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sos como El nombre de la rosa de Um- berto Eco o La Nieve del almirante de ÁI- varo Muti s, que recrean una situación, una época partiendo de un escrito apó- crifo hallado de repente . En el caso del manuscrito de Don Juan Anton io L1o rente, nombre del protago- nista del libro de Ruy Sánchez la trama y el desenvolvimiento de la acción se sienten como algo muy dado, excesiva- mente rígido junto a la sensualidad y re- creación de bellas atmósferas del Moga- dor de Los nombres del aire. Intelectualizante Los demonios de la lengua, poético, Los nombres del aire. Ambos identificables en ese objetivo co- mún de Ruy Sánchez de hallar un 'en- cuentro definitivo con el lenguaje. Pene- trar en la lengua, asumirla hasta sus últimas con secuencias, aun cuando la santidad tenga que ser sacrificada. Las páginas secretas de l.lorente pretenden plantear su erudición sobre el hombre y sus tent aciones, y el diario de un inquisi- dor poseso; lo desafortunado es la linea- lidad del te xto , el lector se siente defrau- dado tras leer en la advertencia del propio auto r, una reflexión final que re- sulta por demás sugest iva: " En la noche sin nomb res, sin respuestas, sin orillas; en la noc he muda de nuestro cuerpo, aguardan impacientes los dem onios de la lengua." y en las subsiguientes páginas, su au- tor nos narra las dudas y padecimientos internos del inquisidor, su ocaso, la ne- cesidad de pagar su herejía que nunca queda lo suficientemente clara con su propia existencia. En cambio, Los nombres del aire es un bello te xto con fuertes ecos orientalis- tas, y en una literat ura que oscila entre la realidad y la fantasía, el onirismo y la co- tidianeidad , a través de sus páginas está esa presen cia árabe en nuestr a cultura hispanoamericana. Es en definitiva como señalaba Al - berto Ruy Sánchez en una entrev ista una prosa de int ensidades , cada palabra ta- llada como una filigrana con la minuciosi- dad del artesano que conoce a fondo su oficio . Dos partes para descorr er el misterio de Fatma y su despertar sexual, el pai- saje un marco cont inuo para el reconoci- miento del propio cuerpo y sus infinitas posibilidades para la navegación . Moga- dar y sus murmuraciones en el Soco, la fuente o el horno público, Mog ador y sus baños donde el vapor se convierte en elemento aliado para la inquietud de la imag inac ión . L r í t . I e o Fatma introduciéndose en los ardides del amor, ella y su cuerpo encendido: " Sus dedos suben y bajan todas las es- pirales de su cuerpo coincidiendo a cada momento con los otros dedos que la re- corren por dentro. Ambos se reconocen a través de la piel como dos puntas de alfileres encendidos que recorren las dos superficies de una tela y donde se en- cuentran queman. Los dedos del aire que tomaba en su ventana le daban a sus manos los poderes para encender su cuerpo. y finalmente una interpretación de lo sucedido en la parte de " Los nombres" , a modo de una alegoría de lo ocurrido y aparecenlos peces, las ventanas, la red y el aire, y aparece el vuelo inconteni- ble de las palabras entretejidas en una - prosa que es poesía. . Palabra y silencio van intercambiando su propia potencialidad en una literatura sostenida en su tono y sobre todo inno- vadora, una lite ratura ant igua y mo - derna, oriental y occidental, una litera- tura sensual que nos atrapa entre sus redes sin desear que Mogador se vaya de nuestro alcance. \,) Alberto Ruy Sánchez, Los demonios de la lengua. Cuadernos de la Orquesta, 1987. 79 pp. 2a. Edi- ción, EOSA, 1987 . Los nombres del aire. Joaquín Mortiz, México , 1987 .11 9 pp. CARLOS FUENTES Y TRISTRAM SHANDY Por lIan Stavans T he lite & Opinions of Tristram Shandy, Gentleman (1759-1761) de Laurence Sterne es todo menos una novela. Hay quienes la consideran una divagación . Yo diría que es una vaga-mundería. Trata de cualquier cosa , menos de lo que debe: la biografía y aventuras de su pretend ido protagon ista , Tr ist ram. Sterne fue quizás el más admirable refor- mista de su época, la época de Richard- son, Defoe y Fielding. Se fascinaba con la idea del arte como " decepción" , como chiste. Para él la literatura no imitaba la realidad sino la desfiguraba, convertía cosas y sentimientos en un misterio bufo. Recuérdense las caracteri- zaciones incomparables que hizo, por ejemplo , de Walter Shandy y sus teorías nominativas y narigonas . Piénsese en el Tío Toby, que tiene un agradable tempe- ramento maliciosamente combinado con una gravísima preocupac ión por la gue- rra. Tristram Shandy es pura distracción. puro merod eo. Es una novela sin centro . O, parafraseando a Pascal, con un cen- tro en todas partes y una circunferencia en ninguna. Su narrador, poco o nada omnisciente. concuerda con su padre en que la vida individual com ienza antes del nacimiento . con los chances y percan- ces ocurridos durante la concepción (como es su nariz apachurrada durante el parto . por forceps) o con la organización zodiacal. La novela por eso remonta más allá de lo remontable y habla de perso- nalidades, discute amb ientes, situacio- nes, pero nunca narra una trama. Ese es su gran mérito : rechaza la li terat ura como análisis ps icológ ico, como dis- curso lineal, coherente y entreten ido. sustituto de acción para atacar los mo- mentos de más aburrimiento existencial. Sterne acá nos propone una antinovela, una novela antiteleológica, laberíntica, juguetona y obsesiva. Nos propone un libro que desafía lim ites . que "des- honra" la letra impresa. Desarticula la gramática y hace que las palabras no re- _______________ 49 _
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CARLOS FUENTES Y TRISTRAM SHANDY - Revista de la ... · ble de las palabras entretejidas en una ... Aura juega a refutar el tiempo a ... juguetea con conexiones y desconexio nes de

