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DIALCTICA Y RECOPLAMIENTO
Si se leen con atencin los textos de Marx, de Engels y de la
mayora de losmarxistas clsicos, se descubre que en ellos se hace un
doble uso de la dia-lctica: el primero es un uso objetivo, o que
pretende ser objetivo. Se tratade aplicar la dialctica para
describir, explicar y luego predecir la evolu-cin de la sociedad.
El segundo es un uso subjetivo: se utiliza la dialcticapara tener
la seguridad de que la marcha de la historia culminar de
todasmaneras en el advenimiento de una sociedad justa, de una
sociedad sin clasesen que todos los hombres podrn realizarse
plenamente. En los textos deMarx se utiliza la dialctica con
prudencia. Pero se habla con entusiasmode ella.' En los textos de
Engels se habla con un entusiasmo an mayor yse la aplica de manera
tan constante como ingenua.s Si se analizan con cui-dado las
aplicaciones de la dialctica que tienen pretensin cientfica se
veque los resultados de su aplicacin son sumamente criticables.s y
que tantoMarx como Engels y sus seguidores han procedido con una
gran ingenuidadepistemolgica. Esto hace pensar que el entusiasmo
que sienten por un m-todo tan endeble, se debe a una serie de
factores emotivos, a valoracionesque, de manera consciente o
inconsciente, son fundamentales dentro de todoel sistema conceptual
que utilizan. Porque la dialctica permite justificar confacilidad
las metas que quieren realizar adquiere para ellos una dimensintan
desmesurada. Esta doble utilizacin por razones cientficas y por
moti-vaciones de valor, ha producido una gran confusin y ha llevado
al pensa-miento marxista hacia una serie de dificultades que slo
pueden ser anali-zadas y resueltas con mtodos lgicos y
epistemolgicos ms rigurosos que losdisponibles en la poca. Son
estas dificultades las que han despertado laconciencia
epistemolgica de los marxistas, .largamente dormida, y los han
1 Por ejemplo el famoso prrafo del prlogo de la segunda edicin
de El capital.Tambin el prrafo de la Crtica de la filosofa del
derecho de Hegel, en donde dice quelo grande de la fenomenologade
Hegel y de su resultado final, que es la dialctica de lanegatividad
como el principio motor y creador, es que concibe como un proceso
la auto-creacin del hombre, que considera al hombre como el
resultado de su propio trabajo.Ver Marx, Zwr Kritik der Hegelschen
Rechtsphilosophie, Dietz Verlag, Berlin, 1953,p. 81.
2 En el Anti-Dhring y en la Dialektik der Natur se encuentran
prrafos que de-muestran que Engels consideraba la dialctica como el
mtodo supremo del conocimiento,tanto cientfico como filosfico. Por
ejemplo, en el Anti-Diihring, en las pp. 166, 167, 172,Editions
Sociales,Paris, 1950; en la Dialektik der Natur, pp. 53, 59, 60,
113, etc., DietzVerlag, Berln, 1959.
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DIALCTICA Y RECOPLAMIENTO
decidido a tratar de reinterpretar el sistema original bajo la
luz de un rigorterico que responda a las exigencias de la poca.
Son los neomarxistas franceses los que tienen el mrito de haber
iniciadoestemovimiento de rigorizacn. Hombres como Althusser,
Godelier, Balibar,Seve, Sebag y otros, han emprendido la tarea de
una reinterpretacin de ladialctica que permita utilizar este mtodo
de manera clara y exacta dentrodel esquema conceptual del marxismo.
Los esfuerzos de este grupo estn di-rgidos a eliminar toda
aplicacin de la dialctica hecha por motivacionessubjetivas, es
decir, por el afn de demostrar que el proceso histrico habrde
alcanzar de todas maneras ciertas metas. En caso de que
efectivamente,fuera as, el mecanismo que conduce del estado actual
de la historia al estadoideal, debe ser claramente sealado de
acuerdo con los presupuestos tericosde la reinterpretacin.
Creemos que estos esfuerzos presentan un gran inters
epistemolgico yque vale la pena estudiarlos seriamente, pues,
cumplan o no su finalidadltima, a saber: justificar
epistemologicamente el mtodo dialctico, estnabriendo una serie de
nuevas perspectivas que, adecuadamente exploradas,pueden conducir a
la creacin de nuevos mtodos para ab,ordar la descrip-cin, la
explicacin y la prediccin de los fenmenos sociales. Se trata ande
ensayos diversos, que expresan las diferentes tendencias
epistemolgicas desus autores, pero que tienen un rasgo comn:
consideran que la respuestaal desafo que la moderna epistemologa
hace a la dialctica puede hallarsesi se utiliza como medio de
reinterpretacn, el concepto de estructura. Peroun concepto de
estructura dinmico, que incluya entre sus notas el carcterdinmico
de los sistemas sociales, su proceso de cambio y de transformacinde
unos en otros, 'puesto que la dialctica consiste, precisamente, en
esto: enel paso de unos estados sociales a otros, segn ciertas
normas de contrapo-sicin. El problema fundamental, por eso, que
tienen que resolver estosneomarxistas es el de las leyesque rigen
el dinamismode las estructurasso-ciales. Y aunque muchos de ellos
no lo dicen explcitamente, no cabe lamenor duda de que el principio
terico utilizado para lograr una compren-sin de este dinamismo es
el concepto de [eed back o, COmo comienza a lla-mrselo en. los
textos castellanos, recoplamiero+.5
4 Gode1ier, uno de los neomarxistas que (rata el problema con ms
rigor, cuandose refiere a la manera como las estructurastienen que
transformarsecuando su evolucinalcanzaestadoslmites, hace
referenciaexplicita a la ciberntica que, como todos sabemos,puede
definirse como la ciencia generaldel leed back. Ver Godelier,
"Systeme,structure etcontradiction dans Le Capital, en Les Temps
Modernes, NQ 246,1966,pp. 857,858.
5 Adems de "recoplamiento" la expresin "[eed back" se traduce
como "retroac-cin". La traduccin "anatrofia" sera exacta. Pero en
realidad, ni siquiera "leed back"expresaadecuadamentela idea que se
est utilizando. La mejor expresin es la. de "reco-plamiento",
porque indica la reciprocidad y no limita la accin recproca a la de
unareaccindespusde una accin,comosugierela palabra "leed back".
