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Lope de Vega
EL CASTIGO SIN VENGANZA
This edition of the play is intended to be a reliable edition
but is, under no circumstances, to be considered as a thorough
critical edition complete with variant readings, extensive notes,
nor any of the valuable expository discussion that is usually found
in such. Those who would like to study the play or to comment on it
with greater security than can be claimed for this electronic
edition should refer to one of the modern critical editions of the
work: The edition based on the autograph, by Cornelius van Dam and
published in Salamanca, by Anaya in 1968, or that prepared by A.
David Kossoff and published in Madrid by Clasicos Castalia, in
1970.Either of these editions should be easily found in any
reasonable university library. In them you will also find a
bibliography of early editions and manuscripts available for the
play, cogent discussion of the work as literature, and a suggestive
bibliography of articles about this comedia.
El castigo sin venganza has also been the subject of many
studies that have been published since these two editions were
prepared. These items may be identified by reference to the
valuable ABibliography on the Comedia@ published each fall in the
Bulletin of the Comediantes. The video archives of the AHCT contain
a of the play, as performed in the ASiglo de Oro@ Festival at El
Chamizal National Memorial in 1997 by the Compañía de Teatro
Universitario de Guadalajara under the direction of Víctor
Castillo. There is a translation that has been reported to be
available from Aris and Phillips (Warminster) as prepared by C. J.
Davies. This publication should also include a very fine
introduction and an edition based on the best available criticism
as of the time it was published. Vern Williamsen June 25, 2001
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EL CASTIGO SIN VENGANZA LOPE DE VEGA
Personas que hablan en ella: El DUQUE de Ferrara FEBO, criado
del Duque RICARDO, criado del Duque El conde FEDERICO, su hijo
ilegítimo BATÍN, lacayo del Conde Federico El MARQUÉS Gonzaga, de
Mantua RUTILIO, criado del Marqués AURORA, sobrina del Duque de
Ferrara CASANDRA, la Duquesa de Ferrara LUCRECIA, criada de la
Duquesa FLORO, criado LUCINDO, criado ALBANO, criado CINTIA, mujer
del pueblo PRIMER ACTO Salen el DUQUE, FEBO y RICARDO RICARDO:
(Linda burla! FEBO: (Por extremo! Pero, )quién imaginara que era el
duque de Ferrara? DUQUE: Que no me conozcan temo.
5 RICARDO: Debajo de ser disfraz, hay licencia para todo; que
aun el cielo en algún modo es de disfraces capaz. )Qué piensas tú
que es el velo
10 con que la noche le tapa? Una guarnecida capa con que se
disfraza el cielo.
Y para dar luz alguna, las estrellas que dilata
15 son pasamanos de plata, y una encomienda la luna. DUQUE: )Ya
comienzas desatinos? FEBO: No, lo ha pensado poeta
de estos de la nueva seta,
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20 que se imaginan divinos. RICARDO: Si a sus licencias
apelo,
no me darás culpa alguna; que yo sé quien a la luna llamó
requesón del cielo.
25 DUQUE: Pues no te parezca error; que la poesía ha llegado a
tan miserable estado, que es ya como jugador
de aquellos transformadores, 30 muchas manos, ciencia poca,
que echan cintas por la boca, de diferentes colores.
Pero dejando a otro fin esta materia cansada,
35 no es mala aquella casada. RICARDO: )Cómo mala? (Un
serafín!
Pero tiene un bravo azar, que es imposible sufrillo.
DUQUE: )Cómo? RICARDO: Un cierto maridillo
40 que toma y no da lugar. FEBO: Guarda la cara. DUQUE: Ése ha
sido
siempre el más crüel linaje de gente de este paraje.
FEBO: El que la gala, el vestido 45 y el oro deja traer
tenga, pues él no lo ha dado, lástima al que lo ha comprado;
pues si muere su mujer,
ha de gozar la mitad 50 como bienes gananciales.
RICARDO: Cierto que personas tales poca tienen caridad,
hablando cultidiablesco, por no juntar las dicciones.
55 DUQUE: Tienen esos socarrones con el diablo parentesco;
que, obligando a consentir, después estorba el obrar.
RICARDO: Aquí pudiera llamar; 60 pero hay mucho que decir.
DUQUE: )Cómo? RICARDO: Una madre beata
que reza y riñe a dos niñas
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entre majuelos y viñas, una perla y otra plata.
65 DUQUE: Nunca de exteriores fío. RICARDO: No lejos vive una
dama,
como azúcar de retama: dulce y morena.
DUQUE: )Qué brío? RICARDO: El que pide la color;
70 mas el que con ella habita es de cualquiera visita cabizbajo
rumiador.
FEBO: Rumiar siempre fue de bueyes. RICARDO: Cerca habita una
mujer,
75 que diera buen parecer si hubiera estudiado leyes.
DUQUE: Vamos allá. RICARDO: No querrá
abrir a estas horas. DUQUE: )No?
)Y si digo quién soy yo? 80 RICARDO: Si lo dices, claro
está.
DUQUE: Llame pues. RICARDO: Algo esperaba,
que a dos patadas salió. CINTIA en alto CINTIA: )Quién es?
RICARDO: Yo soy. CINTIA: )Quién es yo? RICARDO: Amigos, Cintia;
abre, acaba,
85 que viene el duque conmigo. Tanto mi alabanza pudo.
CINTIA: )El duque? RICARDO: )Eso dudas? CINTIA: Dudo,
no digo el venir contigo, mas el visitarme a mí
90 tan gran señor y a tal hora. RICARDO: Por hacerte gran
señora
viene disfrazado así. CINTIA: Ricardo, si el mes pasado
lo que agora me dijeras 95 del duque, me persuadieras
que a mis puertas ha llegado; pues toda su mocedad
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ha vivido indignamente, fábula siendo a la gente
100 su viciosa libertad. Y como no se ha casado
por vivir más a su gusto, sin mirar que fuera injusto ser de un
bastardo heredado,
105 aunque es mozo de valor Federico, yo creyera que el duque a
verme viniera.
Mas ya que como señor se ha venido a recoger,
110 y de casar concertado, su hijo a Mantua ha envïado por
Casandra, su mujer,
no es posible que ande haciendo locuras de noche ya,
115 cuando esperándola está y su entrada previniendo;
que si en Federico fuera libertad, )qué fuera en él? Y si tú
fueras fïel,
120 aunque él ocasión te diera, no anduvieras atrevido
desilustrando su valor; que ya el duque, tu señor, está acostado
y dormido
125 y así cierro la ventana; que ya sé que fue invención para
hallar conversación. Adiós, y vuelve mañana.
DUQUE: (A buena casa de gusto 130 me has traído!
RICARDO: Yo, señor, )qué culpa tengo?
DUQUE: Fue error fïarle tanto disgusto
para la noche que viene. FEBO: Si quieres yo romperé
135 la puerta. DUQUE: (Que esto escuché! FEBO: Ricardo la culpa
tiene.
Pero, señor, quien gobierna, si quiere saber su estado, como es
temido o amado,
140 deje la lisonja tierna
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del crïado adulador, y disfrazado de noche, en traje humilde, o
en coche, salga a saber su valor;
145 que algunos emperadores se valieron de este engaño.
DUQUE: Quien escucha, oye su daño; y fueron, aunque los
dores,
filósofos majaderos, 150 porque el vulgo no es censor
de la verdad, y es error de entendimientos groseros
fïar la buena opinión de quien, inconstante y vario,
155 todo lo juzga al contrario de la ley de la razón.
Un quejoso, un descontento echa, por vengar su ira, en el vulgo
una mentira,
160 a la novedad atento. Y como por su bajeza
no la puede averiguar ni en los palacios entrar, murmura de la
grandeza.
165 Yo confieso que he vivido libremente y sin casarme, por no
querer sujetarme, y que también parte ha sido
pensar que me heredaría 170 Federico, aunque bastardo;
mas ya que a Casandra aguardo, que Mantua con él me envía
todo lo pondré en olvido. FEBO: Será remedio casarte.
175 RICARDO: Si quieres desenfadarte pon a esta puerta el
oído.
DUQUE: )Cantan? RICARDO: )No lo ves? DUQUE: )Pues, quién
vive aquí? RICARDO: Vive un autor
de comedias. FABIO: Y el mejor
180 de Italia. DUQUE: Ellos cantan bien.
