Ao VIII - Vol 5 - N 4 - Marzo de 1997ALCMEON 20Paranoias.
Presentacin de Casos ClnicosDr. Alberto Monchablon Espinoza
SumarioLas paranoias son psicosis delirantes generalmente
crnicas, de gravedad variable, organizadas como desarrollos
delirantes, en determinadas estructuras anormales de la
personalidad. Siempre se consider, por un lado, que por ser
delirios lgicos, verosmiles y crebles, y por el otro, por no haber
defectuacin esquizofrnica ulterior de la personalidad, los
pacientes padecan tipos diferentes de psicosis. En efecto, este
grupo, poco frecuente de observar, sin embargo puede verse con
cierta regularidad en los Hospitales Generales. Se presentan
diferentes observaciones clnicas y se hacen consideraciones
psicopatolgicas.Palabras claveParanoias, psicosis,
delirios.SummaryParanoias are delusional psychoses, they usually
have chronic courses, they are diseases organized like delusional
developments, at specific abnormal structures of the personality.
On the one hand they are logical delusions, verosimil, and on the
other hand, they never present defects of the personality like
schizophrenias. It has always been considered that these patients
suffer from another kind of psychosis other than schizophrenias. In
fact these paranoias are not found frecuently, nevertheless they
can be found with certain regularity in general hospitals. Ill
present several clinical cases, with its psychopathological
considerations.Key wordsParanoias, psychoses, delusional
disorder.IntroduccinLas paranoias son psicosis delirantes
generalmente crnicas, de gravedad variable, organizadas en una
estructura determinada y previa de personalidad. Son desarrollos,
esto es, con el transcurso del tiempo se van construyendo
insidiosamente ideas patolgicas alrededor de la vida del paciente,
en su permanente interaccin con el medio familiar, social y
laboral. Tambin pueden ser cuadros clnicos agudos, ya que pueden
estos pacientes padecer descompensaciones agudas, de diferente
intensidad, por desadaptacin con el ambiente o contexto
sociocultural del momento. Tambin suelen observarse remisiones
parciales o completas y tener un curso peridico, pero la tendencia
es hacia la cronificacin. Sacar el foco desencadenante puede
atenuar estas psicosis, que siguen, sin embargo, latentes siempre.
Adems, se pueden observar desarrollos delirantes de este tipo en la
edad de la involucin, aunque en estos se agregan otras
caractersticas especiales. El trastorno delirante no involucra toda
la personalidad como sucede con las esquizofrenias, ac est
involucrado un slo aspecto de la vida del paciente en su
interrelacin con el mundo.Dice Kraepelin (pg. 212) que la paranoia
es el desarrollo insidioso de un sistema delirante permanente e
inamovible, resultante de causas internas, acompaado por la
perfecta conservacin y claridad del pensamiento, voluntad y
actividad. Su clasificacin de las paranoias es:1. Delirio de
persecucin,2. Delirio de celos,3. Delirio hipocondraco,4. Delirio
de grandeza (inventores, filiacin ilustre, profetas y santos,
ertico).Dice Henri Ey (pg. 449): "Estos delirantes, perseguidos,
megalmanos, msticos, etctera, cuyo delirio manifiesta una profunda
modificacin y una especie de inversin de los valores de la
realidad, son tanto ms sorprendentes cuanto que se trata de
personalidades por otra parte bien adaptadas a la realidad. Estos
delirios son llamados sistematizados, ya que estn prendidos en el
carcter y la construccin misma de la personalidad y se desarrollan
con orden, coherencia y claridad. Se presentan al observador como
relativamente plausibles, de ah su poder de conviccin o de
contaminacin (delirio de a dos o delirio colectivo). Hablamos aqu
de psicosis delirantes y no simplemente de caracteres
paranoicos".Dice Alonso Fernndez (pg. 492): "La paranoia es el gran
mito kraepeliniano. El anlisis de la definicin de paranoia dada por
Kraepelin permite registrar en ella una parte descriptiva y otra
interpretativa... la paranoia es un delirio sistematizado de
evolucin insidiosa y crnica". El error se introduce en la
interpretacin: "Este delirio crnico obedece a causas internas, a
factores constitucionales, y no tiene relacin con la demencia
precoz, las psicosis exgenas y las reacciones vivenciales". Comenta
Alonso Fernndez lo opinado por Specht de incluir la paranoia en el
crculo manaco-depresivo, ya que muchos sujetos afectos de verdadero
delirio litigante son hipomanacos endgenos. Lange considera
esencial tal disposicin: "Sin la disposicin a la paranoia no podra
caer en ella el carcter ms complicado bajo el destino ms
embrollado". Tambin para Lange la disposicin paranoide se puede
reforzar por otros factores: la concurrencia de otra disposicin,
por ejemplo, histrica u obsesiva, la edad involutiva, la
esquizofrenia, la encefalitis, etctera. Termina citando a K.
Schneider: "Donde hay un verdadero delirio, cesa la comprensin
caractergena, y donde se puede comprender, no hay ningn delirio".El
resto de la personalidad se muestra coherente por mucho tiempo y
pueden seguir operando en su vida cotidiana. El problema es que no
sabemos con seguridad que sean pacientes que se puedan incluir
dentro del marco regular de las psicosis endgenas, fundamentalmente
dentro del grupo de las esquizofrenias paranoides o del grupo de
las psicosis delirantes crnicas, tal cual son las parafrenias. Se
puede aceptar, por un lado, la idea de que estas psicosis
delirantes son formas menores o minor o abortadas de las formas
mayores endgenas, y por el otro, que sean psicognesis sobre
estructuras previas y determinadas del carcter.Dice Weibrecht (pg.
172): "Los desarrollos psicopticos expansivos pueden dar lugar a
cuadros de querulantismo y al desarrollo del delirio de celos y de
persecucin (no esquizofrnicos!)". Tales casos poco frecuentes, en
los que no se llega a la desintegracin esquizofrnica de la
personalidad, pueden separarse como paranoia de la esquizofrenia
paranoide delirante. "No consideramos la paranoia una enfermedad
especial ni tampoco idntica a una esquizofrenia paranoide, sino un
desarrollo anormal de la personalidad".Este hecho sigue en
discusin. Para Leonhard las paranoias son un apndice de la
parafrenia afectiva (parafrenia sistemtica).Leonhard menciona (pg.
157) que "la parafrenia afectiva (parafrenia sistemtica) est
caracterizada por un sndrome de ideas de referencia que
gradualmente desarrolla hacia un cuadro severo de ilusiones
sensoriales, errores en la memoria e ideas de grandeza. Si uno slo
considerara las formas atenuadas, la parafrenia afectiva tambin
corresponde a la psicosis progresiva de referencia de Kleist. El
afecto patolgico, que Specht describe en la paranoia, es decisivo
para la parafrenia afectiva. Podemos hablar de un sndrome irritado
de referencia. Por lo tanto creo que los casos llamados por
Kraepelin de paranoia pertenecen a la parafrenia afectiva" (pg.
