HÁBITO: COSTUMBRE O PRÁCTICA Costumbre o práctica adquirida por frecuencia de repetición de un acto: hábito de correr los domingos. Facilidad que se adquiere por larga y constante práctica en un mismo ejercicio: el hábito de la lectura. La vestidura o ropa que usan los religiosos: en cuanto a la religión, cada comunidad tiene un hábito diferente. FRASES DE HÁBITO El verdadero realismo consiste en revelar las cosas sorprendentes que se mantienen cubiertas por el hábito y nos impiden ver. Jean Cocteau (...) Otro generador de vejez es el hábito: el mortífero proceso de hacer lo mismo de la misma manera a la misma hora día tras día, primero por negligencia, luego por inclinación, y al final por inercia o cobardía. El hábito es necesario; es el hábito de tener hábitos, de convertir una vereda en camino trillado, lo que una debe combatir incesantemente si quiere continuar viva. Edith Wharton Las cadenas de un hábito no se sienten; las adquirimos con mucha facilidad, más después nos cuesta mucho romperlas. Samuel Johnson Las diminutas cadenas de los hábitos son generalmente demasiado pequeñas para sentirlas, hasta que llegan a ser demasiado fuertes para romperlas. Ben Jonson Las enseñanzas orales deben acomodarse a los hábitos de los oyentes. Aristóteles Aunque la creencia en la suerte es la base del hábito de los juegos de azar, no es el único elemento que entra en el hábito de apostar. La apuesta sobre el resultado de las contiendas deportivas basadas en la fuerza y en la habilidad se funda en otro móvil distinto, sin el cual la creencia en la suerte difícilmente podría ser una característica prominente de la vida deportiva. Este otro motivo es el deseo del presunto ganador, o del partidario del presunto ganador, de aumentar el ascendiente de su bando a costa del perdedor. Thorstein Veblen
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HÁBITO: COSTUMBRE O PRÁCTICA
Costumbre o práctica adquirida por frecuencia de repetición de un acto: hábito de correr
los domingos. Facilidad que se adquiere por larga y constante práctica en un mismo
ejercicio: el hábito de la lectura. La vestidura o ropa que usan los religiosos: en cuanto a la
religión, cada comunidad tiene un hábito diferente.
FRASES DE HÁBITO
El verdadero realismo consiste en revelar las cosas sorprendentes que se mantienen cubiertas por el hábito y nos impiden ver.
Jean Cocteau
(...) Otro generador de vejez es el hábito: el mortífero proceso de hacer lo mismo de la misma manera a la misma hora día tras día, primero por negligencia, luego por inclinación, y al final por inercia o cobardía. El hábito es necesario; es el hábito de tener hábitos, de convertir una vereda en camino trillado, lo que una debe combatir incesantemente si quiere continuar viva.
Edith Wharton
Las cadenas de un hábito no se sienten; las adquirimos con mucha facilidad, más después nos cuesta mucho romperlas.
Samuel Johnson
Las diminutas cadenas de los hábitos son generalmente demasiado pequeñas para sentirlas, hasta que llegan a ser demasiado fuertes para romperlas.
Ben Jonson
Las enseñanzas orales deben acomodarse a los hábitos de los oyentes.
Aristóteles
Aunque la creencia en la suerte es la base del hábito de los juegos de azar, no es el único elemento que entra en el hábito de apostar. La apuesta sobre el resultado de las contiendas deportivas basadas en la fuerza y en la habilidad se funda en otro móvil distinto, sin el cual la creencia en la suerte difícilmente podría ser una característica prominente de la vida deportiva. Este otro motivo es el deseo del presunto ganador, o del partidario del presunto ganador, de aumentar el ascendiente de su bando a costa del perdedor.
Thorstein Veblen
El conocimiento es el paradigma teórico, el qué hacer y el por qué, la capacidad es el cómo hacer. Y el deseo es la motivación, el querer hacer. Para convertir algo en un hábito de nuestra vida, necesitamos esos tres elementos.
Stephen Covey
Cultivar el hábito de afirmar a la gente, de darles a conocer con frecuencia y con sinceridad que creemos en ellos —sobre todo si son adolescentes que están pasando por su segunda crisis de identidad— es sumamente importante. Es una inversión relativamente pequeña que produce unos resultados incalculables e increíbles.
Stephen Covey
El hábito es el animal que llevamos dentro.
Georges Perros
Una vez que la respuesta se convierte en un hábito, ya no se aprende. En teoría, se podría actuar de forma distinta, pero en la práctica no se hace. Los hábitos son extremadamente útiles al simplificar partes de nuestra vida en las que no queremos pensar; evitan el tedio de tener que pensar cómo acordonar los zapatos cada mañana. Un área a la que no quiere unir su creatividad. Pero hay un arte de decidir qué partes de su vida quiere convertir en hábitos y de qué partes de su vida quiere seguir aprendiendo y tener opciones. Esto se convierte en una cuestión clave de equilibrio.