)Tiénelas buenas?
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RICARDO: Están entre amigos y enemigos: buenas las hacen amigos
con los aplausos que dan
185 y los enemigos malas. FEBO: No pueden ser buenas todas.
DUQUE: Febo, para nuestras bodas
prevén las mejores salas y las comedias mejores,
190 que no quiero que repares en las que fueren vulgares.
FEBO: Las que ingenios y señores aprobaren, llevaremos.
DUQUE: )Ensayan? RICARDO: Y habla una dama.
195 DUQUE: Si es Andrelina, es de fama. (Qué acción! (Qué
afectos! (Qué extremos!
Habla dentro la voz de una MUJER MUJER: Déjame, pensamiento.
No más, no más, memoria, que mi pasada gloria
200 conviertes en tormento, y de este sentimiento no quiero
memoria, sino olvido; que son de un bien perdido, Caunque presumes
que mi mal mejorasC
205 discursos tristes para alegres horas. DUQUE: (Valiente
acción! FEBO: (Extremada! DUQUE: Más oyera; pero estoy
sin gusto. A acostarme voy. RICARDO: )A las diez? DUQUE: Todo me
enfada.
210 RICARDO: Mira que es esta mujer única.
DUQUE: Temo que hable alguna cosa notable.
RICARDO: De ti, )cómo puede ser? DUQUE: )Agora sabes,
Ricardo,
215 que es la comedia un espejo, en que el necio, el sabio, el
viejo, el mozo, el fuerte, el gallardo,
el rey, el gobernador,
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la doncella, la casada, 220 siendo al ejemplo escuchada
de la vida y del honor, retrata nuestras costumbres,
o livianas o severas, mezclando burlas y veras,
225 donaires y pesadumbres? Basta, que oí del papel
de aquella primera dama el estado de mi fama; bien claro me
hablaba en él.
230 )Que escuche me persüades la segunda? Pues no ignores que no
quieren los señores oír tan claras verdades.
Vanse. Salen FEDERICO, de camino, muy galán, y BATÍN BATÍN:
Desconozco el estilo de tu gusto.
235 )Agora en cuatro sauces te detienes, cuando a negocio,
Federico, vienes de tan grande importancia?
FEDERICO: Mi disgusto no me permite, como fuera justo, más prisa
y más cuidado;
240 antes la gente dejo, fatigado de varios pensamientos, y al
dosel de estos árboles, que, atentos a las dormidas ondas de este
río, en su puro cristal, sonoro y frío,
245 mirando están sus copas, después que los vistió de verdes
ropas, de mí mismo quisiera retirarme; que me cansa el hablarme,
del casamiento de mi padre, cuando
250 pensé heredarle; que si voy mostrando a nuestra gente gusto,
como es justo, el alma llena de mortal disgusto, camino a Mantua,
de sentido ajeno; que voy por mi veneno
255 en ir por mi madrastra, aunque es forzoso. BATÍN: Ya de tu
padre el proceder vicioso,
de propios y de extraños reprendido, quedó a los pies de la
virtud vencido; ya quiero sosegarse;
260 que no hay freno, señor, como casarse.
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Presentóle un vasallo al rey francés un bárbaro caballo de
notable hermosura, cisne en el nombre y por la nieve pura
265 de la piel que cubrían las rizas canas, que los pies caían
de la cumbre del cuello, en levantando la pequeña cabeza.
Finalmente le dio naturaleza,
270 que alguna dama estaba imaginando, hermosura y desdén,
porque su furia tenía por injuria sufrir al picador más fuerte y
diestro. Viendo tal hermosura y tal siniestro,
275 mandóle el rey echar en una cava a un soberbio león que en
ella estaba y en viéndole feroz, apenas viva el alma sensitiva,
hizo que el cuerpo alrededor se entolde
280 de las cirnes, que ya crespas sin molde, si el miedo no lo
era, formaron como lanzas blanca esfera, y en espín erizado de
orgulloso caballo transformado,
285 sudó por cada pelo una gota de hielo, y quedó tan pacífico y
humilde, que fue un enano en sus arzones tilde; y el que a los
picadores no sufría,
290 los pícaros sufrió desde aquel día. FEDERICO: Batín, ya sé
que mi vicioso padre
no pudo haber remedio que le cuadre como es el casamiento; pero,
)no ha de sentir mi pensamiento
295 haber vivido con tan loco engaño? Ya sé que al más altivo,
al más extraño, le doma una mujer, y que delante de este león, el
bravo, el arrogante se deja sujetar del primer niño,
300 que con dulce cariño y media lengua, o muda o balbuciente,
teniéndole en los brazos le consiente que le tome la barba. Ni rudo
labrador la roja parva,
305 como un casado la familia mira, y de todos los vicios se
retira.
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Mas, )qué me importa a mí que se sosiegue mi padre, y que se
niegue a los vicios pasados,
310 si han de heredar sus hijos sus estados, y yo, escudero vil,
traer en brazos algún león que me ha de hacer pedazos?
BATÍN: Señor, los hombres cuerdos y discretos, cuando se ven
sujetos
315 a males sin remedio poniendo a la paciencia de por medio,
fingen contento, gusto y confïanza por no mostrar envidia y dar
venganza.
FEDERICO: )Yo sufriré madrastra? BATÍN: )No sufrías
320 las muchas que tenías con los vicios del duque? Pues agora
sufre una sola que es tan gran señora.
FEDERICO: )Qué voces son aquéllas? BATÍN: En el vado del río
suena gente.
325 FEDERICO: Mujeres son; a verlas voy. BATÍN: Detente.
FEDERICO: Cobarde, )no es razón favorecellas? Vase FEDERICO BATÍN:
Excusar el peligro es ser valiente. (Lucindo! (Albano! (Floro!
Salen los tres LUCINDO: (El conde llama! ALBANO: )Dónde está
Federico? FLORO: )Pide acaso
330 los caballos? BATÍN: Las voces de una dama, con poco seso y
con valiente paso le llevaron de aquí. Mientras le sigo, llamad la
gente. Vase BATÍN LUCINDO: )Dónde vas? Espera. ALBANO: Pienso que
es burla. FLORO: Y lo mismo digo,
335 aunque suena rumor en la ribera de gente que camina.
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LUCINDO: Mal Federico a obedecer se inclina el nuevo dueño,
aunque por ella viene. ALBANO: Sale a los ojos el pesar que tiene.
Sale FEDERICO con CASANDRA en los brazos
340 FEDERICO: Hasta poneros aquí los brazos me dan licencia.
CASANDRA: Agradezco, caballero, vuestra mucha gentileza. FEDERICO:
Y yo a mi buena fortuna
345 traerme por esta selva, casi fuera de camino. CASANDRA: )Qué
gente, señor, es ésta? FEDERICO: Crïados que me acompañan. No
tengáis, señora, pena.
350 Todos viene a serviros. Sale BATÍN con LUCRECIA, criada, en
los brazos BATÍN: Mujer, dime, )cómo pesas, si dicen que sois
livianas? LUCRECIA: Hidalgo, )dónde me llevas? BATÍN: A sacarte por
lo menos
355 de tanta enfadosa arena, como la falta del río en estas
orillas deja. Pienso que fue treta suya, por tener ninfas tan
bellas,
360 volverse el coche al salir; que si no fuera tan cerca,
corriérades gran peligro. FEDERICO: Señora, porque yo pueda
hablaros con el respeto
365 que vuestra persona muestra, decidme quién sois. CASANDRA:
Señor, no hay causa por que no deba decirlo. Yo soy Casandra, ya de
Ferrara duquesa,
370 hija del duque de Mantua. FEDERICO: )Cómo puede ser que sea
vuestra alteza y venir sola? CASANDRA: No vengo sola; que fuera
cosa imposible; no lejos
375 el marqués Gonzaga queda,
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a quien pedí me dejase, atravesando una senda, pasar sola en
este río parte de esta ardiente siesta;
380 y por llegar a la orilla, que me pareció cubierta de más
árboles y sombras, había más agua en ella, tanto, que pude
correr,
385 sin ser mar, fortuna adversa; mas no pudo ser Fortuna, pues
se pararon las ruedas. Decidme, señor, quién sois, aunque ya
vuestra presencia
390 lo generoso asegura y lo valeroso muestra que es razón que
este favor, no sólo yo le agradezca, pero el marqués y mi
padre,
395 que tan obligados quedan. FEDERICO: Después que me dé la
mano, sabrá quién soy vuestra alteza. CASANDRA: (De rodillas! Es
exceso. No es justo que lo consienta
400 la mayor obligación. FEDERICO: Señora, es justo y es fuerza.
