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Anuario del Centro de Estudios Histricos Prof. Carlos S. A.
SegretiCrdoba (Argentina), ao 12, n 12, 2012, pp. 63-77.ISSN
1666-6836
Los himnos de Proclo: memoria y sntesisde la himnodia
antigua
Alejandro Abritta*1
Resumen En el crepsculo de la Antigedad, cuando el avance del
cristianismo era ya incontenible y los cultos paganos se contraan
ante la creciente presin de la Iglesia, la figura de Proclo se
presenta como un estandarte de la tradicin griega. La vida y la
obra del filsofo neoplatnico permiten observar un inmenso esfuerzo
por preservar la memoria cultural helnica en un contexto en donde
el mundo que la haba visto surgir estaba desapareciendo
rpidamente.El presente estudio tiene dos focos principales.
Primero, la presentacin de un modelo de composicin potica basado en
una fontica que probablemente para el siglo V d.C. ya no era la del
griego hablado, y que, sin embargo, es sistemticamente utilizada
por Proclo para la produccin de su poesa. Segundo, el anlisis
estructural de un himno, a fin de demostrar que, en el mismo
esfuerzo de recuperacin, sta refleja los patrones detectables en
los himnos antiguos, y adems sintetiza diferentes estrategias
compositivas observables en stos.
Palabras clave: Proclo - Himnodia - Prosodia - Teora Coral
Abstract In the dawn of the antiquity, when the advance of
Christianity was unstoppable and the pagan cults contracted in the
face of the increasing pressure of the church, Proclus figure
presents itself as a banner of Greek tradition. The life and works
of the neoplatonic philosopher allow seeing a huge effort to
preserve the Hellenic cultural memory in a context where the world
that saw it rise was disappearing quickly.The present study has two
main foci. Firstly, the presentation of a model of poetic
composition based in a phonetic that probably by the 5th century C.
e. was no longer the one of the spoken Greek, and that,
nonetheless, is systematically used by Proclus for the production
of his poetry. Secondly, the structural analysis of a hymn, in
order to prove that, in the same recuperation effort, it reflects
the patterns detected in the ancient hymns and that it also
synthesizes different compositional strategies observed in
them.
Recepcin del original: 30/10/2013Aceptacin del original:
21/03/2014
* Consejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas
(CONICET) - Instituto de Filologa Clsica, Facultad de Filosofa y
Letras, Universidad de Buenos Aires (UBA). E-mail:
[email protected]
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Alejandro Abritta, Los himnos de Proclo: memoria y sntesis de la
himnodia antigua64
Introduccin
Es probable que la mejor manera de comenzar un estudio de las
caractersticas del presente sobre Proclo haya sido hallada y
utilizada por Robert Van den Berg en su edicin de los Himnos. Como
difcilmente he de encontrar una igual, y me parece injusto el
parafrasearla, comenzar este trabajo con una cita de ese texto:
Algn tiempo despus de que la vida de Proclo (ca. 410/11 d.C.-17
de Abril del 485 d.C.) hubiera acabado, los miembros de la escuela
Neoplatnica de Atenas se reunieron en una de las espaciosas villas
de la pendiente meridional de la Acrpolis donde se hallaba la
institucin. Haban ido a escuchar a Marino pronunciar un elogio del
difunto Proclo, al que haba sucedido como cabeza de la escuela. Los
nimos estaban cados. El fallecimiento de la imponente figura de
Proclo, si bien disminuida por la vejez en sus ltimos aos,
implicaba un severo golpe a una comunidad que se hallaba bajo la
creciente presin de las autoridades cristianas. Ya no podan
sentirse seguros bajo la Egida de Atenea. Se haba marchado. La
inmensa estatua de Fidias que haba coronado la Acrpolis por siglos
haba sido removida por aquellos que mueven aquello que no debera
ser movido, como cautelosamente se referan a los cristianos en
cdigo. Moraba ahora con sus ltimos seguidores fieles en la villa de
la escuela, despus de que hubiera anunciado a Proclo en un sueo que
la Doncella Atenea desea vivir contigo. Con Proclo tenan al menos
la garanta de que los dioses los protegeran contra los tifnicos
vientos de la Cristiandad. [...] Pero ahora el destino que l mismo
se profetiz al comienzo de su cuadragsimo segundo ao, cuando por
inspiracin divina clam en versos que su alma ascendera a las
estrellas, le haba llegado.1
Nueve aos despus de la fecha formal del final histrico del mundo
antiguo, con la cada del Imperio romano de Occidente en 476, la
muerte de Proclo marca otro final que debe ser considerado, si no
tan estridente, no por ello menos catastrfico. En muchos aspectos,
el neoplatnico fue el ltimo gran hombre de la Antigedad.2 Su
pensamiento, su poesa y su modo de vida representan un intento
consciente de preservar un mundo que, a todas
1
2
Some time after the life of Proclus (ca. 410/11 a.d.-April 17,
485 a.d.) had come to an end the members of the Neoplatonic school
at Athens gathered in one of the spacious villas on the southern
slope of the Acropolis that housed the institution. They had come
to hear Marinus deliver an eulogy on the late Proclus whom he had
succeeded as head of the school. Spirits were low. The passing away
of the towering figure of Proclus, albeit worn down by old age in
his last years, meant a severe blow to a community that was under
steadily growing pressure from the Christian authorities. No longer
they could feel safe under the aegis of Athena. It was gone. The
immense statue by Pheidias that had crowned the Acropolis for ages
had been removed by those who move that which should not be moved,
as they cautiously referred to the Christians in a coded phrase.