Oct 17, 2018

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Page 1: CARLOS FUENTES Y TRISTRAM SHANDY - Revista de la ... · ble de las palabras entretejidas en una ... Aura juega a refutar el tiempo a ... juguetea con conexiones y desconexio nes de

sos como El nombre de la rosa de Um­berto Eco o La Nieve del almirante de ÁI­varo Mutis, que recrean una situación,una época part iendo de un escrito apó­crifo hallado de repente .

En el caso del manuscrito de Don JuanAnton io L1orente, nombre del protago­nista del libro de Ruy Sánchez la tramay el desenvolvimiento de la acc ión sesienten como algo muy dado, excesiva­mente rígido junto a la sensualidad y re­creación de bellas atmósferas del Moga­dor de Los nombres del aire.

Intelectualizante Los demonios de lalengua, poét ico, Los nombres del aire.Ambos ident ificables en ese objet ivo co­mún de Ruy Sánchez de hallar un 'en­cuentro def init ivo con el lenguaje. Pene­trar en la lengua , asumirla hasta susúltimas con secuencias, aun cuando lasantidad tenga que ser sacrificada. Laspáginas secretas de l.lorente pretendenplantear su erudición sobre el hombre ysus tent aciones, y el diario de un inquisi­dor poseso; lo desafortunado es la linea­lidad del te xto , el lector se siente defrau­dado tras lee r en la advert encia delpropio auto r, una ref lexión final que re­sulta por demás sugest iva: " En la nochesin nombres, sin respuestas, sin orillas;en la noche muda de nuestro cuerpo,aguardan impacientes los dem onios dela lengua."

y en las subsiguientes páginas, su au­tor nos narra las dudas y padec imientosinternos del inquisidor, su ocaso, la ne­cesidad de pagar su herejía que nuncaqueda lo suf icientemente clara con supropia existen cia.

