestias ex-plquele buenamente y como buen potosino, que,
la molestia es tem-poral que pasar y, que no es otra cosa que su
cuerpo pidiendo adaptacin y/o adaptndose a las condiciones
ambientales a las que ya nos adaptamos ms de un cuar-to de milln de
personas, ac en la cima de la plata aqu, en Potos.