Hacia Abajo y Al Fondo de La Literatura Argentina

7/25/2019 Hacia Abajo y Al Fondo de La Literatura Argentina

1/21

Hacia abajo y al fondo de la literatura argentina

Por Rodolfo RenziCon agita del mar andaluz

Quise yo enamorartePero t no queras otro amor

Que el del Ro de la Plata.Con la frente marchita, Joaqun Sabina.

La literatura argentina es una de las m s contrastantes, reno!adas "an#bias que se $ueda encontrar en lengua es$a%ola. &otada decaractersticas 'nicas que la diferencian de la me(icana o la $eruana)cu"a raigambre $rehis$ nica es tremenda* o de la cubana )que deforma insu$erable muestra el car cter caribe%o* la cultura que alimenta

a los escritores argentos +como les he odo llamarse a s mismos'ltimamente+ $ermite concebir un ta$iz abigarrado " di!erso. a" dosa$ortaciones que son innegables " que se $ueden tomar comoe(clusi!as de ese es$acio- la creaci n de la literatura gauchesca duranteel siglo /0/, que se deri!a de la cultura de la $am$a, " la literaturafant stica que tu!o sus me1ores e($onentes en el //. Para dar el realceque merece esta literatura, me limitar2 a !er la manera en que durante

el siglo // tu!o su ma"or e($resi n esta dicotoma gauchesca3fant stica.

Como sucede en !arios mbitos, tendra que ser un autor el quereciba su tradici n, la reconozca " la altere de1ando una forma de hacerliteratura ineludible. Pre!isiblemente, me re#ero a Jorge Luis 4orges)567735768* como el heredero de la tradici n gauchesca que, $or mediode algunos trazos, hara un cambio absoluto en la manera de hacer "concebir la literatura. Perteneciente a una casta desa$arecida deestancieros o hacendados argentinos, el autor de El Aleph )5797* 5 sesentira atrado $or la gauchesca a su !uelta de :uro$a, donde $asalgunos a%os cruciales de su formaci n, residiendo en ciudades como

5 Jorge Luis 4orges, Obras Completas , 57;


2/21

=inebra, Se!illa o >adrid. Cercano a gru$os como el ultrasmo o lageneraci n del ?76, el 1o!en Jorge Luis 4orges !i!ira su educaci nsentimental en tertulias frecuentadas $or $olgrafos como RafaelCansinos @ssenz, @lfonso Re"es o Ram n = mez de la Serna. @l mismotiem$o que lea autores de la 2$oca, =.A. Chesterton, Ai$ling, Ste!enson,Lugones o &aro, 4orges traba1ara su $oesa desde la m2trica m se(acta que, 1unto con la fascinaci n $or lo gauchesco, se concretara enlibros como !er"or de #uenos Aires " Cuaderno de $an %artn B en ambos" en un libro en $rosa e(cluido de sus obras com$letas, El lengua&e delos argentinos , hara $atente su a#ci n $or la cultura del meta suburbio,del arrabal, donde la $resencia de lo sal!a1e estara $resente. :sta !isi n

gauchesca se contra$ondra a la cultura de la inmigraci n euro$ea ",es$ecialmente, de la italiana. &escendiente de la cultura inglesa $or$arte de la familia materna, 4orges se siente $oseedor de un mundo deantiguos militares, hombres de honor, que muestra en algunos $oemas.Por otra $arte, la familia del $adre, Jorge =uillermo 4orges )hombre deideas, autor de la no!ela El 'audillo " albacea de una bibliotecaemblem tica*, $ermitir a Jorge Luis ser el mediador de dos

conce$ciones del mundo- el intelectual " el militar. uiz sea el cuento:l sur, que muestra a un $ersona1e, Juan &ahlmann, quien lee un libroen una $ul$era " que es retado $or un gaucho a batirse en duelo, sea elque me1or re$resente esta combinaci n. Su abuelo materno haba sidoaquel Drancisco Dlores, del ; de infantera de lnea, que muri en lafrontera de 4uenos @ires, lanceado $or indios de CatrielB en la dis'ordiade sus dos lina&es , Juan &ahlmann )tal !ez a im$ulso de la sangregerm nica* eligi el de ese ante$asado rom ntico, o de muerterom ntica. ; :l mundo ilustrado, el es$acio donde el hombre no s lo sedebe a una tradici n, sino que $uede as$irar a todas, como escribi4orges, se arraigar en el es$acio donde las 2$icas $am$eras habansido retratadas $or Sarmiento o ern ndez. @simismo, :l hombre de la

; 4orges, op. 'it. $. E;9. Las cursi!as son mas.

