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¿Por qué el comunismo es un tabú en los medios? Es fácil, somos una amenaza para el capitalismo. Los comunistas y nuestros medios de información Ahora es el momento de construir nuestros medios de comunicación, libres y sin intereses económicos. Se cumplen cien años del nacimiento de Miguel Hernández, poeta comunista que murió en las cárceles franquistas en 1942. Todos los medios se han hecho eco de los numerosos homenajes rendidos al Miguel Hernández poeta, pero nadie ha hablado del Miguel Hernández comunista, el que con sus versos arengaba a las tropas republicanas a continuar la lucha en el frente. Pero estos homenajes existen, y han sido silenciados. Siguiendo la misma línea, el 27 de octubre se inauguró el monumento a los fusilados en las tapias del cementerio de Torrero, en Zaragoza. Las autoridades presentes en el acto acudieron en la línea electoralista de “hacerse la foto” con los ciudadanos y luego marcharse cómodamente sentados en sus cochazos. Sonaron mucho las palabras “perdón”, “reconciliación”, “democracia”, “libertad”, “memoria”… Se recordó a republicanos, socialistas y anarquistas, pero ni una sola mención a los comunistas. ¿Acaso ellos no derramaron sangre y murieron por librar a la clase trabajadora española del yugo de la explotación y el fascismo? Estos luchadores existen, y han sido olvidados. En otro orden de cosas podemos hablar de las acusaciones vertidas en los medios de información capitalistas hacia Cuba y Corea del Norte, países cuya Revolución hace frente a los bloqueos internacionales y a la injerencia externa. No sólo a ellos, sino también a todos aquellos pueblos que intentan liberarse del orden mundial imperialista, organizándose y luchando por sus derechos. Estos pueblos, estas revoluciones, existen, y han sido criminalizadas. Evidentemente, en la era de la comunicación, lo que no se nombra no existe, y lo que se demoniza no se quita en años el sambenito. ¿Por qué es el comunismo un tabú en los medios? ¿Por qué si se habla de él se hace en términos de criminalización? La respuesta es clara: somos una amenaza seria para el capitalismo, nuestro proyecto puede desmoronar el actual estado de las cosas. Es por eso que los comunistas debemos emplear todos los medios a nuestro alcance para hacernos oír, desde Internet hasta la prensa escrita, pasando por radios libres, pegadas de carteles, mesas informativas, panfletos… Y, sobre todo, nuestra prioridad absoluta debe ser el contacto directo con los trabajadores y las trabajadoras, en los centros de trabajo y de estudio, en la calle. Y el Ofensiva es un gran medio para contar la realidad de la clase trabajadora y las causas de lo que ocurre día a día en sus vidas. Índice: - Editorial ................................. Página 1 - La amenaza Fascista ............... Páginas 2 y 3 - Saint Gobain ........................... Página 4 - Que leer.................................. Página 5 - Que ver ................................... Página 6 - Del PCE al PCPE ...................... Página 7 - Hoy como ayer, Revolución.... Página 8
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Ofensiva Nº 2

Mar 12, 2016

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PCPE Aragón

Segundo número de Ofensiva, el boletín del PCPE y los CJC de Aragón.
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¿Por qué el comunismo es un tabú en los medios? 

Es fácil, somos una amenaza para el capitalismo. 