She now dwelt with her last loyal followers in the villa of the
school, after she had announced to Proclus in a dream that the Lady
of Athena wishes to live with you. With Proclus they had at least
had the guarantee that the gods would protect them against the
typhonic winds of Christianity. [...] But now the destiny that he
had prophesied for himself at the beginning of his forty-second
year, when by divine inspiration he had cried aloud in verses that
his soul would rise up to the stars, had come to pass. Robert M.
VAN DEN BERG, Proclus Hymns. Essays, Translations, Commentary,
Leiden, 2001, p. 3. Todas las traducciones en el presente trabajo
son de nuestra autora.Una idea de ya muchas dcadas en la crtica,
por ej. Frederick C. CONYBEARE, Proclus and the Close of Greek
Philosophy, Proceedings of the Aristotelian Society, vol. 1, 1890,
pp. 97-110.
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luces, estaba agonizando. En sus comentarios de las obras
platnicas y en el monumental Elementos de Teologa, el filsofo
pretende sistematizar de la forma ms completa posible el orden que
el neoplatonismo, como punto culminante del pensamiento antiguo,
haba diseado para el universo. Su trabajo como comentador y
compilador de grandes obras poticas previas, en su Chrestomata,3
nos ha permitido recuperar argumentos de textos que de otra manera
estaran definitivamente perdidos. Pero es en su poco frecuentada
poesa donde el monumental esfuerzo por preservar la tradicin de la
que se consider parte puede observarse en forma ms completa. Este
trabajo est dedicado a observar y probar el xito de semejante
esfuerzo.
Lenguaje y naturaleza del corpus de himnos de Proclo desde una
perspectiva coral
La elega de Marino a la que Van den Berg se refiere en su cita
es la principal fuente que tenemos sobre la obra no conservada de
Proclo, dado que as como es cierto que ha sobrevivido una buena
parte de sus trabajos filosficos, tambin lo es que no se puede
decir lo mismo de su poesa. Tomando en cuenta que, de acuerdo con
su sucesor,4 el filsofo compuso himnos para deidades de todas las
religiones del mundo antiguo, incluyendo obviamente las griegas,
los siete himnos conservados no son seguramente ms que una fraccin
de la cantidad que Proclo debi haber compuesto.5 No obstante,
existe un motivo para considerar que esta fraccin suprstite no es
slo una muestra aleatoria de la obra del neoplatnico: los himnos de
Proclo han sido transmitidos en un corpus junto con los de Calmaco,
los Himnos rficos y los Himnos Homricos, y hay autores que
consideran como probable que este corpus pueda haber sido compilado
por el propio filsofo o alguno de sus sucesores.6 De ser esto as,
los siete himnos conservados habran sido seleccionados por el mismo
Proclo como lo ms representativo de su obra potica. Y, como tales,
son una muestra clara de la actitud del neoplatnico para con los
dioses de la religin tradicional. De los siete himnos, tres estn
dedicados a deidades del panten olmpico7 y cinco a deidades que
tienen un himno tambin en el tradicional corpus de los Himnos
Homricos.8 Pero sin duda es en el aspecto ms general de estas
composiciones donde se observa el especial esfuerzo por mantener
las tradiciones antiguas: los siete himnos son
3
4
5
6 7 8
El debate sobre la autora de este texto fragmentario sigue sin
resolverse, pero me inclino a concordar con Daniel TORRES, El
registro potico de los hechos histricos: una interpretacin integral
de los fragmentos elegacos de Simnides y su correspondencia con la
eidografa de Proclo, Anales de Filologa Clsica, vol. 21, 2008, pp.
115-152 (esp. pp. 125-127; con numerosas referencias) en que hay
buenas razones para suponer la autora del Proclo que conocemos, y
no las hay para negarla.MARINUS, Vita Procli, c. XIX y XXVI, Rita
MASULLO (ed.), Marino di Neapoli: Vita di Proclo. Testo Critico,
introduzione, traduzione e commentario, Napoles, 1985.Marino (en
las referencias de la nota anterior) menciona que Proclo honraba
deidades romanas, frigias y egipcias, adems de helnicas, y que
compuso himnos para dioses como el arbigo Tiandrites y la egipcia
Isis. Es necesario mencionar tambin que Martin L. WEST, The Eight
Homeric Hymn and Proclus, CQ, vol. 20, 1970, pp. 300-304 ha
propuesto que lo que conservamos como Himno Homrico VIII es, en
realidad, el octavo himno del corpus de Proclo, traspapelado
(literalmente) en la historia de su transmisin. Contra esto, cf.
Robert M. VAN DEN BERG, Proclus Hymns... cit., nm. 1, pp.
6-7.Filipo CSSOLA, Inni Omerici, Milano, Fondazione Lorenzo Valla,
1997, p. LXV y sus referencias.Los himnos II, V (ambos a Afrodita)
y VII (a Atenea).Los himnos de la nota anterior ms el I (a Helios)
y el III (a las Musas).
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Alejandro Abritta, Los himnos de Proclo: memoria y sntesis de la
himnodia antigua66
composiciones hexamtricas en dialecto jnico-pico.9
Este hecho por s mismo no parece implicar demasiado. El hexmetro
fue utilizado regularmente por poetas imperiales,10 e incluso en
poesa bizantina.11 Ms an, un autor como Proclo que consideraba a
Homero, Hesodo, los compositores de los Himnos rficos y de los
Orculos Caldeos como autores inspirados12 difcilmente hubiera
podido componer en algo que no fuera hexmetro. Por esta razn, el
uso de este metro por parte de Proclo ha pasado desapercibido
excepto desde el punto de vista de la metricologa,13 ciencia que
tradicionalmente se ha privado de formular conclusiones sobre los
numerosos datos con los que cuenta. Pero los ms recientes avances
en la investigacin sugieren que es necesario observar bajo una
nueva luz estos hechos, y buscar en los libros de Proclo un
conjunto de fenmenos hasta hoy ignorados por los fillogos.14
El primero de estos fenmenos es quizs el ms novedoso de todos:
la existencia de un patrn de concordancia entre el acento griego y
el ictus del hexmetro. Este patrn, base fundamental de la teora
coral15 en la que esta presentacin se inserta, ha pasado
absolutamente desapercibido en los estudios mtricos tradicionales.
