INDICADORES DE GOBERNANZA PARA LA GESTIÓN AMBIENTAL DEL RÍO FUCHA ANDREA DUARTE SUÁREZ 20121110006 UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS FACULTAD DE MEDIO AMBIENTE MAESTRÍA EN DESARROLLO SUSTENTABLE Y GESTIÓN AMBIENTAL BOGOTÁ D.C OCTUBRE DE 2015
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INDICADORES DE GOBERNANZA PARA LA GESTIÓN AMBIENTAL DEL RÍO
FUCHA
ANDREA DUARTE SUÁREZ
20121110006
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE MEDIO AMBIENTE
MAESTRÍA EN DESARROLLO SUSTENTABLE Y GESTIÓN AMBIENTAL
BOGOTÁ D.C
OCTUBRE DE 2015
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INDICADORES DE GOBERNANZA PARA LA GESTIÓN AMBIENTAL DEL RÏO
FUCHA
ANDREA DUARTE SUÁREZ
TESIS DE GRADO
HELMUT ESPINOSA GARCÍA
DIRECTOR
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE MEDIO AMBIENTE
MAESTRÍA EN DESARROLLO SUSTENTABLE Y GESTIÓN AMBIENTAL
Tabla 7. Ejemplo: indicadores de gestión del recurso hídrico .............................................. 35
Tabla 8. Estructura general análisis de contenido………………………………………….53
Tabla 9. Clasificación de actores entrevistados……………………………………………53
Tabla 10. Clasificación de documentos revisados……………...………………….………54
Tabla 11. Actores entrevistados………......………………………………………………..55
Tabla 12. Ejemplo problemas de gobernanza……......……………………………….……57
Tabla 13. Puntos con conexiones erradas pertenecientes al tramo 3 .................................... 70
Tabla 14. Gobernanza desde la PNGIRH ............................................................................. 71
Tabla 15. Sistematización del concepto de gobernanza a partir de los actores
entrevistados..................................................................................................................……75 Tabla 16. Identificación del concepto de gobernanza en la cuenca alta del río Fucha ......... 74
Tabla 17.Cambios de los concejos de cuenca a nivel normativo ......................................... 75
Tabla 18. Actores institucionales de orden distrital ............................................................. 75
Tabla 19. Actores de acción local ........................................................................................ 77
Tabla 20. Clasificación de actores ........................................................................................ 82
Tabla 21. Resultados categorización de actores. .................................................................. 83
Tabla 22. Momentos de evaluación para la cuenca Fucha ................................................... 97
Tabla 23 Propuesta de indicadores de gobernanza para cuenca alta del río Fucha……....98
Tabla 24 Descripción de indicadores SAGCN ..................................................................... 100
Tabla 25. Descripción de indicadores SAGcs ..................................................................... 101
Tabla 26. Descripción indicadores SG ............................................................................... 102
Tabla 27. Descripción indicadores SR ............................................................................... 104
Tabla 28 Elementos de gobernanza hallados ..................................................................... 112
Tabla 29. Factores para la implementación de la gestión integral del recurso
hídrico……………………………………………………………………………….……115
Tabla 30. Comparación de indicadores……………………………………….………..…117
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1. Introducción
1.1. Presentación general
En las cuatro últimas décadas, se han venido suscitando grandes cambios en las formas de
gobierno y del como éste responde a las demandas de una sociedad cada vez más compleja,
participativa y pluralista. Dando origen al concepto de gobernanza o la nueva gobernabilidad,
en donde el gobierno pasa, de ser el centro de la dirección de la sociedad a un actor
indispensable pero insuficiente (Aguilar, 2007). Éste nuevo enfoque propone la construcción
de redes para la acción pública, la cual se conforma por un número variado de actores en
intima interacción (Kooiman, 2005)
La gobernanza, se define como una forma de gobierno en la que la coherencia de la acción
pública, no está representada por un pequeño grupo político-administrativo, relativamente
homogéneo y centralizado, sino por la adopción de formas de coordinación a distintos
niveles, cuyo resultado, siempre incierto, depende de la capacidad de los actores públicos y
privados para definir un espacio común de negociación, movilizar recursos e implementar
modos de responsabilización y de legitimación de las decisiones, que propendan por el
desarrollo integral de las comunidades (Fuente, 2002)
Éstas interpretaciones de gobierno se pueden emplear para reconocer estructuras de gestión
en diferentes campos, un ejemplo de ello es la gobernanza del agua, ya que se ha identificado
que los cambios en la autoridad se manifiestan en la gestión de los recursos hídricos
(Dourojeanni & Jouravlev, 2001). Por su parte, debido a los conflictos que se dejen alrededor
de su uso y como recurso indispensable para la vida, se requiere de un marco de acción
holístico que vincule factores políticos, económicos, administrativos y culturales, esto
permite el desarrollo de capacidades que den solución a problemas. En concordancia con ello
se genera la vinculación de los diferentes actores asociados a este recurso, en los procesos de
toma de decisiones que garanticen la suplencia de necesidades y una gestión equitativa y
eficiente (Rogers & Hall, 2003).
La gestión integral del recurso hídrico (GIRH), propone un sistema de gestión que toma al
agua como un recurso indispensable para el desarrollo humano, pero que a su vez es un
componente esencial para el sostenimiento de los ecosistemas de los cuales se obtienen bines
y servicios, por lo que su gestión debe ser coordinada con otros elementos como el suelo, la
flora y la fauna, teniendo presente los múltiples usos del agua, por lo que su gestión no se
restringir solo a oferta y demanda, si no a establecer condiciones de sustentabilidad (BID,
1998; GWP, 2000).
Dicha estructura de gestión en los últimos años, ha venido permeado los sistemas de manejo
del agua en Latinoamérica, para lo que Colombia, no es la excepción, ya que ha integrado
estos lineamientos en su política de aguas, la cual tiene sus orígenes en la expedición del
Decreto 1381 de 1940, que generó los primeros lineamientos explícitos de política para el
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manejo del agua, y la expedición del Código Nacional de los Recursos Naturales Renovables
y de Protección al Medio Ambiente (Decreto-Ley 2811 de 1974), que da inicio al proceso de
planificación ambiental del territorio. En 1993, con la expedición de la Ley 99, se crea el
Ministerio de Ambiente, como organismo rector de la gestión del medio ambiente y de los
recursos naturales renovables y fijando las pautas generales para el ordenamiento y manejo
de cuencas hidrográficas y demás áreas de manejo especial. En 2010, el Ministerio de
Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (hoy Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible-MADS), expidió la Política Nacional para la Gestión Integral del Recurso Hídrico
(PNGIRH), que establece los diferentes usos del agua, la cuenca hidrográfica como unidad
de planificación, el conocimiento y la participación como base a los procesos de gestión.
Por otro lado la política de gestión del recurso hídrico en Colombia, hace referencia a la
gobernanza del agua como un proceso, que considera la participación a múltiples niveles más
allá del Estado, en donde la toma de decisiones incluye no solamente a las instituciones
públicas, sino a los sectores privados, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil
en general, las cuales se pondrán en marcha por medio de tres estrategias participación,
cultura del agua y manejo de conflictos. En tanto que para organismos internacionales y
diferentes autores la gobernanza se constituye en el centro de la gestión del recurso hídrico,
aquí es solo un objetivo de la política pública, por lo que será necesario generar mecanismos
de evaluación que permitan identificar, qué aspectos de la estructura gubernamental y social,
permiten el desarrollo de los procesos de gobernanza (Aguilar & Bustelo, 2010). Puesto que
esta es una construcción social gestada por la interacción de diversos actores, es posible su
construcción desde contextos locales, pese a que no exista una directriz especifica desde el
gobierno, ya que las comunidades y sectores, se organizan parar ser partícipes de la acción
publica (Hufty M. , 2007)
Este estudio se centró en la descripción de los procesos de gobernanza de la cuenca alta del
río Fucha perteneciente a la localidad de San Cristóbal, la cual se desarrolló en tres etapas: I)
Descripción de los componentes de gobernanza en la cuenca del río Fucha, (actores,
problemas, nodos, normas y procesos), con el uso del enfoque MAG. II) Categorización y
definición del modelo de gobernanza desarrollado (identificación de relaciones,
categorización de actores, reconocimiento del tipo de gobierno, así como de su nivel). III)
Sistematización, se propuso un sistema de indicadores que permita evidenciar los procesos
desarrollados en esta cuenca, tomando como referente tres categorías de análisis subsistema
a ser gobernado (SAG), subsistema de gobierno (SG) y subsistema de interacciones (SI),
propuestas por Kooiman et al (2008).
Los procesos de gestión de la cuenca alta del río Fucha, se adaptan a un sistema mixto de
gobernanza en donde predominan factores de jerarquía, ya que los diferentes actores
vinculados a la cuenca, poseen diferentes niveles de acción, por lo que se establecen
relaciones de dirección entre el sistema Estado-sociedad. De igual forma se identificó, que si
bien existe un modelo de gobernanza, en todos sus niveles este carece de una estructura de
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gestión unitaria, coordinada y coherente con las necesidades propias del contexto, lo que se
traduce en barreras para la sustentabilidad de los recursos hídricos. Es necesario desde la
configuración de políticas públicas establecer mecanismos de evaluación, en torno a tres
factores reconocimiento de la estructura de gobierno, la puesta en marcha del dicho modelo,
los resultados y efectos que produce en la sociedad (Aguilar & Bustelo , 2010).
1.2. Planteamiento del problema de investigación
En los últimos 20 años de alcaldías en la cuidad de Bogotá, se ha venido identificando una
creciente preocupación por el medio ambiente y la conservación de los recursos naturales y
en especial por el agua, desde la administración de Jaime Castro en 1993, bajo el plan de
gobierno “Prioridad Social” que buscaba iniciar procesos de recuperación del río Bogotá y
mejorar los sistemas de saneamiento, hasta el día de hoy, con el plan de gobierno del actual
alcalde, bajo el lema “Bogotá Humana”. En donde una de sus estrategias de desarrollo
enuncia “Un territorio que enfrenta el cambio climático y se ordena alrededor del agua”,
reconociendo así, que existen límites ecológicos que deben respetarse y la dependencia del
ser humano con los recursos naturales; bajo esta iniciativa la alcaldía pretende recuperar parte
de la estructura ecológica principal de la ciudad, según el Artículo 26 del acuerdo 489 de
2012, dando prioridad al recurso hídrico, buscando iniciar acciones dirigidas a la
renaturalización de los cuerpos de agua (Concejo de Bogotá, 2012).
Están son algunas de las iniciativas del gobierno distrital por recuperar y hacer un uso
racional de tan vital recurso como es el agua, lo que se pone en marcha a través de los planes
de manejo y de ordenamiento territorial. No obstante, los ríos en Bogotá se mantienen
contaminados y muchos de ellos han perdido su valor como prestadores de servicios
ecosistémicos y generadores de desarrollo (Rodríguez et al, 2010), como es el caso del río
Fucha que recorre diez de las veinte localidades de la ciudad, lo que lo hace el tercer río más
importante de Bogotá (Consorcio DUQUE-SIMA, 2006).
El río Fucha, presenta altos niveles de contaminación los cuales predominan en la cuenca
media y baja, que corresponden al perímetro urbano, donde se encuentran trazas de metales
pesados, materia orgánica y bacterias asociadas a heces humanas (Rodríguez, et al; 2012).
Dentro de las causas principales de este fenómeno están los procesos asociados a la invasión
de zonas de ronda por industrias, viviendas y habitantes de calle, inadecuado manejo y
disposición de las basuras y de vertimientos (EAAB-ENDA, 2006). Esto hace evidente la
pérdida de la cuenca como elemento generador de desarrollo, lo cual puede ser consecuencia
del desequilibrio entre las relaciones sociedad-Estado, que ha contribuido a conflictos y a la
disminución de la calidad del recurso hídrico de esta cuenca.
Tomando como base la relación sociedad-Estado, se ha venido reconociendo la importancia
de la participación social en los procesos de gestión del recurso hídrico, como lo enuncia la
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Política Pública de Gestión del Recurso Hídrico (principio 7 y objetivo 6), para generar
acciones de control, vigilancia y monitoreo ciudadano y el Código Nacional de los Recursos
Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente (Artículo 2) con el fin de apropiar
a las comunidades frente al uso racional del agua y en concordancia con los lineamientos
internacionales, que han surgido en los últimos años. Esta integración permite el
descubrimiento de características, que configuran los diferentes escenarios a ser gestionados,
indicando problemáticas, necesidades y potencialidades, generando de esta forma relaciones
reciprocas entre estos entes (MMADS, 2010)
En concordancia con ello, se han propiciado instancias como los Consejos de Cuenca y las
Comisiones Ambientales Locales, favoreciendo espacios de participación, de los cuales se
puede decir, que si bien se establecieron, no tienen un impacto importante en los procesos de
toma de decisiones, puesto que existen marcos normativos que delimitan su acción y una
estructura institucional rígida, que impide su completa integración. Esto junto con la falta de
apropiación y reconocimiento del territorio, genera acciones por parte de los ciudadanos de
baja permanencia y constancia, centradas en trabajo in situ, como campañas de limpieza y
arborización en la ronda del río dejando de lado las problemáticas de fondo que propiciaron
las condiciones actuales de la cuenca.
En Bogotá en las últimas seis administraciones, se han tenido visiones diferentes y
contradictorias frente a las iniciativas en la gestión ambiental y participación ciudadana, que
afectan la cuenca del río Fucha, lo que se traduce en escenarios de actuación discontinuos
que impiden el alcance de objetivos propuestos desde las políticas públicas y debilidad
institucional. (Hernández et al, 2011). Estos factores permean los procesos de gobernanza,
ya que disminuyen la participación ciudadana, la equidad, la eficacia, la responsabilidad de
los diferentes actores asociados a dicha cuenca, y aumentan la corrupción (Moriarty et al.
2007). Traduciéndose en conflictos socio-ambientales, obstaculizando los caminos de
comunicación entre el Estado y la sociedad, conduciendo de esta forma a mayores riesgos
políticos y sociales, fallas y rigidez en la maquinaria gubernamental, que impiden adaptarse
a los cambios y dar respuesta a los problemas complejos que enfrenta cada sistema,
estableciendo barreras que impiden alcanzar el desarrollo deseado (Rogers & Hall, 2003).
Estos factores se presentan, debido a la carencia de unidad y coherencia directiva del sistema
de gobierno, que se traducen en la escaza integración de políticas públicas, programas y
organismos. Además se asume al gobierno como entidad única en el proceso de dirección de
la sociedad, desconociendo el capital y complejidad de ésta. Dichas visiones impiden que la
maquinaria gubernamental se integre al entramado social, por lo que, no se presentan
acciones de cooperación que potencialicen los procesos de gestión, que a su vez
desencadenen en la rehabilitación y sustentabilidad de los recursos hídricos en la cuenca
Fucha (Aguilar & Bustelo, 2010).
