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IMPLICANCIAS LINGSTICAS Y RETRICAS DE LA DESCRIPCIN DEL
OSTRACISMO EN LAS VIDAS PARALELAS DE PLUTARCO1
Anala SapereUBA-CONICET
[email protected]
RESUMEN
Nos proponemos estudiar las representaciones del ostracismo que
ofrece Plutarco en susVidas paralelas, realizando un recorrido por
las biografas de Nicias (captulo 11), Tems-tocles (21-22), Cimn
(1), Arstides (1 y 7), Pericles (9-10) y Alcibades (24).
Entendemosque Plutarco est interesado en destacar la dimensin
lingstica del ostracismo, con el finde desenmascarar las mentiras y
engaos que comportaba dicha prctica. Esta estrategiaretrica est en
consonancia con el propsito moralizante de su obra.
PALABRAS CLAVE: Plutarco, Vidas paralelas, ostracismo,
retrica.
ABSTRACT
Linguistic and rhetorical implications of ostracism in Plutarchs
Parallel Lives. This paperaims to analyse ostracism according to
Plutarchs Life of Nicias (chapter 11), Themistocles(21-22), Kimon
(1), Aristides (1 and 7), Pericles (9-10) and Alcibiades (24). We
intend toshow that the author emphasizes the discursive dimension
of Athenian ostracism, in orderto unmask the linguistic confusion
and lies that the practice entails. This rhetorical stra-tegy is in
agreement with the didactic purposes of Plutarchs work.
KEY WORDS: Plutarch, Parallel Lives, ostracism, rhetoric.
INTRODUCCIN
La institucin del ostracismo en Grecia clsica resulta hasta hoy
tema deinters y discusin. Uno de los principales motivos de
controversia se produce porla insuficiente informacin que ofrecen
las fuentes, ya sea porque stas resultanescasas o por la forma
incompleta o dispar con la que dan cuenta de la prctica. Asu vez,
es difcil representarnos con certeza el peso que tena la condena
desde elpunto de vista poltico y social, lo que se refleja en las
diferentes opiniones que alrespecto se han esbozado: lo que para
algunos historiadores es visto como un castigosin tanta gravedad
(pues en rigor no se trata de un verdadero castigo)2, para
otros
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mailto:[email protected]
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es una de las medidas ms duras que un ateniense poda soportar
(Carcopino, 1935;Kagan, 1961).
Plutarco es citado invariablemente como una de las fuentes
principales paraacercarnos a entender el ostracismo3. En las Vidas
de Nicias, Temstocles, Arstides,Pericles, Alcibades y Cimn podemos
encontrar no slo referencias de corte hist-rico (fcticas) sino
adems lineamientos de tipo terico, mezcladas con la propiaopinin
del bigrafo. Beneker (2004) ha demostrado de manera convincente
lasdiferentes implicancias del ostracismo en las Vidas paralelas:
mientras que en lasdescripciones tericas Plutarco habla de los
motivos ticos que llevan a la decisin(preponderancia de la fama,
envidia, miedo), en la narracin de los hechos concre-tos, los
motivos son de corte ms bien prctico (manipulacin del pueblo,
conve-niencia del ostracismo para un determinado lder poltico,
etc.). En todo caso, esnecesaria una visin de conjunto para unir
estas dos perspectivas.
En esta oportunidad nos interesa ahondar an ms en el tratamiento
dePlutarco sobre el tema, partiendo de un abordaje discursivo de
los pasajes en losque explcitamente habla del ostracismo (Nicias
11, Temstocles 21-22, Arstides 1 y7, Pericles 9-10 y Alcibades
13)4. Nuestra intencin ser demostrar, a partir delcotejo de la
evidencia textual, que Plutarco plasma una visin sesgada de la
prcti-ca de ostracismo, en tanto que su inters no est puesto
nicamente en presentar unadescripcin del procedimiento y sus
consecuencias polticas o sociales, sino en desen-mascarar las
mentiras y engaos que comportaba, de acuerdo con el propsito
mora-lizante de su obra, haciendo hincapi, como veremos, en los
aspectos lingsticosy retricos que se vinculan con la prctica, en
tanto productores de confusin y false-dades. Hay una clara mirada
lingstico-discursiva del fenmeno que es, a nuestroentender, la que
le da cohesin al planteo del bigrafo.
