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Clementina Battcock*
resumen: Tradicionalmente, la versin del cronista andino Joan de
santa cruz Pachacuti Yamqui sal-camaygua sobre la guerra entre
incas y chancas ha sido considerada estrictamente una fuente his-
trica. el presente artculo se propone analizar dicha crnica a la
luz de elementos simblicosal gunos tan peculiares como los
instrumentos musicales que, ms que contextualizar el su-ceso como
un episodio real, permiten definirlo como un mito de fundacin.
PaLabras cLave: santa cruz Pachacuti, Guerra incas-chancas, inca
Yupanqui, Tawantinsuyu.
absTracT: The version of the war between the incas and the
chancas of the andean chronicler Joande santa cruz Pachacuti Yamqui
salcamaygua has been traditionally considered as an
historicalsource. This article aims to analyze his historical
recount in the light of symbolic elements someof them as peculiar
as musical instruments that rather than contextualize the event as
a realepisode, show it as a foundational myth.
KeY words: santa cruz Pachacuti, war incas-chancas, inca
Yupanqui, Tawantinsuyu.
Santa Cruz Pachacuti: mitos fundantes y
elementos simblicosen el relato
de una guerra
Las crnicas coLoniaLes desde amrica
* Investigadora de la Direccin de Estudios Histricos-Instituto
Nacional de Antropologa e His-toria, Mxico
([email protected]).
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Clementina BattCoCk
IntroduCCIn
La historiografa incaica se gesta en el siglo xvI, cuando muchos
de los pri-meros espaoles que llegaron a los Andes se convirtieron,
deliberada-mente o no, en cronistas y comenzaron a plantearse
preguntas sobre lospobladores andinos, tanto para conocer mejor la
sociedad que con-quistaban, como para sentar las bases de la
dominacin hispana. Como, en rigor,no existen fuentes escritas que
daten de la poca prehispnica, la investigacinsobre el mundo andino
hubo de construirse sobre los cimientos de esa docu-mentacin
indirecta producida por espaoles, y tambin por autores de tradi-cin
indgena, durante el periodo colonial.
No obstante, al estudiar la informacin andina presente en esa
documen-tacin, hoy se considera imperativo entresacar y leer la
oralidad de los antiguosrituales y narrativas, que es lo que
realmente da cuenta de los rasgos de las so-ciedades que la
produjeron. Es pues menester hurgar bajo el barniz discursivoque
sobre la oralidad aplic el cronista o escritor, con el propsito de
convertiraquella informacin en texto.
En la historia de los incas, el episodio de la guerra contra los
chancas es unmomento crucial, ya que a partir de l se inicia la
transformacin y el desplieguede podero del Tawantinsuyu en los
Andes centrales durante el siglo xv. En estaclebre y, para algunos
autores mtica guerra,1 los incas lograron quebrantar elfrreo cerco
que les imponan sus poderosos vecinos y alterar el equilibrio
hastaentonces vigente entre los diferentes grupos para inclinarlo a
su favor. Al igualque los incas, los chancas pugnaban por su
expansin territorial; ya se haban ex-tendido hasta Andahuaylas y
aspiraban dominar por completo a los quechuas.As, durante el
gobierno de viracocha Inca, los chancas salieron de su territorioen
un intento de domear a los pueblos vecinos. En el choque de estas
dos fuer-
1 Sobre esta discusin vanse entre otros autores, Pierre Duviols,
La Guerra entre el Cuzco y losChanca: Historia o mito?, en Revista
de la Universidad Complutense, vol. 28, nm. 117, 1980,pp. 363-371;
Pierre Duviols, Cosmovisin y ritual solar de sucesin: la guerra de
los incas con-tra los chancas. Ensayo de interpretacin, en Antonio
Garrido Aranda [comp.], Pensar Am-rica. Cosmovisin mesoamericana y
andina, Montilla, Obra Social y Cultural de Cajasur,Ayuntamiento de
Montilla, 1996, pp. 271-293.
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Santa Cruz PaChaCuti: mitoS fundanteS y elementoS SimBliCoS en
el relato de una guerra
zas, o en este ciclo blico, los cronistas identifican claramente
el instante en quese produce la expansin histrica del Tawantinsuyu
de los incas.
