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La aproximacin humanstica enGeografa
HERNN SANTIS ARENAS1MNICA GANGAS GEISSE2
RESUMENEl propsito de la contribucin es la sistematizacin del
modelo humanstico depensamiento geogrfico. Ello incluye discutir el
problema lingstico entre huma-nista y humanstico como expresiones
de humanismo; abordar de forma generallos enfoques cualitativos y
humanistas en geografa, implicando el punto de vistahumanstico;
concentrarse en la conformacin del enfoque humanstico desarro-llado
por los gegrafos anglo-estadounidenses; mirar las conexiones con
lafenomenologa y el existencialismo; explorar en el significado
humanstico delugar, implicando una revisin de la nocin de lugar en
la tradicin regional;indagar en las vinculaciones de geografa
humanstica con geografa cultural y,finalmente, examinar las
conexiones entre geografa humanstica y geografa am-biental.
ABSTRACTThe intention of the contribution is the systematization
of the humanistic model ofgeographic thought, first to discuss the
linguistic problem between humanistichumanist and like humanism
expressions; to approach of general form thequalitative approaches
and humanists in geography, including the humanisticpoint of view;
to concentrate itself in the conformation of the humanistic
approachdeveloped by the geographers Anglo-Americans; to watch the
connections withthe phenomenology and the existencialism; to
explore in the humanistic meaningof? "place", including a revision
of the notion of place in the regional tradition; toinvestigate in
the entailments of humanistic geography with cultural geographyand,
finally, to examine the connections between humanistic geography
andenvironmental geography.
Palabras claves: Paradigma, Humanismo, Geografa, Pensamiento
Geogrfico
Keywords: Paradigm, Humanism, Geography, Geographical
Thought
Conviene al desarrollo de las comunidadesde gegrafos conocer la
pluralidad de las aproxi-maciones utilizadas en la investigacin
discipli-naria, especialmente cuando tales grupos
buscaninstitucionalizar algunos de los enfoques, mode-los,
aproximaciones o paradigmas que les atraenpor diversos motivos,
entre otros ideolgico-po-lticos, filosficos, sociolgicos y mientras
otrosse interesan en explorar y sistematizar en la plu-ralidad del
pensamiento de los profesionales que
con su quehacer y reflexin, conforman el pensa-miento geogrfico.
Cualquiera de los paradigmaspresentados a lo largo del desarrollo
histrico dela disciplina geogrfica es acertadamente un nue-vo paso
en la tarea de reconstruccin conceptualdel espacio habitado por los
seres humanos, estoes, en la permanente obra de hacer
inteligible-entender y comprender con la inteligencia- elmundo o,
como en este caso, un aspecto delmundo.
1 Doctor en Geografa por la Universidad de Barcelona(Espaa).
Miembro Honorario de la Sociedad Chilenade Ciencias Geogrficas.
E-mail: [email protected]
2 Doctora en Geografa por la Universidad de Barcelona(Espaa).
Miembro Honorario de la Sociedad Chilenade Ciencias Geogrficas.
E-mail: [email protected]
Revista de Geografa Norte Grande, 31: 31-52 (2004)
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La experiencia ensea latamente que a veces,los miembros de las
comunidades cientficas seapasionan con una idea, con un autor, con
unmtodo, con una metodologa, con una tcnica,con una tecnologa,
incluso con las declaracio-nes y formas de ver el mundo en el
supuesto quela posicin intelectual asumida sea la verdad so-bre el
aspecto en cuestin. Pragmticos y escp-ticos en tanto las
afirmaciones espaciales no des-criban, expliquen y permitan
formular prediccinacerca del espacio terrestre y del espacio
geogr-fico, acorde a los cnones actuales de la ciencia,sostenemos
que todo paradigma es tan slo unaproposicin que intenta aportar
otros elementosy propiedades alternativas a las
proposicionesanteriores o a las estipulaciones contemporneas,en
tanto sin anlisis crtico interno y externo pa-rece no ser posible
la conquista de la libertad eny del pensamiento, pues es indudable
que sin unmnimo de organizacin no es posible la prcti-ca de dicha
emancipacin. El tiempo y la prcti-ca ensean las diferencias
esenciales entre "creer"y "pensar" o entre "ver" y "visualizar". El
trabajocientfico y todo lo que ello involucra se conjugacon el
verbo "pensar", el trabajo teolgico y todolo que ello implica se
sostiene y explica con elverbo "creer". Los gegrafos cristianos
intentamoshacer dialogar la "razn" y la "fe", tal como ense- el
doctor Anglico -Toms de Aquino- en supropuesta de la actitud
dialgica, en donde larazn conjuga el pensar y la fe conjuga el
creer.Con los ojos vemos el mundo en que vivimos ycon la
inteligencia visualizamos el mundo delpasado y el futuro, la
prospeccin ayudainefablemente en la tarea de reconstruccin
delpasado y del futuro.
Entre los muchos modelos o paradigmas dis-ponibles se ha
seleccionado el de la "geografahumanstica", atendiendo que el
basamento delos enfoques humansticos hasta ahora presenta-dos, se
funda en la idea que todo el conocimien-to es subjetivo. El
propsito central es atender ala sistematizacin de este modelo de
pensamientogeogrfico, considerando primero discutir el pro-blema
lingstico entre humanista y humansticocomo expresiones de
humanismo; abordar deforma general los enfoques cualitativos y
huma-nistas en geografa, incluyendo el punto de vistahumanstico;
concentrarse en la conformacin delenfoque humanstico desarrollado
por los ge-grafos anglo-estadounidenses; mirar las conexio-nes con
la fenomenologa y el existencialismo;
explorar en el significado humanstico de lugar,incluyendo una
revisin de la nocin de lugar enla tradicin regional; indagar en las
vinculacio-nes de geografa humanstica con geografa cul-tural y,
finalmente, examinar las conexiones en-tre geografa humanstica y
geografa ambiental.Con tales antecedentes convienen unas
conside-raciones finales centradas en comparar las pro-puestas de
geografa humanstica con las de unageografa cientfica.
Un problema lingstico y unasolucin
Desde algunas dcadas atrs, ms exactamentedesde los aos setenta,
momento en que aparecela obra de conjunto titulada
HumanisticGeography: Problems and Prospects (1978), edi-tada por D.
Ley y M. S. Samuels, es el momentoen que se materializa en el
pensamiento de losgegrafos de lengua inglesa la expresinHumanistic
Geography. Como suele ocurrir entoda proposicin de este tipo, uno
de los proble-mas es cmo traducir la expresin inglesaHumanistic
Geography a la lengua castellana,incluyendo las interrogantes
derivadas. El temase ha de movilizar entre dos extremos:
ComoGeografa Humanista? o Como GeografaHumanstica?
En direccin a la resolucin del problema lin-gstico se puede
recurrir a la tradicin de la edu-cacin chilena de mediados del
siglo XX en tan-to la primera certificacin acadmica universita-ria
de los estudiantes que buscan acceder a lavida universitaria se
basaba en el hecho que laUniversidad de Chile otorgaba el grado de
Ba-chiller en Humanidades, al aprobar el procesocon que culminaba
la etapa de educacin secun-daria o de humanidades como se designaba
enaquellos aos y, al mismo tiempo, que el exa-men de bachillerato y
su certificacin de aproba-cin serva para el proceso de selectividad
uni-versitaria. Acertadamente, la forma y contenidode la educacin
secundaria chilena (educacinmedia actual) de aquellos das se
objetivaba a laformacin de un humanista, esto es, a formaruna
persona instruida en humanidades. La filo-sofa en que se
sustentaban los planes y progra-mas de esa educacin de humanidades
en Chile,tena como propsito formar una persona y unciudadano culto.
A mediados del siglo XX la ciu-
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dadana era la mxima aspiracin de los miem-bros de la sociedad
poltica chilena y el conoci-miento y dominio de la cultura supona
en estenuevo ser cvico el cultivo y conocimientos delas letras
humanas y de las ciencias naturales yexactas. Con esta orientacin
bien se podra in-tentar traducir Humanistic Geography como
Geo-grafa Humanstica. Sin embargo, cuidado con laliteralidad en la
traduccin. El sitio web de laReal Academia Espaola (2001) seala que
elvocablo humanstico es simplemente un adjeti-vo de humanista, en
el entendido que esta lti-ma palabra alude a persona instruida en
las letrashumanas, sealando con precisin para el adjeti-vo
humanstico, no est justificado enfrentar losestudios humanistas con
los cientficos.
Con el reconocimiento de Bachilleres enHumanidades, con mencin
en Letras (tambinlos haba con mencin en Ciencias y con men-cin en
Matemticas), los estudiantes que se in-teresaban en la Geografa
ingresaban al InstitutoPedaggico de la U. de Chile, al Instituto
Peda-ggico Tcnico de la U. del Estado, a la Escuelade Pedagoga de
la Pontificia Universidad Cat-lica de Chile, y ms tarde a otras
unidades aca-dmicas similares en otras universidades particu-lares
(colaboradoras de la funcin docente delEstado) y en los colegios
regionales de la Univer-sidad de Chile, todo con el propsito de
alcan-zar algn da el ttulo de profesor en Historia,Geografa y
Educacin Cvica, que segn las le-yes chilenas de aquellos aos
cincuenta, del si-glo XX, era equivalente al ttulo profesional
deProfesor de Estado que otorgaba la Universidadde Chile (desde
1952). Sin subvalorar -como al-gunos autores lo pretenden- la
formacin profe-sional universitaria chilena, que la sociedad
po-ltica nacional exige obligadamente para el des-empeo y prctica
competente, conviene la ob-servacin a los contenidos de
conocimientos deletras, ciencias naturales y ciencias exactas de
losplanes y programas de formacin en historia, geo-grafa, derecho
constitucional, economa polti-ca, sociologa, antropologa, sicologa
y filoso-fa, los cuales acertadamente profundizaban deforma
preferente en el Humanismo, con el pro-psito de calificarnos de
humanistas, esto es, per-sonas instruidas en humanidades.
El diccionario Cuys (1972) anota que huma-nidad se traduce al
ingls como humanity y quesu plural humanidades es humanities; en
tanto
humanista es simplemente en ingls humanist yscholar. En este
diccionario bilinge no figuranexpresiones como humanstico ni
Humanistic.Sin embargo, otras dos fuentes, los
diccionariosingleses, Longman (1978) y Oxford (1989), ensus
respectivas ediciones incluyen ambos el ad-jetivo Humanistic.
