De los SONIDOS a los SENTIDOS Introduccin al lenguaje Josefina
Garca Fajardo Editorial Trillas Motivos Este trabajo tiene una
larga historia.* Al inicio de la dcada de los ochenta, acababa de
regresar de la Universidad de Massachusetts y me invitaron a dar un
curso introductorio a la lingstica durante el verano. Mi primera
respuesta fue que yo no crea en los cursos intensivos. Me ahorro
los detalles de la forma de convencimiento que me hizo aceptar, un
poco a regaadientes. Ya ah, en la ciudad de Campeche, con un grupo
de maestros que estaban fundando (estbamos fundando!) una escuela
de educacin especial, recib una de las mejores lecciones de mi
vida. Las condiciones estaban lejos de ser las ptimas para la
concentracin y el trabajo placentero. Los alumnos, maestros de nios
pero tambin mos, me fueron enseando, en cada uno de los diez
veranos que particip con ellos, a compartir el trabajo de ir
abriendo caminos. All chapeamos juntos, formamos equipo, con la
direccin de Laura Gonzlez Guerrero, una maestra en la vida de
compromiso con la educacin, guiada por una bella conjuncin de
sensibilidad e inteligencia. En Campeche fue naciendo la idea de
hacer este libro. Comenz por ser unas hojitas de "textos de apoyo"
que se fotocopiaban. Eran esquemitas raquticos que fueron
engordando. Al embarnecer lo puse a consideracin de amigos
dedicados al magisterio y de otros dedicados a la lingstica. Su
entusiasmo agiliz mi pluma. Leonardo Manrique le dedic
generosamente tiempo y deliciosas reflexiones. Como el pan de
levadura, lo haca reposar; de vez en cuando lo sacaba, lo rehaca y
lo pona otra vez a reposar. As pas de la poca del papel sobre la
madera del escritorio a la de pantallas llenas de lucecitas de
colores. Pas de mis tiempos en el Instituto Nacional de Antropologa
e Historia al de los actuales, en El Colegio de Mxico. Desde sus
inicios, cuando este trabajo era un proyecto pensado para los
maestros, claro que se me presentaron inmediatamente, en el
recuerdo, los mos de primaria, en especial las maestras Graciela
Garca Cruz y Aurora Servn. No s dnde estn; pero de alguna manera
estn tambin en este texto. Y as, recordando a los primeros, viene a
mi mente que Zoila Balmes y Antonio Milln, cuando comenzaba a
fascinarme con los principios que estructuran las palabras, me
mostraron que en el lenguaje tambin hay un encantador misterio. Ya
casi listo el texto, un domingo por la noche ocurri un accidente
ciberntico que pareca conducir a perderlo todo, a borrarlo. Pero
llegaron Margarita Bez y Juan Francisco Meza al rescate amoroso. Y
aqu est para usted, amable lector, amable lectora. * Elabor la
primera versin de este trabajo siendo investigadora del
Departamento de Lingstica del Instituto Nacional de Antropologa e
Historia. Realic la presente versin, como investigadora del Centro
de Estudios Lingsticos y Literarios de El Colegio de Mxico. En
ambas instituciones recibi el apoyo de mis directores; en total
cuatro, en orden de aparicin: Leonardo Manrique Castaeda, Susana
Cuevas Surez, Beatriz Garza Cuarn y Rebeca Barriga Villanueva.
ndice de contenido Motivos 5 Cap. 1. La estructura del sistema que
todo hablante conoce 9 Un juego. Reflexiones bsicas, 9. Observando
el habla podemos conocer el sistema de la lengua, 12. Los elementos
y las reglas del sistema, 15. Estructu-racin del sistema, 22. Cap.
2. Caractersticas del sistema de la lengua que se basan en su
estructuracin y en las relaciones entre sus registros 27 La doble
articulacin y la economa del sistema, 27. El signo lingstico. Sus
caractersticas, 35. Oposicin, valor, paradigma y sintagma, 41. Cap.
3. La facultad natural de adquirir una lengua 43 Algunas
peculiaridades del funcionamiento de la lengua, 43. La base que
permite la adquisicin de la lengua, 48. La adquisicin de la lengua
en el uso cotidiano, 51. Cap. 4. El componente fonolgico 55
Iniciamos con la fontica, 55. Puntos y modos de articulacin de las
consonantes, 60. Gua para un trabajo prctico, 65. Las vocales del
espaol, 69. Para llegar a la fonologa, 71. La adquisicin de los
fonemas, 77. Cap. 5. El componente sintctico 8 1 Del anlisis a los
registros mentales, 81. Marcas perceptibles, 91. La adquisicin del
componente sintctico, 95. Cap. 6. El componente semntico 1 0 1 ...
y utilizamos esos mecanismos para construir significados, 101. Qu
contiene el componente semntico?, 107. La adquisicin del componente
semntico, 113. Apndice A. Distintos enfoques en el quehacer
lingstico117 Estructura del sistema y accin social, 117.
Especialidades que enfocan un nivel, 130. Disciplinas que enfocan
la relacin entre el lenguaje y otro tipo de realidad, 136. Apndice
B
1 La estructura del sistema que todo hablante conoce
UN JUEGO. REFLEXIONES BSICAS Imagnese usted, amable lector,
amable lectora, la siguiente situacin: dos personas estn jugando un
juego que usted no conoce y quisiera participar en l. Le hacen
saber que esperan que usted juegue con ellas, que comience
observando. A partir de los datos que obtenga de la observacin,
llegar a saber cmo actuar en el juego. Las dos personas que juegan
no se lo explicarn: usted tiene que descubrir cmo hacerlo. Suponga
que comienza a observar y se da cuenta de que una de las dos
personas dice una palabra y que la otra le contesta con otra
palabra; de esta manera van alternando su participacin. Por
ejemplo:PERSONA 1: -rosa PERSONA 2: -Elena PERSONA 1: -alcatraz
PERSONA 2: -Daniel PERSONA 1: -jirafa PERSONA 2: -alcoba PERSONA 1:
-elefante PERSONA 2: -acento PERSONA 1: -amapola PERSONA 2: -Ins
PERSONA 1: -jabal PERSONA 2: -espejos10 CAP. 1. LA ESTRUCTURA DEL
SISTEMA UN JUEGO. REFLEXIONES BSICAS 11 Usted se da cuenta de que
cada vez que la persona 1 dice el nombre de una flor, la persona 2
responde con un nombre de persona; y que cuando la persona 1 dice
el nombre de un animal, la persona 2 responde con un nombre de cosa
inanimada. Entonces usted decide participar en el juego:PERSONA 1:
crisantemo USTED: LuisaEn ese momento le dicen que se equivoc!
Usted respondi con un nombre de persona cuando el jugador 1 dijo el
nombre de una flor. Sin embargo, hubo un error. Por consiguiente,
la hiptesis a la que haba usted llegado no era adecuada. Vuelve
usted a observarPERSONA 1: encendedor PERSONA 2: Ral PERSONA 1:
Trini PERSONA 2: avispasAhora se percata de que la persona 2
siempre responde con un nombre del mismo gnero que el nombre que
dice la persona 1 (masculino o femenino), mientras que usted no
hizo lo mismo cuando se equivoc. Llega usted a la hiptesis de que
la clave es el gnero de los nombres y vuelve a participar:PERSONA
1: ropero USTED: abrigo Parece que va bien! Contina: PERSONA 2:
ngel PERSONA 1: lmpara USTED: mariposaNuevamente le dicen que se
equivoc! Las dos personas siguen el juego y usted contina
investigando para encontrar alguna relacin entre las plabras que
dicen los jugadores: PERSONA 1: Eduardo PERSONA 2: ngelesPERSONA
PERSONA PERSONA PERSONA PERSONA PERSONA PERSONA PERSONA1: espalda
2: anteojos 1: Luis 2: ceniza 1: andn 2: ferrocarril 1: sapo 2:
ajoLlega usted a una nueva hiptesis y la pone a prueba: PERSONA 1:
equilibrista USTED: antifaz PERSONA 2: Cristina PERSONA
1:rbolUSTED: cenicero PERSONA 2: empleado PERSONA 1: arroz USTED:
-Sol PERSONA 2: canica PERSONA 1: alcohol USTED: perro PERSONA 2:
objetoSu hiptesis funcional Qu tuvo usted que hacer segn lo
narrado, para poder participar en el juego? De acuerdo con que tuvo
que pasar por un proceso de conocimiento para saber cmo se. jugaba.
Pero, concretamente, qu cosas del juego tuvo que conocer? Imagnese
a usted en el inicio de su observacin. En primer lugar, se dio
cuenta de que los nombres que decan las personas eran los elementos
pertinentes del juego; es decir, no resultaba importante tomar en
cuenta los gestos, el tono de la voz, las posiciones de los brazos,
para poder participar en este juego. Adems, se percat de que haba
alguna regla para relacionar el nombre que deca uno de los
jugadores con el nombre que deca el otro. Por consiguiente, para
saber cmo jugar, usted tuvo que conocer cules eran los elementos
del juego y sus reglas. Ahora bien, usted podr darse cuenta de que
para llegar a conocer los elementos y las reglas del juego, tuvo
que tener acceso a los datos necesarios, mediante la observacin a
los participantes escuchndolos. Analiz los datos y construy una
hiptesis sobre los elementos y las reglas del juego; los
participantes le manifestaron que su hiptesis no era adecuada.
12 CAP. 1. LA ESTRUCTURA DEL SISTEMAEL SISTEMA DE LA LENGUA 13 1
Sigui obteniendo datos y modific su primera hiptesis para llegar a
construir la segunda. Al poner a prueba su nueva hiptesis, supo que
tampoco era adecuada. Su posterior observacin le confirm la
inadecuacin y lleg asa construir una tercera hiptesis sobre el
sistema del juego. En resumen, usted necesit conocer el sistema del
juego para poder participar. Esto implic descubrir los elementos y
la regla del juego. A este descubrimiento lleg usted analizando los
datos que le aportaron las dos personas al jugar y construyendo sus
propias hiptesis. Cada vez que usted construy una hiptesis, la puso
a prueba participando y volviendo a observar los datos. Mediante su
participacin y la obtencin de nuevos datos, usted fue modificando
sus hiptesis hasta llegar a construir un sistema equivalente al que
conocan los dos jugadores. Una realidad de la que es muy importante
tomar conciencia es el hecho de que cualquier persona que observe
un juego como el de la situacin imaginaria mencionada y que
realmente intente descubrir lo necesario para jugar, estar
realizando unos procesos intelectuales que culminarn en la
construccin de hiptesis no necesariamente adecuadas desde el primer
momento.OBSERVANDO EL HABLA PODEMOS CONOCER EL SISTEMA DE LA LENGUA
Ahora bien, si en lugar de observar un juego observamos el habla de
un grupo de personas, nos damos cuenta de que el habla est
constituida por sonidos; es decir, por fenmenos fsicos de la misma
naturaleza que el que se produce cuando golpeamos con los nudillos
la madera de nuestro escritorio. Nos percatamos, adems, de que esos
sonidos hacen posible cierta comunicacin entre las personas; stas
obtienen significados a partir del habla. Pero los significados son
de una naturaleza muy distinta de los sonidos. Se producen sonidos
y obtenemos significados... Cmo sucede lo anterior? Ser que los
significados "viajan" de una persona a otra junto con las cadenas
de sonidos que constituyen el habla? Si grabamos el habla de una
persona en una cinta magnetofnica, al reproducir sta, podemos
interpretar significados; sin embargo, sabemos que la grabadora slo
registra las ondas sonoras; es decir, los fenmenos fsicos llamados
sonidos. Por tanto, puesto que nos consta que al escuchar el habla
grabada obtenemos significados, tenemos que reconocer que los
significados no vienen* con las cadenas de habla (la grabadora slo
puede reproducir lo que ha registrado: sonidos). Supongamos que
grabamos el habla que escuchamos durante un da y la analizamos.