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Desde la política pública de gestión del recurso hídrico, se plantea una visión de gobernanza,
centrada en actos de participación y de cultura ciudadana, considerándosele como elemento
de gestión, que caracteriza el proceso de toma de decisiones, pero no se hace alusión a la
estructura gubernamental, su capacidad de respuesta y el efecto de sus acciones en la
sociedad, la escasa definición de la gobernanza y de medios para evaluar su alcance, impide
que los procesos locales de gestión del recurso hídrico, jueguen un papel transcendental en
la rehabilitación y conservación de los cuerpos de agua (Dourojeanni & Jouravlev, 2001).
Tomando como base estos aspectos es necesario identificar ¿qué indicadores de gobernanza
pueden emplazarse para describir los procesos de gestión ambiental desarrollados en la
cuenca alta del río Fucha en la localidad de San Cristóbal?, con el fin de generar una
propuesta metodológica que permita identificar el modelo de gobernanza y su estructura.
Según Aguilar (2009), identificar estos dos aspectos son cruciales, desde una concepción
amplia de la gobernanza, refiriéndose a esta como un proceso de gobierno horizontal, en
donde los diferentes actores vinculados cooperan para alcanzar objetivos comunes.
La evaluación de los procesos de gobernanza permite fortalecer tres factores; I) recopilar y
sistematizar información, con el fin de identificar los aspectos de la acción practica y mejorar
la futura. II) Rendición de responsabilidades, haciendo referencia a como se responde a las
demandas de la sociedad. III). Iluminar acciones futuras, va más allá de recopilar información
sobre una gestión concreta, busca una aproximación sistemática que integre diferentes
saberes para generar un aprendizaje a largo plazo, potencializando el conocimiento y la
comprensión de la realidad (Aguilar & Bustelo, 2010). Para los procesos de gestión del
recurso hidrico no basta con tener presente los factores de calidad y cantidad del agua, es
decir que lo sucede directamente sobre el cause es necesario tener presente el reconocimeinto
del medio por el cual se van aplicar las decisiones y luego la capacidad para materializarlas
(Dourojeanni & Jouravlev, 2001).
La combinación de estos aspectos permitió proponer tres objetivos para el reconocimiento
de la estructura de gobernanza en la cuenca alta del río Fucha y para la propuesta de un
sistema de evaluación partir del uso de indicadores. Como primera instancia se realizó una
caracterización de la gestión ambiental del río Fucha por medio del modelo; Marco de
Análisis de la gobernanza (MAG), propuesto por Hufty (2007). En un segundo aspecto se
categorizaron los procesos de gobernanza desarrolladas en la zona de estudio, tomando como
referente el enfoque de gobernanza interactiva de Kooiman et al (2008). Y finalmente se
generó una propuesta de indicadores de gestión ambiental, desde el concepto de gobernanza.
2. Capítulo I. Marco de referencia
2.1. Marco conceptual
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El agua es un recurso esencial para la vida humana y para el sostenimiento de los ecosistemas,
circula a través del ciclo hidrológico, lo que permite vincularse a otros recursos como el
suelo, la flora y la fauna. Pese a que el 90% del planeta está conformado por agua solo el
2,53%, que corresponde a agua dulce almacenada en acuíferos, embalses, ríos, etc, es
consumible. Si bien esta cantidad es suficiente para la población actual, por la desigualdad
en la distribución, debido a las amplias variaciones en la precipitación y a los altos niveles
de contaminación (dos toneladas de residuos son arrojados a fuentes de agua diariamente),
este recurso está siendo presionado (World Water, 2003).
Se estima que para el 2050, la demanda mundial de agua alcanzara un 55%, por lo que más
del 40% de la población vivirá con problemas de escasez de agua, de igual forma se prevée
que el calentamiento global aumentara dicha disminución en un 20% (UN-WATER, 2014).
Esto hace necesario implementar sistemas de manejo de los recursos hídricos que tomen en
consideración las diferentes facetas del ciclo hidrológico y las comunidades, puesto que su
participación y apropiación son la base del éxito de los procesos de gestión (Dourojeanni,
2002), poniéndose de relieve la gobernanza del agua, ya que al ser vista ésta, desde un
enfoque sistémico permite ver las diferentes interacciones entre actores y elementos, para
identificar posibles modos de acción.
2.1.1. Gestión Integrada del Recurso Hídrico (GIRH)
La primera Conferencia de la ONU sobre el Agua, celebrada en Mar del Plata, Argentina, en
1977, destacó el derecho de todos los pueblos a acceder a agua potable en las cantidades y la
calidad correspondientes a sus necesidades básicas, por lo que varios documentos y planes
de acción de la ONU, han reiterado la necesidad de garantizar el acceso a ésta como un factor
clave para superar el hambre y la pobreza, aludiendo a la escasez de agua como uno de los
mayores obstáculos al desarrollo (Castillo, 2009).
Debido a la gran demanda que genera este recurso, no solo para el funcionamiento de los
sistemas biológicos, si no económicos, sociales y culturales, es necesario adoptar un sistema
de manejo que responda a estas necesidades y a los múltiples usos del agua (Van Hofwegen
& Jaspers, 2000), por lo que desde hace unas décadas se ha venido propiciando un cambio
en el paradigma y enfoque con el que se maneja dicho elemento, en donde éste es parte
esencial de los sistemas ecológicos, biológicos y sociales. Dejando atrás una visión
reduccionista, cuyas únicas metas de gestión eran la cantidad y la calidad (BID, 1998)
Para hablar de la GIRH, es necesario conceptualizar lo que se conoce por cuenca hidrológica,
esta hace referencia a la unidad de gestión y planificación territorial, que se compone por
ecosistemas terrestres y acuáticos, la cual se divide en alta, media y baja (GWP, 2011). Dicha
definición no solo encierra elementos físicos propios de la cuenca, si no también aquellos
características del entorno social, permitiendo visualizar ese territorio como un nodo
problemático, en el cual convergen diferentes conflictos por el uso del agua y sus servicios
ecosistémicos, debido a la superposición de intereses de índole político, cultural, ecológico,
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económico y ambiental, de allí que se emplee un sistema integral para su manejo
(Dourojeanni et al; 2002).
Según el Banco interamericano para el desarrollo (BID), la gestión integrada de los recursos
hídricos (GIRH), se sustenta en los principios de la Declaración de Dublín, el Programa 21,
la Declaración de San José, y el Plan Acción aprobados por la Cumbre de las Américas para
el Desarrollo Sostenible, celebrada en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) en diciembre de 1996
(BID, 1998). Por lo que la GIRH se define como proceso centrado en la toma de decisiones
razonables, que reconoce las necesidades y deseos de los diferentes usuarios (Van Hofwegen
& Jaspers, 2000), vinculando todos los componentes del ciclo hidrológico y sus interacciones
con otros recursos.
Según Dourojeanni et al, (2002), al revisar las diferentes definiciones de la GIRH, esta
integra tres categorías centrales: los usuarios en torno a sus necesidades, intereses y el uso
que se haga del recurso. El ciclo hidrológico y los ecosistemas de los cuales depende la
cantidad, calidad, tiempo de ocurrencia, aguas subterráneas o superficiales, etc. Y finalmente
el desarrollo integral de las comunidades, tomando factores económicos, culturales y
ambientales.
2.1.3. Enfoque sistémico para la gestión del recurso hídrico.
Se fundamenta en la Teoría General de Sistemas y en el concepto de ecosistemas, donde este
último es considerado como un conjunto de mallas tróficas y comunidades en competencia,
a través de las cuales se intercambia energía y nutrientes, por lo que éstos elementos están es
constante interacción, entre ellos mismos y con el medio físico (Pirot et al, 2000)
La idea central de la teoría de sistemas expuesta por Von Bertalanffy (1976), expone que
problemas de diferentes áreas del conocimiento guardan cierta correspondencia entre sus
características, esto implica la existencia de sistemas generalizados que pueden ser
explicados por modelos y leyes que siguen este mismo patrón. Por lo que pueden pensarse
estos como principios, así por ejemplo un principio matemático, puede emplearse para
explicar el crecimiento de diferentes poblaciones. Estas aproximaciones se establecen, al
considerar que todos los sistemas se componen de los mismos elementos básicos.
Cabe resaltar que este modelo no se basa en analogías, si no en identificar elementos o
comportamientos comunes, para establecer principios, que si bien no pueden especificar por
completo las características de dicho sistema, si permite entender a grandes rasgos su
funcionamiento, lo que es llamado como su “totalidad o unidad” esto permitirá la apertura de
nuevas teorías e integración de saberes
Este enfoque permite un acercamiento holístico a la gestión de los recursos naturales. Puesto
que integra el conocimiento científico en las relaciones entre la ecología, el marco
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socioeconómico y político, orientándose hacia la sustentabilidad en el largo plazo (Pavlikakis
& Tsihrintzis, 2000); esta visión desde diferentes aristas permiten la construcción de
principios que determinan las características del sistema. Por lo que se debe tener en presente:
• Los elementos distinguidos del problema
• La relación causa y efecto que existe entre ellos
• Las funciones específicas que se cumplen en cada caso
• Los intercambios que se requieran entre los recursos una vez que se definan
La combinación de estos aspectos, configura tres atributos esenciales de todo sistema como
son: su capacidad de respuesta, en relación a como este hace frente a un cambio,
adaptabilidad, vista esta como la posibilidad de generar mecanismos, que le permite
adaptarse a las condiciones del medio y homeostasis, que se relaciona con la propiedad de
mantener algunos elementos esenciales para su funcionamiento, lo que se traduce en
robustez. Es decir un sistema debe poder adaptase a su medio generar una respuesta y
mantener algunos valores esenciales.
A la luz de la teoría general de sistemas se evidencia la integración entre el agua, el suelo,
los factores bióticos, lo que propicia la sustentabilidad de los ecosistemas, garantizando la
conservación de los sistemas naturales en torno a su composición, función y estructura, a
través del uso razonable, equitativo, participativo y descentralizado, al vincular de forma
efectiva los componentes ecológicos, económicos, culturales y sociales, bajo un marco
geográfico definido. Estos aspectos se fundamentan en la coherencia y cohesión institucional,
que genera el Estado, de allí surge la idea de hablar de gobernanza del agua (Wenger et al,
2003), ya que esta como unidad de análisis, permite describir procesos colectivos desde un
enfoque holístico al considerar la interacción de actores y las relaciones que se dejen entre
ellos (Bazzaní, 2010)
2.1.4. Gobernanza y Gobernabilidad
Si bien el concepto de gobernabilidad es tan antiguo como la sociedad humana, en un inicio
se le atribuía al hecho de gobernar un navío, hoy por hoy, ha sido tan discutido, que su
sistematización y alcance llega a convertirse en una tarea difícil. Desde de la década de los
setenta empieza a tomar relevancia éste concepto en la esfera pública, en repuesta a la crisis
del modelo de bienestar y a la reconstrucción de las líneas del poder a nivel mundial, cuando
los gobiernos de países industrializados se ven limitados a la hora de responder a una
ciudadanía cada vez más creciente y por ende altamente compleja; bajo esta noción se
generan tres corrientes de pensamiento. Por un lado la gobernabilidad como la capacidad del
Estado de hacer frente a las demandas de la sociedad, en una segunda instancia como el
avance la sociedad a partir de sus potencialidades, sin la existencia de un poder controlador
y autoritario. Finalmente en una tercera corriente, se le atribuye el mismo significado a
gobernabilidad y gobernanza, lo que conduce al desbordamiento conceptual (Prats, 2003)
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Así el diccionario de la Real Lengua Española define estos dos conceptos como sinónimos
de la siguiente forma: “Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro
de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio
entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía”. En definiciones por
entidades internacionales como el Banco Mundial y el PNUD, destacan otros conceptos que
enriquecen y caracterizan la visión de gobernabilidad como son: eficiencia, eficacia,
legitimidad y reglas de juego, componentes esenciales con los que deben contar los gobiernos
actuales. De igual forma, la Comisión de las Comunidades Europeas, en su libro Blanco de
la Gobernanza, destaca cinco principios fundamentales como los pilares a la hora de aplicar
dicho concepto, lo que se traduce en la buena gobernanza; como son apertura participación,
responsabilidad, eficacia y coherencia (CCE, 2004). Estos factores se centran en el desarrollo
institucional, describiendo las características básicas con las que debe contar el gobierno para
hacer frente a los retos de la nueva gestión pública.
Otros actores por su parte establecen claras diferencias entre estos conceptos. Nicandro
(2001) y Aguilar (2007), consideran que si bien dichos conceptos están íntimamente
relacionados por la acción del gobierno, cuando se habla del Estado y su estructura socio-
política, estos conceptos divergen. Así la gobernabilidad es definida como “la capacidad del
gobierno de gobernar una sociedad”, por ende este enfoque denota la estructura de la
maquinaria gubernamental y desconoce el tejido social, dejando el gobierno como eje central.
Por otro lado un enfoque de gobernanza reconoce dicho tejido, por lo que toma en relevancia
a los diversos actores y sus relaciones, esto le da un carácter sistémico a este enfoque al
considerar los diferentes elementos, sus relaciones y niveles de articulación, por lo que el
sistema de gobierno es de carácter horizontal.
Bajo esta premisa, el gobierno es un elemento fundamental pero “insuficiente”, debido a la
complejidad del sistema social (Aguilar, 2007), ya que este es dinámico y diversificado, el
cual requiere para su manejo componentes financieros, técnicos, gerenciales y culturales.
Este es un concepto novedoso de gobierno, eliminando la visión de esté como un órgano de
control jerarquizado; de esta forma cada comunidad construye su propio tejido social, que le
permite manejar y tomar decisiones frente a los asuntos públicos (Mayntz, 1997; Kooiman,
2005).
Whittingham (2002), propone dos matices para ilustrar la gobernanza, por lo que ésta puede
tener un comportamiento dual. Según la visión de gobierno que se tenga y la disciplina desde
donde se analice dicho concepto. Por lo que desde una mirada disciplinar ésta se define, como
un proceso que articula actores públicos, privados y a la sociedad civil en general; bajo esta
caracterización la gobernabilidad es un elemento de la gobernanza, el cual dinamiza la
relación Estado-sociedad. En tanto que cuando el concepto se centra en el gobierno, éste se
toma como la acción de gobernar, que implica proveer una dirección coherente a la sociedad
y establecer los mecanismos eficientes y eficaces para lograr dicho fin.
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Teniendo las diferentes posiciones entre los conceptos de gobernabilidad y gobernanza, en
esta investigación se estableció un solo concepto, que será asumido como gobernanza,
haciendo alusión al sistema Estado-sociedad, puesto que este enfoque toma en consideración,
tanto el rol del gobierno como el de la ciudadanía, siguiendo la definición propuesta por
Aguilar (2007), donde la gobernabilidad es un elemento de la gobernanza al hacer referencia
a las capacidades que posee el gobierno para dirigir y solucionar problemas. En concordancia
con ello, los cambios sociales se producen a través de la aplicación de herramientas
normativas y administrativas. En tanto que la gobernanza será asumida como el conjunto de
acciones en pro de objetivos comunes entre el gobierno y la sociedad fundamentado en la
cooperación, por lo que los procesos de dirección, son una responsabilidad colectiva, al
establecerse relaciones entre sectores y grupos de actores.