Pero tiene el defectode limitar el conceptoa la pareja (couple). La
formulacin ms exacta sera tal vez "ac-cin recproca", pero
desgraciadamenteno se utiliza en la literatura cientfica.
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FRANCISCO MIR QUESADA
En un artculo de revista es imposible hacer una revisin
exhaustiva delos numerosos trabajos que tratan de reinterpretar la
dialctica utilizando elconcepto de estructura," Debemos limitarnos
por eso a describir y criticarde la manera ms breve posible, las
interpretaciones que, segn nuestra opi-nin, son las ms importantes:
las de Althusser y de Codelier.t Pero antesde analizar el
significado epistemolgico de estas reinterpretaciones y de
susconsecuencias para el marxismo, para la sistematizacin de las
ciencias socia-les y para las ideologas polticas, es conveniente
recordar, aunque sea demodo resumido, las objeciones que, desde el
punto de vista de la lgica yde la epistemologa moderna, se pueden'
hacer a la dialctica.
La dialctica es a la vez un mtodo de conocimiento y una
concepcindel mundo. La realidad, tanto natural cama humana y social
obedece a cier-tos principios, llamados dialcticos, que rigen la
totalidad de sus dinamismos.Incluso el pensamiento que es una
actividad del hombre, obedece a estosmismos principios. Porque el
pensamiento, como todo proceso de la realidad,se desenvuelve
dialcticamente, tiene el mtodo' dialctico un valor cognos-citivo.
Porque la razn es tambin dialctica, el sujeto cognoscente
puededarse cuenta de la estructura dialctica del mundo.
Veamos rpidamente las dificultades que origina esta concepcin.
Enprimer lugar como mtodo. Lo primero que se observa es que en
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DIALCTICA Y RECOPLAMIENTO
si se aceptaba la existencia de partculas atmicas con cargas
elctricas con-trarias a las de las partculas atmicas conocidas. La
prediccin de la ant-materia se hizo pues, exactamente de la misma
manera como se hacen todaslas predicciones cientficas: utilizando
los mtodos de la matemtica y de lalgica formal. Y el valor
cognoscitivo de la prediccin se estableci graciasa las
verificaciones que permita realizar. La prediccin de Dirac ha
sidoverificada varias veces y su grado de confirmacin aumenta cada
da.
Todos recordamos los ingenuos ejemplos que da Engels sobre la
aplica-cin del mtodo dialctico a la biologa. Recordamos sus
argumentos sobreel grano de cebada y la reproduccin de las
mariposas. Todo lo que se hadescubierto en biologa mediante la
dialctica se reduce a eso, pues nadieha descubierto nada ms.s
En el reciente libro de Monod, Le Hasard et la Necessit, se hace
un ce-ido anlisis de la manera como funciona el mecanismo del cdigo
gen-tico. Y se muestra de manera rigurosa que no puede tratarse de
un procesodialctico. Todo el proceso se funda en leyes qumicas
expresables medianteproposiciones universales de corte clsico (que
en ltimo trmino se redu-cen a proposiciones estocsticas) y utiliza
para su determinacin terica losprincipios de la lgica formal. Monod
muestra cmo la dialctica no tienenada que ver con estos procesos
biolgicos que son el fundamento de to-dos los dems.?
En cuanto al aspecto histrico, sociolgico y econmico, basta
recordarla imposibilidad de explicar la proliferacin de las clases
en la nueva socie-dad capitalista, el incumplimiento de la
prediccin de Engels y Marx de queel sistema capitalista terminar
debido a la presin de las masas pauperizadashasta lmites
insoportables como consecuencia de la propia ley de funciona-miento
del sistema, la terminacin de las crisis peridicas, la unin de
lospases capitalistas en lugar de enfrentarse en una guerra
inevitable, el anta-gonismo de los pases socialistas (que segn
Lenin deben concordar entodos sus fines). La respuesta de los
tericos de la dialctica a la objecinde que el proletariado de los
pases capitalistas, en lugar de empobrecersecada vez ms, est
ascendiendo a la condicin de propietario es que ello sedebe al
imperialismo que explota a los pases marginales y que el
enriqueci-miento del proletariado de los pases industrializados se
ha hecho a expensasdel proletariado de los pases coloniales. Pero
tericamente se demuestraque, en la actualidad, los pases avanzados
pueden pagar precios justos a lospases atrasados sin que el sistema
capitalista se derrumbe. Es cierto quedebido a una serie de
factores esto an no sucede (aunque tal vez no est
8 Los pretendidos descubrimientosde Lyssenko nunca han sido
tomadosen serio y hoyda no son aceptadosni siquiera por los
cientficos soviticos. Sobre Lyssenko ver el mag-nfico libro de
Julian Huxley, La Gntique souietique et la Science mondiale,
LibrairieSteck, Paris, 1950.
9 Sobre este punto ver Monod, Le Hasard et la Necessit,
Hachette, Pars, 1969.
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186 FRANCISCO MIR QUESADA
lejano el da en que suceda). Pero lo que interesa es el hecho de
que lospases capitalistas avanzados no necesitan explotar a los
atrasados para po-der subsistir como tales. En resumen, aunque
algunas de las prediccionesmarxistas se han cumplido, por ejemplo,
la tendencia a la formacin de cor-poraciones econmicas cada vez.ms
grandes, la mayora no se ha cumplido.En consecuencia la teora, cuyo
fundamento es la dialctica, no se ha ve-rificado.
En cuanto a los descubrimientos lgicos o matemticos la situacin
esms desastrosa todava. Fuera de asegurar que toda tesis engendra
su ant-tesis y que la sntesis es la unin de las primeras, unin que
consiste en ar-monizarlas superndolas, o que toda afirmacin
engendra su negacin yque esta negacin engendra, a su vez, otra
negacin que es una afirma-cin que implica a las anteriores desde un
punto de vista ms amplio, o deque la cantidad se transforma en
cualidad, no se encuentra nada de elabo-rado ni de preciso con
relacin a la dialctica. Los ejemplos que da Engelssobre lgebra y
anlisis para mostrar que el razonamiento matemtico esdialctico no
slo son falsos sino increbles. Llega hasta a confundir el sm-bolo
matemtico con el objeto matemtico y a afirmar que 10 'espar e
impar,porque 10 en el lenguaje pentdico, significa 5 y 5 es
impar.tv
Bastan las anteriores consideraciones para mostrar que
confrontados conlos aportes de la lgica y la epistemologa modernas,
los principios de la filo-sofa dialctica son insostenibles. En
forma vaga no cabe duda de que todocambia, todo evoluciona. Incluso
hasta los principios de la propia raznhan experimentado cambios en
el decurso de la historia. Ya es un lugarcomn en la literatura
epistemolgica actual que el principio del terceroexcluido no
presenta la misma necesidad y universalidad que el principiode no
contradiccin y que hay diversos tipos de lgica que prescinden de ly
que, sin embargo, pueden ser utilizados de manera eficaz. Pero esta
evo-lucin de la razn no puede describirse dialcticamente, pues no
puede serconcebida como mi proceso de sntesis de afirmaciones y
negaciones an-teriores.
