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LA DUALIDAD DE LOS CÁTAROS DOBLE CRUZ EN LORDAT Esta doble cruz, simboliza perfectamente la Esencia Espiritual del mensaje de los Cátaros. ¡El hombre es portador de dos naturalezas! “La humana”, (simbolizada por la cruz grande) tiene que menguar para que la otra, “La divina”, la cruz pequeña que el hombre porta en su corazón, “despierte, crezca y se libere de su sueño de muerte”.
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LA DUALIDAD DE LOS CÁTAROS · por el clero de aquella época. Sin embargo, “el libro secreto de los cátaros” -es el libro no escrito-. Lo mismo se puede decir del Tao, los libros

Jan 29, 2021

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  • LA DUALIDAD DE LOS CÁTAROS

    DOBLE CRUZ EN LORDAT

    Esta doble cruz, simboliza perfectamente la Esencia Espiritual del mensaje de los Cátaros.

    ¡El hombre es portador de dos naturalezas!

    “La humana”, (simbolizada por la cruz grande) tiene que menguar para que la otra, “La divina”, la cruz pequeña que el hombre porta en su corazón, “despierte, crezca y se libere de su sueño de muerte”.

  • “Mi Reino no es de este mundo”

    A nuestro parecer, tanto las palabras de Jesús, como las del mensaje que transmitió La Fraternidad

    Cátara sobre “las dos naturalezas”, han sido comprendidas por muy pocas personas.

    No quedando testimonio directo del mensaje de los cátaros, llegamos a la conclusión de que

    existen muchas lagunas entre lo que testimoniaron los Perfectos y lo que escribieron sobre ellos,

    tanto sus seguidores, como sus detractores.

    En los archivos de la inquisición constan algunas confesiones. Pero, al ser arrancadas mediante

    amenazas y torturas las consideramos de dudosa credibilidad, “mal comprendidas y peor

    interpretadas”. Por lo tanto, no haremos mucho caso de ellas.

    También encontramos las narraciones cantadas o escritas por trovadores y creyentes. Que si bien

    acogieron en sus corazones el mensaje de los Perfectos y lo transmitieron veladamente, es posible

    que la mayoría de sus oyentes no llegaran a comprenderlo.

    Se ha especulado mucho sobre los supuestos libros secretos de los cátaros en los que estaría plasmada la Enseñanza Universal. Se dice, que lamentablemente dichos libros fueron destruidos por el clero de aquella época. Sin embargo, “el libro secreto de los cátaros” -es el libro no escrito-. Lo mismo se puede decir del Tao, los libros M y T, o el libro guardado con siete sellos del que habla el Apocalipsis de Juan.

    En realidad, la dualidad de los cátaros, hacía referencia a la existencia de dos órdenes de

    manifestación, dos creaciones, dos naturalezas totalmente distintas la una de la otra; a saber:

    La Naturaleza Original, (el Árbol de la Vida). “El Universo Divino-Origen del hombre”. Toda la

    humanidad conocio un dia ese mundo desconocido. -Pero lo ha olvidado totalmente-. ¡Ya no lo

    recuerda!

    La Naturaleza terrestre en la que nos manifestamos, (el árbol del conocimiento de bien y del mal).

    El mundo natural en el cual nacemos, vivimos y morimos. Un mundo dual, con su bien y su mal, con

    su frio y su calor, con su luz que se vuelve oscuridad y con su vida que siempre acaba en muerte. Con

    su bondad y su maldad y con su inmenso panteón de dioses que se pelean entre ellos en la parte

    invisible de esta naturaleza, (el mas allá).

    Para los cátaros, este mundo dual, pertenece a un universo provisional, creado y pensado, solo

    como “Orden de Emergencia” con el fin de albergar a aquellas entidades divinas que al quedar

    desnaturalizadas a causa de su desobediencia, ya no pudieron manifestarse en su Naturaleza

    Original.

    Los cátaros explicaron que el universo que conocemos, es en realidad una esfera cerrada, limitada

    y apartada del Universo Original Divino. A su vez, los hombres que habitan en esa esfera o universo

    no divino, se expresan en los límites de una esfera personal en la que cohabitan por dos seres, dos

    realidades, dos naturalezas. A dicha esfera la denominaremos, “Microcosmos”.

