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Alianzas politicas en el surgimiento del peronismo: EL caso de
la provincia de Buenos AiresAuthor(s): Ignacio LlorenteSource:
Desarrollo Econmico, Vol. 17, No. 65 (Apr. - Jun., 1977), pp.
61-88Published by: Instituto de Desarrollo Econmico y SocialStable
URL: http://www.jstor.org/stable/3466701Accessed: 15/07/2009
19:13
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ALIANZAS POLITICAS EN EL SURGIMIENTO DEL PERONISMO:
EL CASO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES *
IGNACIO LLORENTE
INTRODUCCION
Para comprender lo sucedido desde 1946 hasta nuestros dias es
necesario echar una ojeada retrospectiva a la alineacion de
partidos que se produjo con motivo de las elecciones de 1946, una
de las mas importantes de la historia argentina. La instancia
abierta en este momento implico un cambio de frentes en el sistema
politico, alterando sustancialmente los clivajes y reacondicionando
los apoyos sociales de los diversos partidos. Asimismo la
alineaci6n politica de 1946 es importante porque: a) fue
relativamente estable, manteniendose con ciertas modificaciones
hasta
nuestros dias; b) determino basicamente la naturaleza de la
politica argentina desde ese
entonces. Los hechos politicos electorales acaecidos evidencian
palmariamente que
el clivaje central del periodo es la oposicion
peronismo-antiperonismo, quien pasa a definir el juego de alianzas,
el comportamiento y las orientaciones de los diversos actores
sociales.
El proposito del presente trabajo es detectar, mediante el
estudio porme- norizado de un caso, los diversos componentes o
actores sociales que integraron la coalicion peronista. La
importancia de este tipo de investigaciones radica en que solo con
el conocimiento adecuado de cuales fueron los diversos grupos
componentes de la coalicion se podrai comprender su posterior
comportamiento.
En la mayoria de los estudios sobre el surgimiento del peronismo
se ha tomado como hipotesis implicita la escasa representatividad
de los partidos politicos tradicionales, lo que determino la
existencia de vastas masas en estado de disponibilidad y por ende
susceptibles de asumir nuevas formas de compor- tamiento politico.
Estos sectores, plenamente movilizados en el sentido psico- social,
fueron excluidos compulsivamente de la arena politica mediante el
esca-
* El autor desea dejar constancia de su agradecimiento a
Ezequiel Gallo y Oscar Comblit, quienes supervisaron y orientaron
la investigaci6n. Torcuato Di Tella efectu6 algunas criticas a un
borrador del presente trabajo; se trato de dar respuesta a ellas
incorporando algunas de sus sugerencias. Esta de mas decir que los
errores cometidos son responsabilidad del autor. 1o Departamento de
Sociologia, Universidad Cat6lica Argentina.
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IGNACIO LLORENTE
moteo de la voluntad popular durante 1930-1943. Todo esto habria
creado un clima de escepticismo con respecto a los viejos partidos
que no ofrecian a amplios sectores de la poblacion posibilidades
adecuadas de expresion. De acuer- do con esta versi6n el movimiento
peronista seria el resultado del encuentro entre una elite de los
sectores altos, integrada por militares e industriales marginales y
los sectores bajos movilizados.
Este punto de vista es el que se cuestiona parcialmente en las
piginas que siguen, enfatizando la incidencia que tuvieron en el
proceso de surgimiento del peronismo las alianzas con sectores de
las fuerzas politicas tradicionales.
En la primera parte de este trabajo se describe la serie de
contactos directos e indirectos entre los diversos actores sociales
que precedieron a la precipitacion de las dos coaliciones politicas
que se disputaron el poder en la eleccion de 1946. En la segunda
parte, mediante el analisis ecol6gico de los datos electorales se
tratari de ver a quienes brindaron su apoyo los diferentes actores
sociales.
Los PROLEGOMENOS DE LA ELECCION
Los esfuerzos de Peron y de la elite estrueturada a su alrededor
por tratar de obtener una base de sustentacion politica, se inician
a mediados de 1944.
Los primeros contactos se tienen con el caudillo radical Amadeo
Sabattini. Al respecto, existia una cierta afinidad ideologica
entre el dirigente cordobes y sectores nacionalistas del Ejercito,
ya que Sabattini era manifiestamente neutralista en materia de
politica exterior y no ocultaba sus simpatias por las potencias del
Eje. Esta postura era logica pues, al fin y al cabo, su base
politica era la pampa gringa del sur de Cordoba, donde los
chacareros de ascendencia italiana simpatizaban con el regimen de
Benito Mussolini, al que llegaron a brindarle ayuda material.1
Peron en una alocucion a oficiales del Ejercito se referia al
radicalismo en los siguientes terminos:
"El Partido Radical es la gran? fuerza que perdura y que es
poderosa. Pero su direcci6n es anticuada y se percibe un movimiento
para expulsar a los generales. Anticipamos una revolucion como la
nuestra, que permi- tira el acceso de los hombres jovenes a la
direcci6n. Se trata de una fuerza utilizable, si podemos encauzarla
de manera que coopere con nuestra obra. Estamos ocupandonos de ello
y tenemos confianza en el exito".2 Pero este intento de lograr un
vuelco del Partido Radical al oficialismo
fracaso al no llegarse a un acuerdo con Amadeo Sabattini. Para
el sector intran- sigente era temerario entrar a colaborar con un
gobierno huerfano de apoyo popular debido a dos razones. Primero,
porque la opini6n publica formada por las clases medias urbanas no
toleraria ninguna clase de arreglos con un gobierno de neto corte
autoritario. Segundo, porque no controlaban la maquinaria del
1 El fascismo gozaba de amplia popularidad en las comunidades de
Ameica del Sur. Vease ROMlUALDI, S: Presidentes y trabaiadores,
1971. 2 Transcripto en POTASH, R.: El Ejdcito y la poitica en la
Argentina, 1928-1945, Sudamericana Buenos Aires, 1971.
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ALIANZAS POLITICAS EN EL SURGIMIENTO DEL PERONISMO
partido todavia en manos de los viejos dirigentes, acendrados
opositores del oficialismo.
A partir de ese entonces se trat6 de estructurar un movimiento
basado en el apoyo de los sectores populares, a los cuales se
comenz6 a movilizar politi- camente. Bien pronto, la politica
social implementada desde la Secretaria de Trabajo y Prevision
empieza a reportar tangibles beneficios a la clase traba- jadora.
La negociacion mediante convenios colectivos de trabajo adquiere
real efectividad, se introducen clausulas sobre vacaciones pagas y
se amplia el sistema jubilatorio incluyendo a empleados y obreros
de la industria y el comer- cio. El otorgamiento de estas medidas
hizo percibir a los dirigentes obreros que se encontraban ante un
gobierno mucho mas receptivo a sus demandas que cualquier otro en
el pasado. Es asi como muchos dirigentes sindicales comenzaron a
transferir sus apoyos politicos al peronismo, pues de esta manera
podian concretar viejas aspiraciones. Un sector importante del
viejo elenco sindical, compuesto por las comisiones directivas de
los sindicatos de mayor peso, tales como la Uni6n Ferroviaria y la
Federacion de Empleados de Comer- cio, no tardaron en engrosar las
filas del naciente movimiento politico. Otros, en cambio, vieron en
el accionar de Peron un peligro a la consolidacion de un movimiento
gremial autonomo. La experiencia europea con los sindicatos de tipo
vertical y orientados corporativamente estaba muy cerca. Por eso se
opusieron tenazmente a la labor del gobierno, pero fueron
desalojados de sus respectivas organizaciones en la mayoria de los
casos.
El creciente apoyo a los obreros comenzo a crear un cierto
recelo en el empresariado industrial, que hasta ese momento habia
apoyado al gobierno.3
El analisis de la relacion entre el gobierno y los industriales
ofrece bastante interes.
Desde su instalacion en el poder el gobierno militar mostro una
acentuada orientaci6n pro industrialista. En 1943 se dictan las
primeras leyes generales de promocion industrial, creandose el
Fondo de Credito Industrial. Al aiio siguiente se promulga el
decreto 14.630 que enuncia una definida politica de protecci6n y
defensa de la industria nacional. Estas medidas fueron vistas con
buenos ojos por el sector industrial y no faltaron las
oportunidades para hacer puiblica su adhesion. En enero de 1944,
Luis Colombo, presidente de la Union Industrial, dira:
"Frente a los problemas a que se halla abocado el gobierno de la
Naci6n, nos hemos apresurado a ofrecer nuestro concurso leal y sin
reservas. Hemos reiterado nuestros propositos de un codigo organico
de trabajo proclaman- do tambien nuestras aspiraciones, en pro de
la seguridad y bienestar de los trabajadores, dentro de nuestras
posibilidades, para evitar el fracaso rotundo a que dieron lugar
ciertas leyes en vigencia." 4 Pero existia reciprocidad en este
trato benevolente entre empresarios y
gobierno. En agosto de 1944, Peron en un discurso en la Bolsa de
Comercio afirmara:
3 El juego politico de Peron comenz6 a aparecer como inquietante
a los ojos de los industriales y bien pronto el conflicto se hizo
agresivo y explicito. 4 Citado en CUNEO, D.: Comportamiento y
crisis de la clase empresaria, Pleamar, Buenos Aires, 1967.
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IGNACIO LLORENTE
"Seinores capitalistas, no se asusten de mi sindicalismo, nunca
mejor que ahora estarai seguro el capitalismo, ya que yo tambien lo
soy, porque tengo estancia y en ella operarios. Lo que quiero es
organizar estatalmente a los trabajadores, para que el Estado los
dirija y les marque rumbos y de esta manera se neutralizarin en su
seno las corrientes ideologicas y revolucio- narias, que puedan
poner en peligro nuestra sociedad capitalista en la posguerra".5
Pero ya hacia fines de 1944 se insinua la ruptura entre la Union
Indus-
trial y el gobierno.6 La aparente razon de ello es la inminente
sancion del sis- tema de jubilaciones; pero detras de esto lo que
comenzaba a inquietar a los dirigentes industriales era el estado
de excitaci6n social y la creciente agresividad de los obreros.
En una presentacion hecha el 29 de diciembre, la Union
Industrial se refiere a la "indisciplina que necesariamente
engendra en los establecimientos, el uso mas generalizado de cierta
terminologia que hace presentar a los patro- nes en una posicion de
prepotencia y a cada arreglo, no como un acto de justicia sino como
una conquista, que de ser necesario los trabajadores sabrian
defender con la fuerza. Tratase de palabras y conceptos mal
asimilados, seme- jantes a los que usaban los viejos organizadores
socialistas durante la primera faz del gremialismo obrero".7
El mismo hecho de pertenecer las clases bajas a una coalicion de
gran poder social, las predispone a actuar violentamente debido a
que sienten que lo que era una aspiracion imposible en el pasado ya
no es tal. Este tipo de situaci6n genera una revolucion en las
aspiraciones, aumentando la insatisfac- cion con el estado de cosas
existentes. Es asi como los sectores populares co- mienzan a
presionar agresivamente para lograr sus fines.8
Los industriales fueron percibiendo que el activismo politico de
los obreros, alentado desde el gobierno, se tornaba amenazante para
el orden social. El 15 de junio de 1945 las entidades patronales
emiten un manifiesto repudiando la poli- tica social del gobierno.
