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Medios narrativos - Pontificia Universidad Javeriana, Cali

May 04, 2023

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Page 1: Medios narrativos - Pontificia Universidad Javeriana, Cali

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1. RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER

_ En este _capítulo, yo (Michael white), presento un resumen dealgunos de los más recientes avances en teoría social --que a DavidEpston y a mí nos parecieron de gran interés- y también algunasde las consecuencias que, en nuestra opinión,

"rur id"us tieneñpara

la terapia.

- La exposición teórica incluye algunos aspectos del pensamientode Michel Foucault sobre el poder y el conócimiento. Michel Fou-cault fue un intelectual francés que ie describió a sí mismo como unuhistoriador de los sistemas de pensamiento>>, y cuya obra conside-ramos de gran importancia.

Talvezlos lectores estén familiarizados con el debate sobre el po-der que se suscitó en la literatura sobre terapia familiar en los últi-mos años. Me permitiré resumir aquí, aun a riesgo de simplificarlas,las posiciones ad,optadas en ese débate. Algunolñan sosienido queen realidad el poder no existe, que es algo g,r" r,,g .onstruye en el len-guaje. Y que quienes experiméntan sris eiectoi han .oít iu"i¿" "uproducirlou. La otra posición sostiene que el,poder existe realmen-te.y que es ejercido por algunas personas con el propósito de opri-T-rr a otras. La polémica parece haber llegado a un punto muerto yello no ha contribuido a hacer avarrzar nuestra refleiión sobre el po-der y su funcionamiento.

--creemos ege Foucault proporciona una víaparaabandonar estecallejón sin salida. No obstante, para los que noLstán familiarizadoscon sus ideas y su estilo, su lectura suele resultar difícil. En este tra-bajo he hecho todo lo posible por presentar algunas de sus ideas enuna forma que, espero, las haga iazonabl"*"-.tt" accesibles. No séhasta qué punto lo he logrado:Lsto sólo puede decidirlo el lector., Quizás alguno_s lectores prefieran pasar por alto este capítulo,leer los capítulos 2, 3 y 4 y después volvtr al primero, ya en busca de

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20 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPE'UTICOS

respuestas a las preguntas que se habrán formulado acerca del con-

texto teórico y ptUtí.o de nlestros métodos de trabajo.

Fue a través J" t,o, "r.ritos de Bateson(1972,lg79) como llegué

a conocer el nmétodo interpretativo>. No me estoy-refiriendo 1ttmétodo interpretativo .r, "isentido

psicoanalítico del término' Los

expertos en ciencias sociales se ,"fr"r"tt al método interpretativo

cuando estudian los procesos por los que desciframos el mundo'

Dado que no podemós conocer la realidad objetiva, todo conoci-

miento requiere un acto de interpretación' .

Al cuestionar que las nocio.r"i lineales de causalidad (derivadas

principalmente ¿" tu física newtoniana) fuesen adecuadas para ex-

plicar los hechos en los osistemas vivosrr, Bateson argumentaba que

paranosotros l-ro-", posible .orro."l. la realidad objetiva' Refirién-

dose a la máxi;; á; iclirvbtki que afirma q-ue uel mapa no esel te-

rritorior, nut"rÁln*"'q"" lu comp'"tttiótt. qye tenemos de un

hecho, o "l ,ig,,ifi..¿" q.," l" atribuimos, está determinada y res-

tringida por su contexto receptor; es decir, por la red de premisas y

supuestos que constituyen nuestros mapas del mundo' comparan-

do estos mapas con pautur, *g,tÁentó que^ la interpretaci.ón de todo

acontecimiento está determinaáa por-la forma en que éste encaja

dentro de pautas .orro.ldas, y ri""io al proceso ocodificación de la

ñ; u puttit del todo" (Bateson ' 1972)'

No ,blo ,ort r.r; q* la interpretación de un evento está determina-

da por su contexto receptor sino también que aquellos acontecimien-

tos que no pueden <pautarse> no son selelcionádos para Ia supervi-

vencia; para nosotros^, tales acontecimientos no existen como hechos'

La obra de Bateson me llevó también a prestar aterrtión a una

dimensión que en general 1o tiene demasiádo eco en Ia terapia:

la dimensión tlmpo?al. Al afirmar que toda información es necesa-

riamente tu ".tátiáu d",,,,u diferenói&>' Y que es la percepción de la

diferenciu to qrr. aesencadena todas las nuevas re-spuestas en los sis-

temas üvos, demostró qug situar los eventos,en glltern4o-es esencial

parata p"r..pü?t-á" fá aifár".r.i., para la detecciÓn del cambio'

LosórganosdelossentidosdelserhumanosóIopuedenrecibirdife-rencias,ylasdiferencia,d"u"''codificarseenformadeaconteci-mientos ";l ,iipt t"t ¿".it;

"n cambios) para que sean percepti-

bles.

Al estudiar la analogía del

tre la noción de maPa Y la de

(Bateson, 1979' Pág' 79)

texto, percibí una cierta semejanzaerr-

"á..".i0". No obstante, el concepto de

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RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 21

narración tiene algunas ventajas sobre el de mapa, ya que requierela localización de los acontecimientos en pautas rranstemporales.La narración incorpora la dimensión temporar. para citar a b,dwardBruner:

Quiero terminar señalando que la estructura narrativa tiene una ven-taja sobre otros conceptos afines, como la metáfora o el paradigma,porque destaca el orden y la secuencia, en un sentido formal, y.J*a,adecuada para el estudio del cambio, el ciclo vital y cualqtiier otroproceso de desarrollo. EI relato como modelo tiene un interésante as-pecto dual: es tanto lineal como instantáneo (19g6a, pág. 153).

con-respecto a la terapia familiar -que es nuestra área d.e interés

especial- el método interpretativo, ett.rér de proponer que cierta es-tructura subyacente o disfunción de la famihá delermini el compor-tamiento,y las interacciones de sus miembros, sostendría que És

"Isignificado que los miembros atribuyen a los hechos lo que determi-na su comportamiento. hace a me interesocómo las personas n sus vl

ncla>Ugdy-qrt!_{aRe.g[e_a.l4-5supervi-

como, al nacerlo, contribuyen inadvertidamente a la usunen¡iqglsr á?ifé.ó"iñA;;i"'ó.ieóri-Eós de Ia terapia familiar, en vez de considerar que el problema es de

1

algún modo requerido por las personas o por el nsistema>, me intere-so porlas exigencias del probiema parasu supervivencia, yporel efec-to que tienen esas exigencias sobre las vidas ylas relacionás de las per-sorras. He propuesto que las respuestas de los miembros de la familiaa las exigencias del problema, tomadas en su conjunto, constituyeninadvertidamente el sistema de apoyo a la vida deiprobiema (whit.,1986a).

- En publicaciones anteriores me he referido a la forma en que pue_den situarse los problemas en el contexto de otendenciasn -.o. loque parecen tener una vida propil en la que con el tiempo llegan aejercer más influ91cia- y a cómo los miembros de la famijia p.i"."r,no advertir la índole progresiva y direccional de su coevol.r.ió., alre-dedor de las definiciones del problemas: Además, he prop.r"rtolu

""-ternalización del_problema como un mecanismo para ayudar a losmiembros de la familia a apartarse de las descripciones <saturadaspor el problemao de sus vidas y relaciones (Wiite, lgg4, l9g6a,1986b, 1986c,1987).'

. La analogía del texto me proporcionó una segunda descripción dela manera en que las p"rro.tu.r organizan sus üáas alrededor de de-

I ' Puede consultarse un amplio resumen de estas ideas en Munro (19s7).

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22 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPEUTICOS

terminados problemas. A través de esta analogía, se -puede

conside-

rar que esta organización refleja la interacción de olecto¡s5>> yr <eS-

critores, en torno a ciertos relatos o narraciones. La carrera o el es-

;i1," á. vida del problema se conüerte en la narración del problema'

Esta descripción me abrió nuevas áreas de indagación, incluyendo

.rrru "*pt"ráción

de aquellos mecanismos que hacen que tl:I::l*-tos tengan mérito liteiario, y me animó a proponer una "terapia de

mérito literario> (White, 1988).

ANaI-ocÍl

En los inicios de las ciencias sociales, los estudiosos de este cam-

po, "rr

rr" "rzu"rr"

porlustificar su empeño, lograr credibilidad y re-

it.-.t legitimidud, bnr.uton en las ciencias físicas positivistas ma-

p., ,"Ur""lo, que basar su interpretación de los, acontecimientos en

los sistemu, ,o.i.I"s. Cuando e[ positivismo -la idea de que es po-

sible tener r" """""imiento directo del mundo- emp,ezó a ser ob-

F; de conociÁiento, los expertos en ciencias sociales se dieron

cuenta de que "trár "i""tíficoi

procedían por analogía' Observaron'

;á;ár;qü. r., .".iági., de lás que eiloJ estaban apropiándose ya

habían ,ido u¿ápiáJus"a partir de otros campos por las ciencias fí-

ti"ár i". "f" ii""cia le debe más a la máquina de vapor que la

Ááq"i"" de vapor a la cienciau (Geertz, 1983,^pae.?2)-- y se sintie-

ron libre, puru b.rscar en otra part" l?t metáfóras de las que habrí-

an de derivar sus teorías. Geertz explica este desplazamiento como

iu-"r"fo*ulación del pensamiento social"' 4

Así, se ha hecho evidente para los expertos en ciencias sociales que no

necesitan ser falsos físicos ni humánistas de salón, ni tampoco in-

ventar "" ;;;. áominio del ser como objeto de sus investigaciones'

pueden r"grrir su vocación, tratando de dáscubrir un cierto orden en

la vida coléctiva. ... (1983, pág' 21')

Actualmente se acepta que toda formulación que postule signifi-

cado es interpretativa: que estas formulaciones son el resultado de

una indagu.iát á"t"rr"i"ada por nuestros mapas o analogías o,

;;;" ái"JC"mr" in1g7q, por (nuestros marcos interpretativos>' Por

lo tanto, fur."J"gi*-qtr" áiitpleamos determinan nuestro examen del

mundo: l* p."g;; qn" fort"ulamos acerca de los hechos, las reali-

dades qrr" .orit*iÁ* V los efectos oreales' experimentados por

quienes participan en iu iídugu"ión. Las analogías que usamos deter-

minan irr.l.rroíu, prápi.t diiinciones que (extrae-moso del mundo'

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RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 23

Mi tabla de analogías (que, en alguna medida, está inspirada enla representación de Geertz del desarrollo de las cienciaJsociales)1efl9ja el intento de considerar las construcciones unidas a aljrrnasde las analogías adoptadas por las ciencias sociales en su relátiva-mente breve historia. La analogía está especificada en la primera co-lumna; la manera en que la analogía construye la organización so-cial en la segunda; la probable interpretación de los hechospresentados como problemáticos, en la tercera; y en la cuarta, lassoluciones características ante los hechos problemáticos generadospor la analogía. Esta tabla no presenta, en modo alguno, todás las ana-logías que han sido empleadas en la historia de las ciencias sociales.

