1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZATACALA DRA. LETICIA BADILLO VELAZQUEZ DRA. CONSTANZA MIRALRIO MEDINA ALUMNO: FLORES ESPINIOZA ESAÙ PRACTICA CLINICA III TEMA PADECIMIENTO ACTUAL Y EXPLORACION FISICA DEL SISTEMA CARDIOVASCULAR GRUPO 2310
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZATACALA
DRA. LETICIA BADILLO VELAZQUEZ
DRA. CONSTANZA MIRALRIO MEDINA
ALUMNO: FLORES ESPINIOZA ESAÙ
PRACTICA CLINICA III
TEMA
PADECIMIENTO ACTUAL Y EXPLORACION FISICA DEL SISTEMA
CARDIOVASCULAR
GRUPO
2310
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PADECIMIENTO ACTUAL Y EXPLORACION FISICA DEL SISTEMA
CARDIOVASCULAR
PADECIMIENTO ACTUAL
Los pacientes con enfermedades del aparato cardiovascular pueden acudir con el
médico por uno o varios de los siguientes síntomas: dolor torácico, disnea, edema,
La palpación de alguno de estos elementos debe describirse posteriormente en
términos de localización, amplitud, duración y dirección del impulso. Movimientos
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pulsátiles. Normalmente solo puede palparse el pulso apexiano o choque de la
punta, sobre el foco mitral.
CHOQUE DE LA PUNTA
Variaciones fisiológicas
En los niños y en los jóvenes es frecuente percibir el latido cardiaco en decúbito
supino; en tanto que en adultos de más de 30 años, lo común es no encontrar
ningún latido palpable en decúbito dorsal. En cambio, en decúbito lateral
izquierdo, su comprobación es constante, si se exceptúan los casos de
dextrocardia. Por lo tanto, cuando no se identifica el choque de la punta en el
hemitórax izquierdo, en decúbito lateral izquierdo ni en decúbito dorsal, precise
buscarlo en el hemitórax derecho, recurriendo incluso al decúbito lateral derecho.
Como el resto de los movimientos pulsátiles y de los otros elementos que
pueden obtenerse a la palpación son generalmente patológicos.
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Estremecimiento catario (frémito o thrill)
Concepto: Es una sensación percibida por la mano que palpa, comparable a la
sensación que se obtiene al palpar a contrapelo el dorso de un gato que ronronea.
Se plantea que es producida por la sucesión regular de una serie de finas
vibraciones que provienen del corazón y de los vasos y que se trasmiten a la
pared torácica; algunas de estas vibraciones se trasmiten también a los vasos del
cuello. En los corazones normales, particularmente en sujetos con eretismo
cardiaco (jóvenes, simpaticotónicos, hipertiroideos, etc.) y pared torácica delgada,
puede percibirse una sensación vibratoria parecida al thrill, durante la sístole, a la
que se denomina tremor cordis. El tremor carece de significación patológica.
Choque de la punta:
1. Colocar al paciente en decúbito supino
2. Se colocan la yema del dedo medio en el quinto espacio intercostal izquierdo por dentro de la línea medio clavicular. Y se coloca la yema del dedo índice en el cuarto espacio intercostal y el dedo anular por el sexto espacio intercostal. Y se coloca la mano plana sobre el pecho
3. Colocar la mano plana y apreciar el choque
4. A la palpación se describe:
• La situación
• Frecuencia y ritmo
• Intensidad
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Mecanismo de producción
El mecanismo de producción es similar al que originan los soplos cardiacos.
Cuando la corriente sanguínea pasa de una porción estrecha a otra de mayor
amplitud, se forman torbellinos fluidos que al chocar contra las paredes cardiacas
o vasculares las hacen vibrar produciendo las sensaciones ya descritas. El thrill
es, por tanto, la manifestación táctil de un soplo.
Técnica del examen y caracteres del thrill
Para investigar la presencia de thrill, es preferible palpar la región precordial con
toda la mano. Como se explicó anteriormente, las vibraciones se identifican con
mayor facilidad si palpamos con la porción palmar correspondiente a las
articulaciones metacarpofalángicas, que si exploramos con la punta de los dedos.