En cambio, Los nombres del aire es unbello te xto con fuertes ecos oriental is­tas, y en una literat ura que oscila entre larealidad y la fantasía, el onirismo y la co­tidianeidad , a través de sus páginas estáesa presen cia árabe en nuestra culturahispanoamericana.

Es en def init iva como señalaba Al ­berto Ruy Sánchez en una entrev ista unaprosa de intensidades, cada palabra ta­llada como una filigrana con la minuciosi­dad del artesa no que conoce a fondo su

oficio .Dos partes para descorr er el mister io

de Fatma y su despertar sexual, el pai­saje un marco cont inuo para el reconoci­miento del propio cuerpo y sus infinitasposibil idades para la navegación . Moga­dar y sus murmuraciones en el Soco , lafuente o el horno público, Mogador ysus baños donde el vapor se convierteen elemento aliado para la inquietud dela imag inac ión.

L r í t.I e o

Fatma introduciéndose en los ardidesdel amor, ella y su cuerpo encendido:" Sus dedos suben y bajan todas las es­pirales de su cuerpo coincidiendo a cadamomento con los otros dedos que la re­corren por dentro. Ambos se reconocena través de la piel como dos puntas dealfileres encendidos que recorren las dossuperficies de una tela y donde se en­cuentran queman. Los dedos del aireque tomaba en su ventana le daban asus manos los poderes para encendersu cuerpo.

y finalmente una interpretación de losucedido en la parte de " Los nombres" ,a modo de una alegoría de lo ocurrido yaparecenlos peces, las ventanas, la redy el aire, y aparece el vuelo inconteni­ble de las palabras entretejidas en una ­prosa que es poesía. .

Palabra y silencio van intercambiandosu propia potencialidad en una literaturasosten ida en su tono y sobre todo inno­vadora , una literatura ant igua y mo­derna, oriental y occ idental, una litera­tura sensual que nos atrapa entre susredes sin desear que Mogador se vayade nuestro alcance.\,)

Alberto Ruy Sánchez, Los demonios de la lengua.Cuadernos de la Orquesta, 1987. 79 pp. 2a. Edi­ción, EOSA, 1987.

Los nombres del aire. Joaquín Mort iz, México ,1987 .11 9 pp.

CARLOSFUENTES YTRISTRAMSHANDYPor lIan Stavans

T he lite & Opinions of Tristram Shandy,Gentleman (1759-1761) de LaurenceSterne es todo menos una novela. Hayquienes la consideran una divagación .Yo dir ía que es una vaga -mundería.Trata de cualquier cosa , menos de loque debe: la biografía yaventuras de supretend ido protagon ista , Tr ist ram.Sterne fue quizás el más admirable refor­mista de su época, la época de Richard­son, Defoe y Fielding. Se fascinaba conla idea del arte como " decepción" ,como chiste . Para él la literatura noimitaba la realidad sino la desfiguraba,convertía cosas y sent imientos en unmisterio bufo. Recuérdense las caracteri­zaciones incomparables que hizo, porejemplo , de Walter Shandy y sus teoríasnominativas y narigonas . Piénsese en elTío Toby, que tiene un agradable tempe­ramento maliciosamente combinado conuna gravísima preocupac ión por la gue­rra. Tristram Shandy es pura distracción.puro merodeo. Es una novela sin centro .O, parafraseando a Pascal, con un cen­tro en todas partes y una circunferenciaen ninguna. Su narrador, poco o nadaomnisciente. concuerda con su padre enque la vida individual com ienza antes delnacimiento . con los chances y percan­ces ocurr idos durante la concepción(como es su nariz apachurrada durante elparto . por forceps) o con la organizaciónzodiacal. La novela por eso remonta másallá de lo remontable y habla de perso­nalidades, discute amb ientes, situacio­nes, pero nunca narra una trama. Ese essu gran mérito : rechaza la literaturacomo análisis psicológico , como dis­curso lineal, cohe rente y entreten ido .sustituto de acción para atacar los mo­mentos de más aburr imiento existencial.Sterne acá nos propone una antinovela,una novela antiteleológica, laberínt ica,juguetona y obsesiva. Nos propone unlibro que desafía limites . que "des­honra" la letra impresa. Desarticula lagramát ica y hace que las palabras no re-

