7/21/2019 Axiología Jurídica http://slidepdf.com/reader/full/axiologia-juridica-56d9837cd53cd 1/34 1. CONCEPTO. Axiología es la ciencia que trata de los valores. Estimativa o Axiología Jurídica, es el estudio y anlisis de los !ro"lemas so"re la valoraci#n $urídica. %a denominaci#n Estimativa Jurídica com!rende todas las cuestiones axiol#gicas, es decir, valorativas so"re el &erec'o. %a !ala"ra Estimativa como ex!resi#n glo"al de todos los estudios so"re los valores, (ue em!leada originariamente !or Jos) Ortega y *asset en 1+- en su artículo /0u) son los valores 2na introducci#n a la estimativa. 3uy !ronto tal denominaci#n (ue ace!tada !or un sinn4mero de !ensadores de la lengua castellana e incor!orada de modo general a nuestra terminología 5los#5ca. A 5n de cuentas, Estimativa es equivalente a Axiología, es decir, a estudio o tratado de los valores. El &octor %uis 6ecas)ns 7ic'es en la Enciclo!edia Jurídica Ome"a, Tomo 89, Edici#n de 1+:1 se ocu!a de la Estimativa Jurídica en los siguientes t)rminos &esde el !unto de vista !rctico, en la e(ectividad de las relaciones sociales, el &erec'o !ositivo constituye la su!rema instancia, la 4ltima !ala"ra e$ecutiva. Así es verdad contra la regulaci#n del &erec'o !ositivo vigente no ca"e, mientras este !ermane;ca en vigor, re(ugio ni recurso de ninguna es!ecie. Por e$em!lo, una sentencia del 7u!remo Tri"unal de Justicia constituye algo !rcticamente irresisti"le, ina!ela"le< constituye una 4ltima !ala"ra e$ecutiva, al servicio de cuyo cum!limiento (uncionar todo el mono!olio de la coacci#n !4"lica. Por eso, que en determinado lugar y en cierto momento es indiscuti"le e inevita"lemente &erec'o, contra lo cual no ca"e recurso, !uede, desde otro !unto de vista, ser citado a com!arecencia ante un (uero distinto del !rctico, ante el tri"unal de la conciencia, es decir, ante la crítica 5los#5ca, !ara examinar si corres!onde o no a lo que de"ería ser. Ante esta instancia de la crítica 5los#5ca !odemos someter a en$uiciamiento el &erec'o que es, !ara dilucidar si re!resenta el que de"e ser, si es el me$or de los !osi"les con res!ecto a la circunstancia concreta a que se re5ere, o si, !or ventura, ca"ría me$orarlo en alguna manera, corregirlo en un sentido !rogresivo. %o que indiscuti"lemente es &erec'o vigente =en determinado lugar y en cierto momento>, /de"ería serlo en $usticia, /Es $usta esa norma $urídica o no lo es, /No !odría acaso esa norma ser me$or de lo que es %as soluciones que el &erec'o !ositivo vigente da a determinados !ro"lemas de convivencia y de solidaridad sociales, /no !odrían tal ve; ser su!eradas. El !ro"lema so"re el $uicio estimativo que mere;ca un ordenamiento y so"re los valores a cuya lu; se !ueda determinar la mayor o menor $usti5caci#n de un derec'o, es un !ro"lema cuyo !lanteamiento y cuya soluci#n se encuentra ms all del cam!o de la ciencia $urídica !ro!iamente dic'a, es decir, ms all del estudio cientí5co de un &erec'o !ositivo. Tal crítica y sus !ro"lemas no caen !ro!iamente dentro
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del m"ito de la ciencia $urídica, !ues )sta nos dice qu) es lo que dis!one el
orden $urídico vigente, cules son sus soluciones y su correcta inter!retaci#n,
!ero nada ms. El !ro"lema de la $usti5caci#n concreta del contenido de los
!rece!tos, esto es, de su $usticia o in$usticia, excede en muc'as ocasiones de
los límites de la ciencia $urídica !ositiva< los re"asa siem!re que se !lantee
ms all de los !rinci!ios determinantes ins!iradores del mismo orden !ositivoy que son !arte integrante de )l. Pertenecen a otro ti!o de estudio al estudio
so"re el 4ltimo 5n del &erec'o, so"re sus su!remos !rinci!ios directivos. Estas
consideraciones no caen ya dentro de la ciencia $urídica, la cual se ocu!a s#lo
del derec'o constituido. A'ora "ien, esta interrogaci#n valorativa so"re la
$usticia constituye un !ro"lema inextir!a"le de la conciencia 'umana y que
tiene adems !leno sentido, seg4n ya se ra;onar ms adelante. ?e aquí,
!ues, una segunda vertiente en la cual se muestra incom!leta la ciencia del
&erec'o< y esa insu5ciencia es otra de las !alancas que lan;a al !ensamiento
'acia una re@exi#n 5los#5ca so"re el &erec'o.
Cuando los !ro"lemas de la Estimativa $urídica se !lantean !rinci!almentere(eridos al 5n su!remo del &erec'o y a la organi;aci#n del Estado, tales
!ro"lemas coinciden en gran !arte con los temas "sicos de la 5loso(ía !olítica.
En cierto modo los (undamentos de la Estimativa $urídica constituyen los
su!uestos y la "ase de la 5loso(ía !olítica.
En suma, )ste es el !ro"lema que se 'a conocido con las denominaciones de
&erec'o naturalB, &erec'o racionalB, idea de $usticiaB, 5n su!remo del
&erec'oB, &eontología $urídicaB, ideales $urídicosB, crítica ideal del
&erec'oB, etc)tera. Es !re(eri"le denominarlo Estimativa o Axiología Jurídica,
!orque esta ex!resi#n denota con toda claridad la esencia del !ro"lema y no
!re$u;ga so"re la soluci#n que se d) al mismo. de momento, antes de entrar
en el ensayo de soluci#n que se de"a dar a este tema, interesa
su!erlativamente !lantear el !ro"lema con toda !ulcritud. Ante todo, lo que
urge es co"rar clara conciencia del !ro"lema, sin incurrir en !reci!itaciones
mentales que im!liquen un !er$uicio so"re su soluci#n. , seg4n ex!ondr) unas
líneas ms a"a$o, no "asta solamente !lantear el !ro"lema, sino que, adems,
ser !reciso $usti5carlo como tal !ro"lema, es decir, mostrar que tiene !leno
sentido que nos !lanteemos tal cuesti#n.
El &erec'o, se entiende el &erec'o real y e(ectivo, es una o"ra que, teniendo
como raí; vital unos determinados ti!os de necesidades =certe;a, seguridad,
urgencia de resolver los con@ictos en la convivencia y en la coo!eraci#n,
organi;aci#n y limitaci#n del !oder !olítico, etc.>, a!unta al cum!limiento de
a!are$ada la (or;osidad e(ectiva de su reali;aci#n. Por eso se dice que las
categorías ser y un valor son inde!endientes. Pero, si "ien es notorio que la
esencia y la valide; de los valores resultan inde!endientes de su eventual
cum!limiento en los 'ec'os, tam"i)n lo que es que esta inde!endencia no
signi5ca indi(erencia (rente a su no reali;aci#n, antes "ien, en el sentido de los
valores late la !retensi#n de ser cum!lidos. Cuando los valores que se re5erena una determinada realidad no son cum!lidos o encarnados en )sta, ocurre que
la tal realidad sin de$ar de ser la realidad que sea, !arece como no $usti5cada,
como algo que ciertamente es, !ero no de"iera ser. asimismo, los valores no
reali;ados tienen una dimensi#n que consiste en una manera de tendencia o
direcci#n ideal de a5rmarse en la realidad. 7u sentido consiste en querer ser
cum!lidos, en determinar normas !ara el com!ortamiento. Naturalmente que
cuando 'a"lo de tendenciaB, de quererB, de vocaci#nB, em!leo estas
!ala"ras como ex!resiones meta(#ricas, !ara denotar el es!ecial sentido de los
valores, y no en las ace!ciones rigurosas de esos voca"los =como !oder
e(ectivo, o como im!ulso real>. Con esto intento solamente aclarar la es!ecí5ca
!eculiaridad que corres!onde a los valores, a modo de una direcci#n o
re(erencia 'acia la realidad, como !retensi#n de im!erar so"re ella.