OSTRACISMO: DEFINICIONES GENERALES Y MOTIVOS DE LA DECISIN
Hagamos, primero, un repaso de los motivos que Plutarco expresa
acerca delostracismo de Arstides, Hiprbolo (en vinculacin con
Alcibades y Nicias), Tems-tocles y Cimn, pues esto nos aproximar a
una descripcin del fenmeno.
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1 Una primera versin de este trabajo fue presentada en las III
Jornadas Interdisciplinarias deJvenes Investigadores de la
Antigedad Grecolatina. Buenos Aires, Facultad de Filosofa y Letras,
2015.
2 El mismo Plutarco no ve en el ostracismo un castigo
propiamente, opinin que se apre-cia sobre todo a la luz del tratado
De exilio.
3 Junto con Aristteles, Pol. 1284a, 17-22, 1284b 15-22, 1302b
15-18; Constitucin de losatenienses 22.3 y ss.; Tucdides 8.73,
Androcin FGrH 32 F6, Diodoro Sculo 11.55. Una muy
completarecopilacin de fuentes es la de Dillon & Garland (2010:
347 ss.).
4 El texto de las Vidas paralelas es tomado de la edicin de
Ziegler (1969) y cotejado con lasde Perrin (1919) y
Flacelire-Chambry (2003). Las traducciones son nuestras.
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En la biografa de Arstides (7), Plutarco seala que ste fue
condenado alostracismo por ser objeto de envidia (), sentimiento
que se vea poten-ciado por la astucia malintencionada de
Temstocles, quien haba hecho correrrumores () en su contra5. En el
comienzo de la Vida de Alcibades tambin apa-rece esta misma idea,
pues Plutarco dice que caan en el ostracismo los
consideradossuperiores por fama, linaje o poder de palabra ( :
1.7), citando adems el caso de Damn (maestrode Pericles), condenado
por ser sumamente inteligente ( : 1.7)6. En la Vida de Temstocles
(22.1-2), ste tambin es vctima de lascalumnias () generadas por la
envidia () y porque era necesarioaplacar su reputacin y
preeminencia ( ),dado que se exceda de la igualdad democrtica ( :
22.4). La envidia hacia Temstocles es un tpico recurrente en
lasfuentes que refieren su ostracismo (cf. Cornelio Nepote Tem.
8.1, Aristodemo, FGrHF1.6, Diodoro Sculo 11.54.5). As pues, en el
tratado De invidia et odio ( ), Plutarco utiliza la figura del
general ateniense como ejemploparadigmtico de que el surge siempre
contra quien prospera: Temstocles,siendo nio, deca que todava no
haba hecho nada importante, pues nadie loenvidiaba an7.
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95 Aunque Plutarco no lo dir de manera explcita, s se deduce a
partir de su texto tantoaqu como en las dems biografas que
analizaremos que el ostracismo sirve en gran medida como unaforma
de resolver de una manera no violenta la rivalidad entre lderes de
la elite ateniense. Como sealaForsdyke (2005: 170): ostracism was
invoked at times of particularly intense competition between
eliteleaders, when the conflict threatened to dissolve into
violence, which might overturn the institutionaland ideological
basis of the democracy. In these circumstances, the Athenian people
made use of theinstitution of ostracism to diffuse the crisis by
temporarily exiling one elite leader. The expulsion ofan elite
leader by the people served as a vivid reminder of the historical
basis of popular power and,in particular, the peoples ability to
determine the outcome of intra-elite competition.