John Seymour
No debe tolerarse que se formen malos hábitos.
Yamamoto Tsunetomo
Todo vicio es un hábito, pero no todo hábito es vicio. El buen hábito es rutina y disciplina.
Quizá la conclusión más importante que puede obtenerse del experimento perceptivo al área del cambio de paradigma, que podría denominarse experiencia y se produce cuando alguien finalmente ve una persona a su percepción inicial, más poderosa será la experiencia. Es como si en nuestro interior de pronto se encendieran una luz. No todos los cambios de paradigmas siguen una dirección positiva. Como ya hemos señalado, el paso
de la Etica del carácter a la Etica de la personalidad nos ha alejado de las raíces mismas que nutren el éxito y la verdadera felicidad.
Pero ya sea que el cabio de paradigma nos empuje en direcciones positivas o negativas, o que se produzca de modo instantáneo o gradual, determina que pasemos de una manera de ver el mundo a otra. Ese cambio genera poderosas transformaciones. Nuestros paradigmas, correctos o incorrectos, son las fuentes de nuestras actitudes y conducta y en última instancia de nuestras relaciones con los demás. Resulta obvio que si lo que pretendemos es realizar en nuestra vida cambios relativamente menores, puede que baste con que nos concentremos en nuestras actitudes y conductas. Pero si aspiramos un cambio significativo, equilibrado, tenemos que trabajar sobre nuestros paradigmas básicos.
Los paradigmas son inseparables del carácter. Ser es ver en la dimensión humana. Y lo que vemos está altamente interrelacionado con lo que somos. No podemos llegar muy lejos en la modificación de nuestro modo de ver sin cambiar simultáneamente nuestro ser, y viceversa.
Los paradigmas son poderosos porque crean los cristales o las lentes a través de los cuales vemos el mundo. El poder de un cambio de paradigma es el poder esencial de un cambio considerable, ya se trate de un proceso instantáneo o lento y pausado.
La ética del carácter se basa en la idea fundamental de que hay principios que gobiernan la efectividad humana, leyes naturales de la dimensión humana que son tan reales, tan constantes y que indiscutiblemente están tan allí como las leyes de la gravitación universal en al dimensión física. Dos acorazados asignados a la escuadra de entretenimiento habían estado de maniobras en el mar con tempestad durante varios días. EL encargado estaba de guardia en el puente cuando caía la noche. La visibilidad era pobre; había niebla, de modo que el capitán permanecía sobre el puente supervisando todas las actividades.
Poco después de que oscureciera, el vigía que estaba en el extremo del puente informó: ''luz a estribor''<>, grito el capitán. El vigía respondió <>, lo que significaba que nuestro propio curso nos estaba conduciendo a una colisión con aquel buque. El capitán llamó al encargado de emitir señales. <>. Llegó otra señal de respuesta: <>. El capitán dijo: <> <> El capitán ya estaba hecho una furia. Espetó: <> La linterna del interlocutor envió su último mensaje: <> Cambiamos nuestro rumbo...
Los principios son como faros son las leyes naturales que no se pueden quebrantar. Como observo Cecil B. Mille acerca de los principios contenidos en su monumental película Los diez mandamientos: ''Nosotros no podemos quebrantar la ley. Solo podemos quebrantarnos a nosotros mismos y en contra de la ley''.
Ninguno de los principios enseñados en este libro corresponde a una doctrina o religión en particular. Estos principios son parte de las principales religiones, así como también de las filosofías sociales duraderas y de los sistemas éticos. Son evidentes por sí mismos y pueden ser comprobados fácilmente por cualquier persona. Es como si tales principios formaran parte de la condición, conciencia y moral humanas. Parecen existir en todos los seres humanos independientes del condicionamiento social y de la lealtad a ellos, incluso
aunque puedan verse sumergidos o adormecidos por tales condiciones y por la deslealtad.
Los principios no son prácticas, ni valores son, directices para la conducta humana que han demostrado tener un valor duradero, permanente. Para captar rápidamente su naturaleza evidentemente basta en sus opuestos. Dudo que alguien pueda seriamente considerar que la mala fe, el engaño, la bajeza, la inutilidad, la mediocridad o la degeneración sean una base sólida para la felicidad o el éxito duraderos, Aunque se puede discutir el modo en que estos principios se definen, manifiestan o logran, parece haber una conciencia innata de su existencia.