¿cómo seleccionamos o determinamos las analogías que adop-tamos? Nuestras preferencias por ciertas analogías üenendetermi-nadas por múltiples factores, incluyendo los ideológicos y las prác-ticas culturales imperantes. Al preferir una analogíá sobie otrá, nopodemos recurrir a criterios tales como su corrección o exactitud,dado que estos atributos no se pueden establecer para cualquieranalogía. Pero podemos, al menos en alguna medida, investig.i lu,analogías a través de,las que vivimos, situando nuestras piopiasprácticas dentro de la historia del pensamiento social, y examinan-do y criticando los efectos de esas prácticas.

La significación de las distinciones entre diferentes analogías, taly como aparecen en la tabla, y los efectos de las interpretacioñes rea-lizadas por medio de estas analogías pueden ilustrarse con un parde ejemplos. si bien éstos son generales e hipotéticos, se aproximanmucho a las circunstancias yprácticas reales que hemos presenciado.

+

Eiemplo I

Si una persona que sufre alguna forma de crisis aguda acude auna uclínica" donde se trabaja según analogías tomadás de la tradi-ción de la ciencia positivista, es muy probable que la crisis sea in-terpretada como un colapso y una regresión. Se intentará convertirla experiencia de la persona en un diagnóstico preciso, según cier-tos sistemas de clasificación, y se formularán preguntas dirigidas aidentificar una causa del "sel¿pso> que s"a coherénte con el-mode-lo. Luego, los expertos aplicarán diversos procedimientos: entreotros, la investigación de la historia de la afección y la revisión delpasado ateniéndose a los principios del modelo. El objetivo sería re-cuperar a la persona y reconstruirla, devolüéndola asi. un nivel defuncionamiento < aceptable o.

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TABLA DE ANALocfls

ANALOGíASExrR¡fnRS DE:

oRGANIZAcIóN socIALCONSTRUIDOS COMO:

PROBLEMASsoruCrÓN CONSTRUIDA

CONSTRUIDA COMO:EN TÉRMINOS DE:

Ciencias físicaspositivistas

Máquina elaborada,constituida a base demecánica e hidráulica

Colapso, inversión,insuficiencia, avería

Causa aislada, análisis Preciso,reparación, reconstrucción, corrección

2. Cienciasbiológicas

Cuasi-organismo Sintomatología de unproblema subyacente, conuna función y una utilidad

Identificación de la patología,diagnóstico correcto,operación yeliminaciónde la patología

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3(a) Teoríadel juego

Juego de carácter serio Estrategias movimientos Competición, contrajugadas,estrategia

3(b) Drama Drama de salón Papeles, guiones, actuaciones Revisión de los papeles, selección deformas dramáticas alternativas

3(c) Procesoritual

Rito de pasaje Transición-separación,reincorporación

Señalización y establecimientode distinciones entre el statts I y el status

3(d) Texto Textos de comportamientos Representaciones de historiaso conocimientos entendidoscomo opresivos o dominantes

Espacio disponible para la elaboraciónde historias alternativas

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25iiI

RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER

Pero si el contexto receptor de esta misma crisis es el proceso ri-tual que se conoce como orito de pasaje" (Van Gennep, 19ó0; Tur-ne4 19612 se impondrá una construcción diferente del problema yse formularán preguntas distintas. La crisis será interpretada en surelación con ciertos aspectos de una transición o rito de pasaje en lavida de la persona, y se introducirán interrogantes que permitan si-tuar a la crisis en relación con:

1. La fase de separación: separación, quizá, de cierto status, aspec-to de la identidad o rol que ya no se considere viable para la per-sona en cuestión:

2. La fase liminal o fronteriza, caractenz.ada por cierto malesrar,confusión y desorganización, y también por mayores expectati-vas para el futuro; y

3. La fase de reincorporación, caractertzada por el acceso a un nue-vo status, que especifica nuevas responsabilidades y privilegiospara la persona en cuestión.

Así, la analogía del rito de pasaje podría servir para generar pre-guntas que invitena las personas a determinar a) io que la crisis po-dría estar diciéndoles acerca de aquello de lo que taliezse estén se-parando y que ya no es viable para ellas: quizá ciertas actitudesnegativas que tienen hacia sí mismas o que los otros tienen haciaellas, o bien expectativas y mandatos para su vida y sus relacionesque experimentan como empobrecedoras; b) qué claves les da la cri-sis acerca de las nuevas situaciones y roles a que podrían acceder; yc) cuándo, cómo y en qué circunstancias estos nuevos roles podríanrealizarse.

De este modo, un contexto receptor establecido por esta analo-gía de rito de pasaje puede interpretar la crisis en términos de pro-greso y no de regresión, sin negar sus aspectos perturbadores.

Ejemplo 2

A veces acuden en demanda de terapia, a causa de sus proble-T?t-, parejas cuya relación fue en un comienzo relativamente agra-dable y mutuamente satisfactoria. Si el contexto que recibe esta pre-sentación está influido por analogías tomadas de las ciencias

2- David Epston ha popularizado esta analogía en Australia y Nueva Zelanda.Con su apoyo, otros la han recogiclo y aplicado en una amplia gama de contextos.Puede cc.¡nsultarse un exceiente análisis de la aplicació¡ de e.ria ánalggía en contex-tos residenciales en Menses y Durrant (198ó). :

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26 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPEUTICOS

biológicas, lo más probable es que a la fase inicial no problemáticase le ásigne la etiqueta de ufase de la luna de mielu y se la considereun reflejo inexacto de la relación; al mismo tiempo se supondrá que

la fase problemática posterior es un fiel reflejo del estado de cosas

en la relación, estado de cosas que estuvo siempre presente y al ace-

cho bajo la superficie, pero se vio desfigurado y encubierto por lafase de la luna-de miel. Se supondrá también que los problemas en

cuestión reflejan procesos aún más profundos de disfunción y psi-

copatología aiociádu, ulos cuales se atribuirá la condición de reali-daá objeiiva o uverdad,r. Los expertos emprenderán operaciones

destinadas a identificar esos niveles más profundos de realidad ob-jetiva, rastreando la historia de la disfunción y la psicopatología,"quizáshasta

las familias de origen de ambas partes y en las relacio-nes de sus respectivos padres. Se trata de una inte-rpretación típicade la psiCología profunáa que está saturando la cultura occidental'

Sin embargo, si el contexto receptor de las experiencias de la pa-

reja viene dadó por la analogía del texto, lo que parl el modelo bio-lógico son niveles pueden considerarse relatos alternativos que

compiten entre sí. Entonces puede determinarse cuál de esos rela-

tos resulta más atractivo purá la pareja. En estas circunstancias, el

relato preferido es siempie el de la fase inicial libre de problemas'

Se examinaráese relato p.ta establecer qué información puede pro-porcionar a los conyúgei sobre su capacldad de resolver problemas

I se rastre arálahisloria de esa capacidad en sus familias de origen'"La

pareja podrá entonces hacer planes par? reproduci¡, poner en

pra.tica y perfeccionar esas habilidades en los momentos difícilesde su relación. I

Lr ¡,NeI-ocÍA DEL TEXTo

Tenemos una marcada preferencia por las analogías que apare-

cen en la parte inferior de lá tabla, por aquellas relacionadas con los

avances más recientes de las ciencias sociales, Iibres de realidadesobjetivas. En esta exposición se prestará especial atención a la ana-

logia del texto, que ha dado lugar a lo que Geertzdenomina ola más

amplia y reciente reformulación del pensamiento socialo.ior itt.r"rtigadores en ciencias sociales se interesaron por la ana-

logía textual déspués de observar que, si bien una manifestación del

coinportamientó se produce en el tiempo, de modo tal que cuandose le presta atención ya no se está dando, el significado que_ se

adscribe a ese comportamiento se prolonga en el tiempo. Fue

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RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER

esta adscripción de significado lo que llamó la atención de los in-vestigadores que, en su esfuerzo por entenderla, apelaron a la ana-logía del texto. Esto permitió considerar la interacción de las perso-nas como la interacción de los lectores respecto de ciertos textos.Esta analogía hizo también posible concebir la evolución de las vi-das y las relaciones en términos de lectura y escritura de textos, enla medida en que cada nueva lectura de un texto es una nueva in-terpretación de éste, y por lo tanto, una nueva forma de escribirlo.

Los expertos en ciencias sociales llegaron a la conclusión de queno podemos tener un conocimiento directo del mundo, y que todolo que las personas saben de la üda lo saben a través de la (expe-riencia üvidau. Esta propuesta llevó a la formulación de nuevos in-terrogantes: ¿Cómo organizan las personas su bagaje de experien-cias viüdas? iQué hacen con esta experiencia para darle unsignificado y explicar así sus vidas? ¿Cómo se da expresión a la ex-periencia vivida? Los investigadores que adoptaron la analogÍa deltexto respondieron argumentando que, para entender nuestras vi-das y expresarnos a nosotros mismos, la experiencia debe urelatar-S€>, y que es precisamente el hecho de relatar lo que determina elsignificado que se atribuirá a la experiencia.

En su esfuerzo de dar un sentido a su vida, las personas se en-frentan con la tarea de organizar su experiencia de los aconteci-mientos en secuencias temporales, a fin de obtener un relato cohe-rente de sí mismas y del mundo que las rodea. Las experienciasespecíficas de sucesos del pasado y del presente, y aquellas que seprevé ocurrirán en el futuro, deben estar conectadas entre sí en unasecuencia lineal, para que la namación pueda desdrrollarse. Se pue-de decir que esta namación es un relato, o una autonarración (véa-se Gergen y Gergen, 1984). El éxito de esta namación de la expe-riencia da a las personas un sentido de continuidad y significado ensus vidas, ! Se apoyan en ella para ordenar la cotidianeidad e inter-pretar las experiencias posteriores. Puesto que todos los relatos tie-nen un comienzo (o historia), un medio (o presente) y un fin (o fu-turo), la interpretación de los eventos actuales está tan determinadapor el pasado como moldeada por el futuro. Para ilustrar este pun-to, me referiré a algunos aspectos del trabajo de campo de EdwardBruner (1 986a) con indígenas norteamericanos.