Es tambin un lugar comn que en las teoras matemticas ms
profun-das, como la teora de los conjuntos, se han producido
contradicciones oparadojas. Pero la solucin de estas
contradicciones es completamente dis-tinta de lo que podra esperar
un dialctico. Por ejemplo: la paradoja delos nmeros cardinales no
ha sido resuelta en el sentido de tina sntesis supe-rior de los dos
contrarios, sino en favor de uno de ellos. Segn esta
paradojadescubierta por Cantor no hay ningn nmero cardinal mayor
que todos, yhay un nmero cardinal mayor que todos los dems. La
paradoja se resuelveeliminado la segunda alternativa. Se llega as a
la conclusin de que no hayningn nmero cardinal mayor que todos los
dems. Lo mismo sucede con
10 EngeIs, Dialektik der Natur, ed. cit., p. 270.
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DIALC'IlCA y RECOPLAMIENTO
la paradoja de Burali Forti y con todas las dems paradojas
lgicas, inclusocon las que tienen estructuras diferentes como la de
Mirimanoff.
No hay pues salida. Si se analizan con rigor las diversas
versiones de ladialctica hechas por los clsicos e incluso por los
modernos (por ejemplo,la versin de Sartre), se llega de manera
inevitable a la conclusin de que lafilosofa dialctica es un tipo de
filosofa de corte literario totalmente in-compatible con las
exigencias de rigor de la moderna filosofa del conoci-miento. ste
es un hecho muy grave para los marxistas ortodoxos, que con-sideran
que la dialctica es parte esencial, constitutiva del marxismo.
Puessi la dialctica es constitutiva del marxismo, quiere decir que
si es falsa, elmarxismo se derrumba sobre su propia base. Hay, por
eso, que salvar la dia-lctica.:n
Los neomarxistas franceses son los que estn intentando esta
accin desalvataje que permita utilizar la dialctica sin poner en
peligro de muerteepistemolgica al marxismo. Pensadores como los ya
mencionados estn tra-tanto de "salvar" la dialctica, transformndola
de una concepcin vagaen una concepcin precisa, que resista la
Crtica lgica y epistemolgica yque pueda aplicarse de manera eficaz
para lograr la comprensin profundade los fenmenos histricos y
eoonmicos.P
En lo que sigue, como ya anticipamos, nos limitaremos a las
tesis coin-cidentes de Althusser y Godelier. En lo esencial ambos
coinciden en hacer unainterpretacin utilizando el concepto de
estructura de la dialctica. En estesentido ambos estn de acuerdo en
afirmar que la dialctica de Marx nocoincide formalmente con la de
Hegel y que no puede, por eso, compren-derse pensando simplemente
que se trata de la misma dialctica vuelta delrevs. La dialctica
concebida por Marx no es un proceso que se desenvuelva
II En nuestroconcepto,es falso creer que sin la dialctica el
marxismo no puedeman-tenerse.Prueba plena de lo que decimoses que
en la segundaetapa de su vida filosfica,cuandoMarx escribela
Ideologa alemana, La miseria de la filosofa y La sagrada familia,
hadejadola dialctica. No slo no la utiliza, sino que la critica y
hasta se burla de ella. Ysin embargo,su pensamientoempalma
perfectamentecon lo esencial de su sistema y
escompletamenterevolucionario. Otro argumentono menosconvincentees
que si se elimi-nan de El capital todoslos argumentosdialcticosno
se pierde absolutamentenada. Todaslas tesisde El capital y, en
general,de cualquier trabajo de Marx, se pueden
desarrollarperfectamente sin utilizar para nada la dialctica, y
quedan exactamenteiguales.
12 Adems del grupo francs,debe citarse el grupo polaco, que es
muy importanteporque est explorando la posibilidad de formalizar
matemticamentela dialctica. Ensa-yos como los de ]askowski,Ssko
(lgica diacrnica),Rogowski (aplicacin de lgicas mo-dales a la
formalizacindel procesodialctico),Nowinski (aplicacin de la
dialctica a labiologa),tratan de rigorizar el concepto de
dialctica, explicitando por completo (forma-lizando) las
diversasetapasdel procesodialctico. Pero estasteoras se quedan en l
planolgicoy formal (menostal vez las de Nownsk que se limitan a la
biologa). No son apli-cadas,como las concepcionesde los
franceses,al anlisis de los procesoseconmicose his-tricos. Por eso
las dejamosde lado en la presenteexposicin, no sin observar que
nosparecende gran inters y que en el futuro pueden culminar en
desarrollos de gran fe-ru~hl~ .