Los comunistas y nuestros medios de información Ahora es el momento de construir nuestros medios de comunicación, libres y sin intereses económicos.  Se  cumplen  cien  años  del  nacimiento  de  Miguel Hernández,  poeta  comunista  que  murió  en  las cárceles  franquistas  en  1942.  Todos  los medios  se han hecho eco de  los numerosos homenajes rendi‐dos  al  Miguel  Hernández  poeta,  pero  nadie  ha hablado  del  Miguel  Hernández comunista, el que con sus versos arengaba a  las  tropas  republica‐nas  a  continuar  la  lucha  en  el frente.  Pero  estos  homenajes existen, y han sido silenciados.  Siguiendo  la misma  línea, el 27 de octubre se  inau‐guró el monumento a los fusilados en las tapias del cementerio de  Torrero, en  Zaragoza.  Las  autorida‐des presentes en el acto acudieron en la línea elec‐toralista de “hacerse  la  foto” con  los ciudadanos y luego  marcharse  cómodamente  sentados  en  sus cochazos.  Sonaron  mucho  las  palabras  “perdón”, “reconciliación”,  “democracia”,  “libertad”,  “memo‐ria”… Se recordó a republicanos, socialistas y anar‐quistas, pero ni una sola mención a los comunistas. ¿Acaso ellos no derramaron sangre y murieron por librar a la clase trabajadora española del yugo de la explotación y el fascismo? Estos luchadores existen, y han sido olvidados.  En otro orden de cosas podemos hablar de las acu‐saciones vertidas en  los medios de  información ca‐pitalistas hacia Cuba y Corea del Norte, países cuya Revolución hace frente a los bloqueos internaciona‐les  y  a  la  injerencia  externa. No  sólo  a  ellos,  sino también a todos aquellos pueblos que intentan libe‐rarse del orden mundial imperialista, organizándose y  luchando por  sus derechos.  Estos pueblos, estas revoluciones, existen, y han sido criminalizadas.  Evidentemente,  en  la  era  de  la  comunicación,  lo que no se nombra no existe, y  lo que se demoniza no  se  quita  en  años  el  sambenito.  ¿Por  qué  es  el 

comunismo un  tabú en  los medios? ¿Por qué si se habla de él se hace en términos de criminalización? La  respuesta  es  clara:  somos  una  amenaza  seria para  el  capitalismo,  nuestro  proyecto  puede  des‐moronar  el  actual  estado  de  las  cosas.  Es  por  eso 

que  los  comunistas  debemos  em‐plear  todos  los  medios  a  nuestro alcance  para  hacernos  oír,  desde Internet  hasta  la  prensa  escrita, pasando  por  radios  libres,  pegadas de  carteles,  mesas  informativas, 

panfletos… Y, sobre todo, nuestra prioridad absolu‐ta debe ser el contacto directo con los trabajadores y  las  trabajadoras,  en  los  centros  de  trabajo  y  de estudio, en  la calle. Y el Ofensiva es un gran medio para contar  la realidad de  la clase trabajadora y  las causas de lo que ocurre día a día en sus vidas. 

Índice: 

- Editorial  ................................. Página 1 - La amenaza Fascista ............... Páginas 2 y 3 - Saint Gobain ........................... Página 4 - Que leer .................................. Página 5 - Que ver ................................... Página 6 - Del PCE al PCPE ...................... Página 7 - Hoy como ayer, Revolución .... Página 8 

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OFENSIVA    NOVIEMBRE 2010 

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UNIDAD Y LUCHA OBRERA CONTRA LA AMENAZA FASCISTA La  estrategia  de  la  clase  capitalista  respecto  a  la lucha  antifascista  es  clara: nos hacen  creer que  el fascismo y la lucha contra el fascismo forman parte del pasado y que  los ataques nazi‐fascistas que  se siguen dando en la actualidad no son más que pele‐as callejeras. Pero nada más  lejos de  la realidad, el fascismo  se difunde a  través de  los medios de  co‐municación,  se  extiende  por  nuestros  barrios  y  se muestra  “tal  cual  es”  en  los  centros  de  trabajo  y estudio.  

Estamos  en  tiempos  de  crisis  capitalista.  Es  ahora cuando  la contradicción existente entre el desarro‐llo  de  las  fuerzas  productivas  y  las  relaciones  de producción bajo el modo de producción capitalista, se muestra con total crudeza. En esta coyuntura, los intereses  de  la  clase  obrera  y  los  intereses  de  la clase capitalista o burguesía chocan más que nunca y surgen los conflictos de clase.  

La clase capitalista pretende recuperar lo más pron‐to posible la tasa de ganancia que estaba obtenien‐do  hasta  el  estallido  de  la  crisis  económica.  Para ello, reduce y/o reubica gastos sociales y recorta los derechos  laborales de  la clase obrera. Su objetivo: por  un  lado,  destruir  fuerza  de  trabajo,  por  otro, reducir los derechos de los trabajadores y las traba‐jadoras, para reducir así los costes de explotación. 