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Cambio de piel, las referencias culturales.Un ejemp lo: " Y mi padre vuelve a chu­parle los : pezones co mo sucretts, alritmo m ismo de la res piración: Aire ,Hera, Hair, Eros, Aura , Aire, Héroes, Án­geles, Cherezada, Contadora Pública Ti­tulada, primera Novelis ta, húndete en elagua del t iempo, remójate el silabario miamorcito, nalgas de mi amor angelito" .Da la im presión que Fuentes está ju­gando en el laborato rio Joyceano, al fi­nal generando casi un protoi dioma. (EnCristóbal Nonato se propone un nuevosigno grama t ical: como en inglés, elsigno de interrogación únicamente apa­rece al fi nal de la pregunta).

Desfilan por sus páginas, como en TerraNostre, todo tipo de personalidades: elescritor mexicano Fernando Benítez esun personaje ; aparecen cita do s D.H.Lawre nce, Bette Davis, Octav io Paz,Quevedo, Benito Juárez, Mao Zedong ,Emiliano Zapata, el Papa, Fray Bernar­dino de Sahagún, Rita Hayworth , Tezo­zornoc, Marx , Virginia Montoya, Freud,Juan Goytisolo (a quien otra vez se agra­dece su ayuda literaria). Ecos de TristramShandy aparecen en todos lados: hay

presenten sino que sean artículos orna­mentales; cuando quiere describir el girode un bastón, pinta una línea torcida, nola describe; incluye una página en blancodonde el lector puede escribir sus pro­pias opiniones; acomoda prólogo y dedi­catoria a mitad del libro ; dibuja diagra­mas; hace uso de cualquier ciencia, seaerasmismo , jurisprudencia, historia, psi­quiatría, astronom ía o teología.

Sterne fue luego seguido por Diderot ,y en el presente por Kundera y John

Barth. Muchos lo adm iran o imitan a sumodo . Pero ahora tenemos en caste­llano una " copia libre" de Tristram San­

dhy que probablemente Pierre Menardhubiera aplaudido: se trata de CristóbalNonato de Carlos Fuentes .

Los novel istas lat inoamericanos dehoy se caracterizan por su afán desacra­lizador: Cortázar era y no un surrealista;Borges era y no un imitador de Poe; Var­gas Llosa es y no un seguidor de Flau­bert . Ni hablar de Fuentes : La cabeza dela hidra es una transposición a Méxicode James Bond; Terra Nostra es una ré­plica a W itold Gombrowicz y a la nove­lística centroeuropea , y es también lacumbre de un personaje único, "el len­guaje"; Aura juega a refutar el tiempo ala manera de Borges y en esa cadena deconcordancias y discordancias Cristóbal

Nonato es Laurence Sterne condimen­tado con algo de Oriana Fallaci.

También ésta es la novela de una ges­tac ión: el monólogo del protagonistaocurre nueve meses prev io al 12 de oc­tubre, 1992, la celebrac ión del 500 ani­versario del " Descubrimiento de Amé­rica ". Pre-textando festejar dichaocasión, el gobierno mex icano, ahora te­niendo a la cabeza un presidente del Par­tido de Acción Nacional, ha decid ido or­ganizar un concurso : aquella pareja queproduzca un crío nacido exacto a las0:00 horas tendrá el honor de cons ide­rar a su hijo como Hijo Pródigo de la pa­tria. Su educación será prove ida por laRepública. A los veint iún años será re­gente de la Nación. Tendrá poderes deelección, sucesión y selección práct ica­mente omnímodos . En otras palabras:nacerá y morirá un heroe, mito, semi­dios . La pirotecnia literaria acá es clara:Fuentes se burla implícitamente de la so­brepoblac ión; de la polít ica desgraciadade nuestro país; del efecto totalitario delgobierno; del insostenible derrumbe devalores; del colapso de la esperanza; ycon part icular esmero en cada una desus líneas, de la prostitución de nuestralengua.

