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CODICES MEXICANOS Los Templos del Cielo y delà Oscuridad texto explicattvo del CÓDICE BORGIA
378

Codice Borgia

Oct 27, 2015

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Boni Medina
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  • CODICES MEXICANOS

    Los Templos del Cielo y del Oscuridadtexto explicattvo delCDICE BORGIA

  • FERDINAND ANDERS (Viena) / MAARTEN JANSEN (Lelden)LUIS REYES GARCA (Mexico)

    (Camisin Tcnica Imxstigadora)

    LOS TEMPLOS DEL CIELOY DE IA OSCURIDAD

    Orculos y liturgialibro explicative del llamado

    CDICE BORGIA(Museo Borgia P. F. Messicano 1)Biblioteca Apostllca Vaticana

    Introduccin y expl icacion

    FERDINAND ANDERS / MAARTEN JANSEN / Luis REYES GARCIA

    SOCIEDAD ESTATALQUINTO CENTENARIO

    (Espana)AKADEMISCHE DRUCK-UND VERLAGSANSTAIT

    (Austria)FONDO DE CULTURA

    ECONMICA(Mxico)

  • Primera edidn, 1993

    D. R. por esta reproduction facsimilar del cdice: 1993, AKADEMISCHE DRCK- UND VERIAGSANSTAUTNeufeldweg 75, A-8010, Graz, Austria

    D. R. por esta edldn:SOCI ED AD ESTATAL QUINTO CENTENARIOSerrano, 187-189. 2800g Madrid

    D.R. por el libro explicativey sus caracterlscas tlpogrficas: 1993, FONDO DE CUTORA BCONMCA, SA. DE C.VCanetera Pteacho-Ajusco 227,14200 Mxico, DJ.

    ISBN968-16-4164-X

    Impreso y hecho en Austria (facslmll)Impreso y hecho en Mexico Olbro expllcatlvo y es tue he)

  • Prologo

    (N 1963, EL FONDO DE CULTURA ECONMICA publlc el Cdice Borgia,junto con una traduccin al espanol del comentario en aleman que

    Eduard Seier escribi entre 1904 y 1909. Se trata de una reedidn de la repro-duccin fotocromografica del cdice, originalmente impresa en 1898 por la ini-ciativa y con la subvencin del duque de Loubat.

    El comentario de Seler es una obra clasica, erudita y valiosa por sus rigu-rosos arilisis, de modo que tlene gran importancla en la hist oria del d escLfra-mlento de los codices nicxicanos. Pero, como es obvio, los conocimlentos y lasideas sobre el mundo mesoamericano en general y sobre el contenido de estemanuscrit en particular, se haii estudiado considerablementc mas desde 1909.Huelga decir que, en los 60 aiios posteriores al fullecimiento del maestro Seler(1922), se ban hecho muchos descubrimientos esenciales y que se ha dado aconocer gran numro de nuevos dates arqueolgicos e histricos: las tiviliza-dones de los olmecas y de los toltecas, por ejemplo; la tcnica de fechamientomediante radiocarbono, el desciframiento de los codices mixtecos por el doc-tor Alfonso Caso, la incipiente interpretation de los jeroglifbs mayas, etcetera.

    Despus de la segunda Guerra Mundial, el investigador austriaco Karl An-ton Nowotny demostr lo indefensible de varias de las teorias de Seler, e indicotro camino de interpretacion en su obra que tambin se hizo clsica T\a-cuiloi (1961). Gracias a la integration que se ha logrado con los nuevos mate-riales y con recientes estudios cuvas aportaciones han sido fundamentales,ahora podemos afirmar que tanto el estado del conocimiento como la visionque tenemos acerca de este cdice han cambiado drasticamente.

    De ah que nticsl.ro comentario, inscrite tambin en los nuevos mtodos deinterpretacion, muestra, en muchos aspectos, discrepancias radicales frente ala obra de Seler, antique esto no quiere decir que entremos en controversia conrespecte de las afirmaciones del ilustre maestro. Mas bien, reconocemos con ad-miration su norme labor de pionero, asi como las muchas ideas que directa oindirectamente debemos a l. La investigation que ha culminado con la di-tion de este libro se remonta en muchos anos. Los contactes con el mundo in-digena de Mexico y con los subios mesoamericanos de hoy dia fueron impres-

  • PROLOGO cindibles para nosotros. En cuanto a este trabajo en particular, agradecemos anuestros colegas Benedlkt Hartmann, Jarich Oosten y Peter van der Loo, quie-nes participaron intensamente en el intercambio de opinlones en la Univer-sidad de Lelden, asi como a varias generaciones de estudiantes que nos hanalentado con su inters y sus ideas. Para dos de nosotros (Anders y Jansen) fueimportante la oportunidad de participar en el seminario del verano de 1982 enDumbarton Oaks, dedicado, precisamente, al estudio del Grupo Borgia.

    En 1990, un convenio entre la Universidad de Leiden, Holanda, y el Centrode Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologia Social (CESSAS), deMexico, pennitio la estancia de Luis Reyes en Holanda durante un semestre.Asi fue posible un contacte intense y prolongado entre los comentaristas de estaobra, que se combin con un estimulante seminario sobre el Cdice Borgia enel Centro Arqueolgico de la misma Universidad de Leiden.

    En el mismo ano, los tres, junto con Gabina Aurora Perez, pudimos explorardiverses archivos en Roma, luego de nuestra participacin en la reunion sobrelos derechos de los pueblos indgenas americanos, en Messina (Sicilia). Damosgracias a Antonella Cammarota, de la Universidad de Messina, por su invita-cin, apoyo y estimulo, asi como al investigador de la antigedad clsica FrankMuller, al historiador Hans de Valk y a la arqueloga del Istituto Olandese enRoma, Thea Heres, por sus orientaciones. En Roma recibimos, ademas, la ama-ble colaboracin de las personas encargadas del archive de la Congregazionedi Propaganda Fide, de la Biblioteca Apostlica Vaticana, de la Biblioteca Na-cional Central y del archive general de la Compania de Jsus. Queremos mani-festar nuestro agradecimiento especial al padre Josephus Fejr, historiadorjesuita, quien nos gui en este ultimo archive, dndonos adems muy valiosasorientaciones generales e indicndonos legajos con documentes muy relevantespara nuestra investigacion, como las cartas de Clavijero y de Antonio de Lon yGarna.

    Ya terminada la redaccin del original, recibimos noticias de les interesan-tes hallazgos en Ocotelulco, Tlax., de modo que agradecemos al arquelogoEduardo Contreras Martinez por sus informaciones y por las fotografias de losmurales, que son de obvia importancia para el estudio del Grupo Borgia.

  • PRIMERA PARTE

    Introduction

  • I. El primer comentarista y su mundo

    j L ANTIGUO MANUSCRITO MEXICANO que ahora conocemos como CdiceBorgia, que se conserva en la Biblioteca Apostlica Vaticana, con-

    siste en una larga tira de segmentos de piel de venado, doblada en forma debiombo y cubicrtii con una fina capa de estuco, sobre la que se haii pintado esce-nas figurativas. 1 tcma de sus 76 paginas es religis: ellas hablan de la iiifluen-cia de las fuerzas divinas sobre la vida humana y de las ceremonias y ofrendasdebidas, lo misnu> que de los oraculos y la liturgia. El estilo de la pintura es deuna belleza impresionante que fascina por su carcter visionario. En siima, estelibro pictogrfico es uno de los testimonios mas profundos e imponentes quede la antigua civilizacin mesoamericana se h an conservado. Original mente pa-rece haber perteneddo a un centra ceremonial dominado por templos dedicadosal Cielo y a los poderes de la Oscuridad; y no obstante que seguramente fue degran signification para el pueblo que lo cre, el proceso disruptivo de la invasiony de la colonizacin del siglo XVI enajen este documento de su comunidad deorigen y lo hizo pasar por caminos an desconocidos hasta que lleg a Roma,donde, a fines del siglo xviil, volvi a aparecer para entrar en nuestro Horizonte.En aquellos cambiantes anos llenos de movimiento intelectual, politico y hastamilitar, cercanos a la Revolucion Francesa (1789) y en vsperas de la indepen-dencia de las colonias espanolas, tambicii el estudio de las antigedades tncxi-canas entr en una nueva fasc y recibi extraordinarios impulses. Los trabajosdel erudito astronome e historiador mcxicano Carlos de Sigenza y Gngora(1645-1700) y del caballero italiano Lorenzo Boturini (1702-1751), ambos en-tusiastas coleccionistas de documentos y dates historiens, habian preparado elcamino para una nueva sintesis del pasado precolonial.1

    1 Para el importante papel que desempenaban estos estudiosos de la epoca barroca, vasc la

    obra de Ignacio Bernai sobre la hlstoria de la arquelogia mexlcana, y la de Benjamin Keen sobre el desarrollo de la bnagen del pasado azteca.

    Los trabajos e ideas de Sigenza y Gongora son analizados ademas par Lonard (1959), BenltezGrobet (1982) y Trabulse (1988). Estudios fimdamentales de la obra de Boturini son Glass (1975)y Matittc (1976). Kcmltimos en general a los excelcntcs rcsmcncs y datos blbllograficos de laguia de las nient es etnohistoricas, en los tomos 12-15, del Handbook of Middle American Indians. 11

  • INTRODUCTION

    12

    El auge del moviinlento filosfico de la Hustracin europea, que propugna-ba la sistematizacin y la reconsideracion radonalista del conocimiento clent-fico, se combin con el sentlmlento patritlco de los crlollos y los mestizos, ydlo paso al inters iiacionalista de la historla atiHgiia.

    En crculos cada vez mas amplios se comenz a reconocer los grandes valo-res artsticos y la importancia historlco-cultural del mundo prehispanico. Unbuen ejemplo de este espritu es la obra bibllogrfica de Juan Jos Eguiara yEguren (1696-1763), la Bibliotheca Mexicana?

    El propio rey espanol Carlos III, que gobern de 1759 a 1788, foment taiesintereses, dentro de su programa general de lograr progresos en los campos dela economa, de la ciencia y de la culture. En este extraordinario momento in-telectual, el arzobispo de Mexico, Francisco Antonio de Lorenzana y Bultron(1722-1804), public una biografa del conquistador Hernn Corts, en la queincluyo una edicin con dibujos de la Matrteula de Tributos (1770). El sucesor in-telectual de Boturini, Mariano Fernandez de Echeverria y Veytia (1718-1780),escribi una interesante Historia Antigua de Mexico, obra de sintesis que quedcomo manuscrito a la muerte de su autor.8

    Como divulgacin, el fronciscano Jos Joaqun Granados y Gatvez (1743-1794)public en 1778 su libro Tardes Americanos, que daba una idea global de la cul-tura mcxicana y de sus raices en forma de un dialogo entre un indio y un espa-nol, concebido como una autntica critica a la difiindida discriminacion de lapblacin nativa, y como un elogio a la profunda identldad indigena de Mexico.

    La expulsion de los jesuitas de las colonias espanolas en 1767 tuvo normesconsecuencias positivas para promover la ciencia y el analisis histrico. Entrelos exiliados habia investigadores del mejor nivel, cuya capacidad intelectualse nutri adems de la nostalgia por su patria perdida. Especialmente en Ita-lia (en Bolonia y en Roma), un grupo de jesuitas mexicanos se dedico al estu-dio de sus raices culturales.

    El mas notable fue Francisco Javier Clavijero (1731-1787), entre cuvas obrasdestaca su Historia Antigua de Mxico, publicada originalmcnte en italiano(Cesena, 1780).

    Como es bien sabido, Clavijero fue movido por la emocin de servir a su pa-tria y defenderla contra criticos como el natural ist a Crancs Buffon, o su secuaz

    2 Este libro y su sucesor, la Biblioteca Hispanoamericana Septentrional, de Jos Mariano Be-

    ristin de Souza (1756-1817), son analizados por Millares Carlo (1986). Veytia conocl personalmente a Boturini durante su viaje por Europa. Un analisis exhausti-

    vo de su vida y obra lo reprsenta Moreno Bonett (1983). Para el incipient c nacioiiallsmo, el gua-dalupanismo y el indigenismo que constituycn el fondo Ideologien del tlempo y de estas obras,vase, por ejemplo, Laiye (1979), Villoro (1979) y Bradlng (1980).

