HÍGADO TRASTORNOS Hígado se encuentra alojado casi en su totalidad debajo de la cúpula diafragmática derecha de tal modo que su cara anterior se encuentra protegida por las últimas costillas del hemitorax derecho y su borde inferior apenas sobresale por debajo del reborde costal del mismo lado. También desempeña múltiples funciones incluidas, las de síntesis almacenamiento y desintoxicación del organismo. Trastornos de Hígado Absceso hepático. Cirrosis Hepatitis vírica Hepatitis A Hepatitis B Hepatitis C Hepatitis D Tumores hepáticos
trastornos que sufre el organo mas importante de nuestro cuerpo el higado
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HÍGADO TRASTORNOS
Hígado se encuentra alojado casi en su totalidad debajo de la cúpula diafragmática derecha de
tal modo que su cara anterior se encuentra protegida por las últimas costillas del hemitorax
derecho y su borde inferior apenas sobresale por debajo del reborde costal del mismo lado.
También desempeña múltiples funciones incluidas, las de síntesis almacenamiento y
desintoxicación del organismo.
Trastornos de Hígado
Absceso hepático.
Cirrosis
Hepatitis vírica
Hepatitis A
Hepatitis B
Hepatitis C
Hepatitis D
Tumores hepáticos
Pruebas de Diagnostico
1. Mediante la palpación y percusión se analizara el dolor su localidad intensidad
características y tamaño del hígado.
2. Pruebas de funcionalismo hepático y valoración que se observan con frecuencia en los
trastornos hepáticos.
3. Están elevados los niveles de bilirrubinas en sangre y orina.
4. Urobilinogeno en orina esta elevado en la ictericia.
5. Mientras que esta disminuido de una forma notable en la obstrucción completa.
6. El urobilinogeno fecal esta disminuido en la ictericia hepátocelular ; y en la ictericia
obstructiva.
7. La fosfatasa alcalina de suero está aumentada en la ictericia obstructiva y cuando existe
metástasis hepática.
ABCESO HEPATICO
Pueden aparecer abscesos hepáticos como complicación secundaria de una infección
localizada en cualquier zona del organismo. Los organismos causales pueden ser bacterias,
generalmente de origen intestinal (p. ej., Escherichia coli), así como hongos o parási tos. Una
causa frecuente de abscesos hepáticos es la amebiasis producida por la Entamoeba histolytica.
Signos y síntomas
Fiebre alta, ictericia, dolor en el hipocondrio derecho, mal estado general y hepatomegalia
(aumento del tamaño del hígado). Estado tóxico grave.
Antecedentes de viajes a zonas donde exista amebiasis endémica.
Tratamiento
Se deben escoger antibióticos específicos para el organismo causal.
En los abscesos amebianos, el fármaco de elección es el metronidazol.
Muchas veces debe realizarse un drenaje quirúrgico del absceso, mediante catéter percutáneo
introducido bajo control con ecografía o tomografía computada.
CIRROCIS
La cirrosis es una enfermedad crónica del hígado caracterizada por la destrucción del tejido
normal y su sustitución por tejido conectivo (cicatricial) que lo divide en nódulos. Constituye
una de las principales causas de muerte en el grupo de edad de 25 a 65 años. Las secuelas
habituales son la hipertensión, que ocasiona la formación de varices esofágicas, hemorroides,
hepatomegalia, esplenomegalia y otros síntomas. La cirrosis suele ser consecuencia de los
efectos tóxicos producidos por la ingesta de alcohol, aunque su etiología también puede
corresponder a déficit nutricional, intoxicaciones, hepatitis y obstrucción biliar. En muchos
casos se desconoce la causa.
TRATAMIENTO
Aplíquese tratamiento a las varices esofágicas y a la hemorragia digestiva en caso de
que aparezcan.
HEPATITIS VIRICA
En la hepatitis vírica, la inflamación del hígado que ocasiona la lesión celular y su posible
necrosis está producida por virus de distinto tipo. Hasta hace poco se hablaba de hepatitis A,
hepatitis B y hepatitis no A no B, pero en la actualidad ya se conocen cinco virus con
preferencia específica por el hígado (virus hepatotropos), cada uno de los cuales dan nombre,
un tipo de hepatitis vírica.