Imaginemos que no sabemos nada de los anlisis gramaticales que
ensean en las escuelas. Nos enfrentamos as a las cadenas de
sonidos, como a cualquier otro objeto de observacin y anlisis, con
la peculiaridad de que en este caso se trata de cadenas de habla de
nuestra misma lengua. Lo que vamos a encontrar es que las
secuencias de sonidos no estn producidas al azar, sino que podramos
hacer agrupaciones de palabras con base en los lugares en los que
aparecen dentro de las cadenas. Si esto es posible, quiere decir
que las cadenas de habla tienen estructuras determinadas, son
sistemticas. Encontramos que, aunque el habla de una persona no es
predecible (porque no sabemos de antemano qu va a decir exactamente
ante determinada situacin), las cadenas de sonidos que se producen
al hablar resultan sistemticas.Esa sistematizacin de los lugares
que ocupan las palabras se mantiene en la infinita variedad de
cadenas que producen los distintos hablantes de una misma comunidad
lingstica. De lo anterior podemos deducir que al hablar emitimos
una secuencia de sonidos sistematizados de tal manera, que permiten
cierta comunicacin. Enfoquemos bien este fenmeno del habla: se
trata de sonidos sistematizados y permite alguna comunicacin (esto
no es una definicin; su valor est slo dentro de este punto de la
reflexin que estamos realizando usted y yo). Si en las cadenas de
distintos hablantes hay una misma sistematizacin, quiere decir que
stas se producen a partir de un sistema. Y si al escuchar esos
sonidos sistematizados, los hablantes de la misma comunidad
interpretamos significados que permiten alguna comunicacin entre
nosotros, y estos significados no vienen con los sonidos
(recordemos el caso de la grabacin), quiere decir que compartimos
el sistema. Este sistema nos da las cla-ves para producir las
cadenas de habla y la base para interpretarlas. Pero, en dnde se
encuentra ese sistema? Al hablar o al interpretar, en situaciones
normales, no tenemos que acudir a algo externo a nosotros para
obtener las claves que nos indiquen cmo hacerlo. Ni siquiera somos
conscientes de que recurrimos a un sistema cada vez que hablamos o
interpretamos. Por consiguiente, reconocemos que se trata de un
sistema que est en nosotros y que no es consciente: un conocimiento
no' consciente. Este sistema tiene, entonces, una base en el
cerebro de los hablantes, como todo conocimiento.' ' Sobre la
concepcin de una base neurofisiolgica del conocimiento, vase el
apartado *El lenguaje y sus correlatos neurofisiolgicos', del
Apndice A. 14 CAP. 1. LA ESTRUCTURA DEL SISTEMA Cmo investigar la
realidad del sistema de la lengua? Nuestras percepciones
sensoriales no tienen acceso directo a l, por ser un conocimiento
(no lo olemos, no lo vemos ni tocamos... ). Sin embargo, podemos
observar las producciones que se basan en l, para descubrir cmo es.
Esto es lo que hacemos en lingstica:' a partir de la observacin y
el anlisis de las realidades del habla, construimos hiptesis que
intenten describir el sistema de la lengua, al que no podemos
observar directamente. Construimos estas hiptesis con la idea de
que el sistema de la lengua debe ser de tal manera que, con base en
l se producen las realidades del habla que estamos observando. As,
partimos de los datos empricos, los analizamos, construimos
nuestras hiptesis y, posteriormente, regresamos a los datos
empricos para ver si esas hiptesis son adecuadas para explicar la
produccin de fenmenos del habla que observamos. Si resultan
adecuadas, consideramos que estas hiptesis describen algn aspecto
del sistema de la lengua. Podemos dejar de construir hiptesis y
describir las cadenas de habla, pero entonces no intentamos
explicar cmo se realizan; en este caso, nuestro objeto de estudio
no sera el sistema de la lengua, sino las producciones basadas en
l. Espero que est de acuerdo en que usted y yo podemos, en este
punto, concluir lo siguiente. Un sistema de lengua es un
conocimiento no consciente que comparten los hablantes de una
comunidad lingstica. Este conocimiento le permite a cada persona
estructurar sus cadenas de habla e interpretar el significado de
stas. Es posible saber cmo es el sistema mediante la construccin de
hiptesis basadas en las evidencias que ofrece el habla. Puesto que
se trata de un conocimiento del que no tenemos conciencia, sabemos
que no es un conocimiento escolar. Adems, si fuese escolar, ninguna
persona no escolarizada podra hablar, y esto no sucede: en
condiciones normales, toda persona llega a hablar
independientemente de que sea escolarizada o no. Es cierto que
resulta comn que la adquisicin de una segunda (o tercera, o
cuarta...) lengua se realice escolarmente, ya se trate de una
lengua extranjera o del mismo pas. En el caso de Mxico, por
ejemplo, lo ms usual es que los hablantes cuya primera lengua es
nativa de nuestro territorio adquieran el espaol, como segunda
lengua, en la escuela; pero tanto ellos como cualquier persona de
cualquier lugar del mundo, en condiciones normales, adquieren su
primera lengua o "lengua materna" sin ningn tipo de entrenamiento
escolar. 'En el Apndice A se describen distintos enfoques en el
quehacer lingstico.
ELEMENTOS Y REGLAS DEL SISTEMA 15 Si nos encontramos con un
adulto normal que no pueda estructurar de manera adecuada el
espaol, podemos suponer, acertadamente, que el espaol no es su
lengua materna y que hablar su lengua con toda la estructuracin
adecuada.
LOS ELEMENTOS Y LAS REGLAS DEL SISTEMA As como el observador de
un juego puede llegar a descubrir los elementos y las reglas de ste
al analizar la manera en que es jugado y hacer hiptesis sobre el
sistema en el que est basado, podemos emular, en este momento, la
investigacin lingstica, tratando de llegar a hiptesis adecuadas
sobre la lengua. Intentemos, pues, usted y yo, saber cmo es el
sistema de la lengua, reflexionando sobre las evidencias que
tenemos en las realidades del habla. Comencemos teniendo presente
que es importante no perder de vista lo que aparenta ser evidente,
trivial y sencillo en la realidad que investigamos. La mayor parte
de las veces, en la historia de las investigaciones, el
reconocimiento serio de algn dato que pareca secundario, por
resultar demasiado evidente, ha tenido la funcin de iluminar la
comprensin del objeto estudiado. Con el fin de llegar a una
explicacin adecuada, no tengamos, pues, miedo de describir de
manera explcita las realidades que nos parezcan ms simples. A veces
la base para solucionar un problema es algo muy concreto que
tenemos frente a nosotros, como pueden ser los sonidos con los que
empiezan y con los que terminan las palabras del juego imaginario
con el que comenzamos; pero en ocasiones buscamos algo ms complejo,
ms sofisticado o ms abstracto que lo que tenemos frente a nosotros.
En primer lugar, podemos darnos cuenta de que cualquier hablante
reconoce los sonidos de su lengua y los distingue de otros sonidos
de un estornudo, por ejemplo; y, lo ms importante en este aspecto,
entre los diferentes sonidos que pronuncia y que escucha de los
hablantes de su comunidad lingstica, reconoce cundo la diferencia
de una unidad de sonido repercute en un cambio en la interpretacin
del significado. Por ejemplo, entre las dos secuencias de sonidos
que se producen al pronunciar las palabras caa y cana, slo hay una
unidad de sonido que cambia; y este cambio es suficiente para que
interpretemos una secueUcia con un significado distinto del de la
otra. Esto nos conduce a afirmar que una clase de elementos que
conoce todo hablante, y que forma parte del sistema de su lengua,
son los registros que le permiten distinguir las unidades de sonido
de su lengua.Recordemos que al hablar de los "saberes" que
conforman el conocimiento de la lengua, nos estamos refiriendo a un
conocimiento no consciente. Es probable que usted, por su exigencia
de rigor lgico, piense que no es necesario suponer que tenemos unos
registros que permiten distinguir el sonido / / del sonido / n /,
puesto que los dos son "objetivamente diferentes" y, por tanto, slo
hace falta poseer una percepcin auditiva normal para distinguirlos.
Ante lo cual, podra yo solicitar su paciencia, aduciendo que en el
captulo 4 sobre el componente fonolgico va a darse cuenta usted de
que s es necesario pensar en la existencia de registros de unidades
de sonido. Sin embargo, a reserva de poder profundizar un poco ms
sobre el asunto en el captulo mencionado, motivada por la reflexin
de usted, le hara pensar en esas unidades de sonido que son
totalmente ajenas a nuestra lengua espaola y que pertenecen a otras
lenguas como el sonido producido por un chasquido en la boca, que
aparece en algunas lenguas. Un sonido as, no slo lo percibimos como
distinto de / n /, sino que adems sabemos que no pertenece a
nuestra lengua, mientras que el sonido / n / s pertenece. Frente a
esta realidad es posible pensar que cada hablante reconoce los
sonidos de su lengua y los diferencia de los que no pertenecen,
debido a que tiene registrados los primeros. Pero el punto ms
convincente, y al que entraremos con ms detalle en el captulo sobre
el componente fonolgico, es el siguiente: una diferencia entre dos
unidades de sonido puede cambiar el significado en una lengua y en
otra no; y cada persona sabe cules son las diferencias entre las
unidades de sonido que s cambian el significado en su lengua. A los
registros de las unidades de sonido que cada hablante tiene de su
lengua se les llama fonemas, los cuales no son los sonidos del
habla sino que son registros internos mentales-3 que forman parte
del conocimiento inconsciente que cada persona tiene de su lengua.
Esos registros le permiten distinguir las unidades de sonido ms
pequeas que son aislables en una secuencia de habla.3Sobre
distintas posturas para ubicar una realidad llamada *mental, vanse
los apartados del Apndice A, titulados El lenguaje y su dimensin
psicolgica' y 'El lenguaje y sus correlatos netirofisiolgicos'.
Sobre distintas concepciones acerca de la ubicacin del fonema, con
respecto a la realidad, vase el apartado 'El fonema', del Apndice
B. ELEMENTOS Y REGLAS DEL SISTEMA 17 En segundo lugar, todo
hablante puede reconocer y producir las combinaciones desonidos que
forman slabas concebibles en su lengua. Es decir, aunque un
hablante no tuviese un conocimiento consciente de lo que es una
slaba, tendra el conocimiento inconsciente que le permitira
combinar los sonidos propios de su lengua estructurando las
distintas clases de slabas que tambin son propias de su lengua.