;


3/21

esquina rosada )que inicialmente se intitulaba ombres $eleando*e(hibe su a#ci n $or la lengua de los argentinos, $or sus $i#as, sus giroslingFsticos " su ingenio- @ m, tan luego, hablarme del #nado DranciscoReal. < Sin embargo, 4orges no s lo es el eslab n entre dos mundos, sino que$ro$icia un ti$o de literatura que traslada algunas !ertientes del mundoanglosa1 n " del angloamericano, su narrati!a, la cual nunca $as allargo aliento, tambi2n se nutre de la cuentstica de :dgar @llan Poe "=.A. Chesterton- la $arado1a, el absurdo, el c lculo matem tico, lametafsica, los 1uegos algebraicos " una larga lista de elementos trufar nsu literatura $ara dar lugar a una !ersi n fant stica o conce$tual. Gsta

tendra origen en un momento determinado- :ntre el #n de la religi n "el $rinci$io del $sicoan lisis a$arece lo fant stico, se%ala Piglia citandoa Leslie Diedler. Sin embargo, 4orges no se quedara en los terrenos de lofant stico, sino que llegara a los conce$tual, "a que lograra introducirel fen meno fant stico en una realidad a$arente, $ara as retratar lareacci n de sus $ersona1es, situados en un $lano que $odramosdeterminar como real, ante lo enigm tico. La obra borgesiana, donde los

$ersona1es relatan un sue%o, una obsesi n, un trauma, una condici n,como la de la memoria, es el es$acio $ara que la realidad seaconfrontada una " otra !ez. Ho se trata de una literatura $uramentecerebral, sino que es una literatura que describe la forma en que unfen meno cultural transgrede el mbito que nuestra sociedad le haasignado. :n 4orges, "a sea en sus cuentos, en sus $oemas o en susensa"os, est latente la situaci n de un hombre que, guiado $or sulegtima curiosidad, $uede quedar atra$ado en una de lascontradicciones de nuestra realidad. :s lo que sucede con Carlos@rgentino &aneri, $rotagonista del cuento :l @le$h, quien, $or tratarde rendir un homena1e a su fallecida no!ia, 4eatriz Iiterbo, termina en

< 4orges, op. 'it. $.


4/21

los !ericuetos de un $rodigio que im$lica $oder obser!ar todos losob1etos, fsicos " abstractos, del uni!erso $or medio de otro ob1eto-

uiz los dioses no me negaran el hallazgo de una imagenequi!alente, $ero este informe quedara contaminado de

literatura, de falsedad. Por lo dem s, el $roblema central esirresoluble- la enumeraci n, siquiera $arcial, de un con1untoin#nito. :n ese instante gigantesco, he !isto millones de actosdeleitables o atrocesB ninguno me asombr como el hecho de quetodos ocu$aran el mismo $unto, sin su$er$osici n " sintrans$arencia. 9 Ier el ale$h sera, en todo caso, como $resenciar a &ios mismo- su

re!elaci n $odra im$licar la muerte. Pienso en An(tri)n , de Plauto, o el#agha"ad*+ita que han ad!ertido las aciagas consecuencias de este$rodigio. Recordar la situaci n en la que se !e en!uelto Carlos @rgentino&aneri no im$lica una !ersi n $uramente cerebral de la !idaB desde quesomos ni%os la consciencia de lo desconocido, la curiosidad $or saberlotodo, el af n $or querer saber si ha" otra !ida des$u2s de la muerte o ded nde $ro!enimos antes de nacer, son asuntos fascinantes. La literaturaborgesiana se establece en esta l gica tan cercana que $areceraremota. :l hecho de querer transmitir la riqueza de la e($eriencia que$roduce la $arado1a, esa $ausa de la raz n, se $ro"ecta mu" bien en

una obra que da lugar a la literatura como un elemento agitador.:l cuento lKn, qbar, Mrbis ertius $ermite concebir un mundo a

$artir de un !olumen singular de la :nciclo$edia 4rit nica, tal como sesu$one que es la ierra desde la $ers$ecti!a ilustrada o $ositi!ista. :seste !olumen, que quiz nadie m s tenga, o cu"a r2$lica se encuentreen una de las remotas estanteras de una biblioteca en Londres o Praga,lo que $ermite a 4orges urdir una historia que retrate un af n

mallarmeano, que toda la !ida se e($lique $or medio de un libro, $eroN$ara qu2 escribir todo un libro si uno se $uede limitar a hacer una$unte, m s intenso, m s e(actoO

&es!aro laborioso " em$obrecedor el de com$oner !astos librosBel de e($la"ar en quinientas $ ginas una idea cu"a $erfecta

9 4orges, op. 'it. $$. 8;938;E.

9


5/21

e($osici n oral cabe en $ocos minutos. >e1or $rocedimiento essimular que esos libros "a e(isten " ofrecer un resumen, uncomentario. Q > s razonable, m s ine$to, m s harag n, he$referido la escritura de notas sobre libros imaginarios. E :l fen meno que retrata el autor, a la manera de una $olaroid, no

es otro que el misterio que $roducen los libros, el temor a encontrar algo$rohibido, el riesgo a $erder una $ gina $ara siem$re o la alarma de leeralgo que $onga nuestra !ida en $eligro. Ho en balde, $osteriormenteescribi el cuento :l libro de arena, $ro"ecto ambiciossimo, $erobre!e, que inicia con la !isita de un e(tra%o !endedor de libros quienofrece distintas !ersiones de la 4iblia, " donde el narrador se termina$or decantar $or un e(tra%o tomo en el cual 1am s se encontrar dos