Los estremecimientos catarios pueden ocurrir durante la sístole, en plena diástole,
o abarcar los dos tiempos, sin interrumpirse, recibiendo la denominación de: thrill
sistólico, diastólico o continuo (sistodiastólico). Su localización es variable; pueden
radicar en la punta, en la base, en los vasos del cuello, en el mesocardio o,
excepcionalmente, en la región xifoidea. El thrill apexiano suele percibirse mejor
en decúbito lateral izquierdo, mientras que los basales se exteriorizan más
fácilmente al ordenar al sujeto que se siente si está acostado; si está sentado,
pedirle que incline el tronco hacia delante y a la izquierda. En ocasiones,
tratándose de thrills basales o xifoideos, conviene mejor el decúbito ventral. Por lo
común, es mejor que la presión que ejerza la mano que palpa, sea ligera; aunque,
otras veces, la sensación se obtiene con más facilidad al presionar con mayor
fuerza la región que se explora. Las alteraciones patológicas de la palpación del
latido de la punta, el semiodiagnóstico del thrill de acuerdo con su semiografía y el
resto de los elementos palpables, que siempre son anormales. La inspección y la
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palpación combinadas en la región epigástrica y en la región cervical se utilizan
cuando se quiere profundizar en hallazgos anormales.
PALPACIÓN DE LA ARTERIA
CARÓTIDA
1. se inclina la cabeza del paciente al
lado que se va a explorar.
2. Se colocan las yemas de los dedos debajo del borde del cartílago tiroides
3. Colocar la yema de uno de los dedos entre la tráquea y el músculo
esternocleidomastoideo
a. se percibe la frecuencia y regularidad del pulso
b. velocidad de la elevación
c. intensidad máxima.
d. Velocidad de caída.
Para ello se emplea toda la mano o la porción palmar de las articulaciones metacarpo falángicas de la mano:
a. Área esternoclavicular
b. Segundo espacio intercostal derecho y borde esternal (área aótica)
c. Segundo espacio intercostal izquierdo y borde esternal ipsolateral (área pulmonar)
d. Borde esternal inferior izquierdo (área tricuspídea)
e. Área apical (deslizar las yemas de los dedos debajo del borde costal derecho cerca de la apéndice xifoides)
f. Observar el frémito vibratorio
Puede estar acompañando a un soplo y este puede ser patológico. La presencia de frotes pericárdicos.
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4. observar cualquier vibración palpable.
5. Se explora el lado opuesto.
En pacientes con hipersensibilidad del seno carotídeo (posibilidad de una
bradicardia extrema) o personas mayores (por las lesiones ateromatosas que
puedan tener). En algunos pacientes se auscultan soplos. Si estos se ubican
inmediatamente por arriba de las clavículas, pueden corresponder a soplos que
viene del corazón (p.ej.: estenosis aórtica, estado hiperdinámico). Si se ubican
en la parte más alta, donde la arteria carótida común se bifurca, pueden
deberse a una estrechez de naturaleza ateroesclerótica que genera un flujo
turbulento.
PERCUSIÓN.
El área precordial es la porción de tórax
en donde se proyectan y son más cercanos el corazón y los grandes vasos.
Para evaluar ésta área, se toma principalmente en cuenta el hábito corporal del
paciente.
Por ejemplo, en los longuilíneos, asténicos ó ectomorfos el desplazamiento hacia
abajo del diafragma, y en consecuencia del corazón, implica cabios en el choque
apexiano.
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Coexiste la delgadez, resulta un aumento aparente de la actividad cardiaca
(latidos y ruidos cardiacos se hacen mas notorios en la palpación y la
auscultación). En contraste con los brevilineos, pícnico ó endomorfos.
Ó Por embarazo, durante el embarazo, la velocidad a la que debe trabajar se
modifica de manera importante. (+)
Dado que el cuerpo aumenta de tamaño, el corazón debe acomodarse al cambio e
incrementar el flujo de sangre en aproximadamente un 30 por ciento.