La  clase  obrera,  obviamente,  no  está  dispuesta  a aceptar estas medidas, que promueven su despido y  extreman  su  explotación.  Por  este  motivo,  los trabajadores y  las trabajadoras toman conciencia y se movilizan.  La  cantidad  de  trabajadores  implica‐dos y el grado de su implicación en la lucha, depen‐de del trabajo formativo y de agitación de las orga‐nizaciones obreras políticas  y  sindicales que  lo  re‐presentan. De este hecho es bien consciente la cla‐se capitalista, que dirige grandes esfuerzos en des‐truir las organizaciones políticas y sindicales comba‐tivas a través de estrategias de carácter policial (es‐pionaje, detenciones, infiltraciones, etc.) e ideológi‐co  (difusión  del  reformismo,  criminalización  del comunismo, etc.). 

Y es que, para que  los conflictos de  intereses entre obreros/as  y  capitalistas  no  tomen  relevancia,  la clase capitalista ha de  justificar sus despóticas me‐

didas. Esto lo hace a través de una idea, la del “Pac‐to Social”, que defiende la conciliación de intereses entre obreros/as y capitalistas.  

Para  inculcar  a  la  clase  obrera  esta  falsa  idea,  la clase  capitalista  actúa  de  forma  estratégica.  A través de  los grandes medios de comunicación, ar‐gumenta  una  y  otra  vez  la  legitimidad  del  “Pacto Social” y niega  la pervivencia de  la  lucha de clases. Simultáneamente,  invade  ideológicamente  las  or‐ganizaciones  obreras,  buscando  la  pérdida  de  su combatividad y su aceptación del “Pacto Social”. 

Así es como  los capitalistas aniquilan  los sindicatos de clase y los partidos comunistas. Así es como des‐arman los argumentos de los trabajadores y las tra‐bajadoras, que viven el conflicto de intereses “clase obrera versus clase capitalista”, la lucha de clases, a pie de curro.  

¿Y  tan  importante  es  para  la  clase  capitalista  el “Pacto  Social”?  Sí,  lo  es.  La  burguesía  no  podría aplicar,  pacíficamente, medidas  anti‐obreras  como la reforma  laboral o el recorte de  las pensiones sin la inculcación al Pueblo obrero de la idea de “Pacto Social”.  

Sin el “Pacto Social”,  la burguesía se vería obligada a  ceder  a  los  intereses  de  la  clase  obrera,  lo  cual 

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El carácter nacionalista del fascismo tiene como prin‐cipal objetivo justificar la conciliación de clases

pondría en  riesgo su existencia parasitaria. Eviden‐temente,  esto  es  algo  que  no  está  dispuesta  a hacer. Antes de desaparecer, es capaz de ejercer de forma  extrema  su  poder,  incluso  vulnerando  las normas “democráticas” que ella misma había apro‐bado en tiempos de “Pacto Social”.  

Es en esta necesidad de represión extrema por par‐te  de  la  clase  capitalista  hacia  la clase  obrera  donde  surge  el  fascis‐mo.  

El fascismo es una expresión más de dictadura capitalista. En el fascismo, el poder represivo del estado es asumido, igual que bajo la democracia parlamentaria, por la clase capi‐talista. La diferencia entre las dos formas dictatoria‐les capitalistas,  radica en que  la primera,  la demo‐cracia  parlamentaria,  es  aplicada  por  la  burguesía cuando la clase obrera no lucha de forma activa por sus intereses, mientras que la segunda, el fascismo, es  aplicada  por  la  burguesía  en momentos  de  ex‐trema necesidad y peligro, que se producen cuando la clase obrera  lucha activamente por  la revolución socialista. 

El  carácter  nacionalista  del  fascismo  tiene  como principal objetivo justificar la conciliación de clases, el “Pacto Social”. Es por ello que todos los naciona‐lismos  recurren al argumento de  la  “unidad nacio‐nal”,  que  defiende  la  prevalencia  de  los  intereses nacionales sobre los intereses de clase, tratando de engañar a  la clase obrera. Asimismo, utilizan,  junto a éste, otros falaces argumentos como la superiori‐dad  racial,  étnica  o  religiosa,  con  similares  objeti‐vos. Y es que, precisamente, la demagogia populista es  fundamental  en  el  fascismo,  llegando  incluso  a disfrazar  de  revolucionario  y/o  socialista  a  este régimen  político  cuando,  en  verdad,  detrás  de  él, como  impulsora,  está  la  burguesía más  reacciona‐ria. Nuestra  tarea  como  comunistas es alejar  la dema‐gogia fascista de  la clase obrera. Y  la única manera de conseguirlo es a través de  la forma‐ción y la agitación de nuestra clase. 