!eces la misma $ gina.8

:ste ti$o de cuento que est ba1o nuestra mirada " que nos lle!a a

leer otros libros al mismo tiem$o, e!identemente, nos recuerda lahistoria del ui1ote, $ero, sobre todo, nos lle!a a $ensar en Cide amete4enen1eli, quien es el autor del libro que leemos simult neamente que elotro lector que es Cer!antes )NO* lo est le"endo. @ $esar de que se sabeque a 4orges nunca le deleit lo su#ciente El ngenioso ,idalgo -onQui&ote de la %an'ha , $odemos notar que sus cuentos com$arten muchode esta mirada maliciosa +como dira Calasso+ del fen meno literario. Ladescri$ci n de esta $asi n $or los libros, los manuscritos, los incunables,que 4orges e($lor de una forma tan acertada, " que en alg'n momentosustent que @ntonio @latorre lo $udiese tildar de ?#l logo , es $arte delsistema que leg a la tradici n argentina. :scribir un cuento de las$osibilidades literarias, de1ar un !estigio de la obra que $odraconsumarse a tra!2s de !arios tomos, " que no rebasase las quince

$ ginas, es en esencia lo que conocemos como lo borgiano o loborgesiano.

E 4orges, op. 'it. $. 9;7.8 Parad 1icamente, no $uedo citar las $ gs. de este libro $ues alguien tu!o ladelicadeza de sustraerlo de mi biblioteca.

E


6/21

Simult neamente que se da el fen meno 4orges, en @rgentina ha"una escuela de escritores, herederos de la #gura o#cial que seraLeo$oldo Lugones, autores de academia, estrictos en el uso dellengua1e, como :nrique Larreta )56TE35785*, >anuel >u1ica L inez)575U35769*, :duardo >allea )57U


7/21

son m s el #era, el ru# n, el criminal que est de manerae(ce$cional retratado en algunos tangos. @s que, $or un lado est n losacad2micos, $or otro el =ru$o de Dlorida, com$uesto $or las hermanasSil!ina " Iictoria Mcam$o, Rodolfo =Firaldes, @dolfo 4io" Casares " JorgeLuis 4orges, ", de manera o$onente, el gru$o del barrio de 4oedo,conformado $or Le nidas 4arletta, :las Castelnuo!o, Lorenzo Stanchina" Roberto @rlt, quien tambi2n trataba con el =ru$o de Dlorida.

:n el caso de Roberto @rlt $odemos !er un mundo em$obrecido,donde los !alores de la sociedad argentina "a han dado de s, su no!ela

os siete lo'os )57;7* es un es$acio donde la angustia " la neurosisin!aden la !ida del $ersona1e de :rdosain +quien ha sido acusado de

robar a su $atrones " que, cuando lo han $resionado lo su#ciente,termina $or admitir el delito. La cuesti n $re$onderante en esta est2ticaarltiana es la negaci n $or acomodarse a los !alores de las clases altas,incluso crea el $recedente de retomar elementos que haban sidoutilizados $or autores como D2dor &ostoie!sV" o Charles 4audelaire,quienes haban hecho de la amoralidad una suerte de est2tica. Ho nos$odemos $ri!ar de citar el di logo que mantiene :rdosain con aWner,

un $ro(eneta, quien $rete(ta " 1usti#ca su labor-+Xo estaba celoso. NSabe usted lo que es estar celoso de una mu1erque se acuesta con todosO NX sabe usted la emoci n del $rimeralmuerzo que $aga ella con $lata del mish2O NSe imagina lafelicidad de comer con los tenedores cruzados, mientras el mozolos mira a usted " a ella sabiendo quienes sonO Q :so es mu"lindo, amigo, cuando se hace la carrera. X ella es la que se$reocu$a de que usted se consiga otra mu1er $ara que la e($lote,ella es la que trae a su casa diciendo- !amos a ser cu%adas, ellaes la que la !area a la $rimera $ara que le!ante 'nicamente!ia1es $ara usted, " cuanto m s tmido " !ergonzoso es usted,m s goza ella en destruir sus escr'$ulos, en hundirlo en la basura," de $rontoQ cuando menos se acuerda se encuentra enterradohasta los $elos en el barroQ T

:s e!idente que el argumento, la e($resi n de los $ersona1es " la$ostura 2tica, son claramente cuestionables desde una $ers$ecti!a

T Roberto @rlt, os siete lo'os , Losada, $$. 86387.

T


8/21

con!encional. @rlt no cuestiona moralmente a los $ersona1es, los retrata" los de1a re$resentar su $ro$ia esencia, cosa que les da una libertad "una es$ontaneidad que no tiene la literatura que res$onde almanierismo. Si la literatura haba de1ado la con!enci n de que deba serun modelo de com$ortamiento desde mediados del siglo /0/ en :uro$a,en @m2rica a'n $ersegua alguna labor edi#cante. :l mundo que retrata@rlt es un es$acio !edado $ara las clases altas, " que se corres$onda$rofundamente con el mundo del tango. :ste g2nero que tu!o entre susme1ores e($onentes a $oetas como omero >anzi, :nrique Santos&isc2$olo, @nbal roilo, Carlos =ardel, ugo del Carril, Ms!aldo Pugliese,etc.. Por su $arte, tambi2n tena un lugar $rotag nico el lunfardo, la !oz

del barrio, del suburbio a donde se ha en!iado a la gente $obre, "a queeste 'al) toma $re$onderancia como en los tangos que incor$oranhistorias a sus melodas. Ho es fortuito que el $rimer tango canci nha"a sido >i noche triste )m'sica de Samuel Castriota " letra dePascual Contursi*, donde el $ersona1e se duele del abandono de unamu1er que lo ha de1ado $or alguien de me1or $osici n social. &e hecho,el tango establece una l gica que tiene que !enir del ba1o3fondo, del