  • mas radical, el enciclopedista de origen holandes, el abad Cornello de Pauw, EL PRIMER COMEOTARISTAquienes habian divulgado la vision de America como un continente inmaduro einferior, con habitantes salvajes y degenerados.*

    El citado libre de Clavljero se convirtio rpidamente en un manual clsicopara esta disciplina. Las palabras de su prlogo son un testimonio elocuentede su vision idealista y de su mtodo critico y riguroso:

    La historla antlgua de Mexico que he emprendido para evltar la fustldlosa y re-prensible ociosidad a que me hallo condenado, para servir del iiicjor modo posible ami patria, para rest Unir a su esplendor la vcrdad ofiiscada por una turba increiblede escritores modernos de la America, me ha sido no menos fatigosa y dificil quedispendiosa.

    Pues, pasando en silencio los grandes gastos para propordonarme de Cadiz, Ma-drid y otras ciudades de Europa los libros necesarios, he leido y examinado con di-llgencia todo cuanto se ha pubHcado hasta ahora sobre la materia; he confrontadolas relaciones de los autores y he pesado su autoridad en las balanzas de la critica;he estudiado muchisimas pint unis historicas de los mexicanos; me he valldo de susmanuscritos, ledo antes cuando estaba en Mexico, y he consultado muchos honi-bres practices de aquellos puises.

    A estas diligencias podria anadir, para acrcditar ml trabajo, el haber vlvido trein-ta y sels anos en algunas provincias de aquel vasto reino, haber aprendido la lenguamexicana y haber cnnvi vido por algunos anos con los mismos mexicanos cuya liisto-ria escribo.

    En la dedlcatoria se dirige a los catedrticos de la Real y Pontificia Univer-sidad de Mexico con un famoso llamainicnto:

    Yo espero que vosotros, que sois en ese relno los custodies de las ciendas, tratarlsde conservar los restes de las antigiiedades de nuestra patria, formando en el mag-nifico edlficio de la Universidad, un museo no menos util que curioso, en donde serecojan las estatuas antjgiias que se conservan o que se vayan descubriendo en lasexcavaciones, las armas, las obras de mosaico y otros objet os semejantes; las pintu-ras mexicanas esparcidas por varias partes y, sobre todo, los manuscritos, asi los delos misioneros y otros antiguos espanoles, como los de los mismos Indios, que sehallan en librerias de algunos monasteries, de donde se podruii sacar copias antesde que los consuma la poli Ha o se pierdan por alguna otra desgracia.

    * La controversla en cuestlon ha sido descrita y analizada magistralmente por Gerbi (1960).Sobre Clavijero y el context de su obra, vase tambicn los estudlos de Ronan (1973) y de Mar-chetti (1986). Este ultimo, con mucha razn, llama a De Pauw "un autor complejo, por algunosaspectos merecedor de estudios profundlzados (plnsese por ejemplo en la Interesante ambi-giiedad de su actitud 'antlcolonlallsta')". 13

  • KTROUUCCIN

    El grabado de laCloatlcue, publicado porLeon y dama.

  • EfectJvamente, fue el priode en el que nact la arqueologia como discipli- EL PRIMER COMENTARISTAna cientifica. Incluso Carlos HI, amante de antigedades, orden la primeraexploracin sistematica de las ruinas de Palenque, en 1787, de la que restdtel Informe del capitan Antonio del Rio (no publicado sino hasta 1822). Un dis-cipulo de Clavijero, Jos Antonio de Alzate (1737-1799), fue un polifcticocientifico que fund varias revistas, entre ellas las Gacetas de la literatura, enlas que public, entre muchas otras cosas de inters, descripciones de algunossitios arqueologicos (Xochicalco, El Tajin).6

    Pero quien ha sido Hamad o el "primer arquelogo mexicano" fue su con-temporaneo Antonio de Lon y (mina (1735-1802). Este catedrtico del Colegiode Mineria, especial izado en astronomia y fsica, era amigo de Veytia y, al igualque este, se habia dedicado durante muchos anos al estudio de manuscritosantiguos, especiabnente a los coleccionados por Sigenza y por Boturini.

    Viendo el peligro que estos documentos corrian, tanto por la destrucciondel tlempo como por el irresponsable trato de algunos, encarg que fueran co-piados. Gran fuma gan Lon y Gama por su estudio de dos esculturas de pie-dra encontradas en 1790 (el 13 de agosto y el 17 de didembre, respectivamen-te) durante el empedrado del zcalo de la ciudacl de Mexico.

    Ciertamente, ambos monumentos resultaron ser de sum a importancia parael conocniento del arte y de la cosmovision aztecas: el prinicro, la estatua aho-ra conocida como Coatlicue; el segundo, la Piedra del Sol, tambin llamada Ca-lendario Axteca.6 Ambos constituyen hoy las principales joyas de la sala mexi-ca del Museo Nacional de Antropologia, de Mexico. Vale la pena transcribir ladescription que Lon y Gama da de este dcscubri miento y de la sensadn queprovoc:

    Con ocasin, pues, de haberse mandado por el Gobierno que se igualase y empe-drase la Plaza mayor, y que se hick-sen tarjeas para cimducir las cguas por canalessubterraneos; estando excavando para este fin el mes de Agosto del ano inmediatode 1790, se eiicontro, muy corta distancla de la superficie de la tlerra, una Estatuacuiiosamente labrada en una piedia de extrada rnagnitud, que reprsenta uno delos idolos que adoraban los Indios en tlempo de su Gentilidad. Pocos meses habianpasado quando se hallo la otra piedra, muclio mayor que la antcdente, corta

    5 Alzate coment la obra maestra de Clavijero con una srie de notas inlcrcsantes; vase Mo-

    reno (1972,1976).6 Las esculturas nieron ha lai las en la esquina sudeste del zcalo. De ellas, el influyente m-

    vcsUgador alemn Alexander von Humboldt public post eriormcnte otra descripcin y anlisiscon base en Lon y Gama, lo que much contrlbuyo a que se dlfundlera el conocniento de suexistencia (1986, p. 231ss y p. 137B8.). Fue Chavero qulen dio el nombre de Coatlicue. "la con lafalda de serplentes", a la primera. Para Lon y Gama se trataba de la diosa Teoyaomiqui (vase 15

  • INTRODUCCIN distancia de ella, y tan poco profunda, que cas! tocaba la superficie, la que se veiapor encinia sin labor alguna; pero en la parte de abaxo que asentaba en la tlerra, sedescubrian varias labores. Sacadas ambus, se conduxo la primera a la Real Univer-sldad, y la segunda se mantuvo algun tientpo en el mismo lugar donde se hallo;pero ya en su natural situacion vertical, pudiendo asi registrarse con facilidad todolo que hay en ella gravado. Luego que yo la vi, qued lleno de gusto, por haber ha-llado en ella un testimonio fiel, que comprobaba lo que a costa de tantos trabajos yestudio tenia escrito sobre el sistema de los Calendarios rncxicanos, contra las fel-sas hlptesis con que los han desfigurado y confundido los Escritores de la historiaindianaf...]

    La Description historica y cronolgica de las dos piedras, que public Anto-nio de Lon y Gama (1792), contena hennosos grabados y tin erudlto comen-tario, que llamaron la atencin de muchos interesados, especialniente de losjesuitas exiados en Italia. Entre cllos naci la idea de traducir la obra al ita-I iano y, con este motivo, el expatriado historiador mexicano Andres Cavo (1739-1803) escribi una carta a Antonio de Lon y Gama, quien Ie respondi congran entusiasmo. As se inici una muy interesante correspondencia entre am-bos, que duraria aun hast a el ano de la muerte de Lon y Gama (1802).7

    tambin Barba de Pifia Chan, 1987). En su proiundo estudio de las excavaciones en el sltlo delTemplo Mayor con motivo de las exploraciones de Batres en la Calle de las Escalerillas (ahoraCalle de la Repblica de Guatemala) en 1900 Eduard Seier discuti acerca de esta Importan-te estatua y especul que orlginalmente perteneca al TUllancalco (1960-1961, tomo II, p. 794).Es mus probable que fucra una de las esculturas que formaban parte del Templo Mayor (GurriaLacroix, 1978), junto con la pieza, muy semejante, de la diosa Yollotlictte, que fiie hallada eu laCalle del Seminario durante las exploraciones de Emilio Cuevas en 1933. Para una vision gene-ral de la problemtica del centro crmonial de Mxico-Tenochtltlan y una historiu de la investi-gacion, vasc Marquina (1960), Boone (1987), Broda y Carrasco y Matos Moctezuma (1987).

    7 Vease Burrus (1959) y sus edidones de las obras de Cavo (1949) y de Alegre (1956-1960).

    Las cartas originales de Antonio de Lon y Gama estn en el archivo general de la Compania deJsus (ARSI) en Roma, en el legajo Vitae 1005 (Epistulae scriptae ab ex-Iesuitis oel Mexicanis inItalia vel ad ittos, 1774 -1819). Para informacion general sobre este archivo, vease Psztor (1970,p. 394ss.) y Lamalle (1981-1988). Ciertamente, la mencionada obra de Lon y Gama, asi comoalgunos estudios de Alzate, fueron traducidos al italiano por Pedro Jos Marquez, un Jesuitacompanero de Clavljero (Bemal, 1979, p. 78). Despus de la muerte de Lon y Gama, su amigoJos Pichardo (el mismo que habia escrito un comentario como introduccion a la Description his-torica y cronolgica de las dos piedras) mand una ultima carta a Cavo, Junto con un paquete deejemplares de la Gaceta de la literatura (que contenia la descripcion de Xochlcalco hecha porAlzate), y elogi la importante labor del fallecido: "Aquel Gama a quien la muerte arrebato deentre mis brazos, y tan bueno para mi q me lea las cartas de Vtnd, y en ocasiones las respuestasq le enviaba, y q en su muerte me nombr su albacea testamentario, y constltuyendome herede-ro a todos sus papeles, me lego las cartas de Vmd las q conservo entre lo mas sagrado a ml Mu-

    16 seo... ". Humboldt ya no encontre pinturas originales en la Biblioteca de la Universidad de Mexico,

  • La primera carta de Lon y Gaina nos situa en los sensacionales aconte- EL PRIMER COMENTARISTAcimientosprincipio:cimientos de las primeras lieras de la arqueologia mexicana. Transcribimos el

    Sf" D Andres CavoMexico 30 de agosto de 1795Muy S mio: se me ha comunicado por parte del Sr Dean un capitulo de carta de Ven que se digna de manlfestarme el aprecio que ha hecho el quaderno que escribi,explicando las dos Pledras que el acaso nos descubrio; y de darme las gracias porello. Yo retribuyo a V y a esos Senores las mas expresivas, humildes y sinceras por elhonor que me hacen, que ciertamente no merezco; pues si algo tiene de bueno laObrita, es solo la fidelidad y exact Hud con que estn copiadas, a mi vista, las figu-ras; y el deseo, de que no se perdiesen unos monumentos tan apreciables de la An-tigiiedad mexicana, como iba ya a suceder, por haverse determinado, que la segundaPiedra se pusiese de piso delante de las gracias de la puerta principal de la IglesiaCathedral: y ya se dexa conocer, que el animo era, sepultar otra vez lo labrado, de-xando arriba la superficie plana. Quando lo supe, pas a ver al S" EX D" Joseph Uri-be, uiio de los comisionados de la fabrlca de la Iglesia, y le hice prsente lo muchq.e se estaba gastando en la Italia, y en otros Faises cultos de la Europa para descu-brir monumentos de la ntigedad gentilica; y que aqui se havian de abandonar losque la contingencia nos ofrecia, unicos en su especie para ilustrar la Historia mexi-cana, que estaba tan obscura? Este solo es el merito que puedo tener, no contandopor tal el gran trabajo que en quince anos he tenido en Juntar documentos, concor-darlos entre si, y con los escritos que han salido a luz de nros Espanoles; hacer unmolesto estudlo de las IMntliras de los Indios, para la inteligencia de sus historiasoriginales; aprender el idioma mexicano, de que no sabla una palabra. Esto, pues,estudlo seco y pesado (en medio de mis muchas y principales ocupaciones) htornado con gusto en obsequio de la Patria. For lo demas, conozco mi insuficiencia,y que el Quaderno estar lleno de errores y defectos. Y porque, segun V dice, sepiensa en traducirlo al toscano, si V. hubiere de scr el q' quiera tornar este trabajo,le suplico, castigue antes las malas locuciones, corrlja los errores mios, y de la im-prenta, que no tuve yo tlempo de hacerlo[...].

