LOS GATOSUna gata pari varios gatitos,unoblanco, uno negro, otro
manchado;luego que ellos quedaron huerfanitoslos persegua un perro
endemoniado;y para dar el golpe a su enemigono haba ms remedio que
juntarse,y que la dulce unin fuese su abrigo.Van pues a reunirse, y
al tratarsesobrequin de ellos deba sercabeza,maullando el blanco
dijo: A m me tocapor mi blancura, indicio de nobleza.
El negro contest: Calla la boca;el ms diestro y valiente mandar
debe.Malo, dijo el manchado, si esto duratemo que todo el Diablo se
lo lleve.Unin y mande el digno. Esto es locura,grit el blanco; y el
negro le replica.Se dividen por fin en dospartidos;la ira y la
turbacin se multiplican,se araan, gritan, y a sus alaridosacude mi
buen perro y los destroza.Si a los gatos al fin no
parecemos,paisanos esperamos otra cosa?Tendremos libertad? Ya lo
veremos
LA BALLENA Y EL LOBO
Mirando con desprecio a cuantos pecespueblan el ancho mar, una
ballenadeca a boca llena:todo esto es pitijaya; en dos
revesesarrollara estos bichos si quisieray me los tragara en un
instante.Si el mentado elefante viviera,me tragara tambin al
elefante;pues, bien visto si ensancho mi garguerosoy capaz de
tragarme al mundo entero.Tantas baladronadasa todo pez tenan ya
mohno,hasta que un lobo callandito vinopor entre las oladas;observ
que la grande tragadoraapenas anchovetas engulla,y a todos avis que
la Seoracon toda su armazn nada vala.Fabio, cuanta a tu amigo este
pasaje;dile que a nadie ultrajeexagerando su sin par talento;no
vaya a ser que un lobo halle sus tretas,y nos haga saber en un
momentoque no puede tragar sino anchovetas
EL RUISEOR Y EL CELECERO
Con toda la expresin de su dulzura,un ruiseor cantabasu amor y
su ternura,a tiempo cabalmente que pasabapor la calle vecina un
calesero,que despreciando tan divino cantocorri a escuchar a un
loro majadero,no por que hiciese ms, ni aun otro tanto,sino porque
sin gracia, ni destreza,como quiera deca:Chapn de la condesa.El
ruiseor, al ver su melodapor una patarata despreciada,le grit: No
perdono:usted no tiene orejas, camarada.Debi gritar el ave con mal
tono;porque el buen calesero avergonzado,pudo apenas decir: No,
seorito,el buen gusto mis amos me han formado;de la nia y su amor
se les da un pitopero el teatro levan a los cielos,y hay bravos y
palmadas a porfa,cuando hay encantador, diablos y vuelos.Vaya que
el calesero lo entenda.
LAS COTORRAS Y EL ZORROMs de ciencotorras,haciendo gran ruido,a
robar volabana cierto sembro.El que lo cuidabano estaba muy
listo,pero acudi luego,porque oy gritos;y ni un grano cogenlos
animalitos.Si son muy salvajes,impaciente dijoun zorro que
estabapor all escondido.Yo robo mis pollos,perodespacito;los gritos
despiertanalfieroenemigo;solo con silenciose logra buen tiro.Dijo
bien el zorro;yo tambin lo digo.