Hemos  de  ser  conscientes  de  que  si hacemos bien nuestro trabajo y organi‐zamos  a  la  clase  obrera,  la  represión hacia  nosotros  y  nosotras  aumentará. Pero eso no nos debe preocupar. Nues‐tro trabajo debe continuar aún bajo las 

más feroces amenazas de  la clase capitalista, pues‐to que ello es signo de que suponemos un verdade‐ro problema para  la burguesía y que  la  revolución socialista está cada vez más cerca. 

El septiembre pasado pudimos observar estas ame‐nazas con la convocatoria de huelga general. Desde que se anunció, los medios de comunicación capita‐

listas  (propagandistas  oficiales  del sistema) no pararon de criminalizar todo  lo relacionado con el ejercicio del derecho de huelga por parte de los  trabajadores  y  las  trabajadoras 

¡y  eso  que  la  clase  obrera  se  encuentra  práctica‐mente desorganizada y sin una vanguardia definida! 

¡Hemos de combatir su propaganda! Hoy, más que nunca, es necesaria  la unidad y organización de  las fuerzas obreras y populares de carácter progresista. Nos  encontramos  en  un momento  histórico  en  el que  nuestras  siglas  deben  quedar  en  un  segundo plano  en  pos  de  la  unidad.  Pero  esto  no  significa renunciar a nuestro discurso y a nuestras propues‐tas.  ¡Todo  lo  contrario!  Solo a  través de  la unidad seremos  capaces  de  hacer  crecer  el  movimiento obrero y, con él, las siglas del Partido Comunista. 

Dejar  en  segundo  plano  nuestras  siglas  significa implicarse en la lucha con otras organizaciones pro‐gresistas  que  pueden  ayudarnos  a  organizar  a  la clase obrera y a conquistar derechos democráticos. Con estas organizaciones, hemos de crear y recupe‐rar estructuras organizativas a  través de  las cuales plantar cara a la reaccionaria clase capitalista. ¡Fun‐demos  comités obreros en  los  centros de  trabajo! ¡Pongamos en marcha asambleas en  los centros de estudio! 

Unidad, organización y  lucha obrera contra el capi‐talismo y la demagogia fascista. 

Adrian Jota 

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LA EMPRESA SAINT GOBAIN CIERRA 70 trabajadores serán despedidos pese a las ganancias de la empresa  Saint‐Gobain Solar Control S.L. anuncio el cierre de 

su planta en La Almunia de doña Godina el pasado 

13 de Octubre para trasladarla a Avilés en Asturias 

alegando había  tenido una  serie de pérdidas estos 

últimos años. 

La empresa  llegó al pueblo en 2003  contando  con 

unas  cuantiosas  subvenciones  y  facilidades  gracias 

al Ayuntamiento y  la DGA ascendiendo a 2,3 millo‐

nes  de  euros.  Parece  que  solo  han  ido  a  aprove‐

charse de  las ventajas y cuando se acabara el cho‐

llo, echar el cierre. Ésta empresa prometió en su día 

que la planta de La Almunia sería la más innovadora 

del  grupo  contando  con  técnicos  bien  preparados 

de  la Escuela Universitaria Politécnica de  La Almu‐

nia  (EUPLA).  Incluso en  llegaron a estar 120  traba‐

jadores en la planta. 

Pero  al  contrario  de  lo  prometido  han  ido  despi‐

diendo progresivamente a  los trabajadores, quitan‐

do primero a los temporales hasta quedar 60 actua‐

les, casi todos fijos. En sus  inicios contaba con tres 

líneas de producción: transformación,  laminación y 

capas, de las cuales actualmente queda laminación.  

Se  han  llevado  a  cabo  protestas  y  huelgas  por  su 

situación  en  defensa  de  sus  puestos  de  trabajo, 

pero a pesar de ello, la empresa sigue empeñada en 

llevar a cabo su plan de cierre y traslado. 

Se han llevado a cabo diversas negociaciones, en las 

cuales  aun  no  se  ha  llegado  a  acuerdo  alguno.  La 

empresa ha ofrecido unas alternativas inaceptables 

tales como el traslado de parte de  la plantilla para 

irse  a  trabajar  a  Avilés. No  aceptando  nada  de  la 

empresa,  los  trabajadores piden que no se eche el 

cierre y continúen en sus puestos de trabajo consi‐

derando que no tienen razón alguna para trasladar‐

se. 