    Despus de varias instrucciones para la correcdon del texto, el autor hace,de paso, una referenda de suma importancia para nuestro tema:

    pero elogla la rien y bella coleccln del padre Picliordo, que "ha sacrificado su pequena fortunapara runir muchus pinturas aztecas o para hacer copias de aquellas que no pudo adquirlr; suamlgo Gaina, adems, autor de multitud de mcmorias astronmicas, le ha legado todo cuantoposeia de mas predoso en manuscrites jerogli licos. Es asi, pues, que en el nuevo continente,como, por lo dems, en casl todas partes del iiiiindo. simples partlculares, y no muy ricos, sahenrunir y conservar los objetos que deban atracr la atcncion de los gobiernos" (1986, p. 94). 17

  • INTRODUCCIN' Repito a V ml agradecimlento por el nuevo favor que me promete, de mandarme unexemplar de la explicacion del bro mexicano del Cardenal Borja, lo que apreciarinfinito, como tambln la hlstorla de esta Qudad, que dice Y estar escriblendo, yque Juzgo sera una obra mul perfecta, como producclon de su docta pluma.

    El "libro mexicano del Cardenal Borja" es precisamente el documento pic-togrfico que hoy en dla conocemos como Cdice Borgia, En agosto de 1795, yaexistia vin comentario escrito sobre este manuscrlto. La segunda carta (Mexico,8 de Julio de 1796) de Lon y Gama identifica al autor y nos da mas detalles:

    Mucho me he alegrado, que el S01 D. Joseph Fbrega (a quien plenso, conoc enS.Pedro y S. Pablo) se haya dedlcado al estudlo de estas antlguedades, y deseo conansia su Obra. Esc codlce, segun V me dice, debe ser el Teoamaxtti, o Libro Dlvlno,qe tanto busc Boturinl: yo estoy persuadldo que mas preclosos documentos se tras-portaron a la Europa, que los cf nos quedaron aqui, y estos se los han Ido llevandopoco a poco; finaknente se llevaron a Espana (a hacer el mlsmo uso de ellos, que delos qf se han llevado en dos slglos y medio) los cf havla hecho poner el S.or Loren-zana en la Unlversidad. gran fortuna tuve yo de haver hecho sacar antes copias delos mas interesantes. Quislera saber si el Codlce del Cardenal Borja, los de la Bl-blioteca Vatlcana, y el que esta en Bolonla son semejantes en la materia, y en el nu-mro y forma de sus figuras, o tlenen alguna varledad: yo tengo tambln uno en plelde Venado muy antlguo, que contiene el cyclo de 52 anos, y las figuras de los diosesseculares, primorosamente dellneadas y plntadas, aunq las del centro estan cas!todas borradas, pero en lo dnias, admira la permanencla y hermosura de los co-lores, y lo particular del dlbujo.

    El Colegio de San Pedro y San Pablo mencionado en la carta era uno de loscolegios jesuitas de la ciudad de Mexico. El comentarista del Cdice Borgia r-sulta ser Jos Fbrega, otro jesuita exiliado que vivia en Roma. Por los registresbiogrficos de los jesuitas, sabemos que su nombre complta era Jos Lino F-brega. Naci el 22 de septiembre de 1746 en Tegucigalpa; en 1766, ingreso enel noviciado y, en 1767, al colegio de Tepotzotlan. El 3 de noviembre de 1776se ordeno para sacerdote en Italia. "Vencidas no pequenas dificultades en sus pa-tientes que querian forzarle a que dejara la sotana, sigui la suerte de sus com-paneros de destierro, y suprimida la compania retirose a Roma donde con elamparo y proteccin del cardenal Borgia, prefecto de la Propaganda Fide, sededic al estudio de las antigiiedades de su pais."8 El 20 de mayo de 1797 mu-ri en Victorchiano, Italia.

    8 E Francisco Zambrano y P Jos Gutierrez Casillas, Diccionaria Bio-bibllografico de ta Cam-

    18 pania de Jsus en Mexico, XV (siglo XVIIIA-K). Vease tambln Zells (1871).

  • Leon y Gama enende de inmediato la nportancia del cdlce en posesin EL PRIMER COMEOTARISTAdel Cardenal Borgia y lo compara con el Teoamoxtli, el "libro divino", la "Bi-blia" del Mxico antiguo, que se habia extraviado.

    Boturini menciona la tradicin segn la cual aquel libro era una gran sinte-sis del saber precolonial: la cosmovision, la historia, la legislacin, el calenda-rio, la astronomia, la filosofa moral y los ritos. Fue hecho, dice, por Hucmac,"clbre astrnomo de los tultecos", que habia convocado para este fin a todoslos sabios del reino, en el ano 660 d.C.9 En realidad no hay argumentes pararelacionar al Cdice Borgia con Huemac; pero si para darle la denominacion de"libro sagrado".

    Es interesante observar que Lon y Gama, por los pocos datos que tnia so-bre los manuscritos pictoricos que habia en Italia, sospechaba ya una posiblesemejanza de este codice con el Cdice de Bolonia (tambin conocido comoCospi), los del Vaticano (que han de ser los llamados "A" y "B") y la pinturaque tnia en su poder, que podemos identificar como el Cdice Fonds Mexicain20, hoy en la Biblioteca Nacional de Paris.10

    Efectivamente, los documentas mencionados tienen mucho en comn. En lacontinuacion de su carta, entusiasmado y generoso, Lon y Gama propordonadatos utiles al comentarista, que por lo visto tnia especial inters por el as-pecto astronmico del cdice, campo en que Lon y Gama se habia mostradocomo el gran maestro. Dice asi:

    En quanto a lo qe V. me pregunta de parte del S Fbrega, sobre los nombres me-xlcanos de las const claciimes, dlgo, que si entendemos estas por unos agregados deestrellas, como se representen en el globo cleste y en los planlsferios, nada de esto9 Boturlnl (Idea..., parrafo 21) sigue al historlador texcocano IxtlUxDchitl, que observ: "Los

    natunilcs Hainan ahora a la Sagrada Escritura Teoamoxi, por ser casl del mlsmo modo, princl-palmente en lo de las persecuciones y trabajos de los hombres" (1975-1977,1, p. 270). Fbregacita la in isma tradicln (1899, p. 43). Hoy en dia se sabe que las fechas asociadas con Huemac ycon el rcinudo de los toltecas son considerablemente posteriores (siglo XII d.C.), pero siguensiendo tema de debate (vease Davies, 1977).

    10 Como es bien sabido, muchos documentos de Leon y Gama, origtaalmente recopilados por

    Boturini, Uegaron por medio del coleccionista Aubin a Francia (Glass, 1975). Boturini describela pintura en cuestion como "otro mapa que tengo en una piel curada, con un circulo en mediode cuentas coloradas, que forman los numros de cuatro triaclccat cridas, acompanadas de unacabeza de cone jo, y se ven en los cuatro fingulos de este mapa diferentes figuras de idolos muyfeos, que eran como guardas y custodies del ciclo, a los cuales asi en el ingreso de l como a susalida se hacian grandes fiestas..." (parrafo 30: 3). Exist en varias copias de aquel manuscrito,que conservait mas detalles que el original; una copia esta en ei Museo Nacional de Antropolo-gia. (Vase la discusion de Glass, 1964, p. 51, y la reproduccion con interpretacin, en Anders yJansen, 1988, p. 146 ss. y lamina 107.) 19

  • INTRODUCCIN se holla en las pinturas, ni en las relaciones de los Indios q' yo he visto; y solo sedel signo de Escoiplon, que por su figura tan bien terminada, lo conocen aun losIndios de hoy con el nombre Cofatl .-Mac-ran. Lo que se hacia en el cielo mas notableera lo q* tnia nombre, como la Via Lactea, a la que llamaban Citlalinycue, o Citlal-cueye, (f se interprta, la que esta vestlda de estrellas: las Pleyades eran tamblenconocldas con su nombre proplo Miac, qe parece, se driva de miec, que significamultitud. Si entendemos por constelaciones aquellos dioses a quienes los Mexica-nos suponian influir en las cosas sublunares, y les alrit ni fun dominlo sobre los tient -pos, sobre los nacidos etc. a unos de estos dioses colocaban en diverses lugares quesuponian haber en el Clelo, destinados para caria uno, segun los efectos qe les apro-plaban, v.g. Tlahuizcalpantecuhtli, que es el Senor de la manana o de la Aurora; estetnia su aslento en la parte oriental del Cielo. a otros les daban lugar en los montes; aotros en los campos; y a otros en el Infierno; y a todos atribuian parUculares influen-cias. En quanto a las estrellas de primera magnitud sucedia lo inisiuo, todas t ciiiu.nel nombre generico citlalin, y solo las distingulan con el aumentativo huey, o con eldimlnutivo tontli; y asi a las de primera magnitud Uamaban indistintaincntc- hueycitlalin, estrella grande, y a his de 6 6 7 decian citlaltontli. estrellita.

    A \enus, que ignoraban, si era planeta o estrella fixa, daban tambien el nombrehuey citlalin o citlalpol. cuya partlculapol aumenta la signification, por su abundan-cia de luz.

    Al corne t a llamaban citlalpopoca, esto es, estrella que humea, y a su cola citlul-mina, o flcha de estrella. las estaciones de el ano verdaderam.te eran solas tres en-tre los Mexicanos, pues el Estio, y el Otono no los dlstinguian ni aun en el nombre:al Verano (que segun el clima de esta tlerra, debia comenzar a fines de Enero, encuyo tlempo empiezan a florecer los arboles y a produclr los campos la hierba, dedonde tomo el ano la denominacion xihuitl) llamaban xopan, o xopantla (cuyo (la,como dise antes de pol, dnota abundancia de la cosa a que se pospone) que se in-terprta, en el verdor, por derivarse de el verbo xoxohuia, que significa verdeguear:debia durar esta estacion hasta mediado Abril, en que por irse ya acercando el Solal znith de la Ciudad se hacen mas sensibles sus rayos; y asi llamaban a esta se-gunda estacion Tonalco, esto es, en el Sol, o dentro del sol; pero como tambien pue-d derivarse esta voz del verbo tonalhuia, qe significa secarse las mieses, o asolearalgo, el Vocabulario da este mlsmo nombre Tonalco al Otono: de donde me persua-do, qc esta segun d a estacion duraba desde Abril hasta Octubre.

    Al Invlerno llama tambien Tonalco el 'Vocabulario; pero yo creo, que se le debeanteponer el adjetlvo itztic, y es como decir, Ucmpo seco y frio. De todo esto nadanos dexaron los Historiadores que yo he visto; si el Senor Fbrega ha conseguidomayores luces por otra parte, supllco a Y me las comunique, pues yo, asi en esta,como en otras muchas partes de la hlstoria de los Mexicanos estol tan ignorante,que no he logrado, despues de un csrudio tan seco y pesado, otra cosa, qe llenarmede mayores confuslones.