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188 FRANCISCO MIR QUESADA
de la manera como lo pens Hegel, cuyo contenido es la materia en
lugar deser la idea. Segn Althusser, para Hegel el proceso
dialctico tiene un sentidoimpuesto por una finalidad que, aunque es
intrnseca al propio proceso, esdiferente y superior a la relacin
estructural "de sus elementos. Pero estoes falso, porque el proceso
dialctico no es precisamente sino la relacin fun-cional entre todos
los elementos de la estructura, sin que haya nada internoo externo
que lo oriente fuera de esta relacin. En cuanto a Godelier,
elproceso dialctico segn Hegel es simple y se desarrolla de manera
intrnse-ca, lo que constituye una visin demasiado simplista. El
proceso dialcticotiene dos aspectos: uno intrnseco y otro
extrnseco, que se forma por la con-traposicin de dos estructuras
dialcticas diferentes. Y es esta contraposicinde dos procesos lo
que origina el poder de transformacin del proceso dialc-tico
general que culmina con el cambio de todo el sistema.ts
Tanto Althusser como Godelier abundan en el detalle y hacen
brillantesanlisis de la manera como se desarrollan los diversos
procesos dialcticos.Pero en esencia proponen una sola tesis: el
proceso dialctico es un procesoestructural. O sea, es un dinamismo
q'ue se realiza mediante las relacionesreciprocas de todos sus
elementos. Estas relaciones se establecen de acuerdoCOn
determinadas pautas y son estas mismas pautas las que imponen a
lasestructuras direcciones evolutivas de manera que, cumplidas
ciertas condicio-nes, llamadas lmites, las estructuras experimentan
transformaciones sbitasy profundas. De esta manera se produce una
sucesin de estructuras. La his-toria es esta sucesin de estructuras
que se determinan unas a otras de acuer-do con las pautas que
establecen las relaciones recprocas entre sus elemen-tos. Se trata
de un proceso gigantesco, puesto que contiene l>totalidad delas
actividades humanas a travs del tiempo.
Las estructuras que constituyen las diversas etapas de la
historia son lasestructuras globales, las que abarcan la totalidad
de lo hecho por el hombre.Estas estructuras globales que contienen
los fenmenos econmicos, polticos,artsticos, cientficos, religiosos,
jurdicos, etc., son los sistemas. Los sistemasestn as formados por
las estructuras dentro de las que se organizan las di-versas clases
de fenmenos, es decir, por las estructuras socioeoonmicas,
po-lticas, institucionales, culturales, etc. Las estructuras son
los elementos quese relacionan recprocamente dentro de los
sistemas. Las estructuras estnformadas por subestructuras que son
sus elementos, que se relacionan red-
J.3 No debe creerse que Godelier considera que el dinamismo del
sistema social esimpuesto por algn factor extrnsecoo
"trascendente"al sistema,como sucedeen la dia-lctica hegeliana.
Godelier coincideplenamentecon Althusser en la conviccin de que
todala dinmica social no es sino el resultadode la accin recproca
entre los elementossim-ples y compuestosdel sistema. El hecho de
que un procesoincida desde fuera sobre otro,se produce dentro del
sistemageneral. En relacin a este sistema todas las influencias
einterinfluencias son intrnsecas: Pero dentro de l, pueden haber
influencias extrnsecasde un subsistemasobre otro u otros.
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DIALCTICA Y RECOPLAMIENTO
procamente de acuerdo con ciertas pautas (que son diferentes de
las pautasque rigen la relacin recproca de las estructuras). Las
subestructuras estnformadas por grupos y subgrupos, que pueden ser
clases (o simplemente aso-ciaciones para realizar fines
preestablecidos), y los grupos y subgrupos estnintegrados por
individuos. Los grupos y subgrupos se relacionan recproca-mente
entre s, y asimismo los individuos que los integran. Adems,
comosucede en todo dinamismo estructural, las relaciones no son
simplementehorizontales, son tambin piramidales. Un elemento de una
subestructurapuede relacionarse recprocamente con una o varias
estructuras. En general,un elemento cualquiera de un determinado
nivel, puede relacionarse conelementos de niveles superiores o
inferiores. Es este enjambre pavoroso' derelaciones recprocas,
realizadas siempre de acuerdo con pautas .determina-das, lo que
hace que los sistemas se vayan transformando dentro de
ciertoslmites de recognoscibilidad, hasta que, cuando el proceso de
transformacinpasa de estos lmites, se produce el paso de un tipo de
sistema a otro tipo.Este paso que, en general, es brusco e
inevitable (una vez alcanzados loslmites) es lo que constituye las
revoluciones sociales y la sucesin de los sis-temas histricos. La
historia se concibe, as, como un proceso racionalmenteanalizable.
Su dinamismo se funda en una serie de relaciones recprocas
decomplejidad fabulosa, pero, en principio, conceptualmente
aprehensibles, Sise logran determinar las pautas que rigen las
relaciones recprocas de los ele-mentos de cada estructura en cada
nivel correspondiente y de todos loselementos posibles de todos
.los niveles entre s, entonces la historia se nosaparece como un
movimiento vectorial, como el producto de una gigantescacomposicin
de fuerzas, como un proceso descriptible, explicable y
prede-'cble.t+
Marx tuvo el mrito, segn los neomarxistas, de ser el primero en
con-cebrTa historia como una dinmica estructural. Sus concepciones
fuerontan profundas y avanzadas para la poca que no fueron bien
comprendidas.l mismo, debido a la carencia de medios conceptuales,
tuvo dificultad paraexpresar adecuadamente sus teoras. Pero ahora,
la existencia de condicioneshistricas favorables, la existencia de
medios analticos adecuados, permitenalcanzar una formulacin exacta.
El problema epistemolgico de la dialc-tica queda as aclarado. La
dialctica es no slo una teora aceptable, sino
14 Althusser desarrolla estas tesis en Para lee!' El capital y
la revolucin terica deMarx (hay edicin castellanade ambas obras en
Siglo XXI); Godelier expone sus puntosde vista en el artculo ya
citadode Les Temps Modernes y en Racionalidad e irracionalidaden la
economa (edicin castellanaen Siglo XXI). Debido a que cada autor
utiliza su pro-pio lenguaje (sobretodo Althusser que emplea giros
muy personalesy a veces innecesaria-mente barrocos), las tesis que
hemos expuesto adquieren, en las obras citadas,
maticesparticulares, cuyo anlisis riguroso exigira un largo
espacio. Pero en esencia lo que dicenes lo que acabamosde exponer.
Lo que constituye su originalidad y su aporte al sanea-miento
epistemolgicodel marxismo es la utilizacin de los conceptosde
estructura y derelacin recproca para explicar los dinamismos
socialese histricos.