La percusión es un recurso de valor limitado, para definir los bordes cardiacos o
determinar su tamaño, ya que la estructura del tórax es relativamente rígida y de
alguna forma se adapta a la conformación cardiaca.
Además del tejido adiposo y el musculo que se encuentra en está zona.
El tamaño del ventrículo izquierdo se estima mejor por la posición del latido de la
punta. El ventrículo derecho tiende a agrandarse según su diámetro
anteroposterior y no el lateral.
Una radiografía del tórax es mucho más útil para definir los bordes cardiacos.
Técnica.
Si no cuenta con otros medios, puede estimar el tamaño del corazón por medio de
la percusión.
Comience golpeando a la altura de la línea axilar anterior y siga la línea
hacia los bordes del esternón.
El cambio de nota timpánica a mate indica el borde del corazón.
En el lado izquierdo, la perdida de resonancia esta normalmente cerca del punto
máximo impulso del latido de la punta.
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Mida este punto desde la línea medioesternal hasta cada especio
intercostal.
Cuando se percute el borde cardiaco derecho, no se percibe ningún cambio de
resonancia hasta que se encuentra el borde derecho del esternón.
La obesidad, el desarrollo muscular y algunos procesos patológicos (como
presencia de aire y líquido) pueden distorsionar fácilmente los hallazgos.
Dado que todos los ruidos cardiacos son de frecuencia baja, y poco audibles para
el oído humano, se debe ser estricto a la hora de conseguir un ambiente
silencioso.
AUSCULTACION
La auscultación es uno de los métodos clínicos más valiosos para
el examen del corazón, especialmente para el diagnostico de las
afecciones valvulares que pueden ser reconocidas por sus
intermedio, antes de que hayan determinado modificaciones en la
forma y tamaño cardiacos o del electrocardiograma. Sirve también
para reconocer los estados de claudicación miocárdica y las
alteraciones del ritmo cardiaco. Constituye un método de
exploración difícil de reemplazar.
RUIDOS CARDÍACOS NORMALES
Se suceden con ritmo uniforme y constante:
1. Primer ruido. Es de tono bajo, timbre suave y larga duración (tum). Se genera
por el cierre de las válvulas mitral y tricúspide durante la sístole ventricular, más
las vibraciones provocadas por la contracción muscular y la posible expansión de
las paredes de los grandes vasos. Se percibe mejor en la región de la punta.
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2. Segundo ruido. Es breve y de tonalidad aguda (ta), coincide con la diástole
ventricular y el cierre de las válvulas sigmoideas aórticas y pulmonares. Es más
intenso en la región de la base, sobre el foco pulmonar en los jóvenes, y sobre el
aórtico, en los adultos y ancianos. Su brevedad se explica, atendiendo a que la
vibración de las válvulas que determina el cierre sigmoideo desaparece
prontamente, debido a que la misma sangre a presión contenida en la aorta y la
pulmonar, al principio de la diástole, apaga las vibraciones de las válvulas
semilunares.
La fase áfona entre el primero y el segundo ruidos cardíacos es el pequeño
silencio, y la que media entre el segundo y el primero, un gran silencio.
Los dos ruidos señalan el principio y final e la sístole; el gran silencio (incluido el
tercer ruido) es la diástole. La sucesión de primer ruido pequeño, silencio,
segundo ruido, gran silencio, es el ciclo cardíaco (tum-ta-tum-ta; Se admite la
existencia de un tercer y cuarto ruido cardíacos, ambos de escaso relieve auditivo.
3. Tercer ruido. Es sordo y de tono bajo, y semeja al eco apagado del segundo.
Coincide con la fase de llenado rápido ventricular cuando se abren las válvulas
auriculoventriculares. Se percibe bien en decúbito lateral izquierdo a nivel de los
IV-V espacios intercostales y en espiración forzada. Acrece con las maniobras que
aumentan el retorno venoso e incrementan el relleno rápido ventricular (ejercicio,
compresión abdominal; hacer levantar las piernas y brazos al sujeto acostado. Se
encuentra presenté en un gran número de niños y adolescentes sanos y rara vez a
partir de los 30 años.