    20

  • I En una carta posterior a Cavo, fechada el 19 de agosto de 1796, Leon y EL PRIMER COMENTARISTAGama apoya con fervor la idea de publicar el Cdice Borgia en forma de dibu-jos, y da sugerencias concretas:

    Al Sr D. Joseph Fbrega (a quien se servira Y de decirle de mi parte las mas ren-didas expresiones de mi afecto) suplico qe haga todos los esfuerzos postbles para q*saga el Codice completo, asi en el numro de las laminas como en que estas vayanenteram.te acabados, no contentandose con solos los contornos. Sabe Y bien, queun buen Abridor tiene reglas para disponer las sombras de modo que representenlos colores que se hallan en el original: y sabe V. tambien qc estos, en las pinturasde los Indios, tienen mucha significacion; y sria lastinia. que despues de haverimpendido tanto trabajo, que solo yo y otros que se hayan dedicado a este tan obs-curo y dificultuoso estudio podemos conocer, saga en esta parte la obra imperfecta;mayormte estando en una Ciudad donde hay tantos buenos Gravadores y cuestanpoco las laminas, papcl, e impresiones; y mas o* a los costos, se atiende al buengusto.

    ^Qu mas diria yo, tf estoy donde todo cuesta centuplicado, y hay pocos

  • INTRODUCCIN los nuestros esta decldlda de los mlsmos Historiadores Indios Chlmalpain, Tetzot-zomoc, y otros anonymos; del PJ.Diego Valads (quien como dio a luz su RetoricaCrisUana el ano 1579, tres antes
  • nalmente, este fue traducido al espanol y publlcado en las dos verstanes ita- EL PRIMER COMEOTARISIAliana y espanola en los Anales del Museo National de Mxico en 1899, mas deun siglo despus de haberse escrlto, y obvlamente en relacin con la edicinlac-siiiiilar del Cdice Borgia que habia vista la luz en 1898, subvencionada porel duque de Loubat.

    Pocos anos despus, Eduard Seier, el americanista alemn que fue uno delos ploneros y fundadores principales de los estudios iconogrficos del artemesoamericano, y en particular de la interpretacion de los codices, public suerudito comentario al Cdice Borgia (1904-1909), que sobrepas con mucho, yopac totalmente, al texto de Fbrega. Probablemente por eso el comentariodel jesuita paso al ohrido y su autor no ha recibido mucha atencin de los in-vestigadores posteriores.

    En retrospectiva su obra nos parece, sin embargo, de suma importancia, yaque reprsenta el primer esfiierzo que se hizo para escribir un comentariocomplte a un codice precolonial. En l confluyen los conocimientos acumula-dos por Sigenza, Boturini, Clavijero y otros durante la poca barroca.

    Desde luego, Seler y los investigadores posteriores estaban ya en otra situa-tion: con un campo cientifico en rpido desarrollo y con acceso a muchos datosy a varias fuentes mas. El mrite de Fbrega es el del pionero, y a pesar de suslnitaciones y errores, es digno de elogio. Este olvidado autor tanibin escribiotros estudios, que nunca fueron publicados, como: Vocabulario geogrdfico, his-torica, natural, civil y eclesistico de los dominios espanoles en la America sep-tentrional, Disertaciones sobre la antigua historia mexicana sacada de los mejoreshistoriadores de la Nueva Espana y de tas tradiciones antiguas del pats, Nuevosistema de los mexicanos en el compute de sus tiempos, Tradiciones historicasde los mexicanos. Sobre el origen, pasaje a America, y arte de escribir de los me-xicanos (vase Uriarte y Lecina, 1925-1930).

    Una extensa obra, en cuatro tomos, intitulada Primitiva Poblacin de Ame-rica y explication de insignes pinturas mejicanas historicas, desde el diluvio uni-versal hasta el ano 1548 de la era cristiana; mitolgicas desde la creation delmundo; rituales y de calendarios, templos, systemas mundanos y tributes, estu-vo en algn momento en la Biblioteca Nacional de Madrid.

    En el mismo legajo del archivo de la Compania de Jsus (Vitae 1005) en elque estn las cartas de Antonio de Lon y Gama, tambin encontramos variasotras de inters. Una, dirigida "Al Illtrmo Sig* Abate D. Giuseppe Fbrega,Roma", contiene un soneto que expresa la atmsfera reinantc entre los exiliados:

    Valgaos D' por Jesuita! Que intervalola virtud tuvo de mortal veneno?Si qto en ellos iniro todo es bueno,como de ellos se dice lanto malo? 28

  • INTRODUCTION Con ambos ojos su vlrtud senalo,con ambos oydos su maldad condeno.Que es esto cielos! tanto me enageno?compania que es esto, q en ti igualo?

    Pero si es ley del cielo venerarteaunq esgrlma el in lie mo mis enojos,no oyr sus cargos, no: vuelvo a mirarte.

    Brame la envidia; el mundo diga arrojos;que el modo mas seguro de Jusgartecerrar los oydos, y abrir los ojos.

    De contenldo importante es otra carta a Fbrega que, segn conclulmos, fueescrita por nadle mas que por Francisco Javier Clavijero. La transcribimos com-plta. No tlene relacion directa con el trabajo sobre el Cdice Borgia, pero de-muestra los estrechos contactas que Fbrega cultivaba con los grandes estu-dlosos de su tiempo. En la parte exterior (que sirvio como sobre) dice: "A D.Josef Fbrega". Al lado se escribieron, posteriormente, unas notas rpidas,nombres de lugares en lengua nauatI. con su significado:

    Atcxcatl, lapida, espejo de aguaAmanalli, lagoTlapacoyan, lavadero.

    Bolonia y Marzo 6 de 1784

    Sr. D. S. Arnigo y Sr. mlo: Jamas he faltado de responder prontamente a las de V: yassi si algunn vez no ha tenido respuesta, habr sido porque la de V no lleg a mismanos, o porque la mia se perdio. Celebro mucho la mejoria de V y su constanteaplicacin a ilustrar la Geografa y la Historia de nra Patria. La Geografia es pococonocidu de nros rnlsmos compatriotas, y enteramente ignorada de los Europeos. Elprimero que dio alguna luz a la Geografa de Mexico, y public mapas algo tolera-bles fiie el clbre Abrahan Ortelio llamado Justamente el Tolomeo de su tiempo.Esta ftte la fuente de donde bebieron Gerardo Mercator, Coronelli, Sanson y otrosque trabajaron despues en la misma materia. Cualquiera que coteje los mapas des-tos Autores con los de Ortelio, como lo he hecho yo, conocer claramente lo queafirmo.

    Es mui probable que esse mapa del Vatlcano se copiasse de los de Ortelio. Hen-rico Martinez publie despues en su Rpertoria algunas noticias interesantes sobreel misnio assunto adquiridas con sus propias observaciones. Las q han venldo des-

    24 pues de los mencionados Autores no han hecho mas de aumentar sus errores con

  • los del atoloiidrado Gages, a excepcin de Anville, que es el menos errado de los EL PRIMER COMENTARISTAmodernos. Villasenor podria haber hecho mucho si en vez de estarse en Mxico es-perando los informes de los Curas y Alcaldes Mayores, hubiera corrldo el reino consus instrumentes.

    Su mapa abierto en Mxico; el qual vi aqul por una rara casualidad en poder deun Estrangero, ademas de no comprehender mas de una parte del Reino no expre-sa como debria las distancias de los lugares por linea recta, slno medidas por loscaminos como hacen los Harrieros. Por lo que mira a su descripcin, quiero copiara V lo que en data de 28 de Ag.to del 83 me dice un Literato de Mexico: "Sobre 'Vl-llasenor, dice, debo decir a V. que hal mui poco que contar con el; porque es increi-ble quan ordlnarlo y sin subs) ai ici a es en su Julclo y critica. Con \iaiios sujetos de lamayor recomendadon he ImMario sobre esto, y algunos de ellos que cran Curas devarios partldos deste Arzobispado, se quexaron altamente conmigo de q habiendo-les pedido razon puntual de su terrltorio, y habiendola ellos dado con toda la exac-tltud posible, se hallaron quando imprimi la obra, q quanto decia era punto porpunto contrario o contradictorto al Informe q ellos le habrian dado: de manera q pa-rece q estudlaba en errar." Anada V a lo dlcho que algunos de los Informantes se-rian incapaces aun de dlscernir a que vk-nlo quedaba tal o tal pueblo. Pues si estoes de un Geografo nacido y criado en aquel reino, que debemos esperar de los queno son geografos, o no h an visto jarnas aquclla tlerra? Mien tras no tengamos obser:vadones hechas (a lo menos en los principales lugares) por personas habiles e In-tellgentes, no podemos prometernos una Geografia dcente. Contentmonos (puesno se puede mas) con dar una idea competente, y que se acerque quanto sea posiblea la verdad, de la division y limites de las Diocesls, de la situacion de los lugaresconsidrables, de la direccion de las principales cadenas de montanas, de la de lascostas a poco mas o menos, y de los rios mayores: y no sera poco si se excuta. Yoniisnio conozco que ml mapa es defectuoso, pero ademas de las dhas dificultades,me vi prcisai l< i a formarlo en dos o tres dias; porque mi Grabador debia partirprontam1* de esta para essa ciudad, y si l no me lo gravaba me costaria m.s zequi-nesmas.

    El Rio de Atoya que nace en las montanas q estan al N. de la Puebla, y t orna sucurso para el Sur; entre Tlascala y la Puebla se le une el Zahuapan o rio de Tlascala:desde la Puebla se dirige al sueste por Tecale, Molcaxac, y la Mizteca. No sabrdescribir todo su curso, porque lo ignoro. En mi mapa lo identifiqu con el rio de losYopes sigulendo el informe de algunos q han hecho el viage de la Puebla a Acapul-co; pero debo advertir, que yendo yo de Xicayan para la Puebla como a una Jornada,o jornada y mdia de Xamiltepec pas en balsa un rio caudalosissimo a poca d ist an-da de su embocadero en el mar. Como hace ya tantos anos, y yo no tnia entoncesmas de ocho, no me acuerdo puntualmente de la pobladon inunediata al lugardonde lo pas; pero si me acuerdo que era mui cerca de uno de los Pinotepas q poralli ha un lugar en donde estuve llamado Atoyaque tomando el nombre del rio, y qeste es conoddo alli de muchos con el nombre de Rio Poblano. Estas circunstanciasJuntas con la direccion de aquel rio desde la Puebla hace verisimil su Identidad. El 25

  • INIRODUCCIN rio mas noinbrado en Xanltepec es el Aio eerde, que cerca de Tototepec desembo-ca en el mar, y me parece el mlsmo de Huaxaca.

    De Mexico me envlan (en esta flota segun creo) algunos libros y manuscritospara las obras q tengo entre manos. Estas son prlncipalm11 tres. La 1 la Hist. Ecles*de Mexico, la qual aun no he comenzado, pero tengo allegadas m.s materiales. La 2el Diction? Historica de los hombres ustres de Mxico siguiendo el plan de Ladvocat.De esta obra tengo trabajados mas de 400 artlculos, q hacen un tomo en qto. La 3una Description historico-geografica de la America Septentrional Espafiola. De estatengo escrltos algunos quadcnios, en q hal cosas mul curlosas e interesantes, y reco-gidos inmunerables materiales; peto la dlficultad de llevarla liasla el cabo me haobllgado a suspenderla. Ahora encargo de nuevo otros libros, de suerte q espero con-segulr todas las Crnlcas del rdno, menos las de Burgoa y Vasquez; porque no sehallan ni en Eepana, ni en Mxico; pero de Burgoa tengo alguna esperanza de con-seguirlo en Huaxaca.

    No hal duda de que sria mul util a entrambos el comunicarnos reciprocamentelos materiales que hemos allegado; pero la distancia no lo permlte por ahora. Si conel Ucmpo salire yo de pobrcza, y me aliviare del mal de orina que meses hace memolesta, emprendere el vlage a Roma que siempre h deseado.

    Podria ser que hallasse V. a Qulles Galindo en la llbreria de Araceli; porque elfiie Franciscano, y public su obra antes de ser Obispo. Yo no la he visto; pero metemo que no sea cosa de provecho. Si pudiessemos conseguir imas copias de lasmapas q cada uno de aquellos Obispos tlene de su respectiva Diocesl, algo mas sepodria hacer; pero quien es capaz de conseguirlas? Todo se nos va en descos.