Este mismo tipo de conocimiento eslo que ocasiona que nos cause
extraeza escuchar una slaba en la que la combinacin de las unidades
de sonido no sea posible en nuestra lengua, aunque cada una de esas
unidades s pertenezca a ella. El tipo de conocimiento al que me
estoy refiriendo no es el que permite reconocer las palabras que
hemos registrado, sino el que permite reconocer una secuencia de
sonidos que podra ser una palabra de nuestra lengua aunque no la
tuvisemos registrada como tal; y permite distinguir las secuencias
de sonidos que no siguen los patrones de las palabras de nuestra
lengua (extraas como secuencias, aunque cada unidad de sonido fuese
reconocible y familiar). Por ejemplo, al escuchar algo como
prsasigna, podemos saber que no es una palabra espaola; a cualquier
hablante de nuestra lengua le causara extraeza; esto se debe a que
la secuencia de sonidos que corresponde a prtlsa no sigue los
patrones de una slaba del espaol, ni tampoco la secuencia signa.
t',n cambio, al escuchar algo como tamirn, aunque no sea una
palabra de mi vocabulario, podra pensar que quiz se trate de una
palabra del espaol que desconozco. La interrogante que le surgira a
cualquier hablante del espaol al escuchar tamirn no sera del mismo
tipo que la extraeza que le causara escuchar prtlsaslgna. Estas
evidencias nos conducen a afirmar que, como parte del conocimiento
que todo hablante tiene de su lengua cualquiera que sta sea, existe
un tipo de reglas que permiten combinar los sonidos de la lengua
para formar slabas y reconocer las combina-ciones de sonidos
posibles en su lengua. Se trata de reglas de combinacin de fonemas.
Un tercer tipo de conocimiento que forma parte del sistema de
cualquier lengua es quiz el ms fcil de reconocer desde la reflexin
ms superficial: el conocimiento de elementos del lxico. No se
trata, como en lo considerado en prrafos anteriores, del
conocimiento que le permite a un hablante distinguir todas las
posibles secuencias de sonidos que podran formar una palabra, sino
que se trata de su propio vocabulario registrado de hecho, que le
permite reconocer los vocablos que pertenecen a l, cuando los
escucha. Esta parte del sistema de la lengua, el lxico, se mantiene
abierta a todo lo largo de la vida de cada persona. Seguramente
usted habr experimentado, igual que todo hablante de cualquier
lengua, que en el transcurso de la vida incorporamos nuevos trminos
a nuestro vocabulario. Al hablar de esta clase de elementos de la
lengua, no me refiero al registro de los significados de los
elementos del vocabulario, que nos permiten interpretar cada
palabra, sino a un tipo de registro que nos permite reconocer los
elementos en s del vocabulario. Para tener ms claro este tipo de
registros, sera til pensar en algn trmino que hubisemos escuchado y
que pudisemos recordar y reconocer al volver a escucharlo, y del
cual desconocisemos su significado. Seguramente usted, como yo, ha
experimentado alguna vez lo anterior. Eso que nos ha permitido
reconocer el trmino cuyo significado desconocemos es de la misma
naturaleza que el registro de un elemento lxico. Por supuesto que
mientras tengamos un registro as, desligado de cualquier
significado, no podremos utilizarlo lingsticamente: no tendra valor
lingstico; un registro de este tipo deber relacionarse con el
registro de un significado para que pueda utilizarse con valor
lingstico. En cuarto lugar observamos que en las cadenas de sonidos
que producen todos los hablantes de una lengua cualquiera, los
elementos que podemos relacionar con un significado, es decir, los
elementos lxicos, aparecen siempre ocupando determinados lugares
dentro de una estructura. Qu quiere decir esto? Si nosotros
anotsemos las cadenas de habla de una misma lengua que escuchramos
durante todo un da en situaciones normales de comunicacin y
analizsemos las secuencias en que aparecen los elementos lxicos,
nos daramos cuenta de que, si bien la cadena de habla que produce
un hablante en un momento determinado es impredecible (normalmente
no podramos asegurar qu es lo que va a decir una persona en cada
momento), hay entre todas las cadenas algo sistemtico: los
elementos lxicos pueden clasificarse de acuerdo con los lugares en
que aparecen formando estructuras. Si esto es as, slo puede deberse
a que cada hablante tiene registrados todos los elementos lxicos de
manera clasificada y unas reglas que le permiten combinar los
elementos lxicos que seleccione, ubicndolos en un lugar determinado
segn su categora. De esta manera se explica que las cadenas de
habla revelen una construccin de estructuras en las cuales cada
elemento lxico ocupa un lugar determinado (sobre las distintas
maneras de marcar estos lugares hablaremos en el captulo 5 sobre el
componente sintctico). ELEMENTOS Y REGLAS DEL SISTEMA 19 Es decir,
adems de tener registrados los elementos lxicos de manera
clasificada, cualquier hablante de cualquier lengua tiene
registradas unas indicaciones para combinar los que l seleccione al
hablar de acuerdo con la clase a la que pertenece cada uno. Por
esto es que en condiciones normales de habla, ningn hablante de
espaol dira algo como: tarde la vamos en vernos a; en cambio si
podra decir: en la tarde vamos a vernos. A las indicaciones que
todo hablante tiene registradas y que le permiten combinar sus
elemen-tos lxicos formando estructuras, en lingstica les llamamos
reglas sintcticas.4 La clasificacin de los elementos lxicos y el
registro de las reglas para combinarlos forman parte del
conocimiento inconsciente de todo hablante. Esto podramos probarlo
en cualquier lengua y descubriramos que en cada una hay
clasificaciones y reglas que comparten todos sus hablantes
(distintas de las que comparten todos los hablantes de otra
lengua), aunque no tengan la menor conciencia de ello. As, vamos a
encontrar que aunque una persona no tenga un estudio elemental de
gramtica, aun si fuese analfabeta, si bien es cierto que utilizar,
como cualquier otra persona, algunas expresiones que predominen en
su grupo social, compartir con todos los hablantes de su misma
lengua el uso de ciertas estructuras bsicas; por ejemplo, si su
lengua es el espaol, en situaciones normales, no sera probable que
dijese una secuencia del tipo: la a cuando casa llover llegu a
empez, pero s podra decir una secuencia del tipo: llegu a la casa
cuando empez a llover. Si analizamos las cadenas de habla de
distintas lenguas y las comparamos, descubriremos que las
clasificaciones de los elementos lxicos de una y sus reglas de
combinacin son distintas de las de las otras lenguas. Un quinto
tipo de conocimiento corresponde a uno al que ya hemos aludido y
cuya prueba de existencia salta a la vista al reconocer que todo
hablante utiliza los elementos de su propio lxico de manera
congruente con sus significados. Esto quiere decir que tenemos
registrado el significado de cada elemento lxico y en cada sistema
de lengua estn relacionados los registros de los elementos lxicos
con los registros de sus significados. sta es la razn por la que
una persona puede utilizar un elemento lxico y logra que otra
persona de su misma comunidad lingstica sepa a qu se refiere la
primera: ambas tienen el registro de ese elemento lxico relacionado
con el registro de su significado (aun si el significado que una
persona ha registrado no es totalmente idntico al de la otra). El
primer registro mencionado (el elemento lxico) permite reconocer la
secuencia correspondiente dentro de las largas cadenas de sonidos
del habla no es la secuencia de sonidos de cada palabra, sino los
registros mentales que permiten reconocer dichas secuencias de
sonidos; el segundo registro mencionado (el significado lxico)
permite hacer la relacin con un referente -por ejemplo, emplo, el
significado de la palabra puerta es un registro que nos permite
relacionar el elemento lxico con los objetos (o nuestras
representaciones de ellos) llamados puerta". El hecho de que una
persona logre relacionar un trmino con su referente (el objeto
fsico o imaginario del mundo, al cual se refiere) muestra que tiene
relacionados el registro lxico que corresponde a ese trmino y el
registro de su significado; este ltimo es el vnculo entre un
elemento lxico y su referente (en cada contexto en que se use).
Sobre los principios estructurantes que se concretan con la
concepcin de reglas sintcticas y otras alternativas formales,
consltense los trabajos citados en el apartado La nocin de reglas y
el comportamiento sintctico", del Apndice B; tambin puede verse el
apartado *El sistema en s mismo", del Apndice A. 20 CAP. 1. LA
ESTRUCTURA DEL SISTEMA El hecho que acabo de mencionar se realiza
debido al nexo entre esos tipos de registros que forman parte del
conocimiento inconsciente que constituye el sistema de la lengua;
en cambio, el hecho de que una persona pueda definir el significado
de un trmino implica cierto nivel de conciencia. Por ejemplo, si a
una persona se le dificulta definir el significado de algn trmino
(que no es lo mismo que identificar sus referentes), no sera vlido
deducir que carece de los registros del elemento lxico y del
significado correspondientes, ambos relacionados. En este punto es
importante considerar que la distincin entre los tipos de registros
resulta til para comprender algunas realidades del funcionamiento
de la lengua; pero igualmente importante resulta tener presente que
no se trata de registros independientes. El conjunto de elementos
lxicos y significados que ha registrado una persona en un momento
determinado depende de su propia experiencia. Es de suponer que
entre dos personas estos conjuntos no sern idnticos. Sin embargo,
el hecho de que al hablar logren entenderse medianamente prueba que
hay un ncleo importante de elementos lxicos y significados
relativamente compartidos entre las dos. En sexto lugar, si los
hablantes de una lengua cualquiera conocieran inconscientemente slo
los elementos y las reglas que hemos reconocido en los prrafos
anteriores, podran producir cadenas de habla estructuradas e
interpretar significados; pero estas interpretaciones seran muy
distintas de las que realmente hacemos en cualquier lengua del
mundo. Consideremos, como ejemplo, el caso del espaol. Como
hablantes de esta lengua, podemos reconocer la diferencia de
significado dhtr- los siguientes pares de ejemplos:la. Manuel
trabaja antes de comer lb. Manuel come antes de trabajar 2a.
Siempre respiramos mientras dormimos 2b. Siempre dormimos mientras
respiramos 3a. Can mat a Abel 3b. Abel mat a Can 4a. El testigo vio
al ladrn 4b. El ladrn vio al testigo 5a. La nia observaba el cielo
desde la rama de un rbol 5b. La rama de un rbol observaba a la nia
desde el cielo
Si en nuestro conocimiento inconsciente de la lengua slo
tuvisemos registrados los tipos de elementos y de reglas
mencionados anteriormente, podramos distinguir y producir las
palabras de los ejemplos anteriores; entenderamos el significado de
cada una de ellas; al hablar, podramos combinar estas palabras
formando frases y oraciones como las de 1 a 5 y seramos capaces de
inconscientemente reconocer las diferentes ubicaciones de las
palabras en las estructuras de estas frases y oraciones al
escucharlas. Pero no podramos obtener la interpretacin total de
cada oracin, porque no tendramos ningn conocimiento que nos
indicase cmo combinar los significados de sus elementos lxicos.