Considero que los valores no son meras !royecciones !sicol#gicas, no son el
sim!le resultado de unos mecanismos mentales, sino que, !or el contrario,
tienen una consistencia o"$etiva< "ien que esta o"$etividad no es de ti!o
a"stracto, sino que est incardinada dentro de la vida 'umana.
Par)ceme conveniente insertar en este !unto unas clarividentes
consideraciones o(recidas !or 6isieri Hrondi;i so"re esta controversia entre
su"$etivismo y o"$etivismo. A!unta Hrondi;i la !ro"a"ilidad de que no todos los
valores tienen una índole seme$ante en lo que se re5ere a la o"$etividad o
su"$etividad. Es muy verosímil que en los valores ms "a$os, los que se re5eren
al agrado o desagrado, !or e$em!lo, del !aladar, !redomine lo su"$etivo. Pero
este !redominio se !erder si saltamos a lo ms alto en la escala axiol#gica< a
los valores )ticos, !or e$em!loB. El valor )tico tiene una (uer;a im!ositiva que
nos o"liga a reconocerlo a4n en contra de nuestros deseos, tendencia e
intereses !ersonales... En medio de esos dos extremos estn los dems
valores 4tiles, vitales, est)ticosB. Por otra !arte, aFade Hrondi;i que, a4n
cuando tendamos !re!onderantemente a la tesis o"$etivista, al menos !ara los
valores de rango su!erior, no es !osi"le se!arar !or entero en t)rminos
a"solutos el valor y la valoraci#n, a !esar de que el valor no se !ueda reducir ala valoraci#n.
Pero antes de seguir con el desenvolvimiento de ese tema (undamental so"re
cul sea la índole de los valores, es o!ortuno o(recer a'ora la descri!ci#n de
algunas de las características (ormales de los valores, tal como )sos nos son
me;quindad, etc)tera. en tanto que en la realidad se de la negociaci#n del
valor que le corres!onde, esto es, el desvalor o antivalor acto inmoral,sentencia in$usta, cuadro (eo, tra"a$o in4til, etc.< !arece como si el valor
!ositivo estuviese clamando !or su reali;aci#n< !arece como si la realidad, en
su (a; antivaliosa o desvalorada, !adeciese una !enuria o mutilaci#n de su
destino.
Cuando 'a"lamos de la reali;aci#n de los valores no queremos ex!resar que
)stos se trans(ormen en cosas o en cualidades reales de las cosas< al reali;arse
un valor no se trans(orma en cosa, ni en ingrediente real de una cosa. El valor
reali;ado en una cosa constituye una cualidad relativa de esa cosa, es decir, la
cualidad que tiene en virtud de com!arar la cosa con la idea de valor. %a
moralidad de un acto no es un com!onente !sicol#gico ni "iol#gico del mismo,sino una cualidad que tiene el acto de coincidir con el !er5l de una idea )tica.
%a "elle;a de un cuadro no es !eda;o material del mismo, sino la coincidencia
de )l con un valor est)tico. %as cualidades valiosas de las cosas son cualidades
ideales, que ellas tienen, en tanto que com!aradas o re(eridas a ideas de valor.
%os valores !resentan el es!ectculo de guardar entre sí relaciones de rango o
$erarquía. ?ay es!ecies de valor que valen ms que en otras clases !or
e$em!lo, los valores )ticos valen ms que los utilitarios. , adems, dentro de
cada (amilia de valores, tam"i)n ocurre que unos valen ms que otros< !or
e$em!lo, vale ms la !ure;a que la decencia, vale ms la su"limidad que la
gracia.
7i com!aramos este es!ectculo de las relaciones $errquicas de los valores
con el cuadro de la naturale;a, resulta algo !eregrino< !orque la naturale;a no
conoce ni remotamente ninguna idea de rango en tanto que naturale;a y nada
ms que como naturale;a, es decir, como mera serie causal de (en#menos. En
la naturale;a, mientras no introdu;camos !untos de vista de estimaci#n, que
son !or entero a$enos a ella, no se conocen $erarquías ni escalas un (en#meno
es o no es !ero no ca"e que sea ms o menos, en di(erentes grados de ser
=real>. En cam"io, cada valor a !esar de constituir en sí un valor es menos valor
que otros y ms valor que otros. Esta es una característica que di(erencia elmundo de los valores del mundo de la naturale;a< !ues en )sta, en el !uro
cam!o de los (en#menos naturales y mientras en )l no introdu;camos !untos
de vista a$enos al mismo, no 'ay grados de realidad un (en#meno es o no es, y
entre su ser o su no ser no ca"e grados intermedios es lo que es y no es lo que
no es. En cam"io, seg4n 'e mostrado, el ser de los valores consiste en su
valer, y en )ste se dan grados unos valores valen ms que otros.
Es conveniente que 5$emos la atenci#n en esto, !orque nos servir muy !ronto
!ara entender una !eculiaridad de la vida 'umana y de las o"ras en ellas
!roducidas, que consiste en algo anlogo a lo que ocurre con los valores, a
sa"er que la vida 'umana y sus o"ras tienen un ser susce!ti"le de
gradaciones $errquicas y esas gradaciones $errquicas tienen dos (uentes o
dimensiones, a sa"er el rango de los diversos valores y el grado de mayor o
menor reali;aci#n de cada uno de los valores. %o cual nos !ondr certeramente
so"re la !ista de las reali;aciones de la estructura de lo 'umano con la
estructura de lo estimativo. 2nas !ginas ms adelante desarrollar) este tema.
!osi"lemente a la lu; del mismo conseguir) unas directrices !ara orientar
una cuesti#n que 'a"ía sido olvidada !or el !ensamiento contem!orneo, y
que es urgente a"ordar. %a vida 'umana, y sus actos y o"ras, tiene, a
di(erencia del mundo de la naturale;a, !ers!ectivas de rango y $erarquía.
3ientras que la naturale;a !ura, como concatenaci#n de (en#menos,
desconoce toda $erarquía, las realidades 'umanas, en cam"io, !resentan unado"le dimensi#n $errquica de un lado, la que deriva de la $erarquía de los
valores en ella cum!lidos< de otro lado, la que, res!ecto de su mismo valor,
deriva del grado de mayor o menor reali;aci#n de )l en la o"ra 'umana. Esto
4ltimo trae consigo que 'aya grados de reali;aci#n en las tareas 'umanas< arte
que es ms arte que otro, amores que son ms amores que otros, 5loso(ía que
es ms 5loso(ía que otra, etc)tera.
No es este el lugar adecuado !ara desarrollar, ni siquiera en "reve resumen,
los temas !rinci!ales de la 5loso(ía de los valores que !or otra !arte, se 'alla
en es!era de una reela"oraci#n que le inserte en la nueva 5loso(ía general,
reela"oraci#n en la que es!ero que el !unto de vista anunciado al 5nal, del
!rra(o anterior =y que es"o;ar) en otras !ginas de esta misma o"ra> !ueda
ser de alguna im!ortancia. 3s estimo conveniente aFadir algunas
consideraciones res!ecto de los valores, !ues, sea cual (uere el destino que
dic'a teoría 'aya de correr en el !r#ximo (uturo 'ay, ya en ella desG
cu"rimientos que se muestran como 5rmes.