traba1ador que se atilda $ara ir a tomar una co$a a un sal n donde losbacanes ocu$an las me1ores mesas 1unto a la $ista, " tienen trato conlas me1ores 'o'ottes . Ho es el bac n o el acaudalado el que canta )el$lacer " la alegra son silentes* sino el gaucho, el com$adrito +hombreordinario+ o el tanguero, quienes inter$retan un treno $or el abandonode una mu1er que no su$o !alorar la $ureza de su amor. Mtro de lost $icos del tango es la !uelta del hombre desenga%ado que, ale($erimentar una buena racha econ mica o el 2(ito social, alza el !uelool!id ndose de sus orgenes, de su hogar ", sobre todo, de la !ie1a, lamadre que siem$re ser incondicional. Pero que, des$u2s, alencontrarse Cuesta aba1o, al re$arar que el buen tiem$o se ha idoreconoce sus errores. Ho es e(tra%o que nos baste citar dos tangos de&isc2$olo $ara mostrar el es$ritu de este g2nero- :sta noche me

6


9/21

emborracho, que canta la nostalgia que in!ade al cantor al sufrir losremordimientos $or su negligencia- QX $ensar que hace diez a%os Yfuemi locura Yque llegu2 hasta la traici n Y$or su hermosura Yque esto queho" es un casca1o Yfue la dulce metedura Ydonde "o $erd el honor YquechiZao $or su belleza Yle quit2 el $an a la !ie1a, " Xira, Xira, queretrata la mezquindad de los com$a%eros, la miseria del mundo " lossinsabores de una sociedad que se cierra a las almas buenas " se abre aquien sabe com$ortarse como un o$ortunista o un a$ro!echadoB " que,adem s, en esta letra $odemos encontrar una imagen un tanto futuristaque se%ala- Cuando est2n secas las $ilas Yde todos los timbres Yque !osa$ret sQ, lo cual introduce al escucha en un $resente que, entre m s

$r (imo, su $unzada es ma"or. Dinalmente, son este ti$o de historias lasque retrata @rlt, donde la lengua del barrio, los t2rminos que e(clu"en ala 2lite, reluzcan " doten de un ambiente $articular- bac n )rico*,male!a1e )ladr n*, cotorra )casa*, $ucho )cigarrillo*, gua$o )!aliente*,acci n )robo*, la sombra )c rcel*, ca#shio )$ro(eneta* o mango )dinero*.:l lunfardo nutre las letras de los tangos con neologismos $ro!enientesde los inmigrantes italianos )los tanos* o galicismos, que se asimilaban

al ritmo " a la m2trica de los tangos- Sola, /an0e , descangallada Y la !iesta madrugada Ysalir de un 'abaret . uiz ahora no sean tanherm2ticos, $ero en su momento denotaban la con!i!encia con la gentedel suburbio " el gusto $or el tango, lo cual era re$rochable en aqueltiem$o. Dinalmente, en una entre!ista la cantante @driana Iarelaa#rmaba que el tango se resiste a !enderse como algunos lo quisieran!ender.&e tal manera, es l gico !er en os siete lo'os una escena como 2sta-

:l tango carcelario surga $la%idero de las ca1as, " entonces losmiserables acom$asaban inconscientemente sus rencores " susdesdichas. :l silencio $areca un monstruo de muchas manos quele!antara una c'$ula de sonidos sobre las cabezas derribadas enlos m rmoles. [ uiz s en lo que $ensaban\ X esa c'$ula terrible "alta adentrada en todos los $echos multi$licaba el langor de laguitarra " del bandone n, di!inizando el sufrimiento de la $uta " el

7


10/21

horrible aburrimiento de la c rcel que $incha el coraz n cuando se$iensa en los amigos que est n afuera escolaz ndose hasta la!ida. 6

Por lo dem s, os siete lo'os +que fue $recedido $or 1uguete rabioso "seguido $or os lanzallamas , continuaci n de las a!enturas de :rdosain+tambi2n a$orta un elemento crucial en la urdimbre narrati!a. >e re#eroa la forma en que los $lanos narrati!os son intercambiados, Ze(ionadoso ralentizados, $ara referir hechos anteriores. :l $rotagonista, :rdosain,habla con i$ lita $ara e($licarle el $asado de :rgueta, quien en esemomento est en el manicomio. @s que @rlt crea una reca$itulaci n delos hechos $or medio de una mani$ulaci n en el $lano tem$oral " en losdi logos. &e esta forma muestra la manera en que los $ersona1es

dialogan, a la !ez que describe otra con!ersaci n en la historia que estnarrando, al mismo tiem$o que agrega detalles de la con!ersaci nanterior-

S lo me habl de usted cuando le $regunt2 $or la no!ia, unamuchacha millonaria de Cachar " que estaba mu" enamorada de2l.

+Cort2 hace rato +me contest :rgueta .+NPor qu2O+Ho s2Q me esgun#abaQestaba aburrido.