A este respecto, la crtica histrica actual se decanta por dos
posibilidades:la mayora de los investigadores (que la asume como un
hecho) trata de deter-minar cul de las viejas crnicas contiene la
versin ms confiable de dicha gue-rra; en tanto que otros argumentan
que se trata de un evento mtico, sin asideroalguno en la realidad.2
Existe, adems, una postura intermedia, que consideraque el
acontecimiento material, irremisiblemente perdido, fue recubierto
por elmito, en una serie de pasajes de escritura en cuyo ncleo yace
una verdad his-trica. As, la presencia de lo mtico en realidad
devela una verdad, all donde hi-potticamente intentara encubrirla.
Estudios recientes permiten hacer algunosajustes y correcciones a
esta difundida versin. Por ejemplo, el antroplogo ho-lands Tom
Zuidema ha empezado por llamar la atencin sobre el hecho de quehay
al menos tres significados distintos para lo que hasta hoy se ha
tenido porel gentilicio chanca.3 Por su parte, Luis Ramos Gmez ha
mostrado pruebas deque, en la regin en estudio, la presencia de
grupos identificables con los chan-cas es mnima, y tambin ha
aportado elementos hasta ahora no estudiadospresentes de diversas
formas en el arte cuzqueo de los kero y en danzas con-temporneas,
que permiten identificar a los chancas con pobladores amazni-cos.4
Asimismo, Luis Millones indic que no existen evidencias
arqueolgicas deesta guerra, sin embargo, retoma la propuesta de
Brian Bauer para indicar queeste episodio heroico pertenece al
gnero de las sagas legendarias, formatoque ha estado presente en la
creacin de los imperios. As, Millones explica el
27957
2 Nir Amnon, Anca Uallo Chanca: mito o historia?, en
Iberoamerica Global, vol. 1, nm. 2,2008, Especial/Special, The
Hebrew University of Jerusalem, p. 29.
3 vase El origen del Imperio Inca, en Tom Zuidema,Parentesco y
culto a los antepasado entres comunidades peruanas. Una relacin de
Hernndez Prncipe de 1622, en Reyes y gue-rrero. Ensayos de cultura
andina, Lima, fOMCIENCIAS, 1989, p. 206.
4 Luis Ramos Gmez, El choque de los incas con los chancas en la
iconografa de vasijas lgneascoloniales, en Revista Espaola de
Antropologa Americana, nm. 32, Madrid, 2001, p. 243.
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relato de esta guerra como la manifestacin del recuerdo mtico de
la sociedadHuari, la cual despertaba encontradas opiniones en los
grupos cuzqueos.5
En esta ltima lnea, mi propsito es analizar la versin del
episodio que, aprincipios del siglo xvII, ofreci el cronista de
tradicin indgena, Joan de SantaCruz Pachacuti6 Yamqui Salcamaygua,
y destacar en el estudio los elementos decarcter simblico que
proporciona su relato. Y, entre otros, uno de los princi-pales por
cierto, ausente en otras versiones o historias7 es la referencia al
usode instrumentos musicales en la contienda. Naturalmente, no slo
se trata deabordar un rasgo hasta cierto punto peculiar en una
crnica, sino de explorar losposibles sentidos interpretativos de su
inclusin en el texto.
obra y autor
La Relacin de antigedades deste reyno del Piru, escrita en
castellano por unquechua-parlante, ostenta la firma del cronista
Joan de Santa Cruz PachacutiYamqui Salcamaygua. Una vez ms, es la
crtica histrica contempornea la quemuestra aqu su escepticismo:
frank Salomon plantea dudas sobre la identidaddel autor y franklin
Pease afirma, categrico, que es de ajena mano y tiempoposterior,8
en tanto que Pierre Duviols objeta que el texto haya sido escrito
en
5 Luis Millones, Taki Onkoy o la enfermedad del canto, en Taki
Onkoy: de la enfermedad delcanto a la epidemia, Santiago de Chile,
Ediciones de la Direccin de Bibliotecas, Archivos yMuseos, 2007,
pp. 23-25.
6 La grafa de este nombre es indistintamente Pachacutec o
Pachacuti. En este texto se utilizarPachacuti.