160). "Algunos pacientes pueden, cuando uno habla de sus ideas,
tornarse muy fcilmente irritables, y otros, ms entusiastas. Por lo
tanto uno u otro polo afectivo, puede predominar segn el tipo de
idea".Por ello me parece til desplegar la clsica clasificacin de
Leonhard, ya que a ella me adhiero.A la parafrenia afectiva se la
considera una psicosis esquizofrnica no sistemtica en razn de no
llevar a la grave defectuacin de la personalidad tal cual sucede
con las formas esquizofrnicas sistemticas. Adems, la parafrenia
afectiva tiene tendencia fasofrnica, esto es, a presentar
remisiones. Se trata, por un lado, de un delirio persecutorio
acompaado de intensa irritabilidad y hostilidad paranoide, que cede
rpidamente con neurolpticos. Con el transcurso del tiempo el
delirio tiende a permanecer crnico. En comparacin con el resto de
las parafrenias, stas estn ubicadas en la clasificacin de Leonhard
dentro de las esquizofrenias paranoides.Si hubiese que ubicar las
paranoias en algn lugar de los grupos psicopatolgicos clsicos habra
que hacerlo entre las psicosis endgenas, por un lado, y el de las
personalidades psicopticas, por el otro, entre ambos. Desde ya, no
cualquiera desarrolla una paranoia.La personalidad previa en
cuestin es, fundamentalmente, la personalidad anormal paranoide o
psicpata paranoide o estructura paranoica o catacteropata
paranoica. Los elementos que la conforman son los siguientes:
arrogancia, desconfianza, psicorigidez, orgullo, egocentrismo,
soberbia, hipersensibilidad, inadmisibilidad de la critica ajena,
engreimiento, recelo, susceptibilidad, escasa autocrtica,
incapacidad para sentir culpa, reacciones agresivas frente a
contrariedades, irnicos, mordaces, distantes, etctera.Precisamente,
dice Leonhard(Manual de Psiquiatra,pg. 443) "porque si los
paranoicos litigantes siguen luchando siempre con tanta intensidad,
es porque le es propio a todos ellos: un fondo temperamental
hipomanaco (Specht, Ewald). Por consiguiente la combinacin de
psicopata paranoide con temperamento hipomanaco es la causante de
la evolucin al delirio querulante".Dice Goldar (pg. 146): "Tal
combinacin arrogancia y desconfianza constantes constituye el
centro del carcter paranoico, que puede conducir al famoso delirio
de los litigantes, como asimismo al clsico delirio de los
inventores, y ms all, al delirio de los profetas. La barrera que
cruz nuestro enfermo separa dos crculos: por un lado la
caracteropata paranoica, por otro el delirio de persecucin".Pero
tambin se pueden observar delirios paranoicos en otros tipos de
estructuras previas de personalidad, tal es el caso de los
narcisistas, los sensitivos, los obsesivos, etctera. Esto implica
que quienes desarrollan esta suerte de locura razonante son
individuos que presentan este tipo de rasgos dominantes del
carcter. Estos elementos pueden presentarse todos o algunos, en
mayor o menor grado. Generalmente estos trastornos previos van
combinados con otros tipos de trastornos. Puede tratarse de una
estructura paranoico-narcisista, paranoico-histrinica,
paranoico-obsesiva, etctera. Lo importante es que ante la
posibilidad de estar frente a una paranoia se debe entonces
investigar, inmediatamente en el interrogatorio, la presencia de
este tipo previo de estructura; ello cierra el diagnstico
definitivamente, en el diagnstico diferencial de los delirios, que
siempre hay que hacer. Las paranoias son infrecuentes en todo el
espectro general de la clnica psiquitrica. Son patologas ms fciles
de observar en los consultorios externos de los hospitales
generales. Los pacientes a veces deben ser internados porque llevan
a cabo episodios de excitacin psicomotriz, escndalos, agresiones,
amenazas, querellas agraviantes, etctera, razn por la cual casi
siempre hay intervencin policial y judicial. Llegan a la consulta
por lo general por propia voluntad, cuando el paciente toca fondo
en su vida de relacin laboral y familiar, ya que no se siente
enfermo, pero para negociar su situacin accede a ir en consulta con
un psiquiatra. Frente al relato de estos pacientes puede
perfectamente verse, por un lado, el sistema delirante y por el
otro el tipo de personalidad que la sustenta. Por supuesto que el
cierre del caso clnico generalmente se termina de hacer con lo
aportado por los familiares, amigos y compaeros de trabajo por un
lado y con la evolucin del cuadro clnico por el otro. Estas
psicosis tan particulares son crnicas y de difcil tratamiento; es
ms: no tienen tratamiento especfico. El sistema delirante tiende a
perpetuarse en el tiempo, aunque hayan remisiones en el curso, para
luego atenuarse en la involucin. Todo se torna ms difcil cuando el
paciente es inteligente, mucho ms si es brillante, tiene poder
econmico u otro tipo de poder.Dice el CIE-10 (pg. 129) con el cdigo
F22.0, bajo el ttulo "Trastorno de ideas delirantes": "Se trata de
un grupo de trastornos caracterizados por la aparicin de un nico
tema delirante o de un grupo de ideas delirantes relacionadas entre
s que normalmente son muy persistentes, y que incluso pueden durar
hasta el final de la vida del individuo. El contenido del tema o
conjunto de ideas delirantes es muy variable. A menudo es de
persecucin, hipocondraco o de grandeza, pero tambin puede referirse
a temas de litigio o de celos o poner de manifiesto la conviccin de
que una propia parte del cuerpo est deformada o de que otros
piensan que se despide mal olor o que se es homosexual. Lo mas
caracterstico es que no se presente otra psicopatologa, pero pueden
aparecer de modo intermitente sntomas depresivos, y en algunos
casos alucinaciones olfatorias y tctiles. Las voces alucinatorias o
los sntomas esquizofrnicos tales como las ideas delirantes de ser
controlado, el embotamiento afectivo y la presencia de enfermedad
cerebral son incompatibles con este diagnstico. Sin embargo,
alucinaciones auditivas ocasionales o transitorias, no tpicamente
esquizofrnicas y que no constituyen una parte principal del cuadro
clnico, no excluye el diagnstico en enfermos ancianos... Fuera del
comportamiento directamente relacionado con el tema de las ideas
delirantes o sistema delirante, son normales la afectividad, el
lenguaje y el resto de la conducta".Dice el DSM-IV (pg. 308),
figura con el cdigo F22.0 el denominado "Trastorno delirante". Los
criterios son:A. ideas delirantes no extraas (por ejemplo, que
implican situaciones que ocurren en la vida real, como ser seguido,
envenenado, infectado, amado a distancia, o engaado, por el cnyuge
o amante, o tener una enfermedad) de por lo menos 1 mes de
duracin.B. Nunca se ha cumplido el criterio para la
esquizofrenia.C. Excepto por el impacto directo de las ideas
delirantes o sus ramificaciones, la actividad psicosocial no est
deteriorada de forma significativa y el comportamiento no es raro y
extrao.D. Si se han producido episodios afectivos simultneamente a
las ideas delirantes, su duracin total ha sido breve en relacin con
la duracin de los perodos delirantes.E. La alteracin no es debida a
los efectos fisiolgicos directos de alguna sustancia (por ejemplo
droga o medicamento) o a enfermedad mdica. Especificar tipo (se
asignan los siguientes tipos en base al tema delirante que
predomine):Tipo erotomanaco:ideas delirantes de que otra persona,
en general de un status superior, est enamorada del sujeto.Tipo
grandiosidad:ideas delirantes de exagerado valor, poder,
conocimientos, identidad o relacin especial con una divinidad o una
persona famosa.Tipo celotpico:ideas delirantes de que el compaero
sexual es infiel.Tipo persecutorio:ideas delirantes de que la
persona (o alguien prximo a ella) est siendo perjudicada de alguna
forma.Tipo somtico:ideas delirantes de que la persona tiene algn
defecto fsico o una enfermedad mdica.Tipo mixto:ideas delirantes
caractersticas de ms de uno de los tipos anteriores sin predominio
de ningn tema. Tipo no especificado.Clasificacin de las psicosis
paranoicasVase el cuadro anteriorDescripcin de las formas
clnicasPor interpretacin se entiende el razonamiento en sentido
general. Cuando se habla de delirio interpretativo es porque
predomina el razonamiento lgico. La lgica interna se conserva
completamente, por ello los relatos resultan verosmiles. Son, por
lo tanto, discursos lgicos y crebles. Adems, estos pacientes,
cuando no estn reticentes tienden a mostrar su delirio con un
sinnmero de detalles, expresados con mucha vehemencia, seguridad y
autosuficiencia. Todos los detalles son igualmente crebles. Por lo
tanto, lo que el paciente dice, es creble, lgico y verosmil, pero y
ac est la cuestin es falso. No es que sea equivocado. El paciente
jams admite esta posibilidad, para l siempre es cierto. Todo
sistema de opiniones, con coherencia lgica interna, puede ser
verdadero o falso. Para el paranoico siempre es y ser verdadero.
Para el resto de la gente que tiene sistemas de opiniones
sobrevaloradas, de ltimas, siempre les quedar la duda de una
posible equivocacin. Quien no est paranoico admite siempre esta
posibilidad. Y el fantico? Cundo cruza la lnea y entra a ser un
psictico, esto es, un paranoico delirante? En qu consiste esa lnea
entre el fanatismo ideolgico por un lado y el delirio de grandeza,
por ejemplo, por el otro? La duda opera como elemento de salud,
aunque esta ltima puede llevar al martirio al paciente, en la
enfermedad de la duda: el TOC o trastorno obseso-compulsivo, que es
otra cuestin. Esta temtica razonante, vehemente, que siempre es
verdadera para el paciente, se presenta de diferentes maneras: la
ms comn es la persecucin.Caso N 1A.F. Se trata de un paciente de 40
aos, fsico nuclear, con elevado coeficiente intelectual, que
trabaja en Energa Atmica. Es trado en consulta por amigos y por su
esposa. Previamente esta consulta fue llevada a cabo por estos
mismos, unos seis meses antes. Se pidi ver al paciente. Finalmente
ste accedi a venir, ya que su crculo lo tena muy presionado. En la
entrevista a solas con l cuenta que "fue notando, mientras estaba
llevando a cabo un trabajo de investigacin difcil y fatigoso, que
le faltaban notas, cuadernos y archivos", que fue observando que
"sus compaeros hablaban entre s y cuando l se acercaba o pasaba al
lado de ellos, stos callaban". Fue entonces uniendo la prdida de
sus notas con estos compaeros, a quienes empez a "perseguir,
controlar, esquivar y tratar mal", lo que fue generando un clima de
mala convivencia laboral, ya que empez con "acusaciones, careos,
pedido de explicaciones, notas, etctera". El paciente expresa este
relato con vehemencia, certidumbre e irrefutabilidad: nada pudo
haber sido azaroso, realmente han querido perjudicarlo "por la
envidia y celos que le tienen por tener l a su cargo un trabajo
mucho ms importante". El hecho es que fue tornndose ms desconfiado,
deba controlarlo todo varias veces, comenz a colocar sistemas de
seguridad ms estrictos sobre sus papeles, como "cerraduras, llaves,
candados dobles, etctera". Se torn receloso y cuidadoso evitando
comentar sus investigaciones, malhumorado y agresivo. La distancia
laboral interpersonal generada fue cada vez mayor, prcticamente no
se hablaba con nadie, se transform en un ser taciturno y aislado,
miraba a todos con desprecio. Tambin llev este nimo paranoide a su
casa, manteniendo a nivel familiar igual distancia y preocupacin.