Recordemos que los elementos lxicos y sus significados son cosas
diferentes. De manera paralela a esta diferencia, las reglas
sintcticas nos indican cmo combinar los elementos lxicos para
formar estructuras; otra cosa sera algn tipo de instruccin para
com-binar los significados. Sin un tipo de conocimiento que nos
indicase cmo combinar los significados de esos elementos dentro de
las estructuras, slo podramos interpretar los significados de cada
elemento lxico de manera aislada. Siendo as, de qu nos servira
poder combinar los elementos lxicos? Sin poder combinar los
significados, la construccin de estructuras al hablar no tendra
ninguna funcin lingstica, no servira para construir significados ms
all de los elementos lxicos. Para que la construccin de estructuras
tenga una funcin lingstica, es necesario que al combinar los
elementos lxicos mediante reglas sintcticas, combinemos tambin sus
significados. Si no tuvisemos un tipo de conocimiento que nos
indicase cmo combinar los significados lxicos, para interpretar
estructuras mayores, slo entenderamos conceptos aislados. Sin este
tipo de conocimiento, con oraciones como las del primer par de
ejemplos anteriores, entenderamos que se refieren a una persona
llamada Manuel y a las actividades de trabajar y de comer; sin
ninguna relacin entre estos conceptos, la, y lb, significaran lo
mismo. 22 CAP. 1. LA ESTRUCTURA DEL SISTEMA Adems, los trminos
antes y "de" no tendran sentido. En un sistema as que es slo
imaginario, porque no podra corresponder a ninguna lengua del mundo
en el que no fuera posible relacionar los significados de las
estructuras producidas, seguramente no existiran en el lxico
trminos como estos dos. En consecuencia, cada par de ejemplos como
los anteriores significaran lo mismo, por contener los mismos
elementos lxicos. Sin embargo, cualquier hablante de espaol, en
condiciones normales, encontrar una diferencia de significados
entre los miembros de cada par de los ejemplos anteriores; y lo que
interprete en cada uno de ellos no sern conceptos aislados. En
cualquier lengua de cualquier rincn del mundo podra probarse lo
mismo (por supuesto, entre una lengua y otra seran distintos, no
slo los elementos lxicos y su pronunciacin, sino tambin las
estructuras de frases y oraciones). Por consiguiente, estamos ante
una evidencia de que en nuestro sistema de lengua tenemos
registrado un tipo de conocimiento que nos permite combinar los
significados lxicos interpretando las secuencias de stos segn el
lugar que ocupa cada elemento lxico dentro de una estructura y todo
hablante de cualquier rincn del mundo posee este tipo de
conocimiento, como parte de su sistema de lengua. As como todo
hablante puede estructurar sus elementos lxicos con base en sus
reglas sintcticas, al mismo tiempo puede combinar los significados
de esos elementos lxicos mediante sus reglas semnticas. Con base en
nuestra experiencia cotidiana del uso de la lengua, hemos
identificado, a travs de nuestras reflexiones, seis tipos de
conocimiento que constituyen el sistema de cualquier lengua del
mundo las pruebas de la existencia de cada uno de estos tipos de
conocimiento pueden obtenerse diseando una pequea investigacin y
tomando como informante a un hablante de cualquier lengua del
mundo; obviamente, las reglas y los elementos especficos sern
distintos entre una lengua y otra; pero en ellos reconoceremos los
seis tipos que hemos hallado.ESTRUCTURACIN DEL SISTEMA Para
realizar los estudios del sistema de la lengua al enfocar las
caractersticas especficas de una lengua en particular o las
caractersticas universales de la lengua humana, en lingstica se ha
concebido a este sistema como una estructura formada por tres
componentes algunos autores los llaman niveles. Las descripciones
basadas en esta estructuracin han resultado congruentes y adecuadas
para explicar los fenmenos empricos que se pueden observar en el
uso de la lengua. Se concibe al conjunto de conocimientos
inconscientes que constituye el sistema de la lengua conformado por
tres subconjuntos, cada uno de ellos con caractersticas distintas
de los otros. Los fonemas y sus reglas de combinacin presentan
caractersticas afines entre ellos y distintas de las caractersticas
que presentan los elementos lxicos y sus reglas de combinacin; y
tanto unos como los otros presentan caractersticas distintas de las
que pueden apreciarse en los significados lxicos y sus reglas de
combinacin. Por consiguiente, consideramos que los fonemas y sus
reglas de combinacin constituyen un componente, al que se le ha
llamado fonolgico; los elementos lxicos y sus reglas de combinacin
constituyen el componente sintctico; los significados lxicos y sus
reglas de combinacin constituyen un componente al que se le ha
denominado semntico.-, Cualquier persona, en condiciones normales,
llega a hablar una lengua por lo menos una desde temprana edad. Si
analizamos su habla, nos damos cuenta de que se trata de una
produccin que slo podemos explicar reconociendo que dicha persona
posee un sistema de lengua constituido por los seis tipos de
conocimiento inconsciente: los elementos y las reglas que hemos
mencionado anteriormente; y que stos pueden describirse en los tres
componentes, tambin mencionados. Al describir alguno de estos
componentes en un trabajo de investigacin, suele utilizarse el
trmino sistema; por ejemplo, es comn hablar de un "sistema
fonolgico", debido a que los elementos y las reglas de cualquier
lengua independientemente de que tenga mucho o poco prestigio
social presentan, dentro de cada componente, caractersticas de
estructuracin y de funcionamiento que permiten concebirlos como
registros relacionados entre s que forman un sistema. Pero esto no
implica que cada componente sea un sistema independiente; la
interaccin entre los tres es lo que permite que cualquier persona,
en condiciones normales, pueda hablar estructurando significados,
ubicando un elemento lxico en cada lugar de la estructura y
expresando estas estructuras mediante sonidos. Al reflexionar sobre
la adquisicin de la lengua, en el captulo 3, veremos con mayor
claridad el funcionamiento de los tres componentes actuando de
manera correlativa. 'Con respecto a la ubicacin de un componente
morfolgico, vanse los apartados 'La ubicacin de la morfologa'y
Especialidades que enfocan un nivel, de los Apndices By A,
respectivamente. 24 CAP. 1. LA ESTRUCTURA DEL SISTEMA Si
consideramos los elementos del componente fonolgico, los fonemas,
nos damos cuenta de que son elementos que carecen de significado:
los utilizamos para saber cmo producir cada sonido de los elementos
lxicos que seleccionamos al hablar; y, al escuchar, los empleamos
para identificar cada uno de estos sonidos y, mediante esto,
identificar, a su vez, cada elemento lxico. Pero cada uno de ellos
no est relacionado, en el sistema de la lengua, con un significado;
por esto es que si utilizamos uno de ellos para producir una unidad
de sonido, con esta unidad no logramos que se interprete un
significado; a menos que exista en el componente sintctico de
nuestra lengua algn elemento lxico que se realice, al hablar,
mediante un solo fonema; por ejemplo, en espaol, la conjuncin y,
que, al hablar, se produce mediante un solo elemento fonolgico. No
es lo mismo considerar el valor sintctico de la conjuncin y que el
valor del fonema al que est asociada. En las cadenas de habla,
podemos escuchar varias veces el mismo sonido con que se pronuncia
y, como unidad mnima de sonido, no es interpretable, porque las
unidades mnimas de sonido de cualquier lengua estn basadas en los
fonemas, que, dentro del conocimiento inconsciente, no estn
relacionados con significados. Slo por su funcin dentro de una
estructura sintctica, en las cadenas de habla, podemos identificar
inconscientemente algunas veces la realizacin de ese sonido con un
elemento registrado en nuestro componente sintctico: con una
conjuncin, es decir, un elemento lxico, y, como tal, podemos
interpretarlo, porque en nuestro conocimiento inconsciente, como
todo elemento lxico, estar relacionado con un significado. La
conjuncin es un tipo de elemento lxico cuyo significado no nos
remite a un referente, sino que nos proporciona las instrucciones
para relacionar los significados de los elementos que vincula. Cada
elemento lxico tiene un significado. Estos elementos estn
registrados en el componente sintctico y cada uno de ellos est
relacionado con un significado, que, a su vez, est registrado en el
componente semntico. Adems, cada regla del componente sin-tctico,
que permite estructurar secuencias de elementos lxicos, est
relacionada con una regla del componente semntico, que permite
interpretar las combinaciones de significados lxicos, segn la
manera como estn estructurados. ESTRUCTURACIN DEL SISTEMA 25 De
acuerdo con lo que hemos reflexionado hasta el momento, sabemos que
cada persona que habla y que interpreta los significados del habla,
lo hace grbis a su cono;imi'nto inconsciente de la lengua; que ese
conocimiento, independientemente de la lengua particular de que se
trate, est integrado por seis tipos de registros estructurados en
tres componentes. A ese conocimiento inconsciente que cualquier
hablante tiene de su lengua, se le llama competencia. Podramos
esquematizar la estructura de la competencia de cualquier lengua de
la siguiente manera:Con esta forma de esquematizar la competencia
pretendo que se refleje una realidad que ya hemos reconocido: los
registros del componente sintctico estn relacionados con los
registros del componente semntico. Es decir, a cada elemento lxico
(a cada registro que nos permite reconocer un elemento de nuestro
vocabulario), le corresponde un registro del componente semntico,
el cual nos permite interpretar el significado del elemento lxico
(el registro de un elemento lxico sin su correspondiente registro
de significado slo nos permitira reconocer dicho elemento al
escucharlo y producir la secuencia de sonidos con que se realiza al
hablar; pero no nos permitira saber qu quiere decir; por
consiguiente, no podra tener una funcin lingstica para nosotros); y
a cada regla sintctica (que nos permite combinar los elementos
lxicos formando las estructuras del habla) le corresponde una regla
semntica (que nos permite combinar los significados lxicos para
interpretar las secuencias de habla segn el lugar que ocupa cada
elemento dentro de una estructura). Los componentes fonolgico y
sintctico corresponden a los registros del plano de la expresin; y
el componente semntico corresponde al plano del contenido. Los dos
planos son indisociables en su realidad lingstica.2 Caractersticas
del sistema de la lengua que se basan en su estructuracin y en las
relaciones entre sus registros
LA DOBLE ARTICULACIN Y LA ECONOMA DEL SISTEMA' Al hablar
utilizamos inconscientemente la competencia; sin ella no podramos
hablar ni entender lo que otro dice. Cada vez que habla una
persona, en dondequiera que se encuentre, un pueblo pequeito o una
ciudad enorme, cerca o lejos de nosotros, en una lengua que abarque
varios pases o en una que se circunscriba a unos cuantos kilmetros,
en una lengua que tenga escritura o en una que no la tenga, se
refleja la estructura de la competencia. Por eso producimos
oraciones (estructuras formadas con elementos lxicos combinados
mediante reglas sintcticas) convertidas en secuencias de unidades
de sonidos (producidas con base en los fonemas y sus reglas de
combinacin). Las cadenas de sonidos son interpretables, gracias a
que nuestros registros del componente fonolgico nos permiten
reconocer las unidades de sonido y, de las secuencias de stas, los
registros del componente sintctico nos permiten reconocer los
elementos lxicos y la estructura que forman al combinarse. A su
vez, los registros del componente semn-tico nos permiten
interpretar el significado tanto de los elementos lxicos como de
toda. Si consideramos la manera en que se usa una oracin de
cualquier lengua, en primer lugar reconoceremos que tiene un
significa- Puede encontrar la exposicin original de la doble
articulacin y la economa de la lengua en la obra de Andr Martinet
citada en el apartado "La doble articulacin", del Apndice B.
