DOMINGO 29Domingo de Ramos, "De la Pasin del Seor"Algunas notas
pastorales:I.En todas las Misas, incluso en las vespertinas del
sbado se ha de hacer la conmemoracin de la entrada del Seor en
Jerusaln, con alguna de las tres formas indicadas en el Misal.II.
No est permitida la bendicin de ramos sin la procesin por lo menos,
del celebrante con sus ministros.III. Si hay inconvenientes muy
graves, se puede omitir la primera o segunda lectura, o incluso las
dos. En cambio, es obligatorio, en todas las Misas, la lectura de
la Pasin, por lo menos en su forma breve.IV. Antes de empezar la
lectura de la Pasin, no se dice: El Seor est con ustedes, ni se
signa el evangelio; terminada la lectura, en cambio, se dice:
Palabra del Seor, pero no se besa el libro.1. En este da la Iglesia
recuerda la entrada de Cristo nuestro Seor a Jerusaln para consumar
su Misterio Pascual. Por lo tanto en todas las Misas se conmemora
esta entrada del Seor mediante una procesin o una entrada solemne,
antes de la Misa principal, y por medio de una entrada sencilla
antes de las dems Misas. Pero puede repetirse la entrada solemne
(no la procesin), antes de algunas otras Misas que se celebren con
gran asistencia del Pueblo.Conviene que donde no pueda hacerse ni
procesin ni entrada solemne, se tenga una celebracin de la Palabra
de Dios, sobre la entrada mesinica y la Pasin del Seor, ya sea el
sbado por la tarde o ya sea el domingo a una hora
oportuna.Conmemoracin de la entrada del Seor en JerusalnPrimera
forma: Procesin2.A la hora sealada, los fieles se renen en una
iglesia menor o en algn otro lugar adecuado, fuera de la iglesia
hacia la cual va a dirigirse la procesin. Los fieles llevan sus
ramos en las manos.3. El sacerdote y el dicono, revestidos con las
vestiduras rojas requeridas para la Misa, acompaados por los otros
ministros, se acercan al lugar donde el pueblo est congregado. El
sacerdote, en lugar de casulla, puede usar la capa pluvial, que
dejar despus de la procesin, y se pondr la casulla.4. Entretanto se
canta la siguiente antfona u otro cntico adecuado:ANTFONA Mt
21,9Hosanna al Hijo de David. Bendito el que viene en nombre del
Seor, el Rey de Israel. Hosanna en el cielo.5.Enseguida el
sacerdote y los fieles se santiguan mientras el sacerdote dice: "En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo". Despus el
sacerdote saluda al pueblo de la manera acostumbrada y hace una
breve monicin para invitar a los fieles a participar activa y
conscientemente en la celebracin de este da: Puede hacerlo con stas
o semejantes palabras.Queridos hermanos: Despus de haber preparado
nuestros corazones desde el principio de Cuaresma con nuestra
penitencia y nuestras obras de caridad, hoy nos reunimos para
iniciar, unidos con toda la Iglesia, la celebracin anual del
Misterio Pascual, es decir, de la pasin y resurreccin de nuestro
Seor Jesucristo, misterios que empezaron con su entrada en
Jerusaln, su ciudad. Por eso, recordando con toda fe y devocin esta
entrada salvadora, sigamos al Seor, para que participando de su
cruz, tengamos parte con l en su resurreccin y su vida.6. Despus de
esta monicin, el sacerdote, teniendo extendidas las manos, dice una
de las dos oraciones siguientes:Oremos. Dios todopoderoso y eterno,
santifica con tu bendicin estos ramos, para que, quienes acompaamos
jubilosos a Cristo Rey, podamos llegar, por l, a la Jerusaln del
cielo. l, que vive y reina por los siglos de los siglos.R. Amn.O
bien:Aumenta, Seor Dios, la fe de los que esperan en ti y escucha
con bondad las splicas de quienes te invocan, para que, al
presentar hoy nuestros ramos a Cristo victorioso, demos para ti en
El frutos de buenas obras. l, que vive y reina por los siglos de
los siglos.R. Amn.Y en silencio, roca los ramos con agua bendita.7.
Enseguida el dicono, o en su ausencia el sacerdote, proclama del
modo acostumbrado el Evangelio de la entrada del Seor en Jerusaln,
segn alguno de los cuatro evangelistas. Si es oportuno se usa el
incienso. "Bendito el que viene en nombre del Seor"Bendito el que
viene en nombre del Seor.Del Santo Evangelio segn san Marcos 11,
1-10.Cuando Jess y los suyos iban de camino a Jerusaln, al llegar a
Betfag y Betania, cerca del monte de los Olios, les dijo a dos de
sus discpulos: Vayan al pueblo que ven all enfrente; al entrar,
encontrarn amarrado un burro que nadie ha montado todava. Destenlo
y triganmelo. Si alguien les pregunta por qu lo hacen, contstenle:
El Seor lo necesita y lo devolver pronto. Fueron y encontraron al
burro en la calle, atado junto a una puerta, y lo desamarraron.
Algunos de los que all estaban les preguntaron: "Por qu sueltan al
burro?" Ellos les contestaron lo que haba dicho Jess y ya nadie los
molest.Llevaron el burro, le echaron encima los mantos y Jess mont
en l. Muchos extendan su manto en el camino, y otros lo tapizaban
con ramas cortadas en el campo. Los que iban delante de Jess y los
que lo seguan, iban gritando vivas: "Hosanna! Bendito el que viene
en nombre del Seor! Bendito el reino que llega, el reino de nuestro
padre David! Hosanna en el cielo!".Palabra del Seor.Gloria a ti,
Seor Jess.8. Despus del Evangelio, si se cree oportuno, puede
tenerse una breve homila. Al iniciar la procesin, el celebrante u
otro ministro idneo puede hacer una exhortacin con estas palabras u
otras parecidas:Queridos hermanos: Como la muchedumbre que aclamaba
a Jess, acompaemos tambin nosotros, con jbilo, al Seor.9. Y se
inicia la procesin hacia el templo donde va a celebrarse la misa.
Si se usa el incienso, el turiferario va adelante con el
incensario, en el cual habr puesto incienso previamente; enseguida,
un ministro con la cruz adornada y, a su lado, dos aclitos con
velas encendidas. Sigue luego el sacerdote con los ministros y,
detrs de ellos, los fieles con ramos en las manos. Al avanzar la
procesin, el coro y el pueblo entonan los siguientes cnticos u
otros apropiados.ANTFONA 1Los hijos hebreos, llevando ramos de
olivo, salieron al encuentro del Seor, clamando: "Hosanna en el
cielo".Si se cree conveniente, puede alternarse esta antfona con
los versculos del salmo 23.SALMO 23Del Seor es la tierra y lo que
ella tiene, el orbe todo y los que en l habitan, pues l lo edific
sobre los mares, l fue quien lo asent sobre los ros.Se repite la
antfona.Quin subir hasta el monte del Seor? Quin podr entrar en su
recinto santo? El de corazn limpio y manos puras y que no jura en
falso.Se repite la antfona.se obtendr la bendicin de Dios, y Dios,
su salvador, le har justicia. sta es la clase de hombres que te
buscan y vienen ante ti, Dios de Jacob.Se repite la
antfona.Puertas, branse de par en par; agrndense, portones eternos,
porque va a entrar el rey de la gloria!Se repite la antfona.Y quin
es el rey de la gloria? Es el Seor, fuerte y poderoso, el Seor,
poderoso en la batalla.Se repite la antfona.Puertas, branse de par
en par; agrndense, portones eternos, porque va a entrar el rey de
la gloria!Se repite la antfona.Y quin es el rey de la gloria? El
Seor, Dios de los ejrcitos, es el rey de la gloria.Se repite la
antfona.ANTFONA IILos nios hebreos extendan sus mantos por el
camino y clamaban: "Hosanna al Hijo de David, bendito el que viene
en nombre del Seor".Si se cree oportuno, puede alternarse esta
antfona con los versculos del siguiente salmo.SALMO 46Aplaudan,
pueblos todos; aclamen al Seor, de gozo llenos; que el Seor, el
Altsimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo.Se repite la
antfona.Fue l quien nos puso por encima de todas las naciones y los
pueblos, al elegimos como herencia suya, orgullo de Jacob, su
predilecto.Se repite la antfona.Entre voces de jbilo y trompetas,
Dios, el Seor, asciende hasta su trono. Cantemos en honor de
nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos.Se repite la
antfona.Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de
nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono
santo.Se repite la antfona.Los jefes de los pueblos se han reunido
con el pueblo de Dios, Dios de Abraham, porque de Dios son los
grandes de la tierra. Por encima de todo Dios est.HIMNO A CRISTO
REYCoro:Gloria, alabanza y honor, a ti Cristo rey, redentor; a
quien infantil cortejo enton piadoso Hosanna. Todos repiten:Gloria,
alabanza y honor... Coro:T eres el rey de Israel, prole nclita de
David, rey bendito, que vienes en el nombre del Seor.Todos
repiten:Gloria, alabanza y honor... Coro:Toda la corte celestial te
alaba en las alturas, y el hombre mortal, con todas las
creaturas.Todos repiten:Gloria, alabanza y honor... Coro:El pueblo
hebreo sali con palmas a tu encuentro; nosotros con preces, votos e
himnos venimos a ti.Todos repiten:Gloria, alabanza y honor...
Coro:Aquellos cuando ibas a padecer te tributaban loores; nosotros
ahora que reinas, te ofrecemos nuestro canto.Todos repiten:Gloria,
alabanza y honor... Coro:
Aquellos te agradaron, que te agrade tambin nuestra devocin:Rey
bueno, rey clemente, a quien agrada todo lo bueno!Todos
repiten:Gloria, alabanza y honor...O bien:HIMNO A CRISTO REYQue
viva mi Cristo,que viva mi Rey,que impere doquieratriunfante su
ley! (2)Viva Cristo Rey,viva Cristo Rey!1. Mexicanos, un Padre
tenemosque nos dio de la patria la unin,a ese Padre gozosos
cantemosempuando con fe su pendn.que su Hijo nos dio por la cruz.2.
Demos gracias al Padreque ha hecho que tengamosde herencia la luzy
podamos vivir en el reino3. Dios le dio el poder, lavictoria;
pueblos todos, venid yalabad a este Rey de los cielos ytierra en
quien slo tenemos la paz.4. Rey eterno, Rey universal,en quien todo
ya se restaur, teogamos que todos los pueblossean unidos en un solo
amor.10. Al entrar la procesin en la iglesia, se canta el siguiente
responsorio u otro cntico alusivo a la entrada del Seor en
Jerusaln:RESPONSORIOR. Al entrar el Seor en la ciudad santa, los
hijos de Israel, anticipndose a la resurreccin del Seor de la vida,
con palmas en las manos, clamaban: Hosanna en el cielo.V. Al
enterarse de que Jess llegaba a Jerusaln, el pueblo sali a su
encuentro.R. Con palmas en las manos, clamando: Hosanna en el
cielo.11.El sacerdote, al llegar al altar, hace la debida
reverencia y, si lo juzga oportuno, lo inciensa. Luego se dirige a
la sede (se quita la capa pluvial, si la us, y se pone la casulla)
y, omitidos los dems ritos iniciales de la Misa, incluso el Seor,
ten piedad, da fin a la procesin diciendo la oracin colecta y
prosigue la misa de la manera acostumbrada.SEGUNDA FORMA: ENTRADA
SOLEMNE12. Donde no se pueda hacer la procesin fuera de la iglesia,
la entrada del Seor se celebra dentro del templo por medio de una
entrada solemne, antes de la misa principal.13. Los fieles se renen
ante la puerta de la iglesia, o bien, dentro de la misma iglesia,
llevando los ramos en la mano. El sacerdote, los ministros y
algunos de los fieles, van a algn sitio adecuado de la iglesia,
fuera del presbiterio, en donde pueda ser vista fcilmente la
ceremonia, al menos por la mayor parte de la asamblea.14. Mientras
el sacerdote se dirige al sitio indicado, se canta la antfona
"Hosanna al Hijo de David" (n. 4) o algn otro cntico adecuado.