Y con razn, porque tales estudios han supuesto siempre una fontica
griega considerablemente discutible. Este no es el lugar para
desarrollar en detalle una historia de la desconexin que ha
impedido por casi cincuenta aos que los avances en fontica y
ritmicologa permitan renovar los estudios mtricos, pero merece ser
sealado que no es un problema unilateral: cuando en 1973 Sidney
Allen present su teora del acento tonal griego basada en la
contonacin, tena toda la evidencia necesaria para reformar la
metricologa y, lejos de hacerlo, explcitamente neg que sus
propuestas tuvieran algn impacto en ese campo.16 Afortunadamente,
trabajos recientes17 parecen haber acertado en vincular los avances
en estas diferentes reas.
La base para detectar el patrn de relacin entre acento e ictus
es una nueva teora del acento griego que, tomando los postulados
sobre su naturaleza tonal propuestos
9
10 11
12 13
14
15
16
17
De larga data es tambin el debate sobre la influencia de Nonno
en Proclo, sobre la que aqu no me expido (cf. sobre el tema
especialmente Anna Maria BONADIES NANI, Gli Inni di Proclo, Aevum,
vol. 26, 1952, pp. 385-409). Intentar probar que, influencia de
Nonno o no, hay en la obra de Proclo una referencia mucho ms
significativa a los poetas de la Grecia arcaica.Martin L. WEST,
Greek Metre, Oxford, University Press, pp. 177-180.Gianfranco
AGOSTI y Fabrizio GONNELLI, Materiali per la storia dell esametro
nei poeti cristiani greci, Marco FANTUZZI y Roberto PRETAGOSTINI,
vol. 1, Struttura e storia dell esametro greco, Roma, Gruppo
Editoriale Internazionale, 1995, pp. 289-434.Robert M. VAN DEN
BERG, Proclus Hymns... cit., nm. 1, pp. 113-114.Sobre la cual,
Ernst VOGT, Procli hymni accedunt hymnorum fragmenta, epigrammata,
scholia, fontium et locorum similium apparatus, indices, Wiesbaden,
1957, pp. 41-42; Anna Maria BONADIES NANI, Gli Inni... cit., nm. 9,
pp. 406-408.Es til sealar que en este punto de la teora coral,
donde se enmarcan estos nuevos fenmenos, todava necesitan ser
analizados otros textos de este perodo. Las conclusiones alcanzadas
en este trabajo, si bien son indudablemente vlidas aplicadas a la
obra de Proclo, necesitarn ser matizadas y revisadas una vez que
dichos anlisis se lleven a cabo.Alejandro ABRITTA, Sobre la
posibilidad de un anlisis coral en Ilada 53-305, Anales de Filologa
Clsica, vol. 23, 2010, pp. 1-62; A Plea for a Choral Theory, en
preparacin y la bibliografa all referida. Sidney W. ALLEN, Accent
and Rhythm, Cambridge, University Press, 1973, pp. 262-264. Me
encuentro preparando un trabajo que d cuenta con mayor detalle de
estos desencuentros entre las subdisciplinas de la filologa clsica.
Pienso especialmente en A. P. DAVID, The Dance of the Muses. Choral
Theory and Ancient Greek Poetics, Oxford, University Press,
2006.
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por Allen,18 incorpora un elemento intensivo subsidiario del
tono y contextualmente determinado. Esto permite una reubicacin del
punto enftico de la palabra, a partir de las siguientes reglas de
interpretacin de las marcas del acento:
El punto de intensidad (el nfasis) de la palabra se halla:- En
la slaba de la palabra donde se halla el circunflejo (que marca la
contonacin completa).- En la slaba de la palabra donde se halla el
agudo, si la(s) slaba(s) siguiente(s) es (son) breve(s) (la
contonacin inicia en el agudo, y sigue en las breves).- En la slaba
larga que sigue a un acento agudo (que es ocupada por el tono
descendente completo de la contonacin).
Ahora bien, aunque la reubicacin de los acentos parezca
insignificante, cuando se contrastan las nuevas posiciones con la
ubicacin del ictus en el hexmetro surge un patrn previamente
inobservable de forma contundente. Obsrvense los porcentajes de
concordancia, discordancia y no-concordancia entre acento e ictus
en una seleccin del corpus de Himnos Homricos:19
Grfico IRelacin Ictus-Prosodia en los Himnos Homricos II, III,
IV, V, XVIII y XIX (porcentajes)
18
19
Sidney W. ALLEN, Accent... cit., n. 16 describe el acento griego
en torno a la nocin de contonacin, que refiere a un ascenso del
tono de la voz seguido de un subsecuente descenso dentro de la
palabra. Este movimiento tonal es propiamente el acento griego. Las
propuestas de Allen han sido confirmadas independientemente por A.
H. SOMMERSTEIN, The Sound Pattern of Ancient Greek, Oxford, Basil
Blackwell, 1973; A. M. DEVINE y Lawrence D. STEPHENS, The Prosody
of Greek Speech, New York and Oxford, Oxford University Press,
1994.Las siguientes son las definiciones utilizadas para analizar
los datos: Concordancia: acento bartono u oxtono pre-pausal en la
tesis, sin importar la acentuacin del arsis. No-concordancia: sin
acento en todo el pie o slo con graves u oxtono no pre-pausal en la
tesis. Discordancia: cualquier tipo de acentuacin en el arsis sin
acento en la tesis. Oxtono pre-pausal se refiere a una marca de
agudo en una slaba larga final antes de una pausa en el texto,
donde la contonacin se completa de forma automtica.