6 Esto suele ser interpretado por la bibliografa como un triunfo
del poder del pueblo sobre unindividuo (cf. Missiou, 2011: 36;
Forsdyke, 2005: 284; Ober: 2009: 74; Fau Ramos & Jufresa
Muoz,2011), representando el espritu de las reformas de Clstenes:
Ostracism clarifies the central messageof Cleisthenes reforms at
both the local and state levels: We Athenians are all in this
together; we alltake part in decisions; and we are all bound to
support mutually agreed-upon solutions [...] But thepractice of
ostracism might have had an ancillary and more pointed symbolic
message for the Atheniancitizenry: no member of the elite, no
matter how powerful he might seem was safe from the ire of
themasses (Ober, 2009: 74-75). La idea de que el ostracismo es una
herramienta para reducir la influenciade los hombres que sobresalen
ya aparece en Constitucin de los atenienses 22.6: , , (Kagan:
1961).
7 . , (De invidia et odio 537f1-5).
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En la biografa de Nicias, al relatar el ostracismo de Hiprbolo
(11.2 ss.), sepone de manifiesto el argumento del temor, que tambin
puede ponerse en vincu-lacin con lo mencionado previamente respecto
del recelo del pueblo hacia quienescometen algn tipo de exceso; en
efecto, Plutarco seala all que el miedo era laprincipal causa por
la que Alcibades y Nicias corran el riesgo de ser condenados(junto
con Hiprbolo)8. En el caso del primero, aparece al argumento del
miedo asu vida y a su valor ( ); en el casodel segundo, la
desconfianza surga del aspecto oligrquico que transmita al
pueblo,pues se mantena aislado y llevaba una vida reservada ( ,
).Este argumento, no obstante, es algo dbil en el contexto general
de la biografa, puesla caracterizacin general de Nicias como hombre
de poco carcter ( : 2),cobarde (: 2), temeroso (: 11), pusilnime (:
2) y supers-ticioso en extremo ( : 4; : 23) estconformada por
elementos que, segn Plutarco, le sirvieron al general para
ganarseel favor (: 2) del pueblo, que teme a los osados y exalta a
los que le temen,pues lo que ms estima la multitud es no ser
despreciada () porlos ms grandes ( , . : 2)9. En este sentido,
resulta ms coherente una segunda causaesbozada en el texto: la
envidia que despertaba la riqueza de Nicias ( ), pues los excesivos
gastos de dinero por parte delateniense eran, a los ojos de
Plutarco, una forma de compensar la falta de valor yvirtud, segn se
seala en varios pasajes de la biografa10. Para completar esta
infor-macin, debemos referir ahora lo dicho por Plutarco en
Alcibades 13.3, pues all
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8 Las fuentes son dispares respecto de los posibles candidatos
al ostracismo de este perodo.Plutarco se refiere a Nicias y
Alcibades (tornando luego hacia Hiprbolo). Teofrasto (fr. 139)
hablade Alcibades y Feax. Cf. Rhodes (1994: 93), Mattingly (1991:
24), Heftner (2000) y Brenne (2002:47-66).
9 Es muy descriptiva la ancdota en la que se lo ve temeroso de
los sicofantas ( , 2.6; , 5.1; , 22.3), al punto de pagarles segn
el cmico Teleclides para mantenerlos alejados( , 4.5) o aquella que
describe cmo pasa los dasencerrado dentro de su casa ( , ,5.2; ,
,11.2.5) o las pocas veces que se lo ve en pblico en una actitud
completamente indigna, con la cabezagacha, segn Frnico ( ,
4.8).
10 Por ejemplo: En efecto, Pericles no necesitaba de ningn tipo
de estratagema (-) para agradar a la masa ( ), porque diriga la
ciudad gracias a una verdadera excelencia( ) y a la potencia de la
razn ( ); Nicias, a quien le faltabanestas cualidades, se ganaba el
favor del pueblo con su riqueza; y como no se senta seguro para
equipa-rarse por mtodos similares a la habilidad y bufonera de
Clen, con las que manejaba a los atenienses,se gan al pueblo con
gastos de coregua y gimnasiarqua y otros honores similares,
sobrepasando con
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detalla tambin los pormenores de la reflexin del en el momento
de deci-dir el ostracismo de Nicias, Alcibades o Hiprbolo. En
efecto, se vuelve a mencio-nar como argumento el inters de la masa
por rebajar al ciudadano que sobresalapor fama y poder (11 -), y se
sugiere como motivacin adicional la envidia y el miedo (- ).