Este hecho tuvo un efecto catalizador en los circulos gremiales,
pues impuls6 a muchos dirigentes a prestar su apoyo al gobierno
ante la amenaza patronal. El 12 de julio los sindicatos organizan
una tumultuosa con- centraci6n en el centro de la Capital, "en
defensa de las mejoras obtenidas por los trabajadores por
intermedio de la Secretaria de Trabajo y Prevision".
La tension politica fue creciendo durante junio y julio. Los
partidos politi- coos, ante la perspectiva de que el gobierno se
perpetuara en el poder, comienzan una campania de oposicion activa
juntamente con empresarios y profesionales. Ante esta presion, el
presidente Farrell anuncia a mediados de afio que antes de su
finalizaci6n se convocaria a elecciones.
5 Ibid. 6 Con referencia a los empresarios, cabe acotar que
existian ciertos clivajes internos.
Un sector minoritario del empresariado continuo apoyando a
Peron, pero bAsicamente el sector mayoritario se opuso tenazmente
al gobierno y a su politica de reforma social. La Union Industrial
fue uno de los soportes mas solidos de la Union Democratica. 7
Revista de la Uni6n Industrial Argentina, enero 1945. 8 CORNBLIT,
0.: "Conflicto, cooperaci6n y cambio: interpretaci6n formal de un
modelo de cambio social para America Latina", DT, NQ 40, Instituto
Di Tella, Buenos Aires, 1969.
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ALANZAS POLTICAS EN EL SURGIMIENTO DEL PERONISMO
Mientras tanto el radicalismo se habia reorganizado, integrando
su elenco directivo de la misma forma que tenia al decretarse la
disolucion de los partidos politicos en 1943. lo cual permitio al
sector unionista copar la maquina partida- ria. El unionismo
aceptaba la tesis de ir a una confrontacion electoral confor- mando
una coalicion con otros partidos politicos. Existia el precedente
de 1943, donde la Convencion Radical aprobo la constitucion de un
frente electoral con los democratas progresistas y socialistas para
oponerse al conservadorismo. La presencia del unionismo en la Mesa
Directiva del Partido Radical alento a los partidos opositores a
formar una Junta de Coordinacion Democratica, que pro- cedio a
invitar al radicalismo a participar en ella. El 28 de agosto, la
Mesa Directiva acepto propiciar "una accion armonica con los
partidos democraticos en los hechos y en los principios".
Durante ese mismo mes, Peron encomienda al Ministerio del
Interior a un dirigente radical de segunda linea, Hortensio
Quijano. Semanas mais tarde otro radical, Armando Antille, ocupa la
cartera de Hacienda y hacia fines de agosto John Cooke, dirigente
radical de Buenos Aires, es designado ministro de Rela- ciones
Exteriores.
En septiembre, la oposici6n organiza una multitudinaria
manifestacion de- nominada "Marcha de la Constitucion y la
Libertad" bajo esta consigna: "Trans- ferencia del poder a la
Suprema Corte y celebracion inmediata de elecciones".
Esta creciente oposicion civil al gobierno tuvo honda
repercusion dentro del Ejercito. Ciertos sectores de este
comenzaron a ver con malos ojos las actitu- des de Peron para
promover sus propias aspiraciones electorales. A esto se unie- ron
las tratativas realizadas por Sabattini, quien alento al general
Avalos, jefe de la importante guarnicion de Campo de Mayo, para
desalojar del gobierno a Peron a cambio de integrar la futura
formula presidencial del radicalismo. El 24 de septiembre fracasa
un levantamiento militar en Cordoba liderado por el general Arturo
Rawson, al no hallar eco en el resto de las Fuerzas Armadas.
A principios de octubre, la designacion de Oscar Nicolini para
el cargo de director de Correos y Telecomunicaciones fue la causal
del conflicto con la ofi- cialidad de Campo de Mayo. Esta exigio al
presidente Farrell la separaci6n de Peron de todos sus cargos en
forma inmediata. El presidente trato de defenderlo, pero la
intransigente actitud de los oficiales, que amenazaban marchar con
los efectivos sobre la ciudad, lo disuadio. Peron contaba con
importantes apoyos en numerosos regimientos del interior y de la
Capital, pero juzgo inutil resistirse al planteo de Campo de Mayo y
renuncio el 9 de octubre a todos sus cargos.
La oposicion, desarticulada por la carencia de un lider politico
de cierto peso, no supo aprovechar esta coyuntura favorable; las
disensiones dentro de la misma comenzaron a aflorar apenas cayo
Peron. Esto pone en evidencia la falta de percepcion de algun tipo
de amenaza seria que urgiera a una accion concer- tada y
organica.
Por un lado, estaban los partidos politicos que sostenian la
conveniencia de transferir el gobierno a la Corte, postura que
resultaba inaceptable para los mili- tares. Mientras tanto. el
general Avalos invita a Sabattini para reorganizar el gabinete,
pero la rigida oposicion de los dirigentes radicales impidio que
esto :se concretara.
El 10 de octubre, en una alocuci6n de despedida a los obreros,
Peron los
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IGNACIO LLORENTE
alerto acerca de la posibilidad de que se anulasen las recientes
conquistas sociales y de que su deposicion se debia a las nuevas
medidas que se pensaba adoptar, entre ellas, un plan de
participacio6 en las ganancias.
Dos dias despues aparece el decreto de convocatoria a elecciones
nacionales para el 7 de abril de 1946, renunciando todo el gabinete
para dejar en libertad de accion al presidente Farrell. La tarea de
formar un nuevo gabinete le fue encomendada a Juan Alvarez, miembro
de la Suprema Corte y figura sin ningun tipo de relevancia
politica; su nombre habia sido sugerido por Sabattini al general
Avalos.
Diversos grupos militares presionaron para que se arrestara a
Peron. El gobierno se vio compelido a autorizar dicho arresto ante
las reiteradas amenazas en contra de su vida.
La noticia de la detencion de Peron hallo ripido eco en los
trabajadores del cinturon industrial del Gran Buenos Aires. Tras el
desplazamiento de Peron del poder, los patrones comenzaron a tomar
medidas de represalia en contra de los obreros y de las
organizaciones sindicales. No fueron pocos los industriales que se
negaron a pagar los salarios del 12 de octubre, declarado feriado
nacional por el gobierno; tambien en muchas empresas se anuncio la
negativa a otorgar las vacaciones anuales prometidas con
anterioridad. La amenaza a las conquistas sociales por la campania
de reaccion patronal alarmo a los obreros provocando un creciente
descontento. Espontaneamente se realizaron una serie de huelgas y
paros en el Gran Buenos Aires en abierto desafio a la cuipula
sindical, la que procuraba un entendimiento con el general Avalos.
Ante la presion de las bases obreras, el 16 de octubre la CGT
declara una huelga general para el dia 18 de octubre, propugnando
el mantenimiento de las conquistas sociales y en contra de la
entrega del gobierno a la Corte. Pero el 17 de octubre la
movilizacion masiva de los trabajadores hacia el centro de la
Capital exigiendo la libertad de Per6n, cambio drasticamente el
curso de los acontecimientos. Provoco el aleja- mliento del general
Avalos del gobierno, dejando a Peron dueiio absoluto de la
situacion, y siendo los diferentes cargos del gabinete y las
intervenciones cubier- tos por hombres de su confianza. Con sus
espaldas bien cubiertas Peron se aboco de inmediato a la delicada
tarea de montar una estructura politica para competir
electoralmente. Para ello contaba con el control de los resortes
del Estado, que fue un factor decisivo en el proceso de
estructuracion de la coalicion peronista incrementando enormemente
el poder de su organizaci6n.9
Previo a la descripci6n del proceso de precipitacion de las dos
coaliciones politicas que se disputan el poder en la eleccion de
1946, conviene destacar un aspecto que tuvo su importancia. Se
trata de la calidad del liderazgo politico. La aptitud de liderazgo
superando condiciones adversas y combinando los di- versos factores
para obtener determinados resultados, es una condici6n necesaria en
la produccion de ciertos fenomenos politicos. En numerosas
instancias esta es
9 La campana electoral estuvo plagada de denuncias de los
partidos opositores, referidas al activismo politico de los
funcionarios estatales y de las policias locales. Luego de la
elecci6n, la UCR se quejara amargamente "de que todos los resortes
del Estado, administrativos econ6micos, financieros y los
ministerios, reparticiones nacio- nales, intervenciones federales,
municipales, etc6tera, convertidos en comit6s politicos fue- ron
puestos al servicio del candidato oficial".
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ALIANZAS POLITICAS EN EL SURGIMIENTO DEL PERONISMO
una variable crucial, dependiendo la concrecion de alianzas de
las estrategias y tacticas aplicadas por los lideres en sus
esfuerzos para acceder al poder.'0
En este caso, un factor coadyuvante para la formalizacion de las
alianzas politicas fue la orientacion del comportamiento de Peron
por normas estrategicas. Su formacion militar, especialmente sus
estudios sobre tactica y estrategia, le facilitaron las cosas. En
los hechos demostro ser sumamento flexible, adaptandose a las
posibilidades de la situacion. Sacrifico algunas de sus ideas o
proyectos con tal de atraerse a todos los aliados potenciales,
acrecentando asi su poder politico. Por otra parte, se trataba de
la exacta aplicacion a la esfera politica de un prin- cipio
estrategico que Peron toma de Von Clausewitz: el principio de la
economia de las fuerzas. El mismo aconsejaba acudir al lugar del
combate con el mayor numero posible de fuerzas. Fiel a esto Peron
trato siempre "ser superior en el lugar donde se busca la decision"
11 porque "si eso se consigue la accion se inclina a favor de uno,
salvo que la fatalidad la haga fracasar".12
Este "sano" eclecticismo conllevara a la formacion de una
coalicion su- mamente heterogenea en cuanto a los intereses
perseguidos por los diversos miem- bros que la integraban. La
convivencia entre ellos no fue nada facil, sobre- abundando los
conflictos y querellas intestinas, como se vera mas adelante.
En un principio, el peronismo comienza a organizarse alrededor
de dos nucleos: las organizaciones gremiales y los dirigentes
radicales escindidos. Estos, ]iderados por H. Quijano, constituyen
la llamada Junta Reorganizadora de la UCR (que mas tarde pasara a
denominarse la UCR Junta Renovadora), reali- zando el 29 de octubre
su primer acto politico en el teatro Augusteo. Interesa saber cual
fue el determinante del repliegue de estos radicales hacia el
peronismo. Para algunos estudiosos existian con anterioridad al
surgimiento del peronismo algunos sectores descontentos con la
conduccion partidaria. Se trataba de grupos yrigoyenistas que
mantenian un abierto enfrentamiento con las autoridades par-
tidarias desde la caida de Yrigoyen. Hubo, ciertamente, alguno que
otro yrigoye- nista que se paso al peronismo, como Antille y
Leloir, pero la mayoria de los dirigentes disidentes, como Quijano
y Cooke, pertenecian al nucleo alvearista. Ademas, el sector
intransigente que mas combatio al alvearismo y se le opuso de
manera sistematica, permanecio integramente dentro del partido. El
determi- nante de un alejamiento o permanencia en el partido parece
haber sido la per- cepcion de cual era la fuerza que ofrecia
mayores posibilidades para acceder al poder. Se comenzaba a
advertir dentro del radicalismo que este ya no era la fuerza
politica de otrora con solidos apoyos e imbatible en el campo
electoral.