    En esta esfera microcósmica, podemos encontrar el núcleo, “la chispa divina” del “Hombre

    Original” que vive aprisionado en ella en un sueño de muerte. Y también, -en esta esfera-,

    encontramos al hombre mortal, cuya personalidad nace crece y desaparece para dar paso a otra

    cuando llega su hora.

  • Es así, como el ser original, prisionero en el microcosmos, va encarnando una y otra vez a través de

    diferentes personalidades sin acabar de encontrar la salida y sin poder despertar de su sueño.

    A lo largo de sucesivas encarnaciones se ha ido desarrollando una conciencia impía, fruto de la

    acumulación en forma de tensiones de los actos, pensamientos y sentimientos generados por las

    diferentes personalidades que han habitado en la esfera microcósmica.

    Esta conciencia no está en absoluto en armonía con las leyes divinas. Es más, se opone a ellas, “es

    como una sombra que desaparece cuando la luz divina vuelve a brillar”.

    A este núcleo de conciencia, se le suele denominar “Yo Superior” o “Guardián del Umbral”. Este yo

    superior, es a la vez, dios y carcelero; “mitad ángel, mitad demonio” teniendo totalmente sometida

    a la personalidad que lo porta. Su preocupación es que esta no despierte, ya que ello, significaría su

    desaparición pues vive a costa de vampirizar la energía del hombre que lo ha creado.

    Esta anomalía llamada “yo superior” es el dios del ego. El dios al que el hombre se dirige con sus

    pensamientos, oraciones y suplicas. Gustav Meyrink lo denomina “El Ángel de la ventana de

    occidente” en su libro del mismo nombre.

    Este dios personal, sirve a su vez a otro poder superior, “El Demiurgo, “el dios creador, o dios del

    mundo”, que ha surgido de las nubes colectivas de pensamientos y sentimientos impíos que la

    humanidad ha ido generando a lo largo de los tiempos. Dichos pensamientos se han concentrado

    en espesos núcleos de tensiones colectivas llamados “Eones”, “Egregores” o “Golems” que al final

    han cobrado vida en las esferas sutiles del “más allá”.

    Desde esta anormalidad, desde un pretendido cielo, estas fuerzas se muestran a los hombres como

    dioses, -sometiéndoles y exigiendo de ellos, reconocimiento, adoración y vampirizando la energía

    vital de sus devotos seguidores-.

    Los éteres que se generan masivamente en sus iglesias en forma de rezos y humillaciones, son el

    “néctar”, “el alimento de los dioses de las leyendas”, alimento que estos necesitan para poder

    mantenerse en su pretendido “Olimpo celestial”.

    Los perfectos, explicaron que esta naturaleza es dual y dialéctica. En ella, todo está destinado a

    desaparecer sin que el hombre pueda evitarlo. La Fraternidad Cátara, denunció el engaño al que

    estaban sometidos los hombres y el abuso que estos sufrían por parte de las entidades,

    organizaciones y religiones que servían al dios de este mundo.

    Los Cátaros testimoniaron de una “realidad” que no tenía nada que ver con la dualidad de esta

    naturaleza.

    Ellos afirmaron que el bien de este mundo, es pura ilusión, pues la existencia del mal es la

    constatación de que el bien no existe. Para los cátaros, el pretendido bien de este mundo es uno

    con el mal, “dos caras de la misma moneda”.

    La Fraternidad Cátara, testimonio “de un Reino”, de una realidad” que ni la más elevada y erudita mente humana es capaz ni siquiera de imaginar. “El Reino de Dios está en vosotros”, ellos mostraron a la humanidad extraviada el verdadero camino de retorno a casa.

    Explicaron que La gnosis es “Luz”, “Totalidad”, “Esencia Pura de una Verdad Indivisible”. Explicaron

    que el hombre porta en su corazón al hijo de la Luz. Sus palabras despertaron en muchos el

    recuerdo, la añoranza y el deseo de volver a “su Casa Celeste”.