28 CAP. 2. Caractersticas DEL SISTEMA DE LA LENGUA cado; al
analizarla, encontraremos que dentro de ella hay unidades menores
que tambin tienen un significado, las frases y, dentro de stas, los
elementos lxicos; adems, dentro de los elementos lxicos hay
unidades ms pequeas sin significado; las ms pequeas de ellas son
las unidades de sonido que corresponden a los fonemas. As es como
nos damos cuenta de que las oraciones estn articuladas; es decir,
formadas por unidades menores que constituyen la secuencia. Por la
manera en que estn articuladas las oraciones que se producen en
cualquier lengua, se dice que la lengua es doblemente articulada:
encontramos la primera articulacin al analizar, a partir de la
oracin, las unidades con significado: la oracin misma, las frases y
los elementos lxicos; la segunda articulacin la encontramos al
seguir analizando y descubrir las unidades sin significado: las
slabas y los fonemas; estos ltimos son las unidades mnimas sin
significado. Podemos, entonces, enfocar una oracin y analizar en
ella las unidades que pertenecen a la primera articulacin; es
decir, las unidades con significado. Reconoceremos que la oracin
misma tiene un significado; dentro de ella podremos encontrar
frases, cada una de las cuales tendr tambin un significado (por
supuesto que no el mismo de la oracin completa); y dentro de las
frases podremos encontrar palabras, cada una tambin con su propio
significado. Pero si somos cuidadosos con nuestros anlisis y nos
fijamos bien, nos daremos cuenta de que dentro de las palabras
podemos encontrar unidades ms pequeas que tambin tienen
significado. Veamos esto en un ejemplo: Estas muchachas viajaron en
tren Tratemos de encontrar en esta oracin las unidades ms pequeas
que expresen algn tipo de significado. Para ello, tomemos la
palabra muchachas. No hay dentro de ella unidades que expresen
alguna parte del significado de la oracin? Con esta palabra sabemos
que se nos est hablando de unas personas, verdad? Cmo sabemos que
se nos habla de varias personas y no de una sola? De cuntas
personas se nos estara hablando si la palabra fuese muchacha? De
una-sola, verdad? En qu se diferencian las palabras muchachas y
muchacha? Seguramente est usted de acuerdo en que se diferencian en
que la primera tiene s al final. Recuerde que no estamos haciendo
una reflexin sobre el sistema de escritura, sino sobre el sistema
de la lengua; ste refleja las caractersticas que estamos buscando
ms directamente en el habla que en la escritura; por consiguiente,
pensemos en la unidad de sonido s (y no en la letra). Usted ya sabe
que, como unidad de sonido del habla, s corresponde a un fonema,
registrado en la competencia, y que, como tal, carece de
significado. Sin embarg, 'si' nos cuestionamos sobre esa unidad en
cuanto a su funcin en la palabra muchachas, en el nivel de los
elementos con significado, reconoceremos que esta unidad es la que
expresa que se est hablando de varias y no de una sola persona. La
ausencia de esas, en cambio, expresara que se est hablando de una
sola: muchaclia. Por consiguiente, dentro de estas palabras, el
ltimo lugar de izquierda a derecha si est escrita la palabra; y el
ltimo lugar en el tiempo si analizamos la secuencia de sonidos que
se producen, uno despus de otro, al hablar expresa un tipo de
significado: si en este lugar aparece s, sabemos que se nos est
hablando de ms de una; si en este lugar no aparece s, sabemos que
se nos est hablando de una. As es que tanto la presencia como la
ausencia de s funcionan como una unidad con un tipo de significado
en el ltimo lugar de algunas palabras de sustantivos y de
adjetivos.Hay excepciones: existen sustantivos que no tienen ese
ltimo lugar para s con significado; por ejemplo, la palabra anlisis
no tiene un lugar para expresar plural o singular, se mantiene
invariable; su s final no es, por tanto, una unidad que exprese
pluralidad, no tiene significado: resulta slo una unidad a nivel de
elementos sin significado y no una unidad a nivel de elementos con
significado; a diferencia de la s final de muchachas, que es una
unidad en cada uno de esos niveles. Continuemos con nuestro anlisis
de las unidades con significado de la palabra muchachas. Con ella
sabemos que se nos est hablando de personas de sexo femenino. Cmo
sabemos que las personas de las que se nos est hablando son de sexo
femenino? Por supuesto estoy preguntando cmo lo sabemos mediante la
palabra! Qu pasara si en el penltimo lugar de la palabra apareciera
o en lugar de a? Tendramos la palabra muchachos y enton-ces
sabramos que las personas a las que se refieren incluyen, por lo
menos, una de sexo masculino, verdad? Por consiguiente, a y o
podemos sustituirlas entre s en el penltimo lugar de algunas
palabras de algunos sustantivos y adjetivos y estas unidades
expresan que se nos est hablando slo de femenino o tambin de
masculino refirindose al sexo si las palabras completas tienen como
referente personas o algunos animales, o relacionndose slo con una
clasificacin que tenemos de las palabras (y de las cosas), por su
gnero, cuando su referente son objetos o algunos animales. As es
que a y o funcionan en ese lugar de algunas palabras como unidades
con un tipo de significado.
Ahora bien, con la palabra muchachas sabernos que se nos est
hablando de seres humanos jvenes; este significado se mantiene en
las palabras muchacha y muchacho; por consiguiente, dicho
significado no se expresa a travs de la ltima unidad: presencia o
au-sencia de s, ni de la penltima unidad: a u o, porque al
modificar estas unidades se mantiene el significado 'seres humanos
jvenes': muchachas muchacha muchacho Al darnos cuenta de que en las
tres palabras anteriores se conserva la parte muchach y que al
conservar esta parte se mantiene el significado 'seres humanos
jvenes', concluimos que esta parte de la palabra es una unidad con
significado; es la parte que expresa de qu conjunto de individuos
fsicos o imaginarios, seres vivos u objetos inanimados, abstractos
o concretos se nos est hablando. Si continuamos nuestro anlisis de
la palabra muchachas, ya dividida en las unidades con significado
muchach, a, s, encontraremos dentro de ella elementos ms pequeos
pero sin significado, por ejemplo: m, u, etc. Quiz alguien podra
pensar que dentro de muchach hay una parte ms pequea con
significado: mucha; esta unidad es una palabra que expresa
'cantidad grande', a diferencia de poca, que expresa 'cantidad
pequea'. Pero resulta que mucha, como unidad con significado, no
tiene una funcin dentro de la palabra muchachas; la prueba est en
que el significado de mucha no forma parte del significado
(consciente) de muchachas. Por consiguiente, mucha, como unidad con
significado, no tiene ninguna funcin (en esta lnea de anlisis)
dentro de la palabra muchachas. As, hemos encontrado las unidades
mnimas con significado de esta palabra: muchacha, s. A las unidades
mnimas con significado de cualquier lengua se les llama morfemas.
Los morfemas son de dos clases: a aqullos mediante los cuales
expresamos a qu conjunto de objetos (humanos o no) nos referimos
(por ejemplo, al conjunto de serles humanos de corta edad, con el
morfema ni), se les llama lexemas; a la otra clase de morfemas se
les llama gramemas. En los sustantivos y adjetivos, as como en los
verbos, los gramemas delimitan el concepto expresado por el lexema
(as, el concepto expresado por muchach se delimita por a y por s,
puesto que con estos elementos se reduce la posibilidad de
referencia, de todo el conjunto de seres humanos jvenes, a los que
son del sexo femenino y ms de un individuo). Estos gramemas, en
espaol, expresan gnero (masculino o femenino) o nmero (singular o
plural), en sustantivos y adjetivos; y en los verbos expresan
persona (primera: se refiere, en trminos generales, al autor de un
enunciado; segunda: se refiere a la(s) persona(s) a quien(es) se
dirige quien habla; o tercera: se refiere a alguien o algo que no
se identifica ni con el autor ni con el destinatario del
enunciado), nmero (singular o plural), tiempo y modo (presente,
pasado, etc., indicativo, subjuntivo). No menciono de manera
exhaustiva los tipos de gramemas del espaol; podemos encontrar
otros, como por ejemplo los de aumentativo y diminutivo, en los
sustantivos y en algunos adjetivos. Volviendo a nuestro primer
ejemplo, de los tres morfemas que contiene la palabra muchachas,
uno es un lexema y dos son gramemas. Tomemos, ahora, la palabra
viajaron; en ella encontramos que la unidad aron expresa la
persona, el nmero, el tiempo y el modo del verbo. Es decir, con
esta parte sabemos que la persona que utiliza tal palabra no se est
refiriendo a algo que le aconteci a ella misma, pues si as fuese,
utilizara la unidad : viaj; ni a algo que le aconteci al
destinatario (la persona a quien se dirige al hablar), pues en este
caso utilizara la unidad aste: viajaste; por consiguiente,
entendemos, mediante la unidad aron, que lo referido en la otra
parte de la palabra le aconteci a una tercera persona (esto quiere
decir que no es ni el autor del enunciado ni tampoco el
destinatario de l). Sabemos tambin, mediante la unidad aron, que la
persona que emplea la palabra, viajaron no se est refiriendo a algo
que le aconteci a un solo individuo, pues si fuese as utilizara la
unidad : viaj, sino que se refiere a algo que les aconteci a varios
individuos: nmero plural; asimismo sabemos que no se refiere a algo
que est sucediendo en el mismo momento en que el autor del
enunciado utiliza la palabra, pues en este caso utilizara una forma
compuesta: estn viajando, sino que se refiere a algo que aconteci
en algn momento anterior al tiempo en que se utiliza la palabra: a
un tiempo pasado en relacin con el momento en que se habla. Con la
unidad en cuestin sabemos que el autor del enunciado no est
expresando un caso hipottico, sino un caso real; si fuese un caso
hipottico utilizara la unidad asen o aran: viajasen o viajaran (por
ejemplo, en: me gustara que las muchachas viajasen en tren; aunque
los gramemas asen, aran tambin pueden utilizarse en algunas
construcciones que suponen casos reales, como en: no me gust que
las muchachas viajasen en tren). Por consiguiente, en la palabra
viajaron encontramos el gramema aron. Adems, nos podemos dar cuenta
de que al ir cambiando el gramema que expresa persona, nmero,
tiempo y modo, otra unidad permanece invariable: viaj. Ete es el
lexema; mediante este morfema se nos expresa un proceso de
movimiento: el desplazamiento de un lugar a otro (note usted que en
cada construccin especfica puede enfocarse el proceso de movimiento
como algo con un principio y un fin, como el caso del ejemplo
citado; o puede enfocarse el estado de cosas habituales, como en
las muchachas viajan en tren... desde nias). Los lexemas de otros
verbos pueden referirse a estados, procesos o actividades,
realizaciones. En los verbos llamados irregulares, el lexema del
verbo es variable en su forma. Tanto los lexemas como los gramemas
son elementos que constituyen nuestro lxico. Los gramemas que he
ofrecido como ejemplos dependen de su combinacin con un lexema para
poder constituir una palabra y se llaman gramemas dependientes.