4. Cuarto ruido. Es originado por la contracción auricular y distensión telediastólica
ventricular consiguiente (tono atríal). Esta denominación es contradictoria, pues se
trata de un fenómeno que se manifiesta al inicio de la revolución cardíaca. Su
frecuencia, en los sujetos jóvenes y sanos, varía del 0-5 %. Se capta mejor en
la base del apéndice xifoides y III-IV espacios intercostales izquierdos.
Los ruidos normales del corazón pueden modificarse en sus cualidades
fundamentales (intensidad, tono y timbre); en su número y sucesión (frecuencia y
ritmo) y por la aparición de ruidos adventicios.
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Aparte de los ruidos normales, hay una serie de ruidos anormales que tener en
cuenta; éstos
son:
1. Ruido de molino. Sincrónico con la sístole cardíaca, se ausculta en casos de
hidroneumopericardio.
Bricheteau (1860) lo compara al de las paletas de un molino al golpear en el agua.
2. Ruido de chapoteo. Por la remoción de gases y también líquido contenidos en
un estómago que está dilatado o herniado a través del diafragma o de la flexura
esplénica.
3. Ruido metálico. En el neumotorax a presión del lado izquierdo. Durante la
sístole cardíaca.
4. Ruido crujiente-burbujeante. En el neumomediastino, en niños y adolescentes.
Es extracardíaco
y sistólico-díastólico.
INTENSIDAD Y TONO
Tanto la intensidad como el tono guardan relación con varias características:
1. Grosor y conductibilidad sonora de los tejidos interpuestos entre el corazón y el
oído del observador.
La pared torácica delgada y vibrátil del niño o del adolescente o el pectus
excavatum y el pulmón elástico tienen consecuencias opuestas a la gruesa pared
del obeso y al amplio tórax del enfisema toso.
2. Velocidad con que se produce la tensión valvular.
La intensidad del primer ruido depende más de la velocidad con que se eleva la
tensión intraventricular (por una sístole enérgica), que de su grado; la del segundo
ruido, de la velocidad de cierre de las válvulas sigmoideas, a su vez en tre las
arterias pulmonar y aorta, por un lado, y las cavidades ventriculares en los
momentos iniciales de la diástole, por el otro (dp/dt, o primera derivada del
aumento de presión intraventricular dp/dt: cambios de presión/cambios de tiempo).
3. La mayor o menor distancia entre el origen dd\ y el fonendoscopio. Pues la
propagación atenúa y transforma los elementos sonoros.
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Los ruidos del corazón derecho, al ser más débiles que los del izquierdo, se
atenúan con mayor rapidez, pero la situación anatómica anterior del corazón
derecho en el tórax compensa, en parte, esta pérdida. Los movimientos
respiratorios, al aumentar o disminuir rítmicamente la distancia que separa el
corazón de la pared torácica anterior, disminuyen o aumentan también de manera
rítmica la intensidad de los ruidos o soplos fraguados en el corazón.
4. Estado anatómico del aparato valvular. Recordemos la acentuación clásica del
primer ruido en la estenosis mitral y del segundo en la esclerosis aórtica, ambos
procesos con válvulas engrosadas y densas.