Es normal el descontento de  los trabajadores y del 

pueblo de La Almunia por esta  injusta decisión, ya 

que  la empresa no ha hecho más que quitar  faena 

liquidando empleo y anunciando  su posterior  tras‐

lado, finalizando su plan con el cierre total en mar‐

zo‐abril de 2011. 

No se puede permitir el cierre de una empresa que 

ha declarado  500 millones de beneficios  el último 

semestre,  las  razones que alegan  son absurdas  te‐

niendo  en  cuenta  esto.  Si  siguen  adelante  con  su 

plan de traslado, que devuelvan el dinero público a 

la administración. Aprovechándose de  la nueva Re‐

forma  Laboral  lo  tienen  fácil pero  los  trabajadores 

no se rinden. 

¡Solidaridad con los compañeros de Saint Gobain! 

Contra el cierre ¡Unidad y lucha! 

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¿Qué leer? Libros recomendados para la formación comunista

LA HUELLA DE LA BOTA  Joan Cantarero   Temas de Hoy, 2010 

Este  libro  ha  su‐

puesto  y  supone 

una  buena  ayuda 

para  quien  quiera 

conocer  el  pano‐

rama  de  la  extre‐

ma derecha fascis‐

ta  en  España,  so‐

bre  todo,  los  de‐

nominados  «nue‐

vos  movimientos» 

que  surgen  a  par‐

tir  de  los  años  90,  después  de  la  descomposición 

formal  de  la  asociación  neonazi  CEDADE,  que  era 

hasta entonces la mayor organización nazi de Euro‐

pa y que albergaba a numerosos nazis huidos de  la 

justicia por sus crímenes y  refugiados y protegidos 

en la España fascista liderada por Franco. 

Joan  Cantarero  (Valencia,    1964),  periodista  espe‐

cializado en criminología, decidió realizar este libro, 

cuando  descubrió, mientras  realizaba  un  exhausto 

estudio  sobre  la prostitución en España  (Publicado 

como  «Los  Amos  De  La  Prostitución  En  España», 

Ediciones B, 2007),  infiltrándose aun con su  identi‐

dad real en la asociación de proxenetas ANELA, que 

la gran parte de la prostitución y sus mafias estaban 

ligadas  a  España  2000,  uno  de  los  «nuevos  parti‐

dos» de  la extrema derecha española. Esto  le hizo 

investigar más sobre dichos movimientos políticos y 

sus raíces. 

En el libro se ve y se demuestra el lazo que hay en‐

tre  la posiblemente existente organización de aco‐

gida  de  criminales  nazis  ODESSA  con  la  posterior 

CEDADE  (creada en pleno  franquismo),  grupos  cri‐

minales ligados a CEDADE y grupos posteriores has‐

ta llegar a seis partidos fascistas actuales, los cuales 

son:  MSR,  España  2000,  Alianza  Nacional,  Frente 

Nacional, Democracia Nacional y MPS (Actualmente 

dentro del MSR). Comienza con el carnicero rexista 

belga  Léon Degrelle  (Fundador  del  partido  Cristus 

Rex y  títere nazi), quien  vivió plácidamente en Es‐

paña  hasta  su muerte  (Málaga,  1994)  y  quien  fue 

uno de  los mayores  reorganizadores del neonazis‐

mo en Europa (sólo fue juzgado en persona en 1985 

y por unas declaraciones en  la revista Tiempo y en 

TVE gracias a  la denuncia de una superviviente ru‐

mana del holocausto nazi, Violeta  Friedman,  tenía 

sentencia de muerte en Bélgica) y continúa ponien‐

do  nombre  y  apellidos  e  incluso  localización  a 

miembros  de  las  SS, Gestapo,  etc.  que  vivieron  o 

siguen viviendo en España, sobre  todo en el  litoral 

Mediterráneo. Pone como ejemplo  la  localidad va‐

lenciana de Denia y «las casas de  los alemanes». Y 

todo va enlazándose en el tiempo hasta encontrar‐

nos a personajes tan siniestros como Pedro Varela o 

Ernesto Milá, quienes  todavía  siguen  activos en el 

neonazismo  y  a  los  partidos  antes  citados,  cuyos 

jefes  y personajes  clave  también  aparecen perfec‐

tamente  identificados, así como muchas de sus ac‐

tuales actividades. Y alerta de una cosa:  la  impuni‐

dad  de  los  criminales  nazis  en  España  ha  sido  un 

nido  de  nuevos  seguidores  de  sus  ideas  y  es  algo 

que todavía no ha parado. 

