Desde estas páginas, y en todas las páginas que se de- dican a la Logoterapia, sole- mos hablar y reflexionar abundantemente sobre el su- frimiento inevitable, y cómo puede ayudarnos a superar nuestros propios límites, pa- ra crecer más allá de noso- tros. Pero no se trata sola- mente del sufrimiento que nos atañe u ocupa directa- mente por pérdidas persona- les (perdí "mi" salud, "mi" ca- sa, "mi" pareja, "mi" ser que- rido...) También nos ocupa el sufrimiento vivenciado a par- tir de un NOSOTROS primor- dial, básico, fundante de nuestra existencia personal. Porque el NOSOTROS tam- bién sufre profundamente cuando nuestro hermano, nuestro vecino, nuestro prójimo, sufre. Estos días, estuvimos afectados en Bue- nos Aires y La Plata (entre otras localidades de la Pro- vincia de Buenos Aires) por inundaciones increíbles que dejaron bajo el agua vidas humanas, proyectos de vida, hundieron el trabajo de mu- chos años, ahogaron ilusio- nes, esperanzas, sueños. En medio del desastre, emer- gieron las mezquindades de dirigentes que hicieron un uso político de todo ese sufri- miento, ocupando lugares EDITORIAL Como ramitas secas Por Claudio García Pintos Nuestra portada VIENA (pp.2-3) MINEROS (pág.5-6) LA PAGINA DE LOGOFORO (pp.7) PUENTES EXISTENCIALES LOS PUENTES EXISTENCIALES (pp.8-10) LA PAGINA DE CAVEF (pp.11-12) LOGOTERAPIA VINCULAR ¿POR QUÉ ES ESPERA- BLE QUE LOS HERMA- NOS SEAN UNIDOS? (pp.13-14) FRANCISCO BRETONES Militante de la Utopía (pp.15) FRANKL COMENTADO (pp.16-18) INFORMACIONES CLAE UCA (pp. 19-21) SIGNO DE FE EN EL MUNDO ENTERO (pp. 22-25) REFLEXIONES (pp. 26) POST-FRANKL EL DIÁLOGO SOCRÁTICO (pp.27-29) SIGLO XXI. DESAFÍOS DEL HACER COTIDIANO (pp. 30-31) SIN RECETARIO A-DIOS: DESPEDIRNOS Y OTRAS INCERTIDUM- BRES (pp.32-33) Nuevo evento en Tucumán (pág.34) Como ramitas secas EDITORIAL estelares en noticieros, ra- dios, diarios, haciéndose es- trellas mediáticas paradas sobre el dolor de miles de personas. Pero, al mismo tiempo, rápidamente se suce- dieron las iniciativas en todo el país de cientos de miles de personas que organizaron respuestas solidarias, ofrecie- ron amparo y refugio a dam- nificados, contuvieron afecti- vamente al dolido, abrigaron al que perdió todo. Estos, en realidad, abrigaron y alimen- taron la alicaída esperanza de quienes perdieron hasta la fe, y que rápidamente pudieron empezar a recuperarla gra- cias a una mirada, una ma- no, un abrazo y una taza de mate caliente ofrecida por un extraño que, pudiendo que- darse en su casa mirando to- do por televisión, se metió en el agua hasta el pecho, para acompañarlos y decirles, no están solos, aquí estamos. Como decía Frankl, solo dos clases de personas. Los de- centes y los que no lo son. O, como los llamaba él mismo cuando se apasionaba en el discurso y que, ahora, puede llegar a ser más preciso: los santos y los cerdos. Los san- tos son anónimos y silencio- sos y los cerdos hacen ruido y terminan ensuciando todo. 39– MAYO – 2013 (Sigue en página 4)
Edición correspondiente a Mayo 2013 de la revista mensual Logored, sobre logoterapia y análisis existencial.
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Desde estas páginas, y en
todas las páginas que se de-dican a la Logoterapia, sole-mos hablar y reflexionar
abundantemente sobre el su-frimiento inevitable, y cómo puede ayudarnos a superar
nuestros propios límites, pa-ra crecer más allá de noso-
tros. Pero no se trata sola-mente del sufrimiento que nos atañe u ocupa directa-
mente por pérdidas persona-les (perdí "mi" salud, "mi" ca-sa, "mi" pareja, "mi" ser que-
rido...) También nos ocupa el sufrimiento vivenciado a par-
tir de un NOSOTROS primor-dial, básico, fundante de nuestra existencia personal.
Porque el NOSOTROS tam-bién sufre profundamente
cuando nuestro hermano, nuestro vecino, nuestro prójimo, sufre. Estos días,
estuvimos afectados en Bue-nos Aires y La Plata (entre otras localidades de la Pro-
vincia de Buenos Aires) por inundaciones increíbles que
dejaron bajo el agua vidas humanas, proyectos de vida, hundieron el trabajo de mu-
chos años, ahogaron ilusio-
nes, esperanzas, sueños.
En medio del desastre, emer-gieron las mezquindades de dirigentes que hicieron un
uso político de todo ese sufri-miento, ocupando lugares
EDITORIAL
Como ramitas secas Por Claudio García Pintos
Nuestra portada
VIENA (pp.2-3)
MINEROS (pág.5-6)
LA PAGINA DE
LOGOFORO (pp.7)
PUENTES EXISTENCIALES LOS PUENTES
EXISTENCIALES (pp.8-10)
LA PAGINA DE
CAVEF (pp.11-12)
LOGOTERAPIA VINCULAR ¿POR QUÉ ES ESPERA-
BLE QUE LOS HERMA-
NOS SEAN UNIDOS? (pp.13-14)
FRANCISCO BRETONES
Militante de la Utopía (pp.15)
FRANKL COMENTADO (pp.16-18)
INFORMACIONES
CLAE UCA (pp. 19-21)
SIGNO DE FE EN EL
MUNDO ENTERO (pp. 22-25)
REFLEXIONES (pp. 26)
POST-FRANKL EL DIÁLOGO
SOCRÁTICO (pp.27-29)
SIGLO XXI.