    D.sg'aVSraDeV

    AmlgoyservXavier.

    La carta demuestra, ttna vez mas, la erudicln y el espritu tigurosamentecritico de Clavijero, sus permanentes intereses en la geografia y la hlstorla y, ala vez, las penosas drcunstancias de su exilio. La enfermedad que menclona eraparte de los dolorosos problemas de los rinones y de la vesicula, que Ie moles-taron durante los Ultimos afios de su vida y que causarian su temprana muerte,trs anos despus de escriblr esta carta, el 2 de abril de 1787.

    El viaje que recuerda haber hecho de nino desde la costa mlxteca hastaPuebla, fiie cuando su padre, don Blas Clavijero, que haha sido Alcalde Mayorde la provincia de Jicayn, se traslad a Puebla para trabajar alli como admi-nlstrador de las alcabalas y familir de la Inquislcion, en 1739, cuando Fran-cisco Javier iba a cumplir ocho anos.

    En cuanto a las obras inditas que en su carta cita, podemos afirmar que26 han recibldo an poca atencin de los investlgadores. El abad Lorenzo Hervas,

  • otro jesuita exiliado y autor de una Bibliotecajesutica espanola, dice al respec- EL PRIMER COMENTARISTAto de Clavijero:

    [...]un ano antes de morfr tne aviso que habia concluido la Historia geogrfica yeclesistica de Mxico, que a Instancias mlas habia escrito.13

    Aquella carta nos muestra tambin la amistad y el aprecio que Clavijero te-na para Fbrega, que ya en aquellos anos (1784) estaba muy involucrado enlos estudlos geogrficos y culturales de Mexico. En el comentario escrito porFbrega encontramos, a su vez, muchas referencias directas e indirectas a lostrabajos realizados por sus contemporneos, asi como un aniplio dotninio delas fiientes entonces conocidas, publicadas y no publicadas. Todo esto indlca laactiva participacion de Fbrega en un crculo de especiallstas de igual nirao.Al dirigirsc al cardenal Borgia, el autor mismo (1899, p. 2) califica el objetlvo ylas limltaciones de su precursor comentario, en los siguientes trminos:

    No obstante que yo haya nacido en aquellas reglones y que haya recorrido mas demil y quinlentas nillhis en aquellos vustos palses, donde ahora entlendo que hayotros muchos monumentos originales, este Cdice ha sido el primero que yo hayajams visto. En los autores que desde el princlpio escribieron sobre aquellos nuevosimperios, poco he encontrado relatlvo su esclarecimlento. Desutuido, por otra par-te, en Europa de un diccionario y de otros auxilios necesarlos, puedo apenas recor-dar los prlmeros clement us de aquella lengua que comenzaba aprender; mas, sinembargo, sobre un resto antiguo de aquellos pueblos me creo en el deber de satis-facer del modo que i mer la los deseos de un promovedor tan grande del estudio delas utiles antiguedades, sagradas y profanas, del modo que lo h an hecho y hacentodavia tantos hombres famosos sobre los monumentos de otras nadones que V.Enia. posee[...]

    A tan rdua empresa me he animado reflexionando que, si Ueg por fin el nombre prvenu- los pensamientos, otro podr, tal vez mejor que yo, descifrarlos, bien quealgunos se oculten bajo simbolos arbitrarios. Lisoiijeado de haber comprendido al-guna cosa primera vista, gulado de algunos vislumbres esparcidos aqui y alla en losautores, despus de muchas reflexiones, clculos, combinaciones y confrontaciones,he Uegado conocer que los mismos Codices ministran la clave para hacerse ex-plicar en gran parte por cualquiera que tenga alguna previa luz sobre sus objetos.

    is Vase la introduccion de Mariano Cuevas a la Historia imtrj/uu de Mxico, as( como labreve biografia de Ronan (1973). Herros era un Insigne investigador. Su "Catlogo dlie Lingueconosciute" {Cesena, 1784) y su "Vocabulario poligloto" son citados por Fbrega (1899, p. 52).Vase tambin Battlori (I960). 27

  • u. El cardenal Borgiay su museo

    |L NOMBRE DEL CDICE BORGIA lo dlo al manuscrito su primer co-mentarista, Jos Lino Fbrega, en honor del propietario, el carde-

    nal Stefano Borgia (Fbrega, 1899, p. 1):Entre los apreciables monumentos de las naclones mas antlguas que reunidos seadmiran en el rlco y erudito Museo de V. Ema. [Vuestra Eminenda], uno de ellos esel Cdlce Mcxicano[... | El Codice de V. Ema., que de ahora en ad cl an t e deber lla-mar Borgiano, contiene un Calendario Hlstorico, ritual y astronomlco lleno de inge-nlosos repertorios conformes al sistema Mexlcano.

    Stefano Borgia naci en la angua ciudad etrusca de Velletri, Italia, el 3 dediciembre de 173l.1 Su familia contaba con muchos altos fncionarios de laIglesia y del Qrcito, y faiiibicn con un espritu de investigacin cicntlicu enel campo de la historia, de la etnologa y de la arqueologia. A principios delsiglo XVIII, su abuelo, Clmente Ermanno Borgia, ya habia formado en la casade la familia, en Velletri, un pequeno museo, en el cual reuni monedas y obje-tos de arte de la antiguedad clasica. A la vez, su padre, Camillo Borgia, hizotodo lo posible para que el joven Stefano tuviera una educacin amplia y profun-da; as, pronto desarroll gran inters hacia los temas histrico-culturales, enparticular hacia la civizacin china. Curs filosofa, teologia y derecho can-nico y, ya doctorado en estas nuit crias, se orden para sacerdote en 1765.

    Su presencia en Benevento, como gobernador enviado por el papa ClementeXU!, entre 1759 y 1764, la utilizo para un erudito estudio histrico del lugar,que tuvo como resultado un libro de tres tomos: Memorie istoriche dlia pontifi-cia citt di Benevento dal secolo vm al secolo xvill (Roma, 1763-1769). Ya para

    1 Su biografia fue escrlta por uu. amlgo de Fbrega, el carmellta deacalzo austriaco Paulinus

    da S. Bartholomaeo (1805). Para estudios exhausuvos sobre su vida, su personaJidad y su im-portancla en el campo ctentifico y mlslonero, vase Henkel (1969); Enzensberger (1970); y, espe-dalmente, el pormenorlzado estudio de Josef Metzler: "Ein Mann mit neuen Ideen: Sekretr undPrfekt Stefano Borgia (1731-1804)", en Metzler (comp.) (1971-1976), tomo II, pp. 119-152. 29

  • LvrRODL'CCiN aquel entonces se dedicaba al estudio de documentos en archives y a la colec-cion de antlgedades (monedas, objetos y manuscritos), que irian a enriquecerel museo iumiliur en Velletri, y era miembro de diverses academias literarias ycientificas en varias ciudades italianas. Despus de servir durante algunos anoscomo secretario de la Congregazione delle Indulgenze e SS. Reliquie, en Ronia.fue nombrado secretario de la Congregazione di Propaganda Fide por el papaClemente XIV, el 24 de octobre de 1770.

    Esta congregation se dedicaba a las misiones catlicas en todo el mundo,en cuyo campo Borgia trabajaba con gran entusiasmo, ya que le permita seguirsus intereses etnolgicos e histricos. En el archivo de la mencionada Con-gregazione di Propaganda Fide (situada en la Piazza di Spagna, Roma), espe-cialmente en las secciones Lettere y Miscelanee, encontramos muchas pruebasde sus acvidades, contactes e intereses.8

    Sus anotaciones en el manuscrito Notizie e Luoghi di Missioni (Mission!Miscellanee XIII) demuestran que Stefkno estaba informndose sobre las mi-siones; en cuanto a America, hay repetidas referencias al norte del continente ya la region Caribe (especialmente a las colonias firancesas), aunque muy pocasa Mexico, ya que las misiones en esta parte estaban bajo la supervision de laCorona espanola. La documentacin al respecte consiste, principalmente, ennoticias sobre los capuchinos que estaban recogiendo dlnero alli para su mi-sin en Tibet.

    En 1789 fue hecho cardenal. Despus de varias otras responsabilidades yde algunos sucesos peligrosos, a consecuencia de los ventes revolucionarios delos anos noventa, fue nombrado pro-prefecto y, finalmente, prefecto de la Con-gregazione di Propaganda Fide (en 1799 y 1802, respectivamente). El papa PioVu le pidi, en 1804, acompanarle a Francia para la ceremonia de coronacionde Napolon como emperador. Borgia acept, con la idea de poder tratar con Na-poleon los asuntos misioneros de las colonias francesas, y, adems, de inves-tigar las monedas egipcias en el museo de Paris. Pero no iba a sobrevivir a esteviaje, demasiado pesado para su edad. Durante el camino, en Lyon, enferm elya anciano cardenal Borgia y alli muri, el 23 de noviembre de 1804. Fue ente-rrado en la capilla de San Miguel de la catedral de Lyon.

    En los muchos escritos propios de su oficio, Stefano Borgia se da a conocercomo un hombre erudito, serio, entregado al trabajo y al estudio, y con una men-talidad verdaderamente ecumnlca. Propugno, entre otras cosas, por el uso dela lengua local en la misin y en la 1 iturgia, y por el respeto para las tradicionespropias de las culturas en cuestlon.

    30 a Paru este archlvo, vase Psztor (1970, pp.329-338); Kowalsky y Metzler (1983).

  • Por sus contemporneos, Borgia es descrito como una persona de mucha EL CARDENAL BORGIAdignldad,que YSUMUSEO

    [...] desdenaba todo scnilismo y con frecuencia se burlaba de la forzada pretensionde 11 n ni Ildud en los monjes y en muchos prelados, porque saba muy bien que era laambicin verdadera de aquellas espaldas doblegadas y de aquellas vistas bajadas.No buscaba convertir a otros, aunque tnia que dirigir la misioii catlica tambin enpaiscs protestantes. Era miembro de la congrgation para el indice de los libros pro-hibidos y de la inquisicion, que se habia convertido a una especie de oficiiia de poli-cia para el clero romaiio, pero cl mismo tnia en su biblioteca numerosos escritosde los herejest...]8

    Stefano Borgia mantenia correspondencia con muchos cstud iosos en diver-sus pases europeos y, naturalmente, con misioneros en tierras lejanas. Estoscontactes le ayudaban sobrcniancra a enriquccer su niusco y su biblioteca. Lacorrespondencia que se conserva es un testimonio elocuente de aquellos con-tactos intenses, en los cuales encontramos multiples referencias al muse deBorgia. Con frecuencia, sus corresponsales le dan las gracias por sus apoyos ybnficies en este respecte, por las cartas informathras que Borgia les habiaenviado Junto con documentes, opuscules, libros que les regalaba, etcetera.4Su amigo dans Friedrich Munter nos da una descripcin contempornea delcirculo intelectual que se habia formado alrededor de Borgia:

    En su casa era el anfitrion mas agradable, y durante la semana tciiia varias veccs ungrupo pequeno pero selecto de invitados para la comida, donde habia gran llbertad.Del nepotismo, aquel pecado favorito de los grandes de Roma, era totalmente libre,a la vez que amaba sobrcniancra a su famlUfl, que lo merecia. Muy agradables cransus conversadones en el inviemo, despues de la comida, porque enfonces se rcunianalrededor de su chimenea muchos de los mas honorables sabios y doctos de Roma,el estimable Georgi, el sabio dominicano Gabriel Fabricy y su companero de ordenBecchetti, el archivario papal Gaetano Marini, los nuinismtlcos Borghesl y Tanini,el dunes Zoega, el caballero d'Agincourt, el jesulta Lanzi (a quien cstimilo y apoypara su Saggio di Ungua Etrusca), y muchos otros, especialmente extranjeros. Aquise negociaban objetos anticuarios. Aqui se mostraban, se evaluaban y se explicabanlas antigtiedades, mientras se discutian los asuntos nuevos del dia.3 Palabras de Munter, citadas por Welcher (1913, II, pp. 119). Una descripcin de su aparlen-

    ciii fsica la da su biografe Paullnus da S. Bartholomaeo (1805, p. 69).4 Paullnus da S. BarUiolomaeo (1805) cnuincra los autores estimulados o subvcnclonados por

    Borgia, asi como sus principales contactas en las diverses partes del inundo. Vase tambinHenkel (1969) y Enzensberger (1970). ta correspondencia citada se conserva en el archlvo de laCongregazione dl Propaganda Fide: Miacell. Var. XV. 81

  • INTKODUCCIN Especialmente amable era cuando, libre de todo trabajo, pasaba sus vacaclonesde estio en Albano o en su lugar natal, Vlletri, donde vivia como un buen padre ro-deado por su familia. La mayor parte de su tiempo dedicaba entonces a su Museo,cuyos tesoros fiieron ordenados, dibujados y descritos bajo su supervision. Comoeste gabinete era lo mas querido que poseia, y lo nico de lo que tnia orgullo, lamejor prueba de amor o estima que alguien le podia dar, era aumentar esta colec-cin con una pieza, por mas pequena que niera, o hacer un estudio de uno de aque-Ilos objetos, o publicarlo. En tal caso l linca todos los esfuerzos posibles para daral estudioso todos las herramientas cientficas necesarias para su trabajo, compar-tiendo todo lo que l mismo tnia: hasta permitla al investigador llevarse los ma-nuscrites a casa. Era, por eso, una alegria trabajar para l y bajo su supervision. Ytnias nunca faltaban: dondequiera uno dirigia la mirada, encontraba cosas curio-sas, cas! nunca vistas [Welcker, 1913, II, pp. 119-120].