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Alejandro Abritta, Los himnos de Proclo: memoria y sntesis de la
himnodia antigua68
Como puede verse, el verso tiende a comenzar con un alto
porcentaje de no-concordancia y discordancia, luego asciende
progresivamente hacia un altsimo porcentaje de concordancia para
bajar de nuevo en el cuarto pie, si bien con niveles ms bajos de
discordancia. En el sexto pie se ha propuesto que la relacin entre
el ictus y el acento es de determinacin: donde se halla el acento
se ubica el ictus.20 Esto tiene mucho sentido, ya que el hexmetro
es un metro catalctico con un ltimo pie de slo dos posiciones: una
variacin en el ictus a partir del acento permitira tener versos con
final femenino (con ictus en la penltima slaba) y versos con final
masculino (con ictus en la ltima slaba), lo que contribuira
positivamente a la esttica de la poesa.
Ahora bien, se puede preguntar por qu se ha presentado este
patrn con una muestra de los Himnos Homricos y no directamente
apelando a los de Proclo. La explicacin es muy sencilla: para el
siglo V d.C. hay acuerdo general entre los fonetistas en que el
acento tonal griego, junto con el sistema de distinciones
cuantitativas, haba desaparecido.21 El griego hablado (y parte de
la nueva poesa) ya no era el de los clsicos, que haba dejado de
usarse en el habla cotidiana como mnimo doscientos aos antes. De
hecho, para la poca helenstica componer hexmetro como los poetas
arcaicos ya era una tarea que exiga un considerable esfuerzo. Se
podr imaginar entonces que para el siglo V esta misma tarea
demandaba una profunda dedicacin y un vasto conocimiento de un
lenguaje que, a los fines prcticos, haba desaparecido. Y, a pesar
de eso, obsrvense los resultados del mismo anlisis presentado ms
arriba para los Himnos Homricos en los himnos de Proclo:
Grfico II Relacin Ictus-Prosodia en los Himnos de Proclo
(porcentajes)
20 21
A. P. DAVID, The Dance of the Muses... cit., nm. 17, p. 113.A.
M. DEVINE y Lawrence D. STEPHENS, The Prosody... cit., nm. 18, pp.
215-216 y sus referencias. Incluso en las estimaciones que colocan
esta desaparicin ms tardamente para el siglo V ya tena ms de dos
siglos.
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Una vez ms, es conveniente recordar que para generar este patrn
es necesario conocer y poder utilizar con fluidez un sistema
acentual, un lenguaje, que ni Proclo ni sus discpulos hablaban. Y
ntese que el neoplatnico no slo se esfuerza por generar el mismo
patrn, sino que adems lo lleva al extremo. De hecho, en el himno el
nivel de concordancia en el tercer pie es de cien por ciento. Uno
puede imaginar el esfuerzo que esto requiere pensando en componer
poesa espaola imitando el lenguaje del Poema del Mo Cid, que est a
una distancia similar de nosotros que la que separa a Homero de
Proclo. Pero recurdese que, a diferencia del espaol en los ltimos
mil aos, el griego que separa a estos autores haba sufrido un
cambio profundo en la tipologa del acento y haba perdido las
distinciones cuantitativas entre las slabas.
Naturalmente, estos resultados, si bien son significativos, son
poco sorprendentes. En algn sentido, no son ms que una extensin del
conocido hecho de que los poetas tardos imitan el lenguaje de los
poetas arcaicos, especialmente su metro. Sin duda, la incorporacin
del acento exacerba la dificultad de esta tarea, y sugiere que la
motivacin que mova a estos autores era mayor que la que usualmente
consideramos, pero no por ello el resultado debe sorprendernos.
Ahora bien, quizs s merece llevarnos a preguntar por qu semejante
trabajo. Es claro que componer hexmetro sin atencin al acento no
deba resultar especialmente dificultoso para hombres que durante
toda su vida leyeron un griego que estaba basado en distinciones
cuantitativas, pero la incorporacin del factor acentual parece
llevar las restricciones del metro ms all de lo que la simple
voluntad de imitacin puede explicar. La pregunta es, existe una
motivacin adicional que dara cuenta de este esfuerzo por parte de
Proclo de componer en hexmetro? La teora coral ofrece una pista
para responder esto a partir de su explicacin del origen del
hexmetro en una danza tradicional griega: el , baile circular en
donde los bailarines realizan una detencin con un pequeo giro
dentro de cada secuencia de pasos.22 Como en otras danzas
tradicionales griegas, el ritmo es dactlico, y por ello ha sido
identificado hace mucho como posible origen del hexmetro. Pero slo
una vez que el patrn de relacin entre ictus y acento fue
descubierto se puede decir que hay evidencia real para sostener
esta postura. Obsrvese la relacin entre los pasos de un de
diecisiete pies23 y el hexmetro dactlico:
22
23
Trasibulos GEORGIADES, Greek Music, Verse and Dance, N.Y.,
Merlin Press, 1956; A. M. DAVID, The Dance of the Muses... cit.,
nm. 17.La cantidad de pasos en el moderno no es fija.
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Alejandro Abritta, Los himnos de Proclo: memoria y sntesis de la
himnodia antigua70
Como puede observarse, los lmites del giro del baile explican
con gran xito las cesuras tradicionales. Explican adems la
tendencia a reforzar el tercer pie: dado que la retrogresin inicia
en la segunda breve de ste, el verso tiene un punto culminante aqu;
esto se manifiesta en la tendencia a hacer concordar la tesis de
este pie con un bartono, que sirve para marcar el final de la
primera parte del verso.