Por ltimo, en la biografa de Pericles, se hace mencin de tres
ostracismos;en primer lugar, Plutarco menciona de manera hipottica
el ostracismo del mismoPericles (7): seala que el joven Pericles
tema ser ostracizado porque se pareca altirano Pisstrato (por su
aspecto fsico y su elocuencia) y porque tena dinero, unafamilia
destacada y amigos con poder, motivo por el cual deba cuidarse de
no intro-ducirse en la poltica. Luego habla del ostracismo de Cimn
(9), acusado por Periclesde filolaconismo y de ser enemigo del
pueblo ( ),aunque Plutarco destaca a continuacin la preeminencia de
Cimn y los beneficiosconseguidos por ste para el pueblo ateniense.
El ostracismo de Tucdides es ape-nas referido (14), de modo que no
aporta informacin relevante para el anlisis12.
En este punto ya podemos extraer algunas conclusiones iniciales.
En primerlugar, la forma en la que Plutarco expresa su opinin sobre
el ostracismo es fragmen-tada y puede ser complementada en los
diferentes pasajes vistos. En algunos de ellos,las ideas se repiten
(incluso la forma de expresarlas: , , , ,sinnimos y palabras
afines). Otros comparten slo en segmentos algn elemento,pero las
diferencias, de todas formas, se enmarcan en una opinin general
sobre elostracismo bastante identificable, esto es, el de ser una
herramienta para rebajar aaquel personaje que cobra preeminencia en
la escena poltica13 (en los casos parti-
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extravagancias y favores a todos los anteriores a l y a sus
contemporneos: , , , , , - , (3.1-2).
11 Ntese el uso repetido del trmino o (cortar, recortar,
disminuir, abatir), aqu y enTem. 22, en esta idea reiterada de que
el ostracismo sirve para impedirle continuar a quien se destaca(,
).
12 Existe para Plutarco una clara relacin entre los manejos
demaggicos de Pericles y el ostra-cismo de Tucdides, aunque no lo
dice de manera explcita, sino que se puede inferir de la lectura
enconjunto de la biografa. Cf. Sinclair (1991: 39).
13 Ser puede producir la envidia de los conciudadanos, un tpico
frecuente enlas Vidas. La no es solamente ambicin en un sentido
negativo, sino tambin sed de glo-ria o deseo de grandeza, que es lo
que conduce a estos personajes a destacarse. Pero la tiene tambin
un componente de ostentacin (cf. LSJ para ste y los dems sentidos)
y con ella surge,entonces, la envidia () de la multitud. Acerca de
la en Plutarco, cf.Duff (1999: 83 ss.),Roskam (2009: 151), Verdegem
(2010: 175), Wardman (1955: 105-7; 1974: 115-24), Pelling
(1989),Stadter (1992: 50 y 2011), Frazier (1988), Walsh (1992:
219-20) y Whitehead (1983), entre otros.
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culares se advierten, desde luego, los matices, como ha sealado
Beneker). Existe,no obstante, un hilo conductor en todos los casos
(sean estos tericos o prcti-cos) y ese es el componente discursivo
que Plutarco imprime al tratamiento delfenmeno, segn adelantamos.
Veamos a continuacin los ejemplos que nos llevarna demostrar
nuestra propuesta de lectura.
LA MIRADA DISCURSIVA Y RETRICA
En Arstides 7, luego de comentar, como dijimos, la envidia que
se habagenerado contra ste, Plutarco aade que el pueblo ateniense
decide el ostracismollamando a la envidia por la fama con el nombre
de miedo a la tirana ( : 7.1). Plutarco pone de mani-fiesto aqu que
hay una trampa en la decisin del ostracismo, en la medida en questa
no se basa en lo que dice que se basa sino en un motivo vil, el
sentimiento deenvidia14. A raz de esta falta de rigor semntico, el
bigrafo se ve en la necesidadde ensayar precisiones terminolgicas
que den cuenta de las verdaderas motivaciones.De hecho, la
complejidad del fenmeno lo obliga incluso a desarrollar in extenso
lamisma idea:
Pues el ostracismo no era un castigo () contra la maldad (),
sinoque lo llamaban como excusa ( 15) reduccin () y dismi-nucin ()
del orgullo () y del poder () ms pesado peroera un alivio ()
benevolente de la envidia (), no emanando lamalevolencia a injuriar
para hacer un dao irremediable sino a fin de cambiar deresidencia
al castigado por diez aos (Arstides 7.2)16.