En lengua castellana, el diccionario GranSopena (1980) entre sus
diecisiete entradas devocablos Humano, na y vocablos familiares
in-cluye la expresin "Humanstica. F. Bioqum.Vocablo propuesto por
el Dr. Roger I. Williams,bioqumico americano, para designar el
vastoestudio de los seres humanos, no slo desde lospuntos de vista
cientfico y sociolgico, sino tam-bin con vistas a resolver
problemas tales comola salubridad, la educacin, el matrimonio,
elcrimen, la bigamia, etc. "(Pg. 1468, II Vol.). Laentrada
siguiente, en la misma pgina, es"Humanstico, ca. Adj. Perteneciente
o relativoal humanismo o a las humanidades.- Acad."
Con tales antecedentes lingsticos bien po-dramos asumir la
conformacin de una Geogra-fa Humanstica, que en el diccionario de
geo-grafa de SUSAN MAYHEW (1997) aparece sig-nificada y delimitada
como "un modo de ver enla Geografa Humana que se centra en la
opi-nin, la capacidad, la creatividad, la experienciay los valores
humanos. Los que cultivan esta for-ma de observacin espacial
sostienen que cual-quier investigacin con esta aproximacin
subje-tiva refleja sustancialmente las actitudes y lasopiniones del
investigador, subjetividad que, asu vez, tambin pasa a ser una
influencia en elmismo campo de estudio.
"Dos tendencias principales, quizs corrien-tes, pueden ser
diferenciadas en la GeografaHumanstica. La primera de estas se
centra en laexperiencia humana y la expresin humana, ca-minando
tras lo nico y lo particular. La segundacorriente toma
construcciones de las cienciassociales, como el existencialismo,
explorando larelacin entre estas elaboraciones y el tiempo, yentre
stas creaciones sociales con el espacio cir-cundante de la vida
ordinaria" (vase: http://www.xfer.com/entry/609615). En el mismo
tex-to citado, la autora establece que la expresinHumanstica alude
a intereses humanos y rela-cionados con la raza humana, como
opuesto almundo puramente fsico. La profesora del depar-
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tamento de Geografa de la Universidad de Oxfordsubraya que se
trata de un enfoque que acentacaractersticas claramente humanas
tales comosignificado, sentimiento y emocin.
Los enfoques cualitativos yhumansticos en geografa
Se debe a Ronald J. Johnston (JOHNSTON,R.L.1979 y 1983), en dos
textos sucesivos, lasprimeras ideas sistematizadas de las
aproxima-ciones o enfoques -aunque algunos lectores pre-fieren los
vocablos modelos y paradigmas - con-que los gegrafos de la segunda
mitad del sigloXX asumen el conocimiento de aquello que Es-trabn de
Amasia denominaba como la tierrahabitada (oikosumene) y que
nosotros entenda-mos tempranamente como "la tierra habitada porel
ser humano" (SANTIS, GANGAS, 1971). Lasprimeras ideas aluden a la
Fenomenologa y otrasaproximaciones humanistas (JOHNSTON,
1979:134-140), en donde de modo general vincula ta-les enfoques a
la reaccin de algunos o muchosgegrafos (nunca se conocern las
estadsticas,por ello se ha de ser cuidadoso en laideologizacin y
politizacin del uso de un en-foque) de aquello que entonces se
denomincomo New Geography y que algunos colegas lla-maron la
"revolucin cuantitativa" (BURTON, I.1963). Entre esos muchos o
pocos gegrafos al-gunos reaccionan contra la cuantificacin y
laidentificacin de la Geografa como una ciencianomottica. No
obstante, sin adelantar conclu-siones, bien se podra generar la
hiptesis queesos muchos o pocos colegas, no son
positivistas,reaccionan al exceso de cuantificacin e identifi-can a
la Geografa como una ciencia idiogrficao una ciencia de valores. La
discusin sobre lasactitudes idiogrfica y nomottica, que vienedesde
fines del siglo XIX y recorre ampliamenteel siglo XX geogrfico,
alude a la preferencia porla bsqueda de valores (idios) o la
bsqueda deleyes (nomos) que describan, expliquen y permi-tan
formular prediccin de los fenmenos que seestudian como
geogrficos.
En tanto teora del conocimiento, hoy, en losinicios del siglo
XXI, es usual que los gegrafosen su trabajo cientfico acerca del
espacio terres-tre o del espacio geogrfico utilicen aproxima-ciones
objetivas y subjetivas, cuantitativas y cua-
litativas y otras, para generar, a travs de la com-paracin y el
contraste estadstico, un mejor acer-camiento al objeto que se
intenta conocerespacialmente. El as denominado camino de
lapercepcin, altamente subjetivo y cualitativo, esparte de la
realidad del ser humano, en tanto elespacio terrestre es un medio
natural que la cul-tura y el quehacer humano han de convertir
enespacio geogrfico o tierra habitada por el serhumano. Quizs,
equivocadamente para unos ymaliciosamente para otros, se ha de
afirmar quela cultura y el quehacer humano han convertidoel espacio
terrestre en espacio geogrfico habita-do por el ser humano.
Acertadamente se puedeaseverar que el gnero humano con sus
afanespolticos de monarqua universal, al mismo tiem-po ha ideado y
desarrollado los instrumentos paraborrar toda huella de su
humanizacin en el pla-neta. Los seres humanos ambicionan la
plurali-dad universal para establecer sistemas polticos,sociales,
econmicos y culturales sustentados enla libertad; pero los mismos
rechazan el aprove-chamiento de la nocin de pluralidad universalcon
afanes totalitarios, transformando la bsque-da del bien comn o la
poltica en la elabora-cin de un camino para acceder al poder
total.
Ser por ello que los cientistas polticos nose interesan en la
espacializacin de la actividadpoltica y los gegrafos sienten
animadversin porla poltica pblica en el espacio geogrfico quebuscan
explicar?
Para elaborar y comprender el tema de la geo-grafa humanstica o
Humanistic geography debeconsiderarse, como en todos los casos de
anli-sis del pensamiento de los gegrafos, los esque-mas mnimos de
la filosofa en que descansa ydesde donde se proyecta la Geografa.
No se tra-ta de alguna de las mitades de la Geografa-fsica y
humana- como algunos suponen, sim-plemente se trata de la Geografa
como un todo.La filosofa que sea, debe ser explcita, en tantoella
proporciona al investigador o al que hace lareflexin ciertos
lineamientos a priori para fun-damentar y sostener su trabajo
intelectual. Comoson muchos los gegrafos que laboran tanto enel
sentido de las ciencias sociales como en elsentido de las ciencias
naturales, sus filosofassuelen ser implcitas, como si intentaran
soste-nerse en alguna forma de relativismo espacial.Los unos se
apoyan en una nocin holstica de
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espacio geogrfico cuyo centro es la cultura hu-mana, los otros
se afirman en una nocin tam-bin holstica de espacio terrestre cuyo
centro esla naturaleza fsica del planeta.
Aqu se piensa que las nociones de espacioreal y de espacio
formal, abordadas o enfocadasde forma holstica, abren un camino
para resol-ver las dicotomas geogrficas que tienden a se-parar
aquello que en la realidad se da unido.Cmo separar el espacio
terrestre del espaciogeogrfico? Cmo restar de la realidad
espacialla naturaleza del espacio terrestre, en tanto stees el que
soporta el proceso de humanizacin?Cmo restar de la realidad
espacial al ser huma-no, en tanto ste es el que dirige y anima el
pro-ceso de humanizacin del espacio terrestre? Lalocalizacin,
distribucin, extensin y otras pro-piedades espaciales de los
establecimientos hu-manos responden a muchos y variadosparmetros,
pero tambin responden a deseos,anhelos, aspiraciones, ilusiones y
valores huma-nos. La tarea es optar por un camino holsticoque
facilite o permita una aproximacin ms acer-tada para describir,
explicar y formular predic-cin sobre el o los objetos de
conocimiento geo-grfico o conocimiento del espacio en que vivenlos
seres humanos.
Toda filosofa es una disciplina reflexiva, queinvolucra
necesariamente considerar mtodo omtodos de razonamiento y
argumento. La filo-sofa de la Geografa, como la de cualquier
otradisciplina, implica el estudio de los caminos atravs de los
cuales se trabaja en el interior de loscontenidos espaciales. El
elemento esencial deesta filosofa es su epistemologa o su teora
delconocimiento. Como anota Johnston(JOHNSTON, R., 1983), la
epistemologa pro-porciona las respuestas a interrogantes
fundamen-tales, tales como: Qu podemos conocer? ycmo podemos
conocer? A partir de ello cuatroaspectos del conocimiento son
cubiertos por lateora del conocimiento: (1) su naturaleza (ques lo
que uno cree), (2) su tipo (conocimientopor adquisicin y
conocimiento por descripcin),(3) sus objetos (los hechos que son
objetos delconocimiento), y (4) sus orgenes. Por obvio queello sea,
en el esquema de filosofa en que sefunda la Geografa aparece
asociada la ontolo-ga, o el argumento acerca de la naturaleza
delmundo que va ms all de puntos objetivos, pues
la teora ontolgica define qu puede existir. Aspues, la Geografa
como cualquiera disciplina,tiene un fundamento filosfico que
contiene tantouna epistemologa como una ontologa, un es-quema que
define qu podemos conocer y cmopodemos conocer eso. Ambas
respuestas son uti-lizadas para definir una metodologa, es decir,un
conjunto de normas y procedimientos queindican cmo investigar y los
argumentos a con-siderar para conducirse dentro de la
disciplina,esto es, como debe ser reunida la informacin ycmo debe
ser organizada.
El propio Johnston afirma que la GeografaHumanstica (Humanistic
Geography) trata a lapersona humana como un individuo que
obraconstante y recprocamente con el ambiente (elmedio), consigo
mismo y con el entorno que estcambiando. El gegrafo intenta
entender esainteraccin estudindola, en tanto es representa-da por
el individuo y no como un ejemplo decierto y definido modelo
cientfico del compor-tamiento. Es claro que se desea entender a
losseres humanos y la geografa humanstica deseademostrar que ello
es importante; es ms, se piensaque es central al espacio terrestre
y al espaciogeogrfico. Pero tambin se ha de establecer cmoesos
seres se conectaron con un paisaje dado,cmo dichos individuos se
comportan en ciertoslugares. La geografa humanstica ha de
conside-rar cmo la gente interpreta y se relaciona con elmundo.