Existen ms pruebas que permiten reforzar la idea de que el
hexmetro halla su origen en el baile mencionado, pero ste no es el
lugar para desarrollarlas.24 S podra preguntarse qu importancia
tiene esto para responder la pregunta realizada ms arriba, por qu
el esfuerzo de Proclo y sus contemporneos para componer en
hexmetro? La respuesta se halla en el origen del propio en la
imitacin de los movimientos planetarios, dado que el recorrido en
el cielo de los planetas observables desde la Tierra a simple vista
no es circular. En un punto de su avance por el cielo, los astros
realizan un pequeo giro, o algn tipo de retroceso, y luego retoman
su curso.25 Es ms que probable que este movimiento sea imitado por
los bailarines en la danza, de manera de entrar en algn tipo de
contacto con la esfera celeste. El hallara as su origen en las
estrellas.
De esto hallamos una prueba curiosa en la tradicin neoplatnica.
La palabra que Proclo usa frecuentemente al hablar del movimiento
de los planetas es ,26 que no aparece ni en la Fsica de Aristteles
ni, lo que es ms significativo, en la obra de Ptolomeo. En Proclo
se halla en frases tan elocuentes como
, .27
De este modo tambin, el cosmos es movido en torno a s mismo, y
se vuelve sobre s mismo y danza en torno al punto medio, que
resulta el centro del movimiento csmico.
Ahora bien, aunque el LSJ propone como acepcin de referido a
cualquier movimiento circular, los pasajes citados bajo esa acepcin
no parecen condecirse con esta idea28 y, por otro lado, resulta
extrao que un verbo con un sentido tan claramente definido pueda
adoptar un significado tan amplio. Ms an, el hecho de que ni
Ptolomeo ni Aristteles lo usen para referirse al movimiento de los
planetas parece reforzar la idea de que no hay ninguna neutralidad
en el uso de la palabra. Cuando Platn y Proclo (o Luciano o Filn)
dicen que el cosmos, el mundo o los astros danzan, efectivamente
estn diciendo que danzan.
24
25
26
27 28
Alejandro ABRITTA, Sobre la posibilidad... cit., nm. 15, para
algunas. Me encuentro preparando un trabajo que desarrolla con
detalle las mencionadas pruebas.La descripcin, imgenes y
animaciones y la explicacin de este fenmeno pueden hallarse en la
excelente pgina de Martin Powell: http://www.nakedeyeplanets.comVer
las muchas referencias que se hallan en Evanghelos A. MOUTSOPOULOS,
Les dieux dansent chez Proclus, Kernos, vol. 17, 2004, pp. 179-185.
Vale la pena sealar tambin que ya Platn (Timeo 40c) hablaba de la
de los cuerpos celestes.In Timeum, 2.93.13-15.Los pasajes son
Platn, Epin. 982e, donde de hecho lo que se est sosteniendo es que
el movimiento de los planetas se asemeja al de seres inteligentes,
el dudoso Fr. 11 de Aristteles, Luc. De Salt.17, donde en realidad
se dice que la danza de los hindes () imita la del sol; y
finalmente Filn, De Mundi 70.4-5, donde si bien el contexto es
astronmico, se est hablando de la armona del universo, y se dice
que los movimientos planetarios son , de acuerdo a las leyes de la
perfecta msica.
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Naturalmente, lo importante de esto no es, en sentido estricto,
el trmino para referirse al movimiento de los planetas, sino lo que
eso implica para las acciones humanas. En un sentido muy directo,
el uso de para referirse al movimiento planetario sugiere que para
estos autores los bailarines no imitan meramente a la esfera
celeste: realizan exactamente la misma accin. Y, por simple
transferencia, al entonar un poema en hexmetro el filsofo se
vincula en forma directa con este movimiento. Finalmente, entonces,
se puede dar cuenta de la insistencia de los poetas tardos, y
especialmente de Proclo, en utilizar no slo las reglas
cuantitativas del hexmetro, sino los patrones de concordancia entre
acento e ictus que lo ligan fuertemente al : al utilizar este
metro, el himno se conecta inmediatamente con los astros, adonde el
neoplatnico intenta ascender. Recurdese en ese sentido que, para
Proclo y el neoplatonismo, el objetivo de la filosofa es volverse
igual a los dioses.29 Y qu mejor manera de volverse igual a los
dioses que hacer exactamente lo que ellos hacen? El cambio del
neoplatonismo despus de Siriano, el abandono de la idea de que
parte del Uno permanece en el alma y el nfasis en la tergia como
medio de elevarse en la jerarqua divina30 seguramente influy
enormemente en la importancia dada por Proclo al hexmetro, que
supone un vnculo mstico con la divinidad perdido en el hombre para
los neoplatnicos tardos. En algn sentido, el despertar lo divino en
uno, ltimas palabras de Plotino segn Porfirio,31 es reemplazado por
un despertar la potencia mstica de un larga tradicin que los
griegos traan desde tiempos inmemoriales.