DESAFÍOS DEL HACER
COTIDIANO (pp. 30-31)
SIN RECETARIO A-DIOS: DESPEDIRNOS
Y OTRAS INCERTIDUM-
BRES (pp.32-33)
Nuevo evento en
Tucumán (pág.34)
Como ramitas secas EDITORIAL
estelares en noticieros, ra-
dios, diarios, haciéndose es-trellas mediáticas paradas sobre el dolor de miles de
personas. Pero, al mismo tiempo, rápidamente se suce-dieron las iniciativas en todo
el país de cientos de miles de personas que organizaron
respuestas solidarias, ofrecie-ron amparo y refugio a dam-nificados, contuvieron afecti-
vamente al dolido, abrigaron al que perdió todo. Estos, en realidad, abrigaron y alimen-
taron la alicaída esperanza de quienes perdieron hasta la fe,
y que rápidamente pudieron empezar a recuperarla gra-cias a una mirada, una ma-
no, un abrazo y una taza de mate caliente ofrecida por un
extraño que, pudiendo que-darse en su casa mirando to-do por televisión, se metió en
el agua hasta el pecho, para acompañarlos y decirles, no
están solos, aquí estamos.
Como decía Frankl, solo dos clases de personas. Los de-
centes y los que no lo son. O, como los llamaba él mismo cuando se apasionaba en el
discurso y que, ahora, puede llegar a ser más preciso: los
santos y los cerdos. Los san-tos son anónimos y silencio-sos y los cerdos hacen ruido
y terminan ensuciando todo.
39– MAYO – 2013
(Sigue en página 4)
VIENA (en alemán: Wien) es una ciudad de Europa Central situada a orillas del Danubio, en el valle de los Bosques de Viena, al pie de las primeras estribaciones de los Alpes. Es la capital de Austria y uno de sus nueve estados federados (Bundesland Wien). Está rodeada por el Estado federado de Baja Austria. Con una población de 1.712.903 habi-tantes (2010), Viena es la mayor ciudad, centro cultural y político de Austria. Además es la décima ciudad en población de la Unión Euro-pea y su área metropolitana cuenta con 2,4 mi-llones de habitantes, población similar a la de la ciudad en 1914. El idioma oficial es el alemán. La ciudad tiene una larga historia, ya que es una de las más antiguas capitales de Europa, por lo que cuenta con un importante patrimonio artísti-co. Durante el siglo XIX fue una de las grandes capitales musicales del Mundo y a principios del siglo XX meca de la filosofía y el debate políti-co de Occidente, así como uno de los principales centros culturales mundiales. Los primeros asentamientos humanos en la ac-tual Viena son de origen celta (ca. 500 a. C.), posteriormente germánicos, y con la expansión del Imperio romano hacia el norte en el siglo I A.C., se adhiere a éste en el año 13 A.C. El río Danubio, al igual que los Alpes, sirve entonces de límite natural entre bárbaros y romanos,
y Vindobona (así la llamaban los romanos) sirve desde entonces y hasta la caída de Ro-ma (año 476 d. C.) como punto de defensa del imperio. Durante el siglo XIX, sobre todo en la segunda mitad, Viena inició un despegue demográfico, acompañado de reformas urbanísticas, que la convirtieron en una gran ciudad, multiplicando en un siglo su población por diez. En 1857, se derribaron las murallas por decreto de Francisco José I de Austria, abriéndose una nueva avenida,
la Ringstraße, donde se construyeron importan-tes edificios, como la Ópera, la Universidad, el Ayuntamiento, el Parlamento, la Bolsa y los mu-seos de historia del arte e historia natural.
La derrota de Austria en la guerra austro-prusiana en 1866 y la posterior anexión de los Estados alemanes a Prusia convirtieron a la uni-ficada Alemania en un peligro para Austria, por lo que esta última se tuvo que aliar con Hun- gría en lo que se conoce como la "política de com-
De tal modo que, en 1867, tras el Compromiso con Hungría, Viena se con-virtió en la capital del Imperio austrohúnga-ro y en un centro cultural, artístico, político, industrial y financiero de primer orden mun-dial. Alcanza su máximo demográfico en 1916 con 2.239.000 habitantes, siendo la tercera ciudad más grande de Europa. Éste es el período cultural más glorioso de la mo-narquía de los Habsburgo, con Francisco
José I (Franz Joseph) rigiendo el Imperio (período 1848-1916). También es la época de los suntuosos valses vieneses (Wiener Wal-zer) en la Opera Nacional de Viena (Wiener Staatsoper), grandes carruajes paseando por la Ringstraße y la Kärntner Straße, así como de los típicos cafés vieneses.
De la época destacan intelectuales, como el reconocido Dr. Sigmund Freud en el psicoanálisis y Otto Bauer en el campo del pensamiento político, principal exponente del austromarxismo, en el plano artístico el movimiento modernista, la Secesión de Vie-
na (Secession), conGustav Klimt como prin-cipal exponente en la pintura, Coloman Mo-ser en el grafismo y Joseph Maria Ol-brich y Josef Hoffman en la arquitectura. Contrario a estos destacaría asimismo Adolf Loos con su racionalismo arquitectónico. Sin embargo, la Primera Guerra Mundial y la posterior derrota austrohúngara truncarían gran parte de ese esplendor. En octubre de 1918, derrotada Austria-Hungría y sus alia-dos, estalla la revolución en Viena que pide la disolución de la monarquía y la indepen-dencia austríaca; sería el fin de la monarqu-ía de los Habsburgo que gobernaba el país desde 1278.
Viena se convirtió, tras el tratado de Saint-
Germain, en la capital de la pequeña República de Austria, reducida a su tamaño actual, su-friendo un importante revés demográfico, económico y político. Pese a todo, en esta época continuó la actividad intelectual con el Círculo de Viena (der Wiener Kreis), considerado por muchos el grupo de intelectuales más influyen-tes del siglo XX en Europa, entre los que desta-can Karl Popper, Moritz Schlick y Ludwig Witt-genstein en la filosofía positivista lógica (Logischer Empirismus). Durante el periodo democrático, que duró des-de la constitución de la República en 1919 hasta la dictadura de Engelbert Doll-fuss en 1934, la ciudad estuvo gobernada por el partido socialista, lo que le valió el sobre-nombre de "Viena la roja". Actualmente Viena posee el primer puesto den- tro de las listas de calidad de vida de ciudades del mundo, básicamente debido a su orden, limpieza, seguridad y alta eficiencia de los ser-vicios públicos, así como por la variedad de op-ciones de educación, cultura y entretenimiento. En 2001, la Unesco declaró el «Centro histórico de Viena» como un lugar Patrimonio de la Humanidad, destacando en primer lugar que sus cualidades arquitectónicas y urbanas re-presentan un testimonio sobresaliente de un continuo intercambio de valores a lo largo del segundo milenio. Asimismo, desde el siglo XVI, Viena ha sido universalmente reconocida como la «capital musical de Europa». De Viena han surgido grandes personalidades de trascendencia mundial en diferentes disci-plinas, tal el caso de Sigmund Freud, Melanie Klein, Franz Schubert, Johann Struss (padre e hijo), Karl Popper, Kolo Mosser, Otto Wagner, por recordar solo a algunos de ellos.