    Asi, el museo borgiano se convirti en un verdadero centre cientlfico. Mu-chas al tas personalidades lo visitaron y quedaron impresionadas entre ellas,el famoso poeta-filsofo-poltico alemn Johann Wolfgang von Goethe, durantesu viaje a Italia en 1787. La coleccin estaba dividida en 10 secciones (clas-ses), scgiin la procedencia de los manuscritos y artefactos: egipcia, volsca, etrus-ca, griega, romaiia, hind, arabe, rnica, mexicana y cristiana. Generosamente,el dueno invitaba a investigadores de todas partes para que estudiaran, co-m entaran y publicaran los tesoros de su coleccin. Entre ellos estaban muchosfillogos daneses y tambin el Jesuita exiliado, Jos Lino Fbrega.

    El bigrafo del cardenal Borgia, Paulinus da S. Bartholomaeo (1805, pp. 43-44), describe la seccin mexicana en estos trmlnos:

    Classis Mexicana numerat nwlta lignea et testacea idolorum simulacra, forma et fi-gura singulari, ac genti Mexicanae propia. Possidet insignem codicem Mexicanum excervina pelle confectum et plicatilem, 45 rom. palmas longum, figuris et symbolis pic-tis adornatum, quae invicem ex ordine collata, gentis chronologiam, reges seu duces,vectigalia et tributu, annos striles, out fertiles, et caetera fata, quae nationibus etregnis accidere soient, haud obscure tradunt. Exposait haec vir mihi olim singulariamicitia conjunct us, Linus Joseph Fbrega, Mexicanus, praecoci morte Romae nobisereptus: quod opus indit um in Museo Borgiano asservatur. Illius in publicam lucemproferendi vehementi desiderio flagrabat Stephanus Cardinalis, sed dum huic operi sese accingere meditatur, et ipse a morte corripitur. Similem'codicem Mexicanum in cer-vina pelle, colore seu vernice alba perlitum, et figuris exornatum possidet bibliothecaCaesarea Vlndobonensis[...].

    La seccin mexicana contiene muchas efigles de dioses, de madera o barro coddo,de singular forma y figura, propia de la gente mexicana. Pose el insigne cdice me-

    32 xicano, hecho de piel de venado, plegado y de 45 palmas romanas de largo, con fi-

  • gii ras y simbolos pintados. Est os, a su vez, reunidos de su secuencia, comnnlcan con EL CARDENAL BORGIAbastante clarldad la cronologla del pueblo, los reyes o lideres, los impuestos y tri- Y su >nKEObutos, los uiios estriles y fertiles, y los dems desUnos de las naclones y de los rei-nos. Esto lo i-xpHco el nombre, con qulen tuve una especial amlstad, Lino Jos F-brega, que nos fue arrancado prematuramente por la muerte en Koma, y cuya obrase conserva Indlta en el Museo Borgiano. El Cardenal Stefano tnia muchos deseosde | ml il U-aria, pero 111 ionlras meditaba ajustar esta obra, l mlsmo tambicn fuc sor-prendldo por la muerte. Un codlce mextcano semejante, de plel de venado, cublertocon un color o barnlz blanco, y pintado con figuras, lo pose la biblioteca imprial deVlenaC...].

    El propio Fbrega documenta en su comentario el inters del cardenal Bor-gia por la pictografia mexicana: durante muchos anos, este habia querido po-seer un cdice mexicano y l fue tanibin quien le comunic la existencia deotro codice en la Biblioteca Vaticana (el Vaticano A), con lo cual proporcion aFbrega la llave principal para su trabajo interprtative.

    En la coleccin del purpurado estaban varios otros documentos de intersamericanista:

    Una copia calcada del Cdice Cospi (Bolonia) en papel oleado, "ilustradapor la mayor exactitud por el senor Antonio Bassoli, pintor bolons" (Fbrega,1899, p. 8). Se conoce como el "Codice Messicano 2" del museo borgiano.

    Frutti Messicani: Frutti d' America disegnati a mente in Bologna l'anno1772 da Giuseppe Sinconego nat ivo di Pascuaro citt dlia diocesi di Michuacan(Borg. lat. 763). Una serie de dibujos de frutas mexicanas.

    Tres mapas de America hechos en la poca colonial temprana. Uno porGirolamo da Verazzano (1529), un annimo ( 1530) y otro por Diego Ribero(1529).s

    Creemos importante senalar que, en ese entonces, apenas se cmpczabaii aformar los museos cientificos; los gabinetes de arte y curiosiosidades, como sa-las preciosas en las que se expresaba la cosmovision erudita de un iiidividiio dela lite, se estaban convirtiendo, por el est mulo racionalista y enciclopedistade la Ilustracion, en colecciones formales y en centros de estudio para el pro-greso del saber humano. La casa de Borgia es un ejemplo notable de esta nue-va forma de los museos: su coleccin fue, posteriormente, el micleo del actualmuseo etnogrfico del Vaticano.

    5 Fbrega tambin menciona el mapa de Verazzano y dice que "existe hoy dia entre otros tre-

    ce originales en el estuehe nm. 2 del dtado Museo Borgiano" (1899, p. 6). Todos estos docu-mentos pasaron a formar el Fondo Borgiano en la Biblioteca Apostolica Vaticana. Vase Psztor{1970, pp. 599-601). 33

  • III. El manuscritey su historia

    N SU TESTAMENTO, redactado un dia antes de su fallecunlento, el car-denal Borgia declare a la Congregazione di Propaganda Fide he-

    redera de todos sus bienes, "menos del museo en la casa en Velletri", que deja su hermano Giovanni Paolo y a sus descendientes.1 Esta formulacion causouna larga y amarga disputa sobre aquellos manuscritos y objetos que, aunqueformaban parte del museo, no estaban en su casa en Velletri en el momento dela muerte del cardenal, sino en su morada en Roma, el Palazzo Altemps. El fi-llogo c laues Georg Zoega, qulen estaba investigando la coleccin de Borgia, ysiempre fue apoyado por l, expres sus sentimientos en una carta del 5 dediciembre de 1805 dirigida a su colega Munter (Welcker, 1913, H, p. 181):

    Poco despus redb la triste noticia de la muerte del buen viejo Borgla, que a Ustedsin duda ha afectado igual que a nu, aunque la prdida que Usted sufrio no se pue-d comparar con la mia. Hice lo posible para dlsuadirle de ese viaje, pero el da desu partida lo encontre tan vivo y fuerte que casl me avergonc de ml preocupadn.Su heredera es la Propaganda, su Museo queda a la familin; pero una exprcslii ina-decuada en el testamento provoca mledo de una disputa sobre si tambln las mone-das, gemas y Cptica, que estn en Koma, pertenecen a este [el museo]. Sria unapena si se dispersa. Por el deseo de la familla h escrito una declaracin que testifi-ca que l siempre ha conslderado toda su coleccin de antiguedades, objetos de artey curlosldades como un solo e Indivisible Musum Borgianum Veliternum. Marin! yotros lion declarado lo mismo. En su testamento no ha legado nada a sus amlgos;tampoco ha hecho una disposicin con respecte al libro al que he dedlcado tantotiempo y trabajo sln nlnguna remuneracln. No puedo negar que esto me ha extrana-do, ya que l en cierta manera me forz de encargarme de este llbro, y siempre memostraba el mayor inters. Es clerto que nunca solicit una promesa suya, pero esta-ba confiado que me iba a regalar el tiraje, como lo hizo con los A'umi Aegypti, y comohabia dicho antes a algunos amlgos que iba a hacer[...]1 La fecha del testamento es el 22 de noviembre del804. Vasc el archivo de la Congregazione,

    State temporale, Eredlt Borgia, tomo V, p. 16: "Intendo di lasciare il Museo Borgiano esistentenella casa di Vettetri a mo fratello Gio. Paolo Cavalire Borgia, e i suoi discendienti primogeniti ". 35

  • INTRDDUCCIN s impresionante ver los objetos que el cardenal tnia en su casa en Koma.registrados en el inventario hecho despus de su faUecimiento:"Inventario dliemedaglie, idoli, del metalll, isciizzioni lapidarle, vasl anchi, codlci, Raml mo-derni, della antichita ed altri generi lascia dalla Ch.Mem. Card Stef.o Borgla".2

    All se menciona como item 365 el Codice Borgia: "gran codice messicanoin Pelle 300", cuya valuacion en 300 scudi es muy alta; de hecho, callfica al co-dice como el objeto ms valioso en todo el inventario, que registra un valor totalde 6749,40 scudi. Como punto para la comparacin, notamos manuscrites delos siglos XIV y xv que valian entre uno y cuatro scudi; un manuscrite de Cice-ron (siglo xrv), cuatro scudi; un manuscrite de Virgilio, 15 scudi, etcetera.3

    El heredero directe del museo era el hljo de Giovanni Paolo Borgia, Caml-llo Borgia (1773-1817), nombre de una accidentada carrera militar, quien du-rante mas de 10 aflos trat, en balde, de obtener estes objetos y algunos manus-critos para reintegrarlos en el museo en Velletri, por medio de un procesojurdico. Finahnente, estes quedaron en posesin de la Congregazione dl Pro-paganda Fide, que los expuso en su propio museo borgiano, en el segundo pisode su edificio, en las salas que dan hacia la Piazza, di Spagna. 1 21 de abril de1908, la coleccin de manuscrites fue trasladada a la Biblioteca Apostolica Va-tlcana, donde, hasta hoy, forma el "Fondo Borgiano". La disputa sobre esta he-rencia se relaciona con la escasa informacin que tenemos sobre una cuestlnimportante: ,J,cmo llcgo el codice mexicano a niaiios del cardenal Stefano Bor-gia? El famoso invesgador Alexander von Humboldt (1986, p. 110) escribe:

    Durante mi ultima estancia en Italia, en 1805, el cahallero Borgia, sobrino del car-denal de igual nombre, tuvo la bondad de hacer traer el manuscrit mexicano, consu comentario, de Velletri a Roma. Examin ambos con extrem i cuidado[...]

    Sabemos que este date es erroneo. En 1805, el Codice Borgia no se encon-traba en Velletri, sino en Roma, en posesin de la Congregazione di Propagan-da Fide. En el archlvo de la Congregazione (State temporale, Eredit Borgla)estn hasta hoy los recibos que testifican que Camille Borgia pidi prestada laantes dicha coleccin de manuscrites.

