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ADIOS AL CELULOIDE BIENVENIDO EL CINE DIGITAL GOOGLE ART PROJECT LA REVOLUCIÓN EN EL MUNDO DEL ARTE COMO SI TUVIERA ALAS LAS MEMORIAS PERDIDAS DE CHET BAKER EN EL MUSEO AMPARO MANUEL ÁLVAREZ BRAVO POESÍA ROBERTO FERNÁNDEZ RETAMAR AGRADECIENDO EL REGALO DE UNA PLUMA DE FAISÁN ¿Hay fotograf ía mexicana?
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Fin de semana 58

Mar 09, 2016

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Número cincuenta y ocho del suplemento cultural Findesemana, hoy les comentamos la exposición fotográfica que presenta el Museo Amparo de Puebla, Manuel Álvarez Bravo, un fotógrafo al acecho y algunas dudas que provoca su recorrido. El celuloide desaparece del cine después de más de cien años de usarlo, llega con poderío y vigor el formato digital. Google Art Project, una opción para los que no podemos ir a los museos a ver en vivo las grandes obras maestras de la historia. El gran jazzista Chet Baker escribió Como si tuviera alas. Las memorias perdidas, su viuda las publicó. En la poesía tenemos al cubano Roberto Fernández Retamar. Que lo disfruten.
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ADIOS AL CELULOIDEBIENVENIDO EL CINE DIGITAL

GOOGLE ART PROJECT LA REVOLUCIÓN EN EL MUNDO DEL ARTE

COMO SI TUVIERA ALAS LAS MEMORIAS PERDIDAS DE CHET BAKER

EN EL MUSEO AMPARO MANUEL ÁLVAREZ BRAVO

POESÍA ROBERTO FERNÁNDEZ

RETAMAR

AGRADECIENDO EL REGALO DE UNA

PLUMA DE FAISÁN

¿Hay fotografía mexicana?

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CONTENIDO

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¿Hay fotografía mexicana? Sí, la hay, y no hablo de fotografía folclórica ni de indígenas y zonas arqueológicas, hablo de fotografía hecha en México para el mundo, siguiendo la...

Durante más de cien años el celuloide fue la materia prima del cine. El celuloide es el nombre comercial de un plástico hecho de nitrato de celulosa, producto de la...

Nada hay, a nada se compara, como ver una obra de arte inmortal en la sala de un museo. Nada se compara a esperar horas, multitudes y empujones, para ver a la...

La sencilla complejidad del jazz puede constatarse auditivamente con el trompetista y cantante Chet Baker, nacido en Estados Unidos en 1929 y muerto en...

Agradeciendo el regalo de una pluma de faisán.Con esta hermosa pluma tornasolada puedoEscribir las palabras en que García Lorca...

Por Víctor ArellanoNúmero cincuenta y ocho del suplemento cultural Findesemana, hoy les comentamos la exposición fotográfica que presenta el Museo Amparo de Puebla, Manuel Álvarez Bravo, un fotógrafo al acecho y algunas dudas que provoca su recorrido. El celuloide desaparece del cine después de más de cien años de usarlo, llega con poderío y vigor el formato digital. Google Art Project, una opción para los que no podemos ir a los museos a ver en vivo las grandes obras maestras de la historia. El gran jazzista Chet Baker escribió Como si tuviera alas. Las memorias perdidas, su viuda las publicó. En la poesía tenemos al cubano Roberto Fernández Retamar. Que lo disfruten.

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MANUEL ÁLVAREZ BRAVO EN EL MUSEO AMPARO¿Hay fotografía mexicana? Sí, la hay, y no hablo de fotografía folclórica ni de indígenas y zonas arqueológicas, hablo de fotografía hecha en México para el mundo, siguiendo la máxima de hacer arte desde la aldea para el universo.¿HAY FOTOGRAFÍA MEXICANA?

La exposición de fotografías Manuel Álvarez Bravo, un fotógrafo al ace-cho, que actualmente está en el Museo Amparo de la ciudad de Puebla, curada por Laura González y Gerardo Mosqueira, nos hacen pregun-tarnos si realmente hay una fotografía mexicana y cuáles son sus car-

acterísticas.

Manuel Álvarez Bravo, sin que él se lo haya propuesto, bien puede enca-bezar a la fotografía mexicana, una fotografía que se propuso hacer arte con lo que tenemos, con lo que somos, desde México. Álvarez Bravo es más que un fotógrafo, es un artista de la lente, de ese arte que capta lo efímero, lo fugaz, con una cámara que es una extensión del ojo, es decir de la mente. En más de cien años la fotografía se convirtió de una mera actividad docu-mental, en un arte.

