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Un Mesas poderoso jefe militar, similar al rey David, que
liberase al pueblo judo de la esclavitud de los romanos era la
aspiracin de
todos, incluyendo a los mismos discpulos de Jess.
En el captulo 9 del evangelio de San Lucas encontramos cinco
lecciones que los apstoles recibieron, antes de emprender el
definitivo viaje a Jerusaln.
Estas enseanzas buscaban hacerles entender que Jess no era el
Mesas que ellos estaban esperando. En lugar de un orgulloso jefe,
Dios les haba enviado un humilde lder.
El jefe inspira miedo el lder entusiasmo. El jefe dice Yo; el
lder dice Nosotros. El jefe dice Vayan; el lder dice Vamos. l jefe
sabe cmo se hace; el lder ensea cmo se Hace. Al jefe se le sigue
buscando recompensas; al lder por motivaciones profundas.
Antes de la batalla de Maratn en la que los atenienses vencieron
a los persas. El general persa Mardonio le pregunt a un soldado
desertor: Por qu los griegos no se hacen presentes en el campo de
Batalla? Y el soldado le contest: Estn compitiendo en los juegos
que se celebran en la ciudad de Olimpia. Y que reciben de premio
los triunfadores? Pregunt de nuevo Mardonio. Una corona de olivo le
respondi el soldado.
Desgraciados de nosotros dijo entonces un oficial persa. Nos
tocar combatir contra unos hombres no movidos por el dinero sino
por el honor.
Jess buscaba en sus apstoles las mismas virtudes que a l lo
distinguan como Mesas. Deseaba por lo tanto que fuesen: austeros,
generosos, orantes, humildes, tolerantes y pacientes.
Estarn nuestros hijos y alumnos siendo formados como autnticos
lideres?. Cmo lograrlo?
No. 167
Convoc a los Doce y les dio poder y autoridad sobre todos los
demonios y para sanar enfermedades .Y los
envi a proclamar el reino de Dios y a sanar enfermos.Lucas
9,1-2
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EVANGELIO DE SAN LUCASCAPITULO 9
EL SALON DE LA ENSEANZAEDITORIAL
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Como caa la tarde, los Doce se acercaron a decirle: Despide a la
gente para que vayan a los pueblos y campos de los alrededores y
busquen hospedaje y comida porque aqu estamos en un lugar
despoblado. Les contest; Denle ustedes de comer. Ellos contestaron:
No tenemos ms que cinco panes y dos pescados.Los varones eran unos
cinco mil..Entonces tom los cinco panes y los dos pescados, alz la
vista al cielo, los bendijo, los parti y se los fue dando a los
discpulos para que se los sirvieran a la gente.Lucas
9,12-13-14.16
Segn los estudiosos de los evangelios el milagro de la
multiplicacin de los panes y los peces no consisti en que Jess los
hubiese sacado de una canasta sin fondo. El milagro se dio cuando
todos con generosidad, siguiendo
el ejemplo de los apstoles, compartieron lo poco o mucho que
tenan para comer en el fondo de sus bolsas.Tan impactante fue este
milagro de generosidad que mereci ser resaltado en los cuatro
evangelios.
Ms de cinco mil personas satisfechas y doce canastos de sobras
fueron la demostracin ms clara de lo que se logra con la
generosidad.
El marqus de Lafayette fue un aristcrata que colabor
decididamente en la guerra de independencia de los Estados Unidos.
Cuando regres a Francia previ que la siguiente cosecha de trigo
sera muy pobre.
Orden entonces llenar al tope sus graneros de trigo. Cuando
ocurri lo previsto, el grano escase y el precio subi
considerablemente.
Uno de sus administradores le dijo entonces: Marqus es hora de
vender y Lafayette le contesto: No, es hora de dar.
Alguna vez he experimentado en mi vida el milagro de la
generosidad?
LIGEROS DE EQUIPAJE
Les dijo: No lleven nada para el camino: ni bastn, ni alforja,
ni pan ni dinero, ni dos tnicas.
Lucas 9, 3-
A la vida humana se le compara con un camino que se puede
recorrer ms fcilmente eliminando de nuestros hombros las cargas
innecesarias.
Para un hombre austero todo lo que sobrepase las exigencias de
una vida digna se convierte en un estorboso lastre que le impide
caminar con libertad. Buscando comodidades nunca sacrifica su
felicidad.
La invitacin a ser austeros que Jess le hizo a sus discpulos es
vlida para cada uno de nosotros.
Unos minutos antes de beber la mortal cicuta que le caus la
muerte a Scrates, uno de sus discpulos para que muriese de una
manera distinguida lo cubri con su valioso manto.