El empleo del concepto de gobernanza, permitió describir de forma holística y flexible los
procesos desarrollados en la zona de estudio, ya que en ésta convergen diferentes
problemáticas de carácter social y ecológico, en los cuales los actores cobran gran
significancia tanto el gobierno como la sociedad, pues ellos con el paso del tiempo han venido
moldeando las actuales condiciones de la cuenca Fucha. Por lo es necesario no solo
identificar las condiciones que suministra la maquinaria gubernamental, sino también la
respuesta de ellas en la población y como esta se abre paso en la solución de problemas y
conflictos.
2.1.4.1. Gobernanza y evaluación.
Aguilar y Bustelo (2010), definen la evaluación como la recopilación y análisis sistemático
de información por medio de criterios preestablecidos o marcos de referencia, para emitir
juicios sobre el valor del fenómeno evaluado, dentro de la perspectiva de gobernanza
empleada en esta investigación dicho proceso, es relevante para el gobierno, ya que le permite
generar estrategias para coordinar los diferentes actores vinculados a la acción pública, con
el fin de identificar soluciones a problemas o alternativas de desarrollo.
En la evaluación de la gobernanza se establecen tres fases para la validación teórica y
práctica; I) diseño y contextualización, que hace referencia, a la existencia de un modelo de
gobernanza, si ésta es resultado de la cooperación entre actores públicos-privados y
gubernamentales-social, si su estructura permite el alcance de objetivos propuestos y la
capacidad de trasformar la intencionalidad en un hecho social. II) puesta en práctica,
identificación y seguimiento de los factores esenciales para el funcionamiento de la propuesta
de gobernanza. III) Resultado y efectos, incluye acuerdos, actuaciones conjuntas o atención
integral y participativa de los problemas, entre otros.
17
A continuación se identifican dos enfoques que pueden emplearse para describir y evaluar
los procesos gobernanza siguiendo los parámetros de Aguilar y Bustelo (2010): en un primer
aspecto, se tiene los enfoques centrados en principios que describen las características
básicas, con lo que debe contar la estructura gubernamental para el desarrollo de capacidades
que le permiten solucionar problemas, por lo que se remite al factor dos y tres. Un segundo
enfoque idéntica los diferentes elementos de la gobernanza, centrándose en el primer
parámetro expuesto por estos dos autores.
Enfoques de análisis para la gobernanza:
Tenido como base dos grandes pilares el Estado y la sociedad, para esta investigación es
necesario generar un marco de análisis que permita establecer las condiciones y
responsabilidades de cada uno, en el proceso de gobernanza, por lo que se generó dos grupos
de análisis, uno centrado en principios que ofrece unas perspectiva del rol del gobierno,
indicando las condiciones necesarias para conducción de la sociedad, estableciéndose
variables e indicadores que permiten cuantificar la acción del Estado. Por su parte en un
segundo enfoque describe la sociedad, como un sistema complejo, dinámico y diverso. Esta
herramienta categoriza el modelo de gobernanza, en tipos y niveles
Enfoque fundamentado en principios:
Las instituciones internacionales como el PNUD, el Banco Mundial, la Unión Europea,
UN-hábitat entre otros, han generado un marco de análisis fundamentado en principios,
donde la aplicación de estos constituye la “buena gobernanza”. Los cuales han sido
conceptualizados por diferentes autores como sigue:
Participación: hace referencia a la integración de un número variado de actores tanto
públicos como privados que generan organizaciones formales y no formales, que se
relacionan entre sí, y que se vinculan a los procesos de toma de decisiones. Teniendo como
referentes su visión de mundo que perciben, lo que garantiza la calidad, la pertinencia y la
eficacia de las políticas públicas (Martínez, 2005)
Transparencia: es la base fundamental para la eficacia y la legitimización en el sector
público. Abre caminos para una la participación efectiva por parte de la ciudadanía, a través
del flujo permanente de información. Se pueden establecer tres tipos de transparencia I)
planificación II) de gestión III) económico financiera IV) de contratación (De Estefano et al,
2011)
Eficacia: se relaciona con el alcance de metas, que respondan a problemas, necesidades y
elementos identificados, en tiempos y costos prudentes, así que está relacionada con la
eficiencia económica. Esto denota que la eficacia no solo se restringe al cumplimiento de
18
objetivos, si no al cómo se alcanzan estos, al resultado y al impacto generado en las
poblaciones (Martínez, 2005).
La eficacia corresponde entonces a conjunto de elementos que incluye a las políticas, el sector
institucional y técnico, cuyo efecto recae sobre los procesos de toma de decisiones. A nivel
técnico hace referencia a disponer de la información pertinente, al análisis, cálculo,
modelación y proyección de la misma. Dentro de un contexto político encierra la
identificación de relaciones y sus efectos entre los actores implicados, en tanto que en lo
institucional se liga allí como instrumento de las acciones del gobierno, por eso vale la pena
identificar las características de la estructura gubernamental, si esta permite el cumplimiento
de dichos objetivos o por el contrario es una barrera (Aguilar, 2014).
Coherencia: se vincula al establecimiento de objetivos coherentes y coordinados, dicho de
otra forma, los objetivos de las políticas públicas deben plantearse de tal forma que no sean
obstruidos por otros o por acciones del gobierno, ni que rebasen la capacidad de
cumplimiento por los diferentes sectores. Esta responsabilidad decae sobre las instituciones,
por ello deben aplicar enfoques de coherencia que les permita actuar en sistemas complejos
(Martínez, 2005).
Parejo (2004), establece junto con estos principios dos aspectos más para tomar en
consideración; I) responsabilidad, se dirige principalmente a las instituciones, esto implica
la delimitación de funciones, de esta forma cada actor reconoce su papel y rol en los procesos
de gobernanza, lo que permitirá abrir espacios para la evaluación y la transparencia. II)
Apertura se entiende como aquella propiedad que pone a luz pública decisiones del gobierno
por medio de la apertura de canales de comunicación y el uso de un lenguaje sencillo.
Tomando la clasificación anterior, éste principio podría relacionarse con trasparencia puesto
que ésta se fundamenta en suministrar información a la ciudadanía. Whittingham (2002),
propone la igualdad refiriéndose al acceso de los procesos de gobernanza, en igualdad de
condiciones, generando oportunidades que garantizan y mejoran el nivel de bienestar de la
sociedad. Esta autora sistematiza estos principios convirtiéndolos en variables susceptibles
de medir a través de indicadores por medio de la recopilación y análisis de información a
partir de un grupo variado de autores.
Se presentan dos propuestas para sistematizar este enfoque de análisis, por medio del uso de
indicadores que ofrecen información sobre el alcance de la gobernanza, centrada en las
instituciones, ya que establece los criterios que estas deben generar para la existencia del
buen gobierno. Se toman como Whittingham (2002) y UN-Hábitat (2005), puesto que hacen
un esfuerzo por cuantificar éste marco de análisis. (Ver tabla 1), los cuales podrán empelarse
para identificar la estructura gubernamental en la cuenca Fucha y como ésta da respuesta a
las diferentes problemáticas en la zona de estudio, empleando como referente un marco
global. Este enfoque de análisis considera al Estado como eje central de los procesos de
19
gobernanza, ya que éste toma decisiones frente al manejo de los recursos públicos, en
consideración a diferentes variables; como las necesidades de la población, las características
culturales y ecológicas del territorio entre otras.
Tabla 1:
Variables e indicadores de gobernanza a nivel global.
Categoría de
análisis
Indicadores Whittingham
(2002)
Indicadores UN-Hábitat (2005).
Participación Representación y rol de
nuevos grupos de interés
en la planeación, decisión,
realización y evaluación
de proyectos, programas,
o políticas que los afectan.
Libertad de expresión y
existencia de medios de
comunicación locales.
Porcentaje de decisiones
tomadas por voto publico
Procesos públicos de
discusión en asuntos
importantes para la
comunidad, a cualquier
nivel
Derecho de asociación.
Ayuntamiento elegido
Elección de Alcalde
Número de votantes
Foro público
Asociaciones cívicas por 10 mil
habitantes
Equidad Inclusión de grupos
excluidos en procesos
consultivos.
Destinación de recursos a
servicios dirigidos a
poblaciones vulnerables;
Representación de las
mujeres.
Carta de los ciudadanos derecho
de acceso a los servicios básicos.
Porcentaje de mujeres que
participan en procesos de toma
de decisiones y que acceden a
puestos de cargos públicos.
Políticas de precio del agua en
pro de los pobres
Incentivos para negocios
informales
20
Categoría de
análisis
Indicadores Whittingham
(2002)
Indicadores UN-Hábitat (2005).
Rendición de
cuentas
Cumplimiento de los
requisitos legales y
normas administrativas
Mecanismos disponibles
para que el público pueda
informarse sobre
proyectos, procesos y
recursos
Sistemas de
comunicación que
aseguran que las metas
planteadas sean claras y
oportunamente
comunicadas a los
ciudadanos.
Grado de delegación de
autoridad.
Grado en el que las quejas
y reclamos son atendidos
por la administración.
Eficiencia Utilización económica de
fondos, mano de obra, y
otros recursos
Existencia de mecanismos
para evaluar desempeño
económico; sobre la
población total
Medición y mejoramiento
del grado de satisfacción
de las poblaciones
Aledañas
21
Categoría de
análisis
Indicadores Whittingham
(2002)
Indicadores UN-Hábitat (2005).
Efectividad Ingreso per cápita del gobierno
local
Relación entre el presupuesto
recurrente y capital real
Transferencias de ingresos del
gobierno local
Relación entre la previsión y la
recaudación real de impuestos
Transferencia en el presupuesto
del gobierno local
Estándares de desempeño de
suministro publicados
Satisfacción del Consumidor
Existencia de una declaración de
la visión
Responsabilidad
Publicación formal de contratos,
pliegos de licitaciones públicas,
presupuestos y cuentas
Control por los niveles más altos
de Gobierno
Códigos de conducta
Servicios para las reclamaciones
de los ciudadanos
Comisión de anticorrupción
Declaración de ingresos y
activos
Auditoría independiente
Nota. Fuente: adaptado de Whittingham (2002); UN-Hábitat (2005).
Finalmente se presenta la propuesta del instituto del Banco Mundial, que en la sexta edición
del estudio Governance Matters, publicada en julio de 2007. Contempla seis categorías de
análisis, que reúnen un grupo diversificados de variables, esta propuesta se aplicó a 209
países en los periodos de 1996, 1998, 2000, 20002 y 2004 (Kaufmann et al, 2009). Las cuales
son descritas a continuación.
22
Voz y rendición de cuentas: establece la medida en que los ciudadanos de un país
pueden participar en la elección de su gobierno, incluye libertad de expresión,
asociación y de prensa
Estabilidad política y ausencia de violencia: la probabilidad de que el gobierno esté
sujeto a actos de desestabilización a través de medios inconstitucionales o violentos,
incluidos actos de terrorismo.
Eficacia del gobierno: mide la calidad de los servicios públicos, que incluyen la
administración pública y formulación de políticas públicas.
Calidad del marco regulatorio: la capacidad del gobierno para establecer políticas
y reglamentaciones acertadas que permitan y promuevan el desarrollo del sector
privado.
Estado de derecho: el grado de confianza de los actores en las reglas sociales y su
nivel de acatamiento, incluidos el nivel de cumplimiento de los derechos de
propiedad, la policía y los tribunales, así como el riesgo de que se cometan delitos.
Control de la corrupción: indica la medida en que se ejerce el poder público en
beneficio privado, incluidas las modalidades de corrupción en pequeña y gran escala,
y el control del Estado por minorías selectas
En pocas palabras en éste enfoque el Estado, juega un papel primordial y casi exclusivo, si
bien se toma en cuenta la población por medio de la participación ciudadana, su rol es más
de carácter informativo que decisorio, por lo que no se describen las características del tejido
social y su influencia en la gobernanza. Por su parte el uso de indicadores permiten la
cuantificación de los procesos de gestión, fijándose como meta los resultados obtenidos, por
lo que en éste marco de referencia, dichas variables deben tomarse como condiciones básicas
del proceso de gobernanza. Por otro lado permite describir como la maquinaria
gubernamental, hace frente a los cambios en la sociedad y la suficiencia de necesidades, por
lo que fue considerado para comparar los procesos desarrollados en la cuenca alta del río
Fucha.
Enfoques dinámicos:
En esta categoría se encuentran dos enfoques que permiten la descripción de los fenómenos
de gobernanza en in situ, ya que toman en consideración elementos que son comunes a
diferentes sistemas de análisis como son; actores y sus relaciones, lo cual es congruente con
el tipo de investigación desarrollada, puesto que al tomar como unidad de estudio la cuenca
Fucha, se requiere un marco flexible y adaptable que dé respuesta a los procesos, que se han
desarrollado en dicha zona. Así se tiene el modelo de gobernanza interactiva de Kooiman et
al; (2008) y Marco de Análisis de la Gobernanza (MAG) de Hufty (2007).
Gobernanza interactiva de Kooiman et al; (2008): Este autor identifica como esencia de la
gobernanza las internaciones entre la sociedad y el Estado. Las sinergias entre estos dos
23
elementos poseen dos factores relevantes; I) Los procesos que son el resultado de las acciones
adelantadas por los actores (públicos, privados y civiles). II) La estructura que es el marco o
contexto sobre el cual se realizan los procesos, pueden ser las condiciones políticas,
culturales, económicas, ambientales etc. Esto permite determinar dos tipos de interacciones;
controladas cuando los elementos de la estructura determinan los objetivos, valores e
intereses de los actores. Por su parte interacciones de tipo flexible son determinadas por los
procesos y los actores.
Este enfoque define tres elementos de análisis; como primera instancia se tiene el sistema a
ser gobernado, éste puede ser de carácter ecológico, humano o una combinación de ambos,
con características básicas como: dinamismo, complejidad y diversidad, así por ejemplo la
sociedad como sistema es dinámica al cambiar en el tiempo, compleja al establecer un
entramado de relaciones con diferentes niveles, que se materializan por medio de las
acciones, y diversa por la gran variedad de actores presentes, con diversificado número de
intenciones, que van generando tensiones que a su vez determinan flujos de energía,
información y materiales.
Como segunda categoría se presenta el sistema de gobierno, aquí se toman en consideración
los medios por los cuales la maquinaria gubernamental, hace frente las necesidades de la
sociedad, la cual es representada por las instituciones como un conjunto variado reglas,
normas, modelos, visiones o valores que determinan las características del accionar político,
frente al manejo de los recursos (Aguilar, 2007). Éstas pueden ser de cuatro tipos: como
primera medida se tienen aquellas que generan políticas y normas, por medio de la adopción
de decisiones colectivas vinculantes. Un segundo tipo se presenta aquellas cuya función es
ejecutar e implementar. En una tercera instancia están aquellas instituciones, que ejercen
control, puesto que vigilan el cumplimiento de los acuerdos y resuelven los conflictos usando
como base la normatividad vigente. Finalmente aquellas encargadas del control institucional,
verifican el cumplimiento de funciones, según el propósito de cada institución (Rothstein,
1999 citado en Prats, 2003).