LA HEPATITIS A. Denominada también hepatitis infecciosa está producida por el virus
de la hepatitis A (VHA). En general se transmite por vía fecal-oral, ya sea por
mecanismos directos o indirectos (contaminación de alimentos y agua). Es una
enfermedad casi exclusiva de la infancia, puede provocar brotes epidémicos y suele ser
más leve que la hepatitis B. Tiene un período de incubación de dos a seis semanas.
HEPATITIS B conocida como hepatitis sérica, está producida por el virus de la hepatitis
B (VHB). Se transmite casi siempre por vía parenteral, mediante el contacto o la
exposición a sangre o derivados procedentes de personas ya infectadas, pero se puede
propagar mediante exposición a cualquier secreción del organismo, incluidos la saliva, la
leche materna y las secreciones sexuales (se considera una enfermedad de transmisión
sexual). Tienen un riesgo particular de contagio el personal sanitario que manipula
productos sanguíneos; los individuos a los que se les practican transfusiones sanguíneas,
sobre todo los hemofílicos y las personas sometidas a hemodiálisis; los drogadictos que se
administran el tóxico por vía parenteral; las personas que practican sexo sin utilizar
preservativo; los familiares de portadores y recién nacidos de madres con HBsAg
positivo. Se trata de una infección más grave que la hepatitis A, y tiene un período de
incubación más largo, de uno a seis meses. Los individuos infectados pueden ser
portadores crónicos del virus sin tener sintomatología de la enfermedad. En un 10 % de
los casos, la hepatitis B aguda se transforma en hepatitis crónica, con tendencia a la
cirrosis y con riesgo de aparición de cáncer de hígado.
HEPATITIS C.- está producida por el virus de la hepatitis C (VHC). Tiene las mismas
vías de transmisión que la hepatitis B, principalmente la parenteral, con un período de in-
cubación probable de dos a quince semanas. Presenta una elevada tendencia a la cronici-
dad y constituye un factor de riesgo para la -cirrosis hepática y el cáncer de hígado.
HEPATITIS C.- está producida por el virus de la hepatitis D (VHD) o agente delta.
Tiene las mismas vías de transmisión que la hepatitis B y sólo provoca la infección en
individuos previamente infectados por el VHB. Tiene un período de incubación de dos a
cinco-seis meses y suele causar cuadros graves, especialmente en pacientes con hepatitis
B crónica o portadores sanos de la hepatitis B, con tendencia a la cronicidad.
LA HEPATITIS E, está producida por el virus de la hepatitis E (VHE) Tiene las mismas
vías de transmisión que la hepatitis A; es decir, fecal-oral.
OBSERVACIONES
La evolución del trastorno varía en función del tipo de hepatitis y el estado del enfermo.
La mayor parte de las personas se restablecen sin que apenas queden lesiones residuales, si
bien, como se ha dicho, algunos individuos presentan una progresión hacia una hepatitis
crónica, o incluso puede producirse una hepatitis aguda fulminante con necrosis masiva letal.
El cuadro clínico es muy variable, ya que puede ir desde la ausencia de síntomas
(hepatitis inaparente hasta una enfermedad fulminante capaz de producir la muerte en
pocos días.
SÍNTOMAS Y SIGNOS.
Antes de que aparezca la ictericia:
Malestar general, debilidad, fatiga inexplicable y dolor muscular.
Síntomas del tracto respiratorio superior, dolor de cabeza y fiebre.
Anorexia grave, náuseas y vómitos, diarrea o estreñimiento.
En el individuo fumador es típica la aversión por los cigarrillos.
Ligero dolor abdominal, a veces constante, en el cuadrante superior o epigastrio derecho.
Coloración oscura de la orina y deposiciones de color arcilloso poco antes de que aparezca
la ictericia.