EL MURCIELAGO
Tuvieron su guerracuadrpedos y aves,por mandar aqullos,stas por
librarse.El necio murcilagocrea escaparsey aguardaba a unirsecon el
que triunfare.Dieron un buen golpelas astutas aves.y el
animalejohubo de llegarse;pero temerosode que al fin quedaseperdido
el partidodel gremio volante.Andaba an hablandoalgo favorablea los
de la tierra,por ser ms pujantes.En una victoriade los
ambulantesqued el pobrecillopreso entre las aves.Pero por fin
staslogran libertarsey a mi buen murcilagole dan su buen cabe.Tal
es el destinode aquellos cobardesque por ir segurosjuegan a dos
ases.Si triunfa el tirano,esclavos los hace;si triunfa el
patriotaqu logran?rascarse
LAS ABEJASDas ha que leyendo un libro viejoescrito por un hombre
de consejo,hall un rasgo de historiadigno de encomendarse a la
memoria.El suceso, no hay duda, es muy extrao:pero es preciso que
se cuente este ao.Dicen que las abejas ab initiono supieron
portarse con juicioy buen arreglo de hoy, ni lo pensaron;pero
aquellas catorce que lograronen tiempo del diluvio entrar al
arca,curiosas observaron que el Patriarcadispuso en ella todo
cuanto habacon arte y simetra.Aqu lobos voraces, all ovejas:ms all
perros, gatos comadrejas,elefantes, ratones y mosquitosen otra
parte lindos pajaritos,jilgueros, gallos, garzas, grullas,
gansos;en otra divisin trigo y garbanzos,maz, arroz, cebadaqu cosa
tan bien puesta y ordenada!A todas agrad su providencia.Juntndose
por fin en conferencia,dijo la ms antigua: Compaeras,confieso la
partida: muy groserasen gobierno y costumbres hemos sido.Nunca en
comunidad hemos vivido:nadie pens sino en pasar el da.tal vez no
faltaraquien desease el orden; pero en vano;cobijada en la rama de
un manzano.O metida en las pajas de algn techo,jams haca cosas de
provecho,ni era dable que a todas persuadiese.Mas hoy, que este
embarazo no se ofrece.Y hemos de ser raz de toda abeja,yo como la
ms viejasoy de sentir que luego que salgamosuna sola familia
compongamos,como que tienen fuerzas superiores,miel y cera de
flores exquisitascojan, en tanto que las viejecitasordenamos las
cosas de gobierno.Y para que este entable sea eternopondremos una
maestra de novicias.Gran cosa! Bueno!! Albricias!.Gritan todas; y
el plan verificaron.Mas vieron fenecer sus alegras,porque dijo de
agravio en pocos dasla incauta juventud: El remo todose nos carga,
de modoque ya nuestro vigor se debilita:ms de una hora de sueo se
nos quita.Como ellas tienen seca la cabeza,nos despiertan temprano.
Qu simplezade muchacha!, dijo una mamantonano hagas cuenta de ayer
ni de maana;maana mandar la que hoy se afana,y mil males de ayer
hoy no subsisten;y por fin, males hay irremediablesque por un bien
mayor son tolerables.En reclamar no insisten:a todas las convence
con tal ciencia,tanto acierto, energa y elocuencia,que su error las
menores conocierony sin ms regaar se sometieron.Ciudadanos: Dios
slopuede mandar del uno al otro polosin defecto ninguno;y as aquel
importunoque se lo quiera todo muy cumplidoen el nuevo gobierno
establecido,o algn descuido entre hombres no perdona,relea el texto
de la mamantona
EL CANTERO Y EL ASNONos dicen ciertas gentesque es incapaz el
indio;yo voy a contestarlescon este cuentecito.Baja una
maanauncanterorollizorepartiendo y lanzandolatigazos a gritossobre
su infeliz tropade cargados borricos.Qu demonio de brutos!Qu
pachorra! me indigno!Los caballos son otros,tienen viveza ybro;pero
a estos no los mueveni el rigor ms activo.As clamaba el hombre;mas
volviendo el hocicoel ms martagn de ellosen buena paz le dijo:
tras cuernos palos! Vaya!nos tienes mal comidossiempre bajo
lacarga,y exiges as bro?y conazotey palopretendes conducirnos?y an
nos culpas de lerdosestando en ti el motivo?con comida y sin
carga,como se ve el rocino,aprendiramos luegosus corbetas y
brincos;pero mientras subsistanuestro infeliz destino,bestia el que
se alentara!lluevan azotes: lindo;sorna ycachazay vamos,para esto
hemos nacido.Un indio, si pudiera,no dijera los mismo?