7 Cabe indicar que esta referencia tambin figura en la obra de
felipe Guaman Poma de Ayala,quien ilustra en la lmina 115 un
soldado cuzqueo tocando una supuesta quepa (instrumentoaerfono,
confeccionado con una calabaza agujerada) o posiblemente un pututo
(instrumento mu- sical confeccionado con un caracol marino). vase
felipe Guaman Poma de Ayala, Nueva Co-rnica y Buen gobierno, Lima,
fCE, 2005, lmina 1.
8 frank Salomon, Crnica de lo imposible: notas sobre tres
historiadores indgenas peruanos,en Revista Chungara, nm. 12,
Universidad de Tarapac, Arica-Chile, agosto de 1984, p. 85.franklin
Pease, Las crnicas y Los Andes, Lima, fCE, 1995, pp. 44-45 y
106.
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Santa Cruz PaChaCuti: mitoS fundanteS y elementoS SimBliCoS en
el relato de una guerra
1613, pues a su parecer, hay indicios que sugieren que es de
fecha ms tarda, ytampoco est convencido de que la iniciativa de
escribirlo haya sido de SantaCruz Pachacuti, dado que bien pudo
haber sido inspirado por alguno o algunosde los que animaron las
campaas de extirpacin de idolatras y evangelizacina partir de 1610
en el virreinato del Alto Per.9
En cambio, s hay certeza de que el manuscrito form parte de una
colec-cin perteneciente al clebre visitador de idolatras, francisco
de vila, puestoque fue hallado entre los papeles de este
funcionario. De hecho, vila lo anotde su puo y letra, sumando sus
comentarios a los de Santa Cruz Pachacuti. Si-glos despus, el
polgrafo don Marcos Jimnez de la Espada le aadi una seriede
interesantes notas,10 antes de editar la Relacin por primera vez en
Madriden 1879 en sus Tres Relaciones de antigedades peruanas, a
partir del manus-crito conservado en la Biblioteca Nacional de
Madrid con el nmero 3.169.
Sea como fuere, lo poco que se sabe sobre el enigmtico Joan de
SantaCruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua es lo que l mismo apunt
sobre su ori-gen. Se afirmaba descendiente de los curacas de
Guaygua Canchi y natural delos pueblos de Santiago de Hanan Guayua
y Hurin Guayua Canchin de Orco-suyu, entre Canas y Canchis. Es
decir, la regin oeste del lago Titicaca llamadaOrcosuyu por el
grupo colla. En las pginas iniciales de la crnica, y en otrosmuchos
sitios de ella, Santa Cruz da a entender que uno de sus antepasados
fueInca Yupanqui, esto se destaca en los pasajes relativos a la
guerra, entendidacomo un acontecimiento fundacional. De ah que haga
un esfuerzo intencionalpor introducir a su familia en la historia
oficial incaica.11
28157
9 Pierre Duviols, Estudio introductorio a Juan de Santa Cruz
Pachacuti Yamqui Salcamaygua, Re-lacin de antiguedades deste reyno
del Piru, Cuzco, Institut francais Dtudes Andines, Cen-tro de
Estudios Regionales Andinos Bartolom de Las Casas, 1993, pp. 16 y
19.
10 Luis Millones, Los dioses de Santa Cruz (Comentarios a la
Crnica de Juan de Santa Cruz Pa-chacuti Yamqui Salcamaygua),
Madrid, Pontificia Universidad Catlica del Per, Departamentode
Ciencias Sociales, 1979, p. 124.
11 As lo advierte Luis Millones, op. cit., p. 126. Inca Yupanqui
se transformar en lder nece-sario para salvar al Tahuantinsuyu de
la crisis. Ntese adems que el antepasado de Santa Cruzse llama
precisamente Inca Yupanqui, apelativo que luego ser usado por el
Inca Cuzqueo, eincluso por el propio autor.