%os valores no son elementos dados en la realidad, no son ingredientes reales
de ella. , !or consiguiente, no son conocidos en la ex!eriencia de las cosas, no
son sacados de la !erce!ci#n. 2na cosa a!arece teniendo un valor !ositivo,
como un "ien, en virtud de una intuici#n !rimaria del valor que en ella encarna.El que estimemos algo como diestro, 4til, "ello, verdadero, "ueno, $usto,
su!one una intuici#n ideal de la destre;a, de la utilidad, de la "elle;a, del "ien
moral, de la $usticia. En suma, estimar tales o"$etos como vaGliosos consiste en
!ercatarnos de que coinciden con ideas de valor. A las cosas en las cuales se
da una idea de valor !ositivo, las llamamos "ienes< aquellas en que reside un
valor negativo se denominan males. Pues ocurre que las cosas no !odrían
!arecerle al 'om"re como "ienes o como males si no 'u"iese una estimaci#n
=inde!endiente de la !erce!ci#n de la realidad de las cosas> que le mostrase
que !oseen un valor o un desvalor. 7e estima s#lo en virtud de una idea de
valor intuida !rimariamente. 6esulta clara esta distinci#n entre la realidad y el
valor y consiguientemente la di(erencia entre la !erce!ci#n del o"$eto real y la
intuici#n de su calidad valiosa, 5$ndonos en que a veces ocurre que
!erci"imos el o"$eto real y estamos ciegos !ara su valor< y que, viceversaocurre tam"i)n, en algunas ocasiones, que intuimos un valor en una cosa cuya
textura real a!enas conocemos, o que sim!lemente !ensamos en la idea !ura
de valor, sin re(erirnos a ninguna realidad concreta en que se 'alle
!lenariamente encarnada< !or e$em!lo, !ensamos en la $usticia !er(ecta, que
!ro"a"lemente no 'a conseguido reali;arse.
7e 'a insistido muc'o so"re todo !or la escuela (enomenol#gica en que el
mundo de los valores, como ideas constituye una categoría diversa e
inde!endiente del ser real. !recisamente el argumento en el que se 'a 'ec'o
mayor 'inca!i), consiste en mostrar que el 'ec'o de que algo sea no im!lica,
en manera alguna, que eso, que es, encarne cualidades valiosas, !uesto que'ay 'om"res viciosos, leyes in$ustas !inturas (eas, tra"a$os in4tiles, etc)tera y
en mostrar, adems, viceversa, que el 'ec'o de que conci"amos algo como
valioso no lleva consigo que ese algo exista en la realidad. este argumento es
ciertamente valedero !ara distinguir la inde!endencia (ormal de las categorías
de la realidad y del valor< !orque, en e(ecto, ni la realidad de algo (unda su
valor, ni el valor en "ase de reali;aci#n< !ero, aun estando $usti5cado este
argumento !ara distinguir (ormalmente la inde!endencia de estas dos
categorías, ello ni im!ide, a mi entender, que se de"a "uscar, en una
consideraci#n ms 'onda, la conexi#n entre las realidades y los valores, !uesto
que, aunque inde!endientes, 'ay una es!ecie de recí!roca vocaci#n, es decir,los valores reclaman idealmente ser !lasmados en realidades, y las realidades
s#lo cuando encarnan valores !resentndose como $usti5cadas. A'ora "ien, de
este !unto que es uno de los cuales que requiere una su!eraci#n en la 5loso(ía
del valor, tratar) unas líneas ms adelante, en la !r#xima secci#n, dedicada al
en$uiciamiento crítico de la Hiloso(ía de los valores.
Asimismo, !odemos seFalar que toda idea de"e ser, de normatividad, se (unda
una estimaci#n, esto es, en un $uicio de valor.
Por otra !arte, se dan conexiones esenciales entre cada una de las clases de
valores =)ticos, utilitarios, etc.> y los res!ectivos so!ortes en que encarna. ?ayvalores, como los morales, que s#lo !ueden darse en las !ersonas realmente
existentes y no en las cosas< los $urídicos, en una colectividad< otros, como los
de utilidad, s#lo en las cosas y en los !rocesos< otros, como los vitales =salud,
vigor, destre;a>, s#lo en los seres vivos, etc)tera.
?ay valores que sirven de (undamento a otros, es decir, que (uncionan como
condici#n !ara que otros valores !uedan reali;arse. No !uede darse la
reali;aci#n del valor (undado sin que se d) la reali;aci#n del valor (undante.
el valor (undante, condici#n ineludi"le !ara que !ueda reali;arse el valor
(undado, es de rango in(erior a )ste. Así, !or e$em!lo, lo 4til est (undado en lo
agrada"le, !ues sin lo agrada"le no existiría lo 4til< y lo agrada"le, valor
(undante, es in(erior en $erarquía a lo 4til, valor (undado. en el curso de estas
líneas tendr el lector ocasi#n de !ercatarse como en el mundo del derec'ovienen en cuesti#n los valores de $usticia y de seguridad entre otros, y veremos
que la seguridad es un valor (undante res!ecto a la $usticia, que a!arece como
valor (undado< y la seguridad, a (uer;a del valor (undante, es in(erior a la
$usticia, !ero es condici#n indis!ensa"le !ara )sta o dic'o en otros t)rminos
no !uede 'a"er una sustituci#n de $usticia sin que exista una situaci#n de
seguridad.
%a 5loso(ía de los valores, es!ecialmente la de la escuela de 7c'eler y
?artmann, 'a re!resentado una de las ms resonantes conquistas del
!ensamiento contem!orneo. Pero, tam"i)n es (uer;a reconocer que, desde
algo ms de cinco lustros, 'a entrado en una !eregrina situaci#n. %a teoría delos valores, al !roducirse en la o"ra de 7c'eler alcan;# enorme in@u$o de toda
el rea 5los#5ca de nuestra )!oca< y (ue considerada como uno de los ms
certeros y (ecundos descu"rimientos de la meditaci#n contem!ornea, so"re
todo en los !aíses de la Euro!a Continental y de 9"eroam)rica. En cam"io, la
5loso(ía (enomenol#gica o"$etivista de los valores =3ax 7c'eler, Nicolai,
?artmann> a!enas encontr# reconocimiento en las regiones de lengua inglesa,
!ues en )stas 'an !redominado las doctrinas su"$etivas aunque 'aya 'a"ido
tam"i)n !ensadores !r#xiImos al o"$etivismo !or e$em!lo, *. E. 3oore, E. T.
3itc'ell, 6o"ert 7. ?artmann, etc.
Aunque uno a!recie todo lo que en la axiología o"$etivista (enomenol#gica de
7c'eler 'ay de ()rtil conquista y de descu"rimiento de nuevos 'ori;ontes, uno
!erci"e 'oy en ella algunas insu5ciencias lo que de$# a la es!alda sin
aclararlo, y sin ni siquiera 'acerse cuesti#n de ello. se advierte tam"i)n las
exageraciones y la unilateralidad en que 7c'eler incurri#.