+Pero, N$or qu2 la de1asteO +insist.na luz agria con!ulsionaba su $u$ila. >alhumorado insistia$artando de un manot n las moscas que haca crculo en su cho$de cer!eza-+[ u2 s2 "oQ &e aburridoQ de turro que so". X me quera la$obrecita. Pero qu2 iba a hacer conmigo. @dem s, "a no tieneremedioQ+NLe di1o :rgueta que eso "a no tena remedioOQ $regunta

i$ lita+S, se%oraB di1o as- :so "a no tiene remedio, $orque ma%ana me

caso.

X des$u2s !uel!e a hacer otro corte en la narraci n @rlt-:l tren el2ctrico de1 atr s Dlores. :rdosain, a$oltronado en elsill n, record que lo mir seriamente al farmac2utico :rgueta ,en cu"o rostro se difunda ese acechador mo!imiento de losm'sculos que le da al semblante una e($resi n mal2!ola. 7

6 @rlt,op. 'it. $. ;98.7 @rlt,op. 'it. $. ;96.

5U


11/21

@ m modo de !er, m s que una e($erimentaci n, se trata de unaacertadsima forma de inmiscuir, im$licar, al lector en la urdimbrenarrati!a. &esde luego, tambi2n se le $odra tildar de e($erimental, "aque intenta narrar arriesgando caer en lo $uramente enredoso, $eroque, en cambio, es un estmulo $ara seguir le"endo. Sin duda, estaforma de hacer casi ?$l stica la distribuci n del te(to en la $ gina seruna de las a$ortaciones cruciales de @rlt a la literatura his$ nica.

:ntre los herederos de este legado borgesiano3arlteano, la obra de Juan Carlos Mnetti )57U735779* es una de las m s emblem ticas. &ebidoa su !ocaci n a retomar estos $ersona1es amorales, marcados $or unaserie de defectos, que los ubican mu" bien en el $lano de lo margineta o

de la criminalidad, Mnetti es el art#ce de un mundo colmado de miseria" nostalgia. :s as a "ida bre"e , $rimera no!ela de su llamada trilogade Santa >ara, la obra maestra del desdoblamiento de $lanos de laliteratura del Ro de la Plata. :s ob!io que no ha" una transgresi n alcar cter argentino de 4orges " @rlt al mencionar a Mnetti, "a que lacultura que surge de las dos ca$itales $orte%as, 4uenos @ire ">onte!ideo, $ermite concebir un car cter afn. 4astara con recordar el

nombre de Delisberto ern ndez entre los $recursores de 4orges $araobser!ar que la literatura no se nutre de una manera as2$tica, sino deforma mestiza. @s que !er que Santa >ara, al ser creaci n de Larsen,$rotagonista de a "ida bre"e , sera el es$acio conciliador de unaem$resa $rofundamente borgesiana. @ la manera de 4orges, Mnetti creun mundo $aralelo " cuasi com$lementario a 2ste )recu2rdese lKn,

qbar, Mrbis ertius*. Ho obstante, la tradici n de @rlt no queda almargen de Mnetti, todo lo contrario, "a que la sociedad reci2nurbanizada de Santa >ara no est e(enta de los t$icos ca#shios que!imos a$arecer en os siete lo'os . 0ncluso, llega a algo m s all de la$ura su$er#cie en las obras siguientes, El astillero " 1unta'ad2"eres ,$ues en 2stas el mundo gira alrededor de la $rostituci n " la !ida enburdeles. &esde luego +como se ha dicho reiteradamente+ el mundo de

55


12/21

Mnetti integra la $ers$ecti!a caribe%a que $ro!iene de ]illiam DaulVner" sus no!elas ros, donde narra la historia XoVna$ata^$ha. @dem s, la$rosa de Mnetti es una de las m s maduras, m s logradas, $ara describirestados emocionales o la m s min'scula de las $erce$ciones de los$ersona1es.

na !ez m s, la sntesis es el factor $rinci$al en la literatura quese !a dando en esta cultura rio$latense, cu"a trascendencia irformando una $ersonalidad, que se e(clu"e $or !oluntad $ro$ia delnicho o#cial. :l tra"ecto que habitan estos literatos " sus obras, en uninicio, es el de las im$rentas m s humildes, una mezcla de editor "librero, a decir de Julio Cort zar. Sus ediciones son $recarias " son $oco

a$o"adas hasta que llegan los editores $ro!enientes de :s$a%a, !ctimasde la =uerra Ci!il. :n !oz del mismo Mnetti, Qno haba editoriales hastaque llegaron los es$a%oles. Creo que esta situaci n es $arte de la raz n$or la cual la literatura argentina tiene ese halo de club de unos $ocos,como si el t2rmino de culto, digna de un $u%ado de a!ezados, sehubiera nutrido de un signi#cado adicional. @dem s, surge una nue!a!ertiente que alterna con la literatura o#cial, una literatura que ri!aliza

con la literatura norteamericana o euro$ea, $ero que "a es tan )o m s*atracti!a que 2stas dos.