Despus se bendicen los ramos y se lee el Evangelio de la entrada
del Seor en Jerusaln, como se indic en los nn. 5-7. Despus del
Evangelio, el sacerdote va solemnemente hacia el presbiterio a
travs del templo, acompaado por los ministros y por algunos fieles,
mientras se canta el responsorio "Al entrar el Seor" (n. 10), u
otro cntico apropiado.15. Al llegar al altar, el sacerdote hace la
debida reverencia. Enseguida va a la sede y, omitidos los ritos
iniciales de la Misa, incluso el Seor, ten piedad, si es oportuno,
dice la colecta de la Misa, que prosigue luego de la manera
acostumbrada.TERCERA FORMA: ENTRADA SENCILLA16. En todas las dems
misas de este domingo, en las que no se hace la entrada solemne, se
recuerda la entrada del Seor en Jerusaln por medio de una entrada
sencilla.17. Mientras el sacerdote se dirige al altar, se canta la
antfona de entrada con su salmo u otro cntico sobre el mismo tema.
El sacerdote, al llegar al altar, hace la debida reverencia, va a
la sede y saluda al pueblo. Luego sigue la misa de la manera
acostumbrada.En las dems misas en que no es posible cantar la
antfona de entrada, el sacerdote, despus de llegar al altar y de
haber hecho la debida reverencia, saluda al pueblo, lee la antfona
de entrada y prosigue la misa de la manera acostumbrada.ANTFONA DE
ENTRADA Jn 12, 1. 12 - 13Seis das antes de la Pascua, cuando el
Seor entr en Jerusaln, salieron los nios a su encuentro llevando en
sus manos hojas de palmera y gritando: Hosanna en el cielo. Bendito
t, que vienes lleno de bondad y de misericordia. Sal 23,
9-10Puertas, branse de par en par; agrndense, portones eternos,
porque va a entrar el Rey de la gloria. Y quin es ese Rey de la
gloria? El Seor de los ejrcitos es el Rey de la gloria. Hosanna en
el cielo. Bendito t, que vienes lleno de bondad y de
misericordia.18Cuando no se puede hacer ni la procesin, ni la
entrada solemne, es conveniente hacer una celebracin de la palabra
de Dios, acerca de la entrada mesinica y de la Pasin del Seor, ya
sea el sbado en la tarde, o bien el domingo, a la hora ms
oportuna.LA MISA19. Despus de la procesin o de la entrada solemne,
el sacerdote comienza la misa con la oracin colecta.ORACIN
COLECTADios todopoderoso y eterno, que quisiste que nuestro
Salvador se hiciera hombre y padeciera en la cruz para dar al gnero
humano ejemplo de humildad, concdenos, benigno, seguir las
enseanzas de su pasin y que merezcamos participar de su gloriosa
resurreccin.El, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.20. Se lee la historia
de la Pasin del Seor. No se llevan ciriales ni incienso, ni se hace
al principio el saludo, ni se signa el libro. La lectura la hace un
dicono o, en su defecto, el sacerdote. Puede tambin ser hecha por
lectores, reservando al sacerdote, si es posible, la parte
correspondiente a Cristo.Solamente los diconos piden la bendicin
del celebrante antes del canto de la Pasin, como se hace antes del
Evangelio.21. Despus de la lectura de la Pasin, puede tenerse, si
se cree oportuno, una breve homila. Tambin se puede guardar un
momento de silencio.Dada la importancia de la Pasin del Seor, el
sacerdote, en las Misas con el pueblo, y de acuerdo con las
caractersticas de los fieles de cada asamblea, puede omitir una de
las dos primeras lecturas, o ambas, y leer slo la Pasin del Seor,
an en su forma breve.PRIMERA LECTURANo apart mi rostro de los
insultos, y s que no quedar avergonzado.Lectura del libro del
profeta Isaas 50, 4-7En aquel entonces, dijo Isaas: "El Seor me ha
dado una lengua experta, para que pueda confortar al abatido con
palabras de aliento. Maana tras maana, el Seor despierta mi odo,
para que escuche yo, como discpulo. El Seor Dios me ha hecho or sus
palabras y yo no he opuesto resistencia ni me he echado para
atrs.Ofrec la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que
me tiraban de la barba. No apart mi rostro de los insultos y
salivazos. Pero el Seor me ayuda, por eso no quedar confundido, por
eso endurec mi rostro como roca y s que no quedar avergonzado".
Palabra de Dios.Te alabamos, Seor.Del salmo 21, 8-9. 17-18a. 19-20.
23-24 R. Dios mo, Dios mo, por qu me has abandonado?Todos los que
me ven, de m se burlan; me hacen gestos y dicen: "Confiaba en el
Seor, pues que l lo salve; si de veras lo ama, que lo libre". R.Los
malvados me cercan por doquiera como rabiosos perros. Mis manos y
mis pies han taladrado y se pueden contar todos mis huesos.
R.Contar tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabar.
Fieles del Seor, albenlo; glorifcalo, linaje de Jacob; tmelo,
estirpe de Israel. R.Cristo se humill a s mismo, por eso Dios lo
exalt.De la carta del apstol san Pablo a los filipenses 2,
6-11Cristo, siendo Dios, no consider que deba aferrarse a las
prerrogativas de su condicin divina, sino que, por el contrario, se
anonad a s mismo, tomando la condicin de siervo, y se hizo
semejante a los hombres. As, hecho uno de ellos, se humill a s
mismo y por obediencia acept incluso la muerte, y una muerte de
cruz.Por eso Dios lo exalt sobre todas las cosas y le otorg el
nombre que est sobre todo nombre, para que, al nombre de Jess,
todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos,
y todos reconozcan pblicamente que Jesucristo es el Seor, para
gloria de Dios Padre.Palabra de Dios.Te alabamos, Seor.ACLAMACIN
ANTES DEL EVANGELIO Flp 2,8-9R. Honor y gloria a ti, Seor
Jess.Cristo se humill por nosotros y por obediencia acept incluso
la muerte y una muerte de cruz. Por esoDios lo exalt sobre todas
las cosas y le otorg el nombre que est sobre todo nombre.R. Honor y
gloria a ti, Seor Jess.PASIN DE NUESTRO SEOR JESUCRISTOSEGN SAN
MARCOS 14, 1-15, 47(La seal de cruz, se refiere a Cristo; la C, al
cronista, y la S, a la sinagoga u otros).C Faltaban dos das para la
fiesta de Pascua y de los panes zimos. Los sumos sacerdotes y los
escribas andaban buscando una manera de apresar a Jess a traicin y
darle muerte, pero decan:S "No durante las fiestas, porque el
pueblo podra amotinarse".C Estando Jess sentado a la mesa, en casa
de Simn el leproso, en Betania, lleg una mujer con un frasco de
perfume muy caro, de nardo puro; quebr el frasco y derram el
perfume en la cabeza de Jess.Algunos comentaron indignados:S "A qu
viene este derroche de perfume? Poda haberse vendido por ms de
trescientos denarios para drselos a los pobres".C Y criticaban a la
mujer; pero Jess replic:"Djenla. Por qu la molestan? Lo que ha
hecho conmigo est bien, porque a los pobres los tienen siempre con
ustedes y pueden socorrerlos cuando quieran; pero a m no me tendrn
siempre. Ella ha hecho lo que poda. Se ha adelantado a embalsamar
mi cuerpo para la sepultura.Yo les aseguro que en cualquier parte
del mundo donde se predique el Evangelio, se recordar tambin en su
honor lo que ella ha hecho conmigo".C Judas Iscariote, uno de los
Doce, se present a los sumos sacerdotes para entregarles a Jess. Al
orlo, se alegraron y le prometieron dinero; y l andaba buscando una
buena ocasin para entregarlo. El primer da de la fiesta de los
panes zimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le
preguntaron a Jess sus discpulos:S "Dnde quieres que vayamos a
prepararte la cena de Pascua?"C l les dijo a dos de ellos:"Vayan a
la ciudad. Encontrarn a un hombre que lleva un cntaro de agua;
sganlo y dganle al dueo de la casa en donde entre: 'El Maestro
manda preguntar: Dnde est la habitacin en que voy a comer la Pascua
con mis discpulos?' l les ensear una sala en el segundo piso,
arreglada con divanes. Preprennos all la cena".C Los discpulos se
fueron, llegaron a la ciudad, encontraron lo que Jess les haba
dicho y prepararon la cena de Pascua.Al atardecer, lleg Jess con
los Doce. Estando a la mesa, cenando, les dijo:"Yo les aseguro que
uno de ustedes, uno que est comiendo conmigo, me va a entregar".C
Ellos, consternados, empezaron a preguntarle uno tras otro:S "Soy
yo?".C El respondi"Uno de los Doce; alguien que moja su pan en el
mismo plato que yo. El Hijo del hombre va a morir, como est
escrito: pero ay del que va a entregar al Hijo del hombre! Ms le
valiera no haber nacido!".C Mientras cenaban, Jess tom un pan,
pronunci la bendicin, lo parti y se lo dio a sus discpulos,
diciendo:"Tomen: esto es mi cuerpo".C Y tomando en sus manos una
copa de vino, pronunci la accin de gracias, se la dio, todos
bebieron y les dijo:"Esta es mi sangre, sangre de la alianza, que
se derrama por todos. Yo les aseguro que no volver a beber del
fruto de la vid hasta el da en que beba el vino nuevo en el Reino
de Dios".C Despus de cantar el himno, salieron hacia el monte de
los Olivos y Jess les dijo:"Todos ustedes se van a escandalizar por
mi causa, como est escrito: 'Herir al pastor y se dispersarn las
ovejas'; pero cuando resucite, ir por delante de ustedes a
Galilea".C Pedro replic:S "Aunque todos se escandalicen, yo no".C
Jess le contest:"Yo te aseguro que hoy, esta misma noche, antes de
que el gallo cante dos veces, t me negars tres".C Pero l insista:S
"Aunque tenga que morir contigo, no te negar".C Y los dems decan lo
mismo.Fueron luego a un huerto, llamado Getseman, y Jess dijo a sus
discpulos:"Sintense aqu mientras hago oracin".C Se llev a Pedro, a
Santiago y a Juan; empez a sentir terror y angustia, y les
dijo:"Tengo el alma llena de una tristeza mortal. Qudense aqu,
velando".C Se adelant un poco, se postr en tierra y peda que, si
era posible, se alejara de l aquella hora. Deca:"Padre, t lo puedes
todo: aparta de m este cliz. Pero que no se haga lo que yo quiero,
sino lo que t quieres".C Volvi a donde estaban los discpulos, y al
encontrarlos dormidos, dijo a Pedro:"Simn, ests dormido? No has
podido velar ni una hora? Velen y oren, para que no caigan en la
tentacin. El espritu est pronto, pero la carne es dbil".C De nuevo
se retir y se puso a orar, repitiendo las mismas palabras. Volvi y
otra vez los encontr dormidos, porque tenan los ojos cargados de
sueo, por eso no saban qu contestarle. l les dijo:"Ya pueden dormir
y descansar. Basta! Ha llegado la hora. Miren que el Hijo del
hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. Levntense!
Vamos! Ya est cerca el traidor".C Todava estaba hablando, cuando se
present Judas, uno de los Doce, y con l, gente con espadas y palos,
enviada por los sacerdotes, los escribas y los ancianos. El traidor
les haba dado una contrasea, dicindoles:S "Al que yo bese, se es.
Detnganlo y llvenselo bien sujeto".C Lleg, se acerc y le dijo:S
"Maestro".C Y lo bes. Ellos le echaron mano y lo apresaron. Pero
uno de los presentes desenvain la espada y de un golpe le cort la
oreja a un criado del sumo sacerdote. Jess tom la palabra y les
dijo:"Salieron ustedes a apresarme con espadas y palos, como si se
tratara de un bandido? Todos los das he estado entre ustedes,
enseando en el templo y no me han apresado. Pero as tena que ser
para que se cumplieran las Escrituras".C Todos lo abandonaron y
huyeron. Lo iba siguiendo un muchacho, envuelto nada ms con una
sbana y lo detuvieron; pero l solt la sbana y se les escap desnudo.