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190 FRANCISCO MIR QUESADA
la nica concepcin terica que permite describir, explicar y
predecir losfenmenos humanos y sociales. La dialctica es lo nico
que permite com-prender la historia. La dialctica de Marx es una
extraordinaria teora dela historiar
En principio este planteamiento nos parece correcto. Ms an,
consi-deramos que es un gran mrito de los neomarxistas franceses
haber hechofrente al desafo de la epistemologa contempornea y haber
tratado de ri-gorizar los planteamientos del marxismo clsico. Es
indudable que, graciasa esteesfuerzo,el marxismo se est'poniendo al
da y se le puede considerar ala altura de los tiempos. Si la
dialctica, tal como la entiende Marx, es enrealidad un intento de
explicar la marcha de la historia como el resultadode un sistema de
acciones recprocas entre individuos, grupos e instituciones,como
una dinmica de las estructuras sociales producida por el mero
juegode los elementos estructurales simples y compuestos, si, en
una palabra, ladialstica no essino el proceso de un
gigantescosistema de recoplamiento, en-olances lodos tenemosque ser
dialcticos.
Pero esto nos obliga a preguntarnos si lo que han hecho
Althusser, Go-delier y los que coinciden con ellos no significa, en
realidad, ms que unapuesta al da de la dialctica, un rechazo llano
y simple de esta concepcinde filosofa literaria del siglo XIX, y su
remplazo por una categora epistemo-lgica completamente distinta.
Porque si meditamos (aunque sea'ligeramen-te) sobre lo que Hegel
entiende por dialctica, y sobre los ejemplos que delproceso
dialctico dan Engels, Lenin y todos los marxistas clsicos,
hastallegar a Mao-Ts tung, tenemos que aceptar la conclusin de que
nada tienenque ver con la moderna teora del recoplamiento.
Es cierto que tanto Hegel como los marxistas clsicos crean que
todo esttrabado en el universo, y que todos los elementos se
influyen recprocamenteentre s y con el todo. Pero Kant tambin crea
lo mismo, y muchos ato-mistas antes que l. Y, como siempre, quien
expres con mayor vigor y brilloesta idea de la universal conexin de
todos los elementos del universo, fueLeibniz. Es cierto tambin que
algunos marxistas han insistido con claridady vigor en el
desarrollo objetivo de la dialctica, en el sentido de que elproceso
histrico no depende de la realizacin de valores, de metas
ideales,de planes trascendentes,sino que es un mer producto de
factores reales, elresultado de una inmensa composicin de fuerzas
que actan entre s deacuerdo con las leyes de la negacin y de la
negacin de la negacin. Perono hay ningn marxista que se haya
atrevido a pensar, por ejemplo, queeste dinamismo de fuerzas pueda
conducir a la sociedad a una forma dife-rente de la predicha por
Marx y Engels. En medio de todo esteproceso obje-tivo ha latido
siempre el concepto hegeliano del fin que trasciende y orientatodo
el proceso: la sociedad justa, la sociedad sin clases en que los
hombres
15 Tesis central de Althusser.
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DIALCTICA Y RECOPLAMIENTO
podrn vivir de acuerdo a sus necesidades. Adems, ninguno de
ellos se haplanteado lo que significa el desarrollo de un proceso
de puro recoplamin-to, cuyos resultados dependen de las leyes
puramente intrnsecas de las rela-ciones de accin recproca. Ni
siquiera los neomarxistas. Veamos un pococules son las
consecuencias de este nuevo planteamiento.
Lo primero que observamos es que no conviene llamar "proceso
dialc-tico" a un proceso de recoplamiento, porque este proceso
puede siempre, enprincipio, formalizarse, mientras que los procesos
dialcticos, por definicin,son informalizables. Si el proceso de
recoplamiento, debido al nmero deelementos que intervienen en el
proceso y al nmero de relaciones recprocasque lo integran,
es.demasiado complicado, entonces, en la prctica, puedeser difcil o
Imposible formalizarlo. Pero se trata slo de limitaciones tcni-cas.
Con ua tcnica suficientemente refinada, en teora siempre es
posibleformalizar un proceso de recoplamiento, por la sencilla razn
de que las rela-ciones de recoplarniento se reducen a conexiones
entre elementos cuya in-fluencia recproca se puede sealar
relacionando variables. O sea, los ele-mentos en la relacin son
cualesquiera, lo nico que interesa es que serelacionen de talo cual
manera, como se relacionan las variables matemti-cas dentro de las
frmulas. Si no puede hacerse esto, entonces no se tratade
recoplamiento. Y es, precisamente, porque se puede hacer, por lo
que elrecoplamiento es un concepto til, que se puede aplicar de
manera matem-tica a diversos modelos y que se puede manejar corno
teora cientfica.
Pero segn las concepciones hegelianas, este tipo de relaciones
son super-ficiales y puramente abstractas. Lo que interesa es
determinar la maneracomo un elemento influye sobre otro y
viceversa, de acuerdo con el conte-nido de sus respectivos
conceptos. O sea, se trata de utilizar las significacio-nes para
determinar Jos procesos de conexin. Y aqu caemos en un mar
dedificultades insuperables producidas por la vaguedad de las
significacionesde los trminos utilizados en la teora dialctica. No
se trata de ningunalI].anerade determinar la verdad de
proposiciones partiendo de las significa-ciones de los trminos,
COsa que slo puede hacerse cuando determinadassignificaciones
conectivas estn fijadas operativamente, como en el caso de lalgica.
Si as fuera, los conceptos no corresponderan a hechos reales y,
ade-ms, las verdades obtenidas seran analticas, lo que es
'exactamente contrarioa 10 que pretende Hegel. Se trata de utilizar
una significacin, por ejem-plo, la de "bello espritu", para pasar a
un nuevo estado que la niega y a lavez la supera y que se expresa
en la significacin de la "comprensin huma-na y del perdn". Cuando
se entra en este terreno y se pretende que sloas se logra el
verdadero conocimiento de la realidad, se cae en el abismo sinfondo
de la arbitrariedad interpretativa de la cual no se puede ya
salir.16
1.6 Esto no significa que neguemosel genio de Hegel. Las
afirmaciones que hace alanalizar las significaciones de los
conceptos que emplea son a veces extraordinarias. Slo
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FRANCISCO MIR QUESADA
Cuando se trata de recoplamento, las derivaciones deben ser
formales,pues de otra manera, si son basadas en las
significaciones, no hay ya reglasque permitan deducir unos pasos de
otros y perdemos todo lo que hemosganado al utilizar la nocin de
[eed back. En otras palabras, si la maneracomo influye un elemento
en otro y este otro en el primero depende de lasignificacin
extralgica de los trminos que expresan dichos elementos, nohay
manera de saber cmo se va a pasar del uno al otro y viceversa.