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Ms all de estas particularidades, tambin se advierte el inters
del cro-nista por integrar la historia antigua del Per a la
historia universal. No en baldeLuis Millones apunta que el plan
inicial de la obra de Santa Cruz Pachacuti se ins-cribe en lo que
la historiografa indiana denomina historia moral. De tal suerteque,
para la organizacin poltica del pasado, el autor dise un modelo o
es-tructura de opuestos: por un lado las huacas y los curacas,
jerrquicamenteinferiores; por el otro, en el nivel superior, el
Supremo Hacedor y los incas.12
La guerra y SuS eLementoS SImbLICoS
Los instrumentos musicales
Segn el relato de Santa Cruz, Inca Yupanqui tuvo un encuentro
con un en-viado del Hacedor antes de transformarse en el elegido
para salvar la ciudadsagrada del Cuzco. Es obvio que el encuentro
defini en l una personalidadguerrera que, aunque latente, slo pudo
manifestarse abiertamente luego de larevelacin. El texto consigna
que Inca Yupanqui ingres al templo, cuyo accesoslo se permita al
gobernante y donde se encontraban los smbolos de podery
autoridad.13 Su ingreso fue acompaado por msica de carcter ritual,
inter-pretada con instrumentos como la caja14 (o tambor), los
pillullu y uaylla qui-pas (o trompetas de caracol) y las antaras15
(o zampoas, tambin llamadasflautas de Pan).
Tal vez el uso de estos instrumentos y la interpretacin musical
eran inhe-rentes al ceremonial que marcaba las transiciones entre
diferentes periodos, es-pacios o, como en este caso en particular,
la transferencia del poder. De acuerdocon Mnica Gudemos, en
acatamiento a aejas tradiciones andinas, las trom-
12 Ibid.13 el ttopa yauri y capac unancha, y scale y arblanle
sobre lo alto del lugar el estandarte de
los yngas, en Pachacuti, op. cit., p. 219.14 Segn el Diccionario
de Autoridades (Madrid, 1729) Caxa es un instrumento de
percusin
o tambor militar.15 Instrumentos de aliento, compuestos de tubos
huecos tapados por un extremo que produ-
cen sonidos aflautados.
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Santa Cruz PaChaCuti: mitoS fundanteS y elementoS SimBliCoS en
el relato de una guerra
petas y los tambores de cierto tipo se empleaban con funciones
especficas eincluso, estaban socialmente categorizados. Dichos
instrumentos, que entra-aban una simbologa particular, se
incorporaban estratgicamente en el con-texto guerrero como
elementos distintivos y ofensivos.16
A este particular, en un pasaje blico, la crnica de Santa Cruz
Pachacutiafirma: y toca en diez partes la caxa con grandes alaridos
y comienza[n] losenemigos a combatir la ciudad.17 En principio,
parecera que en la cultura an-dina, como en otras muchas, incluida
la occidental, el toque de los tambores deguerra simplemente
instiga a cargar contra el enemigo. Pero, aun as, queda enel aire
la pregunta por qu tocarlos exactamente diez veces, o en diez
lugaresdistintos? Supondra esta decena de percusiones un rito
particular para asegu-rar la victoria o para otros fines que
ignoramos? Considero que es necesariotener presente que en el mundo
andino hay una vinculacin y un dilogo entreel sonido y el espacio,
de modo que la reiteracin de un sonido en determinadositio tal vez
podra representar una forma de conjuro o ritualizacin.
El cronista se refiere en ms de una ocasin al uso de
instrumentos de per-cusin, de alto contenido ceremonial, asociando
su sonido con el retumbar delos truenos. Adems, en otra parte, al
relatar la muerte de viracocha Inca, con-signa que se tocaban las
caxas muy despacio.18 De nuevo, aunque es posiblehablar de la
similitud de este toque pausado y solemne con el de las
ceremoniasmilitares fnebres de Occidente, tambin cabe plantear el
interrogante respectode si el comps parsimonioso del instrumento no
estara en relacin directa conel ritmo decreciente de la vida, o con
la llegada de la muerte.19 En este sentido,
28357
16 Mnica Gudemos, La msica en las pinturas de los Queros del
Museo de Amrica, Madrid,Museo de Amrica, Museos Estatales,
Ministerio de Cultura, 2004, p. 49.