Para ser un libro que no surge de las organizaciones 

antifascistas,  el  hecho  de  que  no  caiga  en  afirma‐

ciones  baratas,  tenga  un  análisis  bastante  claro  y 

documentado  y  que  no  haya  sensacionalismo, 

además de que diga su nombre y apellidos, no es‐

condido bajo un apodo de un personaje  colectivo, 

que  lo mismo un día es antifascista como otro día 

parece el que más al hablar de los «palestinos y sus 

lazos internacionales», ha hecho que este libro haya 

sido bien acogido por los antifascistas y haya tenido 

muy buena respuesta. Realmente, como inicio para 

el estudio de este tipo de gente, es una lectura más 

que recomendable.                      

Salva Perugorria

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¿Qué ver? Películas para hacerte pensar y reflexionar

DESNUDO ENTRE  LOBOS (Nackt unter Wölfen), de Frank Beyer,  1963, estudios DEFA, RDA 

Basada en  la novela autobiográfica del mismo nom‐

bre  del  escritor  antifascista  y  camarada  comunista 

Bruno  Apitz  (28  de  abril  de  1900  –  7  de  abril  de 

1979, quien aparece también en la película realizan‐

do un papel secundario, de hombre mayor),  Desnu‐

do Entre Lobos, nos muestra el horror del campo de 

concentración  nazi  de  Buchenwald,  y  sus  últimos 

días, además adentrándose en  la resistencia  interna 

y colectiva  (incluso armada) que  tenía el antifascis‐

mo dentro del campo. Una organización casi perfec‐

ta, que  les hizo  sobrevivir  a una  gran parte a  todo 

aquello hasta el día que tuvo que acabar todo. A su 

vez, en  la película  se  ve otro hecho que  fue  real  y 

que hila  toda  la  trama: como varios prisioneros del 

campo,  Apitz  incluido,  ocultaron  durante  días, 

jugándose más aún  la vida, hasta el día de  la  libera‐

ción del campo a un pequeño niño judío (quien en la 

vida  real es  Stefan  Jerzy  Zweig)  al que  salvaron de 

una muerte inminente y todo lo que hacen para ello. 

Como  buena  obra  de  los  por  desgracia,  olvidados 

estudios  DEFA,  reactivadores  del  cine  alemán  des‐

pués  de  la  guerra,  con  la maravillosa  e  inolvidable 

«Los  Asesinos  Están  Entre  Nosotros»  (Die Morder 

Sind Unter Uns), la obra tiene distintos protagonistas 

que  trabajan de  forma colectiva y muestra hasta  la 

raíz  la  organización  que  había  de  criminalidad  por 

parte de los nazis en el campo a la vez que la organi‐

zación  de  solidaridad,  ayuda  colectiva  y  resistencia 

casi  heroica  que  realizaron  los  prisioneros  de  los 

campos en una dificultad  tan extrema, ya que mu‐

chos murieron ahí como animales, incluidos muchos 

camaradas del KPD,  como por ejemplo  .  La  técnica 

es de  la mejor de  la época y  los actores, comenzan‐

do  por  el  actor  Erwin Geschonneck  (elegido  por  el 

mismo Apitz), uno de  los mejores actores alemanes 

de  la historia, quien nos daría otro gran papel en  la 

también película antifascista Jacob El Mentiroso (Ja‐

kob  der  Lügner),  de  1974  también  del  mismo 

director, hacen un papel realmente impresionan‐

te y muestran el nivel de cine y cultura que tenía 

la RDA en esos años. Grabada en blanco y negro 

(el color todavía no era muy común),  la película 

tiene un ambiente tenso y realista que hace que 

el espectador no deje de verla hasta el último de 

sus minutos. Acompaña también a esa tensión la 

magnífica banda sonora y el interés que demues‐

tra  la  película  y  que  ocurrió  en  la  vida  real:  la 

unión  y  solidaridad  tanto  entre  los  prisioneros 

organizados  como  con  el  niño  salvado,  era  por 

cuestión de clase, solidaridad obrera, por encima 

de religiones o nacionalidades.  