La Etica de la personalidad es ilusoria y engañosa. Y trata de alcanzar resultados de calidad con sus técnicas y arreglos transitorios es más o menos tan efectivos como tratar de llegar a algún lugar de Yucatán con un plano de Sonora. En toda la vida hay etapas secuenciales de crecimiento y desarrollo. El niño aprende a darse la vuelta, a sentarse, a gatear, y después a caminar y correr. Todos los pasos son importantes y todos requieren su tiempo. No es posible saltarse ninguno. Pero que sucede si deseamos saltarnos alguno de estos pasos o procesos naturales en nuestro crecimiento y desarrollo? Las respuestas serian obvias. Simplemente es imposible violar, ignorar o abreviar el proceso de desarrollo. Ello es contrario a la naturaleza, y los presuntos atajos no pueden conducir más que a la decepción y la frustración.
Para relacionarnos efectivamente con un cónyuge, con nuestros hijos, compañeros de trabajo, debemos aprender a escuchar. Y esto requiere fuerza emocional. Es mucho más fácil actuar desde un nivel emocional bajo y dar consejo de alto nivel. Cuando estos métodos no les dan resultados, buscan otras técnicas de la ética de la personalidad, ignorando y violando constantemente los principios y procesos naturales en los que se basa una cultura de alta confianza.
Según experiencias, hay momentos para enseñar y momentos que no son para enseñar. Cuando las relaciones son tensas y el aire está cargado emocionalmente, el intento a enseñar se percibe a menudo como una forma de juicio y rechazo. Se influye mucho más tomando al niño a solas, con tranquilidad, cuando la relación es buena, y discutir con él la enseñanza o el valor.
El modo en que vemos el problema es el problema, la gente suele sentirse intrigada cuando ve que suceden cosas buenas en las vidas de los individuos, las familias y las empresas basadas en principios sólidos. Admiran esa fuerza y madurez personales, esa unidad familiar o ese equipo de trabajo, o esa cultura organizacional sinérgica que tan bien sabe adaptarse. La gente encuentra entonces personas que satisfacen su demanda y la ensena lo que quería aprender' durante algún tiempo, parece que esas habilidades y técnicas dan resultado. Tal vez eliminen algunos de los problemas agudos o de cosmética por medio de parches o aspirinas sociales.
Examinemos de nuevo algunos de los trastornos descritos en la introducción y el impacto del pensamiento basado en la Etica de la personalidad. La gente quiere sustancias, quiere evolución. Quiere algo más que aspirinas y parches. Quiere resolver los problemas crónicos subyacentes y centrarse en los principios que producen a largo plazo.
Albert Einstein observo que ''los problemas significativos que afrontamos no pueden solucionarse en el mismo nivel de pensamiento en el que estábamos cuando lo creamos. Necesitamos un nuevo nivel, un nivel más profundo para superar esas preocupaciones profundas. El enfoque de adentro a hacia afuera dice que las victorias privadas preceden a las victorias públicas, que debemos hacernos promesas a nosotros mismos, y mantenerlas ante nosotros, y solo después hacer y mantener promesas ante los otros. Dice también que es fútil ponerla personalidad por delante del carácter, tratar de mejorar las relaciones con los otros antes de mejorarnos a nosotros mismos. El paradigma de adentro hacia afuera genera personas infelices que se sienten sacrificadas e inmovilizadas, concentradas en los defectos de otras personas y en las circunstancias a las que atribuyen la responsabilidad por su situación de estancamiento.
De adentro hacia afuera significa para la mayoría de las personas un cambio dramático de paradigma, en gran medida a causa del poderoso efecto del condicionamiento y del actual paradigma social de la Etica de la personalidad
Básicamente, nuestro carácter está compuesto por nuestros hábitos. Los hábitos son factores poderosos en nuestras vidas. Dado que se trata de pautas consistentes, a menudo inconscientes, de modo constantes y cotidiano expresan nuestro carácter y generan nuestra efectividad... o inefectividad.
Para mí fin, definiré que los hábitos son como una intersección de conocimiento, capacidad y deseo.
El conocimiento es el paradigma teórico, el que hacer y el por qué, la capacidad es el cómo hacer y el deseo es la motivación, el querer hacer. Para convertir algo en un hábito de nuestra vida, necesitamos eso 3 elementos.
Yo puedo ser inefectivo en mis interacciones con mis compañeros de trabajo, cónyuge, hijos, etc... porque constantemente les digo lo que pienso pero nunca los escucho realmente. A menos que encuentre los principios correctos de la interacción humana, tal vez ni siquiera sepa que necesitamos escuchar.
Pero saber que necesito escuchar y saber como escuchar no basta. A menos que quiera escuchar, a menos que tenga deseo, no se convertirá en un hábito de mi vida. Para crear un hábito hay que trabajar esas 3 dimensiones.
El resultado es la construcción de un autoconfianza a prueba de bomba a través del desarrollo del propio carácter, de la integridad, la honestidad y la dignidad humana necesarias para transformar ese nuestro universo laboral e íntimo en algo autentico e intransferible...