Mirad que soy vuestro hijo. CASANDRA: Confieso que he sido necia en
no haberos conocido.
405 )Quién, sino quien sois, pudiera valerme en tanto peligro?
Dadme los brazos. FEDERICO: Merezca vuestra mano. CASANDRA: No es
razón. Dejadles pagar la deuda,
410 señor conde Federico. FEDERICO: El alma os dé la respuesta.
Hablen quedo y diga BATÍN BATÍN: Ya que ha sido nuestra dicha que
esta gran señora sea por quien íbamos a Mantua,
415 sólo resta que yo sepa si eres tú vuesamerced,
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señoría o excelencia, para que pueda medir lo razonado a las
prendas.
420 LUCRECIA: Desde mis primeros años sirvo, amigo, a la
duquesa. Soy doméstica crïada, visto y desnudo a su alteza. BATÍN:
)Eres camarera? LUCRECIA: No.
425 BATÍN: Serás hacia camarera, como que lo fuiste a ser, y te
quedaste a la puerta. Tal vez tienen los señores, como lo que tú me
cuentas,
430 unas crïadas malillas, entre doncellas y dueñas, que son
todo y no son nada. )Cómo te llamas? LUCRECIA: Lucrecia. BATÍN: )La
de Roma? LUCRECIA: Más acá.
435 BATÍN: (Gracias a Dios que con ella tope! Que desde su
historia traigo llena la cabeza de castidades forzadas y de
diligencias necias.
440 )Tú viste a Tarquino? LUCRECIA: )Yo? BATÍN: )Y qué hicieras
si le vieras? LUCRECIA: )Tienes mujer? BATÍN: )Por qué causa lo
preguntas? LUCRECIA: Porque pueda ir a tomar su consejo.
445 BATÍN: Herísteme por la treta. )Tú sabes quién soy?
LUCRECIA: )De qué? BATÍN: )Es posible que no llega aún hasta Mantua
la fama de Batín? LUCRECIA: )Por qué excelencias?
450 Pero tú debes de ser como unos necios, que piensan que en
todo el mundo su nombre por único se celebra, y apenas lo sabe
nadie.
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455 BATÍN: No quiera Dios que tal sea, ni que murmure envidioso
de las virtudes ajenas. Esto dije por donaire; que no porque piense
o tenga
460 satisfacción y arrogancia. Verdad es que yo quisiera tener
fama entre hombres sabios, que ciencia y letras profesas; que en la
ignorancia común
465 no es fama, sino cosecha, que sembrando disparates coge los
mismo que siembra. CASANDRA: Aun no acierto a encarecer el haberos
conocido;
470 poco es lo que había oído para lo que vengo a ver. El
hablar, el proceder a la persona conforma, hijo y mi señor, de
forma
475 que muestra en lo que habéis hecho cuál es el alma del pecho
que tan gran sujeto informa. Dicha ha sido haber errado el camino
que seguí,
480 pues más presto os conocí por yerro tan acertado. Cual suele
en el mar airado la tempestad, después de ella ver aquella lumbre
bella,
485 así fue mi error la noche, mar el río, nave el coche, yo el
piloto, y vos mi estrella. Madre os seré desde hoy, señor conde
Federico,
490 y de este nombre os suplico que me honréis, pues ya lo soy.
De vos tan contenta estoy, y tanto el alma repara en prenda tan
dulce y cara,
495 que me da más regocijo teneros a vos por hijo, que ser
duquesa en Ferrara. FEDERICO: Basta que me dé temor, hermosa
señora, el veros;
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500 no me impida el responderos turbarme tanto favor. Hoy el
duque mi señor en dos divide mi ser, que del cuerpo pudo hacer
505 que mi ser primero fuese, para que el alma debiese a mi
segundo nacer. De estos nacimientos dos lleváis, señora, la
palma;
510 que para nacer con alma, hoy quiero nacer de vos. Que,
aunque quien la infunde es Dios, hasta que os vi, no sentía en qué
parte la tenía;
515 pues, si conocerlo os debo, vos me habéis hecho de nuevo;
que yo sin alma vivía. Y de esto se considera, pues que de vos
nacer quiero,
520 que soy el hijo primero que el duque de vos espera. Y de que
tan hombre quiera nacer, no son fantasías; que para disculpas
mías,
525 aquel divino crisol ha seis mil años que es sol, y nace
todos los días. Salen el MARQUÉS Gonzaga y RUTILIO, criado RUTILIO:
Aquí, señor, los dejé. MARQUÉS: (Extraña desdicha fuera,
530 si el caballero que dices no llegara a socorrerla! RUTILIO:
Mandóme alejar, pensando dar nieve al agua risueña, bañando en ella
los pies
535 para que corriese perlas; y así no pudo llegar tan presto mi
diligencia, y en brazos de aquel hidalgo salió, señor, la
duquesa;
540 pero como vi que estaban seguros en la ribera, corrí a
llamarte.
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MARQUÉS: Allí está entre el agua y el arena el coche solo.
RUTILIO: Estos sauces
545 no estorbaron el verla. Allí está con los crïados del
caballero. CASANDRA: Ya llega mi gente. MARQUÉS: (Señora mía!
CASANDRA: (Marqués! MARQUÉS: Con notable pena
550 a todos nos ha tenido hasta agora vuestra alteza. (Gracias a
Dios, que os hallamos sin peligro! CASANDRA: Después de ellas, las
dad a este caballero.
555 Su piadosa gentileza me sacó libre en los brazos. MARQUÉS:
Señor conde, )quién pudiera, sino vos, favorecer a quien ya es
justo que tenga
560 el nombre de vuestra madre? FEDERICO: Señor marqués, yo
quisiera ser un Júpiter entonces, que tranformándose cerca en aquel
ave imperial,
565 aunque las plumas pusiera a la luz de tanto sol, ya de
Faetonte soberbia, entre las doradas uñas, tusón del pecho la
hiciera,
570 y por el aire en los brazos, por mi cuidado la vieran los
del duque, mi señor. MARQUÉS: El cielo, señor, ordena estos sucesos
que veis,
575 para que Casandra os deba un beneficio tan grande, que desde
este punto pueda confirmar las voluntades, y en toda Italia se
vea
580 amarse tales contrarios, y que en un sujeto quepan.
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Hablan los dos, y aparte CASANDRA y LUCRECIA CASANDRA: Mientras
los dos hablan, dime, )qué te parece, Lucrecia, de Federico?
LUCRECIA: Señora,
585 si tú me dieses licencia, mi parecer te diría. CASANDRA:
Aunque ya no sin sospecha, yo te la doy. LUCRECIA: Pues yo digo...
CASANDRA: Di. LUCRECIA: Que más dichosa fueras
590 si se trocara la suerte. CASANDRA: Aciertas, Lucrecia, y
yerra mi fortuna; mas ya es hecho, porque cuando yo quisiera,
fingiendo alguna invención
595 volver a Mantua, estoy cierta que me matara mi padre, y por
toda Italia fuera fábula mi desatino; fuera de que no pudiera
600 casarme con Federico; y así, no es justo que vuelva a
Mantua, sino que vaya a Ferrara, en que me espera el duque, de cuya
libre
605 vida y condición me llevan las nuevas con gran cuidado.
MARQUÉS: Ea, nuestra gente venga, y alegremente salgamos del
peligro de esta selva.
610 Parte delante a Ferrara, Rutilio, y lleva las nuevas al
duque del buen suceso; si por ventura no llega anticipada la
fama,
615 que se detiene en las buenas cuanto corre en siendo malas.
Vamos, señora, y prevengan caballo al conde. FLORO: El caballo del
conde. CASANDRA: Vuestra excelencia
620 irá mejor en mi coche.
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FEDERICO: Como mande vuestra alteza que vaya, la iré sirviendo.
El MARQUÉS lleve de la mano a CASANDRA y queden FEDERICO y BATÍN
BATÍN: (Qué bizarra es la duquesa! FEDERICO: )Parécete bien,
Batín?