Enprimer lugar porque las significaciones, salvo que sean
matemticas o lgi-cas, son siempre vagas y no hay manera de ponerse
totalmente de acuerdosobre ellas. En segundo lugar porque si se
descubren reglas que permitanpasar de unas significaciones a otras,
entonces, estas reglas se aplican a di-versos conjuntos de
significaciones y son reglas formales. Y si es aS, la deduc-cin no
depende ya de las significaciones, sino de "la forma como stas
serelacionan dentro de una estructura simblica y nos reinstalamos
de nuevoen el campo de la lgica formal.
Para aplicar, pues, la idea.de recoplamiento a la historia, es
necesarioutilizar una teora formal o formalizable. Y para que esta
teora pueda exis-tir es necesario que comprenda la lgica formal,
pues de otra manera nopuede considerarse como una teora. Es
necesario partir de ciertos axiomasextralgicos que enuncien las
pautas generales de las maneras cmo se rela-cionan recprocamente
los elementos que van a conformar las estructuras,cmo se relacionan
las estructuras cuando son elementos de otras estructuras, yde las
relaciones entre elementos, estructuras y el sistema final, es
decir, laestructura ms amplia, que contiene a todas las dems como
sus elemen-tos. Adems de estos axiomas, debe utilizarse una lgica
formal suficiente-mente poderosa para poder deducir consecuencias
importantes respecto de lastransformaciones de las estructuras
parciales y de la estructura total. Estasdeducciones deben ser,
adems, verificables de manera directa o indirectaen relacin a
fenmenos histricos y deben establecerse claramente las pau-tas y
condiciones de esta verificacin. Todo esto es, por cierto, muy
inte-resante y, como proyecto, lo aprobamos plenamente. Pero nos
parece queno tiene nada que ver con la dialctica.
Algunos pueden pensar que con la lgica formal moderna es
imposiblederivar todas las consecuencias que se necesitan. La nica
manera de podersistematizar los complejos fenmenos "dialcticos" (de
recoplamiento) esutilizando una lgica ms poderosa, una lgica que
vaya cambiando tambin,conforme va cambiando la realidad y que
establezca una relacin e influen-cia recproca entre los contenidos
y las formas.t" Esto puede ser correcto.Pero presupone de todas
maneras una lgica formal fija como fundamento
que el mtodo que utiliza no es cientfico y no es precisamente lo
que modernamenteseconcibe como un anlisis de procesosde
recoplamento.
:17 Algo as como la lgica diacrnica que est intentando hacer
Susko.
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DIALCTICA Y RECOPLAMlENTO 193
de todo el proceso derivativo. Porque las relaciones entre los
contenidos ylas formas deben poderse determinar de manera formal,
es decir, mediantereglas fijas, y stas deben poder utilizarse para
deducir aquellas relacionesmediante procedimientos lgicOS.l8
La consecuencia de todo 10 que antecede es clara. Si la historia
se ex-plica como un proceso gigantesco de recoplamiento en el que
se establecenreglas de influencia recproca entre los elementos
dentro de una estructura, yesto para cada una de las estructuras
del sistema, y luego reglas de influenciaentre las estructuras que
son miembros de un subsistema y esto para cadasubsistema, y por
ltimo reglas de influencia recproca entre todos los sub-sistemas
que integran el sistema, entonces la lgica que debe utilizarse
paraanalizar el funcionamiento total del sistema, para explicar sus
manifesta-ciones y predecir sus desarrollos es simple y llanamente
la lgica formal. Lalgica formal es la lgica matemtica corriente,
digamos la lgica funcionalde primer orden y, tal vez a lo ms, de
algunos rdenes superiores. Porqueen el caso en que se logre
construir matemticamente un sistema de reoopla-miento tan
prodigioso, se tratara de una teora que debera contener detodas
maneras una teora de primer orden. Sera cmodo que contuviera,adems,
teoras de rdenes superiores. Pero, en principio, bastara una
teorade primer orden, puesto que en la teora clsica de 'los
conjuntos se puedeutilizar exclusivamente una lgica de primer
orden. Y como nuestro sistemade recoplamiento slo contendra
conjuntos finitos, la reduccin de rdenes,en su caso, sera ms fcil
que en relacin a la teora de los conjuntos trans-finitos. En una
palabra se tratara de una teora de recoplamiento que, desdeun punto
de vista terico, es una teora matemtica convenientemente
inter-pretada. Debe, por eso, tener todos los elementos de este
tipo de teora.Debe tener axiomas, trminos primitivos y reglas de
formacin. Y natural-mente reglas de derivacin que son las reglas de
la lgica de los predicados,lgica que en la prctica es cmodo que
contenga varias rdenes, pero que,en principio, puede siempre
reducirse a una lgica de primer orden. .
Veamos ahora las posibilidades de construir tal teora y" en caso
de queellas pudieran realizarse, las consecuencias para el
marxismo. Basta teneruna informacin elemental en matemticas para
saber que hasta el presenteno existe una teora completa del
recoplamiento. Hay varios intentos de des-arrollo sistemtico,
Apostel ha explorado la posibilidad de utilizar la teorade las
relaciones inversas y tambin la teora de las funciones recursivas
com-puestas.P Pero, por lo menos hasta donde llega nuestra
informacin, sus
18 La influencia del contenido sobre la forma slo puede
establecersede manera for-mal. Es decir, slo una realidad que tenga
determinada forma puede influir de maneraprecisasobre las formas
lgicas derivativas. Si no es as, caemosnuevamenteen la influen-cia
directa de las significacionessobre las formas lgicas, lo que es
vago y carecede reglasfijas.
19 Apostel, "Logique et cyberntique", en Les Eludes
Philosophiques, 2, 1961.
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194 FRANCISCO MIR QUESADA
resultados son slo parciales, apenas un primer esbozo. La teora
de los grafesofrece perspectivas ms amplias. Ya ha sido utilizada
para formalizar fenme-nos de recoplamiento en los dinamismos
econmicos y lingsticos.20 Muchosdesarrollos de la ciberntica
moderna utilizan la teora del recoplamientoreferida a casos
particulares y se ha logrado formalizar aspectos interesantesde los
fenmenos de aprendizaje, de los dinamismos teleonmicos de los
orga-nismos, de la mecnica de los precios y de otros grupos de
fenmenos.2122
Aunque los progresos efectuados son notables, son slo parciales.