Por desgracia es una película muy difícil de con‐

seguir, pero que se encuentra remasterizada con 

subtítulos en inglés y es posible conseguirla utili‐

zando las redes de archivos de internet. 

Salva Perugorria

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NOVIEMBRE 2010    OFENSIVA 

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Del PCE al PCPE      Capitulo II La apoteosis del eurocomunismo. La  política  de  Reconciliación  Nacional,  urdida  de espaldas a la militancia comunista y al pueblo espa‐ñol por Santiago Carrillo y  su  camarilla de  renega‐dos, fue el preludio del eurocomunismo.  Supuso el asombro y  la decepción de muchos miles de vete‐ranos  y  combatientes  por  la  libertad  y  la  justicia social que abandonaron la militancia y la lucha con‐secuente por la libertad, la democracia y la emanci‐pación  de  la  clase  trabajadora  ante  tamaño  desa‐fuero  político  y  moral.  Semejante  táctica  política significaba  tirar  por  tierra  ingentes  y  dramáticos esfuerzos y sacrificios del bando republicano y revo‐lucionario, un asombro para extraños y una humi‐llación para propios, para quienes habían dado  to‐do,  su  vida  y  su  libertad,  por  la  República  de  los trabajadores y por el socialismo.  Debido a esta  infame  iniciativa de  la Dirección del PCE,  la  organización  resultó  diezmada  de  los más valiosos y experimentados del gran plantel de vete‐ranos  y militantes  que  nutrían  las  filas  del  PCE,  a pesar de  los riesgos y  la salvaje represión franquis‐ta. La camarilla carrillista, refugiada y engolfada en Francia, se debió sentir entonces con vía  libre para proseguir con su siniestro empeño de destruir uno de  los  partidos  comunistas más  prestigiosos  y  fir‐mes del mundo. Tras dos décadas de gestación de lo que finalmente se consagró como el eurocomunismo, que, como no podía  ser  de  otra manera  degeneró  en  antisovie‐tismo, sobrevino la celebración del VIII Congreso del PCE. Un congreso que significó  la apoteosis del eu‐rocomunismo, una pseudoideología y un disparate antisoviético,  que,  como  podemos  contemplar  es‐tupefactos, ahora ha supuesto la práctica ruina ide‐ológica  y política,  y hasta  la práctica desaparición, de  numerosos  partidos  comunistas  de  Europa  y Latinoamérica, principalmente. El VIII Congreso del PCE,  celebrado en  Lyon  (Fran‐cia) en el verano de 1972  fue maquinado grosera‐mente por Santiago Carrillo  y  su  camarilla de arri‐bistas  y  lapidadores  del  Partido.  Fue  desarrollado en dos partes: primero una  con  los delegados exi‐liados y residentes en el extranjero, principalmente en Francia y otra más  tarde  con  los delegados del interior,  todo  con el  fin de evitar  las  tensiones  in‐ternas  y el que  los militantes del  interior pudiéra‐mos conocer de primera mano las opiniones y posi‐

ciones  ideológicas y políticas contrarias a Carrillo y su  camarilla,  oposición  encabezada  por  Enrique Líster y Eduardo García, entre otros muchos. En  la primera  reunión,  tras  ser expuesto muy cautelosa‐mente el orden del día, Enrique Líster y una docena de delegados manifestaron  su desacuerdo y aban‐donaron  erróneamente  el  Congreso,  en  lugar  de participar  y presentar batalla  contra  el  eurocomu‐nismo y el antisovietismo de  la camarilla carrillista. Deberían entonces haber planteado la necesidad de la  escisión,  en  caso  necesario  de  acuerdo  con  la concepción leninista, como forma extrema de salvar el  partido  de  la  degeneración  oportunista  y  refor‐mista. De manera  cautelosa  y  engañosa,  el  proyecto  de manifiesto‐programa  que  la  Dirección  carrillista presentó  al  pleno  para  su  consideración  y  resolu‐ción  contenía  ya  sus  propios  rasgos  de  oportunis‐mo,  reformismo  y  electoralismo  en  la  perspectiva de  una  supuesta  democracia  burguesa.  Esto  pro‐vocó no pocas críticas y enmiendas por parte de los delegados que habíamos  llegado clandestinamente desde el  interior de España, hasta el punto de que Carrillo y maniobró hábilmente para que una comi‐sión de recopilación de enmiendas, encabezada por Manuel Azcarate, se encargara de realizar  la redac‐ción  final, escamoteando e  ignorando así el  sector de la mayoría de los delegados. Añadir que Manuel Azcarate, íntimo colaborador de Santiago  Carrillo  y  destacado  antisoviético,  era  un topo de  la CIA en el PCE, según manifiestan  las de‐claraciones de un destacado agente de  la CIA, de‐sertor de las minas y refugiado en Holanda. 