:n estas circunstancias marginales, la literatura argenta encuentrasu me1or !ersi n, quiz $orque no est ba1o la mirada del establishment ," se nutre de lo tangencial " de su $ro$ia !ocaci n. Si $ensamos en otra#gura conocida $or $ocos o $or un gru$o selecto, Juan Dillo" )56793;UUU*es quiz el dechado de lo que hemos estado bara1ando. Poeta, no!elista,cuentista, Dillo" fue reconocido $or un gru$o de escritores que buscabanla rareza de la literatura neobarroca en esa 2$oca. :l dechado m s clarode lo que se $uede concebir como no!ela neobarroca est en su Cater"a)57


13/21

que retratan un mundo ale1ado de las con!enciones. :s casi im$osibleque no nos salte a la memoria os siete lo'os , de @rlt, al !er un librocomo Cater"a . Sin embargo, en la obra de Dillo" $odemos !er el germende lo que $osteriormente hara Julio Cort zar con su no!ela3$uzzleRayuela )578


14/21

+colocada como una nota al $ie+ es conocida $or lector, $ero que eldirector a'n la ignora. &e tal manera que estas dos !ertientes abastecenal lector $ara colocarlo como un tercer es$ectador. Mb!iamente, nosrecuerda la met fora que narra 4orges acerca de la !isi n de &ios- unhombre !e una carrera de caballos, simult neamente un es$ectador !eal hombre !er la carrera. Seg'n 4orges, as nos mira &ios, en un mismoinstante. Si embargo, ]alsh trascendera como escritor $or su cr nicaOpera'i)n masa're )57E8*, la cual retrata el fusilamiento ilegal, duranteel fallido =ol$e de :stado de 57EE, en la $oblaci n de Jos2 Le n Su rez,que buscaba reinstalar a Per n en el $oder. :sta cr nica sentara un$recedente $ara el $eriodismo, $ero tambi2n $ara la literatura, "a que

$er#lara los lineamientos de la cr nica de riesgo. La a$ortaci n de]alsh a $artir de la conce$ci n de la cr nica minuto a minuto "fundamentada en la in!estigaci n $ormenorizada se sostiene en unae(ce$cional ca$acidad descri$ti!a " narrati!a, que $ermita conoceraquel atro$ello casi de $rimera mano. Dinalmente, ]alsh encontrara lamuerte a manos de los esbirros de la 1unta militar de1ando un im$ortanten'mero de libros de cuentos, tres cr nicas magistrales " su no menos

c2lebre Carta abierta a la Junta >ilitar, que rinden #el testimonio delas barbaridades que e1ecut la "a mentada dictadura.

Ho $odemos de1ar de $ensar en la $arado1a que im$lic que lamisma 1unta militar que coloc a ]alsh en la marginalidad, en una !idazozobrante " terminara $or asesinarlo, fuera la que rindiera homena1e "fa!oreciera a Jorge Luis 4orges, quien haba sufrido re$resalias $or Per n" su r2gimen. 5U @unque no es un ensa"o de historia, es im$ortantese%alar que la literatura argentina fue alterada $or el r2gimen fascistaque redu1o la libertad de e($resi n a la mnima $otencia. Por ende, almismo tiem$o que algunos autores hacan su obra desde las calles m ssombras, tambi2n haba escritores que se haban e(iliado de la

5U Jos2 :milio Pacheco, 1orge uis #orges. :na in"ita'i)n a su le'tura , >2(ico-Ra"a en el agua, 5777, $. ;9.

59


15/21

@rgentina $ara $oder sobre!i!ir, otros haban $artido hacia :uro$a $ara!i!ir !olcados al arte. Creo que ambas $osturas son igual de im$ortantesen la 2$oca, un e(ilio $oltico " un e(ilio artstico. :l caso de JulioCort zar )575935779* es el de quien $rimero de1 su $as $ara !i!ir enun ambiente que facilitara el trato con el arte, " que des$u2s secon!ertira en un e(iliado $oltico. Hacido en 4ruselas, de una cultura!astsima, $olglota, Cort zar es un autor que r $idamente $ractic laescritura, sin que signi#cara que em$ezara a $ublicar $rematuramente,todo lo contrario. :l $rimer libro de Cort zar $ublicado, #estiario )57E5*,$ermite !er a un cuentista e(ce$cional que e($eriment con la realidad" algunas manifestaciones $eculiares de lo que entendemos $or real.

>al llamada literatura fant stica, el g2nero que $ractica Cort zarmuestra una forma en que la realidad llana desa$arece, se sus$ende, "$or azar o $or los 1uegos de la imaginaci n, el lector e($erimentasituaciones $eculiares. :n algunos de sus cuentos hace $atente ciertoti$o !iolencia se(ual que no siem$re es se%alada $or los crticos. Si$ensamos en Las armas secretas, Las babas del diablo, o algunas$asa1es de os premios o Rayuela , $odemos notar la forma en que el

se(o se utiliza en nuestras sociedades $ara im$oner o sacar !enta1aante los otros. Xa sea como un intento de corru$ci n a un menor )Lasbabas del diablo*, la a!ersi n a tener relaciones se(uales$osteriormente a la e($eriencia traum tica de una !iolaci n )Las armassecretas* o la tortura se(ual que $ractic la contra3guerrila enHicaragua ) ;i'aragua tan "iolentamente dul'e *, Cort zar es un autorque toc temas que $odemos considerar !igentes. @simismo, su obra :l$erseguidor, biografa a$ crifa de Johnn" Carter )trasunto delsa(ofonista Charlie ParVer*, es un e1em$lo de lo que la literaturaborgesiana sugera al $re$onderar el a$unte a$ro(imati!o )quecondensara la e($eriencia literaria* al libro de cientos de $ ginas. :l$ersona1e de 4runo es el bi grafo de Johnn", $ero tambi2n es su testigo,su tera$euta, su admirador " el otro ti$o de artista, el escritor, que !i!e