FASE ICTÉRICA:
La ictericia suele aparece entre el quinto y el décimo día, pero puede manifestarse antes.
En un elevado porcentaje de los casos no aparece ictericia (hepatitis anictérica).
Los síntomas digestivos pueden disminuir.
Aumento del tamaño del hígado y dolor, que pueden hacer que la persona afectada tenga una
sensación incómoda de plenitud en el cuadrante superior derecho.
Si la hepatitis es grave, se puede hallar cual quiera de los síntomas que se citan en la tabla 3.
FASE DE RECUPERACIÓN Y CONVALECENCIA:
Para que desaparezcan gradualmente, los síntomas se pueden necesitar el transcurso de varias
semanas o meses. Gradualmente se normaliza la coloración de orina y heces, y la persona
recupera la sensación de bienestar, pero la recuperación clínica total suele requerir unos seis
meses.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS HABITUALES
• Entre las pruebas hepáticas se incluyen los test para detectar anticuerpos contra los diversos
virus de la hepatitis y los antígenos en el suero.
1. HEPATITIS A
En una fase precoz se puede detectar la presencia de anticuerpos anti virus de la hepatitis A
(anti-VHAj de tipo IgM, que indican infección actual. Los anticuerpos anti VHA tipo IgG
indican que ya se ha padecido la infección.
2. HEPATITIS B
a. El antígeno de superficie de la hepatitis B (HBsAg) aparece enseguida, pero comienza
a disminuir durante la fase de curación; no obstante, permanece positivo en las
hepatitis crónicas y los portadores sanos. Se considera que la persona afectada puede
contagiar la infección mientras se detecte HBsAg.
b. Los anticuerpos contra el antígeno de superficie del VHB (anti-HBs] surgen
después del restablecimiento y, en general, suelen indicar una infección ya
pasada.
c. Los anticuerpos contra el core del virus la hepatitis B (anti-HBc) se pueden detectar en
el suero durante la fase de restablecimiento, cuando los niveles de HB sA-g son
demasiado bajos para ser detectados tanto en los portadores como en aquellas
personas que padecen una hepatitis crónica.
d. Los antígenos e del virus B asociados al core (HBeAg) indican que la infección está
activa.
e. Los anticuerpos contra el antígeno e (anti-HBe) indican ausencia de infección activa
3. Hepatitis C
Los anticuerpos anti-VHC indican infección, ya sea aguda o crónica.
4. Hepatitis D
a. El antígeno del virus de la hepatitis D o antígeno delta (HDAg) se detecta durante
la fase inicial de la infección.
b. Los anticuerpos antí -HD se detectan en infecciones agudas y en las crónicas.
Profilaxis
Hepatitis A
Se administra inmunoglobina humana inespecífica (todos los preparados disponen de
anticuerpos contra el VHA):
a. En individuos que viajen a áreas de alto riesgo, antes de la exposición.
b. Tras la exposición a familiares y contactos sexuales, a los residentes y al personal de
instituciones penitenciarias; opcional tras un pechazo accidental con una aguja usada en
una persona que puede presentar una hepatitis A.
Hepatitis B
1. Se administra gammaglobulina específica:
a. En personas incluidas en los grupos de riesgo anteriormente citados que carecen de
marcadores serológicos de la hepatitis B antes de una eventual exposición, especialmente
a las personas y al personal de los servicios de hemodiálisis y en general a todo el personal
sanitario y de instituciones cerradas con riesgo de contagio, en el caso de que fracasen
otras medidas de control de infección.
b. inmediatamente después de la exposición si se ha tenido contacto accidental con la
sangre probablemente HB8Ag positiva o contacto sexual y en recientes nacidos hijos de
madres portadoras.
2. Se administra vacuna contra la hepatitis B:
a. Inmediatamente después de una exposición a sangre HBsAg positiva, con una inyección de
refuerzo al cabo de un mes.
b. Tras el nacimiento en hijos de madres HBsAg positiva, con las correspondientes dosis de
refuerzo al cabo de uno y seis meses.
c. En personas que pertenecen a los grupos de riesgo citados anteriormente y a todo el
personal sanitario.
d. Según la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, todas aquellas personas
incluidas en la siguiente relación presentan un elevado riesgo de infección por el VHB, por lo
que se recomienda encarecidamente la vacunación:
Personas que tienen contactos íntimos o convivientes de portadores de HbsAg.