Paralelamente las organizaciones gremiales adictas a Peron
estaban abocadas a ]a constitucion de un nuevo partido politico
para postularlo como candidato a presidente. Luego de una serie de
consultas decidieron convocar a una asam-
10 Con frecuencia, los analisis sociol6gicos pecan por omisi6n
al considerar irrele- vante la calidad del liderazgo politico. La
confianza exclusiva en las explicaciones de tipo estructurales
presuponen que toda situacion tiende a engendrar sus propios diri-
gentes sin importar las aptitudes de 6stos para conducir un
proceso. Sin embargo, se debe admitir que el curso de los
acontecimientos puede verse influido por la sagacidad o ineptitud
de los lideres politicos.
11 PER'ON, J.: Apuntes de historia militar, Ed. de la
Reconstrucci6n, Buenos Aires, 1974, p4g. 303.
12 PERON, J.: Conducci6n politica, Ed. de la Reconstrucci6n,
Buenos Aires, 1973.
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IGNACIO LLORENTE
blea constitutiva del partido. En ella participaron la CGT,
dirigentes de la UIA y diversos sindicatos autonomos. La asamblea
tuvo lugar el 24 de octubre, crean- dose el nuevo partido
denominado Laborista. Se designo una comision organiza- dora
integrada por un representante de cada sindicato; tres dias despues
se aprobo el programa, el cual expresaba viejas tradiciones
reformistas del sindica- lismo, mostrando una notable similitud con
las pautas programaticas del labo- rismo ingles. El nuevo partido
intentaba vehiculizar los intereses de los sectores obreros y sus
"columnas principales seran las grandes masas integrantes de los
autenticos sindicatos de trabajadores", como rezaba su Declaracion
de Principios. Ademas existian otros grupos apoyando a Peron, pero
su importancia en el pro- ceso politico fue secundaria. Entre ellos
se contaban los nacionalistas nucleados en la Alianza Libertadora
Nacionalista y gente de los mas diversos origenes que fundaron el
Partido Independiente.
Asi fue como Peron, a mediados de noviembre, contaba con dos
partidos politicos en organizaci6n, los que luego le canalizaron el
apoyo electoral.
En diciembre, los sindicatos organizaron un acto en Plaza de
Mayo para instar por la pronta sancion del decreto sobre
participacion en las ganancias prometido por Per6n. A fines del
mismo mes se firmo un decreto instituyendo el sueldo anual
complementario, las vacaciones pagas y otra serie de beneficios. La
reacci6n patronal no se hizo esperar, pues las organizaciones
empresarias resolvieron desconocerlo. A principios del anio, la
Camara de Grandes Tiendas de Buenos Aires dispuso el cierre de sus
establecimientos durante tres dias con- secutivos. Los industriales
se plegaron, siendo el cierre de comercios y faibricas to- tal.
Pero a pesar de estas medidas, el sector patronal debio resignarse
y paulatina- mente se llegaron a acuerdos con el personal
reconociendo los beneficios institui- dos. Atendiendo a los
reclamos de los partidos opositores, el gobierno decidio adelantar
la fecha de las elecciones para el 24 de febrero. Esto obligo a los
diver- sos partidos a acelerar el tratamiento de la cuestion
candidatura.
El 27 de diciembre se refine la Convencion Nacional del
radicalismo. Du- rante la misma, la Mesa Directiva del radicalismo
informo acerca de las trata- tivas realizadas con otros partidos
con miras a la integracion de un frente elec- toral. En ellas se
habia acordado la formacion de la Union Democratica, coa- lici6n
que agrupaba a radicales, socialistas, comunistas y democratas
progresistas, quienes se habian comprometido a votar la f6rmula
presidencial del radicalismo llevando cada partido su propia lista
de candidatos para los demas cargos electivos. A este acuerdo se
habia llegado pese a la oposici6n del Partido Comunista, el cual
pretendia la formacion de listas comunes para legisladores
nacionales y pro- vinciales. Esta propuesta fue rechazada de plano
por el radicalismo, apoyado por el socialismo; unicamente el
Partido Democrata Progresista se avino a integrar sus listas con el
Partido Comunista bajo la denominacion de "Unidad y Resis-
tencia"'. Dentro del radicalismo existia un importante sector
denominado Intran- sigente, que se oponia a la concrecion de estas
alianzas, especificamente al ingreso del Partido Conservador a la
Union Democratica, de la cual habia quedado ex- cluido. Durante la
Convenci6n dan a conocer una declaracion, en uno de cuyos parrafos
decia:
"Consecuentes a la tradicion conceptual del partido, quebrada en
sus rea- lizaciones en el orden nacional desde el 6 de septiembre
de 1930 por las
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ALIANZAS POLITICAS EN EL SURGIMIENTO DEL PERONISMO
fuerzas oligarquicas, imperialistas y antidemocraticas que desde
entonces detentan el poder, la UCR es la unica corriente politica
que esta hoy en condiciones de realizar la estructura de una
Argentina democratica, desde un punto de vista integral, por lo
cual sus organismos no aceptaran acuerdos, pactos electorales o
inteligencia alguna que importe renunciar a sus ideales y
principios, ni comparte la direccion de su accion civica y social,
ni admite interferencias ideologicas al margen de su programa".13
El texto transcripto ilustra sobre la validez de los antiguos
antagonismos
politicos, pues la declaracion intransigente rechazaba la idea
de ir a la eleccion con el apoyo del conservadorismo. Finalmente,
la Convencion ratifico la Union Democratica por 115 votos contra
48. El dia 30 se aprueba la plataforma electoral y al dia siguiente
se elige la formula presidencial, cuyos integrantes fueron
Tamborini-Mosca, ambos pertenecientes al sector alvearista.
El proceso de eleccion de los candidatos mostro caracteristicas
diferenciales en la provincia de Buenos Aires. La Convencion de la
provincia se reunio a comienzos de enero para elegir la f6rmula de
gobernador y vice. Los intransi- gentes plantearon la tesitura del
voto directo de los afiliados para elegir los candidatos. El
unionismo se opuso, pero le fue imposible conseguir los dos tercios
necesarios para imponer sus propios candidatos. Al cabo de unos
dias debio admi- tir la propuesta intransigente de que la formula
provincial se hiciera mediante el voto directo. El otro asunto
tratado por la Convencion fue el proyecto presen- tado por el
doctor Rodriguez Araya. El mismo propugnaba la incorporacion del
Partido Democrata Nacional a la Union Democratica, pero fue
rechazado por unanimidad. Las elecciones de candidatos para
integrar las listas de legisladores nacionales y provinciales se
efectuaron el 13 de enero, triunfando la intransi- gencia con la
f6rmula J. Prat-C. Larralde. Este hecho tuvo su importancia, pues
impidi6 definitivamente la concreci6n de algiin tipo de acuerdo o
alianza con el Partido Conservador de la provincia de Buenos Aires
y precipito un agudo conflicto con este que tendria imprevisibles
consecuencias puesto que habria de llevar a campo enemigo a quienes
podian haber sido sus aliados.
El proceso de nominaci6n de los candidatos de la coalicion
peronista fue harto dificultoso, abundando los conflictos entre el
radicalismo renovador y el Partido Laborista.
El 15 de enero se reunio el Congreso del Partido Laborista.
Entre los gre- mialistas no existian dudas sobre el primer termino
de la formula presidencial, pero en lo referente al candidato a
vicepresidente existia un cierto consenso en que debia ser algin
dirigente laborista. Finalmente fue proclamado el coronel Domingo
Mercante, quien se hallaba a cargo de la Secretaria de Trabajo. Al
dia siguiente se reuine la Convencion de la UCR Junta Renovadora y
elige por acla- maci6n la formula Per6n-Quijano. Inmediatamente se
inician las tratativas entre ambas fuerzas politicas a los efectos
de unificar la f6rmula. Para facilitar las cosas Mercante presenta
su renuncia, el laborismo accede y acepta a H. Quijano como
integrante del binomio presidencial.
Una situacion analoga se produjo con motivo de la designacion de
candidatos a gobernador en la provincia de Buenos Aires. El
laborismo
,13 DEL MAZO, GABRIEL: El radicalismo. El movimiento de
Intransigencia y Reno- vacion, Gurc, Buenos Aires, 1957.
69
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IGNACIO LLORENTE
proclama la formula Mercante-Arrieta y los radicales renovadores
a Cetra- Siri. Se acude al laudo de Per6n quien propone a
Leloir-Bramuglia, pero estos no son aceptados por el laborismo.
Recien el 14 de febrero se llega a un acuerdo con la formula
Mercante-Machado, iniciando de inmediato los candidatos peronistas
una gira politica por el interior de la provincia.
IUna reconsideracion mas detallada merece la repercusion de todo
este proceso dentro del Partido Conservador. A muchos conservadores
no les disgustaba la idea de enancarse en el movimiento peronista.
Para ellos el fenomeno peronista no representaba peligro alguno a
su hegemonia, ya que las amenazas que planteaban las clases bajas
estaban en cierta medida amortiguadas y controladas por el
liderazgo carismatico de Peron. Es mas, el experimento peronista
parecia ejercer una suerte de fascinacion sobre ellos por- que les
abria la posibilidad de fortalecer su hegemonia mediante la
movilizaci6n de la clase obrera en su servicio. Fueron varios los
dirigentes conservadores que ingresaron en las filas del peronismo
como Uberto Vignart, J. Morrogh Bernard, M. Fresco, E. Vista, R.
Carrillo, J. Arce, J. Remorino y A. Escobar. El factor determinante
de esta convergencia era la amenaza que les planteaba su tradicio-
nal enemigo politico: el radicalismo. Para este habia llegado la
hora de cobrarle viejas cuentas pendientes a su adversario. Todavia
estaban frescos los agravios y atropellos sufridos durante el
periodo 1930-1943. Es asi como el Partido Con- servador no fue
invitado a integrar la Union Democratica, siendo rechazado el
proyecto que propugnaba su incorporacion. Paradojicamente, el
tinico esfuerzo para tratar de incorporarlos provino del Partido
Comunista. Su secretario general, Ger6nimo Arnedo Alvarez, lo
seiialo:
"Debemos hacer todo lo posible para que se incorporen a este
movimiento representantes del movimiento obrero, de la
intelectualidad, de las fuerzas vivas y del Partido Conservador. La
ausencia del sector conservador es una de las mas considerables
debilidades en este aspecto y requiere que fijemos al respecto
nuestra posicion. Debemos reconocer que el Partido Conservador es
una fuerza seria, que ha gobernado al pais durante muchos aiios y
que cuenta con sectores importantes en muchos lugares del pais."