. Interferencia de la contracción ventricular con la posición de las válvulas
auriculoventriculares. Esta interferencia depende, esencialmente, de la cronología
recíproca de las contracciones auricular y ventricular, es decir, de la duración del
espacio P-R. La onda sanguínea enviada por la aurícula al interior del ventrículo a
medio llenar, por la contracción de sus paredes, choca contra la pared y la sangre
contenida en su cavidad, determinando ondas sanguíneas de retroceso que
levantan las válvulas auriculoventriculares y aproximan entresí sus bordes libres,
cerrando parcialmente el orificio valvular. Si el ventrículo inicia su fase sistólica con
las válvulas en esta posición (espacio P-R acortado), se comprende que la presión
intraventricular se eleve mayormente y con más prontitud que cuando el ventrículo
comienza a contraerse mientras las válvulas se encuentran más alejadas entre sí
(espacio P-R alargado), circunscribiendo un orificio auriculoventricular más
amplio,por donde refluye parte de la sangre contenida en el ventrículo, hacia la
aurícula, lo cual es causa de que la presión intraventricular no se eleve
grandemente durante el período isométrico. independientemente de la fuerza de
contracción
ventricular.
6. Presencia del líquido en la cavidad pericárdica.
Que impide o dificulta la transmisión del sonido;esta debilitación alcanza ambos
ruidos, sobretodo el primero.
TIMBRE
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Se modifica si se perturba cualquiera de los elementos que intervienen en la
fisiogenia de los ruidos cardiovasculares; así, por ejemplo, el de la punta puede
hacerse más pastoso, velado al hipertrofiarse el ventrículo, debilitarse la sístole o
edematizarse la mitral y, en cambio, es más vibrante en las sístoles rápidas y
enérgicas o en la esclerosis de la válvula mitral, como en la estenosis.
Cuando las válvulas aórticas se esclerosan (sífilis, ateroma), el segundo ruido
adquiere un timbre especial comparado con el sonido que se obtiene al golpear
con el pulpejo de un dedo la otra mano aplicada plana contra el oído.
FRECUENCIA
La cifra normal varía entre límites muy amplios,desde 38-40 s/min (sístoles
minuto) en sujetos vagotónicos a 95-100 en distónicos vegetativos con
simpaticotonía; la óptima es de 60-
70 s/min:
1. Taquicardia (más de 90 s/min). Puede ser regular (sinusal, paroxismal) o
irregular (fibrilación auricular, extrasistolia irregular). Un aumento aparente de la
frecuencia cardíaca se observa
en:
a) Desdoblamiento del primer ruido cardíaco (tum-tum-ta). Se atribuye a
disincronismo de los componentes valvular, muscular y arterial del primer ruido. Se
ausculta en la región de la punta y con el enfermo en decúbito dorsal y algo
oblicuado hacia la izquierda y en apnea espiratoria.
Se encuentra en el 23 % de los niños y adolescentes y en el 15 % de los adultos
sanos. El desdoblamiento patológico se señala en el bloqueo de rama derecha
(retraso del componente tricuspídeo), extrasístoles ventriculares,
hipertensióngeneral. Debe evitarse la confusión con un ritmode galope.
b) Desdoblamiento del segundo ruido (tum-tata).
Su hallazgo es tan constante que su ausencia hacernos pensar (excluidas la mala
técnica de auscultación, enfisema, adiposidad, respiración superficial, equilibrio
tensional de ambos ventrículos [como en el complejo de Eisenmenger], estenosis
subaórtica) en un fallo izquierdo o coronario latentes. El motivo de este fenómeno
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reside en que, al aumentar durante la inspiración el retorno venoso al corazón
derecho, eleva la repleción ventricular derecha y esto produce un asincronismo
entre ventrículo derecho e izquierdo con prolongación de la sístole mecánica
derecha y subsiguiente retraso del componente pulmonar del segundo ruido.
En condiciones anormales, este desdoblamiento puede ser por retraso del cierre
de las válvulas pulmonares (se acentúa al final de la inspiración como una
exageración del fenómeno normal) o del componente aórtico que se sitúa al final
de la espiración (desdoblamiento paradójico o inverso) detrás del ruido pulmonar.
El desdoblamiento por el primer motivo (retraso de las válvulas pulmonares) se da
en el bloqueo de la rama derecha (por retardo de activación ventricular),
comunicación interauricular (sobrecarga ventricular derecha diastólica) y estenosis
mitral por prolongación de la sístole mecánica. En estos casos, el fenómeno
persiste auscultando al paciente sentado o en la posición de pie.