Pero no olvidemos que los santos, los decentes, por silenciosos parecen mi-noría. No nos equivoquemos, son ma-
yoría y son ellos los responsables que el mundo siga girando como debiera. Hölderlin decía que cuando baja la ma-
rea, se pueden observar las rocas que estaban en el fondo del mar, pero que
éstas no fueron generadas por la baja-mar, ya estaban allí, ocultas, pre-existentes. En casos como éste, la ma-
rea baja y deja al descubierto quiénes somos. En realidad, "en el fondo", quié-nes somos. Si el sufrimiento verdadera-
mente puede ofrecernos la oportunidad de crecer más allá de nosotros mismos,
aquí tenemos una ocasión para experi-mentarlo y demostrarlo. Es un ejemplo triste de un sufrimiento inevitable. Na-
die buscó el temporal ni la inundación. Nadie quiso que su vida se hundiera o
quedara flotando a la deriva hasta aho-garse definitivamente. Si un hermano, vecino, prójimo "nuestro" se inundó, TO-
DOS nos inundamos. Tenemos ocasión de decidir de qué lado estamos, del lado de los indecentes o del lado de los de-
centes. Ahí está nuestra libertad ante el destino inevitable y sufriente. ¿Cerdos o
santos? Esa es nuestra elección.
Recuerdo ahora el siguiente relato. Una madre estaba preocupado porque nota-
ba cómo sus hijos manifestaban cierto egoísmo entre ellos, cierta indiferencia
incluso ante las dificultades del otro. No sabiendo ya cómo educarlos en la soli-daridad, la ayuda mutua y la entrega,
la sensibilidad ante la circunstancia del otro, se le ocurrió un día indicarles la siguiente tarea. Les pidió que recorrie-
ran el campo y que llenaran la carretilla de ramitas secas. Los niños no com-
prendieron el motivo de la asignación pero, obedientemente, emprendieron la tarea. Al rato regresaron cargando con
cierto esfuerzo el producto de la tarea.
La madre observó la carga y les pidió,
ahora, que armaran con esas ramitas traídas del campo, dos atados. Los ni-
ños seguían sin entender el para qué
de la indicación, pero cumplieron. Una vez que los atados estuvieron armados, se los presentaron a su madre, cada
uno cargando con el suyo propio.
La madre aprobó y les pidió, ahora, que trataran de quebrar los atados por
la mitad. Los niños se miraron sor-prendidos e intentaron hacerlo. Obvia-
mente, les resultó imposible. El grosor de los atados resistía los embates de
esfuerzos de todo tipo.
Cuando estuvieron exhaustos y des-concertados, la madre los detiene y les pide ahora que vuelvan a desatar las
ramitas. Lo hicieron.
Ahora la indicación fue que intentaran
quebrarlas, una por una. Con mucha facilidad pudieron cumplir con la mi-sión. Una vez concluida la tarea, la
madre los acercó y les dijo: hijos míos, han podido comprobar que la debilidad tiene que ver con permanecer juntos o separados. Cuando las ramitas secas estuvieron atadas, unidas entre sí, na-da pudo quebrarlas. Sin embargo, cuan-do estuvieron solas, cada una librada a su suerte, fueron fácilmente quebradas al primer intento. Lo mismo acontecerá con ustedes. Si permanecen juntos, uni-dos, aún de sus propias debilidades, surgirá una fuerza poderosa de resis-tencia y entereza. Pero si se dispersan preocupados tan solo en sus intereses, necesidades y urgencias, el quiebre in-
evitable será vuestro destino.
Los niños permanecieron en silencio. Pasado un momento se miraron y, sin
decir palabra, se fueron juntos hacia el campo, iniciando un nuevo camino de
fraternidad.
La Madre Naturaleza nos ha puesto a TODOS en la misma encrucijada. Nos
ha hecho notar que somos como rami-tas secas. Nos da la oportunidad de decidir cuál será nuestro destino. ¿Lo
comprenderemos alguna vez?
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La carta
Mineros Cada cual en algún momento de la vida an-hela y busca ser lo que quiere ser y ser lo me-jor que pueda ser. Algunos lo intentan en el camino de las ciencias, las artes, la filosofía, la política. A veces suele suceder que el oficio o profesión elegida es una buena metáfora de lo que uno pretende en la vida. Viene a mi memoria la figura formidable de José Luis Sampedro quien siendo economista además fue hombre de letras y amigo de los jóvenes indignados ante una vida sin futuro que se vive en España y en buena parte de Europa en estos días. Cercano a su partida de este mundo dijo: Uno es minero de sí mismo y, tras haber bajado a las profundidades, he encontrado lo mejor de mí mismo. Como suele suceder, todos tenemos en nuestro árbol de ancestros a mineros y navegantes, pescado-res y orfebres. Gran metáfora de buscar en el silencio, en la oscuridad de la mina, esa veta del metal precioso que compensa todos nues-tros esfuerzos y que puede llevarnos toda una vida de intentos vividos paso a paso, con persistencia e insistencia. La reflexión
Cuando leí la carta de Guillermo automáti-camente me trasladé a mi propia experiencia en la mina. Quien alguna vez se atrevió a cruzar la línea que divide la cómoda y tibia superficie para adentrarse al frío, húmedo y desconocido interior sabe a lo que se refiere y conoce la importancia de ir preparado.
Cuando llegas a la mina te cuentan brevemente como se van a manejar y entregan el equipo ne-cesario, un casco, una linterna, un traje, botas y una soga, en caso de emergencia hay un en-cargado de llevar el oxígeno. Entre la claustrofo-bia y la adrenalina por encontrarse con lo desco-nocido, aparecen la oscuridad, el silencio, la so-ledad, la falta de aire pero también la convicción de que no estamos solos y que con perseverancia y cautela vamos a dar con aquello que estamos buscando y que nos convoca a salir de nuestra comodidad para conocerlo.