Todos los intentos de su esposa para contraargumentar lo que le
suceda fracasaban e incluso amigos iniciales del trabajo tambin:
nada lo haca entrar en razones y siempre ofreca con mucha carga
emotiva y enojo todas las pruebas de su instancia de persecucin. Su
esposa inicialmente crey que era as, hasta un punto en que ya no
pudo entender tanta persecucin, por lo menos en el contexto del
trabajo de su esposo, as que se contact con compaeros de ste y se
encontr con otra realidad. Esta situacin termin con la suspensin y
no renovacin del contrato laboral y de investigacin. Fuera de esta
situacin en el trabajo, el paciente siempre mantuvo su mundo de
intereses personales y nunca mostr un cambio negativo en su vida
personal, cuidado, deportes, hobbies, lecturas, y mantuvo todo
dentro de cierto orden, aunque se torn ms obsesivo y adems, en
palabras de su esposa, el nivel de rendimiento ya no era el de
antes y ella lo notaba tambin depresivo y agobiado por la lucha que
desplegaba en su lugar de trabajo. Finalmente acept tomar unas
gotas de haloperidol y algunas benzodiazepinas ansiolticas. En
realidad estaba deprimido. Finalmente se fue de Energa Atmica:
"Lograron vencerme, realmente me perjudicaron". Ac se reactiv su
nimo persecutorio. En ningn momento pretendi querellar. Sospechaba,
lleg a pensar en la persecucin extralaboral, en el seguimiento, se
senta vigilado y pensaba tambin en la posibilidad de que sus
llamadas telefnicas estuviesen interferidas. Posteriorrmente se
acentu el nimo depresivo y hubo que darle antidepresivos. Al cabo
de unos 7 meses de tratamiento mejor anmicamente, pero mantena
inclume el delirio persecutorio, verosmil, lgico y creble que
siempre expona con mesura (estaba medicado), aunque en el fondo se
poda notar el matiz elevado de su nimo. Finalmente este ncleo
delirante persecutorio qued como un hecho sobre el cual el paciente
dej de hablar, salvo que cada tanto uno preguntase acerca de l.
Adems su esposa tambin not lo mismo. Se tranquiliz mucho y recuper
su fuerza de siempre. Consigui trabajo en otra empresa. Durante un
par de aos de seguimiento siempre insisti en un complot en su
contra y siempre manifest su enojo ante esta situacin. Al poco
tiempo, en la otra empresa comenz a notar lo mismo: persecucin y
que queran perjudicarlo. Es ms: comenz a vincular a ambas empresas
en contra de l. El resto de la vida del paciente era igual. Fue
deteriorndose econnicamente, ya que fue nuevamente dejado sin
trabajo por el mismo motivo. En sntesis, este paciente siempre tuvo
la idea delirante de persecucin presente y sta siempre mostr las
caractersticas de ser verosmil y creble. Nunca se detect otro
fenmeno psicopatolgico. La estructura previa de personalidad era la
de una caracteropata paranoica con rasgos obsesivos: era notable su
soberbia, psicorigidez, falsedad del juicio y egocentrismo, ya que
todo giraba alrededor de l y nunca admiti la posibilidad de haber
errado en sus investigaciones, etctera. Era un ser inteligente pero
difcil para convivir, siempre haba en su mirada un aire distante y
de cierto enojo, no permita un mayor acercamiento personal. Era su
nimo depresivo recurrente el que permita que viniese a consultar a
un psiquiatra, adems de la exigente presin de su esposa.Otro tema
dentro de la interpretacin es la grandeza omegalomana.Ac el
paciente interpreta que lo que l cree es la verdad absoluta. El
soberbio equivocado ante la realidad cambia de opinin, esto es,
termina admitiendo su error, aunque parezca lo contrario. En el
paranoico todos sus sistemas de creencias y juicios de valor son la
verdad. Ac, si bien puede haber persecucin, lo que domina es la
idea de superioridad. El campo laboral puede ser cualquiera. Estos
pacientes con su habitual psicorigidez creen que lo que ellos
piensan es la certeza y no admiten crtica ni refutacin ni
contradicciones. Buscan la vuelta intelectual para que nuevos
conocimientos ingresen a su sistema. Terminan armando un cuerpo
doctrinario completamente lgico y creble, pero precisamente falso.
Y cuando el enfermo tiene que defenderlo lo hace sin la ms mnima
autocrtica. No es el investigador empecinado obsesivamente con una
idea a la que persigue, analiza y estudia, donde se puede detectar
siempre la duda como una constante. El paranoico parece un
intelectual. Es un inautntico del pensamiento, ya que al no dudar
se fanatiza. Rara vez consulta a un psiquiatra, en realidad si lo
hace es porque se ha deprimido ante el fracaso que le generan sus
actitudes. Mientras el paranoico perseguido cree, por sus
interpretaciones mrbidas, que lo quieren perjudicar, el paranoico
megalmano cree, tambin por interpretaciones anmalas, que es
superior. A diferencia del soberbio, estos megalmanos carecen de
autocrtica.Otro aspecto ofrecen los llamados "arregladores". Estos
pacientes creen tener las soluciones para todas las cuestiones
polticas, sociales, econmicas, religiosas, cientficas, filosficas,
etctera. Son obviamente megalmanos. Creen de la misma manera
paranoicamente en su sistema de creencias. Pueden tener una actitud
combativa y comprometida con el sistema al cual combaten o
defienden. Ac pueden rozar con los fanticos idealistas. Pero la
pasin no es tan intensa como en estos ltimos, que llevan las cosas
hasta las ltimas consecuencias. Es ms intelectual y pasiva. No es
una accin como la del fantico. Es un pensamiento irrefutable de
poder arreglarlo todo. Ellos tienen esta verdad incuestionable.
Cuanto ms inteligentes, como en todo el crculo paranoico, ms
complejo es el problema para los que rodean a este paciente. El
hecho es que a la larga fracasan porque no arreglan nada. Y
consultan porque se deprimen secundariamente.Dentro del grupo de
laspsicosis pasionalesde Clrambault se agregan hechos notables
desde todo punto de vista. Sobre la base de una estructura
paranoica u obsesiva se agrega la pasin, o sea la valencia afectiva
que genera gran accin. La reivindicacin es el afn de buscar
reparacin moral ante un dao u ofensa recibidos. Hay que reivindicar
a toda costa. Si bien este sentimiento lo podemos padecer todos, ya
que es justo querer reivindicacin ante un dao, esta situacin con el
transcurso del tiempo cede, se enfra. Y as, cuando uno quera
litigar, ahora afloja, no tiene ganas o no le interesa ms. En
cambio, en la paranoia reivindicatoria este afecto permanece
inclume y moviliza todo tipo de acciones, durante mucho tiempo, ya
que se retroalimenta continuamente. A veces, ante situaciones que
normalmente se pueden evitar, ac es motivo de juicio, de una nota o
de un cuestionamiento verbal. No dejan pasar nada, no es que sean
quejosos mrbidos; ante un dao quieren a toda costa una reparacin,
pero a veces sta es absurda. Si no la obtienen, se quejan o hacen
una nota o se embarcan en un juicio costoso e innecesario o llegan
a cometer lesiones por arrebato o se convierten en perseguidores.
Esto es, se tornan peligrosos. Estas personas se detonan fcilmente
de esta manera. Fuera de ello son seres normales que trabajan sin
mayores problemas. Pero con el tiempo se hartan de l porque agotan
con tanta nota, querella, agresividad, pedido de explicaciones y
bsqueda de reparacin que nunca obtienen.En el libro de Colina y
Alvarez (pg. 219) consta de P. Serieux y J. Capgras: el delirio de
reivindicacin (delirio convincente) es menos un "delirio" que la
manifestacin de una personalidad psicoptica. El delirio de
reivindicacin parte de una idea fija, en el de interpretacin se
llega a una idea fija tras una larga fase preparatoria. El
reivindicador quiere hacer triunfar su idea obsesiva, el
interpretador comienza por emitir juicios falsos sin un plan
determinado. Dice (pg. 202): en el delirio de interpretacin hay:1.
Interpretaciones delirantes,2. Ausencia de alucinaciones,3.