5E


16/21

em$eque%ecido obser!ando el 2(ito " logros del m'sico. :l dilema desaber d nde est el lmite de la amistad " d nde em$ieza el fanatismoacrtico es un elemento crucial en esta suerte de nou"elle . Sin embargo,Cort zar no s lo $ertenece a la !ertiente borgesiana, "a que suno!elstica es tambi2n $r (ima a la $ers$ecti!a de Dillo" o a la de @rlt.&os de sus obras que se conocieron $ stumamente, -i"ertimento )5797*" El eeursault camusiano, "a que ambos $adecen la mismadesidia, ambigFedad, a$ata " $ersonalidad $usil nime que termina enuna descarga ines$erada de !iolencia. Por su $arte, la $r ctica delg2nero de las no!elas ro sigue en $obre h0roes y tumbas )5785* "

Abadd)n el e


17/21

4ola%o se%al que no se $uede escribir una no!ela m s sin $ensar hastad nde haba llegado Sabato con $obre h0roes y tumbas .55

Para continuar este sobre!uelo de la literatura argentina tengo quese%alar que no se trata de una $esquisa e(hausti!a, sino que estas$ ginas buscan retratar un $u%ado de intereses escurridizos, quiz a'nno iluminados.

Por ende, el siguiente escritor que considero retoma el car cter deesta literatura no sera otro que Ricardo Piglia )579U*. n tanto cuantoale1ado cronol gicamente de los autores antes mencionados, $ero quere$resenta mu" bien las recurrencias de esta literatura, incluso,$odramos llamarlo uno de los e(2getas de este de!enir, Piglia es el

narrador3editor3acad2mico que concibe que la literatura argentina estcom$uesta $or esta serie de eslabones arlt3borgesianos. &e formainsustituible, Piglia ha hecho una cartografa de la literatura argentinadebido a su am$lio conocimiento de las obras de Delisberto, 4orges, @rlto ]alsh aunado a su !ocaci n $or obras como la de AafVa o los autoresanglosa1ones del siglo /0/. Su no!ela Respira'i)n arti('ial se inserta enel marco de las obras maestras argentinas, "a que en aqu2lla se

inclu"en elementos $oliciales, metaliterarios, de $lasticidad del lengua1e" que no s lo $ermanece en un g2nero, $orque al igual que es un librode memorias, es un testimonio " una obra e$istolar. :n esta no!elatambi2n $odemos encontrar un comentario que retrata mu" bien elsentir de los autores de academia, " que retrata Piglia con un $oco desarcasmo en su Respira'i)n arti('ial )576U*-

La literatura, decan a cada rato " en todo lugar, tiene ahora unasagrada misi n que cum$lir- $reser!ar " defender la $ureza de la

lengua nacional frente a la mezcla, el entre!ero, la disgregaci n$roducida $or los inmigrantes. :sta $asa a ser ahora la funci nideol gica de la literatura- mostrar cu l debe ser el modelo, elbuen uso de la lengua nacionalB el escritor $asa a ser el custodiode la $ureza del lengua1e. 5;

55 :ntre!ista a Roberto 4ola%o htt$-YY^^^."outube.comY^atchO!_HPL


18/21

&el mismo modo que @rlt, cuando narra una serie deacontecimientos de una manera indirecta que se !a $erdiendo en la$rofundidad de los $ersona1es, Piglia retrata un mundo donde losnarradores se !an sobre$oniendo entre s-

Le haba em$ezado a escribir $orque le gustaban, di1o, los sonetosque escriba >arconi, si bien !ea en ellos una e(cesi!a !oluntadde asombrar $or medio de la destreza t2cnica. :n cuanto a ella, sea$asionaba $or la literatura de siem$re, $ero no se senta ca$azde dedicarse a escribir $orque, di&o la mu&er= 'ont) %ar'oni= medi'e 5arde>s?i - NSobre qu2 $uede un escritor construir su obra sino es sobre su $ro$ia !idaO 5al!inas. :ste suceso que tu!o como inicio eldislate del general =altieri, que un da )ahogado en ^hisV"* declar laguerra a =ran 4reta%a, " cu"o #nal fue la matanza de centenares de

1 !enes inocentes argentinos. Los $ichis es el gru$o de soldados que!i!en durante el conZicto $actando con los soldados ingleses a cambiode tener alimento, cigarrillos o alg'n recurso que los soldados regulares

5; Ricardo Piglia, Respira'i)n arti('ial , Colombia- ercer >undo :ditores,reim$re. 577


19/21

no reciben de la 1unta militar. Colmada de situaciones inusuales en unaguerra, os pi'hi'iegos e(hibe la irona, la falta de formalidad, laestu$idez de una situaci n como 2sta. Planteada $or momentos comos lo el re$aso de una serie de di logos, con acotaciones mnimas $or$arte del autor, esta no!ela se caracteriza $or una gran agilidadnarrati!aB de tal manera que el lector $uede $resenciar las din micas enun $ozo donde se guarda ca1as de atados de cigarrillos as como unbombardero $or $arte de los a!iones arrier-