Una vez abajo piden que apaguen las linternas, delante la oscuridad más absoluta esa misma oscuridad con la que nos encontramos cuando buceamos en nuestro interior, el desconcierto de no saber por dónde ir, de no saber si hay un ca-mino marcado o nos tenemos que poner a exca-var un poco más. El guía prende su linterna e ilumina un sector de la mina. Se pueden ver dos túneles, ahora la pregunta es ¿Cual elegir? Co-mo un cuento de ¨Elige tu propia aventura¨ los guías decidieron separase y cada integrante del grupo podía elegir el camino que quisiera, en ese
momento pensé en Frost:
¨Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo, Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.¨
Decidí yo también ir por el menos escogido, so-los, el guía y yo. En el transcurso del viaje canti-dad de preguntas venían a mi mente ¿Y si le pa-sa algo? ¿Qué hago sola? ¡Estoy loca! no tengo el oxigeno. Miedos, lágrimas, angustia invadían ese
El Dr.Guillermo Pareja Herrera nos tiene acostumbrados a sus mensajes vivificantes, plenos de significado, volcados en publicaciones de obli-
gada referencia para todo humanista interesado en madurar un pensamiento consistente y comprometido con la persona humana. Pero su obra
no solo está restringida a libros académicos. Su sensibilidad se expresa creativamente a través de sus “Cartas desde el Desierto” con la mis-
ma calidez y profundidad que caracteriza su discurso científico. Mes a mes y con regularidad, vamos presentando algunas de sus “Cartas”,
breves reflexiones sobre la vida misma, las cuales son comentadas cada vez por algún colaborador de LOGORED. En esta oportunidad, el en-
cargado de hacerlo será Lucila González
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camino, intentaba en vano dar respuesta
a esas preguntas apelando a la razón pe-ro con la falta de oxígeno se hacía muy difícil. Finalmente busqué en mi interior
mi herramienta infalible La oración, tra-tando de escuchar en las profundidades
de la mina la presencia muchas veces ig-norada de esa voz que en medio de la tor-menta me dice ¨No temas¨. Seguí adelante
porque yo también, como Guillermo que-ría dar ¨con ese metal precioso que com-
pensa todos nuestros esfuerzos¨.
Por los costados si iluminabas las pare-des se podían ver señales de aquel metal,
pero nada podía compararse con la ale-gría de aquel maravilloso encuentro, cara a cara con nuestra grandiosidad o como
dice José Luis Sampedro ¨lo mejor de mí mismo¨ en donde antes hacía frío ahora invade un calor que invita a detenerse, donde antes había oscuridad por fin al-
canzó la Luz, esa misma Luz que me im-pulsa de nuevo hacia arriba y deseo llevar
conmigo a donde quiera que vaya.
Nunca volví a ser la misma, a la salida me preguntaban cómo había sido la experien-
cia y mi respuesta es la misma que hoy ¨ Cada uno tiene que elegir su propia aventu-ra, te invito a salir de la comodidad de la superficie para adentrarte y encontrar el tesoro que andas buscando dentro de tu
mina¨
Lic. Lucila González
PRIVILEGIAR a la PERSONA HUMANA y a todo aquello que personalice
Logoforo.com te invita a leer interesantes artículos de diversos autores que
desarrollan temas en torno al sentido. Entérate con nosotros de los eventos más
importantes de Logoterapia en el mundo de habla hispana; visita las secciones de
bibliografía recomendada, frases célebres de Viktor Frankl y de otros pensadores,
noticias y ligas a Centros e Institutos en el mundo que trabajan con el enfoque
de esta psicoterapia existencial.
Viktor Frankl tuvo siempre una predilección por trabajar con los jóve-
nes. Veía la necesidad de orientarlos hacia lo significativo para prevenir
esa neurosis noógena que va en aumento hoy en día. Este mes reco-
mendamos especialmente la lectura de dos artículos que llevan a la re-
flexión de las necesidades de nuestra juventud:
Construyendo mi identidad. La búsqueda de sentido y de identidad en el adolescente. http://www.logoforo.com/construyendo-mi-identidad-la-busqueda-de-sentido-y-de-identidad-en-el-adolescente/ Depresión y suicidio: herencias del mundo moderno. http://www.logoforo.com/depresion-y-suicidio-herencias-del-mundo-moderno/
Trabajemos por ofrecer caminos de sentido que alejen a los jóvenes de la
frente a los sinsabores de la vida. Y com-pañía también para los momentos de feli-cidad, evitando a toda costa la envidia y
los celos. Se ha escrito mucho desde la historia bíblica de Caín y Abel. Desde esa historia
primogenia que devela los posibles malos sentimientos entre hermanos, al punto tal
de que uno mate al otro. Tal narración nos alerta sobre los peligros de la rivalidad fraterna y nos indican el ca-
mino a trabajar para prevenir esa disfun-cionalidad del sistema. En lugar de reeditar la historia de Caín y
Abel, tan conocida por todos, preferí hacerlo con esta versión de Borges, que
encuentra a los hermanos post mortem, en la siguiente situación: “Abel y Caín se encontraron después de la muerte de Abel. Caminaban por el desierto y se reconocieron desde lejos, porque los dos eran muy altos. Los hermanos se sen-taron en la tierra, hicieron un fuego y co-mieron. Guardaban silencio, a la manera de la gente cansada cuando declina el día. En el cielo asomaba alguna estrella, que aún no había recibido su nombre. A la luz de las llamas, Caín advirtió en la frente de Abel la marca de la piedra y dejó caer el pan que estaba por llevarse a la boca y pi-dió que le fuera perdonado su crimen. Abel contestó: -¿Tú me has matado o yo te he matado? Ya no recuerdo; aquí estamos juntos como an-tes.
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-Ahora sé que en verdad me has perdona-do -dijo Caín-, porque olvidar es perdo-nar. Yo trataré también de olvidar. Abel dijo despacio: -Así es. Mientras dura el remordimiento dura la culpa”. Jorge Luis Borges (Elogio de la sombra, 1969)
Cuando vemos los videos familiares, nos
sorprenden, nos provocan risas, ya pa-sados los años, el modo en que reñíamos con nuestro hermano por un juguete,
por ejemplo. En realidad, la rivalidad más profunda es por ganarse el lugar
privilegiado frente a los padres. Allí se entablan las posturas más codiciosas, por ser el hijo “preferido”, por acaparar
la mirada complaciente y aprobadora del adulto.
Otras veces se trata de diferenciarse, pa-ra no vivir a la sombra del hermano que marca referencia o funciona como mode-
lo en esa familia. Por eso las actitudes de los hermanos suelen polarizarse radi-calmente: ser diferente al hermano o a la
hermana, para poder ser, para poder construirse.