Persistencia de la lucidez y actividad psquica,4. Evolucin, por
extensin progresiva de la interpretacin,5. Incurabilidad sin
demencia terminal.Cita a Regis (pg. 201): "La interpretacin
delirante es a la idea delirante lo que la ilusin es a la
alucinacin". K. Serieux y Capgras circunscriben la paranoia en
relacin a estas especies clnicas de interpretacin y de
reivindicacin (pg. 205). Hay dos tipos de reivindicacin:1) El
delirio reivindicador egocntrico (pleitistas, ciertos artistas,
literatos incomprendidos, perseguidos hipocondracos, amorosos,
etctera),2) El delirio de reivindicacin altruista (inventores,
reformadores, profetas, taumaturgos, fanticos, anarquistas,
regicidas y magnicidas (pg. 209).El reivindicador es un obseso, ya
que no vacila en sacrificar su fortuna, su familia, su libertad y
su propia vida ("odio enfermizo" de Morel) (pg. 215).Serieux y
Capgras resumen as estos delirios:1) Delirio de interpretacin
(error del juicio), y2) Delirio de reivindicacin (ideas obsesivas,
fijas, con exaltacin pasional).Esto equivale a lo esquematizado por
Clrambault en su clasificacin: paranoia y psicosis pasionales
(erotomana, reivindicacin y celos) respectivamente (pg. 264).Caso N
2M.P., de 28 aos. Hace dos aos sufre un accidente de trabajo
mientras iba subiendo por una escalera; en efecto, se le cae un
matafuegos en la cabeza. Se desmaya y es llevado a una clnica donde
queda internado una semana en observacin. En este plazo sus amigos
y jefes no lo van a visitar y atender como l pretende, lo cual le
genera mucho disgusto y enojo. Cuando se reintegra a su trabajo
nota que el recibimiento es fro y que sus jefes no lo reciben como
debieran, que sus compaeros prcticamente se desinteresaron de l y
que ahora se explica por qu no fueron a verlo a la clnica con la
frecuencia que para l hubiese sido la necesaria. Al poco tiempo de
estar trabajando su malestar interpersonal se va acentuando, se
torna retrado, enojoso, irritable, malhumorado y agresivo. Un buen
da, a raz de un entredicho dispara contra uno de sus jefes una
crtica hostil, de que fue injustamente tratado durante su
internacin, en la que mereca mejor trato en razn de su amplia
dedicacin al trabajo desde siempre. Acusa enrgicamente tambin a sus
compaeros. Dada la situacin hostil, M.P. comienza a ser relegado de
funciones, los compaeros se alejan cada vez ms, no lo saludan, lo
que genera que haga una nota ante el gremio y otra ante la
superioridad de la empresa. Estas notas se van repitiendo. El
rendimiento laboral disminuye. El afn de reivindicacin no cede. Ya
en la consulta se constata que se trata de una estructura paranoica
tpica. Quiere simplemente una reinvindicacin moral, no quiere
dinero ni una indemnizacin, quiere ser reconocido, "que le pidan
perdn, que acepten pblicamente que la trataron mal". Toda esta
historia se pudo conformar porque M.P. concurri al principio con un
compaero de trabajo. Se le dieron licencias laborales, acept hacer
psicoterapia, no acept medicacin alguna. Al cabo de tres meses
segua con el mismo vigor reivindicador. Esto motiv otras notas a
sus superiores, aduciendo que esta situacin injusta lo haba llevado
a enfermarse de los nervios dificultndole trabajar con normalidad.
Pocos meses ms tarde se presenta una leve mejora y se reintegra a
su lugar de trabajo. Pero no todo vuelve a ser como antes, esto es
cierto. Lo tratan diferente, porque ha deteriorado su relacin con
el grupo. Esto genera que el paciente considere que se vuelve a
cometer otra injusticia, porque no le dan la tarea que l sabe
desempear y solamente le dan labores inferiores o subalternas. Otra
vez ms surge la nota a su jefe, al gremio, al presidente de la
empresa, etctera. Nuevamente aparece el nimo irritable querellante.
Un da a raz de una discusin de trabajo tiene una violenta pelea con
su jefe, quien lo suspende. Esta situacin le genera algo as como
una "reaccin paranoide breve", que obliga a dar intervencin
policial con internacin posterior en una clnica psiquitrica. A los
10 das se va de alta porque no lo encuentran psictico. Sale
medicado con neurolpticos. En la entrevista est muy recuperado y
tranquilo. De buen nimo. Cuando le pregunto ms a fondo, me responde
que "todo esto ha sido un complot y que realmente, si bien hoy
estoy tranquilo, cuando me mejore ms voy a iniciar un juicio
laboral, con juicio a todos por separado, ya que me he informado
bien con un abogado, tambin, le voy a hacer juicio a la empresa...
aunque me pidan disculpas de rodillas y me paguen todo, no los
perdono". Este paciente intent iniciar varios juicios, que no
prosperaron, pues no haba mrito suficiente para los abogados.
Finalmente lo hechan con una indemnizacin, el paciente no la acepta
e inicia otro juicio por daos y perjuicios. sta era su lucha y el
sentido de su vida.Caso N 3F.B., de 40 aos. Contador. Hace dos aos
rompe una relacin luego de estar 16 aos de novio. Estaba adems
unido profesionalmente con su ex novia. El hecho es que este
paciente obsesivo, minucioso, insulso y de rostro inexpresivo no
acepta esta situacin. Pues se siente perjudicado desde todo punto
de vista, a pesar del tiempo transcurrido. Cuando sera ms razonable
suponer que ya tendra que haber elaborado esta separacin, es al
revs, est ms enconado que nunca. Quiere a toda costa una
reivindicacin, una reparacin moral, que no es econmica, es moral,
"que me pida disculpas y reconozca que yo tengo razn. Y que todas
las cosas que ella me imputa tienen otra versin, que es como yo las
veo, y que si ella me escuchara atentamente vera que tengo razn y
capaz que as las cosas cambian. Esto no puede quedar as". Es que
adems tiene la secreta esperanza de que va a poder reconciliarse
con su ex novia, pues todava no entiende por qu lo dej "si
estuvimos 16 aos juntos", ya que los argumentos que ella esgrime,
si realmente me escuchara, seguramente la haran cambiar de opinin".
La llama por telfono, la amenaza, la insulta, le grita, le hace
planteos, le pide disculpas, etctera, a altas horas de la noche y
en cualquier momento. El hecho es que su ex novia ha pedido ayuda
al hermano, pues se siente atemorizada y pide por favor que se haga
algo con F.B., pues ha ido a golpearle la puerta y amenazarla con
matarse. Cuando al paciente, en una reunin familiar, se le pide que
vaya a vivir con su familia, pues se ha tornado peligroso para s y
para terceros, la dureza y firmeza de su rostro se tornan mas
notables. No le entra un slo argumento diferente a la constelacin
de pensamientos con la cual se maneja. Es intil contraargumentar.
Es un pcnico, cavilante y obsesivo de rostro apagado.Elidealista
apasionadoes una forma clnica del delirio de reivindicacin ms
combativa. El tema puede ser tanto religioso como poltico. Para
ellos el fin justifica los medios, lo cual los torna siempre
peligrosos. Sobre todo cuanto ostentan poder sobre las personas. Ya
que su fanatismo ideolgico, que no admite crticas, los lleva a
acometer contra la norma social vigente. Para llegar a sus metas,
productos de sus ideas delirantes paranoicas apasionadas, no dudan
en emplear mtodos violentos de todo tipo. La historia de la
humanidad tiene sobrados ejemplos de estos individuos, de variado
signo poltico, que por una idea matan y cometen grandes atropellos
contra la humanidad o contra determinados grupos. Los hechos ms
resonantes de estos lderes idealistas carismticos son las sectas
violentas que se autoeliminan, llevando a sus seguidores, casi
siempre marginales de la normalidad, a suicidios
colectivos.Elinventor delirantetiene la misma pasin de un verdadero
inventor, pero ante el fracaso, los verdaderos aprenden e intentan
un cambio de rumbo o abandonan el proyecto. Los delirantes no,
insisten en la misma idea, se creen no comprendidos, no admiten la
crtica y siguen empecinados en su proyecto de invento fracasado.
Cuando tienen recursos econmicos importantes se gastan fortunas y
arrastran a muchos detrs de ellos. Piden prstamos, se arruinan.
Siguen insistiendo con planos, proyectos, etctera. Dan todo tipo de
explicaciones y estudian permanentemente todo aquello que sirva,
para insistir en lo mismo. Fuera de ello son tambin personas
comunes y normales.Caso N4A.S., de 52 aos, es un mdico que cree
haber descubierto la cura del cncer. Inicia sus investigaciones de
una manera genuina. Gran personalidad, muy talentoso, seductor y
trabajador. Sus trabajos de investigacin los emprende slo acompaado
por un grupo de seguidores. Posee fortuna personal y autofinancia
toda su gestin. Si todo sale bien se cree candidato al premio Nobel
y con esta idea tiene seducidas a su familia y colaboradores. El
tema en cuestin es el germen de trigo que tendra una cualidad al
parecer anticancerosa. Invierte su fortuna en esta tarea. No
intercambia sus experiencias con nadie, no publica, no viaja al
extranjero, no se muestra, se mantiene oculto por temor a que le
roben la idea. Est muy apasionado y eufrico. Posee unos cuantos
casos de tratamientos exitosos fotografiados y armados con
precisin, pero no admite nada de nadie, mucho menos de colegas a
quienes acusa de ignorantes e incapaces. Sus colaboradores no son
mdicos, sino de otras profesiones (qumicos, bilogos, etctera),
posee secretarios, etctera. Adems, estudia filosofa (termina la
carrera) para entender mejor la epistemologa de la ciencia.