625 BATÍN: Paréceme una azucena que está pidiendo al aurora en
cuatro cándidas lenguas que le trueque en cortesía los granos de
oro a sus perlas.
630 No he visto mujer tan linda. (Por Dios, señor, que si
hubiera lugar, porque suben ya, y no es bien que la detengas, que
te dijera... FEDERICO: No digas
635 nada; que con tu agudeza me has visto el alma en los ojos, y
el gusto me lisonjeas. BATÍN: )No era mejor para ti esta clavellina
fresca,
640 esta naranja en azahar, toda de pimpollos hecha, esta
alcorza de ámbar y oro, esta Venus, esta Elena? (Pese a las leyes
del mundo!
645 FEDERICO: Ven, no les demos sospecha; y seré el primer
alnado a quien hermosa parezca su madrastra. BATÍN: Pues, señor, no
hay más de tener paciencia;
650 que a fe que a dos pesadumbres, ella te parezca fea. Vanse.
Salen el DUQUE de Ferrara y AURORA, su sobrina DUQUE: Hallarála en
el camino Federico, si partió cuando dicen. AURORA: Mucho erró,
655 pues cuando el aviso vino era forzoso el partir a acompañar
a su alteza.
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DUQUE: Pienso que alguna tristeza pudo el partir diferir,
660 que en fin, Federico estaba seguro en su pensamiento de
heredarme, cuyo intento, que con mi amor consultaba, fundaba bien
su intención,
665 porque es Federico, Aurora, lo que más mi alma adora,
y fue casarme traición que hago a mi propio gusto; que mis
vasallos han sido
670 quien me ha forzado y vencido a darle tanto disgusto; si
bien dicen que esperaban tenerle por su señor, o por conocer mi
amor,
675 o porque también le amaban; más que los deudos que tienen
derecho a mi sucesión, pondrán pleito con razón; o que si a las
armas vienen,
680 no pudiendo concertallos, abrasarán estas tierras, porque
siempre son las guerras a costa de los vasallos. Con esto
determiné
685 casarme. No pude más. AURORA: Señor, disculpado estás. Yerro
de Fortuna fue. Pero la grave prudencia del conde hallará
templanza,
690 para que su confïanza tenga consuelo y paciencia. Aunque en
esta confusión un consejo quiero darte, que será remedio en
parte
695 de su engaño y tu afición. Perdona el atrevimiento; que
fïada en el amor que me muestras, con valor te diré mi
pensamiento.
700 Yo soy, invicto duque, tu sobrina; hija soy de tu hermano,
que en su primera edad, como temprano
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almendro que la flor al cierzo inclina, cinco lustros, (ay
suerte
705 crüel!, rindió a la inexorable muerte. Crïásteme en tu casa,
porque luego quedé también sin madre. Tú sólo fuiste mi querido
padre, y en el confuso laberinto ciego
710 de mis fortunas tristes el hilo de oro que de luz me vistes.
Dísteme por hermano a Federico, mi primo en la crïanza, a cuya
siempre honesta confïanza
715 con dulce trato honesto amor aplico, no menos de él querida,
viviendo entrambos una misma vida. Una ley, un amor, un albedrío,
una fe nos gobierna,
720 que con el matrimonio será eterna, siendo yo suya, y
Federico mío; que aun apenas la muerte osara dividir lazo tan
fuerte. Desde la muerte de mi padre amado,
725 tiene mi hacienda aumento; no hay en Italia agora casamiento
más igual a sus prendas y a su estado; que yo, entre muchos
grandes, ni miro a España, ni me aplico a Flandes.
730 Si le casas conmigo, estás seguro de que no se entristezca
de que Casandra sucesión te ofrezca, sirviendo yo de su defensa y
muro. Mira si en este medio
735 promete mi consejo tu remedio. DUQUE: Dame tus brazos,
Aurora, que en mi sospecha y recelo, eres la misma del cielo que mi
noche ilustra y dora.
740 Hoy mi remedio amaneces, y en el sol de tu consejo miro,
como en claro espejo, el que a mi sospecha ofreces. Mi vida y honra
aseguras;
745 y así, te prometo al conde, si a tu honesto amor responde la
fe con que le procuras;
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que bien creo que estará cierta de su justo amor,
750 como yo, que tu valor, Aurora, merece más. Y así, pues
vuestros intentos conformes vienen a ser, palabra te doy de
hacer
755 juntos los dos casamientos. Venga el conde, y tú verás qué
día a Ferrara doy. AURORA: Tu hija y tu esclava soy. No puedo
decirte más. Sale BATÍN
760 BATÍN: Vuestra alteza, gran señor, reparta entre mí y el
viento las albricias, porque a entrambos se las debe de derecho;
que no sé cual de los dos
765 vino en el otro corriendo; yo en el viento, o él en mí, él
en mis pies, yo en su vuelo. La duquesa, mi señora, viene buena, y
si primero
770 dijo la fama que el río, con atrevimiento necio, volvió el
coche, no fue nada; porque el conde al mismo tiempo llegó y la sacó
en los brazos,
775 con que las paces se han hecho de aquella opinión vulgar:
que nunca bien se quisieron los alnados y madrastras; porque con
tanto contento
780 vienen juntos, que parecen hijo y madre verdaderos. DUQUE:
Esa paz, Batín amigo, es la nueva que agradezco; y que traiga gusto
el conde,
785 fuera de ser nueva es nuevo. Querrá Dios que Federico con su
buen entendimiento se lleve bien con Casandra. En fin, )ya los dos
se vieron,
790 y en tiempo que pudo hacerle
-
ese servicio? BATÍN: Prometo a vuestra alteza que fue dicha de
los dos. AURORA: Yo quiero que me des nuevas también.
795 BATÍN: (Oh, Aurora, que a la del cielo das ocasión con el
nombre para decirte conceptos! )Qué me quieres preguntar? AURORA:
Deseo de saber tengo
800 si es muy hermosa Casandra. BATÍN: Esa pregunta y deseo no
era de vuestra excelencia, sino del duque; mas pienso que entrambos
sabéis por fama
805 lo que repetir no puedo, porque ya llegan. DUQUE: Batín,
ponte esta cadena al cuello. Salen con gran acompañamiento y
bizarría RUTILIO, FLORO, ALBANO, LUCINDO, el
MARQUÉS Gonzaga, FEDERICO, CASANDRA y LUCRECIA FEDERICO: En esta
huerta, señora, os tienen hecho aposento
810 para que el duque os reciba, en tanto que disponiendo queda
Ferrara la entrada, que a vuestros merecimientos será corta, aunque
será
815 la mayor que en estos tiempos en Italia se haya visto.
CASANDRA: Ya, Federico, el silencio me provocaba a tristeza.
FEDERICO: Fue de aquesta causa efecto.
820 Ya salen a recibiros el Duque y Aurora. DUQUE: El cielo,
hermosa Casandra, a quien con toda el alma os ofrezco estos
estados, os guarde,
825 para su señora y dueño, para su aumento y su honor, los años
de mi deseo. CASANDRA: Para ser de vuestra alteza
-
esclava, gran señor, vengo, 830 que de este título sólo
recibe mi casa aumento, mi padre honor y mi patria gloria, en
cuya fe poseo los méritos de llegar
835 a ser digna de los vuestros. DUQUE: Dadme vos, señor
Marqués, los brazos, a quien hoy debo prenda de tanto valor.
MARQUÉS: En su nombre los merezco,
840 y por la parte que tuve en este alegre himeneo, pues hasta
la ejecución me sois deudor del concierto, AURORA: Conoced,
Casandra, a Aurora.
845 CASANDRA: Entre los bienes que espero de tanta ventura mía,
es ver, Aurora, que os tengo por amiga y por señora. AURORA: Con
serviros, con quereros
850 por dueño de cuanto soy, sólo responderos puedo. Dichosa
Ferrara ha sido, (oh Casandra!, en mereceros para gloria de su
nombre.
855 CASANDRA: Con tales favores entro, que ya en todas mis
acciones próspero fin me prometo. DUQUE: Sentaos, porque os
reconozcan con debido amor mis deudos
860 y mi casa. CASANDRA: No replico; cuanto mandáis obedezco.
Siéntense debajo del dosel el DUQUE y CASANDRA y el MARQUÉS y
AURORA CASANDRA: )No se sienta el conde? DUQUE: No; porque ha de
ser el primero que os ha de besar la mano.