Existen otros gramemas que, en los enunciados aparecen como
palabras (no como parte de ellas); a stos se les ha llamado
gramemas independientes; expresan, entre otras cosas, distintos
tipos de relaciones entre conceptos o entre referentes (resalto:
"entre otras cosas", porque en el captulo 6 sobre el componente
semntico podremos ver algunos ejemplos en los que se relacionan
otras cosas), como las preposiciones y las conjunciones del espaol
(el libro de mi buen amigo, llovi y todo se inund); algunos de
ellos, como los artculos del espaol, delimitan los conceptos
expresados por el sustantivo y, a la vez, funcionan como
instrucciones para combinar el significado del sustantivo con otro
significado (veremos al-gunos ejemplos en el captulo 6 sobre el
componente semntico). No estoy exponiendo una clasificacin
exhaustiva de los gramemas del espaol, recordemos que el punto de
partida al comenzar a hablar de los lexemas y de los gramemas era,
simplemente, encontrar las unidades mnimas con significado que
aparecen en una oracin; y... las hemos hallado! En resumen, al
hablar en cualquier lengua del mundo (sea de prestigio social o no,
tenga escritura o no la tenga, de cualquier rincn del mundo, sea
cual sea el nmero de sus hablantes), producimos expresiones que
tienen estructura de oracin; las construimos mediante las reglas
sintcticas, que estn registradas en nuestra competencia en relacin
con las reglas semnticas; es por esto que las oraciones tienen
significado, lo mismo que las frases y las palabras. Todas stas son
construcciones formadas mediante elementos lxicos (los morfemas) y,
puesto que stos tambin estn registrados en la competencia en
relacin con un significado, resulta que los morfemas expresan
tambin significados: son las unidades mnimas con significado. A la
vez, las cadenas de sonidos, en las que son convertidas las
oraciones, son secuencias de unidades de sonido, cada una de estas
unidades se produce con base en un fonema, y, debido a que stos
estn registrados en nuestra competencia sin relacin alguna con los
elementos del componente semntico, cada unidad de sonido, como tal,
de manera aislada, no tiene significado. Los fonemas son las
unidades mnimas sin significado. Es por esto que la lengua humana
es doblemente articulada; en la primera articulacin encontramos
oraciones, frases, palabras y morfemas y en la segunda articulacin
encontramos slabas y fonemas. El hecho de que tengamos registradas
unidades mnimas sin significado los fonemas y que al combinarlas,
obtengamos secuencias que corresponden a unidades lxicas (cada
unidad lxica en relacin con un significado), ocasiona que la lengua
humana tenga una caracterstica muy importante, pues resulta que un
mismo fonema puede intervenir en la formacin de miles de elementos
con significado, incluso puede intervenir ms de una vez en la
secuencia que constituye un elemento con significado (por ejemplo,
en la palabra ojo se utiliza dos veces el fonema /o/). As, con slo
tener que distinguir entre unos cuantos fonemas (en cada lengua se
distinguen aproximadamente de 20 a 30 fonemas), es posible contar
con un elevadsimo nmero de elementos con significado; esto implica
que podemos expresar miles de conceptos a partir de la distincin de
unos cuantos fonemas. $ en las lenguas, las 20 o 30 unidades de
sonido las tuvisemos registradas cada una relacionada con un
significado, cada lengua slo podra expresar unos 20 o 30 conceptos
(bsicos); entonces, nuestra estructura conceptual estara muy
limitada y la interpretacin de nuestras expresiones dependera, de
manera muy desbalanceada, de los contextos de comunicacin. 0, si se
mantuviera el nmero de conceptos (bsicos) que normalmente
manejamos, relacionado cada uno con una unidad de sonido, sera
necesario distinguir entre miles de unidades de sonido; se
complicaran nuestra pronunciacin y audicin, para poder distinguir
entre todas esas unidades de sonido. Debido a que en todas las
lenguas del mundo existen unidades en los dos niveles de
articulacin, en el de los elementos sin significado y en el de los
elementos con significado, y que a partir de las secuencias de los
primeros se expresan los segundos, es suficiente que los hablantes
logremos pronunciar y percibir un sistema de sonidos basado en unas
cuantas distinciones para poder expresar un elevadsimo nmero de
elementos con significado. Y, debido a que tenemos registradas
reglas sintcticas relacionadas con reglas semnticas, es posible que
un hablante de cualquier lengua del mundo cree un nmero ilimitado
de construcciones con significado. Por esto se dice que la doble
articulacin de la lengua hace de sta un sistema econmico. Entre una
lengua y otra, los fonemas especficos y sus reglas, registrados por
los hablantes, son distintos; por eso es que al escuchar que
alguien habla maya, francs, tzeltal, ruso, alemn, yaqui, cataln,
zapoteco, rabe, etc., percibimos algunas unidades de sonido y
algunas combinaciones entre stas que no utilizamos en espaol. Los
morfemas tambin difieren de una lengua a otra; quiz lo ms evidente
en esta diferencia, aun sin hacer un anlisis al respecto, lo
encontremos en las secuencias de fonemas que constituyen cada
lexema: un lexema que tengamos registrado en espaol para referirnos
a un objeto determinado generalmente ser distinto del que tengan
registrado los hablantes de otra lengua para referirse al mismo
objeto.' Si analizamos las palabras de distintas lenguas,
encontramos que no slo cada lexema o gramema difiere de una lengua
a otra, sino que la manera como estn clasificados, tanto los
lexemas como los gramemas, difiere tambin entre las lenguas. Por
ejemplo, en espaol los sustantivos contienen gramemas de gnero y de
nmero, entre otros, mientras que en maya slo los sustantivos que
designan personas pueden llevar gramemas de gnero y esta lengua
tiene gramemas de otras clases que no se encuentran en el espaol; y
viceversa. Lo mismo sucede al comparar cualquier par de lenguas,
aunque las diferencias sean ms evidentes en unos casos que en
otros. Las reglas sintcticas de una lengua tambin son distintas de
las de otra lengua; por eso es que las estructuras de las oraciones
difieren entre ellas. Por ejemplo, en unas lenguas, el sujeto puede
aparecer antes o despus del verbo; en otras, necesariamente antes;
en algunas, necesariamente despus. En unas lenguas, el adjetivo
aparece necesariamente antes del sustantivo; en otras, despus; en
algunas, antes o despus. No slo en relacin con el orden de los
elementos varan las reglas sintcticas de una lengua a otra, sino
tambin por las clases de elementos que constituyen la estructura de
una frase, porque no son las mismas en todas las lenguas. Y, puesto
que los elementos y las reglas del componente sintctico estn
relacionados con los elementos y las reglas del componente
semntico, tambin estos ltimos varan de una lengua a otra. 2 Hablar
de un mismo objeto del mundo en dos lenguas distintas no garantiza
que se estn utilizando los mismos conceptos; al respecto, vase el
apartado El signo lingstico y sus caractersticas', del Apndice B.
La diferencia entre una lengua y otra consiste, por consiguiente,
en diferencias entre los elementos especficos (y su clasificacin) y
entre las reglas especficas que tienen registrados los hablantes en
cada componente de la competencia. Esto es lo que ocasiona que dos
personas, cada una con una lengua distinta, no se entiendan entre s
al hablar. Pero los seis grandes tipos de registros no cada
registro especfico ni la clasificacin dentro de cada tipo
estructurados en tres componentes son comunes a todas las lenguas;
en todas encontramos fonemas y sus reglas de combinacin, elementos
lxicos y reglas sintcticas, significados lxicos y reglas
semnticas.
EL SIGNO LINGSTICO. SUS CARACTERSTICAS Cada elemento lxico est
relacionado con el registro de su significado formando una unidad a
la que se le ha llamado signo lingstico (en el captulo 6 sobre el
componente semntico consideraremos la complejidad del registro del
significado). Fcilmente podemos comprender que sta sea la razn por
la cual se dice que el signo lingstico tiene "dos caras": una es el
registro del elemento lxico y la otra es el registro de su
significado. Al hablar del signo lingstico, tradicionalmente se han
utilizado los trminos de imagen acstica y de significante para
referirse a lo que nosotros ya conocemos como el registro de un
elemento lxico; y los trminos de imagen conceptual y de significado
para referirse a lo que hemos descrito como el registro del
significado de un elemento lxico.3 Se requieren las dos caras
(significante y significado) para que exista signo lingstico; esto
es as por algo que habamos notado anteriormente: el registro de una
cadena de sonidos sin un registro de significado no podra usarse
con funcin lingstica. El registro de cada signo lingstico implica
el registro de un elemento riamos que del concepto con el cual se
relacionaba no surga una motivacin que necesariamente lo ligara con
esa imagen acstica con la que se relacionaba. `Sobre la concepcin
original del signo lingstico, vase el apartado 'El signo lingstico
-v sus caractersticas', del Apndice B. Por esto se dice que el
signo lingstico es inmotivado o arbitrario: sta es una
caracterstica de la relacin entre la imagen acstica y la imagen
conceptual. La arbitrariedad del signo lingstico ha sido discutida
por distintos autores, bsicamente desde dos criterios: la
estructura del sistema en s misma y la realidad social de la
lengua.' Ahora bien, la relacin entre imgenes conceptuales e
imgenes acsticas es la base sobre la cual se constituye el
vocabulario de cada comunidad lingstica. Si bien la formacin de un
concepto con el registro de su imagen acstica ocurre en el interior
de cada individuo, resulta que esta formacin de signos lingsticos
se hace a partir de la comunicacin intersubjetiva; as que a pesar
de las experiencias individuales que pudieran conducir a conceptos
divergentes entre un individuo y otro, el uso social regula las
relaciones entre los dos tipos de imgenes que constituyen los
signos, limitando las divergencias. A pesar de las diferencias en
el acervo del vocabulario entre los individuos (algn subconjunto
compartido con unos, otro subconjunto con otros), la comunicacin
asegura un ncleo de vocabulario compartido en una comunidad
lingstica. Este uso de vocabulario compartido, por una parte, pone
lmites sobre la potencialidad individual de quien est adquiriendo
un nuevo signo lingstico, y, por otra parte, enriquece la
construccin del individuo al participar en la comunicacin con
otros. Es decir, hay unos lmites que surgen de relaciones ya
establecidas entre imgenes acsticas y conceptuales, en cada
comunidad lingstica, y hay, al mismo tiempo, una apertura al cambio
que proviene de las realizaciones particulares del uso. Estos
lmites y enriquecimiento funcionan como tales para cada uno de
nosotros, en la medida en que el uso social del vocabulario resulta
un objetivo cuando se intenta una comunicacin. Al considerar la
tendencia a mantener los vnculos ya establecidos socialmente entre
imgenes conceptuales y acsticas especficas, se ha dicho que el
signo lingstico es inmutable. Pero nos damos cuenta de que la
interaccin social mediante la lengua, que garantiza cierta
comunicacin a partir de bases ya establecidas en el sistema,
provoca constantemente la modificacin del mismo sistema, a partir
de la expresin subjetiva. Es probable que usted conozca algunas
palabras de nuestra lengua que antiguamente se decan de manera un
poco diferente; o, tal vez recuerde que algn objeto se
identificaba, en generaciones pasadas, con un nombre distinto del
que ahora tiene; incluso puede usted saber que alguna palabra que
actualmente se utiliza para expresar cierto concepto antes
significaba otra cosa diferente. Si esto ha sucedido, quiere decir
que una de las caras de un signo lingstico ha cambiado,
constituyendo un nuevo signo lingstico (al cambiar una de las
caras, se transforma en otro signo: esto sucede cuando el vnculo
que une cierta imagen acstica se ha ido deslizando en la cadena
conceptual, alejndose del ncleo conceptual en donde originalmente
caa ese vnculo; o bien, cuando ese deslizamiento ocurre por el lado
acstico del vnculo).