EL SOLA la seora Mara Josefa Rospigliosi,Subdelegada de
ChuquibambaEn el silencio de la noche oscurameditaba a mis solas un
agravio,y, no s si fue acaso ilusin purao fue verdad, apareciendose
un sabiode los que Grecia honraron: el gracioso,el pensador Esopo;
y con reposo:
Oye amigo, me dijo, oye este cuento.Que jse el Sol a Jpiter un
daporque el bho viva descontentode su preciada luz y maldeca,como
la ms horrible y fatal hora,esa de la alborada que abre el da,el
claro tiempo de la bella aurora.Jpiter, por calmar sus
desconsuelos,no ves, dice, a la reina de las aves,que vuela a lo ms
alto de los cielospor ver tu luz ms viva? Qu, no sabesque esta
atencin es ms que la perfidiade la aves nocturnas? Y su envidiano
te hace honor, en vez de rebajarte?Anda, y gira contento por tu
esfera,que si el guila real vuelve a admirarte,nada importa que un
bho hollarte quiera.Lo que al Sol dijo Jpiter, te digo:glorate,
aadi mi anciano amigo,glorate de ver que honrarte quiso,creyndote
de luces adornado,esa preciosa nia, que el cielo hizoreina en su
amable trato y en su agrado.Esa guila sublime por s bastaa
complacerte, y el furor contrastade quien sin causa alguna te
desprecia.Ms honor por s sola ella te ofreceque cuanto contra t la
envidia neciapudo hacer antes, ni despus hiciese.Dijo Esopo; y al
punto, de mis ojosdesapareci. Volaron mis enojos;cual humo se exhal
mi sentimiento;y por lo mismo que tu aprecio rarono merece mi
escaso entendimiento,lo estimo mucho ms, y te declaroque me
atormento mientras llega el daen que se muestre la gratitud ma.
EL ASNO CORNUDOMe creern una nueva?s; cranla por su
vida.Unasnodesesperadopor sucargay sus fatigas,llev al Padre de los
diosesun memorial que deca:Es un dolor, Seor Jove,que slo de mi se
diga:el asno, el sano un buen bruto:tiene paciencia; y me
aflijancon carga y palos, por vermefalto de armas ofensivas.Por
cierto que con los torosotro tanto no se hara:qu digo toros?, un
perroaun la ms triste hormiguilla,tiene armas, y por slo estocon
respeto se le mira.Slo yo soy el objetode la crueldad y la risa.Con
un par de cuernecitostodo se remediara.Jpiter se los concede;pero
seor, qu averas!bruto a quien hace uncario,fijo, se queda sin
tripas;y an l, queriendo rascarse,se rompimediabarriga,y claro est
que no lo hizopor matador ni suicida;sino porque tuvo cuernos,y el
manejo no saba.Catstrofe semejanteme hizo decir: por mi vida,ya que
el Cielo ha dado al Pueblofuerzas y votos, precisaque le den los
literatosunas cuatro leccioncitas.
LAS AVES DOMESTICASMuy soberbios los pavos mirabancon desprecio
a otras aves de cra.con gran sorna cada uno deca:palomitas,
gallitos no hay msCuando alguna gallina encontraban,ni mirarla: con
gran reverenciala infeliz en suaugustapresenciase postraba,
queriendo agradar.Su tertulia losgallostenan;a la paz y a la unin
convidaban,an algunos pichones entraban,pero pavos? Ninguno,
jams.Ya los otros sufrir no podan,renegaban mirando el ultraje;pero
el amo templ su corajecon traerles un buen pavo real.De palomas y
gallos bien prestose hizo amigo; pretende que luegohaya en casa
quietud y sosiego,y a los pavos intenta ablandar.Buenamaula. Quin
viene con esto!le contestan hinchados los pavos.Qu avecita!, valdr
dos ochavos;a las otras en cuerpo es igual.No por eso el tal jefe
desiste, se arma pronto y un cielo aparece:cuanto bello la luz nos
ofrecese rene y le viene a adornar.Mas la turba, soberbia,
resiste:tan bien se arma, se vuelve, paseacon tal cara de orgullo,
aunque fea,que los hizo, por fin, reventar.A patadas y a pico
deshacensu plumaje los gallos airados;ellos se arman as
destrozados;mas ya son un atrozmatorral.Si a unos hombres la pompa
quitasenlos que mandan, en ley de justicia,d: En los gallos yo
nohallomalicia.Y en los pavos? No es malo callar