Poco aos atrs, se pensaba que la Geo-grafa Humanstica miraba el
ambiente y consi-deraba que el lugar [geogrfico], segn Peet, "esuna
serie de localidades en las cuales la gente seencuentra, vive,
tiene sus experiencias, interpre-ta, entiende y encuentra el
significado de ellas"(PEET, R., 1998: 48).
La revolucin cuantitativa de los aos sesentadel siglo XX
introdujo la nocin que la Geogra-fa podra ser una empresa basada en
la teora.Muchos de los autores e interesados en este mo-vimiento
buscaron repensar la ciencia del espa-cio como una disciplina
centrada sobre teorasde la organizacin espacial, que trascendi el
casoparticular o estudio especfico, como en la Geo-grafa regional
de la primera mitad del siglo XX.Desde ese tiempo, ha habido varias
alternativasteorizantes que sugieren diferentes centros hipo-tticos
para la disciplina. Las respuestas inme-diatas a la revolucin
cuantitativa incluyen los
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enfoques humansticos y marxista en el devenirde los aos setenta
(1970). Estas alternativas seencuentran principalmente dentro de la
tradicinde Geografa humana, pero no son desconocidasdentro de la
Geografa fsica.
Adems de los enfoques humansticos y mar-xista, la revolucin
post-cuantitativa en Geogra-fa ha crecido lo suficiente como para
conteneruna rica y variada coleccin de perspectivas te-ricas, de
temas de inters, de mtodos, y de otrasmaterias. Un autor
estadounidense caracterizaestos desarrollos (p.ej. post-modernismo,
femi-nismo, etc.) como hermenuticos y los comparaal enfoque
epistemolgico de la innovacin cuan-titativa (BARNES, T. J., 2001).
Mientras Barnesenfoca primariamente la geografa econmica, suartculo
ofrece una caracterizacin til de la geo-grafa humana terica de
finales del siglo XX.
El punto de vista humanstico
El modelo Humanstico es uno de los tresenfoques filosficos
principales con que RonaldJ. Johnston dividi la Geografa humana
contem-pornea de los aos setenta (1970). El aspectobsico de las
perspectivas humansticas es queellas enfocan al individuo como un
ser pensante,no solamente como unas cifras o unos instru-mentos
estadsticos que configuran a dicho sercomo ser humano econmico o
tambin comoun deshumanizado "contestatario"
reaccionandomecnicamente a algn estmulo. El asunto esms simple
especialmente cuando los gegrafosse autointerrogan acerca de cunta
gente consi-dera a ese ser humano tal como l es e indagacmo ello se
pone de manifiesto en la cienciasocial positivista, sin ignorar
jams la calidad decontestatario del ser humano, es decir, de
perso-na que polemiza, se opone o protesta contra
loestablecido.
La base de los enfoques humansticos es laidea que todo el
conocimiento es subjetivo. LaGeografa Humanstica tiene preocupacin
porpreguntas como las siguientes: cmo la gentecomprende sus mundos
y los significados queellos dan a lugares, cosas y sucesos en la
superfi-cie terrestre?; qu existe?, con respecto a estaltima la
respuesta humanstica de los gegrafosalude a aquello que la gente
percibe como tal. Lametodologa de los gegrafos humansticos est
intentando involucrarse en comprender el cami-no de cmo la gente
ve su mundo por intentosimaginativos de identificarse con ellos,
median-te la lectura y conversacin. Es en este contextoque el
gegrafo, como investigador, debe tratarintensamente de no imponer
su manera propiade mirar al mundo sobre la gente que ellos
estu-dian. Los gegrafos humansticos usualmente tra-bajan con
cuestionarios de aversin, puesto queellos fuerzan a la gente a
pensar en trminos dic-tados por el investigador, prefiriendo
mtodoscualitativos tal como conversaciones noestructuradas o el uso
de textos escritos en que lagente entrevistada puede expresarse a s
mismas,tal desean como ellos.
Como se dijo antes la Geografa humansticaemerge de un
contragolpe o una reaccin al ex-ceso de cuantificacin, pero se ha
de adicionarque tambin brota de gegrafos que pensaron quela
Geografa comenzaba a no hacer caso del in-dividuo como objeto de
conocimiento e intenta-ban hacer caber todo dentro de un
modelo.
El propsito de los humansticos en Geogra-fa era encontrar
diferencias en los individuos yno asumir la premisa que cada ser
humano esigual a otro ser humano. Como afirma un autor,"la geografa
humanstica trata a cada personacomo individuo que obra recproca y
constante-mente con el ambiente, consigo mismo y con elentorno que
est cambiando. Esta forma de hacergeografa implica que se intenta
entender o com-prender esa interaccin, estudindola, en tantoes
representada por el individuo y no como unejemplo de un cierto
modelo cientfico bien de-finido del comportamiento
humano"(JOHNSTON, R.J.: 1979: 187). A partir de talesafirmaciones
se puede colegir que la Geografahumanstica intenta demostrar que es
muy im-portante entender a los seres humanos en la su-perficie
terrestre, ver cmo se conectaron con elpaisaje (natural y cultural,
por descontado) y es-tablecer cmo estos seres humanos se compor-tan
en ciertos lugares. Ms sencillo aun, como sedijo ms arriba, la
Geografa humanstica se in-teresa en averiguar cmo la gente
interpreta elmundo y se relaciona con l.
Segn el mismo Johnston, en otra obra, loscultivadores de la
Geografa humanstica dieronpreferencia a la comprensin de los seres
huma-nos por sobre la explicacin; especialmente en
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tanto estos investigadores piensan que los casosindividuales son
ms interesantes y significati-vos que los patrones de la
semejanza(JOHNSTON, R.J., 1991:166). En esta obra,Johnston sigue
avanzando sus argumentos quemiran por la centralidad del lugar en
el pensa-miento geogrfico. Sin embargo, ello no calzacon la crtica
de FRED. K. SCHAEFFER (1953)acerca del excepcionalismo en Geografa,
estoes, pensar que es ms importante estudiar losacontecimientos
nicos, en lugar de elaborar hi-ptesis y teoras que intentan
alcanzar explica-cin a travs de leyes cientficas. Desde esta
pers-pectiva es comprensible que algunos analistasafirmen que se
podra describir a los gegrafoshumansticos como teniendo un ojo
divino paraobservar el mundo. Con antelacin DAVIDLOWENTHAL (1961)
deca que la superficie dela tierra es formada por cada persona por
la re-fraccin a travs de las lentes culturales y perso-nales de
costumbres e imaginacin. Lowenthalpiensa que es necesario que los
gegrafos liguenlas perspectivas individuales a las comprensio-nes
culturales de la formacin del lugar, comopor ejemplo la religin y
la pertenencia tnica.
Los gegrafos humansticos no se interesanesencialmente en las
generalizaciones, pues secomprometen ms en estudiar a la gente
espec-fica en lugares especficos. Ellos no estn esen-cialmente
interesados en las mediciones, en tan-to critican la geografa
cuantitativa por la maneraen que reduce a la gente (las personas) a
merosnmeros. Tambin es claro que la geografahumanstica se vincula
estrechamente con lasHumanidades, esto es, con la literatura, arte
ehistoria. Las reas de la Geografa que han sidofuertemente
influenciadas por enfoqueshumansticos son: Geografa cultural,
Geografahistrica y Geografa regional.
Algunas de las aproximaciones de Geografaregional tradicional
-Vidal de la Blache por ejem-plo- pueden verse como actividad y
aproxima-cin precursora de las modernas geografashumansticas. Sin
embargo, la GeografaHumanstica es acertadamente la nica tenden-cia
de pensamiento geogrfico que realmente tomfuerza en el decenio de
los aos setenta (1970)como una reaccin contra los mtodos
cuantita-tivos y la identificacin de la Geografa comouna ciencia
nomottica. Ello no excluye que losmodelos de Geografa fsica
(concebida como
ciencia natural) y los de Geografa regional (con-cebida como
ciencia generalista) se opusieron ala matematizacin de la
disciplina, por cierto losgegrafos durante casi tres siglos haban
confia-do en la regla de tres y en el clculo de porcenta-jes,
ignorando las teoras de las probabilidadespresentadas por la
estadstica mtrica yparamtrica. De otro lado se ha de observar
quelos gegrafos que introducen los mtodos cuan-titativos en su
investigacin del espacio a vecesson o estn ms interesados en el
anlisis esta-dstico que en el anlisis espacial. En el transcu-rrir
del anlisis del material reunido aqu quedael sabor de que el
enfoque humanstico intentadescribir un conjunto diverso de
investigacindando nfasis al papel de la experiencia humanay al
significado de la comprensin humana desus relaciones con sus
ambientes geogrficos.Reconociendo que involucrar la naturaleza
hu-mana con el mundo geogrfico es complejo ymultivariado, los
gegrafos humansticos buscandescribir e interpretar la accin y
conciencia delos seres humanos de cmo crean el rea y cmoel rea es
creada en y por calidades geogrficascomo lugar, espacio,
naturaleza, paisaje, hogar,viaje, regin, residencia y ambiente
construido.
Hacia finales de los aos setenta (1970) losgegrafos humansticos
muestran su mayor inte-rs en la percepcin ambiental y el
comporta-miento o conducta espacial en una perspectivacualitativa,
unos enfoques descriptivos que sonetiquetados como Humanistic
geography o Geo-grafa humanstica. Una caracterizacin de
ello,expresada anticipadamente por Paul Vidal de laBlache, Carl
Sauer y J. K. Wright, ahora se elabo-ra en el intelecto de Yi-Fu
Tuan (1976) autor queinsiste en el sentido del lugar, en el
sentimientode enraizamiento al lugar y en una experienciaenorme
respecto de las formas del lugar en tantonaturaleza.
Tambin se podra explorar en el papel delindividuo que con sus
ideas y acciones afecta ellugar y finalmente, pensar que el
positivismogeogrfico cuantitativo podra intentar manipu-lar la
conducta espacial humana y afectar su li-bertad al alejarse del
lugar. Los gegrafospositivistas rechazan el humanismo, por ende
laadjetivacin humanstica en la disciplina, en tan-to ella no
permite la generalizacin, la prueba deideas o pretender cierta
objetividad.
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Por otra parte los estructuralistas rechazan elhumanismo porque
la aproximacin se centra ofocaliza en el individuo ms bien que
sobre lasestructuras ms amplias que ellos consideran, talescomo el
orden social, el orden poltico, el ordeneconmico u otras formas de
ordenar la socie-dad.