Finalmente como tercer elemento se tiene las interacciones de gobernanza, como el producto
de la combinación de los dos elementos anteriores, que a su vez se divide en tres categorías
I) participación, hace referencia a la relación Estado-sociedad civil. II) Cooperativa que se
genera por medio de las relaciones entre sectores o actores del mismo nivel de acción. III)
Gestión que está relacionada con aquellas que le apuntan a la dirección, por lo que van en un
solo sentido. Estos tres elementos configuran las variables de análisis ilustradas en la tabla 2
24
Tabla 2:
Sistema de análisis gobernanza interactiva
Categorías de
análisis
Descripción
Elementos de
gobernanza
Imágenes: Se generan a partir de visiones, conocimientos, hechos,
juicios, presuposiciones, hipótesis, convicciones, valores, fines y
objetivos, que se enmarca en las relaciones sociedad-estado y sociedad-
naturaleza
Instrumentos: Se establecen para modificar las relaciones sociedad-
Estado y sociedad- naturaleza, existen dos tipos fuertes que son de
carácter directo y regulatorios y débiles, que son indirectos.
Acciones: Materializan las imágenes y el efecto de los instrumentos
Tipos de
gobernanza
Autogobierno: Se establecen modos internos de gobierno, sus
componentes tienen la capacidad de autoreproducirse generando
siempre la misma red de procesos, tejiendo una estructura que
imposibilita interacciones con otros sistemas (sistema cerrado).
Cogobierno: Se rige por la colaboración, coordinación y comunicación
de actores, sin un actor central de gobierno. A su vez en esta categoría
existen tres subniveles; micro, meso y macro, que indican el grado de
interacción Estado-sociedad
Gobierno jerárquico: Se fundamenta en un actor central que genera
normas y políticas, las cuales rigen y controlan los comportamientos de
la sociedad, estableciendo relaciones unidireccionales.
Niveles de
acción de la
gobernanza.
Primer nivel: Identificación del sistema de problemas, actores y sus
interacciones
Segundo nivel: instituciones; marco de acción, los cuales generan
proceso y normas, se dinamizan como el punto de encuentro entre el
Estado y la Sociedad.
Tercer nivel: Meta-gobernanza. Principios orientadores. Constitución
de políticas públicas y procesos de evaluación
Nota. Fuente: Kooiman (2005); Kooiman et al; (2008)
La gobernanza interactiva se centra en la solución de problemas y la búsqueda de
oportunidades para el desarrollo, al describir elementos como; imágenes que son
representaciones de los actores, instrumentos que buscan cambiar o reforzar dichas lecturas
y las acciones que son desencadenadas al combinar imágenes e instrumentos, así por ejemplo
si se presenta sobreexplotación de un recurso, se puede generar un instrumento restrictivo,
25
que pueden generar el uso razonable de dicho recurso o conflictos entre actores, Por lo que
el impacto de la aplicación de una herramienta de gestión está determinado por el contexto y
la estructura del Gobierno.
De igual forma los tipos y niveles de gobernanza, toman en consideración la maquinaria
gubernamental, los sectores y la población en general, los cuales son de utilidad, para analizar
los procesos de gobernanza en la cuenca Fucha, al permitir su caracterización, ya que por
medio de la identificación y clasificación de relaciones, se podrá establecer la forma de
gobierno; si se manifiesta un autogobierno, cogobierno, gobierno jerárquico o mixto. Por otra
parte permite analizar tres niveles de acción de gobierno y establecer en qué medida todo el
sistema posee las capacidades necesarias para solucionar problemas, adaptarse a nuevas
condiciones del medio y generar alternativas de desarrollo (ver figura 1).
Figura 1. Modelo gobernanza interactiva
Fuente: (Kooiman et al; 2008)
Marco Analítico de la Gobernanza (MAG) de Hufty (2007): Define la gobernanza como un
conjunto de procesos colectivos, formales e informales, que determinan como se toman
decisiones y se construyen normas que rigen el comportamiento social, frente al uso de
recursos comunes. Dicha definición, toma en consideración el Estado, las instituciones y la
población en general, en estrechas relaciones, por lo que cada comunidad genera su sistema
de gobernanza, siendo particular a cada contexto.
26
Bajo estas premisas este autor propone el marco analítico para describir los procesos de
gobernanza con determinadas características como; I) Realista, cuando se hace una lectura
de los fenómenos tal y como son. II) interdisciplinariedad, establece la cooperación y
coordinación de saberes para explicar fenómenos. III) metodología comparativa y
generalizable, permite identificar modos de gobernanza a través del comportamiento de
variables por lo que se vale de indicadores y demás medios observables. IV) Reflexivo toma
al investigador como actor activo del fenómeno que investiga, de esta forma toma en cuenta
sus interacciones y las de los demás actores. VI) Operacional, bajo este criterio la gobernanza
es tomada como una variable intermedia que condiciona el comportamiento de otras
variables, pero que a su vez es el resultado de otras variables.
Elementos de análisis del MAG: este marco toma como referente cuatro dimensiones que
permiten describir los procesos de gobernanza, como son descripción del problema, normas,
actores, nodos y procesos (ver tabla 3)
Tabla 3:
Elementos del MAG
Dimensión de
análisis
Descripción
Descripción del
problema
Se toman los problemas como construcciones sociales por ende
este tiene diferentes puntos de partida y significación según los
actores implicados.
Las normas Mecanismos de actuación a diferentes niveles (internacional,
nacional, regional o local) y en etapas (elaboración, trasmisión y
reacción) de los actores. Existen tres tipo de normas; meta-
normas, principios orientadores que definen criterios y valores
estructurales. Normas constitutivas, definen los mecanismos
organizativos e institucionales. Normas regulativas, establecen
los parámetros de conducta, fundamentados en el bien común
Los actores Son el eje esencial de los procesos de gobernanza. Se clasifican
atendiendo a tres parámetros; nivel de acción, movilización de
recursos, carácter y tipo de relación que establece.
Procesos Estados secuenciales del sistema en análisis, permiten identificar
los patrones de evolución de los puntos nodales, la trama de
interacciones entre actores y su relación con los cambios en las
normas.
Puntos nodales Espacios físicos o virtuales, donde convergen actores, problemas
y se toman decisiones.
Nota. Fuente Hufty (2007 y 2010)
Para la aplicación de estos enfoques y definir el tipo de gobernanza en la cuenca Fucha es
necesario tener presente el tipo de relaciones que se pueden establecer entre los diferentes
actores y su naturaleza. Considerándose estos como puentes de comunicación entre actores
27
de un mismo nivel o entre diferentes niveles, pueden ser del estatus cooperación o jerárquicas
(Hufty, 2007). También se establecen las sinergias sociedad-naturaleza, si estas son del tipo
reciproco o por el contrario unidimensional, que denotan el grado de sustentabilidad,
rehabilitación o conservación de los recursos naturales. Se establecieron tres tipos de
relaciones:
De negociación: Suponen una relación de igualdad de derecho entre los actores, por lo que
estos tienen el mismo peso en los procesos de toma de decisiones. Estos actores establecen
acuerdos y compromisos de forma mutua y cooperan para la formulación o ejecución de
políticas públicas o proyectos, son comunes en sistemas de gobernó horizontales.
De dirección y repartición: Los actores se encuentran en una relación de desigualdad
económica y jurídica, en donde uno ordena y otro obedece, en proporción a las políticas y
leyes fijadas, por lo que estas interacciones son unidimensionales del tipo vertical, ya que un
nivel de acción está subordinado por otro.
De reciprocidad: Se establecen relaciones dimensionales en donde actores de diferentes
niveles interactúan, formando redes atendiendo a su capital social. Aquí se consideran a todos
los elementos del sistema como importantes, ya que cada uno ejecuta funciones específicas,
según los recursos que puedan movilizar, su capacidad para tomar decisiones o sus
conocimientos frente a determinados fenómenos.
Si bien estos autores discuten las diferentes relaciones que se presenta en el entramado social,
no profundizan en las relaciones sociedad-naturaleza, por lo que se recure a otros autores
para caracterizar este tipo de interacciones. Ingold & Pálsson (2001), exponen tres tipos de
enfoques: orientalismo, que presenta relaciones de reciprocidad negativas. La naturaleza
está al servicio del hombre, ella le pertenece, por lo que él puede hacer uso y abuso, los
recursos naturales se explotan en función lógica del mercado o de las necesidades del hombre,
por lo que estos consideran ilimitados y no se asumen responsabilidad frente a la degradación
del medio ambiente.
En un segundo enfoque está el paternalismo, que supone relaciones reciprocas equilibradas
entre la naturaleza y la sociedad, el hombre protege y conoce sobre el funcionamiento de los
ecosistemas, esto le confiere responsabilidad y racionalismo, pero esta visión se extrema
tanto, que los recursos naturales se conservan a todo costo. En estos dos paradigmas se denota
una separación entre el hombre y la naturaleza, tomando como sistemas aislados el uno del
otro ignorando la gran dependencia entre ellos, en tanto que en un tercer enfoque el
comunalismo se tejen redes, reconociendo la estrecha relación entre el hombre y la
naturaleza, así la sociedad transforma la naturaleza, pero esta su vez también genera cambios
en la estructura de la sociedad, aquí se suscitan relaciones de reciprocidad generalizada
Si bien éste enfoque describe de forma superficial los elementos de análisis, debido a que se
considera la gobernanza como un fenómeno único de cada contexto y no como un escenario
28
posible, permite una aproximación sistémica a los factores que delinean la gobernanza, al
tomar elementos comunes de todos los sistemas sociales, los cuales están interconectados,
por lo que este modelo es susceptible a ser aplicado a diversos sistemas, que para éste caso
en la cuenca Fucha, en efecto su falta de especificidad se convierte en una ventaja, ya que le
proporciona flexibilidad y adaptabilidad. Por otro lado visualiza la gobernanza, como
proceso, producto de la superposición de diferentes factores culturales, históricos, políticos,
económicos, ecológicos y ambientales, así como el reconociendo de ellos a través de puntos
nodales, que puede convertirse en alternativas de solución de problemas o conflictos, puesto
que es allí, donde los actores se materializan y toman decisiones.
2.1.5. Gobernanza del agua
En torno a la gobernanza del agua el concepto es abarcado desde organizaciones
internacionales como la Global Water Partnership (GWP) y el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), que han establecido un grupo variado de directrices, las cuales son tomadas
en países latinoamericanos, como base a los procesos de gestión del recurso hídrico. El
termino se puede definir como un sistema de gobierno social diseñado para tomar decisiones
en relación al uso y cuidado del agua, por ende se compone de elementos sociales, políticos,
económicos y administrativos, que están en constante interacción, lo que promueve la
mediación de conflictos, la movilización de las comunidades, el diálogo y la participación
(Rogers & Hall, 2003; Tropp, 2007).
Rogers (2002), identifica algunos elementos esenciales que se derivan de la
conceptualización de la buena gobernanza: inclusión, responsabilidad, participación,
transparencia, predictibilidad y receptividad. Esto establece una nueva visión de gobierno, el
cual es construido a partir de la interacción y movilización de todos los estamentos de la
sociedad, en pro de la consolidación de objetivos comunes y del uso sustentable del recurso
hídrico.
El éxito de un sistema de gestión del recurso hídrico está en tres factores, que se derivan de
la buena gobernanza: I) un sistema político-institucional racionalmente estable y articulado.
II. La voluntad y el conocimiento de los agentes políticos y funcionarios públicos sobre la
importancia de concebir la gestión del recurso hídrico desde un enfoque holístico. III. La
acción colectiva sopesada en la participación y la democracia (Dourojeanni & Jouravlev,
2001), que pone de manifiesto la utilización de los siguientes componentes: I objetivos y
políticas claramente definidos. II. Instituciones con responsabilidades bien establecidas y
precisadas. III. Un marco legal claro y coherente, que permita la adecuada aplicación de
instrumentos de gestión (GWP-SAMTAC, 2003)
29
2.1.6. Participación Ciudadana en los procesos de gobernanza y gestión del recurso
hídrico
La participación ciudadana es una construcción social que busca la consolidación de una
visión de desarrollo comunitario, sustentado en un contexto (social, político, económico,
cultural y ambiental) y en los intereses de los actores implicados. Por lo tanto es un ejercicio,
en donde un grupo variado de sujetos intenta llevar a la luz pública sus lecturas del mundo
que perciben, para generar acuerdos colectivos, posibilitando la esfera pública y la
movilización de voluntades en relación a objetivos comunes, convirtiéndose en un
mecanismo de interacción entre el Estado y la sociedad. De esta forma las comunidades
inciden en la estructura política y estatal de un país (Restrepo, 1997; Velásquez & González,
2003, 2004)
De esta definición se deriva la participación, como herramienta de integración entre el Estado
y la población en general, convirtiéndose en el centro de la gobernanza, ya que la dirección
de la sociedad debe pensarse como construcción comunitaria, y no como un monopolio
exclusivo del gobierno (Canto, 2008.) De allí que la participación se regule por leyes y
normas, que determinan deberes y derechos de ambas partes, por ende ésta debe ser
concedida de forma sistemática y organizada, para que se obtenga un efecto permanente, por
lo cual se conformar escenarios que permitan; desde el acceso a información hasta la
posibilidad de incidir en decisiones políticas de un país o región (Avendaño, 2006).
Adúriz & Ava (2006), establecen tres instancias de participación; I) protagonismo directo, se
presenta cuando los sujetos están directamente implicados en un proyecto o en toma de
decisiones que afectaran su destino, por ende deben poner en marcha valores como identidad,
sentido de partencia, responsabilidad social, voluntariado y solidaridad entre otros,
básicamente las personas en esta instancia se organizan a través de grupos sociales como
ONG”S, partidos públicos, clubes, etc. II) Opinión y reclamo, se da tras la apertura de canales
de comunicación, donde las personas dan a conocer sus puntos de vista, frente a servicios
prestados, problemas y decisiones públicas, entre otras. III) Participación republicana en los
procesos electorales, los ciudadanos se expresan de forma colectiva a través de diferentes
mecanismos según las normatividad de cada país, de esta forma la ciudadanía tiene derechos
y deberes, a partir de ellos se construye una visión colectiva de desarrollo. Ésta se puede
medir a través de la participación en asambleas, presupuestos, iniciativas populares, el voto,
etc.
La participación ciudadana en un derecho, pero ante todo un deber, para garantizar ésta es
necesaria una estructura institucional, que propicie el acceso a información, puesto que un
público bien informado toma buenas decisiones, desencadenado la apropiación y
legitimización del territorio por parte del ciudadano. Estos factores llevan a eliminar las
barreras al proceso de gobernanza, las cuales podrían ser; la corrupción, la carencia de
coordinación institucional, la falta de correspondencia entre las políticas públicas y las
30
acciones ejecutadas, entre otras (Velásquez & González, 2003; De Estefano et al, 2011). Por
lo que aquí cobra peso la gobernanza centrada en principios, como son equidad, eficacia,
transparencia y coherencia, la combinación de estos cuatro pilares, genera un gobierno
confiable, que mejora las condiciones sociales, traduciéndose esto en incentivos para
participación.