El desdoblamiento por retraso del componente aórtico (más acusado en la
espiración) se observa:
a) Por aumento de la resistencia al vaciado ventricular izquierdo (sobrecarga
sistólica). Como ela estenosis aórtica e hipertensión arterial generalizada.
b) Por sobrecarga diastólica ventricular izquierda
Como en algunos casos de conducto arterioso y pericarditis constrictivas; en éstas
la sobrecarga diastólica se presenta sólo en la espiración, originando el retraso del
componente aórtico del segundo ruido, sin que el pulmonar varíe de posición.
c) Por retardo de la activación del ventrículo izquierdo.
Como en el bloqueo de rama completo yen el síndrome de Wolff-Parkinson-White,
tipc
B. En el conducto permeable y la estenosis aórtica, el soplo y el apagamiento del
segundo ruido, respectivamente, impiden a menudo la percepción del
desdoblamiento, fácil de apreciar en los restantes casos.
2. Bradicardia (menos de 60 s/min, sin rebasar un mínimo de 35 s/min). Puede ser
accesional o permanente. El pulso suele latir con igual frecuencia; cuando esto no
ocurre hablamos de «bradisfigmia sin bradicardia», como en los ritmos y
extrasístoles bloqueados.
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RITMO
Ritmo cardiaco es el período armónico de latidos cardiacos formado por los
sonidos de Korotkoff. El corazón late durante la sístole (contracción del corazón
para impulsar sangre).
Ese es el primer ruido de Korotkov, y el segundo es durante la diástole (relajación
del corazón que permite que se llene de sangre para la sístole). Si estos ruidos no
son armónicos (es decir, si no se dan con periodicidad), entonces no hay ritmo
cardiaco. A esta pérdida del ritmo se le llama arritmia.
PARA LA FRECUENCIA CARDIACA EN REPOSO:
Recién nacidos: de 100 a 160 latidos por minuto
Niños de 1 a 10 años: de 70 a 120 latidos por minuto
Niños de más de 10 años y adultos (incluyendo ancianos): de 60 a 100 latidos por
minuto
Atletas bien entrenados: de 40 a 60 latidos por minuto
La formula con la cual se saca la frecuencia cardiaca Maxima es: para hombres
FreC= 220 - edad; Para mujeres FreC= 226 - edad
Pruebas usadas cuando se escuchan anomalías.
Maniobra de Valsalva.
Es un maniobra descrita a finales del siglo XIX, en la cual se pueden describir dos
fases, en la primera se pide al paciente que haga una inspiración profunda, la
segunda fase consiste en pedir al paciente que puje o que intente botar el aire
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contra la glotis cerrada, esta segunda fase disminuye la audibilidad de todos los
ruidos pero es de mucha utilidad para diferenciar los ruidos provenientes del
corazón derecho de los del izquierdo.
Ejercicios Isométricos
Consisten en someter un músculo a tensión sin que haya movimiento, como al
empujar una pared o apretar una mano contra la otra. Son ejercicios muy
utilizados en rehabilitación, ya que fortalecen el músculo sin forzar las
articulaciones, pero también pueden utilizarse de manera general para fortalecer y
acondicionar. Los ejercicios isométricos pueden elevar la presión sanguínea, y
aunque el nivel vuelve a ser normal después de un poco de descanso, puede ser
peligroso para personas hipertensas o con algún tipo de enfermedad
cardiovascular.
Es importante respirar continuamente durante los ejercicios para evitar que se
acumulen aún más los aumentos en la presión sanguínea.
Auscultación de soplos.
El fenómeno auscultatorio conocido como soplo es la percepción auditiva del flujo
sanguíneo turbulento, ya sea por aumento en la velocidad del flujo o por defectos
valvulares, vasculares o por cardiopatías en general. El sonido es similar al que
percibimos al soplar con los labios entreabiertos.
Fisiologicos.
Ausencia de alguna lesión anatomica del aparato valvular. Son considerados
como hallazgos normales y se presentan con mayor frecuenciaen niños y
adolescentes. Son soplos de poca intensidad por lo general grado I o II
en la clasificación de Levine y Harvey.