No sé si haya algún artista mexicano que se plantee “voy a hacer arte mexicano”, pero sin duda, todos, lo sepan o no, hacen arte a partir de su biografía, de lo que vieron apenar abrieron los ojos, de lo que mamaron, respiraron, sintieron y procesaron en un momento posterior. Hacer arte mexi-cano no significa hacer arte para consumo único en México, para los mexica-nos, sino hacer arte, así, sin adjetivos, para el mundo a partir de lo que se es.

Manuel Álvarez Bravo supo de esto y lo hizo muy bien, hizo fotografía mexicana, arte mexicano sin necesidad de recurrir a los cliches manidos ni a los lugares comunes, fotografió a México, a los mexicanos, porque fue lo que vio, lo que vivió, porque vivió en México y el país fue su materia prima para crear, sin patriotismos ni nacionalismos chafas. Con las fotografías de Álvarez Bravo sigue vigente la máxima que señala que una imagen dice más que mil palabras, sus fotografías dicen mucho, tanto, de México y de los mexicanos sin que la intención sea hacer antropología o historia, sin embargo lo dicen y lo dicen muy bien.

Hay más fotógrafos que han hecho y hacen fotografía mexicana, incluso sin haber nacido en México, lo cual no es una condición sine qua non, sino trabajar, crear, con lo que tenemos y somos los mexicanos. Pienso en Lola Álvarez Bravo, Mariana Yampolsky, Juan Rulfo, Nacho López, Graciela Itur-bide, Paulina Lavista, y muchos otros fotógrafos que independientemente de su lugar de nacimiento hicieron fotografía mexicana y es admirada en todo el mundo como tal.

Sí hay fotografía mexicana, fotografía artística, arte fotográfico de alta calidad, de alto nivel, y para empezar podemos ver, admirar y analizar las fotografías de Manuel Álvarez Bravo que actualmente expone el Museo Am-paro, fotografías que dicen, que son discurso y que explican muy bien, en este caso, a un país, México y a sus habitantes, los mexicanos. Fotografía en blanco y negro, la más difícil de lograr dicen los especialistas y llena de texturas, de luz, de oscuridad, de poesía, de una poesía que además es ciencia social, explica y analiza, describe y desmenuza. Arte fotográfico de valor universal.

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Bienvenido al

CINE DIGITAL

Durante más de cien años el celuloide fue la materia prima del cine. El celuloide es el nombre comercial de un plástico hecho de nitrato de celulosa, producto de la combinación de nitrocelulosa y alcanfor, un material altamente flamable y que se deteriora con el tiempo, de tal manera que se han borrado películas de principios del siglo XX por no conservar los rollos en condiciones climáticas adecuadas.

A partir del año 2009, con la película Avatar de James Cameron, el celuloide se utiliza cada vez menos y se opta por el proceso digital, el cual abarata los procesos de distribución y proyección, aumentando la calidad de imagen con la alta definición y además el uso de tercera y cuarta dimensión. El celuloide fue desarrollado a fines del siglo XIX, los primeros países que lo adoptaron para uso cinematográfico fueron Francia y el Reino Unido, durante más de un siglo se le utilizó y se convirtió en una de sus señas de identidad, además pasando del formato clásico de 24 fotogramas por segundo a 48 e incluso 60, James Cam-eron afirma que su película Avatar 2 será proyectada a 60 fotogramas por segundo y habrá versiones en tercera y cuarta dimensión.

En 2009 muchos cines tuvieron que adaptar sus proyectores de celuloide para el for-mato digital en el que se filmó y procesó Avatar, más de diez mil cines de Estados Unidos aprovecharon la oportunidad y cambiaron sus equipos por digitales, con el paso de los días comprobaron que la inversión fue atinada porque Avatar arrojó ganancias por dos mil mil-lones de dólares en taquillas. Esto obligó a los grandes estudios cinematográficos a señalar el 2013 como el fin del uso del celuloide y el uso generalizado del formato digital, un formato más cómodo, barato y accesible.

El uso del formato digital ha permitido a los principiantes e independientes filmar con bajos costos; para los grandes estudios el formato ha reventado sus costos de distribución, hasta hace unos días costaba mil dólares una copia en treinta y cinco milímetros de una película, una copia digital cuesta setenta y cinco dólares. Si se suma el número de copias de películas que circulan por todo el mundo, el ahorro se cifra en millones de dólares.