Invierte todo su dinero para obtener un germen de trigo purificado,
para luego administrrselos a sus pacientes. Hay en realidad una
carpeta con cuatro casos exitosos y nada ms. Lo notable es que
muchos pacientes quieren tratarse con l y podra, seguramente, haber
ganado mucho dinero prometiendo la cura del cncer, pero no, no
quiere hacer esto, lo que desea es investigar cada vez ms. Con la
carpeta de escasos casos exitosos pide un prstamo al gobierno, ya
que agot todos sus recursos. Oculta expresamente, con este
tratamiento, sus numerosos fracasos. Munido solamente de los pocos
xitos intenta obtener un prstamo por otras vas. La familia, al
principio, lo crea un genio, pero ahora, ante la situacin econmica
empieza a plantearse qu hacer y a dudar. Fracasa el prstamo. Se le
alejan los colaboradores. Culpa al pas, a otros mdicos, a sus
colaboradores y a su propia esposa por no poder seguir adelante con
sus investigacin, no admite la ms mnima crtica cientfica y
personal. No quiere publicar nada. Deja su consultorio. Con su
personalidad sobrevalorada y soberbia se queja, critica y fustiga
constantemente al sistema. El hecho es que se deprime ante el
fracaso y esto motiva la consulta al psiquiatra. Una vez mejorado
sigue creyendo que el germen de trigo purificado con su tcnica es
la cura del cncer y, es ms, que tendra que haber llegado muy lejos
en su carrera profesional. Pero el sistema lo ha traicionado. No
puede admitir que fracas, pone afuera toda la culpa, l no est
equivocado. No me ayudaron. Posteriormente deja el tratamiento y se
refugia en su consultorio.Finalmente estn los pacientes que
presentan la idea de que tienen una enfermedad incurable,
generalmente un cncer, pero que el mdico y su esposo (generalmente
son mujeres) complotados le ocultan esta informacin. Todo est
alimentado, desde ya, por dolores (cenestopatas) corporales de
diverso tipo que no mejoran regularmente. A pesar de todas las
argumentaciones siguen creyendo que se les oculta la informacin de
que tienen algo malo y grave. Por supuesto, se somenten a todo tipo
de estudios, operaciones y cambio de mdicos. Son muy criticadoras
de los profesionales de la medicina y de toda la medicina.
Desconfan, no cumplen regularmente los tratamientos, no entienden
razones, son agresivas, y no rara vez se embarcan en un juicio
contra algn mdico por supuesta mala praxis. Ac se tornara en una
paranoia hipocondraca litigante. O hay una propensin a desconfiar y
creer que se les oculta informacin sobre su verdadera enfermedad, o
se tornan litigantes, generalmente, contra los mdicos. Fuera de
ello son totalmente normales. A veces estn muy medicadas y/o son
propensos a la automedicacin mltiple. Siempre desconfan y tienen
rasgos variables de la estructura paranoica. Estas pacientes en
realidad son atormentadoras para los mdicos ya que no perdonan un
fracaso y un fracaso confirma lo que ellas piensan de los mdicos:
que son todos incapaces.Caso N5A.P., de 48 aos. Cenestpata de toda
la vida. Estructura paranoica de personalidad. Trabajadora
independiente. Criticadora de todo. Sobre todo de los mdicos, que
no aciertan con un diagnstico y un tratamiento. El hecho es que un
buen da, a raz de ver hablando a su esposo y a su mdico en el
pasillo, entendi rpidamente lo que suceda: "Tengo algo malo y me lo
ocultan, y ambos se han complotado para no decirme nada. En
realidad lo que tengo es un cncer y no voy a admitir que me oculten
lo que tengo". Increpa al mdico y a su esposo. Va de consulta con
otros profesionales y sigue creyendo lo mismo, el mdico le oculta
lo que tiene porque su esposo se complota con ellos. Se ofende
cuando le sugieren ver un psiquiatra. Gran tomadora de analgsicos,
ansiolticos, etctera. El trabajo la tranquiliza. Cuando concurre
finalmente a la consulta munida de montones de estudios, etctera,
confiesa tener la idea, la conviccin y la certeza de tener un cncer
de tero, incurable y que todos estn complotados por el esposo, a
quien acusa de instigador, cruel e inservible, todo as tramado
porque l se considera un fracasado, y ella exitosa ya que es la que
gana ms dinero. A pesar de estas acusaciones, el esposo acompaa
pacientemente a su esposa a la consulta y soporta todo
estoicamente. La paciente da detalles de conversaciones, gestos,
etctera, donde ha visto a su esposo hablando con los mdicos. Se la
trata con antidepresivos y luego neurolpticos. No hay cambios. Por
un lado las cenestopatas pelvianas son irreductibles y por el otro
las ideas patolgicas tambin. Cuestiona seversimamente a la medicina
y a los mdicos. Fue operada por un mioma y est en su nimo querellar
al mdico cirujano porque se le pas ver si tena o no un cncer de
tero. Por supuesto intent todas las medicinas alternativas. Cuando
se le da una explicacin de lo que realmente tiene se ofende y
contraargumenta. Decide no venir ms.Laerotomanaes la creencia de
que uno es amado por otro a distancia. Es la conviccin delirante
que otro nos ama, pero por diversos motivos este amor nunca se
concreta. Se pueden generar tres situaciones:La primera es la de
aquel que cree que alguien conocido se ha enamorado de l y los
argumentos en los que basa dicha suposicin son gestos, miradas, la
forma en que se sonri, la manera en que se qued escuchando, la
forma en que sent cuando ella ingres al recinto, etctera.
Posiblemente haya habido algn intercambio de palabras pero nada ms.
Por todos estos simples hechos estas personas creen con conviccin
que son amados silenciosamente, a distancia, por esa persona
elegida, que generalmente ocupa un rol social destacado.La segunda
posibilidad es el que se cree amado por alguien realmente relevante
de la sociedad pero donde jams hubo el ms mnimo contacto, algunos
creen ver en la televisin mensajes dirigidos hacia ellos, otros
tratan de acercarse para ver de cerca a su supuesto amado en
presentaciones pblicas. Se embarcan en enviar permanentemente
cartas de su amor oculto y clandestino.La tercera posibilidad es
cuando en el punto de partida de una ruptura amorosa o un amor que
estuvo a punto de concretarse, etctera, el paciente no admite ser
abandonado e interpreta que, a pesar del desdn y desprecio que est
sufriendo, el motivo real es que es amado por el otro a pesar de su
alejamiento, es ms, lo justifican. Estas situaciones generalmente
pueden producir reacciones paranoides que se agotan en el tiempo,
otros durante mucho tiempo siguen diciendo que mi ex novio, el que
me dej, an sigue enamorado de m. La nica cuestin de estos
delirantes es que a veces pueden en un arrebato agredir, lesionar o
matar a su otro enamorado inocente.Caso N6S.P., de 24 aos. Tiene un
fugaz romance con un jefe en su lugar de trabajo. Este ltimo decide
cortar esta relacin. Ella inicia una accin que va a durar ms de un
ao. La paciente insiste en que su jefe est realmente enamorado de
ella, pero que no se atreve a seguir por cobarda a dejar a su
esposa y casarse con ella. No admite otra posibilidad. Tiene la
conviccin ntima de que todo es as. El afn de sta es insistir en que
el amor de l hacia ella es una realidad. Inicia entonces una campaa
escrita, de enviarle por correo notas de amor, poemas, escritos
extensos, libros, cassettes, flores, etctera, diariamente. Dedica
toda su energa en enviarle por correo todo tipo de notas de amor.
No desea perjudicarlo, lo considera una vctima de s mismo, por su
cobarda. Culpa a su actual esposa y a su trabajo. No quiere
reivindicacin ni venganza. Acepta, trada por su padre, venir en
consulta. Todo esto motiva el alejamiento de su lugar de tarea.
Nunca lo llam por telfono ni se le apareci en pblico, ni le hizo
escndalo alguno. Slo se limita a mantener una intensa
correspondencia escrita. Le llega a enviar un libro completo de
poseas, hechas por ella, dedicadas a l, etctera. Le hace poemas a
razn de uno por da y luego se los enva. Siempre habla de su amor
maravilladamente. No le quiere hacer dao e insiste en que ste
realmente la ama en silencio. Pasados ya unos cinco meses, a pedido
de l, se encuentran. ste le pide que no le enve ms cartas, ya que
le ha generado una situacin gravsima con su esposa. Aparece
posteriormente una denuncia policial de parte de la esposa, que
detiene momentneamente la actividad de la paciente. De todos modos,
dice S.P. que "cuando estuve con l pude notar en su mirada que,
efectivamente, estaba dominado por su esposa y que certeramente
segua enamorado de m". Decide entonces luchar hasta el final luego
de una tregua. Es citada por la polica. Se promueve un encuentro
entre la paciente y su ex jefe. ste le cuestiona duramente el dao
que le ha producido. S.P. tambin le cuestiona el sufrimiento que le
ha causado, luego con dulzura le dice: "Por qu no reconocs, mi
vida, que me segus queriendo y que ests loco de volver conmigo", se
pone amorosa. Su ex jefe decide suspender la entrevista y la
amenaza verbalmente con que no siga y la trata duramente, y
categricamente le niega quererla, es ms: la odia. Ella se limita a
rerse e insiste en que "no seas cobarde, vos no quers reconocerlo".