@lgunos rieron, " otros, m s $reocu$ados $or las bombas " $or las!ibraciones, seguan quietos, fumando, o sentados contra las$aredes de arcilla blanda " la cabeza entre las $iernas. &e a ratosles llegaba el zumbar de los a!iones " el tableteo de la artillera del

$uerto. :ra $leno da sobre el cerro. enan hambre, aba1o, en eloscuro. 59 Q

:l 0ngeniero, a falta de ruido de los arrier, que "a haban !uelto$ara el sur, haca un silbido con los labios acom$a%ado elmo!imiento del cohete que zigzagueaba corrigiendo su en#laci nhasta que dio contra los tanques, lo que se su$o $or la llama alta,$rimero colorada, des$u2s azul " des$u2s $uro negra del humoque se acab formando. 5ESe%al2 que la fama de os pi'hi'iegos toma en cuenta la !elocidad

de Dog^ill $ara relatar estos acontecimientos habiendo $asado a $enasunos meses de haber terminado el conZicto. abiendo $erdido la guerra,la 1unta militar ca" un $oco des$u2s " se abri un $eriodo dedemocracia que redund en una serie de gobiernos democr ticos, ena$ariencia, que se em$ecinaran en $ri!atizar los recursos de la@rgentina. :sto tu!o una consecuencia atroz en la moneda nacionaldebido a una serie de a%os en que mantu!o el $eso argentino a la $arque el d lar norteamericano, lo cual era absurdo al tomar en cuenta la$roducci n " el mercado de cada $as. Dinalmente, durante el gobiernode Carlos Sa'l >enem " sus reelecci n, @rgentina estu!o en crisisecon mica, social " cultural, tal como ha sucedido des$u2s de que las

59 Dog^ill, os pi'hi'iegos , :s$a%a- Perif2rica, 576


20/21

$olticas neoliberales se han a$licado a los $ases de Latinoam2rica. Larealidad $recaria de la sociedad argentina se !ol!i un referente " no$oda $asar desa$ercibido $ara la literatura, $or lo tanto ha" algunosautores argentino que hicieron el recuento de los acontecimientos. Hada$r (imos a un gru$o de escritores, sino !olcados a !i!ir su !ocaci n,

Jorge 4aron 4iza )579;3;UU5*, Sal!ador 4enesdra )57E;35778* "@le1andro osne )57T5* son los autores que $odramos $oner como lostestigos del gran cola$so que !i!i la @rgentina en las 'ltimas dosd2cadas del siglo //. :s difcil a$ro(imarlos $ara obtener una bonita fotode feria de libro, $or el contrario, se trata de autores que han estado enuna tensi n bastante fuerteB $odemos decir que 4aron 4iza " 4enesdra,

desafortunadamente, o$taron $or el suicidio " que el tercero " m s 1o!en, @le1andro osne, tu!o que salir de su $as " llegar a >2(ico $ara$oder encontrar un $ar de editoriales que $ublicaran sus libros. Ho seme ocurre $ensar en otros autores que retraten con tanta $recisi n la2$oca de los 7U en @rgentina. al como lo haba hecho Roberto @rlt, laliteratura de 4aron 4iza, con El desierto y su semilla )5776*, 4enesdra,con El tradu'tor );U5;*, " osne, con ;ingn in(erno );U55*, $ermiten

!er la radiografa de una sociedad feraz donde la le" econ mica de lasel!a es la que se im$one. 4aron 4iza crea una alegora de la sociedadque se reZe1a en una mu1er cu"o rostro ha sido deformado con cidoB enesa sal!a1e de!astaci n, el $ersona1e encuentra la imagen de ladestrucci n argentina. Por su $arte, Sal!ador 4enesdra culti!a la meta3literatura, comenta a AafVa, critica a Hietzsche, $ondera el trotsVismo "relata la historia de un $ersona1e que sufre los embates de lasim$o$ulares reformas econ micas a la usanza de estos tiem$os- recortesalarial, $enalizaci n $or b'squeda de un acuerdo sindical, todo ti$o detrabas $ara que el traba1ador cobre lo 1usto $or su traba1o. Por su $arte,@le1andro osne esca$a un tanto de su $ro$ia tradici n, ha" mu" $ocode @rlt " de 4orges mucho menos en su literatura. Iolcado en laliteratura negra, osne es un satrico de los !alores corru$tos, $ero

;U


21/21

sola$ados, de las em$resas de marVetingB incluso, se burla de laintocada belleza argentina " la !uel!e carne de ca% n $ara su noci n!iolenta, genocida. :n las tres obras, la amoralidad de @rlt hace gala,$ues es difcil no !er un $oco de la sombra de este autor que, comohemos $odido !er, ha marcado la literatura argentina en la mismaintensidad que Jorge Luis 4orges. Sera difcil no notar este car cter alconstatar la forma en que la literatura que hemos estado describiendoaqu, un car cter errabundo, culto, mestizo, de $ers$icacias, " que$uede mostrarnos la forma en que no ha roto de forma radical con sus$ro$ios t $icos " su legtimo car cter que siem$re ha estado ah, en looculto de la $sique " no en los $ersona1es de cart n que se $ueden

e($ortar en las ferias del libro.+

Hacia Abajo y Al Fondo de La Literatura Argentina

Documents