    2 Vase el archive de la Congregazione di Propaganda Fide, seccln Stato temporale: hay

    cinco tomos acerca de la Eredit Borgia, 1804-1848. El tomo I empleza con una breve blografia:"Notizie della vita del Su Emo. Sig. Cardinal Borgia".

    8 Vemos en el precio de los 300 scudi mas bien una idea de lo Invaluable de este codice. Un

    jtdcio semejante se emitia sobre el codice maya de Dresde. Como item 99 apavece en el inventariola copia del Codice Cospi: "Codice in caria ogliata di pag.o 84 copia del codice messicano ehe esis-

    86 ta all Istituto di Bologna". Humboldt menciona tambin la existcncia de esta copia (1986, p. 89).

  • Luego, este caballero engan a Humboldt al decirle que el cdice estaba en EL MANUSCKTTOel propio museo de Velletri. Su objetivo es facil de adivinar: trataba de lograr el Y SU mSTOMAapoyo del famoso cientlfico en su proceso contra la Congregazione. De hecho,Humboldt, siguiendo las informaciones de Camlo Borgia, se refiere al cdice,consecuentemente, como "Manuscrito de Velletri", y agrega la siguiente versionsobre su procedencia (1986, p. 109):

    El manuscrite de 'Velletri parece haber pertenecido a la Camilla Glustiniani: se Igno-ra por que malhadado azar cay en manos de los sirvientes de la casa quienes, Ig-norantes del valor que podia lener una coleccln de figuras moiistruosas, lo abando-naron a los ninos. Fue a estos Ultimos a quienes el cardenal Borgia, esclarecido amantede las antigedades, se lo arrebat, en el moment o en que va se habia tuten tado que-mar algunas de las paginas o pliegues de la piel de ciervo sobre la cual las plnturasestan trazadas.

    Esta pintoresca historia contiene varlos elementos de controversia: si bienes cierto que el Palazzo Altemps estaba cerca de la casa ( iiust iiiioni, y que elcardenal Borgia podria haber sorprendido a los ninos incendiando el manus-crit r >. no se explica por que no devolvi el cdice a su lgitime dueno. Adenis,hay que tornar en cuenta que Camillo Borgia tnia marcado inters en propa-gar una version que estableciera cierta conexin intima, personal, entre el c-dice en litigio y su tlo.

    Una segunda version fue registrada por Franz Ehrle, prefecto de la BibliotecaVaticana, en su introduction a la edicin facsnilar subvencionada por el duquede Loubat (1898). Segn l, en la Congregazione di Propaganda Rde se causer-vaba la tradicion oral de que, en 1768, el cdice habia sido salvado de un "autode fe" de "objetos supersticiosos e idoltricos" en alguna plaza de Mexico.

    Alli, un ex alumno del colegio lo habia descubierto, sacado del fiiego y, pos-teriormente, enviado al prefecto de la Congregazione di Propaganda Fide, Ste-fano Borgia. La discordancia es que, desde antes, el cdice pertenecia a estacongrgation. Ehrle mismo no dio mucho crdite a esta version, porque consi-dr que a fines del siglo xviii ya no habia "autos de fe" en Mexico. Esta ideaes errnea: la persecucin activa de la religion mesoamericana por parte delclero continuo incluso hasta en nuestro siglo.

    Pero hay otra indicacion en contra de la fecha de 1762: la inscripcin italia-na en la esquina superior derecha de la p. 68 del cdice; consiste en una iiuuioque apuntu hacia la fisse: "in queste carte sono h1 di de la setimana verbi gra-cia dominica lunez". Adems, en esta misnia pagina, hay glosas junto a los sig-nos de los dias. Estn escritas en nauatl, con ortografia italiana, y contienenvarios errores de significado. Leemos (en la trecena superior), por ejemplo: 37

  • IKIRODL'CCIN uxamatle, de ozomatli, "mono", con el slgno Lkivia,quiauhtle, "lluvla", con el slgno Lagarto,cipactli, "lagarto", con el sign o Lagartlja,izquintli. "perro", con el slgno Conejo.

    Obvlamente, la persona que hlzo estos apuntes no era un buen conocedor dela iconografia mesoamericana. La escritura michiztU, en vez de miquiztli, "muer-te", se basa en la ortografla italiana, que usa la grafia ch para registrar el so-nido /k/ y que corresponde a la c o a la qu en espanol. Ahora bien, la forma de laescritura, asi como la man que senala, son propias del siglo xvi. De ahi queconcluyamos que el momenta en el que el manuscrit lleg a manos itaHanasdebe fecharse en el primer siglo de la colonizacin.

    Ambas versiones, la de Camillo Borgia y la de la Congregazione di Propa-ganda Fide, tienen en comn que el cdice fue salvado del fuego. Efectivamen-te, se nota el dano hecho por las llamas en las primeras paginas del manus-crito, o sea, en las ultimas del reverso. Una llama larga, puntiaguda, ha heridola pagina exterior y las paginas 76, 75 y 74-, dobladas enctma. El codice estabacon las paginas 74 y 73 abiertas hacia arriba, ya que la pagina 73 no sufrio danoalguno. Los vestigios fsicos apuntan mas bien hacia la hoguera de un "auto defe" que hacia un pequeno fuego, como el que podian haber causado unos niftosmientras Jugaban.*

    Tal vez lo mas real es el testimonio de Fbrega, en el primer prrafo de sucomentario, donde se dirige al propio cardenal Borgia :

    Entre los apreciables monumentos de las Naciones mas antiguas que reunidos seaclmiran en el rlco y erudito museo de V. Ema. [Vuestra Eminencia], uno de ellos esel Cdlce Mexlcano. Este raro resto de la antlgedad de aquel pueblo, tuvo la suer-te de escapar de las llamas, como lo demuestran sus primeras paginas chamusca-das; y despues de haber glrado desconocido, muchos siglos, por plazas y gabinetesde la America y de la Europa, afortunadamente lleg las manos de Y Ema., queh muchos anos deseaba poseer un monument o de aquella Nacin. Y lo estlmo detal precio, que dificihnente se encontrar monumento antiguo de otros pueblos queIgualarlo pueda, ora se mira su integridad, ora el puro orlgen de sus producciones,ora la facll intellgencla de las mlsmas.

    Este brve texto es en realidad bastante informativo. Resumimos los pun-tos importantes:

    * Nowotny examina la reconstruccion prcisa de este procs" en su introduccin a la ediclon38 facslmilar del Cdice (Graz, 1976).

  • 1. La expresin "tuvo la suerte de escapar de las llamas" sugiere, cierta- EL MANUSCRITE)mente, que el cdice lue salvado de una hoguera en la que se quemaron obje- YSL'IUSTORIAtos de la religion mesoamericana

    2. El dano por el fuego, se dice, lo demuestran las paginas del propio docu-menta. Esta observacion, Junto con la frase anterior, indica que no fue el propiocardenal Borgia quien lo saco de las llamas.

    3. El momenta en el que el cdice fue salvado de las llamas, ocurri "mu-chos siglos" atrs y no, entonces, en 1762, sino mas bien en el siglo XVI.

    4. El manuscrito anduvo d unuitc mucho tiempo "por plazas y gabinetes dela America y de la Europa": fue vendido, y cambi varias veces de dueno. An-tes de formar parte del museo borgiano, parece que estuvo en otra coleccin ogabinete de curiosidades en Europa, posiblemente en Italia.

    5. En la formulacin "lleg a las manos de Vuestra Eminencia" es notablela ausencia de un nombre o de otra referenda prcisa. Estas palabras sugierenuna transferencia annima, ora el regalo de una persona no considerada dignade mencin, ora la compra en un mercado, en una subasta o mediante un inter-mediario cualquiera.

    Parece que cuando el cardenal obtuvo el documenta, ya haba desaparecidotodo data sobre sus antcdentes. La palabra "desconocido", aplicada al manus-crito, corrobora esta impresion: aparentemente, los duenos anteriores no tenianidea cabal de lo que era el cdice.

    En su revision de las pictografas hasta entonces conocidas, Fbrega da lasiguiente descripcin del "Cdice Borgia, de Velletri":

    El original, finalmente, mas grande y bien conservado es el Borgiano. Este, plegadode la manera antes dicha, forma un libro cuadrado de catorce pulgadas y mdia ytrs de altura, propio para Uevarse y ponerse donde quiera; abierto ofrece dos 6 maspaginas para verse segn se necesiten; extendido, aparece una faja de piel de ciervoen trece trozos de cuarenta y cuatro palmos y medio de largo y treinta y ocho pagi-nas por parte, que en todo hacen setenta y seis. Las dos ultimas quedaban vacias fin de ser unidas al form. De l tal vez despojado en otro tiempo, ah ora esta de nuevocubierto.

    En realidad son 14 pedazos de piel de venado que, unidos con pegamento,fornum una sola tira de 1030 centimtres de largo. Las conextones se ven enlas paginas 3, 6, 8-9,11,14,17,19, 22, 24, 26-27, 29-30, 32, 35-36.

    La tira esta plegada como un biombo, dando como resultado un cdice con39 paginas de cada lado. Cada una de ellas tiene 27 centimtres de ancho y 26.5centimtres de largo. Las dos paginas exteriores estn vacias; las otras, cubier-tas con pinturus, y han recibido la numeracin del l al 78 en las ediciones. 89

  • LXTRODUCC1N Los daftos hechos por el fuego fueron reparados recientemente, con cueroartificial.5

    Las tapas originales desaparecieron. En el tiempo de Fbrega fueron res-tauradas, sujetando las paginas exteriores con clavos sobre dos cubiertas de ma-dera. Posteriormente, se quitaron y se fabric con ellas una especie de carpetaen la que se conserva el manuscrito suelto. En la edicin facsimilar todavia sepueden observar las perfbraciones. Vestigios similares se ven en las maderasque, unidas con cuero, ahora forman la carpeta protectora.

    Las tiquetas en las paginas exteriores son de la Biblioteca Apostlica Vati-cana e identifican el cdice como "Messicano l" del Mus(eo) BorgCiano) en laCongregazione di Propaganda Fide. Ya vimos que existe tambin un "Messica-no 2", que es copia del Cdice Cospi, dibujada para el cardenal Borgia. En latapa de madera encontrarnos adems la nota "Cdice messicano Sc.6 fil 5vol. I Initium -Finis". La indicacin se refiere a Scala 6, fila 5, es decir, la posi-cin del cdice en el mencionado museo borgiano. El "Messicano vol. II" (lacopia del Cospi) estaba alii junto con el.

    La primera edicin del Borgia se debe a lord Kingsborough que, en el tomo UIde su monumental y costosa obra, Antiquities of Mexico (1831-1848), incluy losdibujos hechos por Aglio. Estos tienen actualmente gran valor, porque despusde aquel tiempo el original se deterior notablemente por las condiciones de hu-medad que, segun parece, imperaban en las salas de la Congregazione.6

    Un dibujante que puso colores en una version no coloreada de Kingsboroughdestinada al historiador mexicano Jos Fernando Ramirez, escribi sobreel original (p. 25): "Ramon Rodriguez Megicano Pensionado lo copi en Marzoy Abril del 1856. lo termino 19. Abril a las 9 y 1/2 de la manana".

    5 Para na descripcln fisii-a mas detallada, vase Nowotny (1976). Para las divereas edicio-

    nes conshcse el Handbook of Middle American Indians (tomo 14, pp. 98-99), en cuyo censo elCdice Borgia reclbe el numero 33.

    6 Los deterioros afectaron especialmente el capitule de las pp. 29-47. Seler incorpora varios

    dibujos de la edicin de Kingsborough en su comentario (incluidos en la edicin espanola de suobra hecha por el Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1963, 1988). En su introduccin, Seleresclarece tambln la cuestin de la numeracin de las paginas, que ern errnea en la publicacin

    40 de Kingsborough.