14
Aparte de la tentativa de los comunistas, no hubo ninguna otra
gestion para lograr algin tipo de acuerdo.
Durante toda la campania electoral, los radicales no perdieron
ocasion para agredirlos. J. Prat se referia en estos terminos en
uno de sus discursos:
"Aqui el fraude lleg6 a limites inconcebibles, aqui los
procedimientos tortuosos y violentos se practicaron con alevosia
incomparable y se vejo a la personalidad humana en un inuitil
esfuerzo por hacer declinar nuestra al- tivez".15 En otra ocasi6n
ainadia:
"No iremos al gobierno a cobrar vejamen por vejamen y agravio
por agravio. No iremos a vengarnos, pero no vamos a olvidar porque
no podemos
14 Orientacidn, 26 de diciembre de 1945. 15 La Nacidn, 16 de
febrero de 1946.
70
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ALIANZAS POLITICAS EN EL SURGIMIENTO DEL PERONISMO
ni debemos hacerlo. No podemos porque es muy honda la huella que
dejo el fraude".16 Desde el lado conservador se percibia claramente
la posicion amenazante del
adicalismo. 17 En sus memorias, tino de sus dirigentes senalara:
"Los radicales hicieron mas aun, no solamente se unieron con los
comu-
nistas, sino que desde las tribunas levantadas durante la
campana politica en las provincias y en la Capital Federal, se
dedicaron casi exclusivamente a denostar y a amenazar a los
conservadores por haberlos expulsado del poder en 1930. En sus
diatribas Peron paso a segundo termino y se cuidaron muy bien de
senialar al pueblo el peligro que significaba su triunfo para la
tran- quilidad de la Republica y la estabilidad de sus
instituciones fundamentales. Es de suponer el efecto
contraproducente que tan insensata campana produjo en el seno de
las familias conservadoras que representaban mas de un millon de
votos. Ante las amenazas tan ampliamente difundidas y reiteradas,
que importaban un verdadero peligro para su existencia fisica, la
gran mayoria se abstuvo de votar la formula radical y asi triunfo
Peron por un ajustado margen de votos." 18 Ante la presion
amenazante del radicalismo no son pocos los caudillos con-
servadores que ven la conveniencia de aliarse con el laborismo,
no tanto por afi- nidad sino para enfrentar conjuntamente al mismo
enemigo.
La matriz de relaciones entre los diversos actores sociales con
su particular perfil de atracciones y antagonismos estaba afectada
por los acontecimientos del periodo precedente, quedando el Partido
Conservador en cierta medida situado como aliado potencial del
peronismo. La necesidad que tenia Peron de incre- mentar su poder
politico lo lleva a tratar de incorporarlos a la coalicion.19 Si
bien no logra un entendimiento con la cuipula dirigente, fue
cooptando a diversos caudillos departamentales y
provinciales.20
No se puede dejar de considerar los posibles efectos adversos de
este tipo de alianzas dentro del conglomerado de grupos integrantes
de la coalicion pero- nista como para provocar el alejamiento de
alguno de sus componentes. La mayor resistencia a la concrecion de
esta alianza provino de la UCR Junta Renovadora. En un comentario
del diario La Epoca, 6rgano de esta fraccion, se traslucia este
fenomeno:
"Ninguin conservador tiene lugar en las filas de Peron. La
maniobra conservadora es infantil. Pretenden infiltrarse dentro del
movimiento para restar adeptos por el desprestigio que supone la
presencia de ciertos elemen-
16 La Nacion, 18 de febrero de 1946. 17 A fines de diciembre de
1945, A. Mugica, sagaz dirigente conservador, se entre-
vist6 con Tamborini para solicitarle que los radicales moderaran
sus criticas ante el 6xodo de conservadores al peronismo. 18
GARCiA, E.: Yo fui testigo, Lasserre, Buenos Aires, 1971. 19
Durante la campana electoral Per6n no se cansara de repetir a los
dirigentes
obreros y politicos que la consigna del momento era "hay que
sumar y no restar". Vease MoNzALVO, LUIS: Testigo de la primera
hora del peronismo, Pleamar, Buenos Aires, 1975.
20 Entrevista Esteban Habiague, Historia Oral, Instituto Di
Tella. Habiague, que era la mano derecha de Barcel6, relata la
entrevista que sostuvieron caudillos conserva- dores de la
provincia de Buenos Aires con Peron, donde le ofrecieron apoyar
politica- mente su candidatura.
71
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IGNACIO LLORENTE
tos. Porque no se concibe ninguin colaboracionismo de los
fraudulentos oli- garcas con los hombres que los arrojaron del
gobierno, precisamente en vir- tud de sus malandanzas y fechorias.
El caso conservador nos recuerda al taimado que habiendo sido
castigado una vez, se nos aproxima invocando arrepentimiento y
amistad para apufialarnos por la espalda. La presencia de cierta
clase de elementos politicos vinculados a la decada infame que
asolo al pais, desprestigiaria un movimiento que ha nacido fuerte,
afianzado en un pueblo que desprecia la traicion y apostrofa la
cobardia. Ni Vignart, ni Fresco, ni Solano Lima tienen lugar en las
compactas filas del movimiento libertador argentino".2' Este tipo
de resistencia es bastante comprensible dado el origen radical
de
estos dirigentes. Pero si bien este sector se opuso a un arreglo
de esa naturaleza, en ninguin momento amenazaron con retirarse de
la coalici6n porque en cierto sentido tenian quemadas las naves y
un eventual retorno a las filas del radica- lismo era impensable.
En cambio, para los lideres obreros de este tipo de alianza
reforzaba una estructura organizativa que fuera de las zonas
urbanas se revelaba endeble, permitiendoles vincularse con ciertos
segmentos de la poblacion que les eran inaccesibles. En la campania
electoral no se registro ninguin tipo de conflicto dentro del
laborismo que hubiera evidenciado una cierta aversion o incompati-
bilidad entre laboristas y conservadores. Es mas, algunos
dirigentes conservadores aparecieron integrando la lista de
candidatos a diputados del Partido Laborista en la provincia de
Buenos Aires. Tal es el caso de E. Visca y U. Vignart.
Pero si algunos conservadores vieron la conveniencia de
coligarse con el labo- rismo, para otros la situacion se planteaba
en otros terminos debido a los temores suscitados por la
movilizacion de las clases subalternas. Un dato esencial del
programa era la existencia de una cierta identificacion, acentuada
a partir de la crisis del 30. La decreciente rentabilidad de las
inversiones agricolas torno mucho? ras ventajosas las inversiones
en el sector industrial. La clase alta tom6 la ini- ciativa
impulsando el proceso de industrializacion, reclutandose muchos de
los nuevos industriales entre los miembros de la clase alta
tradicional. Para este sector la principal amenaza no provenia de
las clases bajas rurales dado su bajo nivel de movilizaci6n
politica, sino que estaban atemorizados por la conducta de los
obreros urbanos. Ademas, la politica social llevada a cabo desde el
gobierno suscitaba serios temores. No habia certeza de que la
politica de reformas sociales se mantuviera dentro de limites
aceptables a sus propios intereses. El temor a algiin tipo de
reforma agraria y a la eventual conducta de la clases bajas
activadas politicamente flotaba dentro de estos circulos, siendo la
alianza con el radicalismo el precio que habia de pagar para
aventar este tipo de amenaza.
La estructura de amenazas se trasluci6 durante la Convenci6n del
Partido Democrata que mostr6 al conservadorismo dividido. Por un
lado, A. Santamarina sostenia la conveniencia de ingresar a la
Uni6n Democratica, mientras Solano Lima planteaba la conveniencia
de que los conservadores presentaran sus propios candidatos a
presidente. Ambas posiciones son un reflejo de la percepcion de
distintas amenazas para los diferentes actores sociales. Para
Santamarina y algu- nas fracciones de las clases altas, Peron
representaba una amenaza creciente por
21 La Epoca, 2 de diciembre de 1945.
72
-
ALIANZAS POLTICAS EN EL SURGIMIENTO DEL PERONISMO
las medidas que habia introducido afectando la estructura de
intereses establecida. En cambio Solano Lima asumia la
representacion de los caudillos departamen- tales, para quienes la
perspectiva de un triunfo radical era mucho mas sombria que la de
un triunfo peronista. Ante la imposibilidad de conciliar ambas
posicio- nes, la Convencion decidio dejar librado al criterio de
los diferentes partidos provinciales la actitud a asumir. En la
provincia de Buenos Aires los conserva- dores decidieron no
adherirse a la Union Democratica presentando sus propios
candidatos.
Resumiendo, tenemos que el Partido Democrata estuvo sometido a
la pre- sion de amenazas cruzadas ya sea por el lado del
radicalismo como por parte de los sectores populares. Frente a este
hecho los conservadores se escindieron asu- miendo distintas
posiciones. Mientras un grupo se alio con el peronismo, otro apoy6
decididamente a la Uni6n Democratica y un tercero prefirio no
integrar ninguna de las dos coaliciones politicas.
Ante esta alineacion de las diversas fuerzas integrantes del
espectro politico se producia el pronunciamiento de otra
institucion que habria de tener profundas implicancias politicas.
Tal es el caso de la Iglesia. La introducci6n de la ense- nanza
religiosa en las escuelas mediante un decreto del gobierno habia
granjeado la simpatia de la jerarquia eclesiastica. Asimismo, la
politica de apertura social del gobierno se coloco bajo el signo de
una cruzada anticomunista, enfatizandose la colaboracion de las
clases sociales en aras al bien comun. Esto coincidia con los
lineamientos generales de la doctrina social de la Iglesia. El 15
de noviembre el Episcopado da a conocer una pastoral con motivo de
las proximas elecciones. "Ningun catolico --decia el documento--
puede votar a candidatos que inscriban en sus programas los
principios siguientes: 1) la separaci6n de la Iglesia del Estado;
2) la supresion de las disposiciones legales que reconocen los
derechos de la religion y particularmente del juramento religioso:
3) el laicismo escolar, y 4) el divorcio legal". Detras de este
gesto se escondia la tacita recomendacion de votar por el candidato
oficialista. El apoyo de la Iglesia reforzo sensiblemente la
posicion de Peron, extendiendo sus influencias en las zonas rurales
donde no pocos curas parrocos se esforzaron por atraer adeptos
hacia la causa peronista.22
Finalmente, diez dias antes de la eleccion un acontecimiento
habria de deteriorar aun mas la situacion de la Uni6n Democratica.
El Departamento de Estado norteamericano dio a conocer un documento
titulado el Libro Azul, en el cual se vertian acusaciones con
respecto a un presunto encubrimiento por parte del gobierno
argentino a servicios nazis. Tambien acusaba al gobierno militar de
haber colaborado con las potencias del Eje y de intentar la
creacion de un Estado totalitario en America del Sur. Los
dirigentes de la Union Democratica aceptaron complacidos este
hecho, haciendo suyas las acusaciones del Libro Azul. Resulta un
poco dificil soDesar cuantitativamente cuil fue el efecto de este
error politico, pero sin lugar a dudas debe haber arrimado al
peronismo algunos votos de ciertos sectores de clase media.