%a se!araci#n radical entre el reino de la realidad (enom)nica y el reino del
valor !uede ser, desde un !unto de vista met#dico, necesaria y de gran
rendimiento< !ero no !uede constituir una 4ltima !ala"ra, o, lo que es lo
mismo, no !uede ser considerada como una !rimera y radical "ase en una
5loso(ía general, es decir, en una meta(ísica. 7in desdeFar las (ructí(eras!ers!ectivas met#dicas de la distinci#n entre realidad y valor, de"eríamos en
un !lano ms !ro(undo, !lantearnos el !ro"lema de vincular de nuevo esos dos
reinos, !ara ex!licarnos c#mo el uno est destinado al otro, y encontrar un
!rinci!io ms radical en el que am"os quedasen articulados. Es decir, en un
!lano de di(erenciaci#n (ormal resulta correcto distinguir entre realidad
(enom)nica y valor< !ero, de otra !arte, aunque desde ese !unto de vista de
caracteri;aci#n (ormal se !resenten el ser y el valor como inde!endientes, es
necesario reconocer que entre am"os se da una relaci#n que !odríamos llamar
de recí!roca vocaci#n, !ues !ertenece a la esencia misma de los valores una
!retensi#n de ser reali;ados, de ser cum!lidos en determinados 'ec'os< y
corres!ondientemente, de otra !arte, 'ay realidades en las cuales de"en ser
encarnados unos ciertos valores y no otros, 'asta el !unto de que cuando no
ocurre así, esas realidades nos resultan in$usti5cadas, a !esar de ser reales< esdecir, son, !ero no de"ieran ser. 7ucede, !ues, que, aunque lo real y lo valioso
sean categorías distintas y (ormalmente inde!endientes recordemos que 'ay
valores no reali;ados y que 'ay realidades antivaliosas, sin em"argo, !arecen
estar a'í el uno !ara el otro recí!rocamente. Esto es, 'ay unos valores !ara ser
cum!lidos en determinadas realidades, y 'ay unas realidades en las cuales
de"en cum!lirse unos determinados valores. todo esto su!one que entre los
dos reinos se da una conexi#n, una vinculaci#n, que no (ue satis(actoriamente
estudiada en la 5loso(ía de los valores de 3ax 7c'eler. Cierto que )ste vio y
ex!uso muy "ien la recí!roca vocaci#n entre los valores y las realidades
corres!ondientes, donde los valores de"en ser cum!lidos. Pero 7c'eler no
acometi# de"idamente el anlisis del !ro"lema que tal recí!roca vocaci#n
!lantea.
Este tema, el del nexo de recí!roca vocaci#n entre los valores y la realidad, se
relaciona con la cuesti#n ms general so"re el !unto de inserci#n de la Teoría
de los alores en el sistema de una HilosoG(ía general. 7e trata de la !regunta
/&#nde estn o d#nde !onemos los valores Esta !regunta !uede ser
entendida de dos maneras. 7eg4n una de ellas, entendida como !regunta
so"re una situaci#n en el es!acio, su signi5cado sería est4!ido, !orque siendo
los valores ideas ines!aciales e intem!orales carece de sentido interrogar !or
donde est)n. Pero, esta !regunta !uede (ormularse con una signi5caci#ndi(erente atri"uyendo a ese d#nde el sentido de cul sea el !uesto de los
valores dentro de una conce!ci#n 5los#5ca, en relaci#n con las dems !artes
de la 5loso(ía y con los dems o"$etos de otra índole que en el universo 'ay. Tal
!ro"lema no (ue en(ocado su5cientemente en las o"ras de 7c'eler y de
?artmann. A mi entender, ca"e !lantearlo y orientarlo certeramente "uscando
el !unto de inserci#n de los valores en la realidad (undamental que es la
existencia o vida 'umana. &e ello se 'a de 'a"lar cuando se 'a"le de la
5loso(ía de la vida.
Adems querría advertir algo que considero !uede tener exce!cional alcance,
en esa revisi#n de la 5loso(ía de los valores. Cuando se descu"ri# la categoríadel valor distinta de la del ser real de la naturale;a, ex!erimentaron los
5l#so(os el entusiasmo que tiene el ex!lorador al !oner !or ve; !rimera su
!lanta en tierra antes inc#gnita, y su"rayaron muc'o que la categoría valorB
es tan !rimaria y radical como la categoría ser realB, que no deriva de )sta,
!or la sencilla consideraci#n, ya ex!uesta, de que el 'ec'o de que algo sea real
y e(ectivamente no su!one que valgan, !ues 'ay en el mundo m4lti!les
realidades antivaliosas< y !or la consideraci#n inversa de que el 'ec'o de que
com!letarla con algunas de las directrices seFaladas certeramente !or 6isieri
Hrondi;i, las cuales se !odrían resumir y, adems, articular con mi !ro!io
!ensamiento, diciendo que los valores se dan o"$etivamente no s#lo dentro del
marco y del contexto de la vida 'umana, con sentido re(erido a )sta, sino,
adems, en el contexto de situaciones concretasB. Cada situaci#n concreta
com!rende la con$ugaci#n de ingredientes su"$etivos y com!onentes o"$etivos.Por mi !arte, aFadiría yo que nada tiene de raro que esto sea así, !orque
nuestra vida es siem!re una relaci#n im!rescindi"le entre el yo y su mundo.
Tanto el com!onente su"$etivo como el o"$etivo son muy com!le$os. Aquel
com!rende toda nuestra vida !sicol#gica !ret)rita y la !resente en el instante
de la valoraci#n< com!rende, adems, el organismo "iol#gico< com!rende
tam"i)n las constelaciones sociales en las que el su$eto se 'alla< com!rende su
!ersonalidad cultural. %a contri"uci#n o"$etiva de la situaci#n com!rende a su
ve; m4lti!les y varios elementos dimensiones in'erentes al o"$eto valorado,
que lo 'acen a!arecer como valioso inde!endiente del agrado, del deseo y del
inter)s eventuales que !uedan suscitar en la !ersona en un cierto momento,
característica de la cosa en que encarna, es decir, del "ien o de!ositario, en el
cual el valor a!arece reali;ado, relaciones de ese "ien con el com!le$o de
cultura, vinculaciones 'ist#ricas, etc.
El as!ecto o"$etivo, dice Hrondi;i, se destaca ms en el !lano )tico, !orque a
medida que se asciende en la escala de los valores se acrecienta el elemento
o"$etivo. %a altura del valor se !odría medir !or el mayor o menor !redominio
de la o"$etividad. Pero, en todo caso, nos encontramos con que un valor no
tiene existencia ni sentido (uera de una valoraci#n real o !osi"le. Así !ues, diría
yo, tiene s#lo sentido dentro del marco de la vida 'umana en general y
aFadiendo lo sugerido !or Hrondi;i, dentro de una situaci#n concreta de la vida'umana, en la cual 5gura la realidad !articular del su$eto, su circunstancia, y la
relaci#n entre la una y la otra. &entro de la circunstancia se da no s#lo el
contorno individual, sino tam"i)n el marco social, cultural e 'ist#rico. Todo lo
cual no resta o"$etividad al (undamento del $uicio del valor< s#lo que como ya
di$e se trata de una o"$etividad intravital, de o"$etividad dentro del marco de la
existencia 'umana.
. A%O6 &E6EC?O.
Com!rendemos que el derec'o tiene algo que ver con el mundo de los valores,
!ues !arece que no se !uede 'a"lar de lo $urídico sin re(erirlo a algunosvalores. ello es exacto. Pero, de otro lado, "arruntamos que el &erec'o, a
!esar de su conexi#n con el mundo de los valores, no es !ura y sim!lemente
un valor, sino que es un con$unto de 'ec'os que ocurren en el seno de la vida
'umana y en el rea de la 'istoria, y que tiene, !or consiguiente, una serie de
ingredientes que no !ueden ser domiciliados !ura e íntegramente en el reino
%o $urídico !or e$em!lo, el C#digo Civil, el C#digo Penal, el ParGlamento, los
$ueces, los !olicías, etc., estn constituidos !or un con$unto de actividades y de
o"ras reales de los 'om"res< o"ras y actividades insertadas en su vida,
condicionadas !or ella, en las cuales late la re(erencia a unos valores
=seguridad, $usticia, utilidad com4n, etc.>, es decir, late el !ro!#sito intencional
de reali;arlos. Esos valoIres serían los criterios, las ideas en que lo $urídicotrata de orientarse, !ero el &erec'o !ositivo no est constituido !or !uras
esencias de valor, aunque le aliente la intencionalidad de guiarse !or ellas, y
aunque !ueda contener una mayor o menor reali;aci#n !ositiva de ellas. El
derec'o no es la !ura idea de la $usticia ni de las dems calidades de valor que
as!ire a reali;ar< es un ensayo o"ra 'umana de inter!retaci#n y de reali;aci#n
de esos valores, a!licados a unas circunstancias 'ist#ricas. , !or tanto, el
&erec'o contiene elementos de esa realidad 'ist#rica.