  • Ellos afirmaron, ¡lo único que se interpone entre el hombre y la Luz, es el hombre mismo!

    Los perfectos explicaron que ya no era tiempo de intermediarios ni de sacerdotes representantes

    de ningún dios en la tierra, y denunciaron la falsedad de las iglesias que se autoproclamaban

    intermediarias entre dios y los hombres.

    ¡No esperéis que nadie, ni guías, ni autoridades que en base a un pretendido mandato, o

    conocimiento de Dios, os marque el camino a seguir!

    “A la verdad, a lo absoluto, solo se puede llegar a través del “Hijo” que duerme en vuestros

    corazones.

    Es ahí, “en lo increado en vosotros”, “en lo que no pertenece a esta naturaleza”, donde se

    encuentra la puerta que os conducirá al otro reino. No esperéis que nadie os pueda transmitir la

    verdad, pues solo la conoceréis cuando esta viva en vosotros”.

    En los tiempos de las persecuciones, después de la caída de Montsegur, los cátaros no dejaron

    nunca de estar y comunicarse con el pueblo.

    Por las noches y en secreto, creyentes y simpatizantes partiendo de la pequeña aldea de Ornolac,

    cruzaban en barca el lago que les separaba de la gruta de Lombrives donde residía una pequeña

    comunidad de perfectos, para escucharlos.

    Allí se les hablaba del país del origen, de cómo se perdió el recuerdo, de la caída del hombre en una

    naturaleza que por un lado manifiesta y construye, pero por otro lado quebranta y destruye.

    Contaron a sus oyentes la historia de la humanidad y de como el hombre fue sometido al

    encarcelamiento y la explotación por parte de las entidades que sirven a los falsos dioses.

    Conversaron sobre el significado de las leyes dialécticas que rigen este mundo, en el que: “todo

    nace, crece y desaparece” Pero también testimoniaron de la existencia de una sublime realidad

    que nada tenía que ver con este reino natural.

    Para poder comprender el inmenso poder del mensaje de La Fraternidad Cátara, “habría que aclarar que es un Perfecto”.

    Un perfecto es alguien que ha culminado un proceso iniciático de principio a fin, en esta culminación, el Hombre Celeste, “renace, abre los ojos y despierta”. Y es un hombre nuevo el que bajaba del Pentagrama de Belén, “un hombre que ya nada tenía que ver con el antiguo”.

    Un perfecto es alguien que se ha liberado de los límites de las tres dimensiones. Estos límites, son la

    frontera que separa las dos naturalezas, “la humana y la divina”.

    Por lo tanto, un ser liberado, un Perfecto es alguien que se desenvuelve sin problemas en una

    cuarta dimensión, experimenta y se desenvuelve en todas las dimensiones del cosmos, él es uno

    con la manifestación universal. Para el ya no hay espacio, ni plan, ni criatura, ni pasado ni futuro.

    Solamente Luz.

    El nuevo renacido, se encuentra en una grande y omnipresente nada, estando unido a ella sin lazo

    alguno. Él es un todo, que desde lo increado en este mundo, está en todas partes al mismo tiempo.

    En esa cuarta dimensión el nuevo perfecto, penetra en la realidad de la omnipresencia. En este

    estado el tiempo, la distancia, el pasado, el futuro, el ahora y el después son totalmente abolidos,

    pensar en algo es estar en ese algo, pensar en el pasado es estar en el pasado, pensar en un lugar

    es estar en el lugar.

  • En el nuevo perfecto, irradiaba la luz del “Hombre Celeste renacido”, que por un tiempo se manifestó en la tierra a través del manto del antiguo hombre.

    Él estaba en el mundo pero ya no era del mundo. Sus palabras eran portadoras de una vibración que penetraba hasta el corazón de los creyentes despertando en ellos la “intuición” que no es otra cosa que el “despertar del alma”. Este despertar activaba en los creyentes la añoranza, el recuerdo de su origen y el deseo de regresar a su verdadero universo.