Carlos Fuentes y Laurence Sterne

¿Qué ha pasado con " MakesickoCity" desde 19B7? Todo y nada. Hacaído una lluvia ácida, ha habido un terr i­ble desastre en 1990, la ciudad estádesquiciada y el idioma nacional estádestruido. Pero perduran el sistema polí­t ico y su corrupc ión, y descontando elpos ible aunque no del todo probable na­cimiento de Cristóba l, para alegrar a laciudadanía se ha creado otro personajemitológico : Nuestra Señora Mamadoc,en parte bruja, en parte Virgen de Gua­dalupe, Coatlicue, enfermera de los po­bres, La Malinche, madrina de la Revolu­ción, diosa de la cinematografía, quienvendrá a curar todas las heridas, a cobi­jar a todos los mexicanos.

Cristóbal Nonato es el reflejo en el es­pejo de Tristram Shandy, pero en Latino­américa. Su escritura es lúdica y obse­siva : como Guillermo Cabrera Infante,juguetea con conexiones y desconexio­nes de las palabras tornando lo pinto ­resco de la jerga mexicana en maña, ma­nía y en mante l léxico e id iomát ico- colaboran el inglés, el francés, el ita­liano, el latín y el alemán en esta em­presa . Abundan los slogans y como en

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L r í t.I e o

crucigramas , diagramas. Cuando quieredescribirse un espermatozoid e, se pintauna línea torcida idéntica a la del bastónde Sterne ; hay una página en blancopara que el lector pueda escribir sus pro­pias opiniones ; hay escritura a dos co­lumnas , escalonada o piramidal. Peromás importante es el papel del " Elec­tor" : cercano el final Fuentes nos dice anosotros, los E-lectores (lectores queelijen): " Tu sabes que no he narradonada solo, porque tú has venido ayudán­dome desde la primera página. Tu me­diación es mi salud; imagínate, sin t i, miterror ". Así , som os nosot ros quienesdecidimos si Cristóbal debe o no nacer.La novela así se auto -nieg a: primero ,porque el narrador es un embrión quedescribe al mundo sin conocerlo; se­gundo, porque si ese embrión no nace,¿cómo acaso puede conocer el mundo?

Literatura com o artifici o, como mentira.Todo se vale pues han sido derrotadaslas teorías narrativas de Henry James.Una piedra puede ser un narrador, uncalcetín, la Nada. Porque en realidad no­sotros somos los narradores y tambiénla novela. Me gusta esta idea: el mundo,el Todo abrumador que nos envuelve,como algo incoherente , ilógico, irreve­rente, anti-kabalista, fictic io, y noso troscomo sus personajes, sus intérpretes ysus autores .

Mientras Fielding y Richardson se de­dicaban en el siglo XV III a reproducir vi­das eliminando reflexiones inter-genéri­cas y metaliterarias, Tristram Shandy esespecialista en afirmar que la literaturaes sinón imo de artificio . Todo cabe en lanovela pero la novela no es nada y va aninguna parte. Igual Fuentes: todo cabeen su novela pero ¿qué es la novela? Losdiálogos reprod ucidos terminan siendodiálogos reproducidos, no real idades.Cualquiera de nuestros pensamientospuede integrarse, ahora y siempre. Pre­cisamente eso es Cristóbal Nonato : unprecipitado donde convergen todas lastradiciones novelísticas para inmediata­mente colapsarse . Cristóbal Nonato poreso festeja el " Descubrimiento de Amé­rica" sin festejarlo; describe des-escri­biendo. Terra Nostra ya antes había sidofestejada como el final de esta jornadanovelíst ica pero creo que Cristóbal No­nato t iene mejor ofici o de telón: es elápice, la culminación de un ciclo histó­rico que empezó con su igual, The Life &

Opinions of Tristram Shandy, Gentle­

man.O

Carlos Fuentes. Cristóbal Nonato . México , FCE.1987.