La conformacin de la geografahumanista
La Geografa Humanstica es una forma deaproximacin a la Geografa
humana caracteri-zada por el papel central y activo que da al
cono-cimiento humano y agencia humana (como eningls the capacity,
condition, or state of actingor of exerting power: operation, esto
es, la ca-pacidad, la condicin, o el estado de actuar ode ejercer
energa: operacin), el sentido huma-no y la creatividad humana.
Tambin puede sercaracterizada como una derivacin de la Geogra-fa
humana, que situamos hacia el ao 1970, cen-trada preferentemente en
considerar la opinin,la capacidad, la creatividad, la experiencia y
losvalores humanos. A propsito de unos hechossemejantes, en el ao
1965 Peter Haggett em-plea la nocin de desviaciones en la
Geografahumana al presentar e incluir el tema de la es-cuela
ecolgica, considerando a la geografa comoestudio de la relacin
entre la Tierra y el hombre,y cuyos orgenes aparecen con el alemn
FriedrichRatzel en su Antropogeografa, que influyeron enPaul Vidal
de la Blache en Francia, y en la esta-dounidense Ellen Semple.
Tambin ocurre algoparecido en una rama separada, la de
HarlanH.Barrows, concebida como ecologa humana,en el cual la
Geografa se convierte en una cien-cia social (casi sin Geografa
fsica). Luego, enFrancia, Jean Brunhes y Max Sorre son los
suce-sores de Vidal. Si todo lo antes dicho se contras-ta con el
trabajo doctoral de WILLIAM BUNGE(1962), en el sentido que la
Geografa es unaciencia de la distribucin, con una fuerte
depen-dencia respecto de los conceptos de la geometray una
matemtica topolgica, nos aparece la des-viacin de la escuela
locacional.
La Geografa humanstica emergi en la prc-tica anglo-americana de
la disciplina durante losaos setenta y fue anunciada, por una
parte, ofre-ciendo "una vista expansiva de cul es y qu pue-de hacer
la persona humana" (TUAN, Y. F.,
1976), y por otra, como la disciplina en "que seentiende el
significado, el valor y la significa-cin humana de los
acontecimientos de la vida"(BUTTIMER, A., 1979). Cuando los
gegrafoshumansticos se remontaron a menudo a las ra-ces de sus
preocupaciones, de nuevo arribaron ala escuela francesa de la
Geografa humana, mu-chos de los escritos de Vidal de la Blache
llevanlos sellos del funcionalismo, que J. DUNCAN(1980) denomin el
superorgnico, que la mayo-ra de los gegrafos humansticos
probablementenegaran. La conexin de la Geografahumanstica con la
escuela francesa presenta ras-gos que tambin aluden a ser heredera
del neo-Kantianismo, del pragmatismo de Park y de lasociologa de la
escuela de Chicago en el sentidoque las preocupaciones prcticas de
Park tienenclaramente inmensa importancia contempornea,ofreciendo
la base de una armadura metodolgicamuy necesaria, capaz de sostener
la variedad defilosofas humansticas que impregnan actualmen-te la
Geografa social (JACKSON, P. y Smith, S.J. 1984).
Los autores que se adscriben a la Geografahumanstica, como se
indica en el prrafo ante-rior, sostienen que cualquier investigacin
sersubjetiva atendido que refleja las actitudes y lasopiniones del
investigador, incluyendo que pue-de ser tambin una influencia en el
mismo cam-po de estudio. Dos lneas principales pueden seresbozadas
a partir de ello. La primera se centraen la experiencia y en la
expresin humana delestudio: en ellas se trata el tema en
investigacincomo lo nico y el detalle de ese todo. La segun-da lnea
toma construcciones intelectuales, comoel existencialismo en las
ciencias sociales y ex-plora la relacin entre los seres sociales,
pasandoluego a conocer los ajustes de la sociedad queocurren en el
tiempo y los cambios del espacioen la vida ordinaria.
Estas herencias gemelas se pudieron invertir,al menos,
provechosamente y las otras que pu-dieron ser descubiertas, tales
como: el anarquis-mo apacible de Kropotkin y de Reclus, por
ejem-plo, o las sensibilidades de Fleure y de Herbertson.Est claro
que la formalizacin y el avance delhumanismo en la Geografa
anglo-americana sal-taron desde un descontento profundo con la
nue-va geografa de los aos sesenta (1960) y de suconcertada
reformulacin de la disciplina comociencia espacial. La Geografa
humanstica com-
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parta la crtica del positivismo y en una pocafue representada
como una forma de crtica quepueden hacer los gegrafos ms informados
yenterados de muchas de las ocultas asunciones yde las implicancias
de sus mtodos e investiga-ciones, mediante una metodologa coherente
ytil para la revolucin post-conductista en laGeografa (ENTRIKIN, J.
N. 1976).
Con todo, la Geografa humanstica fue siem-pre pensada que era
mucho ms que una filoso-fa crtica. Tambin consista en un rechazo
delparadigma geomtrico que prevaleca en la es-cuela locacional, en
donde hombres y mujeresfueron nmeros para responder pasivamente a
losdictados de estructuras espaciales universales ypara abstraer
lgicas espaciales. Los arquitectoscreyeron estar elaborando una
geografa verdade-ramente humana referida a la construccin y
lasexperiencias sociales del lugar, espacio y paisajeantes que al
confinamiento espacial de la gente yde las sociedades (TUAN, Y. F.
1977).
Durante los diez aos siguientes de Geogra-fa humanstica, sta fue
desplazada lejos de lalnea de fondo trazada por Entrikin, y su
fuerzafue originada a partir de dos fuentes principales:
- La primera fuente para la Geografahumanstica fue proporcionada
por las huma-nidades, que D. MEINIG (1983) caracterizcomo cuerpo
especial del conocimiento, dela reflexin y de la sustancia sobre la
expe-riencia humana y la expresin humana, de loque significa ser un
ente humano en esta tie-rra. Tena en mente de la manera ms
promi-nente posible, el estudio de la literatura y dela historia, e
hizo evidentes muchas de lascontribuciones acerca de las
sensibilidadesinterpretativas de los estudiosos y eruditos enestas
disciplinas. Los mtodos favorecidoseran generalmente los de la
hermenutica yde la corriente principal de la historiografa;esto es,
una lectura detallada y cuidadosa delos textos a los cuales los
gegrafos fueronincitados para escuchar cuidadosamente elmurmurar de
voces en el archivo cultural. Estemodo de la Geografa humanstica
tena uninters tan cercano en la recuperacin de lascapas
sedimentadas de significados y de ac-ciones encajadas en lugares y
paisajes que enla prctica fue ntimamente asociado a la geo-grafa
histrica (HARRIS, R. C. 1978;
MEINIG, D. 1979). Muchos de sus autorescompartieron una
preocupacin profunda conla particularidad y especificidad, ms que
conlas teoras generales de la organizacin espa-cial y prefirieron,
a menudo, evitar cualquierclase de formalizacin en conjunto. Esta
faltade confianza en s mismos era, quizs, el msobvio de los
primeros compromisos de laGeografa humanstica con la
literatura(POCOCK, D., 1981). Una vez que los ge-grafos humansticos
hubieran reconocido quelas humanidades podran tambin ser teri-cas
en, al menos, algunas de sus sensibilida-des, muchos de ellos
comenzaron a trabajarcon conceptos de la teora literaria y de
lateora del arte para proporcionar las lecturascomplejas de
paisajes culturales como textose imgenes (DANIELS, S., 1985).
- La segunda fuente para la Geografahumanstica fue proporcionada
por las cien-cias sociales, donde siempre estaba ms visi-ble el
auto-conocimiento terico. Para estarseguros, muchos autores
insistieron que ha-ba literalmente un mundo de diferencias en-tre
las abstracciones de alto nivel de la cien-cia espacial y sus
proyectos sucesores -llama-do Gran Teora- el ms modesto. Por
ellopusieron en tierra las teoras que creyeron eranms apropiadas
para la investigacinhumanstica (LEY, D., 1989). Una de sus
pre-ocupaciones centrales era la clarificacin dela actitud terica
en s misma con una re-flexin crtica suscrita por la
fenomenologa(CHRISTENSEN, K. ,1982). Los estudios em-pricos fueron
informados a menudo por losarmazones conceptuales derivados de
laetnometodologa y del interaccionismo sim-blico; sus mtodos
interpretativos eran tpi-camente los de la etnografa (SMITH, S.,
1984;PILE, S., 1991). Este modo de la Geografahumanstica prest la
atencin minuciosa ala construccin social de lugares y a las
in-cursiones racionalizadas, incluso las "posicio-nes de los
paisajes en las topografas socialesdel lifeworld" de Buttimer
(1976) y del mun-do que se da por sentado, de modo que
fueraasociado, de cerca, a la Geografa Social con-tempornea (LEY,
D, y SAMUELS, M., 1978;RELPH, E., 1981; WESTERN, J., 1981).
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Incluso, mientras se formaban estas dos co-rrientes humansticas
de las humanidades y delas ciencias sociales se entretejieron la
una conla otra (LEY, D. y SAMUELS, M., 1978). Unaimportante serie
de contracorrientes emergi enlos aos ochenta (1980) fuera de un
inters enlas geografas histricas de la lucha de clase, ins-pirados
por E.P. THOMPSON, reconocidamentesocialista-humanista, seguidor
difuso del credocentral del materialismo histrico, a travs de
sutrabajo de historia. A saber, la gente hace histo-ria (y
geografa), pero no as como ellos la apre-cian y no bajo condiciones
de su propia elec-cin. Los escritos de Thompson se distinguieronpor
su elegancia y atencin a las capacidadescreativas de la lengua
ordinaria de capturar el flu-jo y el reflujo del acontecer
histrico. Thompsonmismo no hizo ningn secreto de su hostilidad ala
teora formal o alta teora. Pero dentro de lasciencias sociales un
cuerpo paralelo de la teorasocial estaba bajo construccin, de modo
queprometa iluminar las intersecciones que cam-biaban entre la
"agencia humana" (las accionesde hombres y de mujeres) y la
estructura (las for-maciones del capitalismo). La etapa de los
aosochenta fue fijada as para un encuentro entre elmaterialismo
histrico y la geografahumanstica, en los cuales el pivote fue
propor-cionado por aquello que viene a ser denominadoteora de la
estructuracin (GREGORY, D., 1981;KOBAYASHI, A. y MACKENZIE,
S.,1989).