  • W. Diversasinterpretaciones

    JJOMO VIMOS, los escasos datos acerca de la historia del manuscritono permiten establecer en que lugar o rgion de Mesoamrica fue

    pintado el libro religiose que ahora conocemos como Cdice Borgia. Varios in-vestlgadores han tratado de resolver esta cuestin por medio de estudios estills-ticos, comparando la forma de las lineas y los colores, asi como la iconografia,con otras pinturas mesoamericanas de las cuales si se conoce la procedencia.1Pero este procedimiento nos lleva a considrer un area bastante grande. Porejemplo, se observan semejanzas con:

    el Cdice borbnico, documento azteca vinculado con la region chinam-panera de Iztapalapan-Culhuacan-Xochimilco;

    los murales de la region tlaxcalteca, como los famosos deTlzatlan y losreden descubiertos de Ocotelulco;

    la ceramica decorada del valle de Tehuacan, la ceramica decorada de la Mixteca y los codices mixtecos, los frescos de Mitia, etcetera.

    Podemos afirmar que el Cdice Borgia es uno de los productos mas carac-teristicos del llamado "esto-horizonte Mixteca-Puebla", que dominaba exten-sas partes de Mesoamrica durante los siglos anteriores a la invasion espanola,esto es, durante la segunda mitad del priode postclasico (+ 1250-1521 d.C.).El material arqueolgico nos sugiere que, en aquella poca, Mesoamrica llega contar con una cultura relativamente homognea gracias a los multiples e in-tensos contactos comerciales y de otra indole entre las partes intgrantes. Pen-siinios que los pintores viajeros, y los codices mismos como muestras y ejem-plos de gran influencia y fcilmente transportables, desempenaron un papel

    1 Vase sobre este tema el debate entre Robertson (1963,1966,1970,1982) y Nicholson (1960,

    1966,1982), asi como las contribuciones de Nowotny (1961), Chadwicky MacNeish (1967), Smithy Heath-Smith (1980), Schvelzon (1980), Anawalt (1981). Se ofrece una sintesls en la introduc-cin de Anders a la edlcln facsunllar del Cdice vaticano 3773 ("B"), Graz, 1972. Un reporte so-bre invesugaclones reclentes es Sisson (1983). KcniiUinos a la dlscusion de este tema en el co-mentarlo al Cdice Cospi en esta coleccln. 41

  • INTRODUCTION' muy importante en el desarrollo y en la difusin de este estilo y de sus carac-

    teristicas iconograficas.Al tornar en cuenta este entorno cultural, compartido por diverses grupos

    tnicos, esta de mas, pensamos, el tratar de atribuir a localidades especlficaslos distintos codices o pintores.

    Los estudios del Cdice Borgia se inician con el comentario de Fbrega,que reprsenta un admirable y extraordinario esfuerzo: es el primer comen-tario complete a un codice precolonial, e Integra todo el saber relevante de supoca. Siguiendo a Clavijero, Fbrega senala los grandes avances de la civi-lization mesoamericana, y censura a varios investigadores de su tiempo (comoBuffon y De Pauw) por sus prejuicios contra las culturas americanas y por sudespreocupacin en cuanto al quehacer cientfico en este campo. El mismomuestra un cierto "relativismo cultural" cuando afirma (1899, pp. 11-12):

    El calcult la cultura de las naciones extranjeras, el crltlcarla sobre el fundamentode no haber cllas adoptado nuestras proplas invenciones, fu siempre la debilidad delos espirltus ikltos de razn, satisfechos de si inisinos injustes conocedores de laconstitucin h umuiia.

    En cuanto a su evaluacion del codice, Fbrega se distingue como notable par-tidario del espiritu ecumnico de su protector, el cardenal Borgia. En las ideasreligiosas mesoamericanas descubre multiples paralelos con el catolicismo; se-mejanzas que, a su manera de ver, demuestran precisamente la verdad de losprceptes de la Iglesia. Asi, el Codice Borgia se convierte curlosamente en unlibro en defensa de la Iglesia catelica en un tiempo en que ilustrados y revolu-cionarios la critican con vehemencia:

    Sobre un ob jet o visible a todos, es licite cada uno oq >rcsur las ideas que mas estimeconvenir al mismo: por algunos, en los trabajos antiguos acerca de lo bello, podrn,con razn, ponerse en ridiculo las imagenes de este Cdice; mas niantas analogiasquiera, cncontrar aquel que se deleite en compararlo con los delirios antiguos delgentilismo.

    El que va en segulmiento de la verdad, vista de la relacin de algunas de suspaginas con las sagradas tradiciones que tenemos, no podr menos que confesarque los autores de las mismus han tenido una justa idea de la verdad y una manerade expresaria conforme al lenguaje de las Santas Escrituras.

    Las mismas Santas Escrituras no necesitaron janis ni de la connrmacion de losamericanos, que se han creido estlidos, ni de la aprobacion de los incrdules quese d icen crticos.

    Sera, sin embargo, siempre un poderoso argumente contra el que dudase de al-42 guna verdad de las mismas, el enconttar sus trazas entre los monumentos de hom-

    _

  • bres descoiiocldos a nosotros, y nosotros a ellos, desde mucho antes de los utiles DIVERSASdescubrlmientos de las letras y de la escrltura [1899, p. 2]. INTERPRETACIONES

    Acerca del aspecto misionero tan interesante para el cardenal Borgia,Fbrega hace una observacin tipica de su ambiente teolgico-intelectual (1899,p. 47):

    Parceme tambin que de estas mismus pinturas y tradiciones indianas, sacadasde las sombras entre las cuales yacian, pudieron servlrse los primeros predlcado-res evanglicos conio preparacin para iiisinuar a los Mexlcanos las nsmas verda-des que andaban inculcando; a semejanza de San Pablo que del Dios desconocidotom argumento para predlcar de El los Atenlenses. Del farrago exceslvo de sim-bolos y de los frecuentes dlsfraces que se observan en estas figuras 6 pretendldasdivinldades de los Mexlcanos pudo inferlr cualquiera que las mismas no eran, en suorlgen, tmgenes de los dioses, sio mas bien retratos hlstorlados de los heroesmas faunisos. repetidos con nombres, ejerclcios y formas diversas, y recordados detal modo la mas remota posterioridad...

    La clave para su interpretacion del Cdice Borgia, la encontre Fbrega en elCdice vaticano A, que, entre otras cosas, contiene una presentacin pictogrfi-ca del Calendario Azteca, con su sirabolismo adivinatorio, sus deidades patro-nas, fiestas y costumbres religiosas. Un texte italiano explica las imgenes: abase de estas inforrnaciones, y de un estudio ponnenorizado de otros documen-tos pictogrficos, Fbrega logr notables avances. En la Biblioteca Nacional Cen-tral de Roma se conserva un manuscrit o indito suyo bajo el nombre de "Mito-logia Mexicana y Oriental", en el que describe y analiza escenas de los codicesVaticano B y Vaticano A, asi como jeroglifos toponimicos del Cdice Mendoza yde la Matricula de Tributes.2 Estes trabajos le pennitieron descifirar la secuen-cia de los nueve Senores de la Noche, los Patronos de las 20 trecenas y otrasescenas en el Cdice Borgia. Fbrega sigue a Boturini en su interpretacion devarios dioses como "heroes", y tiene en comn con Leon y Gama un activo inte-rs en la astronomla. Varias paginas del cdice, sospecha, son alegoricas y ocul-tan un significado astronmico. Prsenta, por ejemplo, computes de la visibili-dad de las Plyades y hace constar (1899, p. 30):

    He debldo hacer estos y otros calculos bajo la correccin del ilustre Senor Abate D.Eusebio Veiga, astrnomo portugus, bastante conocido por sus doctes trabajos, pu-blicados con ilustraciones.2 Ms. Gesuitico 1074 (3203). Los apuntes de Fbrega se anexaron al mamiscrito de la "Doc-

    trina y practica de la Iglesla y uso de las oplniones dogmtlcas y morales", de Lorenzo Hervas.Vase Lodolini (1976, p. 349). 43

  • INTRODUCCIN

    *"~*T1^*, *. ~ /... *s- ->*~~-

    44Apuntes de Fdbrega acerca de diversos codices mexicanos, con dibufos de las escenas

    estudiadas. Biblioteca Nacional Central de Roma, Ms. Gesuico 1074 (3203).

  • En 1898, sali a la luz la magnifiai reproduccion fotocromogrfica del Cdice DIVERSASBorgia, realizada por cuenta del duque de Loubat, con una introduccin de Franz INTERPRETACIONESEhrle. Para esta edicin, el erudito americanista alcmn Eduard Seier (1849-1922) escrlbl su impresionante comentarlo en la primera dcada de nuestrosiglo. Estableci que el Borgia pertenecia a todo un conjunto de otros codicessemejantes, que tienen muchos capitulos en comn "el Grupo Borgia" y es-cribi estudios monogrficos de varios de ellos (Vaticano B, Fejrvry-Mayer,Cospi).

    La obra de Seler contiene un anal isis meticuloso de los detalles iconogrfi-cos, una muy buena descripcin e identificacin de los objetos, plantas, anima-les, actos humanos y deidades, Junto con extensas y bien pensadas referenciasa la documentacin historica. En este respecto, los estudios de Seler slguen sien-do fundamentales.

    Por otra parte, la vision general de Seler estaba profundamente influida porlas corrientes dominantes de su tiempo, que consideraban los textos religiososde las antiguas civilizaciones como alegorias astronmicas. Basndose en ana-logias relacionadas con la temtica de las tablillas de arcilla, encontradas enaquel tiempo por los arquelogos en Mesopotamia, Seler buscaba en los codi-ces informaciones sobre las rbitas de las estrellas y los planetas, cifradas ensmbolos visuales. En otras palabras, partia de una interpretacin "astralista".En el estudio comparativo de las religiones, este paradigma ya ha sido rebasa-do desde hace mucho tiempo. Ahora la interpretacin terica de Seler rsultacaduca, aunque an tiene gran influencia entre americanistas.

    Eue el investigador austraco Karl Anton Nowotny (1904-1978) quien elabo-r una nueva exegesis del Cdice Borgia asi como de los codices relacionadoscon l. En su genial y compleja obra maestra Tlacuilolli (1961), y en su propiocomentario al Borgia (1976), enfoc principalmente la estructura calendaricade los diferentes capitulos del grupo, el aspect adivinatorio, montico, de lossimbolos y el misticismo del culto antiguo.3 Un ejemplo claro de la diferenciade punto de vista introducido por Nowotny, es su interpretacin del "capitulecentral" del cdice (pp. 29-47). Seler concluy que se tra t aba de escenas miti-cas: parte de un relate simblico y oculto acerca de los periodos de invisibiHdaddel planeta Venus, representados como el descenso del dios Quetzalcoatl en el

    3 Seler tuvo una influencia tardia por la traduccin de su comentarlo al Cdice Borgia en M-

    xico (Fondo de Culture Economlca, 1963): vase la resena de Nicholson en la revlsta Tlalocan V:2(1966) y el fundamental estudio de Anders (1967). Dorson (1955) y Loo (1988) discuten el para-digma "astralista". Una breve blobibllografia de Nowotny fue pubcada por Khler (1979). Parauna rcsefta de su comentarlo al cdice, vase Jansen (1978). El aspecto mantico se rvisa conamplltud en el c.tiucntario al Cdice Fejrvary-Mayer en esta coleccin. 45

  • IKTRODUCCIN

    46

    Inframundo. Para esta suposicin, Seler se bas explicitamente sobre los tex-tos en escritura cuniforme de la vieja Babilonia, que recientemente se hul mmdescubierto, en los que se describe un similar viaje mitlco de la diosa Ishtar.

    Karl Anton Nowotny demostr que las escenas en cuestin nos hablan de.una serie de rituales en un centre ceremonial especfico. El culto gira alrededorde un Envoltorio Sagrado que encierra gran poder. Los envoltorios sagrados tam-bin desempenan un papel principal en los codices mixtecos (Vindobonensis,Nuttall, Seiden, etc.). Para entrer en otra realidad, en un trance que les permitiacomunicarse con las deidades, los sacerdotes hacian autosacrificios y usabandiversas plantas alucinogenas: tanto el misticismo como l