Asi se llega al 26 de febrero de 1946. Ese dia se llevaron a
cabo las eleccio- nes generales en las que se eligieron las
autoridades constitucionales de la Naci6n
'22 Sobre este punto existe una cierta evidencia. El 25 de enero
la UCR de Entre Rios dio a conocer una denuncia en contra del
clero, senalando que sus miembros visi- taban a los feligreses
entregando panfletos contrarios al radicalismo.
73
-
IGNACIO LLORENTE
y de las provincias. En un acto electoral inobjetable, en el
cual la presencia de las Fuerzas Armadas aseguro la tranquilidad y
la calma, la f6rmula Peron- Quijano obtuvo 1.479.511 votos y la
formula de la Union Democratica, Tambo- rini-Mosca, 1.210.822
votos. A su vez, en la provincia de Buenos Aires, se regis- traron
los siguientes resultados electorales:
P. Laborista 301.748 (36,6 %) U. C. Radical 260.248 (31,7 /o)
UCR Junta Renovadora 131.097 (15,9 %) P. Conservador 49.490 ( 6,0
%) P. Socialista 26.153 ( 3,1 %) P. Comunista 24.295 ( 2,9 %)
Sintetizando, la coalicion peronista 54,8 ?0/ de los votos
emitidos y la Union Democratica 39,3 /%.
Estos resultados seran objeto de un analisis sistematico en la
pr6xima secci6n de este trabajo. Como punto de comparacion se
utilizara una eleccion anterior a la emergencia del peronismo para
examinar los cambios acaecidos en las pautas de votacion. Se trata
de la elecci6n de diputados efectuada el 7 de mayo de 1940 durante
la presidencia de Ortiz. Al respecto, existi6 un manifiesto
consenso por parte de los protagonistas acerca de la limpieza del
acto electoral, en el que no se registraron denuncias por
fraude.
ANALISIS ECOLOGICO
En esta secci6n, mediante el uso de datos globales que
caracterizan las uni- dades de analisis, se tratara de corroborar u
otorgar plausibilidad empirica a cier- tas afirmaciones sostenidas
en la primera parte del trabajo.
Este tipo de analisis entraina ciertos riesgos que conviene
explicar. En el anilisis ecol6gico las variables son propiedades
referidas a agregados estadisticos. Cuando el prop6sito de la
investigacion es verificar hipotesis sustantivas referi- das al
comportamiento de los individuos y se extrapola a partir de las
relaciones observadas a nivel de los agregados, se comete la
falacia del nivel equivocado. Ella consiste en que sobre la base de
las relaciones observadas entre propiedades colectivas se formulan
inferencias acerca del comportamiento de los individuos. Una larga
polemica se ha venido desarrollando en las ciencias sociales acerca
de la utilidad de este tipo de analisis y de la clase de
inferencias que esta permitido hacer sobre la base de los datos
ecologicos.23 Pero en el estudio de los eventos hist6ricos no cabe
la posibilidad de obtener datos a nivel de los individuos, por lo
que el investigador debe conformarse con la informaci6n estadistica
disponi- ble. En estos casos el analisis ecologico usado con cierta
prudencia puede ser una buena herramienta para examinar
imputaciones causales referidas al comporta-
23 ROKKAN, S., y DOGGAN, M. (comps.): Quantitative Ecological
Analysis in the Social Science, The MIT Press, 1969.
74
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ALIANZAS POLITICAS EN EL SURGIMIENTO DEL PERONISMO
miento de los individuos. Por otra parte, los datos globales
provenientes de diver- sas fuentes fueron obtenidos para los mas
diversos fines sin ninguin tipo de teoria que orientara su
bisqueda. Muchas veces su tosquedad en relacion con la
conceptualizacion usada obliga a tomar con cierta cautela los
resultados.
Todas estas limitaciones hacen que el grado de confirmacion
obtenido por este tipo de analisis sea bajo. Por eso es conveniente
suplementar el analisis esta- distico con todo el bagaje de
material de tipo cualitativo asequible, como croni- cas, relatos,
memorias, diarios, etcetera, los cuales asignan un grado de
credibi- lidad mayor a las proposiciones sustentadas.
Para afinar un poco el analisis y teniendo en cuenta la
heterogeneidad es- tructural de la provincia, se considero
conveniente subdividir las unidades de acuerdo con alguna
caracteristica relevante para delimitar asi diversos contextos
sociales. Tal operacion permitio observar el comportamiento de las
variables dentro de los mismos y especificar las relaciones
encontradas entre las diver- sas variables. Una tipologia de
contextos sociales puede construirse de distintas maneras, ya sea
combinando gran cantidad de dimensiones, ya sea ordenando las
unidades en un continuo unidimensional o por el cruce de dos o mas
dimen- siones. Como no existe ninguna dimensi6n que permita
predecir a todas las demas, el problema admite varias soluciones.
El criterio para decidir se elegira segun el fin que gufe la
investigacion.
En el presente caso, se tomo como criterio delimitador de
diferentes con- textos el tamano del centro urbano del
departamento. La significacion sociolo- gica de este tipo de
indicador reside en los tipos de fenomenos politicos que se generan
segun cual sea el tamaino de la planta urbana. Se supone que el
tamano del centro urbano esta directamente relacionado con el grado
de aper- tura o accesibilidad del departamento a las influencias de
origen nacional. Esto ticne su importancia cuando se trata de
realizar un proceso de cambio social controlado desde las
posiciones de gobierno, como es el caso que se esta anali- zando.
Una mayor apertura incrementa el intercambio de bienes, servicios,
men- sajes y personas y produce una serie de efectos demostrativos.
En las grandes ciudades operan los medios masivos de comunicacion
que actuian como difuso- res de valores y pautas de vida. Se dan
asi condiciones favorables a la experi- mentacion de nuevas
aspiraciones que conllevan a desear cambios en la estruc- tura
socioeconomica con el objeto de satisfacerlas. Es tambien en las
concen- traciones urbanas donde las mismas condiciones de vida
favorecen el desarrollo de la conciencia de clase entre los
obreros, debido a que se revela con mucha mas claridad el contraste
entre su condicion y el modo de vida de otras clases. En cambio, en
los pequenios pueblos o comunidades, las relaciones personales y
las consideraciones de tipo particularistico tienen mayor peso en
los fenomenos politicos, tornando los clivajes clasistas
borrosos.
En virtud de este lipo de consideraciones, se agruparon los
departamentos de acuerdo con el tamanio de su planta urbana. Los
departamentos del conur- bano bonaerense se agruparon en una
categoria aparte debido a que esta zona estuvo sometida al fuerte
impacto de las migraciones internas. Esto configuro una situacion
muy peculiar que justifica su tratamiento por separado. A conti-
nuacion se ofrece la denominacion de cada categoria usada en el
texto y su respectiva definicion:
75
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IGNACIO LLORENTE
Denominaci6n
Gran Buenos Aires
Ciudades
Ciudades medianas
Pueblos grandes
Pueblos pequefios
Definicion
Comprende los departamentos de: A. Brown, Avellaneda (in- cluye
Lanus), E. Echeverria, F. Varela, G. S. Martin, G. Sar- miento, L.
de Zamora, Matanza, Merlo, Moreno, Mor6n, Quil- mes, S. Isidro,
Tigre, V. L6pez. (N: 16) Comprende los departamentos que poseen un
con mds de 15.000 habitantes. (N: 17) Comprende los departamentos
que poseen un de 10.000-15.000 habitantes. (N: 12) Comprende los
departamentos que poseen un de 5.000-10.000 habitantes. (N: 23)
Comprende los departamentos que poseen un con menos de 5.000
habitantes. (N: 41)
centro urbano
centro urbano
centro urbano
centro urbano
Seguidamente se analizaran algunas caracteristicas referidas a
la estructura social de estas diferentes zonas. Para caracterizar
los diversos contextos se uti- lizaran promedios no ponderados. Es
sabido que los promedios sin ponderar presentan un pronunciado
sesgo hacia los valores altos de la variable en cuestion,
acentuando el peso de los mismos. Pero parece licita su utilizacion
dado que el analisis estadistico se basara en el calculo de
coeficientes de correlacion que otorgan igual importancia
sociologica a cada unidad de analisis.24
Una primera idea acerca de estos diversos tipos de estructuras
sociales se obtiene si se analiza c6mo varia la distribucion de la
poblaci6n urbano-rural.
Dentro del agrupamiento realizado se pasa de una zona totalmente
urbana, como es el Gran Buenos Aires, a los pequeinos pueblos en
los cuales lo urbano se disuelve en una realidad preeminentemente
rural. Si se tiene en cuenta la cstructura ocupacional de estas
zonas tambien se apreciaran considerables dife- rencias.
CUADRO 1
Poblacion urbana y rural (en %), segun zonas, 1947 Urbana
Rural
Gran Buenos Aires 81 19 Ciudades 67 33 Ciudades medianas 49 51
Pueblos grandes 40 60 Pueblos pequenos 31 69
Nota: La operacionalizaci6n de las variables utilizadas y las
fuentes de los datos se encuentran consignadas en el apendice.
24 Ademas, el uso de promedios no ponderados elimina el efecto
del diferente ta- maiio de las unidades de analisis, factor que por
otra parte no parece tener ninguna incidencia causal sobre las
variables utilizadas. Esto no implica que en otro nivel de analisis
o investigaciones con otro proposito te6rico pueda ser mas adecuado
el uso de pro- medios ponderados.
76
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ALIANZAS POLITICAS EN EL SURGIMIENTO DEL PERONISMO
CUADRO 2
Composici6n sectorial de la poblaci6n econ6micamente activa (en
%), segun zonas, 1947
Primario Secundario Terciario
Gran Buenos Aires 15 42 43 Ciudades 34 25 41 Ciudades medianas
50 18 32 Pueblos grandes 58 14 28 Pueblos pequeios 60 14 26
En el Gran Buenos Aires, el sector secundario tiene mayor
importancia denotando un importante desarrollo industrial. En
cambio, este decrece signifi- ficativamente en las ciudades donde
el sector terciario adquiere mayor peso debido a que las plantas
urbanas son en su gran mayoria centros administra- tivos y
comerciales. En los pueblos sucede algo parecido, porque a traves
de ellos se comercializa la importante produccion agropecuaria
generada en sus alrededores.
Otra caracteristica relevante para poder entender la dinamica
social y politica es el perfil de la piramide de estratificacion,
ya sea en el sector urbano como en el sector rural.