Residentes y trabajadores en instituciones para disminuidos mentales.
Reclusos y personal de instituciones penitenciarias.
Homosexuales y heterosexuales con múltiples contactos.
Personas con ETS de repetición y sus parejas.
Personas con hepatopatías crónicas, incluida hepatitis C.
Personas que viajan a países endémicos por más de 6 meses, o por menos tiempo
si prevén tener relaciones sexuales.
Receptores de transfusiones o hemoderivados de manera repetida.
Personas con insuficiencia renal preferentemente en fases iniciales y las que
están en hemodiálisis.
Trabajadores de salud y servicios públicos relacionados. Consumidores de
drogas por vía parenteral.
Parejas sexuales de UDV.
Personas que practican punciones percutáneas (tatuajes, acupuntura, pirsin,
etc.).
Grupos étnicos con elevada prevalencia y emigrantes de zonas de alta endemia.
Hepatitis C
Se administra gammaglobulina inespecífica: inmediatamente después de una exposición
en especial tras una inoculación accidental.
¿Cómo se interpretan los marcadores de hepatitis?
IgM anti
VHA
HBs
Ag
Anti
HBs
Anti
HBc
HBc
Ag
Anti
HBe
Anti
VHC
Anti
VHD
+ Hepatitis aguda A
+ - IgM + - Hepatitis aguda B, muy contagiosa
- - IgM +/- +/- Hepatitis aguda B, período ventana
HBs Ag
- + IgG - +/- Fase de recuperación Hepatitis B
- + - - - Posvacunación/ Falso +/ Infección
muy antigua?
+ - IgG + - Hepatitis crónica B, muy
contagiosa
+ - IgG - + Hepatitis B aguda fase tardía o
Hepatitis crónica poco contagiosa
- - IgG - +/- Estado de portador de HBs Ag en
baja concentración o inferior muy
antigua
+ + + +/- +/- HBs Ag de un subtipo y anti HBs
heterotípico o proceso de
seroconversión
+ Hepatitis C
+ IgM + Coinfección Hepatitis D
+ IgG + Sobreinfección Hepatitis D
PAUTA DE VACUNACIÓN EN ADULTOS
La vacuna de la hepatitis está compuesta por gérmenes enteros, o antígenos excretados por
ellos. Nótese que dichos gérmenes están inactivados por medios físicos o químicos, o bien por
fracciones inmunizantes virales o bacterianas.
Pauta de vacunación habitual de la HB y de la HA+HB, vía de administración
intramuscular región deltoidea:
1.a dosis en la fecha elegida.
2.a dosis un mes después de la primera.
3.a dosis a los 6 meses de la primera.
No son necesarias dosis de recuerdo.
Pauta de vacunación acelerada de la HB, vía de administración intramuscular región
deltoidea:
1.a dosis en la fecha elegida.
2.a dosis un mes después de la primera.
3.a dosis a los 'un mes después de la segunda.
4.a dosis al año de la primera.
Pauta de vacunación de la HB en pacientes con insuficiencia renal, vía de administración
intramuscular región deltoidea:
1.a dosis en la fecha elegida.
2.a dosis un mes después de la primera.
3.a dosis un mes después de la segunda.
4.a dosis a los seis meses de la primera.
Pauta de vacunación de la HA, vía de administración intramuscular región deltoidea:
1.a dosis en la fecha elegida.
2.- dosis de seis meses a un año de la primera.
Pauta de vacunación en niños
La Asociación Española de Pediatría en su última actualización del 2007 establece dos
posibles pautas de vacunación contra la hepatitis B a los hijos de madre con antígeno de
superficie de la hepatitis B (HbsAg):
• Pauta 0-2-6 meses de vacuna frente a hepatitis B en aquellas comunidades que no realizan
cribado de infección por hepatitis B a las gestantes.