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14 Con respecto a la bajeza del sentimiento de envidia,
recordemos que Plutarco tiene untratado sobre el tema, el De
invidia et odio, en el que analiza y compara ambos conceptos
(Barigazzi,1988). Para l, el es una de las pasiones (, 535e3) que
deben ser controladas, por lo quees comparado con una enfermedad (,
536e5); asimismo, es ilimitado, porque se nutre detodos aquellos
que son prsperos, sin ningn fundamento ms que l mismo (, 537a5);
escompletamente injusto ( 537c7), a diferencia del odio,en tanto
que puede haber razones para odiar a alguien y de all que podra
considerarse justo en ciertamedida (el odio a la maldad). Por
ltimo, es interesante destacar que quien envidia no desea el mal
deaquel a quien envidia, pero har lo posible por reducir su fama y
honra ( , , , , , 538e6-9), una idea que se comple-menta con varios
de los pasajes mencionados de las Vidas.
15 El sustantivo es un compuesto formado a partir del adverbio
(bien) y elverbo (ser bien visto, conspicuo), por lo que, en su
sentido etimolgico, quiere decir de buenaapariencia, de apariencia
noble y, de ah, adquiere su uso ms corriente de pretexto, excusa.
En estecontexto, Plutarco alude a la forma eufemstica con la que se
utiliza el ostracismo, enmascarando deseospara nada nobles.
16 , , , , - (Arstides 7.2).
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Hay tambin en esta biografa otros usos equvocos del lenguaje que
Plutarcoenfatiza: el sobrenombre de Arstides, conocido popularmente
como el justo (), lo que en principio debera redundar en algo
ventajoso para su persona( : 7.1.1-2),se transforma en objeto de
envidia ( : 7.2) y, por ende, en un ele-mento negativo, causa
central de su ostracismo. A este respecto, Plutarco introduceuna
interesante ancdota que pone de manifiesto nuevamente el
desplazamiento designificados que resulta de la prctica: en el
momento en el que se est decidiendo lavotacin del ostracismo,
Arstides se encuentra con un analfabeto que le pide evi-dentemente,
sin reconocerlo que escriba el nombre de Arstides en el
strakon.Cuando ste le pregunta el porqu de su determinacin,
inquiriendo si haba reci-bido de parte de Arstides algn perjuicio,
el analfabeto responde que no y que, dehecho, no conoce a Arstides,
pero que le resultamolesto escuchar que es
mencionadopermanentemente como el justo ( , , : 7.7.6-7.8.1). La
ancdota tambines narrada por Cornelio Nepote, pero con una
diferencia no menor: en la versinde Nepote, el analfabeto confiesa
no conocer a Arstides pero estar molesto porquele resultaba
desagradable que ste se esforzara tanto por ser considerado justo
(cuiille respondit se ignorare Aristiden, sed sibi non placere,
quod tam cupide laborasset,ut praeter ceteros Iustus appellaretur:
1.4)17. A nuestro entender, esta diferencia poneen evidencia que
Plutarco est destacando la forma paradjica en la que los
signi-ficados y los significantes pierden su vnculo: la apelacin de
justo no es algo dignode elogio, sino el motivo de una condena, lo
que no ocurre en la ancdota de Nepote,en donde en todo caso se nos
remite al plano de la intencionalidad de Arstides (tamcupide
laborasset).