Condujeron a Jess a casa del sumo sacerdote y se reunieron todos
los pontfices, los escribas y los ancianos. Pedro lo fue siguiendo
de lejos hasta el interior del patio del sumo sacerdote y se sent
con los criados, cerca de la lumbre, para calentarse. Los sumos
sacerdotes y el sanedrn en pleno buscaban una acusacin contra Jess
para condenarlo a muerte y no la encontraban. Pues, aunque, muchos
presentaban falsas acusaciones contra l, los testimonios no
concordaban. Hubo unos que se pusieron de pie y dijeron:S "Nosotros
lo hemos odo decir:`Yo destruir este templo, edificado por hombres,
y en tres das construir otro, no edificado por hombres'.C Pero ni
aun en esto concordaba su testimonio. Entonces el sumo sacerdote se
puso de pie y le pregunt a Jess:S "No tienes nada que responder a
todas esas acusaciones?".C Pero l no le respondi nada. El sumo
sacerdote le volvi a preguntar:S "Eres t el Mesas, el Hijo de Dios
bendito?"C Jess contest:"S lo soy. Y un da vern cmo el Hijo del
hombre est sentado a la derecha del Todopoderoso y cmo viene entre
las nubes del cielo".C El sumo sacerdote se rasg las vestiduras
exclamando:S "Qu falta hacen ya ms testigos? Ustedes mismos han odo
la blasfemia. Qu les parece?"C Y todos lo declararon reo de muerte.
Algunos se pusieron a escupirle, y tapndole la cara, lo abofeteaban
y le decan:S "Adivina quin fue",C Y los criados tambin le daban de
bofetadas. Mientras tanto, Pedro estaba abajo, en el patio.Lleg una
criada del sumo sacerdote, y al ver a Pedro calentndose, lo mir
fijamente y le dijo:S "T tambin andabas con Jess Nazareno". A l lo
neg, diciendo:S "Ni s ni entiendo lo que quieres decir".C Sali
afuera hacia el zagun, y un gallo cant. La criada, al verlo, se
puso de nuevo a decir a los presentes:S "se es uno de ellos".C Pero
l lo volvi a negar. Al poco rato, tambin los presentes dijeron a
Pedro:S Claro que eres uno de ellos, pues eres galileo".C Pero l se
puso a echar maldiciones y a jurar:S "No conozco a ese hombre del
que hablan".C En seguida, cant el gallo por segunda vez. Pedro se
acord entonces de las palabras que le haba dicho Jess: "Antes de
que el gallo cante dos veces, t me habrs negado tres", y rompi a
llorar.Comienza la lectura breveC Luego que amaneci, se reunieron
los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y el sanedrn en
pleno, para deliberar. Ataron a Jess, se lo llevaron y lo
entregaron a Pilato.ste le pregunt:S "Eres t el rey de los judos?"C
l respondi:"S lo soy".C Los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas
cosas. Pilato le pregunt de nuevo:S "No contestas nada? Mira de
cuntas cosas te acusan".C Jess ya no le contest nada, de modo que
Pilato estaba muy extraado. Durante la fiesta de Pascua, Pilato
sola soltarles al preso que ellos pidieran. Estaba entonces en la
crcel un tal Barrabs, con los revoltosos que haban cometido un
homicidio en un motn. Vino la gente y empez a pedir el indulto de
costumbre. Pilato les dijo:S "Quieren que les suelte al rey de los
judos?"C Porque saba que los sumos sacerdotes se lo haban entregado
por envidia. Pero los sumos sacerdotesincitaron a la gente para que
pidieran la libertad de Barrabs. Pilato les volvi a preguntar:S "Y
qu voy a hacer con el que llaman rey de los judos?"C Ellos
gritaron:S "Crucifcalo!"C Pilato les dijo:S "Pues qu mal ha
hecho?"C Ellos gritaron ms fuerte:S "Crucifcalo!"C Pilato,
queriendo dar gusto a la multitud, les solt a Barrabs; y a Jess,
despus de mandarlo azotar, lo entreg para que lo crucificaran. Los
soldados se lo llevaron al interior del palacio, al pretorio, y
reunieron a todo el batalln. Lo vistieron con un manto de color
prpura, le pusieron una corona de espinas, que haban trenzado, y
comenzaron a burlarse de l, dirigindole este saludo:S "Viva el rey
de los judos!".C Le golpeaban la cabeza con una caa, le escupan y,
doblando las rodillas, se postraban ante l. Terminadas las burlas,
le quitaron aquel manto de color prpura, le pusieron su ropa y lo
sacaron para crucificarlo. Entonces forzaron a cargar la cruz a un
individuo que pasaba por ah de regreso del campo, Simn de Cirene,
padre de Alejandro y de Rufo, y llevaron a Jess al Glgota (que
quiere decir "lugar de la Calavera"). Le ofrecieron vino con mirra,
pero l no lo acept. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas,
echando suertes para ver qu le tocaba a cada uno. Era media maana
cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusacin estaba
escrito: "El rey de los judos". Crucificaron con l a dos bandidos,
uno a su derecha y otro a su izquierda. As se cumpli la Escritura
que dice: Fue contado entre los malhechores. Los que pasaban por
ah, lo injuriaban meneando la cabeza y gritndole:S "Anda! T, que
destruas el templo y lo reconstruas en tres das, slvate a ti mismo
y baja de la cruz".C Los sumos sacerdotes se burlaban tambin de l y
le decan: "Ha salvado a otros, pero a s mismo no se puede salvar.
Que el Mesas, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo
veamos y creamos".C Hasta los que estaban crucificados con l tambin
lo insultaban. Al llegar el medioda, toda aquella tierra se qued en
tinieblas hasta las tres de la tarde. Y a las tres, Jess grit con
voz potente:"Elo, Elo, lama sabactan?"C (que significa: Dios mo,
Dios mo, por qu me has abandonado?) Algunos de los presentes, al
orlo, decan:S "Miren, est llamando a Elas".C Uno corri a empapar
una esponja en vinagre, la sujet a un carrizo y se la acerc para
que bebiera, diciendo:S "Vamos a ver si viene Elas a bajarlo".C
Pero Jess, dando un fuerte grito, expir.(Aqu todos se arrodillan y
guardan silencio por unos instantes)C Entonces el velo del templo
se rasg en dos, de arriba a abajo. El oficial romano que estaba
frente a Jess, al ver cmo haba expirado, dijo:S "De veras este
hombre era Hijo de Dios".Fin de la lectura breveC Haba tambin ah
unas mujeres que estaban mirando todo desde lejos; entre ellas,
Mara Magdalena, Mara (la madre de Santiago el menor y de Jos) y
Salom, que cuando Jess estaba en Galilea, lo seguan para atenderlo;
y adems de ellas, otras muchas que haban venido con l a Jerusaln.
Al anochecer, como era el da de la preparacin, vspera del sbado,
vino Jos de Arimatea, miembro distinguido del sanedrn, que tambin
esperaba el Reino de Dios. Se present con valor ante Pilato y le
pidi el cuerpo de Jess. Pilato se extra que ya hubiera muerto, y
llamando al oficial, le pregunt si haca mucho tiempo que haba
muerto. Informado por el oficial, concedi el cadver a Jos. ste
compr una sbana, baj el cadver, lo envolvi en la sbana y lo puso en
un sepulcro excavado en una roca y tap con una piedra la entrada
del sepulcro.Mara Magdalena y Mara, la madre de Jos, se fijaron en
dnde lo ponan.Palabra del Seor.Gloria a ti, Seor Jess.Se dice
CredoOracin universalImploremos, hermanos, a Jess, el Sumo
Sacerdote de la fe que profesamos, que en la cruz present, con
lgrimas en los ojos, oraciones y splicas al Padre, y oremos tambin
nosotros por todos los hombres: (R/, Escchanos, Seor.)1. Para que
el Seor, que en la cruz excus a los ignorantes y pidi perdn por
ellos, tenga piedad de los fieles que han cado en el pecado, les d
valor para recurrir al sacramento de la penitencia y les conceda el
gozo del perdn y de la paz, roguemos al Seor.2. Para que la sangre
de Jess, que habla ms favorablemente que la de Abel, reconcilie con
Dios a los que an estn lejos a causa de la ignorancia, la
indiferencia, la maldad o las propias pasiones, roguemos al Seor.3.
Para que el Seor, que en la cruz experiment la amargura de sentirse
triste y abandonado, se apiade de los enfermos, los afligidos y los
oprimidos y les enve a su ngel para que los conforte, roguemos al
Seor.4. Para que el Seor, que recibi en su reino al ladrn
arrepentido, se apiade de nosotros nos d sentimientos de contricin
y nos admita, despus de la muerte, en su paraso, roguemos al
Seor.Dios todopoderoso y eterno, que enviaste a tu Hijo al mundo,
para que, con su pasin, destruyera el pecado y la muerte y, con su
resurreccin, nos devolviera la vida y la felicidad, escucha las
oraciones de tu pueblo y haz que podamos gozar de los frutos de la
cruz gloriosa de Jesucristo. l, que vive y reina por los siglos de
los siglos.ORACIN SOBRE LAS OFRENDASQue la pasin de tu Unignito,
Seor, nos atraiga tu perdn, y aunque no lo merecemos por nuestras
obras, por la mediacin de este sacrificio nico, lo recibamos de tu
misericordia. Por Jesucristo, nuestro Seor.PREFACIO: La Pasin del
Seor, p. 497.ORACIN DESPUS DE LA COMUNINT que nos has alimentado
con esta Eucarista, y por medio de la muerte de tu Hijo nos das la
esperanza de alcanzar lo que la fe nos promete, concdenos, Seor,
llegar, por medio de su resurreccin, a la meta de nuestras
esperanzas. Por Jesucristo, nuestro Seor.ORACIN SOBRE EL PUEBLODios
y Padre nuestro, mira con bondad a esta familia tuya, por la cual
nuestro Seor Jesucristo no dud en entregarse a sus verdugos y
padecer el tormento de la cruz. Por Jesucristo, nuestro Seor.UNA
REFLEXIN PARA NUESTRO TIEMPO.-Con el paso del tiempo el mensaje de
Jess fue sufriendo un proceso de desgaste y deformacin, que lo
redujo a una cierta moral pequeo burguesa, que estaba asociada a
las prohibiciones y a cierta espiritualidad individualista y
separada de los compromisos sociopolticos. El mensaje original de
Jess era un verdadero proyecto integral que ofreca un cambio
profundo del interior del ser humano, activado por la fuerza del
Espritu. Dicho proyecto implicaba una reordenacin profunda de las
relaciones sociales y familiares, marcadas por el dominio
autoritario de los adultos mayores. Caifs logr captar el alcance de
su propuesta y se decidi a quitarlo de en medio, como siguen hoy
eliminando a los profetas incmodos que cuestionan los arreglos que
los gobernantes corruptos siguen tramando con delincuentes y
empresarios. Periodistas, lderes sociales y religiosos padecen
represin bajo diferentes modalidades. El mensaje del Reino sigue
adelante.LUNES 30ORACIN COLECTATe rogamos, Dios todopoderoso, que
quienes desfallecemos a causa de nuestra debilidad, nos recuperemos
gracias a la pasin de tu Unignito. l, que vive y reina contigo en
la unidad del Espritu Santo y es Dios por los siglos de los
siglos.LITURGIA DE LA PALABRANo gritar ni har or su voz en las
plazas.Del libro del profeta Isaas 42, 1-7Miren a mi siervo, a
quien sostengo, a mi elegido, en quien tengo mis complacencias. En
El he puesto mi espritu, para que haga brillar la justicia sobre
las naciones. No gritar ni clamar, no har or su voz en las plazas,
no romper la caa resquebrajada, ni apagar la mecha que an humea.
Proclamar la justicia con firmeza, no titubear ni se doblegar,
hasta haber establecido el derecho sobre la tierra y hasta que las
islas escuchen su enseanza.Esto dice el Seor Dios, el que cre el
cielo y lo extendi, el que dio firmeza a la tierra, con lo que en
ella brota; el que dio el aliento a la gente que habita la tierra y
la respiracin a cuanto se mueve en ella: "Yo, el Seor, fiel a mi
designio de salvacin, te llam, te tom de la mano; te he formado y
te he constituido alianza de un pueblo, luz de las naciones, para
que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la
prisin y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas".Palabra de
Dios.Te alabamos, Seor.Del salmo 26, 1.2.3. 13-14 R. El Seor es mi
luz y mi salvacin.El Seor es mi luz y mi salvacin, a quin voy a
tenerle miedo? El Seor es la defensa de mi vida, quin podr hacerme
temblar? R.Cuando me asaltan los malvados para devorarme, ellos,
enemigos y adversarios, tropiezan y caen. R.Aunque se lance contra
m un ejrcito, no temer mi corazn; aun cuando hagan la guerra contra
m, tendr plena confianza en el Seor. R.La bondad del Seor espero
ver en esta misma vida. rmate de valor y fortaleza y en el Seor
confa. R.ACLAMACIN R. Honor y gloria a ti, Seor Jess.Seor Jess, rey
nuestro, slo t has tenido compasin de nuestras faltas. R.Honor y
gloria a ti, Seor Jess.Djala. Esto lo tena guardado para el da de
mi sepultura.Del santo Evangelio segn san Juan 12, 1-11Seis das
antes de la Pascua, fue Jess a Betania, donde viva Lzaro, a quien
haba resucitado de entre los muertos. All le ofrecieron una cena;
Martha serva y Lzaro era uno de los que estaban con l a la mesa.