Y cree-mos que est muy lejos an el da en que la teora del
recoplamiento hayaadquirido tal grado de generalidad y de
refinamiento que pueda ser aplicadade manera rigurosa a la
descripcin, explicacin y prediccin de los fen-menos histricos. La
complicacin del sistema que debe ser formalizado estan inmensa que,
aunque se trata de un sistema finito, rebasa todo lo con-cebido en
relacin a las posibilidades matemticas actuales. Desde
luego,tericamente, tamaa 'empresa es concebible. Pero quien quiera
emprender-la, o por lo menos quien pronostique su futura
realizacin, debe fijar unmnimo de puntos que permitan discutir las
posibilidades con sentido.P' Msan si se trata de un marxista. Y
decimos esto porque todos los marxistas,incluso los ms entusiastas
partidarios de la interpretacin estructural, acep-tan ciertas tesis
que han sido establecidas por el marxismo clsico y que,desde luego,
no han sido deducidas' del sistema de recoplamiento que
permitaexplicar la historia, puesto que dicho sistema an no existe.
Entre las prin-cipales, debemos mencionar las siguientes: 1) el
modo de produccin es elsubsistema 24 principal dentro del sistema
social que constituye un estadodel proceso histrico, todos los dems
subsistemas estn influidos por l; 2) losotros subsistemas influyen,
a su vez, sobre el modo de produccin (puestoque se trata, no cabe
duda, de recoplarniento), pero la interinfluencia no essimtrica; 3)
la lucha de clases es, dentro del subsistema llamado modo de
20 En relacin a los fenmenos econmicos, ver Tustin, The Mecanism
01 EconomicSystems,Henernan, Londres, 1957. Ver tambin Berge,
Thorie des graphes et ses opptica-tions, especialmente el cap.
VIII, Dunod, Paris, 1958. En relacin a la lingstica, vaseMarcus,
Introduction mathmatique a la linguistique structurelle, Dunod,
Pars, Ig6,cap. VII.
21 Sobre la teora general de los grafes, ver el libro de Berger
ya citado y, para ente-rarse de los ms modernos desarrollos,
"International Conference on Combinatorial Mathe-matics", Annals 01
the New York Academy 01 Sciences, New York, 1970.
22 Sobre la aplicacin del concepto de "feed back" en ciberntica,
vase Greniewski:Cy/Jernetics unthout Mathematics,
23 Creemos que una va posible para elaborar una teora
verdaderamente general delrecoplamiento es la elaboracin de una
teora de las caiegorias generalizada, es decir, cuyosmorfismos no
sean solamente funciones sino que sean relaciones cuyos dominios
coincidansiempre con la totalidad de elementos de la "fuente"
inicial. Pero, desde luego, estaintencin debe ser explorada de
manera analtica antes de poderse llegar a una conclusinsobre sus
posibilidades.
24 Un subsistema es cualquier integrante del sistema global,
como estructura, subs-tructura, grupo, institucin, etc.
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DIALCTICA Y RECOPLAMIENTO 195
jJroduccin, la funcin de recoplamiento ms importante, en torno
de la cualse organizan todas las dems; 4) existe tambin otra funcin
de recoplarnien-to dentro del subsistema llamado modo de produccin,
que se establece entrelas fuerzas de produccin, las relaciones de
produccin y la creacin tecno-lgica, que influye de manera
determinada sobre la totalidad de dicho sub-sistema; 5) hay un
umbral de plasticidad de todo el sistema que dependedel estado del
subsistema llamado modo de produccin; 6) cuando el modo deproduccin
alcanza determinado estado, el sistema llega al umbral y sufreuna
transformacin radical, en el sentido de que se transforma en otro
sis-tema. Esto quiere decir que la totalidad de las relaciones de
recoplamientocambia, que se establecen nuevas relaciones entre los
integrantes del sistema;7) dentro de este cambio total, se
conservan ciertas invariancias, en el sentidode que el subsistema
llamado modo de produccion sigue siendo el principal detodos los
que influyen dentro del sistema de manera asimtrica; 8) la
historiaconsiderada como un proceso constituido por la sucesin de
sistemas que sederivan unos de otros mediante funciones de
recoplamiento, tiene un sentidoimpuesto por su propia dinmica
interna, que conduce a un sistema finaldentro del cual habr
desaparecido la lucha de clases. Es decir, se habranulado un
aspecto constitutivo del sistema general del recoplamiento,
as-pecto que ha contribuido de manera fundamental a dinamizar dicho
sistema.
Nos parece que, a pesar de las mltiples discrepancias que
existen hoyda entre los neomarxistas, todos estn de acuerdo sobre
estas tesis generales.Son las tesis clsicas: el modo de produccin
es la infraestructura de la cualdepende toda la superestructura, la
superestructura influye a su vez sobre lainfraestructura, pero la
interinfluencia entre ambas es asimtrica, pues loscaracteres
esenciales de todo el sistema son impuestos por las relaciones
eco-nmicas; la lucha de clases es el factor dinamizante principal
de todo el pro-ceso histrico que consiste en el remplazo de unos
sistemas por otros; cuandolas fuerzas de produccin adquieren
determinada estructura, las relacionesde produccin tienen que
cambiar de manera inevitable y, como consecuen-cia de 'estecambio,
se produce una transformacin revolucionaria del sistemasocial; la
sucesin de estos cambios revolucionarios conduce hacia una
socie-dad sin cIases en donde pueden haber contraposiciones de
grupos, pero yano antagonismos de clase. Hemos enunciado estas
tesis dentro del nuevomarco conceptual que imponen los conceptos de
recoplamiento y de estruc-tura utilizados por los neomarxistas.
Nos parece que el hecho de utilizar el recoplarniento para
describir, ex-plicar y predecir la dinmica de las estructuras, no
permite de ninguna ma-nera mantener algunas de las tesis clsicas.
Por ejemplo, no hay ningunarazn para predecir que todo el proceso
marcha inexorablemente hacia lasociedad sin clases, o que el
sistema capitalista ya est alcanzando el umbralms all del cual habr
de transformarse inevitablemente en socialismo. Por
-
FRANCISCO MIR QUESADA
otra parte muchas de las formulaciones de 'las tesis clsicas en
el modernolenguaje de las estructuras y del recoplamiento, son an
muy vagas y requie-ren de todo un andamiaje conceptual previo sin
el cual no pueden expre-sarse las tesis con claridad cientfica. La
elaboracin de una teora generaldel recoplamiento que permita
expresar con rigor la pavorosa complicacinde las relaciones
recprocas que engendra la marcha de la historia, exige noslo un
esfuerzo matemtico inmenso sino una fundamentacin epistemol-gica
adecuada. Mientras no se haga esto no pueden zanjarse aun las
discu-siones.