Otra serie de contracorrientes emergi en losaos noventa (1990) a
travs de la construccinde una nueva Geografa cultural y del
crecimien-to extraordinario de los estudios
culturalesinterdisciplinarios, pero stos resultaron ser
msturbulentos para la Geografa humanstica. Elsupuesto cambio
cultural ha hecho inmensamentedifcil identificar una Geografa
humanstica dis-tintiva, de modo que es probablemente ms
sig-nificativo ahora hablar de varias geografas delpost-humanstico.
No ha habido ciertamente es-casez de post, y varios estudiosos
esbozaron quehaban sido estrechamente asociados con el de-sarrollo
de la Geografa humanstica, posterior alpost-modernismo y al
post-estructuralismo(BARNES, T. y DUNCAN, J. ,1992; DUNCAN,J. y
LEY, D. 1993). El Post-humanismo, comolos otros post, radicalizan
con eficacia el trmi-no anterior, de modo que muchas de las
preocu-paciones de la Geografa humanstica han ayu-dado,
indudablemente, a forjar una sensibilidad
generalizada en grande, dentro de la disciplina.Pero al hacer
esto, las preocupaciones han esta-do conforme a la reflexin y a la
reformulacincrtica.
Se han configurado tres ejes principales decrtica. Primero, una
renacida Historia de la Geo-grafa ha ayudado a re-escribir la
historiografadel humanismo. Esto ha implicado ir ms all delas
nuevas interpretaciones de Vidal de la Blacheo de Robert Park
(aunque han sido importantespensadores). En detalle, COSGROVE
(1989) re-torna al humanismo del Renacimiento europeo eintenta
demostrar que ste fue involucrado en lamisma geometrizacin del
conocimiento, al igualque en su forma geogrfica moderna,
intentandoeste autor discutir y defender este asunto. El
temasoberano del humanismo del Renacimiento era,significativamente,
europeo y masculino, y loshistoriadores, los intelectuales y los
estudiososliterarios han proporcionado las ingeniosas
de-mostraciones de las maneras a travs de las cua-les stas (y
otras) marcas culturales declinaronlos conocimientos elaborados
bajo su autorizadamuestra.
Un segundo eje de crtica, un anti-humanis-mo de gran alcance que
ha desafiado el conceptodel tema humano que radica en el corazn de
laGeografa humanstica. Haba existido una lu-cha anterior y en gran
parte indecisa sobre unaversin del anti-humanismo, en la cual una
crti-ca profundamente apasionada del marxismo es-tructural en la
Geografa humana fue resuelta conuna respuesta no menos apasionada
(DUNCAN,J. y LEY, D. 1982; CHOUINARD, V. y FINCHER,R., 1983). Pero
la ascensin del post-estructuralismo ha tenido un impacto ms
deci-sivo en la disciplina. La carga central es que eltema del
humanismo era una ficcin construidaa travs de una ideologa, que
suprimi las ma-neras mltiples con las cuales se construyen lostemas
humanos; estas tachaduras promovan yprivilegiaban un ser humano
blanco, masculino,burgus y heterosexual como la norma (ROSE,G.,
1993). Es plenamente imposible encontraruna geografa verdaderamente
humana en una seriede exclusiones, pues la crtica de la
Geografafeminista ha mostrado que para entender la com-plejidad y
la heterogeneidad del tema de la for-macin del sujeto, muchos
gegrafos han sido,desde entonces, exhaustivos en una exploracinde
los espacios dentro de los cuales y con los
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cuales ocurren estos procesos. De aqu devieneel proyecto de
"mapear al sujeto" (PILE, S., yTHRIFT, N. J., 1995).
Finalmente, en tercer lugar, la Geografahumanstica es criticada
por una comprensinsuperficial de la accin humana. La
GeografaHumanstica dibuj gran parte de la energa inte-lectual de su
crtica desde otro tema ficticio, elhombre econmico racional, el
cual fue situadoen el ncleo de la corriente principal de la
cien-cia espacial. El trabajo reconstructivo de la Geo-grafa
humanstica, de gran importancia, se basen la afirmacin que la
creatividad y la diversi-dad de la agencia humana no se podran
restrin-gir a la operacin de una racionalidad tan estre-chamente
instrumental. Los propsitos y los sig-nificados articulados en la
accin humana nofueron confinados a una peculiaridad econmi-ca,
clculo de los medios y fines de lamaximizacin para uso general. En
el acto desustituir una gama ms rica de motivaciones y
desatisfacciones, la Geografa humanstica conser-v un foco en
intenciones; incluso cuando el es-pacio conceptual fue hecho por
las consecuen-cias involuntarias de la accin, pues estaba en
lateora de la estructuracin, y se asume que losorgenes de la accin
humana se localizan en laconciencia del individuo. En suma, tanto
la Geo-grafa humanstica como la Geografa humanade forma ms usual,
desventajosamente con elinconsciente se dibujaron detrs de un
contrato.Quizs, esta reticencia era en parte el productode las
incursiones anteriores de la disciplina enlas geografas del
comportamiento que parecandiferir un poco de los modelos mecnicos
de laciencia espacial (LEY, D., 1981). La geografapost-humanstica
es cada vez ms informada porsu inters en la teora psicoanaltica
(aqu las in-tersecciones con las geografas feministas
sonparticularmente significativas), y de tal modo,intenta iluminar
las maneras en las cuales la ac-cin humana es animada por el deseo
y la fanta-sa (PILE, S., 1996).
El tema de la fenomenologa ydel existencialismo
Durante el decenio de los aos setenta (1970)los gegrafos
humansticos se involucraron fuer-temente con la fenomenologa y
el
existencialismo. Edmund Husserl (1859-1938) fueel primero en
aplicar el nombre Fenomenologaa una filosofa completa, en que se
subentiendeque ella es un anlisis descriptivo de
procesossubjetivos. La fenomenologa se llam pura encuanto el
fenomenlogo distingue lo subjetivode lo objetivo y se abstiene de
considerar tantola gnesis de los fenmenos subjetivos como
susrelaciones a circunstancias somticas o circun-dantes. El
Existencialismo se asocia con el fil-sofo dans Soren Kierkegaard
(1813-1855) y elescritor francs Jean-Paul Sartre (1905-1980),
elcual se enfoca con la subjetividad ms bien queen la objetividad.
Ambos caminos difieren delpositivismo en su inters en las emociones
y lossentimientos mediante los cuales las personasandan metidas con
el mundo, sobre su experien-cia interior y su papel como los
participantes,ms bien que como separados observadores
cien-tficos.
La Fenomenologa involucra la descripcin decosas como una de las
experiencias humanas oel investigador busca establecer cmo los
sereshumanos experimentan el espacio y cmo lo or-denan (ni
observndolo o escuchndolo, perocreyendo, recordando, imaginando).
Por el con-trario el Existencialismo (como una crtica delempirismo,
del positivismo cientfico) intentaexplicar cmo la vida alcanza
significado. Guar-dando las reservas del caso, bien se podra
pen-sar que ambas corrientes filosficas se planteancomo una actitud
crtica cientfica al positivis-mo y al empirismo del siglo XIX y la
maneracomo ellos relegaron el mundo de la vida coti-diana al
favorecer la bsqueda de leyes cientfi-cas que expresan relaciones
matemticas entrevariables medibles.
La Geografa Positivista mira la apariencia delambiente y ve el
espacio. Dentro de este espaciolas relaciones humanas son
teorizadas como elgasto de esfuerzo necesario para superar la
fric-cin de la distancia, que tiene efectos predeciblessobre la
actividad espacial humana, de modo quese pueda descubrir leyes
objetivas del comporta-miento humano. La Geografa humanstica mirala
apariencia del ambiente y ve el LUGAR, estoes, una serie de
localidades en que la gente vive,ha tenido sus experiencias, as el
gegrafohumanstico se concentra en la tarea de buscar elsignificado
y comprensin de ese lugar.
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Los gegrafos positivistas han descartado laGeografa humanstica
por la incapacidad de pro-ducir generalizacin ms all de la opinin
per-sonal. Una posicin intermedia entre el positi-vismo y el
humanismo, es ocupada por la Geo-grafa del Comportamiento
(BehaviouralGeography) que busca los modelos de conductahumana
diferente de los seres espacialmente ra-cionales de la teora de la
localizacin, con uninters en la sicologa y las teoras sociales
delcomportamiento y toma de decisin humana.
El doctor EDWARD (TED) RELPPH (1976),de la Universidad de
Toronto, Canad, ha argu-mentado que la Geografa Positivista ignora
laimportancia del lugar como un aspecto comple-jo de la experiencia
humana del mundo. l ex-plora lugares como un aspecto de la
Geografaen donde uno trabaja, esto es, en el mundo delas
experiencias cotidianas. Ningn lugar comolocalizacin (positivista),
ningn lugar como pai-saje (escuela de Berkeley) es suficiente para
defi-nir el lugar que est estrechamente delimitadoen la comunidad
para crear un apego cercano enlos individuos, que representan no el
conocimien-to simplemente detallado, pero cuidando y rela-cionando
ste con lugares. Relph discute diver-sos niveles de intensidad de
la experiencia de losexteriores (outsideness) y los interiores
(insideness)en los lugares. Al respecto se pueden enumerarlos
exteriores existenciales, con los cuales todoslos lugares asumen la
misma identidad sin senti-do; los exteriores objetivos, de una
larga tradi-cin en la geografa acadmica, catalogando in-formacin en
orden a explicar cientficamente laorganizacin espacial de los
lugares; los exterio-res incidentales, en que los lugares son
experi-mentados como ms pequeos que los antece-dentes para las
actividades; los interiores indi-rectos, en que los lugares son
experimentados deuna segunda mano a travs de la pintura, poesay
otros medios; los comportamientos interioresimplicando relaciones
con la apariencia de unlugar son los interiores empatticos que
involucranaspectos ms emocionales con el lugar y, final-mente,
interiores existenciales cuando un lugares experimentado sin el
pensamiento delibera-do, consciente pero que es todava pleno de
sig-nificado en tanto ello constituye pertenencia aun lugar.