Mara tom entonces una libra de perfume de nardo autntico, muy
costoso, le ungi a Jess los pies con l y se los enjug con su
cabellera, y la casa se llen con la fragancia del perfume.Entonces
Judas Iscariote, uno de los discpulos, el que iba a entregar a
Jess, exclam: "Por qu no se ha vendido ese perfume en trescientos
denarios para drselos a los pobres?" Esto lo dijo, no porque le
importaran los pobres, sino porque era ladrn, y como tena a su
cargo la bolsa, robaba lo que echaban en ella.Entonces dijo Jess:
"Djala. Esto lo tena guardado para el da de mi sepultura; porque a
los pobres los tendrn siempre con ustedes, pero a m no siempre me
tendrn".Mientras tanto, la multitud de judos, que se enter de que
Jess estaba all, acudi, no slo por Jess, sino tambin para ver a
Lzaro, a quien el Seor haba resucitado de entre los muertos. Los
sumos sacerdotes deliberaban para matar a Lzaro, porque a causa de
l, muchos judos se separaban y crean en Jess.Palabra del
Seor.Gloria a ti, Seor Jess.ORACIN SOBRE LAS OFRENDASMira con
bondad, Seor, los sagrados misterios que estamos celebrando y ya
que en tu misericordia dispusiste que nos sirvieran para desechar
nuestros falsos criterios, concdenos que nos ayuden a producir
verdaderos frutos de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro
Seor.ORACIN DESPUS DE LA COMUNINVisita, Seor, a tu pueblo y protege
con tu constante amor a quienes has santificado por estos
misterios, para que recibamos de tu misericordia y conservemos con
tu proteccin, los auxilios para nuestra salvacin eterna. Por
Jesucristo, nuestro Seor.ORACIN SOBRE EL PUEBLOOpcionalDios y Padre
nuestro, que tu proteccin socorra a los humildes y asista
continuamente a quienes confan en tu misericordia, para que se
preparen a celebrar las fiestas pascuales no slo con acciones
corporales, sino sobre todo con pureza de corazn. Por Jesucristo,
nuestro Seor.MARTES 31ORACIN COLECTAConcdenos, Dios todopoderoso y
eterno, celebrar de tal modo los sacramentos de la pasin del Seor,
que nos hagamos dignos de recibir tu perdn. Por nuestro Seor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.LITURGIA DE LA
PALABRATe convertir en luz de las naciones, para que llegue mi
salvacin hasta los ltimos rincones de la tierra.Del libro del
profeta Isaas 49, 1-6Escchenme, Islas; pueblos lejanos, atindanme.
El Seor me llam desde el vientre de mi madre: cuando an estaba yo
en el seno materno. l pronunci mi nombre.Hizo de mi boca una espada
filosa, me escondi en la sombra de su mano, me hizo flecha
puntiaguda, me guard en su aljaba y me dijo: "T eres mi siervo.
Israel; en ti manifestar mi gloria". Entonces yo pens: "En vano me
he cansado, intilmente he gastado mis fuerzas; en realidad mi causa
estaba en manos del Seor, mi recompensa la tena mi Dios". Ahora
habla el Seor, el que me form desde el seno materno, para que fuera
su servidor, para hacer que Jacob volviera a l y congregar a Israel
en torno suyo tanto as me honr el Seor y mi Dios fue mi fuerza.
Ahora, pues, dice el Seor: "Es poco que seas mi siervo slo para
restablecer a las tribus de Jacob y reunir a los sobrevivientes de
Israel; te voy a convertir en luz de las naciones, para que mi
salvacin llegue hasta los ltimos rincones de la tierra".Palabra de
Dios.Te alabamos, Seor.Del salmo 70, 1-2. 3-4a. 5-6ab. 15 y 17 R.
En ti, Seor, he puesto mi esperanza.Seor, t eres mi esperanza, que
no quede yo jams defraudado. T, que eres justo, aydame y defindeme;
escucha mi oracin y ponme a salvo. R.S para m un refugio, ciudad
fortificada en que me salves. Y pues eres mi auxilio y mi defensa,
lbrame, Seor, de los malvados. R.Seor, t eres mi esperanza; desde
mi juventud en ti confo. Desde que estaba en el seno de mi madre,
yo me apoyaba en ti y t me sostenas. R.Yo proclamar siempre tu
justicia y a todas horas, tu misericordia. Me enseaste a alabarte
desde nio y seguir alabndote es mi orgullo. R.ACLAMACIN R. Honor y
gloria a ti, Seor Jess.Seor Jess, Rey nuestro, para obedecer al
Padre, quisiste ser llevado a la cruz como manso cordero al
sacrificio. R. Honor y gloria a ti, Seor Jess.Uno de ustedes me
entregar. No cantar el gallo antes de que me hayas negado tres
veces.Yo te aseguro que no cantar el gallo, antes de que me hayas
negado tres veces".Del santo Evangelio segn san Juan 13,
21-33.36-38En aquel tiempo, cuando Jess estaba a la mesa con sus
discpulos, se conmovi profundamente y declar: "Yo les aseguro que
uno de ustedes me va a entregar". Los discpulos se miraron
perplejos unos a otros, porque no saban de quin hablaba. Uno de
ellos, al que Jess tanto amaba, se hallaba reclinado a su derecha.
Simn Pedro le hizo una sea y le pregunt: "De quin lo dice?"
Entonces l, apoyndose en el pecho de Jess, le pregunt: "Seor, quin
es?" Le contest Jess: "Aquel a quien yo le d este trozo de pan, que
voy a mojar". Moj el pan y se lo dio a Judas, hijo de Simn el
Iscariote; y tras el bocado, entr en l Satans.Jess le dijo entonces
a Judas: "Lo que tienes que hacer, hazlo pronto". Pero ninguno de
los comensales entendi a qu se refera; algunos supusieron que, como
Judas tena a su cargo la bolsa, Jess le haba encomendado comprar lo
necesario para la fiesta o dar algo a los pobres. Judas, despus de
tomar el bocado, sali inmediatamente. Era de noche.Una vez que
Judas se fue, Jess dijo: "Ahora ha sido glorificado el Hijo del
hombre y Dios ha sido glorificado en l. Si Dios ha sido glorificado
en l, tambin Dios lo glorificar en s mismo y pronto lo
glorificar.Hijitos, todava estar un poco con ustedes. Me buscarn,
pero como les dije a los judos, as se lo digo a ustedes ahora: 'A
donde yo voy, ustedes no pueden ir'. Simn Pedro le dijo: "Seor, a
dnde vas?" Jess le respondi: "A donde yo voy, no me puedes seguir
ahora; me seguirs ms tarde". Pedro replic: "Seor, por qu no puedo
seguirte ahora? Yo dar mi vida por ti". Jess le contest: "Conque
dars tu vida por m?Yo te aseguro que no cantar el gallo, antes de
que me hayas negado tres veces".Palabra del Seor.Gloria a ti, Seor
Jess.ORACIN SOBRE LAS OFRENDASMira con bondad, Seor, las ofrendas
de esta familia tuya y, ya que la hiciste partcipe de tus sagrados
dones, concdele obtener plenamente su fruto. Por Jesucristo,
nuestro Seor.ANTFONA DESPUS DE LA COMUNIN Rm 8, 32Dios no escatim
la vida de su propio Hijo, sino que lo entreg por todos
nosotros.ORACIN DESPUS DE LA COMUNINAlimentados por estos dones de
salvacin, suplicamos, Seor tu misericordia, para que este
Sacramento, que nos nutre en nuestra vida temporal, nos haga
partcipes de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Seor.ORACIN
SOBRE EL PUEBLOOpcionalDios y Padre nuestro, al pueblo que quiere
obedecerte, purifcalo de la antigua maldad por tu misericordia y
hazlo capaz de una santa renovacin. Por Jesucristo, nuestro
Seor.
MIRCOLES 1ORACIN COLECTAPadre misericordioso, que para librarnos
del poder del enemigo quisiste que tu hijo sufriera por nosotros el
suplicio de la cruz, concdenos alcanzar la gracia de la
resurreccin. Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los siglos de
los siglos.LITURGIA DE LA PALABRANo he sustrado mi rostro a los
insultos y salivazos.Del libro del profeta Isaas 50, 4-9En aquel
entonces, dijo Isaas: "El Seor me ha dado una lengua experta, para
que pueda confortar al abatido con palabras de aliento. Maana tras
maana, el Seor despierta mi odo, para que escuche yo, como
discpulo. El Seor Dios me ha hecho or sus palabras y yo no he
opuesto resistencia, ni me he echado para atrs. Ofrec la espalda a
los que me golpeaban, la mejilla a los que me tiraban de la barba.
No apart mi rostro a los insultos y salivazos. Pero el Seor me
ayuda, por eso no quedar confundido, por eso endureci mi rostro
como roca y s que no quedar avergonzado. Cercano est de m el que me
hace justicia, quin luchar contra m? Quin es mi adversario? Quin me
acusa? Que se me enfrente. El Seor es mi ayuda, quin se atrever a
condenarme?Palabra, de Dios.Te alabamos, Seor.Salmo 68, 8-10.
21bcd-22. 31 y 33-34 R. Por tu bondad, Seor, socrreme.Por ti he
sufrido injurias y la vergenza cubre mi semblante. Extrao soy y
advenedizo, aun para aquellos de mi propia sangre: pues me devora
el celo de tu casa, el odio del que te odia, en m recae. R.La
afrenta me destroza el corazn y desfallezco. Espero compasin y no
la hallo: Busco consoladores y no los encuentro. En mi comida me
echaron hiel, para mi sed me dieron vinagre. R.En mi cantar exaltar
tu nombre, proclamar tu gloria, agradecido. Se alegrarn al verlo
los que sufren, quienes buscan a Dios tendrn ms nimo, porque el
Seor jams desoye al pobre, ni olvida al que se encuentra
encadenado. R.ACLAMACIN R. Honor y gloria a ti, Seor Jess.Seor
Jess, Rey nuestro, para obedecer al Padre, quisiste ser llevado a
la cruz como manso cordero al sacrificio. R. Honor y gloria a ti,
Seor Jess.Ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser
entregado!Del santo Evangelio segn san Mateo 26, 14-25En aquel
tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los
sumos sacerdotes y les dijo: Cunto me dan si les entrego a Jess?"
Ellos quedaron en darle treinta monedas de plata. Y desde ese
momento andaba buscando una oportunidad para entregrselos. El
primer da de la fiesta de los panes zimos, los discpulos se
acercaron a Jess y le preguntaron: "Dnde quieres que te preparemos
la cena de Pascua?" El respondi: "Vayan a la ciudad, a casa de
fulano y dganle: `El Maestro dice: Mi hora est ya cerca. Voy a
celebrar la Pascua con mis discpulos en tu casa'. Ellos hicieron lo
que Jess les haba ordenado y prepararon la cena de Pascua. Al
atardecer, se sent a la mesa con los Doce y mientras cenaban, les
dijo: "Yo les aseguro que uno de ustedes va a entregarme". Ellos se
pusieron muy tristes y comenzaron a preguntarle uno por uno: "Acaso
soy yo, Seor?" l respondi: "El que moja su pan en el mismo plato
que yo, se va a entregarme. Porque el Hijo del hombre va a morir,
como est escrito de l; pero ay de aquel por quien el Hijo del
hombre va a ser entregado! Ms le valiera a ese hombre no haber
nacido". Entonces pregunt Judas, el que lo iba a entregar: "Acaso
soy yo Maestro?" Jess le respondi: "T lo has dicho".Palabra del
Seor.Gloria a ti, Seor Jess.ORACIN SOBRE LAS OFRENDASRecibe, Seor,
los dones que te presentamos y concdenos que la pasin de tu Hijo,
que celebramos en este sacramento, fructifique plenamente en
nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Seor.ANTFONA DESPUS DE LA
COMUNIN Mt 20,28El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino
a servir y a dar su vida para redencin de todos.ORACIN DESPUS DE LA
COMUNINConcdenos, Seor, Dios nuestro, creer profundamente que por
la muerte temporal de tu Hijo, proclamada en estos santos
misterios, t nos has dado la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro
SeorORACIN SOBRE EL PUEBLOOpcionalDios y Padre nuestro, concede a
tu pueblo frecuentar los sacramentos pascuales y esperar con vive
deseo los bienes futuros para que, mantenindose fiel a los santos
misterios de los que ha renacido, se sienta impulsado por ellos a
una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Seor.JUEVES 2Jueves Santo
Misa Vespertina en la Cena del Seor
Se dice Gloria. Mientras se canta este himno, se tocan las
campanas. Terminado el canto, las campanas no vuelven a tocarse
hasta la Vigilia Pascual.ORACIN COLECTADios nuestro, que nos has
reunido para celebrar aquella Cena en la cual tu Hijo nico, antes
de entregarse a la muerte, confi a la Iglesia el sacrificio nuevo y
eterno, sacramento de su amor, concdenos alcanzar por la
participacin en este sacramento, la plenitud del amor y de la vida.