Luego de este encuentro la paciente frena la correspondencia, pero
contina una accin escrita, en su casa, que es incesante, de poemas,
escritos, junta recortes, novelas de amor, etctera. Dice que se va
a dar una tregua. Lo ms notable es la certeza ntima que tiene de
que este hombre la ama realmente, y no hay argumentos que se le
puedan enfrentar para romper este crculo donde ha cado. No admite
jams que est enferma ni admite tomar medicacin alguna. La
estructura de personalidad es sobrevalorada, histrica, sensitiva y
obsesiva. La situacin generada se agota lentamente con el
transcurso de los meses, habiendo durado aproximadamente un
ao.Eldelirio celotpicoes la conviccin delirante de que uno es
engaado por su pareja. Como siempre sucede, es probable que tal
engao suceda, ya que son hostiles y descalificadores. Pero en
realidad, el hecho es que lo que agregan despus es delirante y
carece de fundamento cierto. Por ello son torturadores morales de
sus cnyuges y les hacen la vida imposible. A veces, luego de una
golpiza propinada y por denuncia policial posterior acuden al
psiquiatra para salir de esta situacin, atormentadora para el otro.
Lo notable es que luego de estar ms calmados y tranquilos la idea
del engao no se les borra de la cabeza y conviven con ella durante
mucho tiempo hasta otro episodio semejante, que a veces termina en
el crimen. Siempre conviene descartar el alcoholismo crnico y el
abuso de sustancias, ya que son de hecho ms frecuentes.Caso
N7A.H.P., de 45 aos, dueo de una empresa de ferretera industrial.
La estructura de personalidad es arrogante, soberbia, con mirada
huidiza. Acepta concurrir al psiquiatra ya que su esposa le ha
pedido el divorcio en razn de los hechos que me pasa a relatar.
Hace un par de aos va notando situaciones que lo llevan a la
conviccin de que su esposa le es infiel. Contrat a un agente
privado para seguirla. A pesar de no poder comprobar nada, su idea
de ser engaado no se atenu. Le puso grabadores especiales que
graban las conversaciones telefnicas. Se pasaba horas escuchando
todo. Confiesa no haber encontrado una verdadera pista en las
conversaciones grabadas; de todos modos saca conclusiones que
alimentan la idea de la infidelidad. Cada tanto tiene accesos de
agresin verbal y fsica contra su esposa a quien hostiga y le pide
confiese de una vez por todas. Los hechos son nimios, por ejemplo,
la esposa, que trabaja en su empresa, necesariamente interacta con
otras personas, sobre todo hombres, y el paciente interpreta:
saludos, gestos, miradas, forma de hablar por telfono, forma de
vestirse, de sentarse, de cruzar las piernas, de caminar, etctera,
como el paso seguro a la infidelidad. Un ltimo planteo termin con
denuncia policial por parte de la esposa, ya que la amenaz de
muerte. Ante el inminente abandono de la misma decide venir al
psiquiatra. Pero ac lo nico que hace es acusar a su esposa. Lleg
incluso a sacarla del trabajo. Est absolutamente convencido que su
esposa lo ha engaado. Razn por la cual no quiere acceder ms
sexualmente con ella. Duermen en camas separadas. No acepta
medicacin alguna. Pide que le extienda un certificado donde diga
que no est loco. Sus hijos se han alejado de l. A pesar de la
ausencia de constatacin su idea sigue irreductible, e incluso los
intentos de su mujer de convencerlo de su error tambin. Se
entrevista a la esposa por separado, quien apesadumbrada y
ofendida, manifiesta sentirse atemorizada, amenazada y con miedo
por la persecucin de que es objeto. Me jura que jams le fue infiel
(por qu no creerle?). Se descarta el alcoholismo.Eldelirio de
relacinde Kretschmer consiste en un delirio persecutorio instalado
en una personalidad previa denominada sensitiva. Esta estructura se
caracteriza por propensin al aislamiento, hipersensibilidad,
timidez, escrupulosidad, dificultad para relacionarse con el sexo
opuesto, obsesividad, sentimientos de inferioridad, inseguridad,
etctera. Son mujeres solteras que pasados los 3035 aos, a raz de un
conflicto de relacin, ya sea una ofensa, humillacin o desengao
amoroso, generan un delirio persecutorio con su entorno habitual.
Son personas que estn generalmente bien instruidas. El hecho es que
se concentran en su trama delirante perdiendo rendimiento laboral.
El delirio logra mejorar moderadamente con neurolpticos. Sufren
mucho su situacin. Es slo un aspecto de su personalidad el que se
enferma, ya que por lo dems pueden seguir operando normalmente. El
delirio est dentro de lo verosmil.Dice Kretschmer (pg. 189) sobre
la delimitacin del delirio sensitivo-paranoide: ste constituye un
tipo patolgico o tipo reactivo paranoico. Sus caractersticas
etiolgicas principales son:1) El delirio surge sobre la base de una
tara hereditaria grave en personas de gran labilidad reactiva;2) La
constitucin psicoptica congnita se caracteriza, en su aspecto
biolgico general, sobre todo por su agotabilidad, con inhibiciones
sexuales excesivas y falta de pulsin ertica;3) Con estas premisas
endgenas la gnesis de la afeccin es psicolgico-reactiva. Se
caracteriza por la trada carcter, vivencia y ambiente;4) El delirio
sensitivo-paranoico deviene condicionado por la disposicin
caracterolgica. Cuanto ms sensitiva es sta, tanto ms tpicamente
aparece. En lo que respecta al curso del delirio (pg. 199) dice:
"La presencia de una viva reactividad psicolgica en todos los
estadios patolgicos, su tendencia a la curacin en los casos puros y
ms leves y la perfecta conservacin de la personalidad an en los
casos graves". De estas observaciones se desprende una ley
fundamental de la caracterologa psicoptica: "En un carcter con
diversas posibilidades reactivas, una reaccin patolgica determinada
es desencadenada de un modo especfico por la vivencia clave
correspondiente".Se presenta una observacin claramente
perteneciente al grupo de los delirios sensitivos de relacin donde
los pacientes sienten que las dems personas que los rodean en su
cotidianeidad conocen sus ms secretos pensamientos y
sentimientos.Caso N8A.B.D., de 44 aos, soltera, profesora de
literatura en un colegio secundario religioso. A raz de una
supervisin que se llev a cabo en el colegio donde trabaja, sta fue
observada. No admite esta crtica a su trabajo y se deprime con
mucha angustia. Falta un par de das al colegio, se recupera y
vuelve a trabajar. Pero empieza a sentirse vigilada y observada.
Cuando da clases se siente tambin observada, por sus alumnos, de
manera diferente. Cuando corrige las pruebas escritas cree ver en
un error o en una mala redaccin una referencia hacia ella. Cuando
entra al colegio y mientras est en la sala de profesores se siente
observada, cree que saben cosas ntimas de ella. Es muy religiosa y
se torna ms religiosa. Es una persona longilnea de cara afilada,
muy sensible, tmida y ensimismada. Sufre mucho que la hayan
cuestionado como profesora en el colegio. Cree que todos se burlan
de ella. Adems se ha deprimido. Es tratada con antidepresivos y
neurolpticos. Mejora mucho. Pero persiste la ideacin
autorreferente. Pasar por la direccin del colegio le genera gran
ansiedad. Cuando tiene que saludar a la directora siente que sta la
mira de una manera distinta al resto, que la controla y vigila.
Todo esto ha llevado a la paciente a aislarse cada vez ms. Se le
indica licencia laboral. Se va a vivir con su familia, ya que vive
sola. Mejora. Se ha tornado hiperreligiosa. Se siente ahora muy
culpable por no haber rendido lo suficiente ante sus alumnos.
Finalmente vuelve al colegio ms recuperada. Persiste la ideacin
desconfiada. Sigue con la conviccin de que sus compaeras saben de
sus intimidades. Se esfuerza para dar clase y se sobreexige. Adems
un pensamiento invade a esta paciente: siente que ha fracasado ante
su familia, que esperaba mucho ms de ella. Vuelve a deprimirse con
mucha angustia e ideacin suicida. Otra licencia laboral,
antidepresivos y haloperidol. Confiesa luego que todo esto se debe
a que tuvo un enamoramiento hacia otro profesor. Que todo el mundo
lo sabe y que por ello fue reprendida. En realidad nunca cruz
palabras con este compaero, fueron miradas, y algunas
conversaciones triviales sobre lo cotidiano. Fue un enamoramiento
secreto por parte de ella. Finalmente luego llegan las vacaciones y
con licencia laboral ms prolongada cede parcialmente la ideacin
delirante y ms mejorada anmicamente vuelve a trabajar al ao
siguiente. Entre los antecedentes familiares consta: una ta paterna
suicida. Un hermano padece depresiones peridicas. Una prima sufri
un episodio psictico mstico debiendo quedar internada y otra prima
presenta una caracteropata religiosa con propensin fantica.Caso
N9A.P., de 56 aos, soltera, jubilada, vive sola. Longilnea,
astnica, tmida y depresiva. De rostro algo desagradable porque
tiene un rictus de malhumor. Un buen da tiene un altercado con el
hijo de un vecino, donde ste la ofende dicindole "vieja loca".