En la biografa de Temstocles hallamos una reflexin lingstica
similar ala expresada en Arstides 7.2:
Decidieron el ostracismo contra l, abatiendo () su dignidad ()y
prestigio (), como acostumbraban hacer con todos a los que
considerabanque eran pesados () por su poder y desproporcionados ()
respec-to de la igualdad democrtica. Pues el ostracismo no era un
castigo, sino un alivio() y consuelo () de la envidia (), que se
regocija cuandose disminuye () a los que sobresalen () y que
impulsa su male-volencia () hacia tal deshonra () (Temstocles
22.4.1-22.5.4)18.
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17 El pasaje de Plutarco est narrado con un intencionado
dramatismo (a los ojos de Palerm,2008: 603, al servicio de una
finalidad cmica), que da cuenta de la importancia que Plutarco
deseaimprimirle a la ancdota.
18 , , - . , , (Temstocles 22.4.1-22.5.4).
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Como advertimos, el ostracismo necesita, segn Plutarco,
redefiniciones,dado que el bigrafo advierte una clara confusin
terminolgica, que se traduce, desdeluego, en las consecuencias
polticas y sociales que narra en su texto. De hecho, laconfusin se
hace presente en un pasaje muy cercano, en el que se describe el
ostra-cismo de Temstocles en un tono completamente irnico.
Aceptando ya con gusto los ciudadanos las falsas acusaciones ( )
porenvidia ( ), [Temstocles] se vio forzado a causarles molestias
(), recordndoles muchas veces sus propios logros y dijo a los que
se vean moles-tados (): Por qu os fastidiis () disfrutando ( -)
muchas veces de las mismas cosas? (Temstocles 22.1)19.
Plutarco establece aqu un juego de ironas entre la forma en la
que elpueblo ( ) se vea beneficiado por Temstocles y la forma en la
que perci-ba dichos beneficios como un fastidio, a causa de la
envidia. Plutarco contina conla irona inmediatamente despus: Tambin
molest a la multitud al construir eltemplo de rtemis ( -: 22.2)20.
En Nicias 11.2 (el mismo captulo en el que se refieren los hechos
de laposible condena a ostracismo) se apela a un estilo irnico
similar para explicar por quel pueblo tena intencin de castigar a
Nicias: Muchas veces ya haba sido molesto() al oponerse a los
deseos de stos [i. e., los atenienses] y forzarlos (-) contra su
voluntad a lo que corresponda21.
En la Vida de Alcibades tambin presenciamos un juego de
significados,cuando Plutarco rectifica por medio de una metnoia
(aunque podramos hablar msespecficamente de una anttesis del tipo
no p sino q o ... ...22) los verda-deros motivos por los que el
pueblo decidir el ostracismo de Hiprbolo. Enten-demos que no se
trata solamente de una correctio inocente, sino que, al suministrar
allector las dos posibles interpretaciones ( y ), la negacin de la
propuestadescartada es mucho ms enrgica23:
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19 , - , - (Temstocles 22.1).
20 Ms adelante (29.11) hay tambin un juego irnico acerca del
ostracismo de Temstocles.La reflexin del general ateniense luego de
su exilio es una paradoja: , , . (oh, hijos, estaramos destruidos
si no hubiramos sido destruidos antes) . La ancdo-ta aparece tambin
en De exilio 602a y en Regum et imperatorum apophthegmata 185, De
Alexandri magnifortuna aut virtute 328f, dando cuenta de las
comodidades a las que haba accedido fuera de Atenas.
21 (Nicias 11.2).
22 Cf. Lausberg et al. (1998: 787-807), Garavelli (2000: 277-8),
Penas Ibez (2009: 183).23 La anttesis no p sino q implica, por un
lado, un fenmeno polifnico, pues se introduce
en el discurso una opinin contraria a la propia para luego
desestimarla y, por otro, genera un efectoenftico, dado que cobra
aun mayor fuerza la propia propuesta, en contraste con la otra.
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Iban a aplicar el ostracismo con el que (13.6) abatiendo ()
siempre alque sobresale (), de entre los ciudadanos, por fama y
poder ( ), lo destierran, mitigando () la envidia () ms queel miedo
() (Alcibades 13.6)24.