Esto permite entender ese esfuerzo por recuperar y utilizar una
parte fundamental de la tradicin griega que lo precede, con un fin,
como se acaba de sealar, muy vinculado a la filosofa neoplatnica
tarda. Al utilizar el hexmetro, Proclo intenta preservar el vnculo
que sus antepasados, especialmente los grandes poetas, construyeron
con los dioses, en un ejercicio de la memoria que no es meramente
una imitacin, sino, en su percepcin, la continuacin de un trabajo
de ms de mil aos. Y esto mismo puede observarse en los himnos
particulares, donde se revela una profunda atencin a las
estrategias compositivas de los poetas inspirados. A fin de
ejemplificar esto, en lo que queda de esta contribucin me
concentrar en un anlisis estructural del himno A Atenea de gran
ingenio, que cierra la coleccin conservada.32
Un anlisis del himno a Atenea
El ltimo himno del corpus suprstite de Proclo ha sido uno de los
ms atendidos por la crtica, por su extensin y contenido. Es, de
entre los poemas conservados, el que mayor cantidad de referencias
parece tener a la mitologa tradicional sobre un dios. En orden de
aparicin, se mencionan el nacimiento de Atenea de la cabeza de Zeus
(vv. 1-2), la derrota de los gigantes (vv. 7-8), el intento de
violacin por parte de Hefesto (vv. 9-10), el mito rfico sobre el
descuartizamiento de Dioniso (vv. 11-15), la invencin de Atenea de
las
29 30
31 32
Robert M. VAN DEN BERG, Proclus Hymns... cit., nm. 1, pp.
18-19.E. R. DODDS, Theurgy and Its Relationship to Neoplatonism,
The Journal of Roman Studies, vol. 37, 1947, pp. 55-69; Anne
SHEPPARD, Proclus Attitude to Theurgy, CQ, vol. 32, 1982, pp.
212-224; Robert M. VAN DEN BERG, Proclus Hymns... cit., nm. 1, pp.
46-49.VP. 2.26-27.A menos que Martin L. WEST, The Eight Homeric
Hymn and Proclus... cit., nm. 5, est en lo cierto.
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Alejandro Abritta, Los himnos de Proclo: memoria y sntesis de la
himnodia antigua72
artes manuales (vv. 19-20) y la pelea con Poseidn por el tica
(vv. 21-30). De todos estos mitos, por supuesto, existe una
interpretacin alegrica que justifica su aparicin,33 pero es til
recordar que, si bien para nosotros eso puede ser percibido como
una ruptura con la tradicin, para Proclo y para los neoplatnicos
tardos en general era en realidad el mayor esfuerzo de conservacin
realizable. El preservar el significado profundo de los mitos era
tan o ms importante que el preservar su letra. Recurdese que las
fuentes de Proclo para estas historias son Homero, Hesodo y
Orfeo:34 autores inspirados cuyas alegoras eran fundamentales no
slo por su contenido, sino por la forma en que eran transmitidas.
En algn punto, el proceso de interpretacin del neoplatonismo tardo
de los autores arcaicos es muy prximo al del cristianismo primitivo
de los libros sagrados, donde los niveles de significado literal,
alegrico y moral cobran la misma importancia.35
Ahora bien, al igual que al nivel del contenido, en el nivel
formal tambin parece haber una fuerte recuperacin de ideas
tradicionales, ms all del metro. Segn Van den Berg,36 el himno se
divide en cuatro partes: invocacin (vv. 1-6), aretaloga (vv. 7-30),
pedido (vv. 32-50) e invocacin final (vv. 51-52). La cantidad de
partes, no obstante, resulta llamativa. Normalmente los himnos
tienen tres secciones: una invocacin, una parte central o argumento
y un pedido final.37 El detalle de la invocacin final parece
insignificante, y en un sentido lo es, pero para un autor como
Proclo que pretende seguir tan de cerca a sus predecesores no deja
de ser llamativo. Un anlisis detenido de las primeras dos secciones
refuerza esta idea. Comprense por ejemplo los primeros versos de
este himno (vv. 1-8):
, , , , , , , , , , , , , ,
Escchame, hija de Zeus que lleva la gida, la de la paternafuente
y desde el tope de tu serie lanzada,de espritu masculino, portadora
del escudo, de gran fuerza, de poderoso padre,Palas, Tritogenia,
que blandes la lanza, de dorado casco,escchame! Recibe este himno
con benvolo espritu, venerada,
33
34 35
36 37
Robert M. VAN DEN BERG, Proclus Hymns... cit., nm. 1, ad loc
recupera las posibles interpretaciones alegricas en cada caso.Esto
es, los Himnos rficos. Se entiende que para Proclo haban realmente
sido compuestos por el poeta mtico.Sobre la (ambigua) relacin de
Proclo y el neoplatonismo tardo con el cristianismo, Enrique A.
RAMOS JURADO, La posicin de Proclo ante el cristianismo, Habis,
vol. 5, 1974, pp. 25-36.Robert M. VAN DEN BERG, Proclus Hymns...
cit., pp. 278-279.Richard JANKO, The Structure of the Homeric
Hymns: A Study in Genre, Hermes, vol. 109, 1981, pp. 9-24; sobre
los Himnos Homricos, Anne-France MORAND, tudes sur les Hymnes
orphiques, Leiden-Boston-Kln, Brill, 2001, pp. 40-48; sobre los
Himnos rficos, Jan M. BREMER, Greek Hymns, H. S. VERSNEL (ed.),
Faith, Hope and Worship. Aspects of Religious Mentality in the
Ancient World, Leiden, Brill, 1981, pp. 193-215; William FURLEY y
Jan M. BREMER, Greek Hymns, vol. 1: The Texts in Translation,
Tbingen, Mohr Siebeck, 2001, pp. 50-63, sobre los himnos griegos en
general.
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Anuario del Centro de Estudios Histricos Prof. Carlos S. A.
Segreti / 12 73
y no dejes nunca mi palabra a los vientos,[t] que abriste las
puertas de la sabidura pisadas por los diosesy dominaste a la
belicosa raza de los Gigantes.
con los del Himno Homrico XXVIII (vv. 1-5):
, , ,...