Según la etapa evolutiva, se atraviesan conflictos o crisis diferentes en la rela-ción. Y según las diferencias en edades y
sexo, se comparten situaciones, se com-pite más o menos, o se distancian. So-
mos los padres quienes tenemos la mi-sión de marcar el juego: desde la mirada
mutua, la comprensión, la empatía, los se-
ñalamientos amorosos, la búsqueda del perdón, del diálogo entre ellos, y siempre de la reconciliación.
Y otras veces, cuando los padres forman en-tre ellos un sistema cerrado, los hijos suelen unirse para sobrevivir al abandono. Esto se
grafica claramente en el cuento de Hansel y Gretel, donde los hermanos se cuidan mu-
tuamente y enfrentan juntos los desafíos del camino… Si la historia de niños fue muy intensa, el
vínculo se consolida con mayores posibilida-des de lealtad, justamente por el sabor de haber compartido batallas y sufrimientos
juntos. Aunque cada hermano cuenta su versión de la historia compartida, según su
personalidad, su edad, su interés, sus de-fensas…Y esto es positivo, en el fondo, por-que nos permite captar las diversas perspec-
tivas de una misma vivencia y recomponer el puzzle familiar y personal, integrando la
aceptación por la diferencia y el respeto por la singularidad. Como podemos comprender a estas alturas,
tener hermanos es una fuente inagotable de aprendizaje, ya sea en el descubrimiento de uno mismo, del otro, en la esfera social, el
compartir, el acordar, el perdón y la reconci-liación.
Es una relación de “sube y baja”, como el juego de la plaza: pasa por etapas de en-cuentro y otras de desencuentro, de compe-
tencia y cooperación, de complicidad y des-lealtades. Será cuestión de criar a los hijos
con la esperanza de que prime el amor, la solidaridad y el respeto.
LOGORED informa: del 14 al 16 de noviembre del corriente año, se lle-
vará a cabo en la ciudad de Viedma (Provincia de Río Negro, Argentina), el
TERCER ENCUENTRO FEDERAL DE LOGOTERAPIA, organizado de ma-
nera conjunta por el Proyecto Presencia (de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), la Fun-
dación Italopatagónica (de la ciudad de Viedma) y el Centro de Enfoque Familiar (de la
ciudad de Esquel). La intención y finalidad del encuentro es crear un espacio de intercam-
bio de experiencias y conocimientos, entre profesionales que ejercen y aplican la Logoterapia
en distintos ámbitos, en los diferentes puntos del país. La primera edición se realizó en Tu-
cumán (2011) y la segunda en Esquel (2012) Unos de los objetivos previstos es la posible
creación y afianzamiento de una Red Federal de Logoterapeutas.
Los interesados en participar del evento pueden contactarse con el
hombre fue entendido en términos de productor/consumidor, siendo, obvia-mente, más apreciado el que produce
que el que consume. Esto modifica am-pliamente las relaciones sociales y el es-
tatus de cada uno. Por ejemplo, un an-ciano ya no produce y solo consume, de modo tal que tiene menos valor social
que un joven en su máxima capacidad productiva; lo propio ocurre con el esta-
tus del discapacitado, la mujer, etc.
Y estas revoluciones fueron creando una tercera dimensión del tiempo: al tiempo de producción (ahora sobrevalorado), y al tiempo de ocio (ahora llamado “libre” y
poco apreciado) se le agrega el tiempo vacío (aquel que no utilizamos para pro-ducir, pero que no ocupamos en nuestro
crecimiento personal, porque lo ocioso
está mal visto por la cultura)
Ahora había que producir y quien más
produce, más vale. El tiempo libre que-da reducido a aquel necesario para des-
cansar y reponer energías para volver a producir. Se desacredita, incluso, la idea del hobby, como tiempo, ahora, visto co-
mo perdido. Pero como la producción se va mejorando técnica y tecnológica-mente y, por otro lado, las reivindicacio-
nes laborales fueron ordenando la carga horaria del trabajo, el tiempo del descan-
so (por ejemplo, las vacaciones o la jubi-lación), al hombre, aún produciendo, le queda algo más de tiempo no-productivo
que, al no ser utilizado para el ocio, in-crementa esa nueva categoría de tiempo
“vacío”.
Y este panorama se completa con otra consecuencia del “avance” productivo de la “cultura del trabajo”: se puede produ-
cir más y –supuestamente– mejor, con mejores máquinas y menos trabajadores.
Aumenta el cupo de desempleados y des-ocupados. Y con ellos la franja de pobla-ción subocupada, desocupada y preocu-
pada. La única obsesión es el trabajo: conseguir más, conservar el que se tiene, encontrar alguno. Y así, los otros tiem-
pos fueron cada vez menos transitados o
peor vividos.
En la actualidad, las grandes corporaciones
se han dado cuenta de este error, e intentan incorporar en la vida de sus operarios y agentes, actividades que recuperen en valor
ese tiempo ocioso, comprendiendo que el de-sarrollo personal, mejora el estatus produc-
tivo del hombre. Aunque sea por este cami-no (seguir sobrevalorando la producción) co-mo beneficio secundario el hombre puede
rescatarlo.
Pero en la situación que venimos bosquejan-do, queda claro que el estatus social fue
siendo medido por la producción como único criterio de valor. Algo así como “díme cuánto produces y te diré cuánto vales” Y, desde este principio, se acentuó aquello de que “el
trabajo dignifica”.
Sin embargo, Viktor Frankl nos deja un in-terrogante interesante con esta frase: es cierto que la vida espera de nosotros una
contribución, pero, debemos descubrir cuál es. Y la espera de todos sin excepción. Si
esa contribución fuera el trabajo, así como lo tenemos conceptuado hoy, ¿qué espera la vida de aquellos que no pueden trabajar? Si
el trabajo diera dignidad a las personas que trabajan, ¿no tienen dignidad los que no tra-
bajan? Si la dignidad humana reside en esa presencia poética, redentora del mundo que habita, ¿dependerá de un accidente –el tra-
bajo productivo– al que no todos pueden ac-ceder? Si fuera así, ¿la dignidad humana está reservada solo para unos pocos que
pueden trabajar y producir? La dignidad humana, ¿puede medirse en términos de la
producción?