Al exponer su estudio de los relatos etnográficos de los indígenasnorteamericanos, Bruner demuestra cómo la interpretación de susactuales circunstancias vitales cambió radicalmente con la genera-ción de un nuevo relato, que propondría una historia y un futuro al-ternativos. En las décadas de los 30 y los 40, el relato dominante

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28 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS

acerca de los indígenas norteamericanos interpretaba el pasadocomo glorioso y el futuro como asimilación. Al atribuir significado alas actuales circunstancias dentro del contexto de este relato, tantolos antropólogos como los indígenas norteamericanos interpretabanlos nheche5,, de la üda cotidiana de los nativos como la expresión deun proceso de ruptura y desorganización, como un estado de transi-ción en el camino de la gloria a la asimilación. Esta interpretación te-nía efectos reales. Por ejemplo, justificaba ciertas intervenciones dela cultura dominante, como la apropiación de ciertos territorios.

En la década de los 50 surgió un nuevo relato, que explicaba elpasado como explotación y el futuro como resurgimiento. Si bien se

podía suponer que los nhechosn de la existencia cotidiana de los na-tivos norteamericanos no habían cambiado significativamente du-rante este período, con un contexto receptor expresado en este nue-vo relato, surgió una nueva interpretación de estos hechos.3 Se pasóentonces a considerarlos una expresión de resistencia y no de de-sorganización. Esta nueva interpretación tuvo también sus efectosreales, incluyendo el nacimiento de un movimiento que enfrentó ala cultura dominante con la cuestión del derecho a la tierra. Brunerllega a la siguiente conclusión:

En mi opinión, empezamos con una narración que ya contiene un co-mienzo y un fin, que enmarcan el presente y nos permiten interpretar-lo. No se trata de que tengamos inicialmente un conjunto de datos,loshechos, y que debamos luego construir un relato o una teoría para ex-plicarlos. Por el contrario... las estructuras narrativas que construimosno son narraciones secundarias acerca de los datos sinp narracionesprimarias que establecen lo que habrá de considerarse como datos. Lasnuevas narraciones producen nuevo vocabulario, nueva sintaxis y unnuevo significado en nuestros relatos etnográficos; ellas definen lo queconstituye los datos de esos relatos (198óa, pá9. ru3).

Es evidente que el sentido de significado y continuidad que se lo-gra a través de la narración de las experiencias tiene un precio. Unanarración no puede abarcar jamás toda la nqueza de nuestra expe-riencia vivida:

... la experiencia vital es más rica que el discurso. Las estructuras na-rrativas organizan la experiencia y le dan sentido, pero siempre hay

3. Además de permitir una reinterpretación de estos hechos, el segundo relatotambién permitió a los aborígenes norteamericanos representar significados alrede-dor de muchos aspectos de su experiencia vivida que no eran üsibies en las "lectu-rasn del primer relato.

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RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER

sentimientos y experiencias vividas que el relato dominante no puedeabarcar (E. Bruner, l986a, pág. 1,43).

lla estructuración de una narración requiere la utilización de unproceso de selección por medio del cual dejamos de lado, de entre elconjunto de los hechos de nuestra experiencia, aquellos que no en-cajan en los relatos dominantes que nosotros y los demái desarro-llamos acerca de nosotros mismos-.iAsí, a lo largo del tiempo y pornecesidad, gran parte de nuestro balaje de expeñencias üvidas que-da sin relatar y nunca es <contado, 9 expresado. permanece amor-fo, sin organización y sin forma:

Algunas experiencias son mdimentarias, en el sentido de que simple-mente no entendemos lo que estamos experimentando, o bien poryueesas experiencias no son narrables, o bien porque carecemos de losrecursos representativos y narrativos, o porque nos falta vocabulario(E. Bruner, 1986b, págs.6-7).

Si_aceptamos que_ las personas organizan su experiencia y le dansentido por medio del relato, y que en la construcción de estoi relatosexpresan aspectos escogidos de su experiencia vivida, se deduce queestos relatos son constitutivos: modelan las vidas y las relaciones:

Es en la ejecución de una expresión donde reexperimentamos, revivi-mos, recreamos, relatamos, reconstruimos y reactualizamos nuestracultura. La ejecución no libera un significado preexistente, que yacíadormido en el texto... Por el contrario, la ejecución misma es consti-tutiva (E. Bruner, 1986, pág. I l).

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De todo esto se desprend" q:.tb.analogía d-el texto propone laidea de que los relatos o narracrones que vrven las persón.i d"t".-minan su interacción y su organización, y que la evolución de las vi-4.t y de las relaciones se produce a partir de la representación de ta-les relatos o narracioneslDe modo que la análogía del texto esdiferente de aquellas anffigías que piopondrían, Jr l.r familias ylas personas, una estructura o patología subyacente, constitutiva omodeladora de sus vidas y relaciones.

i tZevofución de las vidas y relaciones a través de la representa-ci6n de relatos se vincula con Ia "relativa indeterminaciór,, d" todoslos textos; ra presencia del significado implícito, de las diversasperspectivas de los diferentes (lectores> de determinados aconteci-mientos, y de una amplia gama de metáforas disponibles para ladescripción de tales eventos, confiere a todos los textos un cierto

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30 MEDIOS NARRAIIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS

grado de ambigüedad. Y en el sentido en que-lo toma Iser (1978),

Esta indetermiñación o ambigüedad exige que las personasse com-

;;;;á; "., "tu generación áe.significádo, 9ui" la guía del texto"'

Al estudiar textos de cierto mérito-literario, Jerome Bruner afirma:

Es esta nrelativa indeterminación de un texto> lo que opermite un es-

p""t- de aciualizacionesrr. Y así, <los textos literarios dan comienzo

a "represe"lu"io""r" del significado, en vez de formularlo" (J' Bru-

ner,198ó, Pág.25).

Para Geertz,la indeterminación de los textos-y el aspecto cons-

titutivo de su representación son motivo de satisfacción:

Lionel Trilling cita en alguna parte la preguntadolorosa' amarga y es-

céptica que fo-"rmula un étt"tu d"l sigló xvru: u¿Cómo es que todos em-

pezarnos ';;á; originales y terminamos siendo copias?"' Esa pre-

gunta tiene una respuesta sorpre"qgl!"P"nte alentadora: es el hecho

á" ""pi* lo que p"t-it" inventar (1986' pág' 380)'

Los relatos están llenos de lagunas quel'as personas deben llenar

para que sea posible representutfut. Esias la,gunas ponen en marcha

la experiencia ñá; y tu i.ttuginación de !; personas. Con cada

nueva versión, las personu, .""r.riben sus vida{La evolución ütal

es similar ut pro"LJo d. ,""r.¡üir, ;;i"l que las b*rto.tut entran en

los relatos, sé apoderan de ellos y lol hacen süjos' 'r

Así, la urr^fJgiu i"*tr¡ nos introduce en un *,.rhdo intertextual,

y elto en dos r"rriiáot. En el primero, afirma que las vidas de las per-

Sonas están situadas en textos dentro de textos' En eI segundo sen-

tido, cada Vez que se cuenta o Se vuelve a contar un rela{o, a través

de su rea]izacíón, surge un nuevo relato, que incluye al anterior y lo

amplía.

Ln eNerocÍA DEL TExro Y LA TERAPIA

Hemos examinado hasta aquí la idea de que las personas dan

sentido a sus "id.; y relaciones ielatando su experiencia y que, al in-

teractuar con otros er, la representación de estos relatos, modelan

sus propi.r riJ.r y relacionás. Si aceptamos esta propuesta, ¿cómo

explicamos entonles la experiencia que una persona tiene de sus

;;;üb-.t y d;;:""t.cion.de éstos pttu la.terapia?a

En este ,"rrááo podrían hacerse una serie de suposiciones' Po-

4. Creemos que (terapiao es un término inadecuado para describir el trabajo que

aquí se examina. El Pengiin Macquarie Dictionary describe la terapia como (trata

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RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 31

dríamos asumir que la experiencia de una persona es problemáticapara ella, por ejemplo, porque se la sitúa en relatos que otros tienenacerca de ella y de sus relaciones, y que estos relatos son dominan-tes en la medida en que no dejan espacio suficiente para la repre-sentación de los relatos preferidos porla persona. O podríamos tam-bién suponer que la persona en cuestión participa activamente en larepresentación de unos relatos que encuentra inútiles, insatisfacto-rios y cerrados, y que estos relatos no incluyen suficientemente laexperiencia vivida de la persona, o se hallan en contradicción conaspectos importantes de esa experiencia vivida.

Es posible, sin duda, explorar muchas otras especulaciones. po-dríamos asumir, por ejemplo, que la experiencia de determinadosproblemas_y su presentación en la terapia forma parte de la repre-sentación de un relato que sg ha hecho popular en la sociedad occi-dental en los últimggaños.fro obstante, y para los fines de esteanálisis, adoptamo*l_supuesto general de que'las personas experi-mentan problemas,_pára los que a menudo acudera terapia, J.r.rr-do las narraciones dentro de las que (relatan> su experienc ia -y/odentro de las que su experiencia es urelatadao por otros- no repre-sentan suficientemente sus vivencias. y por tanto, suponemos tam-bién que en estas circunstancias, habrá aspectos significativos de suexperiencia vivida que contradigan estas narraciones dominantes.

¿Cuáles son las implicaciones de estas suposiciones para la acti-vidad que llamamos terapia? Si acepta-or q,r" los supuestos son ra-zonables, entonces podremos también dar por sentaáo q.r., cuandoalguien acude a terapia, un resultado aceptáble para el podria ser laidentificación o generación de relatos aliernativogque le permitanrepresentar nuevos significados, aportando con ellos posibilidadesmás deseables, nuevos significado-, que las personas éxperimenta-rán como más útiles, satisfactorios y con final abierto.

miento de enfermedad, desorden, defecto, etc., por medio de medicinas o procesoscurativos>. En nuestro trabajo, no entendemos los problemas en términos de enfer-medad, y no creemos hacer nada que pueda relacio-narse con una ucuraciónr.

Recientemente ha habido intentos de afrontar preocupaciones de esta índole, yen ciertos trabajos seha propuesto la idea de ucon rersacidn terapéuticau (por ejem_plo), Anderson y Goolishian, 1988). Esta descripción es atractivá , quizá,po.q1.á,

"r,parte, los términos (terapia) y <conversación, son contradictorios por d"fini.iO.r; y(conversación" cuestiona en cierto modo las realidades construidai y las mistifica-ciones introducidas por.el término <terapia>. No obstante, no estamos enteramenrede acuerdo con el hecho de que el término <conversaciónu se considere suficientecomo descripción de un enfoque basado en el re-relato de la experiencia, o con queeste término represente adecuadamente el singular proceso quJ describimos.