Por su parte la gestión integral del recurso hídrico toma como cimientos los elementos de la
declaración de Dublín (1992), como referente se cita el segundo principio “El desarrollo y la
gestión de los recursos hídricos deberían basarse en un enfoque participativo, que involucre
a los usuarios, a los planificadores y a los formuladores de políticas en todos los niveles”.
De esta forma las decisiones en relación al agua deben generarse de forma participativa,
permitiendo el acceso a todos los actores involucrados o aledaños a este recurso.
Existen varias razones para generar sistemas de participación al interior de la gestión del
recurso hídrico, una de ellas es la implicación de la gobernanza en asuntos de gestión
ambiental, puesto que esta permite equilibrar la relación Estado-sociedad, dinamizándola a
través de los mecanismos de toma de decisiones sobre el acceso y uso de los recursos
naturales a través de la descentralización (Delgado et al, 2007). Subirats (2006), propone
cuatro aspectos por los cuales la participación ciudadana es un elemento de importancia para
la gestión del recurso hídrico I) La apertura de gobiernos centrados en la democracia II)
identificación de problemáticas de índole ecológico y social. III) La sociedad actual busca
canales de participación, que les permita influir en asuntos políticos y IV) Marcos
internacionales que requieren democratizar la toma de decisiones.
Para Rogers & Hall (2003), la gestión del recurso hídrico debe propiciar la participación
ciudadana fundamentada en la gobernanza, el Estado necesita comunicarse con todos los
actores de forma directa y constante para generar políticas públicas, pensadas en la sociedad
y en objetivos colectivos que permitan el uso eficiente del recurso hídrico, por lo tanto esta
debe ser “inclusiva y comunicativa”. Todos los niveles del gobierno deben generar un
enfoque inclusivo cuando desarrollan e implementan políticas públicas, para esto se deben
propiciar escenarios abiertos y transparentes, donde fácilmente los actores implicados puedan
hacer seguimiento de los procesos realizados, para que sean partícipes en las decisiones
tomadas. De allí la importancia de generar información pertinente al ciudadano en un
lenguaje que sea fácilmente entendido.
Análisis de la gobernanza fundamentado en la participación ciudadana:
Dourojeanni (2002), identifica tres categorías para analizar la gobernanza del agua; en la
primera se encuentra el proceso participativo de toma de decisiones, que permiten identifican
31
los actores vinculados a la gestión del recurso hídrico, ello implica conocer sus posiciones,
sus anhelos (objetivos, metas, etc.), sus necesidades y la problemática socio-cultural. De igual
forma deben identificarse los mecanismos normativos que el Estado ha diseñado para
permitir la participación ciudadana y las acciones que se han establecido para satisfacer
dichas necesidades, solucionar los problemas identificados y alcanzar los objetivos
propuestos. En la tabla 4 se ilustran las principales categorías de análisis implicadas en el
proceso de participación.
Tabla 4:
Categorías de participación en la gestión del recurso hídrico
Toma de decisiones
Actores
Identificación de actores
Descripción del contexto de acción y trabajo
Modelo de participación
Existencia de mecanismos que permitan la consulta entre el gobierno local y sus
constituyentes en asuntos de interés general;
Identificación de canales de participación ciudadana
Clasificación y tipos de participación
Mecanismos de respuesta
Presencia y alcance de esfuerzos de cooperación entre los gobiernos locales, las
organizaciones no gubernamentales y la comunidad
Existencia y alcance de proyectos que son el resultado de la cooperación entre el
gobierno local, las organizaciones no gubernamentales y las organizaciones de
voluntariado
Nota. Fuente: adaptado de Dourojeanni (2002)
En una segunda instancia se tiene; categorizar los actores implicados en la gestión del agua.
Para ello se establecen dos subcategorías: nivel y orientación, que indica el grado de acción
de los actores, sus responsabilidades y funciones en el proceso de gestión. En la segunda
categoría se presenta el carácter; que busca establecer la procedencia de los diferentes
actores. (Véase tabla 5).
32
Tabla 5:
Clasificación de actores en la gestión del recurso hídrico
Nota. Fuente: adaptado de Dourojeanni (2002)
Finalmente se establece el sistema institucional vinculado a la gestión del agua, en esta
categoría se encuentra todo lo está relacionado con elaboración de planes, aquí se establecen
los mecanismos por cuales se gestiona el recurso hídrico sustentado en el contexto, que ya
ha sido identificado, por ende se construye un sistema que combina elementos económicos,
técnicos, laborales, sociales, jurídicos, políticos y culturales, que constituyen una totalidad
estructurada, la cual debe actuar para solucionar problemas complejos y poco estructurados.
CLASIFICACIÓN DE ACTORES
Nivel y orientación
NIVEL 1 Científico-ambiental -Organismos de investigación conjuntos
-Recolección de información,
descripción, análisis y modelación de los
sistemas hidrológicos y ecosistemas
estratégicos.
Institutos, servicios,
laboratorios,
universidades y centros de
recursos hídricos,
hidráulica, hidrología y
otros.
NIEVEL 2 Económico-productivo -Convenios entre usuarios
-Uso del agua para crecimiento
económico (demanda del recurso hídrico)
Empresas y ministerios
Usuarios directos
NIVEL 3 Técnico-normativo Tratados internacionales
Uso múltiple del recurso hídrico y control
de los impactos ambientales producidos
por dichas actividades (equilibrio oferta-
demanda)
Constituido por los
encargados de aplicar
leyes de aguas y manejar
el uso múltiple del agua en
el ámbito
Nacional
Nivel 4 Político-social Grupos consultivos
Formulación de políticas públicas en pro
del desarrollo
Participación equitativa
de representantes de los
cuatro niveles de
gestión
CARÁCTER
Formar o informar. Derechos de propiedad
Endógeno o exógeno. Con relación al lugar donde habita y toma decisiones que afectan la dinámica de la cuenca y el uso
del agua.
Público o privado. Composición de los comités directivos de cada cuenca y el poder de decisión de cada miembro
33
Las definiciones y categorías de análisis propuestas por Dourojeanni (2002), en torno a la
gobernanza del agua complementan los elementos descritos en los enfoques de Kooiman et
al (2008) y Hufty (2007), ya que permiten la categorización y clasificación de los diferentes
actores asociados la cuenca Fucha, los cuales son relevantes porque moldean, no solo las
condiciones del territorio, si no que establecen el tipo y nivel de gobernanza, puesto que el
eje central de la relación Estado-Sociedad es la participación ciudadana. Por su parte éste
autor, proporciona la posibilidad de cuantificar los procesos participativos, para la generación
se sistemas de indicadores que den cuenta de los procesos de gobernanza.
2.2. Estado del Arte
2.2.1. Mecanismos de Evaluación de Gobernanza y de Gestión del Recurso Hídrico en
Latinoamérica
Si bien en la región se está incorporando el modelo integral de gestión del recurso hídrico,
ya se han generado algunas estrategias que permiten evaluar su impacto y determinar las
condiciones necesarias para aplicar dicho marco de gestión como son la comparación entre
países, el empleo de modelos de análisis e indicadores
Rojas et al; (2003) compara la gestión de dos países Colombia y Brasil a la luz de los
siguientes parámetros, I) definición de la unidad territorial, II) uso de instrumentos
regulatorios, económicos de control y penalización, III) mecanismos técnicos de
planificación y flujo de información, IV) marco institucional, gestores y actores. Esto permite
identificar las características de los escenarios, bajo los cuales se implementará el modelo de
gestión en referencia a otros países, permitiendo aprender de otras experiencias y retomar
aquellos aspectos que pueden ser aplicados en un contexto específico.
Por otro lado Guerrero et al; (2010) aplica el modelo MAG para analizar los procesos de
gobernanza por medio de la identificación de actores y mecanismos institucionales empleado
en la micro cuenca El Cangrejo en Jalisco México así: en primera instancia los problemas,
fueron analizados a partir de la caracterización socioambiental de la cuenca, en un segundo
aspecto, con respecto los actores se tomaron en cuenta autoridades municipales,
administradores de agua potable y alcantarillado, director de fomento agropecuario e
investigadores, sus funciones fueron identificadas a través de entrevistas semi-estructuradas
y preguntas abiertas, para su posterior clasificación su poder decisión en estratégicos,
relevantes y secundarios.
Los puntos nodales y normas. Se establecieron por medio de entrevistas y consulta.
Finalmente se identificó la percepción de la ciudadanía; por medio de encuestas de 15
preguntas, que permitieron establecer la percepción de la comunidad frente a los procesos de
gobernanza. De igual forma este modelo, puede ser aplicado en otros campos, en los cuales
34
se pretenda describir los procesos de gobernanza, debido a su flexibilidad y a su una
metodología de análisis, ya que se toma en consideración los actores, sus relaciones y campos
de acción (Hufty, 2010)
2.2.1.1. Uso de Indicadores para Gestión del Recurso Hídrico en Latinoamérica
Los indicadores permiten reconocer el estado actual de los recursos a través de la
cuantificación de variables y la construcción de escenarios futuros, lo que hace más eficiente
la toma de decisiones frente al desabastecimiento del recurso o al deterioro de ecosistemas
estratégicos (Posada et al, 2005). En Latinoamérica se puede clasificar el uso de indicadores
en cinco grupos; cambio climático, gobernanza, demanda, calidad y sustentabilidad, donde
los de mayor utilización, han sido los de calidad a través de bioindicadores y características
fisicoquímicas de agua, como se ilustran en la tabla 6.
Tabla 6:
Clasificación de indicadores más comunes en Latinoamérica para la gestión del recurso hídrico.
Temática Indicadores Autores
Cambio climático Prevención: incremento del recurso
hídrico, protección de los recursos
hídricos, reducción de impactos
Mitigación: conservación de suelo y
agua
Tolerancia: riesgos de seguías
(Retamal et al, 2013)
Gobernabilidad Marco jurídico: normatividad y políticas
Igualdad: equidad de género,
participación y valor social Desarrollo administrativo: planeación,
operación, evaluación, coordinación,
interdisciplinaridad, responsabilidad e
integración de saberes.
Marco tecnológico: aplicación de
tecnologías sustentables para el uso y
seguimiento de los recursos hídricos.
Transparencia: rendición de cuentas
Eficiencia: eficiencia económica
(Aguilar et al, 2011)
Demanda Índice de escasez: se construye a través
de la oferta hídrica y demanda hídrica
(Posada et al, 2005)
Eficiencia en sistemas de riego:
rendimiento económico
(Sánchez et al, 2006
35
Temática Indicadores Autores
Calidad Biológicos: presencia de organismos
(macro fauna bentónica, bacterias
anaerobias, Coliformes fecales
(Figueroa et al, 2003;
Pavé &; Gesche et a,
2003; Silva et al,
2004; Olivas et al,
2011)
Sustentabilidad Uso sustentable: acceso seguro al agua,
acceso a sistemas de saneamiento
adecuado, conexiones domiciliarias,
costos, consumo de agua y Tratamiento
de aguas residuales
(Cervera, 2007)
Nota: Fuente recopilación propia
Cabe resaltar que en manuales referentes a la gestión integral del recurso hídrico, clasifican
los indicadores en dos grupos: I) técnico, en referencia a mediciones físicas del agua y su
entorno. II) gobernanza, los cuales evalúan el alcance y efecto de las políticas públicas que
orientar los procesos de manejo del agua. En tabla 7 se evidencian algunos ejemplos
Tabla 7:
Ejemplo: indicadores de gestión del recurso hídrico
Función de medición Indicador Descriptor de
indicador
Gobernabilidad
Representatividad y participación
de los usuarios en la toma de
decisiones estratégicas/desarrollar
mecanismos para un proceso
efectivo de comunicación
Encuentros presenciales con
usuarios
Cantidad de encuentros
realizados/año
Asistentes a asambleas de
usuarios
% asistentes/total de
miembros
Asignación de recurso hídrico a
principales usuarios y usos,
manteniendo uso social y
Autorizar usos de acuerdo a
las regulaciones
Cantidad de Permisos
expedidos
36
Función de medición Indicador Descriptor de
indicador
ambiental en marco de equidad y
desarrollo social
Preservar caudales para uso
ambiental
% de caudales
asignados según uso
Financiamiento para el desarrollo
sustentable del recurso/ Obtener
financiamiento sustentable en
largo plazo
Nivel del financiamiento. Nada, poco, suficiente
Gerenciamiento efectivo /
Establecer un sistema de
información para administradores
y usuarios de apoyo a las
decisiones
Desarrollar sistemas de
información
Nivel del sistema de
información
Existe información en
SIG
Técnicos
Prevención del deterioro de los
recursos hídricos por calidad y
excesiva explotación/ Controlar la
calidad y el uso eficiente del
recurso
Control de la contaminación
del recurso
Cantidad efluentes
industriales tratados in
situ
Índice de calidad de
agua
Controlar la seguridad del
suministro de agua a los
usuarios
Eficiencia de riego
% de Superficie
irrigada
Frenar la contaminación
salina del agua subterránea
Cantidad de
perforaciones en mal
estado cerrados
Nota. Fuente: adaptado de Fasciolo et al (2011)
37
2.2.2. Escenario de Gobernanza y Gestión del Recurso Hídrico en Colombia
Colombia, en las últimas décadas ha venido promoviendo un sistema destinado garantizar la
protección y el uso sostenible de los recursos naturales. Es así que en 1954, nace la
Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, como ente encargado de propiciar
sistemas de gestión para río Cauca, capaces de dar respuesta a los usos productivos del
recurso hídrico en esta región agroindustrial. En 1968 se creó el Instituto de desarrollo de los
Recursos Naturales (INDERENA), cuya función era la protección, uso y aprovechamiento
de los recursos naturales, pese a que hoy esta institución no existe sus funciones fueron
adsorbidas por el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.
En 1974 se expide Código Nacional de Recursos Naturales y de Protección del Medio
Ambiente (CNRN), que establece tres importantes elementos para el manejo del agua; la
declara como propiedad pública, II) definió orden de prioridad en primera instancia al
consumo humano, seguido de preservación flora y fauna, agricultura, uso pecuario,
recreación, uso industrial y transporte, III) establece instrumentos económicos para el control
de la contaminación (Rojas et al, 2013).
En 1991 con la nueva constitución de la república de Colombia, se dictan directrices
concernientes a los recursos naturales, así en los artículos 79, 80 y 82, se establece como
derecho el goce a un ambiente sano y se decreta el manejo, conservación y protección del
medio ambiente como obligación del Estado. Posteriormente en 1993, se dio origen al
Ministerio de Medio Ambiente (hoy ministerio de ambiente y desarrollo sostenible) y a la
consolidación del Sistema Nacional Ambiental (SINA) con la ley expedición de la ley 99,
que lo establece como organismo rector de la gestión del medio ambiente, encargado de
concretar las políticas y regulaciones a las que se sujetarán la recuperación, conservación,
protección, ordenamiento, manejo, uso y aprovechamiento de los recursos naturales
renovables (República de Colombia, 1993).