El Gran Buenos Aires presenta un perfil de piramide angosto, es
decir, sin un importante sector medio. Este perfil y la existencia
de concentraciones obreras acentuaban los conflictos de tipo
clasista. A ello se le debe agregar el origen migrante de los
sectores populares.2 Esta inmision relativamente brusca de
migrantes provenientes del interior rebaso en cierta medida el
sistema ins- titucionalizado de expresi6n de la clase obrera como
eran los sindicatos, para constituir un sector poco organizado y
facil de movilizar. Lo destacable es el exito social del proceso de
movilizacion politica de estos grupos, que determino un dinamismo
politico y social particularmente relevante. Por ejemplo, aqui se
origino la movilizacion masiva del 17 de octubre, sobre el centro
de la ciudad, que restituyo a Peron en el poder. Es cierto que este
proceso de movilizacion se inscribio sobre un trasfondo de
descontcnto popular dadas las pesimas condi-
CUADRO 3 Perfil de la piramide de estratificaci6n, segfin zonas,
1947
Por ciento de clase Por ciento de clase obrera rural sobre
obrera sobre total de total de poblacion
poblacion urbana rural
Gran Buenos Aires 57 Ciudades 50 57 Ciudades medianas 48 58
Pueblos grandes 48 57 Pueblos pequefos 47 55
26 GERMAN, G.: Estructura social de la Argentina, Raigal, Buenos
Aires, 1954.
77
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IGNACIO LLORENTE
ciones de vida y de trabajo de la poblacion de esta area, pero
no se pueden olvidar la politica social y los cambios producidos
desde el Estado que actuaron como catalizadores del mismo.
En cambio, en las ciudades y en los pueblos de la provincia la
situacion era otra, dado que la clase obrera no tenia la misma
importancia cuantitativa, a lo que iba unido la inexistencia de
importantes concentraciones obreras. Por lo general, se trataba
fundamentalmente de obreros de oficio y obreros del sector
terciario que trabajaban en pequenos talleres, fabricas o
comercios. Esta disper- sion dificultaba la expresion de conflictos
clasistas, mientras que la posibilidad de acciones colectivas o de
protesta organizada en estos contextos era minima.
En lo que sigue importa senfalar algunos rasgos constitutivos de
la estruc- tura rural. En ella el sistema de relaciones sociales
estaba impregnado de rasgos tradicionales, lo que alimentaba la
posibilidad del mantenimiento de vinculos paternalistas directos y
jerarquicos entre patrones y peones. Se mantenia una estructura de
relaciones sociales atrasada, incluso si se la compara con lo que
ocurrio en las zonas urbanas de los mismos contextos. De ahi que
importantes sectores de la poblacion de estas zonas se encontraban
sometidos a formas tra- dicionales de dominacion, lo que les
impedia constituir una fuerza politica independiente de la
estructura de poder existente. Esta descripcion es valida solamente
para las zonas ganaderas, pues en las zonas del cereal la trama
social tenia caracteristicas un tanto mas complejas. Al lado de la
relacion entre propietarios y peones cobra singular importancia la
que se da entre arrenda- tarios y propietarios. Los primeros
constituian un grupo muy numeroso, cuya situacion si bien superior
a la de los peones rurales resultaba inferior a la de los
propietarios, debido a que en cierta medida estaban a merced del
terrate- niente, quien era el que fijaba las condiciones del
arrendamiento. Este antago- nismo entre propietarios y
arrendatarios llego a generar tensiones y conflictos sociales
bastante agudos en situaciones de crisis, como ya habia sucedido en
1912 en el sur de Santa Fe y el norte de la provincia de Buenos
Aires.
Con respecto a los pequeinos pueblos, zona rural por excelencia,
se nuede decir que estaban inmersos en una matriz de tipo
tradicional y poco afectados por el proceso de modernizacion. Este
tipo de trama social era un campo propicio para el desarrollo de
una politica de clientela por parte de los diversos partidos
politicos, basada en el otorgamiento de favores para la captacion
del apoyo politico. La lucha politica no aparecia informada por
conflictos de tipo clasista sino nas bien como una lucha por el
poder entre distintas facciones de las clases altas. Las posiciones
en el espacio social se definian como el estado natural de las
cosas, no siendo encaradas como producto de fuerzas sociales
sujetas a transformacion. Esta situacion se hallaba reforzada por
la vigencia de un sistema de lealtades particularistas, sobre cuya
base se estructuraban los diversos partidos politicos. En estos
contextos, lo ideologico deviene secundario y se evalian los
acontecimientos en terminos de preferencias personales mas que de
patrones ideologicos. La solucion a los diversos problemas sociales
y politicos se buscaba no por medio de la formulacion de demandas,
sino a traves de la mediacion de los caudillos politicos en quienes
se depositaba la responsa- bilidad de satisfacer las necesidades
sentidas. En la medida en que las orga- nizaciones partidarias
estaban mediadas por los caudillos, el rol de estos deviene
78
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ALTANZAS POLITICAS EN EL SURGIMIENTO DEL PERONISMO
crucial, porque la adhesi6n politica se hacia a una determinada
persona y no era de tipo ideologico.
Considerando estos diferentes tipos de matrices contextuales en
los cuales se encontraban inmersos tanto el sistema politico como
los actores sociales, se han retenido ciertos elementos
significativos para el proposito de este trabajo. A continuacion se
pasa a ver su incidencia sobre el comportamiento de los di- versos
partidos politicos. Se puede tener una primera idea acerca de ello
obser- xando los resultados electorales de 1946.
CUADRO 4 Resultados electorales obtenidos por los diferentes
partidos
politicos, segfn zonas, 1946 UCR Junta
P. Laborista Renovadora UCR P. Conservcador
a) Promedios sin ponderar Gran Buenos Aires 40 16 27 4 Ciudades
30 15 33 7 Ciudades medianas 31 19 35 8 Pueblos grandes 28 13 41 9
Pueblos pequefios 29 16 41 10 b) Promedios ponderados Gran Buenos
Aires 42 16 23 3 Ciudades 32 15 32 7 Ciudades medianas 29 20 34 7
Pueblos grandes 28 14 38 8 Pueblos pequefios 30 14 40 9
El caudal electoral del laborismo decrece junto con el nivel de
urbaniza- ci6n, repuntando levemente en los pequenios pueblos. En
cambio, con el radi- calismo sucede lo contrario, pues su fuerza
electoral se incrementa notablemente a medida que decrece el nivel
de urbanizacion. De los resultados logrados por el radicalismo
disidente no se puede decir nada acerca del contexto que mas los
favorecio, ya que obtienen resultados similares en todas las zonas.
Por su lado, el conservadorismo obtiene mas votos en las zonas
rurales. Si bien con este tipo de resultados se pueden formular
inferencias respecto a los apoyos sociales de los diferentes
partidos, parecio conveniente computar correlaciones (Pearson)
entre las preferencias politicas y las categorias ocupacionales en
los diversos contextos.
Como se desprende del cuadro, la constelacion de actitudes
polilticas estuvo determinada basicamente por la estructura de
clases en el Gran Buenos Aires, ciudades y pueblos grandes. En
cambio, en los pueblos pequefos no se observa ningiin tipo de
relacion entre la estructura ocupacional y las pautas de voto,
asumiendo el coeficiente de correlacion valores extremadamente
bajos. Por otro lado, los resultados confirman la hipotesis
generalizada de que los sectores obreros urbanos constituyeron el
nicleo central del movimiento peronista. Se advierte que el
laborismo aparece positivamente correlacionado con los obreros
urbanos en el Gran Buenos Aires (.33), descendiendo el valor de la
correlacion
79
-
80 IGNACIO LLORENTE
CUADRO 5
Correlaciones entre categorias ocupacionales y el voto por los
diferentes partidos politicos, segun zonas, 1946
UCR Junta Voto
P. Laborista Renovadora UCR psronista
a) Gran Buenos Aires Patrones urbanos -.16 .02 --.09 .09
Empleados urbanos -.11 -.03 .06 -.03 Obreros urbanos .33 .11 -.22
.47 b) Ciudades Patrones urbanos .14 .98 -.81 -.28 Patrones rurales
.13 .52 .33 -.52 Empleados urbanos -.23 .49 .34 -.27 Obreros
urbanos .06 .65 .38 .29 Peones rurales -.13 .48 .69 -.47 c)
Ciudades medianas Patrones urbanos .39 -.25 -.33 .58 Patrones
rurales - .35 .50 .27 .10 Empleados urbanos .05 -.37 .07 .06
.Obreros urbanos .23 -.25 -.45 .23 Peones rurales .01 .16 .22 .13
d) Pueblos grandes Patrones urbanos .17 -.13 .04 .18 Patrones
rurales -.18 -.26 .44 -.09 Empleados urbanos -.58 -.01 .19 -.41
Obreros urbanos - .42 .01 .37 .02 Peones rurales .57 .03 -.17 .46
e) Pueblos pequenos Patrones urbanos -.01 -.52 .22 .07 Patrones
rurales -.07 --.21 .00 .05 Empleados urbanos .26 -.40 .00 .38
Obreros urbanos -.06 -.30 .25 -.28 Peones rurales .15 -.07 - .62
.05
en las ciudades (.05) para repuntar en las ciudades medianas
(.22). E1 voto peronista presenta un comportamiento mas estable, ya
que se asocia positiva- mente con los obreros del Gran Buenos Aires
(.47) de las ciudades (.29) y de las ciudades medianas (.23). Estas
relaciones concuerdan con los hallazgos de Germani, quien en un
analisis electoral basado en la aplicacion de un modelo de
regresion lineal, seiialo esta preponderancia de los obreros
urbanos en el electorado peronista.26 Concomitantemente, las
categorias ocupacionales de clase media aparecen negativamente
relacionadas con el voto laborista y peronista y positivamente con
el radicalismo. La excepcion a esto la constituye el radica- lismo
renovador, que incorpora a la coalicion peronista algunos sectores
de clase media, pues se asocia positivamente con los patrones
rurales y urbanos.
La audiencia masiva lograda por el peronismo en estos contextos
iimpli-
26 GERxMAN, G.: "El surgimiento del peronismo: El rol de los
obreros y de los migrantes internos", Desarrollo Econdmico, vol.
13, No 51, 1973.
-
ALIANZAS POLITICAS EN EL SURGIMIENTO DEL PERONISMO
caba acaso la existencia de un potencial politico disponible?
Existia una crisis de lepresentatividad de los partidos politicos
tradicionales? Mas de un autor alribuye el surgimiento del
peronismo a la existencia de vastos grupos sociales insatisfechos
con los partidos tradicionales. Su exito estaria fundado en la
existencia de masas populares en estado de disponibilidad, es
decir, libres de la adscripcion a uno u otro partido. Para plantear
el problema conviene retener algunos rasgos estructurales de estos
contextos. Como se ha senialado en la primera parte del trabajo, se
trataba de zonas urbanas con un reducido sector rural; por lo
tanto, el grueso del electorado poseia un status urbano. Es sabido
que el status urbano favorece la experimentaci6n de nuevas
necesidades por ser las zonas urbanas mas abiertas a los estimulos
que provienen del exterior, pues el nivel de aspiraciones de las
gentes esti influido de alguna manera por los patrones de vida mas
altos que se les dan a observar. Asi se despiertan nuevas
expectativas de consumo y participacion social en los sectores
bajos de la poblacion, movilizando a los individuos para la
satisfaccion de ellas. Por mlovilizaci6n se entiende "el proceso
psicosociologico a traves del cual grupos samergidos en la
pasividad, correspondiente al patron normativo tradicional...
alcanzan niveles de aspiracion distintos de los fijados por ese
patron preexistente y consiguientemente ]legan a ejercer actividad
en el campo politico".27 La pre- sencia de aspiraciones
desajustadas con el nivel de vida existente conlleva a generar
demandas de cambio o presiones de tipo redistributivo. De esto se
dedu- ciria que existia un alto grado de movilizacion en los
sectores bajos de la poblaci6n.