Por nuestro Seor Jesucristo.LITURGIA DE LA PALABRAPrescripciones
sobre la cena pascual.Del libro del xodo 12, 1-8. 11-14En aquellos
das, dijo el Seor a Moiss y a Aarn en tierra de Egipto: "Este mes
ser para ustedes el primero de todos los meses y el principio del
ao. Dganle a toda la comunidad de Israel: 'El da diez de este mes,
tomar cada uno un cordero por familia, uno por casa. Si la familia
es demasiado pequea para comrselo, que se junte con los vecinos y
elija un cordero adecuado al nmero de personas y a la cantidad que
cada cual pueda comer. Ser un animal sin defecto, macho, de un ao,
cordero o cabrito. Lo guardarn hasta el da catorce del mes, cuando
toda la comunidad de los hijos de Israel lo inmolar al atardecer.
Tomarn la sangre y rociarn las dos jambas y el dintel de la puerta
de la casa donde vayan a comer el cordero. Esa noche comern la
carne, asada a fuego; comern panes sin levadura y hierbas amargas.
Comern as: con la cintura ceida, las sandalias en los pies, un
bastn en la mano y a toda prisa, porque es la Pascua, es decir, el
paso del Seor.Yo pasar esa noche por la tierra de Egipto y herir a
todos los primognitos del pas de Egipto, desde los hombres hasta
los ganados. Castigar a todos los dioses de Egipto, yo, el Seor. La
sangre les servir de seal en las casas donde habitan ustedes.
Cuando yo vea la sangre, pasar de largo y no habr entre ustedes
plaga exterminadora, cuando hiera yo la tierra de Egipto.Ese da ser
para ustedes un memorial y lo celebrarn como fiesta en honor del
Seor. De generacin en generacin celebrarn esta festividad, como
institucin perpetua' ".Palabra de Dios.Te alabamos, Seor.Del salmo
115, 12-13. 15-16bc. 17-18 R. Gracias, Seor, por tu sangre que nos
lava.Cmo le pagar al Seor todo el bien que me ha hecho? Levantar el
cliz de salvacin e invocar el nombre del Seor. R.A los ojos del
Seor es muy penoso que mueran sus amigos. De la muerte, Seor, me
has librado, a m, tu esclavo e hijo de tu esclava. R.Te ofrecer con
gratitud un sacrificio e invocar tu nombre. Cumplir mis promesas al
Seor ante todo su pueblo. R.Cada vez que ustedes comen de este pan
y beben de este cliz, proclaman la muerte del Seor.De la primera
carta del apstol san Pablo a los corintios 11, 23-26Hermanos: Yo
recib del Seor lo mismo que les he trasmitido: que el Seor Jess, la
noche en que iba a ser entregado, tom pan en sus manos, y
pronunciando la accin de gracias, lo parti y dijo: "Esto es mi
cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria ma".Lo
mismo hizo con el cliz despus de cenar, diciendo: "Este cliz es la
nueva alianza que se sella con mi sangre. Hagan esto en memoria ma
siempre que beban de l".Por eso, cada vez que ustedes comen de este
pan y beben de este cliz, proclaman la muerte del Seor, hasta que
vuelva.Palabra de Dios.Te alabamos, Seor.ACLAMACIN ANTES DEL
EVANGELIO Jn 13, 34R. Honor y gloria a ti, Seor Jess.Les doy un
mandamiento nuevo, dice el Seor, que se amen los unos a los otros,
como yo los he amado.R. Honor y gloria a ti, Seor Jess.Los am hasta
el extremo.Del santo Evangelio segn san Juan 13, 1-15Antes de la
fiesta de la Pascua, sabiendo Jess que haba llegado la hora de
pasar de este mundo al Padre y habiendo amado a los suyos, que
estaban en el mundo, los am hasta el extremo.En el transcurso de la
cena, cuando ya el diablo haba puesto en el corazn de Judas
Iscariote, hijo de Simn, la idea de entregarlo, Jess, consciente de
que el Padre haba puesto en sus manos todas las cosas y sabiendo
que haba salido de Dios y a Dios volva, se levant de la mesa, se
quit el manto y tomando una toalla, se la ci; luego ech agua en una
jofaina y se puso a lavarles los pies a los discpulos y a secrselos
con la toalla que se haba ceido.Cuando lleg a Simn Pedro, ste le
dijo: "Seor, me vas a lavar t a m los pies?" Jess le replic: "Lo
que estoy haciendo t no lo entiendes ahora, pero lo comprenders ms
tarde". Pedro le dijo: "T no me lavars los pies jams". Jess le
contest: "Si no te lavo, no tendrs parte conmigo". Entonces le dijo
Simn Pedro: "En ese caso, Seor, no slo los pies, sino tambin las
manos y la cabeza". Jess le dijo: "El que se ha baado no necesita
lavarse ms que los pies, porque todo l est limpio. Y ustedes estn
limpios, aunque no todos". Como saba quin lo iba a entregar, por
eso dijo: 'No todos estn limpios'.Cuando acab de lavarles los pies,
se puso otra vez el manto, volvi a la mesa y les dijo: "Comprenden
lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y
Seor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, que soy el Maestro y
el Seor, les he lavado los pies, tambin ustedes deben lavarse los
pies los unos a los otros. Les he dado ejemplo, para que lo que yo
he hecho con ustedes, tambin ustedes lo hagan".Palabra del
Seor.Gloria a ti, Seor Jess.REFLEXIN:Comienza con el Triduo Pascual
la conmemoracin del misterio de la redencin humana realizada por la
pasin, muerte y resurreccin del Seor. Un da por dems sealado:
"jueves nico" en el ao litrgico. Si la celebracin eucarstica es
siempre memorial de la muerte y resurreccin de Cristo, hoy lo es
"mucho ms", si cabe la expresin... Entre los temas que destacan en
la liturgia: Eucarista, Sacerdocio ministerial y Amor fraterno, el
primero y determinante es la Eucarista, celebracin de la pasin y
muerte del Seor hasta que l vuelva: "nueva pascua" y "banquete
sacrificial" del pueblo cristiano, que viene a sustituir a la cena
pascual juda, como recuerdo de la liberacin de Egipto.LAVATORIO DE
LOS PIESLos varones designados para el rito van, acompaados por los
ministros, a ocupar los asientos preparados para ellos en un lugar
visible. El celebrante, quitada la casulla si es necesario, se
acerca a cada una de las personas designadas y, con la ayuda de los
ministros, les lava los pies y se los seca. Mientras tanto, se
canta alguna de las siguientes antfonas o algn canto apropiado.No
se dice Credo.PLEGARIA UNIVERSALSupliquemos, hermanos, a Cristo, el
Ungido de Dios, en cuyas manos el Padre ha puesto todas las cosas,
y pidmosle que escuche nuestra oracin:Para que todos los cristianos
sepan seguir el ejemplo de humildad del Seor, que lav los pies de
sus discpulos, e imiten la bondad de aquel que acept las lgrimas de
Pedro, que lo haba negado, roguemos al Seor.Para que nuestro obispo
N., y sus presbteros, que en estos das han recordado el inicio de
su ministerio y han renovado sus promesas, vivan plenamente
conforme a Jess y sean siempre fieles a lo que en su ordenacin
prometieron, roguemos al Seor.Para que el Seor, que se entreg a la
muerte para reunir a los hijos de Dios que estaban dispersos,
inspire sentimientos de conversin a los que por el pecado o la
indiferencia se han alejado de la Iglesia, roguemos al Seor.Para
que los enfermos, al ser ungidos con el leo de la salvacin que
nuestro obispo acaba de consagrar, experimenten la proteccin del
Seor y sientan mejora en su enfermedad y alivio en sus dolores,
roguemos al Seor.Para que el Seor, que con su humillacin nos
exalta, con su entrega nos merece el perdn, con su sangre nos
purifica y con su carne nos alimenta, ilumine tambin nuestras
mentes para que comprendamos y amemos los misterios que hoy
conmemoramos, roguemos al Seor.Seor Jesucristo, ya que mientras
vivimos an en este mundo, nos invitas a participar en la mesa que
es imagen del banquete eterno, escucha nuestra oracin y haz que los
que ahora nos reunimos para celebrar el sacramento de tu triunfo
podamos ser tambin tus comensales en el banquete de la Pascua
eterna. T, que vives y reinas por los siglos de los siglos.ORACIN
SOBRE LAS OFRENDASConcdenos, Seor, participar dignamente en esta
Eucarista, porque cada vez que celebramos el memorial de la muerte
de tu Hijo, se realiza la obra de nuestra redencin. Por Jesucristo,
nuestro Seor.PREFACIO: El sacrificio y el sacramento de Cristo MR
283ORACIN DESPUS DE LA COMUNINSeor, t que nos permites disfrutar en
esta vida de la Cena instituida por tu Hijo, concdenos participar
tambin del banquete celestial en tu Reino. Por Jesucristo, nuestro
Seor.TRASLACIN DEL SANTSIMO SACRAMENTODespus de incensar al
Santsimo, el sacerdote, cubriendo con el pao de hombros el copn,
inicia la procesin hacia el "Monumento", en donde ser adorado por
turnos hasta la media noche. Antes de depositar al Seor en el lugar
preparado, se repite la incensacin. En ambos casos y durante el
trayecto se usan cantos adecuados. Esta adoracin, despus de la
media noche, hgase sin solemnidad.SAN PEDRO CALUNGSOD, del arameo,
"roca" (1654-1672). Mrtir. Oriundo de Iloilo (Ilolo), ciudad
filipina situada en la isla de Panay. Sin conocerse detalles de su
familia. Se traslada para la isla de CebVIERNES 3Viernes Santo en
la Pasin del Seor MR p. 292 / Lecc. I, p. 820 Rojo.No se dice
"Oremos".ORACINT que con la Pasin de Cristo, Hijo tuyo y Seor
nuestro, nos libraste de la muerte, que heredamos todos a
consecuencia del primer pecado, concdenos, Seor, a cuantos por
nacimiento somos pecadores, asemejamos plenamente, por tu gracia, a
Jesucristo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos.
R/. Amn.PRIMERA PARTE:LITURGIA DE LA PALABRAl fue traspasado por
nuestros crmenes.Del libro del profeta Isaas 52, 13-53, 12He aqu
que mi siervo prosperar, ser engrandecido y exaltado, ser puesto en
alto. Muchos se horrorizaron al verlo, porque estaba desfigurado su
semblante, que no tena ya aspecto de hombre; pero muchos pueblos se
llenaron de asombro. Ante l los reyes cerrarn la boca, porque vern
lo que nunca se les haba contado y comprendern lo que nunca se
haban imaginado.Quin habr de creer lo que hemos anunciado? A quin
se le revelar el poder del Seor? Creci en su presencia como planta
dbil, como una raz en el desierto. No tena gracia ni belleza. No
vimos en l ningn aspecto atrayente; despreciado y rechazado por los
hombres, varn de dolores, habituado al sufrimiento; como uno del
cual se aparta la mirada, despreciado y desestimado.l soport
nuestros sufrimientos y aguant nuestros dolores; nosotros lo
tuvimos por leproso, herido por Dios y humillado, traspasado por
nuestras rebeliones, triturado por nuestros crmenes. l soport el
castigo que nos trae la paz. Por sus llagas hemos sido
curados.Todos andbamos errantes como ovejas, cada uno siguiendo su
camino, y el Seor carg sobre l todos nuestros crmenes. Cuando lo
maltrataban, se humillaba y no abra la boca, como un cordero
llevado a degollar; como oveja ante el esquilador, enmudeca y no
abra la boca.Inicuamente y contra toda justicia se lo llevaron.