El SINA complemeneta las funciones del ministerio en poner en marcha las directrices de
éste, por medio de un sistema de información y de investigación (República de
Colombia,1994). Por otro lado se postula como uno de los esquemas institucionales
ambientales más singulares y de mayor potencial en América Latina, al proponer una gestión
ambiental descentralizada y participativa. Se consituye por conjunto de 33 Corporaciones
Autónomas Regionales (CAR), las cuales estan presentes en todo el pais, además de cinco
Institutos de Investigación, las Autoridades Ambientales Urbanas, y otras entidades públicas
y privadas.
Posteriormente las CARS empizan a liderar el porceso de gestion del recurso hidrico a nivel
regional, puesto que se les permite; I) asignación del recurso a los diferentes usuarios, II)
controlar las fuentes de contaminación puntual y difusa III) diseñar los planes de ordenación
y manejo de cuencas hidrográficas (POMCH). En 1996 el Ministerio de Medio Ambiente,
expide el documento “Lineamientos de Política para el Manejo Integral del Agua”, el cual
38
propone un manejo intersectorial de la oferta, demanda y calidad de los recursos hídricos,
debido a que se entienden los procesos de gestión ambiental, como dinámicos, los cuales que
se desarrollan por etapas. Dicha política debe considerar los principios orientadores de la
constitución de 1991 y del plan de desarrollo vigente (Ministerio de Medio Ambiente, 1996).
Estos antecedentes se configuran para generar el modelo de gestion del recurso hidrico en
Colombia, que en primera medida es descentralizado, se fundamenta en los principios GIRH,
reconociendo, que este recurso debe manejarse desde un enfoque integral. Por lo que el 2010
se constituye la Politica Nacional del Gestión Integral del Recurso Hídrico, dentro del plan
nacional de desarrollo 2006-2010 “Estado comunitario: Desarrollo para todos”, en respuesta
a una gestión ambiental y del riesgo que promoviera el desarrollo sostenible (capitulo 5).
Este sistema de gestión se articula por medio de cuatro parámetros; I) planificación, II)
administración, III) seguimiento y monitoreo, IV) manejo de conflictos relacionados con el
agua.
La política de aguas para Colombia se fundamenta en un ciclo que promueve la mejora
continua, el cual se compone de cuatro fases; I) diagnóstico y prospectiva, en donde se toma
como línea de base información la demanda, oferta, riesgos, tendencias y proyectos II)
formulación y programación, corresponde a la fase de planificación donde se proponen
estrategias, programas, proyectos, metas e indicadores, III) ejecución, aquí se pone en marcha
los instrumentos de gestión que dan cumplimiento a los objetivos propuestos, IV)
seguimiento y evaluación, se establecen los mecanismos de monitoreo y seguimiento, se
proponen estrategias para retroalimentar los procesos desarrollados. Dicha política se
fundamenta en los siguientes principios:
Bien de uso público: El agua es un bien de uso público y su conservación es
responsabilidad de todos.
Uso prioritario: El acceso al agua para consumo humano y doméstico tendrá prioridad
sobre cualquier otro uso y en consecuencia se considera un fin fundamental del Estado.
Además, los usos colectivos tendrán prioridad sobre los usos particulares.
Factor de desarrollo: El agua se considera un recurso estratégico para el desarrollo
social, cultural y económico del país por su contribución a la vida, a la salud, al bienestar,
a la seguridad alimentaria y al mantenimiento y funcionamiento de los ecosistemas.
Integralidad y diversidad: La gestión integral del recurso hídrico armoniza los procesos
locales, regionales y nacionales, reconociendo la diversidad territorial, ecosistémica,
étnica y cultural del país, las necesidades de las poblaciones vulnerables (niños, adultos
mayores, minorías étnicas), e incorpora el enfoque de género.
Unidad de gestión: La cuenca hidrográfica es la unidad fundamental para la planificación
y gestión integral descentralizada del patrimonio hídrico.
39
Ahorro y uso eficiente: El agua dulce se considera un recurso escaso y por lo tanto, su
uso será racional y se basará en el ahorro y uso eficiente.
Participación y equidad: La gestión del agua se orientará bajo un enfoque participativo
y multisectorial, incluyendo a entidades públicas, sectores productivos y demás usuarios
del recurso, y se desarrollará de forma transparente y gradual propendiendo por la
equidad social.
Información e investigación: El acceso a la información y la investigación son
fundamentales para la gestión integral del recurso hídrico.
Pese a estos avances se encuentran dificultades en la gestión del recurso hídrico en Colombia
y por ende en la gobernanza. Según Zamudio (2012), esto obedece a: I) desconocimiento del
contexto internacional, que limita las oportunidades del país frente al cambio de escenarios,
si bien Colombia ha venido integrando estándares internacionales a sus políticas de manejo
del recurso hídrico, estas aún no tienen una definición clara y específica, por lo que no se
ha generado una estructura coherente que permita su aplicación, seguimiento y evaluación
II) descoordinación y dispersión de las políticas públicas y su aplicación en lo local, esto
impide alcanzar objetivos comunes, puesto que se sectoriza la acción pública. III)
desconocimiento de las formas locales de gobierno, la gestión del recurso hídrico se ha
centrado en la oferta y demanda, haciendo de lado el tejido social y el reconocimiento de los
diversos contextos del país. IV) La percepción errónea de la abundancia y calidad del agua
en país, ya que el 80% de la población colombiana se abastece de pequeñas fuentes de agua,
como arroyos, quebradas y riachuelos, que no garantizan una disposición permanente. V) La
falta de interés por reconocer las presiones que se ejercen sobre este recurso, por lo que las
soluciones planteadas frente al uso del agua con superficiales.
Según la PNGIRH (2010), los factores más incidentes en temas de gobernanza del agua son:
falta de consenso en torno al aprovechamiento del recurso hídrico, desarticulación y escaso
liderazgo institucional, falta de coordinación y cohesión en los instrumentos de planificación,
procesos de gestión locales deficientes, carencia de interés por los ciudadanos por incidir en
la gestión del recurso hídrico, escaso acoplamiento entre normas e instrumentos para la
gestión integral del recurso hídrico.
Como aspecto común se encuentra la escasa coordinación institucional, que cobra peso, ya
que impide alcanzar objetivos, aplicar políticas públicas. Este aspecto se ha venido
presentado por la falta de cumplimiento en roles establecidos en las entidades sujetas al agua,
de hecho el sector institucional tiene sus propio marco normativo, pero se contraponen entre
sí, esto se ve reflejado en la deficiente presentación de servicios en especial en zonas rurales,
y la falta de concertación y dialogo. Puesto que estas figuras continuamente fragmentan los
sectores encargados del manejo del agua, haciéndolas susceptibles a la corrupción, generando
pérdida de recursos económicos y la credibilidad de la población. Otro factor incidente es la
40
escasa intervención ciudadana en asuntos públicos, producto del desconocimiento frente a
las dinámicas locales, generando que los procesos de participación propiciados por el Estado,
no tengan el efecto esperado, ya que ésta se restringe a opiniones vagas de las comunidades,
sin efectos permanentes en el manejo del agua (Restrepo, 2003).
2.2.3. Escenarios de participación ciudadana en Colombia como base fundamental
para la gobernanza
Desde la generación de la constitución de 1991, se han abierto espacios para la participación
ciudadana, reconociéndose esta como factor indispensable para el manejo de asuntos
públicos (Cogollos & Ramírez, 2007), ha sido tanto el esfuerzo por concretar instancias de
participación que hoy existen casi 29 normas (Velásquez & Gozález, 2003), referentes a este
tema. Pero este amplio marco normativo, no se hace efectivo a la hora de concretar la
movilización ciudadana y su incidencia en la formulación de políticas públicas; por lo
contrario parece ampliarse más la fisura entre la institucionalidad participativa, las conductas
de la población en el escenario público y sus resultados en términos de la modernización y
democratización de la gestión (ver anexo 4).
Velásquez & González (2003), exponen tres factores que inciden en la participación
ciudadana; I) el clientelismo y la corrupción, estos factores se desencadenan de intereses
particulares, propiciando la desinstitucionalización del Estado y promoviendo el
escepticismo de la población frente a las acciones gubernamentales. II) La pobreza, la falta
de condiciones dignas en las personas, hacen que fijen otras metas en sus quehacer social
como obtener empleo o ingresos para sus familias, por lo que si incidencia en asuntos
públicos no es una prioridad. III) La violencia y el conflicto armado, han generado barreras
estructurales, reducción del espacio para la deliberación, provocando como resultado;
miedos, lealtades perversas, convirtiendo las participación en un instrumento para la defensa
de intereses particulares.
Pero no todo es oscuro en los procesos de participación, estos actores a partir de casos de
estudio en Colombia, han identificado acciones que han tenido éxito, en el fortaleciendo
participativo a nivel municipal y local, por medio se mesas y consejos, ya que en cierta
medida ha tenido incidencia en la identificación de problemas, conflictos y potencialidades
de los territorios y en de toma de decisiones frente a la planificación y gestión del mismo. El
control y seguimiento a asuntos públicos, ha venido concretándose, por medio de las
veedurías. Por su parte en las últimas décadas se ha conformado un grupo significativo de
organizaciones sociales, promoviendo el empoderamiento y legitimización de la población
Participación ciudadana en tema de aguas en Colombia.
La ley 99 de 1993, que se generó para el establecimiento del Ministerio de Medio Ambiente
en Colombia, identificando las funciones de este, dentro de las cuales se destaca la
41
concertación y definición de políticas públicas, en relación a asuntos ambientales que
propendan por el desarrollo sustentable y la participación ciudadana, garantizando así, el
derecho a acceder a un ambiente sano (Artículo 2). Por otro lado, el Artículo 13 establece la
conformación del Sistema Nacional Ambiental (SINA), a partir de entidades del estado,
entidades privadas, mixtas y organizaciones comunitarias, de allí que se armonice
jerárquicamente a través del Ministerio de Medio Ambiente, Corporaciones Autónomas
Regionales, departamentos y distritos o municipios, lo que denota su componente
participativo en su articulación.
De igual forma, la Política Pública de Gestión Integral del Recurso Hídrico como guía de
orientación en torno al manejo sustentable de los recursos hídricos del país, enuncia: “La
gestión del agua se orientará bajo un enfoque participativo y multisectorial, incluyendo a
entidades públicas, sectores productivos y demás usuarios del recurso, y se desarrollará de
forma transparente y gradual propendiendo por la equidad social”. Lo que es ratificado en
el objetivo siete que busca propiciar espacios de participación a través de dinámicas de
gobernabilidad para un manejo más eficiente del agua, a través de tres instancias; apertura de
espacios de concertación ciudadana, cultura frente al usos racional de los recursos hídricos y
resolución de conflictos desde lo local.
Por su parte el PNUD (2013), indica que para el caso colombiano se presentan tres
modalidades de participación en asuntos hídricos; los consejos de cuenca, los comités de
desarrollo y control social, los consejos municipales y locales de planeación ambientales
locales, propiciados por el Estado. En una segunda modalidad está asociada a las iniciativas
ciudadanas que exigen rendición de cuentas y defienden el derecho al agua potable y
saneamiento utilizando herramientas judiciales y administrativas, por su parte también
buscan incidir en la gestión del recurso. La tercera modalidad, está relacionada con el
surgimiento y creciente protagonismo de organizaciones, redes y movimientos sociales que
defienden las cuencas hidrográficas, exigen programas de inclusión social, se oponen a las
políticas de privatización del agua, exigen rendición de cuentas, participan e impulsan
cambios en políticas ambientales e inciden en la construcción de una gobernanza centrada en
la sostenibilidad ambiental.
Tomando como referente las instancias de participación promovidas por el Estado se hará
una breve definición de estos y su alcance a nivel normativo:
Consejos de cuenca: El decreto 1640 de 2012, consagra a los concejos de cuenca y a las
mesas de trabajo como instancias de participación para el manejo de los recursos hídricos
(Artículo 7). Los diferentes actores vinculados a las cuencas hidrográficas podrán ejercer su
derecho de participación, por medio de ésta instancia, cuyo carácter es consultivo y
representativo. Éstos se conforman por un grupo variado de gremios, con diferentes
funciones como se ilustra en la figura 2.
42
Figura 2. Generalidades de los consejos de cuenca en Colombia
Fuente. Decreto 1640 de 2012 y resolución 509 de 2013.
Si bien esta instancia de participación tiene un alto potencial para la movilización ciudadana,
puesto que vincula a diferentes actores, ya que no fija restricciones formales, permitiendo
que los ciudadanos, hagan presentes sus necesidades y anhelos dentro de la gestión del
recurso hídrico y representan lugares de mayor interés para las organizaciones, redes y
movimientos sociales de los territorios. Han sido desestimados por las autoridades a nivel
regional y local, puesto que no se generado una política orientada a impulsar y consolidar
institucionalmente los consejos de cuenca como modelo de participación y negociación en
torno a los conflictos por el uso del suelo en las cuencas en el país (PNUD, 2013), otro factor
que afecta su configuración es la disparidad y discontinuidad en las diferentes administración
de los territorios, ya que cada una de ellas establece su alcance priorizando lo que considera
más importante o relevante (Hernández & Flórez, 2011). Se espera que con el Decreto 1640
de 2012 y resolución 509 de 2013, de estos espacios de participación tengan un mayor efecto
en los proceso de gestión.
Comisión Ambiental Local (CAL): Son espacios institucionales de participación y
coordinación intersectorial para los temas ambientales a nivel de localidades. Se establecen
por medio del Decreto 625 de 2007. Las CAL, son presididas por los alcaldes locales o sus
delegados, a su vez conforman un grupo variado de actores en los que se encuentran;
representantes de entidades distritales, instituciones de educación básica-media y
universidades, organizaciones cívicas y movimientos ambientales. Sus funciones representan
un grupo variado, pero se fundamentan en la aplicación del enfoque sistémico para
Co
nse
jos
de
ceu
nca
Funciones
Suministrar información de la cuenca
Servir de canal de comunicación, sociedad-Estado
Dar seguimeinto al plan de ordenameinto y manejo de la cuenca
Conformación
Comunidades
Indígenas, campesionos y organizaciones
sociales
Rep. municipio,departame
nto y JAC
Sectores Productivo e investigación
Prestadores de servicio
Alcantarillado y acueducto
43
formulación y difusión de programas, planes y proyectos en materia ambiental que
promuevan el desarrollo sostenible y la participación ciudadana de su localidad, con el fin de
responder a las necesidades del contexto y potencializar competencias en el entorno socio-
ambiental. Estos mecanismos de participación han venido permeando en la definición de
objetivos en las localidades del distrito, configurándose un escenario de movilización
ciudadana.