Relph ve un sentido autntico del lugar comoalgo interior
perteneciendo al lugar como un in-
dividuo y un miembro de una comunidad, sa-biendo ste sin tener
que reflexionar sobre ello.Tal sentido autntico del lugar,
autoconscientedel sentido del mismo, es una fuente importantede
identidad para individuos y comunidades. Noobstante, tal identidad
est siendo socavada porlas culturas ms avanzadas, por la movilidad
geo-grfica creciente y un debilitamiento de las cali-dades
simblicas de los lugares, especialmentede las grandes ciudades. Hay
un sentimiento queel localismo, la variedad de las caractersticas
depaisajes y lugares de las sociedades pre-indus-triales estn
siendo erradicados. En vez de ello,los seres humanos crean paisajes
planos, superfi-ciales, proveyendo experiencias nicas comunesy
mediocres, una geografa sin lugares, carentede paisajes diversos y
lugares significativos. Laprdida del sentido de lugar es ahora
generaliza-da en tanto los seres humanos no tienen expe-riencia o
crean los lugares con ms de un interssuperficial y casual. Para
Relph la falta de auten-ticidad sin el sentido de lugar, no
proporcionaninguna conciencia del significado e importan-cia
simblica de stos. Por el contrario, es lacondicin normal en las
sociedades masivas eindustrializadas para que cada vez ms todos
loslugares parezcan semejantes, se sientan semejan-tes y tienen las
mismas posibilidades inconsis-tentes para la experiencia. Segn este
autor, anhay una necesidad humana profunda de la aso-ciacin con
lugares significativos e importantes.Siguiendo esta lnea de anlisis
se han de consi-derar las propuestas de Yi-Fu Tuan, catedrticode la
Universidad de Wisconsin. Este profesoruniversitario de Geografa da
nfasis a la imagi-nacin ambiental, esto es, da relevancia a las
re-laciones de la gente con la naturaleza, en queacota que el
intento de la Geografa humansticaes comprender cmo los fenmenos
geogrficosdan a conocer la calidad de la conciencia huma-na, esto
es, Topofilia -el amor humano al lugar-,y esta es el rea en que
explora el vnculo entre lagente y el lugar (1974). La gente
responde alambiente de maneras diferentes -visuales, estti-cas o
fsicas-. Una apreciacin personal y dura-dera del paisaje ocurre
cuando se mezclan con lamemoria las incidencias humanas o cuando
elplacer esttico se combina con la curiosidad cien-tfica. Una
conciencia del pasado es importanteen el amor al lugar,
particularmente en el mbitolocal, la regin domstica u hogarea.
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Las contribuciones de la Geografa humansticapermiten que los
gegrafos puedan utilizar elpensamiento generado en otros intentos
intelec-tuales, tales como el existencialismo, que habi-lita
preguntar acerca de cmo la vida consigue elsignificado espacial.
Desde la fenomenologa seha aprendido a preguntar acerca de cmo los
se-res humanos adquieren por experiencia el cono-cimiento del
espacio y del lugar; y, desde el hu-manismo se desprende la demanda
de cmo mi-ran los seres humanos, qu piensan los indivi-duos acerca
de ello y cmo los seres humanosactan en el lugar y en el espacio.
"La Geografahumanstica mira u observa el ambiente y hacepreguntas
acerca de qu es el lugar, esto es, ellaasume una serie de
localidades en que la gentese encuentra a s misma, vive, tienen sus
expe-riencias, han interpretado, comprendido y encon-trado el
significado del lugar" (PEET, R., 1998:48).Los gegrafos humansticos
anteponen la com-presin del ser humano por sobre la
explicacin.Ellos piensan que los casos individuales, ms quelos
modelos de similitud, son importantes y sig-nificativos, en tanto
"la importancia de estudiarsucesos nicos es mejor que conocer el
espurioconocimiento general" (JOHNSTON, 1991:166).Algunos autores
describiran a los gegrafoshumansticos como los ojos divinos que
inspec-cionan con su vista el Mundo. Al respecto, conmucha
antelacin DAVID LOWENTHAL (1961)deca que la superficie de la Tierra
se forma paracada persona por la refraccin a travs de
lentesculturales y lentes personales de costumbre eimaginacin. Este
autor pensaba que era necesa-rio que los gegrafos en su
investigacin vincu-len perspectivas individuales para lograr
compren-siones culturales del lugar, por ejemplo si steha sido
formado por la religin y la etnicidad.
La Geografa humanstica permite a cualquiergegrafo apreciar las
contribuciones de otras for-mas de administracin del intelecto,
tales comodel existencialismo que permite preguntar acercade cmo la
vida consigue significarseespacialmente; de la fenomenologa que
facilitainterrogar acerca de cmo el ser humano, o losseres humanos
de forma colectiva, experimentanel espacio y el lugar; en tanto que
se puede verque el Humanismo facilita establecer cmo ob-serva la
gente, cmo los individuos piensan so-bre el espacio y el lugar, y
cmo actan en elespacio y el lugar. Ellos creen que el espacio
afecta
la manera en que se comporta la gente, tanto eneste mismo
espacio como en el lugar pertinente.
El lugar desde la geografahumanstica
En este apartado la reflexin se centra en laidea del lugar
dentro de la Geografa y en lasdisciplinas relacionadas. Siempre se
ha de teneren cuenta el significado de lugar en el lxico
cas-tellano, aunque es bien sabido que el vocablolugar deriva del
latn locale, de locus, lugar, estoes, cualquier porcin del espacio
que es o puedeser ocupada por un cuerpo. Tambin es sitio oparaje,
ciudad, villa, pueblo, aldea, o poblacinde categora intermedia
entre la villa y la aldea.En tanto lugar geomtrico, significa que
est cons-tituido por el conjunto de puntos que gozan dedeterminada
propiedad comn. Lugareo ylugarete son sus diminutivos, en tanto
lugarotees su aumentativo y los adjetivos lugareo y lu-garea aluden
al natural de un lugar o pueblo, oque habita en l, aunque a veces
se utiliza comosustantivo aludiendo que es perteneciente o
rela-tivo a los lugares o pueblos, o propios de ellos(GRAN SOPENA,
t.2, pg. 1656-1657).
Tambin el trmino lugar se utiliza en el dis-curso domstico,
refirindonos a la gente que esten el lugar o de personas que
encuentran su lu-gar. Todo objeto, en muy diferentes escalas,
tie-ne un lugar: las estrellas, el Sol, la Luna ocupanun lugar en
el cielo; los seres humanos ocupanun lugar en la superficie del
planeta; cada estu-diante ocupa un lugar en el aula-sala-saln
declases y muchos otros objetos y entidades ocu-pan un lugar en la
superficie terrestre. Depen-diendo de la objetividad y de la
subjetividad delprocedimiento de clasificacin algunos lugaresson
buenos y otros son malos, algunos lugaresson verdaderos, otros son
imaginarios.
Es posible sugerir y discutir varias preguntasbsicas
relacionadas con este trmino, tales como:cul es el lugar para el
fugitivo de la justicia?, einterrogarse si tal concepcin es digna
de investi-gacin geogrfica significativa. Es ms, bien po-dran
adicionarse otras interrogantes, entre otras:cmo el gegrafo estudia
el lugar? o cmo in-cluir el concepto de lugar en una metodologa
dela investigacin? En este punto, es difcil dejarde evocar la nocin
de Vidal de la Blache de que
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la Geografa es "ciencia de lugares" y no de hom-bres o el hecho
de que antes Ratzel, a travs de lageografa poltica, ha decidido
estudiar el "Esta-do" como un lugar geogrfico.
El lugar en la tradicin de geografaregional
Sin duda, en el pensamiento terico de I.KANT (1724-1804),
establecer qu es el lugargeogrfico es intentar averiguar la
naturaleza delmismo. El profesor de Geografa de la Universi-dad de
Knigsberg, desde el curso 1755-1756,sostiene que el lugar geogrfico
resulta de la aso-ciacin de fenmenos de distinta naturaleza enla
superficie terrestre, asociacin que genera unsistema de relaciones,
esto es un espacio. En taldireccin, aparece explicando el lugar a
travs deuna teora corolgica, dejando de lado la habi-tual nocin
corogrfica descriptiva que arrancadesde los desaparecidos informes
de Hecateo deMileto (550- 480 a. C.) a sus superiores del go-bierno
de la ciudad milense. De seguro, sobreeste mismo esquema Karl
Ritter (1779-1859) hade contribuir con su nocin de las
interconexionesareales que describen y explican la regin comolugar
en que se asocian el ser humano histricocon un determinado paisaje
natural, que el cate-drtico berlins, en algn momento, presenta
alpoder poltico prusiano como el drama de la so-ciedad en un
determinado escenario, implican-do ello la enseanza conjunta de
Historia y Geo-grafa y la formacin de un educador o
pedagogoespecfico para esa tarea.
En los inicios del siglo XX, P. VIDAL DE LABLACHE, en su obra
Tableau de la Geographiede la France (1903), expone una geografa de
Fran-cia, la cual se organiza, como uno esperara, porregiones.
Dentro de cada una de esas regiones,Vidal examina el tema como unos
pases (pays),dando descripciones especficas a los aspectosnaturales
de la forma de la Tierra y a los otrosfenmenos naturales y a la vez
como el genre devie (gnero de vida) se articula con ellos, al
mis-mo tiempo comentando sobre la historia y dife-rencias
culturales de la gente. Tambin, Vidalalude a las rutas de
transporte que van a y desdecada regin, un elemento importante en
la rela-cin hombre - tierra. A lo largo del trabajo sepone atencin
a las diferencias entre comunida-des urbanas y rurales, en que
Vidal usando susconceptos geogrficos, as como tambin las ob-
servaciones influidas desde otras ciencias, inten-ta hacer ms
ntidos sus puntos de vista.
En otra obra de VIDAL DE LA BLACHE,Principes de Geographie
Humaine (1921), aun-que el autor muere mientras la escribe, uno
desus antiguos estudiantes, ahora colega y esposode su hija,
Emmanuel de Martonne, ha servidocomo el editor del trabajo. Este
libro contieneanlisis geogrfico de regiones y atributos con
lamirada especfica con respecto a cmo ellos seajustan en la relacin
hombre - tierra. A travs demirar a estos aspectos, Vidal intenta
retratar cadaregin como un ejemplo de la unidad del hom-bre y la
tierra que l llama el milieu, significan-do en lengua castellana el
medio y el ambiente.Al considerar la poblacin, materiales de
cons-truccin, desarrollo cultural, los modelos de ocu-pacin y
transporte, los lectores suelen ver dosaspectos, las
interconexiones de los factores am-bientales y cmo esa relacin
cambia desde elpunto de vista del posibilismo. La idea bsica
deVidal es sta, la Naturaleza crea las regiones, peroel hombre las
modela; de ah que una regin slopueda comprenderse en el cuadro de
una evolu-cin.