    Es por eso que cuando hablaban, “sus palabras eran irrebatibles”, pues eran el vehículo de un

    mensaje que en forma de imágenes, se grababa en las almas de los que les escuchaban. Muchos

    fueron los que después de oírlos, solicitaron ser admitidos como aspirantes en su Escuela Iniciática.

    Así comenzó el camino de vuelta para muchos, “el inicio de un largo y duro proceso”. Primero en

    las grutas llamadas “las iglesias”, situadas en “La Montaña Sagrada” (en el valle de Ussat). Allí

    permanecían aproximadamente dos años. Eran los años de preparación en los que envueltos en un

    campo magnético ajeno a esta naturaleza progresaban rápidamente en su aprendizaje.

    En los dos años siguientes, se continuaba su aprendizaje en el complejo de grutas llamadas “Del

    Ermitaño”. Años de soledad, recogimiento y largas meditaciones, -hasta que el día la preparación

    llegaba a su fin-.

    ¡Había llegado el tiempo de la última prueba!

    Entonces el joven alumno era conducido a una pequeña gruta llamada “La Acacia”, donde pasaría

    cuarenta días de ayuno, en silencio, meditación y soledad.

    En esta soledad, el alma del joven aspirante se volvía día a día más silenciosa, transparente y

    luminosa, se estaba preparando para encontrarse con el “Espíritu”. Hasta que un día, este apareció

    ante él, en todo su esplendor en forma de paloma que se posó sobre su cabeza...

    Esta visión, era la señal de que el aspirante estaba listo para la última prueba, que tenía lugar en la

    pequeña gruta de “Kepler”. En esta última prueba el candidato era confrontado con el proceso de

    La Endura. En la endura, ¡todo lo impío en el microcosmos, es desintegrado totalmente!

    ¡Nada terrestre puede ser transformado en divino!, lo terrestre es llevado a la nada, este es el

    secreto de la Endura.

    Este era un momento delicado para el candidato. Se sentía desorientado y consternado. Pues su

    unión con este mundo, con todo lo que hasta entonces le había animado se disolvía. El yo superior,

    y con él, la conexión con el dios de este mundo se había desintegrado totalmente, ¡ya no quedaba

    nada del ser de antes!

    En la noche del tercer día, el candidato aun en un estado de conmoción salía de “Kepler”, y era

    conducido hacia la “Gruta de Belén”. En esta pequeña gruta debía pasar la noche, en vela, soledad,

    recogimiento y meditación. Era a la salida del sol del día siguiente cuando tenía lugar la culminación

    de su iniciación, “el último ritual”, “el Consolamentum”.

    El Consolamentum, no era única y exclusivamente un derramamiento mágico de fuerza, sino que

    para los cátaros también implicaba una ruptura definitiva con los lazos que les ataban a esta

    naturaleza.

  • Aldea de Ornolac

    Entrada al Valle de Ussat desde Tarascón

  • Entrada a la gruta de “La Iglesia Inferior”, donde los candidatos pasaban los dos primeros años.

    Entrada oeste de la gruta del Ermitaño, segunda etapa del aspirante a “Buen Cristiano”

    (Así se daban a conocer los Cátaros)

  • Por medio del Consolamentum se llevaba a cabo la separación entre “el hombre-animal” y el “hombre-espiritual”, entre el hombre terrestre y el hombre celeste. En este momento, “el Hombre Celeste”, aparece ante él candidato en toda su gloria y esplendor, le saluda y le dice: ¡la paz sea contigo!

    A partir de ahora, el nuevo perfecto se presentará ante los hombres en un nuevo estado, los

    demás le verán en la forma de un hombre corriente, pero solo es apariencia, pues en sus palabras

    brilla y se extiende una Luz que disuelve a su alrededor las tinieblas que envuelven a los hombres.

    Este estado, no es en absoluto-todavía el estado celeste, pero tampoco tiene nada que ver con el

    antiguo hombre material, “en realidad no es nada, solo apariencia”, y aunque se comporta de la

    manera habitual en los seres humanos, no pertenece ya a este mundo, ni en la parte visible ni en la

    parte invisible (el más allá).