Comités de Desarrollo y Control Social (CDCS): Se establecieron por la Ley 142 de 1994,
como el mecanismo para organizar la participación de los ciudadanos-usuarios de los
servicios públicos domiciliarios en el control social a los operadores. Los CDCS poseen las
siguientes funciones: contribuir al mejoramiento del servicio a través de la proposición de
planes y programas que resuelvan las deficiencias presentadas por las empresas; aportar
recursos para la expansión y el mejoramiento de los servicios; solicitar la modificación de
las decisiones tomadas en materia de estratificación; estudiar y analizar el monto de los
subsidios concedidos con recursos presupuestales de los municipios; examinar los criterios y
mecanismos para el reparto de subsidios y proponer medidas sobre el tema. Pero en la
práctica solo son espacios para presentar quejas, reclamos y sugerencias a las empresas de
prestación de servicios, así que no tienen un efecto predominante en la conformación de la
gestión y de las políticas relacionadas con el agua (PNUD, 2013)
2.3. Marco Geográfico
2.4. Descripción General de la Cuenca del río Fucha
La cuenca hidrográfica del Río Fucha, está localizada en la Cordillera Oriental de los Andes
Colombianos, sobre el altiplano a 2.600 metros sobre el nivel del mar. Las coordenadas de
los extremos del área de localización, tomadas del plano general suministrado por la
Secretaría Distrital de Planeación, corresponden a: 90.000 N – 112.000 N, y, 89.000 E –
108.000 E.
Dicho cause tiene una extensión de 17536 hectáreas de las cuales 12.991 hectáreas son de
carácter urbano y 4.545 hectáreas se ubican en zona rural. Se localizada en el sector centro-
sur de la cuidad de Bogotá y drena las aguas de oriente a occidente para finalmente
entregarlas al río Bogotá. Hace parte de esta cuenca los canales San Blas, Los Comuneros,
Albina, Río Seco y las quebradas Finca, San José, La Peña, Los Laches, San Cristóbal, San
Francisco, Santa Isabel, Honda, entre otras. Como ecosistemas asociados se encuentran los
humedales de Techo, El Burro, La Vaca, Capellanía y Meandro del Say (Consorcio DUQUE-
SIMA, 2006)
44
Nace en el páramo de la Cruz Verde en la zona de Sumapaz, para entrar al territorio urbano
por la localidad de San Cristóbal y recorrer 10 de las localidades de la cuidad. El río Fucha
se dividen en tres sectores, en primera instancia se presenta el sector de la montaña que
corresponde a la zona de cauce natural, con un alto potencial para dinámicas de restauración
ecológica. Comprende los predios el lindero, el Delirio y la carrera sexta, donde el paisaje
residencial sobre la cuenca empieza a tomar más relevancia. El segundo sector está entre la
carrera sexta y la avenida cuidad de Cali, en donde el río es canalizado hasta su
desembocadura en el rio Bogotá, el tercer sector corresponde a la zona rural en donde se
realizan actividades agrícolas y agropecuarias (EAAB, 2000)
2.4.1. Problemáticas asociadas a la cuenca del río Fucha
La problemática que se ha venido desarrollando en la cuenca obedece a las diferentes
actividades antrópicas, las cuales han afectado principalmente las condiciones del cauce
(agua) y las estructuras vegetales urbanas.
Condiciones del cauce: La principal problemática que enfrenta el río Fucha es la
contaminación de sus aguas, en primera instancia por vertimientos domésticos,
especialmente en la cuenca media y alta, al igual que disposición de residuos sólidos sobre
la ronda del río (Alcaldia Mayor de Bogotá, 2013). En tanto que la cuenca inferior se
encuentran metales pesados, valores de DDO y conductividad alta, fruto de la actividad
económica a la altura de la avenida Boyacá. De allí que se calcula que el río Fucha le aporta
al río Bogotá la mitad de su carga contaminante, estimada en 200 toneladas/día. (Rodríguez
et al, 2012).
La alcaldía mayor de Bogotá en comunión con la secretaria distrital de medio ambiente y la
universidad de los Andes, en los últimos años han venido recopilando datos para estimar la
calidad del recurso hídrico en la cuidad de Bogotá. De esta forma se establecen las siguientes
zonas de observación para dar seguimientos a las condiciones fisicoquímicas del río Fucha
(Salvador et al, 2012):
Establecimiento de tramos: Los tramos establecidos en la Red de Calidad Hídrica de Bogotá
se encuentran identificados como:
Tramo 1: El cual comprende entre la entrada al perímetro urbano y la carrera séptima y donde
se encuentra el sitio de monitoreo El Delirio. Abarca 1,98Km, este tramo presenta el mejor
estado de conservación, aunque en los últimos años ha aumentado la presencia de materia
orgánica y coliformes. En tanto que en ronda, se presentan residuos sólidos, como basuras,
neumáticos y escombros.
Tramo 2: Se inicia desde la carrera 7°y la desembocadura del canal de los comuneros, en el
cual se encuentra los puntos de monitoreo carrera 7° y la avenida ferrocarril. Abarca la carrera
45
séptima con 7.56Km, a partir de ese punto la contaminación del río aumenta
considerablemente y los procesos de recuperación ecológica se deterioran por la canalización
del cauce. Se encuentra predominación de microorganismos anaerobios, que descomponen
materia orgánica produciendo ácido sulfúrico que se traduce en malos olores.
Tramo 3: Desde la desembocadura del canal los comuneros hasta la avenida Boyacá y donde
está el sitio de monitoreo Fucha Av. de la Américas (Localidad Puente Aranda). Se constituye
por 2.75km- se identifica de metales pesados, cianuro y fenoles por procesos de
industrialización en la zona.
Tramo 4: comprende desde la avenida Boyacá hasta la desembocadura del río Fucha, este
tiene los sitios de monitoreo Visión Colombia y Fucha Alameda. Abarca 5,03Km. Si bien
este es uno de los tramos más contaminados (se presenta un incremento de las
concentraciones de DQO, DBO5, SST y Grasas y Aceites) en los últimos años no se
presentado mayor aumento de contaminantes, pero aún sigue siendo critica la situación del
cauce.
Estos fenómenos de degradación de las aguas del río Fucha, se deben principalmente al uso
inadecuado del suelo como invasión de su ronda, ya sea por barrios legales o ilegales, que
históricamente han originado altos niveles de contaminación y la pérdida de los ecosistemas
aledaños. Esto se presenta por disposición de residuos sólidos como escombros y basuras,
conexiones erradas, crianza de animales, acumulación de lodos en puentes vehiculares,
presencia de habitantes de calle y descargas de tipo industrial (Secretaria de medio ambiente,
2006; Alcaldía Mayor de Bogotá, 2009).
Por otro lado las industrias aledañas a la ronda generan vertimientos de agua combinadas,
con cuatro importantes puntos ubicados entre el puente de la Clínica Nuestra Señora de la
Paz y la Avenida Boyacá. Por su parte economías de tipo familiar también generan problemas
de degradación ambiental, un ejemplo de ello se encuentra en el barrio el Proveedor (barrio
de invasión) en el que se localiza un grupo aproximado de 50 familias que realizan procesos
de separación de residuos y disposición final en inmediaciones del río. En tanto que en la
avenida ciudad del Cali hasta a la carrera 96 los parqueaderos ilegales, contaminan con
basuras, quema de aceites y pastillas de asbesto para frenos de vehículos. (Secretiaria Distrtal
del Medio Ambiente-Universidad Distrital Francisco José de Caldas, 2006)
Considerando otro aspecto que influye en la degradación de la cuenca son las actividades de
canalización, que se han venido realizando en la cuenca, las cuales impiden los procesos de
regeneración ecológica, la disminución de la vegetación ribereña, aumento en la temperatura
del agua por perdida de cobertura vegetal, aumento de la velocidad del agua que acelera los
procesos de erosión debido a la rectificación de los causes, perdida de la fauna edáfica,
afectando así los ciclos biogeoquímicos y la descomposición de materia orgánica, que a su
46
vez también incide en la vegetación rivereña, fraccionamiento de ecosistemas al aislar el rio
de las riberas y las llanuras de inundación (Torres et al, 2007).
Estructuras vegetales urbanas: Según el plan de manejo ambiental del río Fucha para el año
2000 se inventariaron un total de 6059 especies vegetales, de las cuales el 79% especies son
arbóreas y arbustivas ente nativas y exóticas, siendo las especies de mayor presencia el
Urapán (Fraxinus Chinensis) con 556 ejemplares, el Sauco (Sambucus nigra) con 429, el
Jazmín de la china (Jasminum Polyanthu) con 391, el eucalipto común (Eucaliptus Globulus)
con 348, el Cipres (Cupressus Lusitánica) con 327 y la Acacia negra (Acacia Melanoxylon)
con 317 (EAAB, 2000).
Considerando el tamaño del cauce, puesto que recorre 12 localidades de la cuidad se denota
escasa vegetación, debido a los procesos de urbanización, industrialización, canalización y a
la inadecuada planificación de la cuidad, estos fenómenos deterioran el paisaje y las
condiciones naturales de la cuenca, aumentado los problemas de erosión, afectado las
cadenas biológicas, generando cambios en la temperatura, alterando los regímenes de
escorrentía y la calidad del suelo (Consorcio DUQUE-SIMA, 2006)
2.5. Generalidades Localidad de San Cristóbal
Debido a la extensión de la cuenca río Fucha y a la división del territorio en Bogotá, se tomara
en consideración la localidad de San Cristóbal como referente de trabajo (ver figura 3), puesto
que esta alberga un alto porcentaje del río y presenta el escenario de canalización y natural.
47
Figura 3. Cuenca río Fucha.
Fuente: Observatorio Ambiental (2014)
La localidad de San Cristóbal, está ubicada al sur oriente de la ciudad; limita al sur con la
localidad de Usme; al occidente con las localidades de Antonio Nariño y Rafael Uribe Uribe,
al oriente con los Cerros Orientales y al norte con la localidad de Santa Fe (Secrearía Distrital
de Planeación, 2011). Empieza a desarrollarse a inicios del siglo XX, como un sector
periférico de la cuidad, que debe su extensión a las migraciones campesinas que se dieron en
1950, debido a las condiciones topográficas de esta localidad muchas personas iniciaron
procesos de ocupación ilegales sobre las márgenes de ríos y quebradas, así como de
ecosistemas que hoy son reserva forestal, lo que ha generado grandes impactos ambientales.
48
Con relación a sus condiciones socioeconómicas para el 2011, esta localidad contiene el 5.5%
de los habitantes de la cuidad, en su estratificación social predomina el estrado dos con un
77%, seguido del estrato tres con un 14,6% y el estrato uno con un 7,8%. Posee un 2% de
analfabetismo, (JAL-San Cristóbal, 2012). Su NBI es de un 7% y coeficiente gini 0,39 y la
tasa de desempleo es de un 10% una de las más altas de la cuidad. En esta zona se destacan
principalmente dos actividades económicas el comercio que corresponde a un 48,1%, donde
sus centros más importantes corresponden al barrio 20 de Julio, sobre la venida primera de
Mayo, San Blas y la Victoria. En tanto que actividades por servicios suma 31,2% (Secretaría
Dsitrtal de Planeación, 2009).
Esta localidad se caracteriza por tener una importante área en la reserva de los Cerros
orientales. Sus condiciones ambientales actuales están ligadas con el incremento de las
urbanizaciones subnormales en áreas de riesgos, rondas de cuerpos de agua, actividades
industriales como la extracción minera y la transformación de materias primas. Que con el
pasar de los años ha producido el detrimento de los recursos naturales como el agua y el
suelo. Esto se acrecienta por la falta de apropiación del territorio, los inadecuados hábitos
frente al ambiente por parte de sus habitantes, la falta de aplicación de planes de manejo de
residuos en las diferentes actividades productivas, los vertimientos a las fuentes hídricas, la
generación de ruido y la invasión del espacio público (Secretaria Distrtal de Planeación,
2009)
El río Fucha, en esta localidad se encuentra en las UPZ San Blas y Sosiego, puede dividirse
en tres tramos, el primero corresponde a la zona delimitada por la reserva protectora el
Delirio, el segundo tramo comprende los barrios Aguas Claras, Laureles, La Cecilia, Gran
Colombia, Monte Carlo, la Escuela de Logística del Ejército Nacional, San Cristóbal Alto,
Vitelma, San Cristóbal Viejo, Santa Ana Sur y el Velódromo. El tercer tramo que
corresponde a la zona canalizada se encuentra los barrios de Quinta Ramos y Sosiego, como
se ilustra en la figura 4. (EAAB-ENDA, 2006)
49
Figura 4. División por tramos de la cuenca alta del río Fucha en la localidad de San Cristóbal
Fuente: adaptación del observatorio ambiental
50
3. Capitulo II. Marco Metodológico
3.1. Enfoque Investigativo
El proyecto desarrolló una investigación de tipo descriptiva, aplicando métodos cualitativos
y cuantitativos, para la recolección de información en campo, que permitió determinar la
problemática, los procesos de gestión y gobernanza del recurso hídrico en una cuenca urbana
de la cuidad de Bogotá (río Fucha-localidad de San Cristóbal).
Se empleó el estudio de caso como enfoque de investigación, pues este permite describir
situaciones y eventos de forma sistemática, especificando propiedades, componentes y
dimensiones de los fenómenos observados, estableciendo cierto grado de flexibilidad al
investigador, para que este pueda adaptase de forma holística al campo de estudio (Hernández
et al; 1997).
3.2. Instrumentos de recolección de información.
Se parte del uso de métodos cualitativos, puesto que permiten un diseño flexible, que propicia
el alcance de los objetivos propuestos, se toma como referente la entrevista, ya que esta es
una herramienta útil, para trabajos de campo, al proponer al investigador como un observador
participante, donde sus conversaciones le permiten extraer información frente a la dinámica
de la problemática y de su contexto (Hernández et al; 1997).
Se empleó entrevistas semi-estructuradas para establecer problemas, procesos asociados a la
cuenca y elementos distintivos del concepto de gobernanza y su aplicación (ver tabla 8) en
las que se podrán identificar las siguientes características:
Información general del entrevistado
Identificación de problemas, conflictos y potencialidades en la cuenca
Rol frente al manejo de la cuenca
Conceptualización o vivencia gobernanza del agua
Rol frente al modelo de análisis propuesto para identificar los procesos de
gobernanza
Se contactaron miembros de las JAC de barrios aledaños a la cuenca, representantes de las
organizaciones sociales Planeta Casa Nativa, Citronelas y Corporación Vida del Río Fucha
(CORVIF), mesa de agricultura urbana, representante de la EAAB-ESP y de la secretaria
Distrital de Ambiente, estudiantes del IED José Félix Restrepo, que hacen parte del proyecto
vigías ambientales (PRAE) y del grupo semillas nativas y vecinos de la zona, conformándose
un grupo de 24 personas (ver tabla 8). Los entrevistados se convocaron de forma individual,
51
algunos se ubicaron por vía telefónica, donde se pactó fecha y hora de la entrevista, las cuales
fueron grabadas en audio, con previo consentimiento
Consulta: Se desarrolló aplicando el formato tipo encuesta, diseñada a partir de 21 ítems (ver
anexo 1), donde se identificaron matices de la cultura política de los habitantes, las
principales problemáticas asociadas a la cuenca y el nivel de conocimiento de los procesos
de gestión del recurso hídrico. Se aplicó a un grupo de 100 personas que vivían en
proximidades, a la zona o que hicieran uso de algunos de sus servicios ecosistémicos,
correspondientes a las UPZ San Blas y Sosiego (ver tabla 11). Las preguntas se estructuraron
atendiendo las categorías de análisis de Adúriz y Ava (2006), Lope & Hevia (2013) y del
documento guía del Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE de 2013,
de los cuales se extrae el indicador cultura política, el cual se componen de las diferentes
manifestaciones de participación ciudadana. A continuación se muestra el diseño general del
instrumento aplicado:
1. Información general
2. Conflictos y problemas por uso de la cuenca
3. Cultura política
a. Dimensión electoral
b. Dimensión Opinativa
c. Dimensión Asociativa
d. Dimensión Cívica
4. Gestión del recurso hídrico.
Listas de chequeo: por medio de ellas se permite identificar la pertinencia, el nivel de acción
y carácter de los actores identificados, siguiendo los parámetros de Hufty 2007 y Dourojeanni
(2002) (ver anexo 3)
Uso de páginas web e informes: se obtuvo información secundaria, referente a la cuenca:
visitando los sitios web de la alcaldía de Bogotá, alcaldía de la localidad cuarta de San
Cristóbal, Secretaría de Ambiente y Planeación, Empresa de Acueducto y alcantaríllalo de
Bogotá y consultando documentos en la red (ver tabla 10).