Scrates rechaz ste ofrecimiento mientras deca: Siempre he sido
un hombre austero. Por favor cubridme con mi viejo y rado manto. Si
me sirvi para vivir honradamente, me servir para morir dignamente.
No estar yo sobrecargado de cosas innecesarias que me impiden ser
feliz?Porqu no las elimino?
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Tom a Pedro, Juan y Santiago y subi a una montaa a orar.
Mientras oraba, su rostro cambi de aspecto y su ropa resplandeca de
blancura.Y se escuch una voz que
deca desde la nube: Este es mi Hijo elegido. Escchenlo.
Lucas 9,28-29.35
A Dios lo estamos experimentando a cada instante, pero no
tomamos conciencia de ello, sino en los momentos de oracin. De ah
la importancia de aprender a orar. Quien ora logra tomar conciencia
de un Padre que lo crea, de un Hijo que lo salva y de un Espritu
Santo que lo habita y todo esto de una manera continua.
Esos tres verbos: crear, salvar y habitar permiten al orante
transparentar el Dios que vive en su interior.
Jess deseaba que sus discpulos fueran personas transparentes y
por eso les enseaba continuamente a orar.
Alguna vez un arquitecto ofreci al filsofo Platn sus servicios.
Le dijo poda construirle una casa tan privada que nadie pudiera ver
su interior. Platn le contest: Te pagar el doble de lo que me pides
si me construyes una casa transparente , en la que todos puedan ver
lo que pasa en sus habitaciones.
Me gustara aprender a orar para ser una persona
transparente?
TRANSPARENCIA LA MANZANA DE LA DISCORDIA.
Surgi una discusin entre ellos sobre quin era el ms grande .Jess
sabiendo lo que
pensaban, acerc un nio, lo coloc junto a si y les dijoEl ms
pequeo de todos ustedes,
se es el mayor.Lucas 9,46-47-48
Tan fuerte es el influjo de la ambicin y la soberbia que ni
siquiera el grupo de personas ms allegadas a Jess se vio libre de
ella.
El pretender ser el ms grande en ese reino terrenal que todos
esperaban, llev a los apstoles a una fuerte rivalidad que puso en
peligro la unidad del grupo. Mediante una parbola en vivo, como fue
poner como ejemplo a un nio, Jess les ense que en su reino el ms
grande era el ms pequeo.
Un relato mitolgico nos dice que al matrimonio de Tetis y Peleo
fueron invitados todo los dioses menos la diosa Discordia Tan
enfadada qued por no haber sido tenida en cuenta que jur vengarse.
El da de la boda se present con una manzana de oro la que dej sobre
una mesa acompaada de esta nota: Para la ms hermosa Al ver la
manzana tres diosas a saber Hera, Afrodita y Atenea por creerse
cada una la mas bella empezaron a pelear por la manzana.
Esta rivalidad dio origen a un conflicto que termin convertido
en la clebre guerra de Troya
Qu resultados he obtenido cuando llevado de mi soberbia he
pretendido ser el ms grande?
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Despus de haberles dado a sus discpulos lecciones de austeridad,
generosidad, oracin y humildad, faltaba la enseanza de la
tolerancia y la paciencia.
La oportunidad se present cuando Juan y Santiago llamados tambin
los hijos del trueno llevados de su carcter violento e intolerante
pidieron permiso para borrar del mapa una aldea samaritana que no
quiso dar alojamiento a Jess.
Tan descabellada peticin mereci del Seor la ms fuerte
reprensin.
El mismo regao que recibieron esos dos apstoles lo merecemos
tambin nosotros cuando deseamos eliminar a quien consideramos
enemigo por pensar distinto.
Si no existiesen enemigos no existiran guerras. La clave para
alcanzar entonces la paz ser terminar con los enemigos.
Pero esto no se logra con violencia y armas sino con tolerancia
y paciencia.
El clebre Abrahn Lincoln era fuertemente criticado por la forma
respetuosa como trataba a sus adversarios. Alguna vez uno de sus ms
fuertes contradictores le pregunt: cmo piensas acabar con tus
enemigos? Y Lincoln le respondi : Acabar con mis enemigos
convirtindolos en mis amigos.
Qu resultados lograra si a mis enemigos los convirtiese en mis
amigos?
COMO TERMINAR CON LOS ENEMIGOS
Emprendi decidido el viaje hacia Jerusaln y envi por delante
unos mensajeros. Ellos fueron y entraron en un pueblo de
samaritanos para prepararle alojamiento.
Pero stos no lo recibieron porque se diriga a Jerusaln. Al ver
esto, Juan y Santiago, sus discpulos, dijeron: Seor Quieres que
mandemos que caiga un rayo del cielo y
acabe con ellos? l se volvi y los reprendiLucas
9,51-52-53-54-55