Por otra !arte, advi)rtase que la relaci#n del &erec'o !ositivo con los valores
que )ste trata de !lasmar, no siem!re es de corres!ondencia !er(ecta< así, !or
e$em!lo !odr ser $usto, menos $usto o in$usto. 3uc'as de las normas einstituciones $urídicas ela"oradas !or los 'om"res !ueden 'a"er resultado
acertadas< !ero muc'as otras se 'an mostrado como yerros, como
inadecuaciones, e incluso como (racasos, en su !ro!#sito de in$usticia. el
derec'o de un !ue"lo en un determinado momento 'ist#rico est com!uesto
de aciertos, de menores aciertos y tam"i)n de (allas en cuanto a la intenci#n
de reali;ar determinados valores. Todo &erec'o, seg4n veremos !retende ser
algo en lo cual encarnen determinadas ideas de valor, o dic'o, en t)rminos
ms sencillos, todo &erec'o es un intento de derec'o $usto, un !ro!#sito de
&erec'o valioso. Pero, )l no est constituido sim!lemente !or los !uros valores
que !retende reali;ar, sino !or una serie de ingredientes a trav)s de los cualesse o(rece un ensayo de inter!retaci#n concreta de dic'os valores,
inter!retaci#n que !uede resultar ms o menos correcta o incluso (allida.
Así !ues, el derec'o no se com!one !uramente de esos valores a que )l se
re5ere, sino que es el ve'ículo en virtud del cual se trata de reali;ar esos
valores< es algo que !uede (uncionar como medio o agente de reali;aci#n de
tales valores o de su (racaso.
El &erec'o es el con$unto de normas 'umanas, es decir, ela"oradas !or los
'om"res en una situaci#n 'ist#rica, a!oyadas e im!uestas !or el !oder !4"lico,
normas con las cuales se as!ira a reali;ar unos valores. %lamar &erec'oB al&erec'o natural, es decir, a unas normas !uramente ideales o racionales
dotadas de intrínsecas y necesaria valide;, es usar la !ala"ra &erec'o en
sentido 5gurado o traslaticio. Con esto no se niega $usti5caci#n al !ro"lema de
la estimativa o axiología $urídica, ni se niega tam!oco que este !ro"lema
!ueda, y a4n de"a resolverse, reconociendo que 'ay tales !rinci!ios ideales
con valide; intrínseca y necesaria. %o que se dice es sencillamente que esos
!rinci!ios ideales, ellos !or sí solos, no son &erec'o en el sentido aut)ntico de
&e Arist#teles recordemos la indagaci#n del sentido de la $usticia y de sus
diversi5caciones, así como la distinci#n entre lo $usto natural y lo $usto civil o
legal, doctrinas que 'an e$ercido secular in@uencia a trav)s de toda la Edad
3edia, del 6enacimiento, e incluso de la )!oca moderna, !ues llegan 'asta
%ei"ni; y !erviven todavía en muc'os autores contem!orneos.
6ecordemos como todavía ms decisiva en el !ensamiento $urídico ulterior la
conce!ci#n de los estoicos< su teoría de un derec'o natural =(undada en la
ra;#n que rige todo el 2niverso>, que su"raya la idea de la dignidad 'umana y
!ro!ugna una comunidad de todos los 'om"res, como tales, so"re la "ase de
li"ertad e igualdad universales =y seg4n M)non, !ro"a"lemente con una
!ro!iedad com4n>, teorías que en algunos de sus extremos actuaron decisivaG
mente en el derec'o !rivado romano, y trasmitida !or los digestos, !or Cicer#n
y !or los estoicos latinos, !asaron en su mayor !arte a la 5loso(ía !atrística y
escolstica. en )sta, el conce!to del logos se trans(orma en el de ley eterna,
que es la 6a;#n misma de &ios, como ex!resiva del orden e todas las cosas y
"ienes, como el orGden total del 2niverso, y su &ivina oluntad, en cuantomanda la conservaci#n de ese orden, ley eterna, que en la !arte que se re5ere
a la conducta 'umana =cuyo orden de"e reali;arse !or o"ra del es!íritu li"re>,
llmase ley natural, la cual consiste en los $uicios (undamentales del orden
moral y se mani5esta 'a"itualmente en la conciencia individual, con carcter
normativo. %a naturale;a, "ase de la ley natural, no tiene aquí la ace!ci#n de
naturale;a em!írica causal =como com!le$o de 'ec'os que se !roducen
(or;osamente>, antes "ien, el sentido de ra;#n teleol#gica. 7ucede que en la
doctrina escolstica, aunque el iusnaturale es conce"ido como derec'o, esto
no im!lica que el derec'o !ositivo !ierda su magnitud !ro!ia, antes "ien, )ste
cum!le una do"le (unci#n, insustitui"le, a sa"er !rimero la de 5$ar lasconsecuencias de los !rimeros !rinci!ios del derec'o natural !ara las
situaciones concretas< y segundo, y so"re todo, la de determinar la
estructuraci#n de aquellas relaciones sociales que el &erec'o natural !ermite
con5gurar li"remente a los 'om"res, seg4n su !rudente ar"itrio, dentro de un
vasto cam!o de !osi"ilidades, todas ellas igualmente lícitas en !rinci!io.
&erec'o natural y &erec'o !ositivo ocu!an !lanos diversos. Al &erec'o natural
le corres!onde la (unci#n de ins!irar correctamente las normas del &erec'o
!ositivo.
%a Escuela Clsica del &erec'o Natural =*rocio, Pu(endor(, Tomasio, etc.> se
nutre de la atm#s(era egoc)ntrica de la Hiloso(ía moderna. En ella el es!íritu'umano co"ra !lena conciencia de sí mismo y se trans(orma, de un ser entre
tantos otros seres como antes 'a"ía sido considerado, en el ser !or excelencia,
en la 4nica realidad 5rme, so!orte y continente de todas las dems< y en lo
!rctico, la conciencia crítica individual reclama tam"i)n su autonomía,
desligndose de autoridades y $erarquías, !ara constituirse en su!rema
instancia de la conducta. Así como la realidad del mundo sensi"le en torno se
'ace !ro"lemtica, y se es(uma (rente al !ensamiento, 4nico ser indiscuti"le<
Dagolini, Carnelutti, Artana, Calogero, Pallieri< y en los 4ltimos cuatro aFos
0uadri, *uidi, Orec'ia y otros. En Hrancia, adems de *eny ?auriou, Cuc'e,
6enard, %e Hur, &)los, *urvitc', 6ou"ier, 3arty, ?usson, &umas, etc. En los
!aíses "ritnicos Allenm Pat#n, Hriedman, Pienen(eld, Julius 7tone, &UEntreves,
etc. En los Estados 2nidos de Norteam)rica ?olmes, Cardo;o, Pound, Vrig't,
3orris 6. Co')n, ?aines, Croust, Cairns, %on Huller, ?all, Ca'n, Doden'eimer, %eDoutillier, *er'art, 3e &ougal, etc. En Es!aFa *iner de los 6íos, Posada, P)re;
Dueno, 3endi;"al y 3artín 3endi;"al y illal"a, 7anc'o 9;quierdo, Corts
Castn, %ega; %acam"ra, *lan *uti)rre;, Elias de Te$ada, 6ui; *im)ne;,
%issarrague, Truyol y 7erra, *#me; Ar"oleya, *on;les ic)n, etc. En Portugal
Ca"ral de 3oneada, 3erea, Drito, %'amas, etc. En Drasil 6eale, &orado de
3ares, Dremer, Dallv), otros varios y quien escri"e estas líneas.