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32 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS

La experiencia vivida y los relatos alternativos'*

Se ha insistido en la idea de que las personas son ricas en expe-

i riencia viüda, que sólo una fracción de esta experiencia puede rela-t\

tarse y expresarse en un determinado momento, y en que una gran

i prrt" d. lu experiencia vivida que{a inevitablemente fuera del rela-

\ i" dominanteicerca de las vidas y las relaciones de las personas. Es-t

I tos aspectos de la experiencia vivida que quedan fuera del relato do-

) minante constituyen una fuente, llena de_riqueza y fertilidad, parat lu. g.rr"ración, o regeneración de relatos alternativos.

-Siguiendo a Go-ffrnan (1961), he llama4o u qguellos aspectos de

la exp"eriencia vivida que caen fuera del relato dominante, <aconte-

cimiéntos extraordinariosr. Al definir los acontecimientos extraor-dinarios, Goffman afirma que en la estructuración de la exp-eriencia

en nel "rrtrrm.do

social dei desarrollo de una persona a,lo largo de

lavida... los acontecimientos extraordinarios son ignorados en favor

de aquellos cambios en el tiempo que son básicos y comunes para

los miembros de una categoríá sócial, aunque sucedan indepen-

di"nt"r.r"ni"pu.u cada,rnJd" ellos, (pág. 1,27).s.I.as nociones de

Goffrnan de ..entramado social, y (categoría socialu pueden equi-

pururr" ál orelato dominante,, y ai gr.opo de personas de determina-

., da identidad cuyas üdas estárrsituadas en este relato...*:

- Si bi"n .ro ér posible predecir la existencia de estos ScSgtpci--

mierrtgS extraordinarios a partir de una lectura del uentramado so-

ciáI" o fletiélató dóminanie de la vida de una persona, están siem-

pre presenteSYlncluyen toda la gama de sucesos, sentimientos'

intenciones, pensamientos, accionés, etc.,,que tienen una localiza-

ción hist óncá,presente o futura, y que el relato domiñante no puede

incorporar. La identificación de los acontecimientos singulares_ pu9-

de falihtarse mediante la externalización de la descripción domi-

nanre, ..Ea.turada de problemas)>, de la vida y de las relaciones de una

o..ror/La externaiizacióndel relato saturado de problemas puede

iniciat{e fo*éñána" ptjme;óltéxternalización del problema y ras-

treando después la iniluencia del problema en la vida y las relacio-

nes dei. p.itotrlhe empieza por preguntar a las personas cómo ha

estado el'problema afectindo á sui vidas y su_s relaciones. Al lograr

,"p.r..r. de la descripción de la vida saturada por el problema, de

la lectura habitual del relato dominante, las personas están en mejo-

5. Para mí, esta idea puede identificarse con la noción de Bateson del proceso

estocástico: oSi una secuencia de hechos combina un componente aleatorio con un

prt."." r"fectivo, de modo que sólo ciertos resultados del azar puedan perdurar, se-di."

qr.r" esa secuencia es estocástica" (1979, pág' 253)'

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1

1

rL

1

2

r

RELATO. CONOCIMIENTO Y PODER 33

res condiciones para identifi car los acontecimientos extraordinari<¡é.Esta externalización ayuda también a intgrmmpir la lectura y la

representación habituales de estos relatosr.Cuando las personas se

separan de sus relatos, pueden experimentar un sentimiento deagencia personal; y a medida que se apartan de ia representación desus relatos, se sienten capaces de intervenir en sus vidas y en sus re-laciones. El descubrimiento de acontecimientos extraordinarios, yla externalizacíón dei problema, pueden fortalecerse después ins-tando a las personas a describir su influencia, y la infh.rencia de susrelaciones con los otros, sobre la nvidau del problema. En el capítu-lo 2 se expone detalladarnente este enfoque (White, 1986a, 1988).

íJna vez identificados los acontecimientos extraordinarios, sepuede invitar a las personas a atribuirles significados. Para que estaasignación de significado pueda realizarse, es necesario que ios acon-tecimientos extraordinarios se organicen en un relato alternativo. Yen este proceso, como reconoce Victor Turner (1986), nel imaginar>desempeña un papel muy importante. Se pueden introducir diversaspreguntas que ayuden a comprometer a las personas en esta adscrip-ción de nuevos significados, preguntas que las involucren activamen-te en -para usar la expresión de Myerhoff (1982)- la ,,reescritura>de sus vidas y de sus relaciones. Estas preguntas pueden, por ejem-plo, invitar a las personas a explicar los acontecimientos extraordi-narios (por ejemplo: n¿Cómo pudo usted resistirse a la influencia delproblema en esta ocasión?"); o bien invitarlas a redescribirse a sí mis-mas y a redescribir a los otros y sus relaciones con ellos según lo quese refleja en los acontecimientos extraordinarios (por ejemplo: "Us-ted logró resistirse al problema, ¿qué le dice eso de *rsted como per-sona?r); o finalmente, invitarlas a reflexionar acerca de algunas delas nuevas posibilidades que abren los acontecimientos extraordina-rios (por ejemplo: "¿Cómo cree usted que esta información sobre us-ted mismo afectará a sus próximos movimientos?").ó Al considerar laterapia como un contexto para la reescritura de las vidas y las rela-ciones, he propuesto una "terapia de mérito literarioo (White, 1988).

A medida que los relatos alternativos se prestan a ser represen-tados, es posible expresar y difundir otros aspectos, namables> peroanteriormente negatlos, de la experiencia de la persona. Invitar a laspersonas a converlirse en espectadores de su propia representacióncie estos relatos alternativos favorece la supervivencia de los relatosy el sentido de agencia personal. Esto puede facilitarse alentando alas personas a identificar aquellas expresiones de aspectos de la ex-

6. Constiitense otros ejemplos de estas pregunras en White (1988).

on

3*Iti{r¡

3q;tL

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34 MEDIOS NARRATIVOS PARA FTNES TERAPÉUTICOS

periencia vivida que previamente habrían quedado sin relatar, y arevisar los verdaderos efectos de estas expresiones sobre sus vidas ysus relaciones.

La resistencia de los nuevos relatos y su elaboración puedentambién favorecerse reclutando un público (externo>. Este procesotiene una doble vertiente. En primer luga¡, con el hecho de asistir ala representación de un nuevo relato, el público contribuye a la es-critura de nuevos significados; esto tiene efectos reales sobre la in-teracción de la audiencia con el sujeto del relato. En segundo luga4cuando el sujeto del relato ulee', la experiencia que la audiencia tie-ne de la nueva representación, ya sea a través de la reflexión sobreestas experiencias, ya sea por una identificación más directa, se em-barca en revisiones y extensiones del nuevo relato.

Como ya se expuso anteriormente, en una terapia de tradiciónoral la recuperación de las vidas y relaciones se logra principal, aun-que no exclusivamente, haciendo pregunta*B.t una terapia que in-coqpora la tradición narrativa, esto se logra también recurriendo adiversos documentos escritos. Más adelante se presentan diferentesformas de tales documentos.

En conclusión, la re-narración de la experiencia necesita delcompromiso activo de las personas con la reorganización de su ex-periencia, (<con la libre recombinación de los factores naturales entodas las pautas posible5" (Türner, 1974, pág. 255). Y es esto, juntocon las inütaciones a ser conscientes de un proceso en el que son si-multáneamente actores y público de su propia representación, y enel que cada uno produce sus propias producciones, lo que propor-ciona un contexto de reflexiüdad (véase Tomm, l9W). Este contex-to aporta nuevas posibilidades a las personas respecto de la pose-sión de sí mismas, de los otros y de sus relaciones.

Le NenneclóN DoMTNANTE coMo coNocIMIENTo DoMINANTE y UNIDAD DEPODER

Un aspecto útil de la analogía del texto es que nos a¡ruda a anali-zar los relatos que proporciona el contexto sociopolítico de la expe-riencia de la persona. El primer relato acerca de los nativos nortea-mericanos estaba enmarcado por la ideología dominante en ciertaépoca en los Estados Unidos: el sueño del crisol donde se forjaría(<una sola Américarr. El segundo relato estaba enmarcado por idea-les diferentes, vinculados al naciente conocimiento del multicultu-ralismo y la identificación y valoración de muchas Américas, de la

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yaISy

lenesoiraes-in-

'rar,tie-bre:m-

iónLln-in-oa.tes

delex-enrtosi-enor-ex-se-

RELATO. CONOCIMIENTO Y PODER 35

América múltiple. Desde luego, es discutible hasta qué punto se haimpuesto este segundo relato.

Al igual que los relatos de los aborígenes norteamericanos, tam-bién los relatos de las personas qge acuden a terapia están enmar-cados en un contexto más amplio¡"La analogía del texto no sólo nosproporciona un marco que nos lermite tener en cuenta el contextosociopolítico de las personas cuyas vidas están situadas en muchostextos, sino que nos pennite también estudiar la acción y los efectosdelpoder sobre las vidas y las relaciones. Esta posibilidad es impor-tante, porque la perspectiva del poder se ha pasado frecuentementepor alto en la literatura terapéutica en general, y sobre todo en la be-névola visión que solemos tener de nuestras propias prácticas.

Los análisis del poder que han aparecido en la literatura tera-péutica lo han representado, tradicionalmente, en términos indivi-duales: como un fenómeno biológico que afecta a la psique delindividuo; o como una patología individual que es el resultado ine-vitable de experiencias personales tempranas y traumáticas; o entérminos marxistas, como un fenómeno de clase. Más recientemen-te, ciertos análisis feministas del poder lo han enmarcado como unfenómeno represivo específicamente vinculado a la diferencia entrelos sexos. Ello sensibilizó a muchos terapeutas respecto de las expe-riencias de malos tratos, explotación y opresión relacionadas con elsexo.

Si bien no dejamos de reconocer los efectos liberadores del análi-sis del poder en cuanto mecanismo represivo vinculado al sexo, cree-mos que es importante también considerar el espectro más generaldel pode¡, no sólo sus aspectos represivos sino al rnismo tiempo susaspectos constitutivos. En este sentido es importante la obra de Mi-chel Foucault. La siguiente exposición de la contribución de Fou-cault al análisis del poder no es en modo alguno exhaustiva; por elcontrario, sólo se presentan algunos de sus conceptos. Además, loslectores advertirán una cierta e inevitable superposición de ideas en-tre los diferentes apartados.