ADIÓS AL CELULOIDE

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Se calcula que para el año 2015 más del noventa por ciento de las salas cinematográ-ficas del mundo, proyectarán en formato digital. Fujifilm y Kodak , dos de los principales proveedores de película en el mundo, ya anunciaron que para finales de este 2013 su pro-ducción de celuloide cesará y enfocarán muchos de sus departamentos a la posproducción cinematográfica digital.

En Europa, el año pasado, sólo el cuarenta por ciento de la industria cinematográfica utilizaba el formato digital, a pesar de resistencias, se calcula que todavía utilizarán celu-loide el resto por dos o tres años más. Parece ser que habrá personas que sigan utilizando el celuloide, así como hay personas que compran vinilos y películas en el formato VHS, sin embargo la industria se moverá por razones económicas rumbo al formato digital en todo el mundo, aunque claro, por ahí quedarán unas salas con proyectores de celuloide para los románticos.

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GOOGLE ART PROJECTLa revolución en el mundo del arte.

Nada hay, a nada se compara, como ver una obra de arte inmortal en la sala de un museo. Nada se compara a esperar horas, multitudes y empujones, para ver a la Gioconda de Leonardo da Vinci unos minutos, aunque sea a través de un cristal blindado en el Louvre de París. Pero, claro, no todos podemos ir a

París o a otras grandes ciudades para visitar sus museos y detenernos unos minutos frente a las grandes obras del arte universal de todos los tiempos. En las personas que no podemos ir a los museos pensó el indio Amir Sood y creó en la empresa Google la aplicación Google Art Project que actualmente ofrece los tesoros artísticos de dosci-entos sesenta museos de cuarenta y tres países.

Amit Sood nació en Bombay, India, estudió Economía en Bombay y en Francia. Después de trabajar en Geo en el área de marketing para Europa, Oriente Próximo y Asia, trabajó en el equipo Android en Mountain View, después en Ericcson, DHL, luego en organizaciones no gubernamentales en Europa e India, hasta que ingresó en Google, donde lo destinaron a Google Maps a la vez que desarrollaba proyectos para organizaciones no gubernamentales y refugiados. Trabajando en Google sus com-pañeros le invitaban a acudir a museos a ver sus acervos o exposiciones temporales, poco a poco fue interesándose en las obras de arte de manera informal, porque no tiene una formación artística ni estética.

Trabajando en Google descubrió que los museos no trabajaban en el gran asunto: el acceso, ni a lo grande ni en conjunto, entonces decidió hacer algo al respecto, con-venció a sus superiores que le permitieran intentar Google Art Project y así lo hizo, retó al sistema buscando que al final se asociaran con Google. Al principio dedicó horas de trabajo para convencer a los directores de los museos, a los artistas, galeristas, marchantes, representantes, porque hay millones de webs esparcidas en el mundo, lo cual está muy bien para los que saben lo que buscan, pero hay millones de personas en el mundo que no saben lo que quieren o no saben lo que hay. Entonces buscó conseguir que a esos millones les interesara el arte, las obras que hay en los museos.

Amit Sood descubrió que en general en el mundo artístico y cultural el gran prob-lema es el acceso para las millones de personas que no tienen dinero para viajar, lo hacen estupendamente para los habitantes de las ciudades donde están los museos, los auditorios, las salas de conciertos, las galerías, pero carecen de mentalidad global. Después de considerar muchas variables, por ejemplo, la básica de que Internet es malo para el arte y la cultura, cómo conseguir un vínculo global en internet para di-fundir las grande sobras artísticas de la humanidad, los museos no sabían contestar la pregunta, entonces no lo hacían, entonces empezamos con diecisiete museos de nueve países y ahora hay miles de sitios que conectan con el arte.

Google Art Project muestra los fondos de los museos en alta resolución, un año después de que estaba en la red, el Metropolitan de Nueva York les ofreció su acervo para que lo descargaran, poco después del Rijksmuseum de Amsterdam lo hizo, mil-lones de personas entonces entendieron para no había para qué conformarse con una copia si podían ver el original en formato digital y con alta resolución. Amit señala que después de algunos años exitosos de la aplicación, el acceso sigue siendo el principal objetivo y ofrecer lo que nadie más, por ejemplo el zoom, aunque no sirve para todos los cuadros es mejor tenerlo que no tenerlo. Por ejemplo para disfrutar plenamente de Brueghel, es mejor tenerlo, porque sus obras tienen muchos detalles, han ubicado a usuarios del portal que pasan hasta dos horas viendo un cuadro de Brueghel, mientras que en otras obras el tiempo medio es de un minuto mientras que en un museo es de once segundos frente a cuadros famosos.