El segundo aspecto del problema se refiere a la relacion de
estas masas inovilizadas con el sistema politico. gCanalizaban sus
demandas a traves de los mecanismos institucionalizados o estaban
en un virtual estado de disponibilidad?
La comparacion de los resultados clectorales obtenidos por el
radicalimo en 1940 y 1946 permitira dar una respuesta a este
interrogante.
El drenaje del caudal electoral radical se produce alli donde el
laborismo aparece apoyado por las clases bajas. Es probable
entonces que los sectores populares hayan canalizado sus demandas a
traves del radicalismo con anterio- ridad al surgimiento del
peronismo. En 1946, los radicales pierden el apoyo
CUADRO 6
Comparaci6n de los resultados electorales obtenidos por la UCR
en 1940 y 1946, segun zonas
Valores ponderados Valores sin ponderar Diferencia
Diferencia
1940 1946 % 1940 1946 o/ Gran Buenos Aires 53 23 30 53 27 26
Ciudades 57 32 25 52 33 19 Ciudades medianas 58 34 24 58 35 23
Pueblos grandes 58 38 20 58 41 17 Pueblos pequefos 52 40 8 50 41
9
27 GERMIANI, G.: Politica y sociedad en una epoca de transicion,
Paid6s, Buenos Aires, 1968.
81
-
IGNACIO LLORENTE
de las clases bajas urbanas, reteniendo gran parte de su
electorado de clase media, pues el voto radical se asocia
positivamente con las categorias de clase media, como ya se senialo
anteriormente. Ahora bien, se puede argumentar que precisamente
durante los seis aiios que median entre ambas elecciones se pro-
dujo un proceso de movilizaci6n de tal intensidad que disloco las
relaciones entre partidos politicos y bases sociales. Esta es una
posicion extrema que no resiste el analisis un tanto riguroso del
tema. Existio un cierto gradualismo en este proceso de
movilizacion, y si hubiera de precisar sus origenes habria que
remontarse a dos o tres decadas atras. Otra posible explicacion se
basa en que las masas populares hayan experimentado un subito
desencanto con el radi- calismo y por esta razon se hubieran
plegado al peronismo. Como se vera, esta tesis tiene cierto asidero
empirico.
La politica redistribucionista implementada desde el gobierno
militar, com- binada con la existencia de una presion latente de
las masas urbanas por mejorar sus condiciones de vida explican la
popularidad lograda por el peronis- mo en estos ambitos. Por otro
lado, el radicalismo al colocarse en la oposicion se vio compelido
a perder este sector del electorado. M. Lebenshon, conocido
dirigente del ala intransigente de la UCR, advirtio lhcidamente
este fen6meno y asi lo describio:
"La dictadura por una parte y el radicalismo -reducido a
direcci6n opositora- complementaron el juego. Encerraron
maiiosamente al pueblo en un dilema irreal: justicia social por una
parte, orden constitucional por otra, cual si fueran terminos
antiteticos. Una engendro su justicia social en la abominacion de
la libertad; el otro propuso para un incierto y brumoso maiiana la
respuesta a los interrogantes populares. Se refugio en la
legalidad, trinchera del statu quo economico y social y debi6
fracasar porque el statu quo era indefendible."28 A modo de
corolario se puede decir que en el Gran Buenos Aires, en
ciudades y ciudades medianas se produjo una ruptura de las
antiguas lealtades politicas que trajo apareado un nuevo
realineameinto de los votantes. Los sectores medios percibieron las
demandas de los sectores populares como una amenaza para el orden
social existente. La percepcion de la situacion en estos terminos,
combinada con la amplitud e intensificacion de la activacion
politica popular, tuvo un marcado efecto polarizante. Con ciertos
matices, la linea principal de division del electorado corria
paralela a la division entre clases medias y altas por un lado y
las clases bajas por el otro.
A continuacion, el analisis se centrara sobre el comportamiento
de los actores sociales pertenecientes a la estructura rural.
La variable patrones rurales muestra un comportamiento un tanto
erratico, porque se asocia al voto de la UCR en las ciudades, en
las ciudades medianas y en los pueblos grandes. A su vez, el voto
de la UCR Junta Renovadora tam- bien se correlaciona positivamente
con los patrones rurales en las ciudades y en las ciudades
medianas, invirtiendose el signo de la correlacion en los pueblos
grandes (vease el cuadro 5).
Rebasa los limites del presente trabajo el tratamiento
especifico de las 28 DEL MAZO, G., ob. cit.
82
-
ALIANZAS POLITICAS EN EL SURGIMIENTO DEL PERONISMO
opciones politicas de este sector social, pero se puede
adelantar una hipotesis cuya ulterior validaci6n seria el objetivo
de un estudio mas detallado. Dicha hipotesis sostiene que un sector
de los patronos rurales, los arrendatarios, se plegaron al
peronismo debido a la politica proteccionista instrumentada desde
el Estado. Hay que recordar que en 1943 el gobierno dispuso
mediante un decreto-ley el congelamiento de los arrendamientos
rurales. Una explicacion de esta clase puede dar cuenta del
comportamiento de la variable patrones rurales. Como esta categoria
engloba tanto a los propietarios como a los arrendatarios, alli
donde prevalecian los primeros aparece una correlacion positiva con
el voto radical, en cambio donde predominaban los arrendatarios, se
asocia con el voto peronista.
El comportamiento politico de los peones rurales solo es
entendible si se tienen en cuenta las diferentes alianzas politicas
formalizadas por los conser- vadores. Ahora bien, como en 1946 se
eclipsa de la arena politica el otrora poderoso Partido
Conservador, en el analisis se trabajara con el decremento de votos
conservadores, tratando de determinar a quienes se transfirieron y
cuales fueron sus implicaciones en lo que se refiere al apoyo
brindado por los diversos sectores sociales a los diferentes
partidos politicos.
Se ha sostenido que el conservadorismo tenia un gran arraigo en
los peones rurales, constituyendo estos su base social. Si se
relaciona el decremento del voto conservador con los peones rurales
se obtienen los siguientes resultados:
Ciudades .45 Ciudades medianas .06 Pueblos grandes .27 Pueblos
pequenios 0.3
Como se desprende de ellos, existe una relacion positiva entre
ambas varia- bles en las ciudades y en los pueblos grandes. Los
peones aparecen dando su apoyo en las ciudades al Partido Radical,
situacion que se revierte en los pueblos grandes, donde se asocian
al Partido Laborista; es plausible que en las ciudades los
dirigentes conservadores hayan transferido sus apoyos politicos al
radicalis- mo. En este contcxto el laborismo tuvo una fisonomia
marcadamente clasista, reclutando sus adherentes en las clases
bajas urbanas, como se senialo en la primera parte del trabajo.
Este hecho lo hizo aparecer con un tinte mucho mas amenazante para
los conservadores, quienes optaron por replegarse al radi- calismo.
Distinta era la situaci6n en los pueblos grandes, donde la
principal amenaza para los conservadores provenia del Partido
Radical, lo cual provoco un ingreso de los dirigentes conservadores
al laborismo. De ahi que el labo- rismo fuera apoyado por los
peones rurales. Sin embargo, a pesar de la logica interna de la
explicacion, conviene seinalar que la evidencia ofrecida no es
adecuada. Cuando se trabaja con variables ecologicas que no
reflejan homoge- neamente a la unidad de analisis, aumentan los
riesgos de encontrar relaciones espurias. Por lo tanto, resulta
problematico detectar a quien votaron los secto- res rurales
correspondientes a las ciudades grandes y medianas porque las rela-
ciones suelen estar contaminadas por los vinculos entre otras
variables.
A los efectos de otorgar mayor credibilidad a esta explicacion
se calculo el coeficiente de correlacion entre el decremento de
voto conservador y el voto por los diferentes partidos
politicos.
83
-
IGNACIO LLORENTE
CUADRO 7
Coeficientes de correlaci6n entre el decremento de voto
conservador y el voto por los diferentes partidos politicos, segun
zonas, 1946
UCR Junta
P. Laborista UCR Renovadora
Ciudades -.14 .17 .11 Ciudades medianas .06 .19 .07 Pueblos
grandes .30 -.07 .16 Pueblos pequefios .43 -.53 - .08
Los resultados tienden a reforzar la explicacion sustentada. En
las ciudades, el decremento de voto conservador se relaciona
negativamente con el voto labo- rista y positivamente con el voto
radical, lo que sugiere que en este contexto los conservadores se
mostraron reacios a aliarse con los laboristas prefiriendo una
alianza con el Partido Radical.
Tanto en los pueblos grandes como en los pequenios es donde se
evidencia un trasvasamiento de votos conservadores al laborismo.
Ademas, en estas mis- mas zonas la correlacion con el voto radical
es negativa y alta. Esto habla a las claras sobre la persistencia
del tradicional antagonismo entre radicales y conser- vadores. Este
antagonismo no habia perdido vigencia y las lineas de escision del
electorado no corrian paralelas a las lineas de division clasista,
sino que cortaban verticalmente la pirimide social. Las
correlaciones nulas entre el voto por los partidos politicos y las
diversas categorias sociales que se registran en los pequenos
pueblos (vease el cuadro 5) resulta comprensible si se formula el
supuesto de que la mayoria de los votantes continuo pronunciandose
en favor de sus preferencias politicas tradicionales, ya que los
caudillos conservadores y radicales mantenian el control sobre las
respectivas clientelas. Se puede afirmar, entonces, que en las
zonas perifericas el laborismo se armo sobre la base del viejo
Partido Conservador.
Una evidencia adicional acerca de este fenomeno la brinda la
comparacion de los resultados electorales obtenidos por el Partido
Conservador.
CUADRO 8
Comparaci6n de los resultados electorales obtenidos por el
Partido Conservador, 1940-1946
Valores ponderados Valores sin ponderar Diferencia
Diferencia
1940 1946 % 1940 1946 %
Gran Buenos Aires 43 3 40 41 4 37 Ciudades 40 7 33 42 7 35
Ciudades medianas 38 7 31 37 8 31 Pueblos grandes 39 8 31 39 9 30
Pueblos pequeios 46 9 37 48 10 38
Parad6jicamente, los conservadores pierden casi todo su
electorado en el Gran Buenos Aires y en los pueblos pequenos.
84
-
ALLANZAS POLITICAS EN EL SURGIMIENTO DEL PERONISMO
En el Gran Buenos Aires, la intensa movilizacion que precedio a
la elecci6n barrio de la escena a las maquinas politicas montadas
por algunos caudillos conservadores, las cuales mediante la
prestacion de favores en gran escala habian consolidado una
importante clientela electoral en las clases popu- lares.29 Pero en
los pequenos pueblos, en los cuales por el bajo nivel de movi-
lizacion estaban dadas las condiciones para retener mas votes,
sucedio lo con- trario debido a la transferencia del apoyo politico
al laborismo. En este tipo de comunidades bastante inaccesible a
las influencias de origen nacional y gobernadas desde adentro, fue
crucial para el peronismo poder contar con los dirigentes
conservadores, quienes obraron como correa de transmision politica,
posibilitando su triunfo.