A Palas Atenea, gloriosa diosa, comienzo a cantar,la de ojos
glaucos, de mucho ingenio, que tiene un corazn inflexible,virgen
venerable, protectora de ciudades, valerosa,Tritogenia, la que
engendr l mismo el prudente Zeusdesde su venerada cabeza,...
Ntese que, adems de las coincidencias textuales y mitolgicas,
hay algn nivel de coincidencia formal tpico de los himnos.38 La
expansin de la introduccin a partir de una lista de eptetos, que no
es frecuente pero se halla en los Himnos Homricos,39 es universal
en los Himnos rficos y comn en los de Proclo. En este caso, la
coincidencia de eptetos entre los poemas se refuerza, ya que estn
dirigidos a la misma deidad.
Un segundo aspecto en donde los himnos de Proclo siguen el
esquema tradicional es la introduccin del argumento, la parte
central del himno, con una clusula de relativo. En el pasaje
citado, el del verso 7 es un artculo, pero en los versos 9-10 se
lee
La que escapando del deseo del ardoroso Hefestoguardaste el
inquebrantable lazo de tu virginidad.
El respeto por la estructura tradicional es evidente,
especialmente cuando se toma en cuenta que hay aqu una fuerte
influencia de los Himnos rficos, cuya estructura es claramente
diferente de la de los Homricos. En Abritta, Towards a Choral
History of Ancient Greek Hymnody: About the Development of the
Homeric Hymns (en preparacin), he sugerido que los Himnos rficos
son el resultado de una respuesta distinta a los Homricos a los
requerimientos del hexmetro. Mientras los segundos dividen
claramente la invocacin de la parte central narrativa, el argumento
de los primeros es casi con seguridad slo una invocacin expandida,
y por lo tanto no tiene lmites claros. Es evidente que no hay razn
para suponer que Proclo estuviera especialmente interesado
38
39
En ningn caso pretendo sugerir que Proclo sigue de cerca el
modelo homrico. Es justamente su respeto por la tradicin que lo
precede, y no la imitacin de composiciones especficas, lo que
justifica que su poesa sea un ejercicio de memoria cultural y no un
mero juego literario.En los himnos a Hermes (IV) y a Pan (XIX).
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Alejandro Abritta, Los himnos de Proclo: memoria y sntesis de la
himnodia antigua74
en esta diferencia; por el contrario, la hibridez de sus
composiciones sugiere que, como en su interpretacin de los filsofos
antiguos, el neoplatnico intenta en su poesa conciliar posiciones
incompatibles. Que el primer mito del argumento est referido a la
manera rfica, con un par de participios sustantivados, mientras que
a partir del segundo se apela al uso homrico de introducir a partir
de clusulas de relativo es una buena muestra de este esfuerzo.
Resulta significativo en este sentido que el resto del
desarrollo de la parte central de este himno pueda entenderse
tambin como una combinacin de estrategias compositivas. Proclo
parece enumerar a la manera rfica una serie de aspectos del dios
invocado, pero desarrolla, aunque mnimamente, cada mito a la manera
homrica. El argumento no resulta, entonces, una mera expansin de la
introduccin, como en los Himnos rficos,40 pero tampoco un relato a
la manera de los Himnos Homricos; no obstante, siendo una
combinacin de ambos parece pretender respetar y vincular ambas
tradiciones.
Ahora bien, hasta este punto hallamos dos secciones, como
sugiere Van den Berg, y el recorrido hasta el verso 30, ms all de
las cuestiones sealadas, es relativamente simple. Son las ltimas
veinte lneas del himno las que resultan complicadas, dado que
parecen tener dos llamados distintos a la diosa. El primero, en el
verso 31, seguido de las primeras splicas en 32-34:
, ,
Escchame, t que brillas con la sagrada luz de tu rostro,y dame
un puerto dichoso a m que yerro por la tierra,da al alma luz
sagrada desde tus sacrales mitosy sabidura y amor!
El segundo pedido se halla en los ltimos dos versos, lo que Van
den Berg llama invocacin final (vv. 51-52):
, , .
Escchame, escchame, soberana! Vengo a ti muy suplicantepor
imperante necesidad, y t concediste un dulce odo.
La clave de esta separacin se halla en la repeticin del
imperativo , que resulta verdaderamente llamativa en dos momentos
tan distanciados del himno. Sin embargo, Proclo no est siendo
original aqu. En el Himno rfico a Apolo encontramos exactamente el
mismo movimiento, con un en el verso 10 y otro en el ltimo del
poema, el verso 27:
40 Jean RUDHART, Quelques rflexions sur les hymnes orphiques,
Recherches et Rencontres, vol. 3, 1991, pp. 263-288, ha sugerido
que la enumeracin de eptetos y atributos en los Himnos rficos hace
en muchos casos referencia implcita a diversos mitos, generalmente
tradicionales, sobre la divinidad a la que se invoca. En ese
sentido, se podra decir que Proclo expande con una estrategia
homrica un himno compuesto a la manera rfica.
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Anuario del Centro de Estudios Histricos Prof. Carlos S. A.