Google Arte Project tiene muchos usuarios en África, Asía y América Latina, ahora el reto es que sus museos se sumen al proyecto, porque ahí están las joyas escondidas, por ejemplo las que acaba de incorporar y que están en la Galería Nacional de Nueva Delhi, país de Amit Sood, quien afirma que sigue enamorado del proyecto, sigue tra-bajando en enmendar fallos personales, porque en Google le dijeron que puede seguir en esa locura como quiera y hasta que quiera.

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COMO SI TUVIERA ALASLas memorias perdidas de Chet Baker

La sencilla complejidad del jazz puede constatarse auditivamente con el trompetista y cantante Chet Baker, nacido en Estados Unidos en 1929 y muerto en Amsterdam, Holanda, en 1988. Su nombre real fue Chesney Henry Baker Jr, y llevó la balada jazz a su máxima altura, un

estilo que después fue imitado por muchos. Alguien dijo en la década de los cincuenta que Chet Baker hizo tres cosas en su vida: tocar música; amar a las mujeres e inyectarse heroína. No sabemos si esto es totalmente cierto, lo que sí sabemos es que Baker es uno de los jazzistas más influyentes de todos los tiempos, su estilo único y reticente, rara vez tocaba a mayor volumen que un mezzo forte, de inmediato pasó a ser el sello diferencial del cool jazz de la Costa Oeste de Estados Unidos.

Es penoso que a Chet Baker, como a muchos otros artistas, se le señala como drogadicto más que como artista, sobre todo porque fue un ser humano que tuvo mucho más de lo que el público consiguió ver, no se le puede, ni se debe, describir como drogadicto, es mucho más, fue jazzista, músico y leyenda, fue por eso que la viuda de Chet, Carol, se decidió a publicar los cuadernos de notas de Chet, para que conozcamos sus palabras, sus recuer-dos, sus puntos de vista y, sobre todo, sus fantasmas. Cuando Chet empezó a escribir sobre su vida no lo hizo con el afán de realizar una crónica exhaustiva de cada día, de cada mes, ni siquiera de cada año, más bien se propuso reunir una colección de recuerdos que revestían una importancia especial para él, por ejemplo que a Charlie Parker le encantaba comer tacos en los descansos de los conciertos.

Sin embargo, en el libro hay mucho más que recuerdos, las palabras de Chet van mucho más allá del mero recordar, el libro tiene una espléndida mezcolanza de imágenes e impresiones que reflejan con exactitud la esencia misma de la vida de Chet, ese caos incesante y atravesado por el genio en estado puro. Chet no habría consentido que fuera de otro modo y así está presentado.

Entre las grabaciones, que fueron muchas, destacan Chet Baker sings de 1954, Cool burnin’ de 1965 y The touch of your lips de 1979. Sus versiones de estándares como My funny Valentine, Always y Almost blue, se han con-vertido en clásicos del jazz. Después de leer estas memorias sabemos por qué está considerado como uno de los músicos determinantes de la historia del jazz, vivió la vida propia de una leyenda. Sus tumultuosas e innumerables relaciones sentimentales, las trifulcas y sobre todo, la droga, marcaron el destino de un músico genial que acabó sus días de manera trágica. A un lado y otro del Atlántico, dentro y fuera de la cárcel, con un consumo diario de diez gramos de heroína y diez más de cocaína, Chet nunca dejó de buscar una suerte de redención y esta es la manera de contarlo. En estas memorias, descubiertas tras su misteriosa muerte acaecida en 1988, por fin se puede oír la auténtica voz de Chet Baker.

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Agradeciendo el regalo de una pluma de faisán

Con esta hermosa pluma tornasolada puedoEscribir las palabras en que García LorcaDijoHerido de amor huido.Dijo que en tus ojosHabía un constante desfile de pájaros,Un temblor divino como de agua claraSorprendida siempre sobre el arrayán.

Escribir las palabras en que Góngora dijoA batallas de amor campos de pluma.

Escribir las palabras en que Antonio MachadoDijoHoy es siempre todavía.

ROBERTO FERNÁNDEZ RETAMAR

COMO SI TUVIERA ALAS

POESÍA


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