Quin se preocup de su suerte? Lo arrancaron de la tierra de los
vivos, lo hirieron de muerte por los pecados de mi pueblo, le
dieron sepultura con los malhechores a la hora de su muerte, aunque
no haba cometido crmenes, ni hubo engao en su boca.El Seor quiso
triturarlo con el sufrimiento. Cuando entregue su vida como
expiacin, ver a sus descendientes, prolongar sus aos y por medio de
l prosperarn los designios del Seor. Por las fatigas de su alma,
ver la luz y se saciar; con sus sufrimientos justificar mi siervo a
muchos, cargando con los crmenes de ellos.Por eso le dar una parte
entre los grandes, y con los fuertes repartir despojos, ya que
indefenso se entreg a la muerte y fue contado entre los
malhechores, cuando tom sobre s las culpas de todos e intercedi por
los pecadores.Palabra de Dios.Te alabamos, Seor.Del salmo 30, 2 y
6. 12-13. 15-16. 17 y 25 R. Padre, en tus manos encomiendo mi
espritu.A ti, Seor, me acojo, que no quede yo nunca defraudado. En
tus manos encomiendo mi espritu y t, mi Dios leal, me librars. R.Se
burlan de m mis enemigos, mis vecinos y parientes de m se espantan,
los que me ven pasar huyen de m. Estoy en el olvido, como un
muerto, como un objeto tirado en la basura. R.Pero yo, Seor, en ti
confo. T eres mi Dios, y en tus manos est mi destino. Lbrame de los
enemigos que me persiguen. R.Vuelve, Seor, tus ojos a tu siervo y
slvame, por tu misericordia. Sean fuertes y valientes de corazn,
ustedes, los que esperan en el Seor. R.[Aprendi a obedecer y se
convirti en la causa de la salvacin eterna para todos los que lo
obedecen.]De la carta a los hebreos 4, 14-16; 5, 7.9Hermanos: Jess,
el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado en el
cielo. Mantengamos firme la profesin de nuestra fe. En efecto, no
tenemos un sumo sacerdote que no sea capaz de compadecerse de
nuestros sufrimientos, puesto que l mismo ha pasado por las mismas
pruebas que nosotros, excepto el pecado. Acerqumonos, por tanto,
con plena confianza al trono de la gracia, para recibir
misericordia, hallar la gracia y obtener ayuda en el momento
oportuno.Precisamente por eso, Cristo, durante su vida mortal,
ofreci oraciones y splicas, con fuertes voces y lgrimas, a aquel
que poda librarlo de la muerte, y fue escuchado por su piedad. A
pesar de que era el Hijo, aprendi a obedecer padeciendo, y llegado
a su perfeccin, se convirti en la causa de la salvacin eterna para
todos los que lo obedecen.Palabra de Dios.Te alabamos,
Seor.ACLAMACIN Flp 2, 8-9 R. Honor y gloria a ti, Seor Jess.Cristo
se humill por nosotros y por obediencia acept incluso la muerte y
una muerte de cruz. Por esoDios lo exalt sobre todas las cosas y le
otorg el nombre que est sobre todo nombre.R. Honor y gloria a ti,
Seor Jess.No se llevan velas ni incienso para la lectura de la
Pasin del Seor, ni se hace al principio el saludo, ni se signa el
libro. La lectura la hace un dicono o, en su defecto, el sacerdote.
Puede tambin ser hecha por lectores, reservando al sacerdote, si es
posible, la parte correspondiente a Cristo.PASIN DE NUESTRO SEOR
JESUCRISTOSEGN SAN JUAN 18, 1 - 19, 42Puede elegirse la lectura
breve por razones pastorales *Cuando la lectura se hace alternada:C
= Cronista; S = "Sinagoga"; y = CristoC. En aquel tiempo, Jess fue
con sus discpulos al otro lado del torrente Cedrn, donde haba un
huerto, y entraron all l y sus discpulos. Judas, el traidor, conoca
tambin el sitio, porque Jess se reuna a menudo all con sus
discpulos.Entonces Judas tom un batalln de soldados y guardias de
los sumos sacerdotes y de los fariseos y entr en el huerto con
linternas, antorchas y armas. Jess, sabiendo todo lo que iba a
suceder, se adelant y les dijo:. "A quin buscan?"C. Le contestaron:
"S. A Jess, el nazareno".C. Les dijo Jess:. "Yo soy".C. Estaba
tambin con ellos Judas, el traidor. Al decirles `Yo soy',
retrocedieron y cayeron a tierra. Jess les volvi a preguntar: ". A
quin buscan?"C. Ellos dijeron:S. 'A Jess, el nazareno".C. Jess
contest:. "Les he dicho que soy yo. Si me buscan a m, dejen que
stos se vayan".C. As se cumpli lo que Jess haba dicho: "No he
perdido a ninguno de los que me diste".Entonces Simn Pedro, que
llevaba una espada, la sac e hiri a un criado del sumo sacerdote y
le cort la oreja derecha. Este criado se llamaba Maleo. Dijo
entonces Jess a Pedro:. "Mete la espada en la vaina. No voy a beber
el cliz que me ha dado mi Padre?"C. El batalln, su comandante y los
criados de los judos apresaron a Jess, lo ataron y lo llevaron
primero ante Ans, porque era suegro de Caifs, sumo sacerdote aquel
ao. Caifs era el que haba dado a los judos este consejo: 'Conviene
que muera un solo hombre por el pueblo'.Simn Pedro y otro discpulo
iban siguiendo a Jess. Este discpulo era conocido del sumo
sacerdote y entr con Jess en el palacio del sumo sacerdote,
mientras Pedro se quedaba fuera, junto a la puerta. Sali el otro
discpulo, el conocido del sumo sacerdote, habl con la portera e
hizo entrar a Pedro. La portera dijo entonces a Pedro:S. `No eres t
tambin uno de los discpulos de ese hombre?"C. l dijo:S. "No lo
soy".C. Los criados y los guardias haban encendido un brasero,
porque haca fro, y se calentaban. Tambin Pedro estaba con ellos de
pie, calentndose.El sumo sacerdote interrog a Jess acerca de sus
discpulos y de su doctrina. Jess le contest:"Yo he hablado
abiertamente al mundo y he enseado continuamente en la sinagoga y
en el templo, donde se renen todos los judos, y no he dicho nada a
escondidas. Por qu me interrogas a m? Interroga a los que me han
odo, sobre lo que les he hablado. Ellos saben lo que he dicho".C.
Apenas dijo esto, uno de los guardias le dio una bofetada a Jess,
dicindole:S. "As contestas al sumo sacerdote?"C. Jess le respondi:.
"Si he faltado al hablar, demuestra en qu he faltado; pero si he
hablado como se debe, por qu me pegas?"C. Entonces Ans lo envi
atado a Caifs, el sumo sacerdote. Simn Pedro estaba de pie,
calentndose, y le dijeron:S. "No eres t tambin uno de sus
discpulos?"C. l lo neg diciendo:S. "No lo soy".C. Uno de los
criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le haba
cortado la oreja, le dijo:S. "Qu no te vi yo con l en el huerto?"C.
Pedro volvi a negarlo y en seguida cant un gallo. Llevaron a Jess
de casa de Caifs al pretorio. Era muy de maana y ellos no entraron
en el palacio para no incurrir en impureza y poder as comer la cena
de Pascua.Sali entonces Pilato a donde estaban ellos y les dijo:S.
De qu acusan a este hombre?"C. Le contestaron:S. "Si ste no fuera
un malhechor, no te lo hubiramos trado".C. Pilato les dijo:S. "Pues
llvenselo y jzguenlo segn su ley".C. Los judos le respondieron:S.
"No estamos autorizados para dar muerte a nadie".C. As se cumpli lo
que haba dicho Jess, indicando de qu muerte iba a morir.Entr otra
vez Pilato en el pretorio, llam a Jess y le dijo:S. "Eres t el rey
de los judos?"C. Jess le contest:. "Eso lo preguntas por tu cuenta
o te lo han dicho otros?"C. Pilato le respondi:S. "Acaso soy yo
judo? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a m. Qu es
lo que has hecho?"C. Jess le contest:. "Mi Reino no es de este
mundo. Si mi Reino fuera de este mundo, mis servidores habran
luchado para que no cayera yo en manos de los judos. Pero mi Reino
no es de aqu".C. Pilato le dijo:S. "Conque t eres rey?"C. Jess le
contest:. "T lo has dicho. Soy rey. Yo nac y vine al mundo para ser
testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi
voz".C. Pilato le dijo:S. "Y qu es la verdad?"C. Dicho esto, sali
otra vez a donde estaban los judos y les dijo:S. "No encuentro en l
ninguna culpa. Entre ustedes es costumbre que por Pascua ponga en
libertad a un preso. Quieren que les suelte al rey de los judos?"C.
Pero todos ellos gritaron:S. "No, a se no! A Barrabs!"C. (El tal
Barrabs era un bandido).Entonces Pilato tom a Jess y lo mand
azotar. Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la
pusieron en la cabeza, le echaron encima un manto color prpura, y
acercndose a l, le decan:S. Viva el rey de los judos!",C. y le
daban de bofetadas.Pilato sali otra vez afuera y les dijo:S. "Aqu
lo traigo para que sepan que no encuentro en l ninguna culpa".C.
Sali, pues, Jess, llevando la corona de espinas y el manto color
prpura. Pilato les dijo:S. "Aqu est el hombre".C. Cuando lo vieron
los sumos sacerdotes y sus servidores, gritaron:S. "Crucifcalo,
crucifcalo!"C. Pilato les dijo:S. "Llvenselo ustedes y
crucifquenlo, porque yo no encuentro culpa en l".C. Los judos le
contestaron:S. "Nosotros tenemos una ley y segn esa ley tiene que
morir, porque se ha declarado Hijo de Dios".C. Cuando Pilato oy
estas palabras, se asust an ms, y entrando otra vez en el pretorio,
dijo a Jess: S. "De dnde eres t?"C. Pero Jess no le respondi.
Pilato le dijo entonces:S. "A m no me hablas? No sabes que tengo
autoridad para soltarte y autoridad para crucificarte?"C. Jess le
contest:. "No tendras ninguna autoridad sobre m, si no te la
hubieran dado de lo alto. Por eso, el que me ha entregado a ti
tiene un pecado mayor".C. Desde ese momento Pilato trataba de
soltarlo, pero los judos gritaban:S. "Si sueltas a se, no eres
amigo del Csar!; porque todo el que pretende ser rey, es enemigo
del Csar".C. Al or estas palabras, Pilato sac a Jess y lo sent en
el tribunal, en el sitio que llaman "el Enlosado" (en hebreo
Gbbata). Era el da de la preparacin de la Pascua, hacia el medioda.
Y dijo Pilato a los judos:S. "Aqu tienen a su rey".C. Ellos
gritaron:S. "Fuera, fuera! Crucifcalo!"C. Pilato les dijo:S. "A su
rey voy a crucificar?"C. Contestaron los sumos sacerdotes:S. "No
tenemos ms rey que el Csar".C. Entonces se lo entreg para que lo
crucificaran. Tomaron a Jess y l, cargando con la cruz, se dirigi
hacia el sitio llamado "la Calavera" (que en hebreo se dice
Glgota), donde lo crucificaron, y con l a otros dos, uno de cada
lado, y en medio Jess. Pilato mand escribir un letrero y ponerlo
encima de la cruz; en l estaba escrito: 'Jess el nazareno, el rey
de los judos'. Leyeron el letrero muchos judos, porque estaba cerca
el lugar donde crucificaron a Jess y estaba escrito en hebreo, latn
y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judos le dijeron a
Pilato:S. "No escribas: 'El rey de los judos', sino: 'Este ha
dicho: Soy rey de los judos.C. Pilato les contest:S. "Lo escrito,
escrito est".C. Cuando crucificaron a Jess, los soldados cogieron
su ropa e hicieron cuatro partes, una para cada soldado, y
apartaron la tnica. Era una tnica sin costura, tejida toda de una
pieza de arriba a abajo. Por eso se dijeron:S. "No la rasguemos,
sino echemos suertes para ver a quin le toca".C. As se cumpli lo
que dice la Escritura: Se repartieron mi ropa y echaron a suerte mi
tnica Y eso hicieron los soldados.Junto a la cruz de Jess estaban
su madre, la hermana de su madre, Mara la de Cleofs, y Mara
Magdalena. Al ver a su madre y junto a ella al discpulo que tanto
quera, Jess dijo a su madre:. "Mujer, ah est tu hijo".C. Luego dijo
al discpulo:. "Ah est tu madre".C. Y desde entonces el discpulo se
la llev a vivir con l.Despus de esto, sabiendo Jess que todo haba
llegado a su trmino, para que se cumpliera la Escritura dijo:.