El lugar en la geografa humanstica
El lugar, el sentido del lugar, y el placelessnesseran algunos
de los conceptos dominantes usa-dos en la Geografa humanstica
durante los aos70 para distinguir su acercamiento a la
geografapositivista, cuyo foco principal era el espacio. Ellugar
fue considerado, segn el camino de loshumansticos, como algo ms
subjetivo,existencial y particular, mientras que el espaciofue
pensado para ser un universal, un fenmenoms abstracto, conforme a
ley cientfica. El con-cepto humanstico del lugar, dibujado en
granparte a travs de la fenomenologa (RELPH, 1976;TUAN, 1977), fue
referido a los accesos de losindividuos a los lugares particulares
y a la cali-dad simblica o metonmica de conceptos po-pulares del
lugar, ms que acontecimientos, ac-titudes, y lugares del
acoplamiento para crear unafundicin entera. El lugar fue referido
al signifi-cado y puso en contraste la riqueza experimenta-da de la
idea de ste con la esterilidad separadadel concepto del espacio.
Los acercamientoshumansticos al lugar continuaron en los aos80 en
el trabajo de autores tales como BLACK,KUNZE y PICKLES (1989) y
ENTRIKIN (1991),
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mediando entre las nociones positivista yfenomenolgica del
lugar, acaban discutiendo quepara entender el lugar de una manera
que capturesu sentido de la totalidad y del contexto es nece-sario
ocupar una posicin que est entre el poloobjetivo de la teorizacin
cientfica o accin deteorizar y el polo subjetivo de la
comprensinempattica, que deriva de la identificacin men-tal y
afectiva de un sujeto con el estado de ni-mo de otro. Esta especie
de acertijo es aquelloque los gegrafos humansticos oponen a la
ten-dencia a reducir el espacio geomtrico al lugarexistencial y
viceversa.
Durante los aos ochenta (1980) el inters enel concepto del lugar
comenz a crecer exterior-mente a la Geografa humanstica. Los
gegrafoseconmicos tales como MASSEY y ALLEN (1984)intentaron
teorizar el lugar como una especifici-dad que se manifestaba dentro
del contexto deprocesos generales de produccin del espacio.
Losgegrafos histricos tales como PRED (1984),dibujando con la teora
de la estructuracin delsocilogo Anthony Giddens, vieron el lugar
comoparte integral del proceso de la estructuracin, esdecir, ambos
procesos constitutivos de y consti-tuidos cerca de las relaciones
sociales. AGNEW(1987) y JOHNSTON (1991) han discutido queel lugar
fuera una de las piedras angulares de laGeografa poltica, respecto
de lo cual sostene-mos que Ratzel ha propuesto estudiar el
Estadocomo un lugar geogrfico (SANTIS, 1989). Deotro lado, AGNEW
(1987) identifica tres elemen-tos importantes del lugar: local,
localizacin ysentido del lugar. El mismo anota: "local, los
ajus-tes en los cuales se constituyen las relacionessociales (sto
puede ser institucional informal);localizacin, el rea geogrfica que
abarca losajustes para la interaccin social segn lo defini-do por
los procesos sociales y econmicos quefuncionan en una escala ms
ancha; y sentidodel lugar, la estructura local de la sensacin".Como
Entrikin, su definicin del lugar tambinmedia entre el sentido
objetivo y subjetivo.
Quizs E. RELPH (1976), en su debatida ycomentada obra Place and
Placelessness, en quedesde la fenomenologa explora la naturaleza
delespacio y del lugar, debe asumir una mayor res-ponsabilidad por
la introduccin del vocabloplacelessness y su nocin. Segn este
autor,placelessness alude a la existencia de los paisa-jes
relativamente homogneos y estandarizados
que disminuyen la especificidad y las variedadeslocales de
lugares que caracterizaron a las socie-dades pre-industriales.
El vocablo en cuestin no presenta traduccincastellana en las
fuentes utilizadas, pero JIMDUNCAN y N. DUNCAN (1992), de los
quecontribuyen al contenido de la obra TheDictionary of Human
Geography (2000), ayudana comprender dicha nocin, anotando
algunasde las propiedades o acepciones de dicho voca-blo. Segn J. y
N. DUNCAN, la existencia de lospaisajes relativamente homogneos
yestandarizados que disminuyen la especificidady las variedades
locales de lugares que caracteri-zaron a sociedades
pre-industriales es el signifi-cado de placelessness. En los aos 70
este trmi-no fue asociado a la Geografa humanstica,
par-ticularmente desde el trabajo de Relph que, tan-teando sobre M.
HEIDEGGER (1962), discute queen el mundo moderno, la "prdida de
diversidaddel lugar" es nota sintomtica de una prdida msgrande de
significado. La actitud "autntica" quecaracteriz la sociedad
pre-industrial, en que laartesana cultiva y produce el "sentido del
lugar",que una cierta demanda ahora se ha perdido y seha
substituido en gran parte por una actitudinauthentic, esto es, una
actitud antnima a loautntico. Relph ofrece como ejemplos
delplacelessness y de la actitud inautntica que sonproducidos por
los paisajes tursticos, las tirascomerciales, las ciudades y
suburbios nuevos yel estilo internacional en arquitectura. J.
N.ENTRIKIN (1991) precis que mientras algunossignificados se
pierden de hecho cuando los lu-gares se homogeneizan cada vez ms,
otros estnsiendo ganados. Hablar solamente de la prdida,por lo
tanto, es adoptar los valores de losconservacionistas y de los
cultores de la preser-vacin que intentan resguardar los artefactos
ylos lugares culturales.
Con la influencia del postmodernismo en laGeografa durante los
aos ochenta (1980) y losaos noventa (1990), la autenticidad vino a
serconsiderada un concepto altamente problemti-co. DUNCAN &
DUNCAN (1992) y SOJA (1996)y otros gegrafos, que fueron
influenciados porlos textos filosficos de pensadores franceses,
talescomo Jean Baudrillard y Roland Barthes, comen-zaron a llevar
un acercamiento ms crtico y mssociolgico a la nocin de lugares
autnticos. Msque los juicios expertos de ofrecimiento sobre
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paisajes segn los criterios tales comoplacelessness,
inauthenticity o la autenticidad,comenzaron a llegar las versiones
populares dela crtica a estas nociones.
Sin embargo, el inters en la postmodernidadconsiderada como un
tiempo histrico ha con-ducido a los gegrafos hacia la compresin de
laglobalizacin y del espacio-tiempo. Mientras quealgunos autores
asumen que la globalizacin tie-ne efectos de homogeneizacin,
reduciendo oaumentando la particularidad del placelessnessde los
lugares, otros sealan los efectos desigua-les a travs del globo y
de la reaccin defensivaque intenta mantener o recuperar diferencias
dellugar. Por el contrario, MASSEY (1997a) discuteque la nocin del
sentido del lugar (como nece-sitar una sola identidad esencial) sea
reacciona-ria y que la identificacin persistente del lugarcon la
comunidad es un romanticismo equivoca-do. Cualquier localizacin
sola, por s misma,puede ser muchos lugares, muy diversos, a
diver-sos tipos de gente. La nocin de un sentido dellugar o del
placelessness tiene que ser repensadaa la luz de las constelaciones
altamente comple-jas de las relaciones sociales que ligan un lugar
aotros lugares ms all de producir un altamenteparticularizado,
pero, sin embargo, global senti-do del lugar.
Geografa humanstica yGeografa cultural
La revisin del material disponible en diver-sas y variadas
fuentes bibliogrficas y electrni-cas, facilita penetrar en algunas
de las mltiplesformulaciones conceptuales de los gegrafos, quehan
recorrido o estn recorriendo el camino delparadigma de la Geografa
humanstica. Atendi-do que las expresiones del humanismo en
Geo-grafa han dejado profundas huellas en el pensa-miento geogrfico
(enfoque regional, enfoquedeterminista, enfoque ecolgico y otros)
convie-ne explorar en el quehacer geogrfico conducidoen torno al
modelo de Geografa humanstica enrelacin con otros temas de la
disciplina, tal comoes hoy la Geografa cultural.
Actualmente uno de los sub-campos ms re-sonantes y disputados
dentro de la geografa hu-mana es el de Geografa cultural, la que
tieneuna tradicin de estudio de dcadas y expresio-
nes contemporneas mltiples. Mientras quemuchas investigaciones y
reflexiones de la Geo-grafa humana se pueden caracterizar hoy
comocultural, en aproximacin y contenido, cualquierdefinicin sola o
unvoca de la Geografa cultu-ral sera engaosa. A pesar de varias
tentativas enGeografa cultural de resolver el desacuerdo deestudios
recientes sobre su alcance y los mto-dos (FOOTE, K. et al., 1994),
ella es marcadahoy por posiciones y metodologas tericas
ab-solutamente distintas.
Una serie de contracorrientes emergieron enlos aos noventa
(1990) con la construccin deuna nueva Geografa cultural y el
extraordinariocrecimiento de los estudios
culturalesinterdisciplinarios, los cuales resultaron ser mu-cho ms
turbulentos para la Geografahumanstica. La presunta vuelta cultural
ha he-cho inmensamente difcil de identificar una Geo-grafa
humanstica distintiva, de modo que fueseprobablemente ahora ms
significativo hablar delas varias geografas post-humansticas. No
hahabido ciertamente escasez de post, pues variosestudiosos que
estuvieron asociados de cerca aldesarrollo de la Geografa
humanstica, posterior-mente aparecen vinculados al postmodernismo
eincluso al post-estructuralismo (BARNES yDUNCAN, 1992; DUNCAN y
LEY, 1993). Elpost-humanismo, como los otros post, efectiva-mente
radicaliza con eficacia el trmino ante-rior, de modo que muchas de
las preocupacionesde la Geografa humanstica indudablemente
hanayudado a forjar una sensibilidad generalizadadentro de la
disciplina. Pero al materializar esaspreocupaciones, los anteriores
autores sealadoscomo humansticos han estado conforme a lareflexin y
a la reformulacin crtica. A pesar dela crtica acerca de una nueva
geografa cultural,la tradicin ecolgica y etnogrfica en la Geogra-fa
cultural estadounidense ha estado revigorizadapor dos corrientes de
pensamiento en los aosnoventa (1990). Estas crticas generan una
modi-ficacin del dualismo epistemolgico de la na-turaleza y de la
cultura sobre la cual se ha cons-truido convencionalmente tanto la
tradicin geo-grfica (LIVINGSTONE, 1992) como la influen-cia de la
teora post-colonial. El primero de estosimpactos, influenciado
fuertemente por la teorafeminista, reconoce la inevitable
apropiacincultural y la mediacin del mundo natural, y enella los
mismos seres humanos son los agentesincorporados a una naturaleza
activa que trabaja
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constantemente. Por lo tanto la agencia humanano se puede
dividir con seguridad entre la natu-raleza y la cultura, de modo
que todos los am-bientes y paisajes sean coproducciones de la
re-lacin naturaleza-cultura (LATOUR, 1993;DEMERITT, 1994), aunque
es la teora ecolgicaconvencional solamente una de un nmero
demetforas para examinar tal coproduccin.