Segreti / 12 75
10 , , , 15, , , , , {} , 20 , , , . , , , 25 . , , . Escchame
con nimo benvolo, que ruego por los pueblos;Pues t ves todo este
ter infinitoY la tierra de feliz destino desde arriba, y a travs de
la penumbraEn la quietud de la noche bajo la tiniebla de los ojos
de estrellaHas visto por debajo las races, y tienes los confines
del cosmosTodo; para ti son de cuidado el principio y el
fin,Completamente floreciente, toda la esfera celeste con la ctara
sonoraHaces concordar, una vez yendo al lmite de la cuerda ms
corta,Otra vez en cambio de la ms larga, otra vez segn el modo
dricoHaciendo concordar toda la esfera celeste distingues las
especies vivientes,Con la armona templando para los hombres el
destino universal,Mezclando igual medida de invierno y de verano
para unos y para otros,Distinguiendo en la ms larga el invierno, en
la ms corta el verano,En el drico la flor oportuna de la primavera
muy amable.Por esto los mortales te celebran con el nombre de
soberano,Pan, dios bicorne, que arroja los silbidos del viento;
Porque tienes el sello como modelo de todo el cosmos.Escucha,
bienaventurado, salvando a los iniciados con voz suplicante.
Este himno es el nico de la coleccin de los rficos en donde esto
sucede. Esta repeticin, a su vez, apunta a un fenmeno que tampoco
es exclusivo de este himno rfico: en un trabajo previo41 he
sugerido que es la marca de un pedido final expandido. Como se ha
observado, este proceso de expandir secciones es caracterstico de
las composiciones en hexmetro, en el caso de la expansin de la
invocacin y el argumento, es relativamente
41 Alejandro ABRITTA, Contribuciones al problema de la unidad
del Himno Homrico a Apolo, Argos, vol. 35, 2011.
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Alejandro Abritta, Los himnos de Proclo: memoria y sntesis de la
himnodia antigua76
comn; en particular la parte central puede considerarse por
completo una expansin de la invocacin que ha alcanzado un estatuto
independiente. La expansin de la conclusin no es comn, pero posee
una caracterstica que la hace fcilmente identificable: el pasaje
que puede considerarse el desarrollo de alguno de los aspectos del
cierre del himno siempre precede a la mencin de ese aspecto. En el
caso del Himno rfico a Apolo, por ej., entre los versos 11 y 26 se
desarrolla el rol de Apolo en la organizacin de la armona del
universo, lo que luego se transcribe en el ltimo verso en el pedido
de salvar a los iniciados con voz suplicante.
Se puede observar lo mismo en el caso del himno a Atenea de
Proclo. Lo ms significativo de los ltimos dos versos es la que
mueve al filsofo. Es este aspecto del pedido lo que se desarrolla
en las lneas anteriores (especficamente, entre los vv. 37-50). El
hombre es acosado por sus acciones impas, cometidas con insensato
espritu (vv. 38-9), por las Penas y por las enfermedades (vv. 41 y
ss.), por los dolores (vv. 45-6); necesita, adems, bienes mundanos
que, seguramente, es incapaz de procurarse sin la ayuda de los
dioses, la tranquilidad en la vida (v. 47),42 hijos, esposa,
gloria, dicha, amable alegra, la capacidad de persuadir, amigos
para conversar, ingenio, poder, preeminencia (vv. 47-50). La
necesidad lo atormenta a cada paso, y por eso eleva sus plegarias a
los dioses. El pedido de Proclo consta de dos partes: los versos
31-36, donde se suplica por la elevacin del alma a las regiones
divinas, y los versos 37-52, donde, en expansin de la necesidad
terrenal que mueve al filsofo a suplicar a la diosa, se solicita
proteccin de los males y concesin de los bienes mundanos. Esta
larga plegaria, entonces, no debera entenderse ms que como una
seccin final tradicional con un considerable grado de detalle.
Propongo, entonces, la siguiente estructura tripartita y
completamente tradicional para el himno a Atenea de gran
ingenio:
- Invocacin: vv. 1-6, con repeticin del llamado inicial,
expandido con una sucesin de eptetos entre los vv. 1-4.- Argumento:
vv. 7-30, con un inicio rfico en el verso 7, y uno homrico en el
verso 9. Los versos 7-8, por ello, diluyen la divisin entre
invocacin y parte central.- Pedido: vv. 31-52, dividido en dos
partes, una referida a la del alma a los reinos celestiales (vv.
31-36) y otra referida a la necesidad terrenal (vv. 51-52), con
expansin sobre la naturaleza de esta necesidad (vv. 37-50).
Conclusin
Se ha observado que el trabajo de composicin de Proclo en sus
himnos implica un enorme esfuerzo de conservacin de las formas
tradicionales. Sin imitar a ninguno de los poetas inspirados a cuya
interpretacin dedic gran parte de su trabajo, el neoplatnico
produjo su poesa respetando al mximo posible los principios que los
guiaban. La teora coral, a travs de la nueva teora del acento, del
estudio de la relacin acento-ictus y de la ubicacin del origen del
hexmetro en el permiti observar los aspectos mtrico-prosdicos de
este esfuerzo: a pesar de la desaparicin ms de dos siglos antes de
la fontica griega clsica, Proclo logr componer una poesa que podra
pasar perfectamente
42 Es importante el comentario de Robert M. VAN DEN BERG,
Proclus Hymns... cit., nm. 1, p. ad loc para la comprensin de este
verso.
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Anuario del Centro de Estudios Histricos Prof. Carlos S. A.
Segreti / 12 77
por obra de autores arcaicos. El anlisis del himno A Atenea de
mucho ingenio mostr que este trabajo se extiende tambin a la
conservacin de la mitologa tradicional y de la estructura formal de
la himnodia. En ambos aspectos, el poema sugiere un cuidadoso
trabajo de elaboracin a fin de respetar y reproducir las
tradiciones compositivas de los poetas inspirados de los Himnos
Homricos y los Himnos rficos. Finalmente, se puede decir que el
esfuerzo de recuperacin de Proclo de la tradicin potica griega no
es meramente una imitacin, sino el intento, en el crepsculo del
mundo antiguo, de conservar y revivir una memoria cultural que
todava era completamente capaz de moldear una concepcin del
mundo.