"Tengo sed".C. Haba all un jarro lleno de vinagre. Los soldados
sujetaron una esponja empapada en vinagre a una caa de hisopo y se
la acercaron a la boca. Jess prob el vinagre y dijo:. "Todo est
cumplido",C. e inclinando la cabeza, entreg el espritu.Aqu se
arrodillan todos y se hace una breve pausaC. Entonces, los judos,
como era el da de la preparacin de la Pascua, para que los cuerpos
de los ajusticiados no se quedaran en la cruz el sbado, porque
aquel sbado era un da muy solemne, pidieron a Pilato que les
quebraran las piernas y los quitaran de la cruz. Fueron los
soldados, le quebraron las piernas a uno y luego al otro de los que
haban sido crucificados con l. Pero al llegar a Jess, viendo que ya
haba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los
soldados le traspas el costado con una lanza e inmediatamente sali
sangre y agua.El que vio da testimonio de esto y su testimonio es
verdadero y l sabe que dice la verdad, para que tambin ustedes
crean. Esto sucedi para que se cumpliera lo que dice la Escritura:
No le quebrarn ningn hueso; y en otro lugar la Escritura dice:
Mirarn al que traspasaron.Despus de esto, Jos de Arimatea, que era
discpulo de Jess, pero oculto por miedo a los judos, pidi a Pilato
que lo dejara llevarse el cuerpo de Jess. Y Pilato lo autoriz. l
fue entonces y se llev el cuerpo. Lleg tambin Nicodemo, el que haba
ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mezcla de
mirra y loe.Tomaron el cuerpo de Jess y lo envolvieron en lienzos
con esos aromas, segn se acostumbra enterrar entre los judos. Haba
un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto, un
sepulcro nuevo, donde nadie haba sido enterrado todava. Y como para
los judos era el da de la preparacin de la Pascua y el sepulcro
estaba cerca, all pusieron a Jess.Palabra del Seor.Gloria a ti,
Seor Jess.REFLEXIN:El viernes santo es un da centrado en la pasin
del Seor y su muerte ignominiosa en la cruz. Hoy se cumple el
repetido anuncio sobre su violento final en Jerusaln, al aceptar,
"por nosotros y por nuestra salvacin", los misteriosos planes de su
Padre: Tanto am Dios al mundo que le entreg a su propio Hijo (Jn,
3, 16)... No hay modo ms verdico de expresarlo, que dando la vida
por aquellos a quienes se ama. Un amor fuente de vida, que nos une
a Dios y a nuestros hermanos. Un amor capaz de cambiar el mundo, si
los que nos decimos sus discpulos seguimos su ejemplo de humildad,
servicio, obediencia y renuncia.No se dice el CredoORACIN
UNIVERSALI. Por la santa IglesiaOremos, queridos hermanos, por la
santa Iglesia de Dios, para que nuestro Dios y Seor le conceda la
paz y la unidad, se digne protegerla en toda la tierra y nos
conceda glorificarlo, como Dios Padre omnipotente con una vida
pacfica y serena.Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el
sacerdote:Dios todo poderoso y eterno, que en Cristo revelaste tu
gloria a todas las naciones, conserva la obra de tu misericordia,
para que tu Iglesia, extendida por toda la tierra, persevere con fe
inquebrantable en la confesin de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro
Seor. R. Amn.II. Por el PapaOremos tambin por nuestro Santo Padre,
el Papa N., para que Dios nuestro Seor, que lo escogi para el orden
de los obispos, lo conserve a salvo y sin dao para bien de su santa
Iglesia, a fin de que pueda gobernar al pueblo santo de Dios.Se ora
un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:Dios
todopoderoso y eterno, cuya sabidura gobierna el universo, atiende
favorablemente nuestras splicas y protege con tu amor al Papa que
nos diste, para que el pueblo cristiano, que t mismo pastoreas,
progrese bajo su cuidado en la firmeza de su fe. Por Jesucristo,
nuestro Seor. R. Amn.III. Por el pueblo de Dios y sus
ministrosOremos tambin por nuestro obispo N., por todos los
obispos, presbteros y diconos de la Iglesia, y por todo el pueblo
santo de Dios.Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el
sacerdote:Dios todopoderoso y eterno, que con tu Espritu santificas
y gobiernas a toda la Iglesia, escucha nuestras splicas por tus
ministros, para que, con la ayuda de tu gracia, te sirvan con
fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Seor. R. Amn.IV. Por los
catecmenosOremos tambin por los (nuestros) catecmenos, para que
Dios nuestro Seor abra los odos de sus corazones y les manifieste
su misericordia, y para que, mediante el bautismo, se les perdonen
todos sus pecados y queden incorporados a Cristo, Seor nuestro.Se
ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:Dios todo
poderoso y eterno, que sin cesar concedes nuevos hijos a tu
Iglesia, acreciente la fe y el conocimiento a los (nuestros)
catecmenos, para que, renacidos en la fuente bautismal, los cuentes
entre tus hijos de adopcin. Por Jesucristo, nuestro Seor. R. Amn.V.
Por la unidad de los cristianosOremos tambin por todos los hermanos
que creen en Cristo, para que Dios nuestro Seor se digne congregar
y custodiar en la nica Iglesia a quienes procuran vivir en la
verdad.Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el
sacerdote:Dios todopoderoso y eterno, que renes a los que estn
dispersos y los mantienes en la unidad, mira benignamente la grey
de tu Hijo, para que, a cuantos estn consagrados por el nico
bautismo, tambin los una la integridad de la fe y los asocie el
vnculo de la caridad. Por Jesucristo, nuestro Seor. R. Amn.VI. Por
los judosOremos tambin por los judos, para que a quienes Dios
nuestro Seor habl primero, les conceda progresar continuamente en
el amor de su nombre y en la fidelidad a su alianza.Se ora un
momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:Dios todopoderoso
y eterno, que confiaste tus promesas a Abraham y a su descendencia,
oye compasivo los ruegos de tu Iglesia, para que el pueblo que
adquiriste primero como tuyo, merezca llegar a la plenitud de la
redencin. Por Jesucristo, nuestro Seor. R. Amn.VII. Por los que no
creen en CristoOremos tambin por los que no creen en Cristo, para
que, iluminados por el Espritu Santo, puedan ellos encontrar el
camino de la salvacin.Se ora un momento en silencio. Luego prosigue
el sacerdote:Dios todopoderoso y eterno, concede a quienes no creen
en Cristo, que, caminando en tu presencia con sinceridad de corazn,
encuentren la verdad; y a nosotros concdenos crecer en el amor
mutuo y en el deseo de comprender mejor los misterios de tu vida, a
fin de que seamos testigos cada vez ms autnticos de tu amor en el
mundo. Por Jesucristo, nuestro Seor.R. Amn.VIII. Por los que no
creen en DiosOremos tambin por los que no conocen a Dios, para que,
buscando con sinceridad lo que es recto, merezcan llegar hasta l.Se
ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:Dios
todopoderoso y eterno, que creaste a todos los hombres para que
desendote te busquen, y para que al encontrarte descansen en ti;
concdenos que, en medio de las dificultades de este mundo, al ver
los signos de tu amor y el testimonio de las buenas obras de los
creyentes, todos los hombres se alegren al confesarte como nico
Dios verdadero y Padre de todos. Por Jesucristo, nuestro Seor. R.
Amn.IX. Por los gobernantesOremos tambin por todos los gobernantes
de las naciones, para que Dios nuestro Seor gue sus mentes y
corazones, segn su voluntad providente, hacia la paz verdadera y la
libertad de todos.Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el
sacerdote:Dios todopoderoso y eterno, en cuyas manos estn los
corazones de los hombres y los derechos de las naciones, mira con
bondad a nuestros gobernantes, para que, con tu ayuda, se afiance
en toda la tierra un autntico progreso social, una paz duradera y
una verdadera libertad religiosa. Por Jesucristo, nuestro Seor. R.
Amn.X. Por los que se encuentran en alguna tribulacinOremos,
hermanos muy queridos, a Dios Padre todopoderoso, para que libre al
mundo de todos sus errores, aleje las enfermedades, alimente a los
que tienen hambre, libere a los encarcelados y haga justicia a los
oprimidos, conceda seguridad a los que viajan, un buen retorno a
los que se hallan lejos del hogar, la salud a los enfermos y la
salvacin a los moribundos.Se ora un momento en silencio. Luego
prosigue el sacerdote:Dios todopoderoso y eterno, consuelo de los
afligidos y fortaleza de los que sufren, escucha a los que te
invocan en su tribulacin, para que todos experimenten en sus
necesidades la alegra de tu misericordia.Por Jesucristo, nuestro
Seor. R. Amn.SEGUNDA PARTEADORACIN DE LA CRUZTerminada la oracin
universal, se hace la adoracin solemne de la santa Cruz, eljase la
forma que se juzgue ms apropiada pastoralmente, de acuerdo con las
circunstancias.Invitatorio al presentar la cruzV. Miren el rbol de
la cruz, donde estuvo clavado Cristo, el salvador del mundo.R.
Vengan y adoremos.V. Miren el rbol de la cruz, donde estuvo clavado
Cristo, el salvador del mundo.R. Vengan y adormosle.V. Miren el
rbol de la cruz, donde estuvo clavado Cristo, el salvador del
mundo.R. Vengan y adormosle.El sacerdote, el clero y los fieles se
acercan procesionalmente y adoran la cruz, haciendo delante de ella
una genuflexin simple o algn otro signo de veneracin (como el de
besarla), segn la costumbre de la regin. Mientras tanto, se canta
la antfona "Tu Cruz adoramos" (p. 298ss), los Improperios, u otros
cnticos apropiados. Terminada la adoracin, la cruz es llevada al
altar y puesta en un lugar relevante, con los ciriales o los
candeleros a su lado.TERCERA PARTESAGRADA COMUNINSe extiende un
pequeo mantel sobre el altar y se colocan sobre l un corporal, un
purificador y el libro.Se trae el Santsimo Sacramento del lugar
donde se reserv y se deposita sobre el altar. Dos aclitos con
candelabros encendidos acompaan al Santsimo Sacramento.Una vez
depositado el Santsimo Sacramento sobre el altar y descubierto el
copn, el sacerdote hace genuflexin. Ah, teniendo las manos juntas,
invita a decir la oracin dominical (Padrenuestro).C. Fieles a la
recomendacin del Salvador, y siguiendo su divina enseanza, nos
atrevemos a decir:T. Padre nuestro, que ests en el cielo,
santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hgase tu
voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de
cada da; perdona nuestras ofensas, como tambin nosotros perdonamos
a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentacin, y lbranos
del mal.C. Lbranos de todos los males, Seor, y concdenos la paz en
nuestros das, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos
siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbacin, mientras
esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador, Jesucristo.T.
Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre,
Seor.ORACIN DESPUS DE LA COMUNINDios todopoderoso y eterno, que nos
has redimido con la gloriosa muerte y resurreccin de tu Hijo
Jesucristo, prosigue en nosotros la obra de tu misericordia, para
que, mediante nuestra participacin en este misterio, permanezcamos
dedicados a tu servicio. Por Jesucristo, nuestro Seor.ORACIN SOBRE
EL PUEBLOEnva, Seor, sobre este pueblo tuyo, que ha conmemorado la
muerte de tu Hijo, en espera de su resurreccin, la abundancia de tu
bendicin; llegue a l tu perdn, reciba tu consuelo, se acreciente su
fe santa y se consolide su eterna redencin. Por Jesucristo, nuestro
Seor.Y todos, haciendo genuflexin a la Cruz, se retiran en
silencio. No se dan avisos. A su debido tiempo se desnuda de nuevo
el altar.SBADO 4Tiempo Pascual Vigilia Pascual en la Noche,
BlancoPRIMERA PARTELUCERNARIOBendicin del fuego nuevo y preparacin
del cirio.Se apagan todas las luces de la iglesia.En un lugar
adecuado, fuera de la iglesia, se enciende el fuego. Congregado all
el pueblo, llega el sacerdote con los ministros, uno de los cuales
lleva el cirio pascual.El sacerdote saluda, como de costumbre, al
pueblo congregado y le hace una breve exhortacin, con estas
palabras u otras semejantes:Hermanos: En esta noche santa, en que
nuestro Seor Jesucristo pas de la muerte a la vida, la Iglesia
invita a todos sus hijos, diseminados por el mundo, a que se renan
para velar en oracin. Conmemoremos, pues, juntos, la Pascua del
Seor, escuchando su Palabra y participando en sus sacramentos, con
la esperanza cierta de participar tambin en su triunfo sobre la
muerte y de vivir con l para siempre en Dios.Enseguida se bendice
el fuego.OREMOSDios nuestro, que por medio de tu Hijo comunicaste a
tus fieles el fuego de tu luz, santifica este fuego nuevo y
concdenos que, al celebrar estas fiestas pascuales, se encienda en
nosotros el deseo de las cosas celestiales, para que podamos llegar
con un espritu renovado a las fiestas de la eterna claridad. Por
Jesucristo, nuestro Seor. R. Amn.El celebrante enciende el cirio
con el fuego nuevo, diciendo:Que la luz de Cristo, resucitado y
glorioso, disipe las tinieblas de nuestro corazn y de nuestro
espritu. Despus el sacerdote, con un punzn, graba una cruz en el
Cirio; luego traza sobre l la letra griega Alfa y, debajo, la letra
Omega; entre los brazos de la cruz traza los cuatro nmeros del ao
en curso, mientras dice: A1. Cristo ayer y hoy, traza la lnea
vertical;2. Principio y fin, traza la lnea horizontal;3. Alfa,
traza la letra Alfa, arriba de la lnea vertical;4. y Omega, traza
la letra Omega abajo de la lnea vertical;5. Suyo es el tiempo,
traza el primer nmero del ao en curso en el ngulo superior
izquierdo de la cruz;6. y la eternidad, traza el segundo nmero del
ao, en el ngulo superior derecho;7. A l la gloria y el poder, traza
el tercer nmero del ao en el ngulo inferior izquierdo;8. por los
siglos de los siglos. Amn. traza el cuarto nmero del ao en el ngulo
inferior derecho.Despus de haber trazado la cruz y los dems signos,
el sacer-dote incrusta al cirio cinco granos de incienso, en forma
de cruz, diciendo al mismo tiempo:1. Por sus santas llagas2.
gloriosas,3. nos proteja4. y nos guarde5. Jesucristo nuestro Seor.
Amn.Que la luz de Cristo, resucitado y glorioso, disipe las
tinieblas de nuestro corazn y de nuestro espritu.PROCESINA
continuacin, el dicono, o en su defecto el sacerdote, toma el
cirio, pascual y, mantenindolo elevado, canta l solo:V. Cristo luz
del mundo. R. Demos gracias a Dios.Todos entran en la iglesia,
precedidos por el dicono (o el sacerdote) que lleva el cirio
pascual.En la puerta de la iglesia, el dicono se detiene y,
elevando el cirio, canta por segunda vez:V. Cristo luz del mundo.
R. Demos gracias a Dios.En este momento todos encienden sus velas
en la llama del cirio y avanzan de nuevo.Al llegar ante el altar,
el dicono, vuelto hacia el pueblo, canta por tercera vez:V. Cristo
luz del mundo. R. Demos gracias a Dios.EL PREGN PASCUALEl sacerdote
se dirige a la sede. El dicono pone el cirio pascual en el
candelabro, que est preparado en medio del presbiterio o junto al
ambn. Despus de poner incienso en el incensario, si ste se ha
utilizado, el dicono pide y recibe, como lo hace en la misa antes
del Evangelio, la bendicin del sacerdote.PREGN PASCUALAlgrense, por
fin, los coros de los ngeles; algrense las jerarquas del cielo y,
por la victoria de rey tan poderoso, que las trompetas anuncien la
salvacin. Goce tambin la tierra, inundada de tanta claridad, y que,
radiante con el fulgor del rey eterno, se sienta libre de la
tiniebla que cubra el orbe entero. Algrese tambin nuestra madre, la
Iglesia, revestida de luz tan brillante; resuene este templo con
las aclamaciones del pueblo. (Por eso, queridos hermanos, que
asisten a la admirable claridad de esta luz santa, invoquen conmigo
la misericordia de Dios omnipotente, para que aquel que, sin mrito
mo, me agreg al nmero de los diconos, complete mi alabanza a este
cirio, infundiendo el resplandor de su luz).V. El Seor est con
todos ustedes.R. Y con tu espritu.V. Levantemos el corazn.R. Lo
tenemos levantado hacia el Seor.V. Demos gracias al Seor, nuestro
Dios.R. Es justo y necesario.En verdad es justo y necesario
aclamar, con nuestras voces y con todo el afecto del corazn, a Dios
invisible, el Padre todopoderoso, y a su nico Hijo, nuestro Seor
Jesucristo. Porque l ha pagado por nosotros al eterno Padre la
deuda de Adn, y ha borrado con su sangre inmaculada la condena del
antiguo pecado. Porque stas son las fiestas de Pascua, en las que
se inmola el verdadero Cordero, cuya sangre consagra las puertas de
los fieles. sta es la noche en que sacaste de Egipto a los
israelitas, nuestros padres, y los hiciste pasar a pie el mar Rojo.
sta es la noche en que la columna de fuego esclareci las tinieblas
del pecado. sta es la noche que a todos los que creen en Cristo,
por toda la tierra, los arranca de los vicios del mundo y de la
oscuridad del pecado, los restituye a la gracia y los agrega a los
santos. Esta es la noche en que, rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo. De qu nos servira haber
nacido si no hubiramos sido rescatados? Qu asombroso beneficio de
tu amor por nosotros! Qu incomparable ternura y caridad! Para
rescatar al esclavo entregaste al Hijo! Necesario fue el pecado de
Adn, que ha sido borrado por la muerte de Cristo. Feliz la culpa
que mereci tal Redentor! Qu noche tan dichosa! Slo ella conoci el
momento en que Cristo resucit del abismo. sta es la noche de la que
estaba escrito: "Ser la noche clara como el da, la noche iluminada
por mi gozo". Y as, esta noche santa ahuyenta los pecados, lava las
culpas, devuelve la inocencia a los cados, la alegra a los tristes,
expulsa el odio, trae la concordia, doblega a los potentes. En esta
noche de gracia, acepta, Padre santo, el sacrificio vespertino de
esta llama, que la santa Iglesia te ofrece en la solemne ofrenda de
este cirio, obra de las abejas. Sabemos ya lo que anuncia esta
columna de fuego, que arde en llama viva para la gloria de Dios. Y
aunque distribuye su luz, no mengua al repartirla, porque se
alimenta de cera fundida que elabor la abeja fecunda para hacer
esta lmpara preciosa. Qu noche tan dichosa, en que se une el cielo
con la tierra, lo humano con lo divino! Te rogamos, Seor, que este
cirio consagrado a tu nombre para destruir la oscuridad de esta
noche, arda sin apagarse y, aceptado como perfume, se asocie a las
lumbreras del cielo. Que el lucero matinal lo encuentre ardiendo;
ese lucero que no conoce ocaso, Jesucristo, tu Hijo, que, volviendo
del abismo, brilla sereno para el linaje humano, y vive y reina por
los siglos de los siglos. R. Amn.Terminado el pregn, todos apagan
sus velas y se sientan.SEGUNDA PARTELITURGIA DE LA PALABRAEn esta
vigilia se proponen nueve lecturas, siete del Antiguo Testamento y
dos del Nuevo (la epstola y el Evangelio). Si las circunstancias
pastorales lo piden, el nmero de lecturas del Antiguo Testamento
puede reducirse hasta tres y, en casos muy urgentes, hasta dos. Aun
en este ltimo caso, nunca se omite la tercera lectura, tomada del
xodo, sobre el paso del mar Rojo,EXHORTACINHermanos, habiendo
iniciado solemnemente la Vigilia Pascual, escuchemos con
recogimiento la palabra de Dios. Meditemos cmo, en la antigua
alianza, Dios salv a su pueblo y en la plenitud de los tiempos,
envi al mundo a su Hijo para que nos redimiera. Oremos para que
Dios lleve a su plenitud la obra de la redencin realizada por el
misterio pascual.Lo que va entre [] puede suprimir por motivos
pastorales.LITURGIA DE LA PALABRAVio Dios todo lo que haba hecho y
lo encontr muy bueno.Del libro del Gnesis 1, 1-2, 2En el principio
cre Dios el cielo y la tierra. [La tierra era soledad y caos; y las
tinieblas cubran la faz del abismo. El espritu de Dios se mova
sobre la superficie de las aguas.Dijo Dios: "Que exista la luz", y
la luz existi. Vio Dios que la luz era buena, y separ la luz de las
tinieblas. Llam a la luz "da" y a las tinieblas, "noche". Fue la
tarde y la maana del primer da.Dijo Dios: "Que haya una bveda entre
las aguas, que separe unas aguas de otras". E hizo Dios una bveda y
separ con ella las aguas de arriba, de las aguas de abajo. Y as
fue. Llam Dios a la bveda "cielo". Fue la tarde y la maana del
segundo da.Dijo Dios: "Que se junten las aguas de debajo del cielo
en un solo lugar y que aparezca el suelo seco". Y as fue. Llam Dios
"tierra" al suelo seco y "mar" a la masa de las aguas. Y vio Dios
que era bueno.Dijo Dios: "Verdee la tierra con plantas que den
semilla y rboles que den fruto y semilla, segn su especie, sobre la
tierra". Y as fue. Brot de la tierra hierba verde, que produca
semilla, segn su especie, y rboles que daban fruto y llevaban
semilla, segn su especie. Y vio Dios que era bueno. Fue la tarde y
la maana del tercer da.Dijo Dios: "Que haya lumbreras en la bveda
del cielo, que separen el da de la noche, sealen las estaciones,
los das y los aos, y luzcan en la bveda del cielo para iluminar la
tierra. Y as fue. Hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera
mayor para regir el da y la menor, para regir la noche; y tambin
hizo las estrellas. Dios puso las lumbreras en la bveda del cielo
para iluminar la tierra, para regir el da y la noche, y separar la
luz de las tinieblas". Y vio Dios que era bueno. Fue la tarde y la
maana del cuarto da.Dijo Dios: "Agtense las aguas con un hervidero
de seres vivientes y revoloteen sobre la tierra las aves, bajo la
bveda del cielo". Cre Dios los grandes animales marinos y los
vivientes que en el agua se deslizan y la pueblan, segn su especie.
Cre tambin el mundo de las aves, segn sus especies. Vio Dios que
era bueno y los bendijo, diciendo: "Sean fecundos y multiplquense;
llenen las aguas del mar; que las aves se multipliquen en la
tierra". Fue la tarde y la maana del quinto da.Dijo Dios: "Produzca
la tierra vivientes, segn sus especies: animales domsticos,
reptiles y fieras, segn sus especies". Y as fue. Hizo Dios las
fieras, los animales domsticos y los reptiles, cada uno segn su
especie. Y vio Dios que era bueno.]Y dijo Dios: "Hagamos al hombre
a nuestra imagen y semejanza; que domine a los peces del mar, a las
aves del cielo, a los animales domsticos y a todo animal que se
arrastra sobre la tierra". Y cre Dios al hombre a su imagen; a
imagen suya lo cre; hombre y mujer los cre.Y los bendijo Dios y les
dijo: "Sean fecundos y multiplquense, llenen la tierra y somtanla;
dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todo ser
viviente que se mueve sobre la tierra".Y dijo Dios: "He aqu que les
entrego todas las plantas de semilla que hay sobre la faz de la
tierra, y todos los rboles que producen frutos y semilla, para que
les sirvan de alimento. Y a todas las fieras de la tierra, a todas
las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra, a todos los
seres que respiran, tambin les doy por alimento las verdes
plantas". Y as fue. Vio Dios todo lo que haba hecho y lo encontr
muy bueno. Fue la tarde y la maana del sexto da.As quedaron
concluidos el cielo y la tierra con todos sus ornamentos, y
terminada su obra, descans Dios el sptimo da de todo cuanto haba
hecho.Palabra de Di