Desde entonces dice que estos vecinos se ren de ella, que le hacen
burlas, porque saben que es lesbiana y que adems han notado que se
masturba mucho y que tiene pensamientos pecaminosos. El hijo del
vecino, al pasar un da por la puerta de su casa, adems de no
saludarla, hace un gesto con la nariz, que la paciente interpreta
inmediatamente como que haba olido algo feo en ella, un mal olor
que ella despeda. Rpidamente fue a darse un bao. Como not algo de
flujo vaginal pens que dicho olor vendra de all, que por otra parte
ella no senta. Consult un gineclogo quin no le encontr nada. Estaba
muy angustiada porque conocan su intimidad. El otro da estaba el
vecino en el techo arreglando una antena de televisin junto con su
hijo y vio que hacan comentarios entre ellos, que A.P. interpret
como que comentaban que era lesbiana y lo nico que piensa es en
mujeres. Finalmente consulta con psiquiatra trada por una amiga. La
paciente se considera heterosexual, pero su vida sexual ha sido muy
escasa. Est muy apesadumbrada, avergonzada e indignada por lo que
le sucede. Quiere mudarse. Est deprimida. Piensa que todo es
irreparable. Es medicada con haloperidol y ansiolticos, mejorando
notablemente. Remite rpidamente la ocurrencia de despedir un mal
olor de su cuerpo e incluso admite lo falaz de pensar que crean que
es lesbiana. La hermana est internada en un hospital psiquitrico.
La madre tambin tena problemas mentales.Kretschmer (pg. 16)
cuestiona la autopsicosis circunscripta de Wernicke basada en ideas
sobrevaloradas, que considera son simples observaciones y no
cuadros patolgicos. Dice luego que Friedmann ha estudiado ms a
fondo este tema, al aludir a formas paranoicas ligeras e intentar
incluir sus sndromes considerndolos como un subgrupo de la paranoia
crnica verdadera de Kraepelin, con la particularidad de un curso
suave y una relativa curabilidad. Dice Kretschmer (pg. 21): "De
hecho las investigaciones sobre el carcter paranoico han dado hasta
ahora el nico resultado que en general se acepta de que no existe
una disposicin paranoica en s, sino que diferentes caracteres
pueden llevar a la paranoia". Agrega (pg. 23): "Los rasgos
generales de la paranoia abortiva, segn Gaupp, son: disposicin
bsica psicastnico-neurtico-obsesiva. Durante la enfermedad,
formacin delirante insidiosa, afecto pasajeramente
depresivo-temeroso, reconocimiento a medias de la enfermedad,
oscilaciones del curso y ausencia de egosmo destructor". El cuadro
patolgico que Gaupp describe aqu no se encuentra situado
directamente en el terreno de las ideas sobrevaloradas de Wernicke
y de la paranoia leve de Friedmann. Pero aqu es importante
reconocer que lo que Friedmann describe como "paranoia leve" y
Gaupp como "paranoia abortiva", no es, en manera alguna, idntico.
El primero juzga el delirio de referencia sobre todo desde el punto
de vista delsuceso desencadenante,mientras que el segundo lo
considera desde el punto de vista delcarcterque constituye su
fundamento.Las psicosis paranoica peridica de Friedmann consiste en
paranoias peridicas de poca intensidad que remiten rpidamente y
mucho ms con neurolpticos. Lo llamativo es la lgica con que los
enfermos defienden esta situacin, a veces poco creble. Siempre
pueden detectarse factores desencadenantes. Fuera de este delirio
persecutorio de buen pronstico los pacientes se mantienen intactos
en su vida de relacin, profesin, trabajo, etctera.Caso N10A.P. de
45 aos, soltera, vive sola en un departamento cntrico. Trabaja en
una oficina de comercio exterior en un cargo de nivel medio. Es
inteligente, educada y de buena presencia. Es sensible, obsesiva y
meticulosa. Tiene adems un nimo paranoide, de sospecha, que puede
controlar sobre todo en su lugar de trabajo. Le gusta ir al cine,
tiene amigas, le agrada pasear por la zona de la Recoleta, leer,
etctera. El hecho es que padece estados paranoicos persecutorios
peridicos. Cada uno o dos aos padece delirios persecutorios
semejantes que le duran dos o tres meses, generalmente
desencadenados por conflictos laborales, que cada tanto tiene, y
que a veces le originan un nuevo episodio. Estos conflictos son el
olvido de un documento, el extravo de un expediente, el reto de un
jefe, un mal gesto, etctera. Los estados persecutorios jams la
llevaron a dejar su trabajo ni le perturbaron realmente su
rendimiento laboral ni interpersonal. Un da, cuando llega a su
casa, tiene sbitamente la sospecha de que alguien ha entrado a su
departamento. Porque cuando gir la llave de la puerta para abrirla
la not algo trabada, a partir de ah pens: "Alguien ha entrado". En
efecto, una vez adentro de su departamento not que todo estaba
cambiado, pero sutilmente, la plancha no estaba exactamente donde
ella la haba dejado, el centro de mesa estaba levemente corrido
hacia la derecha, la puerta del bao estaba abierta y ella la haba
dejado cerrada, su botiqun donde ella guarda todas sus cosas
personales estaban ligeramente corridas, el placard haba sido
examinado, porque not que el orden con que ella guardaba todo no
era el mismo; ya con plena conviccin de que haban entrado en su
casa, decide cambiar las cerraduras y llama por telfono a un
cerrajero conocido, durante la llamada nota que hay un ruido en la
lnea e interpreta que su telfono est pinchado. Viene el cerrajero,
le cambia las cerraduras, coloca otra ms, y cuando se va a trabajar
al da siguiente realiza una observacin minuciosa, meticulosa y
obsesiva de toda su casa y se va. Cuando sale del departamento ve
al portero rerse, e inmediatamente vincula a ste en su contra y lo
ubica como principal sospechoso de haber ingresado a su
departamento. El portero no tiene las llaves de su casa. Cuando
vuelve, luego del da de trabajo, siente exactamente lo mismo, haban
vuelto a entrar, lo nota porque las llaves no giran como siempre,
si bien todo estaba igual y en orden, por razones sutiles nota que
est todo tocado, que incluso haban sacado los libros de su
biblioteca, corrido valijas debajo de la cama, que incluso haban
movido el cubrecama y tenido relaciones sexuales en su cama, todo
haba sido examinado, incluso la heladera. El telfono segua
pinchado, la plancha haba sido usada, incluso el lavarropas. Esta
conviccin y argumentos delirantes persecutorios, donde operan
percepciones delirantes, se mantiene durante unos tres meses, nunca
deja de trabajar y nunca hace una denuncia ni le plantea nada a
nadie. Reduce un poco su campo de actividades como salir, ir la
cine, ver televisin, salir con amigas, etctera. Concluye que se
trata del portero, quien ha sido pagado para que le revisen la
casa, porque ella maneja informacin confidencial de la oficina
comercial donde trabaja. Su nimo es indignado, irritable y
preocupado. Acepta recibir haloperidol hasta 7mg/da que toma
ambulatoriamente, concurre regularmente a las entrevistas y un buen
da cede completamente el cuadro clnico, reaparece la conciencia
plena de la enfermedad con una autocrtica total; es ms: se burla de
s misma por las ridiculeces que ha llegado a creer y a sentir.
Vuelve a ser la de antes. Pude tratar a esta paciente en tres
fases, todas anuales y todas semejantes, con completa restitucin al
nivel premrbido.La forma atenuada de Gaupp correspondera al
siguiente caso clnico. Se trata de cuadros persecutorios con
tendencia crnica, atenuados, casi una neurosis de referencia,
organizada en un carcter obsesivo tpico. Posiblemente, tanto la
forma de Friedmann y la de Gaupp sean cuadros atenuados de lo
mismo, esto es, del crculo de las paranoias clsicas.Caso N11S.G.,
de 39 aos. Empleado, casado, con un hijo. Obsesivo, tmido, callado
e introvertido. Desde hace 10 aos presenta, cada tanto, estados de
nimo sospechoso. No alcanza para ser un delirio persecutorio en su
lugar de trabajo, no llega a tal, es la sensacin, la sospecha,
"algo ha cambiado, me miran distinto, algo me van a hacer, esto est
cambiado", etctera. Remite rpidamente con neurolpticos y el
paciente critica totalmente sus sensaciones anormales. Si deja de
tomar la medicacin vuelven a aparecer estas ideas. Est medicado
regularmente desde hace unos 6 aos. Un da en que decidi dejar todo,
lo vi moderadamente logorreico, con ideas de significado, crea leer
mensajes en la Biblia dirigidos a l, pona en relacin sin motivo;
este estado que le surgi inmotivadamente cedi luego de unas tomas
de tioridacina, el neurolptico que mejor tolera, pues el
haloperidol le produce acatisia. Luego autocriticaba todo. Su
trabajo, tareas, actividades, relaciones laborales, familiares,
etctera, los mantiene correctamente. Actualmente est asintomtico,
medicado con tioridacina. Cada tanto tiene sospechas inmotivadas,
que ceden rpidamente.Finalmente se presenta una observacin tpica de
paranoia de la involucin. Estos cuadros delirantes persecutorios
tienen la caracterstica de presentarse nicamente en la edad
involutiva de los pacientes. Esto es, pasados los 60 aos. Es
fundamental que no haya habido en toda la historia de estas
personas algn cuadro semejante o dentro del marco de otra psicosis.