    El joven Perfecto recibe entonces del “Ser Divino”, un encargo, una misión. ¡Recorre la tierra y

    testimonia de la luz que portas! ¡Refleja ante los hombres la Luz del resplandor del Espíritu!

    Todavía por un tiempo debes permanecer aquí. Sé un faro que ilumine en este mundo de tinieblas

    el camino de vuelta a casa a tus hermanos prisioneros.

    La Luz que portas tocara sus corazones y activara en sus almas el recuerdo de lo que siempre ha

    sido, es y será, despertará en ellas la añoranza y les abrirá el camino de retorno a su verdadero

    Hogar.

    ¡Y en verdad así fue! Los Cataros actuaron como faros que alumbran en la oscuridad. Trazaron e

    iluminaron el camino de retorno para muchos y lo que desataron quedo desatado tanto para los

    habitantes de aquella época, como para los habitantes en futuras generaciones.

    Los servidores de la Fraternidad Cátara en su forma aparente, conservaron su manto, su vehículo material, hasta el límite más extremo de lo que es prácticamente alcanzable con tal de poder servir de ayuda a todos sus hermanos.

    En el iniciado cátaro, el resto de la personalidad había desaparecido desde hacía tiempo, lo que quedaba era sólo un camuflaje, -la apariencia exterior de la antigua constitución física empleada el mayor tiempo posible al servicio de los hombres-.

    La historia del mundo nos enseña que todas las Fraternidades que intentaron desvelar a los hombres el secreto de las dos naturalezas, fueron rabiosamente atacadas y perseguidas, pues cuando esta Enseñanza Universal se propaga, se inicia un proceso de despertar en la humanidad.

    Y eso hace que “El Demiurgo o dios del mundo”, se sienta atacado. Y viendo que su creación está en peligro envía a sus eones y a los representantes de las organizaciones religiosas o esotéricas que le sirven, a perseguir a muerte a los que se atreven a desenmascarar su ilusorio reino terrenal.

    Lo que pretendieron las hordas de Roma con su persecución contra los Cátaros, fue el aniquilamiento del manto, la destrucción de la apariencia exterior de los santos Cátaros, pues partían de la mistificación de que bajo ese manto latía el corazón vivo de la Gnosis

    Y cuando abandonaban esta naturaleza forzados por las persecuciones, torturas y muerte en las hogueras, los magos al servicio de las iglesias de este mundo, vieron con sorpresa, que sus tumbas estaban totalmente vacías no siendo capaces de encontrarlas ni aquí, ni en el país de los muertos (el más allá).

  • Cuando una Fraternidad se despide del mundo, pone en movimiento una corriente, un pasaje de

    salida por el que innumerables personas podrán ascender al “Otro Reino”. Y esta corriente

    auxiliadora es hasta tal punto fundamental que ningún adversario podrá hacer lo más mínimo

    contra ella.

    Los magos de este mundo, contemplaron sorprendidos como innumerables personas empezaran a

    liberarse existencialmente de las garras de esta naturaleza, ascendiendo por un pasaje que ellos no

    podían bloquear.

    Y después de haber cumplido su tarea el mayor tiempo posible, yendo en ello hasta límites

    extremos, los Cátaros abandonaban a sus enemigos el manto, su forma aparente y liberados de su

    vestido material abandonaban este mundo elevándose hasta las serenas alturas del silencio

    sagrado.

    La pérdida de las vestiduras terrestres, “inútiles ya”, solo era un fenómeno secundario. Pues

    precisamente, es entonces cuando el Hombre Celestial se reviste de su glorioso manto de Luz y

    vuela libre de la rueda de las encarnaciones.

    Ya nunca más deberá encarnarse y si lo hace, lo hará voluntariamente al servicio de sus hermanos

    que continúan prisioneros en este mundo.

    Nada, ningún lazo les retenía ya en este mundo.

    El Glorioso Hombre Divino en toda su manifestación original volvía a casa.

  • BELEN 25 DE DICIEMBRE

    El Sol da de lleno en el Dolmen e ilumina la gruta

  • Belén, día de Navidad, 12 horas, hora solar.