EI conocimiento y el poder como constitutivos

Por lo general se afirma que el poder es represivo en su acción yen sus efectos, y negativo en fuerzay carácter. Se dice del poder quedescalifica, limita, niega y contiene. Sin embargo, Foucault sostieneque nosotros experimentamos sobre todo los efectos positivos y

DE

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constitutivos del pode¡, que estamos sujetos al poder por medio de i

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36 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS

nverdades> normalizadoras que configuran nuestras vidas y nues-tras relaciones. Estas "verdades)>, ? su vez, se construyen o produ-cen en el funcionamiento del poder (Foucault, 1979,1980, 1984a).

Así, al examinar los efectos positivos del pode4 Foucault no hacereferencia a lo "positivo" en el sentido usual, es deci{, a lo positivocomo algo deseable o beneficioso. Se refiere más bien a que el po-der es constitutivo o determinante de las vidas de las personas. Laidea de un poder cuyos efectos son negativos aporta una teoría de larepresión, mientras que{gjdga-"dg-U"p_p_q-d-9r.9Uyp.-s..ef.ee1os son posi-'.tivos condu.g-e.a una teoría acerca de su papel en la <construcciónoE. Ius vidas de tái péiio"4"al Y ál dis.utir fas ..verdades,, Foucaultno ásurñé la creenciir de'qr.ré existen hechos objetivos o intrínsecosrespecto de la naturaleza de las personas, sino más bien ideas cons-truidas a las que se asigna un status de verdad. Estas verdades son

"normalizadoraso en el sentido de que construyen norrnas en tornoa las cuales se incita a las personas a moldear o constituir sus vidas.Se trata, por lo tanto, de "verdades, que especifican realmente lasvidas de las personas.

Según Foucault, un efecto primario de este poder a través de laoverdad,, y de esta uverdad,' a través del poder es la especificaciónde una forma de individualidad, una individualidad que es, a su vez,un "vehículo, de poder. En vez d-g-a-fi¡mar que esta forma de poder

{ómñe Foucauli sostiene queSffi[á' Eo.¡u a las personas lo*,,"éuetpós dóciles, y las hace participar en actividades que apoyan laproliferación de conocimientos nglobaleso y ..unitarioso, así comotambién las técnicas del poder. No obstante, al referirse a conoci-mientos uglobales, y uunitarios, Foucault no sugiere que haya co-nocimientos universalmente aceptados. Se refiere, en cambio, aaquellos conocimientos que pretenden constituir verdades unitariasy globales: los conocimientos de la "realidad objetiva" de las mo-dernas disciplinas científicas. Como sujetos de este pode¡, a travésdel conocimiento, somos:

...juzgados, condenados, clasificados, determinados en nuestras deci-siones, destinadas a un cierto modo de vivir y de morir, en función delos verdaderos discursos que son los agentes de los efectos específicosdel poder (1980, pág.9a).

Los efectos constitutivos del poder que se ejerce por medio de lasverdades normalizadoras puede ejemplificarse a través de ia des-cripción que hace Foucault (1984a) de la historia del deseo sexual.Al rastrear la historia de la sexualidad, Foucault cuestiona la creen-

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res-du-r).aceivopo-La:larsi-inoultlosns-onnoas.las

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RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 37

cia popular que afirma que, durante el régimen victoriano, el sexo yel poder estaban vinculados a través de una relación represiva. Ar-guye, por el contrario, que esta época asistió a una proliferación dediscursos referidos al sexo, y a una creciente nincitación" a hablarde é1. Al indagar los detalles de este <gran sermón sexualo, des-cribe someramente los cambios en las prácticas confesionales du-rante el siglo xvII y los desarrollos en las forrnas de controlar la se-xualidad de los niños.

El énfasis en las prácticas confesionales se desplazó para incor-porar no sólo los actos, sino también toclos aquellos pensamientos,sentimientos, fantasías, sueños, etc., que pudieran tener la más leverelación con el deseo sexual. Con el propósito de detectar todas lasposibilidades, se introdujeron métodos para vigilar las palabras quelaslas personas usaban y los movimientos corporales que hacían. Tam-bién se idearon procedimientos para escuchar todas las formulacio-

usaban y los

nes del deseo sexual y para registrar y difundir las diversas observa-ciones y descubrimientos de estas actividades. En resumen, en estaépocase produjo la transformación del deseo en discurso, junto conla construcción de una overdadn normativa acerca de la sexualidad.

Con respecto a la opeligrosa> sexualidad de los niños, surgiótodo un campo de opinión dedicado a su explicitación y reglamen-tación. Aparecieron numerosos manuales que fomentaban, en pa-dres y tutores, una preocupación por el desamollo sexual de los ni-ños y por las numerosas posibles complicaciones de tal proceso.Estos manuales daban meticulosas instrucciones sobre los métodoscorrectos para supervisar la sexualidad infantil:

ó

Alrededor del escolar y su sexualidad proliferó una literatura de pre-ceptos. opiniones, observaciones, consejos médicos, casos clínicos,' esbozos de reformas y planes parala creación de instituciones idea-Ies (1984a, pág.28).

' {ri, según Foucault, la idea de una represión sexual histórica yuna liberación sexual moderna es una <estratagema> que disfrazaloque ha sucedido realmente: una incitación aláiscurst sobre el cle-seo sexual, la construcción del conocimiento sobre la sexualidad, yla especificacíón de formas de sexualidad acordes a estas uvercla-des". Las vidas de las personas se constituyen a través de estas es-pecificacjones y por medio de las técnicas para la continua produc-ción y proliferación de discursos de overdad, sobre el deseo sexual:

En realidad, lo que es singular en las sociedades modernas no es quehayan condenaclo al sexo a una existencia en la sombra. sino <¡ue

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38 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS

se hayan dedicado a hablar de él ad infinitum, al tiempo que lo ex-plotaban como e/ secreto (1.984a, pág. 35).

Poder/conocimiento

Al considerar la dimensión constitutiva del pode¡, Foucault llegaa la conclusión de que poder y conocimiento son inseparables, has-

ta tal punto que prefiere colocar ambos términos juntos: poder/co-nocimiento o conocimiento/poder. Al estudiar la historia de los sis-

temas de pensamiento, deduce que el surgimiento y el éxitoespectacular de las odisciplinas, de vida, trabajo y lenguaje a partirdel siglo xvu, dependieron de las técnicas de poder y gue, a su vez,

la cualidad expansiva del poder moderno dependió del progreso enla construcción de aquellos conocimientos que proponen la over-

dadu. Así, es evidente que un dominio de conocimiento es un domi-nio de pode¡, y un dominio de poder es un dominio de conocimiento:

No puede haber ejercicio posible del poder sin una cierta economíade discursos de verdad, economía ésta que actitamediante y sobre labase de esta asociación. Estamos sujetos a la producción de verdad a

través del poder y no podemos ejercitar el poder si no es a través de

la producción de verdad (1980, pág.93).

Al situar juntos de este modo conocimiento y pode¡, Foucault se

opone a una concepción del poder y el conocimiento que sugiereqüe el conocimiento sólo se hace problemático cuando e_s ejercidopor uq,r"llos que tienen poder para alcanzar sus propi6s fines. Sos-

ii"tt., en cambio, que todos nosotros actuamos coherentementedentro y a través de un determinado campo de poder/conocimientoy que, aunque estos actos tienen sus efectos reales, no pueden iden-iifi.urc" coñ motivos especiales. Aquí Foucault no habla de todas lasformas de pode¡, sino de una forma de poder particularmente mo-derna e insidiosa.

De este modo, Foucault nos libera de la preocupación por el(punto de vista interno,, cuando se trata de explicar la acción del po-de4 cuestionando las preocupaciones que podamos tener con res-pecto a quién planifica sus efectos y a las decisiones que se tomeniobre su ejercicio. Ya que todos estamos presos en una red o tela de

arafrade poder/conocimiento, no es posible actuar fuera de este do-minio, y todos sufrimos simultáneamente los efectos del poder yejercitamos este poder en relación a los otros. Sin embargo, esto noindica en modo alguno que todas las personas sean iguales en el

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RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 39

ejercicio del pode¡, ni que unos no sufran más que otros sus efectosde dominación.

Por lo tanto, no nos preguntamos por qué ciertas personas quierendominar, qué buscan, cuál es su estrategia general. Preguntémonos,en cambio, cómo funcionan las cosas en el nivel del sojuzgamientocotidiano, en el nivel de los procesos continuos e inintermmpidos quesujetan nuestros cue{pos, gobiernan nuestros gestos, dictan nuestroscomportamientos, etc. En otras palabras... deberíamos tratar de des-cubrir por qué los sujetos se constituyen gradual, progresiva, real ymaterialmente a través de una multiplicidad de organismos, fuerzas,energías, materiales, deseos, pensamientos, etc. Deberíamos tratar decaptar el sometimiento en su instancia material, como una constitu-ción de los sujetos (1980, pág.97).

La concepción de Foucault de la inseparabilidad de poder y co-nocimiento se refleja en su discrepancia con quienes sostienen elpredominio de unos conocimientos sobre otros. Pregunta ¿qué co-nocimientos alternativos quedarían descalificados y qué personas ogrupos de personas se verían disminuidos por este predominio?

Foucault sostiene que es el aislamiento en que se encuentran de-terminados conocimientos respecto de los conocimientos disconti-nuos que circulan a su alrededor lo que inviste a sus discursos conel efecto del poder. Este aislamiento se logra fundamentalmente pormedio del desarrollo de discursos de urealidad objetiva" que permi-ten a estos conocimientos ocupar un lugar en la jerarquía de los co-nocimientos científicos. Foucault rastreó la historia de los conoci-mientos científicos a los que se otorgó ese status¡ investigando susefectos, sus limitaciones y sus peligros.

La cuestión central de la filosofía y del pensamiento crítico desde elsiglo xvtu ha sido siempre: ¿qué razón es la que usamos? ¿Cuáles sonsus efectos históricos? ¿Cuáles son sus límites y cuáles sus peligros?(1984b, pág.2a9).

Analisis del poder ascendenle versus descendente

Foucault defiende un análisis del poder ascendente, no descen-dente. En vez de proponer que las técnicas del poder son activadasdesde arriba para transformar a los que están abajo, él proponeque el origen de estas técnicas se produce en el nivel local. De he-cho, su disponibilidad fue un prerrequisito indispensable para el

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40 MEDIOS NARRATryOS PARA FINES TERAPÉUTICOS

éxito d9 l" expansión de los conocimientos unitarios y globales apart-ir del siglo xvrr, así como también para el surgimi.rit" á"1 .r-pitalismo.

