Os habeis quedados sin levadura? tiene solucion!! Ya sea por necesidad o por puro aburrimiento, después de casi tres semanas de aislamiento y gracias a los trillones de recetas y tutoriales que circulan por la red, a casi todo el mundo le ha dado por hacer pan en casa. Pero con esto de ponernos todos a la vez, en los supermercados se han terminado las levaduras que sirven para hacer pan y en las panaderías que antes te vendían de la que usaban ellos sin problema ahora se ven obligados a administrar la que tienen como un tesoro. El plan B si no hay levadura, es hacer una masa madre y a continuación os vamos a contar cómo hacerlo. Harina, preferiblemente integral Agua, preferiblemente mineral Azúcar o miel, media cucharadita Utensilios Un frasco de cristal grande PANES Y OTRAS MASAS .¿Qué es la masa madre?Es una especie de levadura casera que permite la fermentación de masas de pan sin necesidad de usar levadura prensada ni levadura seca de panadería. Esto se consigue "despertando" a las levaduras inactivas que están presentes en la propia harina mediante un proceso muy sencillo pero que requiere de algo de paciencia, pues son necesarios unos cuantos días. ¿Cómo hacer masa madre para pan casero? Antes de contaros los pasos a seguir, una serie de aclaraciones, la primera es que no todas las masas evolucionan igual de rápido, ya que la velocidad depende del tipo de harina utilizada y de la temperatura.Una masa madre hecha con harina integral que pueda desarrollarse a una temperatura de 25- 30ºC es casi seguro que llegará a buen término y en pocos días, en cambio si hace frío, le costará más o incluso es posible que las levaduras naturales no consigan activarse. En verano es fácil, pero estos días en los que el calor aún no se hace notar, tendremos que tener la precaución de buscar un sitio cálido en el que podamos dejar que nuestra levadura casera se desarrolle sin dificultades, puede ser junto a una ventana en la que da el sol, sobre un radiador, cerca del motor de la nevera... En cuanto al agua a utilizar, en muchos sitios recomiendan usar agua mineral o filtrada, pero si solo tenéis agua del grifo podréis usarla si la echáis en un vaso o una jarra y la dejáis reposar un rato hasta que deje de oler a cloro.Otro detalle importante es la higiene del proceso, debemos usar en todo momento recipientes y utensilios limpios para evitar que nuestra masa se contamine con bacterias indeseables. Día 1 En nuestro bote limpio echamos 50 g de harina con 50 g de agua y media cucharadita de azúcar, miel o sirope de ágave, mezclamos muy bien con una cuchara y tapamos el bote apoyando la tapa sobre él, sin enroscar ni cerrar herméticamente. Día 2 Pasadas las primeras 24 horas lo normal es que no se aprecien cambios, si acaso algún cambio leve en el color de la mezcla y alguna burbuja fina. Día 3 Pasadas otras 24 horas ya sí tendríamos que empezar a notar cambios en forma de burbujas pequeñitas y olor ácido que recuerda al olor de la levadura comercial. Eso es señal de que el proceso va bien. Añadimos 25 g de harina y 25 g de agua que mezclaremos con la masa que ya tenemos. Volvemos a tapar como lo teníamos.Por el contrario, si notamos olor a podrido o vemos algún tipo de moho son síntomas de que se nos ha contaminado y toca tirar todo y volver a empezar.