7ucede !ues, que el !ensamiento $urídico resurge !u$ante desG!u)s de la !urga
esc)!tica que signi5c# el !ositivismo, y no s#lo "rota de nuevo con ms (uer;a,
sino que tam"i)n ms de!urado. %as crisis esc)!ticas ni se !roducen !or
causalidad ni de$an de a!ortar resultados "ene5ciosos, aunque desde luego
sean des!u)s su!eradas. %as crisis esc)!ticas re!resentan cuando se
!roducen, la necesidad de que la 5loso(ía se de!ure de !reci!itaciones o deexageraciones en que 'a"ía incurrido. Cuando se !erci"e esta urgencia, se
im!one al !ensamiento un r)gimen de !urga, de de!uraci#n, de dieta< se
im!one el 'acer un alto en la marc'a, !ara someter a muy rigurosa revisi#n
toda la la"or !recedente. Pero esto signi5ca nada ms que un r)gimen
transitorio, en el que la 5loso(ía se instala tan s#lo !rovisionalmente, !ara
em!render des!u)s, ya !uri5cada de vie$os yerros, una nueva tarea de
construcci#n.
%a Estimativa $urídica no s#lo se 'a desarrollado como indagaci#n sistemtica
so"re la $usticia o so"re los valores que de"en ins!irar la ela"oraci#n del
derec'o y como intento de descu"rir un orden $urídico (undado a"solutamente.
7e 'a desenvuelto en dic'as (ormas, !ero tam"i)n en otras dos como ensayos
de 'allar una ex!licaci#n racional del derec'o !ositivo de un determinado lugar
y tiem!o, y como !ro!#sito de ela"orar una doctrina 5los#5ca del &erec'o con
la cual se !ueda o"tener soluci#n !ara los nuevos !ro"lemas que !lantea el
cam"io de las situaciones sociales. En estas tres (ormas, la contri"uci#n de los
$uristas a la 5loso(ía del &erec'o 'a sido cuantiosa e im!ortante< y esta
contri"uci#n 'a actuado vigorosamente en el modelado y en el desarrollo de
las instituciones !ositivas. 6ememoremos, a este res!ecto, la magní5ca la"or
llevada a ca"o !or los $urisconsultos romanos, cuyas res!uestas, que a!ela"a a
la ra;#n, !ero tenían im!erio (ormal, (ueron incor!orndose al ordenamientovigente. Pensemos en su doctrina de la ratio legis, es decir, del !rinci!io de
&erec'o Natural, que se conce"ía como ins!irando el !rece!to !ositivo, de
suerte que !ara inter!retar )ste y extraer sus consecuencias se de"ía acudir a
aqu)l< doctrina en el cual se identi5ca"a la ra;#n de la norma !ositiva con la
ra;#n natural. 6ecu)rdese asimismo, c#mo la la"or de los $urisconsultos del
siglo 89 y 8, al reci"ir del &erec'o 6omano como norma autoritaria vigente,
lo desenvolvieron gracias a una t)cnica 5los#5ca de inter!retaci#n
iusnaturalista, ada!tndolo a las nuevas necesidades y convirti)ndolo en ese
modo en una es!ecie de cuer!o de &erec'o racional.
Por otra !arte, la $uris!rudencia de los Tri"unales, incluso durante el a!ogeo del
!ositivismo, en la segunda mitad del siglo 898, 'a ex!resado la convicci#n de
que existen !rinci!ios estimativos !ara lo $urídico, a los que se 'a re(erido "a$o
las ex!resiones de el es!íritu de $usticiaB, las exigencias )ticasB, la
equidadB, la naturaGle;a de las cosasB, el correcto racionamientoB, etc.
7i de la 'istoria de las doctrinas !asamos a'ora a los anales de las
convicciones individuales y sociales, !odemos o"servar que siem!re la
conciencia 'umana 'a mantenido la creencia en unos ideales $urídicos que
sirvan de norma !ara la crítica del &erec'o Positivo y de orientaci#n !ara lograr
su me$oramiento. En e(ecto, es un 'ec'o que, tanto la conciencia 'umana
individual como las convicciones colectivas, muestran una vocaci#n !or la
$usticia que no se satis(ace solamente con las normas !ositivas, sino que
a!unta a criterios ms altos que )stas. ?ay en la conciencia una as!iraci#n de $usticia, inde!endiente de las normas !ositivas y que !uede contra!onerse a
)stas, como ocurre a veces. El 'om"re tiene la conciencia de una intuici#n de
$usticia y un sentimiento concorde con esta. Pero esta re(erencia a la $usticia no
es s#lo un dato de la conciencia individual< es, adems, un testimonio de las
convicciones colectivas.
Entre las creencias vigentes en la comunidad 'allamos la de que !or encima de
los mandatos !ositivos 'ay medidas su!eriores de $usticia, criterio a cuya lu;
se !uede en$uiciar el acierto o el desGacierto de las intuiciones 'ist#ricas, y de
los cuales se !uede recoger la !auta !ara un me$oramiento !rogresivo. Es
!recisamente esta convicci#n la que constituye el (undamento de las luc'as!olíticas.
Tan es así, que todo movimiento !olítico im!lica la creencia de que 'ay un
criterio valorador que de"e ins!irar al &erec'o< y mediante las actividades
!olíticas se trata de conseguir la traducci#n de ese criterio a normas !ositivas.
esta convicci#n, que es !atente en todas las mani(estaciones 'a"ituales de la
!olítica, co"ra una mxima intensidad y un relieve su!erlativo en los
(en#menos revolucionarios violentos, !ues, entonces, esa convicci#n act4a con
tanto vigor que las !ersonas se deciden, colocndose al servicio de ella, a!oner en !eligro la !a;, sus "ienes y la !ro!ia vida.
6ecordemos que el Estado constitucional moderno se 'alla en el ideario de la
democracia li"eral, que a su ve; es una ex!resi#n de la creencia en !rinci!io
A este res!ecto, la &eclaraci#n de 9nde!endencia de los EstaGdos 2nidos de
Norteam)rica tiene una mxima (uer;a ex!resiva de convicci#n. ?a"la de
asumir entre los !oderes de la tierra aquellos a los cuales est un !ue"lo
(acultado !or las leyes de la naturale;a y de &ios, rector de la naturale;aB.
Consideramos que las siguientes verdades son auto evidentes que todos los
'om"res 'an sido creados iguales< que todos 'an sido dotados !or su Creadorcon ciertos derec'os inaliena"les< que entre tales derec'os 5guran los
derec'os a la vida, a la li"ertad y la !ersecuci#n de la (elicidad. 0ue es !ara
asegurar esos derec'os que los go"iernos son instituidos entre los 'om"res, y
que tales go"iernos derivan de sus $ustos !oderes del consentimiento de los
go"ernados...B
En el !rem"ulo de la &eclaraci#n Hrancesa de los &erec'os del ?om"re y del
Ciudadano de 1W:+, leemos la siguiente mani(estaci#n %os re!resentantes del
!ue"lo (ranc)s, considerando que la ignorancia, el olvido o el des!recio de los
derec'os del 'om"re son las 4nicas causas de los males !4"licos y de la
corru!ci#n de los go"iernos, 'a resuelto ex!oner, en una &eclaraci#n solemnelos derec'os naturales, inaliena"les y sagrados del 'om"re, a 5n de que esta
declaraci#n, teni)ndola siem!re !resente todos los miem"ros de cuer!o social,
les recuerde constantemente sus derec'os y de"eres...B.
en el !rem"ulo de la &eclaraci#n Hrancesa de 1:+ se dice El !ue"lo
(ranc)s... 'a resuelto ex!oner, en una &eclaraci#n solemne, estos derec'os
sagrados e inaliena"les a 5n de que todos los ciudadanos, !udiendo
constantemente com!rar los actos del go"ierno con el o"$eto de toda
instituci#n social, $ams se de$en o!rimir y envilecer !or la tiranía< a 5n de que
el !ue"lo tenga siem!re ante sus o$os las "ases de su li"ertad y de su (elicidad<
el magistrado, la regla de sus de"eres< el legislador, el o"$eto de su misi#nB.