865 CASANDRA: Perdonad; que no consiento esa humildad. FEDERICO:
Es agravio de mi amor; fuera de serlo, es ir contra mi
obediencia.
-
CASANDRA: Eso no. FEDERICO: (Temblando llego). Aparte
870 CASANDRA: Teneos. FEDERICO: No lo mandéis. Tres veces,
señora, beso vuestra mano: una por vos, con que humilde me sujeto a
ser vuestro mientras viva,
875 de estos vasallos ejemplo; la segunda por el duque, mi
señor, a quien respeto obediente; y la tercera por mí, porque no
teniendo
880 más por vuestra obligación ni menos por su precepto, sea de
mi voluntad, señora, reconoceros; que la que sale del alma
885 sin fuerza de gusto ajeno, es verdadera obediencia.
CASANDRA: De tan obediente cuello sean cadena mis brazos. DUQUE: Es
Federico discreto.
890 MARQUÉS: Días ha, gallarda Aurora, que los deseos de veros
nacieron de vuestra fama, y a mi fortuna le debo que tan cerca me
pusiese
895 de vos, aunque no sin miedo, para que sepáis de mí que,
puesto que se cumplieron, son mayores de serviros cuando tan
hermosa os veo.
900 AURORA: Yo, señor marqués, estimo ese favor como vuestro,
porque ya de vuestro nombre, que por las armas eterno será en
Italia, tenía
905 noticia por tantos hechos. Lo de galán ignoraba, y fue
ignorancia os confieso, porque soldado y galán es fuerza, y más en
sujeto
910 de tal sangre y tal valor. MARQUÉS: Pues haciendo fundamento
de ese favor, desde hoy
-
me nombro vuestro, y prometo mantener en estas fiestas
915 a todos los caballeros de Ferrara, que ninguno tiene tan
hermoso dueño. DUQUE: Que descanséis es razón; que pienso que
entreteneros
920 es hacer la necedad que otros casados dijeron. No diga el
largo camino que he sido dos veces necio, y amor que no estimo el
bien,
925 pues no le agradezco el tiempo. Todos se van con grandes
cumplimientos y quedan FEDERICO y BATÍN FEDERICO: (Qué necia
imaginación! BATÍN: )Cómo necia? )Qué tenemos? FEDERICO: Bien dicen
que nuestra vida es sueño, y toda es sueño,
930 pues que no sólo dormidos, pero aun estando despiertos,
cosas imagina un hombre que al más abrasado enfermo con frenesí no
pudieran
935 llegar a su entendimiento. BATÍN: Dices bien; que alguna vez
entre muchos caballeros suelo estar, y sin querer se me viene al
pensamiento
940 dar un bofetón a uno y morderle del pezcuezo. Si estoy en
algún balcón, estoy pensando y temiendo echarme de él, y
matarme.
945 Si estoy en la iglesia oyendo algún sermón, imagino que le
digo que está impreso. Dame ganas de reír si voy en algún
entierro;
950 y si dos están jugando que les tiro el candelero. Si cantan,
quiero cantar, y si alguna dama veo, en mi necia fantasía
955 asirla del moño intento,
-
y me salen mil colores, como si lo hubiera hecho. FEDERICO:
(Jesús! (Dios me valga! (Afuera, desatinados conceptos
960 de sueños despiertos! )Yo tal imagino, tal pienso? (Tal me
prometo, tal digo! (Tal fabrico, tal emprendo! (No más! (Extraña
locura!
965 BATÍN: Pues, )Tú para mí secreto? FEDERICO: Batín, no es
cosa que hice, y así nada te reservo; que las imaginaciones son
espíritus sin cuerpo.
970 Lo que no es ni ha de ser, no es esconderte mi pecho. BATÍN:
Y si te lo digo yo, )negarásmelo? FEDERICO: Primero que puedas
adivinarlo,
975 habrá flores en el cielo, y en este jardín estrellas. BATÍN:
Pues mira como lo acierto; que te agrada tu madrastra y estás entre
ti diciendo...
980 FEDERICO: (No lo digas! Es verdad. Pero yo, )qué culpa
tengo, pues el pensamiento es libre? BATÍN: Y tanto, que por su
vuelo la inmortalidad del alma
985 se mira como en espejo. FEDERICO: Dichoso es el duque.
BATÍN: (Y mucho! FEDERICO: Con ser imposible, llego a estar
envidioso de él. BATÍN: Bien puedes, con presupuesto
990 de que era mejor Casandra para ti. FEDERICO: Con eso puedo
morir de imposible amor y tener posibles celos. Vanse los dos ACTO
SEGUNDO
-
Salen CASANDRA y LUCRECIA LUCRECIA: Con notable admiración
995 me ha dejado vuestra alteza. CASANDRA: No hay altezas con
tristeza, y más si bajezas son. Más quisiera, y con razón, ser una
ruda villana
1000 que me hallara la mañana al lado de un labrador, que
desprecio de un señor en oro, púrpura y grana. (Pluguiera a Dios
que naciera
1005 bajamente, pues hallara quien lo que soy estimara y a mi
amor correspondiera! En aquella humilde esfera, como en las camas
reales,
1010 se gozan contentos tales, que no los crece el valor, si los
efectos de amor son en las noches iguales. No los halla a dos
casados
1015 el sol por las vidrieras de cristal, a la primeras luces
del alba, abrazados con más gusto, ni en dorados techos más
descanso halló
1020 que tal vez su rayo entró, del aurora a los principios, por
mal ajustados ripios, y un alma en dos cuerpos vio. (Dichosa la que
no siente
1025 un desprecio autorizado, y se levanta del lado de su esposo
alegremente! La que en la primera fuente mira y lava, (oh cosa
rara!,
1030 con las dos manos la cara, y no en llanto cuando fue
mujer de un hombre sin fe, con ser duque de Ferrara. Sola una
noche le vi
1035 en mis brazos en un mes, y muchas le vi después que no
quiso verme a mí.
-
Pero de que viva así )cómo me puedo quejar,
1040 pues que me pudo enseñar la fama que quien vivía tan mal,
no se enmendaría aunque mudase lugar? Que venga un hombre a su
casa
1045 cuando viene al mundo el día, que viva a su fantasía, por
libertad de hombre pasa. )Quién puede ponerle tasa? Pero que con
tal desprecio
1050 trate una mujer de precio, de que es casado olvidado, o
quiere ser desdichado, o tiene mucho de necio. El duque debe de
ser
1055 de aquéllos cuya opinión en tomando posesión, quieren en
casa tener como alhaja la mujer, para adorno, lustre y gala,
1060 silla o escritorio en sala; y es término que condeno,
porque con marido bueno, (cuándo se vio mujer mala? La mujer de
honesto trato
1065 viene para ser mujer a su casa; que no a ser silla,
escritorio o retrato. Basta ser un hombre ingrato, sin que sea
descortés;
1070 y es mejor, si causa es de algún pensamiento extraño, no
dar ocasión al daño, que remediarle después. LUCRECIA: Tu discurso
me ha causado
1075 lástima y admiración; que tan grande sinrazón puede ponerte
en cuidado. )Quién pensara que casado fuera el duque tan
vicioso,
1080 o que no siendo amoroso, cortés, como dices, fuera, con que
tu pecho estuviera para el agravio animoso?
-
En materia de galán 1085 puédese picar en celos,
y dar algunos desvelos, cuando dormidos están el desdén, el
ademán, la risa con quien pasó,
1090 alabar al que la habló, con que despierta el dormido; pero
celos a marido, )quién en el mundo los dio? )Hale escrito vuestra
alteza
1095 a su padre estos enojos? CASANDRA: No, Lucrecia; que mis
ojos sólo saben mi tristeza. LUCRECIA: Conforme a la naturaleza y a
la razón, mejor fuera
1100 que el conde te mereciera y que contigo casado, asegurado
su estado, su nieto le sucediera. Que aquestas melancolías
1105 que trae el conde, no son, señora, sin ocasión. CASANDRA:
No serán sus fantasías, Lucrecia, de envidias mías, ni yo hermanos
le daré;
1110 con que Federico esté seguro que no soy yo la que la causa
le dio. Desdicha de entrambos fue. Salen el DUQUE, FEDERICO y BATíN
DUQUE: Si yo pensara, conde, que te diera
1115 tanta tristeza el casamiento mío, antes de imaginarlo me
muriera. FEDERICO: Señor, fuera notable desvarío entristecerme a mí
tu casamiento. Ni de tu amor por eso desconfío.