17 Pachacuti, op. cit., p. 219.18 Ibid., p. 225.19 En su estudio
etnogrfico en Bolivia, Gerardo fernndez Jurez seala que: [] la
msica, in-
terpretada hasta entonces con instrumentos propios de Todos
Santos como los muqunis en elsector boliviano del Lago Titicaca,
cambia a partir de la despedida de las almas, es msica fes-tiva,
waru y tarkeada la que se aduea del lugar. Gerardo fernndez Jurez,
Entre la repug-nancia y la seduccin. Ofrendas complejas en los
Andes Sur, Cuzco, Centro de EstudiosRegionales Andinos Bartolom de
Las Casas, 1997, pp. 66 y 67.
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la opinin de Tom Zuidema es que los tambores20 se utilizaban en
ritos de paso.21
Adicionalmente, estaban presentes y se usaban en las fronteras y
en los centrospolticos, lo que indica su estrecha vinculacin con la
guerra; as, al golpearloscon las baquetas se prefiguraba el golpe
de las armas sobre los enemigos. Porotro lado, los caracoles y las
zampoas eran instrumentos de viento, factor quepodra relacionarlos
con las huacas o las deidades, segn aduce Jos Luis Mar-tnez
Cereceda.22 Asimismo, los instrumentos de aliento estn asociados a
prc-ticas masculinas23 y al dios Wari, uno de cuyos atributos es,
precisamente, elviento.
Aunque es indiscutible que la guerra entre chancas e incas se
desarrolla enCuzco, resulta de sumo inters advertir que la crnica
de Santa Cruz Pachacutila ubica concretamente en una plaza,
acompaada por msica de fondo, comosi se tratase de una puesta en
escena en un mbito teatral. Sabemos que la con-cepcin clsica
grecorromana de la vida del hombre como un teatro se trans-miti al
Renacimiento europeo, que forj la imagen del theatrum mundi;
portanto, esto bien puede haber influido en la visin del
hispanizado cronista SantaCruz. No obstante, por la parte de la
cultura andina tambin es posible que elfactor de teatralidad aluda
a la realizacin de un ritual, acaso poltico, de trans-ferencia de
poder.
20 Es de gran inters el anlisis de Mnica Gudemos sobre las
diferentes clases de tambores y suutilizacin en situaciones
rituales. Ibid., pp. 45-73. vanse lminas 2 y 3.
21 Tambin afirma que, durante el solsticio de diciembre, los
tocaban los hombres-puma atavia-dos con la indumentaria femenina de
pucaraychu uncu; vase Tom Zuidema, op. cit., p. 325.
22 El viento como atributo es una caracterstica reconocida de
muchas wakas o divinidades an-dinas, en Jos Luis Martnez Cereceda,
Autoridades en los Andes, los atributos del Seor,Lima, Pontificia
Universidad del Per, 1995, p. 85. Por ello, este autor sugiere la
convenienciade que los futuros estudios sobre el tema atiendan a
las variables relativas a los sustantivosviento y sonido y al verbo
soplar para cada uno de los instrumentos de aliento y que setrate
de desentraar el sentido original que se les dio.
23 vanse lminas 2 y 4.
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Santa Cruz PaChaCuti: mitoS fundanteS y elementoS SimBliCoS en
el relato de una guerra
Lmina nm 1. el doceno Inga topa Cusi gualpa guscar Inga-acab de
reinar, muri enandamarca-quisquis Inga, andamaraca,
Chalcochima-comenz a reinar y muri.
(Poma de ayala, 2005, folio 115).
28557
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Lmina nm. 2. Fiesta de los Collasuyus.(Poma de ayala, 2005,
folio 324).
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Lmina nm. 3. La sexta Coya Cusi Chimbo mama mcai.(Poma de ayala,
2005, folio 130).
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Lmina nm. 4. Canciones y msica.(Poma de ayala, 2005, folio
316).