Estas técnicas fueron esencialmente técnicas de control social,de ose¡¡stimiento", dirigidas a la ..objetivización, o ocosificación,de las personas , y ala objetiüzación de sus cuerpos. Se trataba, en_tre otras, de técnicas para la organi zacióny distribución de las per_sonas en el espacio, a fin de obtener la -^yb. eficiencia y economía;para el registro y la clasificación de las párrorrrr; para ia exclusiónde grupos de gentey para la asignación de identi aia ""ro,

j.rrpor;técnicas para el aislamiento de las personas y para el desarr"ollo demedios eficaces de observación (vigllancia) y evaluación.

Foulcault detalló también la teónol ogía álaborad a parareclutarpersonas que participaran activamente en su propio sómetimiento.cuando se establecen las condiciones necesari-ar pu.r que las perso-nas experimenten una evaluación continua s.gú.t determinadas<norrnas" institucionalizadas, cuando no r" ptr"á" escapar a estascondiciones, y cuando se puede aislar a las p"rrorr.s en su expe-riencia de tales condiciones, esas personas se conüerten en sus pro-pios guardianes. En estas circunstancias, los indiüduos evaluaránperpetuamente su propio comportamiento y actuarán sobre ellosmismos para convertirse en <cuerpos dócilesr.7 Según Foucault, vi_vimos en una sociedad en que la evaluación, o juicio normalizadorha reemplazado a la acción judicial y a la tortura como mecanismoprimario de control social: la nuestra es la sociedad de la ..miradaoomnipresente.s

^ Así, la preocupación de Foucault va más allá de la ideología y susefectos. Se ocupa de las técnicas mismas de poder rr"."rurí.s parael desarrollo del conocimiento:

Es aI mismo tiempo mucho más y mucho menos que la ideología. Es laproducción de instrumentos eficaces para la foimación y u?r-.rlu-ción de conocimiento: métodos de observación, técnicas áe registro,procedimientos parala investigación, aparatos de control. Tod? estosignifica que el poder, cuando es ejerciáo por medio de estos sutilesmecanismos, necesariamente desarrolla, organizay pone en circula_

7 ' La anorexia nerviosa y la bulimia constituyen probablemente la máxima ex-presión de esta forma de poder.8' Según Foucault (1979), el p_anóptico de Jeremy Bentham fue propuesto comoun modelo ideal para esta forma de control social. Este modelo se

"".mina más ex-plícitamente en el capítulo 2. Puede argumentarse que, en las relaciones entre los se-xos, este modelo es parcial: es más frecuente que loi hombres sean los instrumentosde la mirad".ro.-aliradora y las mujere. ,,, ób¡*to.

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RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER

ción un conocimiento, o más bien, ciertos aparatos de conocimiento,que no son constructos ideológicos (1980, pág.lO2).

Foucault argumenta también que, así como estas técnicas fue-ron desarrolladas en ei nivel local, es también en este nivel donde elejercicio del poder está menos oculto yt por lo tanto, es más accesi-ble a la critica. Promueve el estudio de la historia del poder y de susefectos en los <extremosu de la sociedad, como en clínicas, organi-zaciones locales, la familia, etcétera-

C ono c imient o s s uby ugado s

Foucault no sólo ofrece un análisis de las teoúas <totalitarias

neruditos', previamente establecidos, que han sido excluidos por larevisión de la historia llevada a cabo a partir de la aparición de unconocimiento más global y unitario. Según Foucault, estos conoci-mientos eruditos han estado enterrados, ocultos y disfrazados oenuna coherencia funcional de sistematizaciones formalesu, que estádestinada a <enmascarar los efectos de ruptura del conflicto y la lu-cha. Sólo se pueden resucitar estos conocimientos por medio de unaerudición cuidadosa y meticulosa; y en esta resurrección se hace vi-sible una vez más la historia de la lucha, y se cuestionan las preten-siones de verdad unitaria.e

La segunda clase de conocimientos subyugadós está constituidaporaquellosqueFoulcaultdenominaQosoglltrgslg:_-::P_gp*r4*f -g3-p-Lales' o "indigenas)>, es decir, los conbéimGntos ..régiónáK'i queestán actualmente en circulación, pero a los que se niega el espacioen el que podrían representarse adecuadamente. Se trata de conoci-mientos que sobreviven en los márgenes de la sociedad y que se con-sideran de bajo rango, insuficientes y exiliados del dominio legíti-mo de los conocimientos formales y las ciencias aceptadas. Son losoconocimientos ingenuos, ubicados muy abajo en la jerarquía, pordebajo del nivel exigido de ctrgnición o cientificidad, (Foucault,1eso).

Foucault señala que, a través de la recuperación de los detallesde estos conocimientos autónomos y descalificados (en la ounión

9. Como ejemplo de un intento de resucitar el conocimiento erudito sometido,véase: Dale Spender,Women of ldeas: And What LIen Have Done to Them (1983).

41

globales)-sigO_--que revisa también otros conocimientos. los que lla-áu "{ónglpielr"S-s-übyT áifp$)r?Propone, así,ldos clases pe coño- -

"i * i"Hlffin gili;. ffiil;iá co nstituida poiléS:óffiZdimiento s

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I,{::l

4J

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42 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS

del conocimiento erudito y los recuerdos localesrr) podemos redes-cubrir la historia de las luchas y los conflictos. y aÍ proporcionar unespacio adecuadq-"" el que .rio, conocimientos púedán realizarse,podemos desarrollar una crítica efectiva de los conocimientos do-minantes, una crítica <cuya validez no dependa de Ia aprobación delos regímenes de pensamiento establecidásu.

Creo que es a través del resurgimiento de estos conocimientos debajo rango, estos conocimientos no cualificados, incluso directa-mente descualificados... y que implican lo que yo llamaría un cono_cimiento popular... que es a través de la rea arición de este conoci-miento, de estos conocimientos populáres. locales, de estosconocimientos descualificados, que la crítica realiza su obra (1980,pás.82).

Así, es evidente que Foucault no propone ideología alternativaalguna, ningún otro conocimiento unit.rio ideal alreáedor del cualpodamos organizar nuestras üdas. y tampoco sugiere que sea posi-ble onegaru el conocimiento, es deci¡, ""p"ri*"nár el mundo i ..-tua6, fuera de los efectos mediadores del óonocimiento y de las prác-ticas discursivas. Ni tampoco defiende un retorno a una versión delpositivismo que intente establecer prácticas basadas en la idea de<una experiencia inmediata que escape al confinamiento en el co_nocimiento". Defiende, en cambio, la ,.insurrección, de los conoci-mientos subyugados contra las ninstituciones y contra los efectosdel conocimiento y del poder que invisten al discurso científicor, lainsurrección de los conocimientos: á

...que se_ oponen principalmente no a los contenidos, métodos o con_ceptos de una ciencia, sino a los efectos de los poderes centralizado-res que están vinculados a la institución y al funcionamiento de undiscurso científico organizado dentro de una sociedad, como la nues-tra (1980, pá9.8a).

RgTATos ALTERNATIVoS Y DISCURSoS CULTURALMENTE DISPoNIBLES

He sostenido que la analogía del texto proporciona un marcoque nos permite considerar el contexto sociopolítico más amplio delas_ vidas y relaciones de las personas, y qrr" Ll análisis de Foucaultdel poder/conocimiento puede propo.óiorrarnos ciertos detalles deese contexto más amplio. También he presentado un resumen de

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RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 43

ciertos aspectos del_pensamiento de Foucault ünculados al poder y elconocimiento. ¿Cuáles son las implicaciones prácticas para lá terapia?

En la exposición de la analogÍa del texto se ha sostenido que elsignificaclo se consigue a través de la estructuración de la e*péri"n-

de las üdas y las relaciones. como esffiarración {g[qexperienciad:l=9**Wa4¿:*r_qa,e-st-úqs-ta¡[-'b@]ro-cia en relatos, y que la representación de. esos relatos

"s .onsiitutiva

ponrencto e asl os srgnl o a nuestra experien-ci d- y-óóñ s ti tui m o s nu e s tras vlgl4ry,LqQ.c*i o,¡le s a .través del lengu aj e .

Ai usáf"eT-Iéñeüáje ñó-e5iámos comprometiéndonos en una áctivi-dad neutral. Existe una reserva de discursos culturalmente asequi-bles que se consideran apropiados y relevantes para la expresión orepresentación de determinados aspectos de la experiencia. Así,nuestra comprensión de nuestra experiencia vivida, incluida la queconocemos como <<autocomprensión>, está mediatizada por el len-guaje. Y es de suponer que esos discursos ..de verdad" de los cono-cimientos unitarios y globales contribuyen significativamente a estamediación de la comprensión y a la constitución de las personas yde las relacione{

Ahora bierfrcomo modifica esto nuestra üsión general de la ex-periencia qué una persona tiene de un problema? Según esa üsióngeneral, las personas experimentan problemas

-que con foecuenciallevan a la terapia- cuando la_s*n€l9igg":*_.g_k: qy"

_.-ue1!33_suexp-eyi9¡rci¡¡¡'/o en lgs que-s-ü expe-rienciá'éñ"áñáAa pcir.otros, iio re-presentan suHóientemente su experieitcia viiii{a y, en estas circuns-iancias, habrá aspectos signifi¡aiivos de s.rt.rivéncias que .ont.udi-gan esta narración dominantyBnprimer luga¡, alaluidel análisisde Foucault, podríamos supóner además que aquellas narracionesque no representan suficientemente las experiencias üüdas de unapersona o entran en contradicción con aspectos vitales de esa expe-riencia, están significativamente influidas por los discursos (de ver-dad, de los conocimientos unitarios. En segundo lugar, podríamossuponer que las personas son incitadas a realizar acciones, a travésde las técnicas de pode¡ que afectan a sus vidas y a sus relaciones, afin de someterse y someter a otros a las especificaciones referentesa la condicion y las relaciones personales contenidas en estos dis-cursos "de verdadrr.

A continuación expongo algunas ideas sobre una orientación te-rapéutica muy influida por el pensamiento de Foucault. Seguiráluego una discusión de ciertas prácticas terapéuticas basadas en el su-puesto, ya mencionado, acerca de cómo las personas experimentan losproblemas, a laluz del análisis de Foucault del poder/conocimiento.