En referencia a esta frase de Viktor Frankl, que asocio ahora a la conmemoración del
Día Internacional del Trabajo, comparto con
ustedes la siguiente reflexión:
PRIMERO DE MAYO
El Primero de Mayo, se celebra el Día Inter-
nac i ona l de l o s Traba jado res . Los hechos que dieron lugar a esta celebra-
ción están relacionados con los albores de la revolución industrial y las diferentes mani-festaciones de los obreros, reclamando rei-
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vindicaciones de distinto tipo. En 1886,
en Chicago (EEUU), se genera una mani-festación más, reclamando en este caso una jornada laboral de 8 horas. Los
hechos se fueron sucediendo con violen-cia y el caos se impuso. Los obreros ini-ciaron una huelga el 1º de mayo de 1886
que derivó en la revuelta de Haymarket, tres días más tarde (4 de mayo). Como
consecuencia de esta revuelta, muchos obreros fueron detenidos, despedidos de sus trabajos, algunos murieron en los
enfrentamientos y otros 8 fueron lleva-dos a juicio. En un proceso que se consi-deró en el momento como una “farsa ju-
dicial”, estos 8 obreros fueron sentencia-dos a la horca, ejecución que se concretó
en junio de ese mismo año. Ellos son considerados los “Mártires de Chicago” por el movimiento obrero internacional.
En una reunión celebrada en París en 1889, el Congreso Obrero Internacional
declaró el 1º de mayo como “Día de los Trabajadores”. Con el tiempo varios paí-ses del mundo asumieron la fecha como
día de celebración. Curiosamente Esta-dos Unidos no se adhirió por temor a re-forzar la fuerza política del movimiento
socialista obrero, e instauró el primer lunes de septiembre como el Labor Day.
En 1954, SS. Pío XII, apoyó tácitamente esta jornada de memoria colectiva al de-clararla como festividad de San José
Obrero. En la actualidad se celebra co-mo Día Internacional del Trabajo.
Valga la oportunidad para reflexionar sobre el senti-do del trabajo en general
y en nuestras vidas en particular. Si bien se sue-le plantear que “el trabajo
dignifica”, yo no comparto la sentencia. Porque creo
que la persona humana se encuentra por encima de cualquier otra digni-
dad, es ella la que dignifi-ca el trabajo. Es ella, la
persona humana, la que hace que cualquier traba-jo, por sencillo y simple
que sea, resulte una con-
tribución fabulosa para que el mundo siga
girando como debe. No es el trabajo el que otorga dignidad a la persona, es ella la que hace digno cualquier trabajo. Siendo así, es
oportunidad excelente para la realización de los valores de creación, aquellos que se ple-nifican cuando puedo poner algo de mí para
que el mundo sea mejor. Yo no SOY obrero, profesional, empleado o mecánico. Yo SOY
una persona que trabaja de… Por eso mismo el quehacer no puede otorgarme dignidad (no soy más que el otro porque soy profesio-
nal y el otro no lo es, ni soy más digno por-que soy gerente y el otro es barrendero) No.
Por eso “no soy mi trabajo”, pero en mi tra-
bajo “tengo que poner todo lo que soy”.
¿Cómo es la relación que tenemos con nues-
tros trabajos? ¿Para qué trabajamos? ¿Somos conscientes de la oportunidad que cotidianamente tenemos cuando entramos a
nuestro taller, negocio, oficina, consultorio,
cuartel, aula…?
Propongo que honremos nuestra condición
de trabajadores, preguntándonos cada día, antes de iniciar una nueva jornada: ¿Para qué trabajar hoy? ¿Para quién trabajar hoy?
¿Qué puedo ofrecerle al mundo hoy con mi trabajo? Respondiendo, le otorgaremos dig-
nidad al trabajo de cada día. Para celebrar con un poco de humor, tengamos en cuenta la viñeta de Nik y tratemos de no "ser" nues-
tro trabajo ni identificarnos tanto con él, al punto de no poder desprendernos de los
"vicios profesionales"
Todos los años, los organizadores del con-
greso CLAE de Logoterapia y Análisis
Existencial, intentan incorporar mejoras
en lo organizativo y, especialmente, en lo
académico. Para ello, toman en conside-
ración las sugerencias de los asistentes a
través de las encuestas que entregan al
finalizar cada congreso.
Tomando en consideración esas sugeren-
cias, en esta edición, la estructura del
programa académico constará de tres
partes:
1- Actividades Plenarias
Son las que se realizan en plenario (en el
auditorio). Cada actividad cuenta con 40 minutos de exposición. No hay pregun- tas del público.
2- Espacios de Reflexión
Los ER serán ocupados por expertos que puedan compartir con el público expe- riencias de trabajo, aportes técnicos es-
pecíficos, nuevas modalidades de abordaje
en diferentes ámbitos, etc. Al ser realiza-dos en aulas con un público de 100 perso-nas aproximadamente, hay más posibili-
dad de intercambio, preguntas, participa-ción del público, etc. Contarán con 40 minutos de exposición como las activida-
des centrales, pero suman el diálogo con el público.
3- Aulas de Trabajos Libres Siguen siendo las aulas con los Trabajos
aportados por los interesados. Son espacios de 20 minutos de exposición sin preguntas del público, y están abiertos a personas con
menor trayectoria en la Logoterapia que
hacen sus aportaciones.
El espíritu de la innovación en la estructu-ra y dinámica del congreso, es que el públi-
co asistente pueda tener más contacto con los ponentes en los ER, de modo de com-
Junta Arquidiocesana de Educa-ción Católica de Tucumán (Argentina), para compartir un en-
cuentro con jóvenes, en el marco de las actividades que se llevan a cabo en el “Año de la Fe 2012-2013” convocado por
SS Emérito Benedicto XVI.
El encuentro, que reunió a más de 1000 estudiantes de los últimos años de escue-
las católicas de San Miguel de Tucumán, giraba en torno al mensaje que le hiciera
llegar SS.Francisco a los jóvenes en su homilía del último Domingo de Ramos: “Jóvenes, sean un signo de fe para el
mundo entero”.
Más allá de lo conmovedor que me signi-ficó verlos celebrar con canciones esta
convocatoria, jóvenes alegres reunidos en torno de la fe y la esperanza en la posibi-lidad de un mundo mejor, me resultó in-
teresante la reflexión que se pudo elabo-rar en torno a la consigna de la convoca-
toria.
Me correspondió el honor de cerrar el en-cuentro con una charla. Quisiera ahora compartir con ustedes algunas de los
conceptos que se presentaron en la oca-sión, porque considero que es importante
que aquella alocución de SS.Francisco, no quede solo reducida a los jóvenes. To-dos deberíamos asumir el compromiso de
ser signos de fe, en un mundo que, desdi-vinizando el cielo, termina deshumani-
zando la tierra.
