A tres horas de Barcelona está el paísde los cátaros. All en el departamento francésdelAude, se encuen tran sus castillos, sus ciuda delas, sus leyendas. Piedras que fuerontestigosde su es plendor y su muerte, cuando la primera cruzada en tierra cristiana, hace casi ocho si glos, acabó con su herejía y con la culta y amable sociedad occitanade Llenguadoc. Todo un mundo y una forma devivirse hundieron conellos, un mundo cuyas huellas buscan quienes hacen un itinerario por estas tierras tranquilas y ricas envariados paisajes. Los cátaros defendieron hasta que fueron extermina dos sus ideales, basados en laespiritualidad y la pureza. Su religión, considerada una herejía por laIglesia católica, tenía una visión dualista (el Bien y el Mal) y una concepción evan gélica. Era una feque se fundamentaba también en latole ranciay lacomprensión de las flaquezas humanas. Carcassonne constituye un buenpunto de partida para iniciar el descubrimiento del país de loscátaros. Pasear por su ciudadela medieval es hacer unviaje a través deltiempo. Como sacada de un cuento, sus 52torres y 3,6kilómetros de murallas la convierten en ejemplo únicoen Europa. Desde allí, pueden recorrerse al deas, castillos y fortifica ciones, muchosde ellos sobre escarpados riscos. Montsegur, Puivert,Pui Iaurens, Queribus, Peyre pertuse. Lugares quecuen tan historias y leyendas. Bos- — ques casi en estado salvaje, apenas alterados por elpaso delossiglos. Ademásde todo ello, el Audetiene una gran riqueza gastronómica (empe zando ppr el tradicional ‘cassoulet’) susvinos gozan demucha fama. El paísde los cátaros pue de recorrerse de forma indivi dual, pero también hay itinera rios organizados queincluyen sus principales puntos de interes Para quienesquieran prescindir del coche o del autocat, las rutas a pie,a caballo en bicicleta son una atractivaopción, aligual que un crucero por los canales. Hasta el 31 de marzo, unaexposición de fotografías de GérardSioen enlaMaison du Languedoc-RouSsillOn (enla ca lle Pau Claris 77 deBarcelona) permite aproximarse alpaís de os cátaros, a sus paisajes, a sus castillos. Varios años detra bajo y 25.000 kilómetros enmoto por elAude lehan permiti do reflejar su pasión por aquellas tierras. ITINERARIOS • Una rutapor elAudefrancés entre castillos, ciudadelas, aldeas y leyendas En el país de los cátaros;1] IMMA MENTRUIT;0]