Hacia el final del captulo 11 de la Vida de Nicias vuelve a
aparecer una iro-na acerca de los significados asociados al
ostracismo, en este caso, el de Hiprbolo:
Momentneamente esto proporcion al pueblo placer () y risa (),mas
luego se enfadaron (), porque consideraron que esta prctica (i.
e.,el ostracismo) se vio burlada, al estar dirigida a un hombre
indigno; pues conside-raban que el castigo comportaba cierta
dignidad () y que para Tucdides yArstides y otros similares el
ostracismo era ms un castigo, mas para Hiprbolo erauna honra () y
un motivo de jactancia, si a causa de su depravacin ()sufra (25)
las mismas cosas que los mejores, como ha dicho acerca de l enalgn
lugar el cmico Platn: Ciertamente, ha pagado cosas dignas de su
carcter,mas indignas de sus estigmas; pues el ostracismo no se
invent a causa de este tipo dehombres. Y despus de Hiprbolo ninguno
ms recibi el ostracismo, sino que l fueel ltimo, y el primero fue
Hiparco de Colargo, familiar del tirano26 (Nicias 11.6-8).
Primero, observamos el juego de sentidos opuestos entre la
manera en la queel pueblo conceba el ostracismo en un primer
momento (, ) y despus(), lo que nos habla de las oscilaciones
conceptuales en torno al fen-meno social que involucraba la
decisin. Luego, volvemos a encontrar el procedi-miento de la irona:
para Hiprbolo, un hombre vil, el castigo es en realidad un
bene-ficio (), en la medida en que lo iguala a otros personajes
destacados que tambinlo han recibido y el sufrimiento que conlleva
() no es tal.
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, (Alcibades 13.6).25 Es verdad que el verbo podra ser traducido
simplemente como experimentar,
sin la connotacin negativa; sin embargo, entendemos que en este
pasaje Plutarco est utilizando elsentido asociado al padecimiento y
hasta el sentido restringido en contexto legal de sufrir un
castigo(cf. LSJ: suffer punishment, pay the penalty) para resaltar
la irona del pasaje.
26 , , , , , , (fr. 187 CAF I 654) , / / . , , , (Nicias
11.6-8). Cf. Tucdides 8. 73.3, quien expresa una idea similar
acerca de la vileza deHiprbolo, aunque no encontramos en l el tono
irnico que emplea aqu Plutarco.
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Por ltimo, nos interesa mencionar un grupo de biografas en las
que el nfa-sis est claramente puesto en la incidencia de la
retrica, en donde tambin se advier-te, desde luego, la dimensin
discursiva de la prctica del ostracismo, bajo la formade la
manipulacin a la que es sometido el pueblo en el momento de
decidir.
En la biografa de Alcibades que acabamos de mencionar, Plutarco
sealacon toda claridad el accionar persuasivo de su protagonista:
como se saba que el ostra-cismo poda recaer sobre Nicias, Hiprbolo
o el propio Alcibades, este ltimodespliega sus armas persuasivas:
concilia a las facciones enemistadas ( : 13.7.2), dialoga con
Nicias ( : 13.7.3) y tuerce el resultado hacia Hiprbolo ( - :
13.7.4)27. En la Vida de Nicias (11), dondetambin se relata este
episodio, Plutarco explica cmo el pueblo fue manipulado( : 11.3),
al punto de que llega a arrepentirse un tiempo despus dela
concrecin del ostracismo, idea que tambin aparece en Arstides
7.
Por su parte, en la biografa de Pericles, Plutarco nos muestra
una imagende la multitud como voluble y manipulable; as se explica
el ostracismo de Cimn(Pericles 9), quien en principio no lo mereca:
Pericles ejerce su influencia populistay convence a la masa de la
decisin. En palabras de Plutarco, el pueblo es condu-cido por
Pericles (: 9.1.5), malacostumbrado ( :9.1.6), sobornado (: 9.3.3)
y usado (: 9.3.3), lo que logra noslo con medios econmicos, sino
tambin con el empleo de la retrica. Sobre elloes muy elocuente una
ancdota narrada en el captulo 8: cuando se le pregunt aTucdides (el
poltico hijo de Melesias) quin era mejor luchador, si l o
Pericles,ste responde que Pericles es mejor: porque cuando lo
derribo en la lucha, aqul,negando que cay, vence y convence a los
que estn mirando (... - , , : 8.5.7). En definitiva: tan grande era
el poder de Pericles entre el pueblo( : 9.5.9)28.