A esta altura de la argumentacion es conveniente discutir alguna
explica- cion altermativa a este fenomeno.
Si se invierte la optica causal se puede aducir que la alianza
de los con- servadores era expresion para un electorado que
transferia sus lealtades politicas. Los dirigentes conservadores
por mero oportunismo politico y con el objeto de acceder a
posiciones de poder deciden aliarse al peronismo. De acuerdo con
esta afirmacion las clases bajas rurales no ingresaron a la
coalicion peronista arrastradas por los dirigentes conservadores
sino que fueron ellas las que ha- brian arrastrado a los
dirigentes. El punto crucial para decidir entre ambas explicaciones
es saber si efectivamente estas masas rurales estaban movilizadas.
Algunos hechos parecen indicar que el grado de movilizacion de los
sectores rurales no era muy intense. Por ejemplo, el decremento del
voto conservador se presenta asociado al laborismo en las zonas mas
tradicionales, no asi en las mas modernizadas, donde pareciera ser
que fueron transferidos al radicalismo. Esto da pie para pensar que
los caudillos conservadores mantenian el control sobre sus
clientelas electorales, las cuales fueron transferidas a aquellos
actores que les brindaban mayor seguridad. Con todo, lo mas
probable es que ambos feno- menos hayan operado en forma
conjunta.
Otro punto susceptible de discusion es la importancia
cuantitativa de este aporte de votantes conservadores en la masa
total de votos peronistas. En 1940, el Partido Conservador obtiene
209.000 votos, reduciendose en 1946 su capital electoral a 49.000
votos. Aceptando la hipotesis extrema de que solo la mitad de la
diferencia de votos entre ambos afnos se transfirieran al
peronismo, se tendrian unos 80.000 votos de origen conservador
dentro del caudal peronista, los cuales representan el 18 /o del
electorado peronista y el 26 0/o del caudal laborista. Como se
observa, el aporte de votantes conservadores no fue nada
desdeinable, y dado el estrecho margen por el cual el peronismo
gana la eleccion, fue decisive poder contar con ellos para alcanzar
el triunfo.
Fenomenos como los que se han comprobado en estas piginas son
dejados de lado por los analisis basados en la tipologia sociedad
tradicional-sociedad moderna. Estos dan por sentado que los grupos
tradicionales son excluidos de la estructura de poder de la
sociedad moderna. Sin embargo, estos grupos han demostrado, a lo
largo de la historia politica argentina, una permeabilidad y
capacidad de respuesta a las mas diversas situaciones que asombran
a mas de
29 El caso mas conocido era el de A. Barcel6, caudillo muy
popular de Avellaneda, zona industrial por excelencia.
85
-
IGNACIO LLORENTE
un estudioso. Si bien la sociedad tradicional se habia
transformado radicalmente en el piano economico, algunos de sus
grupos no perdieron totalmente el control del sistema politico.
Indudablemente la situacion social los obligo a establecer alianzas
con los nuevos protagonistas sociales, pero no por eso su presencia
dentro del bosque de fuerzas que constituia el movimiento
populista, dejaria de imprimir rasgos indelebles a la etapa
politica iniciada en 1946. Al respecto, no seria aventurado suponer
que la postergacion definitiva de ciertas transfor- maciones
radicales en el sector agrario, prometidas insistentemente durante
la campana electoral, fueron dejadas de lado debido a esta politica
de compromiso con sectores del conservadorismo.
Asimismo, el hecho de la alianza conservadora-laborista otorga
plausibilidad empirica a aquella explicaci6n que atribuye el
fracaso del conservadorismo en la politica argentina a la
inexistencia de amenazas serias para los grupos privi- legiados
economicamente.30 En el caso del peronismo, se ha demostrado que
muchos dirigentes conservadores pasan a formar parte de la
coalicion peronista. De este modo, pareceria que la inexistencia de
un partido de derecha en la Argentina, capaz de recoger amplios
apoyos electorales, se debi6 al hecho de que los sectores
hegemonicos no se vieron urgidos en ninguin momento por un enemigo
realmente poderoso. Por ende, canalizaron sus demandas a travis de
los diversos partidos existentes despreocupandose por formar un
partido propio.
CONCLUSIONES
De lo expuesto pueden extraerse algunas conclusiones. En los
hechos, la partida de nacimiento sociologica del peronismo es
bastante mas compleja de lo que ciertos analistas suponen. A pesar
de las transformaciones politicas sufri- das en el lapso de su
gestacion, estas no excluyeron ciertos elementos de conti- nuidad a
los cuales no se les ha prestado la debida atencion.
La tesis generalizada que sostiene la existencia de vastos
grupos sociales insatisfechos con los partidos politicos
tradicionales en los prolegomenos del surgimiento del peronismo,
requiere importantes matices. Esta clase de expli- cacion es valida
para las areas modernizadas, donde el nivel de polarizacion
clasista fue bastante pronunciado, siendo el peronismo un fenomeno
tipicamente obrero. En cambio, en las areas perifericas el
movimiento peronista tuvo caracteristicas policlasistas. En ellas
se produjo otra clase de fenomeno como fue la convergencia entre el
nuevo P. Laborista y el viejo P. Conservador. La coyuntura politica
no era expresion de nuevos enfrentamientos sino un reflejo de la
validez de viejos enfrentamientos. La consideracion de estos cliva-
jes politicos preteritos es un ingrediente esencial para entender
la emergencia del peronismo en estas zonas.
Para ponderar adecuadamente la importancia de ambos fenomenos se
debe tener en cuenta el diferente peso politico de las areas
modernizadas y perife- ricas. En el caso estudiado, la proporci6n
del electorado que residia en zonas perifericas era pequena, debido
a lo cual esta alianza politica tuvo una impor-
30 CORNBLIT, 0.: "La opcion conservadora en la politica
argentina", Desarrollo Eco- nomico, vol. 14, N? 56, 1975.
386
-
ALIANZAS POLITICAS EN EL SURGIMIENTO DEL PERONISMO
tancia secundaria. Sin embargo, seria interesante replicar estos
hallazgos en las provincias del interior, pues alli amplios
segmentos del electorado se halla- ban insertados en una matriz de
tipo tradicional. Es perfectamente plausible que en ellas se haya
producido un fen6meno similar al de la provincia de Buenos Aires,
lo cual permitiria explicar la audiencia lograda a nivel nacional
por el peronismo.
APENDICE
A continuaci6n se incluye la lista de variables utilizadas en el
trabajo con su respectiva definicion operacional. Tambien se
consigna la fuente de los datos.
Poblacion urbana:
Poblacion rural:
Sector primario:
Sector secundario:
Sector terciario:
Patrones urbanos:
Patrones rurales:
Empleados urbanos:
Obreros urbanos:
Peones rurales:
Decremento del voto conservador:
Es el porcentaje de poblacion que reside en centros urbanos con
mds de 2.000 habitantes. Fuente: Censo de 1947. Es el porcentaje de
poblaci6n que no reside en centros urbanos de mds de 2.000
habitantes. Fuente: Censo de 1947. Es el porcentaje de poblaci6n
economicamente activa ocupada en actividades primarias
(agricultura). Fuente: Censo de 1947. Es el porcentaje de poblaci6n
economicamente activa ocupada en actividades secundarias
(industria). Fuente: Censo de 1947. Es el porcentaje de poblaci6n
econ6micamente activa ocupada en actividades terciarias (comercio,
transporte, servicios, admi- nistraci6n piblica, etc.). Fuente:
Censo de 1947. Porcentaje de personas que emplean por lo menos un
asalaria- do en las ramas secundaria y terciaria sobre el total de
po- blacion economicamente activa. Fuente: Planilla inedita No 41
del Censo de 1947. Porcentaje de personas que emplean por lo menos
un asalaria- do, en la rama primaria, sobre el total de poblaci6n
econ6mi- camente activa. Fuente: Planilla inedita NC 41 del Censo
de 1947. Porcentaje de asalariados no manuales que trabajan en las
ramas secundaria y terciaria, sobre el total de poblaci6n eco-
n6micamente activa. Fuente: Planilla inedita N9 41 del Censo de
1947. Porcentaje de asalariados manuales que trabajan en activida-
des secundarias y terciarias. Fuente: Planilla inedita N? 41 del
Censo de 1947. Porcentaje de asalariados manuales que trabajan en
activida- des primarias. Fuente: Planilla inedita del Censo de
1947.
Se obtiene la diferencia de votos obtenidos en 1940-1946 por el
Partido Conservador en niumeros absolutos y se divide por el numero
de votos emitidos en 1946. Esta variable tambien se
87
-
IGNACIO LLORENTE
Voto radical:
Voto laborista:
Voto UCR J. Renov.:
Voto peronista:
expresa en porcentajes. La raz6n de obtener las diferencias en
ntmeros absolutos y no comparar directamente los porcentajes reside
en que este tipo de medida distorsiona, porque la base sobre la
cual se calculan los porcentajes de votos no es la misma, debido al
sustancial incremento del numero de votantes entre 1940-1946.
Fuentes: Los datos correspondientes c la elec- ci6n de 1940 fueron
obtenidos en el diario La Naci6n. Los datos de la elecci6n de 1946
fueron obtenidos de: Ministerio del In- terior, Las Fuerzas Armadas
restituyen el imperio de la sobe- rania popular, Buenos Aires,
1946.
Porcentaje de votos por la Union Civica Radical sobre el total
de votos emitidos. Fuente: Ministerio del Interior, ob. cit.
Porcentaje de votos por el Partido Laborista sobre el total de
votos emitidos. Fuente: Ministerio del Interior, ob. cit.
Porcentaje de votos de la UCR Junta Renovadora sobre el total de
votos emitidos. Fuente: Ministerio del Interior, ob. cit.
Porcentaje de votos peronistas sobre el total de votos emitidos.
Fuente: Ministerio del Interior, ob. cit.
88
Article Contentsp. [61]p. 62p. 63p. 64p. 65p. 66p. 67p. 68p.
69p. 70p. 71p. 72p. 73p. 74p. 75p. 76p. 77p. 78p. 79p. 80p. 81p.
82p. 83p. 84p. 85p. 86p. 87p. 88
Issue Table of ContentsDesarrollo Econmico, Vol. 17, No. 65
(Apr. - Jun., 1977), pp. 1-170Volume InformationFront Matter [pp. 1
- 2]Inmigracin, demanda de fuerza de trabajo y estructura
ocupacional en el area metropolitana argentina [pp. 3 - 37]EL
anlisis sociolgico de procesos histricos [pp. 39 - 60]Alianzas
polticas en el surgimiento del peronismo: EL caso de la provincia
de Buenos Aires [pp. 61 - 88]Tecnologa y exportaciones
industriales: Un analisis microeconomico de la experiencia
argentina reciente [pp. 89