Gente tóxica
"Todos, en algún momento de nuestras vidas, nos hemos encontrado con personas
problemáticas (jefes, amigos, familiares, etc.). En todo grupo humano, ¿quién no se ha
enfrentado con un manipulador que quería que hicieras todo lo que él disponía, con un
psicópata que se había predispuesto a hacerte la vida imposible, con un jefe autoritario
que pensaba que podía disponer de tu vida las 24 horas del día, con un amigo envidioso
que celaba todo lo que obtenías, con un vecino chismoso que controlaba a qué hora
salías y entrabas a tu casa y con quién.
Más allá del dolor que nos generaron estas personas, las preguntas de quienes alguna
vez tuvimos que convivir con ellos son: ¿qué hago?, ¿cómo pongo límites sin lastimar ni
. No te dan consejos gratis, simplemente te escuchan.
. Te comprenden en cuanto te miran.
. Saben ser amigos o amantes o compañeros o cómplices o madres o hijos o vecinos o
compañeros o…
En definitiva, cuando estamos con estas personas bonitas nos sentimos más contentos,
satisfechos y relajados.
De hábitos y buenas costumbres
Dice el proverbio. “Siembra un pensamiento, cosecha una acción; siembra una acción, cosecha un hábito. Siembra un hábito, cosecha u carácter; siembra un carácter, cosecha un destino”.
Estamos convencidos de que nuestros hábitos son unos factores poderosos en nuestras vidas; son factores positivos y también pueden serlo negativos. Existen
tendencias habituales que están profundamente enraizadas en nuestra vida cotidiana, la indecisión, la impaciencia, la crítica, el egoísmo y que pueden conducirnos por el atajo que nos llevaría a nuestros fracasos.
Horance Mann decía, “Los hábitos son como hebras. Si día a día las trenzamos en una cuerda, pronto resultará irrompible”. Sin embargo no es tan automático y sin marcha atrás, los hábitos se pueden aprender y también se puedan olvidar. Ni lo uno ni lo otro es fácil ni rápido, sino que supone un proceso y un compromiso tremendo. Los hábitos nos pueden servir para volar hacia nuestro éxito o para hundirnos en el fango. ¿Cuál es nuestra elección?
Marilyn Ferguson decía, “Nadie puede convencer a otro de que cambie. Cada uno de nosotros custodia una puerta del cambio que solo puede abrirse desde dentro. No podemos abrir la puerta de otro, ni con argumentos ni con apelaciones emocionales”.
Nada de esto es inmediato, ya que según decía Thomas Paine, “Lo que conseguimos con demasiada facilidad nunca es objeto de gran estima. Solo lo que nos cuesta obtener otorga valor a las cosas. El cielo sabe poner un precio adecuado a sus bienes”.
Y tras estas referencias, nos despedimos con Aristóteles: “Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito”.
¿Y si fuera posible alcanzar el éxito?
La dignidad no consiste en poseer honores, sino en la conciencia de merecerlos.- Aristóteles.
Hace 30 semanas empezamos una larga y gozosa travesía; decíamos que teníamos que vaciar nuestra mochila de cosas inútiles y llenarla con otras que nos ayudaran, que nos sirvieran para transforma nuestras carencias y deficiencias en oportunidades y fortalezas. Casi estamos llegando a la meta de aquellos objetivos, el éxito está ahí enfrente solicitando nuestro esfuerzo.
Hemos aprendido a saber identificar lo que realmente nos gusta y queremos conseguir. Nos hemos librado de todo lo que nos robaba la energía positiva y estamos en condiciones de atraer aquello que deseamos. Hemos comprendido que podemos tener lo que queramos siempre que nos lo permitamos.
La mayoría de las personas se “auto sabotean” en algún momento de sus vidas, parece que no están dispuestas a gozar de una vida satisfactoria. Ten siempre en cuenta que es casi imposible que puedas lograr aquello que creas que no te lo mereces. Para conseguir lo que deseamos es imprescindible que estemos dispuestos a concretarnos nuestros deseos.
Solo podrás recibir lo que desees cuando modifiques tu forma de pensar, cuando te digas lleno de fe: “Puedo tenerlo”, “¿Cómo puedo conseguirlo?”, o incluso mejor: “Lo tengo”. Cambia tu pensamiento, de la expresión de un deseo a la convicción de poseer lo que deseas. Tus pensamientos tienen el poder de manifestarse a través de los cambios de la realidad.
Tu realidad va a ser siempre el reflejo de tus propias ideas, antes de que lo que persigues se concrete, debes tener la plana convicción de que puedes tenerlo. Tus pensamientos determinan tus actos, que a su vez determinan los resultados que obtienes.
Es deseable que asimiles el contenido del siguiente enlace para que desarrolles por
completo al maestro que está en ti y que está esperándote para beneficiarte. Abre el enlace
y adelante, siempre pa’lante porque pa´tras ni pa’garrar vuelo.