Armas, guerreros, trofeos
El arma del guerrero Inca Yupanqui, protagonista central de la
contienda, fue lahonda. Respecto de ella, existe un mito de la
provincia de Huamachuco que re-lata el nacimiento de dos
divinidades, Apo Katekil y Pekerao, cuya madre les
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Santa Cruz PaChaCuti: mitoS fundanteS y elementoS SimBliCoS en
el relato de una guerra
proporcion un par de hondas para que vengasen la muerte de su
padre. Luegode llevar a cabo obras ordenadoras y creadoras, Apo
Katekil subi al cielo y desdeall se sirvi del lanzamiento de rayos,
relmpagos y truenos.24 De esta forma,propongo que la honda, como
tambin los instrumentos de percusin y aliento,parecen estar
asociados con Illapa, dios de la lluvia, el rayo y el trueno. En
con-secuencia, es pertinente preguntarse si dichos objetos y su
vinculacin con loselementos o fenmenos climticos cumplan alguna
funcin significativa en mo-mentos de cambio o transformacin, como
fue el caso de la guerra. Y tampocohay que soslayar el hecho de que
sta fue emprendida por Pachacuti, sinnimoy figura emblemtica de un
nuevo orden. As pues, viene al caso insistir qusignificado tienen
todos estos elementos simblicos asociados a una fase
decambio-caos-nuevo orden?
Existe asimismo en la crnica un curioso pasaje que narra la
misteriosatransformacin de unas piedras en valientes guerreros
incas, y los efectos quetal prodigio tuvo en la contienda. Se dice
que a medida que el enfrentamientose intensificaba, los chancas
fueron empujados hacia unas rocas que, en sbitametamorfosis, se
levantaron como guerreros: Y por lo changas [sic] entrandonde
estaban las piedras de purun auca por sus rdenes y las piedras se
le-vantan como personas ms diestros y pelea con ms ferocidad,
asolndoles alos ancoallos y changas.25 Mi presuncin es que aqu se
alude al poder del incapara dialogar con las huacas, es decir, con
todo aquello que contena en s lo sa-grado y que, en este caso, eran
unas piedras. Tal prctica era considerada una ca-pacidad divina del
gobernante y parece que el primer inca que hizo uso de ellafue
precisamente Inca Yupanqui.26
A la postre, los incas alcanzaron el triunfo y, en Quilla
Chille, Inca Yupanquidecapit a los capitanes chancas: Tomay
Guaraca, Asto Uaraca y Uasco Tomay
28957
24 Julio Csar Tello, Los mitos cosmognicos andinos, en Csar
Augusto ngeles Caballero, Viday obra de Julio C. Tello, Lima,
Arteidea editores, 2007, p. 120.
25 Pachacuti, op. cit., pp. 219 y 220.26 Clementina Battcock, Un
orculo para lo que de all adelante quisiste ordenar: la figura de
vi-
racocha Inca en la obra de Garcilaso de la vega, en Actas del
XIII Congreso Latinoamericanosobre Religin y Etnicidad, Granada,
Universidad de Granada/Asociacin Latinoamericana parael Estudio de
Las Religiones (ALER), 2010, pp. 2767-2777.
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Rima. Hay que advertir que (en otro nuevo parangn con las
sociedades occi-dentales), para las sociedades andinas los signos o
smbolos asociados a la cabezase relacionaban con expresiones de
poder. Son innumerables en el rea las evi-dencias arqueolgicas y
textiles sobre la representacin de cabezas-trofeos.27 Deah que
cortar las cabezas de los seores chancas no slo implique un acto
vio-lento, representativo del fin de la contienda, sino que tambin
entraa el sim-blico truncamiento de una hegemona y su reemplazo por
otra.
Tras este cruento desenlace y triunfo, la narracin indica que
Inca Yupan-qui determin acudir a su padre y llevar consigo las
cabezas de sus enemigos.Pero la impresin que esto le caus a
viracocha Inca fue de pnico, lo que lo im-puls a huir del Cuzco,
avergonzado de su propia cobarda. A qu le tema real -mente
viracocha? Sera a la nueva e indiscutible autoridad de Inca
Yupanquirepresentada en el sangriento trofeo de las cabezas
chancas?
Como fuese, de este modo, Pachacutec se deshizo polticamente de
supadre y de sus hermanos, alcanz el poder y fund el Tawantinsuyu.