Signo de fe
“Nunca os dejéis vencer por el desánimo. Nuestra alegría no es algo que nace de te-ner tantas cosas, sino de haber encontrado a una persona, Jesús; de saber que, con Él, nunca estamos solos, incluso en los mo-mentos difíciles, aún cuando el camino de la vida tropieza con problemas y obstáculos
que parecen insuperables… y ¡hay tantos!”
Este también forma parte de mensajes que
SS.Francisco les ha hecho llegar a los jóvenes. Ellos han sido siempre una pre-
ocupación y un motivo de interés para el Cardenal Bergoglio, y lo será sin dudas para SS. Francisco. Son asimismo la es-
peranza de un mundo mejor. Por eso mismo les ha dicho en diferentes mensa-jes, que no se dejen robar la esperanza,
que no se dejen vencer por el desánimo y
que sean signo de fe.
Ahora bien, ¿qué significa ser signo de fe?
Porque son proposiciones que usualmente se dan por sobreentendidas, como si todos
entendiéramos que quieren decir. La rea-lidad es que “entender lo que quiere decir” solo requiere comprender la sintaxis del
idioma. Pero no me refiero a eso, sino, más bien, si comprendemos lo que
“significa” aquello dicho.
Para comprenderlo, creo oportuno tomar-nos el trabajo de recorrer la expresión
Si tomamos en consideración las acep-ciones del Diccionario de la Real Acade-
mia Española (RAE), podemos rescatar la primera de ellas que es la que nos in-teresa ahora. Signo es “aquello que na-tural y convenientemente, representa y sustitutye a otro objeto, fenómeno o
señal”
Es decir que un signo es algo que hace presente aquello que está ausente. No
es que lo recuerda sino “lo hace presen-te” porque lo “sustituye”. Podríamos de-cir entonces que un signo es aquello que
significa. Cuando veía a esos jóvenes celebrar el encuentro con canciones ale-
gres, veía la esperanza en ellos, porque ellos eran signo de esa esperanza. Es
decir, ellos eran la esperanza.
Pero además, la definición aclara que esa representación (hacer presente lo ausente por sustitución), debe ser natu-
ral y conveniente. Quiere decir, que no debe ser forzada, debe fluir. No se es signo por imposición sino por natural
condición o disposición. Si no hay natu-ralidad en esa representación, no hay
signo. Y, por otro lado, debe ser con-tundente, no dejar dudas de aquello que
significa; debe serlo convenientemente.
Una hermosa oración indígena (traducida y adaptada del por San Etioy)
dice así:
Un hombre susurró: “Dios, habla conmi-go”, y un ruiseñor comenzó a cantar. Pero
el hombre no oyó.
Entonces, el hombre repitió: “Dios habla conmigo”, y un eco de un trueno se oyó.
Mas el hombre no fue capaz de oír.
El hombre miró a su alrededor y dijo: “Dios, déjame verte”, y una estrella brilló
en el cielo. Pero el hombre no la vió.
El hombre comenzó a gritar: “Dios mués-trame un milagro”, y un niño nació. Mas
el hombre no sintió el latir de la vida.
Entonces, el hombre comenzó a llorar y des-esperarse: “Dios, tócame y déjame saber que estás aquí conmigo…”, y una mariposa
se posó suavemente en su hombro.
El hombre espantó a la mariposa con la ma-no y, desilusionado, continuó su camino,
triste, solo y con miedo.
Si tomamos en cuenta las definiciones an-teriores, debemos aceptar que el maestro
indígena nos está diciendo que el ruiseñor “era” la voz de Dios, al igual que el trueno; y así la estrella, el niño y la mariposa.
Hicieron presente a la divinidad y por susti-tución, natural y conveniente, eran la divi-
nidad.
Ahora bien, también nos hace notar el ma-estro indígena que el hombre, muchas ve-ces, no está atento a descubrir los signos y
revelarlos en su significado. Le pasan des-apercibidos a su lado, con el consecuente
desconcierto o desorientación. A veces, des-ilusión. Y soledad, porque lo vivenciado ausente, permanece ausente, al no percibir
que los signos lo hacen presente.
De modo tal que, “ser signo”, es estar dis-puesto a hacer presente algo, hacerse cargo
de “ser” aquello que se significa, y hacerlo de manera fluida y contundente, natural y
conveniente.
Fe
Lógicamente que la idea no es hacer ahora un tratado sobre la Fe, sino, simplemente,
poner en claro qué significa. Si recurrimos nuevamente al Diccionario RAE, de todas
las acepciones ofrecidas, solo tomaré dos
de ellas, que son las siguientes:
Fe: creencia sin necesidad de confirma-ción. Suposición de que algo es correcto o cierto, sin evidencias.
Fe: Testimonio de que algo es cierto
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Si tomamos la primera acepción, nos que-
da en claro que la Fe es un modo de co-nocimiento. Porque sé algo, sin evidencias documentales. Es un conocimiento intui-
tivo con características muy particulares. El conocimiento sensible es altamente susceptible de error. Por ejemplo, salgo a
la calle y veo el sol encima de mi cabeza y al rato lo veo esconderse en el horizonte,
por lo que concluyo que el sol se movió. Eso es lo que veo sin dudas y de allí con-cluyo algo que es absolutamente equivo-
cado.
El conocimiento racional es limitado. Si bien puedo corregir todos los errores del
anterior y profundizar en el conocimiento íntimo de la realidad, ese conocimiento tiene límites. Por ejemplo, puedo conocer
sin error qué es una gallina, cómo nace una gallina, cómo se fecunda una gallina
para que pueda poner un huevo, cómo es el proceso por el cual ese huevo termina siendo un pollito, etc. Pero, no puedo de-
terminar con la misma precisión qué fue primero, si el huevo o la gallina, cómo na-
ció la primera gallina o de dónde surgió el primer huevo que la hizo nacer. A esa altura ya no son precisiones sino suposi-
ciones con fundamento científico, pero
suposiciones al fin.
Por último, el conocimiento intuitivo (la
captación inmediata de la esencia de lo que la cosa es) es, posiblemente, el que no está sujeto a errores o límites. Lo que
sé intuitivamente, lo sé sin dudas. Y no necesito de evidencias para saberlo. Por
ejemplo, sé que amo a mi mujer, sin du-das y sin necesidad de argumentación al-guna; sé que Dios existe, del mismo mo-
do, etc Ahora bien, sin embargo, ese mis-mo conocimiento intuitivo que llamamos Fe es, al mismo tiempo, luminoso y oscu-
ro. Luminoso porque no me deja dudas y oscuro porque no tengo evidencias que
lo sostengan. No sé de dónde proviene. Y no tiene sentido buscarlas porque, si las
obtuviera, ya no sería Fe.