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Grado I: soplos muy suaves, no todos los examinadores los perciben y
corresponden por lo general a soplos funcionales.
Grado II: soplos suaves, pueden estar presentes al igual que los de grado I
en corazones sanos.
Orgánicos.
Están en relación con una lesión anatómica irreparable del aparato valvular. La
causa más frecuente es la estenosis (estrechamiento) o insuficiencia
(incompetencia para cerrar) de las válvulas cardiacas, las comunicaciones entre
las cavidades del corazón, algunas comunicaciones anormales entre los vasos
sanguíneos, en este grupo deben resaltarse los problemas congénitos (al
nacimiento) que se deben a malformaciones valvulares, y los causados por daño a
las válvulas cardíacas en pacientes que durante la infancia presentaron cuadros
repetitivos de faringoamigdalitis que pueden provocar fiebre reumática.
Caracteristicas de los soplos
Localización.
Un soplo se localiza en el área donde se ausculta mejor; la localización de un
soplo en relación con las áreas no implica el origen del fenómeno, un soplo
auscultado en el foco aórtico no quiere decir que sea de origen aórtico, en ese
caso la dirección en la que se irradia el soplo ayuda al evaluador a definir el
origen.
Irradiación.
Depende esencialmente de la intensidad, esto quiere decir que, mientras mayor
intensidad, mayor será el área de auscultación del soplo, puede entonces
irradiarse al cuello o a todo el tórax, sin embargo es necesario que se trate de
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delimitar el área de irradiación orientándose con la anamnesis y la posición en la
cual se encuentra el paciente al momento de la auscultación.
Los soplos se irradian en la dirección de la corriente sanguínea, por tanto se debe
consignar si dicha irradiación es a la axila, espalda, horquilla supraesternal,
hemitórax derecho o, como en el caso de la estenosis aórtica,
hacia el codo.
Los soplos se clasifican en seis grados según su intensidad,
de acuerdo con Levine y Harvey:
— Grado I: soplos muy suaves, no todos los examinadores los perciben y
corresponden por lo general a soplos funcionales.
— Grado II: soplos suaves, pueden estar presentes al igual que los de grado I en
corazones sanos.
— Grado III: soplos fácilmente audibles, más intensos que los de grado II, sin thrill.
Indican siempre lesión orgánica.
— Grado IV: soplo intenso, con thrill.
— Grado V: soplo muy intenso.
— Grado VI: soplo de gran intensidad que le permite al examinador detectarlo a
distancia sin tener que aplicar el estetoscopio.
Tiempo del ciclo cardiaco en que se auscultan y duración en el mismo ciclo.
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Los soplos se pueden clasificar de acuerdo con su situación en el ciclo cardíaco.
Los soplos ubicados entre el primero y segundo ruido cardíaco son los
denominados soplos sistólicos. Si ocupan toda la sístole se denominan
holosistólicos, si se ubican al principio son protosistólicos, y si se localizan en la
mitad de ella mesositólicos. Por último, los soplos al final de la sístole son los
llamados telesistólicos.
Si el soplo se ubica entre el segundo y primer ruido cardíaco, se denomina
diastólico. Y al igual que la clasificación anterior para los soplos sistólicos, se
diferencian en holo, proto, meso o telediastólicos, de acuerdo con su ubicación en
la fase de llenado ventricular.
Bibliografía
Horacio A. Argente, Marcelo E. Álvarez. Semiología Medica. Fisiopatología,
Semiotecnia y Propedéutica. Enseñanza basada en el Paciente. Editorial
Panamericana.
Henry M. Seidel, Jane W. Ball. Manual de Mosby Exploración física. Quinta
edición.
Antonio Surós Batlló, Juan Surós Batlló. Semiología Medica y Técnica
Exploratoria. Octava edición.
Uribe Misaeel. Tratado de Medicina Interna. Segunda edición. Tomo I. Editorial