UN ARTISTADE LA NUEVAESPAÑAPor Gustavo Cuné/

Conviene recordar que todo libro esconsiderado por su autor como una pro­longación o apéndice de su mismo ser,Diríamos, hoy día, que se trata de un hijosuperdotado que nace pensante y ac­tuante, que nace intelectual a diferenc iade los hijos bio lógicos; engendrado paraincidir en las mentes de quienes lo lean.En este sentido, es posible hablar, si laobra cumple con el cometido para el cualfue creada, de buena fortuna del primo­génito, de estrella en la Fortuna Crít ica- término acuñado por Nicos Hadjinico­lau para las obras de arte- o bien de fra­caso intelectual y edito rial que, comoveremos, no es el caso. Dicho lo ante­rior, si la obra del invest igador no creapolémica, no es reseñada, presentada" en sociedad " , comentada, agredida ,defendida, cr iticada o, por el contrario,tan sólo leída por unos cuantos especia-

listas sin dejar en ellos ninguna huella,ésta nace muerta.

El autor del libro El pintor Luis Juárez;su vida y su obra ve hoy cristalizado unesfuerzo de largos años de traba jo ydocta dedicación en el vasto campo dela pintura . Así pues, cabe señalar quecaracteriza a RuizGomar la erudita minu­ciosidad y la prolija acuc iosidad en loque se refiere al manejo de los datos,rasgos que le son propios 'en sus ya nu­merosas publicaciones , donde el intere­sado obtiene siempre amplia y rica infor­mación 'para reflexionar.

El libro que hoy tenemos entre nues­tras manos es ,prueba f iel y reflejo deamor y paciente dedicación en la inves­tigación de la pintura novohispana, Sibien Ruiz Gomar no es el primero quese ocupa del estudio del pintor Luis Ju á­rez, sí lo es en tanto que aborda al ar­tista en forma total y desde una pers­pectiva moderna , al tiempo que seconvierte en eslabón de la ilustre cadenade intelectuales que le .han precedido.Valga mencionar aquí nombres de la ta­lla de Manuel Toussaint. Diego Ánguloíñiguez, Martín Soria y, en tiempos másmodernos , Jorge Alberto Manrique,Elisa Vargas Lugo y Xav ier Movssén:ilustre discípulo es Ruiz Gomar, que haheredado de sus maestros el buen ha­cer, lo crítico y el ojo fino .

Entrando ya en materia, dejemos que

sea el mismo autor quien nos introduzca<In su investigación:

"No ofrezco [...) un trabajo exhaus­tivo , ni respuesta a todas las interro­gantes formuladas en torno al hom­bre y al artista; presento tan sólo mi

, aproximación a ambos."

y prosigue el autor:

"En este sentido, sé perfectamenteque queda aún mucho por discut ir yprofundizar sobre la personalidad y-laobra de este pintor; que bastantespuntos y planteamientos habrán deser mod ificados y ampliados -verbi­gracia, el referente al posible naci­miento de .íuárez en ' España y, porende, su posible formación allá antesde pasar al Nuevo Mundo ... "

Ante tan modesto juicio acerca de suobra y de su propio trabajo solamentepodemos preguntarnos: ¿cómo es en­tonces si no así como se hace la histo ­ria? En otro párrafo Ruiz Gomar 'confiesaque hizo todo lo humanamente posible,

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