Esta penetracin en Geografa es reforzada porel reconocimiento
emprico que virtualmente haseguido existiendo, aunque ninguna
ecologa hasido influenciada por alguna actividad
humanasignificativa y que las consecuencias para el me-dio ambiente
global de los seres humanos prece-den la modernidad, extendindose
largamentesobre el Holoceno (ROBERTS, 1998; SIMMONS,1989),
planteando las cuestiones de juicio queellas son ms polticas y
morales que objetiva-mente cientficas (LEWIS y WIGEN, 1997).
Estoalternadamente se puede relacionar con la segundainfluencia
reciente en la Ecologa cultural, encuanto que una dimensin
significativa de la teo-ra post-colonial es la creencia que se es
coloni-zada. Supuesto que las "gentes aborgenes" den-tro de la
lengua del establo (algunos autores pien-san que el ser humano
forma parte del rebao dela tribu), con las culturas populares
pre-moder-nas que subsisten en la armona ecolgica con
la"naturaleza", sea en s misma una maniobra co-lonialista,
manteniendo con eficacia su estadocomo vctimas pasivas de una
colonizacin cul-tural continuada (GREGORY, 1994; HARRIS,1996) ms
bien que agentes activos en la evolu-cin y la manifestacin de sus
propios mundosculturales.
En este contexto, la pregunta es: cmo serelaciona la Geografa
humanstica con la Geo-grafa cultural? La pregunta queda insinuada
enel ttulo del apartado. En sentido general, se en-tiende por
Geografa Cultural el estudio de pa-ses, culturas, costumbres,
alimentacin, vestua-rio, msica, arquitectura, tradiciones,
religionese idiomas del mundo. El planeta registra haciafines del
ao 2003 un total de 254 entidades ju-rdico-polticas diferentes,
pobladas por seis miltrescientos cuarenta y ocho millones de
habitan-tes (6.348.262.557) que utilizan ms de 6.000lenguas
distintas. Considerando los idiomas, queson una parte esencial de
la cultura, derivan en-tonces o tambin se puede decir que hay ms
de6.000 culturas diferentes en el mundo. Desde este
nmero es casi imposible intentar representarlastodas en estas
escasas lneas. Dos son las lenguasutilizadas preferentemente en la
Geografa actual,el ingls de los autores que animan la
Geografahumanstica en los ltimos decenios del sigloXX, y el
castellano -popularizado como espaol-de los investigadores
interesados en el anlisisdel enfoque o paradigma humanstico.
En un sentido especfico se ha considerar lanocin de Geografa
cultural en el contexto de laciencia geogrfica, en el sentido que
esta estudiael espacio que surge de las relaciones ser huma-no -
naturaleza en la superficie de la Tierra, esdecir, la Geografa
estudia el espacio organiza-do. De acuerdo a lo que aqu se entiende
porGeografa, la Geografa cultural estudia y ponenfasis a la forma
cmo los seres humanos trans-fieren su bagaje o sus rasgos
culturales en la or-ganizacin de su espacio. En estricto
sentidometodolgico, la Geografa cultural estudia ladistribucin en
el espacio y en el tiempo de lasculturas y los elementos de la
cultura, tales comoartefactos y herramientas, tcnicas,
actitudes,costumbres, lenguajes y creencias religiosasenmarcados en
complejos culturales en su orga-nizacin espacial, extendindose
desde el paisa-je natural sin intervencin humana hasta el pai-saje
transformado por la accin humana; la evo-lucin y sucesin de
culturas y elementos cultu-rales, incluyendo el origen histrico de
la culturay sus reas de difusin, adems de complejas re-laciones y
asociaciones areales de la cultura y lanaturaleza.
Quizs, cuando ms, podramos organizar unmuestreo de algunos
ejemplos en el mundo tancomplejo, seleccionando algunas culturas
gene-rales o tradicionales, las cuales se localizan enlas reas
geogrficas de frica, Asia, Europa, lasAmricas y Oceana. De las
6.000 o ms lenguasen el mundo, la mayora son habladas por gru-pos
tribales pequeos y algunas pocas -casi ni-cas pues sern entre 12 y
15- se usan de un modogeneralizado en la poltica y el comercio
interna-cional. El resto son los idiomas nacionales queson de las
poblaciones dominantes consideradascultas en cualquier nacin
determinada, excep-tuando las de frica y las de Amrica, donde
losidiomas nacionales oficiales son frecuentementelos de su origen
europeo anterior, esto es, prove-nientes del pasado colonial. En el
pasado recien-te, por supuesto, English o el ingls ha llegado a
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ser el idioma internacional aceptado para el co-mercio e incluso
es una de las cinco lenguas ofi-ciales de la Organizacin de
Naciones Unidas.A ellos se ha de unir que la lengua castellana,que
los usuarios del ingls y del francs nos hanconvencido denominarla
como Spanish /Espagnol o espaol, es tambin una de las cincolenguas
de la ONU.
Unas consideraciones finales
Una primera forma de anlisis que ahora con-viene ejecutar es
observar las diferencias entre lageografa cientfica de los
positivistas que todosconocen y la geografa humanstica. Se
aceptacorrientemente que en tanto cientficos positivoslos gegrafos
deben atenerse a unos ciertos cno-nes, entre los que se incluye (1)
la objetividad,(2) la observacin del mundo, (3) una
actitudanaltica, (4) la explicacin causal, (5) la bs-queda de leyes
universales operando sobre lascosas y las personas, (6) conservar
la propiedadnomolgica del quehacer, (7) significando loshechos
investigados, y (8) establecer cmo lascosas vienen a ser mientras
que son.
El mismo anlisis, ejecutado a travs del sa-ber de la geografa
humanstica que aqu se hasistematizado, deja en claro que ciertos
cnones,entre los que se incluyen (1) subjetividad, (2)estancia en
el mundo, (3) una actitud sinttica,(4) entendiendo los hechos, (5)
motivaciones ypropsitos humanos internos, (6) teleolgico,
(7)significado de los hechos, y (8) por qu las cosasvienen a ser
mientras que son.
Una segunda forma de anlisis es elaborar,con la informacin
anteriormente sistematizada,una respuesta a la siguiente
interrogante: En quaspectos la geografa humanstica es diferente
dela geografa cientfica de los positivistas?
Los textos, expresados en diversos apartadosy sub-apartados,
reflejan que la Geografahumanstica apunta a lograr una mejor
compren-sin del ser humano y de su condicin espacialestudiando las
relaciones de las personas con lanaturaleza, su comportamiento
geogrfico, ascomo sus sensaciones y las ideas con respecto
alespacio y al lugar. Un gegrafo fsico, en tanto,examina las
relaciones del ser humano con el
ambiente y un analista regional estudia las leyesde la
interaccin espacial.
La geografa humanstica enfoca su perspecti-va en los
pensamientos, actos, actividades y losproductos que sean
distintivos a la especie hu-mana. Los acercamientos cientficos al
estudiodel hombre tienden a reducir al mnimo el papelde la
conciencia y del conocimiento humano. LaGeografa humanstica intenta
entender cmo lasactividades y los fenmenos geogrficos revelanla
calidad del conocimiento humano. Los temasde la Geografa humanstica
son conocimientosgeogrficos, territorio y lugar, concentracin
ydispersin, sustento y economa, y religin. Unaporcin de la Geografa
humanstica es Geogra-fa histrica que enfoca en y hacia el tiempo
pa-sado. Por otra parte, la Geografa fsica se centraen los cambios
fsicos en los paisajes como lamedida de la importancia de un
acontecimientohumano, tal como se observa en la propuesta
deGeografa ambiental. Un cientfico tiende a verpatrones humanos que
emergen sin la coopera-cin de la voluntad del ser humano, pero un
hu-manista est inclinado a percibir la intencindonde solamente
funcionan las fuerzas objetivas.
La gente obedece a las leyes fsicas y econ-micas si las reconoce
como tales, de manera quela Geografa humanstica tambin participa
oforma parte del conocimiento cientfico. El ge-grafo humanstico
simplifica y da una estructuraexplcita y despus produce la
explicacin cien-tfica.
El gegrafo humanstico debe tener habilida-des lingsticas y un
vivo inters en filosofa,mientras que el cientfico fsico no los
necesitaen opinin de algunos. La metodologa cientfi-ca se acepta
universalmente y ha demostrado suutilidad en el dominio de objetos
materiales yde relaciones abstractas.
El enfoque o modelo humanstico nunca serrealmente popular,
porque parece lejos menoseficiente que la manipulacin directa del
ambien-te fsico y pocas personas cuidan para sondearprofundamente
en s mismos.
Una tercera forma de anlisis quedainvolucrada en las grandes
preguntas que se de-tectan en el enfoque humanstico y en el
futuro
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de la Geografa humanstica. Al respecto la Geo-grafa humanstica
se centra en pensamientos,actos, actividades, y sus productos que
sean dis-tintivos a la especie humana en vista del espacioy el
lugar. Es dable pensar que esta aproximacintrata de todas las
grandes preguntas en la Geogra-fa, porque el mundo de los hechos
geogrficosincluye no solamente clima, granjas, estableci-mientos, y
nacin-Estados, sino tambin opinio-nes geogrficas, conceptos y
teoras geogrficas.Esto significa que los resultados en la
superficiede la Tierra son causados no solamente por elmaterial
duro, tambin por pensamientos, actos,actividades y productos
humanos.
La geografa cientfica positivista llega aden-tro del foco,
porque manipula directamente elambiente fsico. Sin embargo, todo
cambio en elambiente no es solamente el resultado de las
re-laciones con las cosas fsicas, sino tambin secorresponde con los
pensamientos y las activida-des humanas. La Geografa humanstica de
acuer-do al anlisis presentado no llegar a ser populary ms
eficiente, pero los temas y las perspectivasque ella propone sern
requeridos constantemente,porque todos los que estudian el espacio
terres-tre espacialmente, incluso los cultores de Geo-grafa fsica
positivista, necesitan su propia filo-sofa, en la cual el gegrafo
humanstico est in-serto.
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