Continuluego su avanzada hacia Aporima y hacia Andahuayllas; retorn
al Cuzco, delque ms tarde sali a conquistar el Collasuyu. Aqu se
encontr con el curacaYamque Pachacuti, a quien agradeci que hubiera
dado muerte a su hermanoInca Urco. Cabe reparar en el apelativo de
este ltimo curaca ( Yamque Pacha-cuti) y cuestionarnos si el nombre
tendra alguna relacin directa con el homi-cidio de Urco. Tambin es
pertinente inquirir si el agradecimiento que lemanifest Inca
Yupanqui por haber eliminado a su hermano y rival tiene
algnsignificado particular, ms all del obvio plano poltico. Adems,
el nombre Pa-chacuti nos lleva una vez ms a considerar la intencin
del cronista Santa Cruz
27 Alfredo Narvez seal que existen evidencias arqueolgicas, en
el caso de las vasijas moche,entre otras, del poder de la cabeza
por s misma o los atributos que las diversas partes de stadebieron
poseer. Alfredo Narvez vargas, Cabeza y cola: expresin de dualidad,
religiosidad ypoder en los Andes, en Hiroyasu Tomoeda, Tatsuhiko
fujii y Luis Millones [coords.], EntreDios y el Diablo. Magia y
poder en la costa norte del Per, Lima, Instituto francs de
EstudiosAndinos/fondo Editorial de la Pontificia Universidad
Catlica del Per, 2004, pp. 45 y 46. Porotro lado, Tom Zuidema
propone que el asentamiento de Cuzco tiene forma de un puma yque la
cabeza de ste, ubicada en Sacsahuaman, sera el eje de poder. vase
Zuidema, op. cit.,pp. 386-401.
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Santa Cruz PaChaCuti: mitoS fundanteS y elementoS SimBliCoS en
el relato de una guerra
de hacer partcipe a su linaje en los hechos principales de la
historia oficial in-caica. Tampoco hay que descartar que
pretendiese hacer del homicida de Urcouno de sus ilustres
ancestros. Adicionalmente, el territorio oriental de Collasuyuse
relacionaba con el origen mtico y csmico de los incas.28
Con estos sucesos, el texto marca con claridad un parteaguas; es
decir, el cie-rre de un ciclo y el inicio de otro. Luego de su
victoria contra los chancas, IncaYupanqui alcanz una serie de
importantes conquistas y adopt un nuevo ape-lativo: Pachacuti Inca
Yupanqui. Aunque el cronista Joan de Santa Cruz PachacutiYamqui
Salcamaygua no indique las razones de este cambio ni explique su
sig-nificado.
ConSIderaCIoneS FInaLeS
Segn se ha visto, en la construccin del relato blico hay
elementos como lamsica, los instrumentos para su ejecucin, ciertas
armas y determinados tro-feos de guerra, que no son puramente
circunstanciales, sino que conllevan car-gas simblicas plenas de
significados, aunque an no seamos capaces deinterpretarlos a
cabalidad.
El xito de la guerra y la asuncin del Inca Yupanqui constituyen
una uni-dad explicativa que seala un antes y un despus en la
estructura general de losrelatos de la historia inca. Asumo que sta
se sustenta en el marco de la cons-truccin de un hroe cultural,
como evidentemente es el caso de Inca Yupanqui,quien surgi y
adquiri su personalidad guerrera por mandato del creador. Poreso,
este gobernante est dotado de claros atributos de autoridad, como
su ca-pacidad de mantener el orden (con el trasfondo de destruir y
reordenar) y pro-teger, as como su potencia generadora.
Por el contexto que ofrece la versin de Santa Cruz, podramos
considerarla guerra contra los chancas como un mito de carcter
poltico y tambin comouna respuesta a la necesidad de fabricar una
guerra ejemplar en los rituales deinauguracin de un nuevo periodo.
Por ello tal vez se le eligi como paradigma
29157
28 Ibid., p. 287.
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y no porque cronolgica e histricamente Pachacuti Inca haya
luchado contraese enemigo, sino porque, como figura mtica
relevante, el caudillo tena que re-flejar las acciones del
dios-trueno.
Como acertadamente ha apuntado algn experto, cualquier batalla
real ha-bra podido servir para aadir detalles locales a la batalla
mtica,29 sin embargoa esa contienda y sus particulares pormenores
se les adicionaron las condicio-nes necesarias para el sistema
ideolgico incaico, que no fueron, necesaria-mente, histricas.
Recibido: 8 de septiembre, 2013.Aceptado: 23 de octubre,
2013.
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