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44 MEDIOS NARRATTVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS

O rient ac ión t erap éut ic a

Al aceptar el análisis de Foucault acerca del surgimiento de co-nocimientos globales y unitarios (es decir, los conocimientos cientí-ficos con pretensiones globales y unitarias de verdad), debemosmostrarnos cautos a la hora de situar nuestras prácticas en los dis-cursos ode verdad" delas disciplinas profesionales, aquellos discur-sos que proponen y defienden explicaciones de realidaá objetiva res-pecto de la condición humana. Y dado que es el aislamientt de estosconocimientos de los conocimientos en general, así como tambiénsu establecimiento en la jerarquía de la ciintificidad, lo que los dotade pode4 debemos cuestionar el aislamiento de los con^ocimientosde las disciplinas profesionales respecto al campo de los conoci-mientos discontinuos. Además debemos cuestionár también el cien-tificismo de las ciencias humanas.

Si aceptamos que poder y conocimiento son inseparables -queun ámbito de conocimiento es un ámbito de pode4 y ,n ámbito de

poder es un ámbito de conocimiento- y si aCeptamos que simultá-neamente soportamos los efectos del poder y ejercemos poder sobreotros, entonces no podemos contemplar con aquiescencia nuestrasprácticas. Ni tampoco podemos dar simplemente por sentado quenuestras prácticas están fundamentalmente determinadas por nues-tras,propias motivaciones o que podemos evitar toda participaciónen el campo del poder/conocimiento a través de un.*á*"r, dt talesmotivos personales.

Deberíamos supone4 por el contrario, que estamos siempre par-ticipando simultáneamente en ámbitos de poder y de conocimiento.Así, deberíamos esforzarnos por estableóer .oidi.iones que nosayuden a criticar nuestras prácticas formadas en ese ámbito. Debe-ríamos trabajar para identificar el contexto de las ideas en las quenuestras prácticas están situadas, y explorar la historia de esas ideas.Esto n_os perrnitiría identificar más rápidamente los efectos, peli-gros y limitaciones de estas ideas y de nuestras propias prácticas. yerr:rez de pensar que la terapia nada tiene q.re.rlr.bn

"i control so-

cial,_supondríamos que esa posibilidad está siempre muy presente.Por lo tanto, trataríamos de identificar y criticar aquellós'aspectosde nuestr:o trabajo que podrían vinculaise con las t?cnicas de con-trol social.

- si aceptamos la propuesta de Foucault de que las técnicas de po-der que .,incitan', a las personas a constituir sus vidas a través ¿é la.,verdad" se desarrollan y perfeccionan en el nivel local y se adoptanluego en niveles más amplios, entonces, al unirnos a orras personas

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RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 45

para cuestionar estas prácticas, debemos aceptar también que esta-mos inevitablemente cornprometidos en una actividad política. (Ypor otra parte, tendríamos asimismo que reconocer que, si no nosunimos con otras personas para cuestionar estas técnicas de podeq,también estamos comprometiéndonos en una actividad política.)No se trata de una actividad política que implique la propuesta deuna ideología alternativa, sino de una actividad política que cues-tiona las técnicas por medio de las cuales se somete a las personas auna ideología dominante.

Apartarse de los conocimientos unitarios

La externalización del problema ayuda a las personas a identifi-car los conocimientos unitarios y los discursos ude verdad" que lasestán sometiendo, y a liberarse de ellos. Al describir la influencia delproblema en la vida y las relaciones de la persona, estos conoci-mientos unitarios pueden ponerse en evidencia alentando a las per-sonas a identificar ciertas creencias acerca de ellas mismas, losotros y sus relaciones, que se refuerzarry confirman continuamentedebido a la presencia del problema. Por lo general estas creenciasestán vinculadas a una sensación de fracaso a la hora de lograr cier-tas expectativas, cumplir ciertas especificaciones y satisfacer deter-minadas normas. Estas expectativas, especificaciones y normaspueden dar detalles sobre las "verdades,' de los conocimientos uni-tarios. Entonces será posible explorar la historia del efecto de estas,.verdades>) en la constitución de la vida y las relaoiones de esas per-sonas. A través de este proceso de externalización, las personasadoptan una perspectiva reflexiva respecto de sus vidas, y puedenconsiderar nuevas opciones para cuestionar las nverdades> que ex-perimentan como definidoras y especificadoras de ellas mismas y desus relaciones. Esto les ayudará a negarse a la "cosificación, de suspersonas y sus cuerpos a través del conocimiento.

Cuestionamiento de las técnicas de poder

Tal como sucede con los conocimientos unitarios, las técnicas depoder que oincitan, a las personas a constituir sus vidas a través dela "verdad" pueden cuestionarse recurriendo a la externalizaciíndel problema. Como se mencionó anteriormente, estas técnicas in-cluyen: las de organización de las personas en el espacio, las de re-

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46 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS

gistro y clasificación de las personas, las de exclusión de grupos depers_onas,y las de asignación de identidad a estos grupos, asi.omotambién las técnicas para el aislamiento de las personas y para ase-gurar medios eficaces de vigilancia y evaluación.

A medida que indagamos los efectos del problema sobre las vi-das y las relaciones de las personas, es posible identificar lasexigencias necesarias para la supervivencia del problema. Estas exi-gencias incluyen la organización específica de las personas,así como también determinadas relaciones consigo mismas y conlos demás; y pueden identificarse explorando la manera en que elproblema parece obligar a las personas a tratar a los demás y a símismas. Así, se revelan los detalles de las técnicas de poder a que laspersonas están sujetas, sometiéndose ellas mismas y sometiendo alos demás.

Una vez identificadas estas técnicas, es posiblelocalizar aconte-cimientos extraordinarios por medio de una investigación de aque-llas ocasiones en que la persona podría haberse sometido a estas téc-nicas pero se negó a hacerlo. Entonces se puede inütar a la personaa generar srgnrncactos alrededor de estos acontecimientos extraor-dinarios. Con este propósito se pueden formular preguntas respec-to al modo en que la negativa de la persona a proceder según las exi-gencias del problema podría haberle ayudado a combatir eseproblema y, por ende, las ideas que lo refuerzan y de las que depen-de para su supervivencia. Después se pueden identifi car y vinCularentre sí otros ejemplos de desafío con el fin de presentar un relatohistórico de resistencia. Se puede invitar a reflexionar sobre otrasposibles oportunidades de extender este relato de resisterrcia y sobrelos probables efectos sobre la vida y las relaciones de la persona, encaso de que la resistencia tenga éxito. Al identificar estos aconteci-mientos extraordinarios, será posible cuestionar eficazmente el so-metimiento a las técnicas de ujuicio normalizadorrr, o sea, ala eva-luación y clasificación de las personas y sus relaciones según las"verdades" dominantes. Los <cue{pos dóciles" se convierten así enuespíritus animadoso.

Resurrección de los conocimientos subyugados

En la medida en qu9 el desenlace deseable de la terapia es la ge-neración de historias alternativas que inco{poren aspecios ütalei yanteriormente negados de la experiencia vivida, y en la medida enque estos relatos incorporan conocimientos alternativos, puede afir-

significados alrededor de acontecimientos

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RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 47

marse que la identifica"igl V_ pt9:tqiQg-+l*9;pqgl_o"*Pgla la repre-ientac i én dé€sro s c o nó ¿ i"nii é n tó s e lü ñ-ási;éé{ó G ñü;fdA é$ñiéñoterapéutico.- Óo-o hemos üsto, la extern alización del problema puede utili-zarse para identificar y externalizar el conocimiento unitario. Estoes útil porque ayuda a las personas a cuestionar las "verdades> queespecifican sus vidas, es decin a no dejarse subyugar por los conoci-mientos unitarios. Además, al ayudar a las personas a apartarse deestos conocimientos unitarios, la externalizacíón abre un espacioparala identificación y la circulación de conocimientos alternativoso subyugados.

En la anterior exposición acerca de analogía textual y terapia, se

propuso la idea de que es posible generar y regenerar relat-os-alter-nativos a través de la representación de significado alrededor deacontecimientói extráordinarios. Egta representación puede tam-bién proporcionar una base para la identificación de los conoci-miéntós subyug"dos y para la apertura de espacios en los que pue-dan circular estos conocimientosl Y también en este caso laidentificación de estos acontecimientos extraordinarios puede versefacilitada por la externalización del problema.

Después de la externalización de los conocimientos unitarios, sepueden localizar acontecimientos extraordinarios investigandoaquellos aspectos de la vida de la persona (y d" las cualidades queexperimenta en relación con los otros) que es capaz de valorar, peroque no encajan con lo que especifican estos conocimientos unita-rios, es decir, que no se adaptan a las normas y expectativas pro-puestas por estos conocimientos. Lu-e-g-g se puede alentar a laspers-onas a de_sc¡,¡b¡ir .!as importantes implióaciones" qüé éStóii ácon-iecimientos.-e.-xtraorditta.ios tienen pará ellas mismas y sus relacio-ri"5, y a idántifi;# ;quélloS

",, cónociriúentog exlraoidinário5,i que po-

drían incOfppf¿¡ estas.nuevas compfeqsiones.'De este modo se haceposible la representación de conocimientos locales, populares o in-dígenas.

Támbién pueden identificarse conocimientos eruditos por me-dio de trabajos oarqueológicos". Se puede_ pedir a las peJsonas queinvestiguen los archivos de su familia y su comunidad, así comoaqüéllos documentos históricos que podrían tener relación con losámbitos específicos de sus prácticas vitales, en un intento de locali-zar conocimientos previamente establecidos que concUerden conlos acontecimientos y los conocimientos extraordinari.os. lAl estable-cer estos relatos históricos de conocimientos subyugados, y al invi-tar a la reflexión acerca de cómo se podría abrir un espacio para la

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48 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS

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futura representación y circulación de estos conocimientos, las per-sonas pueden apreciar su singular historia de lucha y asumir másexplícitamente estos conocimientos en la constitución de sus pro-pias vidas y relaciones. En terapia, cuando las personas asumen es-tos conocimientos extraordinarios asistimos, como dice Foucault, ala ,,insurrección de ios conocimientos subyugadosr.

TReorcloNES oRALES y ESCRITAS: uNA otsrtNclótrl

Este capítulo se ha centrado en ciertos avances recientes de la teo-ría social, con particular referencia a la analogía del texto, a la his-toria de los sistemas de pensamiento de Foricault y, en iérminosgenerales, a la relevancia de estas nociones para esa actividad co-múnmente denominada terapia. Aunque en nuestra cultura occi-dental los medios de las terapias institucionalizadas son fundamen-tal y predominantemente orales, en este libro destacamos sobretodo la tradición escrita. Permítaseme distinguirla brevemente de latradición oral.