Sobre esta discusin, vase el apartado "El signo lingstico y sus
caractersticas", del Apndice B. Nuestra visin del mundo cambia, el
mundo cambia, aparecen para nosotros nuevos objetos, nuevas
realidades, nuevas clasificaciones de las cosas; por consiguiente,
con el tiempo se modifica nuestra estructura de signos lingsticos.
Esto quiere decir que nuestra capacidad de transformacin en la
visin del mundo implica una modificacin en la estructuracin de los
signos lingsticos. Lo que hace singular el uso de un trmino, en el
nivel de la expresin o en el del contenido, puede tener una
repercusin social y el grado de esta repercusin est en relacin
directa con su normalizacin en la lengua. La relacin necesaria
entre visin del mundo y estructuracin de los signos lingsticos,
aunada a nuestra capacidad de cambio en la visin del mundo, permite
la mutabilidad del signo lingstico. La flexibilidad de la lengua
para cambiar se debe a que resulta permeable a las variaciones que
ocurren en el uso. Cuando un uso distinto se registra y se extiende
en la sociedad, ah hay un posible cambio: un nuevo valor, una nueva
ubicacin de los elementos que tendr probabilidades de mantenerse
(relativamente, hasta que se perciba un nuevo cambio). Es claro que
un signo puede cambiar radicalmente en el transcurso de muchos aos,
conforme se va garantizando el uso comn; pero tambin podemos
observar en un momento determinado inicios de posibles cambios. En
el plano del contenido, por ejemplo, cotidianamente se logra
comunicar, mediante una expresin, significaciones que no son
exactamente las compartidas socialmente para esa expresin, pero que
se asocian con ella. Cuando esa variacin, que tiene una base en el
sistema, pero que constituye una creacin a partir de l, comienza a
compartirse, puede pasar a ocupar un significado bsico del sistema.
Es por esto que pensamos que las variaciones del uso corresponden a
creatividades que tienen una base sistemtica en la lengua (con lo
cual nos imaginamos una relacin que vacela lengua al uso) y que, a
la vez, esas variaciones del uso pueden modificar las bases
sistemticas de la lengua (una relacin que va en direccin del uso a
la lengua). Esta interaccin se nos presenta como resultado de una
caracterstica esencial de la lengua: un principio que hace posible
(y necesario) el cambio. El cambio lingstico alcanza cualquier
elemento o regla de cualquier componente de la lengua Con respecto
a las imgenes acsticas o significantes, hemos visto que se trata de
los elementos lxicos que nos permiten reconocer las palabras al
escucharlas y utilizarlas al hablar; es decir, al hablar,
convertimos las imgenes acsticas en secuencias de sonidos. Si
observamos cmo se realiza la secuencia de sonidos que corresponde a
una imagen acstica, nos daremos cuenta de que, independientemente
de que se hable muy rpido o despacio, se pronuncia primero una
unidad de sonido, despus otra y as sucesivamente; por supuesto, en
el habla natural la secuencia que corresponde a una imagen acstica
se pronuncia sin aislar una unidad de sonido de otra, enlazando el
final de una unidad con el principio de la siguiente; pero ni el
hecho de que estn enlazadas (y que algn rasgo de una se traslape
con los de la siguiente) ni el hecho de que se hable muy rpido nos
impiden reconocer que primero se pronuncia una unidad de sonido y
despus otra. Con un reloj que mida centsimas de segundo, podemos
registrar el tiempo que transcurre mientras una persona pronuncia
la secuencia de sonidos que corresponde a una imagen acstica; es
decir, registramos el tiempo transcurrido desde que la persona
pronuncia la primera unidad de sonido hasta que pronuncia la ltima.
En la cultura occidental por lo menos concebimos el transcurso del
tiempo como una secuencia de momentos que fluyen constantemente uno
tras otro; solemos imaginar esa secuencia de momentos como una
lnea, uno de cuyos puntos es el presente; a un lado de ese punto
ubicamos los hechos pasados y al otro lado, el porvenir. En un
segmento muy pequeito de esa recta microscpico o macroscpico, segn
la escala que elijamos estaran representadas las centsimas de
segundo que transcurren mientras pronunciamos una secuencia de
sonidos correspondiente a una imagen acstica. Nuestras realidades
de habla tienen lugar en la dimensin del tiempo; es decir, ocupan
un segmento en el tiempo o, visto desde otra perspectiva, requieren
del transcurso del tiempo para existir. Al observar esto desde una
concepcin lineal del tiempo, concluimos que la realizacin de la
secuencia de sonidos que corresponden a una imagen acstica es
lineal. 'Puede encontrarse una breve bibliografa sobre el tema del
cambio lingstico en el apartado El cambio lingstico, del Apndice B.
Con base en estas reflexiones sobre los signos lingsticos hemos
llegado a varias conclusiones. En primer lugar, cada signo
lingstico es la unin de dos tipos de registros: una imagen
conceptual y una imagen acstica. Las dos imgenes tienen que estar
relacionadas para que se constituya un signo lingstico. Por el tipo
de relacin que existe entre las dos caras (o imgenes) que
constituyen cada signo lingstico, se ha dicho que ste tiene tres
caractersticas: es arbitrario (o inmotivado, en cuanto a las
imgenes especficas que se unen en cada lengua, caracterstica que
resulta discutible si se considera la relacin entre los signos
dentro de cada cultura); es inmutable, como tendencia que surge de
la cohesin social y que permite un uso relativamente estable
durante algn tiempo, y es mutable, como posibilidad que surge de
nuestra propia transformacin y se extiende a un grupo social, a
travs del tiempo. Por la dimensin que ocupa en la lnea del tiempo
la secuencia de sonidos en la que se convierten las imgenes
acsticas al hablar, cada signo tiene una caracterstica en su
realizacin, en el habla: es lineal. Podemos graficar un signo
lingstico con sus dos caras y con la relacin que tiene cada cara
con los objetos externos al sistema de la lengua, de la siguiente
manera (su representacin en forma de figura elptica es ya
tradicional):En la figura 2.1, la lnea diagonal discontinua seala
el lmite entre los registros que constituyen un sistema de lengua y
los objetos externos a l.' Es importante recordar que estamos
concibiendo el sistema de la lengua con seis tipos de registros, de
los cuales, las dos imgenes que constituyen cada signo lingstico
corresponden slo a dos de ellos: los elementos lxicos y sus
significados. En el cuadro 1.1 (pg. 25), estn esquematizados los
seis tipos de registros que constituyen el sistema de la lengua.
Observe usted el cuadro 1.1. Dentro de la competencia, en dnde se
ubicaran los signos lingsticos? Puesto que las caras de los signos
lingsticos llamadas imgenes acsticas son los registros de los
elementos lxicos, stas se localizaran en el componente sintctico;
y, debido a que las caras llamadas imgenes conceptuales son los
significados de los elementos lxicos, stas se localizaran en el
componente semntico (al reflexionar sobre el componente semntico,
en el captulo 6, veremos que existen otros significados adems de
los conceptuales). Estos dos componentes constituyen las dos
facetas de la primera articulacin.OPOSICIN, VALOR, PARADIGMA Y
SINTAGMA 7 Hemos visto que en la competencia tenemos registrados
distintos elementos y reglas. Los hablantes de cualquier lengua
podemos distinguir cada elemento de nuestro sistema, diferenciando
lo de los dems elementos, porque hemos registrado cada uno de ellos
mediante sus rasgos caractersticos. Dos elementos cualesquiera de
un mismo componente (fonolgico, sintctico o semntico) podrn
compartir algunos de sus rasgos, pero uno de ellos siempre tendr,
por lo menos, un rasgo que el otro elemento no tiene; si no fuera
as, si no hubiera por lo menos una caracterstica distinta, es obvio
que no seran dos elementos diferentes, estaran registrados como un
solo elemento. Por consiguiente, cada elemento de la competencia
est constituido por varios rasgos caractersticos y estos rasgos son
los que hacen que est registrado como un elemento distinto de los
otros del mismo componente: 'Acerca de las distintas concepciones
de los lmites entre lo que pertenece a la lengua y lo
extralingstico, vase el apartado 'Distintos enfoques en el quehacer
lingstico", del Apndice A. 'Puede encontrarse la primera exposicin
sistemtica de estos conceptos, en el trabajo de Ferdinand de
Saussure que aparece citado en el apartado "El sistema en s mismo",
del Apndice A. Estos rasgos ocasionan que cada elemento est
registrado en oposicin a los dems elementos del mismo componente
(por ejemplo, cada fonema se opone a los dems fonemas; cada
elemento lxico se opone a los otros y cada significado tambin). El
hecho de que cada elemento est registrado mediante caractersticas
que, al mismo tiempo que lo hacen semejante a otros, lo diferencian
de cualquiera de ellos, implica que el valor de cualquier elemento,
en el sistema, depende de la estructura que conforman todos los
elementos del mismo componente. Por ejemplo, el hecho de adquirir
un elemento ms en un componente, conduce a una reorganizacin de la
estructura de ese componente y esto tiende a modificar los valores
de los dems elementos de la misma clase, puesto que en ellos se
estarn registrando caractersticas para diferenciarse del nuevo
elemento. Veamos que dos elementos de un mismo componente pueden
compartir algunos de sus rasgos caractersticos y siempre habr, por
lo menos, un rasgo que los opone. Esto origina que nuestros
elementos estn registrados conformando clases o conjuntos, mediante
rasgos compartidos; de esta manera, tenemos distintas clases de
fonemas, de elementos lxicos y de significados. En consecuencia, as
como la competencia est estructurada en tres componentes
(fonolgico, sintctico y semntico), cada componente tiene tambin una
estructura interna que depende de la manera como estn clasificados
sus elementos. De una lengua a otra varan las estructuraciones
especficas de los componentes. En el componente fonolgico tenemos
distintas clases de fonemas; en el sintctico, distintas clases de
elementos lxicos, y en el semntico, distintas clases de
significados. Cada una de estas clases o conjuntos se ha llamado,
en lingstica, paradigma. Los hablantes de cualquier lengua tenemos
registrados, en cada componente, varios paradigmas de elementos y
las reglas para combinar un elemento de un paradigma con otro
elemento de otro paradigma del mismo componente. El resultado de
estas combinaciones producidas por las reglas es una cadena que se
llama sintagma aunque este trmino se ha utilizado, preferentemente,
para denominar slo a las cadenas de elementos lxicos, construidas
con base en las reglas sintcticas; es decir, enfocando las
construcciones producidas por el funcionamiento del componente
sintctico.