1120 Advierta pues tu claro entendimiento que si del casamiento
me pesara, disimular supiera el descontento. La falta de salud se
ve en mi cara, pero no la ocasión. DUQUE: Mucho presumen
1125 los médicos de Mantua y de Ferrara,
-
y todos finalmente se resumen en que casarte es el mejor
remedio, en que tales tristezas se consumen. FEDERICO: Para
doncellas era mejor medio,
1130 señor, que para un hombre de mi estado que no por esos
medios me remedio. CASANDRA: Aun apenas el duque me ha mirado.
(Desprecio extraño y vil descortesía! LUCRECIA: Si no te ha visto,
no será culpado.
1135 CASANDRA: Fingir descuido es brava tiranía. Vamos,
Lucrecia; que, si no me engaño, de este desdén le pesará algún día.
Vanse las dos DUQUE: Si bien de la verdad me desengaño, yo quiero
proponerte un casamiento,
1140 ni lejos de tu amor, ni en reino extraño. FEDERICO: Es por
ventura Aurora? DUQUE: El pensamiento me hurtaste al producirla por
los labios, como quien tuvo el mismo sentimiento. Yo consulté los
más ancianos sabios
1145 del magistrado nuestro, y todos vienen en que esto
sobredora tus agravios. FEDERICO: Poca experiencia de mi pecho
tienen; neciamente me juzgan agraviado, pues sin causa ofendido me
previenen.
1150 Ellos saben que nunca reprobado tu casamiento de mi voto ha
sido; antes por tu sosiego deseado. DUQUE: Así lo creo y siempre lo
he creído; y esa obediencia, Federico, pago
1155 con estar de casarme arrepentido. FEDERICO: Señor, porque
no entiendas que yo hago sentimiento de cosa que es tan justa, y el
amor que me muestras satisfago, sabré primero si mi prima
gusta;
1160 y luego disponiendo mi obediencia pues lo contrario fuera
cosa injusta, haré lo que me mandas. DUQUE: Su licencia tengo
firmada de su misma boca. FEDERICO: Yo sé que hay novedad, de
cierta ciencia,
1165 y que porque a servirle le provoca, el marqués en Ferrara
se ha quedado.
-
DUQUE: Pues eso, Federico, )qué te toca? FEDERICO: Al que se ha
de casar le da cuidado el galán que ha servido y aún enojos;
1170 que es escribir sobre papel borrado. DUQUE: Si andan los
hombres a mirar antojos, encierren en castillos las mujeres desde
que nacen, contra tantos ojos; que el más puro cristal, si verte
quieres,
1175 se mancha del aliento; mas, )qué importa si del mirar
escrupuloso eres? Pues luego que se limpia y se reporta, tan claro
queda como estaba antes. FEDERICO: Muy bien tu ingenio y tu valor
me exhorta.
1180 Señor, cuando centellas rutilantes escupe alguna fragua, y
el que fragua quiere apagar las llamas resonantes, moja las brasas
de la ardiente fragua; pero rebeldes ellas, crecen luego,
1185 y arde el fuego voraz lamiendo el agua. Así un marido del
amante ciego templa el deseo y la primera llama; pero puede volver
más vivo el fuego; y así, debo temerme de quien ama;
1190 que no quiero ser agua que le aumente, dando fuego a mi
honor y humo a mi fama. DUQUE: Muy necio, conde, estás e
impertinente. Hablas de Aurora, cual si noche fuera, con bárbaro
lenguaje e indecente.
1195 FEDERICO: Espera. DUQUE: )Para qué? FEDERICO: Señor,
espera. Vase el DUQUE BATÍN: (Oh qué bien has negociado la gracia
del duque! FEDERICO: Espero su desgracia, porque quiero ser en todo
desdichado;
1200 que mi desesperación ha llegado a ser de suerte que sólo
para la muerte me permite apelación. Y si muriera quisiera
1205 poder volver a vivir mil veces, para morir
-
cuantas a vivir volviera. Tal estoy, que no me atrevo ni a vivir
ni a morir ya,
1210 por ver que el vivir será volver a morir de nuevo. Y si no
soy mi homicida, es por ser mi mal tan fuerte, que porque es menos
la muerte,
1215 me dejo estar con la vida. BATÍN: Según eso, ni tú quieres
vivir, conde, ni morir; que entre morir y vivir como hermafrodita
eres;
1220 que como aquél se compone de hombre y mujer, tú de muerte y
vida; que de tal suerte la tristeza te dispone, que ni eres muerte
ni vida.
1225 Pero (por Dios! que, mirado tu desesperado estado, me
obligas a que te pida o la razón de tu mal o la licencia de
irme
1230 adonde que fui confirme desdichado por leal. Dame tu mano.
FEDERICO: Batín, si yo decirte pudiera mi mal, mal posible
fuera,
1235 y mal que tuviera fin. Pero la desdicha ha sido que es mi
mal de condición que no cabe en mi razón sino sólo en mi
sentido;
1240 que cuando por mi consuelo voy a hablar, me pone en calma
ver que de la lengua al alma hay más que del suelo al cielo,. Vete,
si quieres, también,
1245 y déjame solo aquí, porque no haya cosa en mí que aun tenga
sombra de bien. Salen CASANDRA y AURORA CASANDRA: )De eso
lloras?
-
AURORA: )Le parece a vuestra alteza, señora,
1250 sin razón, si el conde agora me desprecia y aborrece? Dice
que quiero al marqués Gonzaga. )Yo a Carlos, yo? )Cuándo? )Cómo?
Pero no;
1255 que ya sé lo que esto es. Él tiene en su pensamiento irse a
España, despechado de ver su padre casado; que antes de su
casamiento
1260 la misma luz de sus ojos era yo; pero ya soy quien en los
ojos le doy, y mis ojos sus enojos. )Qué aurora nuevas del día
1265 trajo al mundo sin hallar al conde donde a buscar la de sus
ojos venía? )En qué jardín, en qué fuente no me dijo el conde
amores?
1270 )Qué jazmines o qué flores no fueron mi boca y frente?
Cuando de mí se apartó, )qué instante vivió sin mí?, o, )cómo
viviera en sí,
1275 si no le animara yo? Que tanto el trato acrisola la fe de
amor, que de dos almas que nos puso Dios, hicimos un alma sola.
1280 Esto desde tiernos años, porque con los dos nació este
amor, que hoy acabó a manos de sus engaños. Tanto pudo la
ambición
1285 del estado que ha perdido. CASANDRA: Pésame de que haya
sido, Aurora, por mi ocasión. Pero templa tus desvelos mientras voy
a hablar con él,
1290 si bien es cosa crüel poner en razón los celos. AURORA: )Yo
celos? CASANDRA: Con el marqués
-
dice el duque. AURORA: Vuestra alteza crea que aquella
tristeza
1295 ni es amor, ni celos es. Vase AURORA CASANDRA: Federico.
FEDERICO: Mi señora, dé vuestra alteza la mano a su esclavo.
CASANDRA: )Tú en el suelo? Conde, no te humilles tanto;
1300 que te llamaré *excelencia+. FEDERICO: Será de mi honor
agravio. Ni me pienso levantar sin ella. CASANDRA: Aquí están mis
brazos. )Qué tienes? )Qué has visto en mí?
1305 Parece que estás temblando. )Sabes ya lo que te quiero?
FEDERICO: El haberlo adivinado, el alma lo dijo al pecho, el pecho
al rostro, causando
1310 el sentimiento que miras. CASANDRA: Déjanos solos un rato,
Batín; que tengo que hablar al conde. BATÍN: ((El conde turbado,
Aparte a hablarle Casandra a solas!