Miguel Galindo 

Continuará en el próximo Ofensiva.

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OFENSIVA    NOVIEMBRE 2010 

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Hoy como ayer, Revolución Reseñas sobre la historia del socialismo

21 Aniversario de la caída del Muro de Resistencia Antifascista La caída del muro de Berlín supuso el inicio de la perdida de los derechos de toda la clase trabajadora.  Normalmente  cuando  se  nos 

habla del muro de Berlín (O “mu‐

ro  de  resistencia  antifascista” 

como  se  denominaba  en  la  Re‐

pública  Democrática  Alemana, 

RDA)  se  nos  bombardea  conti‐

nuamente con que el muro sepa‐

ro  a  millones  de  familia  “que 

intentaban huir del bloque socia‐

lista de  la Europa del Este”, que 

este  fue  un  atentado  en  toda 

regla contra  la dignidad humana 

y las libertades individuales etc. 

El triunfo del despiadado sistema 

capitalista sobre el bloque socia‐

lista fraguó en 1989, año en que 

el muro  fue  derribado.  Los  que 

anteriormente  apoyaron  a  los 

nazis como a  las demás dictadu‐

ras  fascistas y  los más despiada‐

dos  capitalistas  estaban  de  en‐

horabuena,  ¡el  socialismo  había 

caído en la Europa del Este! 

Pero  y  yo  pregunto  ahora;  ¿de 

verdad supuso  la caída del muro 

un avance en el progreso social? 

¿De  verdad  triunfo  la  democra‐

cia? Más bien diríamos que no. 

La caída del mu‐

ro  supuso  la 

entrada  de  la 

“economía  de 

mercado”  en  la 

Europa del  Este, 

la cual trajo con‐

sigo  innumera‐

bles  y  brutales 

recortes  de  derechos  laborales, 

sociales y políticos que sufrieron 

los  antiguos  trabajadores  de  los 

estados  socialistas.  La  mayoría 

de  las  empresas  y  fabricas  que 

pasaron  a manos  del  estado  en 

el sistema socialista, repartiendo 

así  el  trabajo  equitativamente 

entre  la  población,  desaparecie‐

ron,  siendo  privatizadas  por 

grandes empresas capitalistas, lo 

que conllevó a engrosar las listas 

de desempleo y dejar en  la calle 

a millones de trabajadores. 

Los  sistemas  socialistas  implan‐

taron  una  sanidad  gratuita  para 

toda  la  población,  hecho  que 

desapareció  con  la  entrada  del 

capitalismo  en  los  antiguos  paí‐

ses del bloque del Este, haciendo 

que  aun  hoy  en muchos  aspec‐

tos,  la  sanidad  sea  un  servicio 

totalmente  inaccesible  para  los 

ciudadanos. 

El  sistema  socialista  llevado  a 

cabo  en  los países de  la  Europa 

del  Este  no  fue  algo  perfecto, 

jamás hemos dicho que  se  trate 

de  algo  así,  pero  podemos  afir‐

mar  claramente  que  las  condi‐

ciones  sociales,  políticas  y  labo‐

rales  eran  enormemente  mejo‐

res para  la mayoría de  la pobla‐

ción, sino no hay más que ver las 

oleadas de personas de  la Euro‐

pa del Este que se ven obligadas 

a marcharse a otros países para 

poder  sobrevivir  en  pleno  siste‐

ma capitalista. 

Gonzalo Peña

 

OFENSIVA  Maquetación: Carlos Martínez 

Edita: PCPE en Aragón y CJC de Aragón  Redacción:Miguel Galindo, Gonzalo Peña, Adrián Jota, Claudia Lorente, Salva Perugorría, Arturo Montesinos 

Contacto: [email protected]    [email protected]  Web: www.comunistasdearagon.org