Un ejemplo interesante es la tesis de Marcuse, segn la cual el
sistema'socio-econmico de Estados Unidos y Europa occidental tiene
una estabilidadtan grande (leed back negativo producto de
homeostasisj que es imposibledestruirlo mediante la lucha de
clases. La clase trabajadora ha sido integradaen el sistema de
manera tan slida que ha perdido su fuerza revolucionaria.El sistema
es capaz de asimilar todas las contraposiciones, todas las
tensiones,desde las presiones obreras hasta las asonadas de los
grupos marginales y delos hippies. Los fenmenos de recoplamiento,
han producido una especiede homeostasis perfecta que mantiene el
equilibrio total del sistema. Se tra-ta de una tesis muy
interesante, pero que no tiene ninguna base cientfica,puesto que
para fundamentarla adecuadamente se requiere un medio de an-lisis
(teora general del recoplamiento) mucho ms poderoso que los
actual-mente disponibles (que Marcuse, por otra parte, parece
ignorar por com-pleto). Empero, desde un punto de vista intuitivo,
las tesis de Marcuse sonmuy sugestivas, y las extrapolaciones que
hace, aunque algunas son extrava-gantes, se apoyan a veces en datos
comprobados. Desde el punto de vistadel rigor cientfico, no hay
nadie en estos momentos capaz, de decidir entrelas tesis de Marcuse
y las del marxismo clsico, segn las cuales el sistema,de acuerdo
con las leyes de la dialctica (es decir, en el lenguaje moderno
dela interpretacin neomarxsta, segn las leyes de combinacin de los
procesosde recoplamento de todo tipo que constituyen el dinamismo
de los sistemassociales), deber llegar a un estado q,ue rebase el
umbral de resistencia delcapitalismo y se transformar
inevitablemente en un nuevo sistema de ca-rcter socialista. Ms an,
de acuerdo con los actuales datos disponibles yla evidente fuerza
de los sistemas neocapitalistas de Estados Unidos y
Europaoccidental, nada impide suponer que, cuando sea realmente
posible hacerprospecciones adecuadas utilizando mtodos ms poderosos
que los que posee.mos en los actuales momentos, el resultado d razn
a Marcuse. Qu acti-tud asumirn entonces los marxistas? Se resignarn
a no hablar ya ms derevolucin, de sociedad sin clases y de sociedad
socialista? Seguramente dirnque todo no es sino una patraa dirigida
por los agentes del imperialismopara impedir el triunfo final del
proletariado.
Esta reaccin es tpica de los marxistas y en general de todos los
que
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DIALCTICA Y RECOPLAMIENTO 197
asumen una posicin revolucionaria, por la sencilla razn de que
todo revo-lucionario quiere el cambio de la sociedad, no porque
haya decidido aceptarun destino impuesto por el juego ciego de las
innumerables relaciones defeed-back entre los factores que integran
el conglomerado social, sino por-que la sociedad en que vive es
injusta y ha decidido luchar para forjar unasociedad ms humana y ms
justa. En toda actitud revolucionaria hayuna valoracin tica
inevitable, salvo que se quiera hacer la revolucin ni-'ca y
exclusivamente para conquistar el poder o porque la actitud
revolucio-naria se considere como un resultado de fuerzas ciegas.
Pero cuando se hablade sociedad justa es que se tiene hambre y sed
de justicia. La ingenuidadepistemolgica de los marxistas clsicos no
les permita distinguir entre lospostulados de valor y los
postulados puramente cientficos de carcter expli-cativo que
contenan las tesis de Marx. Este mismo (y por supuesto Engelsque
era mucho ms ingenuo desde el punto de vista epistemolgico) no
dis-tingue entre la meta a la que quiere llegar a toda costa (y
desde luego conplena justificacin), que es la sociedad sin clases
en la que los hombres pue-dan vivir libres de la tirana impuesta
por el sistema econmico y poltico, yel dinamismo objetivo de las
estructuras. La dialctica ej-erce una fascina-cin irresistible
sobre Marx, Engels y sus sucesores, porque da la impresin -de que
permite fundamentar objetivamente, sin ninguna postulacin de
va-lor, la marcha hacia la sociedad justa. Por cierto, la dialctica
tal como laconcibi Hegel y tal como la concibieron Marx y Engels,
permite hacer esto,porque permite hacerlo todo. Se trata de una
tesis tpica del estilo de filo-sofa literario que predomin durante
el primer tercio del siglo XIX. Serademasiado largo explicar por qu
existi este predominio, cmo se engendry cmo perdi vigencia. Pero el
hecho es que Marx crey que la dialcticapermita lograr esta
fundamentacin, que de haber sido efectivamente cien-tfica, habra
sido prodigiosa.
Naturalmente, adems de manejar la dialctica de esta manera
ingenua,Marx trata de manejarla de manera cientfica. De all su
concepcin de laexistencia de diversos factores de la produccin y de
las relaciones humanasdentro de la produccin, que se influyen
recprocamente. Creemos que lapretensin de neomarxistas como
Althusser, Balibar y Godelier de que Marxes el gran pionero del
estructuralismo y de que concibe la dialctica comoun fenmeno muy
complejo de internfluencas, es en parte verdadera. Hayen su obra
pasajes que no dejan lugar a dudas. Pero tambin hay pasajes(como
por ejemplo la famosa aplicacin de la dialctica a la descripcin
dela expropiacin capitalista) que son de una ingenuidad
completamente he-geliana.
Las anteriores consideraciones permiten llegar, -as lo creemos,
a la con-clusin de que es correcto interpretar la dialctica
marxista en el sentido deun intento de explicar la historia y, en
general, los fenmenos sociales, utili-
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FRANCISCO MIR QUESADA
zando el concepto de estructura y de rel~cin recproca
(recoplamiento).Pero tambin de que esta interpretacin no permite,
en todos los casos,man-tener las tesis clsicas del marxismo ni la
seguridad de que