1315 No lo entiendo). Vase BATÍN FEDERICO: ((Ay cielo!, en tanto
Aparte que muero Fénix, poned a tanta llama descanso, pues otra
vida me espera). CASANDRA: Federico, aunque reparo
1320 en lo que me ha dicho Aurora de tus celosos cuidados
después que vino conmigo a Ferrara el marqués Carlos, por quien de
casarte dejas,
1325 apenas me persüado que tus méritos desprecies,
-
siendo, como dicen sabios desconfïanza y envidia; que más tiene
de soldado,
1330 aunque es gallardo el marqués, que de galán cortesano. De
suerte que lo que pienso de tu tristeza y recato es porque el
duque, tu padre,
1335 se casó conmigo, dando por ya perdida tu acción, a la luz
del primero parto, que a sus estados tenías. Y siendo así que yo
causo
1340 tu desasosiego y pena, desde aquí te desengaño, que puedes
estar seguro de que no tendrás hermanos, porque el duque,
solamente
1345 por cumplir con sus vasallos, este casamiento ha hecho; que
sus viciosos regalos, por no les dar otro nombre, apenas el breve
espacio
1350 de una noche, que su cuenta fue cifra de muchos años, mis
brazos le permitieron; que a los deleites pasados ha vuelto con
mayor furia,
1355 roto el freno de mis brazos. Como se suelta al estruendo un
arrogante caballo del atambor, porque quiero usar de término
casto,
1360 que del bordado jaez va sembrando los pedazos, allí las
piezas del freno vertiendo espumosos rayos, allí la barba y la
rienda,
1365 allí las cintas y lazos. Así el duque, la obediencia rota
al matrimonio santo, va por mujercillas viles pedazos de honor
sembrando.
1370 Allí se deja la fama, allí los laureles y arcos, los
títulos y los nombres
-
de sus ascendientes claros, allí el valor, la salud
1375 y el tiempo tan mal gastado, haciendo las noches días en
estos indignos pasos; con que sabrás cuán seguro estás de heredar
su estado;
1380 o escribiendo yo a mi padre que es, más que esposo, tirano,
para que me saque libre del Argel de su palacio, si no anticipa la
muerte
1385 breve fin a tantos daños. FEDERICO: Comenzando vuestra
alteza riñéndome, acaba en llanto su discurso, que pudiera en el
más duro peñasco
1390 imprimir dolor. ()Qué es esto? Aparte Sin duda que me ha
mirado por hijos de quien la ofende; pero yo la desengaño que no
parezca hijo suyo
1395 para tan injustos casos). Esto persuadido así, de mi
tristeza, me espanto que la atribuyas, señora, a pensamientos tan
bajos.
1400 )Ha menester Federico, para ser quien es, estado? )No lo
son los de mi prima, si yo con ella me caso, o si la espada por
dicha
1405 contra algún príncipe saco de estos confinantes nuestros,
los que me quitan restauro? No procede mi tristeza de interés; y
aunque me alargo
1410 a más de lo que es razón, sabe, señora, que paso una vida
la más triste que se cuenta de hombre humano desde que Amor en el
mundo
1415 puso las flechas al arco. Yo me muero sin remedio, mi vida
se va acabando, como vela, poco a poco,
-
y ruego a la muerte en vano 1420 que no aguarde a que la
cera
llegue al último desmayo, sino que con breve soplo cubra de
noche mis años. CASANDRA: Detén, Federico ilustre,
1425 las lágrimas; que no ha dado el cielo el llanto a los
hombres, sino el ánimo gallardo. Naturaleza el llorar vinculó por
mayorazgo
1430 en las mujeres, a quien, aunque hay valor, faltan manos. No
en los hombres, que una vez sólo pueden, y es en caso de haber
perdido el honor,
1435 mientras vengan el agravio. (Mal haya Aurora, y sus celos,
que un caballero bizarro, discreto, dulce y tan digno de ser
querido, a una estado
1440 ha reducido tan triste! FEDERICO: No es Aurora; que es
engaño. CASANDRA: Pues, )quién es? FEDERICO: El mismo sol; que de
esas auroras hallo muchas siempre que amanece.
1445 CASANDRA: )Que no es Aurora? FEDERICO: Más alto vuela el
pensamiento mío. CASANDRA: )Mujer te ha visto y hablado, y tú le
has dicho tu amor, que puede con pecho ingrato
1450 corresponderte? )No miras que son efectos contrarios, y
proceder de una causa parece imposible? FEDERICO: Cuando supieras
tú el imposible,
1455 dijeras que soy de mármol, pues no me matan mis penas, o
que vivo de milagro. )Qué Faetonte se atrevió del sol al dorado
carro,
1460 aquél que juntó con cera, débiles plumas infausto,
-
que sembradas por los vientos, pájaros que van volando las creyó
el mar, hasta verlas
1465 en sus cristales salados? )Qué Belerofonte vio en el
caballo Pegaso parecer el mundo un punto del círculo de los
astros?
1470 )Qué griego Sinón metió aquel caballo preñado de armado
hombres en Troya, fatal de su incendio parto? )Qué Jasón tentó
primero
1475 pasar el mar temerario, poniendo yugo a su cuello los pinos
y lienzos de Argos, que se iguale a mi locura? CASANDRA: )Estás,
conde, enamorado
1480 de alguna imagen de bronce, ninfa o diosa de alabastro? Las
almas de las mujeres no las viste jaspe helado; ligera cortina
cubre
1485 todo pensamiento humano. Jamás Amor llamó al pecho, siendo
con méritos tantos, que no respondiese el alma; *Aquí estoy; pero
entrad paso+.
1490 Dile tu amor, sea quien quiere; que no sin causa pintaron a
Venus tal vez los griegos rendida a un sátiro y fauno. Más alta
será la luna,
1495 y de su cerco argentado bajó por Endimïón mil veces al
monte Latmo. Toma mi consejo, conde; que el edificio más casto
1500 tiene la puerte de cera. Habla, y no mueras callando.
FEDERICO: El cazador con industria pone al pelícano indiano fuego
alrededor del nido;
1505 y él, descendiendo de un árbol, para librar a sus hijos
bate las alas turbado,
-
con que más enciende el fuego que piensa que está matando.
1510 Finalmente se le queman, y sin alas, en el campo se deja
coger, no viendo que era imposible volando. Mis pensamientos, que
son
1515 hijos de mi amor, que guardo en el nido del silencio, se
están, señora, abrasando. Bate las alas amor, y enciéndelos por
librarlos.
1520 Crece el fuego, y él se quema. Tú me engañas, yo me abraso;
tú me incitas, yo me pierdo; tú me animas, yo me espanto; tú me
esfuerzas, yo me turbo;
1525 tú me libras, yo me enlazo; tú me llevas, yo me quedo; tú
me enseñas, yo me atajo; porque es tanto mi peligro, que juzgo por
menos daños,
1530 pues todos ha de ser morir, morir sufriendo y callando.
Vase FEDERICO CASANDRA: No ha hecho en la tierra el cielo cosa de
más confusión que fue la imaginación
1535 para el humano desvelo. Ella vuelve el fuego en hielo, y en
el color se transforma del deseo, donde forma guerra, paz, tormenta
y calma;
1540 y es una manera de alma que más engaña que informa. Estos
oscuros intentos, estas clara confusiones, más que me han dicho
razones,
1545 me han dejado pensamientos. )Qué tempestades los vientos
mueven de más variedades que estas confusas verdades en una
imaginación?
1550 Porque las del alma son
-
las mayores tempestades. Cuando a imaginar me inclino que soy lo
que quiere el conde, el mismo engaño responde
1555 que lo imposible imagino. Luego mi fatal destino me ofrece
mi casamiento, y en lo que siento, consiento; que no hay tan grande
imposible
1560 que no le juzguen visible los ojos del pensamiento. Tantas
cosas se me ofrecen juntas, como esto ha caído sobre un bárbaro
marido,
1565 que pienso que me enloquecen. Los imposibles parecen
fáciles, y yo, engañada, ya pienso que estoy vengada; mas siendo
error tan injusto,
1570 a la sombra de mi gusto estoy mirando su espada. Las partes
del conde son grandes; pero mayor fuera mi desatino, si diera
1575 puerta a tan loca pasión. No más, necia confusión. Salid,
cielo, a la defensa aunque no yerra quien piensa; porque en el
mundo no hubiera
1580 hombre con honra si fuera ofensa pensar la ofensa. Hasta
agora no han errado ni mi honor ni mi sentido, porque lo que he
consentido,
1585 ha sido un error pintado. Consentir lo imaginado, para con
Dios es error, mas no para el deshonor; que diferencian
intentos
1590 el ver Dios los pensamientos y no los ver el honor. Sale
AURORA AURORA: Larga plática ha tenido vuestra alteza con el
conde.