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27 Plutarco refiere inmediatamente otra versin en la que
igualmente Alcibades hace uso desu poder retrico: , , , (13.9). La
astucia de Alciba-des en materia discursiva es un elemento
continuamente presente en la biografa dePlutarco, de modo
queasistimos aqu aun ejemplo ms de su afn manipulador.Cf. por
ejemplo Verdegem(2010) y Silva (2011).
28 Para el anlisis de la relacin de Pericles con el pueblo, cf.
por ejemplo Fornara & Samons(1991: 69-60), Stadter (1989: 112
ss.), Sad (2005: 14 ss.) y Pbarthe (2010). Dice Sad (2005: 14):
Inthe Life of Pericles the people is systematically identified with
the : it has only desires(), impulses (), passions (), or desire
(). The emphasis on its anger (or ) and the allusions to its
foolishness ( or ) point to the same direc-tion. Acerca de la
importancia de la retrica en la Vida de Pericles, cf. Stadter
(1987).
-
En el ostracismo de Arstides, como ya sealamos, tambin juega un
papelfundamental el abuso del discurso persuasivo, dado que al
motivo bsico de la envi-dia se aaden los rumores que Temstocles
haba divulgado en su contra ( - : 7.1): lo acusaba, por un lado,
deanular los tribunales, siendo l quien juzgaba y sentenciaba todo
( ) y, por otro, de estar preparando unamonarqua ( ). Los rumo-res
surtieron efecto entre la multitud, que decide su ostracismo,
producto del malestargenerado ().
CONCLUSIONES
Hemos visto de qu modo Plutarco plasma una visin de conjunto del
ostra-cismo a lo largo de todas sus biografas, repitiendo conceptos
como un Leitmotiv(frases y trminos de manera literal, tales como ,
, , ,, , , , , , etc.) ycomplementando lo dicho en algunas
biografas con lo dicho en otras (y tambin,como deca Beneker,
complementando los aspectos de su reflexin terica con loscasos
puntuales, prcticos, de los ostracismos narrados). De este modo,
nos transmi-te una idea bastante clara de su visin acerca del tema,
esto es, el ostracismo tienesu origen en la envidia que generan en
el pueblo aquellos que se destacan en algnmbito de la vida pblica,
concepcin que puede ser rastreada en otras fuentes de laantigedad,
tal como fuimos sealando oportunamente. Pero con esta idea
generalse desprende otra conclusin, que, a nuestro criterio, es la
que Plutarco desea comu-nicar como enseanza moral a sus lectores:
las tergiversaciones discursivas a las quese ven sometidas las
prcticas polticas de corte popular. Si se nos permite parafra-sear
al Filsofo, ostracismo se dice para Plutarco de muchas maneras,
distorsinlingstica que el bigrafo ha sabido expresar con maestra
literaria, dado que nosha advertido, por un lado, sobre las
mentiras retricas que llevan en la prctica apersuadir al pueblo a
la hora de decidir y, por otro, nos ha mostrado (y explicado)la
manera equvoca con la que se ha querido describir el castigo de
ostracismo. Eneste sentido, Plutarco, en tanto moralista y rhtor a
la vez, explota al mximo la poten-cialidad de su propio discurso
historiogrfico, para expresar con precisin los sinuo-sos artificios
lingsticos en los que se cae a la hora de tratar el tema del
ostracismo,para, de este modo, desenmascarar no slo las trampas de
la democracia ateniense sinotambin las trampas en las que pueden
caer sus lectores contemporneos, si no sonadvertidos de la
importancia de reflexionar respecto de las maneras en las que
ellenguaje puede contribuir con la confusin de los fenmenos
histricos, en lugarde favorecer su esclarecimiento.
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