Tambin es esencial descartar alguna enfermedad cerebral que pueda
producir delirios persecutorios. Adems no deben olvidarse los
comienzos tardos de algunos delirios parafrnicos, por ejemplo, la
parafrenia hipocondraca. Son entonces cuadros delirantes
persecutorios instalados en sujetos libres de antecedentes y de
alguna enfermedad cerebral incipiente. Slo sufren la normal
involucin. El hecho es que estos estados persecutorios lo organizan
con sus vecinos. Se va gestando una persecucin y perjuicio, por
parte de stos, de una manera sostenida y tenaz. Pero y aqu est lo
particular, es que adems de poner en relacin sin motivo
autorreferencialmente, creen que sus vecinos los molestan tirndoles
basura desde la ventana de arriba, que todos los ruidos que se
escuchan son hechos a propsito para molestarlos, pero llegan ms
lejos, les envan polvos envenenados por debajo de la puerta, a
travs de la caera de agua, de gas y elctrica, le interfieren la
luz, el telfono, la radio y la televisin, etctera. Expresan estos
acontecimientos tan inverosmiles con notable conviccin y hacen una
defensa airada del mismo. Fuera de esta situacin son personas
completamente normales. Atormentan a sus familiares, pero no
abandonan para nada sus obligaciones y tareas habituales. La
personalidad de base es la obsesivo-sensitiva y la paranoide. Por
lo general tienen buena respuesta neurolptica.Caso N12J.L., de 62
aos. Concurre acompaada por su hija. Hace unos meses comenz a decir
que sus vecinos la estaban molestando con ruidos de todo tipo. Que
corren muebles, zapatean, taconean y ponen msica a todo volumen,
exclusivamente para perjudicarla a ella y no dejarla en paz. Adems,
cuando se encuentra con ellos a la salida del edificio no la
saludan o hacen seas que ella interpreta como de burla, o al pasar
a su lado la paciente not que la rozaron con la ropa. Se fue a su
departamento y bajo un foco de luz observ que su ropa rozada por la
del vecino aludido estaba sucia, es ms: tena como un polvo, que
interpret como que se lo tiraron cuando la rozaron, pero ste era un
polvo envenenador colocado con toda intencin. En otra ocasin not,
cuando pasaban al lado de su puerta, que le tiraban un polvo
particular, tambin envenenador, lo que la llev a colocar trapos de
piso y burletes en la puerta de entrada. Adems not que cuando sus
vecinos sacudan la ropa en la ventana de arriba, tambin le enviaban
estos polvos envenenadores. Dej de abrir las ventanas y sell todo
con cintas adhesivas y burletes. Tambin comenz a decir que la
estaban molestando a travs de la caera de agua y de gas envindole
ciertos gases, que ella poda distinguir por el olor, y disminucin
del chorro de agua. Todo esto era un verdadero complot de sus
vecinos de arriba para perjudicarla y lograr que se vaya. En otro
momento atribuy una cada tensional de la luz tambin a sus vecinos,
siempre con el afn de molestarla. El aspecto de la paciente es
correcto, pulcro y educado. Est bien vestida. Por lo dems se
muestra de buen nimo, visita a su nietas, les compra regalos, ayuda
a su hija, sale con pocas amigas. No registra antecedentes de
enfermedad mental de ningn tipo. Su rendimiento intelectual es el
esperable para su edad. Jubilada docente. No se detectan fallas de
memoria. Est perfectamente ubicada en la realidad. Cuando se toca
el tema de los vecinos de su casa dispara con tono elevado y
convincente este delirio persecutorio. No admite y se enoja que se
dude o que se la contradiga. Las verificaciones que hizo su hija
con los vecinos y con el portero fueron negativas y pudo comprobar
que eran familias normales, que vivan como cualquier familia comn,
dice su hija. sta fue la razn que finalmente motiv a la hija a
traer a su madre a un psiquiatra, ya que al principio le crey,
salvo cuando surgi el tema de los polvos envenenadores que le
result poco creble. La paciente no acepta para nada estar enferma y
mucho menos tomar medicacin. De acuerdo con la hija se decide
administrarle haloperidol forte gotas sin que la paciente sepa. Se
logra cierta regularidad en la ingesta de unos 5 mg/da de
haloperidol. A los 15 das se logra una atenuacin del cuadro clnico,
pero le apareci acatisia y temblor, que oblig a reducir la dosis a
la mitad. El estado delirante se mantena intacto. La hija decide
llevarla a su casa donde est durante tres meses. All, que tambin es
un edificio de departamentos, no surgi en ningn momento lo mismo,
pero mantuvo intacto lo de su casa. Cada tanto iba a su casa para
limpiar y volva a notar las mismas cosas agravadas por la falta de
limpieza. Salvo este ncleo delirante que la paciente manifestaba
slo en el seno de su casa, era una persona completamente normal.
Este estado tuvo despus varias remisiones. Incluso tuvo un episodio
depresivo que oblig a darle antidepresivos. Finalmente, ante otra
situacin clnica persecutoria semejante, la familia y la paciente
aceptan tratamiento electroconvulsivante que tolera perfectamente.
El cuadro remiti completamente.Para concluir decimos que as como
tenemos la interpretacin paranoica del mundo, de Dios, del alma y
del cuerpo, la siguiente historia, es o no una interpretacin
paranoica del esquema corporal? De ser as, esta paranoia de belleza
que es la anorexia nerviosa, en algunos casos clnicos, no en todos,
no seran quiz delirios hipocondracos de tipo paranoico o delirios
paranoicos del esquema corporal?Caso N13J.P. es un joven de 19 aos,
arrogante, soberbio, irnico, brillante y distante. De rostro
afilado, enjuto, serio y huidizo. Concurre en una silla de ruedas
llevado por su familia. Notablemente adelgazado (35 kg), razn por
la cual es internado en un hospital general. El dilogo es el
siguiente:Yo me veo ms gordo.Pero ests muy delgado.Pero no para m,
yo me veo cada ves ms gordo y no soporto estar y verme as.Pero tens
que comer para alimentarte, lo mnimo para vivir y no enfermarte.Est
bien, pero yo no quiero engordar ms, me siento bien y as me veo
bien.Pero si ests hecho un esqueleto, adems, ests todo el da en tu
casa, no sals, ands en una silla de ruedas, camins con dificultad,
tens toda la cara chupada, no te res nunca, no tens amigos, en qu
te sents bien?Yo me siento perfectamente lo dice con mucha
arrogancia y fastidio.Tu familia est muy preocupada.Es problema de
ellos.Hay que alimentarte s o s.Yo no voy a comer.Tendremos que
colocarte una sonda.Hagan lo que quieran, luego vomito
todo.ConclusionesHay formas graves y formas leves, unas permanentes
y otras que remiten. Otras de propensin peridica. Posiblemente la
unidad psicopatolgica sea el desarrollo desde una caracteropata
paranoica. No sabemos si son endgenas insidiosas per se o
desarrollos reactivos sobre una caracteropata. O son endognesis o
son psicognesis. Una predisposicin particular, siendo la interaccin
desencadenante de las formas, ya sea interpretadora, reivindicadora
o sensitiva. Estos pacientes sufren, son agobiantes, su mundo est
estrechado y angostado. Muchos posiblemente sean noticia en los
medios, desde homicidios familiares hasta matanzas colectivas.
Ejemplo de magnicidios, fanticos que cruzan la lnea de la locura,
etctera, est llena la historia de la humanidad. Todos transitan un
plan de pelea con el mundo. Convivir con uno de ellos es difcil
para cualquiera, ya que tiranizan la existencia de los dems. Salvo
que se conformen locuras de a dos, de a tres, etctera, como suele
observarse. La obra ms importante a tener presente, en mi opinin,
es la de delirio de referencia de Kretschmer para cualquier
consideracin sobre este tema.Bibliografa1. Alonso-Fernndez F.
"Fundamentos de la Psiquiatra actual". 4ta. edicin. Editorial Paz
Montalvo, Espaa, 1979. Editorial Dorsa, Madrid 1994.2. Colina F. y
Alvarez J. M. "El delirio en la clnica francesa". Coleccin clsicos
de la psiquiatra. Editorial Dorsa, Madrid 1994.3. CIE-10.
"Trastornos mentales y del comportamiento". OMS. Editorial Forma.
Madrid, 1992. Washington DC, 1994.4. DSM-IV. "Diagnostic and
Statistical Manual of Mental Disorders". American Psychiatric
Association. Washington DC, 1994.5. Ey Henry "Tratado de
Psiquiatra". 8va. edicin. Editorial Toray Masson. Espaa, 1980.6.
Goldar-Rojas-Outes "Introduccin al diagnstico de las psicosis".
Editorial Salerno, Buenos Aires, 1994.7. Kraepelin E.
"Manic-depressive insanity and paranoia". Edinburgh. E & S
Livingstone. England, 1921.8. Kretschmer Ernst "Delirio sensitivo
paranoide". Editorial Labor, Barcelona, 1958.9. Leonhard K. "Manual
de Psiquiatra" (Traduccin de Sol Sagarra). Editorial Morata,
Madrid, 1953.10. Leonhard K. "The classification of Endogenous
Psychoses". 5th. edition. Irvington Publishers, Inc. New York
1979.11. Schneider K. "Patopsicologa Clnica". Editorial Paz
Montalvo, Madrid, 1975.12. Weitbrecht H. J. "Manual de Psiquiatra".
Editorial Gredos. Madrid, 1970.