-
)Qué responde? CASANDRA: Que responde
1595 a tu amor agradecido. Sosiega, Aurora, sus celos; que esto
pretende, no más. Vase CASANDRA AURORA: (Qué tibio consuelo das a
mis ardientes celos!
1600 (Que pueda tanto en un hombre que adoró mis pensamientos,
ver burlados los intentos de aquel ambicioso nombre con que
heredaba a Ferrara!
1605 Tú eres poderoso, Amor. Por ti ni en vida, ni honor, ni aun
en alma se repara. Y Federico se muere que me solía querer,
1610 con la tristeza de ver lo que de Casandra infiere. Pero,
pues él ha fingido celos por disimular la ocasión, y despertar
1615 suelen el amor dormido, quiero dárselos de veras,
favoreciendo al marqués. Salen RUTILIO y el MARQUÉS RUTILIO: Con el
contrario que ves, en vano remedio esperas
1620 de tus locas esperanzas. MARQUÉS: Calla, Rutilio, que aquí
está Aurora. RUTILIO: Y tú sin ti, firme entre tantas mudanzas.
MARQUÉS: Aurora del claro día
1625 en que te dieron mis ojos, con toda el alma en despojos, la
libertad que tenía; Aurora, que el sol envía cuando en mi pena
anochece,
1630 por quien ya cuanto florece
-
viste colores hermosas, pues entre perlas y rosas de tus labios
amanece; Desde que de Mantua vine,
1635 hice con poca ventura elección de tu hermosura, que no hay
alma que no incline. (Qué mal mi engaño previne, puesto que el alma
te adora,
1640 pues sólo sirve, señora, de que te canses de mí, hallando
mi noche en ti, cuando te suspiro Aurora! No el verte desdicha ha
sido;
1645 que ver luz nunca lo fue, sino que mi amor te dé causa para
tanto olvido. Mi partida he prevenido, que es el remedio mejor:
1650 fugitivo a tu rigor, voy a buscar resistencia en los
milagros de ausencia y en las venganzas de amor. Dame licencia y la
mano.
1655 AURORA: No se morirá de triste el que tan poco resiste, ni
galán ni cortesano, marqués, el primer desdén; que no están hechos
favores
1660 para primeros amores antes que se quiera bien. Poco amáis,
poco sufrís, pero en tal desigualdad, con la misma libertad
1665 que licencia me pedís, os mando que no os partáis. MARQUÉS:
Señora, a tan gran favor, aunque parece rigor, con que esperar me
mandáis,
1670 no los diez años que a Troya cercó el griego, ni los siete
del pastor, a quien promete Labán su divina joya, pero siglos
inmortales,
1675 como Tántalo estaré
-
entre la duda y la fe de vuestros bienes y males. Albricias
quiero pedir a mi amor de mi esperanza.
1680 AURORA: Mientras el bien no se alcanza méritos tiene el
sufrir. Salen el DUQUE, FEDERICO y BATÍN DUQUE: Escríbeme el
Pontífice por ésta que luego a Roma parta. FEDERICO: )Y no dice la
causa en esa carta?
1685 DUQUE: Que sea la respuesta, conde, partirme al punto.
FEDERICO: Si lo encubres, señor, no lo pregunto. DUQUE: )Cuándo te
encubro yo, conde, mi pecho? Sólo puedo decirte que sospecho
1690 que con las guerras que en Italia tiene, si numeroso
ejército previene, podemos presumir que hacerme intenta general de
la Iglesia; que a mi cuenta también querrá que con dinero
ayude,
1695 si no es que en la elección de intento mude. FEDERICO: No
en vano lo que piensas me encubrías, si solo te partías; que ya
será conmigo; que a tu lado no pienso que tendrás mejor
soldado.
1700 DUQUE: Eso no podrá ser porque no es justo, conde, que sin
los dos mi casa quede. Ninguno como tú regirla puede. Esto es razón
y basta ser mi gusto. FEDERICO: No quiero darte, gran señor,
disgusto;
1705 pero en Italia, )qué dirán si quedo? DUQUE: Que esto es
gobierno, y que sufrir no puedo aun de mi propio hijo compañía.
FEDERICO: Notable prueba en la obediencia mía. Vase el DUQUE BATÍN:
Mientras con el duque hablaste
1710 he reparado en que Aurora, sin hacer caso de ti, con el
marqués habla a solas. FEDERICO: )Con el marqués? BATÍN: Sí, señor.
FEDERICO: )Y qué piensas tú que importa?
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AURORA, aparte con el MARQUÉS y RUTILIO
1715 AURORA: Esta banda prenda sea del primer favor. MARQUÉS:
Señora, será cadena en mi cuello, será de mi mano esposa, para no
darla en mi vida.
1720 Si queréis que me la ponga, será doblado el favor. AURORA:
(Aunque es venganza amorosa Aparte parece a mi amor agravio).
Porque de dueño mejora
1725 os ruego que os la pongáis. BATÍN: Ser las mujeres
traidoras fue de la naturaleza invención maravillosa; porque, si no
fueran falsas,
1730 algunas digo, no todas, idolatraran en ellas los hombres
que las adoran. )No ves la banda? FEDERICO: )Qué banda? BATÍN: )Qué
banda? (Graciosa cosa!
1735 Una que lo fue del sol, cuando lo fue de una sola en la
gracia y la hermosura, planetas con que se adorna, y agora, como en
eclipse,
1740 del dragón lo extremo toca. Yo me acuerdo cuando fuera la
banda de la discordia, como la manzana de oro de Paris y las tres
diosas.
1745 FEDERICO: Eso fue entonces, Batín, pero es otro tiempo
agora. AURORA: Venid al jardín conmigo. Vanse AURORA, el MARQUÉS y
RUTILIO BATÍN: (Con qué libertad la toma de la mano y se van
juntos!
1750 FEDERICO: )Qué quieres, si se conforman las almas? BATÍN:
)Eso respondes?
-
FEDERICO: )Qué quieres que te responda? BATÍN: Si un cisne no
sufre al lado otro cisne y se remonta
1755 con su prenda muchas veces a las extranjeras ondas; y un
gallo, si al de otra casa con sus gallinas le topa, con el suyo le
deshace
1760 los picos de la corona; y encrespando su turbante, turco
por la barba roja, celoso vencerle intenta hasta en la nocturna
solfa;
1765 )cómo sufres que el marqués a quitarte se disponga prenda
que tanto quisiste? FEDERICO: Porque la venganza propia para
castigar las damas,
1770 que a los hombres ocasionan, es dejarlas con su gusto;
porque aventura la honra quien la pone en sus mudanzas. BATÍN:
Dame, por Dios, una copia
1775 de ese arancel de galanes, tomaréle de memoria. No, conde.
Misterio tiene tu sufrimiento. Perdona, que pensamientos de
amor
1780 son arcaduces de noria: ya deja el agua primera el que la
segunda toma. Por nuevo cuidado dejas el de Aurora; que si
sobra
1785 el agua, )cómo es posible que pueda ocuparse de otra?
FEDERICO: Bachiller estás, Batín, pues con fuerza cautelosa lo que
no entiendo de mí
1790 a presumir te provocas. Entra, y mira qué hace el duque, y
de partida te informa porque vaya acompañarle. BATÍN: Sin causa
necio me nombras,
1795 porque abonar tus tristezas fuera más necia lisonja.
-
Vase BATÍN FEDERICO: )Qué buscas, imposible pensamiento?
Bárbaro, )qué me quieres? (Qué me incitas? )Por qué la vida sin
razón me quitas
1800 donde volando aun no te quiere el viento? Detén el vagaroso
movimiento; que la muerte de entrambos solicitas. Déjame descansar,
y no permitas tan triste fin a tan glorioso intento.
1805 No hay pensamiento, si rindió despojos, que sin determinado
fin se aumente, pues dándole esperanzas, sufre enojos. Todo es
posible a quien amando intente; y sólo tú naciste de mis ojos,
1810 para ser imposible eternamente. Sale CASANDRA CASANDRA:
Entre agravios y venganzas anda solícito Amor después de tantas
mudanzas, sembrando contra mi honor
1815 mal nacidas esperanzas. En cosas inaccesibles quiere poner
fundamentos, como si fuesen visibles; que no puede haber
contentos
1820 fundado en imposibles.