Observación directa: Se recopiló información gráfica en los meses de julio, agosto y
septiembre de 2014, por medio de fotografías entre el predio el Delirio (reserva forestal) y la
carrera decima con calle 11 sur.
3.3. Etapas metodológicas
El desarrollo de esta investigación giro alrededor del diseño y aplicación de cuatro fases (ver
figura 5). En una primera instancia se generó una revisión bibliográfica, en torno al concepto
52
de gobernanza, que permitiera su sistematización e identificación de elementos, por lo que
se dio énfasis a los marcos de referencia de Kooiman, Hufty, Dourojeanni y Aguilar, así
como la recopilación de variables e indicadores postulados desde organizaciones
internacionales como PNUD, el Banco Mundial, la Unión Europea, UN-hábitat y la Global
Water Partnership
En una segunda etapa se estableció un modelo intermedio que se generó por medio del
análisis sistémico de la información recopilada de forma empírica referente al concepto de
gobernanza utilizando como base; entrevistas a actores aledaños a la cuenca o su gestión y la
revisión de documentos y páginas web, que permitieran identificar: actores su grado de
incidencia y los procesos desarrollados.
En la tercera fase se caracterizó el modelo de gobernanza encontrado en la zona de estudio.
Y en una última instancia se construyó un modelo de indicadores como propuesta para dar
cuenta del proceso de gobernanza en la cuenca alta del río Fucha, que permitan la
sistematización de este concepto, identificando tres elementos básicos a la hora de analizar
un sistema como son: capacidad de respuesta, adaptabilidad y homeostasis
Figura 5. Fases metodológicas
Fuente: Recopilación propia
3.4. Análisis de resultados.
Se realizó un análisis de contenido directo por racimo, con el fin de clasificar, ordenar y
establecer relaciones conceptuales alrededor de la gestión del recurso hídrico y su aplicación.
Este tipo de análisis supone que el discurso se compone de un grupo de propensiones
primarias y secundarias que lo estructuran, por lo que se generó un grupo de categorías o
núcleos de referencia susceptibles de ser identificados en los diferentes discursos (ver tabla
8), tanto de las personas entrevistadas, consultadas y los documentos revisados. Se emplearon
hojas de cálculo de Excel para organizar y categorizar la información, generando gráficos de
porcentajes y radiales que permitan la visualización de los factores evaluados
Recopilación bibliográfica
Identificación de los
procesos de gobernanza
Caracterización del modelo
de gobernanza
Propuesta modelo de indicadores
Fase I Fase II Fase IV Fase III
53
Tabla 8:
Estructura general análisis de contenido
Unidad de
análisis
Unidades de contexto Categorías o núcleos
de referencia
Clasificación del
discurso
Gestión del
recurso
hídrico
Se toman como referentes
generales del concepto de
gobernanza a partir de
los planteamientos
expuestos en la literatura
revisada
Se transforman en los
distintos niveles donde
se puedan expresan y
desglosa la unidad de
análisis en los diversos
discursos de cada
entrevistado
Experiencia vivida
(V): ha sido
participe
Cuenca alta del río Fucha
Gobernanza
Problemas en la cuenca
Cultura política
Acciones
Estereotipos (E) lo
deduce a partir de
lo que observa
Interpretación (I):
deducciones a
partir de su
experiencia Nota. Fuente: Recopilación propia
Las distintas fuentes de información se clasificaron como se ilustran en al tabla 9, tomando
como referente el sector o grupo al que representan cada entrevistado. En la tabla 10 se
muestran los documentos revisados del 2002 al 2014, disponibles en la red y en las
bibliotecas de las entidades visitadas como son la Secretaria Distrital de Ambiente y la
Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá
Tabla 9:
Clasificación actores entrevistados
Grupo Especificación y numero de
entrevistado
Número de
entrevistados
Porcentaje
%
Miembros de las
JAC
Barrios: Montecarlo (8) y Manila
(3)
2 8
Organizaciones
sociales
CORVIC (1) y planeta casa nativa
(4)
2 8
Representantes de
instituciones locales
Representante alcaldía local de San
Cristóbal (2)
Hospital San Blas (territorios
ambientalmente saludables) (7)
2 8
Mesa local Representantes de la mesa de
agricultura de San Cristóbal
4 21
54
Grupo Especificación y numero de
entrevistado
Número de
entrevistados
Porcentaje
%
(5, 19,20,21)
Representante de
instituciones
distritales
Secretaria Distrital de Ambiente
(24)
Empresa de Acueducto y
Alcantarillado de Bogotá (23)
Guarda parques (15, 16)
4 17
Universidades Universidad Javeriana (coloquio
cidronelas) (6)
1 4
Colegios José Félix Restrepo (PRAE)
(9,10,11,12,13)
5 21
Ciudadano-común Las Mercedes, Santa Ana y
velódromo
(14, 17,18,22)
3 13
TOTAL 24 100 Nota. (1) indica la codificación de cada actor
Fuente: Recopilación propia
Tabla 10:
Clasificación de documentos revisados.
Nota. Fuente: Recopilación propia
Tipo Institución Titulo
Año de
publicación
Informe
Alcaldía
mayor de
Bogotá Boletín consolidado del mercado de vivienda 2002
Proyectos
EAAB-
ENDA
Convenio de cooperación para el cuidado y la
defensa de la cuenca alta del río Fucha, mediante
el fortalecimiento de la participación social en la
localidad de San Cristóbal. 2006
Informe
EAAB-
ESP
Plan de saneamiento y manejo de vertimientos
cuenca Fucha 2006
Informe
Secretaria
distrital de
planeación
Conociendo la localidad de San Cristóbal:
Diagnóstico de aspectos físicos, demográficos y
socioeconómicos 2009
Proyectos
Alcaldía
local
Plan ambiental local. San Cristóbal humana con el
ambiente 2011
Informe
Contraloría
de Bogotá
Construcciones ilegales según polígonos de
monitoreo realizado por la administración distrital 2011
Política MADS
Política pública de gestión integral del recurso
hídrico 2011
55
Con referencia a la consulta realizada como categoría general de clasificación se tomó el
barrio de donde procedía cada consultado (seleccionándose un promedio de catorce
ciudadanos por barrio) y el tiempo que este llevaba viviendo allí. En donde se buscó que
predominaran aquellas personas que llevaban más de 10 años en el sector (ver tabla 11), ya
que a estas personas se le es más fácil reconocer los procesos y dinámicas de la cuenca Fucha
y de la localidad. Por este medio se identificaron los roles que tiene los ciudadanos frente a
los elementos de la cuidad como es la cuenca y los valores que estos han estructurado frente
a la apropiación de su territorio, por lo que se tomó como referente las dimensiones de la
cultura política y el reconocimiento de las dinámicas de la cuenca, permitiendo ubicar los
ciudadanos en el escenario de gobernanza del río Fucha.
Tabla 11:
Clasificación ciudadanos consultados
Barrio Número de
personas
consultadas
Tiempo de
permanencia mayor a
10 años
Porcentaje de consultados con
una permanencia mayor a 10
años
Aguas
claras 14 5
35,71
Manila 14 9 64,28
San
Cristóbal 16 8
50,00
Santa Ana 14 4 28,57
Sosiego 14 6 42,85
Velódromo 14 7 50,00
Vitelma 14 8 57,14 Nota. Fuente: Recopilación propia
3.5. Modelo de análisis de gobernanza para la cuenca alta del río Fucha
Se generó un modelo de análisis (ver figura 6), para describir los procesos de gobernanza
desarrollados en la cuenca alta del río Fucha en la localidad de San Cristóbal, empleado como
base la revisión bibliográfica descrita, se toma como eje central el marco de análisis de la
Proyectos
Alcaldía
mayor de
Bogotá
Caracterización y lineamientos ambientales.
Operación estratégica parque corredor ecológico
río Fucha 2013
Informe
Secretaria
distrital de
planeación
Informe de rendición de cuentas, localidad de San
Cristóbal 2013
Proyectos
EAAB-
ESP
Plan de manejo ambiental. Diseño paisajístico
para la rehabilitación zonas de ronda del río
Fucha. Tomo II identificación, evaluación y
manejo de impactos. 2014
56
gobernanza (MAG), por ser realista, reflexivo, generalizable, comparativo, interdisciplinario
y operativo propuesto por Hufty (2007), que describe cinco elementos esenciales en todo
proceso de gobernanza como son problemas, actores, normas, procesos y puntos nodales.
Este marco fue alimentado por la propuesta de análisis de la gobernanza de Dourojeanni
(2002), que presenta un sistema de clasificación de los actores por niveles de acción, se
amplían los mecanismos de clasificación y la descripción de los actores, ya que estos son
centros de interés en la gobernanza del agua,| puesto que generan imágenes frente a la cuenca
Fucha, que se trasforman en problemas, puntos nodales, procesos y normas. Por otro lado es
importante identificar el tipo de relación sociedad-naturaleza, desde los postulados de del
modelo interactivo de la gobernanza propuesto por Kooiman et al (2008). Y finalmente se
retomaron los principios de la buena gobernanza para establcer la estructura y la
funcionalidad frente a estos procesos.
Figura 6. Modelo de análisis de la gobernanza para la cuenca alta río Fucha
Fuente: adaptación de Hufty (2007)
Problemas: Una construcción sistémica de la gobernanza permitió clasificar los problemas
en dos grupos: estructurales y funcionales, atendiendo a los parámetros de Aguilar & Bustelo
(2010). Los atributos de carácter estructural se reconstruyeron tomando como referente los
57
elementos de gobernanza propuestos por Kooiman et al (2008) (imágenes, instrumentos y
acciones). En tanto que los de carácter funcional se categorizaron en dos grupos en relación
a la eficiencia y la eficacia tomando como base los enfoques de gobernanza centrados en
principios (ver tabla 12)
Tabla 12:
Ejemplo problemas de la gobernanza
ESTRUCTURALES FUNCIONALES
IMAGENES
ACTORES
Insuficiencia diversidad de actores
estratégicos
Falta de reconocimiento del tejido
social
Escasa o nula concertación entre el
Estado y la sociedad, en el diseño y
alcance de objetivos
ROLES
Falta de caridad de roles y funciones
de los diferentes actores o instituciones
vinculadas a la gestión del recurso
hídrico
Carencia o nula responsabilidad
(cumplimiento de funciones) de los
diferentes actores e instituciones
vinculadas a la gestión del recurso
hídrico
RELACIONES
Deficiencia o falta de articulación y/o
coordinación de los diferentes actores o
instituciones vinculadas a la gestión
del recurso hídrico
Escasa reciprocidad en relaciones:
sociedad-Estado y sociedad-naturaleza
(cuenca)
EFICACIA
Diseño y definición de objetivos:
Carecía o falta de reconocimiento del
contexto local y sus relación con el
nacional
Deficiente o nula articulación de
políticas públicas, programas y
proyectos de mayor o menor jerarquía
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ESTRUCTURALES FUNCIONALES
INSTRUMENTOS
Falta de correlación entre los instrumentos propuestos y las
necesidades del contexto
Escasa diversidad en la aplicación de instrumentos
La aplicación de los instrumentos
propuestos no genera un cambio en las
interacciones entre actores y con el
recurso hídrico.
EFICIENCIA
Alcance de objetivos:
Alcance parcial o nulo de los siguientes
aspectos dentro del sistema de gestión:
Tiempos y recursos previstos
Mejora en las condiciones de sustentabilidad
Mejora de las condiciones sociales
Satisfacción de usuarios
Cubrimiento de necesidades según contexto
ACCIONES
Deficiente o nula ejecución de instrumentos de gestión en
contextos locales.
Fuente: Recopilación propia
Normas: dentro de esta categoría de análisis se pueden identificar dos tipos de normas: I)
normas formales las cuales han sido diseñadas por instituciones en pro del bien colectivo por
lo que se convierten en un grupo de reglas que indica cómo actuar (ideal), dentro de este
grupo se encuentran las meta-normas (orientan las normas de actuación), las regulativas
(definen las normas de conducta) y las constitutivas (proporcionan reconocimiento e
identidad de los diferentes actores). II) normas informales, estas se general a partir de los
valores y creencias de los actores que hacen uso directo de los recurso hídricos, por lo que
representan sus imágenes y relaciones con el medio, están pueden ser de tipo negativas
cuando no se permite la sustentabilidad de los recursos y por ende se degradan y agotan y
positivas cuando se establece una relación reciproca con el medio y se propicia el uso racional
Procesos: se pueden clasificar en dos grupos: I) Aquellos regulatorios que han sido
generados por el Estado para propiciar el uso sustentable del recurso dentro de ellos están los
planes de manejo y los programas que permiten la ejecución de las meta-normas. II)
cooperativos, los diferentes actores se integran para el alcance de logros comunes a través de
59
la puesta en marcha de políticas públicas que se cristalizan por medio de proyectos y
programas, que se ejecutan mancomunadamente. Hufty (2007) recomienda analizar los
procesos de forma temporal, ya que estos son dinámicos y permiten establecer estadios de
los sistemas.
Puntos nodales: hacen referencia a los espacios de interacción entre actores, por lo que estos
pueden ser de tres tipos: sociedad-Estado, Estado-sectores, sociedad-sociedad y sociedad-
sectores. Los cuales a su vez pueden ser formales o informales
Actores: Dourojeanni (2002), define como actores todas las personas o instituciones que
intervienen directamente o indirectamente en los procesos de gestión, haciendo referencia a
los habitantes, los usuarios (que pueden ser o no ser habitantes del área), los representantes
de organismos públicos o privados, los asesores o interventores en el área, los grupos de
poder y los empresarios. Dentro del modelo propuesto se busca identificar dos parámetros en
primera instancia la diversidad de actores, por lo que estos serán clasificados según su rol
dentro de la gestión de la cuenca. Como segundo parámetro se propone evidenciar las
relaciones que se tejen entre dichos actores y la naturaleza (ver figura 7)
.
Figura 7. Elementos analizados dentro de la denominación de actores