En el !rem"ulo de la Carta de las Naciones 2nidas de 1+-K se ex!resa la
resoluci#n de rea5rmar la (e de los derec'os (undaGmentales del 'om"re, en la
dignidad y valor de la !ersona 'umana, en la igualdad de derec'os de 'om"res
y mu$eres...B< y en el artículo 1+ =!rr. > se 'a"la del res!eto a los derec'os y
a las li"ertades (undamentales de todos, sin 'acer distinci#n !or motivos de
ra;a, sexo, idioma o religi#nB. en la &eclaraci#n 2niversal de &erec'os del
?om"reB, a!ro"ada y !roclamada !or la Asam"lea *eneral de las Naciones
2nidas el 1 de diciem"re de 1+-:, se mani5esta en el !rem"ulo
Considerando que la li"ertad, la $usticia y la !a; en el mundo tienen como"ase el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derec'os de todos los
miem"ros de la (amilia 'umana< considerando que el desconocimiento y el
menos!recio de los derec'os del 'om"re 'an originado actos de "ar"arie
ultra$antes !ara la conciencia de la 'umanidad, y que se 'a !roducido, como la
as!iraci#n ms elevada del 'om"re, el advenimiento de un mundo en que los
seres 'umanos, li"erados del temor y de la miseria, dis(ruten de la li"ertad de
!ala"ra y de la li"ertad de creencias< considerando esencial que los derec'os
(ero; ataque a los valores 'umanos. Con ra;#n decía ya en 1+- el gran
5l#so(o y te#logo sui;o Emil Drunner A trav)s del mundo suena 'oy un clamor
!or la $usticia. Todo su(rir es amargo, !ero el su(rir in$ustamente es do"lemente
amargo. %o in$usto 'iere no s#lo el an'elo de (elicidad, sino que adems
destruye un orden, me arre"ata lo que me !ertenece. El su(rir in$usto !rovoca
indignaci#n, se entromete violadoramente en la existencia es!iritual, atentacontra la !ersona... %a $usticia 'a existido siem!re, !ero en verdad nunca 'u"o
en ninguna )!oca !asada tan magnitud de in$usticia. %a 'umanidad 'a !asado
!or tiem!os crueles, !ero ninguno como el !resente =Drunner escri"ía esto en
1+->, en el cual se somete la in$usticia en nom"re del derec'o, e incluso se
eleva la in$usticia a sistema, se llega a !oner como orden estatal... %a in$usticia
como violaci#n del orden es mala< !ero la in$usticia como sistema, como
inversi#n !ermanente y a!ro"ada del orden $usto, es inso!orta"leB. ms
adelante comenta Drunner que el Estado totalitario no es ms que el
!ositivismo $urídico convertido en !rctica !olíticaB. 7i no 'ay valores ideales
!or encima de la mera (uer;a y de las malas !asiones, entonces los
detentadores del !oder tienen a"ierto el camino !ara !roclamar como derec'o
lo que les acomode, y entonces no tiene ms límite que el de su !oder e(ectivo.
En el 4ltimo tercio del siglo 898, )!oca que, al menos en a!ariencia, era !lcida
y civili;ada, no se advirti# el !eligro !avoroso que entraFa"a la actitud
!ositivista, negadora de toda estimativa o axiología ideal. Pero al contem!lar,
desde el tercer decenio del siglo 88, la realidad siniestra del Estado totalitario,
en cualquiera de sus (ormas, sucede que las gentes civili;adas de Occidente se
sienten so"recogidas !or el terror. El Estado totalitario no es s#lo la invenci#n
de algunos criminales< es adems algo que 'a !odido !roducirse !or virtud de
'a"er arruinado (rívola e irres!onsa"lemente la Estimativa o Axiología !olíticay $urídica. O "ien, 'ay algo intrínsecamente vlido, una $usticia que est !or
encima de todos nosotros, una exigencia que se nos im!one y que no dimana
de nosotros, una regla de $usticia vlida !ara todos los Estados y todos los
sistemas de &erec'o !ositivo, o "ien no 'ay $usticia, alguna, sino solamente el
!oder organi;ado de tal o cual manera, que se llama asimismo &erec'o. O "ien
'ay derec'o del 'om"re eternos e intangi"les, o "ien 'ay tan s#lo las
o!ortunidades (avora"les de quienes !or a;ar resultaron !rivilegiados y las
malas o!ortunidades de quienes (ortuitamente resultaron !er$udicadosB. %a
conciencia de esto en nuestros días 'a suscitado un renacimiento de la
Estimativa Jurídica, todavía ms intenso del que te#ricamente se 'a"ía venido
desarrollando ya en los !rimeros decenios de este siglo.
W. J27T9H9CAC9ON O %E*9T93AC9ON &E% P6OD%E3A &E %A
E7T93AT9A J269&9CA.
A la altura del tiem!o en que se escri"e el !resente artículo =1+K+>, tiem!o en
el cual asistimos a un nuevo renacimiento con multi!licado vigor de la
Estimativa Jurídica, so"re todo en (orma de nuevas conce!ciones
iusnaturalistas.
Con todo, como quiera que la negaci#n esc)!tica de la axiología $urídica !or el
!ositivismo, !roducida !rinci!almente en la segunda mitad del siglo 898, se
!rolong#, sin em"argo, en algunas reas del mundo en los !rimeros lustros del
siglo 88, y todavía resuenan, aunque levemente, algunas su!ervivencias suyas
extem!orneas, !arece o!ortuno !roceder a la $usti5caci#n o legitimidad de los
!ro"lemas axiol#gicos so"re el &erec'o.
?a"r) de !roceder, ante todo, a !reguntarme, con mximo rigor si el !ro"lema
de inquirir criterios estimativos !ara el &erec'o tiene sentido, es decir, si el
!ro"lema est $usti5cado en tanto que tal !ro"lema sin entrar de momento en
ning4n as!ecto de (ondo en cuanto a su soluci#n. 3xime que todavía est
relativamente reciente la negaci#n que de este !ro"lema se !rodu$o en la
segunda mitad del siglo !asado. Por otro lado, advi)rtase que a!arte de esa
crisis esc)!ticas, 'oy ya su!erada los momentos actuales son de 'onda y!avorosa crisis integral, a sa"er de !ro(unda desorientaci#n. en las
condiciones de terri"le a;oramiento, que caracteri;an los días !resentes, el
de"er urgente e ineludi"le !ara el intelectual es el de tratar de orientarse en la
desorientaci#n.
&e momento se trata nada ms que de !lantear la cuesti#n so"re la licitud
te#rica de este tema de los ideales $urídicos. Es decir, se trata de !reguntarnos,
en el !lano de una duda met#dica, si tiene o no sentido que nos em"arquemos
en la em!resa de indagar directrices !ara el en$uiciamiento y !ara la re(orma
!rogresiva del &erec'o.
o com!artía la situaci#n que a'ora !lanteo con aquella en que uno se
encontrase cuando trata de em!render un via$e !ara descu"rir una tierra
inc#gnita. Antes de comen;ar el via$e 'ay que !reguntar /Pero existe esa
tierra cuyo descu"rimiento se !retende &esde luego no sa"emos c#mo es, !or
eso tratamos de em!render un via$e !ara descu"rirla< !ero antes !recisamos
de un mínimo de certe;a que nos asegure que !odemos em!reFar todos
nuestros es(uer;os en lograr ese descu"rimiento, !orque nos 'emos cerciorado
de que lo que "uscamos existe, aunque de momento no se!amos como es.