• Pauta 2-4-6 meses de vacuna frente a hepatitis B en aquellas comunidades autónomas
que tienen bien implantado un cribado de la infección por hepatitis B a las gestantes.
Entre los 11-12 años debe administrarse una dosis de recuerdo, que suele hacerse en la es-
cuela por los equipos de salud comunitaria.
Si se detecta en la madre el HbsAg, debe administrársele al recién nacido la primera dosis de
la vacuna contra hepatitis B, de forma óptima, antes de las 48 h de vida, además de una dosis
de gammaglobulina.
La vacunación contra la hepatitis A sólo se administra en aquellos niños que viven o viajan a
zonas endémicas.
Esta pauta puede sufrir variaciones en algunas comunidades.
Contraindicaciones de la vacunación
Enfermedad de tipo moderado o severo con o sin fiebre.
Reacción anafiláctica a la vacuna o a alguno de sus componentes. Algunas vacunas de la
hepatitis A, como la fabricada por Berna Biotech (Epaxal®), contiene proteínas de
huevo. Por tanto, su administración está contraindicada en personas que sean alérgicas al
huevo.
La administración de la vacuna de la hepatitis A con una inmunoglobulina estándar no
afecta a la proporción de seroconversiones. No obstante, puede resultar un título más bajo.
El embarazo no contraindica la vacunación.
Consideraciones de enfermería
Son válidas todas las consideraciones de enfermería señaladas en el tratamiento de los
trastornos hepáticos.
En general, se ordena hacer reposo en cama durante la fase aguda, aumentando la
actividad de forma gradual durante la fase de recuperación.
La dieta debe ser la que tolere y prefiera la persona enferma, imponiéndose únicamente
limitación a la ingesta de alcohol como mínimo hasta transcurridos seis meses de la
curación.
No existen medicamentos útiles para curar la hepatitis vírica. El único producto que se
utiliza para tratar la hepatitis grave es el interferón.
Las precauciones que deben tomarse en la hepatitis cuando se requiera la hospitalización se
centran en la prevención de su transmisión.
La persona afectada deberá lavarse las manos concienzudamente, así como también el
personal del hospital y la familia, tanto antes como después del contacto directo con los
enfermos u objetos que están en contacto con sangre, heces u otras secreciones de éstos.
Recuérdese que la hepatitis A se transmite casi siempre por vía fecal-oral.
Aunque las hepatitis B, C y D se transmiten sobre todo a través de la vía parenteral, también
pueden contagiarse a través de la saliva, el semen, las secreciones vaginales o cualquier otra
secreción corporal. El personal de enfermería debe poner
una especial atención para evitar la inoculación accidental mediante el pinchazo
con una aguja.
Evítese la contaminación de la parte exterior de los recipientes que contienen
muestras.
El pronóstico de la hepatitis vírica suele ser favorable, pero la evolución y el período de
recuperación son prolongados, siendo importante que se brinde un adecuado soporte
emocional a la persona afectada. Se debe estimular enérgicamente a los drogodependientes
para que sigan programas de rehabilitación.
TUMORES HEPÁTICOS MALIGNOS
Los tumores malignos hepáticos pueden ser primitivos, aunque son mucho más comunes los
metastásicos, ya que el hígado es el órgano donde se desarrollan con mayor frecuencia focos
secundarios procedentes de neoplasias primitivas de otras localizaciones (p. ej., pulmón,
mama). El tumor primitivo hepático más habitual es el carcinoma hepático o
hepatocarcinoma, seguido por el colangiocarcinoma. El carcinoma primitivo de hígado es
frecuente en determinadas zonas de África y de Oriente. Como factor predisponente a su
desarrollo destaca la cirrosis hepática, tanto la consecuente al alcoholismo como, en especial,
la producida por la hepatitis vírica crónica.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS HABITUALES
Análisis de sangre, con determinación de la alfa-1-fetoproteína.