Evidentemente,-h-abla y escritura son diferentes. si bien puedeafirmarse que la palabra hablada precedió alapalabra escrita'en unsentido histórico, y que la escritura se basó en el habla, también sepuede establecer que, en las sociedades que leen y escriben, ambastradiciones han evolucionado como formas indépenclientes. Refi-riéndose a las diferencias entre el lenguaje oral y ei escrito, stubbs(1980) afirma: "El lenguaje escrito no .ópr"s".rta directamente allenguaje oral. se desprende de ciertos hechos la evidenda de que losdos sistemas son, al menos parcialmente, autónomos,, (pág. 4t). oes-pués de pasar reüsta a algunas de las diferentes formai dél lenguajeescrito y sus relaciones con la lengua hablada, sutbbs sostienJque:

.-.tenemos que aceptar, que en las comunidades con un elevado desa-rrollo de la.lectura y la escritura, al menos para cierta gente, el vín_culo entre lenguaje hablado y escrito está ilaramente áebilitado, yque las formas escritas suelen perder algo de su carácter secundarioy adquirir un carácter primario e indepádiente (pág. al).

EI status de "verdad" asignado al lenguaje oral y al escrito, asícomo su éxito relativo, dependen, en ciertá medida, á" r., campo deactividad- sin duda, en muchos de los ámbitos oficiales de ,r,r^.rr..sociedad, poner algo "por escrito' es más prestigioso. pero en otrosmedios prevalece la idea que tan bien .*p."ru-"sta frase popular:

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];tri:

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¡'t¡:l'.

t!s,

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RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER 49

"Sólo lo creeré si lo oigo de su propia boca,,. pese a ello, en nuestracultura prevalece un mecanismo general que refuerza la iÁfort.n_cia de una dimensión escrita para nuestro trabajo. En -rr.ñas cir-cunstancias, lo escrito adquiere una insuperablé .";;;;;d,-po.

"lhecho de que nqse oye sino que se ve. En er mundo occident.t n.yuna antigua tradición que privilegia a la üsta sobre ios otros senti-dos, una tradición de "oculocentrismo,r.l0

Es una práctica cultural habitual depositar una extraordinariaconhanza y una gran fe en lo que puede <verse> con los ojos. Estoqueda reflejado en la abundancia de adjetivos que exist"., i..u atri-buir capacidad de conocimiento a las personas y exactitud a las ideas.Fsos adjetivos son predominantemente oculares. por ejemplo, delas personas que supuestamente poseen un conocimienio legitirnode algo se dice que son ovisionarias>, (perceptivasr,, nclarivid""rt"rrr.Por el contrario, si se considera que una persona carece de esas cua-lidades, se la llama nciega,,, <corta de miias,,. y de ideas elevadas sedice que son niluminadorasrr, nesclarecedorasr.

La tradición escrita

Stubbs (1980), al reseñar la contribución de los sistemas de escri-tura, afirma que una sociedad que los posee tiene <nuevos recur-sos intelectuales que facilitan enorm"*".ri" ei pensamientoo, porque:

1. "cada generación no tiene ya que empezar dpsde el principio odesde lo que la generación anterior reóuerda y transniite.o2. La escritura permite la nacumulación de sabiáuría registradan.3. La escritura permite que los descubrimientos ,"an registrados enuna forma que nhace más fácil estudiarlos y considJrarlos críti-camente, y ello a su vez conduce a más desCubrimientos>.4. "El nivel de información de la lengua escrita es más elevado ymenos predecible."

5. La escritura transforma drásticamente la relación maestro-alum-lor y favorece la independencia de pensamiento, ya que .,puedehaber conocimiento sin conocedor, conocimiento quá

"xista in-

dependientemente en los libros, (pág. 107).

10' Muchos autores, particularmente del mundo intelectual francés, han identifi-cado la proliferación de la u¡v75y1,, con la tradición de .o¿ulegentrismo,, y la han cri_ticado con dureza-

_Unos, comolrigaray (1974), han propuesto privilegiai otros sen-tidos. Otros, como Foucault, se han limitado a criticár lás prácticas oculocentristas,

como la nmirada normalizadora)) y sus efectos de sometimiento.3:r$j!*.¿á

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50 MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPE'UTICOS

Se puede argumentarque estas supuestas ventajas son al mismo

,i"*pJrelativaJy dependíentes de la cultura. Por ejemplo, se ha de-

,norit.do que en determinadas culturas puede existir un pensa-

*i"*" indápendiente transmitido gor otros medios, incluyendo la

""rr".iOn oá1, el canto y la danzu. Est" es el caso de muchos de los

conocimientos de los abbrígenes australianos, que exi-stían en la le-

tra de ciertas cancioner, .oñ las que ocreaban el mundo cantando"'

a Io largo de las generaciones (Chatwin, 1988)'

Sin"embargolsi bien aceptamos que las conclusiones de Stubbs

rdoi"."n, .n Jg.,rra medida, de cierto etnocentrismo, consideramos

también q,l" upoyan la proposición de que, en nuestra cultura, el

uso de la iradición escrita en terapia promueve la formalización, le-

gitimación y continuidad de los .ó.,oói-ientos populares locales' la

I,tt"ti¿"d independiente de las personas y la creación de un contex-

to para el surgimiento de nuevols descubrimientos y posibilidades.

Lo. tradición escrita Y el tiemPo

Para percibir el cambio en su vida -para experimentar que su

vida pro!."ru- y para percibir q,ue está cambiando, una persona

necesita -".^nir-ot qú. le ayuáen a organizar los eventos de su

vida en el contexto de iecuencias coherentes en el tiempo, a través

dlipur"do, el presente y el futuro. Dicho de otro modo, la detección

del Lambio es vital p.rá la representación de significados y para ex-

perimentar agenciJ person.f "t la propia vida; y esta detección del

cambio ", "rrg.;dr.d. por la introducción de una corltepción li-

neal del tiempá. Pese . "llo,

la dimensión temporal ha sido frecuen-

temente ignorada en el mundo de la terapia'como el oconcepto de que el tiempo es lineal requiere la capa-

cidad de registr.r ri..r.nciás de hechós" (Stubbs, 1980),-y como la

"s.titutt el el instrumento ideal para proporcionar tal registro'

podría parecer que la tradición escrita fuera un importante meca-

;it;; p.r. la iitroducción de la concepción lineal del tiempo y,

por..rá", para la generación de sig,nificado en nuestras vidas' Las

personas q,r" ^.rráen

a terapia suelen sentirse incapaces de inter-venir en una vida que se lei aparece como inmutable; están blo-

queadas en su urirql"aa de nuevas posibilidades y significados al-

tlrnativos. En consecuencia, es posible que la tradición escrita, en

la medida en que permite reflejar la experiencia sobre la dimen-

tlJ" t"*por.l,'t.rrg^ *r,.ho qué ofrecei en las actividades defini-das como teraPia.

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RELATO, CONOCIMIENTO Y PODER

Organilación de Ia información

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Al establecer distinciones entre lenguaje escrito y hablado,en función de las limitaciones. impuestar pó. lu .on.iJrr.iu'fo.ul,chafe (1985) introduce la noción de ounidade, d. iáLu,.-ü, ,rri_dades de idea representan la capacidad de memoria a corto plazode una persona, una capacidad que fija y limita la cantidal de in_formación que podemos recibir en detérminado -"-.rrao en eltiempo:

"'una unidad de idea expresa lo que se retiene en la memoria a cortoplazo en determinado momento; que la memoria a corto plazo con_tiene aproximadamente la cantidad de información qtr. p,r"d" expre_sarse cómodamente con unas siete palabras en ingléi; y qr" el conte_nido de la memoria a corto plazo cambia aproximádamente cada dossegundos... (pág. 106).

Según Chafe, la lengua escrita no sólo libera a las personas de lasrestricciones impuestas por la "limitada capacidadiemporal e in_formacional de la conciencia focal,, -en el séntido d" q"" ;;";emostie_mpo para dejar vagar nuestra atención por,r.r^ g..r, cantidad deinformaciór y dedicarla a una organización más Jehberada de losrecursos lingüísticos>)- sino que proporciona también el mecanis_mo mediante el cual puede incrementarse significativament"

"l.orr-tenido informacional de las unidades de ideá, y a través del cual es-tas unidades pueden reorgani zarse en diferentes urelaciones dedependenciar'. 4

Así, siguiendo la línea de chafe, podemos defender la introduc_ción de la tradición escrita en terapia, basándonos en el hecho deque perrnite aumentar la cantidad de información que puede proce-sarse en nuestra memorta a corto plazo en un momento dado. Ade_más, la tradición escrita permite ia uorganización más deliberadade" los recursos lingüísticos' y la reo-rg anización de .,unidadesde idean en diferentes <relacionés de depe"ndencia,,. Es deci¡ puedesostenerse que la escritura proporcioná un mecanismo por'.i .u^llas personas pueden partióipar más activamente en la determi_nación de la organización de la información y la experiencia, asícomo en la producción de diferentes relatos de los evÉntos y lu, ."-periencias.

Estos comentarios referentes a la utilidad de la escritura tienentanta importancia para el lector como para el escritof y tanta impor_tancia para el terapeuta como para la persona que u..,.á" a terapia.

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i:- ,' 52

Co¡qcruslÓ¡.t

MEDIOS NARRATIVOS PARA FINES TERAPÉUTICOS

He presentado hasta aquí un resumen de algunos avances re-

cienteste la teoría social, prestando especial atención a la analogíadel texto y al pensamiento de Foucault: he explicado diversas pro-puestas referentes a las características de una terapia que se ajustaá estas ideas; y he defendido la incorporación de los medios escritosa la terapia. Esta última propuesta no es nueva en absoluto. Hay yabibliografía sobre el tema que aborda este aspecto. No intentaréaquí resumir esa bibliografía; los lectores que deseen consularlapueden comenzar con el texto de Burton, "The Use of Written Pro-ductions in Psychotherapy,, (i965).

Con respecto a las tradiciones oral y escrita, si bien David Eps-ton y yo no asignamos mayor jerarquía a una que a otra, ambos pri-vileglámos la tradición oral en nuestro trabajo. Conversamos con lamayoría de las personas que buscan nuestra ayuda, pero no les es-

cribimos a todas, ni participamos con todas en la co-construcciónde versiones escritas de nuevas historias.ll

Con frecuencia,la falta de tiempo limita nuestra utilización de latradición escrita. Sin embargo, al revisar las ventajas de esta tradi-ción, mientras escribíamos este libro, nos hemos visto obligados acuestionarla conveniencia de organizar nuestra actividad en tornoal tiempo como factor determinante.

I 1. Esto no siempre es así. Muchas veces hemos trabajado valiéndonos de mediosliterarios con personas que buscan nuestra ayuda pero se niegan a hablar con nadie,y también con aquelias qlre no quiercn ver a pcrsona zrlguna.

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