Ante todo, nada ms que esto.
2na de las novedades que acaso !ueda o(recer en este estudio de Estimativa Jurídica consiste en se!arar con toda !ulcritud una serie de cuestiones que, en
las doctrinas anteriores, 'a"ían a!arecido de ordinario involucradas y a4n
con(undidas. , así, a'ora, de momento, !lanteo nada ms que el interrogante
so"re la $usti5caci#n de este !ro"lema< es decir, vamos a inquirir si se trata de
un !ro"lema aut)ntico o de un !ro"lema (antasma. El 5l#so(o no !uede
ace!tar como "ueno nada que no 'aya !agado satis(actoria y !lenariamente
elegidas algunas de ellas so"re las dems. son elegidas so"re las dems,
!orque se las !re5ere en virtud de algo. esta !re(erencia se (unda en un
$uicio de valor, en una estimaci#n. O sea que, !ara que !ueda existir una
norma de &erec'o !ositivo, !recisa que antes se 'aya !roducido una
estimaci#n, la cual entonces no es todavía &erec'o !ositivo y so"re la cual se
(undar el &erec'o !ositivo que se dicte des!u)s. %a norma !ositiva constituyela ex!resi#n de un $uicio de valor. 7in valoraciones no ca"ría la existencia del
&erec'o !ositivo. Por tanto, los ingredientes del &erec'o !ositivo no son todos
ellos !ositivos, sino que 'ayamos la re(erencia intencional a algo no !ositivo.
AunGque la norma de &erec'o !ositivo emane de un mandato, de un !oder
e(ectivo, no !uede de ninguna manera ser entendida como un mero 'ec'o,
!ues es un 'ec'o 'umano, y, a (uer;a de tal, tiene sentido o signi5caci#n.
ese sentido consiste ca"almente en la re(erencia a un valor, en la !retensi#n
de una $usti5caci#n se manda esto y no aquello, !orque quienes lo determinan
creen que esto est $usti5cado< creen que esto es !re(eri"le a lo dems, y, !or
ello, lo eligen entre todas las otras !osi"ilidades concretas. O dic'o de otra
manera la normativa del &erec'o !ositivo no tendría sentido sino se re5riese a
un $uicio de valor, que es el que la ins!ira. 7e regula la conducta social de un
determinado modo, !orque se cree que este modo es me$or que otras !osi"les
regulaciones.
&esde luego ca"e que el &erec'o !ositivo (racase en su intento< el !anorama
de la 'istoria o(rece a"undante re!ertorio de leyes y de costum"res in$ustas.
Pero, incluso en )stas late la intenci#n de reali;ar un valor de $usticia, aunque
no lo consigan. 7e trata entonces de una intenci#n (racasada< !ero, en tanto
que intenci#n, existe esencialmente como sentido de la norma, la mera noci#n
del &erec'o !ositivo, aunque no contiene dentro de sí el ideal $urídico, sinem"argo, lo !resu!one, es decir, !ostula su existencia< se re5ere
intencionalmente a )l, aunque no acierte a reali;arlo. No ca"e enGtender el
sentido de lo $urídico si !rescindimos de la re(erencia a ideales de $usticia. No
es que la de5nici#n del &erec'o lo contenga en su seno< !orque si (uese así,
!erdería su dimensi#n de universalidad. Pero si "ien la de5nici#n del &erec'o,
no al"erga dentro de sí los su!remos valores $urídicos, sin em"argo, los mienta,
se re5ere a ellos intencionalmente. 7i "orrsemos del &erec'o !ositivo esa
menci#n de !rinci!ios no !ositivos, no nos quedaría de )l nada ms que un
conglomerado ca#tico de !uros 'ec'os incom!rensi"les.
%a esencia del &erec'o no es inteligi"le sino en (unci#n de una intencionalidadde reali;ar determinados valores. Toda normaci#n su!one que se 'a elegido un
determinado !atr#n entre otros !osi"les !or ser considerado me$or que )stos<
a'ora "ien, esta elecci#n entraFa una !re(erencia, y la !re(erencia su!one una
estimaci#n, es decir, un criterio de valor. O, ex!resado de otro modo una
norma su!one que entre las m4lti!les cosas que se !ueden 'acer, 'ay algunas
de ellas que de"en ser 'ec'as y otras que de"en ser evitadas< su!one, !or lo
tanto, un cri"ar el re!ertorio de las !osi"ilidades, destacando lo de"ido,
a!artando lo !ro'i"ido y admitiendo lo !ermitido. %a"or de cri"a que consiste
en una selecci#n. Pero la selecci#n tan s#lo !uede llevarse a ca"o a condici#n
de que se considere !re(eri"le lo que se elige. todo acto de !re(erencia
im!lica una valoraci#n. Pre(erimos algo !orque lo consideramos ms valioso
que lo otro, ms "ueno, ms 4til, ms adecuado, ms $usto. Con lo cual queda
demostrado que, sino existiese algo !or encima de la muda realidad de lasnormas !ositivas, estas mismas normas !ositivas no !odrían ser entendidas, ni,
!or ende, existir.
Así !ues, en la misma existencia del &erec'o !ositivo 'allamos una es!ecie de
@ec'a orientadora que seFala 'acia unos criterios estimativos< 'allamos el
testimonio de una re(erencia a ideas de valor. En resumen, se !uede a5rmar
categ#ricamente que 'ay criterio de valor !ara orientar y consiguientemente
!ara en$uiciar el &erec'o !ositivo, !orque de lo contrario no !odría existir la
realidad de )ste. A'ora "ien, como es notorio que en el mundo 'ay &erec'o
!ositivo, de aquí 'emos de concluir necesariamente que 'ay tam"i)n criterios
estimativos !ara lo $urídico. Con esto queda !lenariamente $usti5cado el temade la investigaci#n so"re las normas meta!ositivas !ara el en$uiciamiento
so"re el &erec'o !ositivo y !ara la orientaci#n en la !rogresiva reela"oraci#n
del mismo.
Es !osi"le llegar a id)ntica conclusi#n !or otra vía. En toda norma $urídica
!ositiva como en toda norma de cualquier clase que sea, descu"rimos una
estructura de 5nalidad se !ro!one, mediante la conducta que ordena reali;ar
un determinado 5n. A'ora "ien, !ara !ro!onernos algo como 5n, !recisa que
ese algo nos a!are;ca como valioso desde un cierto !unto de vista. Con esto
descu"rimos la menci#n o re(erencia intencional de cada !rece!to $urídico a la
reali;aci#n de una 5nalidad re!utada como valiosa. 7i en nuestra conciencia
"orramos la (unci#n estimativa, desa!arece tam"i)n la !osi"ilidad de toda
a!reciaci#n de 5nalidad.
Pero, adems, de"o aFadir otra consideraci#n. El 5n concreto que !ersigue
cada !rece!to $urídico o cada instituci#n, de ordinario a!arece como algo
limitado e 'i!ot)tico, es decir, como algo que re!resenta a su ve; un medio
!ara conseguir otro 5n< y de nuevo ocurre lo mismo con este otro 5n< y así
sucesivamente. A'ora "ien, este !roceso de ir inquiriendo la concatenaci#n de
los 5nes de las diversas normas $urídicas !ositivas nos conducir !or necesidad
a un momento en que tengamos que !reguntarnos !or el 5n del &erec'o en sutotalidad, lo que es lo mismo, !or el 5n 4ltimo o su!remo de lo $urídico. )sta
es !recisamente la cuesti#n (undamental de la Estimativa Jurídica.
Así !ues, en suma si eliminsemos esa re(erencia a los criterios estimativos del
&erec'o, el mismo &erec'o !ositivo, nos !arecería como im!osi"le< y quedaría
reducido a un !uro (en#meno de (uer;a "ruta, anlogo a los (en#menos de la