Pero por otro lado, es “compromiso”.
Cuando ante un hecho digo “doy fe”, estoy
dando testimonio de aquello que conozco y que lo concibo cierto y lo afirmo cierto. Lo
doy por cierto.
Entonces, Fe es un modo de conocer aspec-tos trascendentes de la realidad y, al mis-
mo tiempo, comprometerme con aquello co-
nocido. Dar testimonio de lo conocido.
Hasta aquí a partir del Diccionario RAE.
Pero si vamos a su origen, parece ser que proviene derivada de un vocablo hebreo, emuná, que significa o da idea de tres co-
sas: firmeza, seguridad y fidelidad. La Fe significa firmeza en tanto que tal convic-ción personal (la verdad de fe) me da esta-bilidad, sustento; seguridad, porque me
permite congruencia o coherencia a partir de ese primer principio, un orden interno; fidelidad porque dinamiza y orienta mi ac-
cionar, dando testimonio de aquello que conozco y acepto por fe. Es decir que fe significa también acción; dar testimonio en
acción de aquello que conozco sin eviden-
cias.
Mundo:
Si tomamos las características de la viñe-ta de Faro que acompaña esta reflexión,
podemos cuestionarnos si el mundo fun-ciona como debiera. Cuestionamiento que podemos hacerlo varias veces por día con
tan solo sentarnos a ver los noticieros por televisión. El ángel del dibujo le recomien-da a Dios “reiniciarlo”, como cuando una
computadora se tilda y reiniciamos para destrabarla e intentar que vuelva a funcio-
nar correctamente. Sobre el pie de la vi-ñeta vemos –al estilo Faro- cómo se resuel-ve la situación con una sentencia: alguien
tendría que cambiar el sistema operativo
del planeta. La pregunta sería,¿quién?
Supongamos que cada uno de nosotros
pudiera ser ese “service”, ¿cómo hacerlo?
Viktor Frankl nos habilita una estupenda posibilidad a partir de la realización de las
tres categorías de valores. En esta ocasión,
podríamos presentarlos de esta manera:
nocimiento intuitivo, dar testimonio de con-
vicción y congruencia personal, a través de una acción que haga de la fe, una realidad viva. Así como, por ejemplo, nadie vio nun-
ca a la humanidad por la calle, sino que se ha cruzado con Pedro, Carlos y María (hombres y mujeres concretos), o nunca ha
visto al color celeste por el campo, sino que ha elevado sus ojos y ha visto al cielo de
ese color, la fe es algo que nunca nadie verá caminando por el mundo. No, nunca la ve-remos, pero sí veremos acciones concretas
que la harán presente, natural y convenien-temente. Ser signo de fe, es vivir de mane-
ra tal que las propias acciones hagan pre-sente, la hagan cotidiana, cercana y próxi-
ma, a la fe, entre los hombres.
Usar un crucifijo en el cuello, persignarse
delante de una imagen y plantear que al-guien haga algo para mejorar el mundo, no
es ser signo de esa fe. Hacer lo que siento que debo hacer, natural y convenientemen-
te, sí lo es.
“Si no lo hago ahora, ¿cuándo?. Si no lo hago yo, ¿quién?. Si lo hago solo pen-
sando en mí, ¿quién soy?” (Hillel)
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Los valores de creación, poniendo algo
de mí para que el mundo sea mejor, pue-do realizarlos prestando servicio. Haciéndolo, seré signo, natural y conve-
niente, de mi fe en la humanidad, en la
persona, en lo trascendente.
Los valores de experiencia, agradecien-
do y cuidando todo lo que tengo y recibo, puedo realizarlos teniendo y sosteniendo compromiso con lo que me rodea. Por
ejemplo, cuidando la naturaleza, siendo amable con la gente que me rodea, etcé-
tera. Daré testimonio de mi fe en ese
compromiso.
Los valores de actitud, tratando de su-
perarme todos los días, a pesar de los eventuales factores de desánimo, de-sazón, desesperanza. Superándome, es-
taré haciéndome responsable de mi propia historia. Habitaré el mundo con
actitud de protagonista.
Ser signo de fe en el mundo entero
¿Qué significa entonces ser signo de fe
en el mundo entero?
Creo que ser signo de fe, consiste en de-cir “aquí estoy!!” Es decir, con ese co-
Da al mundo lo mejor
que tienes, y te golpearán por ello; da al
mundo lo mejor que tienes de todos modos.
Dios conoce nuestras debilidades y nos ama,
de todos modos
MENSAJE DE AMOR
¿El día más bello? Hoy
¿La cosa más fácil? Equivocarse
¿El obstáculo más grande? El miedo
¿El error mayor? Abandonarse
¿La raíz de todos los males? El egoísmo
¿La distracción más bella? El trabajo
¿La peor derrota? El desaliento
¿Los mejores profesores? Los niños
¿La primera necesidad? Comunicarse
¿Lo que nos hace más felices? Ser útiles a
los demás
¿El misterio más grande? La muerte
¿El peor defecto? El mal humor
¿La persona más peligrosa? La mentirosa
¿El sentimiento más ruin? El rencor
¿El regalo más bello? El perdón
¿Lo más imprescindible? El hogar
¿La ruta más rápida? El camino correcto
¿La sensación más grata? La paz interior
¿El resguardo más eficaz? La sonrisa
¿El mejor remedio? El optimismo
¿La mayor satisfacción? El deber cumplido
¿La fuerza más potente? La fe
¿Las personas más necesarias? Los padres
¿La cosa más bella de todas? ¡El Amor!!
Teresa no tuvo una amistad de intimidad,
pero conocía y admiraba la obra de Víktor
Frankl. Incluso llegó a proponerlo como
Nobel de la Paz, candidatura que no pros-
peró.
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REFLEXIONES
Por Teresa de Calcuta
La Madre Teresa de Calcuta (1910-1997), nacida como Agnes Gonxha
Bojaxhiu, fue una monja católica de origen albanés, naturalizada india,
que fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad en Calcuta en
1950. Durante más de 45 años atendió a pobres, enfermos, huérfanos y
moribundos, al mismo tiempo que guiaba la expansión de su congregación,
en la India y en otros países del mundo.
Tras su muerte,fue beatificada por S.S.Juan Pablo II, otorgándole el título
de Beata Teresa de Calcuta. Compartamos algunos de sus pensamientos.