3. La facultad natural de adquirir una lengua ALGUNAS
PECULIARIDADES DEL FUNCIONAMIENTO DE LA LENGUA En el anlisis de las
expresiones de habla de cualquier humano en condiciones normales
(es decir, cualquier humano que viva en un grupo social, sin
importar si se trata de una sociedad semejante a la nuestra o muy
distinta; y sin graves trastornos psquicos o neurolgicos) podemos
encontrar las evidencias de que el sistema en el que se basa es
doblemente articulado y que tiene una estructura que podramos
describir tal como hemos descrito la competencia lingstica. En la
bsqueda de las caractersticas que nos muestren lo que es peculiar,
nico, de la lengua humana, se han realizado varios estudios que
analizan y contrastan nuestra actuacin lingstica con las seales que
emiten los animales y que se relacionan con la presencia de algn
estmulo de la situacin en que se encuentran. Con las observaciones
obtenidas se puede concluir que la diferencia central entre la
lengua humana y los sistemas de seales de los animales no se basa
en el medio de expresin (sonidos, movimientos, secreciones
qumicas), sino en las posibilidades y maneras de construir
significados y expresarlos. Esto es una consecuencia de la
estructuracin del sistema de la lengua y de su funcionamiento.
Algunos autores presentan sus conclusiones mostrando una serie de
diferencias radicales entre animales y humanos. A otros les ha
interesado discutir las evidencias que obtienen en cada punto de
comparacin, procurando encontrar y mostrar caractersticas
compartidas en cierto grado entre humanos y algunas otras especies
animales, y precisar lo que es propio de la lengua humana. La
finalidad de enfocar los estudios de las caractersticas de la
lengua de esta manera, como una comparacin con los sistemas de
seales de los animales, generalmente se orienta a la investigacin
dirigida a conocer en qu consiste la capacidad con la que el humano
nace y que le permite adquirir una lengua. El criterio que permite
la comparacin entre los sistemas animales de seales y la lengua
humana consiste en considerar que ambos producen formas (visuales,
acsticas, olfativas, tctiles o correspondientes a otros medios de
percepcin) cuya presencia coincide sistemticamente con la
existencia de otra cosa. En pocas palabras, en el caso de los
humanos, esta otra cosa sera un significado; en el caso de los
animales, un estmulo. Si observsemos las conductas de distintas
especies animales desde una amiba hasta el humano, nos daramos
cuenta de que en los organismos ms sencillos, los sistemas de
seales informan algn aspecto del exterior del animal y de su
interior; pero conforme observemos organismos cada vez ms
complejos, notaremos que esa imbricacin entre interior y exterior
adquiere diferencias entre un individuo y otro de la misma especie.
El humano construye su propia representacin del mundo en un sistema
de dos caras; por un lado estaran los registros de nuestras formas
de expresin y sus reglas de combinacin, y por el otro estara
nuestra conceptualizacin del mundo; dos caras de una misma cosa: la
lengua. Esas dos dimensiones de la lengua se han llamado,
respectivamente, plano de la expresin y plano del contenido (como
mencionamos en el captulo 1); pero resulta importante no
imaginarlas como si fueran planas pues, como podremos ver ms
adelante, cada una tiene a su vez distintos niveles y dimensiones.
Puesto que el plano del contenido estructura nuestra
conceptualizacin del mundo, y hay una correspondencia determinada
entre los elementos y las reglas del plano de la expresin y los del
plano del contenido, no es posible expresar algo del mundo sin
expresar algo de nosotros, de nuestro interior, de nuestra visin
del mundo, de nuestros pensamientos. Y ms an, si tomamos en cuenta
que en los valores de contenido hay tambin una carga afectiva y no
slo conceptos propiamente dichos, comprendemos que al usar nuestras
formas de expresin, adems de aquello de lo cual hablamos
explcitamente, nuestros deseos, nuestros sentimientos tambin se
expresan implcitamente. Al analizar el uso de la lengua, pueden
encontrarse diferencias de una cultura a otra, no slo en cuanto a
las formas de expresin y sus reglas de combinacin, sino tambin en
cuanto a la representacin del mundo; y semejanzas entre los
individuos de la misma cultura.' Pueden encontrarse tambin las
diferencias que existen entre los distintos individuos en su manera
de representarse el mundo.
PECULIARIDADES DE LA LENGUA 45 El hecho de que en el humano se
refleje, a travs del uso de la lengua, una subjetividad en su
manera de concebir el mundo nos conduce a pensar que la conducta
lingstica no consiste en una simple respuesta determinada por
estmulos. Hay una realidad interna en cada sujeto, que se construye
en la lengua, por lo que sta constituye un proceso de transformacin
del sujeto. No se trata, pues, de un simple medio de comunicacin,
sino de la construccin de su interpretacin de, la realidad y, al
mismo tiempo, es la base que da forma a sus propias expresiones.
Los humanos, mediante el uso de la lengua, podemos comunicarles a
otros individuos de nuestra misma comunidad lingstica experiencias
desconocidas para ellos. Por supuesto que no quiero decir que
necesariamente nuestros oyentes, en el momento de la comunicacin
vivan la misma experiencia que les relatamos, sino que pueden
interpretar el significado de lo que les estamos diciendo, aunque
se refiera a una experiencia que no hayan tenido ellos previamente.
Por ejemplo, un astronauta puede tener la experiencia de
contemplar, desde una nave, la periferia de nuestro planeta, de
manera brillante, en medio del fondo oscuro del espacio. Al
regresar a la Tierra, puede platicarnos, en espaol, su experiencia,
describiendo el asombroso panorama que tuvo ante sus ojos. Al
escucharlo, quiz no sintamos exactamente la misma emocin que l tuvo
al asombrarse en el momento de su contemplacin, pero s vamos a
poder interpretar el significado de sus frases descriptivas o
narrativas. Y, mediante estas interpretaciones, puede suceder que
nosotros lleguemos a construir un conocimiento nuevo sobre el
mundo. No importa tanto si la novedad para nosotros se basa en un
pequeo detalle o en algo mayor. Lo ms importante es el maravilloso
hecho de que, por medio de la lengua, una persona le pueda expresar
a otra un punto de vista nuevo y que esta ltima, a partir de ello,
pueda construir nuevos conocimientos del mundo y hasta modificar su
concepcin de l, aunque no tenga previamente la experiencia
referida. Puede encontrarse una bibliografa bsica de las
investigaciones sobre las diferencias culturales en la
estructuracin conceptual en el apartado "Lengua y sociedad, del
Apndice A. Especificar reglas; y slo mediante esta modificacin de
su sistema ir modificando su interpretacin del habla de otras
personas y sus propias construcciones de habla. En los procesos de
adquisicin de la lengua intervienen, por tanto, una base
neurofisiolgica necesaria y el desarrollo cognoscitivo. Una
neuropatologa o un trastorno en el desarrollo cognoscitivo se
reflejarn en los resultados de la adquisicin. Hay otro factor ms
que interviene en el logro lingstico: la afectividad. Postular el
amor como origen del lenguaje no es puro romanticismo, ni supone
ingenuamente que slo expresamos amor (qu tan lejos de la
realidad!), sino que se trata de un principio que orienta el deseo
de vincularse con l otros
4. El componente fonolgico INICIAMOS CON LA FONTICA Cmo podemos
saber cules son los fonemas que estn formando parte del sistema de
la lengua de una persona? Suponemos que los elementos y las reglas
del sistema de la lengua tienen alguna base neurofisiolgica.' Sin
embargo, sabemos que no ha sido posible encontrar la relacin exacta
entre los valores lingsticos y las bases ne ti ro fisiolgicas. El
camino para conocer los elementos fonolgicos de un sistema
particular no puede recorrerse a partir de la observacin del
cerebro, para de all deducir cules son los fonemas de ese sistema.
Aun si contsemos con las tcnicas y los instrumentales ms finos para
registrar los procesos neurolgicos, se requerira un anlisis
lingstico para poder determinar qu diferencias entre los procesos
qumicos y elctricos corresponden a valores pertinentes en el
sistema de una lengua. Puesto que sabemos que de los fonemas
registrados depende la manera como se utilizan las unidades de
sonido del habla, y como a los sonidos del habla tenemos acceso
directo, escuchndolos y distinguiendo uno de otro, entonces es
posible, al analizar la manera como una persona utiliza los sonidos
del habla, llegar a conocer qu fonemas tiene registrados esa
persona.' Sobre la relacin entre el sistema de la lengua y el
sistema neurofisiolgico, vase el apartado El lenguaje y sus
correlatos neurofisiolgicos', del Apndice A. Acerca de distintas
maneras de concebir la realidad del fonema, vase el apartado 'El
fonema', del Apndice B. En el apartado Especialidades que enfocan
un nivel', del Apndice A, se encuentra una bibliografa bsica sobre
fontica y fonologa. A cada unidad de sonido del habla se le llama
fono. La produccin de cada fono, con la voz, est basada en el
registro de un fonema en el sistema lingstico. Podemos investigar
los distintos fonos que se utilizan en una lengua, tornando nota de
cada uno de ellos, al escucharlos (transcribindolos), y
describindolos, segn sus caractersticas. A este tipo de estudio de
los fonos se le llama fontica. Una vez descritos los distintos
fonos que se utilizan en una lengua (diferencindolos hasta donde
nuestra percepcin y nuestros criterios lingsticos nos indican),
podemos hacer una serie de anlisis con ellos para conocer cules son
los fonemas que tienen registrados las personas que producen dichos
fonos al hablar. A la disciplina que lleva a cabo una serie de
anlisis destinados a conocer el sistema de fonemas de una lengua se
le llama fonologa. As pues, la fontica es una disciplina destinada
a describir los fonos que se producen al hablar una lengua; y la
fonologa es una disciplina destinada a describir el componente
fonolgico. La fontica tiene como objeto de estudio un aspecto del
habla, mientras que el objeto de estudio de la fonologa es un
componente del sistema de la lengua. Los estudios fonolgicos
requieren como base los estudios fonticos. Para describir los fonos
que se utilizan en una lengua podemos observar la manera como
utilizamos nuestros rganos anatmicos al producirlos. En este caso
trabajamos mediante la fontica articulatoria. Tambin, podemos
describir los fonos fijando nuestro punto de vista en sus
caractersticas fsicas; es decir, ese tipo de caractersticas de los
sonidos que se estudian en fsica; en este caso trabajamos mediante
la fontica acstica. Las molculas del aire se desplazan debido a la
vibracin de un objeto, produciendo movimientos en forma de
ondas.